No más huida levantó la pesada tapa y en la cuneta.

Poco después llegó un ratón y un topo que dijo:

-Hola! Vosotros, que estás haciendo aquí?

- Marta y Sara respondió:

- Estamos aquí sólo porque estamos en la búsqueda de los caballeros!

- A continuación, te damos un consejo muy importante, hay una puerta, esta es la clave aquí, tómala, pero ten mucho cuidado porque para llegar a la puerta tienes que superar muchas pruebas difíciles.

El ratón y el topo estaban allí y nuestros amigos españoles corriendo y sin poder ver nada porque estaba oscuro. Pero Pepe y Vicky vio un hueco y empezó a gritar:

-Hay un agujero! Hay un agujero! - Todos salieron corriendo.

Los dos niños se apresuraron a entrar en el agujero, luego subieron hasta los maestros y todos los demás.

Pero lo peor estaba por llegar. Al tocar el suelo escuchó los huesos en sus manos y ellos sabían que eran los huesos de una persona, pero no vio nada.

Jose Maria tocó un hueso delgado y no muy largo, con seis bolas de arriba y pensó "tal vez es una flauta" y empezaron a jugar, pero después de un tiempo, "se dio cuenta de que cuando tocaba, de ese hueso provenía de una pequeña luz.

Todo el mundo estaba asombrado y en silencio y preguntó - ¿Cómo lo hiciste, si nunca lo has hecho?

En ese momento, apareció un mago con una barba que le llegaba hasta los pies, y dijo:

- ¿Cómo te atreves a entrar la Cueva de Lamalunga?

Si quiere salvaros tienes que darme de comer porque nadie viene por aquí y tengo hambre. Y si me das de comer te diré el porqué de los silbidos del hueso y cómo que hace que salga luz.

Así que todos los chicos le dieron de comer, ya que todos ellos tenían en su mochila las cosas que necesitaba para la salida.

- Ahora bien, está bien! - Dijo el mago.

-Entonces explícame lo de este hueso – dijo la maestra María José

- Bueno, ahora te digo: se llama HUESO A BOLAS en el hueso y te aseguro que es muy útil porque, ves estas bolas? Cada vez que se toca una, se puede pedir un deseo.

En ese momento oyeron y vieron una oveja balando con tres patas que quería recobrar su hueso, ya que el hueso había sido tomada de su pata. El mago preguntó:

- ¿Quieres ayudar a estos pobres niños perseguidos por los caballeros para ayudarles a salir y ella dijo:

- ¡Muy bien! Pero luego me alimentaran a mí.

Todos gritaron ¡Hurra! ¡Hurra! -Y el mago y las ovejas desaparecieron en la oscuridad de la alcantarilla.

Los niños comenzaron a caminar lentamente, porque no había luz y luego la maestra tocó una BOLA y expresó el deseo de que viniese la luz, y vino una luz brillante. Los chicos continuaron su viaje por el desagüe impetuoso, pero

en un momento se vieron las huellas de dinosaurios y después de un tiempo se reunieron con estos animales frente a una gran puerta.

Los dinosaurios no quería moverse. Una niña cantó una canción y los animales se quedaron dormidos, por lo que poco a poco por fin llegaron a la puerta, pero cuando la abrieron encontraron otra puerta donde había un cartel que decía "PROHIBIDO".

Lucia dijo: - Ahora, ¿cómo salimos?

Desde el exterior se podía oír la risa de los caballeros que reían porque los estudiantes se quedaron ENCERRADOS. Entonces se dieron cuenta de que habían caído en una trampa, y aunque no podía abrir la puerta, rompieron la prohibición porque tenían que salir de allí.

Cuando abrieron encontraron otra puerta y otra puerta, hasta que se encontraron con las migajas de pan que se le había caído el mago, se comió todo lo que le habían dado., Lo siguieron , pero en algún momento las migajas desaparecieron por arte de magia y vio otra puerta, la abrieron y se encontraron en un museo donde se encontraron con un ciervo que dijo,

- Antes de salir hay que pasar otra prueba.

- ¿Qué pruebas? - Dijo una niña.

-Tienes que ir a través de toda la cueva Lamalunga y llevar el esqueleto de "Ciccillo" al museo.

El ciervo desapareció y todo se oscureció de nuevo.

A continuación, los niños tomaron el regalo mágico del mago y dijo:

- Tú iluminas!

Y se encontraron en una cueva donde estaba el esqueleto de un hombre. Se podría decir que era un hombre por su pelvis, debido a que es de mayor tamaño que la de las mujeres . Al lado del hombre había piedras afiladas y eso significaba que el hombre era un cazador.

Todos gritaron:

- Este es el esqueleto de Ciccillo! Y 'el esqueleto de Ciccillo!

Pero no pudieron tomarlo porque estaba todo petrificado.

Mientras pensaba en qué hacer se dieron cuenta de que faltaba la maestra María José y Pablo, habían desaparecido con el hueso a las células sanguíneas.

De hecho, los caballeros habían capturado a Pablo y a la maestra María José, los habían raptados. Ella con una lanza "za za" derrotó a los caballeros. Entonces la maestra se había perdido y trató de seguir las huellas de sus alumnos, caminó, caminó, hasta que encontró una cama elástica, se subió a la cama elástica y vio un agujero, se encontró con un martillo que colgaba de una cuerda.

Con el martillo comenzó a cavar y cuando se rompió los ladrillos, entró y allí estaban los alumnos de segundo F.

La profesora Anna vio aparecer a la maestra Maria Josè toda cubierta de polvo, con la camisa rota. La profesora Anna y Maria José se abrazaron, la maestra María José lle contó lo que había sucedido.

Entonces decidieron llamar el padre de(Giuseppe , él llamó a los bomberos y con cuerdas y mosquetones sacaron a los amigos españoles de la cueva.

Los alumnos sanos y salvo se abrazaron uno al otro con los amigos italianos e hicieron una gran fiesta y comieron tantas fresas.

A la mañana siguiente tenían que tomar el avión de regreso a Sevilla.

Al subir al avión Aarón dijo:

-Uf! ¡Qué aburrimiento!

Y Alejandro Saponi abrió la ventana y se despidió con la mano de los niños italianos. Ellos no sabían en ese momento que habían dejado allí su profesora Maria Jose.

Cuando llegaron a Sevilla se encontraron en una mochila HUESO A BOLAS en la médula, pidieron su deseo y era que regresara la profesora María José, y de inmediato apareció en Sevilla, como una reina, acompañada de un caballero.

Luego expresaron otro deseo y era restaurar el Metropol Parasol y desde ese día los estudiantes de escuela de Gloria Fuertes se hicieron famosos.

Finalmente expresaron su deseo de volver a los HUESO A BOLAS en la médula de ovejas, para que pudiera volver a caminar con cuatro patas.

En ese momento los caballeros rompieron todas las armas, pidieron disculpas a los estudiantes y a sus profesores y se convirtieron en buenos y todos vivieron felices para siempre.