Origen y Evolución del Palimpsesto Grecolatino

8/13/2019 Origen y Evolucin del Palimpsesto Grecolatino

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ngel Escobar(Ed.)

El palimpsesto grecolatino

como fenmeno librario y textual

COLECCINACTASf

COLECCIN ACTAS


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El palimpsesto grecolatinocomo fenmeno librario y textual

COLECCIN ACTAS

FILOLOGA


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El palimpsesto grecolatinocomo fenmeno librario y textual

ngel Escobar (ed.)Presentacin de Dieter Harlfinger

INSTITUCIN FERNANDO EL CATLICO (C.S.I.C.)Excma. Diputacin de Zaragoza

Zaragoza, 2006


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PUBLICACIN NMERO 2.655DE LA

INSTITUCIN FERNANDO ELCATLICO (EXCMA. DIPUTACIN DE ZARAGOZA)PLAZA DE ESPAA, 2 50071 ZARAGOZA (ESPAA)

TFF. [34] 976 28 88 78/79 FAX [34] 976 28 88 69

[email protected]://ifc.dpz.es

Los autores De la presente edicin, Institucin Fernando el CatlicoIlustracin de portada: Matr. 4554, f. 97r (detalle); Biblioteca Nacional, Madrid

I.S.B.N.: 84-7820-873-9DEPSITO LEGAL: Z-3.288/2006PREIMPRESIN: a + d arte digital. ZaragozaIMPRESIN: Los Fueros, artes grficas. Zaragoza

IMPRESO EN ESPAA-UNIN EUROPEA

FICHA CATALOGRFICA

ESCOBAR, ngel (ed.)

El palimpsesto grecolatino como fenmeno librario y textual / ngelEscobar (ed.); presentacin de Dieter Harlfinger. Zaragoza: Insti-tucin Fernando el Catlico, 2006.

196 p.: il.; 24 cm.ISBN: 84-7820-873-9

1. Manuscritos grecolatinos. I. HARLFINGER, Dieter, pr. II. InstitucinFernando el Catlico, ed.

This project has been carried out withthe support of the European Community

Education & Culture

Culture 2000


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PRESENTACIN

Como ya tuve ocasin de expresar en una reciente publicacin (breve me-moria del buen nmero de actividades realizadas durante el desarrollo del pro-

yecto europeo Rinascimento virtuale Digitale Palimpsestforschung entre 2001y 20041), todava es mucho lo que debe hacerse durante los prximos aos enel amplio campo de la investigacin de palimpsestos griegos y latinos, uno delos patrimonia librorum europeos de mayor valor en su conjunto, de mayor

complejidad y de ms profundo significado histrico. A pesar de esa extensaperspectiva de labores, el trabajo emprendido por nuestro equipo gracias alapoyo de la Comisin Europea ha comenzado ya a dar sus frutos, y, comoresultado del nuevo impulso imprimido en todos nuestros pases a laPalimpsestforschung, comienzan a ser relativamente abundantes las contribu-ciones dedicadas al tema, desde las parcelas ms diversas, unas veces de deta-lle y otras de conjunto.

Esta publicacin es una de ellas, a las que se irn sumando otras editadasen distintos lugares en breve plazo. El volumen ofrece trabajos de carcter yenfoque muy distintos, pero en su conjunto proporciona una til introduccin alestudio del palimpsesto grecolatino como fenmeno librario y textual, y ayuda acomprender la gran complejidad que siempre entraa su anlisis, dada sobre todola variedad de perspectivas desde las que debe necesariamente abordarse: la delcodiclogo, la del palegrafo, la del fillogo y, en suma, la del historiador capazde interpretar el conjunto de los datos obtenidos y de situar ese documento ni-co en cuestin dentro de su contexto cultural, con el aprovechamiento que de ellose deriva para cada una de las disciplinas cientficas antes mencionadas.

Pese a su aparente heterogeneidad, los contenidos de las contribuciones queaqu se editan son en buena medida complementarios y, en su conjunto, renensin duda buena parte de la informacin ms actualizada que en estos momen-tos puede darse con carcter general sobre investigacin de palimpsestosgriegos y latinos conservados en bibliotecas europeas (muy particularmentepara el significativo grupo de los palimpsestos de contenido litrgico-musical ytambin para el caso tan modesto en nmero de las bibliotecas espaolas,objeto de un breve apndice especfico).

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41 Palivmyhsto~. News from Rinascimento virtuale Digitale Palimpsestforschung, ed. . ESCOBAR(colab. P. VAL), Zaragoza, 2004.


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Como coordinador del proyecto Rinascimento virtuale Digitale Palimpsest-forschung slo puedo celebrar la publicacin de este volumen, en la confianzade que contribuir a acrecentar el inters de muchos jvenes investigadoreseuropeos hacia este campo de estudio (tan necesitado del entusiasmo de estosjvenes cultivadores, quiz todava en sus primeros aos de carrera cuandoescribo estas lneas). Por otra parte, querra agradecer muy cordialmente ala Institucin Fernando el Catlico de la Diputacin de Zaragoza y a laUniversidad de esta misma ciudad, como coorganizadoras de nuestro proyecto,el esfuerzo puesto en su difusin y en su repercusin cientfica.

Dieter HARLFINGERUniversidad de Hamburgo Aristoteles-Archiv

de la Universidad Libre de Berln

PRESENTACIN

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INTRODUCCIN

Como ya ha indicado Dieter Harlfinger, esta publicacin se realiza en el marcodel proyecto Rinascimento virtuale Digitale Palimpsestforschung: Redisco-vering written records of a hidden European cultural heritage, cuyas actividades

realizadas bajo el auspicio de la Comisin Europea, mediante su convocatoriaCultura 2000 se desarrollaron entre noviembre de 2001 y octubre de 2004(cf. http://www.rrz.uni-hamburg.de/RV/). El proyecto fue coorganizado por sie-te pases (Alemania, Austria, Espaa, Finlandia, Grecia, Holanda e Italia);Espaa lo hizo a travs de la Universidad de Zaragoza, en colaboracin con laInstitucin Fernando el Catlico. Varias de las contribuciones aqu recogidas

todas ellas integradas en el captulo titulado El palimpsesto y sus contenidos:el ejemplo litrgico-musical se presentaron en el transcurso de la reunincientfica titulada La investigacin de palimpsestos y cdices de difcil legibili-dad: Nuevos hallazgos en manuscritos musicales y litrgicos (Zaragoza,Institucin Fernando el Catlico, 21-22 de octubre de 2004), dirigida por el Dr.L. Prensa (Ctedra de Musica Medieval Aragonesa) y por D. Pedro Calahorra

(Seccin de Msica Antigua). Dado el carcter especfico de este captulo, se haconsiderado oportuno enmarcar las contribuciones que contiene mediante otrasde carcter general1 y que permiten ofrecer una publicacin de inters msamplio, de carcter introductorio y dedicada al palimpsesto como fenmenolibrario y textual en su conjunto.

As, el volumen se inicia con una seccin titulada Origen y evolucin delpalimpsesto grecolatino que pretende dar cuenta de la historia de este fen-meno desde sus inicios, desde una perspectiva muy amplia (ngel Escobar),

hasta poca medieval, tanto en el mbito griego mediante el significativo ejem-plo de Grottaferrata (Edoardo Crisci, en una valiosa sntesis de cuanto se refie-re a este fondo, pioneramente analizado por l) como en el mbito latinomediante el no menos significativo ejemplo de Bobbio (Francesco Lo Monaco,desde su profundo conocimiento de los problemas que plantea el estudio deesta emblemtica biblioteca monasterial, tan destacada por su vinculacin coneste tipo de manuscritos).

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41 Las ofrecidas por Edoardo Crisci, Chiara Faraggiana di Sarzana y Francesco Lo Monaco, todas

ellas presentadas durante la reunin cientfica titulada Palimpsesto: historia cultural y significado litera-rio (Universidad de Zaragoza, 21-23 de octubre de 2002).


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La conservacin y posible recuperacin del palimpsesto (muy particular-mente en lo que se refiere a su texto ms antiguo, a menudo de mayor interspara el estudioso) es, sin duda, uno de las preocupaciones ms asociadas des-de siempre al estudio de este tipo de materiales. Es tambin la ambicin quemovi ms determinantemente al amparo de las nuevas tcnicas de digitaliza-cin que se desarrollan en la actualidad la puesta en marcha de Rinascimentovirtuale Digitale Palimpsestforschung. A la historia de este problema dedicaChiara Faraggiana di Sarzana su muy informativa contribucin, dentro de laseccin El palimpsesto y su recuperacin.

Finalmente, tres contribuciones se incluyen en el apartado sobre palimpses-tos de contenido litrgico-musical: la de Annalisa Doneda (con carcter intro-ductorio, segn nos ha parecido necesario, dada la complejidad del tema para

un lector poco familiarizado con l, por mucho que recurra a los manualesbsicos sobre la materia2), la de Maria Alexandru (sobre palimpsestos griegosde este tipo de contenido) y la de Leandra Scappaticci (sobre palimpsestos lati-nos del mismo carcter, procedentes asimismo de Bobbio).

Nos ha parecido igualmente oportuno, dado que nuestra publicacin se diri-ge sobre todo a un pblico espaol, incluir un apndice sobre la situacin deeste campo de estudio en lo referente a bibliotecas espaolas, tanto para el casode los palimpsestos griegos como para el de los palimpsestos latinos3.

Confiamos en que este conjunto de contribuciones llene una pequea lagu-na de nuestra bibliografa y que, al margen ya de sus posibles aportacionescientficas, sirva de introduccin suficiente a quienes deseen adentrarse en elestudio del palimpsesto grecolatino como fenmeno librario y textual.

ngel ESCOBARUniversidad de Zaragoza

INTRODUCCIN

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42 Como el clsico de Devreesse 1954: 190-203, por ejemplo.43 Especialmente analizados entre nosotros, en el caso de los visigticos, por el profesor M. C. Daz

y Daz (quien, en el marco de la reunin indicada en la primera nota, intervino desde su amplsimaexperiencia personal sobre el tema Consideraciones sobre algunos palimpsestos visigticos).


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ORIGEN Y EVOLUCIN

DEL PALIMPSESTO GRECOLATINO


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EL PALIMPSESTO GRECOLATINO COMO FENMENO

LIBRARIO Y TEXTUAL: UNA INTRODUCCIN

NGEL ESCOBAR

Universidad de Zaragoza

Departamento de Ciencias de la Antigedad

Resumen: Se ofrece una breve sntesis, de carcter general, sobre algunas delas cuestiones principales referentes al estudio de palimpsestos griegos y latinos,atendiendo en primer lugar a las ms antiguas documentaciones literarias de esteprocedimiento y a los primeros testimonios materiales conocidos. En un aparta-do referente a elaboracin y tipologa del palimpsesto se ha procurado reunirinformacin bsica sobre disposicin de las escrituras, superposicin de lenguase imposicin de la minscula sobre la mayscula, dedicndose luego una ciertaatencin a las causas y mbitos geogrficos del palimpsesto en poca medieval,

tanto en el mbito bizantino como en el occidental o latino. La contribucinatiende asimismo al palimpsesto como transmisor de una literatura postergada y,desde un punto de vista ms estrictamente filolgico, a la importancia textual delcodex rescriptus, sobre el ejemplo de varias transmisiones. Finalmente, se dedicaun breve apartado a los nuevos avances en el proceso de recuperacin de estetipo de materiales (en constante evolucin, desde la poca del uso de reactivosa la moderna tecnologa digital) y otro a los ltimos hallazgos de inters textual.

No es fcil esbozar la historia del palimpsesto grecolatino, dada la comple-jidad de la materia abordada repartida, para empezar, en dos mbitos cultu-rales ntimamente relacionados, pero tan diversos como el latino-occidental yel griego-bizantino y el amplio espectro cronolgico que debe considerarsepara ello, desde la Antigedad hasta finales de la Edad Media. En ausencia deun estudio de conjunto sobre el tema, debe recurrirse an a los escasos trata-mientos generales publicados en los manuales clsicos (Wattenbach 1896: 299-317 y Birt 1913: 290, por ejemplo), as como a una larga serie de contribucio-

nes parciales (aunque a veces muy especficas y aportadoras, como la recientede Cavallo 2001) o, ms concretamente an, a la informacin que proporcio-

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nan los catlogos y estudios sobre cada manuscrito en particular. En cualquiercaso, cabe quiz abordar una exposicin general sobre el tema, como la quenos proponemos, en la que se d cuenta de las principales cuestiones que

afectan a la historia y significado cultural de este fenmeno librario y textual,sobre la base, en buena medida, de las abundantes informaciones obtenidasdurante el desarrollo del proyecto europeo Rinascimento virtuale DigitalePalimpsestforschung1. Es obvio que nuestro trabajo no pretende en modo algu-no rebasar los lmites de una modesta introduccin, para uso de quienes no seencuentran familiarizados con el tema.

1. EL PALIMPSESTO EN LA ANTIGEDAD: TERMINOLOGA Y PRIMEROS TESTIMONIOS

La etimologa del adjetivo verbal griego palivmyhsto" es bien conocida(pavlin + yavw), aunque ya no es tan fcil determinar cul fue el significadooriginario del trmino y cul su aplicacin concreta. No sabemos si este adje-tivo pudo aplicarse en algn momento a soportes escriptorios duros epigr-ficos, por ejemplo o a textos escritos sobre tablillas de cera 2, como parecensugerir algunos testimonios3. Puede asegurarse, sin embargo, que el procedi-

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41 Un primer desarrollo de este estado de la cuestin hemos avanzado ya en 2004a y 2005.42 Cf. Wilson 1996: As the term properly implies scraping, it must have originally been applied to

such materials as leather, wax, or parchment, and only by analogy to papyrus, which could be washed,but not scraped.

43 La terminologa de la reescritura fue recientemente analizada en su conjunto por DanielDeckers, por ejemplo en su contribucin a la reunin cientfica Palimpsesto: historia cultural y signifi-cado literario (Universidad de Zaragoza, 21-23 de octubre de 2002), bajo el ttulo The use of palimp-sests. Evidence and terminology from Antiquity to the Middle Ages, durante la que se hizo referencia apasajes como Esquilo, Ag. 1327-1330 (esp. 1329: bolai'" uJgrwvsswn spovggo" w[lesen grafhvn; segnFraenkel, ad loc., grafhv can, of course, mean writing [...] but in all probability the idea here is that ofa painting or drawing), Sfocles, Trach. 683 (calkh'" o{pw" duvsnipton ejk devltou grafhvn; para la met-fora empleada cf. Esquilo, Prom. v. 789, Sfocles, frag. 597, etc.), Eurpides, frag. 618 N (to;n o[lbon ouj-

de;n oujdamou'krivnw brotoi'", / o{n g j ejxaleivfei rJa/'on h]] grafh;n qeov"), Ps.-Longino, Subl. 7, 3 (ijscura; de; hJmnhvmh kai;dusexavleipto"), entre otros testimonios griegos (CGL II 392, P. Holm. g 18-29, etc.); entre loslatinos se sealaron los de Ovidio, Ars II 395-396 (et, quotiens scribes, totas prius ipse tabellas / inspice:

plus multae, quam sibi missa, legunt), III 495-496 (nec nisi deletis tutum rescribere ceris, / ne teneat gemi-nas una tabella manus), Marcial XIV 7 (Pugillares membranei: Esse puta ceras, licet haec membranavocetur: / delebis, quotiens scripta novare voles; cf. Leary 1996: 62: it seems reasonable that parchmentshould cost more than wax; no se pronuncia este comentarista sobre el significado del producto anun-ciado por el poeta, acaso un libro de notas todava desprovisto de escritura), Sneca, Benef. VI 6, 3(Quomodo, si quis scriptis nostris alios superne inprimit versus, priores litteras non tollit, sed abscondit,sic beneficium superveniens iniuria adparere non patitur), entre otros (como el tardo de Justiniano, Dig.XXXVII 11, 4: Chartae appellatio et ad novam chartam refertur et ad deleticiam: proinde et si in opis-thographo quis testatus sit, hinc peti potest bonorum possessio, o el de Gregorio de Tours, Hist. franc. V

44: Et misit epistulas in universis civitatibus regni sui, ut sic pueri docerentur ac libri antiquitus scripti,planati pomice, rescriberentur).


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miento se practic desde muy temprano ya en el Antiguo Egipto y, luego, enGrecia sobre textos escritos en papiro que, por una causa u otra, eran reu-tilizados para una segunda escritura. El verbo yavw (frotar, raspar), aplicadoal papiro, que no es un material de superficie especialmente resistente, podrahaber servido para designar tan slo la accin de lavar, borrar o limpiaresa escritura preexistente de manera ms o menos escrupulosa y completa,mientras que pavlin- tendra un valor casi redundante (similar al que posee a

veces nuestro prefijo re-)4.

La evidencia material referente a papiros reutilizados como palimpsestos eshoy escasa. De ella se ha ocupado ltimamente Thomas Schmidt, con motivode recientes congresos en Lovaina y Helsinki5, quien ha insistido, por ejem-plo, en la falta de consenso entre los estudiosos de estos materiales sobre la

frecuencia con que se produjeron y sobre la facilidad o dificultad de su eje-cucin prctica. Entre esta clase de papiros cabe destacar el de los Sicioniosde Menandro o los de Ddimo el Ciego hallados en la localidad egipcia deTura. Es de gran inters, asimismo, el P. Duk. inv. 313 R de la DukeUniversity, un papiro palimpsesto del siglo III a. C. que contiene un texto decomedia griega, escrito sobre otro de carcter documental, de la misma po-ca, y que fue lavado para su reutilizacin; es adems opistgrafo, es decir,se emple tambin por el reverso (cf. scriptorium.lib.duke.edu/papy-rus/records/313r-a.html)6. Tambin se data en el siglo III a. C. el P. Sorb. inv.

2245, con la Odisea de Homero transcrita igualmente sobre un texto docu-mental7. Una primera aproximacin al estudio de papiros palimpsestos puederealizarse fcilmente a partir del abundante material recogido en el LDAB(Leuven Database of Ancient Books, ldab.arts.kuleuven.be; introdzcasepalimpsest en el campo bookform).

Por lo dems, el trmino palimpsesto aparece muy escasamente en lasfuentes antiguas conservadas. Las menciones son muy pocas y relativamentetardas. De hecho, las primeras proceden del siglo I a. C. y se nos ofrecen enlatn. Cabe comenzar por Catulo, Carm. 22, 4-8 (ed. Mynors):

EL PALIMPSESTO GRECOLATINO COMO FENMENO LIBRARIO Y TEXTUAL: UNA INTRODUCCIN

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44 Cf. Frisk, s. v., II 1134: wieder abgekratzt, d. h., abgekratzt und wieder beschrieben; para laformacin lxica puede compararse por ejemplo ajpovyhsto" (de ajpoyavw, secar, limpiar). Sobre el sig-nificado del trmino cf. todava Birt 1913: 290.

45 Cf. Escobar 2004b: 27 y 35.46 Como en el caso de la Ath. resp. de Aristteles (P. Lit. Lond. 108) o en el de la Hipspila de

Eurpides, conservada fragmentariamente en el verso de un rollo papirceo del siglo II-III d. C. (Pack 438),un fragmento de la Historiade Herdoto (I 196,4-199,2) de la segunda mitad del siglo II d. C. se halla sobre

el verso de un papiro documental escrito casi un siglo antes (PSI X 1170). Cf. asimismo Cavallo 1994: 627.47 Cf. www.papyrologie.paris4.sorbonne.fr/menu1/collections/pgrec/1Sorb2245.htm.


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puto esse ego illi milia aut decem aut plura

perscripta, nec sic ut fit in palimpseston8

relata: cartae regiae, noui libri9,

noui umbilici, lora rubra membranae,

derecta plumbo et pumice omnia aequata.

Se trata del famoso poema escrito por el de Verona contra el poetastroSufeno, reacio a transcribir sus miles de malos versos sobre palimpsesto (hoydiramos en papel de sucio, en borrador), ut fit, es decir, como era habitual. Nosabemos con certeza si Catulo alude aqu al empleo de papiro como soportepara la realizacin de esos borradores, ya que el texto no especifica nada y nopueden excluirse en principio otras posibilidades (como la de que est pensan-do en pergamino o, quiz, en tablillas de cera; cf. Carm. 50, 2: in meis tabellis,

como sinnimo de los pugillariao codicillimencionados en otros pasajes).La segunda mencin latina es ciceroniana y se halla en Ad fam. VII 18, 2

(a Trebacio, 53 a. C.; ed. Shackleton Bailey): Nam quod in palimpsesto, laudoequidem parsimoniam, sed miror quid in illa chartula fuerit quod delere

malueris quam haec scribere nisi forte tuas formulas; non enim puto te

meas epistulas delere ut reponas tuas. An hoc significas, nihil fieri, frigere te,

ne chartam quidem tibi suppeditare? Sin detenernos en el controvertido con-texto del pasaje, nos limitamos a sealar que el empleo del trmino chartulaen este caso, referido al escrito que el arpinate haba dirigido previamente a

su interlocutor, parece indicar con claridad aqu s que Cicern est alu-diendo a la reutilizacin de un soporte papirceo por parte de su correspon-sal (Roberts Skeat 1983: 16).

Las citas son llamativas en el caso del griego, representado slo por Plutarcoa principios del siglo II d. C., quien emplea ya el trmino de manera metafri-ca, en sus Moralia, para referirse al tirano Dionisio de Siracusa, en quien Platncrea haber encontrado al gobernante que pondra en prctica su repblica ideal(Maxime cum principibus philosopho esse disserendum, 779c, ed. Cuvigny): ajll jeu|re Dionuvsion w{sper biblivon palivmyhston h[dh molusmw'n ajnavplew kai; th;n

bafh;n oujk ajnievnta th" turannivdo", ejn pollw'/crovnw/deusopoio;n ou\san kai;dusevk-pluton: ajkeraivou" d jo[nta" e[ti dei' tw'n crhstw'n ajntilambavnesqai lovgwn. Platn,sin embargo, encontr a Dionisio como un libro palimpsesto, lleno ya detachaduras e incapaz de expulsar el color de la tirana, tan impregnado e inde-

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48palimpsesto 1473: palmiseptoV; por palimpsesto se inclina, con buenos argumentos y paralelos,

Thomson 1997: 260.49 No obstante, cf. Nisbet 1978: 96, en 1995: 81-82: Read bibli [sc. novae]; Catullus is describing

royal sheets of new papyrus (genitive), y 342, probablemente con buen criterio (Yo creo que tiene

escritos miles de versos, diez mil o ms, / y no, como suele hacerse, copiados en palimpsesto: / regiosfolios de papiro sin estrenar [...]).


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leble en l por el paso del tiempo. Hay que estar todava impolutos para poderacoger palabras de bien10. El segundo ejemplo griego igualmente de Plutarcoofrece tambin un uso metafrico, aunque de carcter algo distinto (De garru-

litate 504d, ed. Dumortier Defradas): OiJ d j ajpoknaivousi dhvpou ta; w\ta tai'"tautologivai" w{sper palivmyhsta diamoluvnonte". Frente a lo que ocurre en elcaso de Homero, siempre novedoso en su obra, ellos [los charlatanes], sinembargo, nos desgarran desde luego los odos con sus repeticiones, como siestuvieran emborronando palimpsestos (como si nuestros odos fuesen cintasmagnetofnicas o soportes magnticos, segn diramos hoy posiblemente).

Es posible que en las cuatro fuentes antes citadas se haga referencia en lamente del autor a palimpsestos o borradores realizados sobre papiro (quizincluso a tablillas de cera en el caso de Catulo), un material que sin embargo,

como ya hemos indicado, no era especialmente propenso para este tipo dereutilizacin, si bien se conservan ejemplos aislados de papiro palimpsestado.

Algo muy distinto ocurra con el pergamino (material escriptorio elaborado conpiel de animal, oveja o cabra por lo general), muy apto para la realizacin deborradores, como sugieren las propias fuentes latinas (cf. Horacio, Serm. II 3,1-2, Ars poetica 388-390, Marcial XIV 711). Tambin pudo contribuir a estareutilizacin de la membrana como soporte el hecho de emplearse para suescritura tintas lavables, de carcter vegetal (y no de contenido metlico, pesea encontrarse esta ltima ya en uso al menos desde el siglo III d. C.), es decir,

pigmentos que impregnaban en menor medida la piel (cf. Roberts Skeat 1983:20 y n. 1, Leary 1996: 61-62).

Conviene insistir en que a diferencia de lo que ocurri entre los griegoslos romanos se familiarizaron con el uso del pergamino desde antes de media-dos del siglo II a. C. (Roberts Skeat 1983: 15), aunque Cicern todava se refie-ra a l recurriendo al trmino griego equivalente12 (cf. Att. XIII 24, 1: quattuordifqevrai sunt in tua potestate), de manera curiosamente similar a cuando SanPablo escribe el trmino latino membranae, transcrito en caracteres griegos, en2 Tim. IV 13, para hacer referencia quiz no a sus borradores o note-books(Roberts Skeat 1983: 22, Leary 1996: 62), sino a verdaderos cdices de per-


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10 La metfora consistente en comparar al propio ser humano con un palimpsesto ya ilustrada ensu da por Curtius estaba destinada, obviamente, a tener fortuna. Se han propuesto otros muchos usosmetafricos del trmino; baste citar por su trascendencia en el mbito de la crtica literaria el que pusode moda Genette a travs de sus Palimpsestes.

11 Otro testimonio relevante al respecto podra ser el de Quintiliano X 3, 31: [...] scribi optime ceris,in quibus facillima est ratio delendi, nisi forte visus infirmior membranarum potius usum exiget, quae ut

iuvant aciem, ita crebra relatione, quoad intinguntur calami, morantur manum et cogitationis impetum

frangunt.

12 Prctica no excepcional, en cualquier caso, en este autor, como muestra por ejemplo en fun-cin estilstica similar, segn entendemos su uso del trmino kanwvn (Fam.XVI 17, 1).


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gamino, como apuntara Cavallo en una reciente contribucin sobre el formatodel libro antiguo (1994: 615). Tanto el uso sistemtico del pergamino como eldel formato codexfrente al rollo parece, en efecto, caractersticamente roma-no, una aportacin de Roma bien ilustrada por Marcial en sus Apophoreta (libro

XIV en nuestras ediciones de los Epigramas), por mucho que la novedad delformato del que nuestro autor haca publicidad sea difcil de calibrar con cer-teza (cf. Leary 1996: 247, recogiendo opiniones anteriores: Roberts and Skeatsuggest (ch. 5) that it was an innovation and, probably due to consumer con-servatism, not a successful one). No podemos entrar aqu en el controvertidoproblema de la cronologa del codex13; baste observar que el ejemplo ms anti-guo de cdice de pergamino latino conservado sigue siendo el annimo Debellis Macedonicis, de c. 100 d. C. (P. Oxy. I 30 = CLA II 207, Suppl. p. 47),analizado en su da por Jean Mallon. Mientras tanto, en la prctica libraria de

Grecia tan slo encontramos rollos, hasta bien entrado el siglo IV (con algunapequea excepcin atestiguada materialmente, como el fragmento de Cretensesde Eurpides [Pack 437], cdice membranceo de fines del siglo I o principiosdel II; cf. Cavallo 1994: 616-619, donde se recoge adems algn testimonioepistolar de inters al respecto). El cdice era considerado por los griegoscomo una specie inferiore di libro (ib., 631-632). Los cristianos adoptaronrpidamente el prctico formato de raigambre romana, por varias razones, manon si deve credere, per questo, che furono essi a elaborarne la tipologia libra-ria, segn observaba con muy probable acierto el mismo Cavallo (ib., 619).

Desconocemos en qu extensin se produjo el fenmeno del palimpsestoen la Antigedad tarda, dada la escasez de fuentes que permiten estudiarlo conrigor. Nuestros testimonios materiales ms abundantes pertenecen a la EdadMedia. Segn Hunger (1989: 20), el palimpsesto ms antiguo con escritura grie-ga es el Sinait. Gr. 30, con fragmentos de Efrn el Sirio en mayscula griegadel siglo VI, reescrito en el 778.

2. ELABORACIN Y TIPOLOGA DEL PALIMPSESTO

Solemos denominar palimpsestos a los cdices escritos sobre folios de per-gamino cuya primera escritura se elimin mediante lavado o raspado para podertranscribir sobre ese mismo pergamino un segundo texto. A veces el pergaminollegaba a reutilizarse incluso una segunda vez (bis rescriptus o ter scriptus), demodo que un mismo manuscrito nos transmite tres escrituras y tres textos

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13 Cf. Suetonio, Iul. 56, 6 (en probable referencia al uso de cdice de papiro, que pudo introducirel propio Csar), Persio, Sat. III 10-11, etc. Sobre el trascendental paso al cdice como garanta de per-

manencia textual cabe destacar el libro clsico de Canfora 1974, as como la esencial contribucin deCavallo 1986 al respecto.


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de distinta cronologa. Es el caso, por ejemplo, del famoso Crypt. A.d.XXIII deEstrabn, conservado en Grottaferrata, cuya cursiva intermedia apenas visiblesuele datarse entre los siglos VIIy VIIIy contiene un Nomocanon bizantino.

Por lo dems, palimpsesto puede ser la integridad de un cdice, como enel caso del manuscrito verons de las Institutionesde Gayo, Biblioteca Capitu-lar XV [13], con texto de San Jernimo, bajo el cual subyace casi ntegramente

conservada en este nico testimonio esta obra jurdica fundamental, enmayscula del siglo V. Tambin llamamos palimpsesto al manuscrito que trans-mite slo unos cuantos cuadernillos, o unos simples folios, de este carcter (uti-lizados al objeto de poder concluir una copia), as como al que presenta estaparte reutilizada como folios de guarda o como mero material para la restaura-cin medieval o posterior de un cdice (varios ejemplos recientes se han

hallado en la Universittsbibliothek de Leipzig, Bibliotheca Albertina, como elLps. Rep. II 24). Esta gran variedad tipolgica plantea problemas metodolgicosy contribuye a dificultar la elaboracin de un censo completo de palimpsestosgrecolatinos (conservados tanto en bibliotecas europeas14 como de fuera deEuropa: Sina, Jerusaln, colecciones norteamericanas, etc.), en nmero que,para el caso griego, se aproxima ya al millar, si se entiende palimpsesto en elsentido ms amplio del trmino (cf. Poirier Lepetit 2004: 161); un censoexhaustivo de palimpsestos griegos, en forma de lista, est preparando en laactualidad sobre la base del abundante material directamente examinado duran-te estos aos y del despojo sistemtico de antiguos y recientes catlogos Dieter

Harlfinger15. Para el caso latino, la cifra total de palimpsestos muy difcil deestablecer de manera fiable, fuera ya de los selectos antiquiores analizados ensu da de forma sistemtica por Lowe (1964) tambin est por determinar.

Desde el punto de vista histrico cabe imaginar que, en los monasterios yen los escriptorios en general, se procedera siempre que fuera posible al alma-cenamiento sistemtico de pergamino reutilizable, apilado para ello en algnlugar del centro de copia en cuestin (es decir, en el promptuarium imaginadopor Ehrle: cf. Lowe 1972 [1964]: 482, Cavallo 2001: 8, n. 16), ya fuera para laelaboracin de nuevos cuadernos, ya para la restauracin de cdices (guardas,

maculaturas), etc. Es significativo a este respecto, por citar un ejemplo latinofamoso, el caso del Vat. Pal. Lat. 24: nueve textos antiqusimos en uncial de lossiglos III a V (Sneca, Lucano, Higino, Frontn, Oradores, Gelio, Livio [libro

XCI], Cicern...) bajo una versin vulgata del Antiguo Testamento: a veritable


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14 Para el caso del Este de Europa debe consultarse Harlfinger [ed.] (2002).15 Una elaboracin ms completa y detallada de los datos recopilados, de particular inters biblio-

tecario, es la que se ha promovido desde el banco de datos del proyecto, centralizado en la BibliotecaMedicea Laurenziana de Florencia (cf. htpp://palin.iccu.sbn.it/), mediante la adaptacin del software

Manus (Manus 4.0) del Istituto Centrale per il Catalogo Unico delle Biblioteche Italiane e per leInformazioni Bibliografiche (ICCU).


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mausoleum como lo denominara en su da Lowe (1972 [1964]: 486; sobre suscontenidos, en general, cf. Fohlen 1979). Para el caso griego, baste citar porejemplo nuestro Matritensis4554 o algunos de los manuscritos de Grottaferrataa los que alude Edoardo Crisci en su contribucin para este mismo volumen(fondo sustancialmente analizado en su conjunto, asimismo, por Luc 2003).

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Madrid, Biblioteca Nacional, Matr. 4554, f. 97r (margen inferior; mediante una imagen del f. 132r de este mismomanuscrito se ilustra la contracubierta de Escobar [ed.] 2004b).

Madrid, Biblioteca Nacional, Matr. 4554, f. 171r (margen inferior; scr. inf.: ndice del libro XIV de la PraeparatioEvangelicade Eusebio de Cesarea Pro;~ tou;~ kat j jEpivkouron provnoian me;n ajrnoumevnou~ / ajtovmoi~ de; []).


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Disposicin de las escrituras

El proceso tcnico que comportaba la elaboracin de un palimpsesto en po-ca medieval es relativamente bien conocido, o fcil de deducir del anlisis de

cada manuscrito en concreto. En un momento determinado se realiza la elimi-nacin por raspado o mediante simple lavado16 de la primera escritura, dejn-dose as la superficie apta para una segunda copia que se superpona a la pri-mera (por lo que hablamos de scriptio inferiorla ms antigua y de scriptiosuperior, respectivamente; es menos comn el uso del trmino scriptura). El lap-so de tiempo que media entre ambas copias vara absolutamente de un caso aotro (destacaramos por ejemplo el Crypt. B.a.LVI n. I [a]r, cuyo Sermo de virtu-tibus et vitiis de San Efrn el Sirio, en mayscula bblica de fines del siglo VIII,aparece bajo otra copia griega en minscula del siglo XVI). La disposicin de la

segunda escritura respecto a la primera tambin vara en gran medida de unmanuscrito a otro y dependa, en ltima instancia, del criterio aplicado para queel espacio en blanco de interlneas y mrgenes pudiera reaprovecharse al mxi-mo, procedindose con frecuencia al cambio de formato y, por consiguiente, demise en page o impaginacin (como bien ilustra para el caso del griego, porejemplo, el famoso Arqumedes de Baltimore o el Arriano de Gteborg, Gr. 1).Como consecuencia, la disposicin de las dos escrituras en la nueva pgina pre-senta una alternancia tipolgica bsica, mostrndose la escritura inferior en posi-cin horizontal a veces incluso tras invertirse el sentido del folio originariobajo una escritura superior tambin horizontal (quiz lo ms frecuente) o bien laescritura inferior en posicin vertical, en sentido perpendicular al de la escriturasuperior.

Superposicin de lenguas

Un palimpsesto es a veces testigo mudo, pero explcito de sus muchosavatares histricos. Muestra clara de ello es, con frecuencia, la mera superposi-cin de textos en diferentes lenguas que ofrece, indicio del trnsito o peregri-

naje del manuscrito por entornos culturales muy diversos a veces, en los quelos textos en lengua ya desconocida estaban absolutamente expuestos a la reu-


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16 Cf. Lowe 1972 [1964]: 481. En realidad, como observaba tambin Lowe, tampoco los pergami-nos ms antiguos fueron sometidos a un segundo raspado (second scraping): se procedi sencilla-mente a un lavado de la escritura anterior. Una receta al efecto sobre la base de leche, harina, etc.se conserva en el Monacensis Clm 18628 (siglo XI), f. 105, para todo aquel que in semel scripto perga-meno, necessitate cogente, iterato scribere velit, y es comentada por Cavallo 2001: 10; sobre el monjecisterciense de Fontana Viva qui optime sciebat radere chartas, en pleno siglo XIII, cf. Cavallo, ib., don-

de se hace referencia asimismo a los rasores y abrasores cartarum tan activos junto al studium deBolonia de los siglos XIII-XIV.


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tilizacin. Cabe hallar, en suma, griego sobre griego, latn sobre latn, pero tam-bin siriaco o rabe sobre griego (por ejemplo en el famoso Ambr. L 120 sup.,con texto rabe sobre otro griego provisto de anotaciones en rabe al margen),

latn sobre griego, etc.

17

Un buen ejemplo de este ltimo tipo de obvio significado cultural, comoposible prueba de la decadencia del griego en el mbito occidental es quizel Guelf. 64 Weissenb. de la Herzog August Bibliothek de Wolfenbttel, magn-ficamente estudiado hace algunos aos por Falluomini18; en su f. 125v, porejemplo, se halla un texto en griego, claramente visible a la derecha del mar-gen superior, en mayscula ojival inclinada de principios del siglo VIy que con-tiene el texto de Galeno, De alimentorum facultatibus. La escritura latina de lasEtimologas de San Isidoro, en minscula de principios del siglo VIII, sobre el

recto del folio, se ve en transparencia, dado el escaso grosor del pergamino; enel f. 201r el texto isidoriano (XIII 19: De lacis et stagnis) se impuso sobre elEvangelio de San Lucas, en griego, en mayscula bblica del siglo V.

Excepcionalmente encontramos el caso inverso, de preponderancia del grie-go sobre el latn. As ocurre en el Vat. Gr. 2324, en cuyo f. 35v subyace el tex-to de Virgilio (EneidaXI 469-508, en minscula beneventana del siglo XI) bajoun Eucologio griego del siglo XIII19. Tambin cabe mencionar en este sentido elAmbr. Cimelio ms. 3; en su f. 113v aparece una escritura rabe de c. 1100(Vidas de los Padres del Desierto), bajo la que subyace, en posicin vertical,

parte de un texto bilinge latn y griego de la Eneidade Virgilio, copiado enOriente unos seiscientos aos antes.

Imposicin de la minscula sobre la mayscula

Segn Jean Irigoin destacaba recientemente (2001: 52, 85), se ilustra en unmanuscrito de la Biblioteca Nacional de Atenas (Gr. 2251, siglos XIII XIV, f.99v) cmo San Lucas, un tanto anacrnicamente, se encargaba de transliterar supropio Evangelio. En la difcil carrera de obstculos que un texto antiguo grie-go o latino deba superar para garantizar su supervivencia (hasta llegar al buenpuerto de la imprenta, a finales del siglo XV o principios del XVI, generalmente)haba dos hitos cruciales: el paso del rollo de papiro al cdice de pergamino y

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17 En el Guelf. 64 Weissenb., por ejemplo, subyace el texto de San Pablo a los Romanos en gti-co, yuxtapuesto a la correspondiente traduccin latina (ss. V a VI).

18 1999 (con excelente resea de E. Crisci en BZ 95, 2002, 146-148).19 No nos ocupamos aqu de otros mbitos, como el arameo (analizado recientemente por Alain

Desreumaux), armenio, georgiano (analizado recientemente por Jost Gippert, por ejemplo en SantaCatalina del Sina), etc.


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el paso de la mayscula a la minscula (conocido como transliteracin), quese produjo desde finales del siglo VII en el Occidente latino y entre los siglos IX

y Xaunque a veces mucho ms tarde para el caso del griego, en el Orientebizantino. Se trataba de una operacin principal en la renovatio librorum,come nel medioevo veniva indicato il trasloco dei testi da un manoscritto all'al-tro, da una scrittura ad un'altra (Cavallo 2002: 10; cf. asimismo 252 y 270).Muchos textos antiguos, que haban conseguido llegar hasta los albores delmedievo, no pudieron ya superar este segundo obstculo, por una razn u otra,perdindose para siempre. Algunos no pasaron a escribirse en la nueva mins-cula (gil, econmica y clara) pero pudieron resistir, agazapados en su viejamayscula, como escritura inferior de un palimpsesto.

Sealaramos por ejemplo, para el caso de la transmisin latina, el famoso

cdice de la Biblioteca Nacional de Npoles, Lat. 2 (Vindob. 16) + IV.A.8; setrataba de un manuscrito de gran tamao, en mayscula rstica del siglo IV, ori-ginaria quiz de Italia, con el texto de la Farsaliade Lucano; fue reutilizado enBobbio en el siglo VIII (minscula irlandesa, textos patrsticos; cf. Tarrant enReynolds 1986: 215, n. 3). Para el caso del griego, y por citar un ejemploespaol, citaramos el Matr. 4554 (as en su f. 164v, en mayscula griega tarda,bajo minscula de fines del siglo XII o principios del XIII).

3. EL PALIMPSESTO MEDIEVAL: CAUSAS Y MBITOS GEOGRFICOSMembrana nec nobis sufficiunt et ideo ad dirigendum uobis deficiunt; sed

pretium direximus, unde si iusseritis conparare possitis (Tampoco nosotrostenemos suficiente pergamino, y por eso carecemos del que poder enviaros;pero os hemos enviado dinero con el que, si as lo disponis, podis comprar-lo; San Braulio, Epist. XIV 1, ed. Riesco). En estas palabras del obispo zarago-zano de la primera mitad del siglo VII a su hermano Frunimiano se refleja unade las grandes preocupaciones de los centros de copia durante la Antigedad yla Edad Media: la carencia de pergamino, un material caro (ya que, como sue-

le recordarse, la confeccin de un solo cdice poda requerir la piel de todo unrebao) y, en cualquier caso, muy difcil a veces de obtener. Como ya destacsuficientemente Lowe (1972 [1964]: 481), la causa principal del palimpsesto esla carencia de material escriptorio, una cuestin de pura economa y que actua buen seguro tanto en poca medieval como con anterioridad. No cabe dudade que la buena calidad del pergamino de algunos cdices tardoantiguos y suextraordinario formato los haca especialmente aptos una vez desbaratadospara su reutilizacin en centros de copia monsticos, con frecuencia mal surti-dos de buen material escriptorio. Reynolds se refiri de manera muy expresiva

(1986: XXI-XXII) a la fatal atraccin que estos grandes libros ejercieron sobresus nuevos poseedores: There were some bad casualties among the early


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migrants, for they had arrived at a time when some of them would find thattheir parchment presented a greater attraction than their contents. The uniquemanuscript of Sallust's Historieshad reached Fleury by the seventh century onlyto be reduced to tatters.

Pese a lo que pudiera imaginarse en un primer momento, el deseo de cen-surar la literatura antigua por parte de los cristianos de la elite cultural tardo-antigua y medieval tericamente propensos, en cuanto detractores del paga-nismo, a su prctica cancelacin material no parece haber intervenido nuncade manera decisiva20. No parece que los palimpsestos griegos y latinos conser-

vados actualmente en nuestras bibliotecas permitan documentar la hiptesis deque existiera esa voluntad de destruir la literatura profana antigua en los cen-tros de copia medievales (cristianos en su inmensa mayora, tanto en Occidente

como en Oriente, y que, por el contrario, se encargaron en la prctica, copia acopia, de preservar la obra de los autores grecolatinos que hoy conocemos).Como ya seal tambin Lowe (1972 [1964]: 482-484), es a menudo la Biblia ocualquier texto cristiano el que subyace en un palimpsesto como primera escri-tura; as, se observa cmo se procedi a desechar con frecuencia una versinprejeronimiana de la Biblia, o un libro litrgico en desuso, o una obra cual-quiera que se hallaba repetida en los estantes de la biblioteca (la Vulgata, untexto patrstico de San Juan Crisstomo...)21 Conviene recordar a este respectocmo, en el mbito bizantino, un decreto sinodal del ao 691 prohibi la des-truccin de manuscritos de las Escrituras o de textos patrsticos, a excepcin de

ejemplares ya daados. Cabe por ejemplo destacar, en este sentido, cmo unbifolio de un palimpsesto griego fotografiado a principios del siglo XX enDamasco y hoy en paradero desconocido (cf. Harlfinger 2000: 156) ofreca ensu escritura inferior un fragmento del Antiguo Testamento en mayscula de lossiglos V-VI, y algo muy distinto en la superior: un pasaje del De interpretationearistotlico en muy antigua minscula de posible origen siro-palestino quizanterior al siglo IX. Era uno de los ms antiguos restos de libro profano enminscula griega. Dentro del mbito latino, cabe llamar la atencin por ejem-plo sobre el Vat. Lat. 3281: la Aquileidade Estacio en minscula beneventana

de principios del siglo XII se superpona a un texto bblico de los Profetasmenores en mayscula de la segunda mitad del siglo V.

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20 Cf. Cavallo 1986 (en 2002): 105-106, 161: el cristianismo hereda la cultura clsica, aunque sinprogramar sistemticamente su recuperacin o salvaguarda.

21 La relevancia del canon en cuestiones de transmisin textual antigua sigue requiriendo, en nues-tra opinin, un trabajo de conjunto y en profundidad. Los posibles niveles de lectura de una obra anti-gua son mltiples desde su creacin, como para el ejemplo de la Historia naturalde Plinio en el casode la literatura latina ha mostrado didctica y acertadamente Borst 1994. Esa multiplicidad de lecturas

y de intereses determina sin duda la conservacin o la prdida de la obra antigua y est ntimamenteligada a los avatares de su transmisin manuscrita.


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No hay que olvidar, en cualquier caso, que todo palimpsesto refleja expresa-mente una preferencia, la marginacin de un texto en beneficio de otro.Tambin en este sentido parece haber preponderado siempre el pragmatismoms inmediato, es decir, la necesidad de disponer de un libro de uso, a vecescon gran urgencia, sacrificando para ello otros textos considerados como noprioritarios. Es obvio que pudieron intervenir a veces las exigencias establecidaspor el canon literario vigente, como apuntaremos ms adelante. En otras oca-siones sin embargo debieron de primar fenmenos de tipo puramente material,de carcter codicolgico y paleogrfico: el deterioro fsico de un cdice, lo inc-modo de una scriptura continua (Lowe 1972 [1964]: 482), de una mayscula yaanticuada y casi ilegible o incluso de una lengua ya desconocida en el mbito

a menudo monstico por el que circulaba la copia. Tampoco pueden descar-tarse factores an ms extrnsecos, pero esenciales, como la paulatina transfor-

macin material del modelo de biblioteca en el transcurso de la Edad Media.

Como ha destacado Cavallo recientemente (2001), es muy significativo que elpalimpsesto sea un fenmeno escriptorio perifrico, que no parece haberse pro-ducido con intensidad al menos a juzgar por los testimonios conservados enlos grandes centros geogrficos del saber medieval y de su difusin, donde qui-z se dispuso siempre de mejores posibilidades materiales para la copia, sino enzonas relativamente marginales, tanto en el caso del griego como en el del latn.De tal modo que no se observa una especial produccin de palimpsestos enRoma (para el caso occidental) o en Constantinopla (para el caso de Bizancio),mientras que s se documenta con amplitud en el norte de Italia, como quiz enBobbio (centro monstico de importantes vnculos con Irlanda), o para el casodel griego en la zona siro-palestina o en el sur de Italia (por no citar proce-dencias ms inslitas22). Un caso excepcional es el de Jorge Bayforo, frecuentecopista de elementales gramticas griegas como ha estudiado sobre todoGamillscheg (1977) y un autntico profesional del reciclaje de manuscritos anti-guos a veces de enorme valor textual (cf. Cataldi Palau 2001) activo precisa-mente en la Constantinopla de la primera mitad del siglo XV.

Es muy difcil si no imposible determinar en qu medida se debe esta cir-cunstancia al puro azar (reflexin que debe hacerse igualmente en el caso dela conservacin de papiros). Tampoco hay que pensar que el recurso al palimp-sesto vaya siempre asociado a zonas y momentos de penuria (material e inclu-so cultural), ya que el fenmeno pudo a veces responder por el contrario pre-cisamente a un cierto auge en la demanda de cultura escrita, como ocurri enOccidente durante los siglos VIII a IX, que se caracterizaron, como destac Lowe


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22 Como la que sugiere nuestro Matritensis 4739, con un bifolio palimpsesto sobre el que se lee

un ex-libris ms reciente con la mencin de la ciudad macedonia de Serres (agradecemos esta referen-cia a Dieter Harlfinger).


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1972 [1964]: 481-482, por una especial produccin de palimpsestos latinos.Como se sabe, el palimpsesto fue prctica ms o menos comn en fundacionesmonsticas irlandesas en el continente (Luxeuil, San Galo o Bobbio), lo que

podra estar reflejando un procedimiento tambin habitual en zona insular

23

. Elmonasterio de Bobbio, fundado en el 614, dentro de la estela iniciada por elpapa Gregorio Magno, alberg una comunidad relativamente pobre; suele con-siderarse lugar de procedencia y posible realizacin aunque siempre difcil deprobar de abundantes palimpsestos reescritos en torno al siglo VIII, algunos tanimportantes como el De republica ciceroniano (Vat. Lat. 5757) o el Plauto

Ambrosiano (Ambr. G 82 sup.) Es el tema al que Francesco Lo Monaco dedi-ca su contribucin dentro de este mismo volumen. Cabra referirse finalmente

tambin dentro del caso occidental al ejemplo de los cdices casinenses delsiglo XI, que, segn ha observado Cavallo 2002: 268, fueron casi siempre deri-

vados de modelos deteriorados o mutili.

La llamada mentalidad del reciclaje hizo que surgieran tambin en Bizancioproductos librarios singulares no necesariamente palimpsestos que demuestranesta necesidad de aprovechar al mximo el espacio existente para la escritura24,albergando en pergamino ya utilizado nuevos textos cuya copia se considerabaurgente. As ocurri por ejemplo en los mrgenes del manuscrito de WolfenbttelGuelf. 75a Helmst., analizados en su da por Harlfinger; en su f. 19r, la primitivaminscula griega al margen del siglo VIII, sin espritus ni acentos no contiene

escolios al texto principal (con obra de San Juan Crisstomo, en mayscula bbli-ca de los siglos VI-VII), como podra parecer, sino un texto de contenido com-pletamente diferente, parte del Canon in mulieres unguiferentes de Andrs deCreta (2. mitad del s. VII).

La prctica del palimpsesto continu en Occidente durante toda la EdadMedia, tambin cuando las nacientes Universidades (como Pars o el activostudiumde Bolonia de los ss. XIII-XIV) ya haban sustituido en buena medidaa los monasterios en la produccin de textos. Es significativa a este respecto lafamosa miniatura que ofrece un cdice de la Biblioteca Universitaria de

Bolonia, ms. 1456, f. 4r, en el que parece representarse un taller librario localen el que un operario se afana por eliminar la escritura existente sobre un

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23 En relacin con Luxeuil cf. por ejemplo Reynolds 1986: XXII, 206-207, a propsito de la prime-ra dcada de Livio en el Veron. XL (38), uncial de principios del siglo V; 308, sobre el Codex Moneus(San Pablo, Krnten, Stiftsbibl. 3. 1.) de Plinio el Viejo, libros XI-XV, tambin del siglo V, y 263, sobre elnico manuscrito antiguo conservado de Ovidio, con un fragmento de Pont., en el Guelf. Aug. 4. 13.11(24 lneas del libro IV procedentes de un cdice en uncial de la segunda mitad del siglo V, quiz de ori-gen italiano y descendiente del mismo arquetipo que el resto de la tradicin).

24 Los escolios marginales del erudito bizantino Aretas (c. 900) a las Categoras aristotlicas, en elVaticanus Urb. 35, son quiz un ejemplo sobresaliente.


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pergamino, con el fin de facilitar su probablemente inmediata reutilizacin(por ejemplo para la confeccin de manuales universitarios, en constantedemanda por parte de estudiantes y maestros).


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Bolonia, Biblioteca Universitaria, ms. 1456, f. 4r (fotografa cedida por Fotoscientifica, Parma,en la que se observa el trabajo que se realizaba en un taller librario).

4. EL PALIMPSESTO COMO TRANSMISOR DE UNA LITERATURA POSTERGADA: LA CUESTIN

DE LOS CONTENIDOS Y REFLEXIONES EN TORNO AL CONCEPTO DE CANON LITERARIO

Pocos testimonios reflejan tan explcitamente como el palimpsesto, en el planomaterial, cmo fue el proceso de seleccin constante que experiment la lite-ratura antigua: seleccin y preferencia, impulsos que de manera casi inevitableen los momentos de necesidad solan conllevar en la prctica la marginacino total eliminacin de textos preexistentes. La escritura superior de un palimp-sesto siempre responde en principio a la urgencia, ms o menos perentoria, detranscribir una nueva obra.

El procedimiento afect con frecuencia a obras de carcter tcnico (legal,mdico, litrgico-musical, etc.), que por su propio contenido expuesto, a dife-


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rencia de lo que ocurre en el caso de una inmarcesible obra literaria, a conti-nuas modernizaciones eran especialmente propensas a su eliminacin, una vezconsideradas obsoletas o, como consecuencia de su uso, de imprescindible

actualizacin.De lo que afecta a cdices jurdicos se ha ocupado durante los ltimos aos,

desde esta perspectiva, Bernd Stolte, quien ha sealado, por ejemplo, el efectodevastador que podra haber tenido para la conservacin manuscrita de legisla-ciones anteriores la promulgacin del cdigo de Justiniano (529-533), si bienno cabe documentar una profusin de palimpsestos provistos de tales normati-

vas obsoletas en sus escrituras inferiores25.

Una breve puesta al da de lo referente a cdices mdicos ha ofrecidorecientemente Dieter Harlfinger26, quien sealaba el notable incremento que ha

experimentado el elenco de este tipo de manuscritos durante los ltimos aos,remitiendo en cuanto a textos griegos a una relacin provisional de quincemanuscritos, entre los que se hallaban por ejemplo el Berg. Cassaforte1.8 (cf. LoMonaco 2004b), el Laur. 5, 18, el Vat., Arch. S. PietroH 4527 o el Vat. Lat. 5763+ Guelf. 64 Weissenb. (sup.: s. VIII, S. Isidoro, Etymologiae; inf.: s. VI, mayscu-la, Galeno, De alimentorum facultatibus; cf. Falluomini 1999: 14-19).

Razones similares a las que pueden aducirse para explicar la modernizacinde contenidos implcita en los casos anteriores cabe aplicar al caso de la reno-vatio en manuscritos litrgico-musicales, un tipo de cdices que experimenttambin su proceso de seleccin, con factores especficos propios de un libro deuso tan particular y a menudo ligado a condicionamientos histricos y localesmuy marcados. El argumento se ha expresado con frecuencia en relacin con lasustitucin, en Espaa, del antiguo rito de la liturgia hispnica28, de tradicin visi-gtico-mozrabe, por la nueva notacin musical, gregoriana, cuando legados delPapa Alejandro II impusieron la sustitucin del antiguo rito por el romano en el

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25 Por ejemplo con motivo de su intervencin en la reunin cientfica Palimpsesto: historia cultu-

ral y significado literario (Universidad de Zaragoza, 21-23 de octubre de 2002), con el ttulo The decli-ne and fall of legal manuscripts: notes on the history of legal palimpsests.

26 Con motivo de su intervencin en la reunin cientfica La investigacin de palimpsestos y cdi-ces de difcil legibilidad: Nuevos hallazgos en manuscritos musicales y litrgicos (Institucin Fernando elCatlico - Universidad de Zaragoza, 21-22 de octubre de 2004), con el ttulo Das europische ProjektRinascimento virtuale: ein inhaltlicher berblick ber die griechischen Palimpseste.

27 Cf. Mondrain 2004: 274-275, donde se plantea sobre el ejemplo de este cdice la diferenciaentre libros de rfrence, bien conservados, y libros dusage, de utilizacin muy intensa, con el con-siguiente deterioro.

28 En general cf. Pinell 1972. Acerca del singular Oracional de Verona (Bibl. Capit., 89, CLA515),de hacia principios del siglo VIII, cf. Petrucci - Romeo 1998. Sobre el repertorio mozrabe en general,

conservado en cdices y fragmentos de los siglos IX a XI (en ms de cinco mil melodas, entre las queslo unas veinte cabe transcribir en notacin moderna), cf. Randel 1973.


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monasterio aragons de San Juan de la Pea (22 de marzo de 1071)29. En el lti-mo cuarto del siglo XI, mientras en Europa ya se avanzaba decididamente haciala notacin musical ms moderna (por obra sobre todo de Guido de Arezzo), el

canto hispnico debi ceder el paso al canto gregoriano. La inmensa mayora delos cdices con neumas de gran altura y complejidad musical, segn los exper-tos fueron escritos en los siglos Xy XI. Slo quedan algunos vestigios, como elextraordinario Antifonariode Len (Archivo Capit. 8; cf. Millares 1999: n. 81, 69-71), nico completo, como las guardas del Beato del British Libr. Add. 11695 (cf.ib., n. 106, 81-84) o el fragmentario conservado en la Biblioteca Universitaria deZaragoza (2, ms. 418), con sus ocho folios, pobres restos utilizados en su dacomo encuadernacin de un cdice de posible origen pinatense escrito en visi-gtica sentada de la segunda mitad del siglo X (cf. Canellas et al. 1986). En elLiber ordinum de San Milln de la Cogolla (Real Academia de la Historia, Emil.56, s. X), 12 folios segn Brockett are musical palimpsests where dry line and

Aquitanian neums have replaced the former notation (cf. Millares 1999: n. 201,135-136).

No cabe duda, en fin, de que una buena parte de los textos que subyacenen la scriptio inferior de los palimpsestos griegos y latinos son de contenidotcnico, y no propiamente literario. Por lo dems, es obvio que el texto queacaba por imponerse en el cdice sobre su precedente refleja una preferencia,pero no necesariamente es ms, a buen seguro slo de manera excepcionaluna postergacin deliberada de ese texto subyacente en concreto, ni siquierareconocido con frecuencia, en los centros de copia, entre el magma de eseprontuario de pergamino al que antes hacamos referencia. No cabe hablar, eneste sentido, de una accin concertada frente a un tipo de literatura en con-creto, frente a un canon en decadencia: seguramente no fue la animadversinhacia el texto de Arqumedes la que motiv la reutilizacin del cdice que loalbergaba30, sino ms bien la indiferencia hacia l, como en el caso de tantosotros autores griegos y latinos. S cabe establecer hiptesis, ms bien, sobre eldeclinar de unos cnones a veces slo pasajeramente, en el intervalo entre dosrenacimientos culturales y el aflorar de otros en el momento de la reutiliza-

cin de los cdices, por mucho que apenas pueda irse ms all de una deli-mitacin de tendencias generales.

No cabe duda, por ejemplo, de que el texto de las Etimologas isidorianas fueuno de los ms reclamados desde su redaccin, y no extraa, por ello, que seauno de los que con relativa frecuencia aparecen como scriptio superioren cdi-


[ 27 ]

29 Por lo dems, la nueva liturgia habra podido ser vctima del mismo procedimiento, segn lahiptesis que apunta Gonzlez Valle 1998: 122 para explicar la escasez de cdices gregorianos medie-

vales conservados en nuestras catedrales.30 Cf. Tchernetska 2005.


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ces de extraordinaria importancia, como el ya mencionado Guelf. 64 Weissenb.o el Ambr. L 99 sup. (copia del siglo VIII de las Etimologas isidorianas; comoescritura inferior se documenta un texto matemtico en mayscula del siglo

VI atribuido a Antemio de Trales). En cualquier caso, un contraste sistemticoy desde presupuestos metodolgicos slidos entre contenidos de ambasscriptionessigue pendiente en el campo de la Palimpsestforschung y de la his-toria de la literatura en general (para el caso de Bizancio siguen siendo delmayor inters las reflexiones de Hunger 1989: 20-22).

5. PALIMPSESTO Y FILOLOGA: IMPORTANCIA TEXTUAL DEL CODEX RESCRIPTUS

Por una serie de razones, y pese a la aparente paradoja histrica, suele ser-

nos hoy de mayor inters la scriptio inferiorde un palimpsesto que la superior:se trata de un texto ms antiguo y, a menudo, de mayor rareza que el trans-crito con posterioridad. Su singularidad llega a ser a veces extrema, cuando esel testigo nico de un determinado texto. Los ejemplos ms famosos son bienconocidos, y pueden ilustrarse para el caso griego aludiendo al famoso

Arqumedes de Baltimore ya mencionado o al texto euripideo del Faetontecon-servado en un clebre manuscrito parisino (Gr. 107B, inf. ss. IV-V), gracias aque dos de sus folios fueron utilizados para la restauracin de un manuscritobblico greco-latino en la Italia meridional de finales del siglo VI31.

Los ejemplos latinos no son infrecuentes, ni menos clebres. Es el casofamoso del Vat. Lat. 5757 de finales del siglo IV, con los seis libros del De republica ciceroniano reescritos luego en Bobbio, a finales del siglo VII, con eltexto de las Enarrationesde San Agustn a los Salmos(princepsde Angelo Maien 1822; la obra era conocida hasta entonces slo de manera indirecta, graciasal testimonio de Macrobio en su comentario al Sueo de Escipin). El manus-crito habra tenido originalmente unos 650 folios, pero quiz estaba ya incom-pleto en el momento de su reutilizacin. Es el caso de las Historiasde Salustio(fragmentariamente presentes en un llamado Codex Floriacensis del s. V, hoy

Orlans 192, ff. 15-18, 20 + Vat. Reg. Lat. 1283B + Berol. Lat. 4. 364, tras sudesmembramiento en el Fleury de finales del s. VII) y tambin del Gayo de

Verona, Bibl. Capitular XV (13), cdice en uncial del siglo V sobre el que setranscribieron en el siglo VIII las Epstolasde San Jernimo32. Caso extremo pare-

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31 Tambin algunas tragedias de Eurpides ya conservadas por otras vas tuvieron la fortuna deverse transmitidas por otro palimpsesto, pero mucho menos antiguo, ya que su escritura inferior datade los siglos X-XI: el Hierosolymitanus S. Sepulcri 36 de Jerusaln, sigla H en nuestros aparatos crticos(parcialmente conservado tambin en San Petersburgo, Rossijskaja Nacionalnaja Biblioteka, Gr. 261).

32 Descubierto por Niebuhr en 1816; ahora se conocen adems fragmentos conservados en dospapiros.


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ce haber sido el de Frontn (c. 100 - c. 166 d. C.), cuyo hado fue ciertamenteel palimpsesto, ya que slo subsiste en la parte inferior de tres de estos docu-mentos33. Naturalmente, no siempre se ocultan autores clsicos de primera mag-nitud bajo las escrituras medievales: con mayor modestia aparece por ejemploel texto fragmentario del analista Granio Liciniano en el ter scriptus Add. 17212,en uncial del siglo V (cf. Reynolds 1986: 180), o el texto potico de nuestro his-pano Merobaudes, del siglo V, editado por Niebuhr en 1823, en el palimpsestoSangallensis 908 (sus fragmentos a un sola columna por pgina se transmitenen la escritura inferior de cuatro bifolios palimpsestos, actuales pp. 255-262 y267-274, en uncial probablemente de Italia de los ss. V-VI; fue reescrito enItalia septentrional o Suiza c. 800, segn resume Bruzzone 1999: 71-74).

Pero, como es lgico, no es imprescindible que un palimpsesto sea codex

unicus para que se trate de un testigo importante. Baste mencionar el buenejemplo de Plauto, cuya tradicin directa ofrece dos recensiones antiguas(cf. Tarrant en Reynolds 1986: 303); la conocida como A la transmite tan sloel Ambros. G 82 sup., el ms extenso de los palimpsestos latinos conservados,con el texto plautino de las veintiuna piezas varronianas en una copia en capi-tales rsticas del siglo V (originaria, probablemente, de Italia), sobre el que unamano irlandesa escribi Reyes (Vulg.) en la segunda mitad del siglo VI, quiz enBobbio. Descubierto y explorado con reactivos por Mai, su edicin cost la vis-ta al sabio Studemund, empeado en su detallado estudio (quien con raznpudo escribir por ello, al frente de su edicin plautina, el catuliano ni te plusoculis meis amarem [14, 1]).

Desde el punto de vista crtico-textual, conviene realizar finalmente unareflexin general: cuando el palimpsesto es un unicus, es decir, transmite untexto slo conservado en l, su valor textual es mximo, insustituible. Pero estacircunstancia cambia sin duda cuando se trata de textos transmitidos de mane-ra convencional, es decir, a travs de varios cdices medievales que remontana un arquetipo tardoantiguo, reflejo a su vez de ediciones antiguas de mayor omenor autoridad. En este caso, el valor de los palimpsestos no parece ser siem-

pre determinante. Dicho de otro modo, el palimpsesto como ocurre en el casode los eclcticos papiros no es per segaranta de calidad textual alguna, cir-


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33 Se trata de los siguientes manuscritos: Vat. Pal. Lat. 24, ff. 46 y 53 (CLA I 72), Gratiarum actiopro Carthaginiensibus(bajo un Antiguo Testamento), siglos IV-V (publicado por Mai en 1823), Ambros. E147 sup. (en desastroso estado, a causa del empleo de reactivos por parte de Mai) + Vat. Lat. 5750 (CLAIII p. 19 + CLA I 27), Epistulae(script. sup.: Actas del Concilio de Calcedonia), de finales del sigloV, foliosreescritos en Bobbio en el siglo VII (edicin de Mai en 1815 y 1823, pese al inters mostrado en su dahacia el texto por parte de Niebuhr) yParis. Lat. 12161 (Bischoff descubri en 1956, en una peque-a seccin del mismo, el texto de las Epistulae; letra uncial del siglo VI, procedente probablemente

del sur de Francia y reescrito quiz en Corbie a finales del siglo VII o principios del VIII, con el textode San Jernimo y Genadio, De viris illustribus).


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cunstancia a la que puede haber contribuido decisivamente, en nuestra opinin,lo ya apuntado acerca del frecuente carcter perifrico de su procedencia. As,observaba Tarrant a propsito de Lucano (en Reynolds 1986: 216): The evi-

dence of the two substantial surviving fragments of ancient codices tends tobear out this conclusion: neither agrees consistently with any later manuscriptor group of manuscripts, and neither contains a certainly true reading not foundin at least one ninth- or tenth-century manuscript. En relacin con el texto delos discursos de Cicern, cf., asimismo, Rouse - Reeve en Reynolds 1986: 57:Four of the palimpsests are also extensive enough to be valuable witnesses ofthe text of speeches preserved in medieval manuscripts [Ambros. R 57 sup., Vat.Pal. Lat. 24, Taurin. D.IV.22 y Vat. Reg. Lat. 2077, todos ellos datables en elsiglo V]. Apart perhaps from the last [...], none of them can be associated withany family of medieval manuscripts that editors have defined. Cierto es, encualquier caso, que, al margen de su ambiguo valor textual, estos cdices anti-guos apenas conservados ya por desgracia nos son hoy preciosos, comomuestra el caso quiz ms eximio, el del tan raramente reescrito Virgilio.

Es mucho, en cualquier caso, lo que queda por estudiar en materia depalimpsestos, desde el punto de vista de su contribucin textual. No todos tie-nen la fortuna del excepcional palimpsesto de Arqumedes, probablemente elpalimpsesto griego ms famoso del mundo, hoy conservado en The Walters ArtMuseum de Baltimore (si bien uno de sus folios se custodia en Cambridge:

University Library, Add. 1879.23). Es tambin uno de los ms valiosos desde elpunto de vista textual, ya que nos transmite parte de la trascendental obra deeste famoso matemtico griego de Siracusa (287-212 a. C.), a veces en exclusivapara el original griego (caso, por ejemplo, del tratado Sobre los cuerpos flotantes,antes slo conocido en la versin latina medieval). La historia del manuscrito esbien conocida. La copia se realiz en el siglo X. Dos siglos ms tarde, sus foliosse emplearon quiz en Constantinopla para la transcripcin de una segundacopia, cuyo formato era la mitad del original y cuya escritura se realiz en per-pendicular a la primera. Tras circular, desde el siglo XII hasta el siglo XIX, entre

Constantinopla y Jerusaln, como libro para el culto religioso de rito griego, eltexto inferior el de Arqumedes fue descubierto a mediados del siglo XIX porTischendorf (1846) y editado, ya a principios del XX, por el dans Heiberg. Trasun perodo oscuro, en propiedad de un poseedor francs, los valiosos folios del

Arqumedes reaparecieron en 1998, en la subasta de Christies en Nueva York,donde se adjudicaron por algo ms de dos millones de dlares a un annimocomprador. El cdice se analiza en la actualidad, con todo detalle, y est depa-rando ya relevantes sorpresas sobre el muy maltrecho texto de este importanteautor griego, cuyas nuevas observaciones conocidas por ejemplo sobre el con-

cepto de infinito no dejan de sorprender a los cientficos (para una informacingeneral cf. www.pbs.org/wgbh/nova/archimedes/palimpsest.html). Sobre la tecno-

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loga empleada actualmente para el estudio de este texto remitimos a la recien-te contribucin informativa de Easton - Noel 2004.

6. EL PALIMPSESTO EN LA BIBLIOTECA: NUEVOS AVANCES EN EL PROCESO DE RECUPERACIN(DEL USO DE REACTIVOS A LA TECNOLOGA DIGITAL)

Tras los primeros testimonios conocidos sobre la materia y los primerosensayos del siglo XVII (magnficamente analizados en su conjunto por LoMonaco 1996, como la pionera incursin tras el precedente de Allacci de

Jean Boivin, en 1692, sobre el Paris. Gr. 9 de Efrn el Sirio), quien primerorepar con cierto inters cientfico en la existencia de palimpsestos fue Bernardde Montfaucon en su Palaeographia Graeca(Pars, 1708); tras l destacaron los

importantes trabajos de Knittel, en 1762, de Peyron, de Dold y de otros estu-diosos. No cabe duda, sin embargo, de que la Palimpsestforschung sueleasociarse con frecuencia al nombre del cardenal Angelo Mai, editor de algunosde los textos latinos ms importantes conservados en palimpsesto, a principiosdel siglo XX (en general cf. Timpanaro 1956). Angelo Mai se sirvi a menudodel uso de reactivos qumicos, especialmente de la tintura elaborada con nocedi galla, de bastante efectividad momentnea sobre tintas de base metlicapero que dej algunos de los manuscritos en un estado deplorable (algo queha ocurrido tambin por obra de otras manos, en otros mbitos y momentos).Como es natural, el uso de reactivos incluso de los menos nocivos, como losbasados en el amonio y el potasio puede considerarse ya proscrito en nues-tras bibliotecas (muy especialmente a raz de la condena oficial del procedi-miento promovida por Franz Ehrle, en la Conferencia de Saint Gall de 1898),cuya principal misin ha de ser, obviamente, la preservacin escrupulosa deestos valiosos documentos (cf. Arduini 2002).

Un paso fundamental en la investigacin de palimpsestos fue el que supusola utilizacin de la lmpara de rayos ultravioleta o lmpara de Wood, comofruto de los estudios sobre fluorescencia de R. Kgel y R. Wood. Su empleo

cmodo y a veces accesible en algunas grandes bibliotecas todava es, enmuchos casos, el que mejores resultados ofrece, sobre todo en combinacincon otras tcnicas.

En auxilio del estudioso de palimpsestos y de manuscritos de difcil legi-bilidad en general lleg tambin la tcnica fotogrfica (buen precedente esel de Henri Omont entre 1887 y 1892, sobre manuscritos de la BibliotecaNacional de Pars), como ya lo hiciera en el caso de otros tipos de documentos querequieren similar apoyo para su lectura (caso de los procedentes de Qumran, o delos carbonizados papiros de Herculano, hoy analizados gracias al llamado Proyecto

Filodemo, con frutos que empiezan a ser evidentes: cf. por ejemplo www.hercula-neum.ox.ac.uk, www.humnet.ucla.edu/humnet/classics/philodemus/philhome.htm).


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Paralelamente, se ha ido perfeccionando el servicio que las nuevas tecnologasen imagen prestan, sobre todo en el campo de la digitalizacin multiespectral,tras algunos ensayos tecnolgicos precedentes (cf. Fossier - Irigoin [eds.] 1990),al estudioso de palimpsestos. Gracias a su sofisticada captura de imgenes, delultravioleta al infrarrojo, estos procedimientos ofrecen hoy al fillogo abundan-te informacin no susceptible de obtenerse a simple vista, y siempre, natural-mente, sin riesgo alguno para el documento.

Tanto el sistema de digitalizacin creado bajo la direccin de D. Broia porFotoscientifica de Parma, RE.CO.RD34, instalado ya en varias decenas de gran-des bibliotecas italianas35, como el sistema de digitalizacin creado por ForthPhotonics (Atenas-Creta) bajo la direccin de K. Balas, MuSIS HS (que permi-te la obtencin de treinta y dos bandas entre los 370 y los 1.000 nanmetros yde una entre los 1.000 y los 1.550, con definicin espectral pxel a pxel), estnobteniendo magnficos resultados, incluso en los casos ms difciles de resolvertcnicamente y que requeriran un software ms especfico y potente: aquellosejemplos en los que escritura inferior y escritura superior se superponen total-mente, de modo que la primera escritura y ms antigua apenas persiste cuandose procede a la eliminacin automtica de la segunda36.

7. NUEVOS HALLAZGOS Y NUEVAS PERSPECTIVAS EN EL ESTUDIO DE PALIMPSESTOS GRIEGOS YLATINOS

No cabe duda de que una de las dimensiones ms apasionantes de la inves-tigacin de palimpsestos (en comn con la papirologa, por ejemplo) es la refe-rente a nuevos hallazgos. Entre los realizados en el marco de Rinascimento vir-tuale Digitale Palimpsestforschung cabra destacar, por ejemplo, el delcontenido en el manuscrito Cassaforte 1.8 de la Civica Biblioteca Angelo Maide Brgamo (ya reseado por Lo Monaco 2004b, quien ha identificado en laescritura inferior de dicho cdice un comentario al texto griego de los Aforismosde Hipcrates probablemente dependiente del de Esteban de Atenas [c. 600 d.C.], copiado quiz en la primera mitad del s. XIy que subyace a un comenta-rio In Isagogen Porphyriide Boecio copiado en el s. XII).

Cabe destacar asimismo la importante labor realizada desde equipos comoel de Pasini en la Ambrosiana (cf. Pasini 2004 y Magrini - Pasini 2005) o el de

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34 Cf. por ejemplo Broia - Faraggiana di Sarzana 1999.35 Paralelamente, Fotoscientifica sigue experimentando con su modelo ms sofisticado y an no

comercializado, por ejemplo durante el reciente estudio in situdel Vindob. Hist. Gr. 10.36 Fuera ya del entorno europeo citaramos, por ejemplo, los interesantes trabajos a que se hace

referencia en Ascencioet al

. (1999).


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Kresten en Viena (cf. www.oeaw.ac.at/byzanz/bpal01.htm, donde se da cuentadel trabajo realizado sobre una veintena de pergaminos y varios papiros de laBiblioteca Nacional de Austria, investigacin que ha permitido la identificacinde 68 cdices palimpsestados, de cronologa situada entre el s. VI y el XII,as como del hallazgo de interesantes testimonios de contenido jurdico, entreotros, como el del Florilegium Basilicorumde Viena recientemente descubiertoen la escritura inferior de 23 folios copiados a mediados del s. XI del Cod.Hist. Gr. 1037, descubrimiento reseado en Gruskov 2004, o como el realizadoen los 48 folios palimpsestos del Suppl. Gr. 200, cdice de posible origen cons-tantinopolitano con restos de un manuscrito en minscula de principios del s.

XI con el texto de los Basilica)38.

Al margen de Rinascimento virtuale Digitale Palimpsestforschung tambinse han producido otros descubrimientos, que slo cabe calificar ya con ciertaperspectiva de extraordinarios. Hace slo unos aos descubra Augusto Guidaun pasaje del Prognosticum de Hipcrates, en la escritura inferior datable enel s. X del f. 193 del Laurentianus 5, 18 (cf. Escobar 2005: 449-450); el frag-mento ha sido recientemente analizado desde el punto de vista textual y se harevelado como aclarador testimonio del hasta ahora inexplicado valor de uncdice recentior del siglo XV. Como era de esperar, continan las investigacio-nes en torno al redescubierto Arqumedes actualmente conservado en The

Walters Art Museum de Baltimore, que, bajo la direccin filolgica de N. G.Wilson, culminarn en una prxima edicin de este relevante texto; cabe rese-

ar que entre sus folios se ha descubierto recientemente un extenso fragmentoresto de un discurso hasta ahora desconocido del clebre orador Hiprides,en curso de estudio por parte de N. G. Wilson y N. Tchernetska. El descubri-miento tambin nos informa sobre la pervivencia de este autor en un momen-to de la Alta Edad Media en el que considerbamos su obra como ya perdida.

Hace slo dos aos se produca igualmente uno de los ms grandes descu-brimientos recientes, cuando Francesco DAiuto (Universit di Roma Tor Vergata)localizaba en un par de bifolios del Vat. Sir. 623 textos de comedia griega, ansin identificar en parte (cf. DAiuto 2003). El importante hallazgo, que aparecer

editado prximamente en la serie Studi e testi de la Biblioteca ApostlicaVaticana, refleja sin duda la extraordinaria aportacin que puede representartodava hoy la Palimpsestforschung para la recuperacin de la literatura anti-gua. Se trata de un manuscrito palimpsesto de finales del siglo IX, con textosascticos y hagiogrficos en siriaco. Segn el estudio realizado por DAiuto, el


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37 Cdice ya famoso por transmitir, en la scriptio inferior de diez de sus folios, la Kaqolikh;prosw/diva del gramtico Elio Herodiano.

38 Bajo la direccin de Otto Kresten se trabaja asimismo sobre el Athous Vatop. 1003 (ff. 72-135),De cerimoniis, con scriptio inferiordel tercio final del siglo X.


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manuscrito es bis rescriptus en dos de sus bifolios actuales, y muestra comoescritura ms antigua una diminuta mayscula bblica de principios del siglo IVd. C. El texto de uno de los bifolios contiene algo menos de 200 versos delDscolo del cmico Menandro (comedia que ya era conocida en su casi integri-dad gracias al papiro Bodmer IV editado en 1958); los 196 trmetros del otro bifo-lio (211 + 218) transmiten un texto de comedia nueva todava indito, proba-blemente tambin de Menandro. El originario cdice podra haber contenido, enaproximadamente 500 folios, el centenar de comedias de Menandro en su inte-gridad: un singular producto librario que nos informa sobre las posibilidadesmateriales del libro antiguo39 y que transmite la obra de un autor cuyos textoscreamos ya perdidos enteramente en la poca de reutilizacin del cdice (ss.

VII-VIII, en zona siro-palestina). La escritura intermedia de sendos bifolios ss. VII-VIII transmite fragmentos de Nemesio de mesa (c. 400 d. C.), De natura homi-

nis, y constituye el ms antiguo testimonio de este tratado.A pesar de lo mucho conseguido a veces, simplemente emprendido duran-

te estos pocos aos de actividad intensa y concentrada, es an muchsimo lo quetodava queda por hacer en este difcil campo y que como perspectiva razona-ble en un panorama europeo de cierta estabilidad y cierta lgica debera abor-darse con decisin en un futuro prximo. Todava no puede darse por concluidala fase heurstica, tanto en el mbito de los palimpsestos griegos como en el delos latinos y orientales, y los hallazgos continuarn producindose sin pausa,siempre en la medida en que Europa sea capaz de rescatar el estudio riguroso de

su patrimonio bibliogrfico ms antiguo y, a veces, valioso, aportando los recur-sos necesarios y no impidiendo fundamentalmente a travs de sus sistemas edu-cativos, tan saudos en la actualidad la formacin de nuevas promociones defillogos y bibliotecarios competentes. Esta base formativa es la nica que podrpermitir una digitalizacin vlida desde el punto de vista cientfico de este tipode fondos, los cuales a pesar de lo relativamente poco que tal accin costara,emprendida de manera sistemtica y en cooperacin siguen hoy expuestos, enmuchos casos, a una multitud de azares y riesgos para su simple conservacin40.

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39 A la luz de este hallazgo debe revisarse tambin, entendemos, nuestra lectura de los epigramas183-196 de los Apophoreta de Marcial, en los que se hace referencia (184) a un cdice de pergaminocon la Iliaday la Odisea (en griego, entendemos), a otro con la integridad del corpus virgiliano (186;cf. Leary 1996: 251) y a otro con los quince libros de las Metamorfosis ovidianas (192); no cabe espe-cular sobre el tamao y contenido de los cdices anunciados en 188 (Cicern; a single work is mostlikely, segn Leary 1996: 252-253) o 190 (Livio, donde probablemente no se aluda a un eptome, sinoms bien segn creemos verosmil a la obra completa, en ms de un cdice).

40 Destacaramos Poirier - Lepetit 2004; la exposicin en red The new world of old palimpsests (Lon-

dres, Zaragoza, Atenas, Roma y Viena) puede visitarse todava parcialmente, a la fecha de redaccin deestas lneas, a travs de www.bml.firenze.sbn.it/rinascimentovirtuale.


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* Si pubblica in questa sede, senza sostanziali modifiche, il testo della relazione da me tenuta inoccasione del Convegno Internazionale Palimpsesto: historia cultural y significado literario, Universidadde Zaragoza, 21-23 octubre 2002. La parte relativa ai palinsesti di Grottaferrata ripresa sostanzialmentedal mio libro I palinsesti di Grottaferrata. Studio codicologico e paleografico, I-II, Cassino 1990 (dora inpoi citato Crisci 1990). Per quanto riguarda invece le pratiche di riscrittura nel mondo antico, cui dedi-cata la prima parte di questo intervento, si rinvia, per una trattazione pi ampia e approfondita, a Crisci2004, in corso di stampa; una comunicazione sullo stesso argomento stata da me tenuta in occasione

del Convegno Internazionale Libri palinsesti greci: conservazione, restauro digitale, studio (Monte PorzioCatone 21-24 aprile 2004), i cui atti, pubblicati a cura di Santo Luc, sono in corso di stampa.

CODICES GRAECI RESCRIPTI FRA ANTICHIT

E MEDIOEVO BIZANTINO. IL CASO DEI PALINSESTIDI GROTTAFERRATA*

EDOARDO CRISCI

Universit degli Studi di Cassino

Facolt di Lettere e Filosofia

Resumen: Se comienza por algunas consideraciones de carcter general, lla-mando la atencin sobre el hecho de que el principal inters de la investigacinsobre manuscritos palimpsestos durante los siglos XIXy XX fue, en conjunto, decarcter filolgico-textual; a ste se ha sumado ms recientemente el surgido delnotable desarrollo de la paleografa y la codicologa, al comenzar a estudiarse elmanuscrito como fuente de informacin sobre el texto que transmite pero tambin

sobre muy diversos procesos materiales y culturales implicados en su confeccin.En lo referente a poca antigua, se alude a los escasos manuscritos en for-

mato volumen o rollo (ocho en total) que, datables entre el siglo III a. C. y el IId. C., han podido localizarse hasta el momento. Se trata de manuscritos de usoprctico e instrumental, en cursiva o en caligrafa apenas formal, elaborados siem-pre como un producto librario de segunda categora. Con la imposicin del cdi-ce entre el siglo IIy el IVd. C., el proceso de reutilizacin de folios ya escritos seincrementa. Apenas se han conservado codices rescripti de papiro, como materiamenos resistente que el pergamino, por naturaleza, para una eficaz eliminacin dela escritura preexistente. Los ejemplos van del siglo IV al VI-VIIy se trata de librosde gran modestia y de contenido sacro (slo excepcionalmente de contenido pro-fano), para el uso privado.

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En cuanto a las causas que determinaron el proceso de la reescritura, se insis-te, tras el precedente de Lowe, en la frecuente motivacin puramente econmica(como consecuencia de la escasez de material escriptorio), en la grfico-codico-lgica (por tratarse de productos librarios ya anticuados en el momento de su eli-

minacin) y en la referente a la seleccin de contenidos. Se destaca asimismo laimportancia de otro elemento claro: la marginalidad del fenmeno, tanto por sucarcter perifrico desde el punto de vista geogrfico como por su marginalidadcultural, ambos factores entendidos como sntomas de crisis del elemento grie-go en el seno de otras culturas dominantes.

Un caso particularmente estudiado es el de los palimpsestos de origen italo-griego (Sur de Italia), destacndose la amplia presencia de codices rescriptia par-tir sobre todo del siglo XIII. Se llama la atencin sobre el importante centro deproduccin de palimpsestos que fue Terra dOtranto entre los siglos XIII y XIV,

fenmeno que cabe entender como una ltima reafirmacin del griego en lazona mencionada. Destacan muy particularmente los sesenta palimpsestos apro-ximadamente de la abada griega de Grottaferrata, analizados en su da con deta-lle por el autor. Ms de la mitad de ellos son datables en el siglo XIII; menos deun cuarto se inscriben en el XII; el resto se sita en el siglo XV, a excepcin deuno datado en 1504. Son manuscritos de pequea dimensin y pensados para unuso personal generalmente: ofrecen pergamino de mala calidad y muy variadastcnicas de elaboracin, siempre rudimentarias y que procuraban la mayor eco-noma de recursos posible (aunque a veces se proceda, por ejemplo, a elaboraruna manufactura de formato distinto). Rara vez se recurri a los folios de un solo

cdice anterior; hasta ocho se utilizaron en ocasiones, entre dos y cuatro por logeneral. Todo ello invita a considerar la posibilidad de un apilamiento de folioso membranae antiquiores para uso diverso y sin ordenacin alguna, de distintoorigen, cronologa, formato y calidad.

En cuanto al contenido, los codici-contenitori se muestran ligados sobre todoal mbito religioso (leccionarios, eucologios, libros litrgicos, himnogrficos, etc.),de entornos eclesisticos y monsticos, si bien hay ejemplos con textos superio-res de contenido profano (e inferiores de tipo litrgico), que pudieron circularpor ambientes laicos. Fueron manuscritos litrgicos la mitad aproximadamente delos antiquiores reutilizados, casi todos en minscula que va de la segunda mitad

del siglo X a la primera del XII. Hay ejemplos de mayscula (sobre todo ojivalinclinada), datable entre el siglo VIIIy la primera mitad del X. Tambin se emple-aron cdices hagiogrficos y homilticos, algunos en mayscula del siglo IXy deformato medio-grande. Menos numerosos, pero de cierta antigedad, son los deobras patrsticas, teolgicas o ascticas, siempre en mayscula. En minscula seofreca un amplio corpus de obras de (o relativas a) S. Teodoro Estudita.

Mencin aparte merecen los dos cdices de originario contenido profano,ambos en mayscula: el primero es un manuscrito de Estrabn de finales delsiglo V, reutilizado por primera vez en el siglo VII (o, ms probablemente, en la

primera mitad del s. VIII) para transcribir un Nomocanon en cursiva, y ms tarde,en el siglo X, para copiar en minscula en as de pique un Pentateuco (Vat. Gr.

EDOARDO CRISCI

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2306 y Crypt. A.d.XXIII) y una coleccin de homilas de Gregorio Naziancenocon los escolios de Nono (Vat. Gr. 2061). El otro manuscrito, Z.a.XXIV (d) [=Z.a.XXXIV], es de claro origen oriental y transmite fragmentos de la Cronografade Juan Malalas. Mucho ms reciente es el Crypt. B.a.XVII (a) [= Z.a.XXXVIII],con fragmentos de la Crnica de Simn el Logoteta, en minscula de pleno sigloXII, quiz de origen siciliano.

Prima di affrontare largomento specifico di questa relazione vale a dire, icodices rescripti conservati nella biblioteca dell Abbazia greca di Grottaferrata

vorrei formulare alcune considerazioni pi generali di natura sia metodologica,sia storica sul fenomeno dei palinsesti nel mondo antico e medievale.

Le indagini sui codices rescripti sono state a lungo condizionate e potrei

aggiungere limitate da interessi prevalentemente filologico-testuali. Quanti, fra800 e 900, si dedicarono alla ricerca e allo studio dei palinsesti erano per lopi mossi dallesigenza di recuperare i testi antichi, talora non altrimenti con-servati (si pensi al De Republica ciceroniano, recuperato da Angelo Mai in uncodice della Biblioteca Vaticana1), talora espressione di stadi pi antichi dellatradizione manoscritta. E stato necessario che il mutamento di prospettiveindotto dal progresso di discipline quali la paleografia e la codicologia sugge-risse modi nuovi e diversi di considerare i manoscritti, perch il fenomeno deipalinsesti suscitasse un rinnovato interesse negli studiosi, a prescindere dalla

rarit dei testi in es

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Origen y Evolución del Palimpsesto Grecolatino