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La naturaleza muestra su mejor encanto en la ciu-
dad de Gualeguaychú, también su rica historia la
hacen unos de las ciudades más visitadas de la
provincia de Entre Ríos y del país.
Observar donde todos ven…
Es por eso que desde la redacción hemos decidi-
do recorrer, buscar y significar lugares que des-
lumbren por su belleza y encanto a los visitantes,
es nuestro deseo que emprendan un camino sin
retorno a los rincones de la historia, la cultura y
de la naturaleza. Que permitirán a usted disfrutar
de un hermoso lugar en contacto con sus seres
queridos.
Sin más, bienvenido al viaje donde Gualeguay-
chú lo enamorará como nadie lo ha hecho...
Mil paisajes como éste…
Observar donde todos ven…
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Staff
IndiceCatedral San José. La de las torres acortadas y un tesoro escondido
Coordinador de RedacciónFernando M. Melchiori
Marketing y EdiciónYari Colombo
DiseñoLucrecia Benavidez
FotografíaJerónimo Fernández
Totti García
PANZA VERDE PRODUCCIONES [email protected]@panzaverde.com.ar
FB: Gualeguaychú es Todo el AñoCel.: 11.6509.2164Cel.: 3446.534523
Parque Unzué. El patio grande de Gualeguaychú
Plano de la ciudad y corredores sugeridos
Senderos del Monte. Una Reserva Natural que sorprende en cual-quier época del año
La niña de sus ojos
Rincón Gastronómico
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FOTO: www.jerof.com
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La de las torres acortadas y un tesoro escondido
La construcción de la catedral de Gualeguaychú
comenzó el 30 de mayo de 1863. 27 años des-
pués, en 1890, fue inaugurada, pero en aquel
entonces su aspecto era muy distinto al actual.
Las dos torres, que constituyen en gran medida
la impronta identitaria del edificio, fueron levan-
tadas recién en 1910. Alcanzaban los 50 metros
de altura, pero una falla en su estructura obligó
a los constructores a quitarles 10 metros a cada
una y dejándolas, como se las puede apreciar
hoy, de 40 metros. Una de ellas alberga al cam-
panario, cuya campana mayor fue bautizada
Catedral San José.
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por Sabina MelchioriLoc. Nacional de Radio y TV
Lic. en Periodismo
bajo el nombre
de María Josefa,
y al reloj mecánico de
cuatro esferas, con campa-
nas de bronce para las horas, las
medias y los cuartos, al que se le debe
dar cuerda una vez por semana.
La ceremonia de colocación de la piedra funda-
mental fue un acto de suma importancia del cual
participó -en carácter de padrino- el gobernador
de la provincia de aquel entonces, el general Jus-
to José de Urquiza.
Aquel día -el 30 de mayo de 1863-, Urquiza y
el párroco Vicente Martínez colocaron la prime-
ra piedra y junto a ésta pusieron un cofre con
más de 20 monedas de plata, siete de oro, y
otras tantas de cobre; también medallas, aros y
anillos que donaron los vecinos. Por su parte, el
arquitecto de la obra, Francisco Ponchini, aportó
un almanaque con los nombres de todos los ope-
rarios.
Hasta el día de hoy, no se sabe con exactitud en
qué sector de la Catedral se encuentra ese cofre,
pero gracias a una de las copias del acta que re-
“Me fue presentada una caja de plomo
envuelta en una de cinc dorada para que dentro
de ella se enterrase el acta de esta solemne
bendición, debiendo ser colocada en el mismo lugar que la piedra
fundamental”.
dactara el párroco Martínez, podemos tener una
idea aproximada: “Me fue presentada una caja
de plomo envuelta en una de cinc dorada para
que dentro de ella se enterrase el acta de esta
solemne bendición, debiendo ser colocada en el
mismo lugar que la piedra fundamental”.
La piedra fundamental se ubicó donde luego se
construyó el altar mayor. Sin embargo, cuando
las misas dejaron de celebrarse de espaldas y
en latín, ese altar pasó a ser el retablo, el sitio
que queda detrás del sacerdote durante las cere-
monias religiosas y donde se exponen imágenes
sacras.
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Fotos: www.jerof.com
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Parque Unzué…
Un lugar para “es-caparse” a minutos del centro, junto al río Gualeguaychú.. Para la familia, amigos, el amor, un mate o simplemente una cita con la vida.El Parque Unzué se divide en “Parque grande” y “Parque chico”, y tiene 115 hectáreas donadas en 1920 por los hijos del terrateniente y empresario Saturnino Unzué e Inés Dorrego.El intendente Bernardo L. Peyret, en la década del 30, le daría forma al Parque, con ayuda desinteresada de vecinos. Con la inauguración
por Fabián MagnottaPeriodista y Escritor
el patio grande de Gualeguaychú
Fotos: www.escapateagualeguaychu.com
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Parque Unzué…
Si la ciudad es la casa, el Parque Unzué es el patio
de todos.
en 1931 del puente Méndez Casariego (antes se cruzaba en
balsa), el lugar quedó unido a la zona urbana y allí se realizaron los primeros pa-
seos estudiantiles.
Se plantaron acacias blancas, álamos chilenos, jacarandáes, cipreses, ligustros, moreras, palme-ras, eucaliptus, tipas, casuarinas, thuyas, con el diseño del paisajista francés Carlos Thays. La ruta divisoria, iba hacia la llamada “Ruta 14 vieja”, hacia Concepción del Uruguay. Se suma-ron los clubes y el edificio “Chateau Vert”, en Recreo Los Sauces. La “Pista de la Salud”, la “La-guna del Parque” y en breve la recuperación de “La Delfina” forman parte de los nuevos tiempos.
Orgullo de los gualeguaychuenses, una garantía de descanso. Si la ciudad es la casa, el Parque Unzué es el patio de todos.
Senderos delMonteUna reserva natural que sorprende en cualquier
época del año.
Juliana nos recibe
dando inicio al reco-
rrido. Cada espacio des-
prende naturaleza plena pero a
su vez ha sido pensado y diseñado al
detalle, para que la experiencia sea única.
Cientos de especies de fauna y flora se pueden
ver en sus senderos zigzagueantes, que poco a
poco atraviesan pajonales, monte o selva en ga-
lería a la vera del arroyo La Capilla.
Caminamos por sendas plagadas de huellas de
ciervo, zorro o aguará popé, los verdaderos ha-
bitantes de esta reserva natural de 25 hectáreas.
El monte nativo se abre ante nuestra visita desple-
gando toda su belleza y sus secretos, sus formas
y aromas según las diferentes estaciones. Coro-
nillos, sauces criollos, helechos y cientos de or-
por Andrea TakátsLic. en Geografía y Especialista en DesarrolloEstratégico del turismo
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Fotos: www.senderosdelmonte.com.ar
Otra forma de descubrir Gualeguaychú.
Perdiéndose por sus senderos
quídeas.
Mientras avanzamos nos persi-
gue el sonido de las tacuaritas azu-
les, pirinchos y garzas brujas, muy fáciles
de fotografiar en un área declarada como de
importancia para la conservación de las aves.
En cualquier momento, el observatorio de la la-
guna o el mangrullo son dos puntos de referencia
para los avistadores de aves, en tanto el puente-
cito sobre el arroyo suele ser el lugar preferido
por los chicos.
A las caminatas interpretativas de la naturaleza,
reconocimientos de huellas y fotografías por do-
quier se agregan salidas nocturnas bajo la luz de
la luna.
Sin embargo, la experiencia no estará completa
sin unos momentos para intercambiar vivencias
con un rico té de anacahuita en el refugio.
La propuesta está planteada. Ahora solo hay que
dejarse deslumbrar por el simple encanto de los
senderos del monte gualeguaychuense.
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El museo Casa de Haedo está ubicado en la es-
quina de Rivadavia y San José. Es la construcción
material más antigua de la ciudad. La manda a
construir Don José Borrajo en sociedad con Doe-
llo, es uno de los 85 terrenos (solares) que repar-
tió Don Tomás de Rocamora en la fundación de
Gualeguaychú en 1783.
Rocamora invitó a los antiguos pobladores a tras-
ladarse alrededor de la Plaza San Martín para
rediseñar la ciudad. También fue cuartel de Gari-
La Niña de
Quienes llegan a visitar la casa,
se encuentran con exquisitos detalles de la época colonial,
es un lugar para conocer la rica y preciosa historia
de nuestra ciudad12
sus Ojos
baldi y de
200 italia-
nos que venían de
Montevideo para asal-
tar Gualeguaycú en 1845.
Se la conoce como Casa de Hae-
do porque una de las hijas de Borra-
jo, Petronila, se casa con José Antonio Haedo,
un comerciante muy jóven y habitan esta casa.
Tiempo después se convierte en almacén. Sus
descendientes supieron preservar todo lo que se
exhibe en el musep donde conservan los bienes
de la familia Haedo: documentos de la época
del Virreinato, libros, cuadros, fotografías, ar-
mas, utensilios, muebles y otros objetos de los
cuales se puede ir enhebrando un relato histórico
que comienza hacia el 1.700. Es un monumen-
to nacional, también un espacio socio-cultural,
un lugar donde se realizan eventos artísticos y
por Alumnos de laEscuela Secundaria Nº 26 Anexo
E.S.J.A. • Gualeguaychú
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educativos al ser visitado por distintas escuelas,
donde se puede ver la forma en que se organiza-
ban y vivían las familias a fines del Siglo XVIII y
comienzo del siglo XIX. Quienes llegan a visitar
la casa se encuentran con exquisitos detalles de
la época colonial, es un lugar para conocer la
rica y preciosa historia de nuestra ciudad “Gua-
leguaychú”.
Fotos: Totti García
Rincón
Además de degustar podrá solicitar la Receta
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Gastronómico
Reencuentros
que se afian-
zan desde el gusto
y los aromas. Es lo que
nos va a brindar el reconoci-
do Cocinero Víctor Stehle, quien
nos recibió en su cocina; lugar donde
se elabora el reconocido plato “Don Tomás
de Rocamora”, en alusión al fundador de la
querida ciudad de Gualeguaychú.
Es una cazuela acompañada de zócalo de maíz,
está construida con pescado de la zona en esta
ocasión será surubí y vegetales que se pueden
encontrar en el sur entrerriano.
El aroma de los vegetales cuidadosamente coci-
nados en contacto con el pescado de río, nos
llevan a las primeras cocinas de campo donde la
leña era fuente de energía, una vez en el pala-
dar se amalgaman los sabores de los vegetales,
el pescado y el maíz convirtiéndolo en un plato
único; que recomendamos probar. El dueño de
casa aconseja acompañarlo con un buen vino
blanco que realzará los sabores. En Alberdi 239,
podrán degustar esta excelente propuesta gastro-
nómica y también podrán solicitarle a Víctor, la
receta quien gentilmente la puso a disposición de
los lectores de “Gualeguaychú es todo el año”.
por Yari ColomboLic. en Marketing
Fotos: Totti García
“Es en vano viajar si uno no conoce un poco de la historia, de la literatura y de arte
de cada lugar, porque podría uno terminar siempre en el centro y haciendo shopping”
J. L. Borges
FOTO: www.jerof.com