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OVIEDO TE ESPERA

En el punto en que se cruzan tradición e innovación se encuentra Oviedo. La capital del

Principado de Asturias, su centro neurálgico, lleva doce siglos haciendo historia y ahora esta

empeñada en ser un referente de cómo conservar las raíces al ritmo de los nuevos tiempos. En

Oviedo contamos con una ciudad que todavía mantiene una escala humana, una ciudad que se

puede pasear –próxima, cómoda, acogedora- pero también, un vibrante centro económico con

empresas y servicios en continua y renovada pujanza.

Aquellos que proyecten un congreso o una reunión profesional en Oviedo, pueden estar seguros

de que serán recibidos con toda hospitalidad y de que aquí contarán con todos los medios para

que su cita sea un éxito. Cuando vengan a visitarnos, comprobarán que hasta los reclamos

publicitarios se hacen realidad: “Oviedo, capital del paraíso”.

Oviedo, una ciudad hermosa, cercana y cómoda, les espera y les ofrecerá todos sus recursos:

patrimonio, gastronomía, naturaleza... y una actividad cultural de tal nivel e intensidad que harán

parecer a esta pequeña y coqueta urbe una gran metrópolis que respira al ritmo de la música.

En Oviedo se entiende que modernidad equivale a calidad. Cualquiera que sea el tipo de

reunión -congreso, convención, viaje de incentivo-, la ciudad quiere dar respuesta a su demanda

y a sus necesidades. Y está preparada para ello.

Hace más de doce siglos, Oviedo fue la capital de un reino, el de Asturias, a partir del cual se

formó España. De aquel pasado, atesora unos monumentos que por su estilo innovador en su

producción artística y en sus soluciones constructivas, constituye el llamado Arte Prerrománico

Asturiano, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde el punto de vista

arquitectónico, en su tiempo, estos monumentos representaban la innovación. Hoy, esa historia

está asumida por los ovetenses como una de sus señas de identidad. Una larga historia que ha

dejado huella perenne en la ciudad, con un patrimonio único. Destaca el conjunto de los

monumentos de la monarquía asturiana (siglos VIII y IX), con piezas como Santullano, San

Miguel de Lillo, Santa María del Naranco, la Cámara Santa y la fuente de La Foncalada.

Por aquella misma época, Alfonso II el Casto, -según la tradición, fue el primer peregrino a

Santiago de Compostela, desde Oviedo, cuando se descubrió el sepulcro del santo, en el siglo

IX- es también reconocido por muchos como el “primer alcalde de Oviedo”. Las conchas de

peregrino que, en bronce, jalonan hoy muchas calles de Oviedo, para señalar el trazado de la

ruta jacobea que atraviesa el municipio, comparten ahora el protagonismo con otras señales en

la ciudad. Son los símbolos, también en bronce, del rastro de la antigua judería, el sello de uno

de los Caminos de Sefarad. Quienes visitan Oviedo y pasean por sus calles, en el entorno del

casco antiguo, se ven además sorprendidos por toda una colección de palacios barrocos, que

testifican la importancia de la ciudad en la época de la Ilustración, edificios nobles que utilizan

ahora distintos organismos públicos, lo que asegura su conservación.

En el casco antiguo se concentra la esencia de la ciudad de Oviedo, de sus monumentos, de su

historia y de su idiosincrasia. Pasear por sus calles, estrechas y renovadas, transmite el sabor y

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el aroma de la vieja ciudad; nos lleva, como si de un viaje en el tiempo se tratara, a sus orígenes

en el siglo VIII, a su recinto amurallado, a la ciudad medieval, sede de los primeros reyes

asturleoneses y último bastión de la Cristiandad, con la Catedral como gran centro sobre el que

pivotaba la vida ciudadana. Unas calles que evocan la vieja Vetusta clariniana, muchos de cuyos

edificios aún sobreviven, afortunadamente recuperados.

Porque Oviedo ha sabido conservar su patrimonio y mejorarlo con paciencia de artesano, con

una perfecta sintonía con el pulso actual de una ciudad moderna y cosmopolita. En este

“cogollo” del centro histórico de la ciudad podemos encontrar la plaza y el mercado del Fontán,

el edificio histórico de la Universidad de Oviedo –institución con más de cuatro siglos de vida y

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que imprime un carácter especial a toa la ciudad por la que se reparten sus campus- , la Junta

General del Principal (el parlamento autonómico), el Museo de Bellas Artes de Asturias, con una

colección de pintura extraordinaria, o el Museo Arqueológico, reabierto recientemente tras años

de remodelación.

Todas las visitas se pueden realizar en un cómodo paseo a pie. Oviedo es aún una ciudad a

escala humana.

El Teatro Campoamor acoge cada año ópera y zarzuela, con dos temporadas de las más

importantes y con mayor solera de España en sus respectivos géneros, mientras que el

Auditorio-Palacio de Congresos Príncipe Felipe se suceden los programas sinfónicos con

orquestas, directores, pianistas…de renombre internacional. Danza, flamenco, jazz… la cultura

y, especialmente, la música brindan a ovetenses y visitantes una experiencia difícil de olvidar.

El tradicional Teatro Campoamor, es hoy, además del lugar de entrega de los Premios Príncipe

de Asturias, el gran teatro lírico de la ciudad. Es de todos conocida la proyección que tienen los

Premios Príncipe de Asturias. Pero es menester subrayar otro aspecto, más allá de lo que

supone y significa ese gran acontecimiento. Y es que, cada año, cada otoño, la ciudad se

prepara, y se examina, para recibir a cientos de invitados ilustres con entusiasmo y con

cordialidad, pero también cumpliendo todos los requisitos de capacidad, organización y

seguridad que ello supone.

A la historia y al paisaje, Oviedo ha añadido en las dos últimas

décadas, una gran transformación urbana, de tal importancia y

calado, que es también una transformación social. Un cambio

que se inició con la peatonalización del Oviedo antiguo y el

Oviedo comercial, pionera en España, y que fue sumando

proyectos: más limpieza viaria, nuevo mobiliario urbano, una

cubierta para las vías del tren (conocida popularmente como

La Losa), una gran red de centros sociales y centros de

estudios, fuentes y zonas verdes… Y una colección de

esculturas urbanas, con más de cien piezas sólo en el centro,

que convierten cualquier paseo, en un deambular por un

museo a pie de calle.

El carácter capitalino ha otorgado a Oviedo un marcado espíritu comercial, patente en el gran

número de negocios de todas las especialidades que desde hace muchos años constituyen una

seña de identidad de la ciudad. Tiendas pequeñas y grandes forman la base de un sector al que,

por su prestigio, se han ido uniendo las más selectas firmas y las más relevantes franquicias

españolas e internacionales. Los grandes centros comerciales completan la oferta comercial de

Oviedo, donde ir de compras ofrece el aliciente de tener todo un universo de posibilidades,

siempre de la mejor calidad y siempre a mano.

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Oviedo está en medio de una región privilegiada en su paisaje, Asturias, Paraíso Natural, de la

montaña al mar, y todo muy cerca. Picos impresionantes y playas inolvidables al alcance de la

mano. Por eso Oviedo se promociona como la Capital del Paraíso.

Oviedo es una capital cultural y un destino de futuro.

En Oviedo, hace doce años, se inauguró el Auditorio-Palacio de Congresos Príncipe Felipe, que

en ese tiempo ha tenido 2,5 millones de usuarios, con más de 6.500 eventos. Un importantísimo

equipamiento que recientemente se completó con la inauguración, a mediados de 2011, del

Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, proyectado por Santiago Calatrava y

construido por impulso municipal y por iniciativa privada. Un Palacio de Congresos espectacular,

con una sala principal con más de 2.000 asientos y una bóveda, a casi 50 metros de altura, que

la asemeja a una moderna catedral.

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El apoyo del Ayuntamiento para quienes van a Oviedo a celebrar una reunión, incluye una

amplia oferta cultural. Queremos que los profesionales que visiten la ciudad disfruten también de

una riqueza que se refleja en la programación de la ciudad, la misma que se ofrece a los

ovetenses, lo que constituye un reflejo de cómo se entiende en Oviedo el turismo sostenible.

En la cultura, en Oviedo, la actividad musical tiene un protagonismo especial. Es rara la semana

que no haya dos o tres citas musicales, conciertos y actuaciones de peso e interés, de nivel

internacional. A lo largo del año se ofrecen ciclos sinfónicos con más de 40 conciertos, una

temporada de ópera con 20 representaciones y la segunda en solera de España, un festival de

zarzuela con cerca de 30 funciones, festival de danza…

La programación es inmensa. Arranca en septiembre, con las populares fiestas de San Mateo –

con gran parte de sus espectáculos gratuitos- y la apertura de la temporada de Ópera cuyo

programa se extiende hasta enero. Tras la ópera –que conserva la gala de la primera función-,

en febrero comienza la temporada de Zarzuela, con la Oviedo Filarmonía en el foso y que va

hasta mayo y en la que hay intercalado un festival de Danza. Mientras tanto, de octubre a junio,

se desarrollan tres programas de música clásica: el de la Orquesta Sinfónica del Principado de

Asturias (OSPA) y los municipales de Grandes orquestas y Jornadas internacionales de Piano

Luís G. Iberni. Las mejores formaciones, directores y solistas del mundo brindan sus

interpretaciones en Oviedo, una ciudad cuya cartelera sobresale a nivel nacional e internacional

por la cantidad y calidad de sus espectáculos musicales.

En verano hay música en la calle y conciertos de otras músicas, incluidos los de los jóvenes

intérpretes de las tres escuelas internacionales de música que cada año se desarrollan en la

ciudad.

Cada año, el Campoamor acoge la Gala Lírica más importante de nuestro país. Cada fin de

semana, los grupos folklóricos y las gaitas recorren las plazas más céntricas de la ciudad.

Conciertos didácticos, retransmisiones de ópera, ópera para niños…la actividad cultural es para

todos los momentos y para todos los públicos.

Oviedo es música. Merece la pena escucharlo.

Si a ese “menú” musical le añaden el excelente nivel de sectores como la hotelería y la

restauración, el norteño paisaje con sus mil verdes, y un menú gastronómico tan variado como

inolvidable, se entiende el porqué del “tirón” que está teniendo la ciudad.

Oviedo comparte con el resto de Asturias la excelencia gastronómica que se concreta en una

amplia variedad de platos que aprovechan los variados y exquisitos productos de la tierra, los

pescados frescos del Cantábrico y las ricas carnes asturianas, transformados en obras de arte

por las manos de los maestros de la gastronomía. También los dulces son especialidad de esta

tierra. Para beber, en Oviedo como en el resto de Asturias, a los vinos de calidad se une la sidra,

bebida de manzana típica de la región. Son numerosos y diversos los restaurantes de los que

dispone Oviedo: de alta cocina, sidrerías, casas de comidas, vinotecas y lugares de “tapeo”

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conviven en una ciudad que presta una especial atención a la gastronomía y a la manera de

entenderla como un importante intercambio social y cultural.

En la calle Gascona, cuyo nombre recuerda a los gascones (franceses) que llegaron

antiguamente a Oviedo, los hosteleros tienen una asociación que ha conseguido dar gran

intensidad a sus negocios y al ambiente de la zona, aledaña al casco viejo y cercana al histórico

monasterio benedictino de “Las Pelayas”. Rebautizada como “bulevar de la sidra”, la calle tiene

un magnífica oferta gastronómica y muchas actividades, entre las que destaca la anual y

multitudinaria “Prueba de la sidra” en la que dos jurados –profesional y popular- eligen la mejor

sidra que va a servirse esa temporada. Hay, claro está, otras sidrerías por toda la ciudad y

también por el resto del municipio, donde hay reconocidos lagares que ofrecen “espichas” –

comidas tradicionales alrededor de nuestra bebida más representativa- para todo tipo de

celebración. Fórmulas de iniciativa empresarial que se han trasladado, en una ciudad de

pujanza empresarial constante, a otras zonas en auge y con innumerables locales donde

disfrutar, como la Ruta de los vinos, en torno a la céntrica calle Campoamor o la amplia variedad

de establecimientos y grandes restaurantes tanto en el Centro más comercial como en el Casco

antiguo.

La última, hasta ahora, de las iniciativas de asociación gastronómica en la ciudad, es el llamado

“Distrito Gourmet”, en el que se unieron catorce restaurantes del entorno de la Plaza de

América, muy cerca del nuevo Palacio de Exposiciones y Congresos, para trabajar por un

múltiple objetivo común: calidad en los productos, creatividad y complicidad con el cliente. El

sabor de Oviedo en bandeja. Una razón más para visitar la ciudad.

Oviedo les espera.

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