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155N: 0210-4547 Anales de Literatura Hispanoamericana 1999, 28: 297-309 Paisajes y laberintos de la memoria (Sobre la poesía contemporánea en Centroamérica) CARLOS FRANCISCO MONGE Universidad Nacional. Heredia, Costa Rica a LS. de M. 1 La idea de Centroamérica nació en la segunda mitad del siglo xvi, con la fundación de la Capitanía General de Guatemala. Aunque dependía nominal- mente del Virreinato de Nueva España, México después, el «Reyno de Gua- temala» logró a lo largo del tiempo una relativa autonomía. Fue una dificil unidad administrativa colonial que sobrevivió hasta la segunda mitad del siglo xíx, cuando las pequeñas provincias se separaron y se conviflieron en repúblicas. Lo que al principio fue una división administrativa ordenada por la Corona española, se convirtió con el tiempo en una realidad geopolítica, y hasta nuestros días en una región de cultura mestiza e historia común’. Más que su brevedad geográfica, lo más visible de estos países es su debilidad y dependencia frente a los otros, sean sus vecinos, sus mentores o los grandes centros del poder político y económico. El vaivén entre Ja uni- dad política y su separación ha marcado la vida de esta región, sus institu- ciones jurídicas, sus hábitos sociales y, naturalmente, su evolución cultural. No hay que olvidar que a aquella pequeña familia de repúblicas —entre ellas ¡ Consúltese Héctor Pérez Brignoli. Breve historia de Centmamc 5rica, Madrid, Alianza, 1985. 297

Paisajes y laberintos de la memoria (Sobre la poesía contemporánea en … · 2017-04-29 · do el sustrato cultural precolombino. En algunos paises, de hondas y vigoro-sas raíces

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155N: 0210-4547Anales de Literatura Hispanoamericana1999, 28: 297-309

Paisajesy laberintosde la memoria(Sobrela poesíacontemporáneaen Centroamérica)

CARLOS FRANCISCOMONGEUniversidadNacional.Heredia,Costa Rica

a LS. de M.

1

La ideade Centroaméricanacióen la segundamitad del siglo xvi, conlafundaciónde la CapitaníaGeneralde Guatemala.Aunquedependíanominal-mentedel Virreinato de NuevaEspaña,México después,el «Reynode Gua-temala»logró a lo largo del tiempo una relativa autonomía.Fue una dificilunidadadministrativacolonial que sobrevivió hastala segundamitad delsiglo xíx, cuandolas pequeñasprovinciasse separarony se conviflieron enrepúblicas.Lo queal principio fue unadivisión administrativaordenadaporla Coronaespañola,se convirtió conel tiempoen unarealidadgeopolítica,yhastanuestrosdíasen unaregión decultura mestizae historiacomún’.

Más que su brevedadgeográfica, lo más visible de estospaíseses sudebilidady dependenciafrente a los otros, seansusvecinos,susmentoresolos grandescentrosdel poderpolítico y económico.El vaivén entreJa uni-dad política y su separaciónha marcadola vida de estaregión, sus institu-cionesjurídicas,sus hábitos socialesy, naturalmente,su evolucióncultural.No hayqueolvidar quea aquellapequeñafamilia de repúblicas—entreellas

¡ ConsúlteseHéctor PérezBrignoli. Breve historia de Centmamc5rica, Madrid, Alianza,

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se llamanconmuchafrecuenciahermanas,resabiosin duda de unasiempreañoradaunidad— se han sumadoen el siglo xx, dos nuevos miembros:Panamá(formalmenteindependienteen 1903),y desde1981 Belice, la anti-guaposesiónbritánica dondeconviven como lenguasde todos los días elinglés y el español.

Como sudecursopolítico, la vida literaria en Centroaméricaaúnes cor-ta; y en general,su evolución es la de toda Hispanoamérica:la herenciadela culturapeninsulary suaclimataciónen las tierrasdel NuevoMundo, bajoel signocomúnde la lenguacastellana.Aunqueilustresy deslumbrantes,enel istmo hansido escasoslos nombresliterarios de primera magnitud;y elreconocimientode partede la crítica internacionalsigue siendo,a pesardetodo, reducidoy reservado.Perotambiénhay factoresendógenos:si bienenlos últimos años ello pareceestarcambiando,tampocose ha contadoconuna crítica literaria sóliday rigurosa;abundael oficio del periodista,la rese-ña habitual, el elogio amistoso,o las limitaciones de una crítica sectaria,atentasólo a un autor, unatendenciao una idea. Son pocoslos que se hanpreguntadopor la existenciade una literaturacentroamericana,porquesabenque la respuestadebepasarprimero por resolver dos extremos:susrelacionesconla tradiciónliteraria en lenguaespañolay la precariedadcon-ceptual de unas literaturasnacionales.Hasta hoy, la crítica literaria no haconseguido resolver, ni en la teoría ni en la práctica, el dilema radical entre«lo centroamericano»comosumade variasnaciones(y literaturas),o comoun conjunto integrado,por su historia y su cultura. Difícil es buscarlocomúnsin renunciara lo especifico.Cadauno de estospaisesreclamaunaidentidady una literaturapropias;pero,puestosa distinguir y segregar,noha habidoverdaderasdiferencias—calidadesy difusión aparte——entreunanovelasalvadoreñay unacostarncense;entreun poemanicaragiiensey unohondureño.¿Conformanestassimilitudes y coincidenciasuna literaturaregional y, además,centroamericana?

II

En Centroaméricalapoesíaestáarraigadaen un terrenofértil por su his-toria, su herenciaprecolombina,la tradición literaria cultivadapor españolesy criollos, y una notablebasepopular. Como en muchasotras culturas,suabundanciatienemuchoquever conel géneromismo y susmediosde trans-misión: los cantos,las coplaspopulares,las quejas y lamentosde amor, los

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rituales,y másrecientementela acusacióny la indignaciónen asuntospolíti-cos, son materiaprima paraun géneroque expresa,nombrao denuncia.Larelativa facilidad en su difusión (octavillas,pasquines,cuadernos,pequeñostomos, canciones,revistas) ha contribuidoa su fortuna social. Además,nosiempreha habidounaseparaciónradicalentrela poesía«culta» (o erudita,segúnla denominanalgunos),y la «popular».Aunqueno infrecuente,es inte-resanteque muchasde las vocesmásconnotadasde la región hanalimenta-do susversosno sólo conmotivos literarios,sino tambiéncon giros lingílis-ticos,vocabularioy formasexpresivaspropiasde la poesíade origenpopular.Baste mencionardos hitos de la lírica centroamericana:el movimiento devanguardianicaragúense,de la décadade 1930, y lapoesíapolítica, nacidatreintaañosdespués.Sin el sustratopopular,los poemasde CoronelUrtecho,Pablo Antonio Cuadra,Otto RenéCastillo o RoqueDalton habríansido otracosa. Es probableque el géneroteatral y las narracionescortas participentambiénde estacondición, pero la poesíasiempreha estadomáscercade latradiciónpopular, por su condiciónde canto,plegariao celebración.

Otro aspecto,si bien diferente, paracomprenderla poesíaen Centroamé-rica es de carácterpolítico y social: el exilio, voluntario o forzado;por razo-nes moralesy artísticas,o parasobrevivira las venganzaspolíticas. Sin serestrictamenteliterario, hatenidoun pesonadadespreciableenlahistoria lite-raria dela región.Los modernistascentroamericanosfueron viajerosde cuer-po y alma: RubénDarío, Enrique GómezCarrillo, Darío Herrera, RobertoBrenesMesén;y tambiénlo fueron quienespondríanen marcha,desdesuspatriasadoptivas,o a su regreso,las aventuraspoéticasde las vanguardias:Cardozay Aragón,Rafael ¡-leliodoro Valle, Asturias,PedroGeoffroy Rivas,Max Jiménez,Salomón de la Selva, Rogelio Sinán. México, Buenos Aires,Santiagode Chile, Madrid, New York, Parísse les mostrarona aquellosartis-tassedientosde novedady de unaconcienciamásampliade la historia.Casitodosvolvieron a su tierraconunaidea del mundomenosapegadaa las mon-tañasazuleso a los cafetales,peroprobablementemássegurosde entendermejor suscircunstancias.El propio Darío terminó sus días literarios alaban-do el paisajenutricio de su provincia natal. El exilio político, por su parte,más frecuentey amargosobretodo desdela décadade 1960, contribuyóaincitar un sentimientopatriótico,y con él unaparticularmanerade ejercereloficio de escribirLasespeculacionesestéticasdejaronmuy pronto el pasoalas preocupacioneséticas,y con ellasa comprometerla palabraconunacau-sa.Política y literatura se reconocen,a partir de entonces,comohermanasinseparables.

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Resultaríailusorio pensarque existe una poesíacentroamericanaconrasgospeculiares,y nacidasólo de suscircunstanciasy cultura comunes.Enel caso de Europa,el pesode una largatradición y una historia rica y bienconocidaevita estetipo de entelequias;nadiese preguntaen quéconsistelanovelaespañolao la poesíainglesa;tampocohacefalta compararel Roman-ticismo francésy el alemán.Pero,¿quédecirde Centroamérica?:empezan-do por la lengua(europea),la poesíaha estadoalimentadaporunatradicióncultural y literaria másextensay consolidada.Sin embargo,por paradoja,loque ha unido mása las pequeñasrepúblicascentroamericanases sudisposi-ción separatista.En palabrasde PérezBrignolí, es unade las «condenasdelpasado»2.En cadapaís,y con él encadaunade susliteraturas,se buscaunaafirmacióndesdelo diferentee irrepetible; lo peculiarseconvierteenla pie-drade toqueque ayalalo propio, y una idiosincraciasiempreindefinible,ytal vezquimerica.

A estepropósito,debemospreguntarnospor el papelque ha desempeña-do el sustratoculturalprecolombino.En algunospaises,de hondasy vigoro-sasraícesindígenas,como Guatemala,se escribey publicapoesíaen maya-quiché. Sus vínculos con un lejano pasadoque sigue presente,estánen ellenguaje,la verdaderaalma del poema;pues sustemasy motivos sonmuysimilaresa la poesíaescritaen español:el amor, la amistad,el pasadoances-tral y el incierto presente,los paisajes,los sueños.Es una poesíaque tienevida propia, y susrelacionesconcl poderosocaudalde la poesíaen españolson escasasy ocasionales.Los arrestosdel mundoprecolombinoson,encasitodos los paísescentroamericanos,una partede su realidadsocial, religiosa

y, como hemosvisto, lingúistíca, perono constituyenen la actualidadrasgosesencialesde su literatura.Y en cuantoa la poesíaoral, tanto en lenguasver-náculascomo la trasplantadadesdela penínsulaibérica, ya lo ha dejado deser: hoy la conocemos,paradójicamente,graciasa los testimoniosescritosdeantropólogosy lingúistas; ya no es oral. Y ambasfuentes, lejanasen apa-riencia de la poesía«erudita»,han servido de caldo nutricio a muchasobras,y en ocasionesa tendenciaso grupos literarios. Más allá de los estilos y lasideologías,es frecuenteencontrarunavoluntadde afirmarel vinculo podero-sode la palabradel poetacon la historia de su pueblo,supatriao su culturaancestral.

2 Pocacritica literaria ha escapadodeello: doso tresantologíasde «poesíacentroame-

ricana»,publicadasenlos últimos quinceaños,empiezany terminanhablandodemovimientos,tendenciasy generacionesde cadauno delos países,sin llegarsiquieraa ponerlosen relación.

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La poesíase refiere a la realidad,no sólo porqueésta le pertenece,sinosobretodo porquelos poemasformanparteesencialde ella. El poemanohablade la historia,sino con la historia. Es, meparece,unade las pocasfor-masde tratarconpropiedadunapoesíaregional o unapoesíanacional.En elcasode Centroaméricahayun grupo de obrasmuy poco diferenciadasentresí, másallá de la nacionalidadde susautores,y cuyospuntosen comúnson,al menos,tres: el deseode identificarlo propio (¿el ser,el origen,el talantesocial, los hechos?);la condición ancilar con relacióna la historia y el arte(¿podemosreconocernos,en mediode la barahúndade la historiapresente?);y la ideade quela palabrapoéticaes un paliativo contralas iniquidadesde laexistencia.Naturalmente,las variacionesa cadauno de ellos son muchas,perotodashacenpensaren una visión de mundoque valorael entornopro-pio, señalalas virtudes de una comunidadfraterna y solidaria,y exponetemorese incertidumbresantela inminenciade poderesmayores.A muchosles resultarádifícil admitir que uno de los componentesde estacosmovisiónes la concienciade la debilidad, aunquecompensadacon las virtudes de lavalentíao la dignidad. Los poetascentroamericanosde hoy no se preguntancómo emergiósuvida, sino quésony adóndese dirigen susdestinos;no tan-to el «dedóndevenimos»dariano,como el «adóndevamos».

El escollo mayor para emprenderel estudio de una literatura regionalcomo la centroamericanaes de orden másbien práctico. Si empezásemospor dilucidar problemasteóricos,como el estatutode lo literario en esassociedades,o las marcasdistintivas,en lo lingilístico y en losprocedimien-tos discursivos,llegaríamosa conclusionesdemasiadoevidentes.Las letrascentroamericanas existen porque se hallan impresasen libros, las leemosyapreciamos,pero desdeel punto de vista estético-discursivono se distin-guen de la literatura mexicana,colombianao uruguaya.Es decir, existecomo realidad empírica, no como una configuración propia, inigualablecomo signoverbal. El problemaprácticoconsisteen seleccionarcon acier-to las vocesy las tendenciasqueconmayor frecuenciaocurrenen la región,y ponerlaen relación con aspectosculturalessignificativosde la historiacentroamericana.

III

Tal vez la forma másnatural de la poesíaes aquellaque comunicaalhabitantecon suspaisajes;y en las letrascentroamericanasel ambientey la

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geografíason, antetodo, símbolosy avisosque organizanla vida. El paisa-je humanoy físico del trópico centroamericano,y su entornosocial y polí-tico hansidoasuntosdemuchacuantíaen la poesíadel istmo. Una vezmás,la poesíavive de la realidad:el activo papelde las fuerzasnaturalesen unreducidoterritorio, y en particular su variedady desmesura(innumerablesvolcanes,torrencialeslluvias, terremotos,huracanes,espectacularespuestasde sol, selvasy montañasinfranqueables,los dos océanosmayoresdel pla-neta besandosus orillas), han marcadoel carácterde la poesíaen estaregión.

Por ello, y a vecescontrasus propiasconviccionesestéticas,los moder-nistascentroamericanosalimentaronsus versoscon las montañas,la flora yla faunade supatria natal. Fueun modernismoa pesardel Modernismo,por-que sus cultorescasi siemprepartieronde la emociónestéticaque les depa-rabael paisajecampesinoy la aldearural, en vez de unaevocaciónartificialde lugaresy estanciassólo conocidosen la propia literaturao por informa-ción puramentelibresca. Fueron,de hecho,muy pocoslos escritoresquepudieronrealizarviajes,y vivir en las ciudadesañoradas;la mayor partedelos escritoreshubo de conformarsecon la imaginacióny la recreación.Perosiemprese respetaron,si cabe,los fundamentosde la ideología modernista.En la obrapoéticade Rafael Cardona,RobertoBrenesMesén,JuanRamónMolina, FranciscoGavidiao Darío Herreraabundanlos paisajescentroame-ricanos,algo estilizadospor las querenciasestéticasde la época,peroancla-dos en la idea de quepoesíay emociónse fertilizanen la realidad,y no en lafantasíalibresca.

Nací enel fondoazul de las montañashondureñas.Detestolas ciudades,y másme gustaun grupo dc cabañasperdidoen las remotassoledades.

dice Molina en un poema;y la panameñaAmelia Denisde Icaza escribedesupatria:

Tus pájarosmedieron suscanciones;con susnotas dulcísimascanté,y mis sueñosdeamor, mis ilusiones,a tu brisay tusárbolesconfié.

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La poesíaposinodernistaaprovechóy radicalizóestainclinacióna valo-rar el paisajenatal,no sólo comouna reaccióna losexcesoseuropeizantesde los epígonosdel Modernismo,sino tambiénporquela literaturaempiezaahacersecargo de unaideologíanacionalista,aunquefueraella de bajoperfil.

Cronológicamente,muchospoetascentroamericanosnacieronen cunamodernista,peropronto evolucionaronhastaalcanzarmodospoéticosasocia-dosa la aldearural, los atardecerescampesinos,a la costureritadelpueblo, asu iglesia,a los caminosy las melancolías.Estaestéticadel ¿telurismo?tuvocomo modelos literarios las vocesdel mexicanoLópez Velarde,del colom-biano Luis Carlos López,y sobretodode GabrielaMistral. Antesde ¡940 los

centroamericanostodavía sienten su mundo(su patria) como una aldea;elpueblose prefiere a la ciudad; sumundoes pequeñoy las relacionesse danentrevecinos,parientesy conocidos.Así, la estéticade lo cotidiano se con-vierte en e! punto de partiday de llegadaparalos poetas,y el entornode lonacional—no siempreapacible,porquea veces la patria es tambiénmisera-bie, y provocainquietud—se erigeen símbolo de unanuevaconciencia,estavez política y ética. Esto es visible en la obra de RicardoMiró, DemetrioKorsi, JuanFelipe Toruño,Alfonso Guillén Zelaya,Claudio Barrera, RafaelEstradao AzaríasH. Pallais.

En 1932,PabloAntonio Cuadra,uno de losnotablesdel vanguardismoenCentroamérica,manifestaba:«Senecesitauna cultura verdaderamentenica-raglienseparalograr en su plenitud un arte vernáculonicaragúense>A.Esteinteréspor volver la miradaa lo nativo no fue un proyectoexclusivo delvan-guardismonicaragúense,sin duda algunael más sistemáticoy coherentedeCentroamérica.Pesea habersido un hechocultural traídode fuera (CoronelUrtecho regresabade California, con su «Odaa RubénDarío» ya escrita),Cuadra,Octavio Rochao JoaquínPasosse encargaron,desdelas revistasyperiódicos, de lanzarmanifiestosy escribirpoemasen los que declarabansufidelidad auna literaturaancladaenlo nacional,en lo propio. Proyectosmuysemejantes—aunqueciertamentemenosorgánicosy espectaculares—sedie-ron en Guatemala,en SanJoséde CostaRica, en Panamá;y en todosloscasoshubo una voluntad de combinar experimentacionesy hallazgosen

materiaestéticaconlos fondosde las culturasancestrales.Con frecuenciasemencionancomoejemplosa Asturiasy a Cardozay Aragón en Guatemala;

Citadoen HugoJ.Verani. Las vanguardias literarias en Hispanoamérica, Roma,Bul-zoni, 1986, pág. 167.

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perotambiénMax Jiménezo FranciscoAmighetti, en CostaRica; DemetrioHerreraSevillanoo Rogelio Sinán,en Panamá,participarondeaquelproyec-to inicial de PabloAntonio Cuadra,quien yahabíapublicado,en 1934, unosPoemasnicaraglienses.

Si bien muchospusieronsusojos y oídosen lo espectaculary novedosode las escuelasde vanguardia europeas,muy pronto en Centroaméricasecomprendióque las propuestasliterariasno podíandetenerseen lo estricta-menteestético,y menosaún en la farándulay el desafío.Cuandotuvieronocasión, las provocacionesy los desplantessiempredirigieron su bateríaaatacarunasociedadsosay distraída,quesoñabaquizádemasiadoen la como-didad,y olvidabasusraícesy condiciónmestiza.Por ello, en Centroaméricala literaturade temple vanguardistafue profundamentenacionalistay local.Más aunque la lírica modernista o la posmodernista, las mejores realizacio-nes literariasde la vanguardiacentroamericanacontemplansuentornocomoun símbolode la historia,no comounatarjetapostal fuentede melancolíasoternuras.A diferenciade los modernistas,los nuevospoetasno estuvieronpendientes de las últimas modas europeas; pero tampoco se exaltaron dema-siado con los placeresmelancólicosde la aldearural, comolo hicieron losposmodernistas.El espaciovital y el literario del vanguardismocentroameri-

canoes el de las ciudadesy los suburbios,no sólo nacionales,sino tambiénlos de las metrópolisdel exterior Es decir, el nuevo símbolo de los tiemposmodernos.Amighetti habló de los tranvíasde su barrio, pero tambiéndelHarlemde los años 30; Max Jiménezcontemplaconpavor y tristezala ciu-dadde NuevaYork; e IsaacFelipe Azofeifa, asu regresode Chile, dedicaunospoemasal panameñopuedode Colón, al que ve como «desagúedelmundo[..] conhermosisimascriollas cocinándosea 40 [..] y mujercitasyan-

quees,anémicas,emborrachándoseen los bares».ParaRogelio Sinánel pai-

saje marinotropical distade serel mismocontempladoen otrasépocasy conotra miradaliteraria:

Huracanadasalascon rayosen el picodesgreñanmaldiciones,espumarajos,ayes.Hiendeel sol luminosasagujasdeprodigiodesalojandonieblasde filiación desleal.

Y ClaudioBarreradice de Tegucigalpa:

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Yo te he visto, ciudad,reír únicamenteen la tragedia.Hastenido un aliento de fiera acorraladacon oloresapólvoray metal.Me has habladodel Sur, consushombresquemadosen la brisa filosa de la sal.

¿Porqué el vanguardismoabandonala noción de unapatria feliz y arcá-díca?Como suelesueede~puedenhaberintervenidorazonesideológicasyliterarias.En cuantoalas primeras,estávisto quelo esencialde las vanguar-dias es su crítica a la tradición,y al mismotiempo a la percepciónaburgue-sadadel pasadopatrio;nadamáslejano a ellasquela evocaciónde un pasa-do idílico. El verdaderomundoestáenel presente,y sobretodo enel futuro;y la modernidadsólo esvisible en la ciudady en susartefactosde acción:untranvía, los aeroplanos,el cinematógrafo.Pero tambiénlas ciudadesson laszonasdel poder,y con él, de la corrupcióny la ignominia; enCentroaméricalas urbesson torpesimitacionesdel exterior,y enellas se palpanlas contra-dicciones de la dependencia: la miseria, la explotación, la falsedad, el opro-bio. Son los laberintosdel alma.La vuelta al mundoderaíces indígenasnoes un retornoa la arcadia,sino una reacciónantela falsamodernización(queno es otra cosa,en los términosde la interpretaciónsocial, queunarenunciaa las raícesculturales);no se trata de un regresoa lo primitivo, sino de lacreenciade que la verdaderaentidadcultural estáen los ancestrosprecolom-binos. Y en cuantoa las razonesliterarias,principalmentetienen queverconel hecho de que,paralos vanguardistas,ni el Modernismoni el posmoder-nismohabíanlogradocrearunaliteraturaverdaderamenterepresentativa.Consu«Odaa RubénDarío» Coronellirtecbo defiendela poesíacomohomena-je a la realidadinmediata,y con sarcasmoseñalatodaliteraturizaciónde lavida: Darío es un bordadode palabras,fruta de cerao mármolgriego.Coro-nel es concluyente:

Soy el asesinode tus retratos.Porprimeravez comimosnaranjas

Y en cuantoa susdiferenciascon el posmodernismo, los vanguardistas esta-ban segurosde que es preferible la crítica a la realidaddel presenteque laevocaciónsentimentalde la vida pasada.

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El otro granciclo de lapoesíacentroamericanaes lapoesíatesthnoniaP.Másbien desleídaen estosdíasfiniseculares,le ha dadoun semblantepropioa la lírica en Centroaméricaen los últimos veinticinco años.Aunquealgunasveces llena de los excesosretóricos de la propaganda,estamosante unaingenteproducciónliteraria quecambiólas formas, los estilosy las actitudesanteel mundoy la historia.La región,ya superadosalgunoscorsésfronteri-zos, es un campode accióny de batalla. No se puede contemplarel paisajesin hablarde susveleidadesy suspenumbras.Infestadade dictadurasy gol-pes de estado, la estabilidadpolítica centroamericanaha sido, a lo largo delsiglo xx, apenasunaesperanzay unaposibilidad remota.En unospaísesmásque en otros, la culturade la violencia (¿cabela expresión?)ha sido partedesu vida cotidianay de su historia. La agudizaciónde las luchassociales,ypocodespuéslos conflictosarmados,sobrevienendespuésde 1960,y las tresdécadassiguientesdejan en evidencia las convulsionespolíticas de unaregión sometida,unavez más en suhistoria, al vaivénde los grandesempo-ríos ideológicosy económicos.Dediferentesmodos, todos lospaísesseven,

de pronto, sitiadospor su propia historia, sus contradiccionessocialesy elvalor estratégicode susterritorios.

También buenaparte de la literatura centroamericanase transformaapartir de 1960. Una generaciónirrumpió con unapoesíaardorosay desa-fiante, y para ese grupo de escritoresla realidad se representacomo unaconfiguración política. El mundo se organizacomo una axiologíamoralconstruida desde las circunstancias sociales del presente; y el sistema litera-rio desdeel que se escribe quedaentoncesasociadoa la simplificaciónexpresiva,el discursocoloquial, la vehemenciay la exhortación,y ciertoprosaísmo que lleva a la estética del realismo. Una de sus manifestacionesparticularesfue cl exteriorismo,de notableexpansiónentrelosjóvenespoe-tas de entonces5.

Prefieroel términotestimonial, al depoesíapolítica, o literaturacomprometida. ¿Quépoemano espolítico o comprometido?Lapalabratestimonio tienemuchoquever conel dere-chocivil, y con el papeldel cronista,dos de los principalesasuntosdeestapoesia.

Prosaísmo, exteriorismo, anl4r,oesía, poesía conversacional, y algunosotros, soncali-ficativos quellegarona emparentarse,y son propios de esaestéticadel realismopoético.Des-de luego, no es un rasgoexclusivode la poesíacentroamericana,pero si acogidosin reservascomoun nuevodiscursoantirretórico(?}, másacordecon la ideadeunapoesiapensadaparagrandessectoresdela población,no siempre letraday sin mayoresmiramientosdelas finurasestéticasde laselites sociales.

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En un viejo poema,«Epitafio del desterrado»,ErnestoMejía Sánchezpiensaen su lejanaNicaragua,y hablade quien «llevó en sí/la pequeñapatria como una enfermedaddañinay peligrosa»;y años después,casisobreel mismo asunto,Claribel Alegría escribeun poemaen dondeselee:

Soñéqueme seguíami ciudaddentrode mí escuchabasu músicade insectosde follajede río entrelas piedrassu olor me obsesionabasu hálito de aromasy de acressudoresy no queríahuir de mi ciudadde sussordosgemidosde su hedory ella meseguía.

Este tópico de la cercania-lejanía,física o espiritual,del lugar de origenes un rasgofrecuentede las letrascentroamericanas,quelapoesíatestimonialaprovecha en lo que tiene de circunstancia política. La patria, desde ahora, seconvierteen un símbolode valoreshondose irrenunciables:la solidaridad,lajusticia y el derechoa la vida. Y los poemasreconocenuna conciencianue-vade la situación.Entreotrascosas,la patriadejade ser la madre, paracon-vertirseen compañera,más acordecon los signos de los tiempos,y con ellenguajeen uso. Los territorios centroamericanosno son vastosni desmesu-rados;no tienen la grandiosaespectacularidadque un poetacomo Nerudacontempla en las regiones andinas y amazónicas, sino que ahora el entornofísico es,además,un entornopolítico. Lasreferenciasa la geografíasoncon-

tinuasen estaformade poesía,en parteporqueen el poemasebuscaacercarel cantoa la crónica(y estoincluye la historia y la geografía).Veamosalgu-nostítulos aparecidosdesde1950:Dela posibleaurora (Arce),RomancesdeNortey Sur (Lars),El potrero (Cea), Campominado (LscobarGalindo), Enel lugar de los hechos(Paredes),Elparaísorecobrado(Martínez Rivas),Elestrechodudoso(Cardenal),Díasy territorios (Azofeifa), Zona en territoriodel alba (Odio), Poemasterrenales(Debravo),Geografla invisible deAméri-ca (Albán), Donde transan los ríos (OchoaLópez),Panamáen la memoria

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de los mares(OrestesNieto). Lo queanteserasitio de contemplación,ahoraes espaciode participación; los lugaresson cómplices,amigoso enemigos,sitios deproteccióno de penurias.El habitante(con frecuenciaasociadoa lafigura del guerrilleroen mediodela montaña)entiendequelas virtudeso lasacechanzasde los terrenosquepisa no son fortuitas; las sombrasde los bos-ques o andurrialeslo puedenprotegero traicionar; la luz del amanecerloenternece o lo delata.

Pero la disforia de la poesíatestimonialcentroamericanatiene que ver,sobretodo, con el hechodeque se hantrastrocadolos valoresde lo absolutoen la historia, y habráentoncesque reconstruirtodo, las palabrasincluidas,como lo expresaun poemade Manlio Argueta:

¿Quévamos a escribir ahora,cuandola patriase llena de tanquesy fusiles?¿Quévamosa decirlos escritoresdeAmérica Latina mientrasvienenhombresarmadosde muerte,ambulanciasmilitares,jauríasde asesinos,

con suslanza-llamasy susapaga-llanas?

Iv

No esdifícil seguir las huellasde la poesíacentroamericanade nuestrosdías, si no olvidamosque su rumbo se desgajaen muchos derroteros.Losestereotiposde unapoesíacargadade conminacionesy olor a pólvora, cuan-do no a perfumesrubendarianos,puedenllegar a congelarla crítica literariay la historia socialde esta región.Como se esperade unasociedadcontem-poránea,supoesíaes rica y surtida,como sus experienciasen la cultura dehoy. Abundala poesíaerótico-amorosa,la jaculatoria,la Yódica, la elegíaca,las apologías,los mitos e invenciones,epigramas,parodiasy palinodias,can-cionesde cuna,odasa la condiciónde la mujer, poemasdesdela cárcel..,enfin: un sumay restadel mundoacumuladoenlas palabras,casi siemprerea-cíasy casi nuncatriviales.

Otra es la situaciónde los estudiosy reflexionessobrelas letrasen Cen-troamérica.Tienen,a mi entender,algunastareaspendientes:en primer tér-mino, desprendersedel canonqueha atadomuchasmanosy mentesde quie-nes ven la poesíacomo oficio de burócratasy propagandistas;segundo:

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Carlos Francisco Monge Paisajes y laberintos de la memoria

hablarconclaridadde las relacionesentreunasociedadmultiforme y hetero-génea,y el estatutode sudiscursoliterario; en tercerlugar: examinarlabifur-cación nacionalismo-eurocentrismo,convertidaen un verdaderoproblemaepistemológicoparala historia literaria; y sobretodo, reorientarciertosobje-tivos de la crítica, ya salvadasalgunasjerigonzas,paraemprenderanálisismásampliosy móviles, capacesdecontemplar,comoalos planetas,sistemasliterarios,y no únicamentesatélitesy asteroidessin rumboy sin destino.

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