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Posracionalismo
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OSP Fóbica
“Estar juntos es para nosotros estar a la vez tan libres como en la soledad y tan alegre como en compañía”
Charlot Bronte
Libertad, protección y control
- Equilibrio dinámico entre dos polaridades
emocionales opuestas: necesidad de
protección y libertad.
- En el contexto de un mundo percibido
como peligroso.
- Control como estrategia principal para la
búsqueda de este equilibrio.
Libertad
Control
Protección
Patrones de
reciprocidad
temprana
- En las pautas de vinculación temprana se
repite siempre, a través de diferentes
mecanismos, la inhibición indirecta de la
conducta exploratoria del niño.
- Patrones de tipo ansiosos, con figuras
vinculares que se vinculan con el niño a
partir del asustarlos con lo peligroso del
mundo exterior como forma de protección
física del menor.
- Poca decodificación afectiva, referencias
concretas y reiterativas a lo físico
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Tanto niños como figuras vinculares
interactúan desde el temor a la separación.
- Lo anterior se traduce en una demanda
afectiva de cercanía y un cierto malestar a
los cuidados excesivos de la madre.
- Atención selectiva ante los peligros y la
interacción se da desde el tono emocional
ansioso y temeroso: seguridad solo ante el
aferrarse a la figura de protección.
- Nunca se pone en entredicho el cariño y la
sensación de valía personal: “me aman
tanto que pierdo mi libertad”
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Estos patrones vinculares que tienden a la
limitación de la conducta exploratoria puede
darse en dos grandes formas (que también
aparecen combinadas), que desembocan
en dos formas diferentes de organizar las
mismas dimensiones de significado:
Conducta sobreprotectora de los
padres (protectora o limitante del
autoestima).
Actitud parental “incompetente”
(autolimitación en la exploración)
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Padres sobreprotectores que cuidan el
autoestima:
• “El mundo es peligroso y
amenazante”
• Limitan la exploración de manera
creativa, fomentando la
externalización de las atribuciones
de causa negativa.
• Padres que cuidan y protegen pero
procuran no hacer sentir al niño
débil o frágil, pero si medir los
peligros en el mundo exterior.
• Fomentan el control como
mecanismo de protección.
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Padres sobreprotectores que limitan el
autoestima:
• Imprimen en el niño la sensación de
ser débiles y vulnerables frente a
este mundo peligroso.
• Intransigente en las nociones de
libertad, justificándolas también
externamente (“ellos son tan
malos”) junto con información sobre
el si mismo relativa a la fragilidad
(“tú eres tan frágil”, “no te sabrás
controlar”)
• Habitualmente padres que no
reconocen sus propias necesidades
emocionales de compañía
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Actitud parental “incompetente”
(autolimitación en la exploración):
• Padres no percibidos por el niño
como base segura de exploración.
• Inseguridad al estar fuera del hogar
(ansiedad de separación)
• Se refrenan por miedo de perder a
los padres si se alejan demasiado.
• Padres que obtienen atención con
amenazas de abandono, pero que
el niño puede resolver.
• El control de la conducta del niño se
obtiene mediante el forzarlo
emocionalmente a cuidar a los
padres.
Patrones de
reciprocidad
temprana
Más menos a los tres años ya, el
ordenamiento de las escenas
prototípicas de su primera infancia,
referidas a la exclusión recíproca o
incompatibilidad de la protección y la
autonomía, origina un patrón
autoregulador en que la necesidad de
libertad e independencia va acompañada
por la percepción angustiosa de un
mundo peligroso, en el que el único
modo posible de ser es “ser protegido
en el amor”.
Patrones de
reciprocidad
temprana
- Si bien a nivel de experiencia inmediata la
continuidad se basa en la regulación de
tonalidades emocionales percibidas como
negativas (angustia-necesidad de
protección / necesidad de libertad-miedo),
la autoimagen consciente, a raíz de las
referencias explícitas de los padres, tiende
a articularse hacia una demarcación
positiva.
- Gracias al control de la propia
emocionalidad y el vínculo de reciprocidad
obtenido a partir de ello, el niño logra
sentirse valioso y querible.
- Hay una exclusión activa de la
emocionalidad por ser experimentada como
fragilidad y debilidad (exclusión hecha hacia
el “no siento” o hacia el “estoy enfermo”).
Durante la
edad escolar
- No viven la soledad y el abandono como
el depresivo, pero la temen
constantemente.
- Viven el interjuego vinculación/exploración
como dos polaridades opuestas.
“La angustia emocional se experimenta
como parte de una situación compleja
que se percibe como el efecto de estar
amorosamente protegido de peligros
imaginarios, y/o como algo
absolutamente necesario de su
condición presumiblemente enfrentada a
la amenaza de abandono y soledad”
Durante la
edad escolar
- Durante la niñez la actitud fóbica se
manifiesta con el desarrollo de estrategias
de evitación de los peligros, y sobretodo, de
control sobre el ambiente y personas que
podrían constituir motivo de peligro.
- Con la aparición del lenguaje, aparecen
distinciones cada vez mayores de peligros
en la familia, y una cercanía marcada por
las percepciones de debilidad del género
humano ante amenazas del entorno y
enfermedades.
- La tranquilidad y la seguridad se
recuperan sólo con la cercanía de
personas, situaciones y objetos conocidos.
Durante la
edad escolar
- Madres hiperalertas frente a cualquier
posible signo de debilidad física del niño
(incluyen las naturales reacciones
neurovegetativas que acompañan a los
estados emotivos).
- Los padres someten al hijo a continuos
controles médicos o, en el caso de
enfermedades comunes, a guardar cama y
convalecencia
por largos
períodos.
Durante la
edad escolar
- El niño desarrolla de este modo, al final de
la niñez, una marcada capacidad de control
de las propias manifestaciones internas,
con un triple objetivo:
evitar sensaciones nuevas o
imprevistas que, por la dificultad o la
falta de ayuda para reconocerlas,
son consideradas desagradables y
alarmantes
no mostrarse débil ante los otros, los
que podrían aprovecharse
no dejar que los padres descubran
eventuales debilidades, para no ser
bloqueados o reducidos en su
posibilidad de juego y exploración
Durante la
edad escolar
- Hacia el final de esta etapa puede ocurrir
que el niño estructure su autoimagen de
diferentes formas en función del estilo
parental:
– una imagen de sí mismo vulnerable,
muy débil o muy sensible y que
necesita más cuidados, en relación a
sus iguales.
– una imagen de si mismo firme, activo y
explorador, como alguien que puede
salirse de
cualquier
aprieto
tomando
el control
Durante la
edad escolar
• como alguien indispensable para
su entorno, que regula la
situación familiar y las emociones
de los demás.
Durante la
edad escolar
- A raíz de lo anterior las primeras
descompensaciones surgen frente a:
– Frustraciones en los mecanismos de
control interpersonal con los pares: la
imposición por la fuerza o habilidad
(liderazgo) se ve amenazada por algún
par similar.
– Frustraciones en los mecanismos de
control con los adultos: un profesor
que se impone y no permite control al
niño desde la seducción
– Comportamientos residuales para
reestablecer la reciprocidad con el
cuidador (enuresis por ejemplo)
– Temores nocturnos (excesivo
autocontrol) y asma psicógena
(situaciones de tipo constrictivas)
Adolescencia
- Tienden a interactuar con su entorno
según las reglas de funcionamiento que
vincularmente aprendieron: ahora son ellos
quienes deben administrar el peligro del
entorno y no sus padres.
- Con la aparición de las habilidades
cognitivas superiores, se vuelve más
compleja la articulación por cuanto debe
equilibrar la percepción de si integrando
tanto como agente controlador como una
cierta sensación de fragilidad.
- Atribuir a las propias necesidades de
protección, una causa externa negativa y
estable, esto es, una realidad
"objetivamente" peligrosa y coercitiva.
Adolescencia
“En otras palabras, los adolescentes con
tendencia fóbica identifican su "Yo real" con
la necesidad de libertad y se comprometen
con una auto-imagen que excluye ciertos
aspectos (debilidad, emocionalidad, miedo
a la soledad, etc.) que puedan hacerlos
depender de los demás - tal como
dependieron de sus padres en el pasado”
- Al mismo tiempo, las figuras protectoras
son vistas como invasoras, aunque
necesarias.
- Muy selectivos en lo interpersonal:
situaciones o personas desconocidas son
motivos de posibles peligros.
Adolescencia
- La familia funciona muchas veces como
una fuente de selección de nuevas
amistades, o al menos lo intenta
activamente.
- En la casa se mantienen las conductas
para mantener al hijo lo más cerca posible:
control explícito, aumento perceptivo de los
riesgos, manifestaciones de malestar de
alguno de los padres, entrega de
responsabilidades, etc.
- Todo lo que puede implicar autonomía es
presentada por al menos uno de los padres
como extremadamente peligroso.
Adolescencia
- Con lo anterior el adolescente oscila entre
el sentido de rebelión y el temor a la
autonomía (a raíz de la disociación con la
que crece entre exploración y vínculo).
- En este período hay un foco en lo social
interpersonal, que se traduce en el fóbico
en un aumento en la necesidad de control
de la imagen que proyecta.
- Se pueden gatillar o dar inicio a cuadros
de tipo fobia social y ereutofobia.
Adolescencia
– Inicio afectivo
- Prototípicamente dos estilos (aunque la
lógica de género puede variar, tiende a
darse de esta manera):
– Padres muy celosos y preocupados de
lo que los hombres le pueden hacer a
su hija → se activa el temor-deseo y la
curiosidad en la chica → aumenta la
necesidad de autocontrol sobre el
impulso sexual-amoroso.
– Padres orgullosos de un hombre por
las conquistas → validación inicial →
relativa lejanía exploratoria del hijo →
padres reaccionan limitando
exploración a través de críticas → se
activan dificultades para involucrarse
(constricción ante demandas afectivas)
→ rol de “abandonador”
Adolescencia
– Inicio afectivo
- Ante estos primeros ensayos como
estrategia para regular la ansiedad de la
separación y por ende el riesgo a la
desprotección o amenaza ante la imagen
de líder y dominio de la situación, es común
que se entrelace el término con otra
relación.
Adolescencia
- El control de las propias emociones y sus
manifestaciones no permite reconocerlas,
expresarlas y a menudo aceptarlas, toda
vez que se presentan con frecuencia e
intensidad no totalmente controlables.
"La necesidad de ejercer el control lo
más pronto posible sobre un
determinado fenómeno, con el objetivo
de suprimirlo o de modificar su curso,
es incompatible con la posibilidad de
explorar atentamente ese fenómeno. El
autocontrol, si es primario respecto de
la autobservación, tiende a resultar
ineficaz o a impedir el desarrollo del
conocimiento de sí mismo" (Liotti,1986).
Adolescencia
- Lo anterior termina en una dificultad para
la introspección, por cuanto no se debe
sumergir en el mundo afectivo sino
controlarlo y dominarlo rápidamente.
- Muchas manifestaciones físico-somáticas
ante la activación emocional, y tendencia a
englobar todo en miedo.
- Se desarrolla una tendencia a evitar las
conexiones entre lo que se experimenta
internamente y lo que se piensa o lo que
ocurre.
Vida adulta
La actitud hacia sí mismo:
– Potencialmente positiva en el caso de
tener bajo control las situaciones y los
vínculos, y una sensación de
seguridad y confianza en la base
(vínculos cercanos que te conocen, te
aceptan y te apoyan en caso de
necesidad).
– Al mismo tiempo se ha desarrollado un
fuerte deseo de libertad, con malestar
al “chocar” con los límites por activarse
la sensación de constricción.
Vida adulta
Sumado a lo anterior:
– Sensación de debilidad física o mental,
que limita las potencialidades positivas
y que se transforma en la explicación
de cada evento y sensación negativa.
– El control como eje articulador del si
mismo, basado en la evitación de
emociones más que en su
comprensión
– Exclusión del flujo sensorial capaz de
activar la necesidad de independencia
– Estructuración de un repertorio
somático para administrar la
protección
Vida adulta
La actitud hacia la realidad:
– Desear la exploración con temor a los
peligros
– Se privilegian los pocos y verdaderos
puntos de seguridad, los que son
vividos como constrictivos en el
momento en que, dado que son
indispensables, limitan la autonomía
largamente buscada.
Vida adulta
"Las emociones reconocidas son
aquellas que son controlables; la fe en sí
mismo se basa en la confirmación de la
propia habilidad para asegurarse
personas protectoras y en el evitar la
invasión y la crítica de personas
constrictivas y hostiles; la autoestima se
mantiene por la presencia del
autocontrol"
Vida adulta
Equilibrio de la organización:
Lograr, simultáneamente, tener una
protección total de parte de personas
seguras (habitualmente familiares
cercanos) y la libertad que permite evitar
los deberes constrictivos, a los cuales se
está continuamente expuesto.
Esto posibilita explorar situaciones
nuevas y verificar la propia competencia
(eficiencia y sensación de agencia).
Así tenemos que las situaciones
percibidas como amenazantes o
ansiosas dicen relación con temor al
abandono (o pérdida de control) de
figuras protectoras o crisis de
constricción
Vida de
Pareja
•Uno de los espacios que frecuentemente
más activación emocional generan en
cualquier organización.
Se establecen relaciones de pareja desde
los tres aspectos claves de la organización:
Como espacios de protección (base
segura)
Como experiencia de constricción
(motivación para la exploración)
Como experiencia de libertad
(exploración con la pareja /
compañero de viaje)
Como instancia de control
interpersonal (dominio / manipulación)
Como instancia de entrega y soltar el
control
Vida de
Pareja
Los problemas de pareja pueden estimular
fluctuaciones emotivas por:
temor a ser abandonados
temor a perder el control sobre la pareja
limitaciones que la situación de pareja
pone a su libertad
tensiones, que durante las discusiones,
lo arriesgan a perder el control
expectativas de afecto leídas como
demandas de la pareja
alto sentido de responsabilidad sobre las
emociones del otro
Vida de
Pareja
- En un estilo centrado en la necesidad de
protección puede aparecer:
Enfermedad física y malestar somático
como mecanismo de articulación de las
insatisfacciones.
En relaciones percibidas como estables
puede haber enojo y “pataletas”
emocionales frente a pérdida de control
o protección en otras áreas
Aceptación de situaciones de violencia
como mecanismo de obtención de
seguridad (incluso provocación del
mismo por la sensibilidad al control y la
anticipación).
Vida de
Pareja
- En un estilo centrado en la necesidad de
libertad puede aparecer:
Viajes y paseos constantes (en solitario
o como pareja si es percibida como una
compañera de viaje no constrictiva)
Escapes hacia el deporte y el arte.
Buen cultivo de los espacios de soledad
Diversidad de intereses
Episodios eufóricos.
Escapes hacia el coqueteo o relaciones
paralelas
Escapes hacia el trabajo (salir de una
jaula para entrar en otra)
Escapes hacia la droga
Vida de
Pareja
- En un estilo centrado en la necesidad de
control puede aparecer:
Liderazgo familiar marcado
Estilo protector de la pareja
Cuando incorporan las necesidades
emocionales de su pareja, muy buenos
anticipando sus reacciones afectivas.
Intentos de control de aspectos muchas
veces innecesarios
Dominio VIF
Vida de
Pareja
- Algunos fenómenos vinculares curiosos
asociados a la relación de pareja:
“El amigo o amiga de salida”
Ansiedad ante el nacimiento de los hijos
Ansiedad ante enfermedades de la
pareja
“Bunker” afectivo
“El cigarrito” o “regar el pasto”
Eventos de
interés
clínico
Las situaciones de vida que tienden a activar
un desequilibrio son:
• Pérdida de una persona significativa:
conectado a esquemas emotivos de
miedo y esquemas mnémicos de
peligro
• Aumento de autonomía de las figuras
protectoras
• Matrimonio y luna de miel
• Falta de cuidado e incondicionalidad
de la pareja
• Someterse al control o poder de un
otro en el inicio de algún trabajo
• Cambios de ciudad: reacomodo de
hábitos en personas autolimitadas en
la exploración.
Eventos de
interés
clínico
Soledad
Percepción de pérdida de vitalidad
(enfermedades físicas, “crisis de la mitad
de la vida”, lesiones)
Quiebre en la imagen de las figuras
protectoras
Rutinas vividas como atrapantes: “Temer
a la muerte. Lo que temo es que la
muerte sea aburrida”
Sándor Márai
Todos estos eventos pueden ser
clasificados como situaciones que son
construidas como amenazas a la
protección, la libertad y el control.
Crisis de
Pánico
- Hay discrepancia entre el intenso
sentimiento de soledad emergente y/o de
constricción y la imagen consciente
aceptada de sí mismo como agente
controlador.
- Se vive como miedo a perder el control
- Las imágenes y los diálogos internos que
se refieren a la posibilidad de perder el
control, varían en su intensidad y contenido
de caso en caso
Crisis de
Pánico
- Intento por mantener su auto-imagen
establecida:elaboración de teorías que
prueban la extraña naturaleza de la
discrepancia percibida.
- Proliferan teorías de enfermedades para
explicar la supuesta y misteriosa debilidad o
fragilidad del cuerpo o de la mente.
- Se organiza la experiencia desde una
atribución causal externa, protegiendo el
autoestima: “me percibo débil pero porque
estoy enfermo”. Así, se sigue definiendo
como “querible” y firme en lo intrínseco
Crisis de
Pánico
- Las explicaciones relativas a la
enfermedad aumentan y comienzan a
explicar distintos fenómenos emocionales
en el paciente
- La conducta agorafóbica tiende a
estabilizarse cuando:
– Permite recobrar el control
interpersonal (no deja que la pareja le
amenace con abandono o le pida más
control)
– Permite aceptar la necesidad de
cercanía sin tener que reacomodar la
autoimagen consciente de si.
Otros
desbalances
clínicos
• Adicciones: manejo de libertad,
control y búsqueda de protección.
• Insomnio: común frente a
situaciones que escapan del control
o activan sensación de no manejo.
No dormir como mecanismo de
control de un estado.
• Obsesiones: fantasías de pérdida
de control de si mismo, temores
reiterativos a las enfermedades,
control cognitivo y anticipación
ansiosa.
• VIF (víctima): control pasivo,
necesidad de sostener la figura
protectora desde la agresividad.
Otros
desbalances
clínicos
– Delirios paranoides: El miedo está
conectado a representaciones
relacionadas con peligros externos y
están centradas en la idea de que
gente extraña (personas no familiares)
puedan ser hostiles y peligrosas.
Como resultado inevitable, las
representaciones del sujeto están
centradas en la desaprobación,
ridículo, crítica e incluso agresión
física de un espectador desconocido.
– Escondido, a veces encapsulado.
Difícil de discriminar realidad en la
entrevista.
– Requiere de aporte de información de
entorno cercano.
Otros
desbalances
clínicos
– Depresión: habitualmente precedida
por crisis de pánico, enfermedad
incapacitante propia o de alguna figura
de protección, muerte de alguna figura
de protección, fracaso laboral, nido
vacío. Hay una lógica de “escaparse
hacia la pena” muy marcada en el
estilo pasivo.
– Hipocondría: muy marcada
sensibilidad al entorno, control de la
imagen como tema clave.
Cosas que
ocurren en
terapia
– Competencia por el control de la
entrevista
– Peticiones constantes y continuas de
reaseguramiento “¿se me va a pasar?”
– Dependencia hacia el terapeuta
– Terapia como “un masaje”
– “Acusar” con otros profesionales
– Recuperaciones muy rápidas pero
poco sostenidas
– Se activa el “bunker” en la terapia
– Abandonos ante vinculación afectiva.
– Tranquilidad y regulación afectiva sólo
ante actitud de seguridad del
terapeuta, sin incorporar información
relativa al si mismo
Errores
comunes en
psicoterapia
• Reaseguramiento externo
• Limitar el espacio del paciente con
una actitud demasiado controladora
• Centrarse en demasía en la
regulación y el control de la
sintomatología
• No respetar los autoengaños del
paciente, confrontando con afectos
demasiado pronto en terapia
En
generatividad
En el paciente fóbico la generatividad
de la dinámica yo/mi reside en el
“intento de controlar una emoción
hasta el punto de excluirla de la
autoimagen explícita, pero sólo tras
haberla experimentado”.
Esto implica el establecer nuevos
lazos afectivos, cortar los antiguos,
percibir la soledad y la restricción
crecientes en las relaciones
significativas, lo que ayuda al paciente
fóbico a integrar los desequilibrios
previos en esquemas más articulados.
En
generatividad
Implica también la creatividad a la
hora de construir espacios que le
permiten administrar de forma fluida
las necesidades opuestas.
Soltar el control confiando en la propia
capacidad para construir contextos
protectores que no limiten su
autonomía.
Confianza en
las vías de
escape.
Autoimagen
consciente
positiva
En
generatividad
El más activo tenderá a la detección y anticipación no ansiosa de “posibles” peligros.
Poseerá un círculo íntimo selecto, testeado como leal, con el que se dejarán fluir.
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