Opciones para vincular las intervenciones relativas a la salud de los adolescentes con la vacunación contra el virus del papiloma humano

MÁS INFORMACIÓN Organización Mundial de la Salud – 20, avenue Appia – CH-1211 Ginebra 27 Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos (FWC/IVB)Departamento de Salud de la Madre, el Recién Nacido, el Niño y el Adolescente (FWC/MCA)Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas (FWC/RHR)

© Julio de 2014 – Las fotografías son cortesía de Palash Khatri (portada) y Christine McNab (interior)

La OMS ha examinado las posibles intervenciones que pueden llevarse a cabo en combinación con la vacunación contra el VPH.6 Los criterios de selección empleados incluyen: la pertinencia para la salud pública; la duración de la intervención, que ha de ser inferior a seis meses para que pueda tener cabida en el plan semestral de vacunación contra el VPH; su idoneidad para niñas y niños del grupo de edad de 9 a 13 años; la calidad de las pruebas relativas a la eficacia de las intervenciones en los países de ingresos bajos y medianos; y la viabilidad programática de la ejecución simultánea de las intervenciones.

Las intervenciones identificadas se enumeran en la figura 1. Varios países de ingresos bajos y medianos ofrecen ejemplos concretos de cómo se pueden ejecutar con éxito intervenciones simultáneas y generar sinergias programáticas con el plan de vacunación contra el VPH: Bhután y Uganda combi-naron la vacunación contra el VPH con el tratamiento

6. Este proceso de examen se describe en dos artículos: Broutet et al, JAH, julio de 2013; y Hindin et al., JAH, enero de 2015.

vermífugo; Uganda vinculó la vacunación contra el VPH con la celebración de unas Jornadas de Salud Infantil; Rwanda administró la vacuna contra el VPH junto con la vacuna contra el sarampión y la rubéola; y Malasia y Panamá integraron la vacunación contra el VPH en el programa de salud de los adolescentes que se aplica rutinariamente en las escuelas. Desde principios de 2013, 20 países han recibido fondos de la Alianza GAVI para ejecutar programas de demos-tración de la vacuna contra el VPH. Esto les permitirá identificar oportunidades para vincular la vacuna-ción contra el VPH a otras intervenciones destinadas a los adolescentes. La experiencia dimanante de estos programas de demostración, así como la obtenida en otros países que han incorporado la vacunación contra el VPH a sus planes nacionales de inmuniza-ción, será muy valiosa para evaluar todo el potencial que ofrece la adopción de un enfoque integrado de la vacunación y la salud de los adolescentes.

Opciones fundamentadas en pruebas

La ejecución simultánea de intervenciones puede generar importantes sinergias y eficiencias. Llegar a este grupo de población —algo que no se suele lograr con los enfoques tradicionales —puede ser dificultoso y caro. Una vez que se superan estas dificultades aprovechando las ventajas que ofrecen los programas de vacunación, se puede lograr también una cobertura significativa para otras inter-venciones sanitarias. Los costos de ejecución que

conlleva llegar a este grupo de población pueden ser compartidos por los programas. Por último, la realización simultánea de múltiples intervenciones puede ayudar a solventar los problemas de comu-nicación que conllevan las intervenciones altamente específicas y centradas en un único sexo, como la vacunación contra el VPH. Esto puede disminuir los recelos y aumentar la aceptación y comprensión.

Oportunidades para la sinergia y la ejecución simultánea de intervenciones (continuación)

Hay pocas intervenciones dirigidas específicamente a los adolescentes jóvenes, y las que existen no suelen llegar de forma suficiente a este grupo de población. Ello se debe, por lo general, al escaso número de ocasiones en las que los adolescentes entran en contacto con el sistema sanitario. Es de sobra conocido que los programas de inmunización tienen una buena cobertura, por lo que la introducción de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) puede servir de punto de entrada para otras intervenciones sanitarias destinadas a los adolescentes de entre 9 y 13 años. Existen varias intervenciones sanitarias que son idóneas para su realización conjunta con la vacunación contra el VPH y que pueden promover sinergias entre el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) y los programas de atención de la salud escolares o dirigidos a los adolescentes.

La vacuna contra el VPH va dirigida a las niñas de entre 9 y 13 años. Este grupo de edad tiene pocos contactos con el sistema de salud. La vacunación representa un buen punto de entrada para llevar a cabo otras intervenciones sanitarias y una excelente oportunidad para realizar una prestación integrada de los servicios. En el Plan de acción mundial sobre vacunas 2011–20201 se subraya la importancia de la integración. La utilización de la inmunización para impulsar los programas de atención primaria de la salud en los países con sistemas sanitarios precarios puede reforzar esos sistemas. La Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución en 2011 en la que se insta a los Estados Miembros a aumentar la capacidad de los sistemas de salud para satisfacer las necesidades de los adolescentes con el fin de brin-darles acceso a las intervenciones sanitarias clave.2

En los últimos cuatro decenios, la expansión del PAI permitió mejorar la salud y la supervi-vencia infantiles. La introducción de la vacuna contra el VPH puede brindar una oportunidad similar para mejorar la salud de los adolescentes. Varios programas de la OMS —los relativos a la salud de los adolescentes, la salud reproductiva y la inmunización— han colaborado para establecer vínculos entre la vacunación contra el VPH y otras intervenciones sanitarias. En el presente documento

1. OMS (2013). Plan de acción mundial sobre vacunas 2011–2020.2. WHA 64.28 (2011). Los jóvenes y los riesgos sanitarios.

se ofrecen sugerencias acerca de la utilización de la vacunación contra el VPH como medio para mejorar la salud de los adolescentes y como parte de un enfoque integral de prevención del cáncer cervicouterino.3

Hasta la fecha, más de 50 países han introdu-cido la vacuna contra el VPH en sus planes nacio-nales de inmunización. Se trata principalmente de países de ingresos altos y medianos. Gracias al apoyo financiero de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Alianza GAVI), actualmente los países de ingresos bajos pueden acceder a la vacuna contra el VPH. En particular, la prestación de apoyo para poner en marcha programas de demostración de la vacuna contra el VPH en uno o dos distritos ofrece a los países la oportunidad de aprender la mejor forma de administrar la vacuna y de vincu-larla a otras intervenciones sanitarias destinadas a los adolescentes. Esto es especialmente pertinente en el caso de los adolescentes de los países de ingresos bajos, no solo porque dichos adolescentes hacen frente a considerables riesgos sanitarios, sino también porque los sistemas sanitarios tienen difi-cultades para llegar a ellos. Desde 2013, 20 países de ingresos bajos han emprendido programas de demostración de la vacuna contra el VPH con el apoyo de la Alianza GAVI.

3. OMS (2013). WHO guidance note: Comprehensive cervical can-cer prevention and control: a healthier future for girls and women.

Los programas de vacunación contra el VPH emplean diversas estrategias y plataformas para administrar la vacuna a las adolescentes: la admi-nistración en los centros escolares en el marco campañas; la administración bajo demanda en establecimientos de atención de la salud; y la admi-nistración a nivel comunitario.4

La elección de una o varias estrategias se realiza teniendo en cuenta su costo y sostenibilidad y las características de la población destinataria. Las poblaciones y zonas de difícil acceso requieren

4. OMS (2012) Report of the HPV Vaccine Delivery Meeting: Identifying Needs for Implementation & research. IVB 12.09.

estrategias especiales. Por lo general se emplea una combinación de enfoques. Existen oportunidades para ejecutar intervenciones adicionales, por ejemplo en el momento en que la niña recibe una de las dos dosis5 de vacuna contra el VPH. En entornos como las escuelas, el contacto con las adolescentes antes de la primera dosis y en el intervalo de tiempo entre las dosis ofrece oportunidades adicionales (Figura 1).

5. En abril de 2014, el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre inmunización (SAGE) modi�có el calenda-rio de la vacuna contra el VPH para las niñas de entre 9 y 13 años: redujo el número de dosis de tres a dos, separadas por un mínimo de seis meses. En algunos países se sigue aplicando el patrón de tres dosis.

Oportunidades para la sinergia y la ejecución simultánea de intervenciones

FIGURA 1: Intervenciones sanitarias breves que pueden vincularse a la vacunación contra el VPH para el grupo de edad de 9 a 13 años

0 meses 6 meses

Administración de la vacuna del VPH:

1ª dosis

Administración de la vacuna

del VPH:2ª dosis

TIPO POSIBLES INTERVENCIONES SANITARIAS

Revisiones •Revisión de la vista en caso de derivación y facilitación de gafas a un precio asequible

Productos básicos y tratamiento

•Tratamiento antihelmíntico de las esquistosomiasis y las geohelmintiasis •Distribución de mosquiteros tratados con insecticida para la prevención del paludismo•Suplementos de hierro y ácido fólico

Información y aptitudes para la vida

•Promoción de la actividad física•Prevención de las enfermedades transmitidas por mosquitos•Educación sobre higiene menstrual•Educación sobre salud sexual y reproductiva, prevención del VIH y promoción del uso de preservativos

Otras vacunas •La vacuna Td, la hepatitis B; se están realizando investigaciones acerca de la administración simultánea con otras las vacunas

Introducción

Hay pocas intervenciones dirigidas específicamente a los adolescentes jóvenes, y las que existen no suelen llegar de forma suficiente a este grupo de población. Ello se debe, por lo general, al escaso número de ocasiones en las que los adolescentes entran en contacto con el sistema sanitario. Es de sobra conocido que los programas de inmunización tienen una buena cobertura, por lo que la introducción de la vacunación contra el virus del papiloma humano (VPH) puede servir de punto de entrada para otras intervenciones sanitarias destinadas a los adolescentes de entre 9 y 13 años. Existen varias intervenciones sanitarias que son idóneas para su realización conjunta con la vacunación contra el VPH y que pueden promover sinergias entre el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) y los programas de atención de la salud escolares o dirigidos a los adolescentes.

La vacuna contra el VPH va dirigida a las niñas de entre 9 y 13 años. Este grupo de edad tiene pocos contactos con el sistema de salud. La vacunación representa un buen punto de entrada para llevar a cabo otras intervenciones sanitarias y una excelente oportunidad para realizar una prestación integrada de los servicios. En el Plan de acción mundial sobre vacunas 2011–20201 se subraya la importancia de la integración. La utilización de la inmunización para impulsar los programas de atención primaria de la salud en los países con sistemas sanitarios precarios puede reforzar esos sistemas. La Asamblea Mundial de la Salud adoptó una resolución en 2011 en la que se insta a los Estados Miembros a aumentar la capacidad de los sistemas de salud para satisfacer las necesidades de los adolescentes con el fin de brin-darles acceso a las intervenciones sanitarias clave.2

En los últimos cuatro decenios, la expansión del PAI permitió mejorar la salud y la supervi-vencia infantiles. La introducción de la vacuna contra el VPH puede brindar una oportunidad similar para mejorar la salud de los adolescentes. Varios programas de la OMS —los relativos a la salud de los adolescentes, la salud reproductiva y la inmunización— han colaborado para establecer vínculos entre la vacunación contra el VPH y otras intervenciones sanitarias. En el presente documento

1. OMS (2013). Plan de acción mundial sobre vacunas 2011–2020.2. WHA 64.28 (2011). Los jóvenes y los riesgos sanitarios.

se ofrecen sugerencias acerca de la utilización de la vacunación contra el VPH como medio para mejorar la salud de los adolescentes y como parte de un enfoque integral de prevención del cáncer cervicouterino.3

Hasta la fecha, más de 50 países han introdu-cido la vacuna contra el VPH en sus planes nacio-nales de inmunización. Se trata principalmente de países de ingresos altos y medianos. Gracias al apoyo financiero de la Alianza Mundial para Vacunas e Inmunización (Alianza GAVI), actualmente los países de ingresos bajos pueden acceder a la vacuna contra el VPH. En particular, la prestación de apoyo para poner en marcha programas de demostración de la vacuna contra el VPH en uno o dos distritos ofrece a los países la oportunidad de aprender la mejor forma de administrar la vacuna y de vincu-larla a otras intervenciones sanitarias destinadas a los adolescentes. Esto es especialmente pertinente en el caso de los adolescentes de los países de ingresos bajos, no solo porque dichos adolescentes hacen frente a considerables riesgos sanitarios, sino también porque los sistemas sanitarios tienen difi-cultades para llegar a ellos. Desde 2013, 20 países de ingresos bajos han emprendido programas de demostración de la vacuna contra el VPH con el apoyo de la Alianza GAVI.

3. OMS (2013). WHO guidance note: Comprehensive cervical can-cer prevention and control: a healthier future for girls and women.

Los programas de vacunación contra el VPH emplean diversas estrategias y plataformas para administrar la vacuna a las adolescentes: la admi-nistración en los centros escolares en el marco campañas; la administración bajo demanda en establecimientos de atención de la salud; y la admi-nistración a nivel comunitario.4

La elección de una o varias estrategias se realiza teniendo en cuenta su costo y sostenibilidad y las características de la población destinataria. Las poblaciones y zonas de difícil acceso requieren

4. OMS (2012) Report of the HPV Vaccine Delivery Meeting: Identifying Needs for Implementation & research. IVB 12.09.

estrategias especiales. Por lo general se emplea una combinación de enfoques. Existen oportunidades para ejecutar intervenciones adicionales, por ejemplo en el momento en que la niña recibe una de las dos dosis5 de vacuna contra el VPH. En entornos como las escuelas, el contacto con las adolescentes antes de la primera dosis y en el intervalo de tiempo entre las dosis ofrece oportunidades adicionales (Figura 1).

5. En abril de 2014, el Grupo de Expertos de Asesoramiento Estratégico sobre inmunización (SAGE) modi�có el calenda-rio de la vacuna contra el VPH para las niñas de entre 9 y 13 años: redujo el número de dosis de tres a dos, separadas por un mínimo de seis meses. En algunos países se sigue aplicando el patrón de tres dosis.

Oportunidades para la sinergia y la ejecución simultánea de intervenciones

FIGURA 1: Intervenciones sanitarias breves que pueden vincularse a la vacunación contra el VPH para el grupo de edad de 9 a 13 años

0 meses 6 meses

Administración de la vacuna del VPH:

1ª dosis

Administración de la vacuna

del VPH:2ª dosis

TIPO POSIBLES INTERVENCIONES SANITARIAS

Revisiones •Revisión de la vista en caso de derivación y facilitación de gafas a un precio asequible

Productos básicos y tratamiento

•Tratamiento antihelmíntico de las esquistosomiasis y las geohelmintiasis •Distribución de mosquiteros tratados con insecticida para la prevención del paludismo•Suplementos de hierro y ácido fólico

Información y aptitudes para la vida

•Promoción de la actividad física•Prevención de las enfermedades transmitidas por mosquitos•Educación sobre higiene menstrual•Educación sobre salud sexual y reproductiva, prevención del VIH y promoción del uso de preservativos

Otras vacunas •La vacuna Td, la hepatitis B; se están realizando investigaciones acerca de la administración simultánea con otras las vacunas

Introducción

Opciones para vincular las intervenciones relativas a la salud de los adolescentes con la vacunación contra el virus del papiloma humano

MÁS INFORMACIÓN Organización Mundial de la Salud – 20, avenue Appia – CH-1211 Ginebra 27 Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos (FWC/IVB)Departamento de Salud de la Madre, el Recién Nacido, el Niño y el Adolescente (FWC/MCA)Departamento de Salud Reproductiva e Investigaciones Conexas (FWC/RHR)

© Julio de 2014 – Las fotografías son cortesía de Palash Khatri (portada) y Christine McNab (interior)

La OMS ha examinado las posibles intervenciones que pueden llevarse a cabo en combinación con la vacunación contra el VPH.6 Los criterios de selección empleados incluyen: la pertinencia para la salud pública; la duración de la intervención, que ha de ser inferior a seis meses para que pueda tener cabida en el plan semestral de vacunación contra el VPH; su idoneidad para niñas y niños del grupo de edad de 9 a 13 años; la calidad de las pruebas relativas a la eficacia de las intervenciones en los países de ingresos bajos y medianos; y la viabilidad programática de la ejecución simultánea de las intervenciones.

Las intervenciones identificadas se enumeran en la figura 1. Varios países de ingresos bajos y medianos ofrecen ejemplos concretos de cómo se pueden ejecutar con éxito intervenciones simultáneas y generar sinergias programáticas con el plan de vacunación contra el VPH: Bhután y Uganda combi-naron la vacunación contra el VPH con el tratamiento

6. Este proceso de examen se describe en dos artículos: Broutet et al, JAH, julio de 2013; y Hindin et al., JAH, enero de 2015.

vermífugo; Uganda vinculó la vacunación contra el VPH con la celebración de unas Jornadas de Salud Infantil; Rwanda administró la vacuna contra el VPH junto con la vacuna contra el sarampión y la rubéola; y Malasia y Panamá integraron la vacunación contra el VPH en el programa de salud de los adolescentes que se aplica rutinariamente en las escuelas. Desde principios de 2013, 20 países han recibido fondos de la Alianza GAVI para ejecutar programas de demos-tración de la vacuna contra el VPH. Esto les permitirá identificar oportunidades para vincular la vacuna-ción contra el VPH a otras intervenciones destinadas a los adolescentes. La experiencia dimanante de estos programas de demostración, así como la obtenida en otros países que han incorporado la vacunación contra el VPH a sus planes nacionales de inmuniza-ción, será muy valiosa para evaluar todo el potencial que ofrece la adopción de un enfoque integrado de la vacunación y la salud de los adolescentes.

Opciones fundamentadas en pruebas

La ejecución simultánea de intervenciones puede generar importantes sinergias y eficiencias. Llegar a este grupo de población —algo que no se suele lograr con los enfoques tradicionales —puede ser dificultoso y caro. Una vez que se superan estas dificultades aprovechando las ventajas que ofrecen los programas de vacunación, se puede lograr también una cobertura significativa para otras inter-venciones sanitarias. Los costos de ejecución que

conlleva llegar a este grupo de población pueden ser compartidos por los programas. Por último, la realización simultánea de múltiples intervenciones puede ayudar a solventar los problemas de comu-nicación que conllevan las intervenciones altamente específicas y centradas en un único sexo, como la vacunación contra el VPH. Esto puede disminuir los recelos y aumentar la aceptación y comprensión.

Oportunidades para la sinergia y la ejecución simultánea de intervenciones (continuación)