El Dr. Omar Cabrera fu e un sembra­dor y 1111 guerrero, maestro y evan ge­lista, pionero de un nuevo rumbo delevangelismo en la Argentina, reco ­nocido como desta cada autoridad enguerra espiritual para la toma deciudades,Sus mensajes se caracterizaron portener una mezcla de gozo, entus ias­mo, disciplina, fe y victoria, pasiónpor las almas, visión, prof ecía y sabi­duría, que alcanzaron a personas detodos los niveles. Quien tuvo el privi­legio de escucharlo dice que su pala­bra es inol vidable.Es autor de numerosos libros, entreellos: "Cómo recibir y mantener lasanidad", "Contra quién es nuestralucha " y "Victoria sobre la duda ".Fue el fundador y presidente duranteveintinueve mios de la iglesia Visiónde Futuro, una de las más grandes dela Argentina .Cumulo fue llamado a la presenciadel Seño r se dedicaba arduamente ala producción literaria . Este libro,"Lo positivo del no ", es una de sus Úl­timas obras que, aunque /10 vio publi­cada, alcanzó a promover.

no DEJE DE LUrHORUsted debe tener la uoluntad de ser algo en lanida,debe usar su determinadón, su uoluntad

para enfrentar los [ontratiempos yuen[erios enel nombre de Jesús. no se entregue.

no lDRITE RDIOS"Rl que [lee todo es posible."Esa es una gran

promesa de Dios. Pero mu[has ue[es la gente sederra en su molde premeditado de

[ondusiones yno ue aDios a[tuar ronmilagros,asu tauor.

no TEInR PEDmj[uántas [osas nos faltan porque no sabemospedir! Pedir es ser humilde,es doblegar elorgullo,es to[ar el [orazón del Señor ron

nuestra ne[esidad,pues sabemos que El tiene[uidadode nosotros.

Embárquese en un enorme desafio:des[ubra lo positiuo de una negadón.

Producto W 316083Clasifíquese: Vida CristianaISBN: 987·9038·70·3

lo Positivo del

Dr. Dmar [abrera

BUENOS AIRES - MIAMI - NEW YORK - SAN losÉ

www.edltorlalpelllel.com

Lo positivo del noDr. Ornar Cabrera

Publicado por Editorial PenielBoedo 25 (1206) Buenos Aires - ArgentinaTellFax: (54-ll) 4981-6178 / 6034web site: www.editorialpeniel.come-mail: penielar@peniel.com.ar

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Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida enninguna forma sin el permiso escrito de Editorial Peniel.

Edición N° 1 Año 2001

Impreso en ColombiaPrintedin Colombia

DEDICHTURIH

"Lo positivo del no"

Lo dedico a la memoria

de mi padre,elDr. Omar Cabrera,

quienfuera un paladín de lafe,un hombre quien siempre le descubrió

el lado positivo a todas las cosas,quien nunca separalizó frente a la oposición,

un siervo de Dios que legó a la iglesiaun paradigma digno de imitar,

un caballero de visión,que supo elevarse por encima de las circunstancias

para tener lapanorámica divina.

Gracias, mi Dios,porprestarnos a Tu hijo Omar

paraque nos enseñe los misterios delReino,especialmente los quese relacionan con la confesión de fe.

Rvdo. Omar Cabrera Ir.

ínUICE

Prólogo , , 7Introducción 9

LO POSITIUO DEL no1. No deje de luchar 132. No entregarse 193. No hay conflicto entre la fe y la ciencia 254. No limitemos a Dios 315. No llores 356. No nos escondamos de Dios 397. No renunciemos a la fe en Dios 458. No saber tocar las trompetas 499. No tema de pedir 5510. No temas porque Yo estoy contigo 61

LR ORRCIÓn11. La oración produce resultados positivos 6712. La oración de fe 7313. La oración genera poder 7914. Oigamos a Dios 8515. La oración sin acción pierde su valor 9116. La oración y el servicio con amor 95

17. Orando específicamente 9918. Orar y velar 10519. Oremos con poder y autoridad 11120. La oración de la paz 115

EL PRDREnUESTRO21. Padre nuestro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12322. Venga Tu reino 12923. Hágase Tu voluntad 13324. El pan nuestro 13925. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy 14526. Perdánenos nuestras deudas ]5]

27. No nos metas en tentación 15728. Mas líbranos del mal 16329. Tuyo es el reino 167

PRÓLOGO

C onsidero un gran privilegio tener la oportunidad deescribir el prólogo para un libro de un amigo especial,

como lo ha sido el Rev. Ornar Cabrera.Tuve el gozo de conocerlo y compartir su amistad por

varios años, y en ese tiempo llegué a admirarlo y apreciarlomucho. La obra de Dios en su vida fue un ejemplo para to­dos nosotros, sus colegas de habla hispana. Siempre pensé ydije que Ornar era el pionero, el príncipe de los predicado­res latinoamericanos. Su vida constituyó un ejemplo, unabrújula que nos marcaba el derrotero a seguir en el ministe­rio. Creo que no exagero si digo que él fue el pionero queabrió la Argentina para el avivamiento y el mover de Diosque ha sacudido ese maravilloso país en los últimos años.Ornar tenía muchas cualidades y dones. Pero ninguno denosotros olvidará nunca su estilo tan personal, en el cualcombinaba la administración de la sobrenaturalidad deDios con una vida apegada a la realidad diaria de la perso­na que sufre, del que no conoce a Cristo (por quien siempretuvo esa carga tan especial; la marca de su llamado: "Diosme dió un amor especial por sus ovejas perdidas de la iglesiacatólica") y del siervo de Dios, a quien siempre supo cuidarcomo un padre a sus hijos.

Ornar nos enseñó muchas cosas, pero quizás la más im-

7

• LO POSlTIUO DEL no •

portante sea la audacia, la falta de temor para enfrentar alenemigo y vencerlo en todas las áreas. En la oración, en elespíritu, y también en el campo de acción, donde se encuen­tran las enfermedades, las necesidades, el sufrimiento y eldolor. En más de una ocasión lo acompañé a visitar a un en­fermo y a orar por su sanidad. Mostraba la misma pasióncuando ministraba a miles de personas, que cuando orabapor un solo hombre.

Séque este libro bendecirá a muchos. Se trata de una pe­queña muestra del legado de este gran hombre de Dios quesiempre supo enfocar toda circunstancia con una actitudpositiva que ciertamente convertía cualquier "no" en un ro­tundo "sí". En Lo positivo del no usted encontrará unafuente inagotable de aliento, fe y esperanza para honrar aDios y vencer al enemigo.

Ciertamente Omar fue un hombre de los "que porfe con­quistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, tapa­ron bocas de leones, apagaron fuegos impetuosos, evitaron filode espada, sacaron fuerzas de debilidad, se hicieron fuertes enbatallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros" (Hebreos11:33-34).

Oro para que la lectura de este libro no solamente ins­pire a cada lector, sino que también comunique el espíri­tu de este hombre que Dios usó como un apóstol para laArgentina.

Harold Caballeros

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InTRODUCCIón

M i padre, el Dr. Omar Cabrera, supo que le llegaba eltiempo de su viaje final; esto no lo acongojó sino

que lo llevó a organizarse; entregó su manto apostólico,delegó tareas, animó a sus líderes, compartió estrategias ytrató de hacer en sus últimos días lo que más pudo. Apiñósus últimas fuerzas y con ellas bendijo a toda la iglesia.

Siempre nos enseñó a vivir en santidad de modo que siel Señor regresara estuviésemos listos, y a trabajar y pro­yectar como si El fuese a regresar dentro de cincuenta años.Lo enseñó con sus palabras y con su ejemplo.

Cuando partió el 7 de abril del 2001, tenía sólo 64 años,los que vivió intensamente para su Dios. Cuando el Padre levino a buscar lo encontró trabajando para El, el material deeste libro ya estaba listo para ir a imprenta, y él alcanzó apromoverlo en la Convención de Colaboradores, la que serealizó veinte días antes de su partida. Tengo un sentimientoespecial en mi alma al presentar este ejemplar que mi padreno vio, pero que le pertenece, al igual que muchos otros. Sí,porque la vez que le introduzco "Lo positivo del no", leanuncio que el Rvdo. Cabrera nos ha dejado los borradoresde varios libros más, que entrarán en taller en breve.

y este sentir también es particular ya que estas páginascontienen y revelan una de las fibras más fuertes de su ca-

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• LO POSITIUO DEL no •

rácter... razón por la cual se 10 conoce en elmundo como unapóstol de la fe.

Mi oración por usted es que pueda captar el espíritu deesta enseñanza, y utilizarlo en su vida diaria. Que cambie sumanera de pensar para que cambie su manera de vivir. Queel esquema de pensamiento negativo sea descartado poruno positivo. Que su vista espiritual sea despejada y logrever" Lo positivo del no" en todo instante de su vida.

Rvdo. Ornar Cabrera fr.

LO POSITIUO DEL no

10

Capítulo

no DEJE DE LUCHHR

Aveces hemos pensado que los principios religiososeran para los pobres de espíritu o para los que no te­

nían el valor para vencer las dificultades que se presentabanen la vida. No obstante, mirando los principios dados porDios en las Sagradas Escrituras nos encontramos que Diosno sólo estuvo interesado en los valores morales o espiritua-----les del hombre, sino que es Su~s todo el conjunto denuestro ser, ya sea espiritual, físico o económico.

Hoy en día, en los países donde se dedican a la medi­tación, a la elevación del pensamiento, donde se practicael yoguismo, viven en la miseria y la desolación porqueconfundieron lo espiritual con lo material. Otros países sefueron al extremo; solamente se ocuparon de lo materialy dejaron lo espiritual. Por eso es que el verdadero cristia­nismo pone una balanza maravillosa en lo que debe ser lo

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• LO POSITIUO DEL no •

espiritual y lo económico.Debemos vivir con nuestro corazón en el cielo, pero con

nuestros pies en la tierra. Y fijémonos que en muchos luga­res donde se lo pasande fiesta religiosa en fiesta religiosa,viven personas inmersas en la pobreza. Quizás busquen esocomo paliativo a sus necesidades, pero eso no es la voluntadde Dios.

Al pensar en que nuestras ~cesidades deben ser2.!1pli­das debemos usar el sentido común que Dios nos ha dado.No podemos limitar nuestras capacidades, y dejar que todoÍo resuelva Dios. Usted debe tener la voluntad de ser algo enla vida, debe usar su determinación, su voluntad para en­frentar los contratiempos y vencerlos en el nombre de Jesús.Usted no debe entregarse.

La ,:-oluntad debilitada pertenece a los que han bajadolas armas en la lucha por la vida. Los padres tienen la obli­gación de enseñarles a sus hijos a desarrollar la volunt~d.

Antes en cada familia, si el joven no estudiaba, trabajaba pa­ra colaborar con los gastos del hogar. Hoy en día hay mu­chos jóvenes que no estudian ni trabajan, y los padresterminan manteniéndoles los vicios. Y si no les dan, hastaterminan gritándoles a sus padres.

Si un joven no aprende a trabajar andará toda la vida pi­diendo prestado, y estafando a medio mundo. A otros lesgustará tener todo fáci}, entonces se dedicarán a la droga, alrobo, al engaño.

Usted que es un padre n..o sea negligente en darle todoslQs gusto~ a sus hijos. Si estudian está bien, pero no los ten­g~n su casa sin hacer nada. O estudian o trabajan, pero nopueden estar en su casa comiendo, durmiendo, usando del

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• no DEJE DE LUCHRR •

sudor de su frente y quizás encima soportarle gritos e insul­tos. Eso es un error. Insista ya que la gota de agua terminapor aguj~re~Lla roca. No tenga tem~deh~blarle a sushi­jos con autoridad mostrándoles que si no trabajan, ustedesno los pueden mantener. Si se excusan de que en el pueblono hay trabajo, que se vayan a otro lado. El que busca dondetrabajar siempre encuentra.

Dios le ha dado a cada ser humano la voluntad, la deter­~in~ión de ser algo en la vida, y sumado a todo esto, Je~úsdijo: AL QUE CREE TODO ES POSIBLE. La voluntad su-

- ...-._----mada a la determinación de creer hace que nuestra vidacomience a alcanzar la prosperidad. La abundancia econó­mica vendrá a nuestro encuentro.

Dios tiene interés de ayudarle siempre que usted tenga.elpoder para creer. El Señor sabe que usted tiene cuentas que----pagar porque Él también un día debió pagar sus impuestos.Llamó a uno de sus discípulos y le dijo que vaya al mar y alpescar un pez encontraría en su boca una moneda de oro, yque pague con ella los impuestos de ambos. Pedro fue, tiróla línea, y al recogerla, en el anzuelo había un pez con unamoneda de oro en la boca.

Aunque estemos pasando problemas económicos, debe­mos tener fe en Dios porque esa fe nos ayudará a pa~­da'Sñu;stras deudas y la bendición de Dios estará so~e

nuestras vidas. Pedro creyó a la palabra del Señor, yeso es loque debemos hacer, debemos creer a lo que Él ha dicho.

Una de las promesas del Señor es que Él bendecirá nues­tro pan y nuestras aguas y que Él quitarátoda enfermedadd~ en medio nuestro. Jesús dijo: Yo estoy con vosotros todoslos días hasta el fin del mundo. El Señor dijo: No os afanéis

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• LO POSITIUO DEL no •

por el día de mañana. basta al día su propio afán. buscadprimeramente el reino de Dios y su justicia y todas estas co­sas os serán añadidas.

El Padre Celestial enviará Su Provis~ón. Pedro creyó yactuó sobre el mandamiento del Señor. Eso es lo que debe­mos hacer. Recuerde que la bendición no viene de nuestrotrabajo, de nuestro negoc~ de nuestras propias capacida­d~; la bendición viene de Dios. Y aquí viene la otra cara dela moneda. Usted debe tener un trabajo. Usted puede tenerun negocio. Usted puede esforz~rse. La bendición a_ ese tr~­bajo, a ese negocio, a ese esfuerzo viene de Dios. Cuan<!o lascosas comienzan a darse es porgue la bendición ha com~n­

zado a fluir sobre su vida.Quisiera que sepa que el Señor no le ha olvidado, que el

Señor puede y quiere ayudarle, pero también quiero decirleque el Señor quiere gue le dé su corazón. Él desea que ustedle entregue su vida a Él para que siendo el capitán de suvida le ayude a arribar buen puerto. El Señor sabe cuán en­fermo' debilitado y triste está. Por eso deberemos~nuestra mirada a El y gozar por su bendición.

16

Señor Jesús,Vengo a Ti a rogarte queTudivino Espíritu Santo

ilumine todo mi ser paraquepuedaverlo maravilloso

de Tus promesas.

Tú que conoces mi angustia, sanami almay trae

paz a mi hogar. Bendice mis entradas económicas.-_._--_._-_.._._~. __._--_._--Líbrame de losvicios y dame elpoderde. trabajar pa-

r~n de mi familia, en el Nombre de Jesús. Al

estardelante de Ti confío que diari~'!2.c!!t~~r~! mi

refugio y fortaleza. Tú nunca me hasabandonado, ni

t~~p;~~-lo harás. Tus planes son de bien y de paz

para mí, por lo que no permito que ningún pensa­

miento de angustia ni opresión ni debilidad se apo­

dere de mí. Impárteme la sabiduría paraguiar a mis

hijos. Ayúdame a que sean esforzados, estudiosos,

trabajadores.

~ qu:.!..odo lopuedo en Cristo que me [pr­

talece y me hace más que vencedor. Tú me has dado

un espíritu de poder, asíque reprendo todacobardía,

temor, intimidación e inquietud; no tengo temor ni

aprehensión de ninguna clase de mal. El poder de

Dios en mi interior me incentiva a continuar en la

lucha, a no darmepor vencido enfrentando todacri--siscon tu ayuda.

PorTu poderoso Nombre. Amén.

Capítulo 2

no EnTREGRRSE

M uchas veces nos han dado deseos de no continuar, ydejar todo parado. Es decir, nos entra esa sensación

de abandoEo, que no queremos por ningún motivo seguiradelante. Generalmente, se dice, e~tamos entregados. Y lógi­

camente que la persona que ~e entrega, no lo hace porque esdébil, o ignorante, o cobarde. Hay personas que están can­sadas de luchar y pelear, sin obtener resultados positivos en

su vida.Vemos en las Sagradas Escrituras que toda la gente que

s~ce~có a Jesús fue porgue tenía un problema. Muchos deellos fueron por los problemas físicos, pero también se acer­caron a Él por los problemas espirituales.

Cuando nos entra esa sensación de abandono es porqueestamos desesperanzados, pero esa condición es humana, yhay una palabra que viene de Dios y es esperanza, fe, con-

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• LO POSITIUO DEL no •

fianza, determinación. Cuando llegamos la final de la cuer­da y vemos que no podemos ser salvos, debemos ap1Icar l{;sprincipios de la fe, la <!eterminacjón de creer para llegar aobtener una resp~esta a nuestro problema.

Siendo entrevistado por una radio nacional en el Esteargentino, cuando estábamos hablando sobre la fe, sobrecómo la gente podía recibir milagros de Dios, cómo la gentepodía experimentar cosas que eran sobrenaturales, el entre­vistador dijo algo que me impactó: ustedes están hablandode una cuarta dimensiól).. Y en verdad, cuando vemos quePedro caminó sobre el agua, y que diez leprosos fueron lim­pios, o que un hombre que nació cojo vuelve a caminar, oque una niña es resucitada, todo esto tiene que ver con otradimensión a la cual podemos llegar a través de la fe.

Porque ju~tamente esa fue la revelación de Jesucristo. Elvino para enseñarnos y nos dijo que pidiéramos que VEN--GA TU REINO, Yaunque hemos dicho el Padrenuestro, in-finidad de veces, no hemos captado la verdad expuesta porJesucristo cuando dijo: VENGANOS TU REINO. Porquehay un reino de paz, de gozo, de estabilidad, de salud, deprosperidad que pueda llegar a nosotros, si nos atrevemos a

r­~

No debemos entregarnos, debemos ser persistentes, y apesar de que nos parece que todo está terminado, aunquenos parece que ya no hay solución, debemos seguir por lafuerza que recibimos a través de creer que TODO LOt9DEMOS EN CRISTO QUE NOS FORTALEGE.

Recordamos el pasaje de las Sagradas Escrituras cuandola mujer que sufría con un flujo de sangre por doce años, yque había sufrido en manos de muchos médicos, y había

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• no EnTREGRRSE •

gastado todo lo que tenía, y le iba peor. Pienso que ésta mu­jer estaba entregada, había probado todo, había gastado to­do, no tenía más recursos, pero oyó de Jesús. Oyó que Éltenía el poder para sanar a los enfermos, ella oyó que habíallegado el Mesías, el enviado de Dios, Jesús, aquel cuyonombre significaba "Salvador". En un momento su desespe­ranza se transforma en esperanza, y ella dice: SI TAN SOLA­MENTE TOCARE SU MANTO, SERE SALVA.

Había gastado todo, había probado todo, pero aún habíad~terminación dada por la decisión de creer. Debemos e;­tender que lo más importante no es el problema, la dificul­tad, todo lo terrible que tiene por delante, sino que lo másimportante es que usted se determine a creer que Dios pue­de llegar a su vida, en el punto crucial de su necesidad yd~rle lo que necesita.

La mujer trató de llegar por detrás, y al final con muchoesfuerzo, tocó el manto de Jesús. y en el momento, sintióque la fuente de su sangre se secó. En un momento, ella sin­tió en su cuerpo que estaba sana de aquella pérdida de san­gre. ¿Cómo es que recibió el milagro? Simplemente, porqueee- medio de su desesperanza, en medio de su abandono, ellac!ijo: SI TAN SOLAMENTE TOCARE SU MANTO, SERESANA.- Eso es lo que usted debería hacer en este momento: poner. ......-su mIrada en el Señor, creer que realmente el Señor sabecual es su necesidad. Sepa que usted no está abandonado al<i}uena suerte, sino q~e el Padre tiene interés en bendecir­nos y ayudarnos. Déemos ir a Él con esa determinación decr,:er que Dios va a obrar, Que esa fuerza de tinieblas gU$ harodeado su vida, que le ha deprimido, que ha hecho de us-_ -::J'

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• LO POSITIUO DEL no •

ted una persona complet~me!!te_~!1JJ:"~~d~,--s-ªlgª_en_~ste

momento por el poder del Señor, por la virtud del Señorque va a obrar en su ser. Cuando la mujer sintió que habíasido sanada, Jesús se paró y dijo: "¿quién me ha tocado? Por­que virtud ha salido de mí," Los discípulos, que no enten­dían las cosas espirituales, sus propios discípulos que noalcanzaban a entender hasta dónde llegaba el conocimientoy la sabiduría de Cristo, le dicen al Maestro: "¿Cómo quiénte ha tocado, no ves que la multitud te aprieta, y dices, quiénme ha tocado?" Jesús debe explicar que el toque fue diferen­te, porque dice: "ALGUIEN ME HA TOCADO PORQUEHA SALIDO VIRTUD DE MI..." Ellos no entendían lo queera un toque de f~\ no entendían lo que era <;.1 toque de unapersona abandonada a su propia suerte, ellos no sabían loque era ir a su casa y morir de ese cáncer. Ellos no enten­dían, pero se produjo una comunicación entre Jesús y lamujer, y ella viene delante de la multitud y le cuenta lo quele había pasado.

Quizás nadie pueda entender, quizás usted s~ ha ence­rrado en sí mismo porque no halla solución a su problema,pero déjeme decirle que Cristo está pasando por aquí. Usteddebe extender su mano' de fe y tocarlo. Crea que el poder yla presencia de Cristo vienen a su vida. No importa cuángrande sea el problema, cuán terrible sea la enfermedad,crea, determínese a decir. YO SE QUE EL SEÑOR VIENE AAYUDARME, YO SE QUE DIOS NO ME VA A ABANDO­ÑÁR.Y verá que Cristo es real aquí mismo, y ahora mismo.-

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Señor Jesús,Vengo a Ti presentándote mi gran necesidad. Tú

la conoces, llega a mi vida ahora mismo. Tú sabes

queestoy ~tregado y derrotado, pero~Ti para

que Tu virtud divina me toque en este momento.

T;~o-f~~~zas espirituales de Ti, pensando que la

oración, la fe en Jesucristo y Tu presencia pueden

transformar grupos enteros de personas.

Le hablo a mi alma en fe, y le digo: alma mía,

confía en Dios; alma mía, no temas; alma mía, le­

vántate en fe y confianza. No es tiempo de bajar las

armas, eshorade creer quepara Dios todas las cosas

son posi!?!:s. N~me desaniman las circunstancias.

No me entrego por causa de lo que veo naturalmen­

~o que uso el ojo de la fe y veoque todose solu­

ciona, todoseencausa para lagloria deDioselPadre.

Que todafibra íntima de mi serreciba la reper­

cusiónde la autoridadde Tu Palabra, y sealientemi

alma, se entusiasme mi voluntad, se renueve mi

;;;ente con pensamientos de victoria.

Gracias por Tu presencia, ,te glorifico y te alabo,-ahora y siempre. Amén.

Capítulo

no HRV conFLICTO

Si leemos en el capítulo 6 de San Juan, hallamos lo si­guiente: Después de esto, Jesús fue al otro lado del Mar

de Galilea, el de Tiberias, y le seguía una gran multitudporque veían las señales que hacia en los enfermos.

La gente viene a nuestras reuniones porque ven las seña­les que Jesús hace en los enfermos. NO HAY CONFLICTOENTRE LA FE Y LA CIENCIA. En las Sagradas Escriturasvemos que se mencionan toda las enfermedades; y en eltiempo antiguo cuando un leproso era sanado, el que dabael veredicto si debía o no ser reintegrado a la sociedad, erael sacerdote. La palabra pastor deriva etimológicamente deuna palabra que significa curador del alma. En el principio,se relacionaba la enfermedad con el pecado y casi siempretenía una connotación religiosa.

En la actualidad, hay un conflicto entre la fe y la ciencia.

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• LO POSITIVO DEL no •

Este se origina cuando la fe quiere negar la ciencia, es decir,un grupo dice creer en la sanidad divina y no acepta la ayu­da científica bajo ninguna circunstancia. Lo que ocurre esque se fanatizan, y en mi experiencia cristiana he visto apersonas fanáticas derrumbar la virtud y el poder de la fepor cuanto negando la ciencia, en el momento en que hu­bieran sido ayudados, se dejaron morir produciéndose unmal testimonio.

La fe no niega la ciencia. La ciencia complementa a la fe.Por otro lado, cuando creemos que la ciencia es única y queno necesita de la fe, también se ahondan los conflictos. He­mos comprobado que cuando la ciencia termina su capaci­dad, la fe puede obrar verdaderos milagros. Es por eso quea Jesús lo seguía la gente porque veían los milagros quehacía en los enfermos.

En Buenos Aires, vino una señora con sus radiografíasdonde mostraba el tumor que tenía en la cabeza. No teníadolor, pero se le estaba paralizando todo el lado izquierdodel rostro. El mal iba bajando poco a poco, comenzó a per­der peso, era casi piel y huesos. No había esperanzas de ope­ración por otros problemas que tenía. Muchas veces elcorazón no aguanta una operación, y otras veces la personatiene diabetes y es un contratiempo.

Ella en medio de su desesperación, como la ciencia nopodía ofrecerle un medio adecuado, decide venir a nuestrasreuniones de fe. Y se produjo el milagro. La señora mostrólas radiografías donde se veía que el tumor había desapare­cido y la sanidad era visible porque estaba bien. Su rostrovolvió a tener la tonalidad rosada, había aumentado de pe­so y fue bendecida económicamente, al punto que sorpren-

26

• no HRV confLICTO •

dió a la concurrencia la ofrenda que trajo para la obra delSeñor. Aquí había pruebas, no era algo que se pudiera en­cuadrar dentro de lo que es la sugestión. Estaban las evi­dencias y el reconocimiento médico de que era un milagrode Dios.

Jesús dijo. EL SANO NO NECESITA DE MEDICO,SINO EL ENFERMO. Jesús dirigió su pensamiento hacia lamedicina. Muchas veces hablando con médicos y profesio­nales, he recibido ayuda porque he podido comprender me­jor por medio de la sabiduría científica y su profundacomprensión espiritual, las enfermedades del cuerpo, de lamente, y del alma, EN RELACIONA LA FE.

Se ha descubierto que la causa psicosomática de la altapresión sanguínea es una forma de miedo reprimido, es unamanifestación del miedo a las cosas que nos pueden suce­der, quizás producido porque vemos fantasmas o desastresque vienen a nosotros, cuando en verdad no hay nada deeso. En la mayoría de los casos se trata de miedo a las cosasdel futuro, cosas imaginarias que nunca sucederán.

Sabemos que una de las causas más comunes de ataquesal corazón se debe hoya la diabetes. En el caso de la diabe­tes se ha encontrado que es el pesar o la desilusión lo queconsume más energía que cualquier otra emoción, por loque los pacientes insumen más insulina que se produce enel páncreas, hasta que la gastan por completo. Muchas vecesun shock ha causado una paralización del páncreas, así co­mo una tragedia paraliza el corazón.

Visitando a una doctora en Carlos Paz me enteré de quesu hijito de 15 años quedó enfermo de diabetes cuando ellafue asaltada en su consultorio del centro de la ciudad de

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• LO POSITIUO DEl no •

Córdoba. El niño tenía como 8 ó 9 años y al ver que entra­ba con armas, gritando y que amenazan a la madre, instan­táneamente se produjo un shock qLte le paralizó el páncreasy hasta ahora, aunque Dios está haóendo una obra maravi­llosa, debe inyectarse insulina todos los días.

A veces nuestras emociones tiellen que ver con nuestropasado que se revive una y otra vez y que, al no permitirnosseguir la vida normalmente, prodl1ce todos los desequili­brios. El mundo médico puede dar alivio a desórdenes co­mo éstos, se puede recetar algo que haga bajar la presión oque la suba. Se puede dar insulina que quemará más azúcartransformándola en energía, y así dará alivio al diabético.Pero éstos tratamientos no son curas completas. El que nospuede sanar completamente es JESUCRISTO removiendolas causas espirituales que originan esa condición.

28

Señor Jesús,Sé que Tú no hascambiado. Tupoderessiempre

e! mismo. Gracias por la ciencia médica, gracias por

al sabiduría que le hasdadoal hombre; perovengo a

Ti que tienes el poder de remover no sólo e! efecto,

sino la causa verdadera de mis problemas físicos y

espirituales.

Tócame, Señor, con Tu divino poder y sáname

para la gloria de Tu Nombre. Bendigo a los buenos

médicos que han hecho todoloque estaba a su alcan­

ce, gracias por la medicina apropiada y por la asis­

tencia de urgencia, gracias por las últimas tecnologías

que orientan más específicamente respecto al trata­

miento. Gracias por e! avance de la ciencia y porque

cada vez más está disponible para los necesitados. Pe­

royo te ruego queseaplique a mí TuPalabra, que me

has librado de la maldición de la enfermedad y que

llevaste mis enfermedades y dolencias en la cruz del

Calvario. Creo que Tu podersanador me toca ahora

desde la cabeza hasta la planta de los pies, desde lo

másprofundode mi interiorhasta la piel.

PorTu virtud tengo saludy sanidadahora mis­

mo y aquí mismo. Amén.

Capítulo

no LImITEmos RDIOS

M uchas veces en la Biblia se habla de la muerte comoun sueño. Dice que tal persona fue y durmió en sus

padres. San Pablo se refiere a los que durmieron en el Señor,que no están muertos, sino que duermen. Esto no significaque el alma entra en un estado de inconsciencia. Más ade­lante y con las pruebas obtenidas en los estudios, y lo quehan narrado los que han vuelto a la vida después de estarclínicamente muertos, se deduce que ésta es sólo una pala­bra ordinaria que se refiere al morir del cuerpo. Ya sea por­que el cuerpo queda en un estado que casi siempre pareceráque está dormido o porque la muerte para el creyente es unsueño del cuerpo que se despertará en la resurrección.

El alma no muere porque es eterna. Por eso le dijo Jesúsal ladrón que se arrepintió cuando estaba crucificado juntoa Él en el Calvario: "De cierto te digo que hoy estarás con-

31

• LO POSITIUO DEL no •

migo en el paraíso." Y cuando Jesús habla del cielo y del in­

fierno, y muestra el contraste entre la muerte de un pobre y

la de un rico, dice que el pobre estaba en el paraíso, en el se­no de Abraham, pero el rico en el infierno. El alma no queda

inconsciente. Creo que serán más reales las vivencias de nues­

tra alma, que se manifiestan a través de nuestros sentidos na­

turales, cuando esté en su dimensión fuera del cuerpo.Jesús esperó varios días antes de ir a Betania donde ya

Lázaro había muerto. Resucitar a un muerto de cuatro días,

le iba a dar a Jesús el sello de una vida mesiánica. Sólo el

Mesías podía desplegar tales poderes. En aquel entonces seponía a los muertos en los sepulcros que estaban construidosen las rocas. Se bajaban unos 20 ó 30 escalones, y debajo de

la tierra estaban los panteones o nichos.Jesús llegó a Betania, pero las hermanas de Lázaro pen­

saron que Jesús había llegado tarde, y le dijeron: "Si hubie­ras estado aquí mi hermano no hubiera muerto." Pero ellasno sabían que Jesús iba a hacer algo más grande para que lagloria de Dios sea manifestada con poder. Jesús les dijo aMaría y a Marta que creyeran que su hermano resucitaría.

Ellas dijeron que resucitaría, pero en el día postrero. PeroJesús les dijo que su hermano iba a vivir porque "Él es la re­surrección y la vida, y el que crea en El aunque esté muerto

vivirá:' Pero las hermanas no le creyeron.Ese es el gran problema que tenemos que resolver res­

pecto a nuestra fe. Siempre le queremos poner limitacionesa Dios. El hombre va descubriendo que el espacio es muchomás infinito de lo que se suponía, y que aún el átomo tiene

una partícula más pequeña que el electrón que se llama lep­tón pesado, y pesa cuatro mil veces más que el electrón, pe-

32

• no LImITEmos R DIOS.

ro tiene una vida extremadamente corta, de un milésimo de

mil millonésima de segundo. Cifras que no podemos calcu­lar, las decimos sin calcular. Vamos descubriendo el infinito

en el espacio, y en la materia, pero queremos limitar a Dios

en Su grandeza y poder.Jesús le dijo a Marta y a María: "No te he dicho que si

creyeres verás la gloria de Dios." Sí, para ver la gloria de Dios

hay que creer. La fe es la convicción de lo que se espera, la

convicción de lo que no se ve. Jesús antes de ver al muerto

resucitado, sabía que la gloria de Dios se manifestaría.Me gustaría ver a Jesús en su postura frente a los hechos.

Las caras demacradas de las hermanas, María y Marta. La

mirada inquisitiva de los religiosos que no creían en Jesús.Él era una persona que hablaba grandezas, que luchabacontra la lógica y contra las leyes que están puestas por lanaturaleza; aquellas que nadie podía dominar o cambiar.Pero lo que no sabían era que Jesús tenía el poder de hacer

el milagro.Ese Jesús era la resurrección y la vida. El podía con elpo­

der de Su palabra levantar al muerto aunque haya pasadocuatro días en la tumba. Y después de haber dado gracias a

Dios, clamó a gran voz diciendo. LAZARO,VEN FUERA. Yel muerto se levantó y voló los treinta y tres escalones queseparaban la puerta de la tumba hasta abajo. Y Jesús dijo a

sus discípulos: DESATADLE y DEJADLE IR.Hoy viene esta revelación a su vida. No lo limite a Dios.

No se cierre en un molde premeditado de conclusiones.¿Por qué no vamos a creer en milagros? Vamos a creer para

ver la gloria de Dios.

33

Capítulo

no LLORES

C omo acabamos de ver, en la Biblia encontramos en va­rias ocasiones que Jesús resucitó a los muertos y aún

sus discípulos también lo hicieron. He tenido la oportuni­dad de hablar con ciertas personas que han estado clínica­mente muertos por más de treinta minutos. Sabemos que sila sangre no va al cerebro en minutos, la persona no puedevivir, pero es lo que decimos con nuestra mente finita,porque desconocemos lo que es la dimensión de la fe, ladel espíritu.

En San Lucas 7:11 dice: "Aconteció después que Él iba ala ciudad que se llama Naín e iban con Él muchos de sus dis­cípulos y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puer­ta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto,hijo único de su madre, la cual era viuda, y había con ellamucha gente de la ciudad. Y cuando el Señor la vio, se com-

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• LO P05ITIUO DEL no •

padeció de ella y le dijo: 'NO LLORES.' Y acercándose, to­có el féretro y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo:'JOVEN, A TI TE DIGO, LEVÁNTATE'. Entonces se incor­poró el que había muerto y comenzó a hablar. Y lo dio a sumadre. Y todos tuvieron miedo y comenzaron a glorificar aDios, diciendo: 'Un gran profeta se ha levantado entre no­sotros, y Dios ha visitado a su pueblo.' Y se extendió la famade Jesús por toda Judea, y por toda la región de alrededor."

La procesión fúnebre era encabezada por lloronas pro­fesionales con sus flautas y címbalos, lanzando con ciertofrenesí sus agudos gritos de pesar. Ver un acompañamientofúnebre en ese entonces era muy triste. Hoy vemos pasar losmodernos coches, envueltos en preciosas flores, pero en eseentonces se llevaba al muerto en canasto de mimbre.

El dolor más profundo era que la madre era viuda, y elmuerto el hijo único, y se le iba el sostén moral y quizás eco­nómico que tenía. Muchas veces lloramos porque las cosasse rompen. La nenita que ve su muñequita rota, pero aquí selloraba por un joven que era la única ayuda para su madre.

Pero en un momento, debemos confrontar la tristezacon la compasión de Jesús. Esa compasión de Cristo era unamezcla de piedad, simpatía y sentimiento de dolor por ladesgracia ajena. En otros pasajes también se habla de lacompasión de Jesús, cuando mirando las multitudes queiban como ovejas que no tenían pastor, dice que él tuvocompasión de ellas.

Sí, Cristo tiene sentimientos. Muchas veces a través defilosofías, principalmente los estoicos, creían que Dios esta­ba sobre todo lo que es el sufrimiento humano. Dios teníacomo una de sus característica la apatía, o sea, le faltaba la

36

• no LLORES •

capacidad de sentir. Pero Dios no es algo frío, de ese modolo imaginamos cuando no hemos llegado a conocer a Jesúscomo realmente es. Jesús se conmovió y fue por eso que hi­zo parar el cortejo fúnebre. La muerte debe enfrentarse a lavida. Jesús reclamó como suyo lo que la muerte había recla­mado como su presa.

Jesús dijo: YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA,ELQUE CREE EN MI AUNQUE ESTEMUERTO VIVIRÁ.Sí, hay resurrección y una vida que se manifiesta cuandohemos creído en Cristo. No hay dudas de que hay vida des­pués de la muerte, y no hay que temer ni llorar si estamosseguros que estamos en Cristo.

37

Señor Jesús,Gracias por Tu compasión. Gracias porquea mí

también me dices que no llore, porqueaunque elpro­

blema parezca difícil, para Ti nada hay imposible.

Vengo a Ti a rogar que Tú palabra llegue a mi vida.

Dame paz mental, sana mi cuerpo enfermo, li­

berándome de los vicios. Bendito seas Jesús, lleno de

amor y de ternura, porque al decirme que no llore

más, me das esperanza, alientas mis ilusiones, traes

equilibrio y armonía a mi alrededor.

La autoridad de Tus palabras " No llores más';

me convence que el sol amanecerá en el horizonte,

que un nuevomañana despuntará, la tormenta cesa­

rá. Jesús, seca mis lágrimas, Tú que un día lasenju­

garás todas, seca mis lágrimas, para que mis ojos

puedan ver lo que eres capazde hacer. No lloro más,

no lamento más, no sufromás sabiendo que Tú mis­

mo eres la Resurrección y la Vida. Tú harásresucitar

lo nuevo en mi vida, Tú traerás a la vida la relación

que parecía perdida, Tú transformarás las desilusio­

nesy dolores en victoria, esperanza y salud.

Llenami mente delpoderdelEspírituSanto, por

Tus méritos Jesús. Amén.

Capítulo

nu nus EscunDRmus DE DIUS

N uestra vida al encontrarse con Dios y el poder de Supalabra, recibe el maravilloso cambio que trae un

nuevo nacimiento, produciéndose la renovación de nuestramente y manera de vivir.

Les quisiera compartir una cartita de un seguidor del

ministerio de Calchín, provincia de Córdoba, donde dice:

"Estoy muy contento gracias a Dios, por haber encontradoelverdadero camino de orientación espiritual. Digo asíporquedía a día voy comprobando el cambio que he recibido que meha transportado de un mundo de tinieblas y desesperación aun mundo maravilloso de dicha. En esta carta quisiera con­tarle que he visto materializadas una de las palabras que dijoJesús: DAD Y SE OS DARÁ. Un día vino un muchacho a micasa pidiendo si lo podía llevar al pueblo vecino porque tenía

39

• LO POSITIUO DEL no •

la moto rota. La verdad que yo tenía trabajo, no obstante, lollevé con mi chatita Ford A. Me preguntó cuánto me debía, yle dije que nada. La verdad que me gusta ser útil y hacergauchadas desinteresadamente. Pero esa misma noche tuvela recompensa cuando volvimos y me invitó a cenar, y memostró los libros que había recibido de Visión de Futuro. Megustaron mucho y decidí escribirle. Y el cambio sefue produ­ciendo. Estando en el campo, un día me levanto temprano aterminar de sacar un árbol. Cuando de pronto, quedé comoparalizado, como si hubiera estado saliendo de un profundosueño, y vi como si una nube muy negra se estaba despren­diendo de mí. Y fue en ese momento en que me pregunté: ¿quéhago yo aquí? Vi que no había futuro para seguir en esas po­cas hectáreas, y decidícon mi familia irme al pueblo. Nos fui­mos al pueblo donde tengo ahora una sodería, y somos felices.Nos va muy bien, tanto en el trabajo comoen la salud; y sobretodo, reina la paz en el hogar, la que no existía desde haciamucho tiempo. Después de darle lasgracias al Todopoderoso,le doy las gracias a ustedReverendo por habermeenseñado es­tas cosas tan lindas. He aprendido a orar, o sea, a conversarcon Dios todos los días y siempre, tarde o temprano, recibograndes bendiciones de Dios':

La Palabra de Dios tiene el poder de abrir nuestra mentey espíritu a las bendiciones que siempre estuvieron allíesperando para que las obtengamos. Nosotros somos cuer­po, alma y espíritu. Lascosas espirituales son tan reales,comolas cosas que podemos ver. Dios, aunque sea espíritu, es tanreal como nosotros. Después que Jesús resucitó de entre losmuertos, y se presentó a Sus discípulos a puertas cerradas,

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• no nos rsmmsnus DE DIOS •

ellos estaban espantados. Veían que era Jesús, pero no po­dían entender cómo era que había pasado a través de la pa­red. Podían oír su voz, pero no entendían cómo podíahablar un ser que no podía definirse si era cuerpo, alma oespíritu. Pero el Señor les dijo: "No teman," que miraran queel espíritu no tiene carne ni hueso como Él tenía. Lo queellos no veían era la sangre porque la había derramado en lacruz del Calvario.

En otra oportunidad, se van a pescar, y mientras tratande pescar, todo el trabajo se hace infructuoso, hasta que vena alguien en la orilla que les dice: "tiren la red a la mano de­recha;' y sacaron una cantidad de peces que casi rompen lared. Ellos asocian el evento que ocurrió con la pesca mila­grosa que ocurrió cuando el Señor estaba vivo. Él los espe­ra con unos peces asados y pan. Allí estaba el Señor encuerpo glorificado porque poseía la virtud de pasar a travésde la materia.

Algunas veces tenemos problemas en entender la mecá­nica del milagro. El milagro es la suspensión de una ley na­tural. No siempre Dios está presto a dejar de cumplir laspropias leyes que Él ha creado, pero hay cosas que Él nuncacreó. Dios nunca intentó que el hombre pecara, ni que estéenfermo, o que muriera. Pero cuando el hombre desobedecelos mandamientos de Dios, comienzan a actuar otras leyesque producen consecuencias tristes y desagradables en la vi­da, a tal punto que vivir se hace una carga pesada. Pero elSeñor nos ama y tiene interés en ayudarnos porque deseanuestro bien. Debemos buscar que Su poder se manifieste.Usted ha pensado que no hay solución al problema que loestá abatiendo. Mirándolo humanadamente, sacando todas

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• LO POSITIUO DEL no •

la conclusiones no hay solución, pero en un momento Diospone en actividad Su poder de bendición y las cosas co­mienzan a cambiar.

El amigo que nos escribió tuvo esa experiencia. Parecíaque su vida debería ser una continuidad de problemas sinsalida, viendo que las pocas hectáreas que tenía podría su­plir sus necesidades. Pero allí, en esa mañana, algo ocurre.La bendición de Dios se comienza a ver y ocurre lo inespe­rado. Se va del lugar, y puede decir que tiene paz, prosperi­dad, y lo más maravilloso, tiene fe en Dios.

Vez tras vez, en nuestras Reuniones de Fe ocurren lasmismas cosas. Dios comienza a derramar Sus bendicionessobre nosotros, y muchos han dicho: ¿Dónde estuvieronescondidas tanto tiempo? Pero no es Dios quien se escondede nosotros, somos nosotros quienes nos escondemos deÉl. Mientras estamos juntos, la presencia de Dios está ennuestro medio. El Espíritu Santo desea obrar. Mire al Señorcon fe. Crea que recibe un milagro. Abra su corazón a lapresencia y el poder de Dios.

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Señor Jesús,Gracias por haberme revelado al Padre. Gracias

porque Tú viniste para que podamos recibir el per­

dón de nuestros pecados y por mediode Tú sacrificio

en la cruz del Calvario, recibir lapaz interior. Señor,

sana mi mente. Líbrame todos estos recuerdos que

están constantemente en mi memoriay que me ator­

mentan.Sácame delaangustia queentristece mi alma

y mi existencia.

Vengo a Ti porque sé que en Ti hay liberación.

Toca mi cuerpo. Saca la dolencia y la enfermedad de

acuerdo a Tu Palabra porque Tú llevaste todas mis

dolencias y la enfermedad en la cruz del Calvario.

Dame elpoderdel Espíritu Santopara vivir pa­

ra lagloria de Tu Nombre. Te acepto Señor, te recibo

en mi corazón, y te doy gracias por Tu ayuda, en el

Nombre de Jesús, me arrepiento de no haber estado

en el lugar correcto paraque la bendición caiga sobre

mí; salgo del escondite y permito que me guíes para

que el cielo descienda consus ricas bendiciones sobre

mi vida y mi familia.

Gracias SeñorJesús. Amén.

Capítulo

no REnunCIEmosRLR FE En DIOS

Estando en la ciudad de Monterrey, México fuimos a pa­rar a la casa de una familia que habíamos conocido a

través de unos amigos. Era una familia bastante próspera,vivían en una zona residencial y casi todos brillaban por susconocimientos intelectuales.

La Palabra de Dios había entrado a sus vidas. Poco a po­co nos fuimos familiarizando y la señora comienza a decirque ella antes de conocer al Señor había dedicado su tiempoa la práctica del espiritismo. De modo muy natural contabaque durante la tarde sentía cómo un espíritu la visitaba.

Para ella era algo muy natural ver como se hamacaba lasilla mecedora. Por un momento casi todos aceptamos estoque decía porque lo contaba de un modo natural. Pero sen­tí que el Espíritu Santo dentro de mí se rebeló contra lo queestaba diciendo. Había momentos en que ella entraba como

45

• LO POSITIUO DEL no •

en una forma de relajamiento porque hasta el rostro se letransformaba. Nos pusimos a orar y usamos el poderosonombre de Jesús. En ese instante vimos como esta atmósfe­ra cargada se liberó de aquellas fuerzas que nada tienen quever con el reino del Padre.

Quizás nos extrañe ver que una persona que tenga el co­nocimiento de Dios pueda aceptar esta clasede experiencias.Pero el apóstol San Pablo dice en 1 Timoteo 4: "El Espíritudice claramente que en los postreros tiempos algunos aposta­tarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctri­nas de demonios; por la hipocresía de mentirosos que,hablarán mentira teniendo cauterizada la conciencia."

El apóstol se refiere al Espíritu Santo. No se puede apos­tatar de aquello a lo cual no hemos pertenecido. Los demo­nios pueden seducir a una persona a abandonar la fereligiosa que tenía. Estas personas conocen la verdad perode su propia voluntad se apartan de la fe, tal como Adán yEvaque en el principio fueron seducidos por las sugerenciasdel demonio, terminaron desobedeciendo a Dios, perdien­do el paraíso y haciéndonos perderlo a nosotros también.

Estas personas se han apartado de la Palabra de Dios yse han entregado a ser seducidos por doctrinas de demo­nios. Un espíritu seductor es un espíritu de mentira. El dia­blo tiene su propia doctrina para predicar. Satanás le dijo aEvaque ella no iba a morir si desobedecía a Dios. Satanás altratar de seducir a Cristo le dijo que haga que las piedras seconviertan en pan y al final hasta trató que lo adore. Ladoctrina de demonios lleva a la persona al infierno.

Cierta vez un siervo de Dios fue llamado para orar poruna persona que estaba un poco enferma. Entró en la casa,

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• no REnunCIEmos H LH FE En DIOS.

comenzó a ministrar pero llegó un momento en que 110

pudo continuar. Sentía que había algo raro. Sintió que lapersona no estaba enferma sino que en ella operaba Ullafuerza diabólica.

Antes de comenzar a orar por la mujer, ella dijo: En unospocos minutos estará aquí el padre divino. Este "padre" ha­bía sido el fundador de una secta en Estados Unidos. Estefundador llegó a casi hacerse adorar por sus seguidores.Aunque había muerto, esta mujer creía que era visitada to­das las tardes por ese espíritu llamado "padre divino,"

Comienza la oración y en un momento siente que ladrael perro despavorido en el patio y una terrible presenciaentra en el comedor. Justo en ese instante la mujer dice: "Elpadre está aquí." El siervo de Dios siente que le cae la uncióndel Espíritu Santo y pone su mano sobre la cabeza de la mu­jer y dice: "Tú, espíritu de mentira, sal de ella, en el Nombrede Jesús." y la mujer fue instantáneamente libertada del po­der del demonio.

Con esta historia le estoy diciendo que muchas vecespo­demos caer en engaño. No se deje engañar. Trate de servir aDios con todo su corazón, y ponga su fe sola y únicamenteen Jesús. Crea que el Espíritu Santo de Dios le guiará a todaverdad.

47

Señor Jesús,Vengo a Ti en oración y en fe para pedirte que Tu

divina presencia entre en mi corazón y en mi hogar.

Que toda fuerza o presencia maligna salga en el

Nombre de jesús. Aun los espíritus que han estado vi­

sitando el hogar, o tratando de comunicarse a través

de médiums los reprendo en el Nombre de jesús. Trai­

go ante Ti aquellos de mi familia que están envueltos

en el ocultismo, sectas y prácticas ajenas al Reino de

Dios y te ruego que Tú extiendas Tu mano y sean ellos

libres de toda enseñanza incorrecta. Trae libertad a

los prisioneros, abre los ojos a los ciegos, levanta los

abatidos, sana a los quebrantados de corazón, venda

sus heridas, sana sus dolencias y su angustia.

Haz que el corazón desobediente e incrédulo se

vuelva a Ti, que el rebelde y el que se cree sabio en su

propia opinión caiga bajo convicción de pecado y

tenga un verdadero encuentro contigo.

Levántate, jesús, como Varón de Guerra y con­

tiende con aquellos que contienden con nosotros y

damos seguridad y paz. Reprendo todo espíritu de

engaño y de mentira y recibo la luz en mi mente.

Que la gloria del Señor descienda ahora, llenan­

do cada vida con el poder del Espíritu Santo. Amén.

Capítulo

no SHEER TUCHRLHS TRUmPETHS

P or todos estos años, parte de nuestro ministerio fuellevar una palabra de fe a todos los que están enfermos,

a los sufridos. Aun hoy debemos declarar las palabras delGran Maestro Jesucristo que dice: AL QUE CREETODO ESPOSIBLE. Hoy en día estamos viviendo una crisis de fe,

porque algunos no están tocando claramente la trompeta deque LA FEVIENE POR ELOIR, Yes como que se dan cuen­ta que hay una traba dentro de ellos mismos, pero que no se

pueden desbloquear.Es de lamentar que algunos teólogos, con la cabeza llena

de filosofías que creen ser cristianas, con un poder endure­

cido por su misma incredulidad, y con una conciencia con­taminada con poderes que nada tienen que ver con elpoderde Dios, se creen proclamar una gran verdad cuando atacanla sanidad divina y la prosperidad.

49

• LO POSITIUO DEL no •

En una reunión de teólogos, de esos que se creen grandesconocedores de la Biblia, que se han hecho sabios a sí mis­mos, desconociendo lo que es en realidad el amor de Dios ySu poder, no sabían que en la Biblia hay dos mil ochentay dos versículos que hablan sobre la prosperidad, dinero ybienestar y solamente doscientos cinco que hablan directa­mente de la salvación.

No sé cómo harán para acomodar la Biblia a sus propiasaberraciones de interpretación falsa, y cómo harán para ex­plicar que Dios está tan interesado en salvar el alma comoque gocemos de la prosperidad. Estos indoctos, que a vecesdesde el escritorio de un seminario teológico tiran los dar­dos sin fuego, tienen que escudriñar las Sagradas Escrituras.Sé que para muchos hasta les parecería imposible que hayados mil ochenta y dos promesas sobre la prosperidad, y só­lo doscientas cinco para salvación, y a mí también me sor­prendió. Siempre quise transmitir el mensaje de que Diosfue el que prometió la tierra que fluye leche y mieL

Fue Dios quien enriqueció a Abraham. Dios le dio ri­quezas y sabiduría a Salomón como nadie las tuvo en elmundo. Fue Jesús quien nos enseñó que pidiéramos al Pa­dre el pan nuestro de cada día. Y fue San Pablo quien hablóde que hay riquezas en gloria preparadas para cada uno denosotros, si nos animamos a creer.

Estos ciegos, guías de ciego, queriendo enfatizar la posi­ción teológica, naturalmente humana, quisieran borrar delas Escrituras Sagradas todos los versículos que hablan so­bre la bendición de Dios. Se olvidaron que Dios le preparóal hombre un Edén, se olvidaron que Dios les dio el pan delcielo por cuarenta años en el desierto. Se olvidaron que

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• no SRBER TOCRR LRS TROmPETRS •

Jesús podía hacer que Pedro sacara una moneda de la bocade un pez para pagar los impuestos; se olvidaron que habíamujeres ricas que servían a Jesús con sus bienes; se olvida­ron que El alimentó a cinco mil hombres, con cinco panes ydos peces, y sobraron doce cestas. Se olvidaron que la ben­dición viene del PADRE DE LAS LUCES, en el cual no haymudanza ni sombra de variación. Se olvidaron que en laPresencia del Padre no hay necesidad de ninguna cosa, y queDios nos puede dar mucho más abundantemente de lo quepedimos o entendemos por el poder que obra en nosotros.

Estos que se levantaron para juzgar, "son aquellos queno saben tocar la trompeta". No saben del dolor y del sufri­miento humano. Estos son los que cuando ven al hambrien­to le dicen "Dios lo quiere muerto de hambre", o quecuando ven el dolor dicen: "Dios te quiere así, seguí desvali­do y enfermo", desconociendo lo que es la verdadera reden­ción, desconociendo que el Señor se hizo pecado, y se hizopobre, y Élllev6 nuestros pecados y nuestras enfermedadesen la cruz del Calvario.

Estos son los falsos teólogos que, queriendo demostrarlo que es el sufrimiento humano, en vez de desligar las al­mas, las atan más a un desconocimiento, y las dejan senta­das en medio de las tinieblas en que ellos mismos seencuentran. Queriéndose creer mejores y más capaces queotros, piensan que están declarando todo el consejo de Dios,cuando podemos ver que lo que verdaderamente están ha­ciendo es predicar en contra para sus propias gananciaspersonales. No entienden que ellos son miembros del Cuerpode Cristo, que han sido puestos para colaborar y no parajuzgar, han sido puestos para edificar, y no para destruir lo

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• LO POSITIUO DEL no •

que otros edifican, no entienden que no deben actuar comolos que tienen ideas ateístas.

Han borrado de sus biblias todas estas promesas y por lotanto, les falta el conocimiento de lo que es la expiación. Enel Antiguo Testamento, fue: YO SOYEL SEÑOR TU SANA­DOR, Yen el Nuevo Testamento Cristo curó las enfermeda­des sobre la base de la expiación. En San Mateo 8:16 y 17leemos: "y cuando llegó la noche, trajeron a él muchosendemoniados; y con la palabra echó fuera los demonios, ysanó a todos los enfermos; para que se cumpliese lo dichopor el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestrasenfermedades, y llevó nuestras dolencias."

Su sacrificio, su expiación, abarca tanto la salvación co­mo la sanidad. [Pero que elSeñor tenga misericordia de esosengreídos espirituales que usan todos los medios para nodejar que la fe crezca en los corazones de los que sincera­mente se acercan al Señor; quien les ha amado tanto, que lollevó a dar Su propia vida para redimirnos de la fuerza de lamaldición del pecado, para sanar nuestras enfermedades, ypara satisfacer todas nuestras necesidades!

Crea que el Señor le dará el perdón, la sanidad en sucuerpo y prosperidad en todo lo que tocan sus manos. Si enlas épocas más oscuras Dios les dio promesas de bendición,y cuando sus mentes no estaban completamente iluminadasse habló de un mejor pacto y de mejores promesas, ¿qué hanhecho los supuestos juzgadores de los demás? -me pregunto.Han invalidado este mejor pacto y estas mejores promesas,porque dentro de sus corazones no pueden creer a Dios.

52

Capítulo

no TEmR DE PEDIR

Años atrás escuché la historia de un niño de seis añosque vivía en una pequeña ciudad, en la cual en el úni­

co almacén del pueblo estaba regalando globos para unafiesta que habían organizado para los niños. El niño mirabacomo los otros chicos iban hasta con cierto orgullo a pedirdirectamente el globo que se les daba gratuitamente, alfinal, el pequeño juntó las fuercitas que tenía y se armó decoraje para ir y pedir el último globo que quedaba. Perocuando llegó allí, miró al que los repartía, y dando mediavuelta se fue. Uno de sus amigos le preguntó por qué notenía el globo, a lo que él respondió: No lo tengo porque nolo quería.

Este niño creció y llegó a ser un gran escritor. Cuandofue grande dijo que al recordar ese acontecimiento le dabanganas de llorar, porque a través del tiempo comprobó que la

ss

• LO POSITIUO DEL no •

gente gana o pierde simplemente por pedir algo, o no ani­marse a pedirlo.

y esto tiene una base muy grande en las enseñanzas de

Jesús. En el Nuevo Testamento hay muchísimas referencias

donde Jesús enseñó a pedir, y dice, por ejemplo: "Pedid y re­cibiréis ... porque el que pide, recibe (San Mateo 7:7 y 8)."

"Otra vez os digo que si dos de vosotros se pusieren de

acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren lesserá hecho por mi padre que esta en los cielos (San Mateo18:19)." También añade: "de cierto, de cierto os digo: el que

en mi cree las obras que yo hago, ellas hará también, y aunmayores las hará porque yo voy al Padre, y todo lo que pi­dieres al Padre en mi nombre, yo lo haré para que el Padresea glorificado en el Hijo (San Juan 14:12 y 13):' Luego enel capítulo siguiente en el mismo evangelio de San JuanJesús dijo: "si permanecieres en mi, y mis palabras en voso­tros, pedid todo lo que queréis os será hecho:'

No hay duda que la enseñanza de los labios de Cristofue mover la voluntad de Sus discípulos a pedir. Y cuandodecimos que no sabemos hacerlo o si nos falta el conoci­miento, Santiago dice: "El que tiene falta de sabiduría, de­

mándela al Señor el cual da abundantemente..." Hay muchascosas que no las hemos recibido porque pedimos mal, y loaclara Santiago: "Pedís para vuestros deleites." Hay otrosversículos que sobre enfatizan esta gran verdad, como porejemplo: PERO NO TENEIS LO QUE PEDIS, PORQUE

NO PEDIS. Si no nos hemos decidido a pedir, comencemosa hacerlo, pidámosle con fe porque la falta de confianzatambién impide que recibamos muchas bendiciones.

Estos principios de pedir para recibir, están menciona-

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• no TEmH DE PEDIR ~

dos en la Palabra de Dios. En una simpática carta leí losiguiente:

"Desde que hemos empezado a poner en práctica las

enseñanzas del Señor se nos ha dado vuelta la suerte. Quie­

ro contarle que he dejado de tomar. Estoy menos nervioso,porque me he sanado de los parásitos, tengo más ganas de

trabajar y estoy adelantado en mi casa; y desde el principiode año he comenzado a dar mis diezmos de mi sueldo para

la obra del Señor. A mi esposa se le ha ido la neuralgia, se lehan parado las hemorragias y tampoco tiene parásitos':

Sinceramente, no conozco a esta familia personalmente,sólo hay entre nosotros una comunicación epistolar; pero

este es el testimonio de alguien que ha comenzado a pedir,que no ha tenido miedo de pedir. En mis prédicas he dichoque cuanto más demoran en escribirme, más se demora labendición. ¿Por qué? Porque el hecho de escribirme y decir­me "Ore por mí"; esa petición hace que se mueva en nues­tros corazones la determinación de creer, y se cumple lo que

Cristo ha prometido: "Si permaneciereis en mi, y mis pala­bras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os

será hecho (San Juan 15:7):'A veces no puedo expresar la admiración que siento por

todas las personas que dan su testimonio públicamente

acerca de las tremendas gracias que reciben del Señor. Nohablemos de un solo problema, sino de toda la gama de ne­cesidades que padece el ser humano; desde las enfermedadesfísicas, emotivas, espirituales, a los problemas económicos,de sugestión negativas, etc. Mi corazón se agranda al ver que

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• LO POSITIUO DEL no •

sin ningún protocolo, a veces solamente con esa sinceridadespontánea que sale de lo profundo del alma, una personale pidió algo al Señor y Su respuesta fue definida e inme­diata. Otras veces, la respuesta tardó en llegar, pero cuandollegó fue justo a tiempo. ¡Cuántas cosas no tenemos porqueno sabemos pedir! Pedir es ser humilde, es doblegar nuestroorgullo, es tocar el corazón de Cristo con nuestra necesidadsabiendo que El tiene cuidado de nosotros.

En la ciudad de Tucumán, varias señoras no podían te­ner hijos. Una noche hablamos del milagro que Dios hizo aldarle un hijo a Abraham que tenía cien años y a Sara que eraestéril y de noventa años. Le pedimos a Dios que así comoabrió la matriz estéril de Sara tocara a esas mujeres quequerían ser madres. Y por la gracia de Dios, hemos visto ahermosos bebés en brazos de madres, que estando desahu­ciadas, pidieron y recibieron de Dios esta gracia. Dios estáen todo lugar, pídale con fe, porque Jesús dijo: "Todo aquelque pide, recibe (San Mateo 7:8):'

58

Señor Jesús,Me acerco a Ti conamory confianza. Reconozco

Tú gloriosa presencia y Tú mano extendida para mi

bien. Vengo a pedirteque toques mi vida en todos sus

aspectos donde Tú sabes que tengo una necesidad.

Abreunapuertaa misproblemas, dame una solución

a mis necesidades, y te pido porque Tú me enseñaste

a pedir.

Instrúyeme como a un niño paraqueyo aprenda

los secretos de la oración; haz que seaperseverante,

que sepa esperar hasta que venga de Ti la contesta­

cióna cada una de misplegarias.

Te ruego quecaiga sobre mi un espíritu deoración

que me sostenga orando y creyendo y que tambiénre­

ciba el espíritu de sabiduría y revelación para pedir

específicamente lo que es más conveniente en toda

circunstancia. Enséñame a orarTu voluntad, a desear

Tus caminosY a anhelar Tus propósitos, loscuales son

eternos, maravillosos y excelentes. Que aprenda a

orarTu Palabra, a confesar Tus promesas y a esperar

en Tu misericordia.

Sí, Señor Jesús, espero de Ti la respuesta, en Tu

maravilloso Nombre. Amén.

Capítulo

no TEmR5 PORQUE VDESTOV CanTIGa

M uchos me han escrito para que ore por sus proble­mas familiares. ¡Cuánta falta hace que entre en el se­

no de la familia ese amor del Señor que pone en armonía larelación entre esposo y esposa, entre padres e hijos! Otrospiden por sus seres queridos que están enfermos. Sabemosque la vida y la muerte están en las manos del Señor, y queÉl tiene la última palabra. Pero nos acercamos a Aquel queha demostrado el poder para liberar y sanar, para restable­cer y volver a la vida que se manifieste sobre los que están engrandes necesidades. Muchos me han escrito por problemaseconómicos, pero hay que recordar que muchas vecessin te­ner las cosas materiales, aprenderemos a valorar las cosasespirituales, y reconoceremos que la amistad, el amor, lacomprensión, valen mucho más que las cosas materiales.

El sacerdote debe ser aquél que vela por las almas de sus

61

• LO POSITIUO DEL no •

discípulos. La palabra sacerdote significa intercesor. Interce­do también por un crecimiento espiritual porque debemospensar en la unidad. Debemos estar unidos luchando porlos principios de la fe que nos son comunes, debemos dejarde lado el sectarismo, el celo religioso, sabiendo que el Se­ñor va a cumplir Su palabra profética de que va a haber unsolo pastor y un solo rebaño. Y también se deberá cumplirSu oración: "Padre, así como yo y Tú somos una sola cosa,que ellos también sean una sola cosa para que el mundo creaque Tú me enviaste (San Juan 17:21)."Y justamente la divi­sión entre los cristianos ha hecho de que el mundo deje decreer en Cristo.

Pero quisiera decirle que muchas veces Dios ha dicho através de Sus siervos, las palabras tan importantes que son:"No temas (San Marcos 5:36b)." Estas palabras son el men­saje directo de Dios al corazón del hombre. Esto manifiestanuestra relación con Dios; que aunque tengamos miedo de­bido a muchas cosas y circunstancias que debemos pasar,siempre que nos volvamos al Señor podemos escuchar deSus labios el aliento que producen sus palabras cuandodice: ¡NO TEMAS!

Podemos ser propensos al temor por una u otra razón.El futuro se nos presenta sin saber qué vendrá o qué pasará,pero por el conocimiento del Señor no vamos a sucumbirdelante de la incertidumbre. Tenemos que trabajar parasobreponernos a todos nuestros miedos, pues siempre hayalgo en nosotros que nos alienta a no rendirnos al miedoporque Dios nos dice: NO TEMAS.

Talvez nos causa temor una situación física, tal vez tene­mos miedo de perder el trabajo, de que los negocios nos va-

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• no TEmRS PORQUE VO ESTOV COnTIGO.

yan mal, miedo a que la salud de un ser querido se empeo­re. Muchas veces un ser querido no llega a tiempo y la ima­ginación comienza a ver sucesos terribles. Mientras estostemores salgan a la superficie debemos estar contentos por­que ahora sabemos cómo enfrentarlos y cómo vencerlos enel Nombre de Jesús.

¿Ha tenido temor de estar solo? El Señor nos dice: "Notemas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soytu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sus­tentaré con mi mano derecha... (Isaías 41:10)." Si tememospor nuestra salud, el Señor nos dice: "Fortaleced las manoscansadas, afirmad las rodillas endebles, y decid a los de co­razón apocado, esforzaos y no temáis ... (Isaías 35:3-4)."Cualquiera que sea nuestro estado de salud, no debemostemer porque vivimos en medio de la vida de Dios.

No tenemos que temer a nada porque Dios es nuestroayudador. Él, con Su poder, es la perfecta respuesta a nues­tras oraciones.

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Padre Eterno,Doy gracias por Ti y por todas las bendiciones

recibidas. Gracias por la fuerza en la lucha, gracias

por Tu socorro en momentos de tribulación; me

rindo a Ti paraque extiendas Tu mano de bendición

y de poder.

Líbrame de toda clase de mal. Dame una per­

manente salud, y pon en armonía todo mi ser. Ben­

dice a misseres queridos. Dame abundancia depaz y

perdón. Declaro que ninguna arma forjada contra

mí prosperará, porque yo habito bajo Tus alas, al

abrigo del altísimo. Porque Tú eres mi guardador no

tengo temor ni desasosiego. Tú has dicho que nunca

me abandonarás ni me desampararás porque soy Tu

hijo, Y yo lo creo porque ya lo he experimentado y

continuará siendo mi realidad.

Gracias por Tu ayuday sostén, por Tu compañía

y descanso. Reprendo todo terror y pavor realista o

infundado, echo fuera de mí todaaprehensión e inse­

guridad reciente o que ha estado atormentándome

por años.

En el Nombre de Tu Hijo Único Jesucristo soy

libre para la gloria Tuya. Ahora y para siempre.

Amén.

LR ORRCIÚn

Capítulo

LR ORRCIÓn PRODUCERESULTRDOS POSITIUOS

M uchos de nosotros necesitamos algún medio pararesolver situaciones que, mientras pasa el tiempo,

parecería que se van endureciendo, y que poco a poco, nosvan dejando sin fuerzas para procurar una salida.

Hoy en día, hay muchas personas que se han quedadosin trabajo. Muchas fábricas se están cerrando. Comienza averse en muchos lugares, especialmente en las grandes ciu­dades, que la desocupación parece ser un fantasma que na­die puede parar. Este problema sucede en todo el mundo.Muchos ya se han acostumbrado a vivir de las changas, detrabajos que saben que van a durar unos meses, o no muylargo tiempo. Pero en problemas como estos, debemos tor­narnos a la oración como uno de los medios de gracia queel Señor ha provisto para suplir nuestras necesidades. Que­remos trabajar para poder enfrentar nuestras necesidades,

67

• LO POSITIUO DEL no •

las de la familia. Consecuentemente, el Señor está compro­metido a proveer todas nuestras necesidades.

Usamos la oración porque reconocemos nuestras limita­ciones, y sabemos que es un medio poderoso para resolverlos problemas. Pero déjeme decirle que no todo lo vamosa resolver con oración aunque la oración sea de gran ayu­da y mueva fuerzas que no vemos y produzca resultadospositivos.

Pensamos en orar cuando nos damos cuenta que todoslos esfuerzos que hicimos fallaron. Cierta vez, vino un pre­dicador a visitarme y pasé por la imprenta de un amigo quehacía poco se había instalado. No le andaba ninguna máqui­na. Era un hombre que se había criado entre los linotipos delas impresoras "offset': conocía todas las clases de impreso­ras que existen y creo que en ese momento hasta estaba fa­bricando una máquina. Este hombre estaba desesperadoporque el taller estaba paralizado. Fue así que me llamó porteléfono para que le ayude en oración. Lo fui a visitar conmi amigo, el predicador. Oramos por él, y él mismo le pidióa Dios que le solucionara todos los problemas. Fue a partirde ese momento que las cosas se le enderezaron.

La oración puede ayudarnos mucho más allá de nues­tras limitaciones. Muchas veces, miramos el problema detan cerca que nos confundimos más. Deberíamos mirar elproblema desde arriba. Cuando viajo en avión es una expe­riencia maravillosa ver las cosas desde un punto tan alto. Pa­recería que las cosas que son problemáticas, se achicaranpor el sólo hecho de estar sobre los edificios, las plantas, verlos ríos. Aquí abajo todo lo que vemos son ramas que ni nosdejan ver el sol. Pero cuando nos elevamos en las alas de la

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• LR ORRClún PRODUCE RESULTRDOS POSITIUOS •

fe, podemos ver las cosas completamente diferentes.La oración nos ayuda a Ver los problemas desde otra

perspectiva, no deberíamos dejar la oración para el últimomomento, sino que desde el principio deberíamos aplicaresta gran ayuda para cualquier cosa que tengamos queenfrentar. Algunas personas han querido usar la oración co­mo un medio para salir de los problemas, pero sabían muydentro de su corazón que todavía había incredulidad, duda.y déjeme decirle que es mucho más fácil dudar que creer; esmás fácil desanimarnos que salir adelante; es más fácilabandonar que luchar hasta conseguir el triunfo. Pero mos­trándole al Señor su problema y creyendo en Su ayuda quellega a nosotros- Su poder le iluminará para saber lo que de­be hacer y qué decisión tomar. Si usted cree que el Señor leva a ayudar, ciertamente el Señor lo hará.

Debemos creer que la oración produce resultados po-

sitivos.He recibido muchísimas cartas de personas que han

perdido el trabajo y por esta causa están muy tristes, depri­midos. Algunas personas, además de esto, se les suma losproblemas de enfermedad, de los créditos pendientes, detarjetas que deben pagar. El problema de verse despedidossólo es la inicio de una sucesión de hechos que están ligadosa eso. Otros tienen el problema de una mala personalidad loque les impide durar en el trabajo. A veces, he tratado deconseguirle trabajo a algunos que me han rogado que les déuna mano, que los recomiende; y en vez de aplicarse al tra­bajo, han ido con pretensiones, nunca estaban dispuestos ahacer nada que les robe un poquito más de su tiempo; ylógicamente, que al poco tiempo se veían despedidos. No

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• LO POSITIUO DEL no •

estoy de acuerdo con que se explote a la gente, pero bien lodijo Jesús: "y a cualquiera que te obligue a llevar carga poruna milla, ve con él dos (San Mateo 5:41)." Es decir, las per­sonas que hoy tienen trabajo, los que son buscados yapre­ciados en cualquier línea, son quienes durante años hantrabajado más de lo que les pudieron pagar. Muchos deellos, hoy son dueños del lugar donde trabajaron.

Volviendo a aquellos que no tienen trabajo, hay dos co­sas que deben hacer: Primero, deben determinarse a buscartrabajo todos los días. Eso de que estoy esperando que mellamen es una excusa, vaya y averigüe en otros lugares. Mu­chas veces, el hecho de quedarse sin trabajo, le tira el ánimotan abajo que no quiere empezar otra vez. Pero ofrézcase enlo que usted pueda hacer. El segundo punto es orar con fe,creyendo que el Padre le dará el pan de cada día. Y diga es­ta simple oración: "Señor, hay alguien que está necesitandode mi trabajo, tanto como yo necesito trabajar. Haz que nospodamos encontrar:' Diga esta oración cada mañana al le­vantarse yal acostarse. Y crea que las puertas se le abren pa­ra usted que quiere ganarse el pan con el sudor de su frente.

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Señor Jesús,Sé que Tu bendición vienea mi vida. Suplecada

necesidad. Suple el trabajo a los que lo necesitan.

Dame el pan cotidiano y cumple Tu promesa en mí:

Bendiciendo te bendeciré, y multiplicando te multi­

plicaré. Te ruego por los desempleados, situación que

se repite cada vez con másfrecuencia, y que no tiene

relación conelrendimiento ni con la capacidad indi­

vidual sino con los cambios mundiales en lo laboral,

clamo paraque Tú leabras una puerta, porquesi así

lo haces, nadie la podrá cerrar.

Oro con fe por aquellos hijos Tuyos que ponen

todo de sí para hallar un trabajo digno, que están

dispuestos a aprender y a empezar de vuelta aunque

casi tengan edad de jubilarse, para que Tú les des

gracia frentea un jefeopatrón,o aun de serindepen­

dientes con un ingreso les permita vivir bendecidos y

en paz.

Creo que Tú apresuras Tu Palabra para ponerla

por obra, que envías Tus santos ángeles para que la

ejecuten. Declaro que Tus hijoshallaránfavory com­

pasión ante todapersona en autoridad.

Gracias Señor. Amén.

Capítulo

iR URRCIÓn DE FE

M uchas veces dijimos que la oración genera poder, yque la oración del justo obrando eficazmente puede

mucho (ver Santiago 5). Jesús, antes de entrar en su públicoministerio, pasó horas en la presencia de Dios comunicán­dose con la Divinidad, recibiendo mensajes especiales queluego transmitiría a Sus discípulos. Jesús también oró antesde escoger o seleccionar a los discípulos que iban a trabajara su lado.

Es decir,que la oración forma parte del carácter de Cristo.Es por eso que en nuestro ministerio creemos poderosa­mente en el poder de la oración. Dios ha contestado nues­tras oraciones. Personas que han escrito con desesperación,tan pronto como llegó la carta a nuestras oficinas y muchasveces sin tener el tiempo necesario para contestarla, se die­ron cuenta de que Dios había dicho: HEME AQUf. Es decir,

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• LO POSITIUO DEL no •

que aún antes de que llegue nuestra respuesta, con la oracióny el mensaje de Dios, Él ya había contestado porque todo lo

que le pedimos al Padre creyendo lo recibimos. . . /Durante las Pascuas siempre recordamos la expiacion, la

muerte pero también la maravillosa resurrección de Jesu­cristo. En Él estaba el poder de la vida y de la muerte. Jesúsdijo: "Yo pongo mi vida para volverla a tomar (San Juan10:17)." Es decir, EL ES LA RESURRECCIÓN Y LAVIDA.Y nosotros que creemos en Él, hemos sido partícipes de esaexperiencia, porque dice que "Si el espíritu que levant~ .aJesucristo de entre los muertos mora en nosotros, ese espm­tu va a vivificar nuestros cuerpos mortales por el espírituque mora en nosotros (Romanos 8:11 -parafraseado)." Esdecir, que hay una energía divina que nos capacita a reno­varnos físicamente, a vigorizarnos mediante esa fuerza ma­ravillosa que levantó a Jesús suelto de los dolores de lamuerte. Pero para eso debemos creer que Él se levantó deentre los muertos y que Él vive en nosotros.

Es decir, vamos a tomar tiempo para orar, para ponertodas las peticiones delante de la presencia de Dios, creyendoque Él va a contestar nuestras súplicas.

Debemos levantar manos sin iras y sin contiendas. De­bemos venir delante del Señor con un corazón puro. Debehaber en nosotros el deseo de ser llenos del Espíritu Santode Dios. Debemos sentir la necesidad de ser purificados, yque todas las cosas que tienen que ver con nuestra natura­leza caída, o sea, los celos, las iras, las contiendas, las idola­trías, las hechicerías, malos pensamientos y todas las cosasque están en el corazón del hombre que lo cautivan y ator­mentan, salgan a través del poder de la oración.

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• La ORacIón DE FE •

Días pasados en una de la entrevistas, vino una personaque estaba atormentada. Confesó que su vida había sido unconstante trajinar de un lado para el atto. Cambió de reli­giones unas cuantas veces, aparte de ser católico, fue evan­gélico,de los testigos de Jehová,adventista, y terminó yendoa sesiones de espiritismo. Su vida estaba completamente sinsentido. Mientras estábamos en la oficina, sentí el deseo deorar por la aflicción de este hombre. Pero el Espíritu Santode Dios que mora en nosotros no me dejó. Cuando nos pa­ramos porque ya se iba, le dije: Algo debe andar mal en suvida. No es que perdió la fe, ni es que creer en Dios sea tandifícil;y entonces le dije que por dos vecesquise orar por él,pero que Dios no me dejó. Entonces me respondió: Debeser verdad porque cuando usted me hablaba me daba ganasde reírme, sentía una risa dentro de mí cuando mencionabaa Dios. Fue entonces cuando me contó en)9.dQ"lo que habíaandado; pero agregó al final, que cuandoeJ5 años, des­pués de haberse puesto en contacto con cierta clase de li­bros' le entregó su alma al diablo. Ylas cosas le iban bien porun tiempo, pero luego todo se le vino abajo.

Este hombre estaba atormentado, su pobre alma estabaangustiada. Comenzaba a sentir lo que es estar lejos de Dios.Quería librarse de algo que él sabía que lo tenía aprisiona­do. Había quedado grabada en su mente la experiencia quetuvo de joven. El ir a la iglesia no lo podía satisfacer, el leerlas Sagradas Escrituras tampoco..., la comunión con losmalos espíritus tampoco.... El necesitaba a alguien que pu­diera quitar las cosas que estaban en su corazón. El habíabuscado cosas, no a alguien. Fue en ese momento cuandoel Espíritu de Dios vino y oré por él. Le rogué a Dios que le

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• LO POSITlUO DEL no •

diera paz, que le renueve a través de la presencia de Cristo.Que borre con Su sangre ese efecto espiritual de su encuen­tro con las tinieblas. Sintió como un sopor, como un ma­reo, pero cuando terminamos de orar estaba libre y nosolamente libre, estaba sano de la enfermedad que lo habíaestado ligando por muchos años. Sí, mi amigo, la oración

genera poder.

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Capítulo

LR ORRCIÓn GEnERR PODER

La oración, como una fuente que genera poder, debe ha­cerse con la certeza que Dios siempre nos escucha.

Siempre explico a los miles que asisten a nuestras reuniones,que en esta nueva dimensión, vamos aprendiendo a orar envez de rezar. Rezar es repetir siempre lo mismo. Usted lo ha­ce cuando reza el Rosario. Siempre va repitiendo una plega­ria tras otra. Eso no está mal. Pero Jesús era un hombre quese tomaba tiempo para orar, para hablar con Dios. Siempreque alguien me pregunta cuál es la diferencia entre rezar yorar, les digo que rezar es repetir siempre lo mismo, peroorar es hablar con Dios.

Cuando alguien escribe a nuestro ministerio, siempre enla contestación enviamos una oración para que usted rece orepita, pero sólo hasta que aprenda usted mismo a hablarcon Dios. Nunca olvido cuando fui a Conscripto Bernardi,

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• LO POSITIUO DEL no •

un pueblo de la provincia de Entre Ríos, y justo antes de su­bir a la plataforma me detengo porque estaban repitiendouna plegaria, y una señora se salía de la repetición hablandocon Dios así como habla un hijo con el padre. Luego de lareunión me acerqué y le pregunté dónde había aprendido aorar tan maravillosamente. Ella abrió la cartera y sacó unacarta que yo le había mandado desde Concordia, Entre Ríos,donde vivía antes, cuando fundé el Templo Vida Abundan­te, y tenía el programa radial "La Voz de la Fe." Y con sólounas seis líneas que le había mandado en una oración, ha­bía comenzado a aprender a hablar con Dios. Es decir, pri­mero repetía la plegaria, rezaba, y luego entró en la oración,o sea comenzó a entablar esa comunión personal con Diosen una charla o conversación, así como hacemos nosotroscuando compartimos con un amigo o pariente nuestraspruebas, luchas o bendiciones.

Jesús marcó una trayectoria en lo relacionado con el po­der que genera la oración. El dijo: "pedid, y se os dará; bus­cad y hallareis; llamad y se os abrirá (San Mateo 7:7):' Jesússe apartaba para orar, a estar en comunión con el Padre,siempre aparte de Sus discípulos. La oraci6n para Cristo eraalgo tan personal y privado que no deseaba ser interrumpi­do. Él dijo a Sus discípulos ..."Pedid y recibiréis",pero cuan­do vamos creciendo en esa seguridad de que Dios sabe loque necesitamos, y estamos convencidos de que Él nos darálo que necesitamos, la oración se transforma en una acciónde gracias. Significa que al orar o hablar con Dios, comen­zamos dándole gracias por lo que Él hará.

Es muy interesante el relato narrado en el evangelio deSan Juan, capítulo 11 donde menciona la muerte de uno de

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• LR ORRClón GEnERR PODER •

los amigos de Jesús, llamado Lázaro y que el Maestro, aun­que.es avisado con tiempo no se apresura a llegar porque Élsabía que todo lo que hacía estaba movido y dirigido por lavoluntad superior del Padre.LlegaJesús a la aldea cuando yael muerto hacía cuatro días que estaba en la tumba. Las doshermanas dicen a Jesús que si Él hubiera estado allí el her­mano no se hubiera muerto. Ellas reconocían que Jesústenía el poder sobre la enfermedad, pero les faltaba entraren la dimensión de saber que Él también tenía poder so­bre la muerte. Y les dijo Jesús: "yo soy la resurrección y lavida; el que cree en mi aunque este muerto vivirá (SanJuan 11:25)." Las hermanas de Lázaro no aceptan todavíael desafío y dicen: Sí, Señor, sabemos que resucitará en eldía postrero (parafraseado). En otras palabras, "sí, cree­mos, que volverá a la vida, pero no ahora:' Jesús vuelve arevelarse como la resurrecci6n y la vida, pero tanto ellascomo los que estaban en la casa, aún lo miraban al Señorcon desdén r dicen: "¿no podía éste, que abrió los ojos alciego, haber hecho también que Lázaro no muriera? (SanJuan 11:37)."

Las hermanas llorando al saber que Jesús quería ir don­de estaba el muerto, le dicen: "Señor, hiede ya, porque es decuatro días:' Algunos doctos o incrédulos quieren decir queeste hombre no estaba realmente muerto, que estaba en es­tado cataléptico. Pero eso no puede ser porque la narracióndice: hiede ya. Ni tampoco podemos aceptar de que Jesús,cuando multiplicó los panes y los peces y lo dio a la multi­tud, usó de hipnosis colectiva. Si Jesús haría eso estaríamosfrente a un fraude, y el cristianismo se transformaría en unhazmerreír de la gente... pero NO! El muerto estaba muerto,

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• LO POSITIUO DEL no •

y bien muerto. Jesús le dijo a las hermanas al ver su estadoemocional descontrolado: "¿no te he dicho que si crees veras

la gloria de Dios?"Sí, amigo, Jesús dice que podemos ver LA GLORIA DE

DIOS. Dios puede manifestar Su poder, Dios puede con­testar la oración, Dios puede dar solución a sus proble­mas, Dios puede liberarle de sus temores en este mismo

momento.Cuando llegaron frente a la tumba, Jesús hizo sacar la

piedra, y levantando los ojos al cielo hizo una oración. Yoquisiera que preste atención a esta oración que Jesús hizo. Eldijo: "Padre, gracias te doy por haberme oído, yo sabía quesiempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud queesta alrededor, para que crean que tú me has enviado. y ha­biendo dicho esto,clamó a gran voz: ¡Lázaro,ven fuera! (SanJuan 11:41-43)." Y el que había estado muerto salió atadode manos y de pies.

Fíjese la clase de oración que hacía Jesús. El comenza­ba diciendo -Padre, gracias te doy por haberme oído, yosabía que siempre me oyes. Sí, el verdadero hombre omujer que tiene fe en Dios, simplemente sabe que Diossiempre le oye.

La oración en vez de ser una lista de pedidos y pedidos,se transforma en una acción de gracias. Quizás es la prime­ra vez que usted descubre cómo se debe orar, cómo se debehablar con Dios. Supongamos que usted esté pasando porun trance muy difícil. En vez de estar allí pidiendo y pidien­do: ¡Dios ayúdame! usted le comienza a dar gracias porqueya Dios ha comenzado a ayudarle. Si usted está enfermo yatormentado por la dolencia, en vez de pedir y pedir, "Dios

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• LR ORRCIón GEnERR PODER.

sáname, sáname'; comience a darle gracias por la salud o lasanidad que Él le imparte.

Si está pasando por crisis económicas, comience a darlegracias a Dios que la solución a esos problemas económicosviene, porque Dios va a suplir todas sus necesidades.

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Señor Jesús,Tú que hasorado como ninguno, y que has reci­

bido respuestas portentosas a Tus plegarias, enséñame

a dialogar con TuPadre con tal convicción, queantes

de terminar mi oración ya esté diciéndole gracias

porque Él obrará.

Confieso que Tus promesas seharán realidad en

mí; sí, toda la vida abundante que prometiste, la

prosperidad en todos los órdenes de mi viday lasalud

quefluyepara mi cuerpo.

Confieso que hay sanidadpara el serinterior, el

anhelo de relaciones saludables seconcretará, porque

lo que Tú hasdicho así será. Gracias, Jesús, por libe­

rarme de laautoridadde las tinieblas y llevarme a Tu

Reino. Gracias por hacerme hijo de Diosy por haber

elegido mi corazón comoTu morada. Muchas gracias

por darmesabiduría para caminar en integridad.

Gracias, Jesús, por sermi pronto auxilioen me­

dio de las tribulaciones y el Todo Suficiente. Te alabo

y te bendigo por serfavorecido por Ti y porque toda

bendición terrenal la recibo en Tu Nombre.

¡Gracias Señor Jesús! Amén.

OIGHmOS HDIOS

A l recibir la revelación divina, el profeta declara queDios, antes que clamemos, habrádicho:"Heme aquí."

Cuando la gente escribe a nuestro ministerio, muchas vecesantes de recibir nuestra respuesta, ya el poder del EspírituSanto habrá obrado y tomado control. Una de las grandesverdades sobre la divinidad, es que Dios es omnisciente. Esdecir, Él sabe todas las cosas.Y aún Jesús en Su público mi­nisterio,cuando eraprejuzgado por los pensamientos de losque no aceptaban completamente su mesianidad, Élsabíaloque ellos pensaban.

Debemos mantener en nuestro corazón la seguridad deque Aquél que hizo el oído puede oírnos, y debemos permi­tir que se cumplan en nosotros las palabras de Jesús, cuandodijo: "y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré,para que el Padre seaglorificado en el Hijo (San Juan 14: 13):'

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• LO POSITIUO DEL no •

Hay una obra que se manifiesta en nosotros, llevada acabo por el Espíritu Santo, y es la de aplicar la verdad de lapalabra Viviente de Cristo en nuestros corazones y que elpoder de la palabra de Cristo se haga vida en nosotros. ElEspíritu Santo trae luz a nuestra mente. Cuando vivimos enincertidumbre, en incredulidad, cuando asaltan a nuestraalma las dudas; las tinieblas son las que tienen control denuestros pensamientos y nos llenan de temor. Pero el Espí­ritu Santo es el instrumento que Dios utiliza en Su revela­ción de las verdades divinas. Esta doble función hace quenosotros podamos recibir y entender la revelación de Dios.

Sabemos que el hombre puede perder cualquier facultadsi se niega a usarla. Esto es cierto en cualquier esfera de lavida. En el plano físico, si una persona deja de ejercitar al­gunos músculos, se atrofian y se hacen inútiles. En el planointelectual, son muchas las personas que en el colegioaprendieron algo de portugués, francés o inglés, pero eseconocimiento ha desaparecido porque no lo usaron. Esto seaplica como una verdad a cualquier tipo de percepciones ocomprensiones. Uno puede perder la capacidad de leer bue­nos libros, si sólo se leen productos efímeros. Uno puedeperder su aprecio por la buena música, si siempre escuchamúsica de baja calidad. Se puede perder la facultad de gozardel placer limpio, sano y puro, si durante mucho tiempo seencuentra placer en cosas bajas e impuras.

De modo que el hombre puede perder la capacidad dereconocer la bondad y la verdad cuando se enfrenta conellas.Si durante el tiempo suficiente cierra sus ojos y sus oí­dos al camino de Dios, y sigue su propio camino, si no prestaatención a la guía divina, si da la espalda a los mensajeros

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• OIGRmOS R DIOS •

que Dios le envía, si prefiere sus propias ideas a las ideasque Dios trata de inculcarle, por último llegará a un puntoen el que no es capaz de reconocer la verdad, la belleza, y labondad de Dios cuando se enfrenta con ellas. Llega un mo­mento en que su propio mal parece como algo bueno, y elbien de Dios se le presenta como algo difícil.Ese es el estadoal que llegan a vecesesas personas que permanecen sordos yciegos a la obra del Espíritu Santo.

Muchas veces nos aferramos a nuestros propios cami­nos. Hemos sacado ciertas conclusiones y reforzado esasideas con los fracasos que hemos tenido, y nos parece queno vale la pena el esfuerzo, y mucho menos buscar a Dios.Se pierde la capacidad de reconocer que el mal es malo. Te­niendo una oportunidad para arrepentirse y apartarse delmal, no se puede arrepentir, no puede ser perdonado, por­que el arrepentimiento es la única condición necesaria parael perdón. Nos evitaríamos muchas penas si nos diéramoscuenta que el Señor nos está llamando, y que desea darnosuna salida a todos nuestros problemas, como el de la so­ledad, o la desorientación y aún falta de paz espiritual. ElSeñor se ofreció y dijo: "venid a mi los que estáis trabajadosy cargados que yo os haré descansar (San Mateo 11:28):'

No perdamos nuestra sensibilidad. Oigamos la voz delSeñor que nos está llamando. Que nuestro oído espiritualno se ensordezca a las verdades divinas. Es una ley de la vi­da el no poder oír más que lo que se escucha, y el oír sóloaquello para lo cual uno se ha preparado. Se cuenta de unhombre de campo que vino a la ciudad a visitar a un ami­go. Por las ventanas entraba todo el barullo del tránsito. Derepente el campesino dijo: "Escucha, ..." -"¿Qué pasa?" pre-

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• LO POSITIUO DEL no •

guntó el amigo de la ciudad. "Un grillo" -respondió el cam­pesino. Por haber escuchado durante años los sonidos delcampo, sus oídos se habían entrenado a ellos, mientras queel que habitaba en la ciudad jamás podría escucharlos. Sinembargo, si se hubiera caído una moneda de plata, hubierallegado de inmediato a los oídos del hombre que se dedica­ba a hacer dinero. Es una ley de la vida el escuchar sóloaquello para lo cual nos hemos entrenado. Hoy debemosentrenarnos para escuchar a Dios, debemos ser sensibles ala voz del Espíritu Santo que viene para hacer real la presen­cia y la persona de Jesucristo. Allí en medio de su dilema, desu dolor, o enfermedad, eleve su plegaria al Señor.

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Capítulo

LR ORRCIón SInRCCIón PIERDE SU URLOR

P ienso que aprender a orar es el anhelo más grande detodo cristiano. Pero la oración pierde su eficacia si de­

jamos de lado la acción.Cuando el pueblo de Dios se enfrenta con el Mar Rojo,

y comienza a temer, a pensar que les hubiera sido mejormorir en medio de la esclavitud de Egipto, Dios les dice: Dial pueblo de Israel que marche... Sí, allí no había tiempo pa­ra orar, y decirle al Señor: "Señor, mira mis enemigos, miracómo nos vienen persiguiendo, mira que tenemos de un la­do la montaña y del otro lado el mar, y detrás los enemigos."

Ellos debían marchar y no orar.De la misma manera, nosotros debemos orar y poner en

acción nuestra fe. En Filipenses, la Palabra de Dios nos dice:"Lo que aprendisteis, recibisteis y oísteis y visteis en mí, estohaced; yel Dios de paz estará con vosotros (Filipenses 4:9):'

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• LO POSITIUO DEL no •

Una vez que hemos escuchado la voz de Dios, o hemos pe­dido con fe, debemos añadir acción; porque nuestra acción

produce resultados.Jesús cuando vio al paralítico, le dijo: levántate y anda.

Bueno, si el hombre se ponía a decir que no podía, y que portantos años había estado paralítico, seguro que no hubieserecibido el milagro. Pero cuando Jesús le dijo: levántate yanda, instantáneamente el paralítico se levantó, y no sóloque caminaba, sino que saltaba y daba gloria a Dios. Nues­tra oración es importante porque después que sabemos quenuestra oración ha sido oída por el Señor, debemos agregar­le la acción.

Si la Palabra del Señor dice que debemos hacer algo,debemos hacerlo. Y aunque usted me diga que no puede, laPalabra de Dios declara: "Todo lo puedo en Cristo que mefortalece (Filipenses 4:13):' Sí, usted puede recibir la forta­leza a través de Cristo que le imparte Su poder. Por eso esque tiene tanto poder la expresión: ¡todo lo puedo en Cristoque me fortalece! Eso impulsa nuestra vida a la acción.

Un joven profesional tenía miedo de viajar en aviónporque una vez tuvo una experiencia muy triste cuando elavión en que viajaba se vino abajo en medio de una tormen­ta. No había forma de convencerlo de que viaje en avión porcausa de sus negocios, se sentía un cobarde. Aun el directo­rio de la compañía le objetaba porque era un hombre demucha influencia y con un poder de convicción para hacernegocios. Pero su debilidad era esa, el temor a viajar enavión. Un día oraba y le pedía a Dios que le ayude a liberarsede ese temor. El Señor le dijo que vaya y que viaje en avión."Señor, tengo miedo;' -le dijo. "No importa;' -le respondió

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• La ORaCIón SIn aCCIón PIERDE SU UaLOR •

el Señor, "cree a mi Palabra y di: todo lo puedo en Cristo queme fortalece." Dio un salto, buscó sus cosas, y se dirigió alaeropuerto, y al llegar sintió un síntoma de deSlhayo. Le fla­queaban las piernas, pero seguía repitiendo: ¡Todo lo puedoen Cristo que me fortalece! Al llegar a la escalerilla que subíaal avión, sintió una fuerza paralizante, pero siguió repitien­do: [Todolo puedo en Cristo que me fortalece! Subió, se sen­tó, lo invadió una paz profunda en todo su ser, y desde esedía perdió todo temor de viajar en avión. Debemos orar,pero debemos agregarle la acción, porque eso es importan­te para la manifestación de Dios.

No se quede solamente pensando y orando. No importacuál sea su necesidad o el riesgo que deba correr. Crea queDios escuchó su oración y que sólo falta la acción. Hay unpoder que viene a nuestras vidas para liberarnos del peca­do, de la maldad, de la enfermedad y de las fuerzas negati­vas del mal. Que en esta hora pueda experimentar el poderde Dios.

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Señor Jesús,Creo a Tu Palabra, creo que Tú eres la fortaleza

de mi vida. Creo en la oración, y séque me hasescu­

chado, y ahora le agrego acción a mi oración y vaya

enfrentar todas lascosas sabiendo que¡todo lopuedo

en Cristo que me fortalece! Recibo la fortaleza para

sanarme, para lagloria de Tu Nombre.

El Espíritu Santo que vive dentro mío me guía e

iluminami mentedirigiéndome en elcamino correcto,

en el que debo seguir en todos los asuntos para dis­

frutar de lasrespuestas a la oración.

Así como me discipliné en mi vida de oración,

me entrenaré, me educaré para actuar, para hacer

actos proféticos, para ponerme en movimiento. Dejo

que Tú hagas lo que Tú tienes que hacer, y me com­

prometoa la acción en lo que a mí me compete.

Tú pones en mí tanto el querer como el hacer.

Soy un hacedor de la Palabra y veréTu mano exten­

dida haciendo maravillas.

¡Megozaré y alegraré en Ti!Te doygracias porque

mi oración produce resultados, trae frutos; lo que

pido en Tu Nombre, lo recibo.

¡Gloria a Dios! Amén.

Capítulo

LR ORRCIÚn VELSERUICIO con RmOR

En medio de una sociedad casi indiferente hacia l.as co­sas de Dios, se están levantando personas que SIenten

la gran necesidad de ser instrumentos e intercesión para suprójimo. Nuestra juventud tiene el deseo de renovar su fe.Se ha despertado el deseo de ir a visitar a los enfermos, a losancianos y llevarles una palabra de aliento a los presos.

La oración acompañada del servicio con amor produceresultados maravillosos. No hay un método para orar, perohay una mecánica para la oración. Hay cosas que son inna­tas en la plegaria, porque sin ellas la oración sería sin fruto.Algunos dicen que hay que orar de rodillas, otros que debehacerse de pie, otros se indinan a tierra y algunos, oran sa­cándose los zapatos. Dios a través de Su Espíritu Santo nos vaenseñando o nos va instruyendo en la escuela de la oración.

9S

• LO POSITIUO DEL no •

La Biblia nos enseña acerca de orar siempre sin desma­

yar. ¿Cómo puedo rogar siempre? Sabemos que la oraciónes una conversación con Dios. No importa la posición en la

que estemos, podemos elevar constantemente nuestro pen­samiento a Dios. Muchas veces hemos ido en un colectivo,

y hemos visto al chofer ponerse nervioso. Vez tras vez he­

mos practicado la oración de bendición. Le hemos pedidoal Señor que bendiga al chofer, que la paz del Señor lo en­

vuelva y los resultados han sido sorprendentes.Tiempo atrás cuando en la ruta se debían parar a casi to­

dos los vehículos para revisarlos o ver si los documentos delos vehículos estaban bien, muchas veces uno tendía a irri­tarse por las continuas paradas. Pero una vez comencé acambiar mi irritabilidad por la oración. Cada vez que meparaba comenzaba a orar por los policías que estaban enmedio del frío, de la lluvia, a la siesta, en verano en plenosol, cumpliendo un deber para resguardar nuestra seguri­dad. Esa oración por cada policía trajo sus resultados por­

que cada vez que orábamos por ellos, casi nunca debimos

ser revisados.Jesús dijo: "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nom­

bre, lo haré para que el Padre sea glorificado en el hijo (SanJuan 14:13)."

Hace muchos años, estaba en la ciudad de Salto) Uru­

guay. Una noche mientras estaba predicando) un borrachocomienza a repetir todo lo que yodecía) y en parte a burlar­se. Me parecía violento decirle al policía que lo saque a esehombre de la reunión. Pero un rayo de luz tocó mi mente.

Paré de predicar) y le dije a la gente que íbamos a orar porese hombre bajo el efecto del alcohol. Oramos a Dios para

96

• LR ORRCIOn y EL SERUICIO con RmOR •

que bendiga ese hombre y podamos seguir la reunión sin

interrupción. Al terminar la oración parecía que le habían

tirado un balde de agua fría.Pasaron tres noches y un hombre sube a dar testimonio.

En la plataforma me mira a los ojos y con una sonrisa me

dice: ¿No me conoce? Le dije que no. Y señalando con elbrazo hacia cierto lugar en el auditorio, me respondió: Soyel hombre que vino borracho a molestarlo hace unas noches

atrás. Mientras estaban orando, algo ocurrió dentro de miser. Me fui un poco avergonzado, pero con el deseo de ser li­bre del vicio de la bebida que me hacía hacer tantas cosas ri­

dículas. No lo entiendo, porque tengo un despacho debebida, pero desde esa noche no he podido volver a tomar,y vine a dar gracias a Dios por haberme liberado de este vi­cio. La gente aplaudía. Ese hombre estaba libre en respuesta

a la oración de todos.Si usted personalmente quiere ser libre de algún vicio,

ore a Jesús. Y si desea presentar delante de Dios en oracióna algún ser querido para que sea suelto de esa esclavitud,clame a Jesús con amor hacia Él y hacia su ser querido.

97

Padre Celestial,Séque no haydistancias para la oración. Elevo a

Ti mi plegaria.

Obraen mi vida, libérame de mis vicios y de mis

pecados. Libra mi alma del temor. Dame la seguri­

dad de que Tupoderestá obrando en mí para darme

la victoria. Señor, te doygracias porque me oyes por­

que te lopido en elNombre de Jesús.

También estoy delante de Ti hoyparapedirtepor

mis seres queridos, para traerdelante de Tu Trono de

amor a mis vecinos ya quienes me han pedido ora­

ción. Clamo a Ti, por losméritosde Jesucristo, para

que tengasde ellos misericordia. Me ofrezco a Ti no

sólo como un intercesor, como una voz que clama a

favor de los desvalidos, sino para que aparejes el

camino de modo que yo pueda hacer algo por su

recuperación.

Guíamea una clínica, si la necesitan; concédeme

concretar trámites que estén pendientes, ayúdame a

tenderles una mano para que encuentren una asis­

tencia especializada para ser libre de los vicios. Me

ofrezco a Ti en amorpor ellos, para que, al responder

Tu mi oración, si necesitas un serhumano para con­

cretarla, halles en mí alguien dispuesto. Que este sea

un servicio deamora Ti, mi Dios, y a mis semejantes.

En Tu Nombre. Amén.

Capítulo

DRanDD ESPECÍFICamEnTE

Seguirnos pensando en la necesidad de usar la oracióncomo el medio más eficaz para solucionar nuestros

problemas. Muchas veces hemos creído que la oración essolamente para las personas religiosas o muy consagradas,pero las enseñanzas de Jesús nos muestran que cada perso­na puede comunicarse mental o vocalmente con Él. Ustedpuede tener o no mucho conocimiento, puede o no sabermucho de la religión, pero Dios le ha dado el don de la pa­labra, Dios le dio al hombre la capacidad de hablar, y aún sieso fallara, usted puede elevar su pensamiento a Dios ycomunicarse con Él mentalmente.

Muchas veces,y no sé por qué, hemos sentido vergüenzade orar. Pensamos que quizás las personas que están a nues­tro lado pueden pensar cualquier cosa, como por ejemplo,que somos personas débiles. y en algunos, su gran inte-

99

• LO POSITIUO DEL no •

lectualidad ha hecho que se sientan cohibidos de comuni­carse con Dios para pedir ayuda.

Recibí dos cartas de dos médicos, y bien me dijo uno deellos, que él sabe que la enfermedad que tiene la esposa úni­camente se puede sanar si hay una intervención divina. Yme dijo: Reverendo, por favor, ayúdeme en sus oraciones. Ylo hicimos porque creemos que el Señor es poderoso paraobrar porque cuando el hombre ha llegado a su capacidadextrema y debe sacar sus manos para dejar que un procesocontinúe porque no hay solución, nuestra necesidad es laoportunidad de Dios para obrar un milagro. Dios que hacreado las leyesde la naturaleza, Él mismo puede controlar­las. Así sucedió cuando Jesús llegó a Sus discípulos que es­taban pasando por medio de la tempestad, los relámpagos ylos truenos, azotados por el fuerte viento. Eso que parecíauna acción natural, fue en un instante controlado por el po­der de la palabra de Cristo, cuando le dijo a la tempestad:"Calla, enmudece." Y se hizo gran bonanza, las nubes desa­parecieron, el mar se calmó porque Cristo tiene una res­puesta segura a nuestras necesidades.

Usted debe saber que el orar debe ser muy sencillo.A.ntes yo pensaba que debía romperme la cabeza compo­niendo frases elaboradas para poder manifestarle al Señormi necesidad de Él. Pero un día descubrí que para hablarcon Dios debíamos ser sencillos, y decirle específicamentelo que deseamos. A veces tenemos el mismo problema todoslos días, y damos vuelta y vuelta, y pedimos por cosas glo­bales, pensamos que otros necesitan más de nuestras ora­ciones que nosotros, y no vamos directamente al grano.Entonces nuestra oración divaga. Es una oración redondea-

100

• ORRnDO ESPEC1F!CRnJEnn •

da, pero no específica. Pero si usted tiene una necesidad es­pecíficay debe ser resuelta, usted debe mencionarle al Señoresa necesidad diaria. Si usted se siente debilitado, pídale alSeñor que le renueve las fuerzas, y seguramente al levantar­se al otro día va a darse cuenta de que Dios le dio fortaleza.Si el Señor nos dio el poder de hablar para comunicarnoscon Él, deberíamos ser explícitos en lo que pedimos, encualquier cosa que necesitamos. Esos problemas que ustedcreyó pequeños son los que le han estado amargando la vi­da. No sabría decirle si todo lo que pide es correcto, perocontinúe orando, el Señor a su tiempo le hará ver la mane­ra de comunicase con Él y usted irá viendo los resultadospositivos de la oración. Lo importante es orar, y saber orar,con la seguridad de que viene la respuesta.

Muchas personas me escriben atónitos de cómo la ora­ción les ayudó salir de los problemas. Un hombre queadquirió mi libro "LA MARAVILLOSA LEY DE LAABUN­DANCIA;' oró por su necesidad económica, y no podíacreer cómo las cosas habían cambiado en su aspecto econó­mico. No podía entender que la respuesta había llegado tanpronto. Pero es así. El Señor quiere bendecimos, quiere de­rramar fortaleza a nuestra vida, quiere sanamos nuestrasenfermedades y dolencias. El Señor quiere que usted puedasalir del trance en que se encuentra. El Señor quiere que us­ted alcance un nivel espiritual tan alto, a tal punto que todotemor y angustia salga de su vida. Sí, la oración sencilla yespecífica obrará milagros en su vida.

Déjeme decirle que el Señor tiene interés en ayudarle.Una de las cosas más prácticas respecto al cristianismo essaber de que podemos orar para obtener una bendición,

101

• LO POSITIUO DEL no •

una solución a nuestra necesidad. Días pasados escuchamosun hermoso testimonio de una de nuestras adherentes. Sumamá se descompuso, se quedó ciega, apenas pudo entraren la casa, llamar a su hija, y de inmediato la llevaron al mé­dico. El se da cuenta que la madre tiene nueve de presión ar­terial. No hablaba, ni podía moverse. La transportaron haciauna sanatorio, y mientras la llevaban del auto a la sala pararevisarla, ella pega un salto y se sienta en la camilla, y dice:"¿Qué pasó? ¿Dónde estoy? .., por favor, yo estoy perfecta­mente bien, llévenme a casa...." Estaba bien porque su hijahabía orado. El Señor contesta nuestra oración porque laoración cambia las cosas.

¿Cuánto hace que usted no ora?, ¿cuánto hace que noeleva su pensamiento al Señor? Usted quizás pensaba quedebía entrar en una iglesia para orar. ¡No!Allí donde está seencuentra la presencia del Señor. El Señor ha visto cuánto seha desmejorado. El Señor sabe cuánto dolor ha debido so­portar su corazón, crea en Él, crea en el poder de la oración,comuníquese con el Padre y verá que la respuesta viene encamino.

102

Señor Jesús,Único y perfecto camino a Dios el Padre, espe­

ranza mía y mi seguridad, vengo a Ti a pedirte que

me des el poder de enfrentar mis problemas con esa

seguridad interior de que me das la fuerza y que Tu

respuesta essegura.

En este momentomientrassiento elpoderdelEs­

píritu Santo, alabo Tu Nombre congratitud, sabien­

do Señor que Tú siempre me oyes. Gracias porque

siento Señorque naceen mi interior una seguridad

de que teglorificarás en mi vida de manerapotentey

específica tal comoyo te lo pido. (Mencione ahora

específicamente aquellas cosas que le quiere pedir al

Señor, nombre laspersonas en lascuales anhela que

la gracia de Diosse manifieste. Con toda confianza,

como ustedhablaconun amigo o un padreamoroso,

haga su oración detallando cada una de aquellas

cosas que espera del Señor. Así como tan detallada­

mente lepida, recibirá)

Y ahorate agradezco de todocorazón porqueTú

manejarás el tiempo para que la respuesta a la ple­

garia llegue en el momento preciso. ¡Gloria a Ti! Te

alabo y te bendigo, gracias por Tu generosidad para

conmigo.

¡Aleluya! Amén.

Capítulo

DRHR VUELHR

O rar, como ya lo expliqué, es hablar con Dios. Y lapersona que desea comunicarse con la Divinidad de­

be aprender a usar los medios dados para que se establezcauna verdadera línea de comunicación.

Visité un hogar de gente que tiene fe en Dios, y en uncuadro en la pared se leía lo siguiente: Dios no esta muerto,hablé con Él esta mañana. Debemos pensar que nuestraoración debe transformarse en un diálogo con Dios. Rezares repetir siempre lo mismo. Quizá se repita mecánicamen­te una plegaria, pero nuestro corazón o pensamiento estámuy alejado. El rezo tiene relación con el ritual. Muchas re­ligiones orientales usan la repetición de oraciones como sifuera un encantamiento. Frases repetidas de memoria, queno tienen la misma sustancia que tendría la oración, quetiene el hablar con Dios.

105

• LO POSITIUO DEL no •

Si leemos las enseñanzas dadas por Jesús en el sermón dela montaña, Él nos dice que no usemos vanas repeticionescomo los hipócritas, que piensan que por su palabrería seránoídos, no nos hagamos semejantes a ellos, porque nuestroPadre sabe de qué cosas tenemos necesidades antes que no­sotros las pidamos (San Mateo 6:7-8 Parafraseado). Por esoes que debemos usar la oración, no como una vana repeti­ción porque así se entra en un mecanismo que no produceel resultado que debería producir. Jesús nos enseñó a decir:Padre nuestro que estás en los cielos.

A veces pasamos por momentos apremiantes, que si nosponemos a repetir oraciones aprendidas, perderíamos laayuda que necesitamos en ese momento porque el tiempoes muy corto. Eso fue lo que sucedió cuando Jesús se le apa­reció a los discípulos caminando sobre el mar en una nochede gran tempestad y el Señor les dijo: "[Tened ánimo, yo soy,no temáis! Entonces le respondió Pedro, y le dijo: Señor, sieres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: ven(San Mateo 14:27-29a) ."

y saliendo Pedro de la barca comenzó a caminar sobrelas aguas, pero en un momento sacó su mirada del Señory al ver las olas y la tempestad comenzó a hundirse, ymientras se hundía, clamó al Señor, diciendo: [Señor, sál­vame! Esa fue una de las oraciones más cortas que estánregistradas en los evangelios. Entonces Jesús extendiendola mano, lo levantó y lo llevó a la barca. Vemos que la ora­ción nace de la necesidad. Esta clase de oración la hacemoscuando estamos en momentos de gran necesidad, pero noobstante, aunque son oraciones lacónicas, los resultadosson tremendos.

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• ORRR g UELRR •

De la repetición constante, de la memorización constan­te de oraciones, debemos pasar al diálogo sincero con Dios.Debemos aprender a abrir nuestro corazón, a ser sinceros,no tratar de querer mostrarnos tan buenos y piadosos,cuando en realidad no lo somos. Si vivimos atormentadoscon un mal pensamiento, debemos manifestárselo en ora­ción, y decir: "Señor, Tú sabes que estoy atormentado porun mal pensamiento:' Toda fuerza negativa puede salir denuestro interior si nos determinamos a orar porque Él co­noce nuestra situación.

Jesús no sólo habló a Sus discípulos de la necesidad deorar, sino que al final de Su público ministerio cuando de­bía prepararse para enfrentar la muerte y entregar Su vidaen rescate por los pecados de la humanidad, allí mientras Éliba a orar, llamó a tres de Sus discípulos para que le ayudenen oración. Jesús estuvo una hora orando, y al volver losencontró durmiendo, y les dijo: "Velad y orad, para que noentréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto,pero la carne es débil (San Mateo 26:41)." Y al mismo tiem­po les recriminó por no poder velar en oración con Él niuna hora. Este hecho se repite dos veces.

Los seguidores del Señor no habían comprendido lo queera un momento de gran crisis. Podemos elegir un tiempodeterminado para orar. Algunos oran a la mañana, antes deir a trabajar, otros la mediodía, otros a la noche. Pero a vecesel Espíritu Santo nos mueve a orar por alguien que viene anuestro corazón o a nuestra mente. En estas ocasiones de­bemos tomar tiempo para orar por esa otra persona hastasentir de parte del Señor que la respuesta viene en camino.

Déjese guiar por el Espíritu de Dios, que Él le muestre

107

• LO POSITIUO DEL no •

quién está necesitando ser sostenido por medio de la ora­ción; si se mantiene vigilante y atento, velando y orando,muchos podrán ser bendecidos por su vida de comunica­ción con la Divinidad.

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Señor Jesús,Vengo a Ti a rogarte que me deselespíritu de in­

tercesión. Dame la gracia de poder comunicarme

contigo, y de velar en oración pensando en los que

tienen grandes necesidades, ya sea porque están en­

fermos o en peligros, o muy desanimados. Bendícelos,

obrando en sus vidas para la gloria de Tu Nombre.

Te ruego por todo el cuerpo de Cristo para que

sea lleno defortaleza y degracia. Presento los ciuda­

danos de mi paíspara que la Palabra Viviente entre

en sus mentesy corazones. Te ruego por los que me

presiden y por los que me enseñan Tu Palabra paralo

hagan en elpodery conla uncióndelEspíritu Santo.

Yo he de tener un espíritu de oración permanente

para incluiren mi oración a todos los hombres, a los

que están en prisiones, a los humildes, a los pobres, a

los ricos, a los que necesitan libertad espiritual y por

los que extiendenTu causa alrededor delmundo. Soy

una persona de oración, me hago tiempo para orar,

permito que el Espíritu de Diosclamepor medio de

mí. No soycobarde ni débil sinoqueencuentro fuerzas

en la oración. Me abro a laguía de Tu Espíritu San­

to que me ayudará en mi debilidad y me mostrará

por quién orar. Muchas gracias, Señor Jesús, porque

tu siempre me oyes.

Bendigo Tu santoNombre. Amén.

Capítulo

OREmos conPunER vRurURrnRn

~

U ltimamente, vemos en las tapas de las revista diferen-tes clases de dietas para adelgazar, otras dietas para

controlar el avance de ciertas enfermedades y sabemos quese podría alcanzar una perfecta salud si nos alimentásemosapropiadamente.

Jesús nos enseñó en el Padrenuestro a decir: danos elpan cotidiano. Es necesario para nuestro cuerpo alimentar­nos diariamente y tener una dieta diaria bien balanceada. Sisólo comiésemos los domingos, no tendremos fuerzas sufi­cientes para toda la semana. Y muchas veces eso es lo quepasa en la iglesia porque mucha gente piensa que ir a laiglesia los domingos es suficiente dieta para vivir toda unasemana.

Nuestra vida espiritual puede estar perfectamente for"talecida si nos tomamos tiempo para alimentarnos todoS

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• LO POSITIUO DEL no •

los días. Uno de los alimentos diarios es la oración. Los queoran cotidianamente y lo hacen fielmente todos los días hanvisto que sus vidas se han enriquecido, y aprendiendo aorar, han podido comunicarse con Dios recibiendo gracias.Cuando hablarnos de orar no estarnos hablando de orar enun lugar quieto, con los brazos cruzados y ojos cerrados.Durante todo el día podernos sacar de nuestro corazónplegarias de vida, de paz y de abundancia.

Tenernos la mente de Cristo en nosotros y a través deella Dios nos muestra la necesidad de otro ser querido o deun familiar. A través de la oración hablamos palabras conpoder y autoridad para que la gloria de Dios llegue a esapersona. Cierta vez había una pareja amiga que tenía su hi­jita con problemas de flojedad de vientre. Cada vez que esabebita venía a nuestra mente orábamos por ella hasta quesupimos que estaba sana.

Sabemos que es bueno y agradable delante del Señorreunirnos en una iglesia o en templo a orar, pero debemosde aprender que podemos estar unidos en la oración aun­que estemos a muchos kilómetros de distancia. A veces in­tercedemos por otra persona que no puede entender elpoder de Dios, pero el deseo de que la persona sea bendeci­da, produce resultados maravillosos. San Pablo dijo: "Serássalvo tu y toda tu casa (Hechos 16.31)." Una persona escomo la llave en un hogar para canalizar la bendición y elpoder de Dios. Usted ha llegado a ser iluminado para saberque Dios es amor. Dios es luz. Dios es paz y felicidad. Él esnuestro socorro y tiene el poder de suplir todas nuestras ne­cesidades.

Otra de la formas de alimentar nuestra vida espiritual

112

• OREmos con PODER y RUTORIDRD •

es leyendo la Palabra de Dios. La oración es efectiva Porquehablamos la verdad acerca de cada persona. Usted al a<;:eptaral Señor es un hijo de Dios y por ello heredero de las bendi­ciones que Dios tiene preparadas para los que le aman, y selas describe corno cosas que ojo no vio, ni oído oyó, así sonlas que cosas que Dios tiene preparadas para los que leaman. Usted debe apropiarse de las bondades y misericor­dias de Dios, las cuales están constantemente derramándo­se sobre su vida para darle salud. Usted verá que la luz de

.Dios le ilumina la mente y le guía a todo lo bueno. Verá quela justicia de Dios se manifestará en todo lo que haga oemprenda.

Usted podrá recibir el poder de ajustar su personalidada los cambios que se van presentado y se podrá armonizar aesas condiciones para el beneficio suyo o a la familia. Pero elmotivo esencial es que pueda conocer a Dios como Él real­mente es, lleno de gracia y de poder, cuyos pensamientospara usted son para darle paz y prosperidad.

Danos el pan nuestro de cada día. Sí, alimente su vidaespiritual mediante la oración y la Palabra deDios, Alimén­tese equilibradamente. Que no le falte la porción diaria deLa Escritura y la comunión con el Padre Celestial por mediode la oración.

113

Capítulo

LR URRCIón DE LR PR2

L OS discípulos que el Señor escogió para enviarlos a llevarel mensaje que traería una liberación físicay espiritual al

alma abatida, fueron enviados con ciertas recomendaciones

que sería interesante considerar. Al ser designados, Jesús leshabló diciendo que "...la mies es mucha, mas los obreros son

pocos, rogad, pues, al Señor de la mies, que en'1~ obreros a sumies (San Mateo 9:37-38):' Yo creo que estamos viviendoen un tiempo de restauración, de despertamiento espiritual

porque el mensaje de poder de Dios está impregnando to­dos los niveles sociales. Muchas veces pensamos que sólo

había indiferencia, pero el poder de Dios, a través de la pre­dicación de la Palabra y el poder del Espíritu Santo, estáproduciendo un cambio de mente y de actitud en todanuestra nación. Aunque el tremendo fenómeno espiritual se

está dando en todo el mundo.

115

• LO POSITIUO DEL no •

Es por eso que los ateístas tienen tanto miedo con lassectas. Al no entender los tiempos que estamos viviendo yenfrascarnos dentro del movimiento sectario no entiendenque estamos viviendo un momento en la historia de la hu­manidad en el cual este mensaje del Evangelio será predica­do en todo el mundo como testimonio a los gentiles y queluego vendrá el fin. Lo que hoy se conoce casi como una re­volución religiosa es el fiel cumplimento de lo que fue pro­fetizado por Jesús mismo. Algunos indoctos tratan de torcerla realidad queriendo confundir lo que está sucediendo co­mo si fuera el resultado de trabajos foráneos dentro denuestro país. Muchas veces quieren confundir las cosas til­dando la obra de Dios, alegando que todo es un comercio,cuando en realidad les falta la luz espiritual para entenderque todo este fenómeno religioso es el resultado de que seestá cumpliendo en el mundo lo que Jesús dijo.

El Maestro, al enviarlos a visitar casa por casa anunciandosu próxima llegada, una de las recomendaciones que les diofue que ellos debían decir: "paz a esta casa;' y agrega: " y sihubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposara sobre él;y si no, la paz volverá a vosotros (San Lucas 1O:5b-6):'

El motivo por el cual Jesús demanda que Sus discípulosdebían decir: "paz sea a esta casa," se debe a que justamen­te en los hogares se ha perdido completamente la paz y la ar­monía. Parece que el poder del mal se ha ensañado contralos hogares que deberían ser un paraíso, y los ha transfor­mado en un infierno, produciendo discusiones, altercados,distanciamientos, violencia, incomprensiones. Al crecercon todo esto en el corazón se produce resentimiento yamargura.

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• LR DRRCIOn DE LR PR2 •

En los días que estamos viviendo se debe manifestar ennuestras vidas y hogares la paz de Jesucristo que libera elalma y la mente humana de los horrores que están constan­temente luchando en contra para producir desequilibriosque no se pueden arreglar más.

Una de las cosa que está haciendo el diablo es dividir loshogares. Entendemos que hay un constante bombardeocontra la unidad e integridad de la familia. La pornografía,la sensualidad, la promiscuidad está colaborando para quelos hogares se dividan. Y a veces, no nos damos cuenta deque QbtaID.Qs, ba~Q esas \1tes,iQn.es, diabólicas, 'f en. un. ID.Q­mento de crisis, llegamos a decir: "Bueno, si estás cansado,o cansada, por qué no te mandas a mudar" significando quese vaya de la casa. Lo próximo que vemos es que ese hogarqueda dividido.

En este momento, ésta es una de las maldiciones que es­tá cayendo sobre los hogares sin saber cómo poder resolverel problema. Piensan que se puede seguir todavía siendo fríoo fría, indiferente, ignorando a las demás personas, tratán­dolas como si fueran una cosa u objeto. Lamentablemente,llega un momento en que el hilo se corta por su parte másdébil.

Cientos de hogares están divididos. Muchas esposas mehan escrito rogándome que ore porque fueron abandonadaspor sus esposos; a veces, con uno o dos hijos, y otras veces,con más de diez hijos, sin saber qué hacer. Otras madres meescriben para que ore porque sus hijos están dispuestos aabandonar el hogar.

La causa real de todos estos problemas, se debe a quefalta la paz en el hogar. Muchas veces no valoramos lo que

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• LO POSITIUO DEL no.

tenemos hasta que lo perdemos. Tantas discusiones, peleasy luchas, a veces acompañadas de la violencia, fueron pro­duciendo una fuerza emotiva tan grande que la personaperdió la paz y aun quizás, hasta se enfermó de los nervios.Parece que abandonar el hogar, o insultar a la otra personadiciéndole que se vaya de la casa es la salida. Pero cuando seproduce el vacío, cuando la persona que pensábamos queera tan mala no está en el hogar, se siente la soledad y seentra en una nueva dimensión de desesperación que produ­ce un desequilibrio mayor. Si el padre se va, los hijos lo re­claman, la madre no sabe qué excusa darles, y lo que parecíauna solución se transforma en un problema mayor.

La solución real es pedirle a Jesús que les imparta lapazque necesitan en el hogar. Y se nos aconseja en el libro sa­grado, buscar la paz y seguirla. Eso significa que debemoshacer un esfuerzo para conservar la paz dentro de la fami­lia, y procurar que esa paz permanezca. Permítame orarpor usted.

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Oración:Si en su hogar hace falta amor, cOmprensión,

tranquilidad, realmente ledigo en elNombrede[esús.

PAZSEA A ESTA CASA.

Que en elpoderoso Nombre del Hijo de Dios toda

fuerza negativa que ha estado produciendo desarmo­

nía, contenciones, el uso depalabras hirientes, lo que

toma la mentey lehace ver todonegro, negativo; que

salga de su hogar por mediode la PAZ DE CRISTO.

PAZ SEA A SU CASA en este mismo instante en el

NOMBRE DE JESÚS. Recíbala en su corazón, que

cada partedesu serserelaje, quesientaesasensación

de bienestar y tranquilidad por mediode lapresencia

de Dios. Declaro que grande es la paz, seguridad y

descanso que Dios les da. Creo que esta casa está fir­

mementeedificada sobre la roca inconmovible y eter­

na, Cristo Jesús. Declaro que Él es el Señor de este.hogar. Manifiesto en elNombre de Jesús que elamor

se expresará y envolverá y unirá fuertemente a esta

familia.

La paz de Diosayudará a cada integrante de la

familia a soportarse a amarse, a ayudarsey la espe­

ranza nunca se desvanecerá. Ese es mi deseo para

ustedy su familia.

Que el Señor le bendiga ricamente. Amén.. ..,.

EL PRllREnUESTRO

Capítulo

PRDRE nUESTRO

D ios no nos escucha en nuestras plegarias simplemen­te porque repetimos y repetimos una oración. Nos

hemos acostumbrado a la idea de que si repetimos una ple­garia por un largo tiempo, y lo hacemos una y otra vez,Diospor esta insistencia tiene que oírnos. Dios no nos va a oírporque repitamos incesantemente una plegaria o porque lohagamos a los gritos. Dios oye la oración de fe, la que pidebasándose en las promesas dadas por Jesucristo en las Sa­gradas Escrituras. Dios nos escucha porque creemos en Él,y lo hacemos de acuerdo a Su Palabra.

El Señor nos dio la base y la guía de nuestra oración. He­mos aprendido desde muy pequeños el Padrenuestro, aun­que Cristo cuando funda su Iglesia, nos enseña que nosolamente podemos dirigirnos al Padre, sino que al hacerlodeberíamos hacerlo en Su Nombre. Todas las oraciones se

123

• LO POSITIUO DEL no •

hacen al Padre en el Nombre de Jesús. Cuando Jesús enseñóel Padrenuestro, nos estaba dando los principios de lo queera la oración. Creo que la consideración de cada parte delPadrenuestro abrirá el entendimiento y el conocimiento decómo debemos dirigirnos a Dios. Este es el tema que abar­caremos en esta última parte de este libro.

La oración comienza diciendo: "Padre nuestro que estasen los cielos (San Matea 6:9b):' Algo tan sencillo, pero tansignificativo. Comenzamos diciendo: Padre nuestro. ¿Porqué? Porque para poder orar con el corazón y sentir la co­munión con Dios debemos sentirlo Nuestro Padre. Hoy endía se habla mucho de la paternidad de Dios. De que todossomos iguales. Que siendo Dios nuestro Padre, todos somoshermanos. Es maravilloso pensar que pertenecemos a unamisma idea universalista; Dios es el creador de todos, perono podemos decir que sea el padre de todos, hasta que lapersona no haya nacido de nuevo dentro de la familia deDios. Bien lo dijo Jesús cuando se encontró con el hombresabio, Nicodemo. Jesús le dijo que para poder entrar en elReino de los Cielos debía nacer de nuevo. Es decir que parasentir a Dios como su Padre, debía nacer en la familia deDios.

Jesúsvio a sus perseguidores, y les dijo: "Vosotrossoishi­jos de vuestro padre el diablo (San Juan 8:44a ) ... ¿Por qué?Porque, aunque eran religiosos, eran hombres que queríanatar a Jesús. Les molestaba el éxito que Jesús tenía con lasmasas, con las multitudes. Los había atrapado un miedoterrible, porque veían que la gente dejaba de ir a los templosy se iban a la montaña a escuchar a Jesús.La envidia del éxi­to del Maestro les llenó el corazón de odio, y claro, busca-

124

• PRDRE nUESTRD •

ban la manera más rápida para sacarlo del medio. Jesús losabía, nada se escapaba a Su tremenda capacidad espiritual.Podía ver en ellos el disfraz del hipócrita, que por un ladohablaba de amor, y por el otro, desenvainaba la espada paraclavarla en traición. Los miró y públicamente les dijo:"Vosotros hijos de vuestro padre el diablo sois... porque éles homicida desde el principio (San Juan 8:44)."

Una persona que odia a su hermano, que habla deseo­medidamente mal de él, no puede decir Padre nuestro, porcuanto el principio espiritual que rige el Reino de Dios estodo lo opuesto. A veces nos hemos engañado, hemos creí­do que podíamos ser piadosos, aparentar bondad; y porotro lado, destilar resentimiento y aborrecer a nuestroprójimo. Las dos cosas no pueden ir juntas. No podemosser hijos de Dios al decir Padre Nuestro; y por el otro la­do, hacer cosas que tiene su inspiración en la influenciadel mal.

Una vez un joven dio testimonio del cambio operado ensu ser. Dijo que Dios lo había sacado del moderno Egipto,de la esclavitud, y que estaba caminando hacia una victoriacompleta. Mencionó que al ir a una de nuestras reuniones,me escuchó decir que muchos estaban enfermos porqueeran ladrones. Dijo que cuando iba a realizar diferentes tra­bajos se le pegaban las cosas a las manos. Entendió que si leiba a pedir a Dios que lo sanara, tenía que dejar de robar. Yfue así que cuando en su corazón cambio de actitud, el po­der de Cristo Jesús vino a su vida y lo sanó de un problemaque tenía en la columna vertebral.

Amigos,no estoy diciendo que los que están enfermos esporque robaron. ¡No! El padre de los ladrones es el diablo, y

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• LO POSITIUO DEL no •

la vida de este joven fue tocada porque no estaba haciendolo que a Dios le agrada. Nuestra oración no puede elevarseal Padre Nuestro cuando nuestra vida está en desarmoníacon los principios que el Padre nos ha enseñado. Usted, alacercarse a Dios debe pensar que Él es su Padre. ¡Y cuántosde nuestros padres terrenales se han preocupado por noso­tros, nos han cuidado, nos han dado cariño y bienestar! Y sinosotros, siendo padres humanos con muchos defectos,pensamos con benevolencia respecto a nuestros hijos, cuán­to más nuestro Padre Celestial no nos dará las cosas que Élha prometido.

Al acercarse a Dios debe hacerse un examen de concien­cia y ver si no está peleado con Él. Una mujer confesó quesiempre oraba a los santos porque como su padre fue malocon ella, pensaba que el Padre Celestial era igual. Era unapersona muy religiosa, pero no quería decir el Padrenuestro.Había confundido los valores. Y si usted piensa que Dios esmalo, que Él está castigándole todo el tiempo, su concep­ción espiritual está completamente equivocada. Debe acer­carse a Él en calidad de hijo, así como usted se acercaba a supadre y le decía: "Papá, ayúdame; papá dame para com­prarme..:' Usted tiene o tenía el derecho de reclamarle a supadre por ser su hijo, y lo mismo ocurre con el BondadosoPadre Celestial. Usted puede elevar su pensamiento y sucorazón sabiendo que la respuesta es segura. Usted sabe queno hay nada que produzca una separación. Si se ha examina­do y su vida está de acuerdo a las enseñanzas de Jesús, estápreparado espiritualmente para comunicarse con la Divini­dad y pedir con fe. Hay cosas que se pueden solucionar simantenemos una comunión con el Padre.

126

• PRDRE nUESTQo •

Hay personas presas del temor. ()tras sin deseos de vivir.Otros cansados de todo. Muchos viv~n día J día sin consuelo.Pero pensemos que Dios es amor, qUe nos quiere ayudar. De­jemos el desánimo y pidamos al Padre que nos acepte comohijos para tener el derecho de ir a Él con plena confianza.

127

Padre Nuestroque estás en los cielos,

Exalto y santifico TuNombre porencima de todos

los demás. Se llena de felicidad de mi corazón al

nombratte como mi Padre, como un seramado, cer­

cano, compasivo, que te interesas por todos los as­

pectos de mi vida.

Gracias por enviara Jesucristo para que se con­

vierta en el Salvador de mi alma, porque con El ex­

perimenté el nuevo nacimiento, las cosas viejas

pasaron en mí vida y todas fueron hechas nuevas.

Gracias a Jesús pertenezco una familia inmensa que

cubre la tierra, donde Tú eres nuestro Padre Eterno,

y todos los quefuimos lavados por la sangre redentora

somos hermanos en la fe. Tú eres mi vida, mi fuerza

e inspiración. Estoy agradecido por el cuidado pater­

nal y tierno que me prodigas.

Confío mi vida y la de la familia en Tus manos

de poder. Llenael vacío dejado por losseres queridos

que partieron y por las pérdidas que he vivido.

Consuela loscorazones y únenoscadadía más en el

vínculo perfecto del amor.

Elevo mi oración a Ti, Padre buenoy soberano,

en elNombrede TuAmado Hijo, Cristo Jesús. Amén.

Capítulo

UEnGR TU REInO

Jesús vino a proclamar a Su generación y luego al mundoque el reino de Dios estaba entre nosotros. Y llegará el

momento en que todos los hijos de Dios, los que se hanconsagrado a Su causa noble y desinteresada, gobernaráncon Cristo en Su venida.

No podemos pedirle al Señor que nos dé un lugar espe­cífico en Su reino cuando sea establecido en la tierra porquesería egoísta. A veces es fácil vivir una vida que gira alrede­dor del yo y no según las enseñanzas de Jesús.

En un momento Iacobo y Juan, hijos de Zebedeo, seacercaron a Jesús, diciendo: Maestro, querríamos que noshagas lo que te pidiéremos. Él les dijo: ¿qué queréis que oshaga? Ellos le dijeron: Concédenos que en Tu gloria nos.sen­ternos el uno a Tu derecha y el otro a Tu izquierda. EntoncesJesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso

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• LO POSITIUO DEL no.

que yo bebo, o ser bautizados con el bautismo con que yo soybautizado? Ellos dijeron: Podernos. Jesús les dijo: A la ver­dad, del vaso que yo bebo, beberéis, y con el bautismo conque yosoybautizado, seréisbautizados; pero el sentaros a miderecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellospara aquellos para quienes está preparado (San Marcos 10:35-37)." Todos ellos murieron de muerte trágica. Ellos bus­caban un lugar de privilegio sin reconocer que el que deseaser mayor en el reino de los cielos deberá servir a su prójimo.

Qué hermoso es seguir al Señor, tener la seguridad denuestra salvación. Qué hermoso es sentirse sanado, haberrecibido un milagro, pero qué haremos cuando debamospasar por la escuela del sufrimiento. ¿Cómo será nuestrareacción cuando bebamos del vaso que Jesús bebió? Recor­darnos que era tan grande Su lucha que debió decir: "Padremío, si es posible pasa de mí este vaso, pero no sea corno yoquiero, sino corno Tú. (San Mateo 26:39b)." No era fácilbeber de ese vaso donde estaba la plenitud del dolor y delsufrimiento humano, pero no obstante, Jesús lo bebió.

Pero a pesar de esto, la esperanza eterna está aseguradapara nosotros que hemos de gozar un día con el Señor si so­rnas fieles hasta el fin. Dios nos dará la corona de vida eter­na, la corona de gloria y la de justicia. Debernos prepararnospara la vida eterna. Lo que vernos es sólo pasajero, no haynada eterno, y el cielo es un lugar preparado para gentepreparada. Pienso que cuanto más grande sea nuestra con­sagración al Señor, más grande será el lugar que Él nos tie­ne preparado porque nuestra recompensa será de acuerdo anuestras obras. No obras para lograr nuestra salvación, sinoobras que nos darán una recompensa.

130

• UEnGR TU REIno.

Estos dos discípulos querían ser mejores o dominar' a losdemás. Jesús abolió el concepto de ser el más granJeo Elúnico que podía ser el jefe, el que estaba sobre todas l(tS co­sas era Jesús. El camino que lleva a Dios es el camino de lahumildad y del servicio. Amo a Dios amando a mi próji­mo. Tengo el amor de Jesús en la medida que sirvo a miprójimo.

Nos sentimos conmovidos cuando pensamos que Jesúsnació en un humilde mesón. Pero ese comienzo humilde fueel que lo llevó poco a poco al trono divino, porque fue elhombre humilde por excelencia.Él dijo: "Yo no vine para serservido, sino para servir." (San Marcos 10:45 - Parafraseado)

Tal vez queramos tener un lugar de privilegio ante elSeñor. A veces actuamos con cierto fariseísmo tratando dedar la impresión de que somos mejores, y en vez de usarnuestro tiempo en servir a los otros, gastamos el tiempo enjuzgar a los demás. Eso produce una debilidad espiritual.Estamos secos, vacíos, hablamos y apreciamos por inercia,no fluye el Espíritu de Dios con poder. Pensamos que somosmás santos que los otros, cuando tenemos por dentro lasmarcas de pecado que nunca han sido limpiadas por la san­gre de Jesús. Los que se dedicaron al servicio, quizás con fla­quezas, hoy están regresando con hermosas gavillas, llenosde gozo y paz.

Amado mío, deje que el reino del Padre se manifieste asu vida. Deje que Su divina gloria entre en su ser y que elpoder del Espíritu Santo le renueve y le dé Su unción.

131

Capítulo

HHGRSE TU UOLUnTRll

C ontinuando con el tem~ del :adrenuestr~, lueg~ dedecir Padre Nuestro decirnos: Venga tu remo. Haga­

se tu voluntad, como en elcielo, así también en la tierra (SanMateo 6:10)." Al decir esto se está diciendo que se manifies­te la misma gloria celestial, la misma atmósfera, que se denlas mismas condiciones que hay en el reino de los cielos.Pensemos que en el cielo no hay enfermedad. Así que cuan­do usted pide que se haga Su voluntad en nuestras vidas co­mo se hace en el cielo, está diciendo que el mismo poderque mantiene los seres sanos, también se manifieste ennuestras vidas dándole esa sanidad que hay en el cielo.

En el cielo no hay necesidad de ninguna cosa. Allí todoes abundancia. En estos momentos estamos afligidos ypreocupados por los problemas económicos que tenemosque afrontar. Pero cuando hay en nuestro corazón la firme

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• LO POSITIUO DEL no •

convicción de que Dios es la fuente que suple todas nuestrasnecesidades de acuerdo a las riquezas en gloria en CristoJesús, vemos que el Espíritu de Dios provee cada cosa nece­saria aun en tiempos como éstos.

En el cielo no hay temor. El temor es una fuerza parali­zante que no existe en el cielo. Muchos están presos de te­mores de diferentes clases, pero cuando pedimos que sehaga Su voluntad aquí en la tierra como se hace en el cielo,estamos liberados del temor, y la maravillosa paz y el glorio­so gozo del Espíritu Santo inundan nuestro ser.

Jesús dijo: "Buscad primeramente el reino de Dios y sujusticia y todas estas cosas os serán añadidas (San Mateo6:33)." ¿Aqué se estaba refiriendo cuando decía que no de­bíamos afanarnos? Se refería a esa preocupación que sesiente cuando no tenemos qué comer, o con qué vestirnos.Les hizo observar a sus discípulos los lirios del campo y lasavesdel cielo.Muchas veces,estamos preocupados pro el díade mañana. Algunos pueden decir: Hoy tenemos todo cuan­to nos hace falta, tengo comida y ropa, pero estamos afano­sos por el día de mañana. La inquietud invade nuestro ser yno sabemos a dónde recurrir; pero si buscamos el reino deDios, si tenemos esa seguridad de que Su voluntad está he­cha en nuestras vidas, todo nos irá bien.

¿Cuántas veces hemos caído presos de la desesperación?Algunas veces, hasta hemos gastado nuestros nervios preo­cupándonos por la situación que al final se solucionó de unmodo muy sencillo. Cierta señora fue al médico y este le hi­zo un examen. El facultativo le dijo que él iba a sacar unosanálisis para ver si tenía urea o diabetes. El resultado se loiba a dar cierto día por teléfono porque ella vivía un poco

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• HRGRSE TU UOLunTRD •

lejos. Cuando llegó la fecha señalada, la señora estaba preo­cupada pensando qué podría tener.Así que pasó toda la ma­ñana hablando a las amigas y vecinas p<lra contarles que esedía le daban el resultado de los análisis. El comentario quehacía era de profunda preocupación. Casi estaba desespera­da. Pensaba que tenía talo cual enfermedad. Pasó el día, ycomo a las tres de la tarde la llama el médico, y le dice: "Se­ñora, estuve toda la mañana tratando de hablarle, pero suteléfono estaba todo el tiempo ocupado. Sus análisis de­muestran que está perfectamente bien, ¡Felicitaciones!" Laseñora se quedó boquiabierta. Si no hubiera tenido la líneaocupada, haciendo sólo comentarios de la enfermedad quepodía tener, muchas horas antes se hubiera enterado de queestaba perfectamente bien.

y usted ¿con cuánta preocupación se levantó esta ma­ñana, pensando que ya no será posible vivir en la forma enque vive? Pero en momentos de preocupación, podemosdecir: Venga tu reino ..., y la fuerza espiritual que gobiernay reina en el cielo llegará a nosotros y nos sacará de la de­sesperación.

Jesús vino del Padre, y predicó que el Reino de los Cie­los se había acercado. Mostró en su diario vivir que era po­sible vivir sobre las circunstancias y los problemas.Cambiemos nuestra manera de pensar. Dejemos que el Es­píritu Santo renueve nuestra mente a tal punto que todoaquello que nos llenaba de zozobra y angustia salga denuestra mente, y comprendamos que el poder del Reino delPadre viene a nosotros tal como estaba en la vida de Jesús yde sus discípulos.

Usted, en este día debe dejar todos los pensamientos de

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• LO POSITIUO DEL no •

destrucción, de temores, de preocupación. Usted debe ele­var su mirada hacia el cielo y decir: "Venga tu reino, hágasetu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra (SanMateo 6:10)." Si Jesúsnos enseñó a orar de ese modo es por­que hay respuesta segura a nuestra oración. Algunos medicen: Mire que hemos pedido y pedido. Pero es allí dondedebemos esperar la respuesta. Anímese a creer en Jesús co­mo el Hijo de Dios. Él tiene el poder para cambiar su formade pensar, Él le ayudará a que su actitud frente a la vida seapositiva porque con Él todas las cosas son posibles. En elReino del Padre no hay enfermedad, y clame a Él basado enlo que Él ha prometido: Porque ciertamente Él llevó nues­tras dolencias y nuestros pecados en la cruz del Calvario.Recibamos de Él la bendición en este mismo instante.

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Padre Nuestroque estás en los cielos,

Vengo a Ti en el Nombre de Jesús a pedirte que

bendigas a cada amigo y amiga que necesita de la

manifestación de ese Reino Tuyo. Señor, Tu mano no

se ha acortado para bendecir, Tu poder no ha cam­

biado, manifiesta Tugloria y responde a las oraciones

de los que claman a Ti. Bendice a los que están ator­

mentados. Libera a los quedesean dejarel vicio de la

bebida, del cigarrillo, la droga; que Tu mano,JESÚS

DENAZARET, destruya las obras deldiablo. Que to­

da enfermedad doble su rodilla a tu señorío y que

pueda manifestarse en mi vida Tu reino y Tu volun­

tad. Señor, establece tu reino sobre mi familia, sobre

mi cónyuge, sobre mis hijos e hijas, sobre mis seres

queridos, aquellos que están cerca y aquellos que es­

tán lejos. Espíritu Santo establece Tu reino y Tu vo­

luntad sobre mi iglesia, sobre mi pastor, sobre

aquellos que me guíanpor la sendadejusticia. Invo­

coTupresencia sobre mi país, clamo a Tiparaque Tu

reino seestablezca en cada área degobierno, quita de

mi nación la corrupción y quepodamosvivir quieta

y reposadamente en toda piedad y honestidad. De­

claro, venga Tu reino, hágase Tu voluntadsobre toda

mi vida. Padre, Gracias porque Tú siempre me oyes.

En el Nombre deJesús. Amén.

Capítulo

EL PRn nUESTRO

Estamos hablando sobre el Padrenuestro. Aunque el te­ma mayor es la Oración, estamos considerando este te­

ma porque encontramos verdades substanciales parafundamentar nuestra manera de orar o pedir las cosas aDios. Luego de decir: "hágase tu voluntad, como en el cielo,así también en la tierra, dice: "el pan nuestro de cada día,dánoslo hoy (San Mateo 6:10-11)."

Ciento de veces, expliqué que nuestras necesidades de­ben ser suplidas por el buen Padre Celestial. Cuando per­demos la fe y aplicamos filosofías del autoabastecimiento,tratamos de ignorar lo que Jesús nos enseñó a pedir. Creoque debemos poner nuestro esfuerzo en alcanzar el susten­to diario, recordando que la bendición no viene de nues­tro negocio, del sueldo, de la cosecha, sino que viene deDios. Aunque estemos en crisis, su fe en Dios hará que

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• LO POSITIUO DEL no •

todas sus necesidades sean suplidas.Algunos dicen que Dios no nos va a mandar el pan del

cielo. Desconocen el fenómenos ocurrido al pueblo de Is­rael cuando salió de Egipto y anduvo cuarenta años en eldesierto. Cada día, excepto el sábado, Dios les enviaba elmaná del cielo y lo hizo por cuarenta años. Y ni aun su ro­pa ni su calzado se desgastaron. Claro que la circunstanciano es la misma, porque no necesitarnos que se nos dé asíde una manera materializada el pan cayendo del cielo. PeroDios es el mismo. Y así como le hacía falta ellos la provisióndivina, a cuántos de nosotros hoy en día nos hace falta queDios nos provea un trabajo mejor, una casa mejor, un

auto mejor.Doy gracias a Dios por la iluminación del Espíritu San­

to que nos ha hecho entender que no es la voluntad de Diosque seamos pobres. Declaran las Sagradas Escrituras que:"".Jesucristo, por amor a vosotros se hizo pobre, siendorico, para que vosotros con supobreza fueseis enriquecidos(2 Corintios 8:9):' Si usted ha creído que siendo pobre agra­da a Dios está equivocado porque Dios ha hecho todas lascosas en abundancia; y tenemos suficiente riqueza en la tie­rra para que todos podamos vivir bien. Ahora, que algunosse hayan querido adueñar de todo es otra cosa, y de eso Diosno tiene la culpa.

Esta es la maravillosa historia de un hombre de colorque hoyes un hombre rico. Samuel Fuller era el séptimo hi­jo de una familia de color que trabajaban corno esclavos enuna chacra. Comenzó a trabajar a los cinco años. Esta fami­lia aceptó la pobreza corno un estado de su vida, excepto elmuchacho Samuel, por un gran motivo. Tenía una madre

140

• EL pan nUESTRO •

que sabía pensar con sentido común. Esta madre se revela­ba en contra de esta situación de pobreza, y le decía a su hi­jo: "Nosotros no deberíamos ser pobres, y nunca me dejesoír de tus labios que es la voluntad de Dios que estemos po­bres. Dios no quiere que sus hijos sean pobres y sean unosmiserables como nosotros. Somos pobres no porque Diosquiera que seamos pobres, sino porque tu padre nunca tu­vo el deseo de estar en una buena condición. Ningúnmiembro de nuestra familia se ha decidido a salir de estacondición pobre en la que vivimos:' Estas palabras hicieronque el joven Samuel comenzara a desear poseer bienes ma­teriales para darle un mejor pasar a su madre y a sus herma­nos. Se fue de la chacra y comenzó a trabajar comovendedor de jabón. Por doce años vendió jabón casa porcasa, y pudo ahorrar una abultada cantidad de dinero. Undía se enteró que la compañía para la cual trabajaba iba a servendida. Averiguó cuánto costaba, juntó sus ahorros, y fue ypropuso el negocio. Le faltaba una gran suma de dinero, p~­ro pudo conseguir préstamos hasta faltarle una pequenacantidad. En esos doce años se hizo la reputación de unapersona honesta y que le gustaba su trabajo. Samuel, apa~tede las enseñanzas de su madre, tenía como constante arrugaa las Sagradas Escrituras. Se había acostumbrado a orar. Ha­bía aprendido a hablar con Dios. Al día siguiente debía en­tregar el resto del dinero, si no, perdería la seña entrega~a.

Se arrodilló al lado de su cama y le pidió a Dios que le guia­ra a la persona que le iba a prestar lo que le faltaba.de dine-

Y dii . "Señor voy a salir aunque son las diez de laro. IJO. , •

noche, y en el negocio en que haya luz voy a entrar, sabien-

do que esa persona me prestará el dinero:'

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• LO POSITIUO DEL no •

Salió y caminó por el centro, y a esa hora sólo habíauna sola luz prendida en uno de los negocios. Era el due­ño que estaba terminando el balance del día. Samuel entróy le dijo: "¿Quisiera usted ganar una pequeña fortuna enun mes? El otro hombre dijo: "¡Claro que quiero! Y Sa­muelle explicó el negocio que tenía entre manos. El hom­bre aceptó la propuesta y Samuel salió con el resto deldinero en un cheque personal. Al otro día se transformóen el dueño de la fábrica cuando era solamente un simplevendedor. Este joven ahora es rico, no sólo es dueño de lafábrica de jabones, sino que tiene acciones en tres compa­ñías de cosméticos, una imprenta y un periódico. Todo es­to se debió a que creyó a las palabras de su madre y a lasde Jesús.

Estimado amigo, si usted ha comenzado a creer en Diosy vive en la pobreza, debe comenzar a creer que Dios va aprosperarle en todo lo que haga y emprenda. Debe dejar delado el derrotismo. Debe dejar de decir: a mí todo me vamal, no diga más: "No me levanto más." Dios quiere que através del trabajo, de nuevas ideas, de hacer buenas cosaspara su prójimo, usted prospere y vea corno Dios le proveeel pan de cada día.

Quizás usted mire alrededor y vea pobreza, o que tienetan poco para comer mientras otros están llenos de todo.Deje de mirar a su alrededor y mire al Señor y verá cómoDios va a proveer a cada una de sus necesidades. Si le hacefalta un mejor trabajo, no se queje del que tiene. Dele gra­cias a Dios y un nuevo trabajo vendrá en camino. Siestá dis­puesto a salir de la pobreza, a trabajar y a producir, en pocotiempo verá que la bendición de Dios le enriquecerá hasta

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• EL pan nUESTRO •

que tenga tantas bendiciones que no las podrá llevar. Ustedque comenzó el negocio y fracasó, o quizás el invento quecreó no lo puso en el mercado, crea que el poder de la pros­peridad, ese poder que provee el pan nuestro de cada día, se

manifestará sobre su vida.

143

Capítulo

EL PRn nUESTRO DECRDR DÍR, DAnoSLH HOV

M uchas personas van solamente los domingos a laiglesia, o quizás no van nunca. He estado en Chile y

comprobamos que aunque es un país religioso, o que lagente dice haber sido bautizada en una u otra iglesia, sola­mente el 12% , Yen algunos lugares tan solo el 7 % de lagente asiste a la iglesia. En Alemania los que asisten son un10 %. En nuestro país, solamente un 7 al 15 % de la pobla­ción concurre a la iglesia regularmente. Un 30 % va para lascelebraciones mayores, y el resto va solamente cuando hayun bautismo, un casamiento o un funeral. Es decir, que lamayoría de la gente no practica la religión.

Aunque la religión no nos salva porque el único quepuede salvarnos es Jesucristo mediante su sacrifico en lacruz del Calvario, se hace necesario alimentarnos con el panespiritual. Jesús nos enseñó a decir: "Danos el pan nuestro

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• LO POSITIUO DEL no •

de cada día." Nuestra vida espiritual debe alimentarse dia­riamente de la Palabra de Dios, no hay nada mejor que ello.Creo que la mayoría de la gente tiene por allí una Biblia oun Nuevo Testamento que no lo ha abierto por muchotiempo.

Una de las cosas que ha perdido el cristianismo ha sidoel conocimiento de las cosas de Dios. La gente dice que escristiana, pero ignora completamente lo que Jesús dijo yenseñó. Muchos ignoran porqué Jesús vino a este mundo,porque padeció, murió, resucitó y ascendió a los cielos. Elcristiano ignora que Jesús le dio poder para liberarse de suspecados y enfermedades gracias a Su sacrificio.

Cierta vez estaba predicando en la ciudad de Concordia,Entre Ríos. Era el tiempo en que los jóvenes pensaban queera algo importante discutir filosofía o discutir sobre ideasavanzada. Uno de ellos me intimó después de la reunión.Esas son las cosas que debemos admirar. Muchas veces, no­sotros que tenemos las pruebas indubitables de que Dios esreal y que Él existe porque hemos visto Su poder y Su manoextendido par salvar y perdonar, nos acobardamos cuandovemos al incrédulo ateísta que quiere poner en ridículo la feen Dios.

Este joven me preguntó: "Si Dios es tan bueno, ¿por quécreó al diablo? Y me gustó la exposición de un predicadorque había dicho que Dios no había creado al diablo, sino aLucifer, la luz más bella que había en el cielo. Dios le habíadado sabiduría y poder y a causa de su orgullo se revelócontra Dios.

y me hizo otra pregunta: "Si Dios tenía tanto poder,¿por qué no lo exterminó al diablo? Yeso me hizo llevar a

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• EL PRn nUESTRO DE CRDR DÍR, DRnOSLO HOV •

este joven a la reflexión de que si Dios obraría de ese modo,como él piensa, [cuántas personas deberían haber sido bo­rradas de sobre la faz de la tierra. Seguimos hablando y éldijo que podía mostrarme que a través de su filosofía y desu doctrina, un leproso podía ser limpio, o una vida torcidapodía ser enderezada.

Yo le conté de un joven que había sido ateo que habíaabrazado las ideas avanzadas de la filosofía moderna con elfin de querer hacer un cambio social, y siendo estudiante demedicina se dio cuenta que tenía lepra. Por muchos años laocultó bajo tratamiento. Eso sucedió alrededor del año1950,pero llegó un momento en que ya no la podía ocultar.Debió dejar el trabajo y los estudios, y sentía sobre su vidala marca de la desesperación porque bien sabemos que enese entonces la lepra era declarada incurable.

Pero en esa desesperación, sus ideas no le sirvieron paranada, porque, ¿qué se puede esperar de una persona que notiene fe, que niega a Dios? ¿Qué se pueda esperar de unapersona que quiere decir que el hombre no es nada, o que esfruto de la casualidad? ¡Nada! Sólo tristeza, soledad, vacíointerior; porque el que no tiene el poder de Dios se sientevacío. Pero ese muchacho vio que algo le pasó a su herma­no que era un borracho. Le preguntó a dónde había ido. Suhermano le contó que desde que asistía a las reuniones defe, había dejado de tomar, y que le estaba yendo bien econó­micamente.

El que estaba leproso fue a ver a qué lugar había ido suhermano a conseguir esa clase de fe. Se encontró con ungrupo de gente que oraba a Dios y que pedía por las necesi­dades de su prójimo. Muy intelectual, quería tamizar todo a

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• LO POSITIUO DEL no •

través de sus conocimientos, pero la evidencia del poder deDios era completamente superior a las exigencias de sumente analítica. Después de muchos meses, descubre en lasSagradas Escrituras, que el único que lo podía sanar era Jesús.

Cuando se determina creer, parece que la enfermedadsufre una evolución desfavorable. Se comienza a hinchar y aformársele como aureolas rojas alrededor de cada llaga quela lepra había producido. Esto era un poco contraproducen­te en lo que respectaba a su razonamiento, pero fue allí don­de demostró que tenía fe en Dios porque siguió creyendo.Luego de una gran fiebre, algo pasó en su cuero, y al pocotiempo estaba sano de la lepra, al punto que la piel era co­mo la de un niño.

Es por eso que debemos alimentarnos con la Palabra deDios todos los días. Danos el pan cotidiano, y el pan cotidia­no es la lectura del Nuevo Testamento o la porción diaria delas Sagradas Escrituras.

Ese joven ateo con el que estaba hablando se dio cuentade que sus doctrinas avanzadas nunca habían podido curara un leproso, pero Jesús sí, y hablar de Jesús es hablar delcristianismo. Hablar de Él es saber que para el que cree"todo le es posible (San Marcos 9:23b)." Es por eso que le di­go que lea las Sagradas Escrituras, entérese de lo que dijo Je­sús y qué es lo que conquistó por usted en la cruz delCalvario.

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Señor Jesús,Gracias por Tu maravillosa doctrina. Creo a Tu

Palabra, que Tú llevaste todos mis pecados y enfer­

medades. Recibo Tu poder de sanidad, Tu perdón y

liberación de todos mis temores.

Me aferro a Ti en esta hora de necesidad sabiendo

que de Ti desciende el alimento espiritual que saciará

mi alma necesitada.

Me comprometo a partir de este día a congre­

garme para recibir de Ti y de la comunión con mis

hermanos la guía y la ayuda para mis momentos de

necesidad.

Creo que Tu tienes poder sobre la enfermedad y

que Tupresencia disipa todaduda de mi ser. Alimen­

ta mi espíritu con tu verdad, que al conocerla pueda

experimentar tu total libertad. Te agradezco Señor

por descender sobre mi vida en estahora para nutrir

todo mi ser.

Gracias Jesús. Amén.

Capítulo

PERDónHnos nUESTRHS DEUDHS

El gran sabio Salomón decía que las zorras pequeñasechan a perder las viñas. Muchas veces, tenemos pe­

queñas zorritas en nuestras vidas, que aunque no queremosdarle mucha importancia, nos van destruyendo poco a po­co. Una zorra destructora y completamente negativa es elresentimiento, la falta de perdón. Podemos haber desarro­llado un resentimiento hacia las personas, hacia las cosas,hacia nuestros padres o hacia nuestros familiares.

Muchas veces, he tenido que aconsejar a jóvenes, que alentrar a la escuela secundaria y al ponerse en contacto conotros jóvenes de mejor posición social, de nombres o apelli­dos más distinguidos, comenzaron a resentir su posicióneconómica y social; y a sentir un resentimiento en contra desus padres, que aunque le dieron lo mejor, no pudierondarle la posición que veían en los otros jóvenes.

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• LO POSITIUO DEL no •

Debemos reconocer que el resentimiento se manifiestasiempre que no haya en nosotros un espíritu perdonador.Muchas veces, hemos hecho mucho bien a personas que sedecían ser amigos, personas que aparentaban cariño hacianosotros; y luego que sacaron su tajada, o nos usaron, nosdieron la espalda, hasta poniéndose del lado de nuestrosenemigos. Eso produce un resentimiento, pero éste comien­za a operar con su fuerza negativa y destructora, cuando notenemos la fuerza del Espíritu de Cristo para perdonar.

Muchos matrimonios están completamente destruidosa causa de que no supieron cómo hacer para sacar el resen­timiento que se fue acumulando a través de los años en susvidas. El resentimiento se fue cargando de fuerza hasta queun día explotó con los resultados de destrucción, revanchis­mo, venganza, y muchas veces, hasta de muerte.

Un oficial que trabaja en una prisión comentaba cómola gente que está presa en ese lugar, tiene un profundo re­sentimiento hacia la sociedad. A pesar de ser culpables de lacondena que están cumpliendo, en vez de acomodarse a ladisciplina o a la condena impuesta, se siguen llenando de re­sentimiento. Muchos de ellos incentivados por el abandonode sus familiares y amigos, actúan así. Ocurre a veces, quepersonas que están presas ni la familia, ni sus propios padreso hermanos los van a ver. No digamos nada de aquellos queestaban comprometidos para casarse, o que han sido olvi­dados por sus propias esposas e hijos. Todo esto hace quese vaya desarrollando esa fuerza negativa del resentimien­to. Muchos, después de haber cumplido la condena y ha­ber sido dejados en libertad, vuelven a cometer hechospeores porque no pudieron perdonar, o perdonarse a sí

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• PERDónRnos nUESTRRS DEUDRS •

mismo por sus errores.En una de las autopistas de nuestro país, había tres per­

sonas asaltando autos y camiones. Al preguntarles el porquélo hacían, daban la excusa de que la sociedad había sido in­justa con ellos. Estaban cometiendo asaltos después de ha­ber salido de la prisión, porque simplemente estabanresentidos contra los jueces, según decían.

Muchas veces, debemos entender que los abusos produ­cen resentimiento. Hay personas que abusaron de su con­fianza, de su bondad, de su ayuda. Su corazón se cerró atoda bondad, y no quiso ayudar a nadie más. Pero lo que leestá paralizando es el resentimiento. Quizás en mi expe­riencia personal, podría mencionar a los que en un momen­to, levantaron una campaña de persecución pensado queuno podría estar orientando mal a la gente. Querían des­truir nuestras vidas y el ministerio. La persecución puedeproducir resentimiento, pero Cristo ya lo había dicho: "Bie­naventurados sois cuando por mi causa os vituperen y ospersigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintien­do. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande enlos cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueronan tes de vosotros (San Matea 5:11-12)."

Cristo, sabiendo que la persecución produce resenti­miento, inmediatamente le dio a sus discípulos el antídotocon el cual podrían vencerla y seguir adelante. Y ellos fue­ron perseguidos, al punto que sellaron con sus propias vidasel testimonio de su fe.

Quizás usted me diga que hace muchos años tiene eseresentimiento, o que aun desde la niñez viene con esa fuerzanegativa dentro de su ser.Y la gran pregunta es ¿cómo hago

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• LO POSITIUO DEL no •

para disolverlo en mi mente? ¿cómo hago para que no semanifieste más en mi vida? Muchas veces aflora como unaenfermedad, como una alergia que me sale en todo micuerpo, ¿cómo podré vencer el resentimiento? Bueno, laforma de vencerlo es orando, diciendo con fe:

"El Cristo que vive en mí, ahora me libera de todo resen­timiento que tengo en contra de la gente, en contra de loslugares, o de las cosas que en el pasado, o en el presente mehan producido dolor. Creo que el poder de Dios me da el

poder de perdonar a los que habiéndoles hecho tanto bien,me han pagado con tanto mal. El poder del Espíritu Santome libera de aquellos que han hablado mal de mí, que hanescrito cosas inciertas contra mi vida, que han tratado dedestruirme. El poder de Cristo en mí me libera y les perdo­no, y les deseo el bien; y los lazos del resentimiento en con­tra de esa persona, cosa o lugar quedan rotos por el poderliberador de Cristo Jesús."

Si usted puede aprender a orar de este modo, notará queel Espíritu perdonador de Cristo en usted va cambiandotodo su ser, aún las circunstancias terribles en que se veíaoprimido a causa de esa zorrita que, poco a poco, le fue mi­nando la salud. Si usted conscientemente, dice: "Me tengoque liberar ahora mismo y aquí mismo;' verá que el poderde la Sangre de Cristo le libera de todo resentimiento, y quelas cosas, los lugares, y aun las personas vienen a su encuen­tro para darle bendición y paz. El rezar para perdonar y li­berarse del resentimiento, es una oración de limpieza. Ustedal pedirle a Dios el poder para perdonar, se está limpiando

154

• PERDOnRnOS nUESTRRS DEUDRS •

a sí mismo de todas esas cosas que no le han traído nin­guna bendición. Cuando está el amor de Dios en nuestroscorazones, no podemos dejar que la amargura, el revanchis­mo, la venganza, entre en nuestro corazón. Liberémonos en

el Nombre de Jesús.

155

Señor Jesús,Recibo Tupoderpara liberarme del resentimien­

to. Perdono a los que me han hecho mal y dame Tu

paz. Perdono el mal que me han hecho mis familia­

res, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y asocia­

dos. Perdona Tú a los que me han ofendido. Yo los

perdono y los libero.

Renuncio a todo resentimiento, envidia, con­

tienda, amargura que he permitido que ensucie mi

corazón. Renuevamispensamientos, paraquepueda

sólo detenerme en aquellos que me acercan a los de­

más, que recuerde lo bueno que han hecho por mí,

que ponga bajo la sangre que derramaste en el Cal­

vario todoel mal que intentaron contra mi persona,

mis asuntos y bienes. Creo que el poder de Dios me

da elpoderde perdonar a los que habiéndoles hecho

tanto bien, me han pagado con tanto mal. Confieso

que elCristo, lleno deamor queviveen mí, desde que

loacepté como mi Salvador, perdona a mis ofensores.

Sí, perdono y bendigo en Tu Nombre, Jesús amado.

Te bendigo con gratitud por la vida libre de resque­

mores y amarguras. Tu amor es libertador. Tu amor

y Tu perdón es lo mejorque me pasóen esta vida.

Gracias Jesús. Amén.

Capítulo

no nos mETRS En TEnTRClón

N o podemos negar que hay dos poderes o fuerzas mo­viéndose en el mundo. Hay una constante lucha entre

el bien y el mal. Nosotros llevamos la marca de esa luchadonde constantemente hay dos inclinaciones que nos mue­ven para un lado o para el otro. La personalidad lleva lamarca de la batalla que debe librar nuestra mente para ven­cer o ceder al mal. Lamentablemente, la inclinación hacia elmal ha transformado al ser humano en un ser miserable. Elpoder de mal no respeta al rico ni al pobre, al sabio o alignorante. Tenemos criminales que están pagando sus cul­pas, y se ven de distintos niveles sociales y culturales, porqueel mal es un poder que trabaja a través de la voluntad delhombre.

Es por eso que Jesús en el Padrenuestro nos enseñó a de­cir: "y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal

157

• LO POSITIUO DEL no •

(San Mateo 6:13a )" o del malo. Jesús conocía las obras deldiablo. Jesús conocía que muchas veces, se podía presionarla mente por un poder incontrolable que lo llevaría al hom­bre a cometer actos en contra de la sociedad, en contra de lafamilia y en contra de sí mismo. El tormento del alma es tangrande que muchos han decidido terminar con su vida. Mu­chas veces, el clamar a Dios en esos momentos de tentaciónha salvado una vida del infierno. El oír la voz de Dios envez de la del diablo ha hecho que todo un hogar se salve.

Estando de visita en Puerto Rico, conozco una señoraque estaba pasando por un tremendo problema en el hogar.Su esposo, un gran industrial, se había ido con la secretaria.Una señora decente, comprensible, se fue al mar y sentán­dose en una de las murallas de un fuerte construido cientosde años atrás, acarició la idea de lanzarse y ahogarse. Peroelevó su pensamiento a Dios, y sintió una voz que le decía:"No lo hagas."Y fue así, al rechazar toda idea de suicidio quepudo sobreponerse y criar a sus tres hijos.

Cuando nos decidimos a orar, esa actitud de oraciónpuede librarnos de caer en circunstancias de las que muy di­fícilmente podríamos salir. Cuando el gran siervo de Dios,Daniel se puso a orar, pidió algo a Dios, pero la respuestatardó como tres semanas en llegar. Cuando viene el ángelcon la respuesta, Daniel se entera que se le oponía una fuer­za del mal. La oración de Daniel había sido oída, pero estafuerza del mal se oponía a que llegara a Daniel. Muchas ve­ces nos parece que el cielo está cerrado. Parece como si Diosestuviera haciendo oídos sordos a nuestras plegarias, perono debemos perder la fe. Debemos orar con la convicciónde que Dios tiene poder para librarnos del mal y del malo.

158

• no nos mETRS En nnTRCIOn •

Los representantes del mal son como legiones. Constante­mente, nos vemos bombardeados por la influencia pecami­nosa de los espíritus que operan sobre la mente del hombre.Debemos estar vigilantes. Debemos mantener nuestras dia­ria comunión con Dios. No hace falta estar todo el día derodillas, ni repetir una oración todo el día. Solamente se ha­ce necesario al estar frente a una decisión que sabemos quearruinará nuestra vida y la de los que nos rodean.

Muchas veces, esas fuerzas toman forma de opresiones.Estamos bajo una influencia que nos roba el gozo, la paz,nos entra un deseo de pelear con todo el mundo. Hay unarebeldía que nos lleva a hacer sufrir a los demás. Un peque­ño problema se comienza magnificar al punto de pensarque todo se nos viene abajo. Es allí cuando debemos orar:"Y no nos dejes caer en tentación, más líbranos del mal:'Una persona que está en peligro pide socorro. ¡Cuánto másdeberíamos pedir socorro nosotros que tenemos este mediode gracia! No podemos con nuestras fuerzas tratar de luchary vencer. Nos hace falta la ayuda del Señor. Jesús dijo: "sepa­rados de mi nada podéis hacer (San Juan 15:5b):' No se tra­ta si desarrollo el poder mental o la fuerza de voluntad. Haycosas que no pueden ser vencidas con simples sentimientosmentales. Debemos buscar a Quien tiene todo poder. Y Je­sús dijo: "Toda potestad me es dado en el cielo y en la tierra(San Mateo 28:18b)." Cuando Jesús mandó Sus doce discí­pulos, y luego envió a los setenta, los mandó a sanar a losenfermos y a echar fuera los demonios. Al regresar con gozo,ellos dicen: "Maestro, aun los demonios se nos sujetan en tuNombre:' Elles dijo. "...en mi nombre echarán fuera demo­nios; hablarán nuevas lenguas,...sobre los enfermos pondrán

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• LO POS/T/UO DEL no •

sus manos, y sanarán (San Marcos 16:17-18)." Jesús les diceque "no se alegren porque los demonios se os sujetan en miNombre, sino porque sus nombres están escritos en el librode la vida eterna," -y agregó: "He aquí yo os doy potestad dehollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del ene­migo, y nada os dañará (San Lucas 10:19)." Jesús delega unpoder para vencer el mal a cada persona que ha recibido aCristo como el Salvador de su vida. A cada persona que hacreído que la sangre que Él derramó en la cruz del Calvariotiene poder, le es impartido poder desde lo alto.

Usted puede recibir el poder de Dios si ora ferviente­mente, y con sinceridad: líbranos del mal. En ese instante lagracia de Dios fluirá como un río. Es hora que los cristianosoremos con fe y autoridad. Si hay un mal en el hogar, en laciudad, en la nación, esta es la oración: líbranos del mal, ydel malo, en el nombre de Jesús.

160

Señor Jesús,Vengo a dartegracias por Tu podersobre elmal.

Tú vinistepara destruir las obras del malo. Gracias

que hay autoridad en Tu Nombre.

Te pidoque todavidaqueseencuentre atormen­

tada sea liberada en Tu Nombre. Que todo hogar,

negocio, hijo, sean libres del mal, en el Nombre de

Jesús. Le ordeno a Satanás que quite sus manos de

mí;~ y te aparto de mi vida, reprendo tus obras

de maldad.

jOh, Dios! Gracias por librarme de hombres

malos, corruptos, .perversos. Jesús, en la oración que

hago en Tu Nombre todopoderoso me desato de toda

maldad y permanezco firme contra toda tentación,

amenaza, engaño, estrategia, argumento y dardo del

maligno. Líbrame de toda mentira que el enemigo

usa para hacerme caer y perjudicarme. Líbrame de

toda tentación humana, asícomoTú tuvisteelpoder

paravencery paranocometer pecado.~ todo es­

píritu de opresión, desánimo, maloshábitos; reprendo

todo temor, autocompasián, codicia, ingratitud; atoel-espíritu de materialismo, murmuración, todovicio.

Soy libre por la sangre del Cordero, Jesucristo.

Amén.

Capítulo

mRS LÍBRRnos DEL mRL

Estábamos hablando acerca de la última parte del Padre­nuestro: "mas líbranos del mal (San Mateo 6:13b)."

Sabemos que Dios creó a Lucifer, cuyo significado es Luzbella. Pero el diablo se revela contra Dios a causa de todo elpoder que había recibido de Él y impulsa tras de sí a la ter­cera parte del cielo. El diablo se transformó en el enemigode Dios, queriendo destruir todo lo que Dios crea o cons­truye. A causa de la mala elección que hace el hombre, todala creación queda sometida al mal porque casi en su totali­dad, los pensamientos del hombre son de continuo para elmal. La solución más rápida habría sido haber destruido aldiablo y "asunto terminado:' Pero lamento decirles que eldiablo no se puede destruir. Su naturaleza no se puede des­truir. Dios un día va a arrojar al diablo al lago ardiendo, pe­ro antes de eso será atado por mil años. Mientras estemos en

163

• LO POSITIUO DEL no •

este mundo, debemos luchar y rezar: "y líbranos del malo

del malo."No obstante, el poder del mal se puede destruir. Dios ha

puesto en nosotros la voluntad que puede ser usada para elbien o para el mal. Y en Santiago 4:7 nos dice: "Someteos aDios, resistid al diablo y de vosotros huirá." Debemos some­ternos a Dios, y luego que hemos sometido nuestra volun­tad, nuestros deseos, y nuestras ambiciones a Dios, reciénpodremos resistir al diablo. Muchas personas han aprendi­do a resistir al diablo, pero nunca se han rendido completa­mente al Señor. Saben que el diablo no puede subsistirfrente a la declaración de la Palabra de Dios. Jesús dijo: "Heaquí yo os doy poder para echar fuera demonios en minombre... " Hay personas que saben que tienen una vida depoder en las promesas de Dios, pero siempre les falta algo.Parece que no pueden alcanzar la victoria completa, y eso sedebe a que también debemos someternos voluntariamenteal Señor. Es necesario vivir una vida de santidad.

Muchas veces se escucha en mis reuniones los testimo­nios de personas que han dejado el vicio del cigarrillo y dela bebida. Pensamos que han dejado de odiar a su prójimo,y muchas veces,hay personas que habiendo recibido un mi­lagro de Dios, ya sea en su salud, en su economía, pasa eltiempo y pierden la sanidad y la bendición económica por­que nos se sometieron a Dios. Y bien lo dijo Jesús al paralí­tico que sanó cuando estaba junto a la fuente: "no pequesmás para que no te venga una cosa peor (San Juan 5:14).Debe haber en nosotros el deseo de entregar nuestras vidasal Señor, debemos dejar los vicios, los malos pensamientos,los deseos que nos alejan de Dios. Y luego proclamar la pa-

164

• mRS LlBRRnos DEL mRL •

labra de victoria en contra del diablo. Y esta es la promesa:el diablo huirá. Si eldiablo trajo enfermedad, la enfermedadse irá; si trajo miseria, se irá; si trajo problemas, se irán; sitrajo tormento a la mente, se irá, y vendrá la paz del Señor.

Por otro lado, hay personas que se someten todo el día aDios, pero no toman su posición frente al diablo. Están so­metidas a Dios, pero sus vidas son una constante derrota.Son personas consagradas, lo muestran por elhablar, por elvestir, por la forma de cumplir los mandamientos de Dios,leen la Biblia de tapa a tapa, han pasado horas en oración yayuno, conocen todo lo que Cristo conquistó pro ellos en elCalvario, pero cuando comienza uno a hablar con ellos, to­da su vida es una sucesión de derrotas, de mala suerte, depenas. Pero debemos aprender a someternos a Dios y a re­sistir al diablo. Su hombre interior debe fortalecerse de talmodo que nos se deje vencer por los problemas, por la en­fermedad, por los vicios. Debe aprender a resistir hasta quetodo lo malo huya de su vida. Por eso es que Jesús nos diceque pidiéramos en el Padrenuestro: "Mas líbranos del maL"Sí, usted debe ser librado de toda clase de maL Usted debetomar' la victoria que hay en aquel que le dio la herida mor­tal al diablo. Ya el diablo no puede reinar en nuestra mente,no puede gobernar nuestra voluntad. Usted debe ser feliz,completamente sano, prosperado por el poder de Dios. Sihay algo malo en su vida, si hay algún pecado escondido,renuncie y confiéselo al Señor. Sométase a Dios, resista al

diablo y de usted huirá.

165

Señor,Vengo a someterme a Tu santa voluntad. Reco­

nozco que debo tenerun dueño.

Quiero que el Señor y dueño de mi vida seas Tú.

Te entrego todo mi ser.

Recibo el perdón de mis pecados, y que mi vida

sea llena del Espíritu Santo.

Creo que Tú Señor me das elpoderpara resistir

y vencer el mal.

Creo que todo lo negativo que ha controlado mi

viday mi mente cede y huyeante laautoridadde Tu

Nombre.

Jesús, soyTuyo, me entrego a Ti,y recibo la com­

pleta victoria por la fe en Tu maravilloso Nombre.

Amén.

Capítulo

TUVO ES EL REInOPor

Rvdo. OrnarCabrera fr.

A l concluir el Padre Nuestro declaramos, como Jesúsnos enseñara: "Porque tuyo es el reino, el poder y la

gloria. Amén (San Mateo 6:13b)."Vemos que el Padre Nues­tro comienza santificando el nombre de Dios y terminadándole a Él todo el poder y la gloria. Nunca deberíamosacercarnos a la presencia de Dios o alejarnos de ella sin pos­trarnos delante de Su majestad y de Su grandeza.

Hay momentos en la vida en los que nos resulta más fáciladorar a Dios. Días en los que reconocemos su mano de po­der, días en los que sentimos Su presencia a nuestro alrede­dor. En estos momentos la alabanza prorrumpe de nuestroslabios en agradecimiento al ver Su protección y Su cuidadolibrándonos del maligno.

En otras ocasiones nos sentimos, como lo expresa elsalmista David, "en valle de sombra y de muerte." En esos

167

• LO POSITIUO DEL no •

momentos es cuando sentimos que las tormentas de la vi­da arremeten contra nuestra barca, sentimos el fuerte golpe

de las olas contra nuestra familia, vemos que los vientos es­

tán a punto de hacer zozobrar nuestras vidas. Nos cuestaelevar nuestro pensamiento al Señor y alabar Su nombre en

momentos como esos. Preguntamos, como lo hicieron losdiscípulos, ¿Señor, no tienes cuidado de nosotros que pere­

cemos? Es mi oración en esos momentos que la alabanza a

Dios le permita recibir aliento de parte de Él. Será la "vara yel cayado" que le sacará del valle y le llevará a lo más alto de

la montaña para disfrutar de la hermosa presencia del Señor.El apóstol San Pedro nos dice en su epístola: "Santificad

a Dios en vuestros corazones." ¿Cuándo? ¿Cuándo todo estábien y no sufrimos ningún abate? No, cuando nos hacendaño, cuando padecemos por causa de la justicia, cuandosentimos temor de nuestros adversarios. Es allí donde de­bemos aprender a ofrecer siempre a Dios, por medio de

Cristo, sacrificios de alabanza. La idea de un sacrificio im­plica algo que cuesta, que duele, que no es fácil. Aunque lecueste, declare: "Suyo es el reino, Suyo es el poder, Suya esla gloria."

Podemos recordar a [onás que después de desobedecer­le a Dios termina en el vientre de un gran pez. Allí junto a

las algas, los restos de comida, en medio de su propio "vallede sombra y de muerte" Ionás comenzó a alabar al Señor. En

esa misma circunstancia él declaró: "Cuando mi alma desfa­

llecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta tusanto Templo... Con voz de alabanza te ofreceré sacrificios:'

Muchas veces el mundo nos dice, como la esposa de Job ledijo a él: "Maldice a Dios y muérete." Pero nosotros debere-

168

• TUVO ES EL REIno •

mas aprender a ofrecer alabanza a Dios en todo tiempo yque de continuo su alabanza esté en nuestras bocas. Atréva­

se a alabar el nombre de Dios.

Cuando alabamos a Dios, Su presencia se hace palpable

y real en nuestras vidas. Cuando elevamos nuestro pensa­miento al Padre de las luces, de Él comienza a descender

toda buena dádiva y todo don perfecto. En ese instante elreino, el poder y la gloria de Dios se manifiestan en nuestrasvidas. Jesús dijo "No temáis, manada pequeña, porque avuestro Padre le ha placido daros el Reino." Es el deseo delPadre librarnos del poder de las tinieblas y trasladarnos alreino de Su amado Hijo. Al alabarlo, Su reino se manifiesta

en nuestras vidas. De la misma manera Dios desea mani­festar Su poder en nuestras vidas: poder para ser testigos,poder para no desmayar, poder para hacer riquezas, poder

para ser guardados y alcanzar la salvación. Al comisionar­nos, Jesucristo nos dio poder para hollar serpientes y escor­piones, nos dio poder sobre toda fuerza del enemigo, y nosprometió que nada nos dañaría. Al alabar a Dios Su poder

se manifiesta sobre nuestras vidas y nos da autoridad y po­testad sobre todo ataque del enemigo. Así como Dios deseadarnos Su reino y Su poder, Él desea manifestar Su gloria

sobre nuestras vidas. Jesús fue coronado de gloria y honragracias a Su padecimiento en la cruz del Calvario por todosnosotros. Su intención al hacerlo fue llevar muchos hijos a

la gloria. (Hebreos 2:10b). Dios desea que reflejemos comoun espejo la gloria de Jesucristo y a medida que lo hagamos,seremos transformados de gloria en gloria gracias al Espíri­

tu del Señor.Al apartarse a alabar al Señor, Su gloriosa presencia se

169

• LO POSITIllO DEL no •

manifestará en su vida. Él desea habitar y hacer Su taber­

náculo en las alabanzas que usted le ofrece. Cuando el des­

ciende en medio de las alabanzas que usted le brinda

descienden el reino, elpoder y la gloria de Dios y se derraman

sobre su vida. No importa la situación que esté viviendo, no

importa las circunstancias que lo rodean, al alabar a Dios yreverenciarlo, viene a nosotros Su reino; se establece en

cada situación Su poder y se derrama sobre toda circuns­

tancia la gloria de Dios. Determínese a adorar a Dios en

lo más oscuro de su noche y verá como la gloria de Diosilumina su vida.

170

Señor Jesús,Tú me enseñaste a proclamar Porque tuyo es el

reino, y elpoder, y lagloria. QueelReinode Dios que

es amor, paz y gozo en el Espíritu Santo vengan a

morar en mí. Que el Reino de Luz establezca la vo­

luntad Divina en mi senda diaria. Que el Reino de

los cielos venga a establecer Su gobierno en mi vida,

en mi familia, en mi iglesia, en mi país. Que elpoder

de Dios se hagareal en mi vida tomando control de

todoaquello que me preocupa y me tienesubyugado.

Que la gloria de Dios descienda sobre mi vida y me

llene de Su paz, en el Nombre deJesús.

Padre Celestial: Gracias por venircon Tus santos

ángeles a cambiarla atmósfera espiritual que me ro­

dea. Al alabarte y reconocerte como el únicodigno de

gloria, honray poderpuedo sentir Tu Persona a mi

lado. Sé que habitas en medio de la alabanza de Tu

pueblo y en esta hora teofrezco sacrificios dealabanza

y te doy el fruto de mis labios agradecidos por Tu fi­

delidad y Tu misericordia. Ven, reino de Dios, ven

Poder de Dios, ven Gloria de Dios, ven, Señor Jesús.

Te doy a Ti todoel reino, todo elpodery toda la

gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Evan Roberts

Kathryn Kuhlman

Roberts Liardon captura elentusiasmo y dinamismoespiritual de doce hombres y mujeres de Dios.En los capítulos encontrará eventos que cambiaronla cara de la iglesia en los últimos años del sigloXIX y en los comienzos del XX.Descubra los principios de estos poderosos guerreros.las luchas que soportaron. y las batallas que gana­ron al derramar Dios su Espíritu.

John AlexanderDowie

MariaWoodwoth·Etter

Iglesia Visión de FuturoCasilla de correo 288(3000) Santa Fe

República Argentina

Si desea comunicarse con elMinisterio de Ornar Cabrera

envíe su correspondencia a:

www.visiondefuturo.org