6
7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 1/6 OCNOS, O LA NOSTÁLGICA CON TEMPLATIVA POR LEOPOLDO PANERO H ACE dieciséis o diecisiete años, en la página literaria de un popular periódico madrileño, se publicaba un artículo so bre poesía, primero de una serie que luego quedó inte rrumpida, y que llevaba por título genérico :  El espíritu lírico.  Lo firmaba un poeta, desdeñoso siempre de popularidad, y entonces ape nas conocido : Luis Cernuda. Tomo de aquel artículo olvidado, que una rara casualidad trae hoy a mis manos, estas pocas palabras ini ciales : «Un poeta crea su atmósfera y ésta le rodea, visible e invisi ble. A imagen suya, actos, cosas y personas se agrupan en torno. Véa- mosle...» Veámosle ahora a él mismo, a Luis Cernuda mismo, a la luz de sus propias palabras, en la atmósfera visible e invisible de su poesía. Abramos las breves hojas transparentes, fluidas y melancólicas, de Ocnos  (1) : «En ocasiones, raramente, solía encenderse el salón al atardecer, y el sonido del piano llenaba la casa, acogiéndome cuando yo llegaba al pie de la escalera de mármol, hueca y resonante, mien tras el resplandor vago de la luz que se deslizaba allá arriba en la galería me parecía corno un cuerpo impalpable, cálido y dorado, cuya alma fuese la música.» «Así, en el sueño inconsciente del alma infantil, apareció ya el poder mágico que consuela de la vida, y (1) Luis  CERNUDA:  Ocnos.  Colección ínsula, I. Madrid, 1949. 101 páginas. 183

Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 1/6

OCNOS, O LA NOSTÁLGICA CON

TEMPLATIVA

P O R

L E O P O L D O P A N E R O

H

ACE d iec i sé i s o d i ec i s i e t e añ os , en l a pá g i na l i t e r a r i a de un

p o p u l a r p e r i ó d i c o m a d r i l e ñ o , s e p u b l i c a b a u n a r t í c u l o s o

b r e p o e s í a , p r i m e r o d e u n a s er i e q u e l u e g o q u e d ó i n t e

r r u m p i d a , y q u e l l e v a b a p o r t í t u l o g e n é r i c o :  El espíritu lírico.  L o

f i r m a b a u n p o e t a , d e s d e ñ o s o s i e m p r e d e p o p u l a r i d a d , y e n t o n c e s a p e

n a s c o n o c i d o : L u i s C e r n u d a . T o m o d e a q u e l a r t í c u l o o l v i d a d o , q u e

u n a r a r a c a s u a l i d a d t r a e h o y a m i s m a n o s , e s t a s p o c a s p a l a b r a s i n i

c i a l e s : «U n poe ta c r ea su a tmós fe ra y é s t a l e rodea , v i s ib l e e i nv i s i

b l e .

  A i m a g e n s u y a , a c t o s , c o s a s y p e r s o n a s s e a g r u p a n e n t o r n o . V é a -

m o s l e . . . »

V e á m o s l e a h o r a a é l m i s m o , a L u i s C e r n u d a m i s m o , a l a l u z d e

s u s p r o p i a s p a l a b r a s , e n la a t m ó s f e r a v i s i b l e e i n v i s i b l e d e s u p o e s í a .

A b r a m o s l a s b r e v e s h o j a s t r a n s p a r e n t e s , f l u i d a s y m e l a n c ó l i c a s , d e

Ocnos

  ( 1 ) : « E n o c a s i o n e s , r a r a m e n t e , s o l í a e n c e n d e r s e e l s a l ó n a l

a t a r d e c e r , y e l s o n i d o d e l p i a n o l l e n a b a l a c a s a , a c o g i é n d o m e c u a n d o

y o l l e g a b a a l p i e d e l a e s c al e r a d e m á r m o l , h u e c a y r e s o n a n t e , m i e n

t r a s e l r e s p l a n d o r v a g o d e l a l u z q u e s e d e s l i z a b a a l l á a r r i b a e n l a

g a l e r í a m e p a r e c í a c o r n o u n c u e r p o i m p a l p a b l e , c á l i d o y d o r a d o ,

c u y a a l m a f u e s e l a m ú s i c a . » « A s í , e n e l s u e ñ o i n c o n s c i e n t e d e l a l m a

i n f a n t i l , a p a r e c i ó y a e l p o d e r m á g i c o q u e c o n s u e l a d e l a v i d a , y

(1) Luis

  CERNUDA:

  Ocnos.

  Colección ínsula , I. Mad rid, 1949. 101 páginas.

1 8 3

Page 2: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 2/6

desde entonces lo veo flotar ante mis ojos : tal aquel resplandor vago

que yo veía dibujarse en la oscuridad, sacudiendo, con su ala palpi

tante las notas cristal inas y puras de la melodía.» Se l lama este prí-

mer poema de  Ocnos vaga y definit ivamente :  La Poesía.  La poesía

es ,  pues, para Cernuda, algo inasible y misterioso, oculto casi a ía

real idad de los sent idos; a lgo que nos t ransporta fugazmente a un

mundo deseado, exis tente , verdadero, hecho a imagen y semejanza

de nuest ra imaginación, como quería , y creía—con rel ig iosa fe   poé-

tica—, otro gran l í r ico románt ico : John Keats .

Por eso, para Cernuda, más que cosa alguna, la v i r tud esencial

de la palabra poét ica res ide en su poder susci tador , en su potencia

de encantamiento , en la mágica i r i sación que pone entre nuest ros

sent idos y la real idad a que alude y que nos permite adivinar : «En

trevi entonces la existencia de una realidad diferente de la perci

bida a diario.»

Importa quizá por eso conocer previamente la real idad cot idiana

desde la cual se evadía Luis Cernuda al componer y trasvivir, según

los iba escribiendo, los poemas que integran su l ibro. Las circunstan

cias reales y biográficas que asist ieron de alguna manera a su inven

ción acaso nos ayuden a expl icar un poco su índole ín t ima, su anhe

lante fuerza profunda, como de hombre des terrado entre el t iempo

y las cosas, entre la vida y su recuerdo.

Vivía Luis Cernuda en Londres en una habi tación quimérica y

minúscula, cuidadosamente tenida y s i lenciosamente habi tada, cuya

única ventana se abría a n ivel de los árboles de Hyde Park, dejando

ver sólo sus al tas copas estremecidas y flotantes, de un verde denso,

fresco y alt ivo, nimbado de l ibertad en medio de las calles oscuras,

y l lenando con su presencia resbalada y aérea la reducida estancia

del poeta sevi l lano. Aquel los pocos árboles—tan hermosos , tan l i

br e s ,  tan naturalmente nobles y bel los—, y alguna escapada sol i tar ia

y

  ocasional hacia el mar, en un rincón apartado y medio salvaje del

Cornual les cél t ico , eran lo único que Cernuda convivía y amaba; lo

único que le consolaba de vivi r en Inglaterra , s in t ierra propia bajo

las plantas de los pies , náufrago que la tempestad arroja al borde

de un mundo extraño, ajeno y vagamente host i l . Llevaba, cuando yo

volví a verle, cerca de diez años lejos de España. Recordaba con ho-

íror (o mejor dicho : eludía recordar-) sus lóbregos t iempos de resi

dencia en Glasgow, en el sórdido Glasgow industrial , infernal , nórdi

co ,  perpe tuam ente amor ta jado por e l hum o y l a n ieb la ho l l in ien ta

de sus fábricas : la ciu dad m ás antisevil lana del plan eta . H ab itó

luego algunos cursos—«reo que dos—en Cambridge, y eran los solos

1 8 4

Page 3: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 3/6

días de su des t ierro que rememoraba s in amargura. Londres acabó

de dis tanciar le y exi lar le to talmente de Inglaterra . A úl t ima hora me

incl ino a pensar qu e la detes taba y aborrecía , aun que guar dara s iem

pre una especie de abst racta grat i tud a su hospi tal idad. Había usado

hasta el l ímite su vocación de soli tario y le dolía físicamente la nos

talgia de su t ierra nativa. Padecía una fatal inadaptación a la vida

en torno y vivía s in más soporte q ue su pudo rosa dignidad y su heroi

ca resignación andaluza ante los azares de la suerte.

Personalmente creo yo que ningún poeta puede vivi r y expresar

con autenticidad más t ierra y más gente que la propia, y que es su

mamente difíci l lograr ese grado de íntima comunión con lo exte

r ior—cosas , hombres , ideas—que hace posible el sent imiento de

amor absoluto de que brota la poesía l írica. Es verdad que algunos

poetas—un Shelley, un cierto Keats

:

—emigi 'aron de su corazón y se

evadieron románticamente de su suelo natal . Pero se trata en esos

casos de poetas res idenciados pr imordialmente en la fantas ía y que

buscaban fuera de la real idad ci rcundante el c l ima paradis íaco pro

picio a sus ensueños y a la belleza intelectual de su canción. La si tua

ción histórica a que obedecían les movía además a el lo, y, por otra

par te , nunca ha s ido Holder l in , por e j emplo , t an sub l imada y um

versalmente alemán como en su genial in terpretación mít ico-poét ica

del mundo griego.

Que lo vernáculo y entrañable ejerce un inf lujo evident ís imo

sobre la poesía de Luis Cernuda está, para mí, fuera de toda duda.

Desde su pr i m er l ibro , la obra lí r ica de Cernu da va gana ndo en lo

que yo l lamaría in t imidad espir i tual española. A part i r , sobre todo,

de sus  Elegías  y de los poemas que componen  Las Nubes esta en

cendida presencia contemplativa de la t ierra ibera, fi l trada siempre

por la gracia ultrasevil lana de uno de los lenguajes poéticos más per

fectos de nuestro t iempo, se adensa y fortalece cada vez más, hasta l le

gar a la v i rginidad imaginat iva y alada pureza verbal de   Ruiseñor en

la Piedra  (evocación nostálgica de El E scorial y su paisaje), o  Atarde-

cer en la Catedral

  (proyección retrospectiva del alma hacia el recogi

miento vivi f icante de cualquier provinciana catedral española) . Tal

es,  en su proceso de crecimiento y madurez, e l momento poét ico de

que toma su arranque, art íst ico y vital , la creación de   Ocnos.

«Hay destinos humanos l igados con un lugar o con un paisaje.

Al l í , en aquel jardín , sentado al borde de una fuente, soñaste un día

la vida como embeleso inagotable. La amplitud del cielo te acuciaba

a la acción; el alentar de las flores, las hojas y las aguas, a gozar

s in remordimientos .

1 8 5

Page 4: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 4/6

Más tarde habías de comprender que ni la acción ni el goce po

drías vivirlos con la perfección que tenían en tus sueños al borde

de la fuente. Y el d ía que comprendis te esa t r i s te verdad, aunque

estabas lejos y en t ierra extraña, deseaste volver a aquel jardín y

sentar te de nuevo al borde de la fuente, para soñar ot ra vez la juven

tud pasada.» Pero en esta segunda edición de   Ocnos enriquecida

con quince nuevos poemas, la nostalgia de Cernuda se ensancha

con templa t ivamente a toda España . Su

  mirada interior

expresión

que usa diversas veces en este l ibro y que procede directamente de

Wordsworth , le l leva hacia paisajes y ciudades que no son ya los dé

su niñez sevil lana de la calle del Aire. Su emoción privilegia casi

constantemente aquellos si t ios y parajes, donde el encanto, puro y so

l i tario, de la naturaleza, se reveló un día a su alma. Las figuras hu

manas de este breviario de añoranzas son pocas, apenas son algu

nas .

  El poeta parece huir de la sociedad de los hombres y refugiarse

en la compañía de las cosas que ama. Desde este punto de vista.

Cernuda da la sensación de un soli tario o de un desengañado abso

l u to .  La fuerza interna que ha moldeado su destino y configurado su

carácter suprime la ternura de su poesía .

  Y

s in em bar go, ¡cuán ta

cordial idad, cuánta frus t rada ternura, en el poema—para mi gusto

uno de los mejores del l ibro—donde nos habla laceradamente de su

viejo maest ro de retór ic a Pe ro su visión del m und o es m uy ot ra y

no entran fáci lmente en el la n i la d i recta s impat ía por el hombre ni

l a exper ienc ia de humanidad que e l l a compor ta .

La dicción poética de Cernuda, tan sostenida de continuo sobre

la má s cernida t ransparencia no t iene acaso ot ro antecede nte posible

que el Bécquer de las Leyendas y las Cartas, con su delgada y fluente

naturalidad, con su feliz elegancia y l íquido encadenamiento de cláu

sulas,  con su irradiante ámbito de sugerencia, con su gusto espon

táneo j>or el matiz delicado y la expresión metafórica simple e in

tensa. La recept ividad sensual de Cernuda es , probablemente, una

de las más finas, evidentes y ricas de toda nuestra poesía, y comu

nica a su palabra el fluir y la sensación misma de las cosas. Nadie

le iguala en eso, en la cristal ina inocencia de su lenguaje, puesto

siempre al servicio de una segurísima inteligencia poética y de un

sentido de la composición poco menos que infalible.

Así son los poemas todos de este l ibro : ní t idos, perfectos, natu

rales como la bel leza misma. Y netamente sevi l lanos desde la uni

versal melancolía que les inspira y que les da su alma. Hablando de

José Mar ía Izqu ierdo , que nunca supo , o nunca qu i so , abandonar l a

milenaria in t imidad de Sevi l la , nos dice, andalucís imamente, e l des-

186

Page 5: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 5/6

terrado autor de

 Ocnos

  : «Bécquer y Machado la dejaron tras sí . José

María Izquierdo nunca la abandonó. Después de todo, ¡quién sabe

Durante sus horas de recogimiento s i lencioso, escuchando la mú

sica, o en sus atardeceres junto al río, mientras se perdía así entre

el ruido de los otros bajo el cielo nativo, tal vez gozó gloria mejor

y más pura que ninguna.»

L e o p o l d o P a n e r o .

Ibiza , 35.

MADRID

  España).

187

Page 6: Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

7/23/2019 Ocnos o La Nostalgia Contemplativa

http://slidepdf.com/reader/full/ocnos-o-la-nostalgia-contemplativa 6/6