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“OBSERVACIONES INTEGRADAS”
“LA NUEVA RAZÓN POLÍTICA”
ANTONIO JESÚS RUIBAL PEÑA
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Publicado en España 2007 Copyright©2007, by Antonio Jesús Ruibal Peña Ilustración de portada: Fernando Luis Pérez Poza Depósito Legal: PO-297-07 ISBN (10) 84-96572-79-X ISBN (13) 978-84-96572-79-9 Edita e imprime: EL TALLER DEL POETA Fernando Luis Pérez Poza CL Joaquín Costa, 2 36001 PONTEVEDRA www.eltallerdelpoeta.com [email protected] Este libro no podrá ser reproducido ni total ni parcialmente, por ningún medio, sin el previo permiso escrito del autor. Todos los derechos reservados.
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OBSERVACIONES INTEGRADAS
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Dedicatoria: A mis abuelos Asunción y Jesús.
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SI EL DOLOR DE LA SOLEDAD DE LA CONCIENCIA, ES EL MOTOR DEL
ORIGEN DEL UNIVERSO, es porque detrás de este dolor de la soledad de la conciencia, está
el miedo a la vida, que en el fondo, es el miedo a la muerte, que se tiene desde el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el cual jamás quiere morir, y por eso, siempre
nos está imponiendo vivir desde la necesidad de buscar el amor de los demás, ya que incluso la
idea de la necesidad de Dios, nos viene impuesta por este Ego de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mí, el cual busca su protección.
Si el origen de la filosofía en Grecia, fue la necesidad de explicar aquello que es difícil de
entender, es a principios del tercer milenio, cuando a través de la Teoría del Reconocimiento
Científico, se puede comprobar que es solamente el sentido de la realidad de cada individuo
humano, quien puede ayudar a entender el mundo desde nuestro interior, ya que las condiciones
de como captamos el mundo, están en nuestra conciencia, que es nuestro todo, es decir, es la
lógica desde la que podemos comprender la realidad que somos y nos rodea.
Por tanto, a diferencia de como se acostumbra a pensar, el espacio y el tiempo, no son
cualidades del mundo, sino condiciones de la conciencia, es decir, el Universo, la necesidad
creadora que tiene la conciencia, o el principio de todo, no se puede explicar desde fuera de la
misma conciencia.
Por todo esto, con estas Observaciones Integradas, a diferencia de los Pensamientos
Aislados, se quiere dar importancia, a la propia Conciencia, cuya energía se tiene olvidada del
estudio profundo de la Realidad, por lo que la famosa visualización de la separación entre
Ciencias de la Naturaleza y Ciencias Sociales, no tiene lugar, a pesar de la siempre influyente
concepción materialista de la Realidad, que ha despreciado hasta ahora, a inicios del tercer
milenio, esta energía de la Conciencia.
De todas maneras, con esto no queremos caer, ni en una reclamación metafísica, que
reduzca toda la realidad, a la energía que emana de la conciencia, considerada esta energía de la
conciencia, como la propia y verdadera esencia de la realidad, y su correlato ético, de que el fin
de la vida humana, es cualquier actividad que produzca un efecto, sea físico o psíquico, ya que
si esto no se produce, el fin de la vida humana, no se cumple, lo que sin duda, parece
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demasiado exagerado, tanto como si afirmásemos, para dar gusto a la concepción materialista
de la realidad, que tanto la materia como el espíritu, éste último, como doctrina metafísica
opuesta al materialismo, como lo físico y lo psíquico, no constituyen una dualidad irreductible,
sino que en el caso del materialismo, como doctrina metafísica opuesta al espíritu, como en el
caso del espiritualismo, tanto uno como otro, reducen y analizan la realidad, desde la materia o
el espíritu, según sea el caso.
Por todo esto, consideramos necesario, no caer en un exagerado análisis reduccionista de
la realidad, desde el punto de vista de la energía de la conciencia, ya que sino, caeríamos en las
mismas radicales posiciones doctrinales del materialismo y del espiritualismo, que ha sido lo
que ha ocurrido desde mediados del siglo XIX, ante la negación radical y furibunda del
marxismo, paradigma de la doctrina materialista, de cualquier posibilidad de espiritualidad en
el individuo humano, y de ahí, que los sistemas doctrinales metafísicos, que defendían la
esencia espiritual de la realidad, y por tanto, la inmortalidad del alma, reaccionasen también
fuertemente contra las tesis marxistas.
Pero esta reacción de las doctrinas espiritualistas, contra las tesis materialistas de la
realidad, realizadas por Marx, alcanzan estos inicios del tercer milenio, y van incluso, en contra
del materialismo histórico, que afirma que la estructura social y la vida de la sociedad, está
determinada por la infraestructura económica, ya que en este tercer milenio, la reacción de las
doctrinas espiritualistas, pretenden seguir dejando de lado, la consideración social de la
realidad, y seguir pensando, que lo verdaderamente importante, es sólo el autoconocimiento
espiritual de la esencia de cada ser humano.
Por todo esto, a inicios del tercer milenio, estas Observaciones Integradas, lo que quieren
hacer, es intentar ayudar a comprender, que tanto la energía de la conciencia, como la
metafísica del materialismo, y las diversas doctrinas espiritualistas, se pueden ayudar las unas a
las otras, es decir, si interactúan, pueden completar lo que le falta a cada una de ellas de las
otras, y viceversa.
De esta forma, al intentar integrar con estas observaciones, a la energía de la conciencia, a
la metafísica del materialismo, y a las doctrinas espiritualistas, estamos intentando integrar de
algún modo, las anteriores reflexiones escritas en mi Tesis Doctoral, y en los Pensamientos
Aislados.
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Por ejemplo, podemos preguntarnos desde una metafísica del materialismo, es decir,
desde una posición más cercana a la ciencia, si puede existir una base genética para explicar el
sufrimiento de la humanidad, es decir, si hay algo que te dice que actúes para poder sobrevivir,
incluso si los padres biológicos, pueden dar explicación a este sufrimiento humano, es decir, los
padres biológicos ayudan y benefician al hijo a expensas de si mismos, ya que el objetivo es
ayudar a pasar su propio gen de padres, a las generaciones venideras, y un ejemplo práctico de
ello, son los padres cuando dejan a sus hijos las empresas familiares, o incluso, en alguna que
otra ocasión, el hermano que ayuda a otro hermano.
Es por esto, que para la ciencia, el sufrimiento humano va unido a la propia supervivencia
de la especie humana, es decir, se necesita sufrir para poder sobrevivir, y la única manera que
tiene la ciencia de aminorar este sufrimiento, es mediante la llamada generosidad genética, es
decir, nosotros que somos tus padres biológicos, te ayudamos, porque nuestro objetivo, es
ayudar a pasar el gen de nuestra generación, a las generaciones venideras, y esa es la razón por
la que te ayudamos, porque en el fondo, nos beneficiamos todos, algo que por el contrario, no le
ocurre a los animales, ya que según la ciencia, los animales tienen problemas para manifestar
esa generosidad genética, porque no se acuerdan de quien le hizo el favor, dado que les falta ese
instinto moral, que si en cambio, tienen los seres humanos.
En cambio, todo esto, a las llamadas doctrinas espiritualistas les parece mal, ya que
consideran que nada tiene que ver el sufrimiento humano, con la propia supervivencia de la
especie humana, ya que para su lógica creacionista, es la divinidad, la única que tiene que ver
algo, con la aparición y supervivencia del individuo humano, en el planeta tierra.
Para la energía de la Conciencia, el sufrimiento que le causa el dolor de la soledad de la
conciencia, que no tiene cura, porque es una condición de la conciencia sobre la que no se tiene
capacidad de actuar, no se remedia sufriendo, que es lo que quiere el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, sino haciendo que ese individuo humano, mediante el trabajo
con la Conciencia, sea capaz de superar la unión sistémica destructiva del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Por tanto, a este sufrimiento, que provoca a cada individuo humano, el permanente dolor
de la soledad de la conciencia, se le une el añadido por este Ego de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mí, que le hace creer a cada individuo humano, que sufriendo, se libera del
daño inconsciente, que haya podido cometer, y a esta unión, es lo que se denomina, unión
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sistémica destructiva del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, al
pretender equilibrar mediante el propio sufrimiento, el daño inconsciente que haya podido
cometer, lo que en teoría le liberaría, ya que es como si tratara de devolverse así mismo, el daño
cometido a otro individuo humano, pero de todas maneras, este daño inconsciente, que se haya
podido cometer, no se remedia sufriendo, que es lo que quiere el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí.
Todo esto ocurre, porque este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
no quiere reconocer, el poder que tiene la conciencia de cada individuo humano, ya que este
Ego, prefiere seguir dando importancia, a la estructura de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, que le permite al individuo seguir engañándose a si mismo.
Por tanto, al individuo humano, sigue costándole reconocer, sobre todo por el miedo a la
vida que tiene, que en el fondo, es el miedo a la muerte que se tiene desde el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo que le impide a cada conciencia, aceptar
que realmente lo que le motiva, son sus propios anhelos de sabiduría, y no las superficiales
exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
A decir verdad, seguimos sin querer reconocer, que desde fuera de la conciencia, es
imposible elaborar cualquier investigación científica, porque la ciencia, al igual que cualquier
actividad humana, exige un esfuerzo, y el esfuerzo, que por ejemplo requiere una investigación
científica, está siempre unida a la conciencia, es decir, al dolor de su soledad, que a inicios del
tercer milenio, sigue sin resolverse, ya que la necesidad que siente cada conciencia, de buscar a
las demás conciencias, una por una, con el fin de intentar romper el círculo vicioso del dolor de
su soledad, viene siendo una necesidad nacida desde el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, ya que quien siente esa soledad, no es cada conciencia, sino el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Pero además, es este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, quien
comunica a cada conciencia, que el mundo de la vida cotidiana, no puede funcionar, sin
ninguno de los dos, es decir, que tanto el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, como la conciencia, son imprescindibles, para que la realidad humana exista.
De esta forma, la conciencia sabe, que la existencia de la vida humana cotidiana,
depende no sólo de sí misma, sino también del juego de fuerza que establece contra ella, la
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determinante y soterrada influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, soterrada influencia, que nunca se ve, pero cuya invisibilidad sirve a la conciencia, para
saber que la conciencia nunca muere, a pesar de que se muera el cuerpo físico que la sustenta.
Por todo esto, podemos afirmar, que la conciencia está incompleta, si le falta el juego de
fuerza que establece contra ella, la determinante y soterrada influencia del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y de ahí que tiene que luchar diariamente
para conseguir la atención de otras conciencias similares a la suya, que como ella se sienten
incompletas, si le falta el juego de fuerza que establece contra ellas, la determinante y
soterrada influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Así que, es la mirada de las otras conciencias, mejor dicho, es la determinante y
soterrada influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre cada
una de nuestras conciencias, la que origina la vida cotidiana de cada individuo humano, y la
que no permite el desarrollo evolutivo de cada una de nuestras conciencias.
De esta manera, el individuo humano existe en la vida cotidiana, porque lucha para
conseguir la mirada de las otras conciencias, que siendo idéntica a la nuestra, es decir, a la
mirada que emana de cada una de nuestras conciencias, no sabe que el dolor de la soledad de la
conciencia, que no tiene cura, porque es una condición de la conciencia sobre la que no se tiene
capacidad de actuar, no guarda ningún sentido, como el quiere creer que guarda, para intentar
compensar tanto dolor.
El sentido que quiere creer cada individuo humano, que guarda dicho dolor de la soledad
de la conciencia, que no tiene cura, es la continúa lucha en la búsqueda de cada uno de nosotros
mismos, que además de no servir para compensar el sufrimiento tan grande que provoca dicho
dolor de la soledad de la conciencia, que no tiene cura, no tiene nada que ver, con esa supuesta
continúa lucha en la búsqueda de cada uno de nosotros mismos, ya que esta lucha, lo único que
nos lleva es a tropezarnos continuamente con el juego de la fuerza que establece contra la
conciencia, la determinante y soterrada influencia del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, que es quien está de verdad, detrás de este dolor de la soledad de la
conciencia, el cual no sólo no tiene cura, sino que detrás de él, se encuentra el Ego del mundo
de la vida cotidiana, que jamás quiere morir.
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Por todo esto, no nos queda más remedio que aceptar, que este juego de fuerza, que
establece contra la conciencia, la determinante y soterrada influencia del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, convierte a cada individuo humano, en un ser
incompleto, de lo que se deriva, que la sensación del dolor de la soledad de la conciencia, no
sólo no tenga cura, sino que nunca se sea capaz de acabar con dicha sensación.
Este dolor de la soledad de la conciencia, es un dolor, que nunca se puede acabar con él,
no sólo descriptivamente, porque no tiene cura, ya que es una condición de la conciencia sobre
la que no se tiene capacidad de actuar, sino porque desde un punto de vista más profundo de la
realidad, es decir, estructural, es producido por una necesidad creada por el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, a cada conciencia individual, de hacerle creer,
que para no ser consciente de este dolor de la soledad de la conciencia, necesita la atención
continuada de las otras conciencias, que como ella, también se ven influidas al mismo tiempo,
por esta necesidad que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
De esta manera, estamos pasando a inicios del Tercer Milenio, a un concepto de
conciencia mucho más amplio, no sólo como decía Hegel, como momento del saber, por el cual
el individuo humano se capta a sí mismo, lo que le da acceso a conocer su propia existencia, o
como se expresa en la fenomenología husserliana y sartriana, que el objeto del pensamiento, no
se distingue del propio pensamiento, por lo que podemos hablar por vez primera, de una
concepción dinámica de la conciencia, ya que esta conciencia para poder existir, necesita de la
atención continuada de otras conciencias idénticas a ella.
Pero debemos fijarnos, en que esta atención continuada de las otras conciencias idénticas
a ella, es una necesidad creada por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, y por tanto, es una necesidad sobrevenida de fuera de ella misma, para hacerle creer, que
para no ser consciente de este dolor de la soledad de la conciencia, necesita la atención de las
otras conciencias, que como ella, también se ven influidas al mismo tiempo, por esta necesidad
que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Es por esto, que de una concepción de la conciencia, como manera de captarse a sí misma,
y por lo tanto, de conocerse como realmente existente, pasamos a un concepto, creado por la
necesidad del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, por el que cada
conciencia, busca la atención continuada de las otras conciencias.
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Pero esta atención continuada de las otras conciencias, es una atención impuesta, por este
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, es una necesidad
sobrevenida de fuera de la misma conciencia, ya que en su intimidad, la conciencia no la
necesita, pero se la impone, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
con el fin de hacerle creer, que para no ser consciente del dolor de la soledad de la conciencia,
necesita la atención de las otras conciencias, que como ella, también se ven influidas al mismo
tiempo, por esta necesidad sobrevenida de fuera de ellas mismas, es decir, por esta necesidad
que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
De todos modos, esta necesidad que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, de que cada conciencia, tenga la atención continuada de las otras conciencias, es
una necesidad mental que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
ya que detrás del dolor de la soledad de la conciencia, está el miedo a la vida, que en el fondo,
es el miedo a la muerte, que tiene este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, el cual jamás quiere morir.
Así que detrás de esta búsqueda, que hace nuestra propia conciencia, para lograr la
atención continuada de las otras conciencias, se encuentra simplemente la Razón Egoísta de
cada individuo humano, que esencialmente busca sobrevivir lo mejor que pueda, a la realidad
práctica de la vida cotidiana, y no hay en ello, nada más complejo, como puede ser, el intento
de minimizar el dolor de la soledad de la conciencia, a través de ser el centro de todas las
miradas y comentarios, en cada una de nuestras respectivas vidas cotidianas, sobre todo, porque
este dolor de la soledad de la conciencia, nunca se acaba.
De esta manera, vemos como detrás de la búsqueda que hace nuestra conciencia, de la
atención de las otras conciencias, se encuentra la Razón Egoísta del Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, Razón Egoísta que es ayudada, no sólo por este Ego, sino que
a nivel social y económico, y por tanto político, es ayudada sobre todo, por el sistema
capitalista, que prefiere callar, el verdadero motivo de esta ayuda, motivo que no es otro, que el
saber, que la conciencia nunca muere, que quien muere, es el cuerpo físico y no la conciencia.
Al morir el cuerpo físico, el cambio de energía, sólo es producido, por la conciencia, ya
que para ésta, el espacio y el tiempo no son cualidades del mundo, sino condiciones de la
conciencia, mientras que para el cuerpo físico, si son cualidades del mundo, ya que el espacio y
el tiempo, donde mejor se ve reflejado, es en el cuerpo de cada individuo humano.
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Si para el cuerpo físico, el espacio y el tiempo, son cualidades del mundo, es porque es, en
este cuerpo físico, donde mejor se ve reflejado, el proceso de la vida biológica de cada
individuo humano, proceso de desgaste continuo que no se detiene, y es por lo que desde la
lógica cotidiana de cada individuo humano, el espacio y el tiempo, se enfoca desde la
perspectiva espacial y temporal de lo que le pasa al cuerpo físico de cada individuo humano.
De esto se deriva, que cada individuo humano, se vea forzado a vivir, desde la Razón
básicamente Egoísta, que le impone el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, mientras que busca sin cesar, desde su conciencia de lo que yo quiero del mundo, la
atención continuada de las otras conciencias, que siendo idénticas a la suya, saben que cada
individuo humano, es una continúa lucha en la búsqueda de la verdad de sí mismo.
Esta búsqueda que hace cada conciencia, de la atención continuada de las otras
conciencias, es una necesidad mental que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, sin que la propia conciencia sea consciente de ello, y viene motivado, porque
detrás del dolor de la soledad de la conciencia, está el miedo a la vida, que en el fondo, es el
miedo a la muerte, que tiene este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el
cual jamás quiere morir.
Es por esto, que se puede llegar a afirmar, que el ser humano es egoísta por naturaleza,
aunque su conciencia no lo sea, dado que la energía de la conciencia, es siempre positiva, muy
al contrario del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que influye en el
destino de cada individuo humano, es decir, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, lo que hace, es no dejar que la conciencia de luz al interior de cada individuo
humano, por lo que del destino de cada individuo humano, se hace propietario este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que convierte a cada individuo humano en su
esclavo, ya que el destino de cada individuo humano, se convierte en una mera repetición de
hechos, que ya tuvieron lugar anteriormente, en la vida de otros cuerpos físicos, los cuales, sólo
eran capaces de ver el espacio y el tiempo, desde la propia lógica de sobrevivir a la vida
cotidiana.
Así que detrás de esta búsqueda, que hace nuestra propia conciencia, para lograr la
atención continuada de las otras conciencias, se encuentra simplemente la Razón Egoísta de
cada individuo humano, que lo que quiere, es sobrevivir lo mejor que pueda, a la realidad
práctica de la vida cotidiana.
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Y además de querer sobrevivir lo mejor que pueda, a la realidad práctica de la vida
cotidiana, el individuo humano, libra a través de su conciencia, una lucha encarnizada para
intentar vencer el dolor de la soledad de la conciencia, el cual, sabe de antemano que nunca lo
logrará superar, ya que además de ser una condición de la conciencia sobre la que no se tiene
capacidad de actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, pretende
hacerle creer a este individuo humano, que para no ser consciente de dicho dolor de la soledad
de la conciencia, necesita de la atención de otras conciencias, que como ella, también se ven
influidas al mismo tiempo, por esta necesidad sobrevenida de fuera de ellas mismas, es decir,
por esta necesidad que crea el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Es por esto, que en su constante lucha, por vencer el dolor de la soledad de la conciencia,
el individuo humano se desespera, ya que además, se malinterpreta dicha desesperación, como
si fuera una actitud muy negativa y denigrante para ese individuo humano, cuando la verdad, lo
que es, es una actitud, en tal caso egoísta, motivada no por la propia conciencia del individuo
humano, sino por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que lo que
busca, es que el individuo humano sea tenido en cuenta, por la atención continuada de las
otras conciencias, aunque en su intimidad, la conciencia de ningún individuo humano necesite
de dicha atención, sino que es una atención impuesta, por este Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, es decir, es una necesidad sobrevenida de fuera de la misma
conciencia.
De todos modos, aunque detrás del dolor de la soledad de la conciencia, se encuentre este
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el cual jamás quiere morir, no por
ello, se puede confundir, dicho dolor de la soledad de la conciencia, con el inmenso problema
de la angustia existencial, ya que según Freud, todos tenemos deseos de trascendencia, pero la
realidad cotidiana de la vida, frustra esos deseos, creando una inseguridad muy difícil de
soportar, relativa sobre todo a la falta de sentido de la realidad, y que se trata de calmar,
mediante una serie de ritos inconscientes, ya que como decía Feuerbach, el ser humano se
distingue de los animales, porque tiene capacidad de desarrollar conciencia de si mismo,
aunque no la utiliza, y un ejemplo de ello, es el hombre religioso, que cree en Dios, para calmar
la inseguridad que le provoca la frustración cotidiana de saber que sus deseos de trascendencia
no se van a cumplir, por lo que proyecta su conciencia fuera de sí, atribuyendo a un ser que
llama Dios, todo lo que el mismo es como persona, ya que todos los atributos que la religión
considera como propios de Dios, es decir, bondad, inmortalidad, perfección, pertenecen
también al mismo ser humano.
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Por lo tanto, podemos afirmar, que este dolor de la soledad de la conciencia, es algo muy
distinto a la llamada angustia existencial, ya que no sirve de mecanismo explicativo, al ser del
hombre religioso, como lo termina en muchos casos haciendo, la llamada angustia existencial,
sino todo lo contrario, ya que este dolor de la soledad de la conciencia, nunca sirve de
mecanismo explicativo a nada más que no sea el propio Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, ya que este dolor de la soledad de la conciencia, es la Razón Explicativa
de porque este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lleva a cada
individuo humano, a repetir siempre los mismos hechos, que se convierten muchas veces, en
algo tremendamente negativo, para la realidad cotidiana de ese individuo humano.
Es por esto, que dicho dolor de la soledad de la conciencia, es el que lleva a cada
individuo humano, a cometer siempre los mismos errores, es decir, el ser humano es el único
animal que tropieza dos veces en la misma piedra, ya que detrás de este dolor de la soledad de
la conciencia, está el miedo a la vida, que en el fondo, es el miedo a la muerte, que se tiene
desde el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el cual jamás quiere morir.
Por tanto, es este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el que está
detrás de este dolor de la soledad de la conciencia, que conduce al individuo humano a repetir
siempre los mismos hechos, que muchas veces son negativos para sí mismo, y para el resto de
la humanidad, sin duda por la decisión errónea, aunque libre, de dejarse llevar, no por la
conciencia, sino por este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no
dejando cumplir, el papel que cada individuo humano tiene con su propia conciencia, que es la
de trabajar con dicha conciencia, para poder evolucionar.
Así que podemos afirmar, que el individuo humano, no se comprende a sí mismo, ni
avanza intelectualmente, porque este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, que provoca y está detrás del dolor de la soledad de la conciencia, se lo impide, lo que
interrumpe el anhelo de claridad interior, que tiene cada individuo humano.
Pero todavía así, este anhelo de claridad interior, que tiene cada individuo humano, se ve
aún más interrumpido, porque este dolor de la soledad de la conciencia, que no tiene cura, ya
que es una condición de la conciencia sobre la que no se tiene capacidad de actuar, es un dolor,
el de la soledad de la conciencia, que nunca se acaba, por la soterrada influencia del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
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Si este dolor de la soledad de la conciencia, nunca se acaba, por la determinante y
soterrada influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, la única
manera práctica que tiene cada individuo humano, de intentar minimizarlo, cosa que nunca
logrará, por mucho que lo intente, ya que este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, lo que pretende, es hacerle creer a este individuo humano, que para no ser
consciente de dicho dolor de la soledad de la conciencia, necesita de la atención de las otras
conciencias, que como ella, también se ven influidas al mismo tiempo, por esta necesidad
sobrevenida de fuera de ellas mismas, por lo que este Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, lo que hace, es crearle esa supuesta necesidad a cada individuo humano,
de ser el centro de todas las miradas.
Al saberse centro de todas las miradas, cada individuo humano, sin ser consciente de ello,
abriga las esperanzas de que algún día, sea capaz de minimizar ese dolor de la soledad de la
conciencia, ya que este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, le hace
creer, que este dolor de la soledad de la conciencia, no afecta a todos por igual, ya que los más
fuertes lo son, porque han demostrado, no sólo que son los que mejor se adaptan al entorno en
el que viven, sino que si recordamos la Teoría de la Evolución de Darwin, y desde la
perspectiva de una concepción de la naturaleza humana, y por tanto, desde el interior de la
conciencia, los que sobreviven mentalmente, son los que son capaces de adaptarse, a la
aceptación del dolor de la soledad de la conciencia, ya que el mismo Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, es el que se encarga de una manera soberbia, de realizar una
continua selección mental de individuos aptos y no aptos para aguantar las falsas y casi
siempre absurdas exigencias de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, consigue que cada
individuo humano, se crea la lógica del intento de adaptarse, a la aceptación del dolor de la
soledad de la conciencia, que no tiene cura, porque es una condición de la conciencia sobre la
que no se tiene capacidad de actuar, dado que el espacio y el tiempo, en el que se mueve el Ego
de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es un espacio y un tiempo lleno de
oscuridad, de vacío y de miseria mental, es decir, lleno de aparentar una grandeza que no se
tiene, por lo que la conciencia de cada individuo humano, no puede hacer nada, dado que
aunque el espacio y el tiempo son condiciones de la conciencia, éstas son ajenas al espacio y al
tiempo, que tiene que vivir obligatoriamente cada individuo humano, si quiere sobrevivir al
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
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Así que podemos afirmar, que el espacio y el tiempo, que tiene que vivir obligatoriamente
cada individuo humano, si quiere sobrevivir al Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, es un espacio y tiempo ficticio, que sólo vale como mero trámite que hay que
vivir y por tanto aceptar, para poder sobrevivir a las exigencias de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mí, es decir, al Ego.
De esta manera, el verdadero espacio y el verdadero tiempo, reside dentro de la
conciencia, ya que son una condición innata de la misma conciencia, por lo que cuando el
espacio y el tiempo, son vistos de una manera ficticia por el individuo humano, como una
cualidad del mundo, es por una exigencia del guión cotidiano que debe cumplir cada individuo
humano, si quiere sobrevivir a lo que le dicta, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí.
Pero cuidado, porque cuando decimos que el dolor de la soledad de la conciencia, no es
algo elegido por cada uno de nosotros mismos, no estamos diciendo, que ese dolor de la
soledad de la conciencia, es algo que nos viene impuesto como una condición innata de la
conciencia, sino todo lo contrario, es decir, cuando algo se nos impone, es imposible que sea
una condición innata de la conciencia, en tal caso es, lo que es, una imposición del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Por tanto, el dolor de la soledad de la conciencia, no es como cabría considerarse, una
primera condición de igualdad, que nos viene dada a la conciencia de cada individuo humano
de una manera innata, sino que el dolor de la soledad de la conciencia, es producido por la
soterrada y determinante influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí.
De esta manera, lo que nace y muere solo, no es el individuo humano, sino el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que se termina imponiendo siempre, sobre la
claridad de la conciencia, y si esta dolorosísima sensación de soledad, que está dentro de la
conciencia de cada individuo humano, sigue doliendo, es porque las exigencias de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, el Ego, anula por completo, la
energía de los valores positivos de la conciencia, haciéndose dueño por completo de la
conciencia de cada individuo humano.
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De hecho, aunque no sea fácil admitirlo, el dolor de la soledad de la conciencia, es el
dolor de todos los seres humanos, por ser una imposición del Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí.
Además, es imposible, que aunque quisiéramos que este dolor de la soledad de la
conciencia, que no tiene cura, no fuese algo tan real y sinceramente sentido, como de hecho lo
es, dado que este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el que lo
provoca, dado que no permite que cada individuo humano, pueda actuar sobre esa condición de
la conciencia, más bien todo lo contrario, lo que nos convierte a todos los individuos humanos,
en víctimas directas de este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ante la
misma esencia del Universo, que se puede traducir, por el dolor que origina todo lo que somos
y nos rodea.
No olvidemos, que quien es el origen de todo lo que conocemos como Realidad, sea la del
Universo, o la de cada uno de nosotros, es el dolor de la soledad de la conciencia, que no tiene
cura, dado que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no permite que
cada individuo humano, pueda actuar sobre esa condición de la conciencia, por lo que este es
un dolor, el de la soledad de la conciencia, que no es algo elegido por cada uno de los
individuos humanos, sino provocado e impuesto por el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.
Mientras, para Newton, que investiga la naturaleza del origen del Universo, con sus
propios sentidos, es decir, mediante el método científico empírico, las mismas leyes rigen en
todo el universo, es decir, tiene una visión mecánica del Universo, o lo que es lo mismo, una
concepción determinista o de destino, por la cual, todo estaba decidido de antemano, ya que de
hecho, el mismo Einstein, decía que el Universo era algo determinista, que tiene siempre unas
reglas, y fue por ello, el que acuñó la célebre frase, de que Dios no juega a los dados, pero por
otro lado, la física cuántica, habla del principio de indeterminación, ya que siempre hay
incertidumbre, es decir, azar, y por lo tanto elección, sobre todo, porque el Universo, al surgir
de la nada, tiene una alta probabilidad que sea así, aunque también pueda surgir algo que no
sea el Universo, pero es más probable que surja el Universo, es decir, la Realidad, que a su vez
está compuesta por miles de Universos, es decir, por miles de realidades individuales, por lo
que para la física cuántica, el Universo, o eso que denominamos Realidad, y que parece que
está ahí afuera de cada uno de nosotros, es construida por cada uno de los individuos humanos,
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es decir, la realidad, se podría decir que es mental, no está ahí a fuera como cotidianamente
parece, sino que está en cada uno de nosotros.
Entonces, si la selección natural no está predeterminada, sino que es el azar quien la
determina, cabe preguntarnos, si ESTAMOS O NO ESTAMOS DETERMINADOS.
A la pregunta de si ESTAMOS O NO ESTAMOS DETERMINADOS, la Teología, o la
reciente teoría del Diseño Inteligente, responde que es Dios, quien determina el origen del
Universo y de la Creación biológica del mundo, ya que para esta teoría del Diseño Inteligente,
los sistemas biológicos, poseen un diseño natural propio, que ha llegado a un nivel de
complejidad definitivo, por lo que a su vez desecha la posibilidad de que los sistemas
biológicos, se puedan formar poco a poco, es decir, de manera paulatina, por lo que, o están
todas las partes en su lugar adecuado, o el sistema no funciona, lo que nos recuerda en algo, a
una de las muchas perspectivas teóricas, que es usada por la Sociología y la Ciencia Política, en
concreto, por la perspectiva funcionalista de la Sociología y la Ciencia Política.
De todas maneras, la Ciencia da la posibilidad de cambiar esa visión tan tajante, por otra,
en la que quede demostrado científicamente, de que el origen del Universo, puede explicarse
sin tener que recurrir a la idea de un Creador, ya que el origen y desarrollo del tiempo, el
espacio, la energía y la materia, no deja lugar a elemento sobrenatural alguno, por lo que el
Universo es infinito en el espacio y en el tiempo, sin principio ni fin, ni fronteras, ni centros,
dado que el Universo, lejos de ser tridimensional, está construido en torno a una decena de
dimensiones, que no conocemos, sino por las leyes de la Física, y una capacidad de abstracción
sin límites, por lo que el método que usa la ciencia para conocer el origen del Universo, es
decir, la Realidad, sustituye el concepto de Dios Todopoderoso, por el de Universo capaz de
crearse a sí mismo.
Para mi Teoría del Reconocimiento Científico, y en concreto dentro de esta teoría, las
Tesis de la Soledad, el Universo no se crea a sí mismo, como afirma la ciencia, ni tampoco es
creado por alguien, como afirman desde la perspectiva creacionista, aquellos que recurren a
la idea de Dios sino que el origen de todo lo que conocemos como realidad, sea la del
Universo, o la de cada uno de los individuos humanos, es el dolor de la soledad de la
conciencia, que no tiene cura, porque es una condición de la conciencia, sobre la que no deja
actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el que lo provoca,
ya que detrás de este dolor de la soledad de la conciencia, siempre está el miedo a la vida, que
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en el fondo, es el miedo a la muerte, que se tiene desde el Ego de los requerimientos de lo que
el mundo quiere de mí, ya que este Ego jamás quiere morir, y nos está imponiendo vivir desde
la necesidad de buscar el Amor de los demás, incluso la idea de la necesidad de Dios, nos viene
impuesta por este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el cual busca
nada más ni nada menos, la vieja idea de la protección de Dios.
Por tanto, para la Teoría del Reconocimiento Científico, y en concreto, dentro de esta
teoría, las Tesis de la Soledad, ES ESTE DOLOR DE LA SOLEDAD DE LA CONCIENCIA,
QUE ES INEVITABLEMENTE PROVOCADO POR EL EGO de los requerimientos de lo que
mundo quiere de mí, LO QUE ES LA CAUSA DEL ORIGEN DE TODO EL UNIVERSO, es
decir, de la Realidad que somos cada uno de los individuos humanos, y de todo lo que nos
rodea.
Al mismo tiempo, tanto sin estar de acuerdo con la idea absoluta de aquellos que afirman
desde la perspectiva creacionista, que el Universo es creado por Alguien, y para ello recurren a
la idea de Dios, como sin estar de acuerdo plenamente con la Ciencia, cuando afirma que el
Universo se crea a sí mismo, si en cambio, mi Teoría del Reconocimiento Científico, y en
concreto, dentro de esta teoría, las Tesis de la Soledad, si recogen en un primer bloque, tanto la
visión mecánica del Universo que tiene Newton, como la concepción determinista de Einstein,
para afirmar que es verdad, que hay una realidad que está ahí, al margen de cómo cada uno de
los individuos humanos la quiera interpretar, cuyo ejemplo más claro y esencial, es la causa
del origen de todo el Universo, es decir, del dolor de la soledad de la conciencia, que no tiene
cura, porque es una condición de la conciencia, sobre la que no deja actuar, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, por lo que este dolor de la soledad de la
conciencia, es inevitablemente provocado por dicho Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.
Pero hay un segundo bloque, regido por el principio de indeterminación de la física
cuántica, ya que siempre hay incertidumbre, es decir, azar, y por lo tanto elección, donde la
realidad es construida por cada uno de los individuos humanos, es decir, la realidad es mental,
no está ahí afuera, como cotidianamente parece, sino que está en cada uno de nosotros, por lo
que podemos elegir el destino que queremos, pero al mismo tiempo al ser esta elección
siempre y únicamente posible, dentro de la realidad mental de cada individuo humano, entra
en funcionamiento, la concepción mecánica y determinista de la realidad que está ahí, al
margen de cómo cada uno de los individuos humanos la quiera interpretar, y que es la causa del
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origen de todo el Universo, es decir, del dolor de la soledad de la conciencia, que no tiene cura,
porque es una condición de la conciencia, sobre la que no deja actuar, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por tanto, si bien podemos elegir el destino
que queremos para nuestras vidas, lo cierto, es que la concepción mecánica y determinista de la
realidad que tiene el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no nos va a
dejar actuar, para no elegir un destino, es decir, una realidad, que finalmente no nos haga
sufrir.
De esta manera, es el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el que
hace que repitamos siempre los mismos hechos, es decir, que a través de generaciones
distintas, se hagan siempre las mismas cosas, consolidando estos hechos, luego en unas
costumbres, de las que se aprovechan los que mandan en la sociedad, para aumentar su control
social y político sobre cada uno de los individuos humanos, que forman dicha sociedad.
Por tanto, es este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el que
provoca dicho dolor de la soledad de la conciencia, y lo que a su vez, es la causa del origen de
todo el Universo, tanto del Universo interior de cada individuo humano, como de la realidad
que rodea a este individuo, y que queda reflejado, en las muchas partes que este individuo
humano, siente tener dentro de su conciencia, como si muchas fueran desconocidas entre ellas,
ya que cuando se conocen, es decir, saben de la existencia de las unas y de las otras, casi
siempre deciden estar en conflicto entre cada una de esas partes, en las que parece que se
encuentra dividida la conciencia.
Pero esta idea de que hay partes dentro de nuestra conciencia, no es cierta, ya que la
conciencia nunca se divide en partes, sino que esto es el efecto que provoca el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, al crear la sensación del dolor de la soledad
de la conciencia.
Además, no existe un código científico, que sea capaz de explicar y probar la existencia
de distintas partes dentro de la conciencia, dado que la Ciencia no ha sido capaz de legitimar
hasta ahora, un conocimiento científico, que explique la causa de las muchas partes que este
individuo humano dice sentir tener dentro de su conciencia, para que pueda legitimar como un
hecho científico probado, esta sensación de división de la conciencia en diversas partes, como
un hecho real y verdadero, y que a su vez, va en contra de la Unidad de la Conciencia, como
causa primera de la capacidad que según la Ciencia, tiene el Universo de crearse a sí mismo, y
por esto, aunque la Unidad de la Conciencia, es siempre algo que el individuo humano anhela
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conseguir, ya que a simple vista es un objetivo alcanzable, dado que la realidad, al ser mental,
es decir, no está ahí afuera, como cotidianamente parece, sino que está dentro de cada uno de
nosotros, por lo que podemos elegir el destino que queremos, pero al mismo tiempo, al ser
siempre esta elección, dentro de la realidad mental de cada individuo humano, entra en
funcionamiento la concepción mecánica y determinista de la realidad, sobre la que no deja
actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por tanto, esta Unidad
de la Conciencia, que el individuo humano tanto anhela conseguir, se hace imposible.
Por tanto, como todo efecto tiene una causa, la causa que produce el origen del Universo,
es el dolor de la soledad de la Conciencia, que es inevitablemente provocado por el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que la Unidad de la Conciencia, que
ingenuamente preconiza la Ciencia, como causa primera de la capacidad que tiene el Universo
de crearse a sí mismo, se hace imposible, ya que aunque es algo que el individuo humano
siempre anhela conseguir, ya que a simple vista parece un objetivo alcanzable, ya que la
realidad, al ser mental, es decir, no está ahí afuera, sino que está dentro de cada individuo
humano, por lo que en teoría, parece como si cada individuo humano, pudiese elegir el destino
que quiere, pero al ser siempre esta elección, dentro de la realidad mental de cada individuo
humano, entra en funcionamiento la concepción mecánica y determinista de la realidad, sobre
la que no deja actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por
tanto, esta Unidad de la Conciencia, que el individuo humano tanto anhela conseguir, se hace
imposible.
Así que la única sensación de división de la conciencia en diversas partes, como un hecho
real y verdadero, parte del dolor de la soledad de la conciencia, que es inevitablemente
provocado por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, aunque la
sociedad con el fin de seguir alimentando a dicho Ego, establezca mecanismos, que intenten
conseguir que cada individuo humano, trate de olvidar dicho dolor de la soledad de la
conciencia, ya que para su supervivencia cotidiana, el individuo humano, necesita no prestarle
atención a dicho dolor, ya que le perjudica en su lucha cotidiana por sobrevivir.
Pero a su vez, este dolor de la soledad de la conciencia, se convierte en una perspectiva
relacional, que es la que guarda la conciencia de cada individuo humano, respecto de su propia
existencia, por la que el individuo humano sabe que existe, ya que le duele la soledad de su
conciencia, que en el fondo, no es más que el dolor que produce el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, y por tanto, el origen del Universo, sólo se puede explicar,
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desde el dolor de la soledad de la conciencia, ya que a su vez, dicho dolor, es provocado por el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, el cual divide a la conciencia en
dos vertientes, siendo la primera la esencial, ya que es en la que se basa la conciencia para
alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, y se produce, cuando entra en
funcionamiento la concepción mecánica y determinista de la realidad, que es aquella sobre la
que no deja actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y una
segunda vertiente, la exterior, a través de la atención continuada de otras conciencias similares,
que se da, si antes se ha dado la primera.
De esta manera, la primera vertiente en la que divide la conciencia, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, coincide con esta perspectiva relacional, que
es la que guarda la conciencia de cada individuo humano, respecto de su propia existencia, por
la que el individuo humano sabe que existe, ya que le duele la soledad de su conciencia, y
además, gracias a esta primera vertiente, en la que divide la conciencia el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que a su vez, es la esencial, ya que es en la
que se basa la conciencia para alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, y que se
produce, cuando entra en funcionamiento la concepción mecánica y determinista de la realidad,
que es aquella sobre la que no deja actuar el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, y por la cual, esta primera vertiente en la que divide la conciencia, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, permite que esta perspectiva relacional, no
sólo se pueda dar, sino que siempre haya sido y sea así, ya que la concepción mecánica y
determinista de la realidad, que tiene la perspectiva relacional, sobre la que no deja actuar, el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, hace que el individuo humano haya
sabido, sabe y sabrá que existe, porque le duele la soledad de su conciencia.
Una vez que se ha dado esta primera vertiente, en la que divide la conciencia, este Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que vemos que se ha dado, se da y se
dará siempre, ya que se produce, cuando entra en funcionamiento la concepción mecánica y
determinista de la realidad, que es aquella sobre la que no deja actuar el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, tiene lugar, una segunda vertiente, la exterior,
a través de la atención continuada de otras conciencias similares, lo que venimos llamando
concepción dinámica de la conciencia, ya que cada uno de los individuos humanos, organizados
políticamente, en esa estructura, que se llama Estado, no es capaz de generar una conciencia
colectiva, acerca de los problemas que aquejan a cada individuo humano y como organizar sus
posibles soluciones, y por todo esto, esta segunda vertiente, la exterior, que siempre se da, ya
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que antes se ha dado la primera vertiente, en la que divide la conciencia, este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por la cual, en esta segunda vertiente, la
exterior, el individuo humano, se siente solo, porque cada uno de los individuos humanos,
organizados políticamente, en esa estructura, que se llama Estado, no ha sido capaz de generar
una conciencia colectiva, acerca de los problemas que aquejan a cada persona, a diferencia de
la primera, en la que el individuo humano sabe que existe, ya que le duele la soledad de su
conciencia, mientras que en esta segunda vertiente, lo que hace que el individuo humano se
sienta solo, es la indiferencia de la sociedad, ante su problemas individuales.
Esto trae como consecuencia, que el individuo humano, no se sienta atraído por saber el
funcionamiento de la conciencia, ya que le da miedo sentirse solo, dada la indiferencia de la
sociedad, ante sus problemas individuales.
El interés por saber el funcionamiento de la conciencia, se da siempre en la segunda
vertiente, ya que en la primera vertiente, cada individuo humano, ya tiene bastante con saber
que existe, porque le duele la soledad de su conciencia, ya que además, si este dolor de la
soledad de la conciencia, no tiene cura, es porque la concepción mecánica y determinista de la
realidad, que es aquella sobre la que no deja actuar, el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, no permite que cada individuo humano, pueda actuar sobre esa condición
de la conciencia.
Cuando se produce la desbordante sensación, por la que el individuo humano se siente
solo, cada persona intenta buscar compañía, intentando buscar a alguien, para poder al menos
hablar con él, y olvidar esta angustiante sensación, lo que sin duda nunca consigue, porque
cuando el individuo humano se siente solo, es porque se ha dado cuenta, que en esta segunda
vertiente, es imposible acabar con esta insoportable sensación de soledad, por mucho que
busque a los demás, para generar una conciencia colectiva, acerca de los problemas que le
aquejan como individuo humano, ya que no solo encontrará la indiferencia de la sociedad, sino
que sabe que por la concepción mecánica y determinista de la realidad, que es aquella sobre la
que no deja actuar el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es imposible
acabar con esa soledad, ya que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
no permite actuar sobre esa condición de la conciencia, que es la que produce la soledad, pero
por la que a su vez, y gracias a la cual, el individuo humano sabe que existe, ya que le duele la
soledad de su conciencia.
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De todas formas, es únicamente en esta segunda vertiente, en la que también divide la
conciencia, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, en la que el
individuo humano, puede interesarse por el funcionamiento de la misma conciencia, ya que en
la primera vertiente, al entrar en funcionamiento la concepción mecánica y determinista de la
realidad del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no permite no sólo no
actuar sobre dicha realidad, sino que además, cierra las puertas a cualquier posibilidad de
conocer el funcionamiento de la propia conciencia, mientras que en la segunda vertiente, la
conciencia al no tener la necesidad de alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno,
dado que el individuo humano ya sabe que existe, se puede dedicar a la tarea de intentar
conocer el funcionamiento de su propia conciencia
Por tanto, es en esta segunda vertiente, donde el conocimiento que la conciencia tiene del
mundo exterior, hay que traducirlo, por la tarea de intentar conocer lo mejor que se pueda, el
funcionamiento de la propia conciencia, ya que una vez que se ha dado la primera vertiente, es
decir, la condición indispensable para que tenga lugar esta segunda vertiente, en la que la
conciencia ya no tiene la necesidad de alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno,
es decir, de saber que existe.
Por otro lado, aún cuando expresiones como tomar conciencia, es como si se refiriesen a
la actitud de una preocupación por querer cambiar las cosas, por cierto, actitud casi siempre
aparente, ya que al final las cosas siguen como estaban, lo cierto, es que esta segunda vertiente,
la exterior, no se refiere nunca a querer identificar la conciencia de cada individuo humano,
con una actitud de preocupación por querer cambiar el estado de cosas, en el que se encuentra
el mundo de la vida cotidiana, ya que además sabemos, que en el fondo, eso es algo imposible,
dado que cuando aceptamos al yo de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es
decir, al Ego, la conciencia de lo que yo quiero del mundo, adquiere un sentido de vida, que le
vale para sobrevivir y soportar la vida cotidiana de cada individuo humano, y por tanto ir
hacia algo, aunque se sepa que ese ir hacia algo es totalmente falso, que sólo vale por ejemplo,
para tener una actitud de preocupación por querer cambiar las cosas, pero que es una actitud
casi siempre aparente, por lo que esta segunda vertiente, en la que también divide la
conciencia, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sólo puede hacer
que cada individuo humano, cuando así verdaderamente lo elija, se dedique a la tarea de
intentar conocer el funcionamiento de su propia conciencia.
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Mientras tanto, el conocimiento que quiere investigar profundamente la conciencia, para
saber algo más sobre ella misma, surge siempre de esta segunda vertiente, en la que divide la
conciencia, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que en esta
segunda vertiente, el individuo humano sabe gracias a la primera vertiente, que tiene bastante
con saber que existe, porque le duele la soledad de su conciencia, dolor, que nunca se cura,
porque la concepción mecánica y determinista de la realidad del Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, no deja actuar a cada individuo humano, sobre esta condición de
la conciencia, que produce dicho dolor de la soledad de la conciencia, dando lugar a un miedo a
no saber dialogar con la verdad que guardan nuestras conciencias, que a su vez viene del
miedo anterior a saber de cada uno de nosotros mismos, por lo que percibimos en los demás,
ese dolor de la soledad de la conciencia, que también es nuestro, y por el que cada individuo
humano, tiene bastante con saber que existe.
Todo esto tiene como consecuencia, que este dolor de la soledad de la conciencia, que
también es el dolor de cada individuo humano, se transforme en el miedo a dialogar con el
otro, es decir, en el miedo a estar con la gente, o peor todavía, a reconocernos en los otros, ya
que todo lo que sabemos por cada uno nosotros mismos, lo sabemos por los otros, es decir,
sabemos lo que no nos gusta, porque conocemos lo que no nos gusta de los demás.
Detrás de este miedo a saber de nosotros mismos, a por ejemplo, reconocer que somos
débiles, porque vemos la debilidad de los demás, se encuentra el miedo a la vida, que en el
fondo, es el miedo a la muerte, que siempre tiene el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, el cual jamás quiere morir, y por el que una vez que se ha dado la primera
vertiente, en la que divide la conciencia, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, ya puede darse la segunda vertiente, y por la cual, la conciencia de cada uno de
los individuos humanos, no puede sobrevivir y soportar la vida cotidiana, sino acepta, no sólo
la atención continuada de otras conciencias similares a la suya, sino sobre todo, sino acepta que
se conoce porque se reconoce en los otros.
Por tanto, una vez superada la primera vertiente de la conciencia, por la que esta
conciencia tiene que alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, es decir, tiene
necesidad de saber que existe, puede ya aspirar a que tenga lugar la concepción dinámica de la
conciencia, que por pertenecer a esta segunda vertiente, en la que el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, también divide a la conciencia, no quiere decir que sea una
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fase superior de conocimiento de la propia conciencia, ya que de lo único que se va a intentar
saber, es del funcionamiento de la conciencia en la vida cotidiana.
Este funcionamiento de la conciencia en la vida cotidiana, tiene lugar, siempre que la
conciencia de lo que yo quiero del mundo, sea capaz de soportar las exigencias de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, el Ego, y por tanto, estas exigencias
del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, van a exigir que la conciencia
de cada individuo humano, si quiere sobrevivir y soportar la vida cotidiana, no lo pueda hacer,
sin conseguir la atención continuada de otras conciencias similares a la suya, detrás de las
cuales, está este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y de lo que se
deriva, que si la conciencia de cada individuo humano, quiere sobrevivir y soportar la vida
cotidiana, debe aparentar que quiere ir hacia algo, aunque se sepa que ese ir hacia algo es
totalmente falso, lo que por otro lado, le permite sentir el placer de sentirse observado.
Por tanto, lo único que permite sentir el placer de sentirse observado, es aparentar querer
ir hacia algo, aunque se sepa que ese ir hacia algo es totalmente falso, pero que a su vez, le
permite sentir a cada individuo humano, la continua necesidad de despertar la admiración de los
demás.
Pero esta admiración, y necesidad de sentirnos observados, nace del dolor de la soledad de
la conciencia, que no tiene cura, ya que a nivel descriptivo se plasma en un intensísimo
sufrimiento, que conscientemente se pretende negar, pero que al ser conscientemente real, se
pretende olvidar, pero sin conseguirlo, ya que este dolor de la soledad de la conciencia, es
siempre eterno, nunca se acaba, y es el símbolo de que quien lo sufre, está vivo porque sufre
resistiendo dicho dolor de la soledad de la conciencia.
Este dolor de la soledad de la conciencia se presenta como la verdad más profunda y real
del individuo humano, y por ello la felicidad cuando existe, son momentos puntuales, en los
que las exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, son como la
conciencia de lo que yo quiero del mundo, es decir, son exigencias que coinciden con los
anhelos más profundos de nuestra conciencia.
Estos profundísimos anhelos de nuestra conciencia, que se guardan en la memoria
afectiva de nuestra conciencia, no se pueden llevar a la realidad práctica de la vida cotidiana,
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porque el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo impide, a través del
dolor de la soledad de la conciencia.
Pero este dolor de la soledad de la conciencia, si bien es algo que crea el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no es algo menos cierto para cada individuo
humano, que lo siente como la verdad más profunda y real de si mismo.
Por todo esto, aunque la causa de este dolor de la soledad de la conciencia, no sea una
causa que nazca directamente de la conciencia, sino todo lo contrario, ya que nace de su
mayor adversario, es decir, del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no
es óbice para que tanto la causa y el efecto, sean tan válidos como si surgiesen de la
conciencia.
Lo importante es que tanto la causa como el efecto coincidan, es decir, no importa la
autenticidad de quien crea esa causa y su posterior efecto, sino que lo único que importa a
efectos reales de la práctica de la vida cotidiana, es la coincidencia entre causa y efecto.
De esta manera, si lo único importante, es que tanto la causa como el efecto coincidan, ya
que no importa la autenticidad de quien crea esa causa y su posterior efecto, podemos señalar
por tanto, que la felicidad cuando existe, son momentos puntuales, en los que las exigencias del
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, coinciden con los anhelos más
profundos de nuestra conciencia.
Así que la felicidad existe como un estado de ánimo que va y viene, y que depende de que
las exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, coincidan con
los anhelos más profundos de nuestra conciencia, por lo que para la existencia de la propia
conciencia, en sus dos vertientes, tanto en la primera vertiente, que se convierte en la referencia
del dolor de la soledad de la conciencia, ya que la conciencia para alcanzar la estabilidad como
sistema unitario interno, tiene necesidad de saber que existe, como en la segunda vertiente, es
decir, la exterior, que como concepción dinámica de la conciencia, hace sentir al individuo
humano, el placer de sentirse observado, aunque para ello tenga que aparentar querer ir hacia
algo, y aunque se sepa de antemano, que ese ir hacia algo es totalmente falso, por lo que en
ninguna de estas dos vertientes de la conciencia, se necesita de la felicidad, ya que esta
felicidad existe solamente en momentos puntuales, en los que las exigencias del Ego de los
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requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, coinciden con los anhelos más profundos de
nuestra conciencia.
Por todo esto, el dolor de la soledad de la conciencia, es un dolor uniforme, que convierte
en iguales a cada una de nuestras conciencias, y que nos sirve para darnos cuenta, a través de
la segunda vertiente, la exterior, de la imposibilidad de luchar por una igualdad real en el
mundo de la vida cotidiana, ya que el placer de sentirse observado, es decir, la continua
necesidad de despertar la admiración de los demás, y lo que ello conlleva de querer aparentar
ir hacia algo, aun cuando se sepa de antemano, que ese ir hacia algo es totalmente falso, dado
que la felicidad en la cotidianidad de la vida real, es una continua búsqueda, que tiene que
hacer cada individuo humano dentro de su propia conciencia.
Al mismo tiempo, nos damos cuenta al analizar la felicidad, que la igualdad es algo
imposible de conseguir, ya que no se puede lograr materialmente, y sólo nos queda recurrir a
la imaginación, utilizando para ello la conciencia de lo que yo quiero del mundo, que son
nuestros anhelos más profundos, pero que no son capaces de converger con las exigencias del
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por ello lo importante para
mucha gente, es al menos tratar de conseguir un poco de felicidad, es decir, que la causa y el
efecto coincidan.
Por todo esto, la igualdad es algo imposible de conseguir como hecho social, ya que dicha
igualdad sólo es posible, si la imaginamos desde la conciencia de lo que yo quiero del mundo,
tanto en su primera vertiente para alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, ya que
la conciencia tiene necesidad de saber que existe, como en su segunda vertiente, que hace sentir
al individuo humano, el placer de sentirse observado.
De esta manera, al mismo tiempo que nos damos cuenta al analizar la felicidad, que la
igualdad es algo imposible de conseguir, ya que no se puede lograr materialmente, y sólo nos
queda recurrir a la imaginación, utilizando para ello la conciencia de lo que yo quiero del
mundo, nos damos cuenta también, que este anhelo de igualdad material, no se puede asimilar
con la idea del Amor a los demás, ya que esta última, es una idea impuesta por el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, por lo que está imposición de vivir desde la
necesidad de buscar el Amor de los demás, es sólo consecuencia del dolor de la soledad de la
conciencia, del que está detrás el miedo a la vida, que en el fondo, es el miedo a la muerte, que
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se tiene desde el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, porque el Ego
jamás quiere morir.
Por tanto, este anhelo de igualdad material en la práctica de la vida cotidiana, no viene
motivado por la aparente idea filantrópica del Amor a los demás, ya que dicha idea no existe,
sino que esta idea no es más que un engaño del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, y por lo cual, eso que llamamos Amor a los demás, en el fondo, no es más que
dolor de la soledad de la conciencia.
De esta manera, este aparente Amor a los demás, que tan bien visto está, no es más que un
engaño del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, a la Conciencia de cada
individuo humano, y que queda reflejado, en la segunda vertiente de la conciencia, que como
concepción dinámica de la conciencia que es, busca el amor de los demás, gracias al silenciado
placer de sentirse observado y admirado, y lo que ello conlleva de querer aparentar ir hacia
algo, aun cuando se sepa de antemano, que ese ir hacia algo es totalmente falso, y por lo tanto,
la igualdad material en la práctica de la vida cotidiana, es algo imposible como hecho social en
términos absolutos, por lo que cada individuo humano, al tener que vivir y por tanto aceptar, la
determinación del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí de la vida
cotidiana, no le queda más remedio que aparentar ir hacia algo, aun cuando sepa de antemano,
que ese ir hacia algo es totalmente falso, y de ahí se deriva la imposibilidad de luchar por una
igualdad real en el mundo de la vida cotidiana.
Cada individuo humano, al tener que sobrevivir, va a tener que aceptar por tanto, la
determinación del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo que va a
convertir, sin que su conciencia lo quiera, pero obligado por esa determinación del Ego, esa
larga cadena de reflexiones acerca de la igualdad, en una metareflexión, que en este caso
concreto, sólo sirve para apartarse del problema de la igualdad en el mundo de la vida
cotidiana, y dejar paso al sentido de la autoimportancia.
Por todo esto, la igualdad sólo existe dentro de la conciencia, pero no como una
aproximación axiológica, sino como un factor esencial para la llamada Unidad de Relación de
la Conciencia, es decir, para la existencia de la Conciencia en sus dos vertientes, tanto en una
primera, como referencia al dolor de la soledad de la conciencia, ya que la conciencia para
alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, tiene necesidad de saber que existe, para
lo cual, a su vez necesita, que estas dos vertientes de la conciencia, tengan una buena relación
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entre ellas, es decir, tratar que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
no se meta en el medio de las dos.
Además, aunque no sea agradable reconocerlo, ya en la primera vertiente, el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, está inmiscuido en la necesidad que tiene la
conciencia de alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, a través de la creación del
dolor de la soledad de la conciencia, ya que quien provoca y está detrás de este dolor de la
soledad de la conciencia, es el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo
que no es óbice, para que este Ego se meta en la relación entre la primera y segunda vertiente,
la cual es dependiente de la primera, es decir, tiene que darse la primera, para que se pueda dar
esta segunda vertiente, que denominamos, CONCEPCIÓN DINÁMICA DE LA CONCIENCIA,
YA QUE LA CONCIENCIA PARA PODER SOBREVIVIR EN LA VIDA COTIDIANA, A
LA DETERMINACIÓN DEL EGO DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO
QUIERE DE MÍ, NECESITA CONSEGUIR LA ATENCIÓN CONTINUADA DE OTRAS
CONCIENCIAS SIMILARES.
Por tanto, el dolor de la soledad de la conciencia, que es el origen de todo lo que crea el
Universo de cada individuo humano, y que está provocado por el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, está inmiscuido a su vez, en la necesidad que tiene la conciencia
de alcanzar la estabilidad como sistema unitario interno, es decir, la conciencia tiene necesidad
de saber que existe, y lo consigue, a través de este dolor de la soledad de la conciencia, que es
el origen de todo lo que crea el Universo de cada individuo humano.
Por tanto, ES ESTE DOLOR DE LA SOLEDAD DE LA CONCIENCIA, QUIEN CREA
EL UNIVERSO DE CADA INDIVIDUO HUMANO, YA QUE SI PARA QUE SE
PRODUZCA UN EFECTO, ES NECESARIA UNA CAUSA ANTES, LA CAUSA DEL
DOLOR DE LA SOLEDAD DE LA CONCIENCIA, ES QUIEN CREA EL EFECTO
Universo de cada individuo humano.
Es este dolor de la soledad de la conciencia, uno de los mecanismos explicativos del
origen de todo lo que es el Universo de cada individuo humano, pero también a su vez, de
porque un buen científico social, un buen politólogo, o un gran pensador de inicios del tercer
milenio, sabe de la importancia de abrir nuevos campos en el conocimiento de la realidad, que
permitan ayudar a que los individuos humanos, conozcan un poco mejor, aquellos aspectos
menos claros del interior de si mismos.
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De esta manera, es gracias a este dolor de la soledad de la conciencia, que es el que crea el
Universo de cada individuo humano, lo que favorece que a inicios del Tercer Milenio, los
individuos humanos puedan si quieren, conocer un poco mejor, la manera de romper con su
subordinación a las normas colectivas de la sociedad, es decir, a las normas del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Este anhelo de romper con la subordinación a las normas colectivas del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, en la vida cotidiana, por parte de la conciencia
de lo que yo quiero del mundo, también se legitima científicamente, en la hondura filosófica,
para intentar explicar los motivos, que están detrás de la aparición de dicho dolor de la soledad
de la conciencia, que como sabemos no tiene solución, pero cuyo descubrimiento puede
colaborar, a que un nuevo concepto de individuo humano, vaya emergiendo durante todo el
tercer milenio.
Por todo esto, el individuo humano, desde los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, es decir, desde el Ego, y por lo tanto, desde un marco pragmático del sentido de la
realidad, tiene una serie de características, que lo distinguen del espacio y tiempo como
condición de la conciencia, que es desde donde se construye el yo de la teoría del
reconocimiento científico, que es un yo de sentido y por tanto interpretativo, es decir, la cuarta
tesis epistemológica de la teoría del reconocimiento científico, que a su vez responde a una
lógica opcional, la cual incluye las paradójicas incertidumbres de la existencia, subordinada a la
quinta y a la novena tesis epistemológica, de la lógica opcional de la Razón previsora, cuyo yo
interpretador, no se ve en el espacio físico de nuestras vidas.
De esta manera, este yo de la teoría del reconocimiento científico, que es un yo de
sentido, y por tanto interpretativo, el cual, no se ve en el espacio físico de nuestras vidas, sino
que está más allá de la separación entre objeto y sujeto, ya que es esta separación, la que
todavía sirve para que siga operando la distinción entre ciencias de la naturaleza y ciencias
sociales, lo que lleva a que el individuo humano, siga considerándosele como un ser dividido
en partes, es decir, se quiere hacer creer que la realidad y el individuo humano es algo
distinto, que no son la misma cosa, sino que eso que se denomina realidad, es algo que está
separado de cada individuo humano.
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Pero el yo de la teoría del reconocimiento científico está en condiciones de afirmar, que
como yo de sentido, y por tanto interpretativo que es, es el yo que se encarga de construir la
realidad, es decir, es el yo que metafísicamente hablando, escoge creer, y por tanto construir
abstractamente unos ciertos atributos de la realidad, y no otros, ya que no considera que la
realidad es algo que está separado de cada individuo humano, es decir, GRACIAS A ESTE
YO DE LA TEORÍA DEL RECONOCIMIENTO CIENTÍFICO, LA SEPARACIÓN ENTRE
OBJETO Y SUJETO NO EXISTE, YA QUE LA VERDADERA REALIDAD NUNCA
SEPARA AL OBJETO DEL SUJETO.
Por tanto, y muy al contrario de lo que se piensa, si bien es verdad, que cada individuo
humano, es el que tiene el poder de construir la realidad, ya que es el yo que metafísicamente
hablando escoge creer, y por tanto construir abstractamente unos ciertos atributos de la
realidad, y no otros, también es verdad, y lo es más, que mi teoría del reconocimiento
científico, y en concreto, dentro de esta teoría, las tesis de la soledad, si recogen y están de
acuerdo en un primer bloque, con la visión mecánica del Universo que tiene Newton, como con
la concepción determinista de Einstein, para afirmar que es verdad, que hay una realidad que
está ahí, al margen de cómo cada uno de los individuos humanos la quiere interpretar, cuyo
ejemplo más claro y esencial, es la causa del origen de todo el Universo, es decir, del dolor de
la soledad de la conciencia, que no tiene cura, porque es una condición de la conciencia, sobre
la que no deja actuar el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que este
dolor de la soledad de la conciencia, es inevitablemente provocado por dicho Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Por todo esto, podemos afirmar, que las casualidades no existen, sino que todo lo que le
ocurre a cada individuo humano, está determinado por una causalidad concreta, la cual viene
determinada por este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Por tanto, el afirmar que LAS CASUALIDADES NO EXISTEN, SINO QUE TODO LO
QUE LE OCURRE A CADA INDIVIDUO HUMANO, ESTÁ DETERMINADO POR UNA
CAUSALIDAD CONCRETA, LA CUAL VIENE DETERMINADA POR EL EGO DE LOS
REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, no es óbice ninguno para
reconocer, que mi Teoría del Reconocimiento Científico, y en concreto, dentro de esta teoría,
las tesis de la soledad, si recogen en un segundo bloque, el principio de indeterminación de la
física cuántica, ya que para esta física siempre hay incertidumbre, es decir, azar, y por lo tanto
elección, donde la realidad es construida por cada uno de los individuos humanos, es decir, la
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realidad es mental, no está ahí afuera, como cotidianamente parece, sino que está en cada uno
de nosotros.
Por todo esto, el yo de la Teoría del Reconocimiento Científico, que es un yo de sentido y
por tanto interpretativo, que es el yo que se encarga de construir la realidad, es decir, es el yo
que metafísicamente hablando, escoge creer, y por tanto construir abstractamente unos ciertos
atributos de la realidad, y no otros, ya que no considera que la realidad es algo que está
separado de cada individuo humano, por lo que gracias a este yo de la Teoría del
Reconocimiento Científico, la separación entre objeto y sujeto no existe, ya que la verdadera
realidad nunca separa al objeto del sujeto, es decir, nunca separa al individuo humano como
sujeto, de la realidad como objeto, sino que son la misma cosa, por lo que el individuo humano
parece que se encuentra capacitado para elegir el destino que quiere.
Pero esto hay que matizarlo, porque SI BIEN SEGÚN EL YO DE LA TEORÍA DEL
RECONOCIMIENTO CIENTÍFICO, que es un yo de sentido y por lo tanto interpretativo, EL
INDIVIDUO HUMANO PUEDE ESCOGER CREER, Y POR TANTO CONSTRUIR
ABSTRACTAMENTE UNOS CIERTOS ATRIBUTOS DE LA REALIDAD, Y NO OTROS,
AL MISMO TIEMPO Y AUTOMÁTICAMENTE ENTRA EN FUNCIONAMIENTO, AL
SER ESTA ELECCIÓN SIEMPRE Y UNICAMENTE POSIBLE DENTRO DE LA
REALIDAD MENTAL DE CADA INDIVIDUO HUMANO, LA CONCEPCIÓN MECÁNICA
Y DETERMINISTA DE LA REALIDAD, QUE ESTÁ AHÍ, AL MARGEN DE CÓMO CADA
INDIVIDUO HUMANO LA QUIERA INTERPRETAR, ES DECIR, AL MARGEN DEL YO
DE LA TEORÍA DEL RECONOCIMIENTO CIENTÍFICO, SIENDO LA CAUSA DEL
ORIGEN DE TODO EL UNIVERSO, ES DECIR, DEL DOLOR DE LA SOLEDAD DE LA
CONCIENCIA, QUE NO TIENE CURA, PORQUE ES UNA CONDICIÓN DE LA
CONCIENCIA, SOBRE LA QUE NO DEJA ACTUAR, EL EGO DE LOS
REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ.
De esta manera, SI BIEN PARECE QUE EL INDIVIDUO HUMANO SE ENCUENTRA
CAPACITADO PARA ELEGIR EL DESTINO QUE QUIERE, LA VERDAD, ES QUE LA
CONCEPCIÓN MECÁNICA Y DETERMINISTA DE LA REALIDAD, QUE TIENE EL EGO
DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, NO VA A DEJAR
ACTUAR A CADA INDIVIDUO HUMANO, PARA NO ELEGIR UN DETERMINADO
DESTINO, ES DECIR, UNA REALIDAD, QUE FINALMENTE NO LE HAGA SUFRIR.
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Por todo esto, hay cosas que pasan porque tienen que pasar, no queda más remedio que
aceptarlas como vienen, ya que POR MUCHO QUE EL INDIVIDUO HUMANO INTENTE
QUE LAS COSAS SEAN COMO EL QUIERE, HAY DETERMINADAS COSAS QUE LE
OCURREN, PORQUE TIENEN QUE OCURRIRLE, ES DECIR, NO LE QUEDA MÁS
REMEDIO QUE ACEPTAR CIERTAS COSAS, QUE LE HUBIERA GUSTADO NO TENER
QUE PASAR, PERO ESTÁN AHÍ PARA PASARLE, AL MARGEN DEL YO DE SENTIDO Y
POR TANTO INTERPRETATIVO DE LA TEORÍA DEL RECONOCIMIENTO
CIENTÍFICO.
De estos modos, POR MUCHO QUE CADA INDIVIDUO HUMANO INTENTE, QUE
CIERTAS COSAS NO LE SUCEDAN, ESTAS COSAS LE SUCEDEN IGUAL, sin que este
individuo humano lo quiera, YA QUE LA CONCEPCIÓN MECÁNICA Y DETERMINISTA
DE LA REALIDAD, QUE TIENE EL EGO DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL
MUNDO QUIERE DE MÍ, LE IMPIDE ACTUAR, ES DECIR, NO ELEGIR UNA
REALIDAD QUE FINALMENTE NO LE HAGA SUFRIR.
POR TODO ESTO, se puede afirmar, que EL INDIVIDUO HUMANO, NUNCA ESTÁ
CAPACITADO TOTALMENTE PARA DETERMINAR LA REALIDAD, ES DECIR, EN SU
TOTALIDAD HUMANA, EL HOMBRE NUNCA ESTÁ CAPACITADO, AUNQUE
ALGUNAS VECES LO PARECIESE, PARA ELEGIR EL DESTINO QUE QUIERE.
COMO MUCHO, CADA INDIVIDUO HUMANO, LO QUE PUEDE LLEGAR A HACER,
ES intentar intervenir en aquellos aspectos de la realidad, en los que metafísicamente
hablando, escoge creer, es decir, ESCOGER AQUELLAS COSAS, QUE NO ESTABAN PARA
PASARLE, YA QUE ES SOLAMENTE ES EN ESTE MOMENTO, CUANDO ES LIBRE PARA
USAR EL YO de la Teoría del Reconocimiento Científico, que es un yo de sentido y por tanto
interpretativo, ya que este yo, es el que se encarga de construir su realidad individual.
Por tanto, no es sólo cada individuo humano desde su conciencia de lo que yo quiero del
mundo, el único capacitado para determinar el sentido de la realidad, ya que por mucho que
cada individuo humano intente que ciertas cosas no le sucedan, estas cosas le suceden igual, ya
que la concepción mecánica y determinista de la realidad, que tiene el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, le impide actuar, es decir, no elegir una
realidad que finalmente no le haga sufrir.
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Por todo esto, se puede afirmar, que el individuo humano, nunca está capacitado
totalmente para determinar la realidad, es decir, el hombre nunca está capacitado, aunque
algunas veces lo pareciese, para elegir el destino que quiere, ya que como mucho, cada
individuo humano lo que puede llegar a hacer, es intentar intervenir en aquellos aspectos de la
realidad, en los que metafísicamente hablando, escoge creer, es decir, sólo puede llegar a
escoger aquellas cosas, que no estaban para pasarle, ya que es solamente en este momento,
cuando es libre para usar el yo de la teoría del reconocimiento científico, que es un yo de
sentido y por tanto interpretativo, ya que este yo es el que se encarga de construir su propia
realidad individual.
De esta manera, mediante la cuarta tesis epistemológica de la Teoría del Reconocimiento
Científico, y en el contexto de la lógica humana, es decir, de la capacidad que tiene cada
individuo humano para escoger aquellas cosas, que no estaban para pasarle, ya que es
solamente en este momento, cuando es libre para usar el yo de la teoría del reconocimiento
científico, que por ser un yo de sentido y por tanto interpretativo, puede llegar a hacer un
análisis independiente y singular de realidad, frente a los deseos que tienen los grandes centros
de difusión del pensamiento mundial de acaparar el conocimiento sobre la realidad, y que tratan
de reivindicar como un bien privativo de unos pocos, es decir, que sea un conocimiento que no
trate el interés general de la ciudadanía, ya que estos pocos, que quieren acaparar el control del
conocimiento sobre la realidad, consideran que la Política no emana de la libertad individual,
que al menos si tiene cada individuo humano, para escoger aquellas cosas, que no estaban
para pasarle, ya que por mucho que cada individuo humano intente que las cosas sean como el
quiere, hay determinadas cosas que le ocurren, porque tienen que ocurrirle, es decir, no le
queda más remedio que aceptar ciertas cosas, que le hubiera gustado no tener que pasar.
Por otra parte, esta consideración de la política, como algo que no emana de la libertad
individual, y si de la imposición del interés de unos pocos, ejemplifica también a nivel práctico,
la imposibilidad de aplicar la Razón Previsora.
Esta Razón Previsora, que según lo dispuesto en la octava tesis epistemológica de la
Teoría del Reconocimiento Científico, se encuentra en nuestra conciencia como idea
racionalista, aunque la experiencia nos muestra su casi práctica inexistencia, porque aunque
esta Razón Previsora, se origine en la parte ética de nuestra conciencia, que es quien marca la
necesidad de su implantación, es el yo interpretador de cada individuo humano el único que la
puede poner en práctica.
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Por eso, este yo interpretador de cada individuo humano, que es el único que puede poner
en práctica dicha Razón Previsora, al no poder con la concepción mecánica y determinista de la
realidad, ya que si bien parece que el individuo humano se encuentra capacitado para elegir el
destino que quiere, la verdad, es que esta concepción mecánica y determinista de la realidad,
que tiene el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no deja actuar a cada
individuo humano, para que no elija un determinado destino, es decir, una realidad, que
finalmente no le haga sufrir en su interior, por lo que esta Razón Previsora, no es capaz de
mejorar el mundo que está fuera de nosotros mismos, si antes en el interior de cada individuo
humano, éste no ha elegido un determinado destino, es decir, una realidad, que finalmente no
le haga sufrir.
A decir verdad, es cada individuo humano, desde su interior, quien debe procurar esta
mejora del mundo, mejora que no se produce, si el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, no deja actuar a cada individuo humano, para que no elija un determinado
destino, es decir, una realidad, que finalmente no le haga sufrir en el interior, ya que todo
sufrimiento es interior, ya que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
siempre se lo impone a la conciencia, lo que se refleja en el mundo exterior de la vida
cotidiana.
Además, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, impide que
cada individuo humano, pueda conocer la verdad de su conciencia, y que a su vez, la pueda
sentir por sí misma, lo que hace que el individuo humano, generalmente sólo sea capaz de fijar
su atención en las cosas, y en lo que está fuera de si mismo.
Lo que refleja esta situación, es que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, controla la totalidad de la conciencia de cada individuo humano, es decir, que
salvo momentos muy puntuales, en los que el individuo humano siente como una consciente
clarividencia de sí mismo, los demás instantes de la existencia de cada individuo humano en la
vida cotidiana, son instantes en el que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, se apodera por completo de la conciencia.
Estos instantes, en los que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
se apodera por completo de la conciencia, que son casi todos, el individuo humano no sólo
siente confusión en su interior, sino que además, siente la necesidad que tiene este Ego de los
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requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, de poseer y controlar la acción individual y
grupal de cada una de las vidas humanas.
Además, este es el mejor argumento, para que cada individuo humano, y bajo la supuesta
protección del grupo, pueda ocultar de una manera individual, el miedo a la vida que tiene,
que en el fondo, es el miedo a la muerte que tiene el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, el cual jamás quiere morir, por lo que este miedo, al igual que la soledad,
el tiempo, el espacio, y la Razón Previsora, al ser una condición de la conciencia, y al no poder
ser resuelto en teoría por nadie que no sea el propio Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, que es quien lo produce, el individuo humano aunque procure desposeerse
de dicho miedo, es algo que se le hace imposible.
Por tanto, al individuo humano, se le hace imposible desposeerse de dicho miedo a la
vida, porque no es algo que depende de la conciencia, sino que es algo que depende del Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y como este Ego jamás quiere morir, es
imposible que el individuo humano, se pueda desposeer de dicho miedo a la vida, que en el
fondo, es el miedo a la muerte.
Además, otra de las condiciones de la conciencia, como es la Razón Previsora, al ser una
condición de la conciencia, producida igual que el miedo, por el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, el individuo humano, no procura desposeerse de ella, cuanto
antes posible mejor, sino que trata de perderla de vista, es decir, de su conciencia, vendiendo
esta Razón Previsora o parte ética de la conciencia, para sentirse admirado y respetado por
los demás individuos humanos, a los que les ocurre lo mismo que le pasa a él.
Pero el individuo humano, cuando vende esta Razón Previsora o parte ética de nuestra
conciencia, es porque el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se lo está
imponiendo, lo que a su vez, y como consecuencia directa de ello, es que el individuo humano,
tenga la necesidad de vender la comunicación consigo mismo, lo que explica metafísicamente
hablando, la continua división del individuo humano en distintas partes, y que tiene como
resultado, la visión del individuo humano de una manera no holística, es decir, como un ser
dividido en distintas partes, las cuales, parece que no tienen relación entre sí.
Esta visión no holística del individuo humano, favorece la construcción de una realidad
artificial, desgajada en diversas partes, y que se nos quiere hacer pasar como real, a través de
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una vida cotidiana llena de obstáculos artificialmente creados por unas mentes repletas de una
falsa complejidad, dada la determinante influencia del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.
Además, esta visión del individuo humano, de una manera no holística, queda reflejada
en la experiencia diaria de la necesidad que tiene el individuo humano de sentirse observado,
con el único objetivo de despertar la admiración de los demás, y que corresponde internamente
dentro de la conciencia, al nivel de la segunda vertiente de la unidad de la relación de la
conciencia, y que conocemos como concepción dinámica de la conciencia.
Esta concepción dinámica de la conciencia, para poder sobrevivir, necesita de la atención
continuada de otras conciencias similares, actitud que viene motivada, por la tremenda
inseguridad que produce el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que
se refleja en el dolor de la soledad de la conciencia de cada individuo humano, a través de la
llamada huella de la mácula universal, que más o menos quiere decir, la mancha que todos los
seres humanos traemos con nosotros, y que explica la falta de confianza que los seres humanos
tenemos en cada uno de nuestros semejantes.
Por eso, esta desconfianza, que cada ser humano tiene con cada uno de sus semejantes, y
que provoca la angustia del encuentro con el otro, lo que hace que siempre estemos en
posición de alerta ante lo que pueda hacer aquel otro individuo humano, que como cada uno de
nosotros, también le ocurre la misma situación, lo que nos lleva a querer resistir, y por lo que
para que esta gran desconfianza que cada individuo humano siente por el otro individuo
humano, que como él está en la misma situación, y que es la consecuencia visible del dolor de
la soledad de la conciencia, tenga solución, tenemos las primeras condiciones de la conciencia,
es decir, la soledad, el miedo, el espacio, el tiempo, y la razón previsora, que al no poder ser
resueltas por nadie, ya que son condiciones de la conciencia sobre las que no se tiene capacidad
de actuar, dado que la concepción mecánica y determinista de la realidad, que tiene el Ego lo
impide, aunque por otro lado, sea dicho Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, el que las produce, ya que sino, no serían condiciones de la conciencia, ya que toda
condición de la conciencia para serlo, tiene que ser consecuencia de la intervención de este
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia.
De esta manera, cuando se produce la conformación de una condición de la conciencia,
sea la soledad, el espacio, el tiempo, la muerte, y la razón previsora, por la intervención del Ego
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de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo
humano, es cuando se está produciendo al mismo tiempo, la venta de la comunicación con
cada uno de nosotros mismos.
Es decir, la venta de la comunicación profunda que el individuo humano hace consigo
mismo, es consecuencia de la intervención directa que hace el Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo humano, y aunque la
conciencia no está de acuerdo con esta venta, no le queda más remedio que aceptarlo, ya que
estas condiciones de la conciencia se seguirán elaborando, como lo han hecho desde siempre.
Estas condiciones de la conciencia, no forman parte de la esencia de la misma
conciencia, sino que si están ahí, es porque la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, las elabora, para que cada individuo humano,
sea realista y acepte la terrible dureza de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
es decir, del propio Ego, que es quien elabora dichas condiciones de la conciencia.
De esta manera, esto es lo que prueba, la nula capacidad de adaptación de la conciencia
de cada individuo humano, a las exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, sino fuera por la existencia de dichas condiciones de la conciencia, que son las
que permiten que el individuo humano, se vaya adaptando al realismo y a la terrible dureza de
las exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Pero aún así, al individuo humano le cuesta mucho adaptarse al realismo y a las
exigencias del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, a pesar de la
elaboración de estas condiciones de la conciencia, por la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que nada se dice de su proceso de
elaboración, por lo que el individuo humano sólo puede aceptar, pero jamás preguntar el
porque de la elaboración de dichas condiciones de la conciencia.
Así que la aceptación de la existencia de estas condiciones de la conciencia, es la clave
básica para que el individuo humano, sea capaz de sobrevivir de la mejor manera que pueda,
en la vida cotidiana que a cada individuo humano le toca vivir.
Por tanto, ESTA ACEPTACIÓN DE LAS CONDICIONES DE LA CONCIENCIA, LAS
CUALES SON ELABORADAS POR LA INTERVENCIÓN DIRECTA DEL EGO DE LOS
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REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, SE DESTAPA COMO UN
PROCESO CLAVE PARA QUE EL INDIVIDUO HUMANO SEA CAPAZ DE SOBREVIVIR DE
LA MEJOR MANERA QUE PUEDA EN LA VIDA COTIDIANA, EN LA QUE A CADA
INDIVIDUO HUMANO LE TOCA VIVIR.
Así que, la clave básica para que el individuo humano sea capaz de ir adaptándose a las
exigencias de la vida cotidiana, es que del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, sea consciente, si es posible, el menor número de individuos humanos posibles.
Por todo esto, para que la vida cotidiana de cada individuo humano, sea exitosa
materialmente hablando, se hace imprescindible ocultar esta intervención directa del Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo
humano, que es quien elabora las condiciones de la conciencia, que son las que permiten que el
individuo humano no sólo sea capaz de sobrevivir de la mejor manera que pueda en la vida
cotidiana, en la que a cada individuo humano le ha tocado vivir, sino que también gracias a
estas condiciones de la conciencia, que surgen de la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia, aparece la capacidad que
tiene la conciencia de autoengañarse y que queda reflejada por ejemplo, cuando un individuo
humano se enamora de otro, y sucede así, porque gracias a que este estado de enamoramiento,
como condición de la conciencia que es, ya que surge de la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia, es algo falso, ya que
cuando ese individuo humano se enamora, lo hace, no por amor, sino porque el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, le hace ilusionarse falsamente por conseguir
la atención continuada de esa otra conciencia similar a la suya, lo que no deja de ser algo
completamente inducido por este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
que interviene directamente sobre la conciencia de cada individuo humano, por lo que
enamorarse, no deja de ser una consecuencia del dolor de la soledad de la conciencia, dolor
sobre el cual, como condición de la conciencia que es, el individuo humano, no tiene
capacidad de actuar, porque el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se
lo impide, y esta es la causa, de que cuando un individuo humano se enamora de otro, aunque
no lo quiera, se vea arrastrado hacia esa otra persona, sin que lo pueda controlar.
A este proceso en conjunto, que va más allá de la condición de la conciencia, que aquí
denominamos enamoramiento, ya que no sólo lo incorpora, sino que lo supera, y por el cual, el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, interviene directamente en la
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conciencia, se llama imaginismo, lo que no se debe confundir con la imaginación, ya que este
imaginismo va más allá de la facultad que tiene la mente para combinar simultánea o
sucesivamente imágenes mentales, que en realidad, no representan nada como materialmente
existente, sino que este imaginismo tiene lugar, cuando una conciencia establece una relación,
en la cual, la otra u otras conciencias, son en realidad sentidas como distintas a esa conciencia
primera que ha comenzado por establecer dicha relación.
Esto ocurre así, porque estas conciencias son percibidas hermeneuticamente hablando, no
como conciencias, sino que sobre todo lo que quieren, es intentar dar luz al interior de cada
individuo humano, ya que se quieren disimuladamente presentar, como algo sobre lo que no
tiene intervención directa el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por
lo cual, no sólo incorpora este proceso de enamoramiento, sino que lo supera, aunque al final
este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, siempre es capaz hacer creer a
la conciencia de cada individuo humano, que es diferente a todas las demás conciencias, es
decir, que no tiene nada que ver con el interior de las otras conciencias, por lo que esta falsa
idea de diferenciación, que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
quiere hacer creer que existe entre unas conciencias y otras, se refleja en que la conciencia de
cada individuo humano, se siente, por esta intervención directa del Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, como algo propio e independiente, por lo que cuando esto
sucede, ya no es la conciencia quien siente, sino que quien verdaderamente siente, es el Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo que trae como consecuencia más
inmediata, la capacidad que tiene este Ego, para hacer que cada individuo humano, sienta la
necesidad continua de hacer reflejar en esa u otras conciencias, que por cierto, siente
diferentes a la suya propia, una serie de sentimientos humanos, los cuales, aunque no sean
verdaderos, le gusta reflejar idealizadamente en esa u otras conciencias, como por ejemplo,
sentimientos de serenidad y comprensión definitiva de todo lo que le sucede en su vida
cotidiana, que aunque casi nunca se dan en su interior de verdad, en el fondo, sirve para hacer
creer a las otras conciencias, de su supuesta bondad, es decir, es como si cada individuo
humano, pretendiese estar sacando continuamente una posición de ventaja sobre las demás
conciencias individuales, y que se refleja, en pretender manipular una serie de sentimientos de
la conciencia, que casi nunca se tienen en la vida cotidiana.
Todo esto, no es más que la consecuencia directa de la intervención del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo humano,
y por tanto, el imaginismo de cada conciencia, es un yo que se ama así mismo al verse reflejado
42
en las otras conciencias similares a la suya, y cuyo reflejo pertenece al mundo exterior, YA
QUE ESTA CONCIENCIA, QUE SUFRE LA DIRECTA INTERVENCIÓN DEL EGO de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, EN EL FONDO, NO QUIERE A LAS
OTRAS CONCIENCIAS, EN LAS QUE SE VE REFLEJADA, YA QUE SE LO IMPIDE
ESTE EGO DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, YA
QUE ESTA CONCIENCIA UTILIZA A LAS DEMÄS CONCIENCIAS, COMO MEDIO
PARA SACAR VENTAJA SOBRE LAS DEMÁS, ES DECIR, PARA TRATAR DE
CONOCERSE ASÍ MISMA UN POCO MEJOR, DE LO CUAL NUNCA ES CAPAZ, YA
QUE EL EGO DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, LO
QUE PRETENDE, ES CONFUNDIR TODAVÍA MÁS, A ESTA CONCIENCIA, POR LO
QUE LA SUPUESTA POSICIÓN DE VENTAJA, QUE HACE CREER QUE LOGRARÁ
ESTA CONCIENCIA INDIVIDUAL, SI SIGUE POR LAS BUENAS, A ESTE EGO DE LOS
REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, NO ES MÁS QUE UN
SUCIO ENGAÑO de dicho Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
ES POR ESTO, QUE LA CONCIENCIA DE CADA INDIVIDUO HUMANO, NO
QUIERE A LAS OTRAS CONCIENCIAS POR LO QUE SON CADA UNA DE ELLAS
MISMAS, SINO POR LO QUE EL EGO DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL
MUNDO QUIERE DE MÍ, ES CAPAZ DE SACAR DE CADA UNA DE ELLAS MISMAS.
Por tanto, si como decía Sartre, existir es crear tu propia existencia, ya que somos
individuos libres y por eso estamos condenados a elegir, aunque esa supuesta libertad del
hombre sea una condena, ya que una vez ha sido arrojado al mundo, es responsable de todo lo
que hace, ya que para Sartre, no hemos pedido a nadie que nos haga aparecer como seres libres,
por lo que no tenemos valores o normas eternas por las que no regir, ya que para Sartre, la
conciencia no es nada en si misma, pero SÍ LO ES PARA EL IMAGINISMO, QUE AUNQUE
NO VEA A LA CONCIENCIA, COMO EL MODO QUE TIENE CADA INDIVIDUO HUMANO
DE QUERER A OTROS INDIVIDUOS, POR LO QUE SON CADA UNO DE ELLOS
MISMOS, SI AL MENOS, ESTA CONCIENCIA ES ALGO ESENCIAL PARA EL EGO de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, para saber de lo que se puede aprovechar, es
decir, de lo que es capaz de fastidiar a la conciencia este Ego, con tal de beneficiarse así
mismo.
De esta manera, AUNQUE PARA SARTRE, LA CONCIENCIA NO ES NADA EN SÍ
MISMA, si en cambio lo es, para el imaginismo, ya que aunque no vea a la conciencia, como el
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modo que tiene cada individuo humano de querer a otros individuos por lo que es cada uno de
estos individuos humanos, sino por lo que le puede sacar a cambio a cada uno de ellos, por lo
que se puede concluir, que esta conciencia es algo esencial para el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, ya que sin conciencia individual, la existencia de este Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no sería posible.
Por todo esto, en el tercer milenio, la existencia de cada una de nuestras conciencias, es
decir, la existencia de cada conciencia individual en la vida cotidiana, no arranca ya de la idea
sartriana de la conciencia como algo que no es nada en sí misma, sino que arranca del
Imaginismo, que es un paso posterior al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, que está detrás del dolor de la soledad de la conciencia, dolor que es principio de todo
lo que conocemos como Realidad, sea la propia de cada uno de los individuos humanos, como
de la que parece que está afuera de cada uno de los individuos humanos, aunque en el fondo
sea la misma.
Todo esto ocurre, por la NECESIDAD de adaptarse a las exigencias de la sociedad, que
le crea a cada conciencia, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que
se refleja en la necesidad de conseguir la atención de otras conciencias similares, las cuales se
ven determinadamente influidas por este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, que les obliga a tener que aceptar la venta de la comunicación consigo mismas,
vendiéndose cada una de esas conciencias a las exigencias de la sociedad, y por lo que el
individuo humano, que mejor sea capaz de adaptar su conciencia, a la venta de la
comunicación consigo misma, es decir, el que mejor sepa vender la razón previsora o parte
ética de nuestra conciencia, para sentirse admirado y respetado, dado que la maximización del
beneficio personal, ya no va a depender por tanto solamente de conseguir más o menos bienes
materiales, sino que esta maximización del beneficio personal, el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, la ha trasladado a que el individuo humano SIENTA LA
NECESIDAD de ser admirado y respetado por si mismo, pero a través de la concepción
dinámica de la conciencia, es decir, a través de la NECESIDAD QUE CONSTRUYE ESTE
EGO de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por la cual, hace sentir a cada
individuo humano, la necesidad de conseguir la atención continuada de otras conciencias
similares a la suya, las cuales, se ven determinadamente influidas por dicho Ego de la vida
cotidiana.
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Por tanto, el Imaginismo aparte de confirmar la existencia de la propia conciencia
individual, ya que a diferencia de Sartre, para quien la conciencia no es nada en si misma, el
Imaginismo, considera que gracias a la existencia de la conciencia, se puede cumplir la
segunda vertiente de la conciencia, a través de la concepción dinámica de la conciencia, ya
que culmina el proceso de las dos vertientes, tanto de la primera como referencia exacta del
dolor de la soledad de la conciencia, ya que la conciencia para alcanzar la estabilidad como
sistema unitario interno, necesita que estas dos vertientes de la conciencia, tengan una buena
relación entre ellas.
Esta primera vertiente, al ser la que contiene el dolor de la soledad de la conciencia,
mientras que la segunda vertiente, al ser la que permite a través de la concepción dinámica de la
conciencia, que la conciencia necesite de la atención continuada de otras conciencias similares,
dada la determinante influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
lo que viene a confirmar la existencia completa de la propia conciencia individual, combinando
perfectamente la estabilidad de la primera vertiente, con lo impredecible de la segunda
vertiente, si bien esta última vertiente, no es necesario que siempre tenga lugar, ya que con el
dolor de la soledad de la conciencia de la primera vertiente, no sólo es suficiente para saber
que la conciencia existe, y por tanto también el Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, ya que sin la conciencia, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, tampoco podría existir, sino que también sirve para saber que todo lo que se
conoce como la Realidad, parte de esta primera vertiente de la conciencia, es decir, del dolor
de la soledad de la conciencia.
De esta manera, es decir, desde esta combinación de la primera y segunda vertiente de la
conciencia, es desde donde arranca la adaptación de la conciencia a la vida cotidiana, ya que
este Imaginismo, no sólo es el proceso que contiene el paso posterior del dolor de la soledad de
la conciencia, de la primera vertiente de la conciencia, y que es el principio de todo, sino que a
través de la concepción dinámica de la conciencia, es decir, de la segunda vertiente, la cual no
es imprescindible que tenga lugar, no sólo se confirma la existencia completa de cada
conciencia individual, sino que cada individuo humano, además de poder preguntarse a sí
mismo sobre su propia vida cotidiana, puede a través del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, siempre que le pasa algo, buscar un argumento, que entre dentro de la
lógica de dicho Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que le sirve para
aceptar que lo que le ocurrió tenía que pasarle, por mucho que quisiese que las cosas fueran
de otro modo.
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De esta manera, A CADA INDIVIDUO HUMANO, CUANDO LE PASA ALGO EN SU
VIDA COTIDIANA, QUE NO COMPRENDE, UTILIZA ESTE EGO de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, AUNQUE MÁS BIEN SEA AL CONTRARIO, YA QUE ESTE
EGO, ES EL QUE UTILIZA A ESTE INDIVIDUO HUMANO, PARA BUSCAR UN
ARGUMENTO, QUE ENTRE DENTRO DE LA LÓGICA DE DICHO EGO de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, LO QUE LE SIRVE A DICHO INDIVIDUO
HUMANO, PARA TRATAR DE AUTOCONVENCERSE, DE QUE LO QUE LE OCURRIÓ
TENÍA QUE PASARLE, POR MUCHO QUE QUISIESE QUE LAS COSAS FUERAN DE
OTRO MODO.
Este propio autoconvencimiento, que a cada individuo humano, le hace tener consigo
mismo, el propio Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y que le sirve
para aceptar, que lo que le ocurrió tenía que pasarle, por mucho que quisiese que las cosas
fueran de otro modo, permite a cada individuo humano, la posibilidad de adaptarse a las
exigencias de la sociedad, es decir, a las exigencias del Ego de la vida cotidiana.
Para esta adaptación a las exigencias de la sociedad, cada individuo humano, utilizará
para ello a las otras conciencias, dada la determinante influencia de este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, como un medio para conocer su propia
existencia como una conciencia propia e independiente de todas las demás, cumpliendo por
tanto de una manera práctica, con el proceso que denominamos Imaginismo, ya que gracias a
esta existencia de la conciencia, se ha podido cumplir la segunda vertiente de la conciencia, a
través de la concepción dinámica de la conciencia, ya que culmina el proceso de las dos
vertientes, es decir, de la primera y segunda vertiente de la conciencia.
Por todo esto, es desde esta combinación de la primera y segunda vertiente de la
conciencia, desde donde arranca la adaptación de la conciencia a la vida cotidiana, y por ello
a su vez, cada individuo humano siempre tiene la necesidad continua de conseguir la atención
de otras conciencias similares a la suya, dada la determinante influencia del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sin tener ninguna duda, de que a medida que el
tiempo transcurra y la relación con las conciencias de cada uno de los otros individuos
humanos, vaya pasando por diferentes momentos, es decir, por altibajos, esa necesidad de
conseguir la atención continua de otras conciencias, no vaya a ser la misma, ya que la necesidad
de que se cumpla esta concepción dinámica de la conciencia, es siempre la misma.
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Por tanto, esta necesidad de conseguir la atención continua de otras conciencias similares
a la suya, es siempre la misma, ya que para poder cerrar esta segunda vertiente de la conciencia,
es necesario que se cumpla esta concepción dinámica de la conciencia, ya que además de
culminar el proceso de las dos vertientes de la conciencia, que denominamos Imaginismo, tanto
de la primera vertiente de la conciencia, que es el principio de todo lo que se conoce como
Realidad, y como referencia exacta del dolor de la soledad de la conciencia, y que es el paso
posterior, que permite ir hacia la segunda vertiente, ya que la conciencia para alcanzar la
estabilidad como sistema unitario interno, necesita que estas dos vertientes de la conciencia,
tengan una buena relación entre ellas, dado que también a través de esta concepción dinámica
de la conciencia de la segunda vertiente, y una vez que se ha dado ya la primera vertiente, por
la que se sabe de la existencia de la propia conciencia de cada individuo humano, como algo
propio e independiente de todas las demás, LA CONCIENCIA DE CADA INDIVIDUO
HUMANO, ESTÁ PREPARADA PARA DARSE CUENTA, QUE QUIERE A CADA UNA
DE LAS CONCIENCIAS DE LOS OTROS INDIVIDUOS HUMANOS, NO POR LO QUE
SIGNIFIQUEN CADA UNA DE ESAS CONCIENCIAS INDIVIDUALES, QUE SON
TAMBIÉN PARA SI MISMAS, PROPIAS E INDEPENDIENTES, SINO POR LA
DETERMINANTE INFLUENCIA DEL EGO de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, QUE ES LO QUE LE PERMITE DARSE CUENTA A CADA INDIVIDUO
HUMANO, DE LA EXISTENCIA DE ESTE EGO, ES DECIR, DARSE CUENTA DEL
AMOR QUE SIENTE POR SÍ MISMO, ES DECIR, COMO ESTE EGO de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, INFLUYE EN LA CONCIENCIA de cada individuo
humano.
Pero es gracias a la determinante influencia del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, sobre la conciencia, que se puede cerrar la segunda vertiente de la
conciencia, y por tanto se da la posibilidad, de que al combinarse la primera y segunda
vertiente, y aunque haya que hacer esa tremenda renuncia a favor del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se pueda dar la adaptación de la conciencia de
cada individuo humano a la vida cotidiana.
De esta manera, cuando la conciencia de cada individuo humano, sufre la determinante
influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es cuando el
individuo humano, se puede dar cuenta del AMOR PROPIO que dicho Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, le hace sentir para consigo mismo, ya que es
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desde este amor propio, que este Ego le hace sentir a cada individuo humano desde donde
arranca la adaptación de la conciencia a la vida cotidiana.
Así que, ES DESDE ESTE AMOR PROPIO, QUE ESTE EGO de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, LE HACE SENTIR A CADA INDIVIDUO HUMANO, DESDE
DONDE ARRANCA LA ADAPTACIÓN DE LA CONCIENCIA de cada individuo humano A
LA VIDA COTIDIANA.
De esta manera, si esta adaptación de la conciencia de cada individuo humano a la vida
cotidiana, se ha dado, es porque antes ha tenido lugar el Imaginismo, que es el proceso desde el
cual, arranca la adaptación de la conciencia a la vida cotidiana, una vez que se ha dado la
combinación entre la primera y la segunda vertiente de la conciencia.
Es por esto, que el Imaginismo, es un proceso de un gran pragmatismo vital, que permite
a cada individuo humano, renunciar a la luz de la conciencia, a cambio de poder adaptarse lo
mejor que pueda, a las circunstancias de la vida cotidiana.
Esta renuncia que hace cada individuo humano, por la determinante influencia del Ego
de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, a la luz de su propia conciencia, es lo
que hace que el individuo humano, busque el sentido de vida que le vale en su vida cotidiana,
es decir, que le permite sobrevivir, buscando ir hacia algo, aunque sepa de antemano que eso
que busca es algo falso.
Por ejemplo, a inicios del tercer milenio, la manera que tiene cada individuo humano de
renunciar a su conciencia, es buscar al otro sin estar físicamente con él, en un espacio y
tiempo ficticio, es decir, en un espacio y tiempo audiovisual, en el que el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es el protagonista, dado que lo que sucede en
ese espacio y tiempo audiovisual, concretamente definido, es lo que le sucede al Ego de la vida
cotidiana, nunca es lo que le sucede a la conciencia de cada individuo humano.
Por todo esto, por primera vez en la humanidad, se le abre la posibilidad a cada
individuo humano de renunciar a su conciencia, buscando ir hacia algo, que aunque sepa de
antemano que es falso, no por ello tiene que separarse físicamente del mundo de la vida
cotidiana, es decir, marchar para algún lado de eremita, o renunciar a la vida cotidiana de los
acontecimientos sociales, ya que el espacio y el tiempo audiovisual, aunque sea ficticio,
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permite a cada individuo humano, no sentirse raro por tener que aparentar lo que de verdad
no es, ya que socialmente es un espacio y tiempo legitimado por el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí.
Por tanto, este espacio y tiempo audiovisual, por ser un espacio y tiempo que socialmente
legitima el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, aunque sea ficticio,
permite a cada individuo humano, no sentirse raro por tener que aparentar lo que de verdad
no es, ya que a inicios del tercer milenio, la manera que tiene cada individuo humano de
renunciar a su conciencia, es buscar al otro sin estar físicamente con él, en el que este Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es el protagonista, dado que lo que le
sucede a este Ego de la vida cotidiana, nunca es lo que le sucede a la conciencia de cada
individuo humano.
Todo esto convierte al Imaginismo, en un proceso que permite poder llevar adelante, la
posibilidad que tiene cada individuo humano de renunciar a su conciencia, buscando al otro
sin estar físicamente con él, consolidando un nuevo espacio y tiempo audiovisual, en el que
cada individuo humano, pueda buscar ese sentido de la vida que le vale en su vida cotidiana,
es decir, que le permite sobrevivir, buscando ir hacia algo, que aunque sepa de antemano cada
individuo humano que es algo falso, le permite adaptarse lo mejor que pueda a las
circunstancias de la vida cotidiana.
De esta manera, cada individuo humano, ya no necesita del viejo espacio y tiempo
socioindividual, que era un espacio y tiempo visible y colectivo, como podía ser la calle, la
escuela, o la iglesia, para poder renunciar a la luz de la conciencia, que no le permitía adaptarse
a las circunstancias de la vida cotidiana con comodidad, y por eso a inicios del tercer milenio,
se prefiere ese espacio y tiempo audiovisual, que aunque sea ficticio, le permite no sólo buscar
al otro sin estar físicamente con él, sino que sin tener que estar presentes físicamente los unos y
los otros, es decir, tanto el emisor, como el que actúa de receptor y viceversa, en un mismo
espacio y tiempo audiovisual, está el que habla, y el que escucha, dada la necesidad que le
impone el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, a cada conciencia, de
conseguir la atención continua de otras conciencias similares a la suya.
Entonces, este espacio y tiempo audiovisual, produce unas relaciones psicosociales, que
van a ser totalmente controladas por el sistema social y político, es decir, con este control no se
permite que cada individuo humano pueda realizarse individualmente dejándose llevar por la
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luz de la conciencia, sino que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se
pone de lado del sistema social y político, es decir, tanto el Ego como el sistema se utilizan
mutuamente, ya que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no quiere
saber, y los que controlan el sistema, le interesa que el individuo no sepa de su conciencia.
Así que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se vuelve cómplice
del sistema, y ambos se necesitan mutuamente para poder vencer a la luz de la conciencia,
sobre todo el sistema, que es quien verdaderamente necesita de este Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí.
De este modo, lo que quieren a inicios del tercer milenio, los pocos que controlan el
sistema social y político, es reducir al individuo humano a un mero consumidor sin más, y para
ello no dejan de utilizar las relaciones psicosociales que produce el espacio y tiempo
audiovisual, relaciones psicosociales, que son totalmente controladas por el sistema social y
político, para que el individuo humano no se deje llevar por la luz de la conciencia, que es la
única que le permite darse cuenta del complot que se traen entre manos, tanto el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, como los detentadores del poder dentro de ese
sistema social y político.
Con estas relaciones psicosociales, que el espacio y tiempo audiovisual produce, y que el
sistema ayudado por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ayuda a que
se reproduzcan una y otra vez, con el objetivo de tener controlada a la conciencia, para poder
anular lo más posible, la luz de la sabiduría de dicha conciencia, se pretende por parte del
sistema, que este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, se deje utilizar lo
más posible, para hacerle ver a cada individuo humano, QUE SI SE DEJA LLEVAR POR EL
ROL SOCIAL QUE LE TIENE ASIGNADO ESTE EGO de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, TIENE PRÁCTICAMENTE ASEGURADO LO QUE ES EL TRIUNFO
PARA ESTE ESPACIO Y TIEMPO AUDIOVISUAL, PERO ESO SÍ, ESTE INDIVIDUO
HUMANO TIENE QUE RENUNCIAR TERMINANTEMENTE A LA LUZ DE LA
CONCIENCIA.
Por eso cuando se dice que a inicios del tercer milenio, en la sociedad posmoderna que
construye un supuesto capitalismo avanzado, el individuo humano es libre, ya que
supuestamente puede escoger su modo de vida, es decir, su estilo de vida social, no nos queda
más remedio que pensar, que esto no es más que propaganda que está políticamente
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controlada por los detentadores del poder dentro de ese sistema capitalista, a quien le interesa
una ciudadanía pasiva e indiferente, donde se pretende que el ciudadano viva muchas veces
solamente pendiente de gastar y consumir cotidianamente cuantos más objetos mejor, lo que
nos demuestra la dificultad de evolucionar colectivamente hacia una sociedad capitalista
verdaderamente democrática y por tanto un poco más justa.
Por tanto, aunque por lo políticamente correcto se apueste por la participación ciudadana,
lo cierto, es que no es más que una estrategia dirigida a confundir a los ciudadanos bien
intencionados, ya que la idea de la participación ciudadana en el siglo XXI, sigue siendo una de
las muchas ideas de la propaganda, que está políticamente controlada por los detentadores del
poder dentro de ese sistema capitalista a quien le interesa una ciudadanía pasiva e indiferente.
Además, los distintos procesos de integración regional, como la apuesta más local de
creación de regiones urbanas, como la recuperación de determinados usos y costumbres, no
forman nada más que parte de la evolución social de los intereses capitalistas en la búsqueda
de nuevos mercados, por parte de la clase dirigente del capitalismo político y financiero, y no
una apuesta sincera por acabar con el sometimiento del individuo humano, a las duras normas
aparentemente liberales de la estructura social, política y económica del capitalismo liberal
conservador.
Y es que el liberalismo político, no es igual a libertad individual, muy al contrario, es
igual a libertad de mercado para la opresión y el engaño mental del individuo humano,
opresión y engaño en el que colabora este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere
de mí, ya que convierte a cada individuo humano, en un ser para el consumo, y por lo tanto, en
un esclavo de una sociedad hipócrita, aparentemente opulenta, que no siente el continuo y
sangrante homicidio de la pobreza, y para la cual, este capitalismo no tiene solución, ya que se
encarga de hacer creer al individuo humano, que las relaciones afectivas consigo mismo y con
sus semejantes, se pueden reestructurar como cualquier clase de mercancía, es decir, como
vínculos intrínsecamente efímeros, en los cuales no cabe el compromiso y la certidumbre.
De esta manera, la vida humana de las relaciones psicosociales, que a inicios del tercer
milenio, produce el espacio y tiempo audiovisual, se redefinen continuamente a conveniencia
de las necesidades del mercado capitalista, es decir, las relaciones afectivas entre las personas,
son reestructuradas según los intereses mercantiles de cada momento, por lo que ESTAS
RELACIONES PSICOSOCIALES QUE PRODUCE EL ESPACIO Y TIEMPO
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AUDIOVISUAL, SE USAN COMO RELACIONES SOCIALES DE PRODUCCIÓN, QUE
SIRVEN COMO MECANISMOS PARA ANULAR CONCIENCIAS E IMPONER LOS
HÁBITOS SOCIALES QUE CORRESPONDEN AL SISTEMA PRODUCTIVO
CAPITALISTA, SIENDO A SU VEZ, EL SISTEMA QUE CONSTRUYE LOS ESTILOS DE
VIDA DEL INDIVIDUO QUE VIVE EN EL ÁMBITO SOCIAL Y POLÍTICO
CAPITALISTA.
De esta manera, SI ES EL SISTEMA PRODUCTIVO CAPITALISTA, QUIEN
CONSTRUYE LOS ESTILOS DE VIDA DE LOS INDIVIDUOS HUMANOS A QUIENES
LE TOCA VIVIR EN ESE ÁMBITO SOCIAL Y POLÍTICO PROPIAMENTE
CAPITALISTA, de una manera rápida, NOS DAMOS CUENTA, QUE EL INDIVIDUO
HUMANO NO CAMBIA NUNCA, YA QUE LO UNICO QUE CAMBIAN SON LOS
ESTILOS DE VIDA, POR LO QUE INTERIORMENTE ESE INDIVIDUO HUMANO
SIGUE SIENDO SIEMPRE EL MISMO.
Todo esto lleva a que la organización de la vida cotidiana, no necesite ya del viejo
espacio y tiempo, en el que para estar con la gente se necesitaba estar físicamente al lado ella,
ya que el espacio y tiempo de la vida cotidiana, de inicios del tercer milenio, es un espacio y
tiempo audiovisual, que aunque sea ficticio, pasa a ser físicamente invisible, aunque sea tan
real, como el espacio y el tiempo, en el que la gente necesitaba estar físicamente al lado la una
de la otra.
Por tanto, este nuevo espacio y tiempo audiovisual, se refleja en la aparición de una
nueva realidad denominada virtual, por la que de una manera más o menos oficial, se legitima
como un nuevo medio de expresión de ideas y de comunicación entre los individuos humanos,
que aunque estén separados físicamente, consiguen tener una nueva manera de encontrarse
con el otro.
Además, hay que aclarar, que aunque a inicios del tercer milenio, tenga lugar este cambio
de espacio y tiempo de la vida cotidiana, en el fondo, este cambio no afecta a la esencia
interior de cada individuo humano, es decir, a su conciencia, ya que en tal caso, si afecta a la
conciencia, no es a su primera vertiente, ya que es la vertiente por la cual la conciencia de cada
individuo sabe que existe, sino que afecta a la segunda vertiente, la exterior, que es desde
donde se produce la intervención directa del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo humano, y por lo que este Ego de los
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requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, al poder intervenir sobre la conciencia, hasta
casi anularla, se deja utilizar a favor del sistema social y político, es decir, permite que el
individuo humano se deje llevar por el rol social que le tiene asignado este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
De esta manera, podemos afirmar, que lo único que está continuamente cambiando, es lo
que se denomina en el espacio y tiempo audiovisual, como lo políticamente correcto.
Así que, si a inicios del tercer milenio, LO UNICO QUE ESTÁ CONTINUAMENTE
CAMBIANDO, ES LO QUE SE DENOMINA EN EL ESPACIO Y TIEMPO
AUDIOVISUAL, COMO LO POLÍTICAMENTE CORRECTO, ES DECIR, LA
OPORTUNIDAD DE CREAR UNOS NUEVOS ESTILOS DE VIDA, ES PORQUE POR
EJEMPLO, SE DA LA revolucionaria POSIBILIDAD DE SIMULAR HECHOS SOCIALES
DE LA VIDA COTIDIANA, gracias a esa nueva realidad denominada virtual, que aparece
dentro del nuevo espacio y tiempo audiovisual.
Si esta posibilidad de simular los hechos sociales de la vida cotidiana, es algo muy
revolucionario, es porque si lo comparamos con el espacio y tiempo de la vida cotidiana
anterior, en el que la gente necesitaba estar físicamente al lado la una de la otra, a través de esta
nueva realidad virtual por ejemplo, se permite aprender habilidades sociales cotidianas,
minimizando los riesgos físicos para el individuo humano, que actúa dentro de ese nuevo
espacio y tiempo audiovisual.
Por tanto, a su vez, que este nuevo espacio y tiempo audiovisual, en el que se presenta
esta nueva realidad virtual, que permite que cada individuo humano pueda aprender
habilidades sociales cotidianas, minimizando los riesgos físicos, favorece también que cada
individuo humano pueda llegar a controlar la visión del mundo que más le interesa, desde un
espacio y tiempo audiovisual, que aunque sea físicamente invisible, es tan real, como el espacio
y tiempo de la vida cotidiana, en el que la gente necesita estar físicamente al lado la una de la
otra, ya que este espacio y tiempo audiovisual es propio de cada individuo humano, es decir, lo
interpreta cada individuo humano a su manera.
Todo esto sucede así, porque en el espacio y tiempo audiovisual, sólo puede intervenir
cada individuo humano, ya que es un espacio y tiempo propio de cada individuo humano, al ser
la realidad virtual un campo de visión muy personal, ya que cada individuo humano se ve
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inmerso en una serie de imágenes que le rodean, y con las que cuando interacciona, es el
escenario propicio, para que aquellos individuos humanos, que están dispersos por el mundo
físico de la vida cotidiana, es decir, en otros lugares y tiempos distintos al actual, puedan
coincidir en un mismo espacio y tiempo, en este caso concreto el audiovisual, y es por esto, que
a inicios del tercer milenio, este nuevo espacio y tiempo audiovisual, que es propio de cada
individuo humano, es decir, lo interpreta cada individuo humano a su manera, es al mismo
tiempo de todos y cada uno de los individuos humanos, que coinciden y se encuentran dentro
de la denominada realidad virtual.
Por todo esto, este nuevo espacio y tiempo audiovisual que contiene la realidad virtual, es
un espacio y tiempo, que permite a cada individuo humano aprender cualquier habilidad técnica
y social, para que dicho individuo humano pueda desenvolverse lo mejor posible en la vida
cotidiana, y pueda aprender sin riesgos físicos, lo que parecería posibilitar la existencia de
unas aparentes condiciones fijas de conocimiento, que para alcanzarlas, ya no se necesitaría de
la experiencia de la vida cotidiana.
De todas maneras, a inicios del tercer milenio, no se pueden confundir estas aparentes
condiciones fijas del conocimiento, que parecen emanar del nuevo espacio y tiempo
audiovisual, que contiene la realidad virtual, de las verdaderas condiciones eternas del
conocimiento, que emanan de la conciencia, ya que el individuo humano no puede conocer
nada verdaderamente esencial, fuera del espacio y tiempo, es decir, el espacio y tiempo no son
cualidades del mundo, sino condiciones de la conciencia, ya que el espacio y el tiempo de la
conciencia, es anterior a la experiencia, es decir, no proceden de la experiencia de la vida
cotidiana, mientras que el nuevo espacio y tiempo audiovisual, que contiene la realidad virtual,
es un espacio y tiempo, que no permite jamás conocer algo que sea verdaderamente esencial en
la vida de cada individuo humano.
Por tanto, el nuevo espacio y tiempo audiovisual, que contiene la realidad virtual, además
de ser un espacio y tiempo, que no permite jamás conocer algo que sea verdaderamente esencial
en la vida de cada individuo humano, contiene unas condiciones fijas de conocimiento, que no
son nada más que aparentes, por lo que la experiencia cotidiana y simulada de la realidad
virtual, que permite al individuo humano aprender sin riesgos para su integridad física, nada
tiene que ver, con las verdaderas condiciones eternas del conocimiento, que emanan de la
conciencia.
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Por todo esto, el conocimiento que se aprende dentro de la realidad virtual, del nuevo
espacio y tiempo audiovisual de inicios del tercer milenio, no es más que un conocimiento
simulado, es decir, que viene de una experiencia simulada, que por provenir de un espacio y
tiempo ficticio, no por eso es menos real, referido a la realidad de la vida cotidiana, no a la
realidad esencial que contiene la conciencia, que el conocimiento que emana del viejo espacio y
tiempo de aquella vida humana, que para saber de su existencia necesitaba estar físicamente
con la gente, es decir, vivir el hecho social o el acontecimiento junto al otro, por lo que se
puede afirmar, que la experiencia simulada, que tiene lugar dentro de la realidad virtual, y que
se utiliza para aprender nuevas habilidades y conocimientos sobre la realidad de la vida
cotidiana, no es asimilable a las condiciones fijas o eternas de la conciencia.
De esta manera, A INICIOS DEL TERCER MILENIO, SE CORRE EL RIESGO DE QUE
EL CONOCIMIENTO QUE APRENDE EL INDIVIDUO HUMANO DENTRO DE LA
REALIDAD VIRTUAL DEL NUEVO ESPACIO Y TIEMPO AUDIOVISUAL, SEA UN
CONOCIMIENTO REAL, PERO HEREDADO DE LA COSTUMBRE, ES DECIR, UN
CONOCIMIENTO QUE NO PERMITE JAMÁS SABER ALGO QUE SEA
VERDADERAMENTE ESENCIAL EN LA VIDA DE CADA INDIVIDUO HUMANO, Y
POR TANTO QUE SE CONVIERTA EN UN CONOCIMIENTO INTRASCENDENTE, YA
QUE LA EXPERIENCIA COTIDIANA Y SIMULADA DE LA REALIDAD VIRTUAL,
QUE PERMITE AL INDIVIDUO HUMANO APRENDER SIN RIESGOS PARA SU
INTEGRIDAD FÍSICA, NADA TIENE QUE VER CON LAS VERDADERAS
CONDICIONES ETERNAS DEL CONOCIMIENTO, QUE POR EMANAR DE LA
CONCIENCIA, NO PROCEDEN DE LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA.
De todos modos, todo esto sucede por la necesidad de adaptarse a las exigencias de la
sociedad, que le crea a la conciencia de cada individuo humano, el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, y que se refleja en la necesidad de conseguir la atención de
otras conciencias similares a la suya, las cuales también se ven determinadamente influidas por
este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que les obliga a tener que
aceptar la venta de la comunicación consigo mismas, vendiéndose cada una de las conciencias
a las exigencias de la sociedad, es decir, vendiendo las verdaderas condiciones eternas del
conocimiento, que en teoría tendrían que emanar de la conciencia de cada individuo humano,
a favor del conocimiento intrascendente de la experiencia cotidiana y simulada de la realidad
virtual, que en tal caso, solamente permite al individuo humano, aprender una serie de
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habilidades y conocimientos sobre la vida cotidiana, sin poner en peligro su integridad física,
pero que nada tiene que ver con las verdaderas condiciones eternas del conocimiento.
Pero eso sí, de todos modos, las aparentes condiciones fijas del conocimiento, que
parecen emanar del nuevo espacio y tiempo audiovisual de inicios del tercer milenio, que a su
vez, es el que contiene la realidad virtual, si bien jamás se podrán igualar a las verdaderas
condiciones eternas del conocimiento, que emanan de la conciencia, ya que el espacio y el
tiempo de la conciencia, no procede de la experiencia de la vida cotidiana, si en cambio pueden
igualarse, al conocimiento que procede del viejo espacio y tiempo de aquella vida humana, que
para saber de su existencia necesita estar físicamente con la gente, es decir, vivir el hecho
social o el acontecimiento junto al otro individuo humano como él.
Por todo esto, EL CONOCIMIENTO DE LA EXPERIENCIA DE LA VIDA PROPIA, A
INICIOS DEL TERCER MILENIO, SI BIEN PUEDE ADQUIRIRSE SIN QUE EL
INDIVIDUO HUMANO TENGA QUE ACTUAR FÍSICAMENTE EN EL VIEJO ESPACIO
Y TIEMPO DE LA VIDA COTIDIANA, DE LO QUE SE DERIVA A SU VEZ LA
NECESIDAD DE ESTAR CON LA GENTE FÍSICAMENTE, NO POR ELLO EN CAMBIO,
ESTAS APARENTES CONDICIONES FIJAS DEL CONOCIMIENTO, QUE PARECEN
EMANAR DEL NUEVO ESPACIO Y TIEMPO AUDIOVISUAL DE INICIOS DEL
TERCER MILENIO, Y QUE CADA INDIVIDUO HUMANO RECOGE, SE PODRÁN
IGUALAR A LAS VERDADERAS CONDICIONES ETERNAS DEL CONOCIMIENTO,
QUE EMANAN DE LA CONCIENCIA, YA QUE EL ESPACIO Y EL TIEMPO DE LA
CONCIENCIA, NO PROCEDE DE LA EXPERIENCIA DE LA VIDA COTIDIANA.
De todas maneras, nos preguntamos, porque la sensación de posesión y de control sobre
las demás vidas humanas, sigue existiendo, si a inicios del tercer milenio, cada individuo
humano, puede tener si quiere, la experiencia de la vida propia, sin tener que actuar físicamente
en el viejo espacio y tiempo de la vida cotidiana, a través de la realidad virtual del nuevo
espacio y tiempo, y que puede ser, porque esta sensación de posesión y de control sobre las
demás vidas humanas, se oculta todavía mucho mejor, detrás de esta nueva realidad virtual.
Es por esto, que si esta sensación de posesión y de control sobre las demás vidas humanas,
se oculta todavía mucho mejor, detrás de esta nueva realidad virtual, es porque aunque cada
individuo humano, en la experiencia de su vida propia, en la que tiene que actuar físicamente
en el viejo espacio y tiempo de la vida cotidiana, no le sea visible dicha sensación de posesión
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y de control sobre las demás vidas humanas, si al menos percibe dicha sensación, de una
manera mucho más atosigante, es decir, como si el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, le estuviera continuamente presionando, cuando se encuentra o vive un
hecho social junto a otro individuo humano, para que esta sensación de posesión y de control
sobre las demás vidas humanas, aumente hasta hacerse casi insoportable, ya que parece, como
si este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, nunca tuviera suficiente, es
decir, es como si este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, estuviese
continuamente pidiendo que cada individuo humano sienta cada vez más, y no lo deje de hacer
nunca, esta sensación de posesión y de control sobre las demás vidas humanas, sensación
inconsciente, en la que por otro lado se basa el espacio y el tiempo de la vida cotidiana.
DE ESTA SENSACIÓN DE POSESIÓN Y DE CONTROL SOBRE LAS DEMÁS VIDAS
HUMANAS, QUE ES UNA SENSACIÓN INCONSCIENTE, EN LA QUE POR OTRO
LADO, SE BASA EL ESPACIO Y EL TIEMPO DE LA VIDA COTIDIANA, SURGE UNA
RAZÓN POLÍTICA, CUYO NIVEL DE ANÁLISIS DE LA REALIDAD, CONCLUYE EN UN
CONOCIMIENTO ACUMULATIVO E AINTROSPECTIVO DE LA REALIDAD, LO QUE
CONVIERTE A ESTA RAZÓN POLÍTICA de inicios del tercer milenio, EN UNA RAZÓN
DEPENDIENTE DE LOS REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ,
ES DECIR, DEL EGO.
Esta Razón Política, se convierte en una razón coercitiva, es decir, en la manifestación
pública del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que es una Razón
para todos los individuos humanos, y existe, para que a su vez, sea gestionada por la conciencia
de cada individuo humano, la percepción que tiene cada individuo humano, de que la
experiencia de su vida cotidiana, no le pertenece a él como individuo humano.
Las respectivas interpretaciones que hace cada individuo humano, a través de su
conciencia, de que la experiencia de su vida cotidiana, no le pertenece a él como individuo
humano, sino al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, son unidas por el
marco pragmático del sentido de la realidad, que es el que permite el funcionamiento de la
sociedad.
Pero a inicios del tercer milenio, esta nueva Razón Política, que surge de la sensación de
posesión y de control sobre las demás vidas humanas, se sigue ocultando bajo la experiencia
simulada de la realidad virtual, ya que es una nueva Razón, la política, que a inicios del tercer
57
milenio, la queremos seguir escondiendo de nosotros mismos, ya que a los que controlan el
sistema, les sigue pareciendo idóneo seguir presentando esta Razón política como algo malo,
que tiene culpa de todo, culpa porque la experiencia de la vida cotidiana, no le pertenece a él
como individuo humano, sino al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Por todo esto, lo que es bueno o malo, nunca tocará a la política demostrarlo, ya que el
conocimiento político nunca opera sobre las condiciones de la conciencia, y si en tal caso
operase, es a través de la determinante influencia del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, a través del cual, si podemos conocer lo que es la maldad, ya que la
vemos reflejada en nuestro propio comportamiento.
Estas observaciones integradas, son una ampliación derivada de los pensamientos
aparecidos tanto en mi Tesis Doctoral, la cual se encuentra inscrita en el Registro territorial de
la Propiedad Intelectual de Galicia con el nº PO-16-03, que obtuvo la calificación jurídica
favorable, según lo dispuesto en la Ley de Propiedad Intelectual (Real Decreto Legislativo
1/1996, de 12 de Abril), y por la que queda inscrita en este Registro con el número de asiento
registral 03/2003/895, como también en los denominados pensamientos aislados.
58
LA NUEVA RAZÓN POLÍTICA
59
Brevísima aclaración: “La Nueva Razón Política”, es una ampliación derivada de los
pensamientos ya aparecidos en mis anteriores “Observaciones Integradas”, en mis
“Pensamientos Aislados” y en Mi Tesis Doctoral, la cual se encuentra inscrita en el Registro
territorial de la Propiedad Intelectual de Galicia con el nº PO-16-03, que obtuvo la calificación
jurídica favorable, según lo dispuesto en la ley de Propiedad Intelectual (Real Decreto
Legislativo 1/ 1996, de 12 de Abril), y por la que queda inscrita en este Registro con el número
de asiento registral 03/2003/895.
“La Nueva Razón Política” DE INICIOS DEL TERCER MILENIO, es una razón
dependiente de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, del Ego.
Por tanto, esta nueva Razón Política, que es una razón coercitiva, se convierte en la
manifestación pública del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, ya que es
una razón para todos los individuos humanos, que surge de la necesidad de que cada individuo
humano tenga la continua sensación de posesión y de control sobre las demás vidas humanas.
Esta sensación inconsciente de posesión y de control sobre las demás vidas humanas, que
por otro lado, es la sensación en la que se basa el espacio y el tiempo de la vida cotidiana, en la
que se desenvuelve esta Nueva Razón Política de inicios del tercer milenio, cuyo nivel de
análisis de la realidad acumulativo e aintrospectivo, hace que cada individuo tenga la
percepción de que la experiencia de la vida cotidiana no le pertenece a él como ser humano.
Pero esta Nueva Razón Política de inicios del tercer milenio, cada individuo humano la
quiere seguir escondiendo de sí mismo, como si se sintiera incómodo teniéndola, ya que los que
controlan el sistema, les sigue pareciendo idóneo seguir presentando esta nueva razón política
de inicios del tercer milenio, como algo malo, que tiene culpa de todo, culpa porque la
experiencia de la vida cotidiana, no le pertenece a él como individuo humano, sino al Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Además, la nueva razón política de inicios del tercer milenio, sigue haciendo súbdito al
individuo humano de la constante reelaboración colectiva del carácter aintrospectivo del
conocimiento acumulativo de esta Razón Política, que tiene su reflejo, en el nuevo espacio y
60
tiempo audiovisual, que favorece que desde mediados del siglo XX, la manera de conocer la
realidad social y política que tiene cada individuo humano, se pueda producir, sin estar
físicamente en ella, es decir, sin estar en un espacio y tiempo definido desde los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, es decir, desde el Ego.
Por todo esto, aunque el conocimiento social y político de inicios del tercer milenio, está
en una constante reelaboración y ampliación del mismo, lo cierto, es que la manera individual
que tiene cada individuo humano de construir la visión del mundo que más le interesa, se
encuentra bajo los dominios de esta nueva razón política, que a su vez depende del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el que permite la existencia y el
funcionamiento de la sociedad, es decir, que se de el marco pragmático del sentido de la
realidad.
El que la construcción de la visión del mundo que más le interesa a cada individuo
humano, se encuentre bajo los dominios de la nueva Razón Política, la cual, a su vez depende
del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, hace que la profundización del
estudio de la relación entre la nueva razón política y la realidad social sea muy difícil de llevar
a cabo, ya que en tal caso, lo único que se puede decir sobre ello, es que la razón política, que
aparece siempre como algo no novedoso, que hay que tratar de cambiar, siempre está a cargo
de unos pocos individuos humanos, que con su esfuerzo, la extienden al resto de la sociedad, es
decir, a la realidad social, mediante la posterior confirmación de su existencia política en la
vida cotidiana, y usando para ello, el espacio y tiempo audiovisual.
De todas maneras, siempre cuesta mucho saber en que consiste esta relación entre la
nueva razón política que está por aparecer y la realidad social, ya que para que esta nueva
razón política, que aparece siempre como algo no novedoso, confirme su existencia política en
la vida cotidiana, casi siempre es necesario que pasen bastantes años, a veces incluso muchos
años, ya que el esfuerzo de esos pocos individuos humanos, no ha bastado para extenderla al
resto de la sociedad, por lo que aunque la Razón Política, sea siempre algo no novedoso, lo
cierto, es que esos pocos individuos humanos, tienen el deber de tratar de seguir trabajando a
la mayoría humana, que sustenta esa realidad social, para que la Razón política al cabo de los
años sea otra, aunque también haya que admitir, que para que esta Razón Política, confirme su
existencia política en la vida cotidiana, es necesario que casi siempre pasen bastantes o incluso
muchos años.
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De todas maneras, aunque la Razón Política y la realidad social caminen en un mismo
proceso, lo cierto, es que lo hacen a velocidades muy diferentes, ya que la Razón Política, para
asegurar la posterior confirmación de su existencia política en la vida cotidiana, depende a su
vez de la capacidad y del esfuerzo de unos pocos individuos humanos, que tratan de extender al
resto de la sociedad, es decir, a la realidad social, la nueva razón política, que continuamente
está por aparecer.
Pero aún así, y aunque parezca contradictorio, que la nueva razón política, que está por
aparecer, sea algo no novedoso, es necesario que ocurra así, porque tan pronto se confirma la
existencia en la vida cotidiana de esta Razón Política, es decir, se confirma oficialmente lo no
novedoso, que en el fondo siempre encierra dicha Razón Política, unos pocos individuos
humanos vuelven a la carga con su esfuerzo, tratando de que aparezca esta nueva Razón
política, que continuamente está por aparecer.
Es por esto, que la búsqueda de la novedad, está siempre dentro de esos pocos individuos
humanos, que tratan de que continuamente este apareciendo una nueva Razón Política, que
entre otras cosas, les sirva para tratar de calmar a los exigentes requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, es decir, al Ego, por lo que esta continua búsqueda de la novedad, que
continuamente hacen estos individuos humanos, tratando de que aparezca una nueva Razón
Política, no tiene porque ir unida al avance individual y colectivo, sino más bien va unida, a la
manifestación pública del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que lleva
dentro de si misma, la nueva Razón Política de inicios del tercer milenio.
Por tanto, esta nueva Razón Política de inicios del Tercer milenio, que tiene lugar en el
espacio y tiempo audiovisual, no por ello tiene que ir unida a lo que se entiende como avance
individual y colectivo, que es como se suele entender que es la tecnología, sino que más bien va
unida, a la manifestación pública del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí.
De esta manera, se puede afirmar, que la Nueva Razón Política de inicios del tercer
milenio, que se usa como fuente de un aparente carácter de avance social, no tiene una base
cognitiva que lo sustente, ya que el verdadero carácter aintrospectivo del conocimiento
acumulativo de la Razón política lo impide.
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Por todo esto, para que la Razón Política sea fuente de avance social, no tiene que haber
logrado solamente la confirmación de su existencia política en la vida cotidiana, a través del
esfuerzo de unos pocos individuos humanos, que tienen el deber de seguir trabajando a la
mayoría humana, que sustenta a la realidad social, para que la razón política al cabo de unos
años sea otra, sino que esta Razón Política para que sea fuente de avance social, a nivel de la
conciencia, tiene que dejar de ser, una Razón completamente dependiente del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, por lo que además, esta nueva Razón Política
de inicios del Tercer milenio, al ser aintrospectiva, además de ser una fuente aparente de avance
social, ya que es una razón dependiente de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
es decir, del Ego, niega las sanas relaciones afectivas del ser humano consigo mismo y con sus
semejantes, ya que estas relaciones se redefinen a conveniencia del poder.
Es decir, estas relaciones afectivas se redefinen a conveniencia de las necesidades
sociales y por tanto políticas del momento, convirtiéndose en vínculos intrínsecamente
efímeros, en los cuales no cabe la incertidumbre, negando de esta manera, la posibilidad de la
conexión inteligente de las conciencias, que van más allá del mundo que se le presenta como
real, que es aquel, que siempre le imponen los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
es decir, el Ego.
Cuando se niegan las sanas relaciones afectivas del ser humano consigo mismo y con sus
semejantes, se está impidiendo ver a las emociones de cada individuo humano, como las que
ayudan a ver esta nueva inteligencia creadora, que permite aceptar socialmente que la soledad
también puede ser buena para poder crear, y no sea considerado el estar solo como algo
perjudicial, ya que el dolor de la soledad de la conciencia, no tiene cura, porque es una
condición de la conciencia, sobre la que no se tiene capacidad de actuar, siendo esta la verdad
más profunda de la vida humana que hay que aceptar, aunque no guste hacerlo, pero que es el
principio del Universo, que es al mismo tiempo cada individuo humano, y que nos es dado por
la conciencia, como una de sus primeras condiciones.
Pero “La Nueva Razón Política”, de inicios del tercer milenio, que es una razón
dependiente de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, del Ego, no está
capacitada, por depender de este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí,
para poder penetrar en las condiciones de la conciencia, que son las únicas, que pueden darle
luz al ser humano.
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Y aunque toda condición de la conciencia surge de la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo humano,
lo cierto, es que estas condiciones de la conciencia, son las únicas que pueden hacer consciente
a cada individuo de la luz que lleva dentro de sí mismo, pero que el Ego de los requerimientos
de lo que el mundo quiere de mí, precisamente, a través de la construcción de estas condiciones
de la conciencia, impide que cada conciencia desarrolle.
Por tanto, aunque esta nueva razón política de inicios del tercer milenio, no es una
condición de la conciencia, ya que no surge de la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, si en cambio depende de este Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por tanto, es una razón que está naciendo
continuamente, ya que al depender de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es
decir, del Ego, depende a su vez de cada momento histórico concreto, y por ello, esta Razón
Política busca estar constantemente protegida mediante una serie de garantías.
La primera garantía de la Razón Política, es aquella en la que el individuo humano ya no
lucha y se deja llevar por la masa, que obedece al Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, borrando de la conciencia, aquello que de llevarse a cabo, mejoraría la situación
personal de cada individuo humano, y es por ello que la segunda garantía de la Razón Política,
demuestra que a veces, por mucho que queramos luchar, para cambiar algo que nos perjudica,
no lo logramos, ya que es como si la vida tuviera marcado su propio destino.
En la tercera garantía de la Razón Política, se utilizan medios de persuasión, para que el
individuo humano, no se dé cuenta que sus problemas de adaptación a la sociedad, les vienen
impuestos por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que influye
determinadamente sobre la conciencia de cada individuo humano, hasta casi anularla, por lo
que en la cuarta garantía de la Razón Política, se puede afirmar que estas garantías triunfan,
porque son garantías que sirven al carácter aintrospectivo de dicha Razón Política, aunque
también sirvan a cualquier marco pragmático del sentido de la realidad o ideología.
La construcción de una realidad aparente, está en la base inicial del éxito de estas
garantías de la Razón Política, para lo cual, la quinta garantía de la razón política, utiliza el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, para la creación de un ambiente
mental propicio, para que el Individuo humano masa, sea capaz de adaptarse a lo que le
impone esta Razón Política.
64
Como sexta garantía de la Razón política, se encuentra aquella que ayuda a conformar el
carácter aintrospectivo de dicha Razón Política, ya que parte del orgullo natural que utiliza
cualquier organización ideológica, para no dejar ver la fragilidad humana sobre la que se apoya,
ya que estas organizaciones ideológicas, ante el yo interpretador de cada individuo humano, y
que políticamente actúa como un ciudadano, pretenden que el mundo social y por tanto
político, aparezca como algo coherente y unido, es decir, pretenden la construcción de una
realidad aparente, sobre la que quieren cimentar su éxito como organización.
Este mundo que es mantenido como real por las diversas organizaciones ideológicas, ya
que pretenden la construcción de una realidad aparente, sobre la que quieren cimentar su éxito
como organización, utilizan una séptima garantía de la Razón política, que intenta que en la
interpretación que hace cada individuo humano de la realidad, se acomode la relación
permanente entre esta interpretación individual del mundo que hace cada individuo humano, a
las imágenes del mundo, que a esta organización ideológica le conviene, para lo que utiliza el
carácter aintrospectivo de la Razón Política, conquistando voluntades personales, que luego se
traducirán en un apoyo explícito, por ejemplo, mediante votos, incremento de la militancia, etc,
o también en un apoyo implícito, por ejemplo, mediante la participación en la creación de un
ambiente mental propicio a sus intereses.
Como octava garantía de la Razón Política, lo que podemos señalar, es que estas
garantías, que sirven al carácter aintrospectivo de dicha Razón Política, y que por tanto, sirven
también a cualquier marco pragmático del sentido de la realidad o ideología, utilizan a su vez,
medias verdades, para poder construir una realidad aparente, que esté en la base inicial del éxito
de estas garantías, que son temporales, porque son vistas con claridad durante un tiempo, hasta
que ya no son necesarias, porque ya el individuo masa, no se apoya en ellas para poder
sobrevivir, dado que estas garantías aparecen y desaparecen según los intereses que tenga la
organización ideológica en cuestión, lo que obliga al individuo humano masa, a estar
continuamente abandonando sus visiones de la realidad, por las imágenes del mundo que más
convengan a esa organización ideológica.
Si como vemos, la Razón Política, es dependiente de las exigencias de las imágenes del
mundo que más convengan a cualquier organización ideológica, lo que obliga al individuo
masa, a estar continuamente abandonando sus propias visiones de la realidad, abandono de las
propias visiones individuales del mundo, que hace que como novena garantía de la Razón
Política, y dado el carácter aintrospectivo del conocimiento acumulativo de la Razón Política, el
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individuo humano, cuando se ve obligado a actuar políticamente, deje casi de lado su
conciencia de lo que yo quiero del mundo, y solamente le haga caso, al Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, con lo que este individuo humano, se ve
obligadamente forzado a contar con una serie de elementos, con los cuales no había contado
antes, pero que forzosamente se ve obligado a tener en cuenta, en ese preciso momento
histórico.
Por tanto, como décima garantía de la Razón Política, tenemos que estos nuevos
elementos, según van apareciendo, van quedando unidos a esta Razón Política, hasta que no
hacen falta, ya que cuando no son necesarios, a estos nuevos elementos, se les abandona a su
suerte, admitiéndolos de nuevo si son necesarios, por lo que aunque las garantías de la Razón
Política, nunca llevan a esta Razón, a la tranquilidad de lo definitivo, dado que cuando el
individuo humano se ve obligado a actuar políticamente, sólo le hace caso, al Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo cierto, es que si estas garantías de la Razón
Política triunfan, es porque estas garantías de la Razón Política sirven para decirnos lo que ya
nunca seremos, ni podremos realizar, anulando las capacidades creativas del individuo masa.
En la undécima garantía de la Razón Política, residen las consecuencias que trae, el
anular las verdaderas capacidades creativas del individuo humano masa, sobre todo, la de los
más jóvenes, cuyo intento de comprender las claves de la vida, les lleva muchas veces, a la
desesperación de pensar, que su vida sólo se reduce a las circunstancias personales y sociales de
cada momento, circunstancias, que por estar manejadas por el Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, le manejan, sin saber que trabajando su conciencia, se pueden
imponer a estas circunstancias manejadas por dicho Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.
Como duodécima garantía de la Razón Política, el que las circunstancias personales y
sociales de cada momento, cierre a cada individuo humano, sobre todo a los más jóvenes, la
posibilidad de hacerle comprender, que su vida va mucho más allá del carácter aintrospectivo
del conocimiento acumulativo de la Razón Política, convirtiéndose muchas veces, en la única
razón que se les deja conocer, ya que no interesa que reflexionen sobre la experiencia de la vida
propia, que como sabemos, sólo existe como tal, como una experiencia que forma parte de las
condiciones de la conciencia, condiciones que surgen de la intervención directa del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, sobre la conciencia de cada individuo humano,
y sobre las que no tiene capacidad de actuar la Razón Política, ya que esta renuncia que
66
provocan las garantías de la Razón Política, a conocer la experiencia de la vida propia, permite
que el individuo masa, nunca sea capaz de ser consciente de lo que ha sido, y de lo que ya
nunca llegará a ser.
En cuanto a la decimotercera garantía de la Razón Política, el que el individuo humano
masa, ya nunca más sea capaz de ser consciente de lo que ha sido y de lo que podría llegar a
ser, por la renuncia que provocan estas garantías de la Razón Política, a conocer la experiencia
de la vida propia, provoca que en la raíz del desconocimiento del dolor de la soledad de la
conciencia, se encuentre también la Razón Política, desconocimiento que es promovido por esta
nueva Razón Política de inicios del tercer milenio, ya que puede ser perjudicial para el carácter
aintrospectivo de dicha Razón, ya que es este proceso de desconocimiento del dolor de la
soledad de la conciencia, sobre el que actúa determinadamente el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí.
Estas garantías de la Razón Política triunfan, porque la decimocuarta garantía de la
Razón Política, sabe atraer el morbo de lo negativo y lo despreciable, es decir, sabe maximizar
el placer que para el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, supone
apreciar lo feo y complejo de la conducta humana, YA QUE ESTE EGO DE LOS
REQUERIMIENTOS DE LO QUE EL MUNDO QUIERE DE MÍ, QUE ES EL EGO DE
TODOS Y CADA UNO DE LOS INDIVIDUOS HUMANOS, Y QUE SE MANIFIESTA EN
EL MARCO PRAGMÁTICO DEL SENTIDO DE LA REALIDAD O IDEOLOGÍA, ES
DECIR, A TRAVÉS DE LA RAZÓN POLÍTICA, SE CONSUELA A SÍ MISMO, CUANDO
ESCUCHA HABLAR SOBRE LA VERDAD DOLOROSA DE LA VIDA DE SUS
SEMEJANTES, YA QUE EN EL FONDO, LO QUE QUIERE ES APARTAR DE SÍ MISMO,
ESTA VERDAD QUE TANTO LE DUELE, PARA NO SENTIRSE TAN SOLO.
En el fondo, en cuanto a la decimoquinta garantía de la Razón Política, lo que le molesta
a cada individuo humano, es decir, a su Ego, es tener que aceptar que detrás de esta verdad
dolorosa de la vida, se encuentra nuestro propio miedo a la vida, que es en el fondo nuestro
propio miedo a la muerte, es decir, nuestro miedo a la insignificancia de nuestras vidas, a saber
que no nos vamos a salvar de la realidad de la muerte y de su destrucción, que es la destrucción
del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que por ser el Ego de todos y
cada uno de los individuos humanos, al destruirse, y gracias a ello, los distintos valores
supremos de la conciencia, adquieren de nuevo la dignidad que habían perdido.
67
Otra causa de que porque las garantías de la Razón Política triunfan, es porque en la
decimosexta garantía de la Razón Política, se señala que esta destrucción de nuestro ser, no es
la destrucción de nuestro ser consciente, sino que es la destrucción del Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el Ego de todos y cada uno de los
individuos humanos, que es lo que nos duele, ya que la conciencia nunca duele, y por tanto,
nuestro ser consciente tampoco se puede sentir dolorido, ya que lo único que hace este ser
consciente, es comprender al Ego de cada individuo humano que tanto se duele a sí mismo,
aunque a decir verdad, este ser consciente, no sea conocido usualmente en la experiencia de la
vida propia, ya que este ser consciente no puede existir como tal, como una experiencia que
forma parte de las condiciones de la conciencia, condiciones de la conciencia, que surgen de la
intervención directa del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Es de esta decimosexta garantía de la Razón Política de donde se nutre la decimoséptima
garantía de la misma Razón Política, que es tan importante para entender a su vez, de donde se
nutre la compleja conducta del individuo humano cuando hace Política, ya que cuando se hace
Política, el ser consciente de cada individuo humano no existe, es decir, no es conocido
usualmente en la experiencia de la vida propia, ya que este ser consciente no puede existir
como tal, como una experiencia que forma parte de las condiciones de la conciencia, quienes
surgen de la intervención directa del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de
mí, y por tanto, al no ser capaz de encontrar una respuesta clara a como actuar cuando se ejerce
la política, es decir, cuando un individuo humano se ve obligado a salir a la palestra de la esfera
pública, provoca que la insatisfacción vaya en aumento, originándose una tensión mental, que
se retroalimenta en la desesperación por conseguir ser alguien dentro de esta esfera de la vida
pública.
Como decimaoctava garantía de la Razón Política, tenemos que esta lucha por conseguir
ser protagonistas de la esfera de la vida política, nos obliga a salir del interior de la conciencia
de lo que yo quiero del mundo, es decir, a no vivir desde los distintos valores supremos de la
conciencia, lo que hace que la citada tensión mental se apodere todavía más del Ego de cada
individuo humano, que por ser de uno, es a la vez de todos los individuos humanos, es decir,
que el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no sólo no es capaz de
resolver que sentido tienen nuestras existencias, sino que es el causante del miedo a la muerte
que tiene cada individuo humano, cuyo Ego jamás quiere morir.
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Por tanto, este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el Ego
de la sociedad, al no ser capaz de resolver el sentido que tienen cada una de nuestras
existencias, sino que por encima, es el causante del miedo a la vida, que tiene cada individuo
humano, ya que este Ego, además de que jamás quiere morir, impide que el individuo humano,
se de cuenta a través de la mediación de este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, es decir, de la sociedad, que nunca tendrá como décimonovena garantía de la
Razón Política, el poder real de saber explicar la verdad de su muerte concreta, y por eso se
tiene que conformar, con la ilusión de la satisfacción del deseo de dominación, sobre los demás
individuos humanos, que sienten lo mismo que lo que él siente, pero que por la determinante
influencia del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no son capaces de
darse cuenta de ello, ya que este Ego los engaña a todos.
Aunque esta ilusión de la satisfacción del deseo de dominación, sea una mentira, le sirve
para conformarse al individuo humano, con la idea de que nunca podrá explicar la verdad de su
muerte concreta, lo que al Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, le
permite sobrevivir materialmente hablando, sin ningún tipo de problemas, aunque para ello,
haga uso de una mentira, que continuamente sin que el individuo humano lo sepa, hace daño a
su propio Ego, ya que como vigésima garantía de la Razón Política, estamos abocados a vivir
de la libertad de la conciencia de lo que yo quiero del mundo, que es nuestra auténtica verdad,
la verdad de lo que sentimos, la verdad de nuestra libertad, que es nuestra conciencia, la única
verdad, que no se puede inventar.
La verdad de la conciencia de lo que yo quiero del mundo, va mucho más allá de ser un
invento, ya que es una necesidad que nace como una cualidad del mundo, sobre la que sí se
tiene capacidad de actuar, es decir, la verdad es un invento nuestro, pero a la vez, es mucho más
que eso, ya que se parte de la necesidad que tiene cada individuo humano de buscarla, para ser
fiel a sí mismo, lo que es un requisito indispensable para caminar hacia la felicidad, y sobre
todo, hacia esas ultimas preguntas que nos inquietan, por lo que como vigésima primera
garantía de la Razón Política, estas últimas preguntas, desde el punto de vista de la lógica
humana, no tienen respuesta, dadas las paradójicas incertidumbres en las que se mueve la
existencia desde un punto de vista humano, ya que humanamente estamos limitados, para
conocer lo que nos deparará a cada uno de nosotros, el complejo camino de la vida.
De esta manera, como vigésima segunda garantía de la Razón Política, y como
consecuencia de esta limitación para saber lo que nos deparará la vida, dejamos a las garantías
69
de la Razón Política, la función decisoria sobre cuestiones que por su profundidad, sólo a cada
uno de los individuos humanos les debería incumbir, es decir, a la conciencia, pero es el Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es decir, el Ego de la sociedad, a través de
estas garantías de la Razón Política, quien se apropia de las decisiones más profundas, que en
teoría debería tomar cada individuo humano y que sin embargo toma el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, lo que nos hace entender, la clave básica de
porque las garantías de la Razón Política, sirven para legitimar el funcionamiento aparente de la
sociedad.
Como vigésima tercera garantía, tenemos que de estas garantías de la Razón Política,
cada individuo humano nunca puede escapar, ya que el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, es decir, el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, o lo que
viene siendo el Ego de la sociedad, las elige como sustitutas de las inevitables limitaciones
humanas, y dado el carácter aintrospectivo, que es completamente inherente a las garantías de
esta Razón Política, que sirven para que la sociedad oculte lo mejor que pueda, la verdad de la
muerte concreta de cada individuo humano, que es lo que ayuda a que el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, no pare nunca de crecer.
Por todo esto, estas garantías de la Razón Política, que se hacen propietarias de la
conciencia de cada individuo humano, es lo que convierte a cada individuo humano, en víctima
de estas mismas garantías, que sirven para que la sociedad oculte lo mejor que pueda, la verdad
de la muerte concreta de cada individuo humano, ya que como vigésima cuarta garantía de la
Razón Política, esta ocultación de la muerte concreta, es la causa que está detrás de la
construcción del individuo humano masa, que al apropiarse de la conciencia de cada individuo
humano, no permite desarrollar el auténtico Ser del individuo, por lo que además de no asimilar
de una manera completa toda la realidad, no se prescinde de las condiciones de la conciencia,
sobre las que paradójicamente estas garantías de la Razón Política, no tienen capacidad de
actuar, por lo que estas garantías sólo sirven para legitimar el funcionamiento de una serie de
valores y estructuras de normas coercitivas, que ponen en marcha la compleja organización
política de la sociedad.
Estas garantías de la Razón Política, subrayan su triunfo, porque además de ser, a las que
al final acudimos para que tomen las riendas de las decisiones que mejor nos convienen
individualmente para adaptarnos a la sociedad, ya que es la causa que está detrás de la
construcción del individuo humano masa, también sirven para apoyar la concepción dinámica
70
de la conciencia, que es un paso posterior al dolor de la soledad de la conciencia, que hace
arrancar la vida cotidiana, que es tanto la comunicación, como las relaciones psicosociales de
producción, ya que tanto una como otra, forman parte del conocimiento de la experiencia de la
vida cotidiana propia, que al existir como una experiencia que no forma parte de las
condiciones de la conciencia, tanto la comunicación, como las relaciones psicosociales de
producción, son víctimas de la vigésima quinta garantía de la Razón Política, que quiere
hacernos creer, que estamos inmersos en esta sociedad, sólo por pura casualidad, es decir, que
todo sucede sólo por puro azar, que no hay una justificación para las cosas que nos ocurren,
QUE NO HAY NI UN ORDEN CAUSAL, NI UNAS ESTRUCTURAS NORMATIVAS, QUE
VAN MÁS ALLÁ DE ESE DESTINO, QUE DESDE LA LÓGICA HUMANA, SE
ATRIBUYE SÓLO A LA BUENA O A LA MALA SUERTE.
Por tanto, como vigésima sexta garantía de la Razón Política, es que estas garantías son
percibidas como la única fuente posible de conocimientos, para tomar las decisiones que van a
afectar a nuestras vidas, que es lo que ayuda a que el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, no pare nunca de crecer, y que se establezca continuamente, que no hay un
orden causal, que explique exactamente porque las cosas son como son.
Si a la vida cotidiana, que arranca de la concepción dinámica de la conciencia, dada la
necesidad de conseguir la atención continuada de otras conciencias similares a cada una de las
nuestras, le añadimos tanto la comunicación, como las relaciones psicosociales de producción,
que como ya sabemos, forman parte de la experiencia de la vida cotidiana propia, y que tiene
como resultado, que la conciencia de cada individuo humano, debe aceptar la venta de la
comunicación consigo mismo, si quiere conseguir la atención continuada de otras conciencias
similares a la suya, por lo que el individuo humano que mejor se adapte a esta venta, el que
mejor venda la Razón Previsora o parte ética de nuestra conciencia, para sentirse admirado y
respetado, será el que maximice su beneficio personal, por lo que como vigésima séptima
garantía de la Razón Política, tenemos que esta venta de la Razón Previsora o parte ética de
nuestra conciencia, es el trofeo que se llevan las garantías de la Razón Política, ya que son las
que toman al final, las decisiones, por cada uno del conjunto de los individuos.
Como vigésima octava garantía de la Razón Política, tenemos que esta Razón Política se
convierte en una razón conocida por muchos individuos humanos, ya que sirve para legitimar el
funcionamiento de una serie de valores y estructuras de normas coercitivas, que además de
poner en marcha la compleja organización política de la sociedad, es la encargada de descifrar a
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cada uno y el conjunto de los individuos humanos, los significados de los que está llena la
realidad cotidiana y que cada individuo comprenderá según los criterios que imponga esta
Razón Política, que es una Razón, que provoca que el Ego del conjunto de los individuos esté
continuamente creciendo.
Por tanto, esta Razón Política, que además de ser una Razón antiintelectual, ya que su
modo de conocer la realidad, no es capaz muchas veces por falta de honestidad, ni siquiera de
considerar el carácter construido de lo que los seres humanos llaman la Realidad, es decir,
individuos distintos consideran plausibles definiciones diferentes de la llamada realidad, por lo
que su modo de conocer la realidad siempre es el mismo, lo que incluye también todos los
ámbitos, donde el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, tiene una
presencia evidente, por ejemplo, tanto en el mundo profesional como sentimental de muchos
individuos humanos, por lo que como vigésima novena garantía de la Razón Política, tenemos
que esta Razón Política, tiende a través de este Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, hacia la formalización de las teorías, la presunta medición objetiva de los
fenómenos humanos y sociales y la ilusión de la contrastación empírica, ya que la
interpretación humana de los diferentes hechos sociales, está condicionada por esta Razón
Política, y por tanto, por el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es
el Ego de todos y cada uno de los individuos.
Por tanto, con esta Razón Política nunca se llega al fondo de la realidad, ya que como
trigésima garantía de esta Razón Política, se busca más que nada lo aparente, lo que no permite
trascender esa realidad, y por tanto, cambiar los significados de los que está lleno la realidad,
quedándose esta Razón Política a un nivel, donde las decisiones que se toman, son sólo
importantes para la supervivencia física y por tanto cotidiana de cada uno de los individuos
humanos, pero alejándose del interés por lo no sabido y comprendido de cada individuo
humano.
Estas garantías de la Razón Política triunfan porque además de no señalar la importancia
de las estructuras profundas de la realidad, se inscriben en una estrategia de considerar el
cambio tecnológico, como el único cambio que permite hacer evolucionar los distintos
significados de los que está lleno la realidad, ya que la ideología o marco pragmático del
sentido de la realidad, nunca es capaz de llegar al fondo de esta realidad, por lo que como
trigésima primera garantía de la Razón Política, tenemos que la Razón Política, utiliza el juego
social de la política para llegar al poder, es decir, utiliza el Ego de los requerimientos de lo que
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el mundo quiere de mí, que es el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, para
intentar llegar al poder aparente de la política.
Por todo esto, el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, se manifiesta dentro
de la trigésima segunda garantía de la Razón Política, por ejemplo, en la manera de pensar, de
actuar, de sentir, de ver, o de estar que tiene cada individuo humano, es decir, este Ego que se
esconde detrás de la Razón Política, persigue al ser humano vaya donde vaya, ya que está con
él a todas horas y en todos los sitios a los que vaya, ya que está tan conectado a dicha Razón
Política, que se entiende que afecta a todo tipo de relaciones sociales, sean por motivos
económicos o sentimentales, ya que incluso para algunas personas, la existencia de este Ego,
que se esconde detrás de esta Razón Política, es siempre algo positivo, cuando la verdad, es
todo lo contrario, ya que este Ego se apodera muchas veces y de una manera inconsciente de la
mente de cada individuo humano, convirtiéndose este individuo, en un títere de ese Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, o Ego de la sociedad.
Es una razón, la política, que como trigésima tercera garantía de la Razón Política, al
vivir de emociones y sentimientos, depende del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí, que tiene la necesidad de vender la parte ética de la conciencia, a este Ego de la
sociedad, es decir, con este Ego se construye una personalidad para adaptarse a la sociedad, y
que consiste en dejarse llevar por dicho Ego, que se manifiesta con un estilo personal
grandilocuente, por ejemplo, con una mirada altiva y un cuerpo estirado, es decir, mostrando un
carácter lleno de prepotencia y soberbia, mientras que en los momentos de dolor físico, ya no
sólo psicológico, que son la mayoría, seguro que esa persona muestra un tipo de carácter
distinto, es decir, mucho más sumiso y sin duda menos arrogante.
La causa de la necesidad de vender la parte ética de la conciencia, es decir, la Razón
Previsora, a este Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, es que la
trigésima cuarta garantía de la Razón Política, necesita a través de esta Razón Previsora,
sentirse admirada y respetada, aunque sea esta Razón Política que tiene la mente de cada
individuo humano, que en teoría parecería carente de la necesidad de buscar la aprobación y el
cariño de los demás individuos humanos, haciendo aquello que la sociedad considera como
correcto y normal, que generalmente es actuar según la lógica de esa sociedad, es decir, según
la lógica del equilibrio de las emociones que debe tener dicha Razón Política, aunque en
realidad, el bien sólo se pueda hacer, cuando la parte ética de nuestra conciencia, es
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independiente al ejercicio de esta Razón Política, ya que sólo el individuo humano puede hacer
el bien desde su única y propia conciencia.
De todas maneras, no es que la Razón Política sea tan perversa que necesita que la
conciencia sea totalmente independiente a su ejercicio, sino que lo que pasa es que detrás de
esta Razón Política se encuentra la mente, que encierra dentro de sí el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, Ego que es el que influye determinadamente
hasta el agobio a la conciencia, y por tanto, en esos momentos críticos en los que nos toca vivir
individualmente unas determinadas circunstancias profesionales, sociales o políticas, y que
tanto afectan a nuestra intimidad, hay que tratar de dominar la mente, utilizando la anterior
garantía, en la siguiente, que es la trigésima quinta garantía de la Razón Política, que consiste
en actuar según la lógica de la sociedad, es decir, según la lógica del equilibrio de las
emociones, que debe tener dicha Razón Política, pero que a su vez, es algo distinto a la sutileza
de la comprensión de la conciencia.
Es algo distinto, porque la sutileza de la comprensión de la conciencia, es una sutileza que
sólo puede manejar la voluntad consciente e intransferible de cada individuo humano, es decir,
su propio autocontrol, mientras que la lógica del equilibrio de las emociones, que debe tener
dicha Razón Política, no la puede manejar el individuo humano, sino que sólo la maneja la
sociedad, es decir, el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, por lo que
como trigésima sexta garantía de la Razón Política, diremos que esta Razón Política siempre es
utilitarista, ya que es la que hace la vida de cada individuo humano, es decir, la vida cotidiana
de todos los días, y por tanto esta Razón Política se ve en la necesidad de ser rígida, ya que es
una Razón que no puede fallar, ya que si falla, el sistema pierde su dirección y deja de existir.
Pero aunque esta Razón Política lleve la dirección del sistema, lo cierto, es que como
trigesimaséptima garantía de la Razón política, dicha Razón Política nunca se sabe bien lo que
hace, aunque lo que sí se sabe, es que esta Razón Política, es utilitarista, y por tanto se ve en la
necesidad de ser rígida, olvidando la acción creadora que lleva dentro de si mismo cada
individuo humano, lo que no le permite cambiarse interiormente, es decir, esta Razón Política
no le permite nunca ir a cada individuo humano, hacia ese estado de supraconciencia, que le
permita conocerse al menos un poco mejor así mismo, reduciendo la vida a un continuo
empezar de nuevo, pero que no contiene ese cambio interior, ya que las causas aparentes de la
Razón Política, transforman ese necesario cambio interior de cada individuo humano, en el
absolutismo totalitario del algo acabado para siempre.
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Por todo esto, y como trigésima octava garantía de la Razón Política, esta Razón Política
siempre está destinada a triunfar, ya que el individuo humano se ve obligado a vivir sin
reflexionar, y sobre todo a silenciar la oscuridad interior que le produce continuamente la
determinante influencia del Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, y que a su vez
le causa una continua confusión a la inteligencia comprensiva de la conciencia, ya que la
Razón Política origina tal tensión emocional en cada individuo humano, que a la larga le
perjudica, es decir, esta tensión emocional se transforma en un trastorno de personalidad, más o
menos agudo, según la ciencia psiquiátrica, que no se da cuenta, que esta tensión emocional es
producida por el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, que es el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Si esta tensión emocional se transforma en un trastorno de personalidad, es porque el Ego
de todos y cada uno de los individuos se descontrola de tal manera, que afecta tan
profundamente a la inteligencia comprensiva de la conciencia, que la confunde, y por tanto no
le permite bajo ningún concepto, comprender lo que le está pasando, es decir, perdonarse a sí
misma, que es lo que le permitiría intentar arreglar lo que lleva dentro de si misma, es decir, en
su intimidad consciente, por lo que como trigésima novena garantía de la Razón Política, dicha
conciencia individual, debe intentar controlar este Ego de todos y cada uno de los individuos
humanos, es decir, debe trabajar para intentar aminorar su determinante influencia en la
conciencia de todos y cada uno de los individuos humanos.
La Razón Política apoya como cuadragésima garantía, que una minoría elitista mande
sobre el individuo humano masa, que es acrítico, constituyendo a su vez una red de
intelectuales, que piensen por ese individuo humano masa, y sobre todo que aparenten rebeldía,
que si es innata a la llamada condición humana, no es porque proceda del Ego de todos y cada
uno de los individuos humanos, como se quiere hacer creer, sino es porque los verdaderos
intelectuales no aparentan rebeldía, ya que aun conociendo y aceptando la realidad, tratan de
rebelarse contra aquellas características de la realidad, que son consideradas por estos
intelectuales como dignas de mejorar, aunque esta Razón Política trate siempre a estos
verdaderos intelectuales, como unos peligrosos inadaptados, favoreciendo por ello a esos falsos
intelectuales, que se convierten en legitimadores del Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.
La Razón Política, al ser aintrospectiva, y como cuadragésima primera garantía, para lo
que mejor sirve, es para aparentar esa radical inseguridad que por momentos el Ego de los
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requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que es el Ego de todos y cada uno de los
individuos humanos, nos hace sentir a cada uno de nosotros, radical inseguridad, que por
proceder del dolor de la soledad de la conciencia no tiene cura, porque es una condición de la
conciencia sobre la que no se tiene capacidad de actuar, ya que además, detrás de esta
inseguridad y de este dolor de la soledad de la conciencia, está el miedo a la vida, que en el
fondo, es el miedo a la muerte, que se tiene desde el Ego, dado que el Ego jamás quiere morir, y
esta es la causa profunda de porque a los individuos humanos le cuesta tanto enfrentarse a
situaciones, que para su Ego individual son tan difícilmente soportables, y por eso muchas
veces a los individuos humanos les cuesta sobremanera ser prácticos, aunque si fueran capaces
de serlo, estas cuestiones a las que su Ego no es capaz de enfrentarse, desaparecerían.
Por todo esto, y como mecanismo que nos ayuda a calmar dicha inseguridad, el propio
Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, que es el Ego de los requerimientos de lo
que el mundo quiere de mí, aparte de ser el que nos hace sentir dicha inseguridad, también es el
causante de que esta inseguridad nunca desaparezca, por lo que como cuadragésima segunda
garantía de la Razón Política, es necesario encontrar un mecanismo, lo suficientemente ágil,
que nos ayude de manera efectiva, a calmar dicha inseguridad, y eso solamente se puede
conseguir, gracias al pragmatismo de la concepción dinámica de la conciencia.
Esta concepción dinámica de la conciencia, dada la necesidad que tiene de conseguir la
atención continuada de otras conciencias similares a la nuestra, es propiamente un mecanismo
de la conciencia, que nos puede ayudar a intentar calmar la aparente inseguridad que nos hace
sentir a cada uno de nosotros, el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, que es el
Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, aunque a decir verdad, sólo queda
en eso, en un intento de ayuda, ya que esta concepción dinámica de la conciencia, como parte
del Espíritu que es, y que está encargada de luchar contra el Ego, nunca logra llegar a la
perfección del propio Espíritu, ya que sino todo dejaría de tener sentido, y por eso la
conciencia, como cuadragésima tercera garantía de la Razón Política, tiene que seguir
continuamente en el camino, ya que la perfección para la conciencia del individuo nunca es un
fin, ya que se ve obligada esta conciencia a estar siempre en el camino hacia esa perfección,
continuamente luchando contra el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos, que es
el Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
Como la conciencia, que es una parte del Espíritu, tiene que seguir continuamente en el
camino hacia la perfección, perfección que consiste en luchar contra el Ego de todos y cada uno
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de los individuos humanos, tenemos que como cuadragésima cuarta garantía de la Razón
Política, esta aparente inseguridad que nos hace sentir este Ego, se minimiza, cuando otras
conciencias similares a la nuestra, se dan cuenta que lo mejor para no sentir esta inseguridad
interior, es no callarse y dejarse ver por fuera de la misma conciencia, es decir, por el Ego de
los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí.
De esta manera, al dejarse ver la conciencia paseando con el Ego de los requerimientos de
lo que el mundo quiere de mí, y dada la determinante influencia que este Ego hace sobre la
conciencia del individuo humano, provoca que este individuo acepte que como cuadragésima
quinta garantía de la Razón Política, no puede vivir intensamente desde la conciencia de lo que
yo quiero del mundo, y por eso se refugia en la superficie de la realidad, que es lo más cómodo
y seguro, donde a cada individuo humano le gusta creer que es libre, intentando ejercer el
olvido de una verdadera vida mucho más profunda, que es la de la conciencia, la cual está
continuamente luchando contra el Ego de todos y cada uno de los individuos humanos.
Por todo esto, el individuo humano, aunque lo parezca y le guste creerlo así, nunca es
libre, ya que la conciencia tiene que estar continuamente luchando contra el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, que viene siendo el Ego de todos y cada uno
de los individuos humanos, y por tanto, como cuadragésima sexta garantía de la Razón
Política, tenemos y aunque no queramos, que desde el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí, ya que casi a cada instante, está venciendo sobre cada una de nuestras
conciencias, se nos obliga a vivir desde la Razón Política, la cual, aunque sea falsa, tiene vida
propia, como componente del Ego de los requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, al
igual que le pasa, pero con efectos inversos a la conciencia, que intentando actuar contra el Ego
de todos y cada uno de los individuos humanos, además de cumplir su misión, forma parte
activa del Espíritu, aunque le esté vetado llegar a la perfección de este Espíritu.
La cuadragésima séptima garantía de la Razón Política, sirve para legitimar a aquellos,
que señalan que la vida está constantemente superándose a ella misma, por su supuesta
vitalidad constitutiva, ya que nada puede subsistir a la vida, ya que hay cuestiones, que no
pueden ni ser explicadas por el supuesto racionalismo de la modernidad de hasta mediados del
siglo XX, por lo que sería mejor acogerse a la postmodernidad de finales del XX y de inicios
del XXI, y por el cual, la vida se nos aparece como algo imprevisible, ya que no se somete a
leyes lógicas, ni a cálculos racionales, sino que esta vida es un fluir constante, lleno de
impulsos y necesidades básicas, lo cual si es así, es porque detrás se encuentra la Razón
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Política, la cual, aunque sea falsa, tiene vida propia, como componente del Ego de todos y cada
uno de los individuos humanos, es decir, del Ego de los requerimientos de lo que el mundo
quiere de mí.
Esto ocurre así, porque como cuadragésima octava garantía de la Razón Política, vemos
que a inicios del siglo XXI, la Razón Política sigue separando la Vida, como si fuera algo
autónomo al individuo humano, cuando es al revés, ya que LA VIDA DEL INDIVIDUO
HUMANO, SE ENCUENTRA COMPLETAMENTE DETERMINADA POR EL EGO DE
TODOS Y CADA UNO DE LOS INDIVIDUOS HUMANOS, que es el Ego de los
requerimientos de lo que el mundo quiere de mí, y por ello, la vida jamás puede ser
independiente al Individuo humano, ya que sino, lo sería también al Ego de la vida cotidiana, y
como ya sabemos, este Ego de la vida cotidiana, es lo mismo que el Ego de todos y cada uno de
los individuos humanos, es decir, es lo mismo que el Ego de los requerimientos de lo que el
mundo quiere de mí.