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EL PERIÓDICO CULTURAL GRATUITO DISPONIBLE TAMBIÉN EN INTERNET PARÉNTESIS Año 1 Número 3 ¤ Abril-Mayo 2008 ¤ 10000 ejemplares Date un respiro Entrevista a Enrique Brinkmann: El pintor habla de su forma de entender el arte y de la relación de sus cuadros con la literatura. Pág. 8 Además, en este número: Idea Fija, de André Frédérique, y poemas de Juan Gelman en pag. 2 Un cruce, de Franz Kafka, y dos relatos del libro La mosca, de Slawomir Mrozek, en pag.3 Un paseo por Berlín, a cargo de Rafael Caumel, y la música de Billy Holliday, por Jorge Rosa, en pag. 4 El relato ganador y los tres finalistas del 2º Concurso de Microrrelatos Antonio Almansa, organizado por Paréntesis, en pag. 6 Y las secciones Psicoanálisis y Escritura, Taller de Escritura y Crítica Literaria (en pag.5), Espectáculos, Convocatorias de Concursos y Cartas de los lectores (en pag.7).

PARÉNTESIS - tallerparentesis.com · La lápida, una roca ovalada con el nom-bre esculpido y pintado en blanco, tenía encima un cúmulo de piedrecitas en equi-librio precario. Anoté

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EL PERIÓDICO CULTURAL GRATUITO DISPONIBLE TAMBIÉN EN INTERNET

P A R É N T E S I SAño 1 Número 3 ¤ Abril-Mayo 2008 ¤ 10000 ejemplares

Date un respiro

Entrevista a Enrique Brinkmann:

El pintor habla de su forma deentender el arte y de la relaciónde sus cuadros con la literatura.

Pág. 8

Además, en este número:

Idea Fija, de André Frédérique, y poemasde Juan Gelman en pag. 2

Un cruce, de Franz Kafka, y dos relatosdel libro La mosca, de Slawomir Mrozek,en pag.3

Un paseo por Berlín, a cargo de RafaelCaumel, y la música de Billy Holliday, porJorge Rosa, en pag. 4

El relato ganador y los tres finalistas del2º Concurso de Microrrelatos AntonioAlmansa, organizado por Paréntesis, enpag. 6

Y las secciones Psicoanálisis y Escritura,Taller de Escritura y Crítica Literaria (enpag.5), Espectáculos, Convocatorias deConcursos y Cartas de los lectores (enpag.7).

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Periódico Paréntesiswww.tallerparentesis.com

[email protected]

Desarrollo y Dirección

Rafael Caumel

Asesoramiento

Antonio Almansa

Coordinación y publicidad

Lola Lorente

Gestión

Jorge Rosa

Redacción

Poesía de Siempre:

Andrea Vinci

Mauricio Ciruelos

Poesía de Hoy:

Mauricio Ciruelos

Prosa de Siempre:

Antonio Almansa

Prosa de Hoy:

Pedro Rojano

Andrea Vinci

Viajes y Literatura:

Rafael Caumel

Pedro Rojano

Música y Literatura:

Jorge Rosa

Psicoanálisis y Escritura:

Emilio Mármol

Taller de Escritura:

Rafael Caumel

Crítica literaria:

Antonio Almansa

Los lectores escriben:

Eugenia Carrión

Montserrat López

Espectáculos:

Plácido García

Convocatorias de concursos:

Isabel Merino

Cartas de los lectores:

Lola Lorente

Entrevista:

Lola Lorente

Maquetación y diseño gráfico

Diseño y Maquetación:

Rafael Caumel

Asistencia gráficos y maqueta:

Mauricio Ciruelos

Imágenes:

Montserrat López

Isabel Merino

Poesía de SiempreAndré Frédérique

IDEA FIJA

Soy capaz de matar a mi padresi mi padre flotaray no necesitara una balsacon la forma de mi padrepara flotar en las aguas

Soy capaz de matar a mi hermanasi necesitara sangre rojapara pintar su corazón

Soy capaz de matar a mis dos hijossi hubiera que sustraerlos de la escuelapara que no supieran jamásla regla de los participios

Soy capaz de matar a Diossi tuviera que morira fin de que me perdoney de que entienda que matar es tan sólouna de nuestras costumbres

Poesía de Hoy

Juan Gelman

El juego en que andamos (1959):

EL JUEGO EN QUE ANDAMOS

Si me dieran a elegir, yo elegiríaesta salud de saber que estamos muy enfermos,esta dicha de andar tan infelices.Si me dieran a elegir, yo elegiríaesta inocencia de no ser un inocente,esta pureza en que ando por impuro.Si me dieran a elegir, yo elegiríaeste amor con que odio,esta esperanza que come panes desesperados.Aquí pasa, señores,que me juego la muerte.

Valer la pena (Visor, 2002, 160 págs., 8€):

LA LLAVE DEL GAS

La mujer del poeta estácondenada a leer o a escuchar losversos del poeta que humeanrecién sacados del alma. Y más:la mujer del poetaestá condenada al poeta, a éseque nunca sabe dóndeestá la llave del gas y fingeque pregunta para sabercuando sólo le importa preguntarlo que no tiene respuesta.

IGNORANCIAS

Lo que mi infancia no sabeyo tampoco lo sé. Las callesde mi ciudad parecenun signo de interrogación sobremi corazón mudo. La tazade leche, la vaca en el fulgordel barro, el padreque existe, los rezongos ycrepúsculos tristes donde mesentaba como anticipaciones.La rueda del tiempo regresasin volver. El humopasado arde aquí. Un viento vagoenfría mi cuna.

2 Paréntesis Abril-Mayo 2008

Tasio Peña

Si desea ver su poema publicado en la sección Poesía de Hoy,envíelo a [email protected] junto a sunombre, apellidos, profesión, dirección, teléfono y DNI. Laextensión máxima es de 40 líneas de 50 caracteres (con espa-cios). Paréntesis incluirá los mejores en los siguientes númerosdel periódico.

(Poesía Surrealista, Ed. Argonauta. Traducción: Aldo Pellegrini)

André Frédérique (1915-1957) nació en Namterre, Francia.Abandonó su profesión –farmacéutico– para dedicarse al perio-dismo y la escritura. Colaboró en varias publicaciones surrealis-tas, junto a Breton, Artaud, Carrington y otros.

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Prosa de SiempreUn cruce, de Franz Kafka

LA ISLA DEL TESORO

Cortando la maleza con machetes, avan-zábamos despacio hacia el interior de laisla. Por fin estábamos sobre la pistacorrecta. Un último esfuerzo y encontra-ríamos el legendario tesoro del capitánMorgan.–Aquí –dijo Gucio, mi compañero, yclavó el machete en el suelo bajo un bao-bab de amplias ramas. Era el lugar que,antaño, en un mapa cifrado, había seña-lado con una cruz la propia mano delcapitán.Tiramos los machetes y agarramos laspalas. Pronto descubrimos un esqueletohumano.–Todo concuerda –dijo Gucio–. Bajo elesqueleto debe haber un cofre.Allí estaba. Lo sacamos del hoyo y lopusimos debajo del baobab. El sol llega-ba a su cenit, los monos, excitados, sal-taban de una rama a otra; el esqueletomostraba sus dientes sonriente.Respirando pesadamente, nos sentamosencima del cofre.–Quince años—dijo Gucio.Era el tiempo que había transcurridodesde que empezáramos a buscar el

tesoro.Apagamos los cigarrillos y cogimos unasbarras de hierro. Los monos gritabancada vez más, al igual que los loros.Finalmente, la tapa cedió.En el fondo del cofre yacía una hoja depapel y en ella estaba escrito: «Besadmeel culo. Morgan.» –El objetivo nunca es lo importante –dijoGucio–. Lo que cuenta es el esfuerzo deperseguirlo, no el hecho de alcanzarlo.Maté a Gucio y volví a casa. Me gustanlas moralejas, pero sin pasarse.

EL FUNERAL

Durante un paseo, me uní a un cortejofúnebre. Siempre anima más que vagaruno solo y sin rumbo. No sabía a quiénestaban enterrando, pero ¿qué importa-ba? Nosotros, los humanos, formamostodos una gran familia.Además, siempre se puede preguntar. Mivecino de la izquierda del cortejo tampo-co lo sabía.–Voy a la tintorería a recoger un panta-lón. He visto un funeral y puesto que mepilla de camino me he unido. Sólo hasta

la esquina y después tuerzo.Pregunté, pues, al vecino de la derecha.– ¿Que de quién es el funeral? ¿Y yoqué sé, acaso muere poca gente? Elbanco no abre hasta las nueve, así quetengo un poco de tiempo todavía. El tercero, que caminaba unos pasosatrás, tampoco era capaz de informarme.–Yo no soy de aquí, soy un simple turis-

ta. Pero pregunte a esa señora con velonegro, la que camina detrás del féretro.Tiene pinta de ser la viuda y debe desaberlo.En ese momento empezó a llover yabandoné el cortejo. No voy a mojarmepor alguien a quien ni siquiera conozcopersonalmente.

Prosa de HoyLa mosca, de Slawomir Mrozek (Ed. El acantilado, 136 págs., 10€)

Tengo un animal peculiar, mitad gatito,mitad cordero. Es herencia de mi padre,pero se ha desarrollado en los últimostiempos, antes era más cordero que gati-to, ahora, sin embargo, posee la mismaproporción de ambos. De gato, cabeza y

garras; del cordero, tamaño y forma cor-poral; de ambos tiene los ojos, que sonllameantes y dulces; el pelaje es suave yapretado; puede andar a saltos y despa-cio, sin ruido; cuando brilla el sol se haceun ovillo en el alféizar de la ventana y

ronronea; corre como un loco en la pra-dera y apenas se le puede atrapar; huyede los gatos, a los corderos los quiereatacar; en las noches de luna llena sucamino favorito es el canalón, no puedemaullar y siente repugnancia por lasratas; puede quedarse acechando anteel gallinero durante horas, pero aún noha aprovechado una oportunidad paramatar; yo lo alimento con leche dulce, eslo que le va mejor; la toma a través desus dos colmillos dando largos sorbos.Por supuesto, es todo un espectáculopara los niños. El domingo por la maña-na hay horas de visita, yo tengo al anima-lito en el regazo y niños de todo el vecin-dario se ponen a mi alrededor. Entoncesplantean preguntas tan extrañas que nin-gún hombre las puede responder. Yotampoco me esfuerzo en hacerlo, melimito, sin más explicaciones, a mostrarlo que tengo. A veces, los niños traengatos, una vez, incluso, dos corderos;pero para su decepción no se produjoningún signo de reconocimiento, los ani-males se miraron tranquilamente con susojos de seres irracionales y, por lo visto,tomaron su existencia mutua como unhecho divino.

En mi regazo, el animal no conoce elmiedo ni las ansias de persecución. Bienarrimado a mí es como se siente mejor.Se queda con la familia que lo ha criado.No se trata de ninguna fidelidad extraor-dinaria, sino del correcto instinto de unanimal que, en la tierra, ciertamente,posee innumerables parientes, pero pro-bablemente ni uno solo que sea consan-guíneo, por eso, la protección que haencontrado en nuestra casa es sagradapara él. A veces tengo que reír cuandome olisquea, o cuando se entrelaza entremis piernas y no se quiere separar de mí.Como si no le bastara ser gato y cordero,parece como si también quisiera serperro. Algo parecido creo yo en serio.Tiene bastante inquietud en su interior, ladel gato y la del cordero, tan diferentescomo son. Para eso su piel es demasia-do estrecha. Tal vez para el animal fuerael cuchillo del carnicero una liberación,pero se la tengo que negar por ser unobjeto heredado.

Título: Cuentos completosEditorial ValdemarTraducción: José Rafael Hernández Arias446 páginas, 19 €

Paréntesis 3Abril-Mayo 2008

Si desea ver su cuento o relato publicado en esta sección, envíeloa [email protected], junto a su nombre, ape-llidos, profesión, dirección, teléfono y DNI. La extensión máxima es2500 caracteres (con espacios). Paréntesis incluirá los mejores enlos siguientes números del periódico.

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Viajes y LiteraturaBerlín y el señor K, por Rafael Caumel

Algunos escritores supieron poner pala-bras a mis dudas y me empujaron acuestionar lo que creía saber. Cuando enun viaje paso cerca de la casa que habi-taron, o de la tumba donde yacen susrestos, me acerco hasta allí a presentarmis respetos. A cambio, ellos me atien-den con esa paciencia que tienen losmuertos. En Berlín, fui a visitar a BertoltBrecht.En lugar de guardar cola para subir a lacúpula del Reichstag, me dirigí al peque-ño cementerio de la calle Chaussee,situado en el Mitte (distrito centro). Cercadel portón, encontré las tumbas deBrecht y su mujer.La lápida, una roca ovalada con el nom-bre esculpido y pintado en blanco, teníaencima un cúmulo de piedrecitas en equi-librio precario. Anoté una frase de agra-decimiento en un trozo pequeño de papely lo introduje entre las hojas de las plan-tas que recubrían la sepultura. No repro-duzco la frase por pudor (afortunadamen-te, la lluvia habrá desintegrado el papelhace mucho), pero reconozco que habíauna pizca de envidia. ¿Cómo se puedellegar a escribir una obra destacable?Llevaba un ejemplar de bolsillo de Las

historias del señor Keuner y leí un frag-mento en voz no muy alta:

Un hombre que no había visto alseñor K. hacía tiempo lo saludó conlas palabras:

—¡Caray, no ha cambiado ustednada!

—¡Oh! —dijo el señor K. yempalideció.

Miré el entorno y pensé que Berlín, siem-pre en construcción, es una ciudaddonde tal vez el mayor pecado sea lainmovilidad. Incluso aquel cementerio,rodeado de casas y calles, había sidoconcebido como un espacio urbano tran-sitable.A escasos 50 metros de su tumba, está lacasa donde vivió Brecht. Allí, una señoramuy amable me explicó que él residía enla primera planta, mientras su mujer habi-taba la planta baja. En el estudio deBrecht había una entrada; una saladonde recibía a las visitas, con mesaredonda y biblioteca; su despacho, queera la habitación más grande y mejor ilu-minada de la casa, con 7 mesas para tra-bajar de distintas formas —sentado, de

pie, manuscrito, en máquina de escribir,junto a la ventana, alejado de la venta-na—, y un diminuto dormitorio en cuyapuerta permanecía colgada la gorra delescritor.Me pareció que Bertolt Brecht debíatener los mismos problemas que cual-quier otro para afrontar el compromiso de

escribir. Por eso había concebido aquellacasa como una trampa contra la ociosi-dad.Regresé de Berlín con la lección aprendi-da. Ahora sólo falta solucionar el proble-milla de la hipoteca de un dúplex. Eso, ytratar de explicarle a mi pareja que voy avivir en la planta de arriba.

Eleanora Fagan aprendió en su infanciael swing de Louis Armstrong y los bluesde Bessie Smith escuchando el gramófo-no de algún prostíbulo de los suburbiosde Baltimore. Esas canciones, que dealgún modo acariciaban su corazón, sonlas referencias musicales que años mástarde tomaría aquella niña maltratadapara convertirse en Billie Holliday, laestrella indiscutible de los clubs de jazzde un Harlem, que en los años veinte,mientras Lindberg cruzaba el atlántico ensolitario y se ratificaba la ley seca, era unhervidero de creatividad que destilabamúsica por los cuatro costados.De los años treinta a los cincuenta delsiglo pasado, la que fue señora de lacalle 52 (su otro apodo, Lady Day, se lopuso el saxofonista Lester Young) paseósu música y su negritud por los clubs dejazz de Nueva York. Fue en 1933 con lacanción Strange fruit, que denunciaba loslinchamientos de hombres negros enalgunos estados del sur, cuando alcanzósu máxima popularidad. Con una voz tancorta como su vida (solo utilizaba unaoctava), pero llena de matices e inflexio-nes y un sentido del ritmo preciso, elevóla voz en el Jazz a la categoría de instru-

mento.La forma de interpretar sus cancioneshace única su música. Billie las convierteen materia sensible como si fueran frag-mentos de su propia vida: amores tor-mentosos y relaciones con hombresduros y crueles que ella misma elegía yque, como ella, parecían buscar su pro-pia destrucción. La que fue Reina de la calle 52 murió en1959 en un hospital de Harlem con 75centavos en la cuenta bancaria y 750dólares sujetos a la entrepierna con cintaadhesiva, como si temiera que le quita-ran lo único que la vida no le había podi-do estafar.Actualmente, cuando los sonidos metáli-cos del “tecno” violan el concepto quealgunos tenemos de la música, apela-mos a Billie para que, con sus cancionescomo disparos, atraviese nuestra pielhasta llegarnos al corazón.

Libro recomendado: Billie Holliday, de Juanma Játiva.

Editorial La máscaraDisco recomendado:

Lady in Satin, de CBS

Música y LiteraturaCanciones como disparos, por Jorge Rosa

4 Paréntesis Abril-Mayo 2008

Cuadro: Jacob Lawrence

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Psicoanálisisy EscrituraUn tópico en escenaYa no nos sorprenden algunas cosas quesuceden a diario. Debe ser por conside-rarlas más familiares y sabidas. A estaactitud me refiero con lo de “tópico”, quetambién podríamos llamar mito o fanta-sía. Vivimos envueltos de más mitología de loque creemos. Y hasta que no reparamosen ello no nos damos cuenta de lo típicosque son esos tópicos en nuestra realidady en lo que la escenifica, como a conti-nuación propongo refiriéndome a unassecuencias de dos películas. Si no nosadormecemos en la pasividad habitualdel espectador podremos atrapar dichasfantasías, pues están bajo la forma visualque las hace pasar desapercibidas: soncomo los cimientos, no los vemos perosostienen el edificio.

En “Dogville”, un susurro alerta al perroque ladra anunciando un peligro que loshombres no pueden percibir. El peligroes nuestra heroína que se acerca,huyendo de un asesino que resulta sersu padre. Un susurro alerta a “La intér-prete” en un idioma reconocible parapocos, incluso en la ONU, sobre el peli-gro que acecha al tirano del país africanodel que ella huyó y que llegará en pocosdías.

Alejándose del padre, en “Dogville”, laheroína quiere encontrarse. Pero almismo tiempo huye de sí misma sinsaberlo, como Edipo de la tierra de losque creía sus padres. Huye del peligroque ella encarna y que le avisa, como si

de un oráculo extraño se tratara, en lafrase: “¡Nadie dormirá aquí esta noche!”.

En “La intérprete” quizá el tirano tampocodormirá, porque un oculto designio quie-re apresurar su noche. Pero a nuestraheroína la salvan de ser instrumento demuerte. Sin duda, el cine exagera y lamuerte no es el único peligro que nosacecha. Más sigiloso es infatuarse. Ymás habitual que, en el tópico del peligroy de la huida, no reconozcamos ésta nisepamos de aquel, inconscientes, comopostula el psicoanálisis, de lo que se nossusurra y de lo que encarnamos. Enambas películas Nicole Kidman hace elpapel de heroína, ¡ya casi mito ellamisma!

Crítica LiterariaEl baile, de Irène Némirovsky (Salamandra, 100 págs., 9€) Mientras escribo, de Stephen King (Debolsillo, Plaza & Janés, 6€)

Némirovsky murió a los 39 años asesinada en uncampo de concentración alemán. Sus hijas salvaronvarias obras que, afortunadamente para los lectores,se han publicado en los últimos años. Después de laaclamada Suite francesa, nos llegó esta breve joyaliteraria: El baile.Antoinette es una adolescente que asiste perpleja alenriquecimiento acelerado de sus padres, prototiposde nuevos ricos, que buscan el reconocimiento sociala base de ostentación y falsas apariencias; entre ellasun baile al que la madre, déspota y falta de cariño,prohíbe a su hija la asistencia. La autora del relato,con excelente ritmo narrativo, describe las malas rela-ciones familiares –y la venganza urdida porAntoinette– a la vez que traza una crítica certera deesa estúpida clase social emergente en Europa.Un inconveniente: sus 100 páginas se leen de untirón; nos parece que se acaba demasiado pronto.

Más allá de que nos gusten o no los llamados bestsellers, el indiscutible triunfador Stephen King ha escri-to, en esta rara ocasión, un útil y oportuno libro dondenos cuenta su ingreso en el oficio de escribir y lo queaprendió acerca de él.Después de tres acertadísimos prólogos, el autorafronta la pregunta: ¿Qué es escribir?, adentrándosedespués en el detalle de las técnicas necesarias paraello durante el capítulo La caja de herramientas. Porúltimo, opina sobre personajes y situaciones que a todoescritor, en su vida cotidiana, no deben pasarle des-apercibidos.King propone consejos atinados a lo largo de estepequeño libro, escrito con la naturalidad tan trabajadade quien sabe relatar con eficacia.En definitiva el manual que reseñamos, tan didácticocomo ameno, deberían disfrutarlo todos los aspirantesa escritores. Su valor es mayor que su precio.

Taller deEscrituraPrimer borradorUn texto nunca sale a la primera. Se pre-cisan muchas revisiones para aproximarel relato escrito al soñado. Por eso sedice que la verdadera escritura es lareescritura. No obstante, necesitamos unprimer esbozo, y este exige una actituddistinta de la requerida en las correccio-nes.Si nos disponemos a escribir un primerborrador desde las severas exigenciasde la autocrítica, el ejercicio estará con-denado al fracaso. Antes necesitamoscierta insensatez que permita fluir tantoal texto como a las ideas, ya que el prin-cipal censor suele ser uno mismo.Estamos hablando, por tanto, de ejercitarla doble personalidad del creador: por unlado, la de quien parirá arrebatado el

esbozo y, por el otro, la de quien lo ade-cuará con mirada crítica desde cierta dis-tancia.En los talleres de escritura se suelen uti-lizar unas reglas, propuestas por NatalieGoldberg en su libro El gozo de escribir,para facilitar la redacción del primerborrador. Son las siguientes:

1. Mantén la mano en movimiento. Note pares para releer la frase que aca-bas de escribir. Eso sólo significaponer obstáculos e intentar asumir elcontrol de lo que se está diciendo.2. No borres. Esto significaría confun-dir la creación con la revisión. Aunquehayas escrito algo que no teníasintención de escribir, déjalo.3. No te preocupes por la ortografía,la puntuación y la gramática. (Nisiquiera te preocupes por salirte delos márgenes o líneas de página).4. Pierde el control.5. No pienses. No te dejes engatusarpor la lógica.6. Apunta a la yugular. Si al escribir,sale algo que te da miedo o te hacesentir vulnerable, zambúllete dentro.Probablemente está cargado de ener-gía.

Nos gustaría abrir la alacena y encon-trarnos ya hecho, junto al paquete degalletas multicereales, el libro que dese-aríamos escribir, en edición de lujo y connuestro nombre en la portada. Pero, porsi esto no ocurriese, mejor será conti-nuar escribiendo borradores sobre losque trabajar, y cuanto más sueltos nossintamos al redactarlos, mejor.

Paréntesis 5Abril-Mayo 2008

Emilio Mármol Rafael Caumel

Antonio Almansa

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II Concurso de Microrrelatos Antonio Almansa

Primer premio

Propuesta de escritura para loslectores:

Muchos autores reconocen haberescrito relatos a partir de sueñosque tuvieron.

No se preocupe si, por el momen-to, no le encuentra sentido a la his-toria que surja de su sueño.Limítese a escribirla sin cuestionarlo disparatado del argumento, con-tándola como si se tratase de unsuceso real.

DETERMINACIÓN

Le he puesto las maletas en la calle. Yo, a ella. ¡En la calle!Me ha llevado casi toda la noche, ¡qué cantidad de cosas!Hasta que lo he tenido todo enfrente del portal, no me heacordado de los traperos que pasan de madrugada: ella novuelve hasta las 7, y a esa hora se lo habrían llevado todo.Me ha parecido demasiado, además se perdería la primerasorpresa. Un chaval se ha alejado con una camiseta interior, pero heconseguido arrebatarle el lobito de peluche. Ha sido unasuerte; Coral lo hubiera echado en falta. Creo que voy arecogerlo todo. Lo dejaré exactamente donde estaba. ¿Aquién se le ocurre? Todavía tengo tiempo. Sólo se ha perdi-do la camiseta; suerte del lobito. Dios quiera que no notenada.

Arcadi Marcet CaldersBarcelona

6 Paréntesis Abril-Mayo 2008

BECARIO

Me topé en el recibidor con un viejo cronista a quien losdías se le iban en articular toses y algún que otro estertorliterario. Casualmente, me habían encargado –dada micondición de becario en funciones– un borrador necrológi-co sobre su persona. Allí mismo, antes de iniciarse el colo-quio, me saludó muy ceremonioso con la misma mano queacababa de llevarse a la boca. Camino de casa, arrumba-do ya su cadáver en mi maletero, reconocí las inconvenien-cias de la vida de becario y la confusa excitación de las pri-meras publicaciones.

Benjamín García-Rosado BordalloMadrid

ABASTECIMIENTO

Me preocupa quién dará de comer a todas esaspersonas que habitan dentro de los armarios rope-ros. El vestido sé que lo tienen asegurado, el calza-do también, pero ¿y la alimentación? Sé a cienciacierta que mis padres no les proporcionan nada, siexceptuamos esos caramelos indigestos de alcan-for. Sólo la abuela, a comienzos de cada otoño,camufla algunos membrillos entre las camisasrecién planchadas.

Fermín López CosteroCacabelos, León

TIENE UN NUEVO MENSAJE

Hacía tanto que nadie me llamaba que opté porhacerlo yo, desde el móvil al fijo. Después de laseñal, me contaba un chiste o algún problema deltrabajo. Luego, al llegar a casa, me escuchaba conla atención que los demás se niegan a prestarme.Al principio resultaba divertido; servía para aliviar lasoledad mal curada que arrastro. Pero, con el tiem-po, este juego inocente se ha vuelto en mi contra.Los mensajes han ido creciendo en tamaño y ennúmero hasta tal punto que creo que he llegado aconocerme. Ahora los escucho preocupado porqueme caigo fatal y, la verdad, no sé como terminar conesta relación sin hacerme daño.

Beatriz Arias TarazagaTerrassa, Barcelona

Finalistas

El pasado 29 de marzo, el jurado dio a conocer el fallode la segunda convocatoria del concurso literarioorganizado por Paréntesis, con un premio de 1000euros al mejor microrrelato.

El ganador y los tres primeros finalistas fueron lossiguientes:

Sostiene Pereira (adaptación teatral) Fotografía: Sergio Vollono

Paréntesis convoca el III Concurso deMicrorrelatos «Antonio Almansa» con elobjetivo de promover y alentar el trabajo delos escritores/as residentes en España.Se establece un premio único de 1000euros al mejor microrrelato.Paréntesis publicará el trabajo premiado yuna selección de los relatos finalistas.El plazo de presentación vence el 30 deseptiembre de 2008.

Bases: www.tallerparentesis.com

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Espectáculos

Convocatorias de ConcursosLa reseña biográficaMuchos certámenes literarios solicitanuna reseña biográfica junto a los datospersonales que los participantes debenincluir en la plica. Se trata de un curricu-lum literario conciso y estructurado, parael cual le proponemos las siguientes sec-ciones:

1.-Datos personales2.-Profesión3.-Formación y experiencia literaria4.-Publicaciones, con apartados parapoesía, narrativa, etc.5.-Distinciones y premios6.-Otras actividades literarias

Los datos es mejor ordenarlos de maneracronológica inversa.

La extensión de este documento nodebería exceder de una página (incluyen-do título/s de la obra presentada). Es unerror muy común extenderlos con infor-mación irrelevante como cuáles son losautores y libros favoritos o a qué escrito-res se conoce personalmente.Otra costumbre desaconsejable es la denovelar la reseña. En los concursos queha organizado Paréntesis hemos encon-trado desde quien utiliza argumentos vic-timistas para intentar ablandar el corazónde no se sabe quién (porque el juradosólo accede a estos datos cuando se haproducido el fallo), hasta ejercicios depedantería como el de un participante

que aseguraba ser el autor con más pre-mios de España, y que esto le “había cau-sado no pocos problemas”.Entre las reseñas noveladas merece des-tacarse, por su simpatía, la de un presode la cárcel de Cádiz que decía estarbecado por el Ministerio del Interior parael desarrollo de la introspección y el ejer-cicio literario.

Concurso del mes:XVI Premio de relatos cortosDiputación de Huelva JOSÉ NOGALESDotacion: 6.000€Fecha Limite: 30/8/2008http://www.diphuelva.es

Fotografías

Soy aficionado a la fotografía y me hagustado mucho la propuesta gráfica delperiódico. Me gustaría participar con misfotos, pero desconozco cuáles son losrequisitos. ¿Podrían informarme?

Daniel LópezMadrid

Puede enviarnos sus fotografías [email protected] formato jpg, tiff o raw.Si el tamaño fuese excesivo para elcorreo electrónico, remítanos un borra-dor de baja calidad y nos pondremos encontacto con usted.

Ángel González

Les agradezco el homenaje al desapare-

cido Ángel González. Espero que no secumpla con él su verso: la muerte estáen el olvido.

Natalia CuevasJaén

Imposible olvidarlo, Natalia

Libro descatalogado

A partir de la recomendación de “El pasa-do simple”, recordé otro libro fundamen-tal: “El pan desnudo”, de MohamedChukri, cuya búsqueda abandoné des-pués de meses de recorrer librerías ypáginas web. ¿Cómo se explica esto?

Diego Miguel MulaMálaga

Las librerías destinan cada vez menosespacio al fondo de catálogo. Aunque el

mercado se satisfaga casi exclusivamen-te de novedades, está en nuestra manorecordar a los libreros los títulos impor-tantes de la Literatura.

La sección Crítica Literaria de nuestroperiódico tiene como objetivo recomen-dar obras de lectura imprescindible, sinlimitar su criterio a la actualidad. En estesentido, y dados los parámetros mercan-tiles por los que se rige el mundo edito-rial, es posible que algunos de los títuloso autores propuestos hayan sido desca-talogados, como ocurre con el libro(magnífico) de Chukri.Nos queda el recurso de las bibliotecas,en cuyos fondos podremos localizardichas obras, bien porque las tenganentre sus existencias, bien porque recu-rramos a la figura del préstamo interbi-bliotecario en los casos más extremos.

Cartas de los lectores [email protected] opiniones que se envían a este periódico deben incluir el nombre y apellidos del remi-tente, profesión, dirección, teléfono y nº del DNI. Los textos no deben superar las 10 líneasde extensión. Paréntesis podrá extractarlos y editarlos para su publicación.

Bajo el volcán Bajo el volcán es el relato de las últimashoras de la vida del cónsul inglésGeoffrey Firmin (trasunto de MalcolmLowry) en Cuernavaca, México 1938,durante el Día de los Difuntos. Hasta allíviajó el autor, Lowry, para inspirarse yescribir su obra maestra, consideradauna de las mejores novelas del siglo XX.Una obra exigente con el lector, sobretodo en sus primeros capítulos, queacaba fascinando; de esta novela y deLowry, dice nuestro escritor AntonioMuñoz Molina: “… lo llevo conmigo en elmetro y aprovecho para leer una páginao sólo unas líneas en los sitios más incle-mentes, en la antesala del dentista, melevanto por la mañana y nunca me olvidode recogerlo de la mesa de noche, dondelo dejé al apagar la luz.” A Gabriel GarcíaMárquez también le cautivó: “Bajo el vol-cán es tal vez la novela que más veceshe leído en mi vida. Quisiera no leerlamás, pero sé que no será posible, porqueno descansaré hasta descubrir dóndeestá su magia escondida.“John Huston realizó una inolvidable pelí-cula (1984) basada en la novela. Pocosdirectores podrían haber plasmado, conimplacable precisión, el angustioso díade Geoffrey Firmin (Albert Finney) hastasu asesinato, a manos de unos policíasfascistas en El Farolito, un inmundo bur-

del, mientras su ex mujer, Yvonne(Jacqueline Bisset), que ha salido en subusca, muere atropellada por un caballoque irónicamente el mismo Geoffreyhabía dejado en libertad unas horasantes. Geoffrey Firmin –realmente cónsul delalcohol– no pertenece a ningún sitio; supatria está en el fondo de cada botella demezcal de donde sale el genio de la auto-destrucción que, como del fondo de unvolcán, llena su mente de lava. El terrorde sí mismo, del pasado y del destino delhombre, provocan en esta sobria pelícu-la, con su personaje constantementeebrio, aunque no exento de lucidez, unainquietud sobrecogedora en los especta-dores. La pérdida de cualquier Edén y lalucha contra los fantasmas de la mente,macerados en alcohol, le acercan a ladesgracia última. Rodeado de las risasestridentes y los excesos de la fiesta dela muerte que disfrutan los vivos, sufre eldesconcierto que mana de su interior.Siente, desposeído de lo que ama, elfinal de perro en la cuneta de cualquiercantina. Hasta la degradación y el delirio:“No hay paz, murmura, que deje depagar su tributo al infierno”. Pero, su embriaguez ¿no simboliza laebriedad de los dirigentes y pueblos antela inmediatez de la guerra en Europa? La

traición y abandono de Yvonne, su mujer,¿no está asociado a su concepción depérdida y expulsión de Paraíso?, (recor-demos la célebre escena del jardín,donde el autor introduce elementos míti-cos como el Paraíso, o la secuenciadonde se alude al huevo cósmico, asícomo a la inundación). En todo caso, unahistoria plena de simbolismos que permi-te tantas lecturas como ocasiones tengael espectador de presenciar la película oleer la novela. La fotografía, en la película de Huston,

nos retrata un entorno extraño y ajenodonde la diversión forzada, junto a otrascostumbres, cobran un matiz grotesco;nos obligan a la reflexión sobre nuestrospropios ritos y, quizá con ellos, a nuestramanera de evadirnos.La interpretación de Albert Finney, bus-cando el suicidio mediante el alcohol, esmagnífica. La de Jacqueline Bisset, muycorrecta. Nunca –hasta muchos añosdespués con Leaving Las Vegas (1995)–se había filmado de manera tan despia-dada la autodestrucción de un personaje.

Paréntesis 7Abril-Mayo 2008

Plácido García

Isabel Merino

Responde: Lola Lorente

Page 8: PARÉNTESIS - tallerparentesis.com · La lápida, una roca ovalada con el nom-bre esculpido y pintado en blanco, tenía encima un cúmulo de piedrecitas en equi-librio precario. Anoté

EntrevistaEnrique Brinkmann, por Lola Lorente

Enrique Brinkmann nació en Málaga elnueve de Octubre de 1938. Cursó estu-dios de perito industrial aunque los aban-donó pronto para dedicarse a la pinturade forma autodidacta. Su primera exposi-ción fue en 1957, cuando ya pertenecíaal Grupo Picasso. En 1961 se marcha aAlemania y encuentra trabajo en unafábrica (sin abandonar la pintura). Esexpulsado del país por trabajar de formailegal, pero consigue volver. Reside enColonia y Berlín, posteriormente enRoma durante un año. En 1967 regresa aMálaga para dedicarse a la pintura, gra-bado y dibujo. Desde 1992 alterna suresidencia y trabajo entre Málaga yMadrid. A lo largo de su trayectoria, harealizado más de un centenar de exposi-ciones, tanto individuales como colecti-vas, exhibiendo sus obras en el MuseoAlbertina de Viena, Museo de ArteModerno de Nueva York, el Wallraf-Richartz de Colonia, Reina Sofía deMadrid, Museo Provincial de Bellas Artesde Bilbao y Fundación Pablo Picasso deMálaga, entre otros. En 2007 recibe elpremio al mejor artista español en ARCO.

Usted ha dicho que las lecturas de Poe,Kafka y Dostoievski, entre otros, le influ-yeron en el inicio de su carrera. ¿Quéencontró en esos autores y cómo lo tras-ladó a su pintura?

Leí muy joven “Las noches blancas”, enun momento en que había empezado apintar casi por distracción y me causó talimpacto que despertó en mí la vocaciónde la pintura. Me deslumbró su conoci-miento del ser humano. Encontré queexistían similitudes entre el mundo esla-vo y la España de aquella época, aunqueel eslavo era más sentimental y profundo.Posteriormente leí con avidez a Kafka,Beckett , Poe, por su modernidad, la evi-dencia de lo extraño y de la contradic-ción.

Además de los anteriores, ¿hay escrito-res contemporáneos que le conmuevan oinspiren?

Me gustan Raymond Carver (si vivieratendría mi edad) y Philip Roth, entreotros. Últimamente estoy muy interesadoen la lectura de divulgación científica;cosmología y evolucionismo.

Se puede pintar después de haber vibra-do con un libro y se puede escribir par-tiendo de la conmoción que nos provocóun cuadro. ¿Los procesos creativos–intelectuales– son similares?

La pintura, la literatura, el cine o la músi-ca tienen los mismos problemas creati-vos. Lo que fundamentalmente los dife-

rencia es el material de trabajo, el sopor-te y sentido de espacio-tiempo. Un cua-dro provoca una impresión en décimasde segundo mientras que un relatorequiere más tiempo. El escritor corrigemucho sobre el borrador, en la pinturaese llamado “arrepentimiento” no existe,pues cambiaría todo el cuadro.

Después de surgirle la primera idea,¿cómo planifica su creación?

Tengo un concepto de lo que quierohacer y posteriormente es el propio des-arrollo del cuadro el que me dicta lo quetengo que quitar o poner.

¿Se sirve de la crítica para evolucionar?¿Cuál merece su consideración?

La principal crítica es la mía por ser lamás rigurosa. Es muy importante tomardistancia. Tras un periodo de tiempo, sealcanza una mayor objetividad sobre lapropia obra.

Aunque sea el resultado de cambiosconstantes, ¿hay algo que perdure entoda su obra?

Cuando hice la retrospectiva en enerodel año pasado, lo que más me interesa-ba era ver reunidos cuadros y dibujos delprincipio hasta hoy para saber si habíacoherencia en mi obra. Me alegró consta-tar que la había a pesar de que siemprehe estado experimentando y cambiando.

¿En qué momento decide dar una obrapor acabada?

Cuando sé que no puedo quitar ni ponernada y el resultado me parece satisfacto-rio, aunque esta visión depende delmomento. Hace unos años decidí filmarcon una cámara de video las diferentespartes del proceso creativo. Al visionarlotiempo después, descubría un puntodonde debía haberme detenido y yo, sinembargo, continuaba.

Cuando vende o dona un cuadro, ¿cómovive ese desgarramiento, esa separacióndel lienzo que ha convivido con usted?

Ahora es más difícil que al principio.Dedico mucho tiempo a mis obras y exis-te una implicación personal importante.Si el cuadro va a una institución públicadonde lo puedan ver las personas mealegra venderlo. Si es a un coleccionistame resulta más duro, pero estoy obligadoa hacerlo porque vivo de esto.A veces, si encuentro una de mis obras yestá a mi alcance la compro. Hace pocoadquirí una de los sesenta en una galeríade Madrid.

Hoy parece que cualquier concejal deurbanismo aspira a que SantiagoCalatrava o Norman Foster edifique ensu pueblo un nuevo Empire State. ¿Estamoda en las instituciones públicas tam-bién alcanza a la pintura?

Lo novedoso es querer tener un centrode arte contemporáneo. En principio, meparece bien y es culturalmente defendi-ble. Aunque creo que pecan de ser clóni-cos y sería preferible hacer centros espe-cializados, de obras gráficas, grabados,etc. No es fácil encontrar concejales decultura con las ideas claras.

En una Galería podemos ver pinturasabstractas a 500 euros y en la siguiente a30.000. El profano, ¿cómo puede distin-guir su valor?, ¿por el precio, por la firma,por su emoción?

Aunque es cierto que hay pintores vivosque cotizan más caro que Zurbarán, elprecio no es lo definitorio. Puede ser unpintor joven, bueno y barato. Lo impor-tante no es mirar sino saber ver.

Usted sabe que hay quien desprecia lapintura abstracta: “Eso lo hace mi nietoen dos minutos”. ¿Qué podríamos argu-mentar frente a esa intransigencia?

La abuela tiene razón. Los niños y loslocos siempre son los que mejor pintan.Lo que ignora la abuela es que para queuna persona adulta consiga el candor y lalibertad de un niño, o un loco, hay quehacer un camino de mucho sufrimiento.La pintura está llena de matices y sutile-zas; se trata de una lucha, un procesodramático.

A un alumno que comienza a pintar, ¿quéconsejo –indudable para usted– le daría?¿Le sugeriría algo que no debiera hacerjamás?

Lo que es válido para mí no tiene por quéserlo para los demás.Me he preguntado en muchas ocasionescómo sería hoy mi pintura si hubiese acu-dido a la Escuela de Bellas Artes. Si hubomayor libertad para experimentar, o no,es una cuestión que no tiene respuesta.No acudí a la Escuela de Bellas Artesporque en mis inicios no había nada simi-lar en Málaga.Una experiencia recomendable es pasarunos años en otro país; ayuda a forjar elcarácter.

En sus actuales proyectos, ¿con quéestá experimentando? ¿Cuándo y dóndeserá su próxima exposición?

Sigo trabajando sobre malla de acero y,últimamente, he conseguido una técnicade la que estoy muy satisfecho.El 18 de abril inauguro una exposición demi última obra en la galería Gacma deMálaga.

8 Paréntesis Abril-Mayo 2008

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