Origen y Gestas de los Godos - Jordanes.pdf

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Annotation

Origen y gestas de los godoconstituye el primer intento conocido dcrear una historia nacional de un puebl

europeo elaborado de modo conscienteEl cambio operado en la obra dJordanes con respecto a la historiografiromana tradicional es notable. Es l

primera vez que Roma y su Imperio nocupan el papel protagonista y el eje dos acontecimientos, sino que s

convierten en parte marginal del relaten funcion de la historia goda.


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Origen y gestas de los

godosEdicin de Jos Mara Snchez Martn

Traduccin de Jos Mara Snchez

MartnCTEDRALETRAS UNIVERSALES

Titulo original de la obra:De origine actibusque Getarum

Diseo de cubierta: Diego Lara

Reservados todos los


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derechos El contenido de estaobra esta protegido por laLey, que establece penas de

prisin y/o multas, adems delas correspondientesindemnizaciones por daos yperjuicios, para quienesreprodujeren, plagiarendistribuyeren o comunicarenpblicamente, en todo o en

parte, una obra literariaartstica o cientfica, o sutransformacin, interpretacino ejecucin artstica fijada en

cualquier tipo de soporte ocomunicada a travs decualquier medio, sin lapreceptiva autorizacin.


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Ediciones Ctedra (Grupo Anaya, SA), 2001

Juan Ignacio Luca de Tena, 15 28027MadridDeposito legal M 6132 2001

ISBN: 84 376 1887 8

Printed in SpainImpreso en Fernndez Ciudad, S LCatalina Surez, 19 28007 Madrid


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INTRODUCCIN

Para Tinnque aprendi por m los reyes godo

El autor: perfibiogrfico de Jordanes*

La figura de Jordanes se ha vistrodeada siempre de una intensa nebulosque hace difcil trazar un perfibiogrfico definido sobre est

personaje. Los escasos datos quposeemos sobre nuestro autor debemoextraerlos de detalles concretos qusalpican su propia obra y que so

susceptibles de ser interpretados d


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diversas formas.Comenzando por su propio nombre

as primeras ediciones impresas de su

obras nos ofrecen las formasJornandesordan(n)is oJordanus1. Est

diversidad onomstica encuentra s

explicacin en las distintas varianteortogrficas que presentan lomanuscritos que transmiten su obra. Loeditores modernos, a partir de Theodo

Mommsen, se han decantadmayoritariamente por la formaJordanelat.Iordanes) que se encuentra en l

familia de manuscritos ms autorizada

en la mayor parte de la tradiciiteraria medieval. No han faltado, n

obstante, quienes han optad

decididamente por la forma tradiciona


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ornandes y han tratado de justificarlcon variados argumentos2.

El segundo problema que h

planteado tradicionalmente a loestudiosos la figura de Jordanes es el dsus ascendentes familiares y su patria d

origen. En un pasaje de su obra afirmque su abuelo Paria fue secretarinotarius) de un caudillo alano llamad

Candac, que su padre se llamab

Alanoviamut, y que l mismo ocupambin ms tarde el puesto dsecretario de un tal Guntigis, jefe militade origen ostrogodo, antes de s

conversin3.A partir de estas afirmaciones d

Jordanes algunos investigadores se ha

esforzado en negar su supuesto orige


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godo y han preferido considerarlo destirpe alana4. El nombre de su padre a funcin administrativa ejercida po

os miembros de su familia y por mismo parecen orientarnos en principien este sentido. A esto hay que aadir e

ratamiento de favor que recibe epueblo alano a lo largo de toda la obrde Jordanes. Sin embargo, nada impidque perteneciera a una familia de orige

godo y que sta se hubiera incorporada estas funciones notariales despus da ocupacin de los territorios de MesiEscitia Menor por parte de los alano

despus de la cada de Atila en el 454A esto parecen apuntar tambin otraafirmaciones de Jordanes, como la qu

en el eplogo de suHistoria God


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pretende defender su objetividad en lexposicin de los hechos narrados frenta los que pudieran sospechar que h

alterado su contenido para favorecer apueblo godo del que procede5.

Aunque ningn dato concret

permite conocer su ao de nacimientohemos de suponerlo ya adulto cuandentra al servicio del caudillo militaBaza (sobrenombre de Guntigis)

Sabemos que este jefe alano intervino ea campaa italiana llevada a cabo poel general bizantino Belisario entre loaos 538 y 540 y que particip en lo

asedios de Roma y Ravena. El excelentconocimiento de esta ltima ciudamanifestado por Jordanes en su

descripciones6

podra ser un indicio d


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a presencia de nuestro autor en estcampaa al servicio de Guntigis.

Poco despus de esta fecha debi

de tener lugar su conversin, ya quantes de sta nos confiesa que eragrammatus7, es decir, desconocedo

de la cultura escolar y de las grandeobras literarias de la Antigedad. Senemos en cuenta que unos aos marde (hacia el 550), cuando emprend

a redaccin de sus Getica, confieshaber ledo ya un buen nmero dautores, tanto griegos como latinoshemos de admitir necesariamente u

perodo intermedio de formacin. Ahorbien, esta conversin es una de lacuestiones ms espinosas y polmica

que plantea la biografa de Jordanes. L


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ambigedad de este trmino y lausencia de otras alusiones en otrougares de su obra ha suscitado u

controvertido debate entre loestudiosos.

Para algunos podra tratarssimplemente de una conversin depaganismo o del arrianismo acatolicismo, como era frecuente en loambientes gticos contemporneos. Par

otros se trata de una conversiespiritual y personal ms profunda quo habra llevado a abandonar su estad

seglar y a abrazar la vida monacal8. S

feroz condena de la perfidia arrianaen algunos pasajes de su obra biepodra haber sido fruto de su fervoros

exaltacin de nuevo converso9

. Pero s


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se tratara simplemente de la abjuracide su antiguo credo arriano, nada lhabra impedido continuar al frente d

su anterior cargo de notario de Candac de sus atribuciones como funcionaripblico. Por el contrario, su nuevactitud y cambio radical de vida pareceresponder ms bien a motivaciones dndole espiritual. Hasta el punto de qu

algunos estudiosos, como B. Luiselli10

legan a considerar que fue en Vivarioel gran centro monstico y culturafundado por Casiodoro en el 539, dondhabra profesado como novicio

adquirido su vasta cultura literaria. Marde habra abandonado este monasteripara convertirse en obispo de Crotona

en Calabria11

.


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El argumento de mayor peso quparece avalar esta teora es su relacicon el papa Vigilio, pontfice romano

exiliado en Constantinopla por orden dJustiniano desde el 547 al 554Jordanes, ya con rango episcopal, lhabra seguido hasta aquella ciudad, y eall donde habra escrito sus obras12

Esta relacin de cercana con el papVigilio se fundamenta en un escrito de

pontfice del ao 551 en el que smenciona a unIordanis episcopuCrotoniensis13 y, sobre todo, en eprlogo de la otra obra de Jordanes quse nos ha conservado,De summemporumoHistoria romana, en el qu

dedica esta obra a cierto Vigiliu

nobilissimus et magnificus frater14

, e


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quien se ha querido ver la persona depontfice. Sin embargo, son muchos loestudiosos sobre todo de la escuel

alemana que no se muestrapartidarios de tal identificacin15. Parellos, el Vigiliusdel prlogo jordanian

es, sin duda, un laico, probablemente uamigo, a juzgar por el tratamiento que lotorga nuestro autor (un simplfrater), que cuadra muy poco con tod

a serie de frmulas estereotipadas duso comn en todos los escritos de lpoca dirigidos a este tipo ddignidades eclesisticas. Por otro lado

a exhortacin de Jordanes a Vigilio a lconversin y abandono del mundo ejemplo suyo no parece la m

apropiada para un superior jerrquico


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sino ms bien para un amigoprobablemente seglar como elfrateCastaliusa quien dedica sus Getica. E

odo caso, godo o alano, religioso seglar, obispo o simple monje, lo nicoque parece medianamente claro en todeste mar de dudas es que nuestro autose hallaba a mediados del siglo VI eConstantinopla16, muy prximo a loambientes cortesanos del emperado

Justiniano, de los que se revela bueconocedor a lo largo de toda su obra.

La produccin literariade Jordanes

Tan slo se nos han conservado do

obras, ambas de carcter histrico


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atribuidas a Jordanes. La primera dellas, conocida comnmente com

omana17, es en realidad un compendi

de la historia universal que se puedencuadrar en un gnero mixto a caballentre el del breviario o eptome y e

gnero historiogrfico de la crnicaEstos gneros contaban ya en poca deautor con notables precedentes en embito de las literaturas latina

bizantina tardas, como Eusebio dCesrea, Jernimo, Prspero dAquitania o Idacio entre los cronistas Eutropio o Floro entre los epitomadores

En esta lnea, la obra de Jordanes, cuytulo completo esDe summa temporum

uel de origine actibusque genti

omanorum(Compendio de los tiempo


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origen y gestas de los romanos), sconcibe como un resumen de la historide la Humanidad desde los orgenes de

mundo hasta la poca del emperadoJustiniano.

En el prlogo de esta obradedicada a Vigilio, Jordanes sitconscientemente al Imperio Romancomo remate y culminacin de lCreacin y de las distintas edade

bblicas del mundo anunciadas por eprofeta Daniel18. De acuerdo con estconcepcin cerrada de la Historia, euna primera parte ( 1-84) se relata d

forma sucinta la sucesin de patriarcahebreos, reyes asirios, medos y persasegipcios y griegos, hasta la fundacin d

Roma; la segunda parte de la obra (


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85-250) se extiende hasta la poca dAugusto y la tercera ( 250-388) sconcentra con mayor profundidad en l

historia del Imperio Romano hasta losucesos contemporneos a la poca dJustiniano. En la narracin Jordaneadopta los esquemas tradicionales de lcronstica, siguiendo muy de cerca lCrnica de Jernimo y el Cronicn dMarcelino Comes. Sin embargo, est

istoria Romanade Jordanes constituyun documento de extraordinario interpara conocer la mentalidad bizantina su visin de la historia romana en l

nueva coyuntura poltica quatravesaban los territorios occidentaledesde la perspectiva del Imperio d

Oriente

19

.


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Ms original e interesante resulta lsegunda obra de Jordanes, suHistori

oda, objeto de la presente traduccin,

cuyas circunstancias de composicin contenido dedicamos captulo aparte.


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Los Getica

Ttulo, fecha y lugar decomposicin

LA segunda obra de Jordanes lleva potuloDe origine actibusque Getarumcuya traduccin literal es Origen hazaas de los getas. Como sobservar, en la portada de nuestra obraas como en el ttulo de la traduccique sigue a esta introduccin, hemo

reemplazado el trmino getas pogodos, aunque en realidad se trata ddos pueblos distintos tanto histriccomo cronolgicamente. Est

circunstancia merece una explicacin. E


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caso es que en toda la obra de JordaneGothi y Getae se utilizan comsinnimos e incluso es este ltim

vocablo el que se ha impuestradicionalmente para denominar sistoria goda, a la que se conoc

habitualmente como Getica.Lo cierto es que los getas fuero

uno de los pueblos tracios asentadoradicionalmente en los territorios de l

Dacia (actual Rumania) que gozaron duna merecida reputacin entre loescritores grecolatinos de la Antigedadpor su bravura y su arrojo guerrero. A

partir del siglo III d.C. fuerofusionndose paulatinamente con locontingentes de godos que se asentaroen los territorios dacios y comenzaron


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ser asimilados a stos. La confusientre godos y getas se encuentra ya eas obras de historiadores latinos tardo

como Orosio y Eutropio o en poetacomo Claudiano. En el caso de Jordaneparece ser que sus motivaciones parrealizar esta asimilacin no estbasadas en el mero desconocimiento da distincin entre ambos pueblos, sin

que parecen responder a motivacione

ms complejas orientadas a atribuir os godos una mayor notoriedadacrecentando an ms su gloria con lbien merecida reputacin que rodeaba

getas y escitas20.En cuanto a la fecha d

composicin de nuestra obra, alguno

datos indirectos suministrados por e


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autor, as como sus referencias sucesos contemporneos, nos puedeayudar a establecerla con bastant

exactitud:En primer lugar, en el prlogo d

a obra nos indica que abandonprovisionalmente la elaboracin de sotra obra, losRomana, para entregarse a redaccin de los Getica21. Sabemoambin por indicacin suya que s

hallaba escribiendo losRomana iuicensimo quarto anno Iustinianmperatoris22, es decir, entre el uno d

abril del ao 550 y el 31 de marzo de551, con lo cual esta fecha puede seconsiderada como trminopost quempara la redaccin de los Getica.

Un segundo dato que se ha d


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ener en cuenta es la plaga que arrasConstantinopla nueve aos antes de lcomposicin de la obra, seg

estimonio explcito de Jordanes, y de lque sabemos con certeza que tuvo lugaen octubre del ao 54223.

En la parte de su obra dedicada la monarqua visigtica, Jordanes srefiere a Agila como monarca reinanten el momento en el que l escribe s

obra, y menciona la sublevacin dAtanagildo, que tuvo lugar tambin en eao 55124.

Por ltimo, en los Getica smenciona tambin en varias ocasiones ematrimonio del patricio Germanofamiliar de Justiniano, con la princes

Matesuenta y el nacimiento de su hij


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postumo acaecido en la primavera de55125.

Sin embargo, no se encuentra en lo

Getica alusin alguna a sucesoposteriores a este ao 551, como lderrota del ejrcito gpida ante lo

ongobardos a comienzos del 552nformacin que s aparece recogida ecambio en susRomana26. Todo estohace, pues, pensar que la composici

de los Geticatuvo lugar en el transcursde este ao 551 y que ms tardJordanes complet susRomana, cuyredaccin haba interrumpidoncorporando en esta ltima obra lo

sucesos posteriores a la culminacin dos Getica27.

El nico problema que plantea est


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fecha del 551 segn la argumentacique acabamos de presentar es que en eprefacio de losRomana Jordane

nforma a Vigilio de que haba editadosus Getica, dedicados a su comn amigCastalio, haca ya bastante tiempo (iamdudum), lo que no pareccorresponderse en absoluto con unredaccin casi simultnea de ambaobras28.

Por lo que respecta al lugar dcomposicin, la vieja teora dMommsen, segn la cual Jordanehabra escrito los Getica mientra

resida en las provincias de EscitiMenor o Mesia, de donde seroriginario, y ms concretamente en un

ciudad como Tomi o Marcianpolis, h


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contado con la desaprobacin casunnime de la crtica moderna29. Shiptesis se basaba sobre todo en e

predominio en la obra de Jordanes dreferencias a estas provincias corelacin a otras, lo que le induca

pensar que esta familiaridad del autocon estos territorios era sntomsuficiente para considerarlas su patride origen30. Sin embargo, numeroso

ndicios concretos de ndole diversacomo el tono general filobizantino de lobra, sus fuentes literarias y su mismntencionalidad poltica evidencian qu

fue redactada en Constantinopla31.Adems, en el prlogo mismo de l

obra, Jordanes se dirige a su amig

Castalio rogndole que aada o corrij


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os detalles que crea conveniente, ya qul est ms prximo al pueblo godo32

Esta afirmacin carecera totalmente d

sentido si Jordanes se hallase en ecentro mismo de la Gothia, como querMommsen, y s resulta, en cambio, mu

congruente con alguien que vive poentonces en la lejana Constantinopla no puede por ello estar al tanto de todoos pormenores de la historia goda m

reciente. Por otro lado, el bueconocimiento de los territorios dTracia y Mesia del que hace galJordanes no tiene por qu resultamo

extrao si tenemos en cuenta srayectoria anterior como secretario d

un caudillo militar alano que desarroll

su actividad en esas provincias, si


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descartar tampoco la posibilidad de qusu familia fuese oriunda de esas tierras.

Los Getica deJordanes y la Historia delos godos de Casiodoro

Una de las cuestiones mcontrovertidas y que afectdecisivamente a la composicin de loGeticaes su relacin con laHistoria d

os godos de Casiodoro. En el prlogde los Getica, Jordanes presenta shistoria goda como una mercompilacin de la obra homnima d

Casiodoro, al que denomina eSenador:


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[...] suades ut, nostrisuerbis, duodecim Senatorisuolumina de origine

actibusque Getarum, ah olimet usque nunc per

generationes regesquedescendentem in uno et hoc

paruo libello coartem33.

El hecho de que estaHistoriGothorum casiodoriana no se nos hayconservado ha provocado el surgimientde distintas teoras, la mayor parte d

as veces encontradas, sobre la supuestrelacin entre ambas composicionesPara resumir lo esencial del debatdiremos que un amplio sector de l


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crtica tradicional, con Mommsen a lcabeza, considera a Jordanes como umero epitomador de la obra perdida d

Casiodoro, sin ningn espritu crtico como mero reflejo del pensamiento dCasiodoro34, mientras que otro

estudiosos tienden a conceder ciertautonoma a la obra de Jordanes y dotarla de identidad propia y de unotable grado de originalidad. En lnea

generales estas dos posturas vienen coincidir respectivamente con laopiniones de las escuelas histricofilolgicas alemana e italiana35.

Aunque no hay argumentodefinitivos que nos hagan decantarnopor ninguna de las dos hiptesis, dada l

ausencia del modelo original que no


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permitira realizar una comparaciobjetiva, el estudio de los contextohistricos y culturales en los que s

desenvolvieron ambos autores puedluminarnos bastante a la hora d

establecer una opinin al respecto.Flavio Magno Aurelio Casiodoro

485- ca. 578 d.C.) escribi los docibros de suHistoria Gticaen torno os aos 519-33 a peticin d

Teodorico, rey ostrogodo de Italia desdel 493 al 52636. Particip activamenten la poltica de su tiempo al servicio dTeodorico y concibi esta obra como un

nstrumento de propaganda ostrogoda fin de conciliar los intereses de lminora dominante de raza goda

religin arriana con los de la mayora d


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a poblacin romana de religin catlicsometida a su dominacin. Lodestinatarios de una obra de esta

caractersticas eran sin duda lomiembros de la aristocracia romanradicional, a la que Casiodoro mism

perteneca, ante los que era necesarimostrar una imagen positiva de lonuevos gobernantes godos y de spasado glorioso con el fin de promove

una concordia o al menos uncoexistencia pacfica que garantizara ubuen desarrollo de las relaciones entrellos y un nuevo florecimiento de l

decada Italia37. Esta poltica dreconciliacin produjo en un principibuenos frutos, de los que son testimoni

destacadas figuras como Boecio


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Enodio; pero ms tarde, con eafianzamiento del poder bizantino, sprodujo la ocupacin de Italia por part

de las tropas de Justiniano al mando dsu general Belisario y la derrota dVitigis, el ltimo de los sucesoreostrogodos de Teodorico en ItaliaCasiodoro pas entonces cuatro aos eConstantinopla (549-553) y ms tarde sretir a su fundacin de Vivario, dond

continu su actividad literaria hasta smuerte.Habra sido, por tanto, durante s

estancia en Constantinopla cuando s

habra producido el contacto entrCasiodoro y Jordanes hacia el 550 donde Jordanes habra conocido l

istoria Gtica de Casiodoro, a parti


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de la cual habra redactado sus GeticaAlgunos estudiosos van ms lejos afirman que lleg a producirse un

verdadera colaboracin entre amboautores y que por tanto deberamohablar de autora compartida

ncluso de coautora de la obra

38

. Esthiptesis se funda en el hecho de que eos Geticade Jordanes se narran mucho

acontecimientos acaecidos en el perod

posterior a la terminacin de laHistoride Casiodoro, que, por consiguiente, nhabran podido ser resumidos emodo alguno por Jordanes. Est

mplicara, pues, que el mismCasiodoro habra completado s

istoria hasta el 550 o 551 durante s

estancia en Constantinopla y que habr


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sido esta segunda versin de su obra lque result objeto de compilacin poparte de Jordanes como instrument

propagandstico, esta vez a favor dJustiniano, ante sus nuevos sbditos dtalia.

Esta tesis se fundamenta sobre toden la extraa alusin a la familia de loAnicios al final de su obra39 y a sesperanzadora unin con la estirp

ostrogoda de los malos en la personde Germano, hijo del patricio romanhomnimo de la familia Anicia y de lprincesa goda Matesuenta. Par

Momigliano40 esta alusin es indicisuficiente de la redaccin por parte dCasiodoro de esta parte final del relato

a que respondera a las misma


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motivaciones e intencionalidad qudeba de tener toda la obra perdida dCasiodoro. La obra de Jordanes habr

sido, pues, un mero instrumentpropagandstico de un crculo dexiliados godos en Constantinopla paralentar una restauracin goda en Italia ea persona del joven Germano. Si

embargo, toda esta argumentacin sapoya sobre fundamentos tan poc

slidos que ha sido rechazada por lmayora de los especialistas41.Ahora bien, hay algunos aspecto

de la obra de Jordanes difcilment

conciliables con el pensamiento dCasiodoro y que con bastantprobabilidad no se encontraban e

absoluto en la obra perdida de st


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ltimo. Por ejemplo, es inconcebiblque una crtica tan amarga de la religiarriana como la que hallamos e

diversos pasajes de los Getica pudiesener cabida en la obra de Casiodoro, utalorromano al servicio de un monarc

ostrogodo como Teodorico, fervientedefensor del arrianismo42. Su ardientdeseo de reconciliacin itlica entrgodos y romanos le habra impedid

ncluir en suHistoria este tipo ddescalificaciones ofensivas a lconfesin religiosa de los gobernantegodos. En este sentido, la aportacin d

Jordanes debi de ser bastante mamplia de lo que tradicionalmente se lha concedido. Puede ser significativ

ambin a este respecto el hecho de qu


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resumen44.Desde nuestro punto de vista, l

ardua controversia sobre el pape

desempeado por Jordanes en lelaboracin de su obra, que suelenfrentar a menudo a los que le niega

cualquier contribucin personal con loque pretenden hacerlo creador de unobra totalmente nueva, podra suavizarsbastante si se presta un poco ms d

atencin a las palabras que acompaaen el prlogo de los Getica a safirmacin de haber compendiado euna pequea obrilla (paruo libello) lo

doce volmenes de laHistoria dCasiodoro:


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[...] ad quos et exnonnullis historiis Graecis eLatinis addidi conuenientia

initium finemque et plura inmedio mea dictionepermiscen45.

Esta declaracin de Jordanemplica un trabajo personal (me

dictione permiscens) en el conjunto doda la obra (initio finemque et [...] imedio) sobre la base del textcasiodoriano que permite, a nuestr

uicio, hablar de l ms comadaptador que como mercompilador. Y el resultado de estaadaptacin fue, sin duda, una obr


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nueva, con una estructura diferente y comotivaciones ideolgicas muy apartadadel espritu original de la obra d

Casiodoro.Por otro lado, si damo

credibilidad al testimonio de Jordaney no parece que haya motivos pardudar de l a este respecto unreproduccin servil de la obra dCasiodoro le habra resultad

materialmente imposible, dado qudurante su estancia en Constantinopluvo acceso slo durante tres das (ariduanam lectionem) a los doce libro

de la historia de Casiodoro gracias a lobuenos oficios del administrador deautor46. Bien es cierto que el trmin

que utiliza Jordanes para referirse a est


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ectura es relegi (volv a leer), quesegn algunos, implicara que Jordanea conoca bien esta obra por haberl

enido a su disposicin aos antedurante una posible estancia en Vivariocomo hemos dicho ms arriba47, pero n

es menos cierto que en tan corto espacide tiempo una reproduccin meramentplagiaria como pretenda Mommse de tan voluminosa obra habr

resultado poco menos que imposiblePor tanto, creemos ms apropiadpensar que la obra de Casiodoro lhabra suministrado el material de bas

sensus et res actas), mientras que habra aadido su aportacin nterpretacin personales (uerba et ali

lura) a la nueva composicin.


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Si preferimos hablar dadaptacin en lugar de compilacinpara el trabajo de Jordanes, es tambi

debido a la enorme diferencia dmentalidad que deba de existir entrdos hombres tan diferentes comCasiodoro y Jordanes, que escriben suobras con un intervalo temporal de casveinticinco aos en los que el panorampoltico haba cambiado totalmente d

rumbo. Casiodoro era un romanlustrado de origen noble al servicio dun rey godo, mientras que Jordanes es ugodo de orgenes oscuros al servicio d

un emperador romano. En las obras dCasiodoro que se nos han conservado, agual que deba de suceder en sistoria perdida, se aprecia u


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nequvoco deseo de ensalzar la gloride los antepasados godos de Teodoricoa dueo material de Italia, as como s

rancia nobleza y sus hazaas, parcolocarlo a la altura de sus nuevosbditos/compatriotas romanos y qustos lo acepten como tal. En los Geticde Jordanes, por el contrario, aunque ndesaparece del todo este fondo dexaltacin de la raza goda, herenci

probable de Casiodoro, lacircunstancias polticas hacen que quedun tanto diluido y predomina unmpresin, mucho ms acorde con lo

nuevos tiempos, de decadencia de lantigua grandeza goda, a merced ya dsus nuevos gobernantes bizantinos. Eeste sentido, quizs nada resulte m


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lustrativo de esta nueva tendencia dJordanes que las lneas conclusivas dsu obra, en las que queda

magnficamente reflejadas lacoordenadas bsicas de su nuevpensamiento:

Haec hucusque Getarumorigo ac Amalorum nobilitaset uirorum , fortium factaHaec laudanda progenieslaudabiliori principi cessit, efortiori duci manus dedit

cuius fama nullis saeculisnullisque silebitur aetatibussed uictor ac triumphatorIustinianus imperatoret consu

Belisarius, Vandalia Africani


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Geticique dicentur. [...] Necsi tomen cuncta, quae de ipsisscribuntur aut referuntur

complexus sum, nec tantum adeorum laudern, quantum adlaudem eius qui uici

exponens

48

.

Otras fuentes de lo

Getica49Adems del papel preponderant

desempeado por la obra de Casiodoro

encontramos tambin en los Geticpasajes concretos que nos remiten otras obras de historiadores griegos romanos que probablemente fuero


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consultados igualmente por Jordanes a hora de redactar su nueva obra50

Aunque para buena parte de ellos,

pesar de la mencin explcita por partdel autor, siempre nos cabr la duda dsi estaban ya recogidos en la primitiv

obra de Casiodoro, para otros muchoparece que hemos de suponer unconsulta directa de Jordanes en eproceso de elaboracin de los Getica

ste es el caso, por ejemplo, de loautores que escribieron su obra egriego, como Estrabn, DiCrisstomo, Tolomeo, Prisco, Flavio

Josefo o Dexipo. El desconocimientdel griego por parte de Casiodoro5

hace suponer que no tuvo acceso direct

a la obra de estos autores. Sin embargo


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Mommsen52 atribuye tambin lofragmentos pertenecientes a fuentegriegas a Casiodoro, que habra tenid

conocimiento de ellos a travs de unistoria Gtica anterior escrita po

Ablavio. De este supuesto historiador n

enemos ms referencias que las que nosuministra el propio texto de Jordanesalvo una pequea alusin d

Casiodoro53 no exenta de dificultades

que nos lo presenta en tres lugarediferentes de los Getica comoAblauiudescriptor Gothorum gentis egregias

blauius Historicus54. Segn Mommsea mayor parte de los datos sobre lo

orgenes y leyendas godas conservadoen los Getica tendran como fuent

directa laHistoria de este auto


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desconocido de origen godo, lo que hsido puesto en duda por la mayora de lcrtica moderna55.

Por lo que respecta a otros autoreatinos del perodo clsico, Jordane

utiliz abundantemente las obra

geogrficas de Pomponio Mela y lahistricas de Tcito, Amiano Marcelino a diversos autores de laHistoriugusta. De poca ms tarda lo

principales autores empleados soMarcelino Comes56, Orosio tanto paras digresiones de tipo geogrfico com

para datos de carcter histrico Prspero de Aquitania. Otros autoreplantean mayores problemas sobre sconsulta directa, como Pompeyo Trogo

aunque todos los indicios apuntan a qu


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Jordanes tuvo a su disposicin uejemplar completo de susHistoria

ilpicas y no la obra que se nos h

conservado fragmentariamente gracias aEptome de Justino57.

Adems de estas fuentes literarias

Jordanes podra haberse servidambin de leyendas transmitidaoralmente, sagas y otros cantoradicionales godos a los que alude e

varias ocasiones a lo largo de loGetica58. Sin embargo, el valor qupodemos conceder a estos testimonioen el conjunto de su obra es murelativo, porque el autor mismo leniega credibilidad en un pasaje concret afirma supeditar este tipo d

nformaciones a las fuentes escritas59

.


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Contenido y estructurade la obra

A falta de laHistoria Gtica dCasiodoro, los Getica de Jordaneconstituyen el primer intento conocidde crear una historia nacional de u

pueblo europeo elaborada de un modconsciente con este objetivo. Siguiendel precedente de Jordanes aparecerposteriormente la historia de los francode Gregorio de Tours, la de loanglosajones de Beda o la de loongobardos de Pablo Dicono com

representantes genuinas de la nuevEuropa de las Naciones que smpuso tras la cada del Imperi

Romano Occidental.

Esta concepcin de la obra com


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historia nacional tiene una importancirascendental en los Geticade Jordane determina claramente su contenido

estructura. El cambio operado corespecto a la historiografa romana dcorte tradicional ser, en efecto, notableHasta ese momento la historiografromana haba considerado a los godocomo uno ms de los distintos pueblobrbaros situados en los lmites de s

mperio o que lo asolabaperidicamente, y como tal aparecaratados en las grandes obras de lo

historiadores latinos. Ser, pues, por ve

primera en la obra de Jordanes dondRoma y su imperio no ocupen el papede protagonista y eje de loacontecimientos, sino que se convierta


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de repente en parte marginal del relaten funcin de la historia goda.

En este sentido, el esquema seguid

por Jordanes responde a pautas biedefinidas, poco acordes con los modelohistoriogrficos latinos de cortradicional y que se ajustan a l

perfeccin a las necesidades evolutivade la propia historia goda. La obra sorganiza, pues, en tres partes clarament

diferenciadas:1. Orgenes geogrficos histricos del pueblo godoMigraciones.

2. Historia y evolucin del pueblvisigodo.

3. Historia y evolucin del puebl

ostrogodo

60

.


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La primera parte de la obra, quocupa en nuestra edicin los 1-130es la ms compleja desde el punto d

vista estructural. Comienza con uprlogo ( 1-130 de gran valoreferencial, como hemos visto marriba, en el que el autor se confiesdeudor de la obra de Casiodoronmediatamente despus se nos present

una descripcin general del mundo

comenzando por oriente y llegando hasta zona ms occidental del orbe, la islde Escanda, que resulta ser la patrioriginaria del pueblo godo y el punto d

partida de su historia, lo que en palabrade M. Reydellet vendra a ser algo ascomo el ab urbe conditade los godos61

Desde los territorios escandinavos lo


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godos habran emigrado hasta las costadel Bltico (Gotiscandia) y desde allhasta Escitia.

Aunque ningn otro historiador da Antigedad nos ha transmitido dato

alguno relacionado con estos orgeneescandinavos de los godos, los datos da arqueologa moderna no parece

desmentir, sino ms bien confirmar estestimonio nico de Jordanes62. M

ficticios resultan, en cambio, sus relatoposteriores al establecimiento de logodos en Mesia, Tracia y Dacia. Aunqusiempre con un fondo relativo d

verdad, Jordanes distorsiona deliberadpero hbilmente los datos histricos coel fin de hacer intervenir a los godos e

gestas heroicas que tienen como marc


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el apogeo de todos los grandes imperioantiguos: egipcio, persa, macedonio, etcTotalmente legendarios y carentes de

veracidad histrica resultan loenfrentamientos de los godos con loegipcios ( 44-48), su relacin con laAmazonas ( 49-57) o su intervencien la Guerra de Troya ( 58-60). Todoestos hechos resultan, no obstanteverosmiles en el contexto de la obra d

Jordanes tan slo en virtud de ldentificacin de los godos con otropueblos antiguos como los gpidas, lodacios, los escitas o los getas63.

Sin embargo, al final de estprimera parte, los datos ficticiocomienzan a mezclarse progresivament

con otros reales, y las legendaria


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estirpes godas dan paso a los primeroenfrentamientos histricos con emperio Romano a mediados del sigl

II d.C. La invasin del bajo Danubipor los hunos ( 121-128) traer comconsecuencia inmediata la fragmentacidel pueblo godo, que hasta entoncehaba permanecido fielmente unido, edos ramas separadas tanto geogrficcomo polticamente: los visigodos y lo

ostrogodos.Adems de su innegable valohistrico, esta primera parte de la obres abundante en digresiones de carcte

geogrfico, entre las que resultaparticularmente interesantes aquellaque nos ofrecen descripciones dBritania ( 10-15), Escanda ( 16


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24), Escitia ( 30-37) o la regin deCucaso ( 52-55).

La segunda parte de los Getic

131-245) tiene como argumento levolucin histrica del pueblo visigoddesde su clebre paso del Danubio en e376, compelido por la presin de lohunos, y su posterior asentamiento en eerritorio del Imperio Romano hasta l

cada del ltimo emperador d

occidente, Rmulo Augstulo, en el 476Este perodo de cien aos erascendental para el afianzamiento de l

nacin gtica. En este tiempo, d

simples federados del Imperio, lovisigodos se robustecen hastconvertirse en aliados paritarios dRoma en sus luchas contra Atila, mu


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particularmente en la decisiva batalla dos Campos Catalunicos del 45192-217) cuya narraci

pormenorizada es, sin duda, por sbelleza literaria uno de los pasajerazados con mayor maestra de toda l

obra de Jordanes. La historia del reinvisigodo de Tolosa, las hazaas de susucesivos monarcas, las luchas contros suevos por el dominio de lo

erritorios hispanos y la cada de Roma manos de Odoacro sirven de rematpara esta parte central de la obra.

La tercera y ltima parte de

relato de Jordanes ( 246-314) estdedicada a los ostrogodos. Desde siberacin del yugo de los hunos tras l

derrota de Atila, asistimo


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mpresionados a una serininterrumpida de victorias y conquista

de sus valerosos reyes que desemboca

en el apotesico reinado de TeodoricoProbablemente es esta parte de loGetica la que puede caracterizar mejosus ansias de exaltacin de la historigoda. Su hiperblico y constantpanegrico de la figura del monarcostrogodo, heredero de la ancestra

nobleza gtica de la familia amala, unraza de reyes destinadprovidencialmente a convertirse esucesora legtima del Imperio Romano

en duea de sus destinos, insinuadanteriormente con mayor o menonfasis, aparece ahora dibujada con todnitidez en el relato. Sin embargo, est


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argo proceso64de engrandecimiento depueblo godo no culmina con sglorificacin final, sino con un

sorprendente derrota. Un final sin dudriste y negativo de no ser por la puerta a esperanza que deja abierta e

nacimiento del joven Germano, sntesiesperanzadora de la sangre goda y lromana, en quien Jordanes parecpensar como futuro rector de lo

destinos del Imperio.ste es, en sntesis, el plan de lobra de Jordanes. Sin embargo, debajde este esquema, en apariencia sencill

simplemente ajustado a la descripcihistrica de las gestas del pueblo godohan sido muchos los estudiosos que ha

credo descubrir motivaciones ocultas


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una intencionalidad ms profunda ligadal pensamiento poltico de Jordanes65

Para algunos su intento de ilustrar

romanos y bizantinos sobre la grandezde la historia goda est motivado por emismo deseo casiodoriano de favorece

una eventual fusin entre godos romanos en unos tiempos convulsos ducha descarnada entre ambos pueblos

aunque siempre bajo la autoridad de

emperador de Bizancio, herederegtimo del imperio occidentaperdido66. Para otros su intencin habrsido ms bien la de mostrar ldecadencia contempornea de la nacigoda, que, despus de tantos vanontentos por conseguir una patria establ

a partir de sus primeras migracione


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desde Escandinavia y de suasentamiento en diversos territorios demperio Romano, debe resignarse a

sometimiento a la universalidad de esmismo Imperio ahora encarnado en lcolosal figura de Justiniano67.

Pervivencia y fortuna dela obra de JordanesLos Getica de Jordanes gozaro

rpidamente de una enorme popularidaentre los primeros escritorealtomedievales que consagraron suobras a la historia de los pueblo

brbaros que comenzaron a constituirsen naciones europeas. Ya a finales desiglo VII fueron ampliamente utilizadopor el llamado Gegrafo de Ravena


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sobre todo en lo relativo a los datos dcarcter etnogrfico y geogrfico68

Gregorio de Tours parece haberse

servido tambin de nuestra obra paralgunos pasajes concretos de s

istoria de los francos69. Tambin

Paulo Dicono demuestra un bueconocimiento de la obra de Jordanes esu Historia de los lombardos70.

Entre los escritores hispanos e

don Rodrigo Jimnez de Rada, en esiglo XIII, el que supo sacar mejopartido a la obra de Jordanes para lredaccin de suHistoria Gtica. EToledano reutiliz, con escassimamodificaciones, cuatro quintas partes dos Getica, que se convirtieron de est

modo en fuente primordial del relato e


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sus dos primeros libros71.Pero ms importante que esto

casos de influencias aisladas en autore

concretos resulta la trascendencia quuvo la narracin de Jordanes sobre l

primitiva migracin de los godos desd

as costas escandinavas y su posterioexpansin a lo largo y ancho decontinente europeo. Algunos autoresuecos contribuyeron a mitificar est

fenmeno, como Iohannes Magnus cos uHistoria de mnibus GothorumSueonumque regibus, o su hermanOlaus con suHistoria degentibu

septemtrionalibus, publicadas en Romen 1554 y 1555 respectivamente. Asdurante un largo perodo de la histori

europea el goticismo se convirti e


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una teora comnmente aceptada y sirvipara justificar el dominio poltico sobrdeterminados reinos y territorios de

continente72. Por ejemplo, en el Concilide Basilea, a mediados del siglo XVanto austracos como suecos s

arrogaban el derecho de ser loautnticos sucesores de los godos commedio de imponer su autoridad ealgunas regiones. Ms tarde, lo

soberanos de la casa de Habsburgo, quse reclamaban herederos de lmonarqua goda, justificaban su dominieuropeo en virtud de la supuest

unificacin del continente desde el maegro hasta el sur de la Pennsul

brica llevada a cabo por los godos.

En Espaa esta idea goticista h


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enido hondas repercusiones en epensamiento poltico y en la literatura

o hay que olvidar que los godos fuero

os creadores de la primera unidapoltica independiente en la Pennsulbrica, y esta asociacin entre naci

hispana y pueblo godo habra de tener uxito notable en el pensamientnacionalista hispnico, especialmente ecastellano. Huellas de este goticism

hispnico se pueden rastrear durantoda la Edad Media y sobre todo a partidel reinado de los Reyes Catlicoslegando a su punto culminante en l

obra de Diego Saavedra FajardCorona gtica, castellana y austriacade 1646, en la que se reafirma lcontinuidad entre la monarqua goda y l


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de los Austrias espaoles del sigloXVII73.

Lengua y estilo. El latnde JordanesContamos con una relativ

abundancia de publicaciones sobre e

atn de Jordanes. A los estudiogenerales de E. Wlfflin, L. BergmlleF. Werner sobre las caractersticas de

a lengua y el estilo de su obra74

, haque sumar los trabajos sobre algunoaspectos concretos (particularidadeortogrficas, lxicas, morfolgicas

sintcticas) de V. Sondervorst, AHelttula, J. Lorenzo, T. Ferro75y, sobrodo, la larga serie de artculos de R

ordache76

.


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La mayora de estos estudionsisten en mostrar la abundancia d

elementos vulgares que impregnan l

obra de Jordanes, que seran, a juicio destos investigadores, un mero reflejo das innovaciones sufridas ya por lengua latina a mediados del siglo vi co

respecto a la de poca clsica emprano preludio de la futura transici

a las distintas lenguas romances. En est

sentido se han interpretado larregularidades ortogrficas, laaparentes fluctuaciones y cambios dgnero, las alteraciones en el uso de lo

casos, la eliminacin de los verbodeponentes o el cambio de conjugacide otros, el empleo de giropreposicionales innecesarios, etc.


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Ahora bien, el principal defecto deque adolecen todos estos trabajos es qufundamentan sus premisas en el antigu

exto editado por Mommsen, que partdel prejuicio de la incorreccin decadencia de la lengua de Jordanes77

en gran parte movido por sdesconocimiento de uno de loprincipales manuscritos que nos haconservado los Getica78. El nuevo text

crtico editado recientemente nos ofrecuna imagen renovada del latn dJordanes, exento de muchas de lavulgarizaciones y barbarismosprincipalmente de tipo ortogrfico, qunos permite hablar de un estado dengua mucho ms cercano al clsico d

o que tradicionalmente se haba credo


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Se impone, por tanto, una revisiexhaustiva de los planteamientoradicionales sobre la latinidad d

Jordanes a la luz de la nueva edicicrtica79.

Sin embargo, es cierto que l

engua y el estilo de Jordanes resultan uanto extraos para el lector habituado os textos de poca clsica. Se trata, e

efecto, de un estilo recargado y difci

de clasificar en el que tienen cabidelementos de la lengua cotidiana popular junto a otros ms retorizantes propios de un estilo ms elevado

iterario80. A nuestro juicio estaparticularidades no son reflejo de undecadencia general del latn de la poca

sino que estn relacionados ms bie


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con la circunstancia personal del autorHemos de tener en cuenta que el latn nfue la lengua materna de Jordanes, sin

una lengua aprendida, y este hechpuede explicar en gran medida smperfecto dominio de la expresin

cierta tosquedad en su intento dmitacin de las fuentes literaria

clsicas que le sirven de modelo.En cambio, otras particularidade

s pueden ser explicadas como reflejde las tendencias evolutivas de la lenguatina que se aprecian tambin en otro

autores latinos tardos. As, es habitua

encontrar en los Getica cambiosemnticos y formaciones lxicapropias del latn tardo, como losubstantivos abstractos en -ta


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animositas, extremitas, medietasnumerositas, summitas, terribilitasuniuersitas, etc.), empleo de verbo

compuestos o frecuentativos con el valode los simples correspondientedeseruire, desperare, despernere

uocitare, etc.) o abundantes adverbioe n -ter e -iter inusuales en el latclsico (fiducialiter, irreparabiliter

ratanter, lacrimabiliter, miseriter,

rincipaliter, etc.).En el aspecto sintctico, amn das dislocaciones del orden habitual d

palabras y perodos, lo ms destacad

es sin duda el uso de proposicionecompletivas introducidas por quia eugar de las correspondientes d

acusativo con infinitivo. En este tipo d


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construcciones se ha querido ver undicio de la proximidad de la lengua d

Jordanes al latn vulgar. Sin embargo, e

uso de las clusulas de infinitivo coacusativo predomina de formabrumadora a lo largo de la obra, Jordanes domina con maestra estconstruccin. As pues, en nuestropinin, los pocos casos de empleo dquia con este valor no deben entenders

como sintomticos de una deficiencia eel conocimiento de la lengua, sino que econtexto en que son empleados permitque puedan explicarse perfectament

como un uso deliberado por parte deautor para introduccin de discursondirectos con abundantes precedente

en el latn clsico.


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Transmisin manuscritade los Getica

Los abundantes testimoniomanuscritos de los Getica que se nohan conservado81 fueron agrupados ypor Mommsen en tres familias en virtu

de los lazos de parentesco que los unanA la primera de ellas (a) correspondee lHeidelbergensis 921 (H), de finale

del siglo VIII, elPalatinusLat. 920 (P)del siglo X, el Valencienniensis BibMun. 95 (V), del siglo IX y otroposteriores de menor importancia. A l

segunda familia (b) pertenecen, entrotros, elBreslauiensis 106 (B), desiglo XI y el Ottobonianus Lat. 134O) del siglo X. La tercera familia (c


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est integrada por un numeroso grupo dcdices entre los que destacan eCantabrigiensis Trin. Coll. 0.4.36 (X)

del siglo X, elBerolinensisLat. 359 (Y elParisinus Lat. 5873 (I), del sigl

XI. A estas tres familias principales hayque aadir un grupo de manuscritos quMommsen coloc en la familia b y quen realidad son resultado de distintacontaminaciones e interpolaciones d

cdices procedentes de los primitivoarquetipos de a y c, como embrosianus Lat. C.72 inf. (A), de

siglo XI-XII o elBambergensis Misc

Hist. 14 (C), tambin del siglo XI.Mommsen consider que lo

cdices de la familia a eran los qumejor haban conservado el text


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primitivo de la obra, en especial sestigo ms antiguo, el manuscrito H,

en l se bas sobre todo para establece

el texto crtico de su edicin. Siembargo, unos aos ms tarde, edescubrimiento en Palermo de un nuev

manuscrito de los Getica

82

, eanormitanusArch. Stato. cod. Basileperteneciente a la familia cy de similaantigedad a H, ha puesto en cuesti

oda su teora y se ha revelado drascendental importancia para eestablecimiento de un nuevo texto crticde la obra. Este manuscrito ha sid

enido muy en cuenta en la recientedicin del texto latino a cargo de RGiunta y A. Grillone y ha contribuido

desterrar en gran medida la ide


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radicional sobre el latn brbaro decadente de Jordanes, que hallaba sustificacin en el texto editado po

Mommsen apoyndose preferentementen lecturas de H, cuyos abundanteerrores no parece que deban semputados a la pluma del propi

Jordanes, sino a los copistaseptentrionales que transcribieron lobra varios siglos ms tarde83.

As pues, el texto que se nos hconservado en los distintos manuscritoque hemos presentado someramente marriba procedera de dos arquetipo

diferentes ( y ). El primero de ellocorrespondera a una primera redaccilevada a cabo por Jordane

posiblemente en Vivario de form


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rpida y descuidada a partir de listoria de los godosde Casiodoro (d

o que se derivaran en parte muchos d

sus errores), mientras que el segundrespondera a la redaccin definitivrealizada a partir de la primera eConstantinopla unos aos ms tarde. Dambos procederan los antepasados deresto de los manuscritos de las trefamilias segn el siguiente esquem

elaborado por los mencionadoeditores:


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Ediciones modernas ytraducciones

Podemos considerar como edicirinceps de los Getica la de ConraPeutinger, publicada en Augsburgo en1515 a partir de un manuscrito, e


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opinin de Mommsen84, cercano areslauiensis. A lo largo del siglo XV

se sucedieron otras ediciones, como la

de Beato Renano y Johannes Lwenklaambas aparecidas en Basilea en 1531)a de Raoul Fournier (Pars, 1579), la d

Friedrich Sylburg (Francfort, 1588) Bonaventura Vulcanius (Leiden, 1597).En el siglo XVII se publicaron bue

nmero de ediciones en distintos pase

europeos, entre las que conviene sealaas de Pierre de Brosses (Ginebra1609), que fue reproducidposteriormente en 1622, 1637, 1650

1656; o la de Jan Gruter, publicada entro s Scriptores Historiae Augustainores (Hannover, 1611). Este mismo

ao salieron tambin a la luz e


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Hamburgo en la edicin de FriedricLindenbrog, junto con lasHistorias dos godos, suevos y alanos de Isidor

de Sevilla y laHistoria de loongobardos de Paulo Dicono. D

1655 data la importantsima edicin dHugo Grotius, aparecida en Amsterdamde 1679 la edicin de Rouen a carg

de Jean Garet, en la que los Geticaparecen como apndice a las obra

histricas de Casiodoro. Se trata de unde las ediciones ms difundidas, debida que fue reproducida en el volumen 6de laPatrobgia Latinade Migne (Pars

1865).Del siglo XVIII contamos con l

editada en Miln en 1723 en el volume (pgs. 187-222) de losRerum


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talicarum Scriptores de LudovicAntonio Muratori, con un prlogo deste famoso medievalista italiano

aunque en realidad se trata de unadaptacin de la edicin de Gareanteriormente sealada realizada poJoseph A. Saxio, prefecto de lBiblioteca Ambrosiana.

En el siglo XIX la obra dJordanes se sigui editando con bastant

xito, del que dan prueba las edicionede Auguste Savagner (Pars, 1842 1886), G. Fournier (Pars, 1849 y 1869)Cari A. Closs (Stuttgart, 1861 y 1886) o

Alfied Th. Holder (Friburgo, 1882)Pero, sin duda, el gran hito lo constituya primera edicin crtica moderna, en e

sentido estricto y filolgico del trmino


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que fue la de Theodor MommseBerln, 1882) publicada en la primer

parte (pgs. 53-138) del tomo V de lo

onumenta Germaniae Histricaen sserieAuctores Antiquissimi85. El textde esta edicin ha sido considerad

como el cannico por parte de fillogoe historiadores hasta la aparicin de lltima y ms completa de F. Giunta y AGrillone en el volumen 117 de losFont

er la Storia de Italia, publicados poelIstituto Storico Italiano per il Medivoen Roma en 1991.

Por lo que se refiere a la

raducciones a lenguas modernascontamos con las siguientes86:

Al alemn:

Martens, W., Jordanes


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Gotengeschichte nebst Auszgm auseiner rmischen Gesehiehte, bersetzvon Dr., Leipzig, F. Duncker, 1884

2.a ed., Leipzig, Verlag der DykschenBuchhandlung, 1913).

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du latn de Jornandes, Pars, Vve. CBarbin, 1703.

Sauvagner, A., Jornandes. De lSuccession des royaumes et des temp


88/641

et de l'origine et des actes des GothsTraduction nouvelle par M., ParsPanckoucke, 1842 (nueva edici

revisada y corregida en la Bibliothquatine-franaise de Garnier frres e

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Al italiano:Giordano, O.,Jordanes. D

originibus actibusque Getarum, testoraduzione e note dipassi scelti, Bar


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1972.Bartolini, E.,Jordanes. Storia de

Goti (testo latino a fronte) , Miln, Ed

Tea, 1991 (reimpr. 1999).De todas estas traducciones, ta

slo la de O. Devillers toma como basel moderno texto crtico latino de FGiunta y A. Grillone. C. C. Mierowutiliza el texto de Mommsen, mientraque las restantes suelen basarse, bien e

el texto de laPatrologa Latina, bien eel de una edicin anterior, como suceden el caso de E. Bartolini, que reutilizel texto latino as como la traduccin

comentario de Fournier de Moujan.En cuanto a las traduccione

castellanas de nuestra obra, la nicpublicada hasta la fecha de la que hemo


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enido conocimiento es la que incluy Forberto Castilla87como apndice a s

raduccin de laHistoria del Imperi

omano de Amiano Marcelino(tomo IIMadrid, ed. Hernando, 1925, pgs. 293413). Aunque el autor no llega a indica

nunca el texto que tom como base parsu traduccin, nos inclinamos a pensaque debi de ser tambin el de Fourniede Moujan.

Mencionaremos tambin, parerminar, el trabajo doctoral indito dJos Luis Hernndez Rojo, en el que sncluye tambin una versin castellan

de nuestra obra basada en el anticuadexto latino de Mommsen, aunque, por l

que hemos podido comprobar, e

muchos casos se aparta bastante de st


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parece seguir ms de cerca lraduccin castellana de N. Castilla88.

Esta edicinPara nuestra versin castellanseguimos fundamentalmente el excelentexto crtico latino de Giunta y Grillone

notablemente distinto en cuanto puntuacin, forma y contenido deestablecido por Mommsen, y hemosealado expresamente en nota a pie d

pgina las escasas ocasiones en las quhemos optado por una lectura diferente a elegida por estos editores. En cuant

a la traduccin de nombres propiosespecialmente los de tipo geogrficohemos preferido el nombre modernsiempre que ste se derive directament

de la forma latina antigua y muestre d


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forma transparente su correspondencicon el original, mientras que hemoconservado el nombre antiguo si l

forma moderna no guarda relacidirecta con l, sealando en este ltimcaso en nota la correspondencia entros dos trminos.

Por lo que respecta al estilo dnuestra traduccin, se advertir ealgunos pasajes cierta rudeza d

expresin que responde a un intentdeliberado por reflejar con mayofidelidad el estilo, un tanto recargadunas veces y desabrido otras, qu

caracteriza el latn de Jordanes. Erecurso a una brillante traducciiteraria en estos casos no habra hech

ms que desvirtuar el verdader


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carcter del texto y habra supuesto unraicin al modelo mayor an que la qu

supone cualquier intento de traducci

de una obra de la que nos separan casquince siglos.

Salamanca, septiembre de 199


94/641

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ORIGEN Y GESTAS

DE LOS GODOS


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Prlogo

1. Me mandas, hermano Castalio89, qume adentre en alta mar, a mi que deseosurcar en una pequea barquilla laorillas de una playa tranquila y pescarcomo dice alguien, peces diminutos eos estanques de los Antiguos, y trata

de convencerme para que abandone lobrilla que tengo entre manos, lbreviacin de las Crnicas90, y qu

resuma con mis propias palabras en u

solo libro los doce volmenes deSenador91sobre el origen y las gestas dos getas92 por generaciones de reye

desde sus comienzos hasta nuestros das


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Encargos harto difciles, como si fuesempuestos por alguien que no quisier

comprender lo arduo de la empresa! Y

no te das cuenta de que mi inspiracin edemasiado simple para estar a la alturde su magnifico talento oratorio. 2. Pero ms arduo es que ni siquiera teng

posibilidad de consultar esos mismoibros para mantenerme fiel a su sentido

Aunque, para no mentir, hac

iempo pude hacer una lectura rpida destos libros durante tres das, gracias os buenos oficios del administrador de

autor93 y, a pesar de no reproducir co

precisin las palabras, creo qurecuerdo completamente el sentido dos hechos narrados. 3. A esto he

aadido varios datos que me ha


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parecido convenientes sacados dalgunos historiadores griegos y latinos, he introducido en el texto un comienzo

un final, as como muchas aportacionede mi propia cosecha94.

Por tanto, recibe con agrado lo qu

me solicitaste sin reproches por mparte, y lelo con mayor agrado aun. She omitido algn detalle y t, comvecino95 que eres de este pueblo, l

recuerdas, adelo y ruega por mqueridsimo hermano. Que el Seor tacompae. Amn.


140/641

Primera parte:MIGRACIONES DE LOS

GODOS

Captulo primeroDescripcin general de laTierra

4. Nuestros antepasados, como cuentOrosio96, consideraron que toda lcircunferencia de la Tierra rodeada po

el cinturn del Ocano estaba divididen tres partes y las llamaron AsiaEuropa y frica. Sobre esta divisiripartita del globo terrqueo existe u


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nmero casi incontable de escritores quno slo explican la situacin de laciudades y lugares, sino tambin, lo qu

es ms preciso an, calculan sudistancias en pasos y millas. Determinaambin la situacin en la inmensida

del grandioso mar Ocano de las islasanto mayores como menores, expuesta

al oleaje marino, a las que denominaCicladas o Espradas.

5. Por lo que respecta a lonaccesibles confines del Ocano, nslo nadie ha emprendido la tarea ddescribirlos, sino que ni siquiera a nadi

e ha sido posible traspasarlos, porquedada la resistencia que ofrecen las alga la ausencia de vientos, se comprend

que son un lugar sin retorno, conocid


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solamente por Aquel que lo cre. 6. Siembargo, las costas situadas a este laddel mar, que hemos denominado cintur

de toda la Tierra, y que rodean suconfines a modo de corona, han sidperfectamente conocidas por lohombres curiosos que han decididescribir sobre estos asuntos, ya que estcinturn terrestre tiene sus propiomoradores y algunas islas de ese mism

mar estn habitadas. Por ejemplo, en laregiones orientales y en el ocano ndicestn Hippodes97, Jamnesia y la islabrasada del Sol, que, aunque inhspita

se extiende considerablemente eongitud y latitud. Est tambi

Taprobana98, en la que, adems d

aldeas y casas de campo, existen die


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hermosas ciudades bien fortificadasPero hay una isla mucho ms agradablan, la Silefantina, as como Tern, que

aunque no han sido descritas poescritor alguno, estn abundantementprovistas de riquezas.

7. Este mismo Ocano tiene en sparte occidental algunas islas bastantgrandes conocidas por casi todo emundo, dada la abundancia de viajero

que van y vienen de ellas; y estambin junto al estrecho de Gades, escasa distancia, una que es denominadFeliz y otra Afortunada99. Alguno

colocan tambin entre las islas deOcano aquellos dos promontoriogemelos de Galicia y Lusitania, en un

de los cuales se observa todava e


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emplo de Hrcules y en otro emonumento a Escipin100. Sin embargodado que estn unidos al extremo de

erritorio gallego, pertenecen ms agran continente europeo que a las isladel Ocano.

8. Tiene adems este mar otraslas en su parte ms interior que slaman Baleares; y tiene tambin otra

Mevania, as como las Orcadas, e

nmero de treinta y tres, aunque no todahabitadas101. Tiene tambin en sextremo ms occidental otra isllamada Tule, de la que dijo entre otra

cosas el poeta mantuano:que te obedezca Tule, situada e

os confines del orbe102.

9. Este mismo Ocano inmens


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acoge igualmente en su parte rtica, edecir, septentrional, una gran isla cuyonombre es Escandia103, a partir de l

cual comenzaremos nuestro relato con layuda del Seor, ya que el pueblo cuyoorigen tan insistentemente me pregunta

leg al continente europeo despus dsalir del corazn de esta isla como uenjambre de abejas. Cmo y en qucondiciones se realiz esta salida l

explicaremos en los siguientes captulossi el Seor nos lo concede.

Captulo II. Descripcin

de las Islas Britnicas10. Pero ahora tratar brevemente en la medida de mis posibilidades de lsla de Britania, que est situada en e


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corazn del Ocano, entre las Hispaniasas Galias y Germania104. Aunque e

otro tiempo, como cuenta Livio105, nadia circunnaveg en toda su extensin

fueron muchos los que expresarodiversas opiniones sobre ella. Si bien e

cierto que permaneci durante largiempo inexpugnable ante los ejrcitoromanos, Julio Csar la hizo accesiblcon sus combates, en los que buscab

an slo su gloria personal106. Ms tardmuchas personas la recorrieron graciaal comercio y por otros motivos, revel a la siguiente generacindeseosa de conocerla, su situacin mexacta. sta es la que expongo aqu tal como nos es transmitida por los autore

griegos y latinos.


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11. Buen nmero de elloafirmaron que es de forma triangularsemejante a una cua, que se extiend

entre la regin septentrional y loccidental, formando un gran ngulfrente a la desembocadura del Rindesde all se estrecha en anchuroblicuamente, volviendo sobre s mismpara formar otros dos ngulos, y sus doados ms largos se dirigen a la Galia

a Germania107. 12. Se dice que su mayoanchura es de dos mil trescientos dieestadios y que su longitud no sobrepasos siete mil ciento treinta y do

estadios108. Est formada por unlanura cubierta en parte de matorrales

en pa

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Origen y Gestas de los Godos - Jordanes.pdf