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ORACIONES ORACIÓN DEL ABANDONO EN DIOS Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras. Sea lo que fuere, por ello te doy las gracia. Estoy dispuesto a todo. Lo acepto todo con tal de que se cumpla tu voluntad en mí y en todas las criaturas. No deseo nada más, Padre. Te encomiendo mi alma, te la entrego con todo el amor de que soy capaz, porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con infinita confianza, porque tú eres mi Padre. (Charles De Foucauld) ORACION DEL CATEQUISTA Señor Jesús: Aquí me tienes para servirte y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado. Tú me escogiste para ser catequista, anunciador de tu Mensaje a los hermanos. Me siento muy pequeño e ignorante, soy a menudo inconstante, Pero sé que Tú me necesitas. Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo. Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea, Con sencillez y modestia, amor y fe. Quiero ser instrumento tuyo. Para despertar en muchos hermanos: cariño por tu persona, confianza en tus promesas; pon tus palabras en mis labios, y haz que, en comunión con mis hermanos, pueda colaborar en extender tu Reino. María, tú que seguiste siempre con fidelidad, las huellas de tu Hijo, guíanos por este mismo camino. Amén Oración por las Vocaciones Te pedimos por la vocación de los laicos, varones y mujeres bautizados que llamaste a vivir Tu Evangelio en el corazón del mundo; para que puedan comprometerse con entusiasmo y esperanza a ser luz y sal de la tierra, transformando las estructuras sociales desde el trabajo responsable, la vida familiar, el estudio y el servicio desinteresado, construyendo un mundo más justo y más fraterno. Te pedimos por las vocaciones sacerdotales, para que muchos jóvenes descubran Tu llamada y respondan con alegría, para actuar en Tu Nombre, haciendo presente tu Amor de Pastor y Maestro, a través del Anuncio de Tu Palabra y la celebración de los Sacramentos. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote, danos sacerdotes santos, orantes, alegres y audaces. Te pedimos por las vocaciones a la vida consagrada, contemplativa, apostólica y misionera, para que muchos encuentren la felicidad, dejando todo para seguirte en pobreza, castidad y obediencia, sirviendo a los hermanos y haciendo presente el Reino, en comunidades orantes, fraternas y solidarias. Que nuestras familias, con la ayuda del Espíritu Santo, nos comprendan y acompañen en la búsqueda de Tu Voluntad. Tu nos convocas, danos la gracia de tener un corazón dispuesto para descubrir Tu llamado y responderte con generosidad. Amén.

Oraciones

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Para rezar y enseñar

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Page 1: Oraciones

ORACIONES

ORACIÓN DEL ABANDONO EN DIOS

Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras.

Sea lo que fuere, por ello te doy las gracia. Estoy dispuesto a todo.

Lo acepto todo con tal de que se cumpla

tu voluntad en mí y en todas las criaturas.

No deseo nada más, Padre. Te encomiendo mi alma,

te la entrego con todo el amor de que soy capaz,

porque te amo y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida,

con infinita confianza, porque tú eres mi Padre.

(Charles De Foucauld)

ORACION DEL CATEQUISTA Señor Jesús:

Aquí me tienes para servirte y colocar a tus pies la labor en que estoy empeñado. Tú me escogiste para ser catequista,

anunciador de tu Mensaje a los hermanos. Me siento muy pequeño e ignorante, soy a

menudo inconstante, Pero sé que Tú me necesitas.

Gracias por confiar en mí, pequeño servidor tuyo.

Estoy pronto a cumplir esta hermosa tarea, Con sencillez y modestia, amor y fe.

Quiero ser instrumento tuyo. Para despertar en muchos hermanos: cariño

por tu persona, confianza en tus promesas;

pon tus palabras en mis labios, y haz que, en comunión con mis hermanos,

pueda colaborar en extender tu Reino.

María, tú que seguiste siempre con fidelidad, las huellas de tu Hijo,

guíanos por este mismo camino. Amén

Oración por las Vocaciones

Te pedimos por la vocación de los laicos, varones y mujeres bautizados que

llamaste a vivir Tu Evangelio en el corazón del mundo; para que puedan comprometerse

con entusiasmo y esperanza a ser luz y sal de la tierra, transformando las

estructuras sociales desde el trabajo responsable,

la vida familiar, el estudio y el servicio desinteresado,

construyendo un mundo más justo y más fraterno.

Te pedimos por las vocaciones sacerdotales, para que muchos jóvenes descubran Tu

llamada y respondan con alegría,

para actuar en Tu Nombre, haciendo presente tu Amor de Pastor y

Maestro, a través del Anuncio de Tu Palabra y

la celebración de los Sacramentos. Jesús, Sumo y Eterno Sacerdote,

danos sacerdotes santos, orantes, alegres y audaces.

Te pedimos por las vocaciones a la vida consagrada,

contemplativa, apostólica y misionera, para que muchos encuentren la felicidad,

dejando todo para seguirte en pobreza, castidad y obediencia,

sirviendo a los hermanos y haciendo presente el Reino,

en comunidades orantes, fraternas y solidarias.

Que nuestras familias, con la ayuda del Espíritu Santo,

nos comprendan y acompañen en la búsqueda de Tu Voluntad. Tu nos convocas,

danos la gracia de tener un corazón dispuesto para descubrir Tu llamado y responderte con

generosidad. Amén.

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CANTICO Omnipotente, Altísimo, bondadoso Señor, tuyas son la alabanza, la gloria y el honor, tan sólo Tú eres digno de toda bendición y nunca es digno el hombre de hacer de Tí mención. Loado seas por toda creatura, mi Señor,

y en especial por el señor hermano sol que alumbra y abre el día, y es bello en su resplandor y lleva por los cielos noticias de su Autor. Y por la hermana luna de blanca luz menor y las estrellas claras que tu poder creó tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son, y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor! Y por la hermana agua, preciosa en su candor, que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor! Por el hermano fuego que alumbra al irse el sol y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor! Y por mi hermana tierra que es toda bendición la hermana madre tierra que da en toda

ocasión las hierbas y los frutos y flores de color y nos sustenta y rige: ¡loado mi Señor! ¡Servidle con ternura y humilde corazón! ¡Agradeced sus dones, cantad su creación! ¡Las creaturas todas, load a mi Señor! Loado seas, mi Señor, por los que perdonan por tu amor y soportan enfermedad y tribulación Bienaventurados los que sufren en paz pues por Tí Altísimo, serán coronados. San Francisco de Asís

Oración simple Señor has de mí un instrumento de tu paz,

donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo la fe;

donde haya angustia, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo la luz;

donde haya tristeza, ponga yo la alegría.

Que no me empeñe tanto en ser consolado, como en consolar

en ser comprendido, como en comprender, en ser amado, como en amar.

Porque dando se recibe, olvidándose de sí

es como uno se encuentra perdonando se es perdonado

muriendo se resucita a la Vida. San Francisco de Asís. (S. XI)

Magnificat (cántico de la Virgen María) Proclama mi alma la grandeza del Señor

se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitaran todas las generaciones,

porque el poderoso ha hecho obras grandes por

Su nombre es santo, y su misericordia lega a sus fieles

de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo dispersa a los soberbios de corazón derriba del trono a los poderosos

y enaltece a los humildes a los hambrientos los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel su siervo acordándose de su misericordia

como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por

siempre. Lc. 1, 46-55

Gloria

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el

Señor.

Por tu inmensa gloria

te alabamos, te bendecimos, te adoramos,

te glorificamos, te damos gracias.

Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.

Señor, Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios,

Hijo del Padre: tú que quitas el pecado del mundo,

ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,

atiende nuestra súplica;

tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros.

Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,

sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo

en la gloria de Dios Padre. Amén.

Page 3: Oraciones

Salmo 116

Amo al Señor porque el escucha el clamor de mí suplica porque

inclina su oído hacia mí cuando yo lo invoco. Los lazos de la muerte me envolvieron me

alcanzaron las redes del abismo caí en la angustia y la tristeza entonces

invoque al Señor ¡sálvame! El Señor es justo y bondadoso nuestro Dios es

compasivo el Señor protege a los sencillos yo estaba en la

miseria y me salvó.

Alma mía recobra la calma porque el Señor ha sido bueno contigo.

Él libró mi vida de la muerte mis ojos de las lagrimas y mis pies de la caída.

Yo caminaré en la presencia del Señor en la tierra de los vivientes.

Benedictus Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha venido él a liberar a su pueblo, suscitándonos una fuerza salvadera en la casa de David, su siervo. Él lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas: que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos

los que nos odian; manteniéndose leal a nuestros padres y teniendo presente su santa alianza; la promesa que hizo a nuestro padre Abrahán de concedernos que, libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y rectitud en su presencia, todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo porque irás delante del Señor, a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en

sombra de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.

Nada te turbe Nada te turbe

nada te espante todo se pasa

Dios no se muda La paciencia todo lo alcanza

Quien a Dios tiene Nada le falta

Solo Dios Basta

Santa Teresa de Ávila (S.XVI)

Mi pequeñez Tu que mi pequeñez miras piadoso

y no desdeñas descender a mí entra en mi corazón ¡Rey del sagrario!

ya lo ves palpitar... solo por ti. Y luego nada mas seré dichosa

si me dejas, mi Bien, morir de amor...

Mira ¡oh Jesús! El grito de mi alma ¡Reina en mi corazón!

Pues mi gran pequeñez Tú no desdeñas ya que no temes descender a mí

aprenda el amor que Tú me enseñas reciba yo esa gran virtud de Ti. Mi pecho lleno de candor divino ¡Oh sacramento! clamará favor

puesto que eres mi vida y mi destino ¡Guarda mi amor!

Santa Teresita (S.XIX)

Tarde te amé ¡Tarde te amé

hermosura tan antigua y tan nueva tarde te amé!

Tú estabas dentro de mí, pero yo andaba fuera de mí mismo, y allá afuera te andaba buscando.

Me lanzaba todo deforme entre las hermosuras que tu creaste.

Tu estabas conmigo, pero yo no estaba contigo me retenían lejos de ti cosas

que no existirían si no existieran en ti. Me llamaste, y rompiste mi sordera.

Brillaste con fulgor espléndido, y expulsaste mi ceguera. Me inundó tu fragancia y ahora suspiro por ti.

Te gusté, y tengo hambre y sed. Me tocaste, y ardí en tu paz.

San Agustín (S IV)

Bendición de San Francisco El Señor te bendiga y te guarde y su rostro resplandezca sobre ti

y de ti tenga El misericordia el Señor te bendiga. Amén.

Page 4: Oraciones

Llama de amor viva ¡Oh llama de amor viva que tiernamente hieres

de mi alma en el más profundo centro,

pues ya no eres esquiva, acaba ya si quieres;

rompe la tela de este dulce encuentro!

¡Oh cautiverio suave! ¡Oh regalada llaga!

¡Oh mano blanda! ¡Oh toque delicado

que a vida eterna sabe y toda deuda paga;

matando, muerte en vida la has trocado!

¡Oh lámparas de fuego en cuyos resplandores

las profundas cavernas del sentido, que estaba oscuro y ciego,

con extraños primores calor y luz dan junto a su querido!

¡Cuán manso y amoroso recuerdas en mi seno

donde secretamente solo moras y en tu aspirar sabroso de bien y gloria lleno

cuán delicadamente me enamoras! San Juan de la Cruz (S XVI )

Los Diez Mandamientos Yo soy el Señor, tu Dios, que te redimió y

liberó. 1.No tendrás otro Dios fuera de mí! 2.No profanarás el nombre de Dios!

3.Acuérdate del domingo para santificarlo! 4.Honrarás a tu padre y a tu madre!

5.No matarás! 6.No cometerás adulterio!

7.No robarás! 8.No darás falso testimonio contra tu prójimo!

9.No codiciarás la mujer de tu prójimo 10.No codiciarás los bienes y propiedades de tu

prójimo!

Los cinco mandamientos de la Iglesia

1.Celebra el domingo como "día del Señor"! 2.Participarás en los domingos y días festivos

en la celebración de la Eucaristía! 3.Ofrecerás en viernes un sacrificio!

4.Recibirás periódicamente los sacramentos de la Penitencia y del altar, al menos en tiempo pascual

5.Ayuda a la Iglesia y a tu comunidad local

Muero porque no muero

Autor: Santa Teresa de Jesús

Vivo sin vivir en mí

Y tan alta vida espero

Que muero porque no muero.

Vivo ya fuera de mí

Después que muero de amor,

Porque vivo en el Señor

Que me quiso para Sí.

Cuando el corazón le di

Puso en él este letrero:

Que muero porque no muero.

Esta divina prisión

Del amor con que yo vivo

Ha hecho a Dios mi cautivo

Y libre mi corazón;

Y causa en mí tal pasión

Ver a Dios mi prisionero,

Que muero porque no muero.

¡Ay, que larga es esta vida,

Qué duros estos destierros,

Esta cárcel y estos hierros

En que el alma esta metida!

Sólo esperar la salida

Me causa dolor tan fiero,

Que muero porque no muero.

iAy, que vida tan amarga

Do no se goza el Señor!

Porque si es dulce el amor,

No lo es la esperanza larga:

Quíteme Dios esta carga

Más pesada que el acero,

Que muero porque no muero.

Sólo con la confianza

Vivo de que he de morir,

Porque muriendo el vivir

Me asegura mi esperanza.

Muerte do el vivir se alcanza,

No te tardes, que te espero,

Que muero porque no muero.

Mira que el amor es fuerte;

Vida, no me seas molesta,

Mira que sólo te resta,

Para ganarte, perderte;

Venga ya la dulce muerte,

Venga el morir muy ligero,

Que muero porque no muero.

Page 5: Oraciones

Aquella vida de arriba,

Que es la vida verdadera,

Hasta que esta vida muera

No se goza estando viva.

Muerte, no seas esquiva;

Viva muriendo primero,

Que muero porque no muero.

Vida, ¿que puedo yo darle

A mi Dios que vive en mí,

Si no es perderte a ti

Para mejor a El gozarle?

Quiero muriendo alcanzarle,

Pues a El solo es al que quiero.

Que muero porque no muero.

NO ME MUEVE MI DIOS

No me mueve, mi Dios, para quererte, el cielo que me tienes prometido,

ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera que aunque no hubiera cielo yo te amara, y aunque no hubiese infierno te temiera. No me tienes que dar porque te quiera,

porque, aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera.

ANGELUS

V. Dios mío, ven en mi auxilio R. Señor, date prisa en socorrerme

V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. R. Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

V. El ángel del Señor anunció a María R. y concibió por obra del Espíritu Santo.

Dios te salve María ...

V. He aquí la esclava del Señor R. hágase en mí según tu palabra

Dios te salve María ...

V. El Verbo se hizo hombre R. y habitó entre nosotros

Dios te salve María ...

Los siete dones del Espíritu Santo 1. El Espíritu de la verdad

2. de la inteligencia 3. del consejo

4. de la fortaleza 5. del conocimiento

6. de la piedad

7. del temor de Dios.

Las siete obras corporales de misericordia 1. Dar de comer al hambriento

2. Dar de beber al sediento 3. Vestir al desnudo

4. Acoger al forastero S. Liberar al cautivo 6. Visitar al enfermo

7. Enterrar a los muertos

Las siete obras espirituales de misericordia

1. Poner en el buen camino al pecador 2. Enseñar al que no sabe

3. Aconsejar bien a quien duda 4. Consolar al triste

5. Soportar pacientemente a quienes nos molestan

6. Perdonar de corazón 7. Orar por los vivos y por los difuntos