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ECONOMÍA INDUSTRIAL N. o 346 • 2002 / IV 147 Parques científicos e innovación en España: quince años de experiencia. Desde hace varias décadas la industria experimenta transformacio- nes que repercuten en la estructura de empresas, ciudades y regio- nes. Un cambio tecnológico por el que la desintegración de la gran empresa da paso a un nuevo fordismo, ca- racterizado por una industria en la que la información, pericia y saber hacer acumu- lados en el territorio se aplican a mercados de productos diferenciados, a procesos manufactureros y a métodos organizativos (Scott 1988; Costa 1988; Piore-Sabel 1990). En paralelo, la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación son actividades que han adquirido una creciente importancia en todas las tareas productivas. De ellas depende el desarro- llo de la empresa y el bienestar en las re- giones (Gordon, 1991; Benko-Lipietz, 1994; Vence, 1995). JULIO CÉSAR ONDATEGUI Universidad Complutense de Madrid Actualmente, un territorio de calidad se apoya en lo que se ha denominando siste- ma nacional de innovación, configurado fundamentalmente en torno al conoci- miento, la actividad social y la actividad, productiva (Porter, 1990; Nelson, 1993). En el vértice del conocimiento, la univer- sidad, con sus centros de investigación, que realmente son una fuente de innova- ción, de eficiencia y de apoyo al cambio industrial, tienen un protagonismo espe- cial, intensificando los vínculos con las ciudades y sus empresas. En la actividad social, agentes públicos y privados pro- porcionan una «atmósfera social» en la que hábitos y roles se modifican contribuyen- do a redefinir los procesos de desarrollo e innovación. Y, en este sentido, el tejido industrial envuelto en esa atmósfera es muy innovador cuando está apoyado en la ciencia y tecnología bien desarrolladas (Edquist, 1997; Archibugi-Lundvall, 2001). Uno de los múltiples instrumentos que se están utilizando en todo el mundo para fomentar la innovación y la competitivi- dad de empresas y territorios es la crea- ción de parques científicos y tecnológi- cos. En estas nuevas infraestructuras se crea un ambiente especial apoyado en el

Parques científicos e innovación en España · están utilizando en todo el mundo para fomentar la innovación y la competitivi-dad de empresas y territorios es la crea-ción de

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ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 346 • 2002 / IV

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Parques científicos e innovación en España:

quince años de experiencia.

Desde hace varias décadas la industria experimenta transformacio-nes que repercuten en la estructura de empresas, ciudades y regio-nes. Un cambio tecnológico por el que la desintegración de la gran

empresa da paso a un nuevo fordismo, ca-racterizado por una industria en la que lainformación, pericia y saber hacer acumu-lados en el territorio se aplican a mercadosde productos diferenciados, a procesosmanufactureros y a métodos organizativos(Scott 1988; Costa 1988; Piore-Sabel1990). En paralelo, la investigación, eldesarrollo tecnológico y la innovaciónson actividades que han adquirido unacreciente importancia en todas las tareasproductivas. De ellas depende el desarro-llo de la empresa y el bienestar en las re-giones (Gordon, 1991; Benko-Lipietz,1994; Vence, 1995).

JULIO CÉSAR ONDATEGUI Universidad Complutense de Madrid

Actualmente, un territorio de calidad seapoya en lo que se ha denominando siste-ma nacional de innovación, configuradofundamentalmente en torno al conoci-miento, la actividad social y la actividad,productiva (Porter, 1990; Nelson, 1993).En el vértice del conocimiento, la univer-sidad, con sus centros de investigación,que realmente son una fuente de innova-ción, de eficiencia y de apoyo al cambioindustrial, tienen un protagonismo espe-cial, intensificando los vínculos con lasciudades y sus empresas. En la actividadsocial, agentes públicos y privados pro-porcionan una «atmósfera social» en la que

hábitos y roles se modifican contribuyen-do a redefinir los procesos de desarrollo einnovación. Y, en este sentido, el tejidoindustrial envuelto en esa atmósfera esmuy innovador cuando está apoyado enla ciencia y tecnología bien desarrolladas(Edquist, 1997; Archibugi-Lundvall, 2001).

Uno de los múltiples instrumentos que seestán utilizando en todo el mundo parafomentar la innovación y la competitivi-dad de empresas y territorios es la crea-ción de parques científicos y tecnológi-cos. En estas nuevas infraestructuras secrea un ambiente especial apoyado en el

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conocimiento, las ideas, y la cooperaciónentre el entorno institucional, académicoy productivo, que inicia y mantiene pro-cesos de innovación duraderos (Castells-Hall, 1994).

La aplicación del estudio se ha realizadosobre los parques tecnológicos en España,pues constituyen un mecanismo identifi-cado de transferencia tecnológica hacialas empresas y de innovación entre dife-rentes agentes (Fernández-Conesa, 1996;Cotec, 1998, 2002). La importancia de losparques para empresas y ciudades se deri-va del progreso científico y de la nuevapolítica industrial, que mediante este tipode mecanismos apoya y fomenta la trans-ferencia tecnológica y la creación de em-presas en nuevos sectores surgidos tras lareestructuración industrial iniciada en lasúltimas décadas del siglo XX. Desde en-tonces, es una de las propuestas con ma-yor profusión que los agentes públicos yprivados están utilizando para el desarro-llo de la industria de nuevas tecnologías,como medida para reactivar los sistemasindustriales y lograr una posición compe-titiva de las economías urbanas y regiona-les (Méndez-Caravaca, 1996; Cotec, 2000).

Los PCyT en el contextode la política industrial

En las décadas de los años sesenta y se-tenta, los gobiernos consideraban que laclave de la prosperidad estaba en el pro-teccionismo, esencialmente en la utiliza-ción de normas y barreras comercialesdiscriminatorias para proteger a sus em-presas de la competencia exterior. Se ma-nejaba un concepto de política industrialcompletamente diferente del actual. Si ras-treamos la realidad de las políticas indus-triales, encontramos el «polo industrial» delos años 1960 y 1970, cuando el creci-miento económico se planificó con lospolos de desarrollo. Mediante este sistemase descentralizó la industria, con el fin decrear una polarización económica, técnicay de empleo que elevara el nivel de vidaen áreas próximas a las grandes ciudades.Agotado el período de crecimiento, elcontexto económico cambia, el desarrollopolarizado dirigido por el Estado toca a sufin y el protagonismo se deriva hacia las

regiones y ciudades, que adquieren ma-yor poder en la planificación (1).

En los años ochenta, los problemas queplantea la reestructuración industrial seabordan mediante una política que tienedos objetivos. En primer lugar, realizandoacciones directas para combatir la crisisen los principales sectores industriales.Con estas medidas se trataba, en particu-lar, de evitar distorsiones de la competen-cia y permitir la reestructuración de lossectores afectados en un plazo determi-nado, al tiempo que se coordinaba dichocambio tecnológico. En segundo lugar, elestímulo en la esfera de la investigación,tecnología e innovación, constituye unode los elementos importantes de la estra-tegia de la política industrial a escala na-cional y europea.

La necesidad de una política pública activaen materia de ciencia, tecnología e innova-ción se aceptó, y se diseñan los sistemasnacionales de innovación en los que losparques y centros tecnológicos, aunque enEspaña no están recogidos en la Ley de laCiencia de 1986, permiten realizar ciertasactividades de ayuda al sistema de I+D,estableciendo sinergias entre la investiga-ción y el entorno empresarial. Entre otrosfactores, porque, además del carácter debien público que revestía la investigaciónbásica, han existido y existen deficienciasen la incertidumbre que caracteriza elproceso de innovación tecnológica, así

como en la producción de los bienes yservicios que incorporan las innovaciones(2). Esto mismo, junto con la paulatinageneralización de nuevas tecnologías, elacceso a la formación superior, la impor-tancia que adquiere la ciencia y la tecno-logía y la demanda de espacios urbanosmejor dotados de infraestructuras, va pro-piciando que se fuera clonando y difun-diendo el modelo de parque tecnológicoy científico original.

Origen, objetivos y características de los PCyT

El origen de los parques científicos ytecnológicos está estrechamente ligado ala experiencia del Silicon Valley. La cola-boración entre empresas, organizacionesmilitares, universidades, departamentosdel gobierno y entidades de capital ries-go han sido los ingredientes necesariospara crear un tejido empresarial, social einvestigador que posibilitó el rápidoavance tecnocientífico. Los parques tec-nológicos no existirían sin la universidadde Stanford, que con sus graduados fa-voreció la implantación de empresas ensu campus. Estas empresas que genera-ron nuevas empresas a partir de proce-sos de escisión de sus plantillas, fueronapoyadas por un mercado de capitalesque facilitó la innovación y el desarrolloempresarial.

El guión que no estaba escrito en las po-líticas industriales de los valles califor-nianos marca un hito en el nuevo des-arrollo industrial. Conocimientos, ideas ycooperación entre los entornos institu-cional, académico y el productivo fluye-ron creando las mayores concentracionesde empresas de alta tecnología, próximasa universidades y centros de investiga-ción en Silicon Valley, Stanford Univer-sity, Berkeley, Research Triangle Park l,North Carolina o Ruta 128. Una serie deavances tecnológicos y científicos con-vergentes, surgidos décadas atrás, crista-lizaron por los años setenta en EstadosUnidos en grandes innovaciones tecnoló-gicas en los sectores de la electrónica, in-formática, ordenadores y satélites espa-ciales. En estos sectores industriales, lasnuevas empresas creadas y otras ya exis-tentes reorientadas se localizaron en nue-

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vos espacios industriales denominadosparques tecnológicos.

Conviene hacer una precisión sobre losacontecimientos causales de lo que seconsidera el germen de los primeros es-pacios innovadores, a partir de la cual seestablecen diferencias iniciales de objeti-vos y características. Tanto el Silicon Va-lley como el área de Boston guardan es-trecha relación con la reindustrialización,el cambio tecnológico en la industria deguerra y ciertas instituciones como la uni-versidad de Stanford y el MIT.

Los acontecimientos que subyacen en eldesarrollo de los complejos de alta tecno-logía en los EEUU, incluido el área deBoston, donde existía cierta tradición em-presarial y la industria cambia hacia unaeconomía de alta tecnología y serviciosavanzados, se pueden plantear como si-gue. El eje de la investigación avanzadaen electrónica fueron el MIT y, en menormedida, la universidad de Harvard. ElDepartamento de Defensa prestó los fon-dos y sobre todo los pedidos de bienes,equipos y servicios industriales. Los co-nocimientos avanzados y los contactoscon el ejército para crear empresas seaportaron a través de los docentes de launiversidad y los graduados del MIT.

Por último, la falta de competencia mun-dial durante los años 1940 y 1950 en latecnología electrónica provocó la escisiónde empresas, dando nacimiento a los com-plejos y a las economías de escala, favore-cidas por una mano de obra de alta cali-dad, fruto de la buena formación y de latradición industrial (Saxenian, 1993, 1994).

Irónicamente, sin políticas explícitas pre-definidas, el objetivo era el desarrollo in-dustrial que estaba en el punto de mirade agentes, autoridades, universidades yjóvenes empresarios. Estas primeras áreassuponen el embrión, y posteriormente lamayor concentración empresarial espe-cializada en tecnologías de la informacióny telecomunicaciones, que difundidas porel mundo han dado lugar a las empresasmultinacionales del sector telemático einformacional.

A partir de estas características se hanplanificado parques en todo el mundocon objetivos variados, a veces dispersos,

y siempre planteándose el desarrollo re-gional y la innovación como líneas gené-ricas de trabajo. Sin embargo, ¿cuántohan cambiado las condiciones mundia-les de competencia? ¿Qué industrias es-tán en condiciones de realizar el arras-tre? ¿Se puede repetir esta cadena defactores en otros territorios o regiones?.¿Son imitables los complejos de alta tec-nología o los parques tecnológicos deri-vados de ellos? Según Castells, no esposible imitar experiencias como la delSilicon Valley, porque «la propia existen-cia del Silicon Valley ha cambiado parasiempre la división del trabajo en la in-vestigación y producción de alta tecno-logía, impidiendo, irónicamente, la imi-tación directa de su propia existencia»(Castells-Hall, 1994, p. 57).

La alternativa de los PCyT:ventajas y limitaciones

En principio, más que un nuevo instru-mento de política industrial y tecnológicaha sido un mecanismo alternativo queproporcionaba expectativas sociales, em-presariales y flexibilidad en la planifica-ción de la industria urbana. Los parquespioneros se centraron sobre todo en saberalgo más de esa caja negra denominadatecnología, por esta razón crearon nuevastecnologías. Frente a otros instrumentosde política industrial, el parque científico,como interfaz o plataforma jurídica que

promueve y transfiere innovación a la so-ciedad, presenta varias ventajas.

En primer lugar, favorece la producciónde ciencia y tecnología forzando a esta-blecer mecanismos internos para planifi-car y gestionar el conocimiento. Al co-nectar esa producción con los agenteseconómicos permite hacer productiva lainvestigación que se genera en la univer-sidad, siempre y cuando existan vínculosfuertes e integración entre la universidaddonde se produce el conocimiento, la ad-ministración pública local y regional, ylas empresas interesadas en la aplicaciónde innovaciones. De esta ventaja se deri-va que los agentes se pregunten por el ti-po de investigación-producción, sea bási-ca, aplicada, técnica, didáctica, y a quiénva dirigida: comunidad científica, indus-tria regional o nacional, sociedad. Unaactividad de importancia creciente comoes la comercialización del conocimientose abre y da paso a la universidad.

La industria, en general, y la empresa, enparticular, se benefician de los serviciosque pueden prestar las universidades me-diante sus parques científicos y tecnológi-cos. Además de adaptar el saber producidoa las demandas del mercado potenciandouna o varias líneas de investigación, launiversidad dispone de mejores oportuni-dades para lanzar y presentar una imagenconcordante con las nuevas necesidadesde la sociedad. En este sentido, la ventaja

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reside no sólo en concentrar sino en abrirun proceso de difusión de ese conoci-miento y creatividad. A su vez, tan intere-sante como práctico es evitar la descapi-talización de las universidades frenandoel trasvase de investigadores hacia otrospaíses.

Segundo, la localización se ha convertidoen un problema y, por tanto, en una disci-plina. Las ciudades, siempre incubadorasde la innovación, se desenvuelven entreredes técnicas móviles y complejas. Aque-lla ventaja que medía los proyectos por lasuperficie se ha convertido en un limitan-te, pues no son necesarias grandes exten-siones de terreno. Los primeros parquestecnológicos se han desarrollado así y porello sus resultados están más cerca de losparques empresariales. La proximidad físi-ca a un entorno como son los campusuniversitarios proporciona una atmósferapropicia para la innovación e intercambiode información. Para muchas tareas de in-vestigación la escasez de infraestructurasno es limitante si se aprovechan bien lastecnologías disponibles. La ventaja resideen propiciar sistemas que proporcionen ala vez múltiples funciones, entre las quese encuentran la formación, el ocio, la vi-vienda, empleo, descanso,…, masa críticasuficiente de investigadores, empresastractoras y expectativas de crear nuevossectores industriales.

Un parque no es una concentración deempresas y centros de investigaciónaparcados durante años sin saber muybien qué tipo de investigación hay queabordar. El parque aislado ha perdidoimportancia y se reemplaza por losemergentes «grupos de la innovación»,que proporcionan ventajas como el estí-mulo y la formación en un ambiente decalidad de vida y aprendizaje continuoen infraestructuras complementarias tipoincubadoras, centros tecnológicos y deinvestigación que atraen trabajadorescon conocimientos. La existencia de cen-tros e institutos con trayectoria en la in-vestigación y capacidad de arrastre es unfactor muy positivo para formar clustersindustriales dinámicos y en continuaevolución. Estas comunidades crean yfomentan foros para el desarrollo deoportunidades económicas y sociales,haciendo desaparecer las barreras y len-guajes tradicionales que separan las ins-

tituciones educativas de las industriales,los empresarios y la comunidad.

A medida que avanza la configuración deredes intra e internacionales, se reafirmaaún más la función de los parques cientí-ficos en entonos urbanos densos. Duran-te los años setenta y ochenta, los estudiossobre la dinámica territorial de la produc-ción y localización empresarial admitie-ron una cierta descentralización de laproducción hacia ciudades de tamañomedio. Sin embargo, en los últimos añoslas grandes metrópolis de los países in-dustrializados presentan ventajas en la lo-calización, sobre todo de las actividadesmás densas e intensivas en conocimiento.Ejemplos los tenemos en San José, la ca-pital del Silicon Valley, en la concentra-ción productiva de la megaurbe japonesadel Pacífico, en las ciudades alemanas delsur próximas al centro europeo, en la L’I-le de France y, en otros casos, en ciuda-des como Estocolmo, Barcelona, Ámster-dam, Tampere o Helsinki, que ahoradespuntan en el ámbito de las nuevastecnologías (Castells-Himanen, 2002).

Tercero, llegamos a un punto tambiénfundamental, por cuanto son varios y di-versos los recursos, no sólo materiales,que estos proyectos requieren. La finan-ciación es un factor importante que, sinser un freno, requiere una revisión per-manente. La universidad de Stanford, dela que surgieron empresas como Sun Mi-

crosystems, Netscape o Yahoo, sirve depretexto para retratar la confluencia defactores tales como el compromiso guber-namental con la investigación, un sectorprivado predispuesto a invertir en I+D yuna inclinación muy acusada hacia el me-cenazgo de proyectos científicos que hanconcedido a EEUU su privilegiada situa-ción hasta el momento actual.

Desarrollar proyectos de parques científicosimplica tener muy presente los recursosdestinados para cumplir los objetivos. Lasobservaciones mediante trabajo de camponos enseñan que, en la práctica, los par-ques tecnológicos y, en su caso, científicosse reducen, en ocasiones, a espacios acor-des con las necesidades de la investigaciónuniversitaria, no necesariamente básica, enotras, a incentivar el uso de recursos y equi-pamientos por parte de las empresas delentorno, y en otras más, sobre todo en eltake off, en dar cabida a iniciativas empre-sariales vinculadas a las nuevas tecnologías.

Esta múltiple voluntad se ha resuelto consuelo y edificios para empresas que desvir-túan el sentido de parque científico. Nor-malmente, el desarrollo de los parques enel tiempo es largo. A veces hay que redise-ñar objetivos, replantear y modificar etapaso reasignar recursos. Un factor desestabili-zador e incluso desactivador de los proyec-tos son los cambios en materia de políticacientífica y tecnológica, que pueden des-viar, sino aparcar transitoria o definitiva-mente, el proyecto. No obstante, los par-ques científicos tienen una ventaja añadidapara las universidades: además de la víaclásica de financiación consistente en acu-dir a fondos normalmente públicos, conlos parques disponen de los servicios e in-gresos por comercialización de tecnologí-as, proyectos, patentes, etc.

Cuarto, los parques y la innovación nopueden aislarse entre ladrillos. Afrontar losnuevos retos de la investigación y el desa-rrollo industrial requiere que lo local tieneque tener presencia en lo global. Actuarlocalmente pensando a escala mundial esla ventaja de redes tejidas por nodos deparques científicos y centros de investiga-ción. Su creación y mantenimiento es otraventaja importante para ayudar a crear aplazo no sólo empresas, sino tejido indus-trial que pueda contribuir a reducir los in-puts tecnológicos. Entre la nueva econo-

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mía y la tradicional se interpone la innova-ción apoyada en el conocimiento y en lacapacidad de crear redes, más que en lapropia personalidad del empresario schu-penteriano. La contribución de los parquesreside en que pueden complementar yprofundizar el entono industrial.

En la política de competitividad industrial,las prioridades en lo que respecta a la crea-ción de un entorno favorable para la indus-tria mediante parques son: el fomento delas inversiones intangibles, el desarrollo dela cooperación industrial, el fortalecimientode la competencia y la modernización delas administraciones públicas relacionadascon la industria. Estos retos a medio plazopresentan ventajas porque tienden a asegu-rar la complementariedad entre diferentesacciones, establecer prioridades y detectarcarencias de los planteamientos actualesentre agentes antagónicos como las empre-sas y la universidad. El éxito puede mejorarcon la ayuda de una política reductora detrámites burocráticos y una cadena eslabo-nada de habilidades, ayuda financiera, in-fraestructuras, cultura y apoyo anticipado.

Por último, aunque no menos importante,actualmente en tecnología e industriamás que la velocidad predomina la acele-ración de los procesos de formación y di-fusión. Aquellos factores técnicos quedesde la teoría inicial limitaban los par-ques a las grandes ciudades con infraes-tructuras de tipo aeropuertos, vías rápi-das, universidades con proyección,…,quedan superados ante la proliferaciónde proyectos a lo largo y ancho de lanueva geografía económica.

Tan sólo hace veinte años cada gran em-presa fordista tenía su escuela de forma-ción integrada en las cercanías del área de

producción. A medida que las grandes em-presas industriales se desintegran en multi-tud de PYMEs, y la cantidad y demanda deconocimientos ha ido creciendo, estas fá-bricas-escuelas están dejando paso a otrasformas de organización industrial. El creci-miento, la competitividad, la búsqueda denuevos yacimientos de empleo en sectoresantes desconocidos, son prioridades quetodas las ciudades se plantean, utilizandolos parques científicos como instrumentode planificación urbana. En este aspecto,los parques, como instrumentos de políticaindustrial, sirven para compensar actuacio-nes urbanas, promover la industria, incenti-var el desarrollo tecnológico e incluso ree-quilibrar el territorio.

En definitiva, los parques son un comple-mento abierto y flexible de política que sir-ve al cambio tecnológico y a la reestructu-ración industrial, así como un instrumentoque supera los límites de concentracionesindustriales fordistas, en la medida que se-leccionan actividades de mayor valor aña-dido anteriores o posteriores al propio pro-ceso manufacturero. Aquellas iniciativaspuestas en escena por ciudades, donde laestrategia de desarrollo económico se apo-yaba en el aprovechamiento del potencialuniversitario y de investigación con el ob-jetivo de abrir iniciativas de industrializa-ción nuevas mediante empresas de altatecnología, ha desembocado en mecanis-mos que las universidades tienen para va-lorizar el conocimiento generado. Hoy día,en un mercado cada vez más internaciona-lizado y más competitivo, está ampliamen-te aceptado que el aislamiento tecnológicosólo puede llevar al estancamiento. La ven-taja de los espacios innovadores no surgetanto de una política nacional como de ini-ciativas regionales o locales. Así, toda co-lectividad territorial, pero también todo or-

ganismo público o privado, pueden crearparques tecnológicos y científicos, lo queexplica la diversidad de modelos, actuacio-nes y experiencias.

Principales modelos y experiencias

El movimiento de parques tecnológicoscomenzó entre 1947 y 1948, cuando seinventaba el transistor, cuando en Europase entraba en la economía de los añoscincuenta y cuando se iniciaban planesde desarrollo aplicando políticas con lospolos de desarrollo. Ésta es la diferenciaindustrial, económica y social. La expe-riencia tiene su equivalente en Europa,sin embargo, los parques, vistos con unaperspectiva más reciente, son un fenóme-no en el que de la espontaneidad inicialse ha pasado a la planificación estratégicay ejecutiva del modelo.

Aquellas condiciones que caracterizaronel potencial que representaban los descu-brimientos científicos de mediados de si-glo canalizadas a través de los mecanis-mos directos del mercado, varias décadasdespués cambian y la acción de las insti-tuciones públicas condicionantes del des-arrollo económico son el motor principalde los nuevos parques de innovación. Apartir del estudio de las concentracionesindustriales de alta tecnología existentesen el mundo, las ventajas comparativasterritoriales capaces de articular el des-arrollo regional se han buscado en áreasurbanas y metropolitanas con recursos einfraestructuras capaces de adquirir fun-ciones para la innovación tecnológica ysocial (cuadro 1).

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Modelo dirigista Concentración espacial de institutos de investigación y empresas ZIRST de Grenoble,high-tech localizadas en infraestructuras tipo parque científico y tecnológico, Sophia Antípolis,determinadas por la intervención de la política industrial. Otros PCyT europeos y asiáticos

Modelo espontáneo Concentración espontánea de actividad con elevado contenido tecnológico Silicon Valley,sostenido, seguida de un aprovechamiento soft de entes de investigación Oxford,y centros para la innovación. Distritos industriales

Modelo network Sistema innovador local o regional basado en la presencia de una red de Baden-Wurttemberginstitutos de investigación y de empresas.

FUENTE: Adaptado de Cooke y Morgan 1998.

CUADRO 1MODELOS DE CONCENTRACIÓN ESPACIAL DE LA ACTIVIDAD INNOVADORA

Modelo Características Ejemplo

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El desarrollo de parques científicos y tec-nológicos sigue en buena medida los si-guientes modelos. El modelo «dirigista»,evidenciado en varios casos de actuacio-nes urbanas o metropolitanas planificadasen países mediterráneos donde los es-fuerzos se han dirigido a concentrar acti-vidades con cierto contenido científico otecnológico a través de infraestructuras.El segundo modelo, «espontáneo», guardarelación con estudios donde la concentra-ción espacial de la actividad innovadoraestá determinada por la iniciativa de acto-res existentes, con el apoyo de entes lo-cales o centros para la innovación. Y, eltercer modelo, el de la «network», prevéla presencia en un cierto ámbito territorialde un conjunto de instituciones de inves-tigación de base y aplicada, y de empre-sas industriales que operan con una pre-cisa jerarquía y división de las tareasinnovadoras.

En el mundo

Estados Unidos. El fenómeno, que deuna forma más natural surgió en Palo Al-to, en el valle de Santa Clara (California),resucitó la vitalidad del área. Seguida-mente, las redes sociales de informaciónentre los directivos, empresarios e inge-nieros entraron en una competencia di-recta por el negocio de la innovación tec-nológica. Estas sinergias continuaronescindiendo y segregando a otros grupossociales y a otras actividades económicas,creando múltiples parques industriales enel área inmediata: Mountain View, Sunny-vale, San José, Cupertino.

Los parques estadounidenses están liga-dos a sectores tecnológicos emergentesque aprovechan la capacidad científica einnovadora de la universidad a la que es-tán asociados, atraen nuevas inversionesy empresas high tech, convirtiéndose demanera espontánea en importantes ins-trumentos de desarrollo regional. Otroelemento interesante del modelo norte-americano son los ingresos que generanel suelo y la vocación de autofinancia-ción. Los proyectos proporcionan benefi-cios a sus promotores; para ello parten deun planteamiento empresarial, lo que ex-cluye habitualmente el que terminen de-pendiendo de fondos públicos, comoocurre en otros países.

La mayor concentración de empresas dealta tecnología está dentro o cerca de unparque científico, y, en cualquier caso,próxima a universidades y centros de in-vestigación. A los clásicos ejemplos en elárea de San Francisco o la Ruta 128 enBoston, se han sumado diversas áreas in-novadoras de excelencia como Seatle,donde se concentran actividades de bio-química y software, la industria de semi-conductores en Mineapolis-St. Paul, Phi-ladelfia y Tucson, los parques científicosde Triangle Park, North Carolina y DukeU., el área de Massachusetts-1 28/MIT-Harvard U.-Brandeis U-Boston U., y otrosparques como Torrey Pines-San; Diego l,UCSD-SDST-Scripps institute-Salk Institu-te. Una nueva corriente es la aparición deparques especializados en actividadesbiomédicas, telecomunicaciones y des-arrollo de software, en el Biomedical Re-search and Development Park, y en laUniversidad de Columbia.

Finalmente, destacar la importancia queprestan a la creación de start ups-out yspin offs. Los Estados que pueden consi-derarse líderes por la importancia que tie-nen los parques, atendiendo al número,de personas que emplean, son Californiay Carolina del Norte, con cerca de 60.000cada uno; Nueva York, con unos 27.000,y Alabama, con 25.000 empleos.

En Europa existen ejemplos auspiciadospor las universidades, como el Cambridge

Scientific Park o el Roslin Institutde Edin-burg Technopole, donde nació Dolly. ElReino Unido desarrolla sus parques tecno-lógicos tomando la universidad como mo-tor. El Corredor M-4 o Creciente Occiden-tal ya era operativo en la década de 1960.Los parques de ciencia Herriot Watt Scien-ce, en Edimburgo, y Cambridge SciencePark son los primeros con éxito que acu-ñan el término de parques científicos enlos años setenta. Son iniciativas semies-pontáneas debidas a escisiones de la uni-versidad, con un desarrollo de tipo pro-ductivo inicialmente lento. Posteriormente,debido a la escasa participación de la ini-ciativa privada, el escaso empleo generadoy los débiles resultados (Massey y otros,1991), comienza una segunda oleada deparques que dan prioridad a la creaciónde empresas innovadoras en incubadoras,movilizando capital riesgo.

La participación de empresas del sectorprivado en la administración de los par-ques asegura un buen funcionamiento y,en su entorno, los parques se conviertenen una garantía para las empresas de capi-tal riesgo pues tienen mayor tendencia ainvertir en empresas instaladas en un par-que. La razón de esto es que han supera-do el estudio del consejo de administra-ción del parque que aprueba el proyecto.En otros casos, una entidad financiera par-ticipa en la iniciativa, como en el Univer-sity of Warwick Science Park, cercano a laciudad de Birmingham, con estructura desociedad limitada, promovida por la Uni-versidad de Warwick, el consejo de la ciu-dad de Coventry, la junta de empresas deWest Midlands y el consejo del condadode Warwickshire. Aquí, la participación delBarclays Bank fue fundamental para laconstrucción de los primeros edificios.

Estos parques se encuentran estructura-dos en forma de sociedades, limitadas oanónimas, o como fundaciones. En losconsejos rectores de los parques y de lassociedades asociadas se encuentran re-presentadas las universidades, las admi-nistraciones locales y regionales, las em-presas y entidades financieras. Porejemplo, el Ideon Center AB está partici-pando por la universidad de Lund (Sue-cia) en un 20%, por otros capitales públi-cos en un 10%, y por capital privado enun 70%. La primera empresa privada queinvirtió capital fue IKEA.

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En esta área, la creación de parques tienerepercusión directa sobre el territoriodonde se ubican, ayudando a su revitali-zación, ya se encuentre en una etapa deestabilidad económica o con problemaseconómicos puntuales. El Ideon CenterAB, a mediados de los años setenta, fueuna alternativa a la crisis económica delas atarazanas del sur de Suecia, que nopodían hacer frente a la competencia delas empresas japonesas y coreanas. ElZernike Science Park, asociado a la Uni-versidad de Groningen (Holanda), fuecreado con la intención de reducir una ta-sa de paro del 23%, correspondiendo el40% del mismo a titulados universitarios.Al cabo de siete años de funcionamientose han creado 3.000 puestos de trabajodirectos, la mayoría cubiertos con titula-dos universitarios.

Para desarrollarlo se ha constituido unacompañía limitada, la Zernike Seed FundBV, con la finalidad de financiar las em-presas del parque. Esta compañía estáparticipada por la Universidad de Gronin-gen, el banco ABN AMRO, la compañíade seguros AEGON, una compañía para eldesarrollo, NV NOM, y una compañía pri-vada, la Zernike Group. La Zernike SeedFund BV (ZSF) invierte elevadas sumas encada empresa. En los últimos años se hanestudiado 800 proyectos, que han repre-sentado la formación de un centenar deempresas. El parque ejerce sobre las em-presas una función de tutela que haceque el éxito sea superior al de otras em-presas ajenas al parque, reduciendo lamortalidad empresarial al 3%. Experien-cias diferentes son la del Novum ResearchPark, localizado al sur de Estocolmo. Esteparque fue creado a finales de los añosochenta para potenciar científicamente laparte sur de esta ciudad sueca y así podercrear una nueva universidad.

En el modelo francés de iniciativa públicase persigue reducir las desventajas de ciu-dades medias respecto a los principalespolos de investigación científica concen-trados en I’lle de France. Utilizando suspropios recursos con el objetivo de po-nerlos en valor, son las ciudades y ayun-tamientos los que asumen el protagonis-mo para crear «polos de excelencia».

A partir de experiencias como Zirst, deMeylan-Grenoble, y Sophía Antípolis, en la

Costa Azul, cuyo impulso inicial corres-ponde a una escuela pública con el acti-vismo de las autoridades locales y la ayu-da posterior del gobierno central y deempresas nacionales, han surgido los tec-nopolos, que, en general, ya no se limitana gestionar una única área donde se con-centran las actividades de alta tecnología,sino que, coordinan varias zonas de unamisma ciudad (Burdeos, Toulouse, Ren-nes, Montpellier). Montpellier-Europole,integra cinco polos especializados: Euro-médicine, ligado a la sanidad; Agropolisespecializado en los recursos de la tierra,Anntena, en multimedia; Communicatiqueen informática y robótica, y Heliopolis, enturismo y actividades recreativas.

En Francia, ciudades medias situadas enáreas no metropolitanas incorporan nue-vas funciones avanzadas. Éste es el casode las ciudades del sur de Francia, y enparticular el mayor activismo local deLyon o Grenoble, e incluso en la mismafranja están Montpellier, Tolouse y la ciu-dad nueva de Sophía Antípolis. La políti-ca industrial descentraliza actividades dealta tecnología apoyadas en empresas ycentros de investigación públicos, conuna composición de la población que vaadquiriendo un panorama social y profe-sional mixto.

El modelo network está bien representadoen Alemania, donde ocupan un lugar pre-ferente los centros de transferencia de tec-

nología. Además de los CEIs, como políti-ca de innovación establecida a principiosde los años 1980, con un papel destacadodel BIC de Berlín, del que surgen variosparques tecnológicos, estructuras directa-mente vinculadas al gobierno han conver-tido al land de Baden-Württemberg conmás de cien centros, en el mayor polo detransferencia tecnológica de Alemania. Delas experiencias con buenos resultadospredomina una interacción entre centros yparques tecnológicos.

En Italia, el gobierno a finales de los añosochenta inició un programa para repro-ducir la iniciativa de Bari financiada porla Cassa del Mezzogiorno. Los proyectosse localizan en Trieste, en la Tecnópolisde Valenzano-Bari y, mediante los con-sorcios de Ricerche, actualmente se des-arrollan el parque tecnológico de Pisa yel de Génova. En los años noventa apare-cieron políticas específicas, con un pro-grama tecnopolitano para el Sur, con unadocena de proyectos, hasta el punto quecada región del Sur contará con un par-que. Actualmente existen proyectos comoel Tecnocity, en el triángulo Turín-Ivrea-Novara; el polo tecnológico Bicocca enMilán, y Leonardia, en Picenza.

Uno de los parques más antiguos es Tecnó-polis Novus Ortus, en Bari, que concentracentros de investigación propios y de gran-des empresas en un espacio muy reducido.En éste, el 80% de los empleados son inves-

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tigadores, lo que puede ser un hecho atípi-co, pues este personal, incluidos técnicos,no suele pasar del 40% ó 50%. En el modeloitaliano, el personal de gestión tiende a re-ducirse al mínimo, y en los nuevos proyec-tos del Sur deberán producir resultados úti-les a la industria local en la medida que noestá previsto financiar investigación básica.

En Portugal son el Estado y las universida-des los que están desarrollando proyectosen Coimbra a partir de la evolución de lasactividades de innovación que realizan mi-croempresas localizadas en la incubadoradel Instituto Pedro Nunes. En el área deLisboa, el parque de ciencia y tecnologíaTAGUSPARK y, con un carácter más inmo-biliario, el de Oporto con tres polos locali-zados en Feira, Maia y Vale do Ave.

Asia. Además de un sector orientado a latecnología en la India y de las planificadasnuevas áreas industriales en la extensacosta de China, nuevas ciudades-estadoasiáticas que habían adquirido funcionescentrales de producción en los añosochenta han concentrando tareas de en-samblaje estandarizadas y ahora activida-des de producción avanzada con mayorcualificación.

Japón contaba en los años ochenta conveinte ciudades definidas, en donde se lo-calizaban experiencias de parques científi-cos y tecnológicos. Actualmente, con unaplanificación sensiblemente diferente almodelo europeo, se consolidan las iniciati-vas. El desarrollo industrial se descentrali-za desde las megalópolis localizadas en elPacífico hacia las ciudades del interior yde la costa (Fuyita, M.-Ishii, R., 1999). Unpaso significativo es que a los clásicos fac-tores y elementos diseñados para planifi-car las ciudades de la ciencia y la tecnolo-gía de los años ochenta por el MITI, sesuma el activismo de la población expre-sando los sueños y sugiriendo el modelode ciudad y contenidos al que aspiran.Mediante redes telemáticas fácilmente ac-cesibles, oficinas de la administración yreuniones de grupos de la visión se pasaal cultivo y a la realización.

Esencialmente, este proyecto de softtopíaparte de una cierta desmaterialización ysupone la participación de todos los ciu-dadanos en la discusión y en las activida-des para crear un ambiente satisfactorio y

agradable. Desde 1992 estas «fábricas deinformación para el mañana» se extien-den por media docena de prefecturas. Lasciudades medias y pequeñas están modi-ficando la planificación y la base econó-mica mediante la combinación de servi-cios e industria nueva ligada a laagrobiología, pequeñas unidades de I+Den biotecnología, textil, papel, moda ymicroelectrónica (Ondategui, 2002).

Singapur, con una población que dobla alcenso de las Islas Canarias, es una verda-dera tecnópolis, por las rápidas soluciones,que se ofrecen a las necesidades de la po-blación. El modelo es apoyado por el go-bierno y la confluencia de redes de empre-sas de alta tecnología como ConnerPeripherals, Hewelet Packard y Thomson-SGS, que descentralizaron actividades a fi-nales de los años ochenta. Desde los añosnoventa destaca por su industria de altatecnología (reparación de aviones, equiposelectrónicos y servicios avanzados), queconstituyen el 75% del PIB y del sector ser-vicios. Y desde 1998, el gobierno trabajaen un plan para crear una ciudad futuristamediante el programa Singapore One: un«superpasillo multimedia» que conecta a loshogares, escuelas y empresas mediante laoferta de servicios. En este proyecto tratade vincular toda la población en el año2003 con tecnología avanzada.

En Taiwan, el parque tecnológico deHsin-Chu es uno de los principales focos

proveedores de equipos y componenteselectrónicos e informáticos del mundo. Afinales de 1999 daba empleo a más de60.0000 personas dedicadas a la alta tec-nología del país asiático. En él están loca-lizados centros tecnológicos públicos yplantas de empresas como Taiwan Semi-conductor Manufacturing, especializadaen memorias DRAM con tecnología de0,15 a 0,25 micras; Acer, uno de los ma-yores productores de ordenadores delmundo; United Microelectrónica Group,con seis fábricas de microprocesadoresen el parque, y la compañía Microtek In-tenacional, especializada en equipos elec-trónicos para impresión, con una cota del15% en el mercado mundial.

Otras áreas. El fenómeno se ha extendidopor Israel y África, donde ya existen unadocena de proyectos en marcha. En Améri-ca del Sur el concepto de parque científicosurge a finales de los años ochenta y prin-cipios de los noventa. En 1986 se fundó elParque Tecnológico da Universidade deBrasilia; desde entonces, tanto en Brasil co-mo en Argentina y Chile hay un crecienteinterés.

En Australia, el desarrollo de parquescientíficos o tecnológicos es un fenóme-no relativamente reciente. Los principalesparques son: el Technology Park WesternAustralia, el Technology Park de Adelai-da, el Brisbane Technology Park, y elQueensland and University of AdelaideCommerce and Research Precint.

En Rusia, el concepto de parque es muyreciente, concretamente de 1988. La uni-versidad de Moscú fue una de las prime-ras en tener la iniciativa, seguida de la deSan Petersburgo. Inicialmente, el Ministe-rio de Educación planeó la construcciónde 50 «tecnoparques», de los que el 90%nunca pasaron de la fase de diseño debi-do a restricciones presupuestarias y acambios en las prioridades. Actualmente,según la IASP, hay unos 26 parques queproporcionan espacio y servicios.

La red de PCyT en España

A mediados de la década de los ochentalos gobiernos autónomos iniciaron la pla-nificación de parques tecnológicos, me-diante las agencias de desarrollo regional

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y las sociedades públicas, que dieron lugara los parques tecnológicos de las comuni-dades autónomas del País Vasco, Cataluña,Madrid, Galicia, Andalucía, Asturias, Va-lencia y Castilla y León. Estos primerosproyectos comenzaron su actividad entre1987 y 1993. Por estas mismas fechasapareció Cartuja-93, en Sevilla, comocontinuadora de la herencia de la Exposi-ción Universal de 1992.

A partir de este año surgieron nuevas ini-ciativas ligadas a una conjunción de intere-ses y promotores. Así, se completa la reddel País Vasco, posteriormente surge elproyecto de Alcalá de Henares, a desarro-llar por la Comunidad de Madrid, la uni-versidad y el ayuntamiento; la iniciativa deGijón, promovida desde el ayuntamiento, yel ParcBit, en Palma de Mallorca, apoyadopor el gobierno balear. En paralelo apare-cen parques de ámbito más científico adesarrollar por las universidades de Barce-lona, Granada, Alicante, Madrid. En el año2000 la red estaba formada por 16 parquesmiembros de la APTE, de los que 11 ya te-nían instaladas empresas, centros tecnoló-gicos y agentes para fomentar la innova-ción. El resto, como el ParcBic, el parquecientífico de Alcalá de Henares, el parquetecnológico de Vigo, impulsado por elConsorcio de la Zona Franca, y el parquetecnológico de Navarra son proyectos endiferentes fases de creación (mapa 1).

Durante esta etapa cada proyecto se haadaptado a las nuevas condiciones políti-cas y económicas, modificando, en oca-siones, los objetivos iniciales. Los pri-meros parques se plantearon objetivosamplios. Surgieron como instrumentos dedesarrollo regional y no como instrumen-tos específicos de política ni transferenciatecnológica que fomentara la innovación.Hasta mediada la década de los años no-venta los proyectos consisten en suelo ytecho. Sin embargo, la progresiva impli-cación de universidades y centros de in-vestigación, así como la mayor predispo-sición de la sociedad española a favor dela innovación, la gestión inmobiliaria dapaso a la gestión del conocimiento y a latransferencia de tecnología. En los últi-mos años, factores como la dificultad pa-ra localizar grandes empresas, los cam-bios en el tamaño empresarial, por losque cada vez adquieren mayor importan-cia y asistencia la masa de PYMEs, así co-

mo los objetivos mismos de la política in-dustrial favorecen una evolución y unagestión más flexible y concordante con elobjetivo de la innovación (Cotec, 2000;Ondategui, 2001).

Las empresas y el empleo. En 1997 eltotal de empresas instaladas eran 500, en1998 son 650 y en 2001 son más de 960empresas, con un volumen de facturaciónpróximo a los 230.000 millones de pese-tas. La mitad de las empresas o más sededican a la I+D, con diferencias que os-cilan entre el 40% en el parque de Astu-rias, el 50% en Orense y el 90% en TresCantos. Los parques han acumulado ungrupo de empresas altamente capitaliza-das con recursos disponibles. Pensemosque globalmente todos los parques decla-ran cifras positivas en la facturación, yque existe un grupo de 100 PYMEs insta-ladas en ellos que han pasado de facturardesde 40-100 millones de pesetas a 4.000-5.000 millones en sólo tres años, dedican-do a I+D entre el 10% y el 12% de la fac-turación. Zamudio, Vallés, los parquessituados en Andalucía y el parque de Cas-tilla y León registran los mayores incre-mentos de empresas. En el mismo perío-do, el empleo generado asciende desdelos 13.000 hasta más de 23.000 empleosen 2000. El empleo técnico oscila entre el28% y el 60% para los parques del Vallés,Tres Cantos, Málaga y Orense.

Los parques que más empresas han crea-do en el último trienio generan empleo,reduciendo el tamaño medio de las em-presas. Un parque como el de Tres Can-tos sigue acumulando empleo y elevando

el tamaño. Sin embargo, en Vallés, en elparque de Málaga y en Zamudio, la in-corporación de nuevas empresas conllevauna reducción del tamaño medio. Lasgrandes empresas están siendo importan-tes para la creación de industrias auxilia-res en Málaga, Vallés, Álava y Zamudio,menos importante en Cartuja’93, y menostodavía en Boecillo, Asturias, Orense yTres Cantos donde las multinacionalesimportan los insumos necesarios.

Conjuntamente, el efecto multiplicadormás evidente de los parques está siendoel incremento de pequeñas empresas queelevan el empleo total. Las PYMEs nacenen incubadoras debido a la liberalizaciónde las telecomunicaciones, serviciosavanzados, sanidad y medio ambiente,sectores de donde surgen proyectos deempresas muy variadas. Actualmente, el90% de las empresas que se instalan enlos parques son PYMEs que optan por elalquiler en edificios empresariales y cen-tros de empresas.

Excepto en Tres Cantos, el predominiode las pequeñas y medianas empresases común a todos los parques. Con estemodelo pueden identificarse los par-ques del Noroeste y del Norte. Lo mis-mo se observa en los del Mediterráneo.Sin embargo, las grandes empresas ge-neran elevados porcentajes de empleo enÁlava, Zamudio, Málaga, Vallés y Astu-rias, donde una empresa concentra el40,4% del empleo. Similares datos mues-tran los parques de Boecillo y Orense,donde una o dos empresas concentranel 45% del empleo.

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MAPA 1LA RED DE PCyT EN 2002

PARQUES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS

PARQUES TITULARES DE LA APTE

PARQUES ASOCIADOS A LA APTE

PARQUES NO MIEMBROS DE APTE

FUENTES: APTE y elaboración propia.

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La localización de las empresas. Las in-fraestructuras, calidad y cantidad de servi-cios avanzados, existencia de empleo di-versificado, proximidad a universidades einvestigación y redes locales de agentesorganizados se han convertido en facto-res críticos. En el año 2002, según las em-presas instaladas en los parques, predo-minan varios de estos factores, aunqueno tanto las relaciones con centros de in-vestigación y tecnológicos.

En España, las instalaciones e infraestruc-turas dotadas de medios técnicos propor-cionan una imagen de prestigio a losusuarios instalados. Las empresas siguenvalorando el plus que les reporta el par-que con sus servicios e infraestructuras, yrecientemente se añade la posibilidad deestablecer relaciones con otras institucio-nes. Además, son las actividades de I+D,y no la fabricación, formación o calidad,las que impulsan a las empresas a insta-larse en los parques (gráficos 1 y 2).

Esta importancia de la imagen e infraes-tructuras no es exclusiva de ningún par-que. Ya en 1997, en los parques del Nortey del Sur más del 50% valoran la imagenentre los dos primeros factores; en Vallés,el 64%, y en Tres Cantos, el 78,6% era elprimer factor. Empresas, CEIs y centrostecnológicos han optado por los parquesporque son recintos adecuados y buenosinterlocutores para sus actividades, paracrear sinergias puntuales y para estable-cer contactos con centros de investiga-ción cuando sea conveniente.

La especialización tecnológica. Pode-mos decir que los parques están ayudan-do a crear nueva industria. El sector pre-dominante lo integran las tecnologías dela información y comunicación, con un34% de las empresas, seguido de servi-cios avanzados como la ingeniería, bio-tecnología y salud, que representan el8%. Existen sensibles diferencias en fun-ción del potencial acumulado y de las tra-yectorias industriales anteriores.

Mientras que el de Tres Cantos se espe-cializa en actividades de farmacia, aeroes-pacial y telecomunicaciones, el de Valléslo hace en servicios y sus empresas ven-den el 40% de la producción fuera de Ca-taluña. Las grandes empresas multinacio-nales de la electrónica e informática

(TDK, HP, Kao, Sanyo, Sharp y Pioneer),que tienen ubicadas sus factorías en elVallés, están tan interesadas en la calidady en el soporte técnico como en la inno-vación o en lanzar sistemáticamente pro-ductos y servicios al mercado.

El País Vasco también diversifica las acti-vidades, prestando especial atención a laenergía, nuevos materiales, servicios, soft-ware, electrónica y telecomunicaciones.Esta comunidad ha logrado en pocosaños una concentración importante deempresas dispuestas a manejar tecnologíaavanzada. Ahí está la aeronáutica, que su-pone el 22% del conjunto español medi-do por facturación, con ITP, Sener y Ga-mesa, que en 1998 daban empleo directoa 2.650 personas, 3.000 en 1999 y 3.600

en el 2000. Al saber hacer tradicional, sehan añadido empresas de servicios desti-nados a una industria que se renueva conestablecimientos de Ericcson, Airtel, Iber-mática, SPRITEL, Panda Software, Erics-son-Indelec (con 3.200 empleos entre Za-mudio y Madrid), LABEIN y el InstitutoEuropeo de Software, que se integra en lared de parques vascos.

En Levante, la preocupación por diversi-ficar el tejido productivo se ha intentadollevar a la práctica con un modelo quecombinaba el espíritu emprendedor y lacultura empresarial con una docena deinstitutos tecnológicos sectoriales y cen-tros de empresas para impulsar el tejidoatomizado de Valencia y su hinterland.Este modelo, en principio más cercano

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GRÁFICO 1FACTORES DE LOCALIZACIÓN

30%

25%

20%

15%

10%

5%

0%

Infraestructuras Localización

FUENTES: APTE y elaboración propia.

GRÁFICO 2IMPORTANCIA DE LOS PARQUES PARA REALIZAR DIFERENTES ACTIVIDADES

63% FABRICACIÓN

FORMACIÓN

MEJORA CALIDAD INTERNA

MARKETING/COMERCIAL

DESARROLLO DE LA EMPRESA

RELACIONES INTERNACIONALES

RELACIONES CON INSTITUCIONES

RELACIONES CON CLIENTES

INCUBACIÓN

I+D

65%

51%

-80% -60% -40% -20% 0% 20% 40% 60% 80% 100%

68%

82%

74%

88%

82%

63%

91%

FUENTES: APTE y elaboración propia.

Relaciones con universidad y CC TT

Servicios de valor añadido

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al tejido regional, instaló los institutos,CEIs y pequeñas empresas públicas deservicios.

Una diferencia de los parques en Españarespecto a los de Francia o Italia ha sidoel escaso peso de la empresa pública es-pañola, así como su limitada orientaciónhigh-tech. Este déficit se paliaba con losproyectos de Cartuja’93 y de Málaga, don-de se encuentran ventajas de localizaciónmuy favorables en un entorno tecnológi-co e industrial de reciente factura. El pro-yecto de Málaga se diferencia precisamen-te por la escasa presencia de industriamanufacturera en su entorno. El parqueconcentra empresas de tecnología avanza-da con líneas de ensamblaje y PYMEs deservicios auxiliares. En el área existen em-presas como Fujitsu-ICL, la sede de Carte-pillar, Alcatel-Citesa, Huges, etc., que ma-nufacturan productos novedosos.

El Noroeste español se integra en una es-trategia de política industrial propia deregiones que han apostado tarde por lasnuevas tecnologías. Estas regiones se es-pecializan en tecnologías más mecánicasfrente a las más sintéticas del área del Va-llés, Zamudio o Madrid. A la especializa-ción de la industria en sectores de menorcontenido tecnológico hay que añadirunas redes de agentes todavía frágiles.Los incipientes centros tecnológicos yempresas relacionadas con la informacióny comunicación marcan la futura especia-lización. Estos parques no alcanzan masacrítica suficiente para incidir en ampliasáreas rurales.

El mayor desarrollo industrial del eje Va-lladolid-Palencia-Burgos, con las plantasde ensamblaje de automóviles y la indus-tria auxiliar, abren ciertas posibilidadespara Boecillo, donde el 40% de las pe-queñas empresas están relacionadas conel automóvil y la electrónica. El parque,modelo para atraer alta tecnología, co-menzó especializándose en electrónicacon dos centenares de empleos de la em-presa Dicryl, S.A., ahora diversifica hacialas telecomunicaciones con Airtel, uncentro de I+D de Telefónica y cuatro cen-tros tecnológicos especializados en láser,automoción y control automático.

La innovación. Los parques se perfilancomo locomotoras de competitividad y

también como focos de atracción y unpunto de referencia empresarial. Así loconfirma el crecimiento del número deempresas entre 1999 y 2002, al conside-rarlos muy importantes para el desarrollolocal o regional (gráfico 3).

Conjuntamente, hasta mediados de losaños noventa, los principales usuarios delos parques no han sido las estructuras per-tenecientes al mundo de la investigación.Las universidades no tienen presencia acti-va, sin embargo, los parques han aprendi-do que para su desarrollo es necesaria lainvestigación de la universidad. Vayamospor parques y áreas porque atraer científi-cos no fue su objetivo inicial. Pero másque en proyectos para integrar la universi-dad, la búsqueda de soluciones durante losaños noventa consistió en intensificar loslazos mediante las OTRIs, conseguir fon-dos FEDER para establecer proyectos in-dustriales y crear redes específicas.

Como las fronteras de la innovación seabren movilizando precisamente los re-cursos acumulados y combinando acerta-damente agentes que puedan impulsardichos procesos, los datos siguientesapuntan una evolución positiva. El 58%de los centros incluidos en el sistema pú-blico de I+D manifiestan interés por losparques. Medio centenar de centros tec-nológicos y 24 universidades españolasque forman parte del sistema público deI+D —el 53%— ya tienen presencia yparticipación en el desarrollo de los par-ques. En el año 2002, el 73% de las em-

presas colaboran con la universidad y 40universidades españolas lo hacen con losmiembros de la APTE.

Según estos datos, el 80% de los PCyT es-pañoles además de representar un escena-rio para atraer empresas y para acumulartecnología, estarían preparándose para quelas innovaciones fluyan hacia el tejido in-dustrial. Conjuntamente, sólo las redes deI+D que integran universidades, centros deinvestigación y empresas en los programascomunitarios muestran un cierta propen-sión a la colaboración en los parques deAndalucía, el País Vasco y Cataluña.

Andalucía dispone de dos parques dife-rentes. En Málaga se admite producción yen Sevilla no. En el recinto de Sevilla es-tán ubicados más de diez centros de for-mación gestionados por agentes públicosy privados con 26 patentes de ámbito in-ternacional. La presencia del CSIC en elPCyT de Sevilla es vital para tres centrosde alto nivel en investigación química, enciencias de los materiales, ambos mixtoscon la universidad, y en bioquímica vege-tal y fotosíntesis. Estos centros son unpuente para apoyar a las empresas en ac-tividades de innovación. De hecho existeconcordancia con la especialización regio-nal en sectores de agricultura avanzada ysus necesidades. Sólo en medio ambientetrabajan 200 grupos de investigación uni-versitarios que están iniciando la conexiónentre ciencia y realidad productiva; el 30%de los proyectos de I+D aprobados en losúltimos cinco años en Andalucía pertene-cen al sector agroalimentario.

En el País Vasco la red EITE, con suscentros relocalizados hacia los parques,dispone de 1.000 personas dedicadasúnicamente a la tecnología. Ahora bien,sólo el parque de Zamudio tiene pro-yectos de colaboración con un centenarde titulados técnicos en la universidad.Es posible que los parques vascos, unavez consolidada su red, estén en condi-ciones de impulsar en mejores condicio-nes el acercamiento y colaboración conla universidad. La red abre expectativasfavorables de interrelación entre el en-torno empresarial, universitario y loscentros tecnológicos para desarrollar se-milleros de empresas y proyectos inno-vadores en los que predominen activi-dades de I+D.

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GRÁFICO 3VALORACIÓN DEL PAPEL DE LOS PARQUES EN EL DESARROLLO

REGIONAL (2002)

Ninguna importancia

2%

Indiferente2%

Importante52%

Muyimportante

45%

FUENTES: APTE y elaboración propia.

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En Madrid, en el parque de Tres Cantos,próximo a una de las seis universidadesmadrileñas con proyectos para desarrollarparques científicos, no se observan siner-gias debido a la autonomía de las gran-des empresas. Sin embargo, el área acogemedio centenar largo de empresas queson las grandes empleadoras de la econo-mía informacional, por lo que es de espe-rar sinergias y eslabonamientos (Ondate-gui, 1997; Méndez-Ondategui, 1999). Unavance en esta dirección para fomentar lainnovación procede del impulso que launiversidad de Barcelona proporciona asu parque científico en principio multidis-ciplinar. En este parque la función de LesCúpules es actuar como espacio abiertomás adecuado para captar las necesida-des de los mercados empresarial e institu-cional, incidiendo en el entorno próximomediante los vínculos que los departa-mentos universitarios mantienen entre es-tudiantes, empresas y cuasi empresas.

Al contrario que en otros países donde alas ideas acude el capital riesgo o se im-pulsan las escisiones, en España la univer-sidad no alcanza al mundo empresarialmediante empresas spin-offs nacidas en suseno. Este aspecto es verdaderamente pro-blemático tanto por parte de las grandesempresas españolas punteras en tecnolo-gía, localizadas o no en los parques, indi-ferentes a estas prácticas, como por lasuniversidades, que debido a su trayectoriay a sus funciones todavía no son semille-ros de emprendedores. En conjunto, losque están aproximándose a las universida-des son los parques. No obstante, son loscentros tecnológicos los que solicitan ayu-das en programas nacionales o europeosen I+DT. Hasta 1997, los 250 proyectosaprobados por el programa Atyca (el 56%de los presentados) fueron de un colectivode 60 centros tecnológicos.

Perspectivas de futuro y conclusiones

La evolución del fenómeno hace que nohaya sitio para todos en el mundo de losparques científicos. De aquellos parquesde ciencia se ha pasado a los más jóve-nes, que en un intento de diferenciar elterritorio o la ciudad buscan un hueco

que garantice su viabilidad mediante al-guna o varias de las siguientes fronterasabiertas.

La especialización mediante parques deservicios para la salud, polos especiali-zados en biotecnología, medio ambien-te, o proyectos como puede ser el par-que tecnológico en Castellón de laPlana en torno a los nuevos materialescerámicos y la bioelectrónica en la islade Elba. La estrategia BIT del GobiernoBalear, centrada en el teletrabajo y en lamejora del acceso de los servicios de laadministración a los ciudadanos comoelemento determinante de la promocióny de las relaciones ciudadano-cliente-proveedor de servicios, es el mejorejemplo en proyecto.

Aprovechando las nuevas tecnologías dela comunicación se abre paso la desmate-rialización o parques sin ladrillos, quebusca las sinergias y el efecto multisedeentre centros distantes con el fin de atraerinversiones apoyadas en proyectos parael turismo, ocio, etc.

Las experiencias piloto de parques virtua-les multipolos, como pueden ser las ten-dencias de Nîmes con más de medio mi-llón de habitantes y el 40% de lapoblación asalariada en la industria enempresas filiales con sede fuera de la zo-na. O el caso de Pisa, en la Toscana Occi-dental (región Objetivo 2), que desde

1997 presta servicios a una población de1.300.000 habitantes.

Las renaissance zones surgen en geo-re-giones anteriormente especializadas enun sector que ha venido a menos debidoa la competencia internacional de otrosrecursos o de otras tecnologías. El objeti-vo es trabajar en colaboración con fabri-cantes para garantizar que ciudades oestados regiones mantengan su estatusanterior. Existen ejemplos en curso co-mo el Polo Garaia, en el País Vasco, deiniciativa privada, apoyado por la uni-versidad, los centros tecnológicos y laMMC, y la Kansai Science City, localiza-da en la confluencia de tres prefecturasjaponesas (Osaka, Kyoto y Nara). Tam-bién el plan de Michigan incluye el esta-blecimiento de un área piloto franca conla esperanza de atraer compañías de to-do el mundo para que instalen sus cen-tros de investigación y desarrollo sobreel hidrógeno. Normalmente estos pro-yectos van paralelos a programas y pla-nes estatales financiados de apoyo paramejorar la industria

Por encima de estas tendencias, envol-viéndolas todas, y teniendo presente quelos resultados del S. Valley, Singapur, delmodelo japonés, finlandés, País Vasco,…,son diferentes, se abre paso el modelonetwork. La «ciudad del conocimiento»,equivalente a «región inteligente», seráuna extensión de los parques tecnológi-cos y científicos tradicionales. En ellainteractuarán las actividades de investiga-ción, transferencia, negocios comerciales,sociales y formación de por vida, fomen-tando creatividad e imaginación.

En definitiva, ahora, igual que hace unasdécadas se adosó el término tecnoarchi-piélago a Japón, países enteros se pre-sentan con aquellas características. Em-presas de alta tecnología como Bull,Matra, Pirelli, Piaggio, Gamesa, MassaCarrara, Do Como, Nokia, Linux y Sone-ra marcan la organización del territoriomediante nuevas iniciativas que se estántraduciendo en incubadoras, centros dediseño aplicado, polos de información yformación. Las últimas experiencias pilo-to ponen el énfasis en la sociedad delaprendizaje y en aspectos como la for-mación, información y los negocios. Estadinámica local encaja en una tendencia

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globalizadora que simultáneamente frag-menta y complementa los espacios deactividades. Lo importante y positivo esque no existiendo una receta única co-mún, los parques de los usos comienzana ser complementarios con los parquesde los flujos.

En esta evolución subyace una búsque-da de vínculos necesarios entre tecnolo-gía, economía y empleo. Las nuevas ini-ciativas tienen más vocación que losprimeros parques de garantizar la difu-sión de las tecnologías por el conjuntodel tejido empresarial y de la sociedad.También es cierto que existe un relativovoluntarismo, a veces imposible, debidoa un presente que busca mayores cotasde eficiencia aportando menos recursos.La creación de parques científicos ha sidoy es una de las vías importantes que launiversidad eligió para rentabilizar el co-nocimiento y para dar soporte al desarro-llo de la sociedad de la información en elNorte de Europa. Otras experiencias, lasmás, emanan de las propias colectivida-des territoriales y agrupaciones empresa-riales traduciendo una preocupación porel futuro de la competitividad de las eco-nomías urbanas.

Resumiendo, y a modo de conclusionesno conclusivas, una característica biensignificativa definen los parques tecno-lógicos y científicos. La importancia quefrente a la lógica del mercado tienen lasinstituciones públicas. El Estado, direc-tamente, y los gobiernos autónomos einstituciones públicas y semipúblicashan sido decisivos en las últimas déca-das. Sin ellos, y sin los centros de inves-tigación y las universidades en estrechaconexión con el tejido empresarial, lassinergias requeridas para iniciar el des-arrollo son escasas o nulas y a veces di-fíciles de conseguir. Si estos agentes notrabajan por los proyectos, el éxito noestá asegurado, sobre todo en países yregiones semiperifericas con mayor de-bilidad de su estructura industrial comoEspaña. En la orientación de políticasindustriales para el desarrollo, a pesarde los centros de I+D que las empresasproporcionan, sin una estrategia de apo-yo y estímulo al tejido industrial, lo cualsólo es posible desde los poderes públi-cos, no se asegura el desarrollo tecnoló-gico, endógeno y competitivo.

Notas(1) «Constituye un polo de crecimiento, unaindustria que condiciona el desarrollo y el cre-cimiento de industrias en relación técnica conella —polarización técnica—, a causa de losproductos que es susceptible de originar, de-terminando la prosperidad del sector terciariopor la vía de los ingresos que origina —polari-zación de los ingresos— o un incremento dela renta regional, provocando una concentra-ción progresiva de nuevas actividades en unlugar dado, por la perspectiva de poder dispo-ner de ciertos factores o facilidades de pro-ducción —polarización psicológica o geográfi-ca—», Aydalot, Ph. (1965). «Notes sur leséconomies externes et quelques notions con-nexes», en Revue Económique, nov. 1965, pp.944-973, París. Prados, J. (1972): Estudios deeconomía política, pp. 182 y 183, Ed. Guadia-na, Madrid.(2) Además de EUREKA, varios programas sonejemplo de esta política europea: ESPRIT(Programa de investigación estratégica en elcampo de las tecnologías de la información),BRITE-EURAM (Programa específico de inves-tigación y desarrollo tecnológico en el sectorde las tecnologías de la fabricación industrialy en el de las aplicaciones de los materialesavanzados), JET (Joint European Torus) y RA-CE (Investigación y desarrollo en tecnologíasavanzadas de la comunicación en Europa).

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J. CÉSAR ONDATEGUI

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