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OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL DIOS EDICIONES SÍGUEME SALAMANCA 2004

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Page 1: OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL DIOS EDICIONES SÍGUEME SALAMANCA 2004

OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL

DIOS

EDICIONES SÍGUEMESALAMANCA

2004

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Cubierta diseñada por Christian Hugo Martín

©Ediciones Sígueme S.A.U., 2004C/ García Tejado, 23-27 - E-37007 Salamanca / EspañaTlf.: (34) 923 218 203 - Fax: (34) 923 270 563e-mail: [email protected]

ISBN: 84-301-1532-3Depósito legal: S. ¿¿¿???Fotocomposición Rico Adrados S.L., BurgosImpreso en España / Unión EuropeaImprime: Gráficas Varona S.A.Polígono El Montalvo, Salamanca 2004

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CONTENIDO

Prólogo ......................................................................... 9

I. DIOS MÍO

¿Quién eres tú para mí? ¿quién soy yo para ti? .... 15

II. DIOS DIVINO

Giro del hombre a Dios en el comienzo del sigloXXI ...................................................................... 63

III. DIOS REAL

De Dios como función para mí a Dios realidad an-te mí ..................................................................... 195

IV. DIOS HISTÓRICO

La fe del hombre, la realidad de Dios y el destinodel mundo ............................................................ 257

Reflexión final ............................................................. 299

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PRÓLOGO

Esta divina palabra –Dios– no la podemos olvidar, ni asegurarcomo propiedad, ni usar como moneda de cambio para los gastosdiarios. Tampoco podemos callarla ni dejarla en vacío o arrojarlacontra el prójimo. Tenemos que devolverle su peso y su luz, su lum-bre y su gracia. Porque ella sigue siendo santa y santificadora, a pe-sar de haber sido manchada y ensangrentada por los hombres. Hahabitado en tantos corazones justos, ha suscitado tanto amor y espe-ranza, tanta paz y justicia, que al proferirla vienen sobre nosotroscomo olas bienhechoras toda la verdad y compasión, todas las floresy frutos que han brotado de su seno. Nuestra primera tarea es recu-perarla para invocar con amor y estremecimiento.

¿Parecerá desacato, impudor o desmesura haberla elegido comotítulo? La intención es justamente la contraria: depositarla con de-voción como una rosa sobre el altar desapareciendo tras ella, poner-la en el centro de atención, no haciéndole sombra con palabras pro-pias, para que por sí sola, sin valladares nuestros, pueda emitir todasu luz y encender toda su lumbre.

I

A Dios hay que invocarle antes de pensar sobre él, hablarle a élantes de hablar acerca de él. Invocar, alabar, agradecer, son las ne-cesidades primordiales del hombre como ser abierto. Pero ¿podráhacerlo sabiéndose mortal, finito y pecador? Orar siempre es posi-ble, aun cuando el hombre cuente sólo con el Dios posible.

¿Y pretende alabarte el hombre, pequeña parte de tu creación, y pre-cisamente el hombre que revestido de su mortalidad lleva consigo eltestimonio de su pecado y el testimonio que resiste a los soberbios?Con todo quiere alabarte el hombre, pequeña parte de tu creación.Tú mismo le excitas a ello, haciendo que se deleite en alabarte, por-

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que nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta quedescanse en Ti. Dame, Señor, a conocer y entender qué es primero,si invocarte o alabarte, y si es antes conocerte que invocarte1.

De Dios además de la palabra tenemos la presencia, como ru-mor de fondo, deseo de Infinito, fundamento del pensar y del re-cordar, faz de nuestra espera. A partir de ahí aguardamos su posiblepalabra y su presencia en la historia. No ha habido nunca argumen-tos definitivamente demostrativos de la existencia de Dios al mar-gen del sujeto y de su puesta en juego como ser libre, responsable,enviado a la historia con un prójimo por carga y un cosmos comoámbito. A la persona no se la demuestra o analiza como a un trozode materia en el laboratorio; se la reconoce desde la confianza y elcrédito, o se la rechaza desde el desconocimiento o desprecio. Hahabido «vías», caminos que, seguidos, han llevado a la meta, queentonces se desvela como lo que nos estaba empujando en nuestrocorazón desde el comienzo del camino. Hay una presencia lumino-sa que por la espalda nos alumbra. «Luz del alma, luz divina, / fa-ro, antorcha, estrella, sol... / Un hombre a tientas camina; lleva a laespalda un farol» (A. Machado)2. Dios alumbra por dentro antes desalir a nuestro encuentro por fuera. «Dios es la luz y el objeto del al-ma» (san Juan de la Cruz)3. De ahí ha nacido y renacido siempre elmal llamado «argumento ontológico»; digo mal llamado porque enun sentido es mucho menos y en otro, en cambio, es mucho másque un argumento. Arrancadas sus raíces rebrotan siempre y taladossus retoños terminan convirtiéndose en cedros altísimos.

II

Lo más importante no es si nosotros preguntamos o buscamos aDios; lo decisivo es si Dios nos pregunta y busca a nosotros. Porello la ocupación suprema del hombre no debe ser hablar sobreDios, sino escuchar su voz, cultivar la capacidad de percibir su sen-tido, la docilidad para acogerla. La expresión de Wittgenstein («So-

10 Prólogo

1. Agustín de Hipona, Confesiones I, 1, 1.2. A. Machado, Poesía y prosa. Poesías completas II, Madrid 1989, 581.3. Juan de la Cruz, Llama de amor viva 3, 70, en Obras completas, Salaman-

ca 32002, 847.

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bre lo que no podemos hablar, debemos callar») ha sido malinter-pretada4 porque entre el hablar y el callar está el escuchar. Debe-mos callar nosotros para que aquél nos hable. Sólo desde la sereni-dad, desasimiento y sosiego, que son necesarios para descubrir lascosas esenciales, podemos reconocer su voz, responderle y corres-ponderle. La respuesta y correspondencia del hombre a la palabray lenguaje de Dios es la fe. El juego de palabras (Wort-Antwort;Sprache-Entsprechnung) que hace Heidegger para definir la filo-sofía como respuesta-correspondencia a la voz del ser, es la trans-posición de las definiciones que la tradición occidental dio prime-ro de la fe y luego de la teología.

La filosofía es la correspondencia expresamente asumida y en de-sarrollo, que corresponde a la llamada del ser del ente. Sólo expe-rimentando el modo en que la filosofía es, aprendemos a conocer ysaber qué es eso de la filosofía. La filosofía es en el modo de co-rresponder que sintoniza con la voz del ser del ente5.

Lo primordial no son la respuesta y el problema del hombre, si-no la llamada y la propuesta de Dios. En la historia de Occidentenos encontramos con dos tipos de preguntas: unas las que el hombrese hace por Dios y otras las que Dios hace directamente al hombre.La afirmación bíblica clave es que Dios nos precede siempre en elser y en la libertad, en la palabra y en la pregunta. Las nuestras sonen las suyas y desde las suyas. Más aún, las suyas siguen fundándo-nos y haciéndonos ser, aun cuando le neguemos la respuesta. La Bi-blia es el libro que relata la historia de un Dios que sale al encuen-tro de un hombre que no le buscaba, de un Dios que respondíacuando no preguntaban por él. No es el libro del deseo humano deDios, sino es ante todo el libro del deseo divino del hombre. «Mehe hecho el encontradizo de quienes no preguntaban por mí; salíaal encuentro de quienes no me buscaban»6.

San Agustín, por filósofo y filólogo, sabía que sólo si Dios nosbusca lo encontraremos y sólo si se revela lo conoceremos: «Tu Hi-jo mediador tuyo y nuestro, por quien nos buscaste cuando no te

Prólogo 11

4. «Was sich überhaupt sagen lässt, lässt sich klar sagen; und wovon mannicht reden kann, darüber muss man schweigen», L. Wittgenstein, Tractatus Logi-co-Philosophicus, Madrid 1980, 30.

5. M. Heidegger, ¿Qué es filosofía?, Barcelona 2004, 64.6. Is 65, 1-2; Rom 10, 20-21.

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buscábamos y nos buscaste para que te buscásemos»7. Cristo es ellugar personal donde Dios nos busca y nos encuentra al asumirnuestra naturaleza e identificarse con nuestro destino. Por eso es almismo tiempo el lugar supremo donde nosotros podemos encon-trar a Dios y en él encontrarnos a nosotros mismos. Porque de Diossólo habla bien Dios; sólo Dios conoce a Dios, y nosotros sólo po-demos conocerle si le tenemos a él por maestro8, y si nos acompa-ña la seriedad de nuestra existencia, con la correspondiente pasiónde verdad y de justicia. Donde estas no existen, no hay hombre ver-dadero y, por consiguiente, no hay posibilidad de reconocimientode Dios ni de consentimiento a su revelación.

A la palabra y presencia divinas, a nuestra audición y espera, si-guen la correspondencia de la persona en su raíz (fe), de la inteli-gencia que busca sentido (teología), de la vida consentánea (acciónmoral), de la referencia y solidaridad con el prójimo en la historia(praxis social), de la ejercitación comunitaria de esa existencia cre-yente, pensante y actuante (concreción eclesial).

III

Este libro quiere ser una palabra y una pregunta a la vez que untestimonio agradecido ante Dios. La invocación de fondo se hacereflexión en superficie y la oración en la raíz aflora como razonese incitaciones en sus ramas. Pero estas no serían nada sin aquellas,porque la palabra sobre Dios sólo tiene espesor de verdad cuandoemana de una palabra ante Dios. La teología es siempre palabra se-gunda respecto de la oración y la doxología. Por eso el libro se abrecon un capítulo interrogativo. El título Dios mío remite a la expe-riencia religiosa, cuya actitud primordial ante Dios está hecha deinvocación y adoración, y en la que la percepción primordial de lo

12 Prólogo

7. Agustín de Hipona, Confesiones XI, 2, 4.8. B. Pascal, Pensamientos, ed. Brunchvicg, 799 («Dieu parle bien de Dieu»);

«A Deo discendum est quid de Deo intelligendum sit: quia non nisi se auctore cog-noscitur» (De Dios mismo hay que aprender lo que se ha de entender acerca deDios, pues no se le conoce sino cuando él mismo se da a conocer), Hilario de Poi-tiers, La Trinidad V, 21, Madrid 1986, 212. Ireneo de Lyón, Adversus Haereses IV,6, 4 («Edocuit autem Dominus quoniam Deum scire nemo potest nisi Deo docen-te, hoc est sine Deo non cognosci Deum; hoc ipsum autem cognosci eum, volun-tatem esse Patris. Cognoscunt enim eum quibuscumque revelaverit Filius. Et adhoc Filium revelavit Pater»).

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que él es para nosotros se cifra en dos palabras: gracia y salvación.De Dios por tanto hay que hablar siempre en relación, con pro-nombres, «Tú», «Él»; nunca sólo de «ser» o de «ello».

Un segundo capítulo, Dios divino, quiere despertar al lector pa-ra que rompa su pereza trivializadora y se asombre con temor ytemblor ante la santidad, majestad y gloria del Dios que trasciendetodo lo nuestro y a nosotros mismos. Dios está ahí, antes y despuésque el hombre. No es una creación de nuestro deseo, una proyec-ción de nuestros vacíos o carencias, ni el remedio para superar elmiedo a la muerte. Dios es Dios del cielo y no de la tierra; Dios dela infinitud y no de bolsillo. Dios es Dios. El hombre es hombre.Dios se ha hecho hombre y desde él el hombre puede llegar a com-partir su divinidad. Todo debe ser unido, pero no mezclado, arre-batado o confundido.

Un tercer capítulo, Dios real, vuelve al descubrimiento de unDios en sí, que será gracia y salvación para el hombre, pero quenunca puede convertirse en un mero instrumento para mí, fármaco,arma o medio para saciar las necesidades humanas e intramunda-nas. El Dios mera causa, sólo objeto, vulgar remedio, no es el Diosdivino sino un hierro-yerro de la fragua humana. El cristianismoremite a las categorías de historia y verdad; no se conforma con lasde función o plausibilidad.

El capítulo final, Dios histórico, quiere situarlo más allá de lametafísica y de la naturaleza, para insertarlo en el corazón delmundo que es la casa del hombre. El Dios de Abrahán, de Isaac, deJacob y de Jesucristo es Dios de vivos y no de muertos, un Dioscon tiempo e historia para los hombres, con un destino como el deellos. Y esto justamente porque su trascendencia divina le hace po-sible una absoluta inmanencia humana. Rahner definió al hombrecomo un oyente de la palabra que vive en aguardo de reconocer alabsoluto en carne, figura e historia. Teilhard de Chardin escribe:

En virtud de los mismos caracteres que de entrada parecerían par-ticularizarle, un Dios históricamente encarnado es, por el contrario,el único que puede satisfacer no sólo a las reglas inflexibles de unUniverso en el que nada aparece si no es por vía de nacimiento, pe-ro también a las aspiraciones irreprimibles del corazón humano9.

Prólogo 13

9. P. Teilhard de Chardin, Le Coeur de la matière (1950); cf. H. de Lubac,L’Éternel féminin. Étude sur un texte du P. Teilhard de Chardin, Paris 1968, 281.

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IV

Cada uno de estos capítulos contempla el misterio desde uncostado; cada uno acoge la palabra de Dios desde una ladera y re-coge las esperanzas y aspiraciones de los hombres desde otra. Si elhombre no reprime los impulsos esenciales de su corazón termina-rá encontrándose a sí mismo preguntando por Dios o, lo que es másimportante, preguntado por Dios. La respuesta bíblica ante esa lla-mada es la más sobria, la que cada hombre debe tener siempre dis-puesta en sus labios: «Hinneni, Heme aquí; envíame».

14 Prólogo

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ÍNDICE GENERAL

Prólogo ........................................................................................... 9

I. DIOS MÍO

1. ¿Quién eres tú para mí, Dios mío? ............... 19

1. Las fuentes de nuestra identidad y el conocimiento de Dios ... 19

2. La respuesta bíblica .................................................................. 281. Dios en relación ................................................................. 292. Dios del hombre ................................................................. 303. ‘Dios mío’-‘Dios de mi salvación’ ..................................... 354. Dios en creación y en cruz ................................................. 415. Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo ......................... 47

3. Hogar (Heim), Patria (Heimat), Misterio (Geheimnis) ............ 53

2. ¿Quién soy yo para ti, Dios mío? ................. 55

1. La primordial preocupación humana ....................................... 55

2. La respuesta bíblica .................................................................. 581. De Dios leal obrero ............................................................ 582. De Dios real amigo ............................................................ 593. De Dios veraz testigo ......................................................... 604. De Dios un fiel sobrero ...................................................... 61

3. La gloria del hombre creyente .................................................. 62

II. DIOS DIVINO

Giro del hombre a Dios en el comienzo de siglo XXI

1. Dios en el paso del siglo .......................................................... 651. La concentración antropológica del siglo XX .................... 662. «Silencio», «Ausencia», «Eclipse», «Muerte» de Dios ..... 693. Dios como «Poder», «Misterio», «Santidad», «Gracia» .... 724. Dimensiones de Dios - Actitudes del hombre .................... 75

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2. Avistamiento de Dios en el siglo XXI ...................................... 791. De la concentración a la saturación antropológica ............. 792. Herencias y superaciones ................................................... 813. El lenguaje del hombre y el lenguaje de la fe .................... 84 4. Lenguajes de la Biblia y de la Iglesia ................................. 885. Las paradojas de Dios ........................................................ 916. Las correspondencias entre Dios y el hombre ................... 967. Correlación entre cuestiones humanas y propuestas teoló-

gicas ................................................................................... 998. Búsqueda del hombre (religión) - Búsqueda de Dios (re-

velación) ............................................................................. 103

3. Facticidad de Dios y ejercitación de la existencia humana ...... 1071. La palabra: religión ............................................................ 1072. La historia: filosofía y teología ........................................... 1193. La experiencia: mística ...................................................... 1274. La persona: Memoria-Deseo-Espera .................................. 132

4. Advenimiento de Dios al hombre - Acontecimiento de Dios enhombre ..................................................................................... 1571. Historia ............................................................................ 1632. Creación ........................................................................... 1643. Elección ........................................................................... 1664. Alianza ............................................................................. 1685. Promesa ........................................................................... 1706. Prueba .............................................................................. 1737. Salvación .......................................................................... 1758. Encarnación-crucifixión .................................................. 1779. Glorificación .................................................................... 179

10. Interiorización, corporeización, universalización, perso-nalización ......................................................................... 181

Final: El misterio de Dios en la existencia del hombre .................. 185

III. DIOS REAL

De Dios como función para mí a Dios realidad ante mí

Introducción: Los perennes y los tempestivos problemas .............. 197

1. Verdad ...................................................................................... 1991. El cristianismo como propuesta de la verdad (= revelación-

fidelidad) de Dios en la persona de Cristo ......................... 1992. La verdad como don previo, poder o utilidad .................... 203

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3. La triple comprensión de la religión: funcionalista (relevan-cia), fenomenológica (sentido), teológica (verdad) ........... 204

4. Actitudes equivalentes ante el cristianismo como religión .. 207

2. Plausibilidad ............................................................................. 2111. La plausibilidad y su triple sentido .................................... 2112. Sentido de la alternativa entre verdad y plausibilidad ....... 2133. La doble reacción o las dos tentaciones del cristianismo an-

te la «verdad dominante» ................................................... 2154. La paradoja cristiana: locura y sabiduría ........................... 2175. La propuesta de la cultura contemporánea al cristianismo . 219

3. Dios .......................................................................................... 2211. El corazón del problema: Dios o los efectos mundanos de

la fe ..................................................................................... 2212. Las sucesivas funciones cumplidas por la fe cristiana ....... 2233. El paso del «Dios divino» al «dios funcional» en Occidente . 2254. El retorno de la teología al real Dios divino ...................... 2305. El lenguaje sobre Dios, como hipótesis o como afirmación.

«Tolle assertiones et christianismum tulisti» (Lutero) ....... 2356. Las dos formas de la teología contemporánea, según se orien-

te por: 1) Génesis, contexto de surgimiento y relevancia pa-ra la cultura actual. 2) Verdad real, mediación actual y sig-nificación universal de las realidades cristianas vistas des-de dentro ............................................................................. 237

7. La necesaria superación de la alternativa ........................... 2418. De la verdad a la plausibilidad ........................................... 2469. Dios como primera y última cuestión tanto de la vida hu-

mana como de la teología ................................................... 255

IV. DIOS HISTÓRICO

La fe del hombre, la realidad de Dios y el destino del mundo

Introducción ................................................................................... 2591. Los terremotos espirituales de los tres últimos decenios ... 2592. La nueva sospecha ante la fe en Dios ................................. 261

1. La fe del hombre ...................................................................... 2651. La religión: origen y sentido .............................................. 2652. La religión como fe en Dios y su arraigo antropológico ... 2673. La historia, junto a la razón, como fuente de la fe ............. 2694. Dimensiones de la fe .......................................................... 2705. Tres definiciones de la fe cristiana ..................................... 273

Índice general 349

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2. La realidad de Dios .................................................................. 2751. Conocimiento del hombre y de Dios en interacción .......... 2752. Comprensión funcional y comprensión personal de Dios . 2763. Las bipolaridades: «tremendum-fascinans» - «razón-vo-

luntad» ................................................................................ 2774. Dios en el cristianismo ....................................................... 2795. El prójimo desde Dios y ante Dios .................................... 281

3. El destino del mundo ............................................................... 2851. La violencia en la naturaleza y en la historia ..................... 2852. El Dios absoluto y el Dios relativo a la historia ................. 2853. Dios y el hombre: dos maneras de ser absoluto ................. 2864. El Dios absoluto hecho prójimo del hombre ...................... 2885. Razones para explicar la violencia habida en el cristianismo . 290

4. El mal, la libertad, la paz y las religiones ................................ 2931. La realidad del mal y la responsabilidad del hombre ......... 2932. El cristianismo y el resto de las religiones ante la paz en el

mundo ................................................................................ 296

REFLEXIÓN FINAL: Pensar a Dios - Hablar de Dios

1. Los presupuestos del pensar a Dios ......................................... 3011. Transcendencia y transcendentalidad ................................. 3012. Las preguntas de la Biblia y de la filosofía ........................ 3033. Vías que encaminan hasta el borde de Dios ....................... 304

2. La palabra del hombre sobre Dios ........................................... 3111. Proximidad y lejanía de Dios ............................................. 3112. De la pre-comprensión al conocimiento y al compromiso . 3123. La palabra, los signos y los hombres de Dios en la Biblia . 3154. El silencio, la palabra y la obediencia ................................ 3175. Formas de palabra: a Dios (oración) y sobre Dios (teología) . 320

3. La realidad de Dios ante el hombre ......................................... 3231. El buscado, el invocado, el excesivo .................................. 3232. Dios en realidad y en relación ............................................ 3273. Deus christianorum ............................................................ 3324. Realidad y realización de la existencia cristiana ................ 336

Índice de nombres .......................................................................... 339

350 Índice general