Parte 2 - El hipócrita

INTRODUCCIÓN

Hay algo dentro de nosotros que busca aprovecharse de Dios y de su poder para nuestro propio beneficio. Queremos involucrar a Dios en nuestros temas. Incluso tratamos de “negociar” con Él a través de la oración, de ir a la iglesia, del dar, o hasta de una obediencia de corto plazo. Prometemos hacer lo que creemos que Él quiere que hagamos a cambio de que Él haga lo que nosotros queremos. En la historia de la Pascua, Judas era así, él trató de hacer que Jesús hiciera lo que él quería sin tener en cuenta el ministerio y la misión de Jesús. Esto podrá sonar ridículo, pero hay un poco de Judas en todos nosotros.

PREGUNTAS PARA LA DISCUSIÓN

1. Menciona alguna cosa que en el pasado fue importante para ti, pero que ya no lo es. ¿Qué cambio en tu vida hizo que el orden de tus prioridades cambiara?

2. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que la gente trata de “negociar” con Dios? ¿Cómo afecta esa “negociación” su visión de Dios?

3. Durante el mensaje, se dijo, “hay un poco de Judas en todos nosotros” en el sentido de que todos nosotros a veces tratamos de “manipular” a Dios para nuestro propio beneficio. ¿Estás de acuerdo? ¿Por qué si o por qué no?

4. Habla de alguna ocasión en la que fuiste impaciente con Dios. ¿Cuál fue tu reacción ante esa impaciencia? ¿Cuál fue la respuesta de Dios?

5. Lee Mateo 26:6-16. ¿Te identificas con la reacción de los discípulos ante el comportamiento de la mujer con Jesús? ¿Por qué si o por qué no?

6. ¿Qué o quienes te tientan a cambiar tu relación con Cristo? ¿Por qué o por quiénes cambiarías tu relación con Jesús? ¿Qué es algo que puedes hacer esta semana para entregar esa parte de tu vida a Dios? ¿Cómo puede este grupo ayudarte a hacerte responsable de esa decisión?

VIENDO HACIA ADELANTE

En algún momento, todos nosotros somos tentados a cambiar nuestra relación con Jesús por algo o por alguien. Pero al igual que Judas, en el momento en el que cambias esa relación, en el momento en el que recibes lo que preferiste, eso empieza a perder valor. Eventualmente te arrepentirás del resultado de ese cambio. Desearás poder regresar el tiempo y deshacer esa decisión. Cuando ponemos nuestra agenda a un lado y nos rendimos – nos sometemos a Dios – Él toma la responsabilidad de lo que viene al final del camino, Él asume la responsabilidad por el resultado de tu jornada.

CAMBIANDO TU MENTE 11 A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener

siempre.  12 Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de

prepararme para la sepultura.

Mateo 26:11-12