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Alberto Blanco
Otra forma del silencioObra reciente de Susana Sierra
Cada snaba es una pinceladadel retrato que estás pintandoen el vacfo dentro de mí.
Rumi
,. La fuente
Cuando Hokusai frisaba ya losochenta años y era considerado él
mismo una obra de arte viviente enel Japón, elevaba sus preces pidiendoa los dioses diez años más de existencia: "Diez años más y cada pinceladaestará viva". Sin necesidad de establecer comparaciones, se puede decir quehay en el trabajo de Susana Sierra -engeneral- y en la obra reciente -muy enparticular- la expresión de un deseosemejante: que cada pincelada estéviva. Lo cual equivale a decir: que todomovimiento sea exacto. Sí, exacto enel sentido de que observe una clara·
correspondencia con esa necesidadinterior de la que habló Kandinsky sincesar. Es en esta precisión de cadapincelada, de cada tono, que en la obra
. de nuestra pintora destaca un ele
. mento implícito en la repetición atentade los trazos y en la gradación tonal: elritmo.
En el corazón una imagen se forma:"Regresa a la fuente del origen."El corazón vuela en todas
direcciones,lejos del mundo del color y los
aromas
exclamando: "¿y dónde está lafuente?"
Como en el poema de Rumi, las pinceladas vuelan en todas las zonas del
Fuente de silencio, 120 x ISO cm
cuadro y en todas las direccionesllevando impregnada esta sola pregunta: ¿Cuál es la fuente? ¿De dóndevienen estas formas y estos colores,este ritmo, esta necesidad de pintar?La respuesta está allí mismo, encerrada en esos rectángulos de materiaprima, transfigurada ya por la potenciade la visión de una artista. Porque
El hombre es visión, el resto es piel. ..Disuelve tu cuerpo entero en la
mirada:ve hacia la visión, ve hacia la visión...
Lo que en esta pintura es real es lavisión; el resto es forma y color. Loque es real es el proceso de transformación, que está allí, a la vista de
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todos, para ser recreado y compartido;el resto es estilo. Lo que es real es ellatido interior que marca el ritmo;el resto es la ceniza de la imaginación.Pero es precisamente a partir de lo queresta que nosotros podemos reconstruir con nuestra comprensión, connuestra mirada, esa danza que Susana
Sierra ha transladado a la superficie desus telas.
Si es verdad que en muchos pintoresgestuales -action painters- una filmación de su modo de trabajar nos brindaría un espectáculo interesantísimo,una danza que no se parece a ningunaotra, un acecho, un cortejo, una ronda... creo que en el caso de SusanaSierra daría por resultado una danzaeóncentrada en un ritmo sostenido que
..
,1quietamimlo. óleo/tela. 100 x 80 cm Irrealidad. óleo/tela. 140 x 120 cm
-tal vez- no estaría muy lejos de losmovimientos que ejecutan los derviches. Y aquí me refiero a su sentido,a su ritmo hipnótico, a su perseverancia, y no a los aspectos meramentecircunstanciales de la hipotética coreografía.
Hay música y danza y canto en estasobras. Se les puede escuchar y sentirdetrás de las formas visibles como unoleaje que no termina. Un flujo queobedece a su propio ritmo y conservael eco de esa fuente original: forma delsilencio, plegaria íntima, raíz de lavisión~
Los ríos son corrientes de luz
Kabir
2. La otra orilla
Existe en la pintura reciente de SusanaSierra un elemento que la distingue desu producción anterior. Un elementoprimigenio, cargado de sugerencias
oníricas. que refuerza en nosotros lasensación· del paso acompasado deltiempo a la vez que reafirma una impresión de intemporalidad: el agua.
Dice Paul Claudel: "El agua es la mirada de la tierra, su aparato de mirar eltiempo". He aquí la conjunción expresadel agua y la mirada en la imagen quefluye como un río: el transcurso deltiempo. Los tres elementos compartenun ritmo y la certeza de un origen. Heaquí el manantial -fuente de vida- ylos destellos del río que no cesa.
Ananda K. Coomaraswamy ha señalado que, en el budismo como enel brahmanismo, la "Vía del peregrino". representada como un "viaje", puede ponerse en relación detres modos distintos con el río simbólico de la vida y la muerte: el viajepuede cumplirse, sea remontando I~
corriente hacia la fuente de lasaguas; sea atravesando las aguashacia la otra orilla; sea descendiendo con la corriente hacia el mar.
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Este fragmento tomado del texto Elpaso de las aguas, de René Guénon,subraya el ,íntimo parentesco queexiste entre el agua y el ritmo (aquí podrlamos hablar también de la luna), loque equivale a decir: el agua y eltiempo. Este parentesco encuentra sucabal representación en el paso de lacorriente de un río.. , un nacimiento irresistible, un despertar.
Por lo que toca al parentesco delagua y la visión. vale la pena recordaraquel pasaje donde Italo Calvino hablade la Visibilidad en sus Propuestas parael próximo milenio:
¿De dónde procede,n los mensajes.visuales que recibes. cuando no están formados por sensacionesdepositadas en la memoria? "Mué-.vete aquella luz que el cielo sella":según Dante -y según Santo Tomásde Aquino- hay en el cielo una especie de manantial luminoso quetransmite imágenes ideales.
....
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Forma aleatoria, óleo/tela, 120 x 150 cm
Ya se ha señalado en otra exposiciónque los títulos de los cuadros de Susima Sierra ,.son evocativos de unarealidad trascendente que, por virtuddel ritmo yla lógica visual, es capturada en la inmanencia de la forma". Noen .balde casi todos los cuadros deesta exposición llevan títulos que nosremiten a su origen: fuente. río, mar.
El río y sus olas forman un solocuerpo:
¿dónde está la diferencia entre el ríoy sus olas?
Cuando la ola se levanta, es agua...y cuando cae, es la misma agua de
nuevo.
Como en el poema de Kabir. cada pincelada en las pinturas de esta muestraha brotado de ese ritmo interior. Cadatrazo se ha elevado por un momentode ese flujo incesante para caer en lasuperficie de la tela y dejar allí su marcaindeleble; para volver al manantial del
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según nos dicen los físicos, es elsustrato de todo lo que existe".
La pintura de Susana Sierra ha seguido un camino estrictamente personal.Pocos podrían advertir en su trabajólas huellas de sus maestros: Roger vanGunten, Manuel Felguérez... sería másfácil traer a colación ahora la pintura deRothko o de Tobey que la de algúnotro pintor mexicano. Ni siquiera entrelos más jóvenes encuentro paralelo.Sólo muy recientemente he visto el trabajo de una pintora argentina, MaríaFinocchietti, que en algún sentido se leasemeja. En todo caso la obra deSusana Sierra ha ido definiendo susperfiles firme y sosegadamente, buscando ese camino del justo mediodonde la pasión no se traduce en tensión, ni la mirada contemplativa carecede aguda inteligencia. Una pinturaplena de pasión inteligente, puesta enfoco a través de un ¡argo proceso dereflexión en el sentido mismo del trabajo. Un lento y laborioso esfuerzo porcomprender también la naturaleza delos materiales que utiliza para realizarsus obras.
Porque siempre ha habido en el trabajo de Susana Sierra un enorme respeto por las cualicjades de los materiales que utiliza -por un lado- y una bienganada libertad para expresarse con
ellos, a través de ellos -por el otro-,en esta dialéctica se encuentra -creoyo- una más de las claves que nospuede permitir una vía de acceso al diálogo interior de su pintura: libertad y rigor; espontaneidad y maestría en eldominio de los medios; inspiración yconstancia al servicio del trabajo. Enpocas palabras: intuición y reflexión.
Pero más importante. quizá, que recrear este diálogo interior sea la posibilidad de acceder a ese punto luminosodonde el diálogo interior cesa, y haciael cual apuntan las tres metáforas fluviales que mencionan Coomaraswamyy Guénon. En última instancia tal vez
sea ésta la aspiración de la artista que,a través de la pintura, busca reconciliary trascender las polaridades hastallegar a disolver "la más grande polaridad del pensamiento humano",aquella que se da entre la forma y elcambio, el canto y el silencio, la vista yla visión. O
un latido, un hilo en la textura, una sílaba en el interminable palimpsesto.Depuración. Al trabajo gestual y rico entexturas de un principio (que podría ha
cernos pensar en Tapies, en Tamayo),seguido por símbolos grabados en larica superficie de la tela -velada enocasiones- que vinieron después (yque podría remitirnos al arte de losaborígenes australianos, a Toledo, aKlee). sucede ahora una serie de telasdonde aquel trabajo gestual y caligráfico se ha decantado hasta dejar elpaso a un ritmo; donde los símbolosque por tanto tiempo aproximaron supintura al arte tántrico se han evaporado dejando el espacio abierto. Es eneste espacio donde la energía vital semanifiesta más libre que nunca, contoda pasión e intensidad. "lal vez estaenergía sea el tema único de estaexposición" -las palabras son de EisaCross-"de la misma manera en que,
As! sucede con los rfos de la tierraque. aunque se desborden impetuososvan a parar finalmente al mar.
Ibn Hazm de Córdoba
ojo y reintegrarse en la lluvia pacientede trazos al ciclo sin límites -pero finito- de la creación. Ondulaciones:agua, ritmo, respiración.
"Cuando el río es caudaloso, nohace ruido... " Cada ola es una pregunta respondida, una aspiración luminosa, una forma del silencio.
Otra forma del silencio está madurandoen el trabajo de Susana Sierra. La vehemencia de su entrega, manifiesta enla energía de los trazos y en la vivacidad de los colores, se condensa finalmente en una visión centrada y enperfecto equilibrio: cada pincelada es
3. El mar
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