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En estas situaciones ex- tremas se ponen relevo las contradicciones exis- tentes en uno u otro grupo político Sin ambigüedades: No a la invasión militar de Libia En el último número de Ofensiva anunciábamos la inminente invasión de Libia por parte de las tropas imperialistas. Des- graciadamente, nuestro pronóstico se ha cumplido. El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU estableció una zona de exclusión aérea sobre Libia. El día 19, el ejército británico y el ejército estadounidense comenzaron a bom- bardear el país. España, como estado siervo del imperialismo y miembro de la OTAN, apoyó la invasión. Desde entonces, la maquinaria propagandística de la oligarquía española se puso en marcha para justificar la intervención militar en Libia y, más particularmente, la interven- ción del ejército español. Los medios de comunicación, que callaron duran- te bastante tiempo mientras el líder libio Muamar al-Gaddafi era aliado potencial de España y otros países occidentales, empezaron a criminali- zar al régimen de la Yamahiryya (es- tado de las masas). ¿Y cuál fue el detonante para este repentino cambio de pos- tura? Al parecer, el gobierno libio se encontraba estudiando la posibilidad de nacionalizar las explotaciones petrolíferas y de gas natural, lo que para las multinacionales energéticas significaría la pérdida de toda la explotación que tenían esta- blecida en el país, una de las mayores reservas de todo el mundo. Es precisamente por ello que la comunidad internacional (la del capitalismo, claro) se ha movilizado. No se ha movilizado para ayudar “humanitariamente” al pueblo libio, no nos creamos la palabrería utilizada por el gobierno para justificar la invasión; se ha movilizado para asegurar la explotación de petróleo y gas natural en la zona por parte de las multinacio- nales. Una vez más, la historia se repite. Para el imperialismo, Libia es otro Irak. Curiosamente, es en estas situaciones extremas cuando se ponen más claramente de relevo las contradicciones existen- tes en uno u otro grupo político. Las posiciones asumidas por las diversas formaciones políticas acerca de la invasión de Libia, evidencian el papel que juegan estas formaciones en la lucha de clases. Al margen de las organizaciones claramente retrógradas, aliadas preclaras del capital, las organizaciones visionadas como “de izquierda”, han dejado claro de qué lado están. Aunque a los comunistas no nos quedaran ya dudas, el PSOE ha demostrado que su oposición a la guerra de Irak en 2003 era por razones meramente electoralistas; la socialdemocra- cia no es más que la facción “izquierdosa” del capitalismo, que interviene en los gobiernos para desmovilizar a la pobla- ción. Igualmente ocurre con Izquierda Unida que, debido a la cercanía de las elecciones, se ha posicionado en contra de la invasión de Libia con sus ya habituales argumentos pacifistas. El que aún confíe en una verdadera oposición clasista de IU al imperialismo, es que sigue creyéndose las “cantinelas” del eurocomunismo. Continuando nuestro análisis, presuntamente más a la iz- quierda, podemos encontrar las posturas asu- midas por el socialismo revolucionario (supues- tamente marxista), de pelaje trotskista o sim- plemente reformista, que antes de la invasión militar mantuvo una postura abiertamente permisiva con la rebelión de una serie de secto- res libios (los rebeldes), cuyo carácter ha que- dado ya más que demostrado: servir como avanzadilla terrestre del imperialismo, siendo armados y financiados por éste a través de los servicios de espionaje. Las organizaciones políticas más representativas del actual socialismo revolucionario son Izquierda Anticapitalista y el PCE. Aún con la invasión ya realizada, el socialismo revolu- cionario sigue atacando a Gaddafi, alejándose totalmente de la coherencia revolucionaria, sin realizar un “análisis concre- to de la situación concreta”, tal como en su momento des- cribió Lenin, acertando de pleno. El PCPE, como organización comunista marxista-leninista, decimos “No a la invasión imperialista de Libia” sin ambigüe- dades de ningún tipo, conscientes de que la necesidad actual es atacar despiadadamente al imperialismo criminal y no mantener posturas ambiguas e idealistas con respecto al conflicto. Esas posiciones favorecen a la burguesía y no a la clase trabajadora. Índice: - Editorial .......................................................... Pág. 1 - República, Autodeterminación, Socialismo .... Pág. 2 - Comites de Unidad Obrera ............................. Pág. 3 - 23 de abril ....................................................... Pág. 4 - Qué leer........................................................... Pág. 5 - Actualidad obrera ........................................... Pág. 6 - Del PCE al PCPE ............................................... Pág. 7 - Hoy como ayer, Revolución ............................ Pág. 8

Ofensiva Nº 7

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Número 7 de Ofensiva, el órgano de expresión del PCPE y los CJC en Aragón.

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En estas situaciones ex-tremas se ponen relevo las contradicciones exis-tentes en uno u otro grupo político

Sin ambigüedades: No a la invasión militar de Libia En el último número de Ofensiva anunciábamos la inminente invasión de Libia por parte de las tropas imperialistas. Des-graciadamente, nuestro pronóstico se ha cumplido. El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de la ONU estableció una zona de exclusión aérea sobre Libia. El día 19, el ejército británico y el ejército estadounidense comenzaron a bom-bardear el país. España, como estado siervo del imperialismo y miembro de la OTAN, apoyó la invasión. Desde entonces, la maquinaria propagandística de la oligarquía española se puso en marcha para justificar la intervención militar en Libia y, más particularmente, la interven-ción del ejército español. Los medios de comunicación, que callaron duran-te bastante tiempo mientras el líder libio Muamar al-Gaddafi era aliado potencial de España y otros países occidentales, empezaron a criminali-zar al régimen de la Yamahiryya (es-tado de las masas). ¿Y cuál fue el detonante para este repentino cambio de pos-tura? Al parecer, el gobierno libio se encontraba estudiando la posibilidad de nacionalizar las explotaciones petrolíferas y de gas natural, lo que para las multinacionales energéticas significaría la pérdida de toda la explotación que tenían esta-blecida en el país, una de las mayores reservas de todo el mundo. Es precisamente por ello que la comunidad internacional (la del capitalismo, claro) se ha movilizado. No se ha movilizado para ayudar “humanitariamente” al pueblo libio, no nos creamos la palabrería utilizada por el gobierno para justificar la invasión; se ha movilizado para asegurar la explotación de petróleo y gas natural en la zona por parte de las multinacio-nales. Una vez más, la historia se repite. Para el imperialismo, Libia es otro Irak. Curiosamente, es en estas situaciones extremas cuando se ponen más claramente de relevo las contradicciones existen-tes en uno u otro grupo político. Las posiciones asumidas por las diversas formaciones políticas acerca de la invasión de Libia, evidencian el papel que juegan estas formaciones en la lucha de clases. Al margen de las organizaciones claramente retrógradas, aliadas preclaras del capital, las organizaciones visionadas como “de izquierda”, han dejado claro de qué lado están. Aunque a los comunistas no nos quedaran ya dudas, el PSOE ha demostrado que su oposición a la guerra de Irak en 2003

era por razones meramente electoralistas; la socialdemocra-cia no es más que la facción “izquierdosa” del capitalismo, que interviene en los gobiernos para desmovilizar a la pobla-ción. Igualmente ocurre con Izquierda Unida que, debido a la cercanía de las elecciones, se ha posicionado en contra de la invasión de Libia con sus ya habituales argumentos pacifistas. El que aún confíe en una verdadera oposición clasista de IU al imperialismo, es que sigue creyéndose las “cantinelas” del eurocomunismo. Continuando nuestro análisis, presuntamente más a la iz-

quierda, podemos encontrar las posturas asu-midas por el socialismo revolucionario (supues-tamente marxista), de pelaje trotskista o sim-plemente reformista, que antes de la invasión militar mantuvo una postura abiertamente permisiva con la rebelión de una serie de secto-res libios (los rebeldes), cuyo carácter ha que-dado ya más que demostrado: servir como

avanzadilla terrestre del imperialismo, siendo armados y financiados por éste a través de los servicios de espionaje. Las organizaciones políticas más representativas del actual socialismo revolucionario son Izquierda Anticapitalista y el PCE. Aún con la invasión ya realizada, el socialismo revolu-cionario sigue atacando a Gaddafi, alejándose totalmente de la coherencia revolucionaria, sin realizar un “análisis concre-to de la situación concreta”, tal como en su momento des-cribió Lenin, acertando de pleno. El PCPE, como organización comunista marxista-leninista, decimos “No a la invasión imperialista de Libia” sin ambigüe-dades de ningún tipo, conscientes de que la necesidad actual es atacar despiadadamente al imperialismo criminal y no mantener posturas ambiguas e idealistas con respecto al conflicto. Esas posiciones favorecen a la burguesía y no a la clase trabajadora.

Índice: - Editorial .......................................................... Pág. 1 - República, Autodeterminación, Socialismo .... Pág. 2 - Comites de Unidad Obrera ............................. Pág. 3 - 23 de abril ....................................................... Pág. 4 - Qué leer ........................................................... Pág. 5 - Actualidad obrera ........................................... Pág. 6 - Del PCE al PCPE ............................................... Pág. 7 - Hoy como ayer, Revolución ............................ Pág. 8

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República, Autodeterminación, Socialismo El proyecto político del PCPE: en lucha por una República Socialista Con motivo del 14 de abril, desde el PCPE incidimos de nuevo en el modelo de orga-nización estatal que considera-mos óptimo para avanzar hacia la sociedad comu-nista. El PCPE aboga por una República Confe-deral Socialista en la que los pueblos de Espa-ña, la clase traba-jadora que siempre ha vivido subyugada a los intere-ses de la oligarquía terrateniente y de la gran burgue-sía, se libre de sus cadenas.

Sabemos que para llegar al comunismo hemos de atravesar una fase socialista, en la que el poder esté en manos del pueblo trabajador. Hemos de com-prender que las estructuras de poder que ahora mismo contemplamos están sostenidas directamente por la gran burguesía. Ya basta de que el gran capital nos dirija a través de títeres y mediadores. Uno de estos títeres es la monarquía, que en el Estado Espa-ñol es herencia de una dictadura fascista. Una dicta-dura que en 1936 atentó contra la soberanía popular, a fuerza de provocar una guerra para arrebatar a la clase trabajadora su legítimo derecho de decidir qué tipo de organización estatal quería para sí.

Ahora se nos dice que gracias a la ‘Transición’ goza-mos de un sistema democrático y que garantiza los derechos de todos y cada uno de nosotros. ¿Es eso cierto? ¿Hemos decidido los trabajadores mantener una serie de instituciones caducas y parasitarias, co-mo son el ejército, la iglesia o, como hemos dicho antes, la monarquía? No, lo que ocurre es que al gran capital le interesaba encuadrar España en el marco de los países desarrollados, unos intereses meramen-te económicos, y para ello había que lavar el aspecto político. La clase trabajadora fue traicionada por

aquellos que decían defenderla, y la traición sigue vigente. Basta ya de Pacto Social, derroquemos las estructuras creadas para frenar el desarrollo revolu-cionario. No nos dejemos engañar por los reformistas que aseguran que el sistema caerá por sí solo: el capi-talismo cae, sí, pero en la caída se va a llevar todo lo que pueda consigo. Las condiciones para la Revolu-ción Socialista existen, y es la clase trabajadora la que tiene en sus manos la clave de la dictadura del prole-tariado. Una República Socialista es la única forma de estado que puede dar a los trabajadores el poder y la libertad de decidir sobre su propio destino.

La Revolución se escribe de distinta manera en cada territorio, ya que debemos valorar objetivamente las características productivas, geográficas, económicas y sociales de cada lugar. El PCPE reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos, como un derecho básico e inalienable. Es evidente que, a través de la historia, en lo que ahora conocemos como Estado Es-pañol se han ido conformando una serie de pueblos con unas características que los diferencian de otros. Sin embargo es dentro del marco de lucha estatal donde la clase trabajadora es oprimida de la misma forma y es por allí donde se inscribe la lucha de clases. Es necesario remarcar que la cuestión nacional nunca puede desligarse de la lucha por la emancipación de la clase trabajadora, y si no van juntas, los comunistas nunca podremos apoyar esas luchas burguesas por quien domina a pueblo. Así es como llegamos a la con-clusión de que en el Estado Español, la República So-cialista debe poseer un carácter confederal, que per-mita a los pueblos decidir sobre sí mismos, pero siem-pre manteniendo como irrenunciable el proyecto so-cialista. Y cuando hayamos derrumbado a la oligarquía será cuando los pueblos nos organicemos bajo la pre-misa del internacionalismo proletario.

República. Autodeterminación. Socialismo. Sobre estos pilares se estructura el modelo estatal que pro-ponemos desde el PCPE. Hemos de aprender de los errores cometidos en el pasado, hacer análisis objeti-vos y concretos de la situación actual y organizar a la clase trabajadora en la lucha por sus legítimos dere-chos. Librémonos de las cadenas que la burguesía nos impuso y decidamos por nosotros mismos.

Claudia Lorente

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Unir a toda la clase obrera (extraido de www.unidad-obrera.org)

Constituir Comités para la Unidad Obrera (CUO) La contradicción entre capital y trabajo se vuelve más evidente según se profundiza y agrava la crisis capitalista.

El sistema decante y senil que es hoy el capitalismo internacional, tiene grandes dificultades para mante-ner la lógica del beneficio empresarial, la cual consti-tuye su razón de ser. En su rabiosa impotencia el ca-pitalismo se revuelve contra la clase obrera y los sec-tores populares, exige todas las ayudas para el capital financiero y lanza una ofensiva feroz contra la clase obrera para arrebatarle todas sus conquistas. Los trabajadores y trabajadoras en general, la juventud, el campesinado, pequeños y medianos productores, y sectores profesionales son hoy la víctimas de esta situación.

Es necesario, en estos momentos, dar un golpe de timón frente a este capitalismo que ya nada tiene que ofrecernos y que nos ha empujado a esta reali-dad marcada por más de 4.000.000 de parados, la juventud con un 40% de paro, y una tasa de preca-riedad y temporalidad superior al 35%.

La experiencia nos demuestra que tan sólo la unidad de los trabajadores y trabajadoras en la lucha por sus derechos puede cambiar esta situación, y llevar-nos a la recuperación de un movimiento obrero sóli-do y socialmente significativo. La unidad y el prota-gonismo de la clase obrera en todo lo que le afecta,

es una necesi-dad que debe superar la actual división entre la distin-tas siglas sin-dicales.

Para dar una respuesta en esta dirección nacen los COMITÉS para la UNIDAD OBRERA, como una alter-nativa de unidad y acción para el conjunto del movi-miento obrero.

A los trabajadores/as con empleo, a los parados y paradas, a la juventud, a los y las inmigrantes a los que se les niegan los derechos…a todos y a todas, nos unen unas reivindicaciones muy concretas, y la nece-sidad de ser protagonistas de nuestra propia existen-cia. Por ello es necesario que -al margen de la afilia-ción sindical de cada cual, y sin romper con ella-, se abran espacios de unidad en la acción y en lucha obrera. Con este objetivo nacen los COMITÉS para la UNIDAD OBRERA (C.U.O.), como una respuesta obre-ra que, desde la base, ofrece un espacio de solidari-dad y lucha, abierto a todos los compañeros y com-pañeras con disposición a tomar las riendas de su futuro.

Comunicado conjunto de partidos comunistas y obreros contra la agre-sión imperialista de la OTAN en Libia Los asesinos imperialistas dirigidos por los EE.UU, Francia, Gran Bre-taña, la OTAN en su conjunto y con la aprobación de la ONU han iniciado una nueva guerra imperia-lista. Esta vez en Libia.

Sus pretextos supuestamente hu-manitarios son completamente engañosos. ¡Arrojan polvo a los ojos de los pueblos! Su objetivo

verdadero son los hidrocarburos de Libia.

Los Partidos Comunistas y Obreros condenamos la intervención mili-tar imperialista. El pueblo de Libia debe determinar su futuro por sí mismo, sin intervenciones impe-rialistas extranjeras.

Hacemos un llamado a los pueblos a reaccionar y exigir el cese inme-

diato de los bombardeos y de la intervención imperialista.

Este comunicado lo firman 43 par-tidos comunistas, entre ellos el PCPE, el KKE griego, el PCP portu-gués o el PCV venezolano.

Consulta la lista completa en www.comunistasdearagon.org

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Ante el 23 de abril, día de AragónPor un Aragón libre, soberano y democrático popular. Por contra de un 23 de abril, de un sedicente ‘día de Aragón’, vulgar y rutinario, burocrático y oficioso, para lucimiento demagógico de autoridades civiles y religiosas, por aquello de la advocación de San Jorge, como patrón bíblico de Aragón, tal día o celebración tiene que ser un motivo y una oración anual para la denuncia y reivindicación de la libertad y la soberanía del pueblo aragonés, en aras de la superación de la ancestral y persistente precariedad, opresión, explo-tación y expolio de la clase trabajadora, una jornada de lucha contra el sempiterno caciquismo y una pre-dominante burguesía nacional mezquina, retardata-ria y reaccionaria, supeditada mordazmente al cen-tralismo oligárquico español y a las respectivas bur-guesías rapaces del entorno aragonés. Por ello es apremiante avanzar hacia la consecución de una Re-pública popular, democrática, laica de carácter con-federal, como forma de Estado y de gobierno del pueblo y para el pueblo, de los trabajadores y para los trabajadores, como forma de justicia social y soli-daridad.

Por el justo reparto de trabajo, renta y riqueza, de tal manera que:

El justo reparto del trabajo socialmente necesario para el desarrollo de la sociedad es ya una imperiosa exigencia para la clase trabajadora, lo que significaría acabar con el paro endémico, la reducción de la jor-nada de trabajo y una gran mejora de calidad de vida.

Por el justo reparto de la renta regional que significa-ría salarios y pensiones acordes con el coste real de la vida, ampliación de los servicios sociales y culturales.

Por el justo reparto de la riqueza regional que debe significar que prevalezca la propiedad pública, colec-tiva, cooperativa y social de los medios de produc-ción y de cambio, sin perjuicio de la pequeña propie-dad individual o familiar.

Por la ordena-ción y planifica-ción territorial democrática, pues en Aragón precisamos ur-gentemente de una ordenación del territorio, tanto urbano como rural, so-bre la base de los distritos con amplitud territorial y de población suficiente para el desarrollo eficaz y autónomo de sus habitantes y tra-bajadores, de tal forma que estos puedan planificar libre y democráticamente su vida política, económi-ca, social y el disfrute de su patrimonio natural, eco-nómico y cultural.

El PCPE se considera comprometido con las propues-tas básicas aquí expuestas. Para ello va a trabajar en pro de una alianza de las fuerzas políticas, sindicales y sociales comprometidas en una alternativa política y social que se corresponda con la defensa de los intereses y la emancipación de la clase trabajadora, capaz de articular un movimiento democrático y re-volucionario que desenmascare y supere a los parti-dos oficialistas y verticalistas, para contener la des-mesura de las fuerzas bancarias y reaccionarias y avanzar hacia la República popular y democrática de carácter confederal que reconozca el derecho de au-todeterminación de los pueblos, y en nuestro caso garantizar la autodeterminación de Aragón como pueblo peculiar y diferenciado.

Miguel Galindo

El calvario del campesino aragonésYa se ha acabado el invierno y también la primavera, estamos llenos de trampas, la cosa se pone fea.

Estamos mirando al cielo a ver si nos viene el agua, cuando menos lo esperamos nos viene una pedregada.

El trigo y la cebada hay que llevar al granero, te compras unos calzones y ya se acabó el dinero.

Llega el tiempo del tomate, la patata y la cebolla, se pudren en nuestros campos porque nadie nos lo compra.

En octubre es el maíz el que nos trae la ruina, el vino en las mismas fechas nos echa mala fortuna.

Que nos dejen de palabras, de pamplinas y puñetas, que lo que nos hace falta son hechos y no promesas.

Miguel Galindo

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¿Qué leer? Libros recomendados para la formación comunista Un partido con paredes de vidrio, por Alvaro Cunhal“Un partido con paredes de vidrio” (O partido com paredes de vidro), de Alvaro Cunhal, 1985. 211 páginas, Col-lecció Documents, Edicións Avant

Esta es una obra de arte en forma de ensayo, escrita por el que fuera durante muchos años Secretario General del Partido Comunista Portugués (PCP) y, tras abandonar este cargo, voz de referencia hasta su muerte en 2005.

Publicada por primera vez en portugués por la Edito-rial Avante. Lisboa, en 1985, y editada en castellano por Edicións Avant (PCC), en 1987, en “Un partido con paredes de vidrio”, Alvaro Cunhal nos da una lección magistral de cómo tiene que ser política, or-ganizativa e ideológicamente, tanto como en palabra como en hechos, un auténtico Partido Comunista marxista-leninista.

Como decía mi amigo y camarada Joaquín Lucía, “es-te libro es una gran joya”, a lo que cabe añadir, con palabras del propio Cunhal, “para aquellos que desde fuera observan el PCP y quieren formarse sobre el mismo una opinión seria; les interesa ciertamente saber cómo los comunistas conciben, construyen, explican y desean su propio partido”.

Sobre la obra también decir que es necesario omitir ciertos pasajes del libro, que por los muchos años transcurridos, coyunturalmente son más historia que presente. Pero esto no quita para que esta sea una obra de obligada lectura para todo comunista, ya sea portugués o de cualquier otra parte del planeta Tie-rra.

Miguel Larraga

Un millón de firmas por la libertad de los Cinco Desde el comité estatal por la libertad de los cinco de España ha lanzado una iniciativa para Europa. La pro-puesta es conseguir el objetivo de un millón de firmas en Europa con fecha limite Junio 2011, una vez conse-guido el objetivo, las firmas se entregaran junto a un escrito dirigido a Obama, en EEUU o en sus embajadas.

En esta carta se pide la libertad para los cinco héroes cubanos que fueron detenidos en septiembre de 1998 que sufrieron un juicio político sin pruebas co-mo la propia fiscalía de EEUU ha reconocido.

Y es que tras 12 años de inquebrantable defen-sa de sus convicciones, los Cinco han ganado un reconocimiento global como luchadores contra el terrorismo que se está dirigiendo contra Cu-ba. Su único crimen es que informaron sobre acciones terroristas que algunas personas esta-ban planeando en suelo estadounidense contra el pueblo cubano

Más info:

http://www.libertadparaloscinco.org.es

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Actualidad obreraEl PCPE y los CJC en la fiesta popular de la Cincomar-zada Con motivo de la celebración de la Cincomarzada en Zara-goza, el PCPE y los CJC instalamos una mesa informativa en el Parque de Oriente, lugar donde se celebró esta señalada fecha. Los ciudadanos y las ciudadanas de Zaragoza pudieron encontrar en nuestra mesa todo tipo de información y material comunista.

Nace el Frente de Lucha Juvenil de Aragón

Diversas organizaciones juveniles de Aragón se han unido en el Frente de Lucha Juvenil de Aragón (FLJA), una plata-forma que pretende hacer frente a los ataques que la ju-ventud está sufriendo por parte del capital con el fin último de la revolución, la transformación social y el poder popu-lar. El FLJA está integrado por Purna, CJC, UJCE, el Grupo Uni-versitario de IA, la Coordinadora Antifascista de Zaragoza y Unibersidá.

Campaña en la universidad con motivo del 75 aniver-sario de las JSU

El pasado 23 de marzo, los CJC instalamos una mesa infor-mativa en la Ciudad Universitaria de Zaragoza con motivo del 75 Aniversario de la creación de las Juventudes Socialis-tas Unificadas (JSU). La mesa informativa fue acompañada de una pegada de carteles y estrazas por el campus univer-sitario.

Más de 200 personas se concentran en contra de la invasión militar de Libia

El miércoles 23 de marzo tuvo lugar una concentración en contra de la invasión imperialista de Libia, convocada por el Frente de Lucha Juvenil de Aragón (FLJA) y apoyada por una gran cantidad de colectivos sociales y políticos, entre ellos el PCPE.

La concentración marcó el comienzo de lo que tiene que ser una larga serie de movilizaciones que rechacen la intervención imperialista en Libia y señalen el papel criminal de la OTAN en la política mundial.

Charla de CJC sobre la educación en Ejea de los Caballeros

El 25 de marzo los CJC realizamos nuestra primera acti-vidad en la comarca de las Cinco Villas: una charla so-bre la privatización de la educación y el modelo educa-tivo actual. La asistencia no fue muy numerosa, debido principal-mente a que nuestra presencia en la comarca aún es muy reciente. Los CJC seguiremos trabajando por au-mentar nuestra presencia en Ejea y en toda la comar-ca.

El PCPE en apoyo a la lucha de los trabajadores de HP

La empresa Hewlett Packard (HP), multinacional de la informática, está despidiendo trabajadores de forma aleatoria e improcedente, aún obteniendo unos bene-ficios desorbitados, lo cual atenta contra la estabilidad laboral de los empleados de la empresa. Por esta ra-zón, los trabajadores convocaron una huelga para el 30 de marzo. Al cierre de esta edición, la huelga había sido descon-vocada tras haber aceptado la empresa negociar un plan de estabilidad. El PCPE apoya a los trabajadores de HP en su lucha y, en consecuencia del maltrato que reciben éstos por parte de la dirección, llama a la plantilla a una movili-zación sostenida que lleve por reclamación principal la expropiación de la empresa por parte del Estado para su puesta en gestión obrera.

Ejea de los CaballerosEn Ejea de los Caballeros la situación económico-social no difiere mucho más de la realidad que se vive en otros puntos de Aragón. En el ámbito laboral Ejea se encuentra con un 20% de parados, aunque esta cifra no es del todo cierta, ya que en ella no se incluyen a las personas que estén realizando cursos de aprendizaje. Quizás la hallemos un poco más agra-vada, debido a que las principales fuentes de inversión son las empresas constructoras, las cuales no es que estén en auge, debido a la ya más

que nombrada crisis del sistema ca-pitalista. El trabajo en el campo tam-poco atraviesa una situación econó-micamente próspera. Ejea no se dis-tingue por una amplia industrializa-ción, aunque recientemente se ha instalado en la localidad una empresa de empaquetamiento de papel y la ya más que amortizada empresa dedi-cada al empaquetamiento de gusani-tos, que lleva instalada en la localidad bastantes años. En cuanto al ámbito social, se están desarrollando diver-sas iniciativas de cara a la población

más joven de la localidad. Este es un tema que el mismo ayuntamiento ha tenido muy olvidado: la juventud ejeana, que nunca ha sido apoyada para realizar actos u obtener espacios donde poder reunirse. Esta situación ha llevado a que la gente joven se vea obligada a refugiarse en sus “pipe-tes”, es decir, la juventud se encuen-tra poco o nada informada de los sucesos de su propia localidad. Sin embargo, de manera progresiva se comienza a involucrar en actividades recreativas de la localidad.

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Del PCE al PCPE Último capítulo Como ya venimos destacando en anteriores ar-tículos, casi la mitad (más de 700) de los delega-dos asistentes al IX Congreso del PCE, éramos partidarios de mantener férreamente el marxis-mo-leninismo, como cuerpo ideológico, metodo-lógico, político y orgánico fundamental e incues-tionable de un Partido obrero y revolucionario, que tradicional e históricamente había caracteri-zado al Partido Comunista de España, tanto en condiciones de legalidad como de ilegalidad y persecución. Sin embargo, no fuimos capaces de reaccionar frente a las burdas maniobras, a las grose-ras y sibilinas manipulaciones y tergiversaciones de la camarilla carrillista, tendentes al reformismo y al oportunismo político (socialdemócrata). Este hecho muestra bien a las claras que la peste ideológica y política del cacareado y ‘novedoso’ eurocomunismo se había adueñado significativa y perversamente de nuestras mentes, hasta el punto de considerar y alar-dear del marxismo-leninismo como algo meramente formal y declarativo. Parecía algo lejano e inaccesible para nosotros, algo típicamente ruso y apropiado, en todo caso, para el sistema soviético, como preten-dían hacernos creer los Carrillo y los Berlinguer y sus respectivas camarillas de liquidadores y oportunistas. En semejante situación congresual, quienes nos con-siderábamos, justa y tenazmente, partidarios del marxismo-leninismo, teníamos que haber llegado a semejante cónclave persuadidos de las perversas y liquidacionistas intenciones y maniobras de la cama-rilla carrillista y sus secuaces de dentro y fuera del Partido. Teníamos que haber sido conscientes de la peste letal que estaba recorriendo y afectando alar-mantemente a la mayor parte de los partidos comu-nistas europeos, de tal manera que hubiéramos asis-tido al citado Congreso debidamente organizados y coordinados, dispuestos resueltamente a dar la bata-lla, a forzar un debate sereno y contundente en de-fensa de los principios inalienables de un partido co-munista, como son los principios filosóficos, ideológi-cos y científicos del marxismo-leninismo. Y, en su caso, dispuestos a forzar y proclamar una contunden-te escisión, como forma de reacción instintiva y obli-gada para poner a salvo a la mayor parte, sin duda, del Partido Comunista de España. Esta habría sido la manera de defender y salvaguardar la dignidad y el libre desenvolvimiento revolucionario de la gran ma-yoría de los militantes comunistas españoles, siendo un ejemplo a seguir en todos los destacamentos, en

todos los partidos comunistas y obreros del continente euro-peo y de Latinoamé-rica, como mínimo. No fuimos capaces de proceder correcta y dignamente, y ello supuso la virtual li-quidación del legen-dario PCE y la dramá-

tica decepción y dispersión de la mayoría de los sin-gulares militantes comunistas españoles.

Para colmo, la peste eurocomunista se fue aceptando penosa e inconscientemente en todo proceso de reunificación de los comunistas dispersos, principal-mente de la mano e indigno proceder de Ignacio Ga-llego y su camarilla de acólitos y arribistas proceden-tes de las merindades de la Dirección carrillista del PCE y del PSUC (Partido Socialista Unificado de Cata-luña). Estos implantaron todo un sistema de funcio-namiento burocrático, de dependencia económica del PCUS, de endeudamiento y despilfarro financiero para mantener a una copiosa clientela de arribistas y facinerosos de toda laya, al tiempo que atropellaban y aislaban política y orgánicamente, de manera arbi-traria y mafiosa, a todos los destacamentos regiona-les o provinciales que nos ateníamos encanadamente a los principios del marxismo-leninismo. Se ensaña-ron de manera particular y sediciosa contra la Orga-nización de Aragón, hasta el punto de ser brutalmen-te abandonados a nuestra propia suerte y tener que reagruparnos y reorganizarnos tenazmente como Partido Comunista de Aragón.

Cabe destacar que finalmente, y con no pocos es-fuerzos, los comunistas, la parte más consciente y consecuente de la militancia y los cuadros del Partido Comunista de los Pueblos de España, hemos sido capaces de recuperar y levantar la bandera roja y heroica del marxismo-leninismo, particularmente con motivo del VIII Congreso del PCPE, de manera cons-ciente, consecuente y revolucionaria. Jamás tenemos que bajar la guardia en defensa cerrada de los princi-pios del materialismo dialéctico e histórico, de los fundamentos incuestionables del marxismo leninis-mo y del internacionalismo proletario.

Miguel Galindo

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Hoy como ayer, Revolución Reseñas sobre la historia del socialismo

Los comunistas durante la II República Tras la proclamación de la II Repúbli-ca el 14 de abril de 1931, el Partido Comunista de España volvió a la luz en una situación muy precaria. Des-pués de estar prácticamente en la clandestinidad, pasaba a ser un par-tido legal, pero contaba con menos de un millar de militantes y escasa influencia social. El 17 de marzo de 1932 se celebró el IV Congreso del PCE en Sevilla, que tenía como objetivo la construcción de un gran partido de masas, como sucedió en la Unión Soviética. En esta labor jugaron un gran papel camaradas elegidos para el Comité Central como José Díaz, Dolores Ibá-rruri (“La Pasionaria”), Vicente Uribe, Manuel Delgado, Pedro Checa y otros. El 3 de diciembre de 1933 fue elegi-do Cayetano Bolivar Escribano pri-mer diputado comunista de la histo-ria de España, por Málaga, saliendo de la cárcel para ocupar su escaño. En la Revolución de Asturias de 1934, el PCE desempeñó un papel menor que otros partidos de la izquierda. Aunque sí que hay que destacar la heroica lucha de los militantes co-munistas tanto en Asturias como en otros sitios de la Península durante el intento revolucionario de 1934. Durante la defensa de una posición, protegiendo la retirada de los mine-ros, una joven comunista de 19 años, Aida Lafuente, emplaza una ametra-lladora en la iglesia de San Pedro de

Arcos, a 300 metros de la estación. Duran-te cuatro horas, im-pávidamente, aguanta los ataques del tabor de regulares formado por soldados moros, encargados de su eliminación, hasta que sin municiones es asesinada a bayone-tazos por los marro-quíes. En la clandestinidad, el PCE se adhiere a la política de crear un Frente Popular que agrupe a todas las fuerzas de la izquierda. Tras la victoria del Frente Popular, el 16 de febrero de 1936, el prestigio del Par-tido Comunista creció rápidamente, pasando en poco tiempo de 30.000 a 100.000 afiliados. La expansión del PCE tuvo en los momentos previos a la Guerra Na-cional-Revolucionaria (Guerra Civil), y en los momentos inmediatamente posteriores, dos grandes mitos. El primero fue la unificación de la Juventud Socialista y la Juventud Comunista, el 1 de abril de 1936, que dio lugar a la Juventud Socialista Unificada (JSU), que eligió como Se-cretario General a Santiago Carrillo quien, desgraciadamente para el comunismo, años más tarde se con-vertiría en Secretario General del

PCE, abandonando la línea marxista-leninista. El segundo mito fue la constitución del Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) el 23 de julio de 1936, comen-zada ya la Guerra Nacio-nal-Revolucionaria, con la fusión de cuatro parti-dos: el Partido Comunis-ta de Catalunya (PCC), la sección catalana del PSOE, la Unió Socialista de Catalunya y el Partit Catalá Proletari.

De Cataluña cabe destacar a la cama-rada Lina Odena, quien en 1933 sería nombrada Secretaria de la Juventud Comunista de Catalunya. Durante la Revolución de 1934, Lina Odena fue de las pocas mujeres que empuñó el fusil, tomó parte activa en la funda-ción de la JSU. El 14 de septiembre de 1936, en Granada, antes de caer prisionera del enemigo, sacando su pistola se suicidó, siendo otro ejem-plo de la determinación y sacrificio de los militantes comunistas durante la II República y la posterior Guerra Nacional-Revolucionaria. Es curioso que los comunistas fueran los últimos en reconocer a la II Repú-blica y los últimos también en defen-der la legalidad republicana.

Miguel Larraga

OFENSIVA Maquetación: Claudia Lorente

Edita: PCPE en Aragón y CJC de Aragón Redacción: Miguel Galindo, Adrián Jota, Claudia Lorente, Miguel Larraga, Cristian Aldaz

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