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1 LIBRO I Una Reivindicación Teológica del Tradicionalismo Católico Romano

P. Paul Kramer -El Peligro de Alterar La Liturgia

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P. Paul Kramer -El peligro de alterar la liturgia

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    LIBRO I

    Una Reivindicacin Teolgica

    del Tradicionalismo Catlico Romano

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    INTRODUCCIN

    La liturgia cambia

    En su Admonicin del 18 de noviembre de 1992, la Conferencia Episcopal de Filipinas reafirm la posicin de la Iglesia Conciliar, a saber, que los cambios en la liturgia fueron decretados por el Vaticano II. Esa afirmacin es demostrablemente falsa: el Concilio no decret la supresin del Rito Romano tradicional de la Misa y su reemplazo por un nuevo rito de la Misa. La institucin de un nuevo rito de la Misa es un acto formal de desobediencia al Concilio.2 El Concilio Vaticano Segundo decret que la liturgia del Rito Romano fuera revisada. No decret una reforma radical que produjera un rito completamente nuevo de la Misa. La Constitucin Litrgica, Sacrosantum Concilium afirma:

    Revsese el ordinario de la Misa, de modo que se manifieste con mayor claridad el sentido propio de cada una de las partes y su mutua conexin y se haga ms fcil la piadosa y activa participacin de los fieles. En consecuencia, simplifquense los ritos, conservando con cuidado la sustancia (SC 50)

    Hay algunos pasajes claves en ese texto y en otras partes de este documento conciliar que tienen que ser examinadas, para determinar si la creacin de un Nuevo Rito de la Misa y la abolicin del rito tradicional corresponden a los deseos expresos del Concilio Vaticano Segundo, o si es ms bien un rechazo del Concilio y de la enseanza y tradicin de la Iglesia.

    Los pasajes claves son:

    1. Revsese el ordinario de la Misa

    Se prescribe la revisin del antiguo Rito Romano: eso no es transformarlo en un nuevo rito de la Misa 3 , pero teniendo la precaucin de que las nuevas formas se desarrollen, por decirlo as, orgnicamente a partir de las ya existentes. (SC 23) Con los ritos, para conservar la sana tradicin debe preceder siempre una concienzuda investigacin (SC 40), teniendo el debido cuidado de preservar su substancia. (SC 23)

    2. la naturaleza intrnseca y los propsitos de sus varias partes (sean) manifestadas ms claramente

    2 Louis Bouyer, The Decomposition of Catholicism, Londres, 1970, p. 99. El gran liturgista, P. Louis Bouyer ha afirmado

    que hay formal oposicin entre la liturgia que tenemos y la que elabor el Concilio. La observacin de Michael Davies: La Nueva Misa no es un acto de obediencia a una decisin del Vaticano II, es un rechazo calculado de la Constitucin Litrgica de ese concilio.

    3 Esto es lo que Pablo VI llam el Novus Ordo Missae el 19 de noviembre de 1969.

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    El misterio sagrado del altar, lo que es decir, el sacrificio propiciatorio y la presencia real y sustancial de Jesucristo en el Santsimo Sacramento tiene que ser manifestada claramente; no debe ser obscurecido con la suerte de ambigedades con las que el Novus Ordo abunda.

    3. restauradas de acuerdo a las prstinas normas de los Santos Padres

    Restauracin de acuerdo a las prstinas normas de los Santos Padres significa que la Iglesia permite y hace provisin de algunas innovaciones en las formas exteriores, sobre todo cuando estas estn en conformidad con el antiguo pasado.4 Los cambios radicales con una dimensin ecumnica y un nuevo fundamento de teologa eucarstica5 violan las prstinas normas de los Santos Padres.

    4. Por ltimo, el sacrosanto Concilio, atenindose fielmente a la tradicin, declara que la Santa Madre Iglesia atribuye igual derecho y honor a todos los ritos legtimamente reconocidos y quiere que en el futuro se conserven y fomenten por todos los medios. (SC 4)

    Sacrosantum Concilium afirma que la Liturgia consta de una parte que es inmutable por ser la institucin divina, y de otras partes sujetas a cambio. (SC 21) Esto no significa que las partes sujetas a cambio puedan ser simplemente descartadas o radicalmente modificadas. Los ritos acostumbrados de la Iglesia tienen que ser preservados: es una enseanza definida de la Iglesia Catlica que la Misa se ofrezca de acuerdo a la costumbre de la Iglesia, 6 y por lo tanto la Profesin de Fe prescribe

    4 Papa Len XIII en Orientalium Dignitas. 5 Las expresiones, dimensin ecumnica y nuevos cimientos de teologa eucarstica, son las usadas por los miembros

    de Consilium A. Bugnini y C. Braga. Estas sern tratadas ms abajo. 6 Item, (deffinimus) in azymo sive fermento pane triticeo corpus Christi veraciter confici; sacerdotesque in altero ips(or)um

    Domini corpus conficere debere, unumquemque scilicet iuxta sua Ecclesi sive occidentalis, sive orienalis consuetudinem. - Eugenius IV, Conc. Florentinum, Decretum pro Grcis, [Ex Bulla Ltentur Cli, 6 Iulii 1439.]

    Asimismo (Nos definimos) que el cuerpo de Cristo se consagra verdaderamente en pan de trigo zimo o fermentado y en uno u otro deben los sacerdotes consagrar el cuerpo del Seor, cada uno segn la costumbre de su Iglesia, oriental u occidental. (Dz 692, N. del T.)

    Es, en el texto citado, definido solemnemente como un dogma de Fe que el sacerdote debe consagrar la Eucarista de acuerdo a la costumbre del ritual propio de su iglesia, y por lo tanto la de la misma determina qu clase de pan tiene que usarse. La premisa ms importante sobre la que se funda el dogma y que est contenida verbalmente en la frmula dogmtica es: El sacerdote tiene que consagrar el cuerpo del Seor cada uno de acuerdo a la costumbre de su iglesia, a su vez est fundada en la premisa ms importante que el sacerdote tiene que celebrar la Eucarista de acuerdo a la costumbre de su iglesia, o su formulacin ms general como un (el) principio: La ley de la costumbre gobierna la celebracin de la liturgia. Sobre estas mismas premisas tambin est fundado el dogma de Trento, de acuerdo al cual los fieles estn obligados por la profesin de Fe a los ritos recibidos y aprobados de la Iglesia. Ya que la verdad de la proposicin dogmtica est fundada sobre el principio que forma su mayor premisa, se sigue necesariamente, con estricta certeza metafsica que la misma premisa mayor, es decir que la ley de la costumbre gobierna la celebracin de la liturgia, pertenece al Depsito de la Fe.

    El ltimo pasaje citado del Cardenal Torquemada (Respuesta a la Admonicin de la CBCP p. 90) est fundado en la doctrina formulada y definida por el Concilio de Florencia. Torquemada elabora el principio arriba mencionado segn el cual el dogma est fundado, a saber, que es de ley divina que la costumbre y el rito de la Iglesia tienen que ser seguidos; y aplica ese principio al caso particular de un Papa: Si l no desea seguir personalmente las costumbres y ritos universales de la Iglesia, arribando a la conclusin que 1) sin duda el Papa habra cado en cisma y 2) habiendo ido l contra las costumbres universales de la Iglesia, no se requiere seguirlo

    Que el Cardenal Torquemada ha dado una elaboracin correcta y ortodoxa de la doctrina catlica que est especficamente en conformidad con el dogma florentino anteriormente mencionado, que est atestiguado por el hecho que el mismo Papa, Eugenio IV, quien defini ese dogma, tambin confiri a Torquemada el ttulo de Defensor de la Fe.

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    solemnemente la adhesin a los ritos tradicionales.7 La proposicin que el rito tradicional puede ser cambiado por un nuevo rito por cualquier pastor 8 es una hereja solemnemente anatematizada: Si alguno dijere que los ritos recibidos y aprobados de la Iglesia Catlica que suelen usarse en la solemne administracin de los sacramentos, pueden despreciarse o ser omitidos, por el ministro a su arbitrio sin pecado, o mudados en otros por obra de cualquier pastor de las iglesias, sea anatema.9

    No es, como algunos han argido, que ninguno bajo el rango de Papa pueda cambiar los ritos acostumbrados por nuevos ritos, y que tales nuevos ritos fueran ilcitos a menos que el Papa los aprobara. En primer lugar, el canon en cuestin no trata de la cuestin de quin puede cambiar los ritos en nuevos ritos, sino que condena muy claramente la proposicin que los ritos puedan ser cambiados por cualquiera (incluyendo el Papa), es decir por cualquier pastor eclesistico cualquiera fuere. Los Romanos Pontfices profesaron solemnemente (tibi profiteor beate Petre) desde el pontificado de San Agatn (678-681) que era su deber, y por lo tanto juraron solemnemente (quam professionem meam propria manu suscripsi et tibi, beate Petreiureiurando sinceriter optuli) guardar inmaculada la disciplina y el rito de la Iglesia como lo encontr transmitido por mis santos predecesores, para preservar sin disminucin el estado de la Iglesia y disminuir o cambiar nada de la tradicin preservada que he recibido de mis ms honrados predecesores, o permitir cualquier novedad.10

    En obediencia a la enseanza infalible de la Iglesia, el Concilio orden que en obediencia fiel a la tradicin los ritos fueran revisados cuidadosamente a la luz de la sana tradicin, teniendo el debido cuidado de preservar su substancia y que cualesquiera nuevas formas adoptadas se desarrollaran orgnicamente a partir de formas ya existentes.

    Para que los cambios en la liturgia fueran lcitos, tendran que haberse hecho de la manera acostumbrada que preservara su substancia. Para que la substancia de los ritos fuera preservada, los cambios slo podran tener lugar de acuerdo al principio de desarrollo orgnico. Como la costumbre es la mejor intrprete de la ley:11 la costumbre universal y perpetua de la Iglesia es el criterio que

    Torquemada fue el Telogo Papal oficial durante el pontificado de Eugenio IV, y fue designado como Telogo oficial del Concilio comenzado en Basilea antes de trasladarse a Florencia.

    7 Receptos quoque et approbatos Ecclesi catholic ritus in supradictorum omnium sacramentorum sollemni adminstratione recipio et admitto. Professio fidei Tridentina, [Ex Bulla Pii IV Iniunctum nobis, 13 Nov. 1564], Dz. 996.

    Los ritos recibidos y aprobados de la Iglesia Catlica son los ritos tradicionales, desde que son los ritos acostumbrados (Conc. Trid. Sesin 7, can 13) que han sido recibidos por el vehculo de la Tradicin.

    8 disciplinam et ritum ecclesi, sicut inveni et a sanctis predecessoribus meis traditum reperi, inlibatum custodire, et indiminutas res ecclesiae conservare et ut indiminutae custodiantur operam dare; nihil de tradicione qu a probatissimis predecessoribus meis servantum reperi, diminuere vel mutare aut aliquam novitatem admittere. [cf. Liber Diurnus Romanorum Pontificum, Indiculum Pontificis]

    9 Si quis dixerit, receptos et approbatos Ecclesi catholic ritus in sollemni sacramentorum adminstratione adhiberi consuetos aut contemni, aut sine peccato a ministris pro libito ommitti, aut in novos alios per quemcumque ecclesiarum pastorem mutari posse: anathema sit. Conc. Tridentinum, Sesin VII, Canon XIII. La traduccin italiana de este canon en la edicin bilinge de Denzinger reza: Se qualcuno afferma che i riti ricevuti e approvati nella chiesa cattolica e abitualmente usati nelladministrazione solenne dei sacramenti, possono essere disprezzati o tralasciati dai ministri a loro piacere, senza che commettano percato, o cambiati in altri nuovi da qualsiasi pastore ecclesiastico; sia anatema. - Denzinger, Enchiridion Symbolorum, Definitionem et Declarationum de Rebus Fidei el Morum, revisada por Peter Hnermann, Bologna, 1995, p. 673.

    10 cf. Liber Diurnus Romanorum Pontificum, Indiculum Pontificis. 11 Consuetudo est optima legum interpres. (CIC 1983, c. 27.)

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    determina qu clase de cambios en la liturgia pueden ser considerados lcitos. A lo largo de la historia de la Iglesia, los cambios en la liturgia han sido el resultado de un desarrollo gradual, orgnico, 12 y por lo tanto, el desarrollo orgnico gradual es la nica manera lcita en la que pueden tener lugar los cambios en la liturgia de la Misa.13

    Ya que, como ha sido demostrado arriba, el dogma de la Fe requiere la adhesin a la liturgia tradicional, y por lo tanto, como han profesado los Papas en su juramento de coronacin, es propio de la Ley Divina como divina et celestia mandata: que romper con la liturgia tradicional de la Iglesia constituira, por lo tanto, un acto cismtico. Incluso un papa que no quisiera seguir las costumbres universales y los ritos de la Iglesia o cambiara todas las ceremonias eclesisticas, al hacerlo ira contra las costumbres y ritos universales de la Iglesia y dejara de estar en apropiada comunin con la Iglesia, y por lo tanto caera en cisma.14

    En obediencia a la enseanza infalible de la Iglesia, el Papa San Po V declar en la Quo Primum:

    a fin de que todos abracen y observen en todas partes lo que le ha sido transmitido por la sacrosanta Iglesia Romana, madre y maestra de las dems Iglesias, prohibimos que se cante o recite otras frmulas que aquellas conformes al Misal editado por Nos.

    En el prrafo siguiente, el Papa San Po V decreta:

    y esto en todas las Iglesias Patriarcales, Catedrales, Colegiadas y Parroquiales de las Provincias del orbe cristiano, seculares y regulares de cualquier Orden o Monasterio -tanto de varones como de mujeres e incluso de milicias- y en las Iglesias o Capillas sin cargo de almas, donde se acostumbra o se debe celebrar la Misa Conventual, en voz alta con coro o en voz baja, segn el rito de la Iglesia Romana. Este Misal es para ser usado por todas las Iglesias

    Adems, por autoridad Apostlica y a tenor de la presente, damos concesin e indulto, tambin a perpetuidad, de que en el futuro sigan por completo este Misal y de que puedan con validez, usarlo libre y lcitamente en todas las Iglesias sin ningn escrpulo de conciencia y sin incurrir en castigos, condenas, ni censuras de ninguna especie. Del mismo modo estatuimos y declaramos: que no han de estar obligados a celebrar la Misa en forma distinta a la establecida por Nos ni Prelados, ni

    12 a lo largo de la historia del desarrollo de la liturgia sacramental, la tendencia siempre ha sido hacia adiciones de

    crecimiento y acreciones, el esfuerzo para obtener un ms completo, ms perfecto, ms claramente significante simbolismo. Canon George Smith, The Teaching of the Catholic Church, novena impression, 1955, p. 1056.

    13 San Pedro Canisius, Summa Dictrin Christian - Incumbe a nosotros unnime e inviolablemente observar las tradiciones eclesisticas, si codificadas o simplemente retenidas por la prctica acostumbrada de la Iglesia.

    14 cf. Surez, De Charitate, Disputatio XII de Schismate; y Torquemada, Summa de Ecclesia.

    Esta doctrina elaborada por Juan de Torquemada O.P. nombrado por el Papa Eugenio IV como Defensor de la Fe, y Francisco Surez S.J., nombrado por el Papa Pablo V Doctor Eximius et Pius, est firmemente enraizada en las definiciones arriba citadas del Papa Eugenio IV y del Papa Po IV y el solemne anatema del Concilio de Trento. (Ses. 7 can. 13) Los Papas, en su juramento de coronacin (ver nota 9) pronunciaron la prohibicin contra s mismos si se atrevieran a cambiar o permitir a alguien cambiar los ritos eclesisticos que ellos profesaron ser Ley Divina (divina et celestia mandata): si prter hc aliquod agere prsumpsero vel ut prosumatur permisero, eris (beate Petre) autem mihi in illa terribili die divini indicii depropitius.

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    Administradores, ni Capellanes, ni los dems Sacerdotes seculares de cualquier denominacin o regulares de cualquier Orden: [aqu San Po V deja indisputablemente en claro que esas no son meras leyes eclesisticas que pueden ser revocadas, sino al contrario, son por su propia naturaleza permanentes e irreformables, y por lo tanto el Supremo Pontfice declara solemne e infaliblemente ex cathedra:] que no pueden ser forzados ni compelidos por nadie a reemplazar este Misal y que la presente Carta jams puede ser revocada ni modificada en ningn tiempo, sino que se yergue siempre firme y vlida en su vigor. 15 [nfasis del autor]

    Es luminosamente claro a partir de las normas enunciadas en el texto de Sacrosantum Concilium, que el Concilio pretendi una revisin de la liturgia de acuerdo a las normas acostumbradas, establecidas por la Tradicin. Michael Davies observa que, Por ningn esfuerzo de imaginacin puede el Concilio Vaticano Segundo interpretarse como mandando o sancionando la destruccin del Rito Romano. Este contena estipulaciones que parecieron hacer imposible cualquier remodelacin drstica de la Misa Tradicional.16 Ni a diferencia del Concilio de Trento, el Vaticano II decret la revisin y preservacin del antiguo Rito Romano.

    15 Aqu el Papa habla con el carisma de infalibilidad. (Ver el comentario en el Apndice I.)

    16 Michael Davies, Liturgical Shipwreck, TAN Books, 1987, p. 14.

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    CAPITULO I

    Una cuestin de ritos

    El documento Sacrosanctum Concilium del Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia dice que no se cre un nuevo rito de la Misa - el Rito Romano slo fuese a ser revisado (es decir sin que se hicieran cambios drsticos). Sin embargo, a pesar de esto, lo que result en unos pocos breves aos despus del Vaticano II fue la existencia de lo que son claramente dos ritos diferentes de la Misa en la Iglesia Catlica Romana: el Rito Romano inmemorial y el nuevo rito de la Misa anunciado por el Papa Pablo VI el 19 de noviembre de 1969. Este captulo analiza brevemente como el nuevo rito difiere del Rito Romano en lo esencial.

    El Rito Romano Inmemorial

    En 1570, el Papa San Po V promulg el Rito Romano de la Misa revisado y codificado con la Bula Quo Primum. El no promulg un nuevo rito, sino que meramente restaur y codific el Rito Romano inmemorial.17 El Concilio de Trento no tuvo la intencin de instituir una nueva liturgia. En El Concilio de Trento (1545-1563), observa Michel Davies, en efecto design una comisin para examinar el Misal Romano, y para revisarlo y restaurarlo de acuerdo a la costumbre y al rito de los Santos Padres. El nuevo misal fue promulgado eventualmente por el Papa San Po V en 1570 con la Bula Quo Primum.

    El Papa Po V no instituy un nuevo rito de la Misa. Davies ha demostrado eso, citando eminentes autoridades: el Padre David Knowles, que fue el ms distinguido erudito britnico hasta su muerte en 1974, seal que:

    El Misal de 1570 fue realmente el resultado de instrucciones dadas en Trento, pero fue, en realidad, con respecto al Ordinario, el Canon, el Propio del tiempo y mucho ms, una rplica del Misal Romano de 1474, el cual a su vez repiti en todo lo esencial la prctica de la Iglesia Romana de la poca de Inocencio III, y este mismo misal deriv del uso de Gregorio Magno y sus sucesores del siglo VII. En suma, el Missal de 1570 fue en

    17 La comisin designada por San Po V cumpli la restauracin del rito: ad pristinam Missale ipsum sanctrum Patrum

    normam ac ritum restituerunt.[Quo Primum] (ellos restauraron el Misal en s mismo a la norma original y rito de los Santos Padres.)

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    toda su esencia, el uso principal de la liturgia europea medieval, el cual incluy a Inglaterra y a todos sus ritos.18

    Aunque el rito continu desarrollndose despus del tiempo de San Gregorio, el Padre Fortescue explica que:

    Todas las modificaciones posteriores fueron adecuadas al antiguo orden, y las partes ms importantes no fueron tocadas. Desde, aproximadamente, el tiempo de San Gregorio tenemos el texto de la Misa, en orden y arreglo, como una sagrada tradicin que ninguno se ha aventurado a tocar, excepto en detalles insignificantes. 19

    As, nuestra Misa vuelve sin cambios esenciales a la edad en que se desarroll desde la ms antigua de las liturgias. Es todava evocadora de esa liturgia, de los das en que Cesar gobernaba el mundo El resultado final de nuestra investigacin es que, a pesar de los problemas irresueltos, a pesar de los cambios posteriores, no hay en la Cristiandad otro rito tan venerable como el nuestro.20

    El Rito Romano de la Misa, como dice Jungmann,21 creci de entre las tradiciones apostlicas, y el Canon Romano, de acuerdo al Concilio de Trento, est compuesto de las palabras de Nuestro Seor desde las tradiciones apostlicas, y a partir de las devotas instrucciones de los santos pontfices.22 El Rito Romano se desarroll de tal manera que la estructura bsica del rito vino a estar enriquecida y adornada con componentes tomados de la liturgia galicana. Esta fue verdadera e ntegramente una profesin de fe de la Iglesia Catlica porque fue el producto, el fruto de esa fe y por lo tanto La enseanza ntegra de la Iglesia est contenida en la liturgia.23 De donde se deduce que la ley de la oracin establece la ley de la creencia.24

    Los Padres del Concilio de Trento nunca soaron con crear un nuevo rito de la Misa, ni lo hizo la mayora de los Padre del Concilio Vaticano II:25 Ellos saban demasiado bien que Las liturgias no se

    18 Michael Davies, Cranmers Godly Order. The Angelus Press, 1980, p. 74. Davies cita al Padre David Knowles, The

    Tablet, 24 de julio de 1971, p. 724. 19 Fortescue, Adrian; The Mass, Londres, 1917, p. 173 20 Ibid. p. 213. 21 Joseph A. Jungmann, S.J., The Mass of the Roman Rite: Its Origin and Development, Nueva York, Benzinger, 1950, vol.

    1, p. 194. 22 DS 1745. 23 Jungmann en Handing on the Faith. 24 Estas palabras, Legem credendi lex statuit supplicandi escritas por el Papa San Celestino I a los obispos de la Galia en el

    ao 422, han sido repetidas una y otra vez por los papas, ms recientemente por: Po XI en Divini Cultus y Po XII en Mediator Dei.

    25 Quin so en ese da (cuando los Padres del concilio votaron por la Constitucin Litrgica) que en los prximos pocos aos, lejos menos de una dcada, el pasado latino de la Iglesia sera casi suprimido, que sera reducido a una memoria desvanecida en la media distancia? El pensamiento de esto nos hubiera horrorizado, pero pareci lejos ms all del dominio de lo posible por ridculo. As nos remos de ello. - Arzobispo Robert J. Dwyer en Twin Circle, 26 de octubre de 1973.

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    hacen, ellas crecen en la devocin de los siglos.26 Explicando este tema, Davies hace la importante observacin que:

    En ningn tiempo en la historia del Rito Romano hubo un papa creando una comisin para componer nuevas oraciones y ceremonias. Las ceremonias se desarrollaron casi imperceptiblemente, y en todos los casos, la codificacin, que es la incorporacin de esas oraciones a los libros litrgicos, seguidas en su desarrollo las oraciones particulares y las ceremonias se fundamentaron en el Misal porque estas se fueron usando en la Misa y no lo contrario.27

    Eso lo sealaron los Obispos catlicos de Inglaterra en su Vindication of the Bull Apostolic Cur:

    Que en los primeros tiempos, a las iglesias locales se les permiti agregar nuevas oraciones y ceremonias est admitido Pero que tambin les fuera permitido suprimir oraciones y ceremonias ya en uso, e incluso remodelar los ritos existentes de manera drstica, es una proposicin de la cual nosotros no conocemos fundamento histrico, y que se nos aparece como absolutamente increble.28

    El Papa Len XIII explic en su constitucin Orientalium Dignitas que la Iglesia permite y hace provisin de algunas innovaciones en las formas exteriores, la mayora de las veces cuando stas estn en conformidad con el antiguo pasado. Claramente el Papa Len se estaba refiriendo principalmente a las restauraciones. Claramente, es deber del papa regular la liturgia, pero no incumbe a su oficio suprimirla y crear nuevas liturgias. El Papa Po XI resumi lo que siempre estuvo en la mente de la Iglesia cuanto a las responsabilidades del papa respecto a la liturgia cuando afirm en Divini Cultus (1928):

    No extraarse entonces, que los Romanos Pontfices hayan sido tan solcitos en salvaguardar y proteger la liturgia. Ellos han usado el mismo cuidado en establecer normas para la regulacin de la liturgia, preservndola de la adulteracin, como en dar apropiada expresin a los dogmas de la Fe.

    Es deber de la jerarqua y especialmente del Papa salvaguardar y proteger la liturgia al igual que preservarla de la adulteracin. Los Padres del Concilio Vaticano II expresaron su intencin de mantenerse fieles a sus deberes pastorales respecto a la liturgia, pero la comisin designada por Pablo VI, la Consilium, subvirti el programa del Concilio para una revisin litrgica legtima, y produjo una nueva Reforma Protestante en la Iglesia.29

    26 Owen Chadwick, The Reformation, Londres, 1972, p. 119. 27 Michael Davies, The Eternal Sacrifice, Long Prairie, 1987, p. 14. 28 El Cardenal Arzobispo y los Obispos de la Provincia de Westminster, A Vindication of the Bull Apostolic Cur, Londres

    1898, pp. 42-43. 29 P. Antony Cekada: Es estirando el sentido claro de las Instrucciones de 1970 (para) pretender que, incluso con todas sus

    tradicional sonantes, (esto) todava nos aleja de la enseanza del Concilio de Trento y hacia el Protestantismo? En busca de una respuesta volvemos a un artculo escrito cinco aos ms tarde por un miembro de la Consilium, el Rev. Emil Joseph Lengeling: En la Instruccin General [original] de 1969 sobre el Misal, emergi una teologa sacramental

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    Un rito completamente nuevo

    El Papa Pablo VI cre la comisin de burcratas que destruy la liturgia romana cuando estableci la Consilium ad Exequendam Constitutionem de Sacra Liturgia por su Motu Proprio Sacram Liturgiam. As, dice Michael Davies, los notorios Consilium que destruyeron el Rito Romano resultaron ser el Padre Annibale Bugnini designado secretario de la Consilium esta se compona de cincuenta obispos y doscientos consultores o consejeros los sucesores de los periti del Concilio. (Padre Peter Coughlin)30 El presidente de la Consilium fue el Cardenal Lercaro, quien ha sido descripto como Lutero resucitado.31

    Bugnini mismo revel sus intenciones cismticas de destruir la liturgia cuando afirm el 7 de mayo de 1967, sta no es simplemente una cuestin de restaurar una valiosa obra maestra, en algunos casos ser necesario proveer nuevas estructuras para ritos enterossta ser, verdaderamente, una nueva creacin.32 Joseph Gelineau S.J., uno de los miembros ms influyentes de la Consilium del Arzobispo Bugnini, que verdaderamente compusieron la Nueva Misa,33 habl de la liturgia romana diciendo, Comprenlos con la Misa que ahora tenemos. No slo las palabras, las melodas y algunos de los gestos son diferentes. Para decir la verdad, es una liturgia diferente de la Misa. Es necesario decirlo sin ambigedades: el Rito Romano como nosotros lo conocimos ya no existe. (Le rite romain tel que nous lavons connu nexiste plus). Ha sido destruido (il est detruit). Algunos muros del antiguo edificio han cado, mientras otros han cambiado su apariencia, hasta el punto que hoy parece o como una ruina o como la infraestructura de un edificio diferente.34

    El Padre John Kiley afirm lo obvio cuando dijo, La nueva liturgia no es una revisin de la antigua Misa es un rito completamente nuevo.35 El mismo Papa Pablo VI reconoci el hecho que el Novus Ordo no era slo una revisin del rito tradicional, cuando anunci en su audiencia general del 19 de noviembre de 1969 que un cambio iba a tener lugar en la Iglesia Catlica Latina, y anunci la introduccin de un nuevo rito de la Misa en la liturgia. Durante su discurso, el Papa coment, Nosotros bien podemos preguntarnos: Cmo pudo tener lugar alguna vez tal cambio? Verdaderamente bien podemos preguntarnos como el Papa pudo permitir que tuviera lugar tal cambio,

    ecumnicamente-orientada para la celebracin de la Misa A pesar de la nueva edicin de 1970, forzada por ataques reaccionarios pero que evitaron lo peor, gracias a la inteligencia de sus revisores esto nos lleva fuera del callejn sin salida de las teoras post-Tridentinas de sacrificio, y corresponde a los acuerdos evidenciados por muchos de los documentos inter-religiosos del ao pasado. (Tradition und Fortschritt in der Liturgie, en Liturgisches Jahrbuch, 25, 1975, 218-9; citado en The Ottaviani Intervention [La intervencin Ottaviani], p. 15)

    30 Davies cita al Padre Peter Coughlin quien fue miembro de la Consilium. 31 El Padre Cekada relata: El Cardenal Bacci haba escrito un prefacio laudatorio a un libro que acus a la reforma litrgica

    de haber traicionado la fe del Concilio de Trento, y a quien encabezaba la Consilium, el Cardenal Lercaro, de ser Lutero resucitado. (Ese libro era La Tunica Stracciata de Tito Casini, Roma, 1967.)

    32 La Documentation Catholique, n 1493. 33 cf. Michael Davies, Liturgical Shipwreck, TAN Books, 1987, p. 13. - El Padre Gelineau estaba presente en el Concilio

    como experto litrgico. El cumpli la misma funcin despus del Concilio para la Consilium, la comisin creada para implementar la Constitucin.

    34 J. Gelineau, Demain la Liturgie, Pars, 1976, pp. 9-10. 35 The Providence Visitor; el 17 de sept. de 1971.

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    especialmente cuando consideramos que el mismo pontfice reconoci que la Iglesia ha profesado siempre que la Misa es la expresin tradicional e intocable de nuestro autntico culto religioso.36

    Digo que el Papa permiti que tuviera lugar tal cambio en la Iglesia porque l mismo no mand el cambio del rito: Pablo VI slo public el nuevo misal con su Motu Proprio Missale Romanum del 3 de abril de 1969. La Sagrada Congregacin para el Culto Divino promulg el nuevo misal en abril de 1970. Esa promulgacin solamente permiti el uso del nuevo misal. Despus de la publicacin de Missale Romanum, aparecieron otros documentos emanados de la Sagrada Congregacin para el Culto Divino: Ordo Missae especifica las rbricas para el nuevo rito, Ordo Lectionum Miss presenta el leccionario para el nuevo rito, y hay tambin una instruccin del 20 de octubre de 1969. Toda esta legislacin es claramente invlida porque viola una de las reglas ms bsicas de la ley: Inferior non potest tollere legem superioris (un inferior no puede anular la ley de un superior).37 Ese principio verdaderamente fundamental tambin est formalmente guardado como reliquia en el Cdigo de 1983, en el can. 135, 2, el cual afirma, no puede el legislador inferior dar vlidamente una ley contraria al derecho superior38 Los decretos ejecutivos de los dicasterios romanos no tienen autoridad para nulificar los decretos solemnes de la Quo Primum.

    Ni el Papa Pablo VI ni el Concilio nulificaron la Quo Primum, ni mandaron el nuevo rito, y por lo tanto Quo Primum an tiene fuerza de ley. El Vaticano II no promulg ninguna ley litrgica. Es propio de la misma esencia de la ley que La ley se instituye cuando se promulga (CIC 1983, c.7), y por lo tanto es absurdo para cualquiera decir que el Vaticano II es la base para la autoridad del Nuevo Misal o que Pablo VI no necesit mandar formalmente el uso del Nuevo Misal para que tuviera fuerza de ley. Davies recapitul bien la situacin cuando escribi:

    El problema enfrentado por el Vaticano como resultado de la generalizada defensa de la Misa Tridentina fue que haba permitido su casi universal supresin sin dar sancin formal y legal a esa supresin; y adems, su supresin ilegal haba estado apoyada en documentos emanados de la Sagrada Congregacin para el Culto Divino.39

    36 Papa Pablo VI - Nosotros acostumbramos creer que la Misa era la expresin tradicional e intocable de nuestro autntico

    culto religioso. 19 de nov. de 1969. El Papa Po VI conden la proposicin de reformar la liturgia, hacindola volver (a la liturgia) a una mayor simplicidad de los ritos, expresndola en lenguaje vernculo o en voz alta, como si el presente orden de la liturgia recibida y aprobada por la Iglesia, hubiera emanado en alguna parte del olvido de los principios por los cuales debera ser regulada como temeraria, ofensiva a los pos odos, insultante a la Iglesia, favorable a las acusaciones de los herejes. Auctorem Fidei [33].

    37 un inferior no puede anular la ley de un superior - William Lyndwood, Dean de Arches y dignatario principal de la corte de Canterbury durante el reinado del Papa Martn V (1417-1431), cit esta regula iuris en su comentario sobre la puesta en vigor de un decreto del Cardenal Othobon usando las palabras: Praecipimus inviolabiliter observari (nosotros ordenamos que stas sean inviolablemente observadas). El Rev. Benedict Allen, O.P. relata que estas palabras provocaron el siguiente comentario de Lyndwood: Por qu se ha ordenado aqu que la constitucin debera ser observada, cuando sta ya es suficientemente obligatoria? Este es un precepto ejecutivo ms que un estatuto jerrquico. El arzobispo puede agregar nuevas penas a un decreto emitido por el legado, pero l no puede cambiar u oponerse a estos decretos, porque el inferior non potest tollere legem Superioris, y no hay duda en la mente de Lyndwood que el arzobispo es inferior al legado, tal como el legado lo es al Papa. - The Application of Roman Canon Law en Medieval England, Benedict Allen O.P., en The Papacy, C. Lattey S.J., Londres 1923, p. 168.

    38 A legislatore inferiore lex iuri superiori contraria valide ferri nequit. Ver tambin Summa Theol. I-II, q. 96, a. 5. 39 Davies, The Legal Status of the Tridentine Mass, Dickinson, 1982, p. 35.

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    La firme adhesin de los tradicionalistas a la Misa Tridentina les ha significado la indignidad de ser etiquetados de cismticos, porque rechazan obediencia a leyes no existentes:40 leyes que de existir, hubieran sido esencialmente cismticas, de acuerdo a la enseanza infalible de la Iglesia. El Novus Ordo, escribi el Cardenal Ottaviani, se aleja de manera impresionante, en conjunto y en detalle, de la teologa catlica de la Santa Misa, cual fue formulada en la XXII Sesin del Concilio de Trento,41 y constituye una grave ruptura con la tradicin.42

    La doctrina reflejada en la lex orandi (la ley de la oracin) del Novus Ordo es protestante porque la lex credendi (la ley de la creencia) de sus autores es protestante. La definicin de la Misa dada en el N 7 de la Institutio Generalis del Novus Ordo dice: La Cena del Seor o Misa, es la sagrada asamblea o reunin del pueblo de Dios, presidida por un sacerdote, para celebrar el memorial del Seor.43 As, la Instruccin General del Novus Ordo define la Misa en tales trminos que especifican su

    40 Cardenal Alfons Stickler en The Latin Mass, verano 1995, p. 14: El Papa Juan Pablo hizo dos preguntas a una comisin

    de nueve cardenales en 1986. En primer lugar, prohibi el Papa Pablo VI o alguna otra autoridad legalmente competente la celebracin generalizada de la Misa Tridentina en el presente? No. El pregunt a Benelli expresamente, Prohibi Pablo VI la antigua Misa? El nunca respondi nunca si, nunca no. Por qu? El no pudo decir, S la prohibi. El no pudo prohibir una Misa que fue desde el principio vlida y fue la Misa de miles de santos y fieles. La dificultad para l fue que no pudo prohibirla, pero al mismo tiempo quiso que se dijera la nueva Misa, que fuera aceptada. Y as el slo pudo decir, Quiero que se diga la nueva Misa. Esta fue la respuesta que todos los prncipes dieron a la cuestin planteada. Ellos dijeron: el Santo Padre quiso que todos siguieran la nueva Misa.

    La respuesta dada por ocho [de los] cardenales en el 86 fue que no, la Misa de San Po V nunca ha sido suprimida. Puedo decirlo: fui uno de los cardenales. Slo uno estuvo en contra

    Hubo otra cuestin, muy interesante. Puede cualquier obispo prohibir a algn sacerdote en buena situacin celebrar una Misa Tridentina nuevamente? Los nueve cardenales unnimemente concordaron en que ningn obispo puede prohibir a un sacerdote catlico decir la Misa Tridentina. No tenemos ninguna prohibicin oficial y pienso que el Papa nunca establecera una prohibicin oficial.

    Hace varios aos la Revista The Fatima Crusader escribi sobre los hallazgos de la comisin de nueve cardenales. De acuerdo a ese informe, los nueve cardenales de la comisin fueron: Palazzini, Innocenti, Casaroli, Oddi, Ratzinger, Stickler, Mayer, Gantin y Tomko.

    41 Cf. DS 1636-37, 1739-41, 1746, 1752, 1753, 1756, 1758, 1759. 42 Carta del Cardenal Ottaviani al Papa Pablo VI, Roma, 25 de sept. de 1969. La magnitud de la ruptura con la Tradicin se

    vuelve ms evidente cuando uno considera las conclusiones del P. Cekada. Una breve cita alcanzar aqu para manifestar la enormidad de lo que se hizo a las oraciones propias del Ciclo Temporal en nombre del aggiornamento: Cuando los revisores alteraron o abolieron estas oraciones, ellos destruyeron una tradicin lejos ms antigua que la de los 400 aos-de-antigedad del Misal Tridentino. Cada ejemplo citado arriba aparece en el antiguo Ciclo Temporal del antiguo Misal, donde los textos tienen entre 1100 y 1600 aos de antigedad. Por borrar conceptos negativos de estas oraciones, la Consilium de Pablo VI despoj a la Misa de una herencia doctrinal transmitida de la era patrstica de los Santos Agustn, Ambrosio y Jernimo. (Rev. Antony Cekada, The Problems with the Prayers of the Modern Mass. p. 15.)

    43 Cena dominica sive Missa est sacra synaxis seu congregatio populi Dei in unum convenientis, sacerdote praeside, ad memoriale Domini celebrandum.

    El 18 de noviembre de 1969 la Consilium public una estiradamente escrita Declaracin clarificando la Instruccin General. La Consilium intent controlar las objeciones doctrinales a la Intervencin (Ottaviani) al Novus Ordo declarando que la Instruccin general no estaba destinada a ser una declaracin doctrinal, sino meramente una instruccin pastoral o de rbricas

    Bien antes de la disputa provocada por La Intervencin Ottaviani, sin embargo, los miembros del subcomit de la Consilium directamente responsables por la creacin del Nuevo Orden de la Misa estuvieron contando una historia diferente. El Padre Bugnini y el Rev. Peter Coughlin ya haban afirmado que la Instruccin tratara de principios

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    esencia como un memorial del Seor, sin embargo, el concepto de la Misa como un mero memorial del Seor es una hereja solemnemente anatematizada, condenada por el Concilio de Trento.44 Esa definicin tambin expresa la hereja luterana45 que todos los cristianos son sacerdotes que ofrecen la Cena del Seor junto con el sacerdote presidindolos, ya que esta definicin atribuye a la Misa la esencia caracterstica de una asamblea o reunin del pueblo de Dios, con un sacerdote presidindola.46

    Desde que la Consilium defini la Misa en trminos estrictamente protestantes, que constituyen una negacin de la naturaleza propiciatoria del sacrificio, no es de sombrarse que sea sistemticamente borrada de la liturgia casi toda referencia a la oblacin propiciatoria, de la que la Misa esencialmente consiste.47 La fabricacin del nuevo rito ha seguido el mismo patrn de creacin de las liturgias protestantes. El Profesor J.P.M. van der Ploeg O.P. observa:

    teolgicos, constituira una completa exposicin teolgica del nuevo rito, describira la Nueva Misa de un punto de vista doctrinal, o servira como una introduccin de carcter doctrinal. (Bases para la Intervencin Ottaviani, en La Intervencin Ottaviani, p. 6)

    44 Si quis dixerit: Miss sacrificium tantum esse laudis et gratiarum actiones aut nudam commemorationem sacrificii in cruce peracti, non autem propitiatorium; vel prodesse soli sumenti, neque pro vivis et defunctis, pro peccatis, pnis, satisfactionibus et aliis necessitatibus offerri debere, anathema sit. (DS 1753, can. 3)

    Si alguno dijere que el sacrificio de la Misa slo es de alabanza y de accin de gracias, o mera conmemoracin del sacrificio cumplido en la cruz, pero no propiciatorio; o que slo aprovecha al que lo recibe; y que no debe ser ofrecido por los vivos y los difuntos, por los pecados, penas, satisfacciones y otras necesidades: sea anatema.

    45 A. Tanquerey, Synopsis teologi dogmatic, vol III, Desclee, 1930: Omnes et soli sacerdotes sunt, proprie loquendo, ministri secundarii sacrificii miss. Christus est quidem principalis minister. Fideles mediate, non autem sensu strictu, per sacerdotes offerunt. (cf. Conc. Trid. XXII, Can. 2)

    El Catecismo del Concilio de Trento ensea: La Vctima cruenta y la incruenta no son dos sino una sola nica Vctima, cuyo sacrificio es diariamente renovado

    en la Eucarista

    El sacerdote es tambin uno y el mismo Cristo, Nuestro Seor; pues los ministros que ofrecen el sacrificio, consagran los santos misterios, no en su propia persona, sino en la de Cristo, como las mismas palabras de la Consagracin dejan en claro; pues el sacerdote no dice Este es el Cuerpo de Cristo, sino, Este es mi Cuerpo, y as, actuando en la persona de Cristo Nuestro Seor, l cambia la substancia del pan y del vino en la substancia de Su Cuerpo y Sangre.

    El Breve Examen Crtico del Novus Ordo Miss, tambin publicado bajo el ttulo La Intervencin Ottaviani, fue compuesto por un grupo de doce telogos romanos, La tarea de preparar un texto apropiado, relata el Padre Cekada, cay en un telogo dominico y filsofo, Padre M. L. Guerard des Lauriers, entonces profesor en la Pontificia Universidad de Letrn, en Roma El Cardenal Ottaviani, por su parte, compuso una carta de presentacin dirigida a Pablo VI la cual apoya las conclusiones del Examen. -Bases para la Intervencin Ottaviani, en La Intervencin Ottaviani , p. 3)

    46 El renombrado conferencista dominico Manuel Pin O.P. observa: La liturgia del Novus Ordo es esencialmente la liturgia concebida y urdida por el Arzobispo Anglicano Thomas Cranmer para implementar las invenciones de Lutero y para proveer a los Protestantes Anglicanos de su propia liturgia.

    47 En realidad, fue la intencin de la Concilium abolir ntegramente el Canon Romano, pero solo la intervencin de Pablo VI evit esto. En una nota al pi, Davies menciona que de acuerdo a Douglas Woodruff, la Consilium quiso eso (abolir el Canon Romano) pero el Papa Pablo VI orden su retencin. As, claramente, la Consilium, hizo la peor parte suprimiendo la nocin de sacrificio propiciatorio de la liturgia.

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    Sera una exageracin en muchos casos afirmar que los protestantes compusieron ntegramente nuevos ritos litrgicos. Ellos tendieron a adaptar los ritos catlicos existentes, pero les quitaron todo lo que no era compatible con las herejas particulares a las que ellos adhirieron.

    En la arriba mencionada Vindication of Apostolic Cur, los obispos catlicos de Inglaterra explicaron exactamente como se hizo eso:

    Para exponer brevemente la cuestin, si se compara el primer Libro de Oraciones de Eduardo VI con el Misal, pueden detectarse diecisis omisiones, cuyo propsito evidente fue eliminar la idea de sacrificio aun despus de ese drstico tratamiento, permanecieron unas pocas frases y rbricas a las que Gardiner pudo adherir intentando entenderlas como afirmando todava la Presencia Real objetiva y el Verdadero Sacrificio

    Teniendo esto en cuenta podemos ver claramente como la Consilium mutil sistemticamente la liturgia de acuerdo al mismo patrn hertico. El Rito Romano comienza con las oraciones al pi del altar. El sacerdote dice las oraciones para prepararse l mismo para subir al altar (introibo ad altare Dei), e ingresar al Santuario (ut ad sancta sanctrum puris mereamur mentibus introire)48

    La mencin explcita del altar y del Santuario implica claramente la realidad que va tener lugar el sacrificio propiciatorio. Esas oraciones del Rito Romano fueron reemplazadas en el Novus Ordo con un nuevo rito introductorio en el cual ha sido borrada la nocin de oblacin:

    Fratres, agnoscamus peccata nostra ut apti simus ad sacra mysteria celebranda.

    La traduccin inglesa de esta frmula (y las otras traducciones vernculas) sugiere an ms acusadamente la hereja luterana de la concelebracin con los laicos:

    Mis hermanos y hermanas, preparmonos para celebrar los sagrados misterios, recordemos nuestros pecados.

    No slo est ausente la nocin de sacrificio en la nueva frmula, sino que en ella los celebrantes tambin parecen ser toda la congregacin, mientras que en el rito tradicional, es el sacerdote quien sube al altar de Dios, y es l quien entra en el Sancta Sanctorum para ofrecer el sacrificio de la Nueva y Eterna Alianza. En el Rito Romano, la congregacin claramente asiste mientras es el sacerdote quien ofrece el sacrificio. En el nuevo rito, las oraciones sugieren que es toda la congregacin la que celebra y el sacerdote slo preside. Esta es la forma en que la Consilium tuvo la intencin de hacerla parecer, es decir, estrictamente de acuerdo con la definicin protestante de la Misa como fue enunciada en el n 7 de la Institutio Generalis.49

    48 El uso del plural aqu es una referencia a los otros ministros ordenados que acompaan al sacerdote en una Misa Solemne.

    Esta no es una referencia a asistentes laicos. 49 El Breve Examen Crtico hace la siguiente observacin:

    En la Prex Eucharistica III (Plegaria eucarstica III) dirigen las siguientes palabras al Seor: populum tibi congregare non desinis ut a solis ortu usque ad occasum oblatio munda offeratur nomini tuo (No dejes de congregar a ti a Tu pueblo para que desde la salida del sol hasta el ocaso sea ofrecida una oblacin pura a Tu nombre): donde la partcula

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    Apenas permanece un vestigio del Ofertorio Romano en el nuevo rito, a pesar del hecho que el Concilio especific que debe tenerse cuidado en que cualquier nueva forma adoptada crezca orgnicamente de alguna manera de formas ya existentes. El Sscipe Sancte Pater ha sido descartado en el nuevo rito. Sscipe Sancte Pater, explica Pius Parsch, Recibe, Oh Padre Santo, omnipotente y eterno Dios, sta que va a ser hostia inmaculada la que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, mi Dios vivo y verdadero, por mis propios innumerables pecados, ofensas y negligencias, y por todos los aqu presentes, as como tambin por todos los fieles cristianos vivos y difuntos a fin de que a m y a ellos nos aproveche para la salvacin y la vida eterna. Amn. Esta oracin -la ms rica en contenido que cualquiera de esta parte de la Misa- contiene todo un mundo de verdad dogmtica.

    Igualmente, la oracin para el ofrecimiento del cliz tambin ha sido eliminada: Te ofrecemos, Seor el Cliz de salvacin, implorando de Tu misericordia que llegue como una dulce fragancia ante Tu Divina Majestad, para nuestra salvacin y la de todo el mundo.

    La oracin para la presentacin de los dones, rito que reemplaza el Ofertorio el Rito Romano, dice:

    Bendito seas Tu Seor Dios de toda la creacin. Por Tu bondad tenemos este pan (o vino) para ofrecer, el cual la tierra nos ha dado (fruto de la vid) y que las manos humanas han transformado. Se convertir para nosotros en pan de vida (o bebida espiritual).

    Esta oracin explica Davies, es aceptable no solamente para los protestantes sino para los judos y podra ciertamente corresponder con el carcter de un templo masnico. A pesar del hecho que el Vaticano II decret que El rito de la Misa va a ser revisado en tal forma que la naturaleza intrnseca y el propsito de sus varias partes, tanto como la conexin entre ellas, pueda ser manifestada ms claramente. Las varias oraciones que expresan la naturaleza intrnseca y el propsito de la ceremonia han sido eliminadas, y reemplazadas por una sola oracin nueva que ni siquiera ofrece un indicio del sacrificio divino que va a tener lugar.50

    Las nuevas oraciones para la Presentacin de los Dones, son, como seala Jungmann, antiguas oraciones judas reconstruidas. No son siquiera oraciones judas litrgicas, sino probablemente las mismas palabras usadas para la bendicin del pan y del vino en una comida juda en el tiempo de Cristo.51 El nfasis catlico sobre la oblacin ha sido reemplazado con el nfasis protestante sobre la

    para que insina que el elemento necesario sobre todos los dems para celebrar la Misa es el pueblo, y no el sacerdote. Y como en ninguna parte del texto se indica quien es el sacrificador secundario y particular, todo el pueblo mismo es presentado provisto de un poder sacerdotal propio y pleno.

    50 La observacin del Breve Examen Critico es particularmente relevante aqu: en el Novus Ordo la naturaleza misma de la oblacin es deformada en un mero intercambio de dones entre Dios y el hombre: el hombre ofrece el pan que Dios transmuta en pan de vida; el hombre lleva el vino que Dios transmuta en bebida espiritual.

    Superfluo es advertir cun totalmente vagas e indefinidas son estas dos frmulas pan de vida y bebida espiritual, que, de por s, pueden significar cualquier cosa. Hallamos aqu el mismo equvoco capital que examinamos en la definicin de la Misa: all Cristo se hace presente entre los suyos nicamente de modo espiritual; aqu se dan el pan y el vino que son cambiados espiritualmente (pero no substancialmente!)

    51 Por otra parte, Craig Heimbichner, en su artculo The Talmudic Touch: The Real Story of the Offertorys Replacement (El toque talmdico: la verdadera historia del reemplazo del Ofertorio), en la edicin de marzo 2003 de Catholic Family

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    cena, y es bastante obvio que las nuevas oraciones no crecen orgnicamente de formas ya existentes como requiere el prrafo 23 de la Constitucin Litrgica.

    No es difcil comprender por qu los hermosos versos del Salmo 25 que constituyen el Lavabo han sido reducidos a las siguientes:

    Seor, lvame de mi iniquidad, lmpiame de mi pecado.

    El Salmo 25 debi irse: contena una referencia al altar del sacrificio: et circuibo altare tuum Domine.

    La doctrinalmente rica Sscipe Sancta Trinitas result igualmente intolerable a causa de su referencia a la oblacin, y por lo tanto debi ser eliminada:

    Recibe, Oh Santa Trinidad esta oblacin

    El Veni Sanctificator tambin fue eliminado. Sobre esto el Breve Examen Critico52 comenta:

    La supresin de la invocacin a la Tercera Persona de la Santsima Trinidad para que descienda sobre las oblaciones, como una vez en el seno de la Santsima Virgen para cumplir el milagro de la Presencia divina, es an un ejemplo ms de la sistemtica y tcita negacin de la Presencia Real.

    Teniendo en cuenta la directiva del Concilio, No tena que haber ninguna innovacin a menos que el bien de la Iglesia lo requiriera genuina y ciertamente Davies observa, Es seguramente ms que coincidente que el bien de la Iglesia ocurri precisamente genuina y ciertamente para pedir el descarte de casi toda oracin que los Reformadores Protestantes haban encontrado inaceptable. El por qu todas aquellas oraciones resultaron inaceptables para los Reformadores est mejor expresado en la palabras de Martn Lutero, para quien toda esa abominacin llamada Ofertorio, y desde ese punto casi todo lo que hiede a oblacin.

    Las amputaciones litrgicas en el Canon siguen el mismo patrn de las anteriormente descriptas. La antigua frmula de la Consagracin, dice el Breve Examen, era propiamente sacramental no meramente narrativa. Por lo tanto, es en virtud del modus significandi, es decir por el sentido claro e inequvoco de la significacin de las palabras de la consagracin, que est expresada la intencin de consagrar el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Seor Jesucristo de acuerdo al rito del la santa Iglesia Romana.53 En el Novus Ordo, el modo narrativo est ahora enfatizado por la frmula narratio

    News, explica que estas oraciones del Ofertorio del Novus Ordo de la Misa parecen venir, verdaderamente, no del Antiguo Testamento, sino del Talmud mismo.

    52 El Breve Examen Crtico, tambin conocido como La intervencin Ottaviani, fue un documento enviado al Papa Pablo VI

    en 1969 explicando por qu la Nueva Misa no poda ser permitida. Ver tambin el ltimo prrafo de la Nota al Pie 45. 53 Las nuevas puntuaciones de las palabras y la nueva tipografa. En efecto, en el antiguo Misal el mismo punto y aparte

    significaba claramente el paso del modo narrativo al modo sacramental y afirmativo; las mismas palabras consagratorias se trazaban en el antiguo Misal con letras maysculas y en el medio de la pgina; ms an, con frecuencia escritas tambin en color diferente, de manera que se separasen del contexto meramente histrico. Y todas estas cosas, por cierto, conferan sapientsimamente a toda la frmula consagratoria una fuerza propia de significacin absolutamente individual y singular. (Breve Examen Crtico)

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    institutionis (n 55d) y repetido por la definicin de la anamnesis,54 en la cual se dice que Ecclesia memoriam ipsius Christi agit. La nueva anamnesis, Haced esto en memoria ma se presta a ser comprendida meramente en el modo negativo, mientras la frmula tradicional expresaba claramente el modo sacramental.

    En sntesis, concluye el Breve Examen Crtico, la teora que se propone sobre la epiclesis,55 y la misma innovacin en cuanto a las palabras de la Consagracin y de la anamnesis tienen el efecto de modificar el modus significandi de las palabras de la Consagracin. Las frmulas consagratorias son ahora pronunciadas por el sacerdote como parte de alguna narracin histrica y ya no son enunciadas como expresando la afirmacin categrica y operativa, proferida por Aqul en cuya representacin el sacerdote mismo obra, diciendo, Hoc est Corpus meum ( pero no: Hoc est corpus Christi). La consecuencia pastoral de entender lo que claramente aparece como un modo narrativo de expresin de las palabras de la Consagracin es que los fieles ya no tienen la certeza moral que estn asistiendo a una Misa vlida.56

    Respecto a la modificacin de las palabras de la consagracin, en el Rito Romano, el cliz se consagra con las palabras:

    Hic est enim Calix Sanguinis mei, novi et terni testamnti: -mysterium fidei-: qui pro vobis et pro multis effundtur in remisionem peccatrum.

    54 La anamnesis (Hc quotiescumque faceritis in mei memoriam facietis) Cuantas veces hiciereis estas cosas, las haris en

    memoria ma) que en griego dice as: eis tn emo anmnesin. La anamnesis en el Canon Romano se refera a Cristo operante en acto, pero no a la mera memoria de Cristo o de un mero acontecimiento; se nos mandaba recordar lo que El mismo hizo (hc in mei memoriam facietis) en la manera que hizo, pero no nicamente Su persona o Su cena. En cambio, la frmula paulina (Hoc facite in meam commemorationem / Haced esto en conmemoracin ma), que en el Novus Ordo reemplaza a la frmula antigua repetida todos los das en las lenguas vernculas cambiara irreparablemente la fuerza misma del significado en las mentes de los oyentes, de modo tal que la memoria de Cristo, que debe ser el principio de la accin eucarstica, parezca convertirse en el trmino nico de esta accin o rito. O sea, la conmemoracin, que cierra la frmula de la consagracin, ocupar poco a poco el lugar de la accin sacramental. (Breve Examen Crtico)

    55 luego, respecto de la Iglesia, (el sacerdote) en cuanto que es propuesto como uno del pueblo. En el tratamiento de la invocacin al Espritu Santo en la Plegaria Eucarstica (la epiclesis), la Instruccin General atribuye las invocaciones en forma annima e incierta a la Iglesia. El oficio de mediador, propio del sacerdote, desaparece. (Breve Examen Crtico)

    56 Nota al Pie 15 del Breve Examen Crtico: Las palabras de la Consagracin, por el modo como se insertan en el contexto del Novus Ordo pueden ser vlidas por la eficacia subjetiva de la intencin de ministro. Pero pueden no ser vlidas, en cuanto que ya no son tales ex vi verborum (por la fuerza misma de las palabras), o ms exactamente, por virtud objetiva del modus significandi que tenan hasta ahora en la Misa. El Padre Manuel Pin O.P. explica, En el Novus Ordo de la Misa ya no hay Consagracin de las ofrendas Eucarsticas del Pan y el Vino. La nueva instruccin litrgica que fue dada para su celebracin advierte que el sacerdote no tiene rol consagracional que realizar, sino solo un rol narrativo cuando l relata el episodio de la Ultima Cena del Seor por lo tanto, La Misa Catlica ces de ser vlida cuando ya no fue un sacrificio No hay ms transubstanciacin de las ofrendas sacramentales en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. El pan y el vino permanecen como antes pan y vino. Ya no hay ms Presencia Real en las especies eucarsticas. Ese es el Novus Ordo de la Misa No digo que todas y cada una de las Misas segn el Novus Ordo sean simple y automticamente invlidas, pero que, dada su naturaleza y la explicacin e instruccin dadas para su celebracin, y las circunstancias histricas y situacionales que las acompaan, riesgo hay que el sacerdote celebrante no remedie las limitaciones que he mencionado y por lo tanto que la Misa sea invlida mientras no lo sea con la Misa Tridentina, el cual tiene ms garantas de ser celebrada vlidamente.

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    La insercin, mysterium fidei57 era una inmediata confesin de la Fe del sacerdote en el misterio realizado por la Iglesia a travs del sacerdocio jerrquico. (Breve Examen Crtico). En la Nueva Misa, las palabras mysterium fidei han sido eliminadas de la consagracin y se dicen solo despus de la elevacin, donde ya no profesan que la oblacin sobre el altar es el Misterio de Fe, sino, como directa consecuencia del desplazamiento de la frmula, stas slo profesan creencia en los hechos salvficos e histricos de la pasin, muerte y resurreccin y la futura segunda venida. El antiguo ordenamiento refleja claramente todo el misterio de la Fe como es profesado por la Iglesia Catlica, tanto en la historia como en el altar, mientras que el nuevo es una profesin de Fe mutada, la cual expresa claramente slo el aspecto no eucarstico del misterio de la salvacin como es profesado por el Protestantismo. La frmula tradicional es claramente una expresin del Dogma Catlico de la Misa, mientras la nueva frmula se presta a la idea protestante de una mera narracin conmemorativa en la cual los dogmas catlicos de la oblacin propiciatoria y la Transubstanciacin no tienen lugar.

    La interpretacin catlica del Misterio de Fe fue elaborada por Santo Toms:

    Transubstanciacin:

    Todo Cristo est presente en el sacramento: por el poder del sacramento, las substancias de pan y de vino son convertidas en el Cuerpo y la Sangre, y por concomitancia natural el Alma de Cristo y la Divinidad estn unidas al cuerpo.58

    Oblacin Propiciatoria:

    Como este es el sacramento de la pasin del Seor, contiene en s mismo a Cristo en Su pasin, de donde, cualquiera sea el efecto de la pasin del Seor, ese es en su integridad el efecto de ese sacramento. Pues ese sacramento no es sino la aplicacin de la pasin del Seor a nosotros donde est manifestado que la destruccin de la muerte, que muriendo Cristo destruy, y la restauracin de la vida, que El cumpli resucitando, es el efecto de este sacramento.59

    Las palabras Mysterium Fidei en el Rito Romano, designan claramente la presencia del este misterio sobre el altar. En el Novus Ordo, algo ms quieren decir: la significacin de la frmula est expresada en la aclamacin que sigue inmediatamente:

    1. Cristo ha muerto. Cristo ha resucitado. Cristo vendr otra vez.

    57 Incluso por el mysterium fidei en la frmula de la Consagracin, tenemos evidencia desde Inocencio III, explcitamente,

    en la toma de posesin del Arzobispo de Lyon. No s si la mayora de los reformadores de la liturgia conocen este hecho. Santo Toms de Aquino justifica este mysterium fidei en un artculo especial. Y el Concilio de Florencia confirm explcitamente el mysterium fidei en la frmula de la Consagracin. - Cardenal Stickler en The Latin Mass, verano de 1995, p. 17. El Cardenal Stickler cita la Summa Theol. III, q. 78, a. 3 ad 5; y DS 1352.

    58 Summa Theol. III. q. 76, a. 1. 59 Lect. in Io. 6, lect. 6.

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    2. Muriendo Tu destruiste nuestra muerte, resucitando Tu restauraste nuestra vida, Seor Jess ven en gloria!

    3. Cuando nosotros comemos ese pan y bebemos de esa copa, proclamamos Tu muerte Seor Jess hasta que T vengas en gloria.

    Eso que est significado en esta aclamacin del misterio de fe, es fe en el sacrificio sangriento redentor ofrecido una vez y por todos en el Calvario, y la expectativa de la Segunda Venida de Cristo. Eso es lo que los protestantes creen, mientras, en su hereja, niegan el Misterio de Fe catlico expresado en el Rito Romano. Por lo tanto el Breve Examen Crtico evala correctamente el significado de la aclamacin asignada al pueblo inmediatamente despus de la consagracin en el nuevo rito: este introduce incluso una vez ms, bajo cubierta de escatologa, la misma ambigedad acerca de la Presencia Real. Sin intervalo o distincin, la expectativa de la Segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos es proclamada justo en el momento en que El est substancialmente presente en el altar, casi como s slo la expectativa (de la Segunda Venida de Cristo), y no la que acaba de ocurrir, fuera nicamente una verdadera Venida. As el Novus Ordo acomoda la denegacin de la Presencia Real de Cristo en la Eucarista.

    Le eliminacin del Mysterium Fidei de la frmula de la consagracin sigue exactamente el patrn de reestructuracin litrgica llevada a cabo por Martn Lutero. Lutero, explica el Dr. Coomaraswamy, agreg a la Consagracin las palabras quod pro vobis traditur y omiti tanto el Mysterium Fidei como las palabras pro multis. Eso es idntico a lo que se hizo en el Novus Ordo.60

    Fue tambin Lutero quien explic que la comida se sirve en un plato, pero un sacrificio se ofrece en un corporal, y por lo tanto l introdujo la innovacin de pronunciar las palabras de la institucin sobre el pan en la patena. Esta innovacin esencialmente protestante fue trada por el Novus Ordo, cuyas rbricas especifican que el pan es para ser igualmente consagrado y colocado en la patena.

    Cranmer, para trasformar la Misa Catlica en el Servicio de Comunin Anglicano reemplaz el altar con una mesa.61 La Consilium de Bugnini hizo lo mismo. La Instruccin General del Novus Ordo se refiere constantemente al altar como mensa, es decir mesa. Aun el nombre que la Consilium dio al Novus Ordo es protestante: Misa o Cena del Seor, que es como Cranmer llam a su Servicio Protestante de 1549: Mass or Lords Supper!62

    El Breve Examen Crtico pronuncia un terrible veredicto: E evidente que el Novus Ordo ya no quiere seguir expresando la Fe de Trento. A esta Fe, sin embargo, estn vinculadas para siempre las conciencias de los catlicos. El Novus Ordo, por lo tanto, es slo la consecuencia lgica de los trabajos de la Consilium, que defini la Misa de una manera que ni en lo mnimo implica ni la Presencia Real, ni la realidad del sacrificio, ni la funcin Sacramental del sacerdote consagrante, ni el 60 cf. Rama P. Coomaraswamy, The Problems with the Modern Mass. TAN Books, 1990, p. 7 - En flagrante desprecio del

    decreto de Pablo VI en Missale Romanum, los misales vernculos del Nuevo Rito tradujeron pro multis como por todos. 61 El uso de un altar es para hacer un sacrificio sobre l; el uso de una mesa sirve para que el hombre coma sobre ella. - The

    Works of Thomas Cranmer, (Londres, Parker Society), v. 2 p. 254. 62 En la Instruccin General revisada de la Misa es llamada Misa o Cena del Seor para aparecer menos protestante que el

    nombre original que apareci en el original de la Instruccin General: Cena Dominica sive Missa (Cena del Seor o Misa).

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    valor intrnseco del Sacrificio Eucarstico independientemente de la presencia del pueblo. El Novus Ordo, entonces no es slo ilcito en la medida en que constituye un rompimiento con la tradicin como nuevo rito, sino adolece del defecto an ms grave de no dar expresin fiel a los dogmas de la Fe Catlica.

    No es suficiente que una liturgia est meramente libre de errores explcitos para ser lcita: la liturgia no es slo una expresin de culto, sino que es tambin una profesin de Fe: el Papa Po XII explica:

    En la Sagrada Liturgia hacemos explcita y manifiesta profesin de la fe catlicaToda la Liturgia, por consiguiente, contiene la fe catlica, en cuanto da un testimonio oficial de la fe de la Iglesia. De ah viene el conocido y respetable axioma: La ley de la oracin determina la ley de la Fe (Legem credendi lex statuat supplicandi)63

    En la Constitucin Apostlica Divini Cultus (1928), Po XI ense:

    De all la ntima unin que hay entre el dogma y la sagrada liturgia, lo mismo que entre el culto cristiano y la santificacin del pueblo. Por eso, Celestino I enseaba ya que el canon de la Fe de hallaba expreso en la veneradas frmulas de la liturgia, y escriba: La normas de la Fe quedan establecidas por las normas de la oracin (Legem credendi lex statuit supplicandi).

    En otra parte64 el mismo Pontfice explic, Es (la Misa) el rgano ms importante del Magisterio Ordinario y Universal de la Iglesia; y en su Encclica Quas Primas (1925) explic que para instruir al pueblo en las cosas de la Fe y atraerle por medio de ellas a los ntimos goces del espritu, mucho ms eficacia tienen las fiestasde los sagrados misterios que cualesquiera enseanzas, por autorizadas que sean, del eclesistico magisterio.

    63 Papa Pio XII, Mediator Dei, (1947) [46-47] 64 Rev. Greg. 1937, p. 79.

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    CAPITULO II

    Un examen de la Liturgia

    y de los Sacramentos

    Una comparacin del rito del Novus Ordo con las liturgias protestantes del siglo XVI revela muchas similitudes sorprendentes. Este captulo prueba la naturaleza protestante del Novus Ordo, el nuevo rito de la Misa. Considere cmo la liturgia del Novus Ordo es defectiva para expresar y propagar la Fe Catlica. Este captulo tambin examina el derecho de los fieles a asistir a la Santa Misa y a recibir los sacramentos de acuerdo con las costumbres universales y los ritos de la Iglesia.

    El Novus Ordo: Una construccin protestante

    El Novus Ordo no instruye a los fieles en las verdades de la Fe, porque fue construido de la misma manera que los servicios herticos de los Reformadores, quienes adaptaron ritos catlicos existentes, pero quitaron de ellos todo lo que no era compatible con las herejas particulares que ellos sostenan.65 El patrn de adaptacin del rito tradicional en la fabricacin del Novus Ordo ha mostrado ser substancialmente idntico del empleado por Thomas Cranmer en la fabricacin de la Masse protestante o Cena del Seor de 1549.66

    El propsito de Cranmer para modificar la liturgia fue doctrinal, como explica Belloc:

    deshacerse de la Misa fue el alma de toda la cuestin, porque l la odiaba, especialmente su doctrina central la Presencia Real de Dios sobre el altar Pero hubiera sido imposible llevar a cabo tan completa revolucin de un golpe debi hacerse en dos pasos

    65 J.P.M. van der Ploeg O.P. 66 En el Volumen Tres de su Liturgical Revolution, Davies dedica un captulo entero a la comparacin entre la Masse or

    Lords Supper de Cranmer de 1549 y la Mass or Lords Supper de Bugnini de 1969. Davies observa, El punto hasta el cual el Novus Ordo se aleja de la teologa del Concilio de Trento puede ser mejor apreciado comparando las oraciones que la Consilium quit de la liturgia con las que quit Cranmer. La coincidencia no es sencillamente notable, es horrorosa.

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    El primer nuevo servicio en lugar de la Misa tena que ser de una clase que el hombre pudiera confundir con algo como una permanencia de la Misa en otra forma.

    Cuando esa simulacin haba hecho su trabajo y la medida de la resistencia popular vencida, ellos pudieron proceder al segundo paso y producir un libro de servicio final en el cual no quedara traza de lo sagrado antiguo.67

    Un estudioso anglicano describi la Masse de Cranmer como ... un ingenioso ensayo de ambigedad, forjado deliberadamente de manera tal que los ms conservadores pudieran situar su propia interpretacin en l y reconciliar sus conciencias usndolo, mientras los reformadores lo interpretaran en su propio sentido y lo reconoceran como un instrumento para avanzar al prximo paso de la revolucin religiosa.68

    La liturgia de Lutero tambin mostr la apariencia que nada substancial haba sido cambiado, como explica Hartmann Grisar S.J.:

    Uno que entr a la parroquia de Wittenberg despus de la victoria de Lutero descubri que haban usado las mismas vestimentas de antao para el servicio divino, y escuchado los mismos himnos latinos antiguos. La Hostia fue elevada y exhibida en la Consagracin. A los ojos de la gente era la misma Misa de antes, a pesar del hecho que Lutero omiti todas las oraciones que representaban la sagrada funcin del Sacrificio. A la gente se la mantuvo intencionalmente a obscuras sobre este punto. Nosotros no podemos apartar a la gente comn del Sacramento, y esto probablemente sea as hasta que el Evangelio sea bien comprendido, dijo Lutero. El rito de la celebracin de la Misa, explic, es puramente una cosa externa, y dijo ms adelante que las palabras detestables referidas al Sacrificio pudieron ser omitidas an ms libremente, desde que el cristiano comn no notara la omisin y por lo tanto no habra peligro de escndalo.69

    La estructuracin del Novus Ordo ha seguido el mismo patrn que el de las liturgias protestantes, y sus autores han confesado un motivo doctrinal similar. Mons. Bugnini declar, La reforma litrgica es una conquista mayor de la Iglesia Catlica70 y tiene sus dimensiones ecumnicas, y que las otras 67 Hilaire Belloc, Cranmer, Philadelphia: Lippincott, 1931, p. 246. 68 T.M. Parker, telogo anglicano:

    El primer Devocionario de Eduardo VI no pudo ser declarado de abierta hereja, pues fue diestramente concebido y no contena ninguna negativa expresa de la doctrina de la pre-Reforma. Fue, como seala un erudito anglicano, un ingenioso ensayo de ambigedad, redactado deliberadamente de tal manera que los ms conservadores pudieron reconocer en l su propia interpretacin y reconciliar sus conciencias al usarlo, mientras los reformadores pudieron interpretarlo en su propio sentido y pudieron reconocerlo como un instrumento para favorecer el prximo paso de su revolucin religiosa. cf. T.M. Parker, The English Reformation to 1558. Oxford, 1950, p. 130. Citado por Davies en Cranmers Godly Order. The Angelus Press. Dickinson, Texas, 1987.

    69 Citado en: Rama P. Coomaraswamy, The Problems with the New Mass, TAN Books, 1990, p. 18. 70 una gran conquista de la Iglesia Catlica - Que fue lo que conquist la Iglesia se vuelve claro cuando uno considera lo

    que los protestantes han dicho sobre la reforma litrgica post-conciliar:

    Dr. J.W. Charley: Mucho de lo que Kung ha llamado las demandas vlidas de los Reformadores ahora ha sido satisfecho por la Iglesia en las nuevas Plegarias Eucarsticas

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    iglesias y denominaciones cristianas ven en ella no slo algo a ser admirado, sino igualmente un signo de un mayor progreso por venir.71 Lo que l quiso significar con dimensiones ecumnicas fue ms claramente elaborado en el artculo citado ms arriba de su colaborador en la Consilium, P. Lengeling, quien explic que emergi una teologa sacramental ecumnicamente orientada para la celebracin de la Misa sta nos lleva fuera del callejn sin salida de las teoras post-tridentinas del sacrificio, y corresponde a los acuerdos sealados por muchos de los documentos interreligiosos del ltimo ao. El asistente de Bugnini en la Consilium, P. Carlo Braga, admiti que al Novus Ordo se le haba dado un fundamento ntegramente nuevo de la teologa eucarstica resultante de una revisin que afect no slo la forma, sino tambin la realidad doctrinal, dictada por los requerimientos ecumnicos en armona con las nuevas posiciones de la Iglesia. (!)72

    Es, por lo tanto, manifiestamente evidente por qu el Novus Ordo no tiene la intencin de presentar la Fe como lo enseado por el Concilio de Trento, ya que sus fabricadores construyeron el nuevo rito de acuerdo a una lex credendi protestante, fundamentada en una nueva teologa eucarstica, dictada por requerimientos ecumnicos, que no se ajustan a la teologa tradicional post-Tridentina del sacrificio. El Novus Ordo no parece ser una expresin de la Fe Catlica, y no es ciertamente una profesin de fe explcita; por lo tanto es incapaz para instruir a los fieles en las verdades de la Fe como el Magisterio de la Iglesia requiere que la liturgia haga.

    El rito Novus Ordo ha comprometido seriamente la unidad de la Iglesia. Los autores del Breve Examen Crtico advirtieron hace un cuarto de siglo que el apartarse de una tradicin litrgica, que fue por cuatro siglos signo y garanta de la unidad de culto y substituirla por otra nueva, que no puede no ser otra cosa que un signo de divisin, por las innumerables libertades implcitamente autorizadas, y la cual pulula en ella misma con insinuaciones, errores manifiestos contra la pureza de la Fe Catlica- nos parece, para expresar nuestra opinin ms benigna, el error ms monstruoso.

    De los cuatro signos de la verdadera Iglesia, el primero es que es Una una en virtud de su unidad: 1) unidad de Fe, 2) unidad de culto, 3) unidad bajo una cabeza visible. As el Derecho Cannico afirma que Se encuentran en plena comunin con la Iglesia Catlica en esta tierra los bautizados que se unen con Cristo dentro de la estructura visible de aquella, es decir, por los vnculos de la profesin de fe, de los sacramentos y del rgimen eclesistico. (can. 205).

    El Novus Ordo tiende a destruir los lazos de profesin de Fe porque, a diferencia del rito tradicional, ya no es una profesin explcita de Fe. La Misa, como explic Po XI, es el rgano ms importante del Magisterio Ordinario y Universal de la Iglesia, y como tal fue una barrera infranqueable contra toda hereja que pudiera menoscabar la integridad del misterio. (Breve Examen Crtico). Los reformadores litrgicos del post-concilio han seguido el mismo procedimiento de los reformadores del Siglo XVI. Lo que hicieron los protestantes, explica Dom Gueranger, fue substituir por nuevos libros y nuevas frmulas, y su obra se hizo. No hubo nada que pudiera preocupar a los

    Le Monde, 10 de setiembre de 1970, un protestante francs escribi: Si uno toma en cuenta la decisiva evolucin en

    la liturgia Eucarstica de la Iglesia Catlica,de la supresin de la idea que la Misa es un sacrificio entonces no hay ms justificacin para que las Iglesias Reformadas prohban a sus miembros asistir a la Eucarista en una iglesia Catlica.

    71 Notitiae, n 92, abril de 1974, p. 126. 72 Carlo Braga, Il Proprium de Sanctis, Ephemerides Liturgic 84 (1970), 419.

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    nuevos maestros, ellos pudieron seguir predicando exactamente como quisieron: la Fe del pueblo qued en adelante sin defensa.

    Las reformas post-conciliares han sido un desastre implacable para la Fe. Qu mal ha ocurrido que, pregunta el Padre Michael Napier, Superior del Oratorio de Londres, el culto pblico de la Iglesia que en lugar de ser una fuente de alegra y constante renovacin, se ha convertido para muchos slo en encono y hiel, de manera que sus vidas espirituales se han atrofiado, y muchos se apartaron de la Iglesia?73 El Cardenal Ratzinger admiti, es incontrovertible que ese perodo (post-conciliar) ha sido definitivamente desfavorable para la Iglesia Catlica.74 Muchos de los cambios, de acuerdo a Edwin C. Haungs S.J. introducidos desde el fin del Vaticano II con promesas de enormes rditos espirituales han probado en la prctica ser peores que intiles. Ellos no slo han confundido a un gran nmero de gente del pueblo de Dios, sino que han enfadado a muchos. Un nmero apreciable, un nmero verdaderamente espantoso ha abandonado la prctica de su Fe.75

    El Cardenal Heenan escribi, Cuando el 7 de diciembre de 1962 los Obispos votaron abrumadoramente (1992 contra 11) a favor del primer captulo de la Constitucin sobre la Liturgia, ellos no se dieron cuenta que estaban iniciando un proceso que despus del Concilio causara confusin y amargura a lo largo de la Iglesia.76 Otro obispo que se atrevi a admitir que la Nueva Misa es responsable de la destruccin de la Fe en la Iglesia fue Monseor Gregoire, Arzobispo de Montreal, quien escribi: Estamos grandemente entristecidos al ver parroquias abandonadas por un gran nmero de fieles. Nosotros atribuimos eso, en gran parte, a la reforma litrgica.77

    En qu, entonces, se ha convertido la unidad de la Iglesia? La Iglesia, dijo el Cardenal Valerian Gracias, est siendo amenazada por una verdadera desintegracin que est ocurriendo dentro. El primer dao importante a la Misa fue infligido a la Iglesia por la Congregacin para el Culto Divino en 1967, cuando public la instruccin Tres Abhinc Annos.78 Solo un ao ms tarde, Pablo VI lament: La Iglesia se encuentra en una hora de ansiedad, autocrtica, incluso autodestruccin. Es una agitacin interior, aguda y compleja, que nadie esper despus del Concilio. Nosotros esperbamos un florecimiento, una expansin serena de concepciones que maduraron en las grandes sesiones del Concilio. Pero uno tiene que reconocer sobre todo el aspecto doloroso. Es como si la Iglesia se estuviera destruyendo a s misma.79 El Cardenal Ottaviani atribuy sin rodeos este triste estado de los acontecimientos a las reformas post-conciliares en su carta citada arriba al Papa Pablo VI: las recientes 73 Faith, ene. 1977, p. 15. 74 LOsservatore Romano (edicin inglesa), 24 de diciembre de 1984. 75 Homiletic and Pastoral Review, junio 1978. 76 A Crown of Thorns, Londres 1974, p. 367. 77 Citado por el Arzobispo Lefebvre, en The Angelus, junio 1995. 78 Tres Abhinc Annos (TAA) constituy un verdadero ataque a los signos sagrados y gestos de reverencia en todo el rito,

    incluso en los lugares principales y ms sagrados prohibiendo al celebrante hacer la ms suprema e importante genuflexin a Nuestro Seor en el momento en que El se hace presente sobre el altar. HOC EST ENIM CORPUS MEUM ya no hay pan sobre el altar, slo el cuerpo de Cristo. El dogma y la piedad exigen un acto inmediato de reverencia - pero TAA prohbe eso. Michael Davies en Pope Pauls New Mass. p. 41.

    79 Papa Pablo VI, Discurso al Seminario Lombardo en Roma 7 de diciembre de 1968.

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    reformas han demostrado suficientemente que nuevos cambios en la liturgia no podrn hacerse sin llevar a la desorientacin ms total a los fieles que ya manifiestan que les resultan insoportables y disminuyen incontestablemente su Fe.

    A menos que seamos ciegos observ el P. Luis Bouyer, tenemos que afirmar francamente que lo que vemos se parece menos a la regeneracin esperanzadora del Catolicismo que a su acelerada descomposicin.80 Dice el gran liturgista Mons. Klaus Gamber que la destruccin real de la Misa tradicional, del Rito Romano tradicional, con una historia de ms de mil aos, es la destruccin masiva de la Fe en la que sta estaba basada.81 La presente crisis doctrinal, explic el P. Cornelio Fabro, es la crisis ms grave que la Iglesia ha enfrentado nunca en toda su historia82 esa crisis no puede ser remediada por una liturgia ambigua que socava la fe con ambiguas profesiones en tonos mutados de un incierto toque de bugle.

    El Novus Ordo tiende a destruir la unidad de culto porque: 1) es un rito ntegramente nuevo, y como tal es contrario a las costumbres universales y a los ritos de la Iglesia; 2) como el rgano ms importante del Magisterio Ordinario no instruye efectivamente al pueblo en las verdades de la Fe; y 3) habiendo sido moldeado de acuerdo a los principios protestantes, tiene un notable parecido a los servicios protestantes, y como ellos expresa una negacin sistemtica y tcita de la Presencia Real y del sacrificio propiciatorio: todo lo cual constituye para los fieles la grave obligacin de rechazar sumisin a la imposicin ilegal del Novus Ordo para permanecer unidos por la obediencia a Cristo.

    Una carga adicional en la conciencia de los fieles es el arriba explicado modo defectivo de la significacin de las palabras de la consagracin en el Novus Ordo: la intencin de consagrar la presencia real y substancial de Cristo en el Santsimo Sacramento no es expresada claramente en el Novus Ordo. La ambigedad llega a la cumbre cuando se usa el Canon II, ya que este podra ser recitado con perfecta tranquilidad de conciencia por un sacerdote que ya no cree ni en la Transubstanciacin ni en el carcter sacrificial de la Misa por lo tanto, incluso podra ser celebrada por un ministro protestante.83 Por ello el Breve Examen Crtico, en un pasaje citado por el Cardenal Siri, pregunta, Podrn consagrar vlidamente en el futuro cercano los sacerdotes que no han recibido la formacin tradicional y que se fan del Novus Ordo, con la intencin de hacer lo que la Iglesia hace? Uno puede permitirse dudar de ello. Ese estado de incertidumbre destruye la presuncin que el celebrante del Novus Ordo quiere consagrar debidamente el Santsimo Sacramento y ofrecer la oblacin propiciatoria.

    Es magisterio ordinario de la Iglesia que para la celebracin lcita de los sacramentos, en todo lo que se refiere a su validez, se requiere certeza moral.84 La certeza moral de la verdadera intencin del sacerdote se presuma en el rito tradicional porque la liturgia expresaba claramente esa intencin. En el 80 Louis Bouyer, The Decomposition of Catholicism, p. 1. 81 Klaus Gamber, The Reform of the Roman Liturgy, p. 102. El Cardenal Ratzinger se ha referido a Mons. Gamber como el

    gran liturgista germano en el prefacio a la segunda edicin alemana de la obra citada. 82 cf. Cornelio Fabro, La problemtica della teologia contemporanea. 83 Breve Examen Crtico. 84 Al conferir los sacramentos, como tambin en la consagracin durante la Misa, nunca est permitido adoptar un curso

    probable de accin como vlido y abandonar el curso ms seguro. Lo contrario fue explcitamente condenado por el Papa Inocencio XI [1670 - 1676]. - P. Henry Davis, S.J., Moral and Pastoral Theology , v. 3, p. 27.

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    Novus Ordo esa presuncin ha sido destruida por su negacin sistemtica y tcita de la Presencia Real.85 De esto resulta que los fieles tienen la grave obligacin de evitar cualquier Misa celebrada de acuerdo al Novus Ordo a menos que haya suficiente evidencia positiva para establecer con certeza moral que el sacerdote ha tenido la correcta intencin de consagrar el sacramento de la Eucarista de acuerdo con la intencin de la Santa Iglesia Romana.86 Es escndalo y un ultraje a los fieles cargarlos con tal tarea.

    El derecho de los fieles a los Sacramentos tradicionales

    Los fieles tienen el derecho de recibir sacramentos que son con certeza vlidos.87 El comentario de la Sociedad de Derecho Cannico explica, Este derecho se arraiga en el Bautismo; no es un privilegio otorgado por las autoridades de la Iglesia sino un derecho arraigado en la accin de Cristo.88 La Iglesia no puede imponer nuevos ritos a los fieles, porque los catlicos tienen el derecho de rendir culto a Dios de acuerdo a las prescripciones de su propio rito.89 Este derecho establece para los fieles una facultad moral inviolable de acuerdo a la cual pueden y tienen que pedir ser provistos de los bienes y servicios de la Iglesia de acuerdo a su propia costumbre y rito.

    Desde que la Ley Divina establece el derecho y el deber que constituye un derecho inviolable de parte de los fieles de recibir los sacramentos de acuerdo a su propia costumbre y rito, ese derecho no puede ser legtimamente negado. Es en virtud de este derecho inviolable, que si a los fieles les son ilcitamente negados sus ritos tradicionales, entonces, de acuerdo con el principio de equidad, no pueden ser castigados por valerse de los servicios de sacerdotes y obispos cuya adhesin a la Tradicin les ha ganado el retiro o privacin de sus facultades sacerdotales.90 Tal retiro de facultades es ilegal, mientras

    85 Breve Examen Crtico. 86 En casi todas las traducciones vernculas de las palabras de la consagracin del cliz, hay un probable defecto de forma, y

    por lo tanto hay duda positiva y probable sobre la validez de casi todas las Misas en vernculo que estn siendo celebradas segn el Novus Ordo. Ver Apndice II para un examen ms detallado de este problema.

    87 Los fieles cristianos tienen el derecho de recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia, sobre todo de la Palabra de Dios y los sacramentos. - (Can. 213)

    88 James a Coriden, Thomas J. Green, Donald E. Heintschel; THE CODE OF CANON LAW, A Text and Commentary, encargado por THE CANON LAW SOCIETY OF AMERICA, p. 147.

    89 Canon 214. The Catholic Encyclopedia relata que el rito acostumbrado de Miln y la Liguria fue el Rito Ambrosiano: De Rebus Ecclesiasticis, (xxii), hablando de las varias formas de la Misa dice: Ambrosius quoque Mediolanensis episcopus tam missae quam ceterorum dispositionem officiorum suae ecclesiae et aliis Liguribus ordinavit quae et usque hodie in Mediolanensi tenentur ecclesia (Ambrosio, Obispo de Miln, tambin dispuso un ceremonial para la Misa y otros oficios para su propia iglesia y para otras partes de la Liguria, los cuales son observados todava en la Iglesia de Miln) En el Siglo XI el Papa Nicols II, quien en 1060 haba tratado de abolir el Rito Mozarabe, quiso tambin atacar el Ambrosiano y fue ayudado por San Pedro Damian, pero no lo logr, y Alejandro II, su sucesor, l tambin un milans, volvi atrs con su poltica al respecto. El Papa Alejandro II, relata Dom Gueranger (Institutiones Liturgiques) revoc el decreto de Nicols II y lo declar injusto.

    90 Si son llamados a juicio por la autoridad competente, los fieles tienen tambin el derecho de ser juzgados segn las prescripciones del derecho, que deben ser aplicadas con equidad. - can. 221. 2.

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    que la privacin penal de facultades bajo tales circunstancias es ciertamente invlida, ya que tales sacerdotes son culpables de nada ms que de ejercer su ministerio divinamente otorgado.91

    Corresponde a la propia definicin de la ley que est ordenada al bien comn, y por lo tanto, desde que la autoridad no es nada ms que el ejercicio legtimo del poder,92 que los pastores de la Iglesia no posean poder para ejercer su autoridad de manera tal que contravenga la Ley de Dios.93 Ellos no pueden legislar un suicidio eclesistico que niegue a los fieles sus derechos dados por Dios, mientras prohbe a los sacerdotes ejercer los deberes de su vocacin divina. Los pastores de la Iglesia no pueden suprimir los ritos tradicionales, y consecuentemente no poseen autoridad para prohibir a los fieles aprovechar de los ritos tradicionales o prohibir a los sagrados ministros administrrselos.94 Para que a los fieles se les proporcionen los ritos tradicionales tiene que haber sacerdotes y obispos para celebrar la liturgia tradicional y administrar los sacramentos de acuerdo a la costumbre y al rito de la Iglesia. Esto, por lo tanto, instituye para los fieles el derecho inviolable a los ritos recibidos y aprobados de los siete Sacramentos y como consecuencia, la necesidad estricta, por ello, establecida por parte de los sagrados ministros de proverselos.

    El Cdigo de Derecho Cannico reconoce la validez del principio de necesidad (necessitas non habet legem), que ha sido elaborado por los telogos morales en la medida que este se aplica a la administracin de los Sacramentos. Se requieren facultades jurisdiccionales ordinarias o una misin cannica para la administracin lcita o celebracin de los Sacramentos del Bautismo, Penitencia, Confirmacin, Matrimonio, rdenes y Extremauncin, y para la celebracin pblica habitual de la Misa. Para la administracin o celebracin vlida de la Penitencia, Matrimonio y Confirmacin por un sacerdote, se requiere la jurisdiccin o facultades apropiadas. Sin em