Upload
hector-gonzalez
View
1.461
Download
3
Embed Size (px)
Citation preview
DEVOCION A LA
1
PRECIOSISIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
La devoción más grande de nuestro tiempo
NIHIL OBSTAT: Rev. Padre Stephen Obiukwu Censor Deputatus Presidente del Comité de Doctrina y Fe Arquidiócesis de Onitsha, Estado de Anambra Nigeria 1 de julio de 1999 IMPRIMATUR: Ayo‐María Atoyebi, OP Obispo de la Diócesis de Ilorin Ilorin, Estado de Kwara, Nigeria 17 de junio del 2001 OFICINA PRINCIPAL: Apostolado de la Sangre Preciosa de Jesucristo Land of Adoration, Rock of Gethsemane Olo, Ezeagu L.G.A., Enugu, Enugu State 400001 Nigeria DIRECCION POSTAL DE LA OFICINA PRINCIPAL: Apostolado de la Sangre Preciosa de Jesucristo PO Box 121 – Iwollo Enugu, Enugu State 401006 Nigeria DIRECCION DEL OBISPO: PO Box 686 Ilorin, Kwara State 240001 Nigeria
LAS SUPLICAS DE ANGUSTIA ORACIONES DE REPARACIÓN AL
AGONIZANTE JESUCRISTO (Dictada el 10 de diciembre de 1998)
Señor Jesucristo, a través de la historia Tú nos has estado llevando de regreso al Padre Todopoderoso. Estamos inmensamente agradecidos. Apreciamos Tu amor. Recordamos con dolor de corazón, nuestras debilidades, pecados y todos Tus sufrimientos en esta noble tarea. ¿Podemos aliviarlo? Te pedimos, nos ayudes a hacerlo con nuestro estilo de vida. En adelante, haremos lo que sea necesario sólo si Tú así lo quieres, que se haga Tu Voluntad. Muéstranos más Tu amor queriéndolo. Hacemos esta oración en el Nombre de Jesucristo Nuestro Señor, Quien vive y reina con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, un sólo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Padre Eterno, yo te ofrezco todas las Heridas de Tu bien amado Hijo, Jesucristo, los dolores y agonías de Su Sacratísimo Corazón y Su Preciosísima Sangre derramada de todas Sus Heridas, en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. (3 veces) Credo de los Apóstoles*... (Breve silencio)...
PRIMERA SUPLICA DE ANGUSTIA ¿En dónde estás hijo Mío? Tu Maestro te está buscando. ¡Ven a Mí! Acércate más y escucha Mi angustiosa súplica. Hijo mío, había una vez un Hombre que tuvo muchas ovejas. Iba tras ellas y las pastoreaba bien. Cuando ellas estuvieron sedientas, El las llevó a un manantial de agua fresca para saciar su sed. No permitió que sintieran hambre. El las llevó a bellos prados verdes. Ellas comieron y crecieron sanas y fuertes. El Hombre puso una cerca alrededor del prado para que ningún lobo pudiera entrar a hacerle daño al rebaño. Un día, las ovejas planearon una rebelión y escaparon del campo a la fuerza y entraron a la selva. Allí, fueron capturadas por animales salvajes. Eran como esclavos sin esperanza. Sus cuerpos y su sangre fueron usados para festivales y sacrificios de animales para sus dioses. Sin embargo, aquel Hombre no olvidó su rebaño. El envió a todos sus sirvientes y ellos fueron asesinados. Por último, El envió a Su Hijo, Quien eventualmente ganó la batalla. El Hijo del Hombre guió al rebaño pastoreándolo día y noche en el desierto. En su camino, pasaron por muchas dificultades que ellos no pudieron resistir. Ellos se quejaron ante el Hijo del Hombre, dijeron toda clase de crueles palabras en contra de El, y finalmente lo mataron. Hijo, cuando el Padre del Hijo del Hombre escuche acerca de la muerte de su Hijo, ¿qué crees tú que El va a hacer?
(Silencio) Hijo mío, tú y tu gente son el rebaño. Mi Padre es el dueño del rebaño, Quien envió muchos profetas a Su pueblo que está viviendo en este terrible desierto. Yo soy el Hijo a Quien ustedes persiguieron y mataron. ¿Qué les he hecho a
2
ustedes? A pesar de todos sus actos pecaminosos, Mi Padre aún los está llamando para que regresen a El. Pero ustedes no ponen atención a Su llamado. ¡REGRESEN! ¡Oh Israel, Mi pueblo! Hagan reparación por los pecados que ustedes y todo el mundo cometen contra Mi Padre y contra Mi Sangre Preciosa. Yo soy el Agonizante Jesucristo.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno (Música en la página 143)
Agonizante Jesucristo, Nuestro Señor, Tú has sufrido
y pagado por nuestras vidas. Que se haga Tu Voluntad en la tierra.
Calma el fuego de Tu ira Oh Señor.
Estamos arrepentidos. Todos hemos pecado.
Nunca pecaremos otra vez.
Jesús en la Santa Eucaristía, cuando Tú nos llamaste no sabíamos nada.
Perdónanos te pedimos, Oh Señor. Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
SEGUNDA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo mío, acércate más a Mí, escucha Mi angustiada súplica. Por amor a ti Yo ofrecí Mi Cuerpo como sacrificio vivo ‐ Pan de Vida para todos los hombres. Mi Sangre es Preciosa
Bebida ‐ la Bebida de los Ángeles celestiales amorosamente dada a los hombres. Hijo mío, Yo permanezco por ti en el Sacramento del Amor, esperándote pacientemente en el Tabernáculo, en donde estoy prisionero por ti. Raras veces te acercas a Mí, porque no te acuerdas de Mí, que estoy prisionero por ti. Hijo mío, Mi agonía es grande cuando veo la frialdad, indiferencia y negligencia con que tú te acercas a la Santísima Trinidad, cuya presencia ocupa el Santo Santuario. Yo estoy aquí, hijo mío. Estoy aquí en plenitud. Teme la presencia de tu Dios, acércate con respeto y reverencia. Hijo Mío, ¿sabes lo que Yo sufro cuando entro en el santuario de tu corazón a través de la Santa Comunión? Tus pecados Me atan y golpean sin misericordia. En tu corazón no hay nadie para consolarme. Después de flagelarme cruelmente, me tiras afuera y aseguras la puerta de tu corazón con iniquidad. Esto es lo que tú me haces con tu vida pecadora. Yo soy el Pan de Vida para todos los hombres que me reciben en estado de gracia. Yo vengo para darte Vida, no muerte. Limpia las iniquidades de tu corazón. Ábreme la puerta de tu corazón. Haz de tu corazón un tabernáculo de consuelo para Mí. Hijo, que Yo viva en tu santuario de una comunión hasta la siguiente. Dame la bienvenida, dame la bienvenida, hijo mío. Todos los que Me dan la bienvenida, dan la bienvenida también a Mi Padre y al Espíritu Santo que viven en Mí. Todos los que Me rechazan, rechazan la Santísima Trinidad. Hijo, aún si todos Me rechazan, has de tu corazón un tabernáculo para Mi consuelo. Yo soy el Agonizante Jesucristo, llamándote para que REGRESES.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno (Música en la página 146)
Que el conocimiento de la Pasión de Cristo ayude al corazón del hombre a regresar a Dios. Cuando todo falla menos la gracia de Dios,
que seamos solamente tuyos, Señor.
¿Qué sentimiento tienes ahora pensando en los pecados del mundo?
Que conozcamos los dolores que te causamos a Ti Por ir en contra de Tu Voluntad.
3
Que sintamos como Tú sientes, Señor. Que oremos como Tú oras, Señor.
Que sintamos como Tú sientes, Señor. Queremos vivir para Ti.
Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
TERCERA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo mío, Estoy en tu corazón, un solitario Getsemaní, en donde Yo estoy en vigilia y nadie se atreve a velar Conmigo ni siquiera por una hora. Tú prefieres perseguir la posesión de las riquezas terrenas, aún a riesgo de tu perdición, dejándome sufrir solo. El enemigo se acerca rápidamente; él está ganando terreno para ganar muchas almas mientras que tú duermes. Hijo, ¿no te podrías despertar y velar conmigo al menos una hora? Estoy en el Santuario de tu alma, un solitario Getsemaní, esperando a que tú vengas. Muchas almas, muchísimas almas se van al infierno por los pecados de la carne. Hijo, mira cómo se conducen muchas almas a la perdición a través de las modas. Yo soy aquel a quien tú públicamente expones desnudo. Hijo, consuélame. Hijo, ten misericordia de Mí. ¡Nunca un hombre debe imitar a una mujer! ¡Nunca una mujer debe imitar a un hombre! Sé tal como Yo te hice, hijo; sé tal como Yo te hice. Yo digo, mantente lejos de estas modas mundanas. Este es el plan del enemigo para destruir el Templo del Espíritu Santo; que es tu cuerpo. Vive una vida modesta. Mi amado hijo, porque te amo y quiero que tú me demuestres tu amor, Yo te suplico que me ofrezcas todo tu ser, guardándolo para Mí, y solo para Mí; que él me glorifique siempre, que me consuele siempre. Yo no le estoy haciendo esta súplica al mundo, sino a ti a quien Yo amo. Entrégame todo tu ser, ofrécelo por la salvación de los hombres. Yo soy el Agonizante Jesucristo, llamándote para que REGRESES.
(Silencio)
Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén.
Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno Nota: (Las oraciones subrayadas se repiten una vez, las que tienen doble raya se repiten dos veces).
(Música en la página 147) Viendo los pecados que la gente comete en el mundo,
yo te pido ten misericordia, y perdona. Pensando en mis propios pecados y en los del mundo,
yo imploro Divina Misericordia.
Cristo fue clavado en la cruz para separarnos del pecado. ¿Qué esfuerzo estás haciendo para apreciarlo? Él estaba en el Calvario para enviarnos al Cielo,
Oh, qué amoroso Padre.
Cualquier cruz que Tú quieras que yo cargue, yo la acepto de todo corazón, mi Señor.
Que Tu Preciosa Sangre me dé la fuerza y la gracia
para triunfar en todas las batallas. Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
CUARTA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo mío, ¿es así como traicionas a tu Maestro y Salvador? Sólo por el dinero mundano y perecedero en esta vida terrena, escogiste traicionar a tu Maestro y entregarme a los hombres crueles para que Me crucificaran. Hijo, te estás convirtiendo en el Judas de los últimos tiempos. Qué terrible será para aquellos que traicionan al Hijo de Dios, quienes lo entregan a hombres pecadores para que lo crucifiquen. Mira cómo ellos lamentablemente pasarán a la eternidad y sufrirán eternamente. Aún entre los sacerdotes de Mi Corazón, hay muchos Judas, quienes escogen mundanas posesiones a cambio de Su Maestro que está en Agonía. Esto Me duele mucho, hijo Mío, porque ellos están haciendo de la casa de Mi Padre un mercado. Mi Padre está profundamente molesto. Mira y observa cómo ustedes Me sacan fuera de Mi Santo Santuario. Hijo, ¿tú quieres la presencia de tu Dios? Ofréceme tu vida. Yo soy Aquel a quien ustedes traicionan sólo por estas cosas terrenales. Hijo, ya que todas las cosas por las que trabajas van a ser destruidas por el fuego, ¿por qué estás trabajando en vano? Regresa a
4
Mí, hijo Mío. Ten misericordia de Aquel que vino a salvar. Que Mis Sacerdotes regresen a Mí. Yo soy el Agonizante Jesucristo, Quien los ama, suplicándoles que REGRESEN.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno (Música en la página 143)
Yo he pecado contra el Señor mi Dios. Estoy arrepentido. Suplico perdón.
Perdóname, te ruego a Ti Señor.
Eres misericordioso conmigo, Oh Señor. Que yo pueda mostrarte la misma misericordia
viviendo como Tú en la tierra.
Purifica y acepta nuestras almas, Oh Señor. Tú sangraste mucho
para salvar la humanidad. Manda a las almas que vuelvan a Ti.
Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
QUINTA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo Mío, ¿cuándo van a terminar los tormentos de Mi flagelación por tus pecados y los pecados del mundo entero? ¿Por qué Me estás flagelando y al mismo tiempo Me estás coronando con espinas? Hasta el punto de decir, "Déjame pecar, después iré a confesarme." Yo soy el Agonizante Jesucristo, a Quien tú constantemente torturas. Hijo, ¿te dí el Sacramento de la Penitencia para que te volvieras un canalla
de iniquidad? Este es el Sacramento de Mi Amor. El abre el océano de la Divina Misericordia, la Preciosa Sangre y Agua que brotaron para salvar y limpiar tu iniquidad, para que tú no vayas a pecar más. Hijo, quita la corona de espinas. Ten misericordia de Mí, no Me flageles más. Ama a Dios tu Creador, no hagas de ninguna criatura un dios. Sólo a tu Dios debes temer y venerar. No pronuncies el nombre de tu Dios en vano. Hijo, recuerda mantener santo el día de obligación. Haz respetar Mi Nombre en este mundo corrupto lleno de sobornos. Haz todas estas cosas para aliviar los dolores de Mi Agonía. Ofrece todas tus desilusiones, batallas y persecuciones en expiación por tus pecados y los del mundo entero. Yo soy el Agonizante Jesucristo, suplicándote que REGRESES.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno (Música en la página 146)
Enséñame a guardar tus leyes, Oh Señor, las guardaré con todo mi corazón. Tu Voluntad está contenida en ellas,
yo quiero hacer Tu Voluntad.
Mientras Te recibimos en la Eucaristía, haz que a cambio nos entreguemos a nosotros mismos a Ti.
Pues el regalo de Ti mismo es nuestra vida. Que podamos permanecer agradecidos.
Purifiquen sus vidas como cristianos.
Verifiquen la manera como viven con su Dios. Búsquenle a Él que siempre les ama.
Él quiere salvarnos a todos. Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante,
5
como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
SEXTA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo mío, acércate más a Mí y escucha Mi súplica angustiosa. Estoy buscando diariamente alguien que Me consuele y no encuentro a nadie. Mira Mi Rostro Agonizante. ¿En dónde está la Verónica de los últimos tiempos? ¿En dónde está aquella que limpiará Mi Rostro Sangriento y Me consolará? ¿Es ella la que se ha unido a la multitud diciendo, "¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo!"? Ellos se han olvidado de que Yo soy su Mesías, que los saqué de Egipto, que los alimenté con el maná del cielo y bajo Mis alas los pastoreé en el caliente y seco desierto. Tú Me has rechazado y no hay nadie que Me ayude. Hijo, así es como abandonaste tu cruz y te alejaste del camino del Calvario, dejándome sufrir solo. En verdad, te digo hijo Mío, no hay ningún otro camino que lleve a la tierra prometida, sino el camino de la Santa Cruz. Carga tu cruz, y sígueme todos los días de tu vida. Ayúdame a cargar todas estas cruces rechazadas, que Mi pueblo abandonó para que Yo las cargue. Hijo, vive la vida de tu consagración. Carga tu cruz y sígueme. Yo soy el Agonizante Jesucristo, quien te está llamando para que REGRESES.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno Nota: (Las oraciones subrayadas se repiten una vez, las que tienen doble raya se repiten dos veces).
(Música en la página 147) Pensando en el modo en que Cristo murió en la cruz por
nuestros pecados, la tristeza por el pecado llena nuestros corazones y decimos: Perdona a Tu pueblo que pecó y dice que se ha arrepentido.
Nunca más pecaremos.
Oh Señor que respiraste para darnos vida en este mundo. Y respiraste por última vez para salvarnos de la muerte.
Que Tú santo aliento nunca sea en vano, te rogamos, Señor. Sálvanos de la muerte eterna.
Agonizante Jesucristo que has pagado por nuestras almas, te estamos agradecidos y te pedimos que toleres nuestras
faltas.
Nunca podremos agradecerte suficientemente por Tus dones.
Que reines para siempre. Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
SÉPTIMA SUPLICA DE ANGUSTIA Hijo mío, levanta la mirada y ve cómo tus pecados me colgaron en la Cruz. Estoy sangrando por amor a ti. Estoy sudando por amor a ti. Estoy sediento de amor por este mundo necesitado. Ninguno de ustedes está dispuesto a consolarme, más bien ustedes Me ofrecen vinagre cuando estoy sediento. Todos ustedes se mantienen alejados, se burlan de Mí y Me critican. Hijo mío, mira cómo ustedes están hablando falsamente contra su vecino. En lugar de rezar por Mi Santa Iglesia, ustedes sobresalen criticándola. Yo soy el Agonizante Jesucristo al que ustedes están criticando. La Iglesia es Mi Cuerpo al que ustedes están crucificando. Hijo mío, párate al pie de Mi Santa Cruz y junto con Mi Madre, ofréceme el mundo entero. Yo los aceptaré y los ofreceré a Mi Padre; ellos serán Sus hijos e hijas, y obedecerán Sus mandamientos. La ira del Padre Eterno se calmará. Mis Santas Llagas serán sanadas. Entonces Mi Reino vendrá al mundo. Hijo, déjate crucificar por Mí y Conmigo en la Santa Cruz de la Salvación. Esto es lo que más necesito de ti en expiación por tus pecados y los del mundo entero. Hijo, Yo no pido estas cosas al mundo, sino a ti, porque te amo y quiero que tú me muestres amor. Yo te prometo atraer a todos los hombres junto contigo hacia Mí a través de ti. Acepta mi angustiosa súplica, oh mi amado hijo. Yo ofreceré todos tus sacrificios para que sean agradables a Dios, en reparación por tus pecados y los del mundo entero. Al final, todo el mundo vivirá en Mí, Conmigo y para Mí. Mi Sagrado Costado se abrirá como refugio para todos los hombres. Ellos sacarán el Agua Viva de la Fuente de Vida que mana de Mi Sagrado Costado. Hijo, deja que se haga Mi Voluntad en la tierra. Deja que se haga Mi Voluntad en ti. Sufre Conmigo y por Mí. Muere por Mí y vive en Mí. Yo soy el Agonizante Jesucristo. Yo los amo. Yo los bendigo a todos.
(Silencio) Dios Mío, Dios Mío: Dios mío, Dios mío, creo firmemente de todo corazón. Sinceramente tengo esperanza y confío en Ti. Te adoraré a Ti solamente, por siempre. Me postro a Tus pies
6
con verdadero arrepentimiento y amor. Te pido perdón por todos los que no creen y no quieren creer. También, por todos los que no te adoran y no quieren adorarte. Por todos los que te crucificaron y te continúan crucificando diariamente. Mi querido Jesús, te consolaré toda mi vida. Amén. Acto de Contrición: Oh mi Dios porque Tú eres tan bueno, me arrepiento de haber pecado contra Ti, y con la ayuda de Tu gracia, prometo no volver a pecar. Amén. Padre Nuestro*... Ave María*...3 Glorias*...
Himno Nota: (Las oraciones subrayadas se repiten una vez, las que tienen doble raya se repiten dos veces).
(Música en la página 147) Si te hubiéramos costado menos de lo que te costamos, Oh
Señor, seríamos más felices de lo que somos ahora.
Cuando recordamos todo lo que Tú has sufrido por nosotros, te decimos que lo sentimos, perdónanos.
Que la gracia de Tu Agonizante Corazón, sea para nosotros fuente de verdadero amor y puro corazón. Señor Jesús,
todo lo que somos y todo lo que tenemos viene de Ti Señor: todos son dones Tuyos para nosotros.
Que nuestra comodidad nunca sea Tu incomodidad, Señor. Cuando buscamos comodidad, por favor toma el control. Son tus mandamientos los que dan Luz a nuestros pasos,
lo que Tú apruebes, eso hacemos. Oración a la Santísima Trinidad: Oh, Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te ofrezco el Verbo encarnado Jesucristo, Su carne cubierta con Llagas y Sangre, Su agonía en el huerto, Su flagelación, Su coronación de espinas, Su repudio y Su condenación, Su crucifixión y muerte, junto con todos los sufrimientos de Tu Santa Iglesia y la sangre de los Mártires en reparación por mis pecados y los del mundo entero. Amén. Oración al Agonizante Jesucristo: Agonizante Jesús, yo te ofrezco mi corazón para ser unido a Tu Corazón Agonizante, como copartícipe de Tu agonía. Jesús, Yo deseo estar en agonía Contigo, para así, apresurar la llegada de Tu Reino Glorioso de Paz. Amén.
(Inclinar la Cabeza)
Gloria* (7 veces)...
PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR A AQUELLOS QUIENES ESCUCHEN O RECEN
LAS ANGUSTIOSAS SUPLICAS 1. Hijos míos, siempre que se diga con amor la
Oración de Reparación, Yo prometo convertir a doce de los pecadores más endurecidos del mundo.
2. Yo dejaré que Mi Preciosa Sangre fluya en cada alma que escuche esta oración. Su amor por Mí crecerá.
3. Yo perdonaré los pecados de cualquier nación que regrese a Mí por medio de esta oración.
4. Ellos no sufrirán el peso de las maldiciones causadas por sus pecados.