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141
Nutrición infantil, asistencia al preescolar y
nivel educativo de las madres de los infantes
en Colombia: una aproximación a nivel
subregional (2000-2005)1
Luis Fernando Aguado Quintero,2 Jaime Rodrigo Ahumada Castro,3
Beatrice Eugenia López Cabrera4 y Ana María Osorio Mejía5
1. Este documento hace parte de un proyecto de investigación más amplio, denominado: ¿Los niños…Primero?
Caso Colombia, financiado por la Coordinación Institucional de Investigación de la Pontificia Universidad
Javeriana Cali. Este artículo se recibió el 18/08/2006 y fue aprobado el 23/09/2006.
2. Magíster en Estudios Políticos, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia, y Economista, Universi-
dad del Valle, Cali, Colombia. Profesor Asistente, Departamento de Economía, y Coordinador del Grupo de
Investigación en Desarrollo Regional (GIDR), Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Pontifi-
cia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo-e: [email protected]
3. Administrador de Empresas, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Investigador del Grupo de
Investigación en Desarrollo Regional (GIDR), Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Pontifi-
cia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo-e: [email protected]
4. Estudiante de décimo semestre, Carrera de Economía, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia.
Monitora de Investigación del Grupo de Investigación en Desarrollo Regional (GIDR), Facultad de Ciencias
Económicas y Administrativas, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo-e:
5. Economista, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Profesor Instructor, Departamento de Econo-
mía, e Investigadora del Grupo de Investigación en Desarrollo Regional (GIDR), Facultad de Ciencias Eco-
nómicas y Administrativas, Pontificia Universidad Javeriana, Cali, Colombia. Correo-e: [email protected]
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
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ABSTRACT
This paper presents a conceptual appro-
ach to the importance of preschool educa-
tion, child nutrition and the mother’s level
of education in childhood development, from
the perspective of human development and
the theory on Capability Approach. In addi-
tion, a set of indicators related to the three
variables mentioned above is built from the
information provided in the 2000 and 2005
versions of the “Encuesta Nacional de De-
mografía y Salud” (National Survey on De-
mography and Health) (ENDS), carried out
by Profamilia. The purpose of these indica-
tors is to give an overview of the situation of
children in Colombia during the period co-
vered by both surveys. The results are pre-
sented by sub-region.
Keywords: human development, capability
approach, preschool education, children’s
nutrition, mother’s education.
Clasificación JEL: I12, J13.
RESUMEN
En el presente documento se realiza una
aproximación conceptual sobre la importan-
cia de la educación preescolar, la nutrición
infantil y el nivel educativo de la madre en
el desarrollo de la infancia, desde la pers-
pectiva del desarrollo humano y la teoría del
Enfoque de las Capacidades. Además, se
construye un conjunto de indicadores rela-
cionados con las tres variables mencionadas
a partir de la información suministrada en
las versiones 2000 y 2005 de la Encuesta
Nacional de Demografía y Salud (ENDS),
aplicadas por Profamilia. Esto con el pro-
pósito de ofrecer un panorama sobre la si-
tuación de los infantes en Colombia, para el
período de las dos encuestas. Los resulta-
dos obtenidos se presentan a nivel de subre-
giones.
Palabras clave: desarrollo humano, enfo-
que de las capacidades, educación preesco-
lar, nutrición infantil, educación de la ma-
dre.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
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INTRODUCCIÓN
Dentro de la teoría económica no
existe un núcleo sistemático de aná-
lisis conceptual para analizar el com-
portamiento de los niños durante la
infancia. No obstante, el Enfoque de
Desarrollo Humano y Capacidades,
propuesto por Sen (1998a; 1998b y
1999), permite reconocer la importan-
cia de proveer a la niñez de ciertos
activos básicos (como nutrición, es-
colaridad y educación a las madres)
para que puedan tener acceso a opor-
tunidades económicas y ampliar las
opciones en sus elecciones futuras.
A partir de este enfoque se ha ob-
servado un gran interés en la literatu-
ra actual por determinar los factores
que inciden en el desarrollo humano
y el bienestar socioeconómico de los
niños. Muchos estudios realizados a
nivel mundial han corroborado que la
estimulación y nutrición adecuadas en
la edad temprana (durante la infan-
cia; esto es, entre los 0 y los 5 años
de edad) tienen consecuencias impor-
tantes, tanto en el desarrollo intelec-
tual y laboral de los menores una vez
lleguen a la adultez, así como en la
mitigación de la Transferencia Inter-
generacional de la Pobreza (CEPAL
1999; CEPAL y UNICEF 2006; Ban-
co Mundial 2005).
Específicamente, un niño que no
ha asistido a programas de estimula-
ción temprana (o escuela preescolar)
y está mal nutrido, ingresa a la escue-
la primaria con un déficit intelectual
que le impide cursar satisfactoriamen-
te sus estudios; esto probablemente
redundará en el fracaso (rezago o re-
pitencia) en la escuela primaria (Spen-
ce 1995; Labarca 1996; Vila 2000;
Egido 2000). Esta situación no sólo
le creará dificultades en el ingreso a
la escuela secundaria (si inicia esos
estudios), sino que se reflejará en el
acceso al mercado laboral, en donde
sólo podrá obtener trabajos de poca
productividad y con bajos salarios
(Carnoy 1982; Cortez 2002) perpe-
tuando, entonces, el círculo vicioso
de la pobreza (Sarmiento, A. et al.
2003; UNICEF 2004).
Es así como los estudios sobre
desarrollo infantil hacen énfasis en
factores como la nutrición y la tasa
de asistencia a la educación preesco-
lar de los infantes (Fernández et al.
2006; Bassok et al. 2005), al tiempo
que incluyen otros factores como el
nivel de escolaridad de las madres
(CEPAL 1999; Nagar y Sharma 2006;
Save the children 2006). En el caso
colombiano, aunque existen estudios
que indagan sobre la importancia de
estos factores y su incidencia en el
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
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desarrollo de los infantes6 (Ramírez
1996; Amar 2002 y 2003; Sarmiento,
A. et al. 2003; Aguado et al. 2005 y
2006; Fernández et al. 2006; DNP
2005; DNP et al. 2006b) es poca la
literatura que examina el comporta-
miento de dichas variables a nivel re-
gional en el país, a partir del año 2000.
Este documento realiza una ex-
ploración conceptual sobre la relación
entre la nutrición infantil, la asisten-
cia a la educación preescolar y el ni-
vel educativo de las madres, y el de-
sarrollo de los infantes. Así mismo,
examina el comportamiento de dichas
variables para el caso colombiano
(diferenciado por subregiones) en los
años 2000 y 2005, utilizando infor-
mación de la Encuesta Nacional de
Demografía y Salud (ENDS).
El artículo se organiza de la si-
guiente manera: en el primer aparta-
do se describen estudios recientes
sobre el desarrollo infantil a la luz del
Enfoque de Capacidades propuesto
por Sen. En el segundo apartado se
analizan la importancia de la nutri-
ción infantil, la asistencia al preesco-
lar y el nivel educativo de la madre
como variables que inciden positiva-
mente en el desarrollo humano de la
niñez. En el tercer apartado se pre-
senta la metodología de construcción
de los indicadores seleccionados, y se
realiza un análisis descriptivo sobre
las variables estudiadas en las subre-
giones del país, para los años 2000 y
2005. Finalmente, se presentan las
conclusiones.
1. DESARROLLO INFANTIL:
UNA PERSPECTIVA DESDE
EL DESARROLLO HUMA-
NO Y EL ENFOQUE DE CA-
PACIDADES
La literatura en torno al Desarro-
llo Humano surgió a partir de la se-
gunda mitad del siglo pasado, cuan-
do, dentro de la teoría económica con
tendencia neoclásica, Mincer (1958),
Becker (1975), Schultz (1970), y
Blaug (1973) enunciaron las primeras
definiciones de Capital Humano; en
éstas se plantea que el aumento de la
educación tiene efectos positivos sobre
los ingresos de los individuos dado que
la educación eleva la productividad de
un trabajador, lo que resulta en el in-
cremento del salario real.
6. En el presente documento se denomina «infan-
tes» a los niños entre los 0 y 59 meses de edad, es
decir los menores de 5 años. Sin embargo, en otros
países, las etapas del ciclo de vida se asocian con
frecuencia a fases determinadas por rangos de
edad (CGR 2004). Por ejemplo, en México se cla-
sifican así: Primera infancia: 0-5 años de edad;
Formación escolar básica: 6-14 años de edad; Ju-
ventud: 15-24 años de edad; Adultos jóvenes: 25-
44 años de edad; Adultos maduros: 45-59 años;
Adultos mayores: 60 años en adelante (CONAPO
2000). Finalmente, en algunas ocasiones se cita-
rán los términos «niñez temprana» o niñez como
sinónimos de infancia.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
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El aporte de Sen permitió ampliar
la perspectiva neoclásica de conside-
rar la educación y los conocimientos
de los individuos como parte de la
función de producción, hacia otros
factores que determinan las posibili-
dades de elección de los individuos.
Su preocupación analítica se funda-
mentó en la hipótesis de que el creci-
miento económico no necesariamen-
te conduce al desarrollo. Así pues,
mediante la perspectiva de la Capa-
cidad Humana, pretendió hacer com-
patible el crecimiento económico con
el desarrollo humano de los países;
es decir que las libertades de elección
de los individuos deben ser compati-
bles con la expansión del ingreso per
cápita y la producción nacional (Sen
1998a y 1998b).
De otro lado, Sen definió Desa-
rrollo Humano como un «proceso de
expansión de las libertades reales que
disfrutan los individuos» (Sen 1999,
13). En este sentido, se considera que
la libertad humana no sólo depende
de la industrialización, el progreso
tecnológico y la modernización so-
cial, sino también de otros factores
que permiten ampliar las posibilida-
des de elección. Al respecto, Sen
(1999) señala que entre las libertades
fundamentales de los individuos se
encuentran algunas capacidades ele-
mentales como una adecuada alimen-
tación, una vida larga y saludable, el
acceso a la educación, la participación
política, y la libertad de expresión.
De modo que, para que exista un
verdadero desarrollo, se deben elimi-
nar las principales fuentes de priva-
ción de la libertad, entre las cuales se
destacan: i) la escasez de oportunida-
des económicas y las privaciones so-
ciales sistemáticas (falta de educa-
ción, por ejemplo); ii) el abandono en
la infraestructura de servicios públi-
cos (asistencia sanitaria), y iii) la ti-
ranía del Estado (falta de institucio-
nes que garanticen la equidad y la paz
en la sociedad) (Sen 1999).
Por su parte, Rojas y López
(2003) también consideran que en
contraposición al carácter cuantitati-
vo del crecimiento, el Desarrollo es
definido como un proceso que invo-
lucra aspectos cualitativos de la con-
dición humana en un país, región o
continente.
En suma, el Enfoque de las Ca-
pacidades permite visualizar el De-
sarrollo Humano como la ampliación
de las posibilidades de elección por
parte de las personas, mediante la pro-
visión de ciertos activos esenciales
como la educación, la salud y la nu-
trición, entre otros. Este suministro
actúa a favor de la ampliación de las
oportunidades de los individuos a lo
largo de sus vidas (Sen 1998).
Lo anterior cobra mayor impor-
tancia durante los primeros años de
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
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la infancia, pues «las dimensiones del
desarrollo del niño son las mismas
que las del desarrollo humano: salud,
incluyendo nutrición, educación, de-
sarrollo social y crecimiento» (Van
der Gaag 2000, citado en Guijarro
2005, 18). Por ejemplo, la educación
inicial es una herramienta que fomen-
ta la igualdad de oportunidades, al
tiempo que compensa las carencias de
los niños de los sectores más pobres
y desfavorecidos; así, mediante la
educación temprana, éstos logran
mejorar sus niveles de desarrollo (Fer-
nández et al. 2006).
También se destaca el papel de la
educación infantil (y la injerencia de
los padres en ésta) como principal
capital capaz de mejorar las oportu-
nidades de los niños (Egido 2000); en
especial las oportunidades de acceso
al mercado laboral en la adultez (CE-
PAL 2003; Labarca 1996; Aguado et
al. 2005). De este modo, «el desa-
rrollo temprano de cada niño está re-
lacionado con el desarrollo humano
del conjunto de una sociedad o país,
por lo que invertir en programas de
educación y cuidado de la primera
infancia es el comienzo natural de las
políticas y programas de desarrollo
humano» (Van der Gaag 2000, citado
en Guijarro 2005, 18). Además, se
afirma que «la educación infantil […]
debe entenderse como un derecho –
no como una obligación– que tiene
toda la infancia a poder participar en
situaciones educativas, distintas a la
familiar, que sirvan para promover su
desarrollo» (Vila 2000, 41).
Las iniciativas encaminadas a
mejorar el desarrollo de los infantes
son decisivas para promover una ma-
yor igualdad de oportunidades y pro-
ducir importantes rendimientos eco-
nómicos en etapas posteriores de la
vida de los niños (Banco Mundial
2005). Nagar y Sharma (2006), en un
estudio para la India, afirman que el
desarrollo infantil en lo concerniente
a lo cognitivo, motriz y de comporta-
miento puede estar afectado por el
estado nutricional y de salud de ellos
mismos. En el mismo sentido, se sos-
tiene que atender la desnutrición in-
fantil permite garantizar el desarro-
llo de los niños y las niñas (a nivel
cognitivo y de salud), permitiendo a
su vez el desarrollo de los países (CE-
PAL y UNICEF 2006).
En el ámbito internacional, dife-
rentes organismos han resaltado la
importancia de la niñez dentro del
desarrollo humano. Así, con la pro-
clamación de la Declaración de los
Derechos del Niño en 1959 y de la
Convención de los Derechos del Niño
en 1989, se han ido promoviendo
políticas a favor de la infancia.
En el año 2000, los Objetivos de
Desarrollo del Milenio incorporaron
metas específicas relacionadas con la
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infancia, entre las que se encuentran:i) la reducción de la mortalidad mun-dial de niños menores de cinco añosen dos terceras partes; ii) la erradica-ción de la pobreza extrema y el ham-bre, y iii) el logro de la educaciónbásica universal para el año 2015(ONU 2005).
Además, resulta importante resal-tar que el desarrollo en la infanciapermite romper con lo que algunosautores llaman el «círculo vicioso» dela Transferencia Intergeneracional de
la Pobreza (CEPAL 1999), debido aque los niños que nacen en hogarespobres presentan una tendencia a serpobres en su adultez (UNICEF 2004).Así, con el fin de evitar esta transfe-rencia, se hace imprescindible, por unlado, respetar los derechos de la in-fancia a recibir los bienes y los servi-cios necesarios para su superviven-cia, su crecimiento normal y su desa-rrollo; por otro, mejorar, simultánea-mente, las oportunidades de los niñosen situación de marginalidad paraparticipar en la sociedad (UNICEF2004).
En décadas recientes, los organis-mos internacionales han incorporadoa sus análisis algunos indicadores sin-téticos para medir el desarrollo hu-mano, en el que reconocen la impor-tancia de algunas variables de índolesocioeconómica. Es por esto que, des-de 1990, el Programa de Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD)publica anualmente su Informe sobre
Desarrollo Humano; en este informese muestra el desempeño de los paí-ses en cuanto al desarrollo humano,mediante el uso de un indicador sin-tético para la medición, a saber: «Ín-dice de Desarrollo Humano» (IDH).
Este indicador incorpora una va-riable de tipo monetario y dos varia-bles de tipo socioeconómico: por unlado, la calidad de vida de las perso-nas (medida a través del ingreso na-cional per cápita de los países); porotro, la longevidad (medida por me-dio de la esperanza de vida al nacer),y la educación (medida a través de lastasas de analfabetismo y escolariza-ción de la población) (CEPAL et al.
2004).En el caso colombiano, existe el
«Índice de Calidad de Vida» (ICV)diseñado a partir del enfoque de Sensobre el bienestar de las personas.Este indicador integra variablescomo: i) la calidad de la vivienda(como indicador de riqueza física); ii)el acceso y la calidad de los serviciospúblicos domiciliarios (como medi-ción de riqueza física colectiva), y iii)la educación (como medida del capi-tal humano individual). Sin embargo,el ICV no evidencia otras dimensio-nes del bienestar que deberían tener-se en cuenta según el enfoque de Sen,tales como las condiciones de salud
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de los niños y sus madres, y las con-
diciones de seguridad ciudadana
(DNP et al. 2006a).
La Constitución Nacional de Co-
lombia también reconoce los dere-
chos fundamentales de los niños en
cuanto a la educación, la seguridad
social, la nutrición y, en general, la
protección a la infancia, de la siguien-
te manera:
«Artículo 44: Son derechos fun-
damentales de los niños: la vida,
la integridad física, la salud y la
seguridad social, la alimentación
equilibrada, su nombre y nacio-
nalidad, tener familia y no ser
separados de ella, el cuidado y el
amor, la educación y la cultura,
la recreación y la libre expresión
de su opinión […] Los derechos
de los niños prevalecen sobre los
derechos de los demás».
«Artículo 50: Todo niño menor
de un año que no esté cubierto por
algún tipo de protección o de se-
guridad social, tendrá derecho a
recibir atención gratuita en todas
las instituciones de salud que re-
ciban aportes del Estado [...]».
En síntesis, es posible observar
que existe una correspondencia entre
desarrollo humano y desarrollo de la
infancia, a través de políticas que pro-
mueven el desarrollo de los niños.
Dicho desarrollo depende de la pro-
visión de bienes y activos que los
hogares, el Estado y la sociedad de-
ben suministrarle al niño desde los
primeros años de vida.
2. ¿POR QUÉ SON IMPORTAN-TES LA NUTRICIÓN INFAN-TIL, LA EDUCACIÓN TEM-PRANA Y LA EDUCACIÓNDE LAS MADRES EN EL DE-SARROLLO DE LOS INFAN-TES?
Entre las muchas variables que
inciden en el desarrollo infantil, la li-
teratura actual reconoce el efecto po-
sitivo de tres variables socioeconómi-
cas: i) la nutrición infantil; ii) la edu-
cación temprana, y iii) el nivel de es-
colaridad de la madre. La importan-
cia de estas variables en el estudio del
desarrollo de la infancia se presenta a
continuación.
2.1 Nutrición infantilLa importancia de la nutrición
infantil durante los primeros años de
vida se sustenta en las importantes
repercusiones que ésta tiene sobre el
desarrollo físico, motor, cognitivo y
conductual de los niños (CEPAL y
UNICEF 2006; Nagar y Sharma
2006). De igual modo, las consecuen-
cias derivadas de una adecuada nu-
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trición durante la gestación y el em-
barazo, por parte de la madre, tam-
bién son de suma importancia en el
desarrollo físico posterior del infante
(Save the Children 2006).
En contraste, los posibles daños
ocasionados por una mala nutrición
durante los primeros años de vida
pueden tener efectos que, aunque re-
versibles, es posible que afecten el
desarrollo del niño (Labarca 1996;
Amar 2003b). Sin embargo, las me-
didas que podrían solucionar tales
daños resultan más costosas que in-
vertir en nutrición infantil desde eda-
des tempranas (Labarca 1996).7 Ade-
más, la desnutrición infantil puede
ocasionar graves problemas en la eta-
pa escolar (como el fracaso escolar –
rezago o repitencia–) y en la adultez
(como la baja productividad laboral);
esta situación redundará en bajos sa-
larios y una baja calidad de vida (CE-
PAL y UNICEF 2006).
En el caso de hogares pobres, se
ha asociado la desnutrición como par-
te de un círculo vicioso que impide
lograr una mejora sostenible en la si-
tuación de pobreza de los niños, per-
petuando la denominada Transferen-
cia Intergeneracional de la Pobreza
(Banco Mundial 2005; CEPAL y
UNICEF 2006). A esto se le suma el
hecho de que el bajo nivel nutricio-
nal de los niños trae efectos negati-
vos para el desarrollo económico de
un país (Pollit 1997; Matte et al. 2001,
citados en Cortez 2002) ya que, se-
gún estos autores, las personas que
sufrieron de malnutrición8 durante sus
primeros años de vida cuentan con
una menor capacidad cognitiva, la
cual dificulta el rendimiento escolar
aceptable; esto se refleja en bajos ni-
veles de productividad de las perso-
nas en cuestión cuando ingresan al
mercado laboral.
Otros estudios demuestran que el
cuerpo humano otorga una prioridad
al destino de las sustancias alimenti-
cias cuando éstas resultan insuficien-
tes para cubrir absolutamente todas
las necesidades físicas; entonces, la
supervivencia se encuentra por enci-
ma del crecimiento y el desarrollo del
infante. Dada esta situación, el cuer-7. En Labarca G (1996), para la mayoría de los paí-
ses de América Latina –incluyendo a Colombia-,
se presentan estimaciones de: i) los costos adicio-
nales que supone ampliar la escolaridad en niños
de 0 a 10 años; ii) las estimaciones sobre los cos-
tos de escolarización en la población entre 5 y 6
años; iii) los beneficios hipotéticos del cambio en
las tasas de repetición derivados de un mejor am-
biente educativo en el hogar, y iv) los costos de
programas de estimulación, rezago y remediales.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
8. Del mismo modo que en el estudio de Vásquez
(2004), en el presente documento se toman los
términos «desnutrición» y «malnutrición» como
sinónimos.
150
po está obligado a restarle prioridad
al proceso de aprendizaje del niño
ante bajos niveles nutricionales (Sa-
gan et al. 1994, citados por Cortez
2002). Así, la nutrición infantil es una
condición biológica que tiene una
gran influencia en la capacidad de
aprendizaje de los niños.
Por otra parte, una dieta nutricio-
nal adecuada (con alto nivel de pro-
teínas –pues son éstas esenciales para
el crecimiento, desarrollo y reempla-
zo de tejidos–, calorías, hierro, yodo,
minerales, vitaminas y agua potable)
es la primera línea de defensa que tie-
ne un niño contra una serie de enfer-
medades, tales como tuberculosis,
difteria, tos ferina, tétano, polio y sa-
rampión, las cuales pueden ocasionar
secuelas (de por vida) en los infantes
(CEPAL y UNICEF 2006). Además,
el mejoramiento de la dieta alimenti-
cia en los niños está asociado positi-
vamente con mayor desarrollo físico
dado que el peso y la altura se ven
afectados por la nutrición (Banco
Mundial 2005).
De igual modo, la mala salud
afecta negativamente el nivel y la ca-
lidad de la actividad de los niños en
la escuela, así como su asistencia a
clases. Entonces, las consecuencias de
este fenómeno redundan en el incre-
mento de la repetición escolar y/o el
abandono temprano de la escuela. Lo
anterior lo confirman estudios citados
en Labarca (1996), en los que se de-
tectó que más del 30% de los niños
desnutridos repite el primer año es-
colar, mientras que los que han reci-
bido suplementos alimenticios tienen
un ingreso a la escuela primaria exi-
toso. Igualmente, Fernández (2000)
afirma que la nutrición infantil y la
estimulación temprana inciden en la
maduración del niño, al tiempo que
disminuyen el fracaso del infante du-
rante el ciclo escolar.
Existen otras limitaciones fisio-
lógicas ocasionadas por la mala nu-
trición infantil; por ejemplo, el creci-
miento retardado del cerebro que re-
sulta en la limitación drástica del pro-
ceso de aprendizaje durante la infan-
cia y en las demás etapas de la vida.
Por el contrario, una buena nutrición
es sinónimo de una adecuada salud y
viceversa; es decir, ambas variables
están relacionadas de manera direc-
ta.
La desnutrición a edades tempra-
nas trae como consecuencia niños
menos activos, con mayores dificul-
tades de concentración y con menos
interés en su entorno. Particularmen-
te, en América Latina, el problema de
la desnutrición infantil no está aso-
ciado a la deficiencia en la ingesta de
proteínas, sino a la deficiencia de hie-
rro (anemia) (FAO 2001; CEPAL y
UNICEF 2006). Según estadísticas de
la CEPAL y UNICEF (2006), la des-
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Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
151
nutrición crónica en América Latina
afecta a la mitad de los menores de 5
años de edad de origen indígena; en
las zonas rurales, los menores tienen
entre 1.6 y 3.7 veces más probabili-
dades de desnutrirse que en las urba-
nas, y más del 40% de los desnutri-
dos latinoamericanos vive en las ciu-
dades.
Por su parte, la Organización de
las Naciones Unidas para la Agricul-
tura y la Alimentación (FAO, por su
sigla en inglés), en su más reciente
estudio sobre el caso colombiano lla-
mado Perfiles Nutricionales por Paí-
ses: Colombia (2001), establece que,
en el período comprendido entre 1966
y 2000, la situación nutricional de los
niños colombianos menores de 5 años
ha mejorado paulatinamente, al pare-
cer por un impacto positivo de las es-
trategias socioeconómicas, de salud
y nutrición de los últimos años.
En el documento también se afir-
ma que las tasas de desnutrición a ni-
vel nacional, evaluadas por el déficit
de peso, han pasado de 21%, en 1966,
a 7% en 2000. Además, se han pro-
ducido reducciones semejantes en los
otros indicadores antropométricos
que miden la desnutrición, como es
el caso de los indicadores «Talla para
la edad» y «Peso para la talla», res-
pectivamente (ver Gráfico 1).
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
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1966 1980 1989 1995 2000
% d
e la
pob
laci
ón
men
or
de
5 añ
os
% de Déficit de Peso % desnutrición según talla para la edad% desnutrición según peso para la talla
Gráfico 1. Porcentaje de la población infantil (menores de 5 años) con Déficit de Peso,
Desnutrición según «Peso para la talla» y Desnutrición según «Talla para la edad». Colom-
bia. 1996-2000.
Fuente: elaboración propia con base en las cifras suministradas por la FAO (2001).
152
En el estudio también se señala
que existen diferencias entre regiones,
con respecto al desarrollo de los in-
fantes en el plano nutricional: las pre-
valencias más altas del retardo de cre-
cimiento se encuentran en la zona
rural del país y en la subregión Cau-
ca y Nariño. Además, las dos regio-
nes costeras (Atlántica y Pacífica) y
la zona rural son las más afectadas por
la insuficiencia ponderal, en tanto que
en el Valle del Cauca se encuentran
los niveles más bajos de desnutrición
infantil (3%). En suma, el estudio de
la FAO pone en evidencia las gran-
des disparidades que existen en ma-
teria de desarrollo infantil entre las
regiones y departamentos colombia-
nos (FAO 2001).
Por otro lado, Labarca (1996)
muestra en su investigación datos de
otro estudio de la FAO, en el que se
revela que, de un conjunto de 15 paí-
ses latinoamericanos (entre los que se
encuentra Colombia), la mayoría ha
disminuido sus porcentajes de desnu-
trición en niños preescolares desde
hace dos décadas. Para el caso de
Colombia, la desnutrición disminuyó
en casi la mitad, pasando de 20,6%,
en 1977, a 10,1%, en 1989.
De igual forma, desde hace va-
rias décadas el Gobierno de Colom-
bia ha venido desarrollando progra-
mas de promoción de la nutrición des-
de el Sector Salud. Particularmente,
desde el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF) se lanzó el
programa Familias en Acción,9 una
iniciativa que busca promover la asis-
tencia escolar, la nutrición en meno-
res de 7 años y la salud en la pobla-
ción más pobre, mediante subsidios
o apoyo monetario directo. Este pro-
grama ha traído efectos positivos en
cuanto al nivel nutricional de los in-
fantes que participan en él, especial-
mente en los menores de 2 años, tra-
ducidos en un incremento de 0.42 cm.
en su talla (DNP et al. 2006b).
2.2 Educación temprana
En lo que respecta a la importan-
cia de la educación como factor que
incide en el desarrollo infantil, se han
llevado a cabo muchos estudios que
la reconocen como el motor y factor
fundamental para el desarrollo de la
niñez y superación de la pobreza.
En su estudio, Verner (2004) ana-
liza el impacto de la educación en la
superación de la pobreza en Paraíba
(Brasil); mediante un modelo probit
se logra comprobar que la educación
9. Como parte de la Red de Apoyo Social (RAS), el
Programa Familias en Acción fue creado en 2001
como una estrategia integral formulada por el Es-
tado para atender, en el ámbito nacional, las prin-
cipales poblaciones afectadas por la crisis econó-
mica de 1999, a través de un nuevo esquema de
subsidios de salud, educación y nutrición.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
153
es el factor más importante de reduc-
ción de la pobreza para el caso brasi-
leño. Además, corrobora que todos
los niveles educativos, desde la pri-
maria hasta la educación superior, son
significativos a la hora de disminuir
la probabilidad de que una persona
caiga en la pobreza.
El Banco Mundial, en su estudio
The Dividends of Learning (1990),
plantea una triple justificación eco-
nómica para la ejecución y diseño de
políticas en pro de la educación. Es-
tas son:
� La inversión en educación es com-
plementaria con otras inversiones.
� Los rendimientos económicos
marginales de la inversión en
educación, medidos en términos
de productividad e ingreso, son
por lo general más altos que los
de la inversión en capital físico
(infraestructura, por ejemplo).
� La educación brinda a las perso-
nas la posibilidad de ser más pro-
ductivas, escapar de la pobreza y
mejorar su calidad de vida.
Por su parte, Vásquez (2004) afir-
ma que dado que las ventajas compe-
titivas de un país dependen de la do-
tación de recursos físicos y humanos
(así como de la manera en la que la
población logra la mejor combinación
de deseos y posibilidades de alcanzar
el desarrollo humano), las fronteras
de las habilidades y capacidades de
la población se encuentran directa-
mente definidas por «cuan bien nu-
trido, saludable y educado» se en-
cuentre el país (Vásquez 2004, 61).
Sin embargo, los estudios realizados
por el Banco Mundial (2005) y por
Nagar y Sharma (2006) indican que a
edades tempranas se localizan altos
niveles de desnutrición y problemas
de salud en los hogares pobres.
Así pues, la idea de abordar la
educación como factor que promue-
ve el desarrollo infantil ha sido am-
pliamente promocionada y divulga-
da por diferentes declaraciones de
organismos internacionales. Entre
éstas cabe resaltar la pronunciada por
la Organización de las Naciones Uni-
das (ONU), denominada Los Objeti-
vos de Desarrollo del Milenio, dos de
los cuales se encuentran directamen-
te relacionados con la educación (uni-
versalización de la enseñanza en el
nivel de primaria, y promoción de la
igualdad entre los géneros y la auto-
nomía de la mujer –referida a la eli-
minación de las desigualdades entre
géneros en la enseñanza primaria y
secundaria–).
En el caso colombiano, el Con-
pes Social 091 (DNP 2005) incorpo-
ra las metas propuestas en la declara-
ción arriba señalada. Además, el Go-
bierno actual reconoce en el docu-
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
154
mento Visión Colombia II Centena-
rio: 2019, la trascendencia que tienen
el diseño y el cumplimiento de polí-
ticas a favor de los grupos más vul-
nerables del país, en especial el de la
niñez colombiana. Este documento
destaca la importancia de alcanzar y
mantener coberturas universales en
educación preescolar, básica prima-
ria y básica secundaria (DNP 2005).
Con respecto al gasto estatal en
educación primaria y preprimaria
(preescolar), Labarca (1996) señala,
a partir de cifras de la UNESCO
(1992), que es una inversión muy ren-
table, puesto que, según los cálculos,
el gasto equivalente a un año adicio-
nal en este tipo de educación produ-
ce beneficios del 15% anual; esto se
traduce en aumentos de 1% a 6% en
el salario mínimo legal en los países
latinoamericanos, si se invierten re-
cursos en completar el ciclo de edu-
cación primaria para los niños de la
región. Entonces, la recuperación to-
tal de la inversión se lograría en un
plazo de 10 años, lo que parece bas-
tante rápido si se le compara con la
recuperación del capital industrial o
de las deudas hipotecarias.10
Existen muchas razones que jus-
tifican la importancia de los progra-
mas de cuidado y educación tempra-
na para los infantes, entre las que cabe
resaltar:
� La mayor parte de las células ce-
rebrales y las conexiones neuro-
nales se desarrolla durante los dos
primeros años de la infancia, y
durante el proceso de maduración
del cerebro (indispensable para
aumentar el potencial de apren-
dizaje del infante) no sólo parti-
cipan la salud y la nutrición, sino
también el tipo de interacción so-
cial y las oportunidades que los
infantes encuentran en su entor-
no (Egido 2000).
� Los programas de cuidado infan-
til están concebidos de manera
integral, brindando al infante no
sólo cuidado, sino también edu-
cación y nutrición (Perotti 2001;
Waiser 1998; Verner 2004). Así,
al ingresar a este tipo de progra-
mas de educación temprana –en-
tre los dos y los tres años de edad–
, el infante mejora su capacidad
cognitiva, y en particular, las ha-
bilidades concernientes a la lec-
tura y las matemáticas (Bassok et
al. 2005).
� La cadena de causalidad que ex-
plica por qué la educación tem-
prana resulta importante en el de-
10. En Labarca G. (1996) se calculan los costos y be-
neficios que suponen un año adicional de educa-
ción primaria o preprimaria (preescolar) para una
muestra de 8 países latinoamericanos (incluyen-
do Colombia).
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Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
155
sarrollo de los infantes, consiste
en afirmar que los niños que par-
ticipan en programas preescola-
res demuestran una mejor prepa-
ración física y mental para la es-
cuela (primaria, secundaria y su-
perior), lo cual se ve reflejado en
la disminución de los porcenta-
jes de ausencia, deserción y re-
petición, y en el aumento de los
niveles de rendimiento y obten-
ción de mejores calificaciones
(Myers 1992).
� La educación temprana ayuda al
adulto a exhibir destrezas, tales
como la habilidad de organizar el
conocimiento en categorías con
sentido, la transferencia del saber
de una situación a otra, y la de
ser selectivo en el uso de la in-
formación. Así mismo, la educa-
ción temprana mejora las posibi-
lidades de empleo en la edad
adulta, facilita la adaptación al
cambio tecnológico, e incide di-
rectamente sobre la productivi-
dad de los individuos (Verner
2004).
Por su parte, algunos autores se-
ñalan que existen diferencias entre los
impactos positivos que ofrece la edu-
cación preescolar a niños de diferen-
tes estratos socioeconómicos, cultu-
rales y étnicos (Bassok et al. 2005).
En especial, se afirma que los efectos
de la educación inicial son más noto-
rios en los niños provenientes de es-
tratos socioeconómicos más bajos, lo
que evidencia que, en estos niños, la
educación juega un papel «compen-
satorio» de las oportunidades (Egido
2000).
En un estudio desarrollado por
Spence (1995) se examinan los avan-
ces, resultados y dificultades de los
programas para la niñez temprana,
para una muestra de 13 países (inclui-
do Colombia), entre desarrollados y
en vía de desarrollo. Los resultados
del estudio muestran que los niños de
los países en desarrollo perciben ma-
yores ganancias que los de los países
desarrollados cuando asisten a progra-
mas de educación y cuidado a edades
tempranas. Además, señalan que los
programas educativos a edades tem-
pranas promueven el desarrollo cog-
nitivo del infante en el corto plazo, al
tiempo que preparan al niño para su
ingreso «exitoso» a la escuela.
A pesar de que se reconoce la
importancia de la educación tempra-
na a nivel mundial, la cobertura en
educación preescolar sigue siendo
todavía muy baja en los países de
América Latina, pues no cubre ni el
50% de la población infantil. En Co-
lombia, aunque a nivel oficial se re-
conocen tres grados de educación pre-
escolar entre los tres y los cinco años
(Blanco y Umayahara 2004), la edu-
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
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156
cación preescolar formal inicia a los
cinco años de edad con el «Grado 0»
o «Transición», y en la educación
pública sólo se ha incorporado un año
de educación preescolar (UNObser-
vatorio de Infancia 2006).
Para el año 2003, según datos de
la Encuesta de Calidad de Vida
(ECV), elaborada por el DANE, la
asistencia temprana de los infantes a
centros de cuidado y educación infan-
til (lugar comunitario, guardería o
preescolar) alcanza 34.3% en la zona
urbana, mientras que en la zona rural
llega tan sólo a 20%.
Por otro lado, la asistencia a cen-
tros de cuidado y educación preesco-
lar estatales11 pertenecientes al Insti-
tuto Colombiano de Bienestar Fami-
liar (ICBF) garantiza la alimentación
gratuita, representada en almuerzos y
refrigerios (onces, medias nueves), a
un alto porcentaje de los infantes; esto
debido a que las políticas estatales han
incorporado, desde hace algún tiem-
po, los programas denominados De-
sayunos Escolares y Comedores Es-
colares en las escuelas de preescolar
públicas. Así, en un estudio desarro-
llado recientemente por el DNP et al.
(2006b) se evidencia que los niños de
nivel 1 del Sisben que asistían o ha-
bían asistido a un Hogar Comunita-
rio de Bienestar, tenían un centíme-
tro más de talla que los que nunca
habían asistido, y habían incremen-
tado en 27 puntos porcentuales su
probabilidad de asistir a la escuela.
A partir de la normatividad esta-
tal concerniente a la educación infan-
til, se reconoce que los principales
objetivos de la educación preescolar
en Colombia deben estar orientados
a que los niños y las niñas: i) forta-
lezcan su identidad y autonomía; ii)
desarrollen su motricidad; iii) se
apresten y motiven para llevar a cabo
procesos de lectura y escritura; iv)
desarrollen la habilidad para solucio-
nar problemas que impliquen relacio-
nes y operaciones matemáticas; v)
incrementen su creatividad y la cu-
riosidad para observar y explorar el
medio natural, familiar y social; vi)
participen en actividades lúdicas con
otras personas, y vii) incorporen há-
bitos de alimentación, higiene perso-
nal, aseo y orden (Fernández et al.
2006).
Sin embargo, la educación pre-
escolar a nivel nacional presenta pro-
blemas, a saber:
� La asistencia escolar es mayor en
las zonas urbanas y en los secto-
11. En Colombia, la normatividad de la Ley 115 de
1994, conocida como Ley General de la Educa-
ción, establece que, entre los 3 y los 5 años de
edad, los niños y las niñas en Colombia deben
contar con por lo menos 3 años de educación an-
tes de la primaria.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
157
res de altos ingresos; las estadís-
ticas dan cuenta de esta realidad,
no sólo en el agregado nacional,
sino también al interior de las di-
ferentes regiones que conforman
la geografía nacional (ECV 2003;
Fernández et al. 2006).
� La existencia de un «copago» en
muchos de los jardines infantiles
y guarderías estatales limita el
acceso de los infantes provenien-
tes de hogares pobres; por tanto,
únicamente los infantes de los
sectores socioeconómicos medio
y alto ingresan a estos jardines y
se benefician de este tipo de pro-
gramas, quitándole posibilidades
de asistir a los niños de hogares
de estratos más bajos.12
� El porcentaje del PIB destinado
a promover políticas educativas
a favor de la infancia es muy bajo;
esto se debe a que muchos países
de la región latinoamericana se
enfrentan al dilema de invertir en
la infancia, en el aparato militar
o en otras alternativas (Sarmien-
to, A. et al. 2003).
� La política de inversión en la ni-
ñez es pro cíclica, siendo esto un
factor que deteriora la calidad de
vida de los infantes pobres en
épocas de recesión. Por ende, los
recursos destinados a los progra-
mas de educación, salud y nutri-
ción para la niñez, además de li-
mitados, se reducen en tiempos
de crisis económica y ajuste fis-
cal (Sarmiento, A. et al. 2003).
2.3 Nivel educativo de la madre
Dentro del grupo familiar, es la
madre quien cumple (en la mayoría
de los casos) un rol determinante en
el hogar, pues es ella quien coordina
las labores de preparación de alimen-
tos y cuidado de los niños, del mis-
mo modo en que dedica tiempo para
ayudarlos a desarrollar las tareas y de-
beres escolares.
Así pues, el nivel de escolaridad
alcanzado por las madres es un indi-
cador que se asocia a la posibilidad
de adquirir y acceder a información
relevante que incide en su comporta-
miento preventivo frente al cuidado
de la salud, y en la valoración de la
asistencia escolar tanto para las mis-
mas madres, como para sus hijos
(Save the Children 2006; Nagar y
Sharma 2006).
En efecto, en la literatura se en-
cuentra que existe una fuerte correla-
ción entre educación de la madre,
12. En un estudio realizado por Fernández et al.
(2006) se señala que un 7% de niños provenien-
tes de familias de los deciles más altos de ingre-
sos en Colombia asisten a jardines infantiles del
ICBF, y que el 6% de los niños de los mismos
deciles asisten a jardines oficiales. También se
afirma que una de las razones por la que los pa-
dres de estratos bajos justifican la inasistencia de
sus hijos al preescolar, es la falta de ingresos.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
158
cuidados médicos y nutrición infan-
til. Es así como las mujeres más edu-
cadas participan en las decisiones del
hogar sobre su propio cuidado de sa-
lud y el de sus hijos (Furuta y Salway
2006; CEPAL 1999; Barrera 1990;
Caldwell 1990).
En resumen, la literatura actual
establece relaciones existentes entre
las diferentes variables analizadas en
el presente documento (nivel de nu-
trición del infante, asistencia a prees-
colar y nivel educativo de la madre).
En la Figura 1, se observan las rela-
ciones más importantes entre las va-
riables de estudio, que inciden en el
desarrollo de los infantes, las cuales
estarían dadas de la siguiente forma:
� A medida que la madre tiene un
mayor nivel educativo, mayor es
el nivel de información utilizada
para la preparación y la manipu-
lación adecuada de los alimentos.
Así, se demuestra en diferentes
estudios que existe una relación
positiva entre el nivel de nutri-
ción del infante y el grado de ins-
trucción de la madre (Cortez
2002; Save the Children 2006).
� La educación de la madre tam-
bién determina el nivel de edu-
cación que le provee a sus hijos.
En un estudio realizado por la
CEPAL (1999) se afirma que la
falta de educación de la madre
favorece embarazos a edades
tempranas, y sus hijos probable-
mente tenderán a tener un bajo
nivel educativo, reproduciendo
así la vulnerabilidad social de los
hogares pobres. Además, en otros
estudios realizados a nivel mun-
dial, se evidenció que los hijos de
madres no educadas (o con bajos
niveles de educación) presentan
casi un doble de tendencia a mo-
rir en el primer año o a ser des-
nutridos (Save the children
2006).
� Existe una relación evidente en-
tre el nivel de nutrición de los in-
fantes y la educación de los mis-
mos (educación preescolar): un
infante bien nutrido es un niño
con capacidad para aprender y
cursar exitosamente su ciclo pre-
escolar, asimilando todos los co-
nocimientos que allí le son ense-
ñados (Spence 1995; Nagar y
Sharma 2006). Por el contrario,
un infante mal nutrido no puede
asimilar la cantidad de conoci-
mientos propios de la educación
preescolar.
� La asistencia al preescolar puede
sugerir, de forma indirecta, una
incidencia en la nutrición del in-
fante. Es el caso de los Progra-
mas de Desayunos Escolares, en-
focados a la población infantil de
escasos recursos que asisten a
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159
centros de educación estatales.
Florencio (2001) y Jacoby et al.
(1998) concluyen que éstos con-
tribuyen indirectamente a mante-
ner o mejorar el estado nutricio-
nal de los niños.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
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3. NUTRICIÓN INFANTIL,EDUCACIÓN TEMPRANA(ASISTENCIA AL PREESCO-LAR) Y NIVEL EDUCATIVODE LAS MADRES DE LOSINFANTES EN COLOMBIA,2000-2005: NIVEL NACIO-NAL Y DEPARTAMENTAL
En este apartado se presentan los
resultados estadísticos obtenidos a
partir de los datos arrojados por las
Encuestas Nacionales de Demografía
y Salud (ENDS) (versiones 2000 y
2005), en cuanto al comportamiento
nacional y subregional del grado de
desnutrición de infantes (menores de
5 años) medido a partir de los punta-
jes «Z Peso» y «Z Talla»); la asisten-
cia a educación preescolar por parte
de los infantes (entre 3 y 5 años), y el
grado de escolaridad de las madres de
los infantes menores de 5 años.
Dichos indicadores se han calcu-
lado a nivel nacional y de subregio-
Figura 1. Relación de incidencia entre la Asistencia al Preescolar, la Nutrición Infantil y la
Educación de la Madre con respecto al Desarrollo Infantil.
Fuente: elaboración propia con base en la revisión bibliográfica.
Asistencia Preescolar
Nutrición Infantil Educación de la Madre
DESARROLLO INFANTIL
(Físico, Psicomotor,
Cognitivo, Mental y Social)
160
13. Para efectos de comparación con la ENDS 2000,
no se analizaron para el año 2005 los indicadores
estudiados para San Andrés y Providencia; y la
Orinoquía y Amazonía, puesto que dicha encues-
ta en su versión 2000, no las tenía incorporadas.
nes, de acuerdo a la clasificación dadapor la ENDS 2005 (PROFAMILIA2005),13 a saber:
� Guajira, Cesar y Magdalena;� Barranquilla Área Metropolitana,
Atlántico (sin Barranquilla);� San Andrés y Providencia, y Bo-
lívar Norte;� Sur de Bolívar, Córdoba y Sucre;� Santanderes (Santander y Norte
de Santander);� Boyacá, Cundinamarca y Meta;� Antioquia (sin Medellín);� Risaralda, Caldas, Quindío;� Tolima, Huila y Caquetá;� Cauca y Nariño (sin el Litoral
Pacífico);� Valle del Cauca (sin Cali y sin el
Litoral Pacífico);� Litoral Pacífico;� Orinoquía y Amazonía;� Bogotá;� Medellín Área Metropolitana, y� Cali Área Metropolitana.
Los indicadores utilizados paramedir las variables relevantes en elpresente estudio son los siguientes:
� Para medir el nivel de nutriciónde los niños se utilizan los indi-cadores de Desnutrición Infantil«Z Talla», que evalúa si el infan-te tiene la talla apropiada para suedad, y «Z Peso», que evalúa siel infante tiene el peso adecuadopara su edad. Estos indicadoresse construyeron a partir de la me-todología utilizada por Vásquez(2004).14
� Para medir el nivel de educacióntemprana se utiliza la «Tasa deInasistencia Preescolar» (TIP).Este indicador muestra el porcen-taje de menores entre 3 y 5 añosde edad que no están asistiendoal nivel de educación preescolar.
� Para medir el nivel de escolari-dad de las madres de los infantesen cada una de las diferentes su-bregiones del país, se utiliza elindicador «Nivel Educativo de laMadre», que muestra el porcen-taje de madres que ha alcanzadoalguno de los siguientes nivelesde educación: i) Sin Educación;ii) Primaria Incompleta; iii) Pri-
14. Los datos de «Z Talla» y «Z Peso», para el caso
colombiano, fueron calculados por el Grupo de
Investigación en Desarrollo Regional (GIDR) de
la Pontificia Universidad Javeriana –Cali, Colom-
bia, de acuerdo a la información suministrada por
las ENDS 2000 y 2005. Para analizar la forma como
estos indicadores se calculan, remitirse al Anexo.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
161
maria Completa; iv) Secundaria
Incompleta; v) Secundaria Com-
pleta, y vi) Educación Superior.
3.1 Desnutrición Infantil (2000-
2005)
El Gráfico 2 muestra que el por-
centaje de niños que presentaron al-
gún tipo de bajo peso15 se incremen-
tó en 2 puntos porcentuales, represen-
tando, en 2005, el 32.4% del total de
infantes menores de 5 años. Sin em-
bargo, la tasa de bajo peso severo y
moderado en infantes se mantuvo
constante en este período en aproxi-
madamente 7.0%.
En cuanto a la desnutrición infan-
til (medida a través de «Z Talla») se
observa que, aunque el porcentaje de
niños con algún tipo de desnutrición16
disminuyó en 3.7 puntos porcentua-
les entre los años 2000 y 2005, la si-
tuación sigue siendo algo preocupante
ya que, en la actualidad, por cada 10
niños menores de 5 años, existen
aproximadamente 4 que presentan
15. Los diferentes tipos de bajo peso (severo,
moderado, ligero y normal) se exponen en el
Anexo de este documento.
16. Los diferentes tipos de Desnutrición, basada en
la z-talla (severa, moderada y ligera) se exponen
en el Anexo de este documento.
alguna clase de desnutrición, y 1 de
ellos de tipo moderado y/o severo (ver
Gráfico 3).
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
Gráfico 2. Porcentaje de la población infantil con Bajo Peso (por tipo): Total Nacional.
Colombia. 2000-2005.
1,1 6,0
23,3
69,7
0,76,2
25,4
67,6
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
100,0
%
2000 2005
Severo Moderado Ligero Normal
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
162
Las subregiones que presentan el
mayor porcentaje de infantes con bajo
peso de tipo severo y/o moderado,
para el año 2005, son las conforma-
das por los departamentos de Sucre,
Córdoba y el sur de Bolívar (12.2%),
y Guajira, Cesar y Magdalena
(10.2%). Esto sugiere que la mayor
proporción de niños con algún tipo
de bajo peso se sitúa geográficamen-
te en la Costa Norte del país. En con-
traste, las subregiones que presentan
menores tasas de bajo peso severo y/o
moderado en la población infantil
son: Cali (4.2%) y Santanderes
(4.0%).
Gráfico 3. Porcentaje de la población infantil con Desnutrición (de algún tipo): Total
Nacional. Colombia. 2000-2005.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
2,8 10,6
30,0
56,6
2,210,1
29,1
58,5
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
100,0
%
2000 2005
Desnutrición Severa Desnutrición ModeradaDesnutrición Ligera Sin desnutrición
El Departamento del Valle (ex-
cluyendo Cali y el Litoral Pacífico) y
la Ciudad de Medellín, entre 2000 y
2005 registraron el aumento más alto
en la tasa de infantes con tipo de bajo
peso severo y/o moderado, de aproxi-
madamente 2.3 y 1.3 puntos porcen-
tuales, respectivamente. Por el con-
trario, la subregión conformada por
Bolívar Sur, Sucre y Córdoba; el De-
partamento de Antioquia (excluyen-
do Medellín), y los departamentos de
Caldas, Risaralda y Quindío, presen-
taron las disminuciones más signifi-
cativas en este sentido (ver Gráfico
4).
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
163
33,4
27,4
31,6
33,8
28,9
37,2
31,0
23,8
40,0
36,9
43,4
29,8
28,8
36,2
35,6
29,1
32,4
31,4
30,5
27,1
27,4
30,5
30,3
25,8 31,6
28,8
34,5
29,8
22,4
28,0
0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0
Guajira, Cesar, Magdalena
Atlántico, Bolívar Norte
Bolívar Sur, Sucre, Córdoba
Santanderes
Boyacá, Cundinamarca, Meta
Medellín
Antioquia sin Medellín
Caldas, Risaralda, Quindio
Tolima, Huila, Caquetá
Valle sin Cali ni Litoral
Cauca y Nariño sin Litoral
Litoral Pacífico
Cali A.M.
Bogotá D.C.
Total Nacional
%
2000 2005
En el año 2005, los porcentajes
más altos de infantes con tipo de des-
nutrición severa y/o moderada se con-
centran en las subregiones conforma-
17. Los departamentos incluidos en la versión 2005
que no se encuentran en la versión 2000 de la en-
cuesta (Amazonía –Vaupés, Putumayo y Amazo-
nas-; Llanos Orientales –Casanare, Arauca,
Vichada, Guanía y Guaviare-, y San Andrés y Pro-
videncia) no se muestran en este gráfico, puesto
que no existen valores para comparar la evolu-
ción de dichos departamentos en el período de
análisis (2000-2005).
Gráfico 4. Porcentaje de infantes con algún tipo de Bajo Peso para la edad (Z Peso) según
departamentos. Colombia. 2000-2005.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (2000 y 2005).17
das por los departamentos de Cauca
y Nariño (17.8%); Sur de Bolívar,
Sucre y Córdoba (15.7%); y Guajira,
Cesar y Magdalena (16.0%). Así, la
mayor concentración de población
infantil con desnutrición está locali-
zada, geográficamente, en la Zona
Suroccidental y en la Costa Norte del
país. Por el contrario, tanto la ciudad
de Cali, como la subregión formada
por los Santanderes, presentan las me-
nores tasas de desnutrición infantil,
con 6.2% y 7.5%, respectivamente.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
164
Entre los años 2000 y 2005, la
subregión formada por los departa-
mentos de Guajira, Cesar y Magdale-
na, así como la conformada por
Atlántico y el norte de Bolívar, pre-
sentó los incrementos más significa-
tivos del país, en cuanto al número
de infantes con tipo de desnutrición
severa y/o moderada. En contraposi-
ción, se observan los casos del Toli-
ma, Huila, Caquetá, y de Cauca y
Nariño (excluyendo el Litoral Pacífi-
co), que disminuyeron sus tasas de
desnutrición en aproximadamente 8
y 6 puntos porcentuales, respectiva-
mente (ver Gráfico 5).
Gráfico 5. Porcentaje de infantes con algún tipo de Desnutrición de Talla para la edad (Z
Talla): Nivel Departamental. Colombia. 2000-2005.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005)18
48,5
34,7
46,9
46,8
44,4
51,6
43,6
29,0
46,1
34,1
39,2
54,9
36,7
44,7
39,7
33,6
43,4
40,6
39,7
56,7
32,1
45,3
33,2
23,1
30,3
37,8
37,3
42,0
47,3
34,8
0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 70,0
Guajira, Cesar, Magdalena
Atlántico, Bolívar Norte
Bolívar Sur, Sucre, Córdoba
Santanderes
Boyacá, Cundinamarca, Meta
Medellín
Antioquia sin Medellín
Caldas, Risaralda, Quindio
Tolima, Huila, Caquetá
Valle sin Cali ni Litoral
Cauca y Nariño sin Litoral
Litoral Pacífico
Cali A.M.
Bogotá D.C.
Total Nacional
%
2000 2005
18. Los departamentos incluidos en la versión 2005
que no se encuentran en la versión 2000 de la
encuesta (Amazonía –Vaupés, Putumayo y
Amazonas–; Llanos Orientales –Casanare, Arauca,
Vichada, Guanía y Guaviare–, y San Andrés y
Providencia) no se muestran en este gráfico, puesto
que no existen valores para comparar la evolución
de dichos departamentos en el período de análisis
(2000-2005).
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
165
3.2 Tasa de Inasistencia a la Edu-
cación Preescolar (TIP) (2000-
2005)
A nivel nacional, en el período
comprendido entre 2000 y 2005, se
observó un aumento de 18 puntos
porcentuales en la tasa de inasisten-
cia de infantes de 3 a 5 años de edad,
a la educación preescolar, situándo-
se, en 2005, en 57%; esto sugiere que
cerca de 6 de cada 10 infantes no asis-
te al preescolar en Colombia.
Las mayores tasas de inasisten-
cia a educación preescolar, por parte
de los infantes, se concentran en An-
tioquia (sin Medellín) (69.1%), los
departamentos de Tolima, Huila y Ca-
quetá (68.6%); y Valle del Cauca (sin
Cali y Litoral Pacífico) (67.6%). Esto
significa que, en estos departamentos,
aproximadamente 7 de cada 10 niños
no asisten al preescolar.
Por su parte, las ciudades de Me-
dellín y Bogotá, así como la subre-
gión formada por Guajira, Cesar y
Magdalena, registraron los incremen-
tos más importantes en la tasa de ina-
sistencia a educación preescolar, con
aproximadamente 26 puntos porcen-
tuales (ver Gráfico 6).
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
166
23,1
51,5
59,1
69,1
51,7
62,4
59,2
57,0
51,2
45,8
44,8
49,1
48,1
37,9
66,1
31,7
38,8
25,4
11,7
51,3
40,5
33,6
55,9
52,9
67,6
68,6
64,7
62,4
44,7
29,6
0,0 10,0 20,0 30,0 40,0 50,0 60,0 70,0 80,0
Guajira, Cesar, Magdalena
Atlántico, Bolívar Norte
Bolívar Sur, Sucre, Córdoba
Santanderes
Boyacá, Cundinamarca, Meta
Medellín
Antioquia sin Medellín
Caldas, Risaralda, Quindio
Tolima, Huila, Caquetá
Valle sin Cali ni Litoral
Cauca y Nariño sin Litoral
Litoral Pacífico
Cali A.M.
Bogotá D.C.
Total Nacional
%
2000 2005
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).19
Gráfico 6. Tasa de Inasistencia al Preescolar (TIP) para niños entre 3 y 5 años: Nivel
Departamental. Colombia. 2000-2005.
19. Los departamentos incluidos en la versión 2005
que no se encuentran en la versión 2000 de la en-
cuesta (Amazonía –Vaupés, Putumayo y Amazo-
nas–; Llanos Orientales –Casanare, Arauca,
Vichada, Guanía y Guaviare–, y San Andrés y
Providencia) no se muestran en este gráfico, pues-
to que no existen valores para comparar la evolu-
ción de dichos departamentos en el período de
análisis (2000-2005).
3.3 Nivel educativo de las madres
de los infantes (2000-2005)
A nivel nacional, para el período
entre 2000 y 2005, se observa un au-
mento del nivel educativo de la ma-
dre, específicamente sustentado en el
incremento del porcentaje de madres
de infantes que poseen educación se-
cundaria completa y educación supe-
rior. En este aspecto, para 2005 es po-
sible afirmar que 5 de cada 10 ma-
dres ha aprobado al menos un año de
educación secundaria (ver Gráfico 7).
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
167
A nivel de subregiones, los datos
de la ENDS para el período de análi-
sis muestran que, en 2005, la mayor
proporción de madres sin ningún ni-
vel educativo o con sólo primaria se
encuentra en Antioquia (sin Mede-
llín), el Litoral Pacífico, y la subre-
gión conformada por Tolima, Huila y
Caquetá. En dichos casos, una de cada
2 madres presenta un nivel educativo
que no sobrepasa la primaria (ver
Cuadro 1).
De otro lado, las ciudades de
Bogotá, Cali y Medellín registran los
3,5 3,7
21,8
16,7
19,1
16,8
27,726,5
18,9
23,7
9,0
12,6
0,0
5,0
10,0
15,0
20,0
25,0
30,0
% d
e m
adre
s
SinEducación
PrimariaIncompleta
PrimariaCompleta
SecundariaIncompleta
SecundariaCompleta
EducaciónSuperior
2000 2005
Gráfico 7. Nivel Educativo de las Madres de los infantes (menores de 6 años): Total
Nacional. Colombia. 2000-2005.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
mayores niveles educativos en ma-
dres, de modo que 8 de cada 10 tie-
nen nivel de educación secundaria o
superior. Le siguen en importancia,
los departamentos de Atlántico, Bo-
lívar, Sucre y Córdoba. Sin embargo,
tomando sólo el nivel de educación
superior (técnica o profesional), el
Cuadro 1 muestra que Medellín
(22.6%) y las subregión conformada
por Atlántico y Norte de Bolívar
(21.3%) concentran los mayores ni-
veles de madres con este nivel edu-
cativo.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
168
Sin educación Primaria Secundaria Educación
Superior Subregiones
2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000 2005
Guajira, Cesar,
Magdalena 9,7 10,9 36,4 36,2 47,4 41,1 6,5 11,9
Atlántico, Bolívar
Norte 1,8 3,2 25,1 23,2 57,5 52,3 15,6 21,3
Bolívar Sur, Sucre,
Cordoba 10,2 5,0 53,6 34,6 31,3 49,5 4,9 10,8
Santanderes 0,9 2,4 39,9 41,0 48,5 43,9 10,7 12,7
Boyacá, C/marca,
Meta 2,3 3,5 49,5 41,1 42,4 46,7 5,8 8,6
Medellín A.M. 2,9 1,3 24,6 22,7 61,6 53,4 11,0 22,6
Antioquia (sin
Medellín) 8,9 5,5 58,3 47,9 31,0 41,6 1,8 5,1
Caldas, Quindío,
Risaralda, 1,8 1,6 41,2 38,6 52,2 47,4 4,8 12,4
Tolima, Huila,
Caquetá 3,5 2,9 55,7 45,6 34,6 41,4 6,2 10,1
Cauca y Nariño (sin
Litoral) 2,2 1,6 61,4 46,4 29,7 38,9 6,7 13,1
Valle (sin Cali ni
Litoral) 3,1 6,5 41,9 38,0 50,6 50,5 4,4 5,0
Litoral Pacífico 4,7 8,3 44,7 43,9 44,4 41,4 6,2 6,4
Cali A.M. 2,4 1,3 30,5 21,4 56,7 64,0 10,4 13,4
Bogotá D.C. 0,3 2,2 25,6 16,6 57,9 65,7 16,1 15,5
Total Nacional 3,5 3,7 40,9 33,5 46,6 50,1 9,0 12,7
Cuadro 1. Nivel Educativo de las Madres (primaria, secundaria y superior): Total Nacional
y Departamental. Colombia 2000-2005.
3.4 Relaciones entre la educación
de la madre, la nutrición infan-
til y el nivel educativo de los in-
fantes en Colombia (2000-
2005).
A partir del Gráfico 8 resulta evi-
dente que a medida que el nivel edu-
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
cativo de la madre aumenta (de la pri-
maria a la secundaria o a la educa-
ción superior), el bajo peso de los in-
fantes disminuye drásticamente. Lo
anterior corrobora los análisis de la
literatura sobre Desarrollo Infantil,
donde se afirma que en la medida que
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
169
43,2
49,3
37,3
41,5
32,336,0
29,434,5
24,3 24,4
19,0 20,3
0,0
20,0
40,0
60,0
% d
e in
fan
tes
con
alg
ún
ti
po
de
baj
o p
eso
SinEducación
PrimariaIncompleta
PrimariaCompleta
SecundariaIncompleta
SecundariaCompleta
EducaciónSuperior
2000 2005
las madres aumentan su nivel de es-
colaridad, cuentan con más informa-
ción que les permite preparar y mani-
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
pular adecuadamente los alimentos
que componen la dieta alimenticia de
los infantes.
Gráfico 8. Porcentaje de infantes con algún tipo de Bajo Peso según el nivel educativo de
la madre. Colombia. 2000-2005.
En el caso de la tasa de desnutri-
ción, el Gráfico 9 sugiere que a me-
dida que la madre obtiene un mayor
nivel educativo, sus hijos recibirán
una mejor nutrición.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
170
59,062,7
55,1 52,548,58
43,942,4 41,7
32,2 30,5
24,7 24,2
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
% d
e in
fan
tes
con
alg
ún
ti
po
de
Des
nu
tric
ión
SinEducación
PrimariaIncompleta
PrimariaCompleta
SecundariaIncompleta
SecundariaCompleta
EducaciónSuperior
2000 2005
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
Gráfico 9. Porcentaje de infantes con algún tipo de Desnutrición según el nivel educativo
de la madre. Colombia. 2000-2005.
De igual forma, y tal como lo
expone la literatura presentada ante-
riormente, el nivel educativo de la
madre tiene incidencia en el hecho de
que su hijo acceda o no a la educa-
ción temprana. En el Gráfico 10 se
observa, para Colombia, que cuando
las madres tienen un mayor nivel de
instrucción educativa, sus hijos de 3
a 5 años de edad tienen mayores po-
sibilidades de acceder a educación
preescolar.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
171
Gráfico 10. Tasa de Inasistencia al Preescolar (TIP) para niños entre 3 y 5 años según el
nivel educativo de la madre. Colombia. 2005.
20. Las madres de niños de 3 a 5 años que no tienen
educación o tienen educación preescolar no se
incluyen en el estudio, puesto que sólo representan
el 0.1% del total de esas madres.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).20
85,6
67,7
35,2
0,0
20,0
40,0
60,0
80,0
100,0
% d
e ni
ños
de 3
a 5
año
s qu
e no
asi
sten
a P
rees
cola
r
Primaria Secundaria EducaciónSuperior
Nivel educativo de la Madre
En este artículo hemos hecho én-
fasis en la relación que se establece
entre el nivel educativo de la madre y
la asistencia al preescolar por parte
del infante; sin embargo, existen otros
factores que afectan la asistencia de
los infantes a este nivel de apresta-
miento a la escuela, como la situación
laboral de los padres, el nivel so-
cioeconómico del hogar y la estruc-
tura familiar (Palma 2003).
En el Gráfico 11 se observa que
cuando la madre realiza actividades
remuneradas, el porcentaje de infan-
tes que asisten al preescolar es ma-
yor. En efecto, el 38% de infantes
cuyas madres tienen un trabajo remu-
nerado asiste al preescolar, frente al
25% de infantes que asiste al prees-
colar y sus madres no desempeñan
actividades remuneradas.
NUTRICIÓN INFANTIL, ASISTENCIA AL PREESCOLAR Y NIVEL EDUCATIVO DE LAS MADRES DE LOS INFANTES EN COLOMBIA:UNA APROXIMACIÓN A NIVEL SUBREGIONAL (2000-2005)
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
172
37,6
25,1
0
20
40
60
80
100
% d
e n
iño
s d
e 3
a 5
año
s q
ue
as
iste
n a
Pre
esco
lar
Si tiene trabajoremunerado
No tiene trabajoremunerado
4. CONCLUSIONES
La revisión bibliográfica realiza-
da en el presente documento confir-
ma la importancia de la primera in-
fancia como etapa fundamental en la
vida del ser humano, en aspectos con-
cernientes al desempeño socioeconó-
mico en su vida adulta (relaciones
laborales –salario, productividad–),
desarrollo físico (talla y peso), a las
relaciones interpersonales (sociabili-
dad), a la libertad en las elecciones
interpersonales (afectivas, políticas,
de género, etc.), entre otras. Por esto,
la literatura actual señala que el pe-
Gráfico 11. Tasa de Asistencia al Preescolar para niños entre 3 y 5 años según situación
laboral de la Madre. Colombia. 2005.
Fuente: cálculos GIDR con base en los datos de la ENDS (versiones 2000 y 2005).
ríodo donde los programas integrales
de estimulación temprana deben ser
aplicados en los infantes, es entre los
dos y tres años de edad.
Aunque los estudios señalan una
gran variedad de factores que inciden
sobre la acumulación de capital hu-
mano y desarrollo de la infancia, es
posible afirmar que existen tres de
dichos factores que ejercen gran im-
portancia en el capital humano y de-
sarrollo infantil, a saber: i) la nutri-
ción infantil; ii) la escolaridad infan-
til (programas de estimulación tem-
prana, cuidado infantil o preescolar),
y iii) el nivel educativo de la madre.
LUIS FERNANDO AGUADO QUINTERO, JAIME RODRIGO AHUMADA CASTRO, BEATRICE EUGENIA LÓPEZ CABRERAY ANA MARÍA OSORIO MEJÍA
Econ. Gest. Desarro. Cali (Colombia) N°. 4 141 - 180 Noviembre - 2006
173
Esta última variable resulta ser de
suma importancia en parte de la lite-
ratura, puesto que son los padres los
que toman las decisiones dentro del
hogar sobre la educación y alimenta-
ción de los niños (en especial, se re-
salta el rol de la madre).
Para el caso colombiano, el pre-
sente estudio mostró el comporta-
miento, entre 2000 y 2005, de: i) la
desnutrición infantil (menores de 5
años); ii) la tasa de inasistencia a la
educación preescolar (TIP) (niños
entre 3 y 5 años), y iii) el nivel edu-
cativo de las madres de los infantes.
A partir de estos datos se obtuvieron
los siguientes resultados relevantes:
� Si bien la tasa de niños sin des-
nutrición entre 2000 y 2005 re-
gistra una mejoría, ésta no es muy
significativa, pues, aún en la ac-
tualidad, casi 3 de cada 10 infan-
tes presentan algún tipo de bajo
peso, y 4 de 10 presentan desnu-
trición. Así, se evidencia que para
el período de tiempo examinado,
las zonas del país con mayores
índices de desnutrición (déficit de
talla para la edad) y bajo peso son
la zona norte y atlántica del país,
y los departamentos de Cauca y
Nariño.
� A nivel nacional se evidencia una
drástica reducción del porcenta-
je de niños que asisten a la es-
cuela preescolar. Por subregio-
nes, se observó que las que pre-
sentan mayores tasas de inasis-
tencia al preescolar se localizan
en Antioquia (sin Medellín), los
departamentos de Tolima, Huila
y Caquetá, y Valle del Cauca (sin
Cali ni el Litoral Pacífico).
� Se observa un aumento en el gra-
do de escolaridad alcanzado por
las madres de los infantes, sig-
nificativo entre la secundaria in-
completa y la educación superior,
entre 2000 y 2005. Lo anterior se
evidencia a nivel de subregiones,
considerando que las correspon-
dientes al sur de Bolívar, Sucre,
Córdoba; Medellín; Antioquia
(sin Medellín); y Cauca y Nariño
(sin el Litoral Pacífico) presen-
tan las mejorías más significati-
vas.
� Resulta evidente, a nivel nacio-
nal, que a medida que el nivel
educativo de la madre aumenta
(de la primaria a la secundaria o
a la educación superior), el bajo
peso y la desnutrición de los in-
fantes disminuye drásticamente.
� De igual forma, un aumento en el
nivel de instrucción educacional
de la madre trae efectos positivos
en el nivel de asistencia al prees-
colar de sus hijos, pues a medida
que las madres presentan mayo-
res niveles educativos, sus hijos
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179
6. ANEXO: Indicadores para
medir el nivel de nutrición de los
infantes a través de los índices «Z
Talla» y «Z Peso».
Para el análisis y medición de la
nutrición infantil en niños menores de
5 años, en el presente trabajo se utili-
zó la metodología empleada por Vás-
quez (2004) en su estudio para Perú;
su trabajo propone el empleo de los
indicadores «Z Talla» y «Z Peso», los
cuales fueron aplicados con el fin de
calcular la desnutrición, a partir de los
datos proporcionados por la ENDS
2000 y 2005.
El indicador «Z Talla» se define
según la edad de un infante de la si-
guiente forma:
Ecuación 1
donde,
� Talla: valor de talla observado del
infante «i» en centímetros, con
una edad de «j»;
� Talla de un infante sano: valor de
referencia de un infante sano en
centímetros, de «j» años de edad;
� Desviación estándar: valor de re-
ferencia de la desviación están-
dar de la talla de un infante sano.
Los valores críticos de este indi-
cador, para determinar los grados de
desnutrición de un infante son los si-
guientes:
� Un valor mayor o igual a -1 des-
viaciones estándar representa un
nivel de nutrición normal, es de-
cir, Sin Desnutrición.
� Un valor entre –1.01 y –2.00 re-
presenta una Desnutrición Leve.
� Un valor entre –2.01 y –3.00 indi-
ca una Desnutrición Moderada.
� Un valor menor a –3.00 equivale
a una Desnutrición Severa.
Otro indicador utilizado por Vás-
quez (2004) para medir la desnutri-
ción en infantes es el indicador de
bajo peso infantil, conocido como
indicador «Z Peso». Este indicador se
define por medio de la edad de un
infante de la siguiente forma:
Ecuación 2
donde:
� Peso: valor peso observado del
infante «i» en kilogramos, con una
edad de «j»;
� Peso de un infante óptimo a su
edad: valor de referencia de un
j j(talla - talla de un infante sano )
desviación estándarij
Z =
j
j
(p - peso de un infante sano )
desviación estándar
j
ij
esoZ =
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180
infante sano en kilogramos, de «j»
años de edad;
� Desviación estándar: valor de
referencia de la desviación
estándar del peso de un infante
sano.
Resulta evidente que la
metodología del cálculo del indicador
«Z Peso» es igual a la utilizada para
el cálculo de «Z Talla» en los infantes
menores a 5 años.
Por último, los valores críticos
para el indicador de «Z Peso» para
determinar los niveles de desnutrición
son los siguientes:
� Un valor mayor o igual a -1.00
desviaciones estándar representa
un nivel de Peso Normal para la
edad.
� Un valor entre –1.01 y –2.00
representa un Peso Bajo Leve.
� Un valor entre –2.01 y –3.00
equivale a un Peso Bajo
Moderado.
� Un valor menor a –3.00 indica un
Bajo Peso Severo.
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