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ANTONIO DROVE AZA ON AL CANTO DEL CANAR O ROLLER -2" EDICION- REVISTA PAJAROS, 2" EPOCA (NUMEROS 19 AL 33) 1972-1976

ON AL CANTO DEL CANAR O ROLLER - … · tido subjetivo para designar la sensación producida en la conciencia de un obser- vador ... el aire situado en el sentido del movi-

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ANTONIO DROVE AZA

ON AL CANTO DEL

CANAR O ROLLER

-2" EDICION-

REVISTA PAJAROS, 2" EPOCA (NUMEROS 19 AL 33)

1972- 1976

El canto del canario Róller La técnica del canto es más compleja y

dificil de lo que aparentemente parece ser

Por ANTONIO DROVE A Z A

AAucho se ha escrito sobre la cultura del canto del canario Roller y, sin em- bargo, ante tal abundancia de literatura, pueden comprobarse diferentes criterios técnicos de apreciación que permiten sospechar que la técnica del canto Roller es más compleja y difíci l de lo que apa- rentemente parece ser.

Según m i opinión, la causa del confu- sionismo existente es debida a la indu- dable evolución sufrida en esta modalidad de canto en estos últ imos decenios, apar- tándonos deliberadamente de las carac- terísticas clásicas del canto Edelroller del Harz: oquedad, ritmo, dulzura y senti- miento.

La amplitud o generalidad con que ha sido estudiado y aceptado el canto Ro- Iler, ha conducido a formas distintas de expresión de las típicas, preconizadas por los clásicos alemanes. Asimismo, el standard en vigor para juzgar los canarios Roller, en el aspecto de amplitud como está concebido, para dar cabida a dis- tintos estilos o Iíneas de canto, es tam- bién causa de la evolución sufrida y que nos olvidemos del genuino cantor, musi- cal por excelencia, que causó admiración en el mundo entero y que por él, preci- samente, alcanzó la Canaricultura la di-

fusión y prestigio que todos conocemos.

No hay duda que todas las escuelas o Iíneas de canto poseen sus particulares características más o menos antagónicas entre sí, que modifican sensiblemente las formas básicas de expresión, dando lugar a mixtificaciones y confusiones tanto en la interpretación de las frases cantadas como en el valor intrínseco de ellas. Se comprenderá, por tanto, lo difícil que es. no ya explicar el canto Roller en concep- tos amplios, sino también, cuán ingrata y desagradable resulta la misión de los jueces -hablo por propia experiencia-, que deben determinar el justo valor de los canarios que concurren a los concur- sos, cuando los ejemplares presentados no poseen características bien definidas.

Las mismas Iíneas de canto que hoy existen, las cultivaron los genios de la Canaricultura alemana de principios de siglo y, a pesar de ello, la masa de la afición se inclinó por el cultivo del (<can- to hueco)), porque comprobaron que a mayor simplicidad en la estructura de las frases cantadas, tanto más grato, ar- monioso y musical resultaba el canto, llegando incluso a la conclusión, por aquel entonces, de que era preciso para mantener la pureza de dicción y tona-

lidad de los célebres Edelrollers (nobles ruladores) no permitir la intromisión en el repertorio de sus canarios de notas de otras Iíneas de canto que enturbiaran la dicción o que modificaran las caracte- rísticas típicas de su línea de canto, eminentemente hueca.

No debemos ignorar, también, que las otras Iíneas de canto poseen otras bue- nas cualidades que las hacen acreedoras a su cultivo por parte de aficionados partidarios de estas modalidades; por cuyo motivo y para complacer a todos los cultivadores, se mantiene en vigor un standard de conceptos amplios que aco- ge a todos los estilos de canto Roller.

Para asimilar el canto Roller, es pre- ciso una constante superación en su es- tudio, llegando incluso a forjarse en la imaginación, combinaciones de notas para conseguir ver retratadas las formas re- sultantes de sus ideas. No debe creerse, por tanto, comprender el canto Roller por las explicaciones más o menos teó- ricas que podamos recibir, sino que será preciso que nos forjemos en la mente efectos, contrastes y musicalidad de las diversas formas de expresión con que p~ieden expresarse los canarios, hasta llegar a autoformarnos con criterios bien definidos, que en muchos casos di- ferirán bastante de los que otros espe- cialistas han dicho o escrito.

Para poder ayudar a los que quieren iniciarse en este bello canto de los ca- narios, voy a ofrecerles en sucesivos ar- tículos mi modesta y particular expe- riencia sobre este tema y que no dudo la irán asimilando quienes efectúen sus prácticas con los aparatos y dispositivos, de los que intentaré dar a conocer su construcción en cada caso, al explicar las distintas notas del Standard.

Antes de dedicar la atención al canto Roller, es conveniente conocer, muy ele- mentalmente, algunos conceptos de Acús- t ica, que facilitarán la comprensión de la técnica del canto Roller.

La Acústica es la rama de la Física que se ocupa de la producción y propa- gación del sonido, proceso de audición,

instrumentos, etc., como también del es- tudio de los locales para que reúnan cualidades acústicas más favorables.

El término ((sonido)> se utiliza en sen- tido subjetivo para designar la sensación producida en la conciencia de un obser- vador al ser estimulado su nervio audi- t ivo. En sentido objetivo, es utilizado con referencia a las ondas producidas por compresión del aire, capaces de es- timular también el nervio auditivo.

Las ondas sonoras en la atmósfera se originan siempre por el movimiento vi- bratorio de algún cuerpo en contacto con el aire. Ejemplos: las cuerdas de un vio- lín, el cono de un altavoz, la caja de resonancia de un piano, etc. En los ins- trumentos de viento (flauta, e tc . ) , el cuerpo vibrante es una columna de aire en el interior del instrumento. Las vi- braciones de las cuerdas, diafragmas y columnas de aire son análogas, si bien plantean problemas complejos que inclu- yen tanto los conceptos de movimiento vibratorio como los de ondulatorio.

Si disponemos de una Iámina metálica (un trozo de muelle de acero) sujeta por un extremo al borde de una mesa (figura i ) , y la separamos bruscamente por el extremo l ibre de su posición de reposo, observaremos que se pone en vibración y produce un sonido bien audi- ble (reforzado por la resonancia de la mesa). Esta Iámina, al vibrar, comprime el aire situado en el sentido del movi- miento produciendo en este lado una con- densación y una depresión en el lado opuesto. Las capas de aire al comprimir- se y enrarecerse comunican un movi- miento de presión y depresión a las capas inmediatas, propagándose así la vibra- ción sonora en la atmósfera a una velo- cidad de 330 metros por segundo.

Si en lugar de una Iámina metálica utilizamos un tubo sonoro (figura 2 ) , e insuflamos aire por la embocadura, pro- duciremos un choque de aire en el bisel, formándose las correspondientes com- presiones y depresiones en el interior del tubo, propagándose igualmente su vi- bración sonora a la atmósfera.

Las vibraciones de la lámina como también las del tubo podemos represen- tarlas gráficamente por oscilogramas. En el primero, observamos que su vibración va decreciendo hasta anularse debido a pérdidas de energía, produciendo una oscilación o vibración <(amortiguada)). En cambio, en el otro oscilograma, mientras insuflemos aire en el tubo, a una presión constante, la vibración será ((continua), y constante en intensidad.

A una oscilación o vibración completa de la Iámina o de la columna de aire en el tubo, se llama ((ciclo)) o período^^, que corresponde en los oscilogramas al trozo grueso AB o a los BC, CD, etc, en trazo fino de las curvas respectivas. El número de ciclos o vibraciones completas gene- radas en el t iempo de un segundo se llama ((frecuencia,,, y es la que define

que, acortando la Iámina o reduciendo la longitud del tubo, el número de vibra- ciones o ciclos es mayor y, por tanto, el sonido resulta más alto. En el caso del tubo comprobaremos, además, que obturando paulatina y adecuadamente el extremo abierto, el sonido baja en su tonalidad hasta una octava infer ior (mi - tad de ciclos de las que corresponden al tubo abierto). Esta particularidad de poder obtener las siete notas (y sonidos intermedios) de la escala diatónica (do, re, mi , fa, etc.), nos permit i rá efectuar prácticas cuando llegue el momento de explicar, en futuros capítulos, las varia- ciones del canto Roller.

Definido ya el ((tono)) como pr imera cualidad del sonido, veamos las otras dos cualidades que le son inherentes: la ((amplitud)) y el ((t imbre)).

w Fig. 1

aire

Fig. 2

I

el ((tono)) o altura del sonido. Cuanto Hemos visto que al forzar a la vibra- mayor es el número de ciclos por segun- ción a la Iámina de la figura 1, produ- do, tanto más alto o agudo es el sonido. cía un sonido que iba amortiguándose Por claridad de exposición, solamente se rápidamente. La mayor intensidad sonora han dibujado en los oscilogramas un cor- correspondía, por tanto, a la máxima dis-

1 t o número de ciclos, cuando, en realidad, tancia angular (elongación) de SU punto deberían ser mucho más numerosos al de reposo. El punto de mayor intensidad

l i tratarse de sonidos audibles. (<OH), de la curva es el que define la

Experimentalmente podemos comprobar <(amplitud,). En la figura 2, la ampl i tud l I

I - 71 -

OH es constante y el sonido obtenido ha sido también constante en intensidad por haber insuflado el tubo con presión cons- tante de aire. La [(amplitud» y la tlinten- sidad» de un sonido son, por tanto, si- nónimas, y denotan sonoridad o energía acústica.

En los oscilogramas que hemos visto las curvas (ondas] representadas, corres- ponden a frecuencias fundamentales,) o ([sonidos puros)), cuando en realidad son muy pocos los cuerpos en vibración que producen sonidos de absoluta pureza. De ser así, los sonidos producidos por los diversos instrumentos musicales se con- fundirían entre sí al generar las mismas notas. Precisamente no ocurre tal con- fusión de sonidos debido al denominado ((timbre., que posee la cualidad de dis- t inguir las voces de las personas, ani- males y de los instrumentos musicales. Veamos por qué:

Cualquier cuerpo en vibración (Iámi- nas, cuerdas, lengüetas, cuerdas voca- les, etc.) produce siempre un sonido puro o fundamental^^, de acuerdo a sus dimensiones y propiedades físicas, pero también puede producir, por caracterís- t icas especiales, otros sonidos más altos que se superponen y que son múltiples de la frecuencia fundamental, llamados ~(armónicos,) (que generalmente van de- creciendo en intensidad a medida que se apartan del sonido puro) , dando lugar a un sonido resultante más o menos com- plejo, pero dist into en cada caso según la amplitud y el número de sus armó- nicos.

La figura 3 tal vez aclare este con- cepto de [[timbre,). Observemos la dife- rencia entre los t res oscilograrnas obte- nidos con una misma frecuencia de

vibración correspondiente a una nota «do.: En A está representada la nota ([don, pura, s in armónicos. En B, la misma nota dada por un piano, y en C, la mis- ma nota producida por un órgano.

El oído humano normal solamente pue- de percibir sonidos comprendidos entre 20 y 20.000 ciclos por segundo. Estos márgenes extremos son prácticamente inaudibles, puesto que los sonidos, según su frecuencia, no nos llegan con igual intensidad a nuestra conciencia, siendo su percepción más acusada a medida que se acercan a las frecuencias compren- didas entre 2.000 y 3.000 ciclos por se- gundo, que son los más sensibles al oído humano, requiriéndose, en cambio, para las frecuencias extremas intensida- des de varios cientos de veces superio- res, para producir la misma sensación auditiva que las producidas por los 2.000-3.000 ciclos por segundo.

Fig. 3

Esta no linealidad de la percepción del sonido es bien patente en las ((notas,) del canto del canario vulgar, las cuales llegan a producir sensaciones desagra- dables, porque las emiten precisamente en ese margen de frecuencias más sen- sibles a nuestro oído, acentuando su efecto penetrante por la desmedida in- tensidad de la voz, que las hace frecuen- temente insoportables.

ESPECIALIZACION & lniciacion al canto del

canario Koller (Contiriuacion)

Por ANTONIO DROVE AZA

El proceso para la producción del so- nido por el canario puede compararse , a grosso modo, al de un tubo sonoro. En

efecto , hemos visto que era preciso in- suflar aire en la embocadura del tubo para producir sonidos, y cuya tonalidad era susceptible de variación obturando a voluntad el extremo abierto. El aparato vocal del canario s e compone asimismo d e : laringe (equivalente al ext remo abierto del tubo sonoro y que el cana- rio la obtura a voluntad) ; la tráquea (longitud del t u b o ) ; siringe u órgano pro- ductor del sonido (ventana o bisel d e la embocadura del t u b o ) , y los bron- quios, que son los insufladores d e la corriente d e aire, suministrado por los pulmones y s a c o s aéreos . La sir inge, donde afluyen los bronquios, debe dispo- ner d e ciertos músculos o membranas adecuadas , pues tos en tensión volunta- r iamente por el canario cuando quiere emitir el sonido. La modulación y varia- c iones del tono s e efectúa obturando m á s o menos la laringe y acortando o alar-

gando l igeramente la t ráquea. Como complemento a e s t e delicado aparato productor de sonidos , dispone de una auténtica cámara d e resonancia, que aumenta poderosamente la sonoridad de la voz, formada por la cavidad bocal y el esófago.

Ahora bien, e s t e aparato vocal, que puede corresponder al de un canario co- rriente y que e s suscept ib le d e emitir sonidos continuos, modulados e n distin- t a s tonalidades, por la laringe y cavidad bocal, ¿puede asemeja r se el sonido obte- nido al típico del Roller en el que do- minan los pasajes tremolados (rulados) en el repertorio de s u canto? Hay que admitir la existencia d e algún músculo u órgano adecuado que , ejerciendo fun- c iones d e válvula, interrumpa con relati- va velocidad (30 v e c e s por segundo, aproximadamente) la corriente de aire aspirada por los pulmones y que incidida sobre la sir inge s e a capaz d e producir un sonido tremolado. Como s e a , como s e produzca la tremolación e n el cana-

rio, ya veremos que e s probable que exis- ta e s t a interrupción periódica d e la co- rriente d e aire, al explicar la construc- ción del dispositivo tremolador, para la obtención de ruladas d e dist intas tona- lidades.

La tesi tura normal del canto Roller abarca t r e s octavas d e la escala musi- cal, correspondiendo los sonidos más bajos a los Knorren, con una frecuencia de 175 ciclos por segundo , aproximada- mente (1 74,6 ciclos exactamente , corres- pondiendo al F A d e la tercera línea por debajo del pen tagrama) , y los más a l tos , a los 1.400 ciclos [1.396,9 que corres- ponden al F A por encima del pentagra- m a ) , para los Klingel y Klingelrolle. Esto no quiere decir que un canario que tenga desplazada s u tes i tura hacia más altura musical, por ejemplo, en t re 200 y 1.600 ciclos [ también t r e s octavas d e exten- s i ó n ] , los contras tes d e s u s sonidos no sean también gratos a pesar del mé- rito indiscutible d e los tonos m á s bajos. Lo principal, en todos los c a s o s , e s que el canario emita los sonidos sin cambios bruscos, o contras tes excesivos ent re tonalidades ex t remas , y que las tonalida- d e s más al tas las emita s iempre con suavidad y la máxima dulzura, ya que , aun siendo alto un sonido con relación a los bajos y medios ) , puede resultar muy agradable si lo emi te con menor inten- sidad sonora.

Por lo que respecta a las tonalidades bajas, e s f recuente atribuir objetivos ta les como: grave, profundo, etc. , a los sonidos emitidos por un canario Roller, cuando, en verdad, e s o s objetivos, algu- nas veces , no responden exactamente 9 la realidad, puesto q u e los sonidos pue- den ensordecerse se)^ sensiblemente y apa-

rentar tonalidades más bajas d e lo q u e son. Un ejemplo d e error manifiesto lo t enemos en muchos aparatos d e radio, en los cuales el llamado regulador d e tono cumple una función d e ensordeci- miento d e los sonidos en vez d e la e s - pecífica de variación de tono. Asimismo, la sordina aplicada a varios instrumen- t o s cumple exacta función cuando e n ciertos pasajes musicales s e requiere s u utilización y sin que por ello los tonos d e los sonidos fundamentales s e modi- fiquen en lo más mínimo.

Los sonidos graves y medios e n el canto Roller (y en los demás cantos d e los canarios) son tanto más agradables si é s t o s poseen esencia musical en s u s tonalidades. La máxima musicalidad del canto Roller s e obtiene con tonalidades huecas en las diversas variaciones d e las f r ases contadas. Estas tonalidades hue- cas dependen esencia lmente d e la e s - tructura de las variaciones y son tanto más gra tas al oído cuanto m á s s imple s e a la composición de las f r ases y do- minen las vocales sobre las consonantes .

Si analizamos electrónicamente el sonido producido por la emisión d e su- cesivas vocales ligadas ent re sí [oooooo- uuuuuu-iiiiii) obtendremos ondas seno- idales perfectas que definen sonidos puros. En cambio, si repetimos rápida- mente sí labas compuestas d e vocal y d e una o varias consonantes , comprobare- mos que las consonantes s e comportan como ruidos. Por lo expuesto , d e b e m o s admitir que cuanto m á s simple e s la com- posición de las sí labas que componen el texto de las f r ases y variaciones, t an to más agradable y musical resultará el canto emitido por los canarios Roller, y el sonido tomará , por las caracter ís t icas

d e resonancia d e la cavidad bucal, el tono hueco, agradabilísimo, que no debe faltar jamás e n un buen canario musical Roller.

Si con el nudillo del dedo índice gol- peamos repetidamente sobre una mesa o un cajón, obtendremos sonidos muy gra- v e s m á s o menos duros o sordos . Si re- pet imos la experiencia con un objeto cóncavo, como un bebedero, un vaso o una taza de café ( d e porcelana) , com- probaremos, al golpear sobre la base , que produce unos sonidos huecos muy agra- dables. Si con la otra mano tapamos más o menos la boca de e s t o s objetos y gol- peamos lo más rápidamente posible, obtendremos una suces ión de sonidos huecos a u e cambian d e tonalidad has ta que , al tapar completamente la boca, pierde el sonido completamente s u ca- rácter d e oquedad, transformándose en opaco y sordo. Por tanto , podemos admi- tir que la gravedad del canto del cana- rio Roller no e s privativa d e calidad, sino que é s t a viene definida por el carácter musical del tono, y é s t e s e encuentra precisamente en la oquedad dentro d e márgenes muy amplios d e tonalidades.

El canto Roller, para que s e a realmen- t e bello y agradable, debe poseer sus to- nalidades, a l tas , medias y bajas, mati- c e s d e belleza musical , no concediendo tanta importancia y mérito a lo tonos exces ivamente graves s in colorido mu- sical alguno y que , a d e m á s , e s a grave- dad puede s e r engañosa por su condi- ción d e opacidad acusa .

bien incorrecta, si no s e relaciona la dicción con tonalidades definidas, puesto q u e podemos nosotros e igualmente los canarios emitir sonidos de cierta altura musical , pronunciando indistintamente la i , la o ó la u. Podemos, por ejemplo, can- tar , en el mismo tono del La normal, pronunciando suces ivas í e s , o e s o úes . Por tanto , la vocal no define exactamen- t e el tono d e un sonido, sino que e s pre- c iso hacer referencia al tono o altura mu- sical e n que son ejecutados los distintos pasajes de la canción del canario Roller.

La belleza que imprime al canto la pureza d e dicción de las vocales -por s u s con t ras tes d e pronunciación y de al turas musicales- e s tanto más acu- sada cuanto más gra tas s e a n las voca- l e s que s e pronuncian. Las únicas voca- les verdaderamente agradables son la i .

o y u , como también la conjugada ou, para expresar las plañideras flautas y ciertos redobles de sonido con eco , sien- do incomprensible que puedan valorarse o t ras vocales que producen, efectivamen- t e , vocales nasales o dureza de expresión en las f r a s e s cantadas .

Con e s t a s vocales gra tas y la casi supresión de las consonantes ( s e adivi- nan m á s que s e pronuncian), s e consi- gue una agradabilísima sucesión de va- riados sonidos , contrastados además , por la es t ructura d e dist intas variacio- n e s , d e acuerdo con el ritmo o cadencia de los t e m a s que constituyen el standard y que transforman el canto Roller en pá- ginas d e auténtica musicalidad por s u s tonalidades blandas, redondeadas, exten-

Es f recuen te valorizar 10s pasajes del s a s y dulces , contras tadas por pulcri- canto del canario Roller atendiendo a la tud d e d i fe ren tes al turas musicales. pureza d e la pronunciación d e las voca- Cultivando las consonantes en el re- l e s q u e resaltan en la es t ructura d e las pertorio del canto Roller ( en sent ido am- f rases . Esta regla e s muy relativa, o m á s plio de l íneas d e canto) s e consigue

otro tipo d e expresión del clásico Edel- roller, en los que s e modifica el ritmo y la pureza musical. En efecto: d e s d e el momento que intervienen consonantes en la composición de las variaciones tremo- ladas, e s fácil suponer que la frecuencia en la repetición d e las s í labas e s más lenta que si fueran repetidas las voca- l e s , batidas por una consonante muy sua- ve , apenas perceptible. Asimismo, la mo- dificación del ritmo clásico t rae consigo una indudable mejora en la obtención d e tonalidades más bajas d e los sonidos , pero, en cambio, la pureza de los tonos sufre en su calidad por la adición d e las consonantes que enturbian, como hemos dicho, la pureza del sonido. Pre- c isamente debido a e s t o s motivos hay quienes mantienen, como orgullo de evo- lución sufrida, que el canto actual del Roller ha mejorado en volumen y grave- dad, y si e s t o e s verdaderamente exac- to , no e s menos cierto que tanto la pu- reza musical, como la indiscutible oque- dad del tono, como también la variedad de canto e incluso la forma de expresión, han sufrido un retraso nada desprecia- ble comparándolo con aquellos cé lebres canarios del Harz que conocimos hace varios decenios.

Esta evolución sufrida e s explicable debido a las causas señaladas , fácilmen- t e comprensibles por las leyes del so- nido. En acústica s e presenta práctica- men te el fenómeno d e las variaciones del tono y volumen d e un sonido d e acuerdo a s u velocidad d e producción del mismo en múltiples casos . Ejemplos: una cartulina apoyada e n las a s p a s d e un ventilador eléctr ico, agudizará y dis- minuirá el volumen del sonido producido por el choque de ambos , a medida que la

velocidad del motor aumenta . En un dis- co gramofónico impresionado con cierta velocidad y reproducido a menor número de revoluciones, aumenta el volumen so- noro y baja la tonalidad sensiblemente hasta el ext remo d e modificar las voces d e las consonantes , pareciendo d e bajos profundos las voces de los t enores más ligeros.

El volumen d e sonido emitido por ün canario Roller e s función de la cantidad de aire expelido y d e la resonancia de s u propia voz en la cavidad bucal. Como la capacidad de los pulmones y s a c o s aé reos e s limitada, s e comprenderá que el canto s e r á tanto m á s corto y menos variado ( s i empre que s e a continuado y no emitido a impulsos) cuanto más so- noro y bajo s e a s u canto , pues to que más pronto s e desinflarán los pulmones. Podemos admitir, por tanto , que una cua- lidad d e mérito d e un canario Roller e s la de poseer buena sonoridad de voz, en relación con ot ro canario que ejecutando las mismas variaciones con las mismas tonalidades s u voz s e a más pobre o me- nos extensa o m á s dura.

La sonoridad, extensión y dulzura del sonido es tán bien pa ten tes en las tona- lidades huecas . Un buen repertorio de cante hueco variado y continuado posee las mejores cualidades valorizables d e un canario Roller d e calidad normal, sin que tenga necesidad d e expeler rápida- mente una cantidad excesiva d e aire d e s u s pulmones para desarrollar buena so- noridad. La oquedad s e manifiesta por una particularidad especial consis tente en que s u percepción e s más extensa y voluminosa a cierta distancia que en la proximidad del canario.

El volumen d e voz y la percepción de

los pasajes más suaves y del icados es inf lu ido grandemente po r las condicio-

nes acústicas del local donde se escu- chen los canarios. Puede ocurr i r que, de-

b ido a condic iones favorables de reso-

nancia en u n local o habitación, nos cau-

se una grat ís ima impres ión el canto de u n canario Roller con voces blandas y

sonoras. En cambio, este m ismo canario

en o t ra habi tación con cort inajes y pro-

fusamente amueblada, o s implemente por

no poseer condic iones acústicas adecua-

dass puede decepcionarnos por sus vo- ces opacas o enfermizas. ¡Cuántas ve-

ces m e desi lus ioné al escuchar en m i

casa canarios que m e parecieron exce- lentes en domic i l ios extraños!

En los concursos de canto, tanto a puerta abierta como cerrada, es preciso

d isponer de un local adecuado que per-

m i ta apreciar, desde el p r imer lo te que

se juzge, e l valor real de los pájaros

concursantes. Aun así, es muy posib le

que la impresión causada por los dos o t res pr imeros lo tes pueda modi f icar la

verdadera valía de los demás lotes, ya

que s i e l local no posee buenas condi-

c iones acústicas la impres ión del pri-

mer l o te n o será l a mejor , aun tratándose

de m u y excelentes e jemplares. En cam-

bio, poseyendo e l local excelentes condi-

ciones, es m u y probable que nos confun-

damos al considerar de buena cal idad

ejemplares con n o excesivas cual idades

reales respecto a tonal idades y mat ices

musicales. Estas just i f icables c ~ n f u s i o -

nes in ic ia les, ref lejadas en punt i iac iones

más o menos incorrectas, pueden modi-

f icar la marcha de la puntuacióri rea l de

todos los demás ejemplares concursan-

tes . U n med io de ev i ta r lo , e n l o posib le,

sería e l de intentar contro lar liss efectos

sonoros de la sala, acudiendo a instru-

mentos sonoros patrones o canarios, per -

fec tamente conocidas por e l juez las to-

nal idades y vo lumen de voz, para que, al in ic iar e l concurso. tenga 13 mayor idea

del e fec to benef ic ioso o per judic ia l que

ejerce el local e n la inte l ig ib i l idad de los

sonidos de los canarios durante e l t iem-

po que ha de permanecer en s u ingrata mis ión cal i f icadora.

(Continuará)

ESPECIALIZACION & lniciacion al

clásico Roller

Por ANTONIO

can

DEOVE

En el capítulo anterior he relacionado la Acústica para intentar explicar algunas particularidades del sonido en relación con el canto Roller. En sucesivos capítu- los es posible que vuelvan a surgir con- sideraciones de esta índole que, tal vez, aclaren conceptos y afiancen teorías. Creo que es necesario intentar dar ex- plicaciones del porqué de las cosas, acep- tando o rechazando, de acuerdo a moti- vos convincentes más o menos cientí- ficos.

De la técnica del canto Roller se ha hablado mucho, y aunque parezca increí- ble, cada uno en su país, e incluso en distintas regiones del mismo país, man- tienen criterios dispares de esta modali- dad de canto. .:.

Esta discrepancia, bien manifiesta en muchos casos -aun entre expertos in- ternacionales-, no tiene más causa que la falta de difusión de definiciones ca- tegóricas y del desconocimiento de las normas internacionales de aplicación para la valoración de las distintas modalida- des del canto Roller, y que, como es presumible, han conducido a una confu- sión en la afición y, como consecuencia, al cultivo arraigado y desordenado de tantas mixtificaciones inadmisibles e in-

compatibles con el genuino canto clási- co Roller.

Dado el estado actual de la Canaricul- tura, la denominación de Roller es, se- gún m i parecer, la más acertada, puesto que, en este sentido amplio de la palabra, puede acoger la expresión de distintas Iíneas de canto; la de Canto Clásico, a secas, sin posponer Roller, es incorrecta, puesto que <<canto clásico^^ no denota ningún tipo definido; la de Canto Flauta tampoco es adecuada, por cuanto <¡flauta]) debe hacer referencia a tonalidades ex- clusivamente, y estas tonalidades de sonido hueco aflautado solamente son privativas de los canarios Edelroller o canarios puros de Harz, siempre y cuan- do éstos mantengan en dominancia bien acusada de las clásicas características de canto rulado e intermitente, en sus fundamentales formas de composición y expresión fonéticas.

Así, pues, Canto Clásico Roller, Edel- roller, del Harz y Flauta son sinónimos para definir el canto rodado de cadencias y tonalidades bien conocidas. En cam- bio, la denominación de Roller, en senti- do amplio, debe acoger a las variadas modalidades que son susceptibles de ob- tener al cultivar cualquiera de las líneas

de canto establecido o puedan estable- cerse en el futuro.

Es tal el número de variaciones com- puestas que pueden emit i r los canarios, al combinar temas (touren) diferentes, determinados en el Standard Roller, que no será difícil imaginarse la complejidad de variaciones obtenibles, tanto por la estructura fonética como por los ritmos y tonos y también por las diferentes for- mas de expresión, que resulta difíci l el estudio, análisis y valoración de tales rnixtificaciones, que un experto debe de- finir en los concursos, si conoce las nor- mas de aplicación, unificadas internacio- nalmente.

Aun así es posible que, juzgando va- rios expertos a la vez, no concuerden en sus apreciaciones y sea preciso (si merece la pena por la excelente calidad de los canarios) una discusión analítica de sus respectivos puntos de vista, en el corto espacio de tiempo que han de permanecer los canarios en los concur- sos internacionales.

Tres causas, según m i manera de ver, han conducido a la imprecisión en el can- to Roller: la falta de pureza en la dicción de las frases cantadas; el deseo evolu- cionista para conseguir entonaciones de la mayor gravedad y sonoridad, y las ex- cesivas líneas de canto que eran sus- ceptibles de establecer de acuerdo al Standard hasta ahora en vigor, con objeto de cbtener distintas modalidades de can- to. Las tres causas han redundado en perjuicio de la pureza del canto del Harz.

La pureza de dicción y la entonación están íntimamente relacionadas entre sí, ya que éstas se modifican sensiblemente de acuerdo con las composiciones foné- ticas de las frases, por lo que es conve- niente, dada la actual tendencia en consi- derar dos líneas de canto, en cuanto a tonalidades (línea hueca y la no hueca), la de discriminar ambos conceptos para que los lectores tengan idea de los mismos.

Desde luego, puedo anticipar que en mis relaciones con aficionados expertos alemanes siempre recibí recomandacio-

nes concretas para definir, en lo posible, el canto Roller hacia tendencias clásicas de pureza de canto y de tonos. Por tanto, y convencido además de ello por m i ex- p e r i e ~ c i a muy particular en esta materia, insisto, una vez más, para general conoci- miento de los aficionzdos y sepan a qué atenerse sobre estas importantes consi- deraciones.

Según m i modesta y tal vez equivocada opinión, no existe más que una Iínea de canto auténticamente hueca, y es la que corresponde a la de los canarios que emiten todo o la mayoría de su canto en ese tono hueco fluido muy particular, propio de la resonancia de sonidos puros en concavidades adecuadas (cavidades bucales) como consecuencia de la emi- sión de composiciones silábicas muy sim- ples (sin ser apenas perceptibles las consonantes) y, por tanto, la oquedad tendrá más acusada su pureza en los te- mas (touren) de más simple composición fonética.

Esto quiere decir que, a medida que aumenta la percepción en nuestro oído de mayor número de vocales y conso- nantes, tanto más compleja es la compo- sición o estructura fonética de la frase y, por tanto, el sonido resultante no po- seerá tanta pureza (a causa de los ar- mónicos engendrados), por lo que la resonancia de tales sonidos impuros ten- derán a convertir la oquedad en tonali- dades mixtas, más o menos engoladas, graves, o sordas, a pesar de que en la práctica se anteponga a los touren la palabra Hohl (hueco) para expresar la característica de auténtica oquedad que deben poseer.

Aclaremos conceptos con ejemplos en dos touren que están muy en boga y cuyas tendencias a su cultivo son la causa, sin duda alguna, de mixtificacio- nes, tanto en tonalidades como en la dic- ción de otros touren: los Glucken (clo- queos) y Wasserrollen (rulos de agua). Ambos son susceptibles de ser escucha- dos, en canarios distintos, bajo formas y tonos muy diferentes, según pronuncien

las composiciones fonéticas correspon- dientes a estos touren.

Los Glucken simples son representa- dos fonéticamente por sílabas espaciadas tal como los canarios las pronuncian al imitar con su sonido los cloqueos de la gallina clueca: g10c-g10c-g10c ... o glUc- glUc-glUc ... ; o bien mezclando en el tex- to otra vocal acompañada de consonan- tes más duras: Kloick-Kloick-Kloick.. . o Kluick-Kluick-Kluick.

En los dos casos son cloqueos, y, sin embargo, los primeros, por ser las conso- nantes suaves y ser dominadas por el sonido de las vocales gratas, escucha- remos en el canario una tonalidad hueca [relativamente hueca), y por tal motivo se le denomina Hohlgluken (cloqueos huecos). En los segundos, en cambio, si pronuncian con igual intensidad todas las letras, no es posible apreciar tonalidades huecas por la dureza de la composición fonética, lo que da lugar a la percepción de un sonido más o menos grave combi- nado con otros de distinta altura que producen la impresión de escuchar salpi- c a d u r a ~ de agua a causa de las íes que han entrado en la composición, denomi- nándose, por tal motivo, Wasserflucke [Gluke de agua).

Si en esta última expresión el canario suavizase las íes y las consonantes, y las otras vocales tomaran preponderancia en la composición, el tono resultante, sin perder el carácter acuoso del tema, Ile- garía a poseer cierta oquedad [muy rela- t iva) , por lo que se le designaría con el nombre de Hohlwasserglucke (Gluke de agua, hueco).

Exactamente igual acontece con los Wasserrollen, en los cuales las tonalida- des y formas de expresión toman distinta naturaleza, según las pronuncien los ca- narios. En efecto: la composición fonética de los Wasserrollen es muy variada, ya que fluctúa entre la más simple: blüblüblü [ü francesa). . . bIObIOb10.. . blUblUblU.. . y otras más complicadas por entrar di- versas vocales y consonantes en su es- tructura fonética: blioudbrioudblioud.. ., etc. Es fácil admitir que estas dispares

formas de pronunciación deben producir, también, tonalidaes y formas de expre- sión muy distintas, ateniéndose a la de- nominación del tema (rulos de agua), ya que en los primeros puede admitirse el carácter rodado, puesto que al batir la bl (suavemente emitida) sobre la ü, la o y la u producen auténticos redobles be- llísimos de tonalidades huecas (casi pu- ras), y se le denomina con justa razón Hohlwasserrolle. En los segundos, por el contrario, no existen redobles de movi- mientos rítmicos regulares, ni la tona- lidad obtenida posee oquedad alguna, pro- duciendo la impresión de que en vez de rulos oímos sonidos variados producidos por el ruido del agua de un riachuelo al correr sobre un fondo de guijarros; no obstante, se le llama Wasserrolle [ ? l .

Es posible que en esta última expre- sión del Wasserrollen, s i el canario dul- cificase las consonantes y por condicio- nes especiales de adaptación de sus órgacos vocales a esta modalidad de can- to [Wasser), llegara a producir redobles compuestos de agua, de efectos sonoros múltiples, culminados en el Koller [rulos triples de agua), cuyo touren, cultivado en Alemania a principios de siglo, no debió ser objeto de real y unánime as¡- milación por parte de la afición, por el hecho de no existir dos comentaristas de la época que mantengan los mismos criterios [ni parecidos) al definir la com- posición fonética del tan discutido Koller.

Con estos dos ejemplos citados, que podríamos aplicarlos asimismo a otros touren, dan idea de cuanto he repetido frecuentemente a propósito de cambio de tonalidades, ritmos y formas de expre- sión que son susceptibles de expresarse los canarios según la composición foné- tica de las frases cantadas.

Esta diversidad de tonalidades, formas y ritmos crean en la práctica una verda- dera dificultad para la determinación del valor de la frase cantada, admitiendo que se haya reconocido previamente el tema o tour en que haya emitido el canario, muchas de las veces producto de mixti- ficaciones de no fácil discriminación, má-

xirne en el tiempo fugaz en que general- mente son cantados.

Hemos oído hablar, frecuentemente, de Iíneas o ramas Glucken, Hohlrollen, etc., sin que la afición haya sabido interpretar exactamente el significado de tales deno- minaciones al ser aplicadas al canto Ro- Iler. Es preciso para comprenderlo hacer referencia al Standard o Escala en cuyo programa existen diversos temas o tou- ren, con denominación alemana, que defi- nen las características propias (que estu- diaremos a su tiempo) de cada tema, como: Hohlrollen, Knorren, Wassertouren, Glucken, etc., las cuales, repito, poseen cada uno caracteres muy peculiares en cuanto a tonos, ritmos y formas de expre- sión. Parece lógico que un canario de alta calidad deba emitir excelentemente los touren principales (los clasificados con 9 puntos) del Standard, acusando en cada uno las peculiares características de cada tema, hecho muy improbable o imposible de que ocurra en la práctica, puesto que cada canario, según sus condiciones fí- sicas y vocales (por su l inaje), tendrá más facilidad para emitir alguna de ellas con marcado predominio sobre los demás, es decir, dominará en su linaje cierta tendencia a emitir los temas que por su composición o estructura fonética mejor se adaptan a las condiciones físicas de sus órganos productores del sonido. Por tanto, definiríamos como Iíneas, rama o linaje de canto el que corresponde al de los canarios que tienen desarrollada genéticamente una especial predisposi- ción para emitir cierta modalidad con predominio total o casi total sobre las demás modalidades de canto establecidas.

Felizmente, y como era de esperar, en el últ imo Congreso de la C. O. M., cele- brado en Darmstadt (Alemania), se ha degradado el touren Gloucken en la me- dida conveniente. Los Glucken, precisa- mente, son los que han causado más graves perjuicios al canto clásico Roller, por el hecho de haberse estimulado su cultivo por parte de aficionados noveles con poca experiencia del canto clásico Roller.

Quienes preconizaron una separación radical de las dos Iíneas de canto dorni- nantes hasta ahora (incluso para ser juz- gados, en nuestro ambiente, por distintos Standards] estaban en lo cierto, puesto que habiéndose prodigado en demasía el cultivo de los Glucken, con sus corres- pondientes mixtificaciones indefinidas, la perspectiva que la canaricuitura Roller ofrecía no era de las más edificantes des- de el punto de vista crítico de quienes nos creíamos, modestamente, conocedo- res de la técnica del canto Roller.

No tan sólo la composición de distintos temas conducen a rnixtificaciones más o menos imprecisas, sino que el cultivo arraigado de ciertos touren producen mo- dificaciones en las características foné- ticas de los demás temas. En el caso de los Glucken, por ejemplo, su cultivo ejer- ce una influencia nefasta en la pureza de los touren más sencillos y más dulce- mente emitidos al ((contagiarles. una K en su dicción, que modifica sensiblemente la pureza de los otros temas, comunicán- doles un dejo particular a las frases, tal como ocurriría con la dicción de un frag- mento literario recitado por un extranjero que conociera nuestro idioma. Este fenó- meno se manifiesta en todas las Iíneas de canto, cuando son influenciadas por el cultivo prodigado de touren antagonis- tas, modificando, en mayor o menor grado, la dicción, el r i tmo y el tono, e incluso el carácter del tema, como ocurre, por ejemplo, con el Gluckerrolle, el cual, por su expresión fonética, en forma de redo- ble, debe considerase en realidad como una variedad de Knorre, y como tal debe \/al orarse.

Como resumen de todo lo expuesto en este capítulo, es imprescindible, si que- remos iniciarnos y aprender el canto Roller, empezar por comprender el canto clásico Roller, para luego, cada uno, con las consideraciones que exponga de las otras modalidades, formarse idea en la mente de las diversas formas de expre- sión que son susceptibles de obtenerse. Por otro lado, se habrán dado cuenta los lectores de la importancia de mantener

en la máxima pureza las líneas de canto que se cultiven, ya que, como hemos vis- to, lejos de mejorar una modalidad deter- minada, la impurifica y descompone. Qui- zá alguien crea que el canto clásico Ro- ller no es capaz de por sí de satisfacer plenamente, e incluso que pueda resultar monótono al estar privado de variaciones de Glucke, etc. Puedo asegurar que, con cuatro temas expresados en su forma clásica: Hohlrrollen (rulos huecos), Hohl- Knorren [rulos dobles huecos], Hohlklin- gen (Timbres huecos) y HohlPfeifen (flau- tas huecas), puede un canario desarrollar un variadísimo repertorio de tonalidades exquisitas y de una musicalidad admira- ble, que solamente quienes han tenido ocasión de oírlos y saborearlos están en condiciones de defenderlos y proclamar

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su bondad, y que, en contra de lo fácil que pudiera parecer este cultivo de can- to, es, por el contrario, muy difícil de establecer y mantener un linaje de cana- rios de verdadera valía, y por este motivo precisamente, m u c h o S aficionados del mundo entero, conocedores de esta mo- dalidad de canto, han preferido -siguien- do la corriente del desconcierto existen- te- encauzar S u S linajes por otros derroteros, donde la mixtificación y la entonación de temas, fáciles de cultivar, han encontrado terreno abonado en la masa de la afición novel, desconocedora del auténtico canto del canario alemán del Harz.

(Continuará) - - .

ESPECIALIZACION &

Iniciación al clásico Roller (Continuacibnl

P o r A N T O N I O

canto

D R O V E A Z A

El canario clásico Roller emite e! canto con e l pico cerrado, ligando armó- niosa y artísticamente diversas variaciones puras sobre un mismo tema, de los

dist intos o parte de ellos, que figuran en Standard de canto. Así, en e l Hohlrollen (Rulos huecos), un canario de excelente calidad no se l imitará a emi t i r una sola

rulada hueca vocalizada, por ejemplo, con la U, sino que deberá recrearse con l a ligazón de dist intas vocalizaciones y formas de expresión del Hohlrol len clásico, es decir, efectuará cambios de rulada, emitidas en posiciones de U, de O y de U,

bien en formas escalonadas, onduladas o mixtas. De esta manera, t res o cua- t ro variaciones de Hohlrollen, armónicamente ligadas entre sí, causarán una gratísima impresión de cambios musicales, muy superior a la que hubiéramos recibido con la emisión de una sola variación efectuada con la mejor vocaliza- c ión aceptada, la de posición U.

De la misma forma, al l igar y ejecutar e l tema Knorren (Rulos dobles), de-

berá expresarse e l canario con tres variaciones puras de este tema, según vaya vocalizando la O, la conjugada OU y la U. A l pasar al Hohlkl ingeln ( t imbres hue-

cos) , asimismo debe recrearse cambiando tonalidades según posiciones O y U;

finalmente, al emi t i r las Flautas (Pfeifen) solamente con dos expresiones plañi-

deras en posiciones OU y U (alargada) son suficientes para satisfacer plena-

mente este tema.

Vemos, pues, que con sólo cuatro temas del Standard (que puede ser am- pl iado e l repertorio con una sola variación en i , tanto para e l Klingel (Timbre]

como para e l Klingelrol le (Timbre rulado), que forman parte del tema Klingel-

touren) , un canario de calidad puede causarnos la más agradable impresión y

alcanzar la máxima puntuación al ejecutar diez u once variaciones puras emitidas con las vocales gratas de que ya hemos hablado, máxime si el repertorio de canto e s variable en cuanto al orden de emisión de temas y éstos son ligados con pulcritud y arte.

Si por primera vez oímos el canto de un excelente canario Edelroller del Harz podrá parecernos, tal vez, monótono y triste. Sin embargo -a pesar del indudable carácter severo d e su canto en general-, a medida que vayamos sa- boreándolo, observaremos que además de los contrastes de tonalidades, ritmos

y formas existe una efectiva variedad de expresión de sentimientos de acuerdo a las características peculiares de los temas que sucesivamente vaya interpre- tando. Así, demostrará una acusada nobleza en las frases de los Hohlrollen, Hohlwasserrollen y Hholklingeln; grave y contenida rabia en los Knorren; auste- ra alegría en los Schockeln, e infinita tristeza en los Pfeifen. Estas manifesta- ciones sentimentales, expresadas con tonalidades huecas - d e variado registro medio y bajo- dulcemente contrastadas por un muy comedido volumen sonoro de los brillantes Klingeltouren (temas Timbrados), definirán el canto clásico Roller como la máxima expresión de belleza y musicalidad con que puede delei- tarnos pájaro cantor alguno.

Hemos visto cómo con cuatro temas puede desarrollarse una enorme varie- dad de canto. Sin embargo, esto no quiere decir que el canario clásico Roller deba limitarse a la emisión de e sos temas exclusivamente, ya que e s factible el poder ampliar su repertorio con alguno o algunos más (Schockeln, Wasser y Glucken). En es tos casos lo que ocurre e s que su cultivo, prodigado en lina- jes continuados, llega a modificar sensiblemente la pureza de dicción de los afines y típicos del canto clásico, dando lugar a la introducción, en mayor o menor grado, de variaciones compuestas de temas diferentes, que adulteren completamente al noble canto Roller de antología.

Estas variaciones compuestas son precisamente las que, según mi criterio, crean además verdaderas dificultades de comprensión y valoración del canto,

por la complejidad d e formas, ritmos y tonos que presentan es tas mixtificaciones, las cuales, en cualquier caso, e s preciso determinar la dominancia de las ca- racterísticas que mejor definan la modalidad y, por tanto, el tema donde hay que clasificarlo y valorarlo. Así, por ejemplo, las Glucke-pfeifen (flautas d e Glucken) podrán valorarse, respectivamente, en el tema Glucken o en el de Pfeifen, s e - gún el ritmo más o menos acelerado de la emisión de los golpes silábicos: DOK - DOK - DOK- - - - DUK - DUK - DUK, en los cuales, si son emitidos con cier- ta rapidez, toman semejanza con los gloqueos ligados o en cadena y deben se r considerados como Glucken, y, por el contrario, si son expresados lentamente,

. . , ' 'alargando ligeramente las sílabas, deben aceptarse como Flautas.

Seguramente, y para evitar es tas mixtificaciones y adulteraciones del canto

típico Roller, los dirigentes de la C. O. M. creyeron conveniente restablecer en los Congresos de Udine (año 1959) y en Darmstand los tres linajes de canto que se cultivaron en las épocas de esplendor de la canaricultura europea.

Estos tres linajes, el de los Hohlrollen, el de los Knorren y el de Wasser, deben satisfacer plenamente a los amantes del buen canto Roller, porque deli- mita conceptos de canto al establecer líneas puras de Hohlrollen y Knorren, y porque, además, al restablecer la Iínea Wasser, abre horizontes de recuperación de temas perdidos a los cultivadores de esta modalidad de canto.

Los que sentimos el auténtico canto Roller como lo que realmente debe ser debemos declarar nuestra admiración a quienes han sabido, por fin, encauzar la canaricultura Roller, evitándola de la corriente de confusionismos tan acusada en estos últimos decenios.

Antes de estudiar los temas que integran el Standard de canto, es conveniente tener idea de las características que, según m i parecer, deben definir las tres líneas de canto establecidas.

Ya hemos visto en otro capítulo que los canarios Roller poseen en sus órga- nos de canto acusada predisposición para emitir con más facilidad y perfección cierta modalidad de canto. Esta predisposición, genéticamente innata a un linaje determinado, trae consigo el que puedan emitir con tanta o mayor perfección cuanto más semejanza de características de tonos, ritmos y formas posean los

demás temas, comunicando, en todo caso, la influencia de las características propias a los temas más o menos antagónicos.

Esto quiere decir que la Iínea Hohlrollen (Rulos huecos), cuyo tema (Hohl-

rollen) es cabeza de esta Iínea de canto y posee las características de oquedad, blandura y dulzura muy propias del sonido hueco (Hohl), según ya hemos visto, comunicará a los demás temas estas características, por lo que los Knorren pasarán a tener el carácter de Hohlknorren, las flautas serán Hohlfeifen, los clo-

queos simples Hohlglucken, etc., culminando la perfección en el tema Hohlklin-

geln, que, por tener el carácter común de HOHL, lo ejecutará con la máxima

pureza y dulzura, aunque modificando ligeramente (más acelerado) el r i tmo pro- pio de este tema. El efecto suavizante será acusado igualmente en el Klingel

y Klingelrolle, cuyos subtemas en esta Iínea de canto deben expresar la máxima pulcritud y belleza.

En esta Iínea Knorren (Rulos dobles), por poseer el tema básico de este linaje, las características de gravedad de entonación, mayor sonoridad y cierta dureza de expresión, transmitirá igualmente estas características, más o menos

acusadas, a los demás temas, por lo que el repertorio de canto impostado a este linaje impresionará gratamente por la engolada gravedad de entonación, muy propia de esta Iínea de canto de órgano lleno (relativamente hueca).

Si tenemos en cuenta la relativa semejanza de ambas líneas de canto y que la tonalidad, pureza de sonido, sonoridad y la riqueza de matices musicales determinan la calidad de los temas del canto Roller, podríamos admitir, con

voluntariosa transigencia, una Iínea de canto intermedio entre los linajes estu- diados, en la cual, manteniendo en lo posible la mayor pureza de los temas básicos, estuvieran conjugadas las cualidades típicas de ambos linajes.

Por lo que respecta a la Iínea Wasser, y siendo este linaje muy propicio a combinación de temas dist intos, y muy particularmente con el Glucken, podemos imaginar la complejidad de variaciones obtenibles, tanto por la composición fo- nética como por las tonalidades, que, como ya vimos en el capítulo anterior, pueden variar entre la oquedad casi pura y el sonido compuesto de tonalidades más o menos graves y el característico del producido por las salpicaduras de agua.

Si consideramos la tonalidad hueca como básica de los temas de agua, debemos recordar la influencia que ejerce la composición fonética de las frases sobre el tono, llegando a la conclusión de que a medida que se suavizaba el complejo de consonantes y algunas vocales, las frases iban adquiriendo mayor oquedad a costa de perder paulatinamente el carácter acuoso. Vimos también que únicamente los Hohlwasserrollen eran los que realmente producían redobles

auténticos, y s i tenemos en cuenta esta deducción, debemos admit i r como cabeza de Iínea de canto Wasser a los Hohlwasserrollen, ya que poseen la ca- racterística primordial para ser incluidos dentro de una modalidad del canto Roller (canto rulado).

En cambio, en la Iínea no hueca del Wasser. y debido a la complejidad de

las composiciones fonéticas, es lógico que al no poder obtenerse redobles, de- demos considerar absurdo que esté considerada esta modalidad de canto bajo la denominación del canto Roller.

Por lo expuesto, al empezar en próximo capítulo el estudio particular de cada uno de los temas del Standard y al llegar al Wassertouren, he de dedicar la atención a los Hohlwasserrollen como base de la Iínea de Agua de tonalidades huecas (relativamente) y que, según m i criterio, es susceptible de desarrollar mult i tud de variaciones entroncándola con los Glucken en una modalidad de can- to bastante diferente de las conocidas Iíneas Hohlrollen y Knorren.

(Continuará)

ESPECIALIZACION &

Iniciación al canto clásico Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

El Standard actual, con relación al que ha estado en vigor en los concursos de canto Roller hasta el año 1960, es el siguiente:

Standard anterior

. . . . . . . . . . . . Hohlrol len Knorren . . . . . . . . . . . . . . . Wasserrollen . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . . . Glucken . . . . . . . . . . . . Schockeln

Kol lern . . . . . . . . . . . . . . . Hohlkl ingeln . . . . . . . . . Pfeifen . . . . . . . . . . . . . . . Kl ingel . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . Kl ingelrol le Gesangeindruck . . . . . .

Denominación en castellano

Puntos máximos Standard actual

Puntos máximos

Rulos huecos . . . . . . . . . . . . . . . . . . Rulos dobles . . . . . . . . . Rulos de agua

Cloquos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Carcajadas

Rulos tr iples agua . . . . . . Timbres huecos . . . . . . . . . Flautas . . . . . . . . . . . . . . . Timbre . . . . . . . . . . . . . . . Timbre rulado . . . . . . . . .

. . . Impresión de canto

Hohlrol len . . . . . . . . . . . . Knorren . . . . . . . . . . . . . . . Wassertouren . . . . . . . . . Glucken . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . Schockeln -

. . . . . . . . . . . . Hohlkl ingeln Pfeifen . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . Kl ingeltouren

. . . . . . . . Gesangeindruck

De los diez temas que se componía el Standard anterior han quedado reduci- dos a ocho en el actual. Se ha suprimido el Kollern y reunido en el tema Klin- geltouren (temas timbrados) a los anteriores Klingel y Klingelrolle. Asimismo, se ha sustituido el Wasserrollen por el Wassertouren (temas de agua). Final- mente, se han degradado a los Glucken y Schockeln a 6 puntos.

La puntuación máxima asignada a cada uno de los temas es la que corresponde a las variaciones meritorias que pueden desarrollar los canarios en el repertorio de su canto. Cuando, por el contrario, emiten variaciones defectuosas, deben ser castigados con puntuaciones en contra.

Observemos que la denominaciones alemanas de los temas están escritas en plural en su mayoría (las n finales indican esta condición de pluralidad). Por lo tanto, los temas significan: Rulos huecos, Rulos dobles, etc.

Es conveniente, dado que estas denominaciones alemanas son empleadas

en general por todos los países canarícolas europeos y en la mayoría de los hispanoamericanos, i r acostumbrándonos a adoptarlas en nuestro ambiente. Con ello nos será más fácil la lectura en libros y publicaciones que hagan referen- cia al canto Roller, al poder comprender con mayor facilidad el texto de los temas tratados. Así, por ejemplo, al escribir o hablar de los Knorren, Schockeln, Pfeifen y otros, cuya denominación en alemán no es frecuente entre nosotros, pudiera tal vez producirnos ciertas dudas al no citar, respectivamente, las usua- les de Rulos dobles, Flautas, Carcajadas que, generalmente, utilizamos entre los aficionados españoles.

Asimismo, es muy conveniente habituarnos a que el orden de los temas del Standard no sufra modificación del dispuesto internacionalmente, de acuerdo al mérito de los mismos. Siguiendo esta costumbre nos será fácil conocer la pun- tuación obtenida por los canarios en ¡os concursos. Así, al establecer en las publicaciones canarícolas los resultados de los mismos, sera fácil darse cuenta que un canario de determinado número de anilla ha conseguido: 6 7 - 2 - 3 2 - 1 = 63 puntos. Esto quiere decir que el canario juzgado ha obtenido: 6 puntos en Hohlrollen, 7 en Knorren, no ha emitido Wassertouren, 2 en Glucken, no tiene Schockeln, 3 en Hohlklingeln, 2 en Pfeifen, no tiene Klingeltouren, y 1 punto por Impresión de canto, cuya suma de puntuaciones parciales ha sido multiplicada por 3 (como si efectivamente hubieran intervenido tres jueces en la calificación) para obtener el valor real del canto del canario: 6 + 7 + 2 -+ 3 + 2 + 1 = 21 X X 3 = 63 puntos. Si en un espacio existiera un cero, indicaría que el tema co- rrespondiente había sido cantado, pero sin valor positivo alguno. Si un canario hubiera obtenido algún o algunos puntos de castigo por determinados defectos en su canto, se señalan éstos al final; a continuación del noveno espacio (el co- rrespondiente al de Impresión de canto), precedidos del signo negativo. En el caso anterior, suponiendo que existieran 2 puntos negativos, la puntuación total sería: 6 / 7 + 2 4 - 3 + 2 + 1 - 2 = 19 X 3 = 5 7 puntos.

Existen en el Standard tres temas principales o cabezas de línea de canto, con puntuación máxima de 9 puntos. A estos temas se les ha asignado la mayor puntuación por el elevado número de variaciones y formas de expresión como pueden desarrollarlos en su repertorio; por este motivo están considerados como temas superiores. Los cuatro siguientes, con puntuaciones hasta 6, el número de variaciones obtenibles es más limitado y se clasifican como temas medios. Finalmente, al tema I<lingeltouren, por sus mínimas variaciones y formas de expresión, se lo considera como tema inferior.

Observemos que las puntuaciones 3, 6 y 9 son divisibles por 3, lo que Fer- mitirá establecer -siguiendo el sistema de puntuación unitaria del doctor Wolf, aceptado internacionalmente desde el Concurso de Kassel (Alemania), en 1922- las tres categorías de puntuaciones: Suficientes, Buenas y Muy buenas.

Los temas del Standard según el r i tmo de emisión pueden ser: de movimien- to silábico continuo para los temas rodados (rulados), semidiscontinuos para los Hohlkingeln y Klingeln e intermitente para los Glucken, Schockeln y Pfeifen. Estos movimientos pueden ser relativamente variables dentro de las cadencias propias de cada tema.

ESTUDIO DE LOS TEMAS DEL STANDARD

Hohlrollen: Está compuesto de las palabras alemanas Hohl (hueco) y Rollen (Rulos). Por tanto, esta denominación de Rulos huecos lleva implícita la cuali- dad de oquedad, que no debe faltar en las variaciones de este tema.

Se le ha considerado siempre, con justa razón, como Reina de la belleza del canto Roller, y si ello es cierto, no es menos exacto que para que así ocurra deben poseer en el más alto grado las características que determinan esta cualidad: blandura de contonantes, dulzura y plenitud de vocales gratas, y per- fectísima regularidad en el movimiento silábico continuo. Estas características son precisamente las que confieren belleza, musicalidad y nobleza de expre- sión a los Hohlrollen clásicos. No se concibe, por tanto, un buen canto Roller (rodado) si no posee Hohlrollen de la más alta calidad en sus diversas formas de expresión.

F i q L 3

Considero que no es suficiente con la representación de textos fonéticos: rürürürü.. . rorororo ... rurururu ..., para definir conceptos de Rulos, sino que es conveniente recurrir a la representación gráfica que aclare ideas de lo que los Hohlrollen y demás temas deben significar en la mente de los aficionados que realmente quieran iniciarse en el noble canto Roller.

Si por la embocadura de un instrumento de viento: flauta, ocarina, tubo sono- ro, etc., insuflamos aire a una presión constante, obtendremos un sonido conti- nuo, cuya altura (grave o agudo] dependerá de las dimensiones físicas del ins-

trumento, dando lugar a determinado sonido definido por el número de vibracio- nes por segundo. En la figura 1 vemos representado gráficamente el sonido pro- ducido por una determinada nota continua de la escala musical. Este sonido con- tinuo que mantiene constante el volumen o amplitud durante el t iempo que lo producimos, puede ser modulado en su forma y amplitud recurriendo a otra frecuencia inferior de vibración, como la Iínea punteada de la misma figura. Esta Iínea u onda moduladora es la que recortará al sonido dándole la forma envolvente de su propia figura, que debido al proceso de modulación quedará simétrica en ambos lados (arriba y abajo), dando por resultado la onda modulada de la figura 2. Si observamos esta figura apreciaremos fluctuaciones de amplitud en el sonido, variables desde un mínimo a un máximo, para i r decreciendo otra vez en cada ciclo. Si la onda moduladora es del orden de 30 ciclos por segundo, percibiremos en nuestro oído una tremolación del sonido del orden, también, de 30 sílabas por segundo, en las cuales las vocales serán producidas por el sonido propio de cada ciclo, y las consonantes por el choque sucesivo de cada vocal con la siguiente, dando lugar a rápidos redobles o rulos continuados: ürürürü ... ororo- ro ... urururu .. . , en los que la consonante r , muy suave, liga o bate a las vocales.

El número de emisiones silábicas por segundo depende de la anchura)^ de la vocal, por lo que el movimiento silábico de los Hohlrollen varía entre 28 y 35 emi- siones por segundo; ya que el sonido propio que define a la u se más extenso que el de la ü y, por tanto, el r i tmo del primero será más lento que el del segun- do, algo más agudo que aquél.

La forma de la onda moduladora t iene gran importancia en la dulzura del sonido percibido, ya que, como fáci lmente se comprenderá, será tanto más acusado el efecto de choque entre sílabas cuanto más achatados sean los ciclos modulados en su comienzo o al final, percibiéndose, por tanto, en mayor grado las consonantes que enturbian la dicción y endurecen las frases cantadas por los canarios.

La pureza de la vocalización t iene, por tanto, la mayor importancia en el efec- to sonoro de los Hohlrol len (y en los demás temas) . No se concibe hablar de la belleza de este tema haciendo mención de otras vocales que no sean la ü, o y u, puesto que las demás (excepto la i para los Klingeltouren), producen soni- dos nada o poco agradables y son producto, en realidad. de emisiones defectuo- sas a causa del estado enfermizo de órganos productores del sonido, tanto por enfermedades respiratorias como por inadecuada alimentación de los canarios Roller.

Tanto la ü como la o y u producen el más agradable efecto musical cuanto mayor oquedad o resonancia produce el sonido en la concavidad bucal del cana- rio, influyendo poderosamente en este efecto sonoro la casi total supresión de la consonante r , que bate a las vocales gratas, como también la perfecta regu- laridad del tremolado. Así, únicamente, puede percibirse un sonido tremolado l impísimo, cuya mayor pureza permit irá acrecentar los matices musicales, por la resonancia de su propia voz, dando lugar a los tonos inolvidables de las puros y clásicos Hohlrol len de los célebres canarios Edelrollern (nobles Ruladores) del Harz.

La tesitura normal que alcanzan los Hohlrollen está comprendida en seis tonos, aproximadamente, de la escala musical (entre el mi para el rulo en ü y el la be- mol para el de posición u, ambos dentro del pentagrama), sin que ello quiera decir que forzosamente deban moverse estas frases dentro de estos límites, por cuanto un canario de tonos relativamente altos puede poseer una tesitura más

amplia, sin que por ello resulte desagrable su canto, siempre que, a medida que la tonalidad sea más elevada, emita las frases con mucho menor volumen sonoro y mayor pulcritud, puesto que las notas relativamente altas sensibilizan en mayor grado nuestro oído a medida que se acercan a las frecuencias de 2.000- 3.000 ciclos por segundo.

En la figura 3 están representados gráficamente los tres rulos clásicos en po- siciones ü, o y u, y por ellos comprobamos la variación del tono y ritmo de acuerdo al número de ciclos del sonido modulado y de la onda moduladora.

En la figura 4 observamos irregularidades en la amplitud y en la forma de la onda moduladora y, por tanto, el sonido tremolado no es completamente regu- lar, modificando extemporáneamente la cadenciosa belleza de los Hohlrollen.

En la figura 5 está representado un Hohlrollen vibrante, en el cual la conso- nante está prácticamente suprimida, percibiéndose un sonido vibrante en u que produce la impresión -emitido inmediatamente después del Hohlrollen normal en ü- como si el canario se alejara de nosotros. Esta variación suele manifes- tarse algunas veces y por breves instantes en los Hohlrollen descentes y ondu- lados, y su ritmo es muy acelerado y de poco relieve, causando, no obstante, grata impresión de contrastes con el rulo vecino o colaterales.

FORMAS DE EXPRESION DE LOS HOHLROLLEN

Hohlrollen recto: Es el cantado con una misma vocal y, por tanto, sin modi- ficar el r i tmo y el tono: ürürürü . . . u orororo . . . o urururu . . . .

Hohlrollen ascendente: Es el que partiendo del tono más bajo de su tesitura pasa con delicadeza y pulcritud al tono más alto, cambiando paulatinamente vo- cales y ritmos: urururur orororürürü.

Hohlrollen descendente: Es el inverso del anterior. Al llegar al tono grave se entretiene en él, pasando algunas veces al rulo vibrante: ürürürürorororurururu- ruuuuuu.

Hohlrollen ondulado: Es la combinación de las dos ruladas anteriores, empe- zando por el descendente para terminar en el ascendente, manifestándose en el tono bajo la belleza de la vibración y alejamiento para subir paulatinamente de tono: ürürururorororururururuuuuuuurururororoür~rürü.

Hohlrollen escalonado: Es el emitido con cambios bruscos de vocales y, por tanto, de tonos y ritmos. Es, por tanto, la sucesión de Hohlrollen rectos:

Ürürürürürü Ororororororo

Ururururururu

Estas son, según m i opinión, las formas de expresión de los Hohlrollen clá- sicos, básicos en esta Iínea pura de canto clásico 9oller. No obstante, y para que sirva de conocimiento de los que quieran imaginar la composición fonética re- sultante de la influencia de otras líneas de canto, haremos un somero estudio de la influencia de los mismos.

Hohlrollen influenciados por la Iínea Knorren: Por poseer este tema cierta dureza de expresión, estará presente en el texto fonético una r más marcada:

rürürürü.. . rororororo.. . rururururu.. .; la r que inicia el tremolado posee cierta influencia del efecto de percusión propio del Knorren.

Hohlrollen influenciados por la línea Wasser : Al texto clásico se la mezcla una 1, que confiere a las ruladas cierto efecto de chapoteo:

Ülürlürlür.. . olorlorlorlor.. . ulurlurlurlur.. .

Hohlrollen influenciados por prodigar Glucken: Se manifiesta por la aparición de una k, que llega a transformar la nobleza de los Hohlrollen clásicos en so- nidos más o menos ((croqueantes,,:

Rükrükrük ... Rokrokrok.. .

Rukrukruk ...

lniciacion al canto clásico Roller (Continuación)

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

*- - . - .- . - - CONSTRUCCION DE UN TREMOLADOR &v ' . ,,k. . , ,r;;;-L .- : 'O- .,*, -

El aparato que vamos a estudiar y a describir su construcción no es más que un dispositivo mecánico cuya misión es la de interrumpir periódicamente y a un ritmo determinado la corriente de aire suministrada por nosotros al soplar por uno de los extremos. Esta corriente de aire, convenientemente interrumpida o ( ( t remolada~, es dirigida hacia el elemento productor de sonido, que bien puede ser un pito, flauta, ocarina o simplemente el que nosotros vamos a utilizar: un vaso corriente de aluminio en el que se ha efectuado un taladro en la base del mismo.

Vimos en el capítulo anterior la forma de la onda envolvente que debían tener los rulos. Por tanto, el dispositivo tremolador o rulador debe producir a su salida una corriente de aire que tenga la forma repetida y continuada de un ocho tumbado, para que al incidir sobre el tubo sonoro produzca el sonido rulado de la misma forma de onda que vimos en el anterior capítulo.

Es conveniente darse idea del funcionamiento del tremolador, para que los aficionados -en general habilidosos e ingeniosos- conozcan su proceso físico y, con su conocimiento, modifiquen a su gusto medidas o formas, o ingenien otros dispositivos que tal vez surjan de sus mentes una vez iniciados con el estudio de este sencillo aparato.

En la figura 1 está representada la sección completa del aparato productor de sonidos rulados, compuesto del tremolador propiamente dicho y del elemento productor del sonido (vaso de aluminio).

El tremolador, base de este aparato, se compone de un bastidor de madera (cuyas caras, anterior y posterior, son de cartón] en la que existen dos depar- tamentos o cámaras: cámara A, de compresión, herméticamente cerrada, y cámara B o de válvula. Ambos departamentos están separados por un tabique taladrado y cuyo orificio se abre y cierra a un ritmo regular por medio de una sensible válvula V.

Veamos su funcionamiento: s i insuflamos aire por E (por intermedio de un, tubo de goma aplicado a nuestra boca) se formará en la cámara A una inicial compresión de aire que irá aumentando hasta que pueda vencer la resistencia opuesta por el paso de la válvula V, en cuyo momento se abrirá ésta para dar paso a cierta cantidad de aire acumulado, y volviendo a su posición de reposo (orif icio obstruido) en cuanto cese la presión excesiva del aire. Repetido el proceso por sucesivas compresiones del aire continuamente insuflado, dará lugar a una vibración periódica de la válvula y, por tanto, al paso de una co- rr iente de aire periódicamente variable en amplitud.

La velocidad o frecuencia vibratoria de la válvula dependerá, entre otras causas, del peso de la válvula, del diámetro del orif icio, del volumen de la cá- mara de compresión y de la presión del aire insuflado: cantidades éstas, tan pequeñas y sensiblemente variables, que impiden efectuar cálculos precisos para determinar las dimensiones exactas, al objeto de obtener determinada frecuencia de vibración de la válvula. Téngase presente que e l orif icio de en- trada del aire insuflado debe ser siempre de bastante menor diámetro que el de la válvula para que existan normales compresiones de aire en la cámara co- rrespondiente.

La corriente de aire ((tremolado)) al pasar a la cámara B es conducido al ex- ter ior por un conducto de forma cónica (embudo de meta l ) , cuyo extremo más estrecho incide cerca del borde del taladro del elemento productor del sonido (vaso de aluminio), obteniéndose finalmente el sonido rulado cuya tonalidad puede ser variada a voluntad, según veremos más adelante.

La forma envo vol vente^^ del aire r ~ t r e m o l a d o ~ ~ depende de la posición de la válvula con respecto al taladro, ya que si éste está situado cerca del punto de giro (bisagra de la válvula), nos dará una forma más perfecta que s i el taladro se encuentra más hacia el lado opuesto, en cuya úl t ima posición las ruladas que se obtengan tenderán a poseer el carácter de rulos cloqueados (Glucken- rol len rápidos). En la primera posición, aunque más adecuada para obtener rulos puros, t iene el inconveniente de que el aire comprimido encuentra más resis- tencia para mover la válvula y la cantidad de aire que pasa en cada vibración es muy pequeña, obteniéndose ruladas pobres de volumen. Por ello conviene que la válvula se encuentre colocada de forma que e l centro del orif icio se halle situado, aproximadamente, a un tercio de su longitud por el lado de la bisagra.

Detalles de construcción.-En la figura 2 vemos la forma y dimensiones in- teriores del bastidor de madera, de cuyo material no se requiere clase deter- minada, pero sí en cambio que no tenga nudos, grietas y esté bien seca. El grosor de la misma puede ser de ocho a diez milímetros. Su confección no requiere trabajos complicados, ya que puede ser encolado y clavado simplemente.

El tabique que separa las dos cámaras debe atornillarse al bastidor, sola- mente después de haber efectuado la operación, bastante delicada, del pegado de la válvula. Cuando este tabique esté finalmente fijado al bastidor, a la altura correspondiente, deben pegarse en los cuatro ángulos de la cámara de com- presión unas t iras de papel fuerte, en ángulo, para prevenir el escape de aire cuando e l tremolador esté terminado.

El taladro de salida de aire S se hará de dos mi l ímetros mayor que el diá- metro de la parte ancha del embudo, y el de entrada E, según e l diámetro del tubi to de metal y otro material de que se disponga.

Una vez efectuadas estas operaciones hay que proceder al pegado de un cartón en la cara posterior del bastidor, para lo cual aplicaremos cola o pega-

mento de cola líquida en todo el recorrido del grueso de las maderas, tanto del bastidor como del tabique. Inmediatamente haremos lo mismo por la cara anterior, pero solamente tapando la cámara de compresión, para lo cual aplica- remos el pegamento en el grueso del tabique y en el de los del bastidor corres- pondiente a esta cámara, con lo que quedará herméticamente cerrada, quedando, en cambio, a la v ista la cámara de la válvula. Colocando un peso encima y de- jándolo secar conseguiremos un encolado perfecto de los cartones.

En estas condiciones podemos comprobar s i la válvula funciona correcta- mente s i al insuflar aire por el tubo de goma vemos que la válvula oscila con rigurosa regularidad. Si el funcionamiento es correcto procederemos a cerrar la cámara de la válvula, para lo que pegaremos una cartulina aplicando pegamento en el recorrido del grosor de las maderas que quedaron sin pegar, y también sobre el cartón, solamente en lo que fue grosor del tabique separatorio de las dos cámaras.

Si exist iera alguna imperfección en el funcionamiento de la válvula, que -

traduciría por irregularidades en la tremolación del sonido percibido, solamente habrá necesidad de despegar esta úl t ima cartulina, para que otra vez quede a la vista, y comprobar el mot ivo de su anormal funcionamiento, que bien pudiera ser debido a haberse introducido alguna partícula de papel, madera, pegamen- to, etc., entre la válvula y el tabique.

En la figura 3 están representadas las dimensiones de la tabli ta de madera que forma el tabique y cuya cara superior debe estar completamente plana y pulimentada ( l i jada). El taladro de doce mi l ímetros no debe tener rebabas n i matar el borde o ángulo del mismo. Es conveniente, antes de efectuar la opera- ción del pegado de la válvula, presentar esta tabli ta a la altura que debe colo- carse en el bastidor, y señalar con dos taladros de menor diámetro y suficiente- mente profundos en cada lado, el lugar donde deben introducirse los torni l los cuando llegue el momento de fijarla definitivamente en el bastidor.

Como las medidas de este tabique corresponden exactamente a la anchura y profundidad del bastidor, es imprescindible que al f i jarlo quede perfectamente centrado para que, al pegar los cartones, qgeden completamente planos en las dos caras, evitando el que pueda escaparse el aire en la cámara de compresión.

En la figura 4 vemos las dimensiones de la válvula, cuyo material debe ser corcho (serrín de corcho prensado), o, en su defecto, s i exist iera dif icultad en la adquisición, podría uti l izarse madera muy ligera (chopo). Debe estar com- pletamente plana por la cara infer ior y bien marcado el ángulo de apoyo por donde debe oscilar la válvula (bisagra).

Una vez preparada esta pieza de corcho, hay que introducir, por el lado del ángulo de oscilación, un alambre de latón o de hierro (s in galvanizar), de un mi l ímetro y medio de diámetro, en el que previamente se habrán aplastado, con un marti l lo, t res o cuatro mi l ímetros por un extremo, para darle forma de lanza, con lo cual, además de introducirse con más facilidad en la masa de corcho, mantendrá invariable su posición con el continuo movimiento oscilatorio a que ha de estar sujeta la válvula. Si se util izara madera en vez de corcho, será preciso hacer un taladro de un mi l ímetro y medio antes de introducir este alambre. Aunque no imprescindible, es conveniente hacer lo mismo en el corcho. Después de la introducción del alambre hay que darle a éste la forma y lon- gitud aproximada indicada en el dibujo.

Con esta pieza de corcho ya preparada hay que proceder (figura 5) al pegado de un trozo de piel de gamuza, ante o cabretil la, para lo cual se extiende cuida-

dosamente, en toda la superficie de la cara opuesta al alambre, una ligera capa de pegamento celulósico (Colinón, por ejemplo). Acto seguido, y puesto previa- mente el trozo de gamuza extendido sobre una superficie plana con la parte curtida hacia arriba, se aprisiona durante unos momentos el corcho sobre la piel, con lo que quedarán pegados ambos. A l poco rato podrá recortarse el exceso de piel , siguiendo los l ímites del corcho por los t res lados, menos por el cuarto, el correspondiente al lado de oscilación de la válvula, que se dejará unos quince mi l ímetros de mayor longitud.

En estos quince mi l ímetros de piel sobrante, y por la parte peluda, y en toda su extensión, es donde, con sumo cuidado y s in pasarse en absoluto de la línea del ángulo de giro, hay que aplicar también pegamento celulósico, e inme- diatamente después de presentada esta pieza de la figura 5, sobre la cara pulimentada de la tabli ta del tabique, figura 6 (donde previamente se habrá señalado con un lapicero e l lugar donde debe fijarse la válvula para su pegado), se procederá, sujetando ambas partes, a aplastar con la superficie plana de la hoja de un cuchillo la parte de piel impregnada de pegamento contra la madera del tabique, con lo que la válvula quedará sujeta a manera de bisagra. Se re- comienda mucho cuidado, meticulosidad y rapidez en las operaciones de pegado de esta válvula, ya que de ellas depende el correcto funcionamiento del dis- posit ivo.

El vaso de aluminio es de t ipo corriente y sus medidas son las siguientes: diámetro de la boca, cincuenta y siete milímetros; diámetro de la base, t reinta y cinco mi l ímetros, y altura, sesenta y cinco milímetros. Su volumen interior es de cien centímetros cúbicos.

A este vaso, y en el centro de la base, hay que hacerle un taladro de cinco mi l ímetros y medio de diámetro, eliminando las rebabas que pudieran formarse, pero sin matar el ángulo, tanto exterior como interiormente.

En la figura 7 se indican los datos para la construcción de la madera cuadra- da, donde debe hacerse un rebaje circular del diámetro de la boca del vaso para sujetar ésta a la madera y formar un sólido conjunto al introducir papel impregnado en cola y recalcando con un destornillador en todo el recorrido circular del vaso. Para evitar que quede algún interst ic io sin cubrir, se rellenará hasta el nivel de la madera, con parafina, cera o, mejor, resina, fundida con la punta de un soldador.

Obsérvese que en la base de esta pieza de madera se ha efectuado una aber- tura o ventana de forma triangular (diez milímetros base por treinta y cinco mi l í - metros de al tura), con objeto de poder variar la tonalidad de los rulos, ya que, cerrada esta ventana con el dedo, se obtiene el tono más grave, y dejándola abierta, se consigue e l más agudo.

Si el vaso de aluminio de las medidas citadas no se encontrara con facilidad, puede util izarse otro mayor, recurriendo al corte circular, por medio de una se- gueta o lima, efectuando la operación a la altura conveniente para que su volumen interior quede reducido a cien centímetros cúbicos. Para determinar este volu- men puede hacerse prácticamente valiéndose de una probeta o recipiente gradua- do, señalando en e l vaso de aluminio el nivel que alcanzan los cien centímetros cúbicos de agua medidos previamente en la probeta.

A l modificar las dimensiones del vaso, es lógico que hay que modificar tam- bién las dimensiones de la figura 7 para que el nuevo diámetro de la boca del vaso pueda alojarse en el rebaje circular efectuado en la madera representada en dicha figura.

El embudo, figura 8, puede construirse fáci lmente con lámina muy delgada de

latón o cinc (envoltura de tubo Bergmann empleado en instalaciones eléctr icas). Su longitud es la de treinta y cinco milímetros.

El tubi to de la entrada de aire E, figura 1, puede ser de metal u otro material, y su longitud es de diez a quince mi l ímetros. Los diámetros, interior y exterior, serán de cuatro y s iete mi l ímetros, respectivamente. El tubo de goma o plástico que hay que uti l izar para insuflar aire de la boca debe tener un diámetro interior de s iete mi l ímetros o poco menos, al objeto de que haga presión suficiente en el tubi to del taladro de entrada de aire. La longitud del tubo de goma será de cincuenta centímetros, y en su extremo l ibre se adaptará, s i se cree conveniente, alguna pieza metál ica o de plástico a manera de embocadura y de un diámetro inter ior no menor de seis milímetros.

Puesta a punto del aparato.-Colocado el embudo en su taladro correspon- diente S, y dándole la inclinación aproximada que indica la figura 1, se introduce y recalca un trozo de papel en la parte superior del taladro. Se insufla aire por el tubo de goma y se tantea el ángulo, e l embudo y la altura donde hay que fijar la base de madera del elemento sonoro al tremolador. El ángulo y altura serán co- rrectos, cuando abierta la ventana infer ior de la base de madera o abertura de variación de tonos, se obtenga un rulo lo más definido y agradable posible. Se señala con un lapicero la posición correcta obtenida y se procede al encolado de ambos elementos. Cuando esta encoladura esté seca y f irme, se procede al fi jado definit ivo del embudo, para lo que se quita parte del papel introducido con anterioridad y se recalcan en su lugar papeles de fumar impregnados en pega- mento celulósico, efectuando la operación en todos los resquicios que quedasen s in taponar y procurando que no se modif ique la posición óptima que habíamos obtenido en esta puesta a punto. Como final de esta operación, y con objeto de que el embudo quede lo más f irmemente fi jado, se v ier te pegamento alrededor de la base del misino y en la madera que lo rodea.

Una vez concluido el aparato, podemos hacer prácticas de funcionamiento, obteniéndose ruladas escalonadas en posiciones U , O, U, con sólo variar con el dedo la abertura de la ventana. Asimismo, podemos obtener ruladas onduladas descendentes, ascendentes y mixtas, modificando la abertura de la ventana en el sentido de que para obtener gravedad de sonido hay que cerrarla, y para obtener más agudeza hay que, por el contrario, abrirla; operaciones que sencillamente se efectúan con el dedo índice de la mano izquierda.

También podemos variar e l r i tmo de los rulos modificando la inclinación del aparato, para lo cual, y util izando la mano derecha, se inclina paulatinamente el aparato hacia la izquierda, con lo que se obtiene más longitud y mayor sonoridad en las ruladas. La posición de máxima rapidez en la tremolación es cuando el apa- rato se encuentra en posición vert ical.

Podemos también modificar la estructura fonética de las ruladas con sólo hacer un taladro en la parte superior de la cámara de la válvula. S i e l taladro es de unos cuatro mi l ímetros observaremos cómo las variaciones obtenibles toman el carácter de Gluckenrolle. La mano derecha, que sujeta el aparato y el dedo índice, que obtura más o menos este taladro, pueden complementar la labor del dedo índice de la mano izquierda, al poder efectuar con ambos manos múlt ip les varia- ciones de ruladas, tanto en lo que se refiere a tonalidades como a r i tmos y formas de expresión de los Hohlrollen.

Iniciación al canto clásico

del canario Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z P .

K N O R R E N

Las pr imit ivas denoniinaciones adoptadas por los alemanes para definir los tenias del canto Roller, por ellos creados, tenían cierta analogía por deter- minados efectos sonoros relacionados con los producidos por c ier tos apara- tos mecánicos, por animales o cosas. El tema de que nos vanios a ocupar y cuya denominación ha persist ido a través de la historia del canto Roller, su twducc ión al español significa 17~1do.s de la madera, y su efecto sonoro está relacionado con el que se experinienta al oír a una sierra i-iiecánica a! efectuar sil trabajo en maderas nudosas: cada vez que la sierra corta un nudo produce un efecto sonoro característico o Knorre.

Los franceses lo llaman groynée (gruñido), y tanto esta denominación como nuestra traducción alemana no dan exacta idea de relación con lo bell ísimo que resulta este tema cuando lo interpreta un canario con perfección. Ambas tra- ducciones, en cambio, definen bastante bien una de las características bien acusaaa de los Knorren: la de ser emit idos con cierto carácter de rabia y dureza, en relación con la nobleza y dulzura de los Hohlrol len clásicos

Dado que los verdaderos Knorren deben ser considerados como frases de ejecución auténticamente rodada -como redobles de r i tmo acelerado-, nos- I

otros los Ilamainos r ~ l l o s dobles, denoniinación que persiste desde que el fa- 1 l lecido Dr. Roig Muntaner, el inolvidable maestro, la estableció en nuestro ámbito nacional.

Desgraciadamente, tanto los Hohlrorren como los Knorren han ido perdiendo la belleza clásica en el canto de nuestros canarios a través de los úl t imos decenios, y son muy pocos los pájaros que los emiten en l a actualidad con absoluta pureza en sus obligadas variaciones, tanto por sus formas de ex- presión como por cambio de vocales, l imitándose la mayoría de las veces a la emisión de una sola frase -más o menos pura y de perfecta vocalización- para ampliar su repertorio con otras frases verdaderamente mixti f icadas e indefinibles, las cuales, aun poseyendo el carácter rodado (muy discutible en la mayoría de los Gluckrollen y Glucknorren actuales), no creemos tengan la suficiente categoría y belleza para estimularlas, como se viene haciendo, y considerarlas como estructurales del buen canto Roller clásico que fel izmente conocimos en otras épocas, en las que se exigía mayor precisión en las

característcias conjugadas del noble canto del canario del Harz: pureza de dicción, variedad de frases puras sobre u n mismo tema, y tonalidades sublimes no exentas de la sonoridad suficiente para poder apreciar contrastes y matices verdaderamente musicales.

El canto Roller ha evolucionado sensiblemente, modificando r i tmos, tonos y características peculiares de los temas básicos del canto clásico. Llegará día que sea preciso el estudio verdaderamente científico que del imite movimientos r í tmicos, tonalidzdes y caracteres que deben poseer los dist intos temas. Cuando este estudio esté p e r f e c t a m e ~ t e definido, entonces, y solamente entonces, es cuando será verdaderamente fáci l juzgar con uniformidad el canto de nuestros canarios, bien por expertos con cr i ter ios universales bien conccidos, que no se equivocan en sus apreciaciones, cuando previamente se establecen las con- diciones o programas que deben cumplir. Mientras este estudio no se haga. ocurrirá lo que viene sucediendo frecuentemente en los Concursos al conceder puntuaciones más elevadas a canarios con excesiva variedad de temas mixt i - f i c a d o ~ en su repertorio y que, a pesar de este creído méri to, no llegan a al- canzar, n i con mucho, el gusto, delicadeza y armonía de otros canarios que son auténticos divos del canto Roller, precisamente por no ejecutar más que los temas precisos y afines para que estas cualidades -imprescindibles en este canto musical por excelencia- no se destruyan por comprobadas incompatibi- lidades entre algunos temas del standard del canto Roller.

ESTRUCTURA Y COhllPOSlClON FONETICA DEL KNORREN

En el capítulo I de esta 1nic;ación vimos la representación gráfica del efecto acústico amcrtiguado, al separar bruscamente de su posición de re- poso a una lámina vibrante. Esta misma forma de onda amortiguada es la que se obtiene al golpear sobre una superf icie resonante: cada golpe de percusión producirá en nuestro oído un sonido de cierto volumen sonoro (dependiente de la potencia de la percusión), sonido que se amortiguará en un brevísimo pe- ríodo de t iempo, según las cualidades resonantes y de la potencia del golpe sufr ido.

Si la percusión es rápida, es indudable que la fuerza del golpeteo i rá dis- minuyendo a medida que aumente la velocidad de percusión, percibiéndose entonces un sonido redoblado que será tanto más grato al oído cuanto más perfecta sea la regularidad del intervalo de las percusiones, mayor resonancia posea la superf ic'd resonante y mejor voca l i z~c i ón percibamos (vocales O y U ) .

Los Knorren, precisamente, poseen las características acústicas de los re- dobles de percusión. Si analizamos electrónicamente un Knorre, comprobaremos en los osci loyramas de l grabado que la forma de onda de cada cic lo posee el carácter de percusión (onda amortiguada) de que antes hemos hablado.

Si analizamos los oscilogramas de los Hohlrollen y los relacionamos con el del Knorre del grabado del actual capítulo, observamos que mientras en los primeros el volumen del sonido fluctúa entre un mínimo a un máximo para decrecer otra vez a un mínimo en cada ciclo modulado, en el del Knorre vemos que solamente decrece en cada ciclo (sonido amortiguado), dando lugar a sonidos muy dist intos, aunque ambos posean el carácter rodado: para los pr i - meros percibiremos el t ípico OrOrOr0 . . . , que ya conocemos, y en el segundo un característ ico GOCiOrrr . . . , cuya composición fonética resultante es consecuencia de efectos acústicos de resonancia.

Si la percusióa fuera lenta y fuerte, percibiríamos golpes intermitentes: KOo-KOo-KOo . . . sin ligazón, s in batido entre sílaba y silaba (entre golpe y go lpe) . Desde el momento que la velocidad de golpeteo debe ser del orden de veint i - cinco a treinta veces por segundo, para que produzca el verdadero efecto sonoro de los Ccnoi-ren, la potencia de percusión queda reducida sensiblemente y el sonido ( r u i i o ) de cada golpe es mucho más suave, por lo que e l sonido duro de la K se t r ~ n s f o r m a en otro más blando, en G, percibiéndose una rápida siicesión de voczles llenas que retumban (la G inicial del texto fonét ico es la que detei.i-iiina y acusa el efecto retumbante) y que dominan al sonido de fondo del baticlo rápido (scicesión de erres) : G 0 0 0 r r r . . . GUUUrrr . . . (pronún- ciese con voz ergo lada) .

VARIACIONES DE LOS KNORREN

Tres variaciones puras del tema Knorren pueden presentarse en el canto clásico Roller: con vocalizac;ón 0, se llama Ronde Knorre (Knorre redondeado); con vocalizaciói-i OU o I-iohl-Knorre (Knorre hueco), y con vocalización en U o Hohlbasser-i(nor,.e (Knorre hueco bajo).

En estas t res val-izciones de redobles con movimientos regulares r í tmicos, de treinta a treinta y seis percusiones por segundo, su tesitura varía normal- mente, entre canarios de buena calidad, entre el Fa (174'6 ciclos por segundo), p-ra el K!lorr? más bajo, y el Do (261'6 ciclos por segundo), para e l más alto, ambas en la -tei.c2ra y pr imera líneas, respectivamente, por debajo del pen- tagrama.

Los Knct-,-e, como se ve, son ejecutados en el extremo más bajo de la tesi- tura del canto Ecller. Son, por tznto, las v~ r i ac i ones más graves qcie pueden erni i i r los cana:-ios en su variado repertorio de canto.

La vocalización t iene, part icularmente en este tema, la mayor iniportancia par2 que el efectc retumbante se manif ieste en el mayor grado. No deben admitirse mSs cji!e las citadas vocales O y U, por cuanto llegan a ser desagra- dables y pi inibles s i las emiten en a (Knarr ) , con e (Knerr ) . Desde el mo-

mento que este tema constituye el bajo de la canción, no se concibe la pro- nunciación en i , pgr lo estr idente y rabioso que resulta.

En el grabado que acompaña este capítulo no se ha figurado más que unos mismos oscilogi-amas para definir a Ics Knorren, por cuanto la forma envol- vente es la misma para todos, variando únicamente las frecuencias o vibracio- nes que determinan las vocales (sonidos que parecen pronunciarlas).

Por lo que respecta al Hohl-Knorre, del que hasta ahora no hemos hecho más que citarlo. su coinposición gráfica y fonética es algo diferente, debido al efecto acústico resultante, al percibir en nuestro oído como una segunda voz o eco; es dec:r, continuaremos perc:biendo la sucesión 000 . . . que hemos h?,blado, pero en un tono más hueco, y al fondo una serie de uuu . . . en tono ligeramente más alto y débilmente batidas por erres muy suaves, dando la impresión de escuchar dos canarios: G 0 0 0 u u u r r r ...

FORMAS DE EXPRESION DE LOS KNORREN

Knorren recto.-Es el cantado con una misma vocal en forma continuada: G 0 0 0 r r r . . . , o G 0 0 0 u u u r r r ..., o GUUUrrr . . .

Knorren descendente.-Es el que partiendo del Ronde Knorre, con volumen discreto, va aumentando progresivamente el efzcto retumbante para declinarlo al llegar al Hohl-Knorren, en cuya var'ación se entretiene, cambiando paulati- namente el sonido del eco a pr imer plano, hasta confundirse, por f in, con el profundo y grave Hohlbasser-Knorre: G 0 0 0 r r r - GOOOuuurrr - GUUUrrr . . .

Knorre ascendente.-Es el inverso del anterior. Knorre ondulado.-Es la emisión continuada de los Knorren descendente y

ascendente, artíst icamente combinados en sus respectivos movimientos. Como es lógico, estas raras y meritorias ejecuciones son muy di f íc i les

de oírlas en los can¿irios actuales. ¿Merece la pena cult ivar canarios de canto puro, aunque no fuera más que por deleitarnos de las múlt ip les variaciones los Hohlrollen y Knorren clásicos?

INFLUENCIA DE LOS GLUCKEN EN EL TEMA KNORREN

Dos frases de Glicken mixti f icados pueden considerarse, hasta c ier to punto, como variantes de Knorren: los Gluck-Knorren y los Gluck-Rollen. Ambos, para ser considerados como tales, deben poseer, conjugadas, las características par- t iculares de los temas que forman parte de su composic ión.

Hemos estudiado los Hohlrollen y I<norren y hemos visto su composición fonética, su r i tmo y particularidades de ambos temas. Pues bien, s i adelanta- nios ahora que la composición fonética de los Glucken es: Glock-Glock-Glock y Gluck-Gluck-Gluck, emit idos con lent i tud y clara dicción, es lógico que al combinarse con temas eminentemente rodados deban batirse estas sílabas entre sí produciendo redobles de r i tmo normal y s in que dejen de percibirse, clara- mente, los cloqueos en la composición fonética resultante. Si esto ú l t imo ocurriera, observ~r íamos que el r i tmo del batido era muy lento, por lo que el carácter de redoble propiamente dicho no estaría presente en la emisión de las frases.

Si, por el contrario, e l r i tmo tuviera tendencia a la normalidad, entonces, paulatinamente, dejaríamos de percibir los cloqueos con claridad para trans- formarse en algo indefinido, con cierta tendencia a Glucke por la imprescin- dible necesidad de acortar la composición fonética de las sílabas de los cloqueos.

Ante la incompbtibil idad de características que impiden que estas mixt i - ficaciones obtengan caracteres bien definidos, j n o sería conveniente, como ocurre con tantas otras variaciones mixti f icadas, del imitar los ambiguos con- ceptos de relatividad en que se mantiene la actual técnica del canto del Harz?

En el caso part icular de los Glucken-Roller, cuyo texto fonético es Glork- Glork. . . y Glurk-Glurk.. . , aun admitiendo que fuera posible un normal batido de estas sílabas (s in perder el carácter de cloqueos), debería considerarse como variedad de Knorren. ya que dominarían las característ icas de este tema en su emisión redoblada.

Estoy completamente de acuerdo con la técnica alemana en el deseo de purif icar el canto Roller, y considero que las mixti f icaciones en general no deberíamos est in~ulzr las , al concederles puntuaciones en los Concursos, según venimos I-iaciéndolo.

R E D O B L A D O R E S

El aire que hemos de insuflar en los redobladores para obtener Knorren no t iene más n ~ i s i ó n que la de producir un efecto secundario puramente me- cánico: la de obtener un regular repiqueteo sobre una superf icie resonante.

En el caso del tremolador para obtener Hohlrol len, e l aire insuflado era totalmente aprovechado, tanto mecánicamente para producir e l movimiento vi- bratorio de la válvula, como acústicamente para servirse de la propia corriente de aire, convenientemente modificada en su ampl i tud por la misma válvula, para ser conducida al exterior excitando un elemento sonoro adecuado (vaso de aluminio, flauta, e tc . ) .

En los redobladores, en cambio, la corr iente de ai re insuflado s e ~ p r o v e c h a exclusivamente para mover la válvula, obteniéndose el efecto sonoro deseado po r la percusión de u n mar t i l le te acoplado a el la y respondiendo e l repiqueteo al r i tmo del mov imiento valvular.

El d isposi t ivo de l redoblador, que vamos a t ratar de expl icar su construcción, es tan fáci l como la de l t remolador ya estudiado. Precisamente po r esta s im- p l ic idad de construcción es po r l o que se ha creído conveniente apartarse de o t ros d isposi t ivos e lectrónicos más compl icados y de menor fac i l idad de com- prensión que los actuales. y que solamente especial istas podrían l levar los a efecto. N o obstcnte, a l f inal izar esta In ic iac ión ya habrá ocasión de t ratar los en o t ros ar t ículos. Ahora nos l im i ta remos a dar idea de estos d isposi t ivos fáci les para que al f inal dediquemos nuestra atención a l a construcción de una máquina que in terpre te automát icamente los temas que interese desarrol lar en e l reper tor io del canto de nuestros canarios Roller.

En la f igura 1 vemos el d ibu jo del redoblador propiamente d icho s in la caja de resonancia que hay que acoplar (superponerla) s i se quieren obtener efectos múl t ip les de voca l~zac iones y de resonancia. El conjunto de Redoblador y caja de resonancia están representados, en dos pcsic iones, en la f igura 5. As im ismo y para faci l i tar la comprensión del d ibujo. no f igura en 1 una pieza rectangular de goma esponjosa y accesor ios ( lámina de meta l y torn i l lo) junto a la válvula por e l lado de 121 bisagra. En la figui-a 2, en cambio, aunque incorrectamente, se sciñalan estas piezas con l íneas punteadas. Para la in ic ia l comprensiór! del fun- c;cnamieri to del redoblador, hagamos caso oni;so de esta representación pun- ;3ada.

La fiyui-a 2 representa la sección del n i ' smo redoblador con la adic ión, en líneas de !)cintos. de las piezas de que hemos hablado. Se compone de una cámara de coinpresión A, donde se insufia e l a i re de nuestra boca po r medio de un tubo de goma, y de la cámara de resonancia R, independientes una de la otra por medio de un tabique de madera qi ie las repara.

El rno \~ in i i en to de 12 válvula V es provocado por e l m ismo proceso f ís icc que el expl icado al estudiar e l tremolado:. Observemos que el mart i l le te M, acoplado con un alambre a la válvula, osci lará al m ismo r i tmo que ésta, dando lugar a perccisiones sobre la superf ic ie resonante C cada vez que la válvula en su mo- v imiento v ,b ra i c r i o toma la posic ión momentánea de reposo, perc lb iéndose pc i ta l mo t i vo un sonido c a r ~ c t e r i s t i c o de redoble s i la velocidad del movi- miento valvi.!lar es la adecuada.

Precisamente, y para conseguir e l r i tmo preciso de la válvula, es po r lo que hay que colccar la pieza de goma esponjosa al lado de la válvula. M á s adelante ya se e x p l i c a r i las medidas y fo rma de s i tuar la y sujetarla, para que, con una l igera presión en la par te sa l ien te del redoblador, modi f iquemos a nuest ro gusto la velocidacl de las percusiones o e l r i tmo de los Knorren.

La f igura 3 nos da las d imensiones inter iores y en mi l ímet ros del bast idor de madera. Esta debe ser de grosor no superior a 10 mi l ímet ros iii in fer io r a 8. L2 c o n s t r ~ i c c i ó n del bast idor debe ser esmerada, efectuándose e l acoplamiento

de las d is t in tas piezas po r rebajes precisos y encoladuras perfectas, e incluso, además, deben ser claveteadas. - - .

El tabique central. separador de las dos cómaras. sera del m ismo grueso que las demás piezas. y no debe f i jarse e l bast idor hasta después de efectuar e l

pegado de l car tón resonante en la cara correspondiente. Este tabique, po r tanto, debe ent rar y sa l i r con faci l idad en e l cajeado de l bastidor.

Como es lógico, todos los cantos de las maderas de l bast idor . como los del tabique separador. deben quedar comple tamente en u n m i s m o plano, tanto en la cara super io r como en la in fer io r , a l objeto de que al efectuar las operacio-

nes ulteriores de los pegados del cartón y madera, respectivamente, puedan efectuarse concienzudamente, para tener la seguridad de que el aire no se escape por intersticios, debido a irregularidades en las alturas o empalmes de las maderas.

En los dos ángulos del bastidor correspondientes a la cámara de compre- sión, pegar con pegamento celulósico (Colinón o Imedio) dos t i ras de papel en ángulo, de forma que cubra un centímetro de cada lado en todo el recorrido de los ángulos del bastidor.

El taladro para la entrada de aire será de 7 mi l ímetros de diámetro, donde deberá introducirse un tubi to de metal de 20 mi l ímetros de longitud y cuyo diámetro exter ior es también de 7 mi l ímetros y de 4 en su interior. En los 10 mi- l ímetros, aproximadamente, del tubi to que salen al exterior es donde debe co- nectarse el tubo de goma de diámetro inter ior de 6 mi l ímetros para insuflar e l aire de la boca.

El taladro de 30 mi l ímetros correspondientes a la cámara de resonancia, debe estar centrado, no precisando otros requisitos especiales, por cuanto su función es la de modif icar la resonancia, según lo obturemos más o menos en nuestras prácticas.

Preparado el bastidor después de haber efectuado las operaciones indica- das y qnitando e! tahicpe separador d e las dos cámaras, se procede al pegado del cartón en la cara correspondiente (en la cara anterior del bastidor, según la figura 3, y en Is superior, según la figura 2 ) .

En pr imer lugar, hay que procurarse cartón de 1 a 1'5 mi l ímetros de espe- sor como l imi tes extremos. Su calidad es la corriente, de color gr is por las dos caras, y sin manipulaciones de encuadernación, ni ser de otras calidades más prensadas, endurecidas, baquelizadas, etc.

Se recorta la superf icie obtenida al superponer el bastidor sobre el cartón. Se sumerge, de repente, en agua durante dos segundos y se deja reposar al aire sobre una superf icie plana dcirante el t iempo que se tarda en dar cola de carpintero o pegamento de cola l iquida por los cuatro cantos del bastidor. Se superpone el cartcn húmedo sobre el bastidor y se clavan cuatro tachueli tas o clavitos en los cuatro ángulos e inmediatamente se van clavando otros en los puntos medios equiti istantes de los ángulos. Siguiendo el orden de rotación establecido, se continuarán clavando en los puntos medios de los ya fijados en la pasada anterior, con lo que al finalizar habremos clavado un total de 32 tachuelitas.

No obstante esta operación de claveteado, es necesario ejercer fuerte pre- sión sobre los bordes del cartón valiéndose de un cerco o recuadro de las mismas dimensiones, inter iores y exteriores del bastidor, con objeto de que al secarse el cartón quede perfectamente pegado en todo el recorrido.

Insisto para que el claveteado no se efectúe clavando pr imero las 8 tachuelas de un lado, luego las otras 8 del otro lado, etc., sino que hay que hacerlo si- guiendo un orden de rotación, fi jando cada tachuela en el punto medio de la colocada en las pasadas anteriores, al objeto de que la tensión superficial del cartón sea constante por los cuatro lados, a medida que efectuamos esta opera- ción, que debe ser rápida en lo posible.

Cuando el cartón esté completamente seco, observaremos que queda muy tenso, y al golpearlo suavemente obtendremos un sonido agradable muy espe- cial. Es conveniente dejarlo unas horas más al sol para que no exista la menor duda de que queda completamente seco. Cuando esto ocurra hay que proceder a pegar el tabique separador de las cámaras, para lo cual se aplicará, rápida-

mente, pegamento celulósico en las dos acanaladuras del bastidor y también en e l canto del tabique que ha de estar en contacto con el cartón. Ac to seguido se introduce e l tabique por las ranuras, ejerciendo presión a fondo para que tome su posición normal y quede pegada al cartón por su cara interna, lo que ocurrirá a los pocos momentos,_dada la naturaleza del pegamento celulósico.

Cuando este tabique quede perfectamente pegado se procederá al aplique de pegamento celulósico por todo el recorrido de los ocho ángulos de la cámara de compresión, incluidos los dos ángulos en que con anterioridad habíamos pegado las t i ras de papel.

A la hora de efectuada esta operación procederemos a señalar con un lapicero el taladro valvular en e l cartón por la cara exterior, para lo cual trazaremos en éste una circunferencia de 12 mi l ímetros de diámetro y cuyo centro l o obtendremos a los 35 mi l ímetros del extremo superior del cartón (s i el grueso de madera del bastidor es de 20 mi l ímetros) y equidistante de los extremos laterales.

Para hacer perfecto este taladro de 12 mi l ímetros, primero se perfora gro- seramente, y por el centro, con la-punta de una t i jera a manera de punzón, para luego, cuidadosamente, con un l imatón ( l ima redonda de dientes finos) i r agran- dándolo hasta el l ími te dibujado, procurando que no queden rebabas, tanto interiores como exter iores.

Hecho este taladro, se aplicará con un pincel una capa de esmalte de uñas o pintura celulósica por la parte interna del cartón correspondiente a la cámara de compresión y muy cuidadosamente por el borde interior del taladro val- vular. Esta operación t iene por objeto evitar que el vaho del aire insciflado por nosotros ablande y modif ique la estructura plana del cartón, con lo que el mo- vimiento de la válvula no se efectuaría siempre perfectamente. Asimismo. se aplicó con anterioridad pegamento celulósico encima de la encolad~ira del car- tón con la madera, para evitar que la humedad del aire insuflado reblandezca esas encoladuras y pudiera eccaqar el aire de la cámara de compresión.

Después se corta una madera de pino o contrachapado de las medidas del bastidor que ha de servir de base al redoblador. Se impregnan de pegamento celulósico los centos del bastidor y del tabique separador de las cámaras y se acopla la madera al bastidor, clavándolo con clavos de longitud adecuada por todo el cerco, como también por el tabique. Por el taladro de 30 mi l ímetros se dará una pasada de pegamento por todo el recorrido del ángulo que forma el tabique con la tabla de la base en la cámara de resonancia. Obsérvese que ésta es la pr imera vez que se habla de aplicar pegamento en esta cámara, ya que solamente hay que aplicar!^ en esta ocasión y en el lugar indicado, no debiendo hacerlo en ningún otro lugar, sobre todo en los ángulos del cartón con la madera del bastidor.

La figura 4 da idea, en el dibujo 5, de las dimensiones de la válvula, cuy^

material debe ser corcho (serrín de corcho prensado) y de la forma que hay que pegar a la válvula el trozo de piel de ante o de gamuza. En el dibujo 1 de la misma figura vemos c ~ m o se atraviesa por el extremo afilado de un alambre de latón de 1'5 mi l ímetros el mart i l lete o bola de corcho de 22 mi l ímetros de diá- metro. En el dibujo 2, s ig~ i iendo el proceso de sujeción del alambre a la boca, ve- mos los dos ángulos que hay que dar al alambre, en forma de pequeño gancho. para que al retroceder la bola sufra un nuevo pinchazo, que hará que ambos que- den perfectamente unidos e inamovibles para el continuo trabajo a que han de estar sometidos en las percusiones, según vemos en el dibujo 3.

Preparada la vá l \~u la con la ~ i e l de ante pegada a ella, siguiendo las instruc-

ciones del penúlt imo capítulo, se procede a introducir e l alambre de la bola e n la válvula, dándole a éste la forma aproximada que indican los dibujos de las figuras 1 y 2, y de longitud tal que la bola quede situada, aproximadamente, en el centro del cartón de la cámara de resonancia para efectuar el repiqueteo.

Obsérvese que las bolas o marti l letes de los dibujos aparecen con unos cas- quetes en la parte inferior. Estos tienen por objeto ablandar las percusiones, para que los golpes no sean duros. Se consigue este efecto pegando a la bola u n trozo circular de 20 milímetros de piel de gamuza por la parte curtida de la piel, aplicando pegamento celulósico en la parte infer ior y extendiendo la p ie l para que tome la forma de casquete esférico.

Preparada la válvula con el alambre y marti l lete, se presenta la válvula sobre e l orif icio valvular del cartón y se señala con un lápiz el lugar donde debe quedar fijada, teniendo en cuenta que el orificio debe quedar centrado debajo de la válvula.

Antes de pegar la válvula al cartón es necesario alisar con papel de li ja del número 1 toda la superficie exterior de la parte correspondiente a la cámara de resonancia, hasta que quede una pelusilla uniforme en toda la superficie. Esta operación debe hscerse con cuidado, ejerciendo poca presión, sobre todo, en e l centro para evitar que el cartón se destemple.

Para pegar la válvula (completa con sus accesorios: alambre y bola) al car- t ó ~ , aplíquese pegamento celulósico en la parte inferior del trozo saliente de la piel que ha de servir de bisagra, e inmediatamente, superponiendo la válvula sobre el dibujo propiamente trazado, se aplasta con la hoja de un cuchillo el t rozo de piel. con objeto de que quede bien pegado al cartón, ta l como se hizo a l explicar la construcción del tremolador en el capítulo VI.

PUESTA A PUNTO DEL APARATO

En primer lugar, después de pegada la válvula al cartón, hay que doblar más o menos el alambre para que el casquete de la bola quede situado casi en contacto con el cartón (0'25 ó 0'5 milímetros de separación]. Conectado el tubo de goma al tubito de metal de entrada de aire al redoblador, se insufla aire y s e observa el movimiento valvular y el sonido obtenido por las percusiones. Si el movimiento de la válvula es relativamente lento (del orden de 10 a 20 per- cusiones por segundo! percibiremos un sonido no redoblado que t iende a pare- cerse al Glucknorre. Si se modifica la posición de la bola, separándola más del cartón, no se manifiesta un claro redoble y habrá necesidad de violentar el movimiento vcilvc!lar con las piececitas señalz,¿as con X en la figura 2. Estas se componen de un trozo de goma esponjosa (espuma de goma) de 2 0 x 4 0 ~ 6 mi l ímetros, que se presentará sin presión, al lado de la válvula por el lado de la bisagra. Se taladra la goma con un sacabocados o con una t i jera por el lugar central de la misma en el punto que quede encima del grosor de la made- r a del lado del bastidor del redoblador cubierto por e l cartón.

Se prepara un trozo de pletina de metal [hierro, latón o cinc) de 20 x 25 x 1 mi l ímetros y se hace un taladro de 3'5 milímetros en e l mismo lugar en el que se hizo en la goma de manera que al superponerla sobre la goma la cubra en toda la superficie menos en medio centímetro de la parte correspondiente que ha de situarse al lado de la válvula.

Si un torni l lo rosca de madera, que pasando pr imero por e l taladro de la pletina, luego por el de la goma, se enrosca en la madera, conseguiremos que,

apretándolo más o menos, la goma esponjosa ejerza más o menos presión sobre la válvula, con lo que ésta modificará e l r i tmo de su movimiento, que será el correcto cuando percibamos el típico G 000 r r r r r r del Knorre.

Este artilugio nos permitirá, además, modificar rápidamente y a voluntad el r i tmo deseado, con sólo hacer una ligera presión hacia arriba o hacia abajo, en el extremo exterior de este dispositivo.

En la figura 5 se ven dos perspectivas del redoblador. Obsérvese que éste lleva superpuesta una caja de resonancia de medidas exactamente iguales, tan- to interiores como exteriores a las del bastidor. Solamente se diferencian en que la caja de resonancia tiene tapa con un taladro de 60 milímetro y no lleva en su interior el tabique separador de cámaras.

Como se comprenderá, al encargar la construcción del bastidor a un carpin- tero, debe éste construir el conjunto de una sola pieza y serrar a la altura con- veniente el bastidor del redoblador, y la otra parte, tras colocarle la tapa con el orificio señalado, perfectamente encolada y clavada, es la que ha de servir, sin posteriores preparaciones, como caja de resonancia del conjunto redoblador.

Obsérvese, no obstante, que esta caja, y por el lado donde se insufla el aire al redoblador, lleva, en la parte lateral inferior, una ventana por donde sale, al exterior, un artilugio modificador de ritmos del que hemos hablado. Sus medidas deben ser de unos dos o tres milímetros mayores en altura y an- chura, al objeto de que al tapar completamente la caja de resonancia, el aire expelido por la válvula tenga salida al exterior, pues de otra forma dejaría de funcionar correctamente la válvula.

lnsuflando aire en el redoblador y modificando con las manos la obturación de los taladros de la cámara y de la caja de resonancia conseguiremos variados efectos sonoros, retumbantes y de vocalización en los Knorren que hemos de obtener con este 5encillo aparato.

Iniciación al del canario

P o r

canto clásico Roller

A N T O N I O D R O V E A Z A

W A S S E R T C U R E N

Esta denominación de in temas de Agua)) ha s ido modi f icada en varias ocasiones en los standard de canto Roller. U l t imamente en e l Congreso de Darmstad se sust i tuyó el capi tu lo \4'asserrolien por e l de Wassertouren, s in duda, como se hizo en otras ocasiones, con objeto de dar acogida a múl t ip les variaciones con que puede n- ia~ i fes tarse el carácter acuoso en e l canto Roller y crear o re- cuperar una modalidad de canto ya perdida de l a que fueron fanáticos part i - darios algunos cr iadores alemanes.

Hace muchos años, en las postr imerías del s ig lo pasado, fueron var ios los cul t ivadores de esta modalidad, los cuales, encabezados anter iormente por los hermanos Volkniann, establecieron un l inaje de canto con una variada gama de tenlas con tonal idades de agua, que se fueron perdiendo a t ravés de pocos años al aceptar la af ición alemana, casi por unanimidad, e l canto hueco puro y rodado en el repertor io del canario Edelrol ler (noble ru lado r ) , tendencia iniciada por Trute y consol idada por f in con carácter universal po r la armonía y majes- tuosidad de la escuela de canto establecida po r Se i fe r t en su ef ímera vida ca- nar icola a pr inc ip ios del actual s ig lo.

Es innegable que est imulando las var iac iones de agua en el canto de los canarios, pueden crearse variedad de temas s imples y compuestos de agradable y mer i to r ia e jecución. Es más, siendo estos temas los básicos del canario común n o es m u y d i f i c i l mejorar los y consol idar los bajo fo rmas y r i tmos determinados para que impuestos al canario Roller alcancen mayor belleza como ta les temas acuosos.

Hemos v is to er! algún capítulo anter ior que las condic iones pr imordia les para mantener e l carácter rodado con toda la pureza, son: la s impl ic idad de la compos ic ión fonét ica y la perfecta regular idad de l ba t ido de las sílabas que forman esta composic ión. Estas condic iones son precisamente las que con- f ieren al canto Edelrol ler o del Harz e l carácter de nobleza y sub l ime armonía que debe poseer e l canto rodado y hueco po r excelencia s i las vocales gratas que conocemos son manifestadas con la preponderancia debida e n l a compo- s ic ión de los temas básicos de esta modal idad de canto.

Como la denominación Roller determina especí f icamente un carácter rodado básico, y por o t ro lado se otorgan internacionalmente las mejores puntuaciones a las vocal izaciones más huecas o profundas, n o .hay duda. que e l c r i te r io existente no se aparta al teórica mente^) de la tendencia clásica alemana de

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pr imeros de siglo, por lo que, para aclarar ideas, es necesario determinar hasta qué punto estas variaciones de agua pueden adaptarse y aceptarse como mo- dalidades verdaderamente rodadas y delimitar conceptos de oquedad en las variaciones, sin que éstas lleguen a perder el carácter acucso.

Ateniéndonos a las eniisiones más o menos precisas que en la actualidad pueden oírse en los pocos canarios Roller que las ejecutan, debemos establecer como pertenecientes a la modalidad de agua las siguientes variaciones:

1." Rulos de agua o lAJasserrollen. 2 . O Cloqueos de sgua o Wasserglucken. En los primeros, su composición fonética puede expresarse de dos formas

totalmente dist intas: Con tonalidad de agua: bl ioudbr~oudbl ioud.. . Con tonalidad hueca: b lüb lu . . . GIOb10b10 . . . blUblUblU. . . En los segundos, o sea en los Wasserglucken, pueden asinl ismo representarse

como: Con tonalidad de agua: Kloick-Kloick-Kloick-Kluick-Kluicl:. Con tonalidad hueca: g10;c-gIOic-g10ic-gIUic-glUic. En el caso de los rulos de aaua, se comprueba que al hacerse los sonidos

más huecos la composición fonética se reduce a extrenios tales que hace dudar de si las variaciones obtenibles llegan a poseer el carácter acuoso para ser considerados verdaderamente como tales.

Por lo que respecta a la denominación del tema, esto es, al carácter rodado de los Wasserrollen, se comprueba asimismo, a medida que se acrecienta la característica de agua, se va perdiendo el r i tmo silábico y el batido no puede efectuarse con la regularidad debida para considerarse como auténticos rulos.

En el caso de los Wasserglucken, observemos cór-iio pierden también parte de su composición fonética, llegando a convert irse en simples Glucken (clo- queos) s i queremos hacerlos tan huecos -mejor diría tan graves- para que pierdan todo vestigio de agua (al suprimir las [líes,) en el texto fonét;co).

Por exist i r en la Canaricultura Roller conceptos de ((relatividad)) bien mani- f iestos, no tan sólo en lo que se refiere a tonalidades, sino también a r i tmos y formas de expres i jn , es por lo que me he permit ido insist i r reiteradamente en la conven ie~c ia de purificar el canto hacia tendencias clásicas, que definan con la mayor precisión las características fundamentales del canto del Harz.

Cualquier tendencia que se aparte de esta línea de pureza conducirá inevita- b lemente a una amalgama de temas diversos de no fáci l discriminación, por lo que no sólo es justificable sino muy plausible la acti tud de la afición ale- mana de principio de siglo de consolidar y purif icar en lo posible las carac- ter íst icas básicas del canto Edelroller, única forma de que los canarios puedan ser juzgados en los Concursos con absoluta precisión y vernos l ibres de aprietos -lo confieso sinceramente- al tener que asimilar variaciones impuras que en e l mejor de los casos nos harían dudar, incluso, en la tranquil idad de nuestros hogares oyendo a un canario solo, y, no obstante, tenemos que hacerlo en las competiciones prestando atención a cuatro canarios -no siempre pertenecien- tes a una misma directr iz de canto-, que s i llegan a desarrollarlo a la vez, es materialmente imposible prestar atención a todos en el corto espacio de t iempo en que deben ser juzgados.

Si en un recipiente con agua (Fig. 1 ) introducimos un tubo o trozo de caña de unos ocho mi l ímetros de diámetro interior, en cuyo extremo,acoplamos un tubo de goma de longitud suficiente para mejor comodidad nuestra, y soplamos por el extremo opuesto, observaremos que en el agua del recipiente se produce

un borboteo rápido y .desacompasado con su típico sonido bien acusado. Repi- tamos el ensayo coiiteniendo la presión del aire insuflado o, mejor, reduzcamos el paso del aire valiéndonos de la estrangulación del tubo de goma por medio de una pinza de tender ropa u otro dispositivo conveniente hasta que el borboteo tenga cierta regularidad como para que produzca un sonido similar a la onomatopeya del texto fonético de la definición de rulo de giro con que generalmente es definido en libros y publicaciones.

En estas condiciones percibiremos un sonido semejante al producido por la corriente de agua de un riachuelo que rodara sobre un fondo irregular de gui- jarros, en el que se mezclan dos sonidos bien diferentes: uno, el del gorgoteo, bastante parecido físicamente a cloqueos suaves y dulces, y otros, de t ipo burbujeante producidos por el estallido de pequeñas burbujas que son las que producen la impresión de salpicaduras de agua y corresponden a las aíesn del texto fonético. La irregularidad de la percepciór; de sonidos y la dudosa deno- minación de ~ ~ r u l o s de agua)) está bien patente en la representación aproximada en el oscilograma correspondiente.

Si tratamos de regularizar el r i tmo del gorgoteo, nos valdremos del mismo recipiente (Fig. 2 ) , en el cual, tanteando la introducción del tubo en el agua y regulando a la vez el paso de aire, conseguiremos la percepción de un sonido gorgoteante batido con regularidad, pero aún no desprovisto de las salpicaduras de agua, que hay que evitarlas utilizando agua jabonosa que produzca una capa de espuma suficiente para suprimir las ((íes)) incompatibles con un sonido hueco y armonioso. El oscilograma correspondiente da idea de la forma de emisión de un auténtico rulo de agua.

Estos ensayos permitirán la comprensión de cuanto hemos visto en este capítulo, y quien quiera construir un dispositivo más eficiente, bajo el punto de vista de tonalidad más perfecta, puede utilizar (Fig. 3) un barrilito de madera en el cual haremos un taladro lateral a bastante altura por donde introduciremos la caña, la que fijaremos cuando se consiga el r i tmo deseado. Utilizaremos en este recipiente agua jabonosa hasta una altura conveniente. Tapando más o menos con la mano la boca de este depósito, lograremos ruladas de agua de vocali- zaciones diversas y de tonalidades francamente bellas.

La Canaricultura alemana actual no acepta en el canto del Harz, bajo la de- nominación de Wasserrollen, otras expresiones que las del texto fonético corres- pondiente a tonalidades huecas que, como hemos visto, son susceptibles de tanta variación en la vocalización y formas de expresión, como los Hohlrollen, según vimos en el capítulo correspondiente, y que ahora también podemos ob- tenerlos en los Wasserrollen tapando más o menos rápidamente la boca del recipiente de madera de la figura 3, e inclinándolo convenientemente para conseguir efectos semejantes.

Por lo que respecta a los Wassertouren, es fácil comprender hasta qué punto puede mezclarse el carácter de agua en los diversos temas del standard y la complejidad de nuevos temas que pueden surgir al estimular y seleccionar esta modalidad de canto enfocándolo siempre, o en lo posible, bajo el punto de vista de obtención de tonalidades huecas lo rnás puras posible; por cuanto las de agua (no huecas), no creo que sean susceptibles de ser admitidas y conside- radas en la raza Roller, y, en cambio, muy adecuadas para mejorar otra moda- lidad de canto más alegre y menos exigente en tonos y ritmos, como bien pu- diera hacerse en el canto de nuestro canario del País.

En la figura 4 está representada la sección de un tremolador, cuya construc- ción ha sido explicada en un capítulo anterior. Se ha añadido ahora un pequeño

fuel le superpuesto po r la parte super ior y s e comunica po r medio de un taladro con la cámara de la válvula. Este fuel le t i ene la m is ión de modi f icar l a fo rma <(envolvente)) de la corr iente de ai re que ha de exci tar e l órgano productor de sonido para que se asemeje en l o posib le a la fo rma del osci lograma correspon- d iente a los ru los de agua. Para que así sea, además d e añadir e l fue l lec i to e n cuest ión, habrá que aumentar e l taladro valvular a 18 m i l íme t ros , s i tuar la válvula sobre e l ta ladro a dos te rc ios de distancia de l a b isagra y aumentar e l peso de la válvula, para lo cual se aprisiona fuer temente u n t roc i to de p lomo de unos dos gramos, o mejor , deposi tando una soldadura de plomo-estaño en el ganchito.

Para la construcción del fuel le s e preparan dos tab l i tas de 80 x 36 x 5 m i l í - me t ros y una de ellas se superpone a la tapa del bast idor de l t remolador, con ob je to de perforar ambas con u n ta ladro de 18 ó 20 mi l ímet ros .

Estas dos tabl i tas se juntan según la f igura 5 (dejando u n m i l íme t ro de se- paración entre el las) y se pega u n t rozo de te la fuer te a manera de bisagra, d e ta l manera que una vez seca pueda cerrarse y g i rar con mucha faci l idad.

Se corta una t i ra de badana m u y delgada (p ie l s.errada) de 25 x 4 cent ímet ros y s e pega a los cantos de las tabl i tas según disposic ión de l a f igura 6, empe- zando por los cantos opuestos de la bisagra de ta l f o rma que pegando las bandas laterales de la parte centra l de la badana puedan superponerse los ex t remos de ésta en la parte centra l de los cantos de l lado de l a b isagra, procurando ev i ta r , p o r un exceso de pegamento celu lósico, en torpec imientos e n e l g i ro d e la b i - sagra.

Una vez seco y recortada la badana sobrante, se humedece l igeramente toda la superf ic ie de la badana con objeto de que queden marcados para s iempre los p l iegues que previamente habremos señalado, hundiéndolos en t odo s u recorr ido centra l siguiendo e l plano de las b isec t r ices , como as im ismo en la par te media de l a cara opuesta, haciendo en ésta un p l ieguec i to en cada lado. Cerrado y aprisionado e l fuel le, y dejando secar la badana, quedará e n d ispos ic ión de ser pegado a la tapa del bastidor.

El correcto funcionamiento del fuel le podrá comprobarse con la v is ta, ya que osci lará con el m ismo r i tmo valvular, que ahora será a lgo más len to que en los Hohlrol len, pudiéndose conseguir como en és tos u n variado reper tor io en vocal ización, r i tmos y fo rmas de expresión.

Iniciación al del canario

canto Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

G L U C K E N

El cul t jvo desordenado de este tema, tercero del Standard, es el que ha motivado más confusiones en el desarrollo técnico del canto Roller en el mundo entero. Por él tanibién la novel a f i c i j n española ha estado confundida en la apreciación del verdacero canto clásico del Harz, al considerar a los Glcicken como imprescindibles, o poco menos que fundamentales del repertor io de un canto rodado por excelencia, como corisecuencia de propagandas inculcadas por particulares convencimientos a causa de no haber saboreado con anterioridad el auténtico canto Edelrol!er del Harz.

Esta eufor ia por los Glcicken, b ien patente en la mayoría de los países canarí- colas del mundo, ha sido motivada por el exceso de puntuación en los concursos.

En los países en que aplican el Standard de 100 puntos se recompensan a los Cloqueos con un total de 27 pui i tos por las t res composiciones en las que dividen éstos, cuando a IGS temas básicos del Roller, Hohlrol len y Knorren no se les puede conceder más que 12 puntos a cada uno de ellos.

En el Standard alemán de 90 puntos, el tema Glucken podía recompensarse hasta hace poco con 9 puntos, situándole en igualdad de puntuación con los temas básicos de l canto rodado.

Ante estos cr i ter ios absurdos, es Íógico que la afición mundial , en general, se viera ini luenciada por el cu l t ivo de los Cloqueos, a pesar de que los jueces de algunos países, conocedores de la canaricultura Roller, no concedieran supe- r ior puntuación de 6 puntos por los Glucken en todas sus formas, s imples y compuestas.

En nuestro ambiente, fel izmente, ya se van dando cuenta muchos aficionados que al canto que denominaban .Canto Clásico. en t iempos no lejanos, no son precisamente los Glucken vulgares y sus inevitables mixt i f icaciones, los que confieren real belleza a su repertor io.

As imismo, se va leyendo en muchos artículos extranjeros el efecto pernicio- so que ejercen los Glucken en la armonía del canto clásico Roller; cuyo con-

vencimiento de ahora parece demostrar la teoría manifestada por los alemanes de pr inc ip io de siglo, y mantenida por quienes la hemos v is to confirmada en nuestra larga experiencia canarícola.

Y no es precisamente porque los Glucken simples en sí sean desagradables, n i muchísimo menos, s ino que al ser introducidos en el repertor io del Roller crean una especial tendencia a modificar, más pronto o más tarde, las caracte- rísticas fundamentales de r i tmo, tono y formas de expresión de los demás temas.

Se ha d icho repetidamente que los Glucken no son hereditarios. Dif iero mo- destamente de esta opinión general por s imple experiencia: Desde e l momento que colocados próximos dos canarios, uno de canto puro rodado verdaderarnen- te mer i tor io , y o t ro de canto mixt i f icado con aceptables Glucken simples, el pr imero modif ica sus frases por la inFluencia del canto del segundo. Por otra parte. ¿por qué los hi jos de padres con buenos Glucl<en los ejecutan asimismo tan buenos o mejores, s in que hayan oído a sus progenitores n i a o t ros cana- r ios profesores?, o, también, ¿por qué hi jos de canarios no Glucken aprenden rápidamente en su enseiianza los Cloqueos de otros profesores?

Entonces, no hay que atr ibuir lo a cualidades imitat ivas de los canarios, sino a una predisposición atávica que los creadores del Edelroller no descono- cían, y en esto precisamente residió el mayor mér i to de ellos al supr imi r cul tu- ralmente, por ín t imo convencimiento, todo vest igio de Glucken que emborronara la armonía y dicción del noble canto rodado por ellos establecido y continuado por o t ros criadores alumar,es no menos escrupulosos.

No debemos olvidar que el canto Roller no ha mejorado en su conjunto en los dos o t res ú l t imos decenics. Los temas básicos son de in fer ior calidad a los de antaño y únicamente podría aceptarse una l i g r ra mejoría en los Hohl- kl ingel (Timbres huecos) y en los Pfeifen (Flautas) por una mayor sonoridad. pero no por su delicadeza de expresión.

Ante el negativo avance da1 canto Roller, es plausible la reducción de 9 a 6 puntos de que fuercn objeto los Glucken por decisión tomada en 21 ú l t imo Con- greso de Darmstad. Con tal medida internacional no hay duda que el canto en general de nuestros canarios mejorará, s iempre y cuando se consideren única- mente puntuables los Cloqueos simples, s in composiciones o mixt i f icaciones.

No debo negar que sea mer i tor io el canto Roller cuando se introduce cul- turalmente los Glucken en todas sus formas. Es más, reconozco su mér i to indis- cut ible a esta modalidad por su volumen de voz y fuertes contrastes sonoros, s iempren que mantenga un equi l ibr io perfecto entre las variaciones de Glucken y las antagónicas características del canto rodado, y haya s ido eliminada cualquier nota compuesta que modif ique la armonía y belleza del conjunto.

En estas condiciones podrá obtenerse una nueva modalidsd de canto Roller, que, s in aparterse sensiblemente del carácter rcdado básico, introduzca en su repertor io las variaciones de otros temas ccmunes influenciados por las carac- teríst icas de sonoridad, gravedad y lent i tud de los Glucken.

Esto que a pr imera vista puede parecer muy fácil de obtener, presenta en realidad muchas dif icultades en la práctica, ya que, en pr imer lugar, no pueden conseguirse los mejores resultados s i no es uti l izando canarios con Órganos de canto l leno (sonoro y grave), pues, de lo contrario, el canto obtenido -muy mediocre e impropio- como consecuencia del sacrif icio de la pureza de las frases básicas, no justif icaría de ninguna manera el f in perseguido de obtener una característ ica meri tor ia especial de mayor gravedad y majestuosidad en la entonación de la nueva modalidad de canto. En segundo lugar, s iendo l imitado

el volumen de aire contenido en los pulmones y sacos aéreos, según vimos en el capitulo 111, es Iógico que al aumentar la sonoridad y gravedad de entonación, el t iempo de expulsión y emisión del canto queda reducido sensiblemente, por lo que el repertorio queda reducido también a una fugaz emisión de pocas frases rodadas, recreándose, en cambio, en las no continuas, intermitentes o espaciadas, donde deben hacer gala de sus facultades sonoras, resultando que, a pesar de la gratísima impresión recibida en el primer momento, llega a cansar tal modalidad de canto por la prodigalidad de variaciones no continuas -no siempre puras y melodiosas-, y faltarle, en cambio, la básica y más pura esencia del verdadero canto Edelrroller (noble rulador) del Harz que se ha pretendido con- solidar en un standard alemán para evitar adulteraciones, fruto de inexperiencias o de gustos particulares.

Descripción de los G1ucken.-La traducción alemana de Glucken significa Clo- quear; es decir, son las expresiones fonéticas o Cloqueos de una gallina clueca al llamar a sus polluelos: Klok-Klok-Klok ... Kluk-Kluk-Kluk ... o Glok-Glok-Glok . . . Gluk-Gluk-Gluk ... O GIOC-GIOC-GIoOk ... GIUC-GIUC-GIUC ...

A estas expresiones silábicas intermitentes, emitidas a una velocidad o r i tmo del orden de uno a dos golpes por segundo, son los que se denominan Glucken simples; únicos que los alemanes valoran en los Concursos de canto Roller.

Obsérvese que los Cloqueos citados están escritos en orden creciente a pro- fundidad de entonación y serán tanto más meritorios -y más efectivos para mantener cierta pureza de linajes Roller aceptables- cuanto más blandas sean las consonantes, y más llenas y sonoras es t i n acusadas las vocales O y U. Emitidas en estas condiciones se llaman HohlGlucken (Cloqueos huecos) simples, los que aun cultivándolos con absoluto esmero en los linajes, introducirán, más pronto o más tarde, la perniciosa influencia atávica, sobre la pureza en los demás temas básicos. Ante esta -comprobada realidad, no compensa la ficticia mejora de puntuación obtenida a costa de una real imperfección del resto del canto rodado. Por esto los ~di lettantes>b alemanes del canto Edelrroller se apartan de- liberadamente del cultivo de los Glucken en su labor de selección del canto por ellos creado, aunque algunas veces transijan incluso con faltas más o menos leves en variaciones de otros temas no rulados.

En este grabado están representados los oscilogramas de tres Glucken sim- ples. Como en los temas anteriores estudiados, la tonalidad del registro musical

1 1 i

es función del número de ciclos o vibraciones por segundo del sonido percibido i 1

introducidos en la envolvente modulatoria, siendo ésta la que determina la es- I !

tructura y el carácter particular de los Cloqueos, los que, como es lógico, deben permanecer lo más invariables en su forma gráfica o en su expresión fo- nética para que puedan ser considerados verdaderamente como tales.

Si aumenta la velocidad de emisión de los Cloqueos, es natural que la se- paración entre ellos disminuye y, por lo tanto, tenderán a ligarse, pero siempre a costa de perder parte de su carácter típico. A esta expresión aparentemente ligada de los Cloqueos se llama Glucken en cadena y es la posición rítmica inter- media entre los Glucken ,simples y los Glucken batidos o rulados, los cuales toman este nuevo carácter como consecuencia del fuerte choque entre sí, debido al r i tmo relativamente acelerado de emisión. Estos sucesivos choques de los Cloqueos (ahora más o menos impuros) introducen una r que bate las sucesivas sílabas, por lo que a los redobles obtenidos se les denomina Gluckenrrolle.

Si tenemos en cuenta que los Glucken rápidamente emitidos lo últ imo que pierden de su estructcira fonética es la consonante final, comprobaremos que esa c o k más o menos blandas, al combinarse con la r, produce redobles con carácter dominante de Knorren, y será tanto más acentuado cuanto mayor sea el r i tmo de emisión. Por tanto, lo que en la práctica se considera y valora como Gluckerrolle no es más que Glucknorre con r i tmo silábico algo más lento, y ambos, no obstante, deben ser considerados como variedades mixtificadas del Knorren clásico, sin dejar de reconocer que los buenos Glucknorren, a pesar de su mix- tificación resultan impresionantes por su gravedad, sonoridad y efectos sonoros muy propios de la modalidad de canto de que anteriormente hablamos.

Los Glucl<en, asimismo, se combinan con los demás temas del standard, dando lugar a composiciones o mixtificaciones en las cuales se comprueba su influencia, poco beneficiosa la mayoría de las veces, por la adición más o menos acusada de una consonante final con general aumento de sonoridad, gravedad y lentitud de ritmo, por lo que podemos establecer la siguiente regla fonética: toda variación de los temas del standard (excepto en los Knoíren que se perciben erres finales) que terminen en consonante, poseen el carácter de compuesta o mixtificada de Glucke. lo mismo sean Pfeifen (Flautas): Toc-Toc ... Duc-Duc ... Dan-Dan ..., Klingel y Hohll<lingel (Timbres y Timbres huecos): Lin-Lin . . . Lon-Lon ... Loc-Loc . . . Luc-Luc . . . , como en Hohlrrollen: Rururuc ..., etc.

ESPECIALIZACION

Iniciación al canto clásico del canario Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

XII

En el capítulo anterior, al tratar de los Glucken, cometí un error al decir que

los Cloqueos constituían el tercer tema del Standard Roller, cuando, en reali- dad, pertenecen al cuarto tema de los establecidos internacionalmente, como así

en este orden los hemos estudiado en esta Iniciación.

Aparato pera producir Glucken: Los Glucken que pueden obtenerse por el goteo de agua sobre una superficie líquida, como el producido por una llave o

grifo convenientemente obturado para que haga caer gota a gota sobre una pa- langana, cacerola, etc., con agua; como también los producidos por una botella

(de un l i t ro) al vaciarla vert icalmente, darán idea de la composición fonética del

sonido percibido: Gluic-Gluic-Gluic.. . Gloic-Gloic-Gloic.. . , etc. Estos Glucken o

Cloqueos, más o menos perfectos o agradables y siempre acompañados de tonos

acuosos, no son propios para ser cultivados en una modalidad de canto hueco por

excelencia, y sí, en cambio, muy adecuados para estimularlos en otras modalidades de canto menos severo que el Roller, como en el de nuestro Canario del País o

Timbrado, en e l que debe obtenerse variedad de tonalidades y formas de expre-

presión tanto en los Cloqueos simples como en los compuestos.

Los Hohlglucken (Cloqueos huecos simples), únicos que deben ser conside- rados en e l canto Roller, pueden obtenerse por procedimientos mecánico-acústi- cos. Los cloqueos así obtenidos aparecen con las consonantes suavizadas y acusando, en cambio, la preponderancia de las vocales gratas O y U para que en

las dos respectivas variaciones [en posiciones O y U) se obtenga el mayor efecto de oquedad o, mejor diríamos, de d u l c e y sonora gravedad: GIOc-GIOc-

GIOc-GIOc y GIUc-GIUc-GIUc-GIUc, emitidos en dos tonos con majestuosidad y

relativa lentitud. Solamente en este caso, según veremos en futuros capítulos

en que trataremos sobre la puntuación de los dist intos temas, los canarios obten- drán la máxima puntuación de 6 puntos, que es la mayor -como así está ahora establecido en el Standard- que debió adjudicarse a los Glucken en otros t iempos y únicamente a estas dos variaciones deseables perfectamente emitidas por canarios de este linaje.

Si bien con el aparato que vamos a describir pueden obtenerse ruladas de Glucken de variado r i tmo, interesa principalmente la obtención de Glucken simples de lentitud variable, obteniéndolos fáci lmente con sólo variar la posición del aparato girándolo hacia abajo de forma que la válvula quede en posición vert ical en vez de horizontal, ta l como figura en 1. En esta posición (válvula horizontal) el aparato está dispuesto para los rulos para i r decreciendo el r i tmo a medida que se gire el aparato hacia la izquierda hasta que la válvula quede en po- sición vert ical.

Por los dibujos del grabado observamos que este disposit ivo es similar al

Tremolador explicado en el capítulo VI (número 24 de PAJAROS), por lo que las explicaciones sobre e l bastidor, tabla intermedia E, pegado de las caras, válvula, etc., pueden seguirse según lo dicho entonces. Unicamente ahora varían las dimensiones del bastidor, figura 2; el tablero del tabique, figura 3; dimen- siones y grosor del corcho de la válvula, figura 4, y el grueso del alambre de latón de la válvula, que debe ser de 2 mm. de diámetro, terminando en un precinto de plomo, de cuya sujeción al alambre se dan detalles en la figura 4.

Asimismo, en la figura 4 se indica la posición de la válvula con respecto al

taladro de la madera del tabique separador de las dos cámaras, que debe cubrir lo de forma que el centro del taladro quede a 20 mm. del extremo opuesto al lugar de giro de la válvula.

Observemos que en la cámara de la válvula hay un taladro de 10 mm., que

tiene por objeto e l poder obturarlo a voluntad para que en posición de abierto acuse más perfectamente la estructura de los cloqueos más lentos, dando paso al exceso de aire allí acumulado que emborronaría la perfecta dicción de cada impulso valvular. Asimismo puede regularse con el dedo este orif icio de manera que se obtenga la mayor precisión en cualquiera de los r i tmos al girar

hacia abajo (hacia la izquierda) el aparato.

En e l dibujo no se ha figurado e l órgano sonoro. Puede ser, como en el Tremolador para los Hohlrollen, e l vaso de aluminio, pero es preferible util izar

cualquier otro objeto de loza o de barro de forma adecuada efectuando un taladro de 6 a 9 mm., donde debe incidir el embudo de la cámara de la válvula. Si se uti l iza un t iesto pequeño (de capacidad interior de unos 120 cm3) hágase el taladro central con cuidado y no matar los bordes del mismo. Como este ta- ladro va a ser en esta ocasión algo mayor que el del vaso del Tremolador, es por lo que se ha aumentado en 20 cm3 el volumen del t iesto, para que pro- duzca similares alturas del sonido al variar el cierre de la boca del t iesto o de cualquier otro de los inuchos objetos que pueden util izarse para este f in.

Iniciación al canto clásico

del canario Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

S I I . Schockeln

1111. Hohllilingeln

S I V . Pfeifen o Flautas

J . Klingeltoiiren

1 Iílingelroll y Iilingel

S\-11. Impresión general

S C H O C K E L N

Este tema, quinto del Standard Roller, es el que desde hace unos pocos ~ ñ o s va tomando preponderancia entre los cult ivadores de nuestros nobles cantores. Parece como s i la afición, cansada de oír prodigar Glucken, hasta ahora tan absurdamente apreciados por los aficionados noveles, buscara por snobismo una nueva modalidad en el repertor io del canto de los canarios, s in pensar que los Schockeln, aunque en bastante menor grado que los Glucken y Wassertouren, también modifican las particulares características de los temas básicos del canto clásico Roller.

La estructura del auténtico canto Roller de calidad, debe estar constituida con carácter dominante por múl t ip les variaciones rodadas de la más alta cali- dad de Hohlrol len y Knorren, complementadas por excelentes Hohlklincjeln, Pfeifen y delicados Klingeltouren. La introducción de Glucken y Schockeln para obtener mayor cuantía de temas en e l repertor io del canto de nuestros canarios, no compensa la efect iva pérdida de pureza y armonía de los temas básicos al ser afectados por los de características totalmente distintas.

Es c ier to que los canarios pueden compaginar discretamente temas antagó- nicos y obtener elevadas puntuaciones en los concursos, como resultado de la suma de puntos por mayor número de temas no correctamente emit idos. En estos casos no es precisamente la calidad más elevada la que valora el canto de los canarios, s ino la cantidad de temas cantados, relat ivamente meri tor ios.

El verdadero mér i to y la mayor belleza del canto Roller no se obtiene por la cuantía o variedad de temas antagónicos ejecutados, s ino por la perfección, por la más absoluta pureza de dicción, de las múlt ip les variaciones de los tu .mas básicos y comunes del t íp ico canto rodado o Roller, como esta denominación define a esta modalidad de canto. Esto que parece fáci l l levarlo a la práctica, es, en realidad, mucho más di f íc i l que lo que aparenta.

Si los canarios pudieran adaptar selectivamente sus órganos de canto para emi t i r diversas formas, estructuras y r i tmos de opuestas características, s in duda podrían ejecutar a la perfección los dist intos temas del Standard. Si no ocurre así es porque los canarios Roller los t ienen predispuestos part icularmente para ejecutar ruladas puras que deben ser su fuerte, como también las intermitentes de r i tmo acelerado. Si por selecciones sucesivas conseguimos que lleguen a emi t i r excelentes notas lentas de estructura compuesta totalmente distintas de las rodadas, es innegable que éstas perderán su más pura esencia y llegarán a mixt i f icarse por la influencia de las de caracteres antagónicos. Si los Hohlrollen y Knorren están considerados como las más bellas melodías del repertor io del canto Roller, ¿por q ~ i é hemos de privarlas de su esencia musical y de su no- bleza de expresión por querer fomentar otrzs que en la mayoría de los casos son emit idas bastante imperfectamente?

Ya d i je en algún capítulo anterior que las pr imi t ivas denominaciones odop- tadas por los alemanes para definir los temas del Standard tenían cierta analo- gía con determinados efeztos sonoros relacionados con los producidos por cier- tos aparatos m ~ c á ~ i i c o s , animales o cosas.

En los Schockeln, su traducción aplicada al canto de los canarios se rela- ciona con efectos espasmódicos de contracción muscular al emi t i r ciertas ex-

presiones características. La carcajada humana y e l rel incho de l caballo son, entre otras, claras manifestaciones de Schockel. Precisamente al Schockel se le denominó en los pr imeros tiempos de la canaricultura Roller alemana anota del r e l i n c h o ~ . Hoy es frecuente llamarla ~ca rca j ada l~ , aunque en nuestro am- biente sea más común la de aaspirada)~. s i bien esta denominación no define e l carácter de choque espasmódico, t íp ico y fundamental en la forma de emisión de estas frases cantadas por los canarios.

La composición fongtica de los Schockeln puros es muy simple. Se compone de sílabas espaciadas, s in ligazcn entre sí, y con un r i tmo de emisión de l orden de t res sílabas por segundo y efectuándose impulsos de emisión no superiores a ocho silabas.

Como en ot ros temas, las vocales verdaderamente meri tor ias son la O y la U. Se ha hablado de la a comri vocal f und~men ta l de un buen Schockel, s iendo esto, a m i juicio, un error por cuanto resulta una nota ruidosa que desdice de la melodía y dulzura que debe imperar en el canto Roller de calidad. Así, pues, deben ser exclusivamente las vocales O y U las que se escuchen en las com- posiciones fonét icas del Schockel, siendo, en cambio, varias las consonantes que pueden componer las sílabas, aunque la más adecuada es la h aspirada, percibiéndose el siguiente texto fonéitico: h0 -h0 -h0 -h0 ; hU-hU-hU-hU.

Lo pr incipal , aparte de la \/ocalización grata para que la tonalidad sea muy agradable y mer i tor ia , es que los Schockeln, para ser considerados como tales, deben ser emi t idos por los canarios dándoles el impulso de choque espasmódico para que tomen e l carácter de risa o carcajada. Si la emisión silábica no es efectuada de esta forma, puede confundirse con los Hohlkl ingeln y Pfei fen, a pesar de que el r i tmo del Schockel es intermedio entre los de estos temas, según veremos en los dos próximos capítulos. En efecto, siendo la composi- c ión fonét ica de estos tres temas muy similar, variando únicamente las con- sonantes de las sílabas, un aparente Schockel (s in choque espasmódicol será emit ido de la misma forma que un h 'oh lk l i n~e l un poco más lento. Así mismo, un - S c h o c k e l ~ ~ con vocalización más alarcada: Huu-Huu-Huu, determinará un sonido plañidero transformándose por tanto en Pfeifen (Flautas] de r i tmo algo más acelerado. Luego, para evitar las confusiones que f r ecuen t~men te se ob- servan entre los aficionados para reconocer auténticos Schockeln, deben ser emit idos éstos de acuerdo a las características espasmódicas inconfundibles de este tema. Es más, no solamente se percibe el sonido t í tp ico, sino qur la con- tracción o choque que provoca en el pecho la emisión de este tema t ransmi te al cuerpo del pájaro los movimientos espasmódicos bien percept ibles a s imple vista sobre todo en los movimientos de la cola.

El Schockeln es más agradable y es también más reconocible s i est5 inter- calado entre temas de eniisión no continua o intermitente. Es frecuente oír lo inmediatamente después de los Hohlkl ingsln para terminar en dulces y pla- ñideras flacitas. En estas condiciones, los contrastes de r i tmo y forma de expre- sión de los t res temas permiten difersnciarlos claramente y producir ~ r a t í s i m a impresión los Schockeln al pasar ininterrumpidamente entre pasajes de r i tmos no muy dist intos.

Pueden asimismo ser intercalados --aunque es poco frecuente- entre otros temas, pero en general no impresionan tanto y no parecen ser tan mer i tor ios e incluso puede ser fastidiosa su escucha entre pasajes rodados o emi t idos intempest i \ /amente sin orden ni concierto, des\/alorizando la calidad del con- junto del canto por la pérdida de la cualidad más apreciada del canario Ro-

Iler: la de ejecutar su repertor io con el orden y la medida de un consumado artista.

He ci tado a la carcajada humana y al rel incho del caballo como ejemplos t ip icos b ien conocidos de Schockeln. Quien se haya preocupado del estudio y de las part icular idades del canto de pájaros diversos habrá observado la pre- sencia de Schockeln en algunos de ellos. Por la perfección en la forma de emi- s ión y por s u adecuada tonalidad merece ci tarse el Schockeln de la tórtola: El Hu-Hu-Hu-Hu emi t ido espasmódicamente después de los tr istes, casi Iúgu- bres arrullos, def ine a la perfección al Schockeln del canario mucho mejor, por supuesto, que la carcajada y el rel incho, que solamente han sido uti l izados para general comprens ión de l carácter y forma de expresión característica de lo que signif ica Schockeln.

Creo que con la tór to la (macho] podrían educarse los canarios para emi t i r este tema, ya que es muy d i f íc i l imitar lo valiéndose de aparatos o disposi t i - vos mecánicos automáticos como los que vengo explicando su construcción en esta Iniciación. El ún ico defecto consiste en conseguir el efecto espasmódico regular, que s i b ien puede obtenerse relativamente aceptable con la boca al soplar espasmódicamente sobre un órgano sonoro: ocarina, flauta, etc., no es fáci l hacerlo automáticamente por otros procedimientos de impulsión mecánica del aire expel ido por nuestros pulmones o por generadores mecánicos.

En el próx imo capítulo, junto al oscilograma del Hohlkl ingeln, representaré el correspondiente al del Schockeln.

Xl l l

H O H L K L I N G E L N

Traducido del alemán signif ica Timbres huecos o en vacío. Está clasif icado este tema ent re los de emisión silábica interrumpida, con una velocidad de repet ic ión de c inco a siete golpes por segundo, s in que, a pesar de la relativa velocidad, se aprecie batido o ligazón entre los sonidos regularmente emit i - dos por los canarios, percibiéndose, o adivinándose más bien, las dos varia- ciones fonét icas típicas: LO.LO.LO.LO.LO ... LU.LU.LU.LU.LU ...

La consonante L aparecida en esta composición es consecuencia de la mo- dulación l ingual palat ina característica en este tema, y que los canarios de can- t o clásico Roller o Edelroller no modulan tan correctamente como lo hacen en la actualidad buena parte de los canarios que lo emiten con voz más sonora y con mayor lent i tud r í tmica, apartándose, s in embargo, de la oquedad más pura b ien determinada en los Hohlkl ingeln.

Esta mejora en la dicción y sonoridad de los Hohlkingeln actuales es conse- cuencia del fomento de l inajes Glucken en el canto Roller, ya que una de sus características es el movimiento lingual para modular los cloqueos, y esta facul- tad bien desarrollada en estos canarios de modulaciones Glucken permi te una más fáci l adaptación para emi t i r la L de los Hohlkl ingeln y una mayor sorio- r idad por la menor velocidad de emisión.

Por el contrar io, los canarios clásicos Roller que hemos conocido, cuya ca- racterística fundamental era la nobleza y dulzura de expresión de los temas bá- sicos rodados, no tenía, en cambio, tan desarrollada la facultad para modular con la lengua la L del tema que nos ocupa, bien sea debido a que su reper- tor io de canto se deslizaba en auténtico tono hueco o en vacío -que suaviza de

por sí las consonantes de las composiciones fonéticas de todos los temas-, o porque en el canto de antaño no se estimulaban los temas tipicos de modula- ción lingual con objeto de obtener la máxima perfección y variedad en los Hohlrollen y Hohlknorren.

Lo cierto es, según m i particular opinión, que los Hohlklingeln cantados por canarios de tendencia Edelroller son emitidos con mayor fluidez y con tono hueco aflautado en vacío de efecto musical extraordinario, y en cuya compo- sición fonética se adivinan, más que se pronuncian, las eles del texto silábico, repetido con absoluta regularidad.

Precisamente por esta cualidad del tono verdaderamente hueco, las ruladas emitidas por excelentes canarios del Harz se aprecian muy amortiguadas, adivinándose más bien las erres del batido silábico, dominando los sonidos puros, dulces y armoniosos representados fonéticamente en canaricultura por vocalizaciones lo más gratas posible a nuestro oído.

En las variaciones de los temas de agua también ocurre que los sonidos emitidos por los canerios son de modulación lingual, por lo que los canarios de tal linaje es muy probable que al ejecutar los Hohlklingeln los emitan con la mejor dicción. En cambio, los Hohlrollen pueden verse mezclados con las eles, dando lugar, en realidad, a los Hohlklingelrollen o timbres huecos ro- dados, que han sido citados en varias obras de canaricultura Roller. Por lo que respecta a los Wasserrollen o Rulos de Agua auténticos: blüblüblü blü ... bloblobloblo ... blublublublu ..., que son los únicos rodados de agua que los alemanes aceptan, s i bien no aparecen las erres para ser considerados como rulos normales (de tipo gutural), sí, en cambio, el sonido ininterrum- pido emitido para estas variaciones es batido lingualmente por la b l del texto fonGtico, dando lugar, a pesar de que tal batido es más lento que en los Hohlrollen (la mitad, aproximadamente), a verdaderas ruladas de tipo acuoso en tono más o menos hueco por la resonancia de la concavidad bucal y cuyas tres variaciones pueden ser cantadas por los canarios bajo las mismas formas de expresión como lo son los Hohlrollen clásicos.

Volviendo a los Hohlklingeln, vemos cómo éstos modifican su estructura fo- nética y su r i tmo por la influencia de temas diversos, pues si bien les he con- cedido en general una mejor dicción y mayor sonoridad en los canarios actua- les, es también muy cierto que estimulando excesivamente los Glucken (sim- ples y compuestos), aparecen los Hohlklingeln contagiados en mayor o menor grado por el dejo final de la consonante de los cloqueos, cuya consonante c más o menos acusada transformará a los ~ohlk l ingel 'n en Glucken o Cloqueos en cadena s i el r i tmo de su emisión corresponde aproximadamente al del tema que estudiamos, por cuyo motivo no pueden puntuarse como Timbres huecos, ni tampoco grandemente como Glucken lentos, máxima expresión de belleza y de puntuación absorbente de todas las formas de emisión de este tema.

Los Hohlklingeln, emitidos en tonalidad hueca muy especial, resultan de los temas más agradables de los del repertorio del canto Roller. Su variada forma de emisión puede manifestarse de las siguientes maneras:

Hohlklingeln recto: Es el cantado con la misma vocal sin modiíicar el tono: LO.LO.LO.LO.LO.. . o LU .LU.LU .LU .LU.. .

Hohlklingeln descendente: Es el que modifica en descenso la tonalidad del tema, cambiando de vocal: LO.LO.LO.LO.LO.. . LU.LU.LU.LU.LU.. .

Hohlklingeln ascendente: Es el inverso del anterior: LU.LU.LU.LU.LU ... LO. L0.LO.LO.LO ...

Hohlklingeln ondulado: Es la combinación de los dos anteriores emitidos con delicadeza y pulcritud: LO.LO.LO.LO.LO ... LU.LU.LU.LU.LU ... LO.LO.LO.LO. LO ... LU.LU.LU.LU.LU ,.., para terminar en plañideras flautas.

En todas estas formas de expresión, excepto en los Hohlklingeln rectos, me- jora notablemente el efecto musical y artistico del tema si al modificar las tonalidades como consecuencia del cambio de vocales, lo hacen subiendo y ba- jando el volumen sonoro de emisión de estos Timbres huecos.

S c h o c k e l

PF e ; Fen

En los oscilogramas be1 grabado puede apreciarse la diferencia existente entre los Schockeln, los Hohlklingeln y las Pfeifen (Flautas), según explicaba en el capítulo anterior. Si los prinieros no acusan los impulsos espasmódicos [jorobas en los oscilocjrames) se transforman en Hohlklingeli: de emisión más lenta: como también pueden transformarse en Pfeifen de más acelerado ritmo, si el aparente Schockeln (sin impulso espasmódico) es emitido con vocalización más alargada. Asimismo, los Hohlklingeln con vocalizaciones largas y emiti- dos con mayor separación silábica, se transforman en Pfeifen.

En la figura 1 vemos representado el aparato para producir Hohlklingeln. Es similar al tremolador explicado en el capítulo VII. Las medidas y material de la válvula, así como su situación sobre el taladro del tabique separador de las cámaras A y B, son los mismos. También el taladro de este tabique es del mismo diámetro. Lo que es distinto es la longitud del alambre de la válvula,

que debe ser, aproximadamente, el doble que entonces, dejando en el extremo l ibre un bucle más enroscado, el objeto de que al tener más longitud y más peso, la válvula osci le más lentamente.

El chasis de madera deberá tener las medidas señaladas y su profundidad será de 40 mm., con objeto de que las cámaras A y S tengan, respect ivamente, 288 y 224 centímetros cúbicos.

XI'l

PFEIFEN O FLAUTAS

Son expresicnes generalmente plañideras emit idas en el canto de los ca- narios y pájaros diversos a manera de cortos si lb idos, y de aquí el nombre alemán de Pfei fen.

El nombre si lb idos pupde parecer no carresponde al de Flautas como tales notas c o n o c i d ~ s del canto de los canarios. Sin embarcjo, acústicamente, por la simplicidad de la estructura de modulación de ambos, la s imi l i tud es completa, como lo son entre sí todas las Flautas del canto de los pájzros.

Las Flautas del canario Roller son cantadas a un r i tmo de emisión de una a dos sílabas por segundo. por lo que existen intervalos de si lencio bien de- f inidos entre el movimiento si lábico propio de este tema: du-du-du-du, dulce- mente expresadas y a un mismo r i tmo de emisión.

La dulzura de las Flaut2s está definida principalmente por la pureza de la vocal u y por el sent imiento de su expresión, lo que da lugar al alargamiento de la vocal: duu-duu-duu-duu, a manera de quejas o lamentos.

Como en todos los temas del canto Roller de calidad, el t iempo de dura- ción en la ejecución de las variaciones no d rbe ser excesivamente largo, porque de lo contrar io causa monotonía en percepción. Por tal mot ivo las Flautas emi- t idas en un solo tono no deben exceder de cuatro sílabas. En cambio, cuando las canta un canario modificando su tono por la composición de otra vocal, su emisión puede prolongarse al doble sin que cause cierto fast idio: duu-duu- duu-duu-dou-dou-dou-dou.

Obsérvese que no uti l izo la o más qu? en vocalización compuesta ou, ya que unas flautas en do-do-do-do no confieren, a pesar de la redondez del sonido

que se obt iene en ot ros temas, el carácter propio y característ ico de lamento que debe imperar en las Flautas.

Dada la gran variedad de Flautas que los canarios en general pueden ejecutar, se comprenderá que éstas deben estar a tono con la forma de expresión del can- t o Rol ler de calidad. Así, en el canto más puro de esta raza, o sea, en el Edel- rol ler, de tonos huecos por excelencia, no se concibe la emis ión de Flautas de tonalidad excesivamente baja, porque éstas restan musicalidad al conjunto del canto. Deben poseer, por tanto, tono hueco y sonoridad suficiente, pero no gravedad y vo lumen excesivos.

Sería absurdo que después de haber ejecutado un canario excelentes Hohlro- I len, Hohlknorren, Hohlkl ingeln e incluso pulcros y dulces t imbres y t imbres rulados (de tonalidades bri l lantes, pero de sonoridad muy discreta) comple- mentara su canto con Flautas de este t ipo: dau, dan, doc, toc, duc, diau, dun, etcétera. que son graves y no confieren precisamente excesiva belleza aun cuando sean emit idas en otras modalidades de canto Roller.

Estas Flautas, dau y diau (que en realidad merecerían ser denominados [ ~Chaus y Piaus a r i s toc rá t i cos~~, como así fel izmente las def inió en cierta ocasión el buen amigo don Antonio Guzmán), son expresiones que no están de acuerdo con la más elemental armonía requerida para e l canto Roller. Como tampoco son las adecuadas las demás Flautas que de por s í -por la consonante final de su composición silábica- denuncien la influencia del cu l t ivo absorbente de la modal idad Glucke, s in que por ello deba negar la existencia de algunos ex- celentes ejemplares de esta estirpe de canto que emi ten agradables y meri to- r ias Flautas en duu y dau con majestuosa sonoridad, propia de una mayor gravedad de entonación, pero no, según m i cr i ter io, más armoniosas que las delicadas Flautas emit idas por los auténticos Edelroller del Harz.

También, s i la tonalidad de las Flautas es relat ivamente alta, la calidad de las mismas deja bastante que desear, y con mayor mot ivo s i son más acudas, a l a r ~ a d a s y sonoras, en cuyo caso resultan insoportables y, por tanto, punibles en los concursos.

Como en los demás temas de emisión no batida, las consonantes general- mente uti l izadas para representar fonéticamente el pr incipio de las notas inter- mi tentes, suelen adivinarse más que las pronuncian^, los canarios, por cuanto muchas veces se perciben agradabilísimas Flautas en uu y ouu en las que la consonante de estas sílabas lo puede ser lo mismo una d que una t o no apare- cer consonante alguna. Si comúnmente nos valemos de la d es por pura suges- t ión. En cambio, podemos afirmar que las más bellas Flautas se obtienen s iempre con vocalización en u y con el diptongo ou, únicas que deberían ser preconizadas en canaricultura Roller.

Las Flautas, por la simplicidad de su estructura de modulación y por su lento r i tmo de emis ión, comprobables en el oscilograma representado en el capitulo anter ior, es fáci l darse cuenta que para obtenerlas art i f ic ialmente se precisa dis- pos i t ivo mecánico especial como los explicados hasta ahora para otros temas. Bastará disponer de una ocarina, flauta o el vaso ya conocido [de aluminio, barro o loza) e insuflar directamente, con cortos impulsos de aire, para obtener 10s sonidos de estas notas del canario.

En cambio, la denominación de ~~Hoh l k l i n ce l ondulado)) no es correcta, pgesto que no siendo e l Hohlkl ingel de emisión batida no pueden los canarios onc'ulor e l sonido, por lo que es más correcto denominarle Hohlkl ingel m i x t o por llamarle de alguna manera, aunque los Hohlkl ingeln de los Edelroller, de m o v i m i e ~ t o más acelerado, tal vez pudieran causar la impresión de serlo en sus movimientos

b c e n d e n t e s y ascendentes combinados. aunque. técnicamente. no pueden ser realmente ondulados.

xv K L I N G E L T O U R E N

Klingeltouren o temas timbrados, es la Última anotan establecida en e l Standard Po[ler. Esta denominación data de los acuerdos tomados por la Confederación Oroi tológica Mundia l en los Congresos de Udine y Darrnstad celebrados en los 9 f o s 1959 y 1960; en v i r tud de los cuales se reunieron bajo el nombre de Kl in-

el touren a las independientes y antiguas notas t imbradas, Kl ingelrol len (Timbres {khdosl y Kl ingeln [T imbres) , y reduciendo asimismo las antiguas puntuaciones d'p 3 puntos otorgados a cada una de ellas a un total de 3 puntos para la máxima p4htuación de los actuales Klingeltouren.

En algunos de los anteriores capítulos hice patente m i aplauso por las de- crsiones tomadas en los Congresos de la C.O. M., por considerar imperiosa la neces idad de depuración del canto Roller, dada la corriente de confusionismo e%istente, muy en particular, en los medios canarícolas noveles donde la cana- vlcUltura Roller era practicada alegremente introduciendo mixt i f icaciones inadmi- S lb les, técnicamente, con las características típicas del auténtico canto Edelroller d e tradicional pureza y armonía insuperable.

Por tal mot ivo, al reducir en los Congresos citados las puntuaciones de los & h a s no básicos del Roller. como son los Glucken y los Schockeln. era indu- & b l e que se corregir ía la perniciosa influencia que ejerce el prodigado cu l t ivo d p estos temas -muy especialmente los primeros, bien manif iesto en estos

o'[d.mos años- sobre la pureza, armonía y nobleza de los Hohlrol len y los Kn orren, que son al fin la esencia básica estructural del genuino canto rodado po fexce lenc ia del clásico y noble cantor del Harz.

La sola ejecución de estos dos temas básicos del canto Roller no estable- (erian de por sí un amplio repertor io de canto y puntuación, a pesar de las Suscept ibles y deseables variaciones de que deben ser objeto estos temas, con Cdrnbio de tonalidades (cambio de vocales gratas) y por las formas de expresión ( l q i adas escalonadas, curvadas, onduladas, e tc . ] . Es preciso. pues, ampl iar el ?pp-rtor io con la emisión de otros temas secundarios del Standard que no ~ o ! i f i q u e n en el menor grado posible las características típicas de los temas bas icos para que complementen contrastes y eviten la indudable monotonía de Sori idos puros rodados y de tesi tura poco amplia.

¿Cuáles son estos temas? Si consideramos que las ruladas puras clásicas, L y y o sonido resultante percibido es consecuencia del recular y rápido batido de i in sonido muy simple en la laringe de los canarios, nos daremos cuenta que

~ e r - n tanto más adacuados los temas secundarios de la más s imple composi- c i ~ ' ? fonét ica, y cuyo r i tmo de emisión, en términos generales. más se asemejen i?/ !e los temas básicos, porque, de lo contrario, el prodigado cu l t ivo de temas ( smp lemen ta r i os d z características de modulación muy opuestas y complejas, mo? i f i ca rán sensiblemente la dicción, el r i tmo e incluso la dulzura de la to- rtc?/~'dad do aquellos temas que d ~ ~ b e m o s mantener, en lo posible. con sus cuali- &des propias inalterables.

Esto quiere decir , por ejemplo, que, cult ivando y prodigando los Glucken (~ [ cqueos ) . cuya modulación del sonido o composición fonética. que como sa-

bemos es bastante compleja y su r i tmo de emisión es lento, es indudable que creará en los Srcanos de modulación del canto de los canarios una dominante predisposición para emi t i r cloqueos diversos con particular perfección, pero al m ismo t iempo emborronara o mixtif icará. en mayor o menor grado, los temas básicos y también los secundarios, dando [usar a una nueva modalidad de canto (línea de canto) en la que las características propias del canto clásico del Harz se verán influenciadas por mixti:icaciones inadmisibles en su mayoría: Gluckenrollen, Glucl<enknorren, Píeifenglucke, Khsigelglucke.. y de tantas ex- presiones en las que es imposible discriminar el grado de influencia. dadas sus complejas r n o d i ~ i c a c i o n ~ s , impropias de un canto bien definido.

Este es el mot i vo por e! cual los más excelentes criadores alemanes del canario del Harz d i r ig ieron -y fel izmente dirigen hoy por convencimiento los buenos aficionados europeos- el cult ivo del noble Edelroller hacia la maxima perfección de los temas básicos, complementando el repertor io con temas se- cundarios de modulación muy simple como son los Hohlkl ingel, Piei fen, Klin- gelrolle y Kl ingel. daiido lugar a la obtención de un canto de tonos delicadísimos de amplia tesi tura contrastando además por diversidad de estructuras y de r i tmos de modulación. qup evitan sin duda la monotonía y confieren cualidades de verdadera musical idad a los ejemplares que tan sencil lamente ejecutan este l imitado repertor io de canto puro; sin que esto quiera decir que la emisión de otros temas secundarios perjudiquen a la arrnonia o ~ t e n i d a . s iempre y cuando los emitan e:cclusi\/?mente en sus fcrrnas puras y simples de Cloqueos (Glucken) o de Schockr in (Carca jadas] , en czyo caso el canto resultante será indudable- mente más var izdo y de más cuntuar ión si estos t-mas no influyen en la pureza de los demas; l c cual es muy d i f ic i l de lograrlo en la prác:ica. y por es:s rno:ivo se prefiere mayor perfección de los temas que aun siendo de más dif íc i l cul t ivo, resoo, id?n verc!aderarnente a unas cualidades propias de nia:/or r n u - sicalidad y de más mér i to en la punruaci511, por la impresiór, del conj i !nto de! canto emit ido por acit-nticos canarios Roller.

O jsé r \ /ese que en e! anre;-ior cárrafo c i ~ o al l i l i n ~ e l r o l l e 11 al Klir icel como componefit3c 62 un res?,- tor io de canpo provisto de arrnonia y belleza. Alás de un aficionado y t r l vez a l 5 ~ i r . o ~ e;t?erros no e s ~ a r i n conformes con m i afirmcición por consi.j;rzr a estas cios notas, por su tcnalidad. muy poco r n e r i t a r i ? ~ y pelisj-oso cul:ivo por su t?nde,rcia a ssr punibles. Sin duda ;end:5n rsz85ri si los re lc lc ion~rnos con los ina:mjriicos K! in5elrol len y Kiin5el qcie fr?cuznte- men t r oímos in:?r?re:rrlos por e:ii-1en:es canarios en los Concursos :/ q ~ r , no obstante, son pun:uados como m;:iiorios.

P l r o r;o se me nec;ars que si est rs dos notas son emit idas con esmerada pulcriyud con escasisirno volurnc.i sonoro (emit idas en ~ ~ p i a n i s s i m o ~ ~ ] . S 2

escucha es d l l l c i osa si es:án i n t ~ r c r l a d a s ?n pasajes cori\ienien:~.S dur,d2 fio r;sui;zn c 3 n [ r z s t ? d ~ s t o n z i i d ~ i i rncr2;ica o ccuda con ~~~~~~~~~~S profuncas C?

t - r ; ? ~ ~ . p ie rs -se q c r s i ccin;s Fluiier verdsderamen:r bel!o de52 S?: eje- cs:edo por los csnar!os con un r n i n i xo d? ,<talento a r t i s t i c o ~ ~ . pLiES b a ~ t 3 Con que emitan a i s l a d ~ , n ~ n ; e las var isc innej rnSs profundas de cada tima, sir;@ Cu?. a d e m , ? ~ 6" r ~ c j u e r i r l jna perfecta y ar:isiica ligazón entre e ! ; 2 ~ . se apre~i .3 f l también a r m c n i ~ s o s c3n:rastes d l tonalidadrs dist intas, pero emit idas con tsnra ~ l o ~ o : pu l~: i t? ;d y con mecer \íolumsn scnoro a medida que las variaciones CZn- yadas se alejzr: 22 13s tonos básicos (hueco y profundo) de la tss i tura normal del canto R ~ l i e r .

En este ca?í:ylo he ex:encido en consiceracior,es t-cnicas para alaba: 12s d e c i s i o n 3 ~ t ocadas por la C . O . :L!. en cuanto se refiere a la reducción ~2

puntuaciones de los temas Glucken y Schockeln. que tanto lo precisaban. En cambio, y lamentándolo mucho, no puedo decir o t ro tanto de la reducción de puntos del Kl ingelrol le y del Kl ingel, que forman ahora parte de los Klingel- touren.

Dicho con todo resueto y con la mayor modestia, creo sinceramente que no debió modif icarse su antigua denominación n i reducirse su puntuación; porque por el hecho de haberse otorgado puntuaciones excesivas en los Concursos a emisiones que en la inmensa mayorra de los ejemplares no las merecian. no justif ica la decisión tomada. por cuanto otros ejemplares que pueden emi t i r ias con la mayor perfección se han de encontrar en inferioridad de condiciones para una mayor puntuación a pesar 6 3 ejecutar mayor variedad de cambios de tonalidad con relación a ot ros sujetos que no las emiten. o si lo hacen, son tan mediocres que más bien merecen castigo por su incorrecta ejecución.

Considero que, art íst icamente, so? tan meri tor ios los p e r f ~ c t o s Klinc;e!rol!e y KIing.el como cualeuiera de Izs variaciones puras de los temas de lonal idzd intermedia y profunda. Prec isament~! por se: más delicadas y d i f íc i les de cul- t ivar las tonalidades al;as, la más insignif icante irnperfscción de estos sonidos altos conduce a mediocridades en la expresión del i(linc;elrolle y del K l ince i .

Por o t ro ladc. y por requerir la mayor pureza y delicadeza de expresión. su puntuación efect iva va en contra de la norma general de considerar el \ iolurneil sonoro o sonoridad como cualidad favor ib la a la puntuación ds todos los temas. cuando en esto; t?mas timbrac'os, p r e c i s i c e n t v , la sonoridac! es una c u a ! i ~ z i l contra~roducen:s po: cganto !os sonidos a1:os son tsnrci mas desac;radsSI-s caanto con mayor voiumen de voz son erni;idos. ya que. por ejemplo. resui:i: m i s b-l lo y armoniosci e! sonic'o de un cequafio cascabel q ~ a e¡ producido por una campanil la de scnoridad d i s c ~ e t a q r e produjera I r misma o sernejar, :~ 2ity.a d~ sonido.

7

iambién, y dado e¡ s istrrna ds ;ridivisi'ril idad. 3-6-9. d r l Dr . '/L1clf para juz- car el csnto Roller, se hace inadecueda .;;:a norma iní?rrizciunsl es~ablec id?, du:zn:e iantos años, por cuanto bajo la p ~ r , : u a c i ~ n de U oun:os o to rg l dos e- cornún a estos dos t2mas t imbradcs, es irn;osiSle determinar con la crecisic;i c 3 ~ ; , 1 el valor de ceda u20 de ~ ! I C S , auricu? en c o f l ] ~ r ; i o co impon~an el Kl i r ic?l- tcurrr ; cvmc único t ena .

Si b izn es ci?r:o cce ccn la dec i s i j n :zrnaca por lu C. 0. '1. ss ~ : e t < n d i c estimular 12s tona!i?ades profur;dac ;/ r'!i:a: los excrccs de pun;uacibn pos' 4:a:;acienes t imbradzs. no ;S rn3nos euac:,2 cde, acsptanco estos cr i ter ios - q ~ e ;?rson3.?lm?r.;? r?s?ei*3, pero ~1;2 mod2s;a y ;Scniczmen:e no Comoar:o-. el n:al no S? c o r r i j e : por cuanto podrá reciucirce la puntuación de un canario c Cs un canjunto de cznarios (S;;rn). oerv ;~:sis;/rá el co,ccupto erróneo cie sc - ;:crie2d e:<cosiva zpiica(:o a es:3s va r iac ic r t s :imbraL;as y. por t ~ n t o . con::- r,:_:~;z.ncs oyendo t ? r r i s ; ;irnbrados d? r n p coco valor art ict ico. má:time i n t ? i - ca!..j, e r t r ? temas d- t c n a i i d ~ d prr;fundz ;í sunoridsc acec~izda cond. es m i s - - :GL; I - o;):?ci;r 10s f ~ ! ? r t z s contras:?^ i,ne:ínCwicvs qc;r seria ?reciso evi tar par?

c3;3,~er la mayor belirz-. que requirr; esra modalidad l r canto rodado. Por v,i p ~ r t e . en us!a , l lniciacicn nl canto c l i s i c3 Roiler.1 considvro un deber expon?: . . mis puntcic de v i s t r , es:-bieciendo las c:i;icas, en favor o en contra. de lo c r e creo deha ser el c c q ~ s R o ! l ~ r de 1s máxima ca!idad bejo los aspec:os 62 pu:?za de modclaci6n. csntrEstes de tonalidzdes bellas :,. vüriec2d do canto que son en suma las c r l i d a d r s Que dr termincn l a rnoda!ir(ad c l i s i ca de canto 3 o l i ~ : que a 10s a:icionidos, rnás o menos t2cnicos. tc?nIo nos deleita su es- cc!cha y que procuramos i r i c ~ l c a r l o a costa 2-r sufr i r posibl-rs y severas crí t icas

a nuest ro par t icu lar gusto ar t ís t ico , pese a la cor r ien te de snob ismo ex is tente CC

en las ar tes en general ena l tec iendo nuevas modal idades por par te de quienes, generalmente. n o han saboreado las expresiones c lásicas de antología.

XVI

KLlNGELROLLE Y KLINGEL

Los ún icos temas a cons iderar en los K l inge l touren son el K l inge l ro l le y e l K l inge l , s i b ien, dada la denominac ión de K l inge l touren (var iaciones t imhradas ) , podría darse acogida a todas las modulac iones m i s o menos agradables d e tonos a l tos : K l inge lg lucke, S c h e ~ v i r e n , e tc . Pero dado que estas modulac iones es tán consideradas ac tua lmente como expresiones fa l t ivas, reduc i remos el es tud io al Kl incjelrol le y al K l inge l c o m o notas deseables de f igurar en e l repe r to r i o de l canto c lás ico Roller.

KLINGELR0LLE.-Por su s im i l i t ud al sonido de u n t i m b r e e léc t r i co o mecá- n ico , su es t ruc tura de modulac ión es exactamente igual a la de los Hohl ro l len , var iando ún icamente en la tona l idad aguda, metá l ica o c r is ta l ina , y por ta l mo t i vo se denomina Rulo t imbrado.

El K l inge l ro l ie es en rea l idad una cont inuidad del Rulo emi t i do en una al tura de sonido más elevada, p o r l o que perc ib i remos la s igu iente compos ic ión foné- t i ca : i r i r i r i r i r i ..., cuya voca l i denota el tono t imbrado que es el ún ico en var ia- c ión de es te tema.

El r i t m o de l Klinc;elrol ler es de l orden de los 35 bat idos po r secjcnco, 11 su representac ión gráfica es exactamente igual a la de los Hohl ro l len po r ser sus es t ruc turas ¡cuales. Por ss: más agudo el sonido del K l ingv l ro l le . e l ncímero de v ibraciones representadas den t ro de la onda moduladora será tamb ien mayor .

Para que el Kl incjelrol le resu l te m u y agradable y mer i t o r i o debe e m i í i r s s con la más per fec ta pureza de d icc ión. T2nc;ase presente que los son idos alros. para cue sean rea lmente agradables a nuest ro oído, deben ser em i t i dos con la n i x i - rna pu l c r i t ud , pues la m a s insigni f icante imper fecc ión en s u emis ión produce efec:os desac;rsdables b ien acusados. Por es te mo t i vo su cu l t i vo es rea lmsn te d i f i c i l , mucho más que el cu l t i vo de las tonal idades profundas en los que no se aprecian m u y sensibl;mentu las imper fecc iones propias de un ir:?cc;!ar ba:ido, de la dominancia de las consonantes. etc.

Por lo expuzsto , la exyres ión fonét ica de l K1inc;elrolle debe e i e c : ~ i a s e de ta l manera quu la r del ba:ido y la i del sonido se percioan con ¡cual ir,:snsidad: i r i r i r i r i r i . . . S i domina la r ce rc ih i remos u n r i r i r i r i r i r i ... cu;/o sonido m5s duro croducv ur- efec to cont raproducent3 a la armonía c;en;ral que dehe e x i s ~ i r s iem3ru en el re3rr;orio del canto Rolier. S i , por el cont rar io , domina la i, el sonido perciSido s e r i e:icesi\iz,nen:s chi l lón, rn ix i rne s i e l ta l K l i n c ? ! r o i l ~ es eri i : ido con br ío o f c ~ o ~ i d c d , en cu:ios cascs el e fec to psnzt:??:e 5s r o s scuszdo por c r r responder o acs:r,arse al m a r s r n d3 f r s c ~ l e n c i a s en 12s C;LIS es mucho más sens ib le nues;ro o idc .

Por es:? mo t i vo , apzr ts d z l me jo r ef?c:o ar t ls t ico . es prec iso C;LIJ 10s ; t ? 3 2 S

: imhracos dz5en ser s iempre emi t idos con mu:/ poco vo lumen sonoro. Un Klinc;elrol le pu lc raments modulado y emi t ido en (~p ian íss imo~b es f rancamente bel io. En c a r b i o , em i t i do con leves i n3u rezas de rnoculación y con vo lumen disc:etaments elevado es f rancan ients fast id icso c ~ s a r r o l l a d o en el re?sr:ari0 suav r y armonioso del canto Rci l?r .

Se comprenderá por tanto que si un Klincjelrolle es muy acradable y mer i - torio porque está per fectamente emit ido, es justo que se le recompense de acuerdo a su indudable mér i to y a la puntuación hasta ahora otorgada de 3 puntos como nota independiente siguiendo las normas internacionales de tr i - divisibi l idad del Dr. Wol f .

Para obtener Kl ingelrol len para su estudio puede hacerse uso del Tremoia- dor. explicada su construcción en el número 13 de esta revista. Solamente bastará sust i tu i r el vaso de aluminio de las medidas indicadas por o t ro de más pequeño tamaño acoplándolo al t remolador por medios adecrecios y obturando la boca del nuevo vaso hasta obtener el tono preciso, que d25e ser de 1.350 ciclos (correspondientes al fa sobre el pentagramal y que es el tono en e l que normalmente son emi t idos los Kl ingelrol len que ejecutan los canarios Roller, ounque pueden emi t i r los con tonalidad algo más alta si es cantzdo suavemente en un dulce ~ ~ p i a n i s s i m o ~ ~ . s in que por ello deje de ser muy acradable su escucha.

El Kl ingelrol len. con ser una nota realmente acradablr s i 5s emi t ido con las cualidades que ya conocemos. puede no obstante desdecir del conjunto del canto s i no está intercalado en lugar adecuado. Es en este punto donde el canario Roller debe hacer cala de sus dotes ar:isticas evitando contras:es fuertes de tonalidades. Es decir , e l efecto armónico será más acusado s i por ejemplo inicia el canto rodado con la emisión de un Kl inge!rol l r que enlaza en s3ntido decreciente de tonalidad con el Hohlrolle en sus continuedcs posiciones (;.ocaliz~ciones) ü, O y L', o ~ t e n i 6 n d o s e un %ohl:olle ondulado dsscecdente de más amplia tesi tura: i r i r i r i rÜrÜrürOrOrOrUrUrUr , . . Por el contrario, s i e l t<lir,- -elrol le es intercalado entre t r m a s de tonos muy opuíis:os, pcedr dar lugar a cantrastes excesi\/os, sobre todo si éstos scn emiridos en sentido de tono ajo a ac;udo: tal es el caso de la perce?ción d? un Knorre (a l tema m á s grave del c rn to Roller] seguido de un Klincjelroile: GCIUUrrr . . . i r i r i r r i . . .

Cuando el Klinc;elrolle es emi t ido como a?er:ura de ruladas simples o es in:-rcalado entre ellas sin contrastes fuertes dr tonalidad, es una nota qce acsmás de ser mer i tor ia y muy ac;radaÓiu permi:? det3:rninar el grado c r :?r;:prramento ar:is:ico del canario por su iorrna de ejecución.

i(LiNGEL.-?er;rnece esta no!' a las d r smisi6n icte:mitrn:s :i en realidad a3 continuación del t iohl l í l ingel . y a estudiedo, er;.,i:ido en :;no me ta l i r ,

El r i tmo de su emisión es de! cr?en d r cinco a sir;? emisiones sor sec~ indo . pr:iiSiSndose unos t int ineos me:31icos torzbi6n muy ac;radabl?s: l i - l i - l i - l i - l i - l i - l i . . .

Como el Ki ingelrol le. el K l ince l debe se: ez i t i do con la máxima pulc:it~ic! y cvn ?íoiurnen sonoro muy escaso. En e s a s ccndicioces resulta mu:/ a~ j rncab le y m?:itoria su ejecución, sob r r tl=do pe:cibiinccce c3n tocalidec! cr-ent ina y c:is:elina y que su modu l rc i cn sea d? i ~ ~ e l i~:;_r,s/i?,c! sn la I y 12 i del t2:<:2 c 7 I ,81,tico r resul tünte.

So5:r esta no:a deben hrco:sr las rriisnics ccnsidersciones cue con el 1, ' n l ~ ~ ~ ~ e l r o l i e , por lo que no es preciso insiu:i: schrz r s t r pa:;ic~la:.

Como la es:ruciure de r n o d u l c c i ~ n del Kl incel es e:irc:arnent? ¡cual a la d r los Hchlki incjr l , el oscilocjrarna t a , ~ b i i n será i l c c l , v i r i a n , ? ~ úr,icarnente en 12 tonalidad. por lo que las viSreciones incluidas en la enj;oivent3 d r la onda rr,oduladora serán nsyo res q ~ i r en el o ~ c i l ~ ~ r a r n a dal 2ohlki inc;rl representado en e l c c c i t ~ i i o AIl.

XVl I

IhilPRESlON GENERAL

Estudiados hasta aquí los d i s t i n tos temas mer i t o r i os que componen el Stan- dard d e canto Roi ler , hemos de hacer menc ión ahora de l ú l t imo capi tu lo del m i s m o , o sea el de la impresión general del canto desarrol lado por los canarios y cuya puntuac ión complementar ia (hasta 3 puntos) incrernenta la suma de puntos obtenidos p o r la e jecuc ión Ce temas d iversos ind iv idua lmente consi- derados.

A s í pues, los puntos po r impres i5n cjeneral (en alemán: Gesangeindruc%) no deben concederse po r la var iedad y cal idad de temas emi t idos (que ya de por s í son independientemente pun tuados j , s ino de acuerdo a la armonía del con- junto de l canto c o m o consecuenc ia d e la expres ión de melod iosos contrastes de modulac iones y tona l idsdes. Es dec i r , al e fec to ar t ís t ico resu l tante de enlazar los var iados temas de l reper tor io de canto.

U n canar io Rol ler puede e m i t i r a is ladamente temas per fec tos . tan to por su es t ruc tura de modulac ión como po r su tonal idad y por su vo lumen soqgro. A es tos temas ind iv idua lmei~ t ; cons iderados. es innegable que habrá que cun- tuar los de acuerdo a estas buenas cual idzdes, pero por no sabvr l igar armc- niosa y ar t ís t icaments unos temas que d i f ie ren entre s i por s i l estrcictura. r i tmo y tona i iaad p ierde unos puntos po r impres ión cjeneral al no demost rar I2 me- jor cual idad de un canor io de verdadera cal idad: la de expresarse como un consumado art is ta.

Aunque internacionairnente ex i s ten normas de apl icación para otorcjar las puntuaciones por impres ión cjeneral (segcn verernos en el capitcilo co r r r spon- d i e n t e ] , cons idero . par t icu larmente . más mer i to r ia la e jecución de temas qcie di f ieran algo do una de las cual idades que inrsrnacionalmente más se consicle:an mer i t o r i as al juzcjar e l c a ~ t o Rol ler : la d r ! vo lumen o sonor idad d s los t e m r s . s iempre c;ue. natc i ra lmente, las demás c u ~ l i d a d e s deseables las poseari en el mayor cjrado. como son: puroza de d icc ión o modulación. tonalidad.-s puras y v3r iación den t rs de cada tema. A s í . por e jemplo . un Hohlkl incjol ( i i rnbre hcioco o en vacío) desarrol lado de fo rma c rec ien ts y decreciente en sznor idad lo cons idero mSs mer i t o r i o qc!e omi t i do un i fo rmemente con el n iayor \;oicrn?: sonoro: e l sonido p ~ r c i b i c ' o p c r u n ~ o - ~ o - ~ o - ~ ~ - ~ ~ - ~ ~ - I O - I L ' - I U - I U - ~ ~ - ~ U - ~ U - ~ U . . im?re- siona mucho más que desorroi lado con ur i i forme sonor idad. así: 10-10-i0-10.10- IU-IU-IU-IU-IU-IU-IU.. . Es innesab le que el canar io que emi ta las var iaciones do1 p r imer H o h l k l i n g ~ l posee i in temüerzn i?nto ar~ís: ico que hay q u ? reccln-s?n- sar lo en el cap i tu lo d.- i rn?resión genorai s i 13s demás t ? n a s d. s ~ i r e ? s F r c r i ~ son emi:iaos icua lmente con orden y medida.

¿Es que ta l vez r;u es más j r i l o y r;.,ucbo más cir:ís:ico un Hohlro;!; ex9:r-2- do de forma q u r in ic iado por una l eve t r r r n o l r c i ó n inc:~m.-nía y r e d c n d ? ~ SLI

sonor idad para i r d rc rec iéndo la c o m o ai3j2ndose el sonido. hac ia perderss en el vac io?

D e los demás tzrnas del Standard podr iamos dedcicir las m ismas consecur r , - c i zs s i son as im ismo ejevci:ados por los canarios con un máx imo de t r m c ? r a - m r n t o ar t ís t ico , dando lucar a uca modal idad de canto verdaderamen:e i í i u j l - cal , que no puede resul:ar monótono n i l legar a cansar jamás aun en el caco d z que el r e ~ o r t o r i o de canto de algunos canarios fuera muy l imi tado en ~ 2 r l a -

ción de temas secundarios, s i los básicos del canto clásico -Hohlrolle y Kno- rre- son emit idos con la máxima pulcr i tud y la más perfecta dicción en su modulación.

Por tanto, en el capitulo de impresión general deben valorarse exclusiva- mente las cualidades artísticas del canario Roller. Como es lógico, no podrá concederse la puntuación máxima de t res puntos a canarios cuyos temas bá- sicos no son de calidad excelente. o poseen defectos bien manifiestos en temas secundarios que deben penalizarse severamente e incluso ser descalif icados en los concursos s i son acreedores a ello por faltas graves inadmisibles en la ca- naricultura internacional.

FALTAS EN EL CANTO R0LLER.-Como pudimos comprobar al estudiar los dist intos temas, establecimos crít icas de las formas de expresión, de su r i tmo, del tono e incluso hic imos hinczpié de la imprescindible necesidad de cul t ivar el canto Roller con la máxima pureza al objeto de que los temas se vieran l i - bres de mixt i f icaciones siempre perjudiciales al buen canto, de extraordinaria belleza, que debemos inculcar a la afición y que hoy, fel izmente, aún se cul- t iva por exceientes aficionados de . otras latitudes que por tradición y converc i - miento mant ienen unos princi?ios indiscu:ibles de pureza clásica en contra de la corr ivnte de mix:i:icaciones, propia de incomprensiones y snobismos de quienes p robab l rmrn te no Ilecjaron a sabor-ar el puro canto clásico de antolo- ~ i a quv se cult ivaba y continca cult ivándose con el mayor esmero en Alemania y muy en partic'iilar en la rec;i jr! del Karz de la hoy Alemania or iental .

Es contradictor io hablar du la sub!ime belleza del canto Ro!ler cuando se enaltecen t l rnas mixt i f icados, so aceptan ~~ocal iz - lc iones poco cratas o se preco- nizan exclusivamente tonalidades graves o profundas. El verdadero canto clási- co Edelroller del Harz deSr mantener sus caractrr ist icas básicas en toda su pureza para qce no degenerr en o r a s mcdalidades de canto cue se apartar, se.- siblernente de las expresiones t rsd ic icra les de belieza, de belleza sin pzr , como consecuencia d s la emisión 6s rnodulaciones muy simples impresas en ;o- nalidades r i ia lmente huecas propias solarner,te de sonidos muy puros emi t icos en amplia tesi tura musical .

La cureza de los sonidos emit idos cor los canarios es función de la s i r n p l i c i c ~ d d-. la modulación de los distin:os t r m a s del StanCard y ce la dulzura de la e:<- presión vocal. Por tanto, no piie.'; esperarse la scf ic isnt r purez3 del sonido en corrposiciones funéticas do c o r ? l e j a s rnod~ lac iones (por sus variadas con- sonantes que se manifies:an siempre como ru idos) . ni cuando las vocales no son lo suficien:ernente cjra:as al o;.jo por falta ds matices mcisiva!es.

Así, pues. c~ ia lqu ie r f c r ~ , a c'u e:<?resión qzo s r apcrt? de los prir icipios d ? ~ i m p i i c i d a d d r modulación de los :?mas y de la pureza del scnido percibido. c!?rá Iucjar a mermas notablss en la calidad d-. c rn t3 d? los crnar ios. Este eo rl rnorivo c r e ! que al es:udiar l o a distin:cs temas c!el Staccard en esta lni- c i?ción he insist ido, tal vez con excosi\ ia nachcconr r ia , en la necesidad de c ~ l t i v a r el ca,cto F;oller secjin lns normas cI3oicas d r pureza de dicción, r i t r , o de emisión a d e c ~ a d o a los distin:os temas y. sobre todo. a la ca!idad del soni- 63 percibido.

i O u é h u b i ~ r s r n o s adelantado, cul:uralmente, s i en lugar de como se ha hecho hubiera preconizac'o t-xtos fon4tic3s C i~ i r rsos de r nodu l~c i ón compl i- cada qce de por s i , por su es::uc;ura compleja. modifican Ius canarios el r i t -

m o de su emisión, aparte del enmascaramiento de temas a que da lugar cuyo c;rado de mixt i f icación no es fáci l de determinar en la práct ica? ¿ES que con las vocalizaciones gratas que se han establecido en los dist intos temas tratadcs pueden los canarios acusar voces nasales o sonidos duros?

Los defectos, pues, que manifiestan los canarios por durezas de expresión, voces turbias, sonidos nasales, estridencias, asperezas, etc., son fruto de falta de comprensión del auténtico canto clásico del Harz, el cual, para ser real- mente bello, ha de poseer depuradas características de musicalidad desarro- lladas en todos los temas de su repertorio. De esta manera es cuando podemos hablar de la belleza de esta modalidad de canto rodado. Concibiéndolo de otra forma es inút i l que nos esforcemos en preconizar convencimientos engañosos. porque nuestro confusionismo dará lugar a la degeneración de una modalidad de canto sublime y art íst ico a la que no podrá comparársele jamás por mucho que estimulemos las cualidades deseables de sonoridad y profundidad, las que, incluso, llegan a ser contraproducentes en un repertor io de canto de sonidos impuros.

Estos sonidos impuros y formas de expresión incorrecta reducen notable- mente, como es lógico, el valor del canto de los canarios, pero, no obstante, no son motivo para penalizar severamente a los que así emiten su repertor io, par- cial o total. El resultado de ello será simplemente la obtención de canarios de canto muy mediocre, el cual no merece el sacrif icio de cul t i \ iar . En cambio, cul- t ivando canto puro de tonalidades adecuadas pueden presentarse faltas más o mencs graves intercaladas, que es preciso penalizarlas, porque en est; reper- tor io perfecto en modulaciones y tonalidades se aprecian fcertemente los con- trastes inarmónicos de ciertas expresiones que desdicen, groseramente, del melodioso conjunto del canto. Estas faltas deben penalizarse severamen:e e incluso merecen descalif icación por ser v ic ios generalmente adc;uiridos en los periodos de reposo del canto o proceder por herencia de l inajes con predisposi- ción a la emisión de aberraciones sonoras inadmisibles.

Internacionalmentr (acuerdos tomados en el Congreso de Darmstad) . las faltas que están consideradas como motivo de descalif icación son las Zit, Sch- natter y Chapp.

Zi t : Falta muy desacjradable oída en un canario de alta calidad. Se percibe . . un r rget ido zit.zit-zit.. o t i tz- t i tz- t i tz. .

Schnatter: Rememora el graznido de los cuervos. Estos gr i tos in:ercalados en el repertorio de canto Roller causa la más pésima impresión. Alcjunos canarios modifican el Schnatter en forma de chasquidos o golpes secos a manera de cas:añeteos o picoteos, siendo asimismo al tamente desacjradables.

. . . Chapp: Un repetido chapp-chapp-chapp causa tan mala impresión emi- t idos en el canto Roller como los duros y descarados chaus-chaus en e l ouvn canto del canario del País.

Asimismo, por decisión in:ernacioncl, la puntuación que debe otorgarse por deiec:os en los temas del canto Roller son los s i j u ien tvs :

!'izss?r:suren [ r r n a s d r a ~ ~ i a ) deioc:cosos . . h3st3 3 2~:::s G l u c k r n (C lccueos) d ~ i s c : c o s o s . . . . . . . . . ¡a 3 i c Pf-ii-n [ ; ia~tas) d?íec:cosas . . . . . . . . . . i d . 3 i i i ( l in~?! :ouren (:?mas t irnSrzdos) d r iec ; ,~osos . . i d . 3 i i . Sch:.ii;rsn . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . i d . 3 id Aufzug . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . i d . 3 i d .

El Schwirren es un chirr ido o rascada cuyo sunido es simi lar al que producen las bisagras o goznes desengrasados de ciertas puertas al abrirse o cerrarse

con variada rapidez: schrr io ... Los verderones emiten Schwirren q u e , cuando s o n emi t idos con dureza y bas t an te volumen, s o n muy desagradab les , desdi - c iendo del can to e n general grave d e e s t o s pájaros silves:res, aunque tambien poseen t imbres rulados (grilladas co r t a s y largas) d e volumen muy discre to y d e tonalidad bas t an te agradable.

Aufzug: S o n cor t a s modulaciones indeseables debidas a incorrectas inspira- c iones d e a i r e durante la emisión del canto. Suelen manifes tarse como ahogos, c o m o c o r t a s aspiraciones, o también como interjecciones fonét icas q u e d e s m e - recen s e n s i b l e m e n t e el repertorio d e un buen canto , aunque. afor tunadamente , no s o n fa l tas o de fec tos m á s bien, q u e s e prodiguen por canar ios d e buenas facul tades respi ra tor ias .

Iniciación al canto clásico

del cafiario Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

VALORAClCN CEF CANTO

La niayoria de los c~i l t i . !adores del cznto 9oIler saben apreciar inst int iva- mente cuándo Lin canario e jecuta un buen repertor io de canto. SLI espí r i tu c i r~ l s - t i co les pe rm i to d is t ingu i r lo Sello de lo (iulcjar. aunque a veces hayan aceptado c s m o notas buenas c ie r tzs uxpi-esiones cjue l o r inerc ia de la inoda o por inve- terada costumbre la aí ic ion l ia dado en consicerar las de mér i t o , cuando de verdad son vulgar-idades impropias de íic;urar en repertor ios de canto de ver- dadera cal idad. Tctl ES el caso. por e jcn ip lo . de !as Flautas :/ de los C l o q i ~ e o s . entre las notas i11,is conocidas. Hace ~i lc junos ahos era f recuente o í r alabar los miaus-miaus de algunos Rollei-; su i i ié r i to se acrecenraba cuando m5s pzirecidas eran estas F I ~ u t a s a los inai i i l idos del l a t o . Acti ialrnente pers ister i o t ros con- c ~ p t o s erróneos i nco i i i p rens ib i e~ i~e~ i t e arrzii;auos. indudablemente. por no iiabec saboreado la belleza del cantc c lásico Ro!ler. y por ta l mo t i vo cont inúan con r i - derzndose con io bel las ? : tp res i~nes a tantas in ix t i f icaciones o impurezas que no deberían f igi i rar n i sic(i i iera coino ((notas de relleno^^. c ~ i y o s espacios s in valor y desdic iendo la mayoría de !as vecEs de la melodía del con junto , b ien podrían cul t ivarse en su i ~ i g a r variaciones sobre un m ismo tema, las que, po r su fo rma de expresión [ inov i in ien tos ondulados y descendentes) o po r s u d iver- s idad de tonal idades ( ca r~ ib ios de vocales gra tas) , incrementar ían la armonía de unos temás básicos considerados como protot ipo de pureza racial, de in i is i - cal idad indiscut ib le.

Estas impurezas y n i ix t i f icaciones son las consecuencias del cu l t i vo arraicja- do y desordenc.do de los Glucken ( C l o q ~ i e o s ) , hoy tan en bog2, los ci iales -como ta les Cloqcieos s imples y puros- sí que son dignos de ser admirados y de ser recompensados en su justa medida. En cambio, en sus expresiones compi iestas o mixt i f icadas con otras notas deja11 bastante que desear, tanto en las de r i t m o len to rle emis ión (Flacitas de Gl i icken: toc- toc, duc-duc, clan-dan,

etcétera), como en las de r i tmo acelerado (Rulos de Glucken o Gluckenroller, Timbres de Glucken o Klingelglucken, etc.), todas las cuales no deberían ser consideradas en la valoración del canto, porque, al estar privadas de la pureza de la modulación característica de cada nota, no dejan de ser más que mixt i f i - caciones que emborronan siempre los textos fonéticos de las notas o tenias establecidos en el Standard con nombres, modulaciones y r i tmos bien definidos.

Por tanto, no debe creerse, porque un canario emita una serie de ruladas más o menos batidas aconipañadas de otras notas intermitentes y de otras lentas, que tal repertorio de canto es meri tor io por su variedad. Para valorarlo es pre- c iso analizar cada frase cantada de acuerdo a unas condiciones o cualidades que permitan determinar el grado de bondad. Estas cualidades que permiten mantener la pureza del canto Roller a través del t iempo son, según m i cr i ter io, las siguientes:

1." Pureza de dicción. 2." Pureza de tonalidades. 3."ariación; y 4." Volumen sonoro.

Estas buenas cualidades, deseables en el mayor grado en el canto Roller. son las que hay que tener presentes al analizar todas las frases emit idas por los canarios para que el canto así desarrollado satisfaga las condiciones bási- cas de a r m o n í ~ y musicalidad que deben estar presentes siempre en el reper- tor io del canto de los canarios de la más excelente calidad.

Como vemos, es preciso conjugar en brevísimos lapsos de t iempo estas cua- lidades para determinar con cifras el valor real de todas las notas. Vale, pues, la pena de aclarar previamente los conceptos de estas cualidades deseables para comprender más fáci lmente las normas de aplicación al valorar el canto Roller.

PUREZA DE DICCI0N.-Como ya vimos en los anteriores y respectivos ca- pí tu los, todos los temas o notas establecidos en el Standard están definidos por dist intas composiciones que representan fonéticamente la ononiatopeya de la es- t ructura del sonido percibido al modular los canarios los dist intos temas to- mados como patrones.

Cuando un canario modula determinado tema decimos que la pureza de su dicción es perfecta cuando el canario dice^) o d pronuncia)) e l texto fonético ta l como está determinado en el Standard. Claro está que, para que esta dic- c ión sea realmente perfecta, es preciso que el r i tmo de su emisión no difiera sensiblemente del establecido para cada una de las notas del repetido Standard.

Cuando esto no ocurre, es decir, cuando el r i tmo normal de emisión es modi- ficado, algunas notas t ienden a confundirse con otras de modulación dist inta. Esto ocurre con los temas de estructura fonética muy simple. Así, por ejemplo, e l Hohlkl ingel, cuyo r i tmo normal de emisión, según sabemos, es del orden de las 5-7 emisiones silábicas por segundo, al acelerarse paulatinamente va toman- do el carácter de sonido continuado, perdiéndose la I del texto fonético al mismo t iempo que va apareciendo una r , para que al f in quede transformado el Hohlkl ingel en Hohlrol ler clásico cuando el r i tmo de emisión alcanza el orden de las treinta emisiones por segundo. Veamos su desarrollo fonético:

La representación fonética del Hohlkl ingel clásico es 10-10-10-10.. . IU-IU- IU-IU ... Cuando el r i tmo aumenta, la modulación resultante llega a tomar c ier to carácter de batido de agua (modulación buco-lingual) : 10101010 ... IUIUIUIU ...

Cuando e l r i tmo alcanza las quince emisiones por segundo, una r l igera empie- za a interfer i r e l anterior tex to fonético: IOr10r10r10r ... IUrIUr lUr lUr ..., dando lugar a la percepción de un, l lamémosle correctamente, Hohlkl ingelrol (modula- c ión buco-l ingual-gutural). Finalmente, s i el r i tmo alcanza o sobrepasa las treinta emisiones por segundo, la modulación resultante definirá a un Hohlrol le clásico, porque, por la rapidez del batido, la pr imit iva I del Hohlkl ingel desapareceré to- ta lmente, quedando únicamente la r que bate al sonido emit ido, dando lugar a una modulación gutural pura muy propia de las ruladas clásicas.

Con el Hohlkl ingel, comprobaremos asimismo que si, por el contrario, el r i tmo decrece, es decir, que los intervalos de la emisión del sonido son más largos y separados, el Hohlkl ingel así emit ido tenderá a convert irse en caden- cias finales muy propias de los Pfeifen, transformándose la I del pr imi t ivo texto fonético en alguna otra consonante (h, d o t ) , que más bien se adivina su pre- sencia en la modulación de esta planideras Flautas.

Asimismo, el Hohlkl ingel emit ido con r i tmo intermedio entre el suyo normal y el de la Flauta puede tomar el carácter de Schockel siempre que el cana- r io en sus emisiones silábicas las module de forma expresiva muy part icular a manera de choques espasmódicos, úúnica forma de ser reconocido el autén- t ico Schockel: HO-HO-HO-HU-HU-HU. Pero para que así resulte perfecto es pre- ciso que los canarios tengan muy arraigada la facultud de emi t i r los sonidos en forma espasmódica, y en tal caso dominante, esta facultad deseable para emi t i r perfectos Schockel redundará, por el contiFario, en perjuicio de la pureza de los demás temas del Standard, a los que contagiará en mayor o menor grado, dando lugar a sonidos resultantes que por su bastante parecido deben consi- derarse como auténticos Hohlroi le, Hohlklingel, etc., aunque técnicamente di- fieran algo de los clásicos.

Cult ivando el Glucke, según se ha prodigado en estos úl t imos anos, se ha obtenido una ser ie de mixti f icaciones tales que el canto Roller se ha modif i- cado grandemente hasta el punto de que en la mayoría de los temas se aprecia en buen grado la nefasta influencia que la compleja modulación del Glucke ha ejercido sobre la dicción de aquéllos, obteniéndose una modalidad de canto que por su modulación, por su r i tmo y por su tonalidad difiere mucho de las características que debe poseer el auténtico noble canto del Harz.

Si los temas de modulación muy simple, según hemos visto, t ienden a con- fundirse entre sí al variar el r i tmo de su emisión, los de modulación comple- ja no tan sólo t ienden a esa confusión, sino que manifiestan muchísimo más acusadas las mixti f icaciones e impurezas, dando lugar siempre, o casi siem- pre, a modulaciones o notas resultantes de características complejas muy dist in- tas de todas las establecidas en el Standard.

Sabemos que los Glucken son modulaciones que rememoran a los Cloqueos de las gallinas (de aquí su nombre en alemán). Su composición fonét ica es compleja por entrar varias consonantes en su modulación de t ipo buco-lingual: Gloc-Gloc-Gloc-Gloc y Gluc-Gluc-Gluc-Gluc, y su r i tmo es de una a dos emisio- nes por segundo. Por ello, puede suponerse la variedad de mixti f icaciones a que puede dar lugar e l cul t ivo prodigado de los Glucken al modif icar la es- t ructura clásica y muy simple de los temas básicos y de los más próximos, tam- bién de modulación sencilla, que están establecidos en el Standard.

Como se comprenderá, e l juzgar el canto Roller es más complejo y bastante más di f íc i l de lo que parece a pr imera vista; siempre que, naturalmente, los canarios emitan mixti f icaciones y modif iquen r i tmos. Por el contrario, resulta

fácil reconocer y valorar un repertorio de canto Roller cuando los temas están perfectamente definidos por su estructura de modulación y por su ritmo de emisión, es decir, cuando la dicción de los temas cantados es perfecta.

En Alemania los jueces más exigentes no puntúan las mixtificaciones ni conceden altas puntuaciones a los temas que no posean la más pura dicción. Como se comprenderá es la mejor forma de estimular el buen canto para man- tenerlo con la mayor pureza clásica. Juzgarlo de otra forma menos exigente es conducirlo hacia tendencias bastardas que deberíamos evitar si realmente con- sideramos al noble canto Roller como la más bella y artística expresión de todos los pájaros cantores.

ESPECIALIZACION &

Iniciación al canto clásico

del canario Roller

P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

XIX

PUREZA DE TONALIDADES

Tan importante como la pureza de dicción para valorar el canto Roller -de la que ya hemos hablado en el capitulo anterior- es la pureza de tonalidades de los distintos temas o notas establecidas en el Standard Roller.

Un canario podrá definir a la perfección todo su repertorio de canto, pero, si éste no posee pureza de tonalidades, los temas así desarrollados no pueden llamar la atención de nadie que haya saboreado las mismas frases expresadas con musicalidad exquisita por otros canarios.

La pureza de tonalidades es función de la simplicidad de la modulación de los temas, y del perfecto estado de salud de los órganos respiratorios de los canarios. Aclaremos estos dos conceptos: el primero, de carácter pura- mente físico, por su relación con los principios de la Acústica; y el otro, de influencia patológica, por sus efectos indudablemente perjudiciales a la pureza de las tonalidades.

En los primeros capítulos de esta Iniciación ya vimos que los sonidos son tanto más puros cuanto más perfectamente senoidal es la forma de onda de las vibraciones, o también cuanto más l impio de interferencias de ruidos es el texto fonético de los sonidos percibidos por su onomatopeya. Es decir, que, por ejemplo, si un canario cualquiera emitiera un sonido de continuidad abso- luta: iiiiiiiiiiiii . . . , o: uuuuuuuuu ..., u: oooooooooooo .. . es indudable que este so- nido es más puro que si las mismas emisiones son interferidas por sonidos con- fusos: si i i i i i i r r ..., o por sonidos gangosos: geeeeg ... Esta introducción de consonantes en los textos fonéticos primitivos determinan ruidos. y con ellos se manifiestan los caracteres respectivos de confuso^^ y de <<gangoso,), y por este motivo el texto fonético cambia su expresión onomatopeyica, percibiéndose los sonidos resultantes que distan mucho de la pureza de los primeros. En

éstos, las ondas de las vibraciones son senoidales (ver su representación en el gráfico A de la figura 3 del capítulo II de esta Iniciación, número 8 de aPA- JAROS,,). En ¡os segundos, en cambio, la onda resultante será impura y, por

tanto, los sonidos percibidos no pueden ser tan gratos como los primeros. La inadecuada configuración de los órganos de canto o e l mal estado de salud de los respiratorios, son causas efectivas de las deficiencias en la calidad del sonido emit ido por los pájaros: de la siringe para los sonidos confusos; de la misma forma que no podrían obtenerse sonidos puros de una flauta u otro instrumento similar cuyo bisel de su embocadura estuviese deficientemente con- figurado o deteriorado, o por obstrucción de las fosas nasales para los sonidos gangosos, etc.

Con los ejemplos anteriores he pretendido hacer ver la influencia que ejer- cen las consonantes en los textos fonéticos de los sonidos. Para faci l i tar la comprensión he part ido del supuesto de considerar como notas a unos sonidos continuados a manera de prolongados silbidos, cosa que en realidad no es corriente en el canto de los pájaros más conocidos, los cuales, como bien sabemos, modulan estos sonidos para darles la estructura adecuada Y muy propia de las dist intas notas con las que desarrolla su repertorio de canto.

Profundizando un poco más, es conveniente decir que los canarios, como todos los pájaros cantores, el sonido inicial se produce voluntariamente en la siringe o laringe inferior al expeler el aire contenido en los pulmones y sacos aéreos. Este sonido puro es el que por medio de determinadas inflexiones de la laringe superior, de la lengua y del pico (concavidad bucal) , solas o combinadas, dan lugar a la modulación de las notas, cuya onomatopeya cono- cemos bajo nombres bien definidos en los standards o códigos de canto.

Téngase presente, pues, que el órgano productor exclusivo del sonido es la siringe, y que la modulación de las notas y de las tonalidades es función a cumplir por los órganos inherentes a la concavidad bucal.

Volviendo al caso supuesto de los sonidos continuados, a éstos no podríamos considerarlos en realidad como notas, sino más bien como simples silbidos prolongados, sin modulación alguna, y cuya tonalidad percibida dependerá de la longitud de la tráquea y, sobre todo, de la abertura de la laringe. Si ésta la modifica el pájaro en dos, t res o varias obturaciones dist intas durante la emisión del silbido, percibiremos entonces el mismo silbido, pero con tona- lidades diferentes en gravedad o profundidad, de acuerdo a una mayor obtu- ración de la laringe. En estos momentos ya se produce una modulación, aunque simple, por el cambio de tonalidades percibidas: ii i i i i iooooooouuuuuuu.. . , y por este mot ivo lo denominaremos correctamente silbido modulado, que no sólo mantendrá la pureza del sonido inicial, sino que también causará más grata impresión por su mayor armonía. Estos silbidos modulados no son frecuentes en e l canto de los pájaros, salvo excepciones en algunos canarios, como e l de aquel Roller que educó m i buen amigo de Madrid, don Juan Pérez Mohino, el que, además de su repertorio normal de canto, emitía unas estrofas perfectamente moduladas del «Adiós a la Vida),, de la aplaudida ópera ((Tosca),, del inmortal Puccini.

La modulación de las verdaderas notas del canto de los canarios es mu- chísimo más compleja, porque, aparte de la modulación de las tonalidades, precisan de la intervención. independientemente o conjunta. de los ya citados

órganos de canto para expresar con la mayor exact i tud las inf lex iones de 12s voces, emi t idas con r i tmos adecuados, para que tomen e l carácter part icular de cada una de las notas establecidas como patrones.

La comple j idad de mov imientos en las modulaciones t rae también como consecuencia la apreciación de complejas composic iones fonét icas e n los so- n idos perc ib idos, y po r ta l mot ivo , e l t ex to onomatopéyico se v e in ter fe r ido por

consonantes diversas y vocales n o s iempre gratas. Las vocales i , i i ( f rancesa) , o, u, y las compuestas ou, son las de más f iel expresión de sonidos puros . Las consonantes son las que conf ieren el carácter de la nota y las que t ienden a enmascarar la pureza del sonido resul tante; es aecir , son las que mezclan ru idos diversos al sonido puro.

Claro está que s i en el canto Roller pretendemos obtener la mayor pureza de tonal idades, será a costa de sacri f icar en algo el carácter del tema. Esto que parece contradictor io con lo recomendado para obtener la máx ima pureza de dicc ión, no lo es en real idad, por cuanto las caracter íst icas pr imord ia les de es te canto son la nobleza y musical idad de sus frases. As í , po r e jemplo , unas variaciones de Hohlro l le: UrUr i ' rCrcrUr . . . 01-OrOrOrGrOr . . . U rUrUrUrUrUr . . .. cu- yas consonantPs más bien se adivina s u presencia. son r n ~ i c h o más musicales y nobles que ias mismas variaciones desarrol ladas según los ext tos fonet icos precon i iados en tantas obras y articulas sobre el canto Roller: rü rür i i rü rürü . . .

ro rororororo . . . ru rururururu . . . El carácter de bat ido, p rop io del Hoh l ro l le , está presente en ambos tex tos fonét icos por la presencia de la r . Sin embargo. aun siendo más act ivo e l bat ido del segui ido texto, resul tan en cambio más dulces

armoniosas las var iac iones del p r imero, precisamente, por la menor dureza de la m isma consonante r , y al Fin de cuentas están to ta lmente de acuerdo estas expresiones con e l sicjniíicado alemán de l canto c lásico Edelrol ler: Nob le ru lador.

E:<actamente igual inf iuencia e jercen las cunsonantes [ccianto más dt ircs más acusados efectos) en los demás t e i n ~ s , culminando la irnpur3za de 12s tonal idades en temas in ixt i f icados en los que entran varias consonantes en las cornposicioi ies fonét icas como en los compuestos de Gluck?n. e inc luso en los l lamados i -~ i los de ~ g u a o Wussenrrol len. que en general se representa por tex tos fonét icos s imi la res a b l ioudbr ioudbl ioudr . . . , los cuales, como es IÓ- l i c o , no pueden determinar verdadera pureza de tonal idades, s ino sonidos en- ;remezclados improp ios de esta modal idad de canto ;/ por este mo t i vo los ale- manes no aceptan para esta nota batida de agua más que la r c?n-iposiciones íonér icas más s imples : b lUb lUb lCb lC . . . blOblOblOb10 . . . blUblL1CIUblU ... , las cuales, a pesar de no poseer la r propia del batido de las r u i ~ c i ~ s clásicas, conf iere c ie r tamente un bat ido l ingual de mucha mayor bei lsza que aquél, Por la mayor blandura de las consonantes, po r mayor r i tmo y regularidad del bat i - do y po r super ior pureza de tonal idades: todo en más consonancias con el carácter del Edelro l ler c lás ico.

En el Standard Roller f iguran unos temas patrones, qLie cada Lino posee ca- racter íst icas propias de tonal idad: Para los Kl ingel touren ( temas t imbrados l está determinado, como s u nombre indica. tonal idad t imbrada. metá l ica 0 br i - l lante, de cor ta tes i tu ra : tonal idades intermedias de bastan% ampl ia tes i tu ra para los tenlas Hohlro l ien, Wassertouren, G l~ i cken , Schockeln. Eoh lk l inge ln Y Pfeifen; y tonal idades graves o profundas de corta tes i tu ra para 10s Knorren. En toaos estos tenias es preciso que los canarios desarrol len la máx ima Pu-

reza de tonalidades en todos los registros, ya que, en estas condiciones, tan grato y mucho más meritorio resulta el sonido pulcramente emitido para los temas timbrados como las majestuosas tonalidades más profusas de los se- veros Knorren.

Se ha dicho que la tesitura del canto Roller se ha desplazado en estos últi- mos decenios hacia tonalidades de mayor profundidad. Ciertamente es así, pero ha sido conseguido a costa de impurezas de dicción de los temas por reducir el r i tmo clásico de las emisiones silábicas, debido a un fenómeno acústico conocido, en virtud del cual un movimiento silábico emitido con mayor lentitud es más grave y voluminoso (extenso) que el mismo movimiento emi- t ido a ritmo normal. Este fenómeno lo podemos comprobar al reproducir un disco gramofónico a velocidades de rotación inferiores o superiores a la normal de su impresión: La voz grabada por un barítono se transforma en la de bajo profundo si el r i tmo es más lento, y, por el contrario, se modifica en la de tenor ligero si la velocidad del disco es más acelerada de la normal.

Para que los canarios hubieran mejorado la gravedad de entonación sin mo- dificar el r i tmo de emisión de los temas, tendrían que haber sufrido variaciones en su estructura física: cuello más largo, para que la tráquea tuviera mayor longitud; configuración de la concavidad bucal más amplia, para que la oquedad del sonido fuera proporcional a la mayor gravedad de entonación, y mayor ca- pacidad torácica para que los pulmones pudieran acumular más cantidad de aire para desarrollar un repertorio normal de canto. Pues si bien es cierto que algunos canarios poseen algunas de estas características. no es menos exacto que las tonalidades por ellos expresadas no poseen el sello de oquedad auténtica de la que hacían gala los canarios del Harz hace bastantes decenios, y de los que actualmente se cultivan por buenos aficionados, con las mismas caracterís- ticas físicas exteriores a los canarios de antaño; cuello corto, cuerpo reco- gido, etc.; es decir, canarios de tamaño más bien pequeño, pero capaces de desarrollar tonalidades sublimes en todas sus frases cantadas.

Actualmente existe la tendencia a cultivar el canto Edelroller por parte de quienes, probablemente, no habían saboreado este canto clásico, y que, sin duda, por haber apreciado una mayor delicadeza y superior musicalidad, pre- fieren anteponer estas cualidades a un canto excesivamente profundo sin dema- siados contrastes n i coloridos musicales.

El canto del canario del Harz debe desenvolverse con tonalidades huecas, y por tal motivo los temas que más llaman la atención de los aficionados menos expertos y los que más se valoran por su carácter, son los que en su nomen- clatura llevan la palabra alemana Hohl: hueco o en vacío, como los Hohlrollen y Hohlklingeln, y también los que no llevándola, los canarios los ejecutan con Hohl - Hohlknorren, Hohlwasserollen, Hohlpfeifen, Hohlglucken. Es decir, que esta oquedad impresa en sonidos profundos o intermedios es la que confiere mucha mayor musicalidad al canto Roller.

Este concepto de Hohl no es privativo de los sonidos más profundos exclu- sivamente por la relación que aparentemente parece tener la profundidad con la oquedad, sino que, por el contrario, el Hohl se manifiesta en mayor grado en los tonos intermedios de amplia tesitura musical, e incluso llega a influir poderosamente en la calidad de los temas timbrados por su mayor pulcritud de dicción y por la delicadeza de sus ~~p ian i ss imos~) , realmente meritorios.

ESPECIALIZACION &

Iniciación al canto clásico

del canario Roller

I P o r A N T O N I O D R O V E A Z A

CONCEPTO DE OQUEDAD

Cuando en una habitación sin muebles ni cortinajes ni objeto alguno que puedan absorber los sonidos, es decir, completamente vacía, hablamos en el interior de ella, observaremos que nuestra voz se ensancha grandemente, dando la impresión de que retumba. Este fenómeno es debido a la reverberación del sonido, que vuelve a reproducirse al chocar con las paredes de forma progresi- vamente amortiguada, dando lugar a que, si pronunciamos, por ejemplo, la letra 0 , percibiremos un sonido casi superpuesto que se amortigua: Ooo . . . ; característica de sonido extenso que se modificará si el local, por superiores dimensiones y por perticulares condiciones de construcción, nos permite situar- nos a una distancia tal que el sonido por nosotros emitido tarde más de 1/15 de segundo entre el choque en la pared y volver a nuestro oído, percibiendo entonces un eco amortiguado: 0-0-0 ..., si, como es lógico, la vocal pronunciada es lo suficientemente potente para que sea posible la percepción del sonido diferido como segunda, tercera.. . repetición.

Pues bien, los primeros sonidos reforzados o, mejor dicho, extensos, produ- cidos por la reverberación no poseen el carácter de oquedad por aquello de ha- ber sido generados en habitaciones vacías o huecas, sino que el tal sonido solamente poseerá la característica de extensión que hemos visto, tanto s i quien habla emite la voz limpiamente o la tiene acusadamente aguardentosa.

El concepto de oquedad, según m i opinión, es muy distinto del anterior y, sobre todo, en el referente al carácter Hohl que los alemanes establecieron para definir tonalidades huecas en los temas del canto Edelroller clásico.

Para mí , la tonal idad hueca propia del Hohl es aquella que s e t rans forma en la concavidad bucal de los canarios -por resonancia de sonidos puros- en expresiones especiales, m u y musicales po r s u fluidez, a manera de tonos aflau- tados, que nos hacen recordar a aquel los tonos huecos aflautados de los puros canarios del Harz de ampl io regist ro musical , impresos en el mayor grado en los temas o notas de l a más s imple composic ión fonét ica.

Si golpeamos con e l nudi l lo de u n dedo sobre la base de un bebedero o vaso pequeño, apreciaremos cómo el sonido propio del vaso cambia de carácter por su resonancia en la concavidad del mismo. Observaremos también que e l sonido cambia de tonal idad s i con la o t ra mano tapamos la boca de l vaso y comprobaremos que e l sonido l lega a ser más f luido, más hueco, con una aber- tura determinada.

S i repet imos la m isma prueba con o t ro vaso de mayor tamaño conseguire- mos igualmente o t ra tonal idad lo más hueca con c ier ta abertura de la boca. Por f in, s i hacemos lo m ismo con una jarra de regular tamaño, obtendremos una tercera tonal idad hueca que t iende a confundirse con sonidos graves o profundos s in mat ices .

Estas t res pruebas nos permi t ie ron comprobar: l ." , la percepción de autén- t i cos sonidos huecos; 2.", que el carácter de oquedad se mani f iesta como más musical , por sus mat ices , en las toaal idades intermedias; 3 ", que para cada tonal idad hueca seleccionada y obtenida en las t res pruebas se requiere un determinado vo lumen de la concavidad de resonancia en orden crec iente a la gravedad de entonación. Estos son los mot ivos por los que, en los canarios de voces excesivamente profundas o graves, las tonal idades por el los desarrol ladas no acusan la oquedad en e l grado que o t ros canarios de regist ro algo más al to. las expresan con e l máx imo de mat ices musicales.

Por lo anter io rmente expuesto, considero que, al est imular tonal idades lo más profundas -a pesar del mér i t o indiscut ib le que su emis ión representa- es un ser io per ju ic io para las dos cual idades más importantes que deben poseer los canarios de autént ica cal idad: la pureza de dicc ión y la oquedad de los so- n idos emit idos. Por tanto, s i desplazamos la tes i tura del canto Roller hacia tonal idades lo más profundas posib les, será a costa de modi f icar e l r i t m o clá- s ico de los temas bat idos e intermitentes, supr imi r la pu lc r i tud y bel leza de los t imbrados, y reduc i r e l repertor io de canto: Todo, para obtener tonal ida- des graves, opacas y s in mat ices, que hacen dudar, c ier tamente, de la belleza ar t ís t ica de nuest ros canarios Roller.

¿Compensa esta deseada evolución? Sinceramente creo que no, po r cuanto un repertor io de canto c lásico Roller ejecutado con contraste de tonal idades diversos es mucho más musical y variado que reduciéndolo a tonal idades pro- fundas y de escaso reper tor io de canto po r la l imi tada capacidad de ai re acu- mulado en los pu lmones y sacos aéreos de nuestros actuales canarios.

No obstante lo d icho, acepto como más impresionantes las tonal idades pro- fundas s iempre que n o se modi f ique la pureza de dicc ión n i se mix t i f ique la pureza de las tonal idades huecas en los temas que deben l levar impreso es te ca- rácter. Como desgraciadamente estas tonal idades profundas n o pueden es t imu- larse mient ras n o se modi f iquen las característ icas f ís icas de los canarios, es pre fer ib le cu l t i var las tonal idades puras en los temas t imbrados y la oquedad en los temas in termedios y profundos dentro de la tes i tu ra normal de l canario de l Harz, que fe l izmente s e cu l t i va po r quienes indudablemente l o conocen y saben apreciar su m é r i t o po r la belleza indiscut ib le de s u noble canto.

Es muy frecuente valorar la profundidad de entonación de acuerdo a la vocalización de los temas, por considerar que la vocal u es más grave que la o, cuando en realidad esta apreciación no es rigurosamente exacta, puesto que un canario determinado puede vocalizar c ierto tema en u y expresarlo con tonalidad más elevada que la expresada por otro canario vocalizando el mismo tema con la o. Como también un mismo tema con vocalización en u cantado por dos canarios pueden ser de dist inta altura por poseer ambos pájaros diferen- tes registros de sonido; de Iá misma manera que un niño o una mujer al pronunciar, por ejemplo, la palabra polo, la tonalidad será más elevada que la expresada por un hombre al repetir la misma palabra.

Para valorar el grado de bondad de las tonalidades, según la norma antigua Y más aún ahora al considerar de más valor el mayor grado de profundidad de entonación, es preciso poseer cierto oído musical educado que permita por lo menos diferenciar en cualquier momento tonalidades lo bastante próximas para que nuestra apreciación en los Concursos sea lo suficientemente justa. Esta facultad de discriminación de tonos puede lograrse con ~ j e r c i c i o s de solfeo, porque, de lo contrario, s i fáci l es determinar dos tonalidades próximas por comparación entre los mismos temas de los canarios, pueden imaginarse cuán d i f ic i l y arbitraria puede ser nuestra actuación al escuchar a cuatro canarios presentados conjuntamente y en lotes sucesivos sin tener referencias de sonidos patrones que permitan catalogar las tonalidades de los temas desarro- llados por los dist intos canarios.

Dado que, internacionalmente, no se han especificado categóricamente las tonalidades patrón para poderlas establecer en tres grupos: aceptables, buenas y excelentes, o: suficientes, buenas y muy buenas, en que se basa el sistema alemán de tr idivisibi l idad del Dr. Wolf -del que nos ocuparemos en el capí- tu lo correspondiente después de terminar e l estudio actual de las cualidades deseables que deben poseer los canarios Roller-, creo que debe considerarse como más meri tor io el grado de oquedad dentro del registro particular de cada canario, que e l de profundidad o gravedad de entonación como cualidad muy discutible en canto clásico Edelroller por su falta, en general, de sustancia musical.

Para que exista sustancia musical en el canto Roller se precisa la presencia de tonalidades de la más pura definición en los t res registros en los que están clasificados los temas del Standard: tonalidad timbrada, tonalidad intermedia v

tonalidad profunda. En estas condiciones, tan meri tor ia es la primera cornc las últ imas por la razón de que la tonalidad t imbrada es de mucha más di f ic i l emisión, porque en este registro la más leve imperfección del sonido se acusa rápidamente, y, en cambio, pasan tanto más desapercibidas en los otros registros cuanto mayor es la profundidad de su entonación.

Por tanto, al valorar el canto Roller, en cuanto a tonalidades se refiere, hay que tener presente la pureza de los sonidos percibidos, íntimamente relacio- nados con las vocalizaciones de las frases cantadas.

Como las vocales gratas: i, ü (francesa), o, u y las combinadas ou son las únicas que realmente determinan sonidos puros, es lógico que a la pureza de estas vocales es a la que debemos considerar meri tor ia y valorar su tonalidad de acuerdo al registro básico del tema cantado y de acuerdo también a las otras cualidades que con la pureza de las tonalidades complementan la belleza y la pureza del repertorio del canto Roller.

Considerando, pues, que los tonos realmente huecos sólo pueden obtenerse de sonidos puros, el concepto subjetivo de profundidad es demasiado relativo

para que prevalezca como más meri tor io al juzgar los canarios. Claro está que si un canario desarrolla tonalidades huecas y profundas, su percepción, in- dudablemente, nos causará más grata impresión que s i son emitidas con menos gravedad. Pero lo que no es justo es valorarlas cuando, como tantas veces su- cede, no son más que expresiones sordas, s in matices, en las que la oquedad, en el mejor de los casos, no t iene sino el carácter de ahuecado, y éste no es precisamente el sonido hueco puro realmente meri tor io que debemos consi- derar en los canarios de más valor.

Los caracteres de profundidad y oquedad son conceptos dist intos que hay que tener siempre presentes al escuchar los canarios: Supongamos, por ejem- plo, que un canario emite un Hohlroller con vocalización o y con tonalidad hueca pura desarrollada en la nota musical do. Posteriormente cambia la vo- calización en u en posición del la bemol con tonalidad ahuecada. ¿Cuál es l a vocalización de más valor, la ú l t ima por ser emitida con mayor profundidad? No; la más meri tor ia es la primera, porque, a pesar de tener una tonalidad más elevada, en cambio posee el carácter de Hohl puro que la segunda la adopta con el carácter de ahuecado solamente.

Este carácter de ahuecado es el que hoy está generalizado en las tonalida- des de los canarios. Quien haya saboreado tonalidades puras, se lamentará, como lo hago yo, de que éstas no se estimen en su justo valor por un deseo evolutivo de obtener mayor profundidad de entonación de los temas a costa de sacrificar la pureza de dicción de los mismos, que reducen la tonalidad sublime de los Holh como consecuencia de la modificación del r i tmo y de la estructura simple de las modulaciones de las frases clásicas del canto Edelroller.