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Por: Rubén Alí Coronel Mascotas deportivas parte del gentilicio carabobeño TROTIWEILER marcó la pauta No cabe discusión que Troweiler marcó la pauta en Carabobo, cuando apareció en la década de los 80’ durante los juegos de baloncesto de Trotamundos. Nació por mera casualidad y gracias a la pasión de los dueños del “Expreso Azul” por la raza de perros roweiler. La familia Blanco Arana en una oportunidad llevaron a su perro Ringo a un encuentro y el alboroto fue tal que decidieron crear a una mascota con las caracteríscas de su canino. Con su peculiar número 00, este can ene la facilidad de hacer levantar a todos los fanácos en el Forum de Valencia con sus ocurrentes movimientos atlécos y sus lanzamientos de larga distancia. Posteriormente apareció su pareja, La Tro, quien lo ayuda en esas funciones. Marn Osechas es el encargado de personificar a Troweiler desde 1995. Un recreador por naturaleza formado en las filas del Grupo Empresarial Chamo`s, aseguró que su objevo principal es entretener y a pesar que los años han transcurrido “el fanáco y los niños son los que me movan a seguir con esta labor. Cuando los niños se te acercan o te piden tomarse una foto es lo más emocionante y movador”. Asimismo apuntó que para realizar estas personificaciones hay que gustarle actuar y recrear, pero también “hay que tener una excelente preparación sica, porque el trabajo es sumamente agotador”. 42 Los escenarios deporvos se han converdo en lugares de emociones, comparr, fraternidad y distracción para la familia, mientras que los equipos cada día buscan captar más fanácos, afianzar su idendad como instución, generar más ganancias, movar a sus jugadores y aficionados, entretener a sus seguidores y distraer a sus contrarios. De allí nacen las mascotas deporvas, las cuales para muchos son un simple ingrediente o hasta un lujo, pero en la actualidad son piezas fundamentales para alcanzar todos los objevos mencionados anteriormente y para popularizar los eventos. Debido a que Carabobo resulta el estado deporvo de Venezuela por excelencia, no escapa a este fenómeno de las mascotas, pero con la diferencia que han pasado a formar parte del genlicio carabobeño y ya no existe un juego de beisbol de Navegantes del Magallanes en el estadio “José Bernardo Pérez” sin Capy y su novia Lola y mucho menos un encuentro de baloncesto de Trotamundos de Carabobo en el Forum sin Troweiler y su pareja La Tro; mientras que el desarrollo deporvo y el alto rendimiento siempre cuentan con el apoyo de El Panita, la mascota de Fundadeporte.

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Por: Rubén Alí Coronel

Mascotas deportivasparte del gentilicio carabobeño

TROTIWEILER marcó la pautaNo cabe discusión que Trotiweiler marcó la pauta en Carabobo, cuando apareció en la década de los 80’ durante los juegos de baloncesto de Trotamundos.

Nació por mera casualidad y gracias a la pasión de los dueños del “Expreso Azul” por la raza de perros rottweiler. La familia Blanco Arana en una oportunidad llevaron a su perro Ringo a un encuentro y el alboroto fue tal que decidieron crear a una mascota con las características de su canino.

Con su peculiar número 00, este can tiene la facilidad de hacer levantar a todos los fanáticos en el Forum de Valencia con sus ocurrentes movimientos atléticos y sus lanzamientos de larga distancia. Posteriormente apareció su pareja,

La Troti, quien lo ayuda en esas funciones.

Martín Osechas es el encargado de personificar a Trotiweiler desde 1995. Un recreador por naturaleza formado en las filas del Grupo Empresarial Chamo`s, aseguró que su objetivo principal es entretener y a pesar que los años han transcurrido “el fanático y los niños son los que me motivan a seguir con esta labor. Cuando los niños se te acercan o te piden tomarse una foto es lo más emocionante y motivador”.

Asimismo apuntó que para realizar estas personificaciones hay que gustarle actuar y recrear, pero también “hay que tener una excelente preparación física, porque el trabajo es sumamente agotador”.

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Los escenarios deportivos se han convertido en lugares de emociones, compartir, fraternidad y distracción para la familia, mientras que los equipos cada día buscan captar más fanáticos, afianzar su identidad como institución, generar más ganancias, motivar a sus jugadores y aficionados, entretener a sus seguidores y distraer a sus contrarios.

De allí nacen las mascotas deportivas, las cuales para muchos son un simple ingrediente o hasta un lujo, pero en la actualidad son piezas fundamentales para alcanzar todos los objetivos mencionados anteriormente y para popularizar los eventos.

Debido a que Carabobo resulta el estado deportivo de Venezuela por excelencia, no escapa a este fenómeno de las mascotas, pero con la diferencia que han pasado a formar parte del gentilicio carabobeño y ya no existe un juego de beisbol de Navegantes del Magallanes en el estadio “José Bernardo Pérez” sin Capy y su novia Lola y mucho menos un encuentro de baloncesto de Trotamundos de Carabobo en el Forum sin Trotiweiler y su pareja La Troti; mientras que el desarrollo deportivo y el alto rendimiento siempre cuentan con el apoyo de El Panita, la mascota de Fundadeporte.