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C�� �en los ochenta, nada volvió a ser igual. Este ha sido tan eficaz que, junto a otras drogas, para que enfermos (y no tan enfermos) afronten En la búsqueda del bienestar, ¿hemos intercam- biado y la capacidad para superar adversidades por la que con�e- ne una caja de an�depresivos? ¿Los beneficios y efectividad de una píldora que pueda brindarnos un profesional frente a un pa- decimiento P AS T I L LAS P A RA S ER POR: FOTO:

PASTILLASPARASERFELIZ - Iberocultura's Blog · las cuatro estaciones pueden ... nos ha hecho intolerantes a la frustración. ¿UN MUNDO FELIZ? Hacia dónde camina un mundo con 120

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Prozac en los ochenta,

nada volvió a ser igual. Este an-

� depresivo ha sido tan efi caz

que, junto a otras drogas, se

ha vuelto un remedio para que

enfermos (y no tan enfermos)

afronten el mal tiempo con

mejor cara. En la búsqueda del

bienestar, ¿hemos intercam-

biado nuestras emocio-

nes y la capacidad para

superar adversidades por la

dosis de ‘felicidad’ que con� e-

ne una caja de an� depresivos?

¿Los beneficios y efectividad

de una píldora serán mayores

al apoyo que pueda brindarnos

un profesional frente a un pa-

decimiento psicológico?

Ayuda, refugio o evasiónPASTILLASPARASER FELIZ

POR: DULCE RAMOS FOTO: CRISTELLE LE HÉNAFF / ARCHIVO SIGLO NUEVO

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PASTILLASPARASER FELIZ

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Esta enfermedad llega a la vida por un fuerte acontecimiento opor predisposición gené� ca. In-cluso los cambios de luz entre las cuatro estaciones pueden ser un factor que incida en un desbalance de la química cere-bral, sin contar, por supuesto, la personalidad. Quienes tienen personalidad. Quienes tienen esquemas mentales nega� vos y baja autoes� ma son propensos

a tener una menor capacidad de a tener una menor capacidad de enfrentarse a ciertos problemas; enfrentarse a ciertos problemas; por ello, aunque los psiquiatras por ello, aunque los psiquiatras son cautelosos al expresarlo, es son cautelosos al expresarlo, es una realidad que los niños tam-una realidad que los niños tam-bién sufren depresión, pues los bién sufren depresión, pues los factores del pensamiento nega-factores del pensamiento nega-� vo se establecen durante la ni-� vo se establecen durante la ni-ñez y la adolescencia. ñez y la adolescencia.

Con este panorama, ¿pode-mos llamar depresión a cual-

quier estado de tristeza? En u-na sociedad bombardeada por imágenes de una vida perfecta, ¿nos hacemos cada vez más in-tolerantes a la frustración y que-remos borrar de un plumazo los problemas? ¿Quién nos ha ven-dido la idea de que debemos tener una vida siempre feliz y exitosa?

Los especialistas creen que

las cifras de pacien-tes con depresión en México no han aumen-tado considerablemente, sino que al haber mayor variedad de fármacos y estar más al alcancede la gente, hoy son más los me-xicanos que consumen antide-presivos al presentar no necesa-riamente una depresión, sino al-gún otro padecimiento psicoló-gico, por ejemplo. La Asociación Nacional de Farmacias de Méxi-co (Anafarmex) es� ma que en los úl� mos cuatro años se ha in-crementado entre un 12 y 15 por ciento la venta de sustancias para tratar la depresión y la ansiedad, lo que atribuye al estado de estrés y pre-ocupación constante en que se encuentra la pobla-ción, en donde las difi cultades e-conómicas se ubican como una de las principales causas.

No obstante, es precisamen-te ese fácil acceso a un trata-

miento an� depresivo la ra-zón por la cual los médicos rechazan que todo ‘bajón’

pueda ser califi cado como de-pueda ser califi cado como de-presión.presión. El estrés, cansancio oepisodios de tristeza no deben confundirse con un desbalance químico. Los especialistas afir-man que hay otras enfermeda-des que engades que engañan, como el hipo-ñan, como el hipo-� roidismo, pues “síntomas co-mo la falta de ‘ganas’, mucho sue-ño o ánimo decaído se confun-den con depresión y en realidad lo que ocurre es una carencia dehormona � roidea”, apunta el Psi-quiatra Gerardo Anguiano.

Nuestra sociedad está bom-bardeada por ideas de familias felices, profesionistas exitosos y matrimonios perfectos. Como señala Anguiano, “la fantasía de que todo es bonito se vuelve un obje� vo de vida”, y la búsqueda de esa sa� sfacción sempiterna nos ha hecho intolerantes a la frustración.

¿UN MUNDO FELIZ?

Hacia dónde camina un mundo con 120 millones de personas con depresión y 850 mil suici-Hacia dónde camina un mundo con 120 millones de personas con depresión y 850 mil suici-dios anuales vinculados a esa aplastante enfermedad? Es ya muy conocido que de acuerdo dios anuales vinculados a esa aplastante enfermedad? Es ya muy conocido que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se es� ma que para 2020 la depresión será la a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se es� ma que para 2020 la depresión será la

segunda causa de incapacidad para individuos de ambos sexos y de todas las edades, así que no es segunda causa de incapacidad para individuos de ambos sexos y de todas las edades, así que no es casualidad que cada vez más personas caigan en dicho estado, si bien sólo un cuarto de los enfermos casualidad que cada vez más personas caigan en dicho estado, si bien sólo un cuarto de los enfermos � ene acceso a un tratamiento efec� vo.

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baja autoes� ma son propensos mos llamar depresión a cual- Los especialistas creen que al estado de estrés y pre-ocupación constante en que se encuentra la pobla-ción, en donde las difi cultades e-conómicas se ubican como una de las principales causas.

presión.presión.episodios de tristeza no confundirse con un desquímico. Los man que hay des que engades que enga� roidismo, � roidismo, mo la falta mo la falta ño o ániño o ániden con den con lo que lo que horhorquiatra Gerardo Anguiano.quiatra Gerardo Anguiano.

bardeada por ideas de familias bardeada por ideas de familias felices, profesionistas exitosos felices, profesionistas exitosos y matrimonios perfectos. Como y matrimonios perfectos. Como señala Anguiano, “la fantasía de señala Anguiano, “la fantasía de que todo es bonito se vuelve un que todo es bonito se vuelve un obje� vo de vida”, y la búsqueda obje� vo de vida”, y la búsqueda de esa sa� sfacción sempiterna de esa sa� sfacción sempiterna nos ha hecho intolerantes a la nos ha hecho intolerantes a la frustración.frustración.

México no han aumen-tado considerablemente, sino

que se encuentra la pobla-ción, en donde las difi cultades e-

Hacia dónde camina un mundo con 120 millones de personas con depresión y 850 mil suici-dios anuales vinculados a esa aplastante enfermedad? Es ya muy conocido que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se es� ma que para 2020 la depresión será la

segunda causa de incapacidad para individuos de ambos sexos y de todas las edades, así que no es ¿

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ADIÓS A FREUD

ra la estudiante perfec-ta, una estrellita”, cuen-ta Mariana, comunicó-

loga de 29 años y responsabledel área de prensa de una em-presa de telecomunicaciones. En 2001, recuerda, todo resplan-decía para ella. Buenas califi ca-ciones, destacada en la polí� caestudian� l, miembro de un gru-po de teatro, una estable rela-ción de pareja y un proyecto pa-ra pasar un año de intercambio

en Bélgica. Sin embargo al-go falló. A pesar de su exce-

lente rendimiento académico, el único si� o para los estudios en aquél país fue otorgado a o-tra alumna. “Y no lo pude con-trolar”, cuenta con seriedad en la sala de su casa en la Ciudad de México. “Lloré por semanas, hablé con mucha gente, pero no pude cambiar nada”. La opción que aceptó resignada, fue un in-tercambio en Argen� na. “En el plan de mi vida perfecta, lo que seguía por alcanzar era estudiar

en el extranjero y me fui sin te-en el extranjero y me fui sin te-ner ganas”.

El resultado de la experien-cia fue un largo periodo de sole-cia fue un largo periodo de sole-dad. “A pesar de estar en un país dad. “A pesar de estar en un país bonito me encerré en mí misma y no disfruté nada”. Mariana, al-y no disfruté nada”. Mariana, al-ta, arreglada, de facciones fi nas ta, arreglada, de facciones fi nas y un largo cabello castaño, se re-y un largo cabello castaño, se re-fugió en la comida y subió 20 ki-fugió en la comida y subió 20 ki-los en un año. Al regresar a su ciudad natal para las fi estas de-ciudad natal para las fi estas de-cembrinas, el llanto y la sensa-cembrinas, el llanto y la sensa-ción de haber perdido un lapso ción de haber perdido un lapso su vida, no cesaban. “La frustra-su vida, no cesaban. “La frustra-

ción de no recuperarme me po-nía irritable, así que comencé a pelear con mi novio, hasta que terminamos”. Y ese fue el pun-to de infl exión. La chica que an-tes era una estudiante brillante comenzó a faltar a clases, a ale-jarse de sus amigos. Abandonó el grupo de teatro y dejó de a-rreglarse, hasta el punto de no reconocerse.

“Pla� qué con mi mamá y le hablé sobre la posibilidad de ver a un psiquiatra o a un psicólogo, pero se sacó de onda”, dice, y después de una pausa se since-ra. “La verdad a mí también me pareció que un psiquiatra era unpareció que un psiquiatra era unexceso”. En pleno siglo XXI se de-jó llevar por los prejuicios y de-cidió darle la espalda a la Psico-logía y a la Psiquiatría. Adiós a Freud y bienvenida la farmaco-logía. Así, el consenso familiar fue visitar a un neurólogo que diagnos� có neurosis depresiva. El remedio: 10 miligramos de Lexapro (escitalopram, un inhi-bidor selec� vo de la serotoni-na) por la mañana y 1.5 gramos de Lexotan (bromazepam, para comba� r la ansiedad y la ten-sión) por la noche.sión) por la noche.

“Me sen� mucho mejor”, a-cepta. “Incluso mis amigos me empezaron a decir que volvían a ver en mí a la persona de an-tes, pero no fui disciplinada en el tratamiento y a los tres meses lo dejé”. Como era de esperar-se, la depresión volvió a llegar no sólo una sino dos veces, ca-da vez más aguda. A la fecha su balance arroja casi una década de padecer una enfermedad mal atendida, todo por recurrir a lo que creyó más rápido y efec-� vo. “Ahora que lo pienso no sé por qué no me apegué a un psi-cólogo y a un psiquiatra”, relata. En su úl� mo episodio depresi-vo, Mariana decidió llevar a aca-bo lo que debió hacer desde un principio: pedir ayuda profesio-

ADIÓS A FREUD

ción de no recuperarme me po-nía irritable, así que comencé a pelear con mi novio, hasta que terminamos”. Y ese fue el pun-to de infl exión. La chica que an-tes era una estudiante brillante comenzó a faltar a clases, a ale-jarse de sus amigos. Abandonó el grupo de teatro y dejó de a-rreglarse, hasta el punto de no reconocerse.

hablé sobre la posibilidad de ver a un psiquiatra o a un psicólogo, pero se sacó de onda”, dice, y después de una pausa se since-ra. “La verdad a mí también me pareció que un psiquiatra era unpareció que un psiquiatra era unexceso”. En pleno siglo XXI se de-jó llevar por los prejuicios y de-cidió darle la espalda a la Psico-logía y a la Psiquiatría. Adiós a Freud y bienvenida la farmaco-logía. Así, el consenso familiar fue visitar a un neurólogo que diagnos� có neurosis depresiva. El remedio: 10 miligramos de Lexapro (escitalopram, un inhi-bidor selec� vo de la serotoni-na) por la mañana y 1.5 gramos de Lexotan (bromazepam, para comba� r la ansiedad y la ten-sión) por la noche.sión) por la noche.

cepta. “Incluso mis amigos me empezaron a decir que volvían a ver en mí a la persona de an-tes, pero no fui disciplinada en el tratamiento y a los tres meses

ra la estudiante perfec-

en Bélgica. Sin embargo al-go falló. A pesar de su exce-

lente rendimiento académico,

loga de 29 años y responsable“E

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nal. Ahora visita semanalmente a una psicóloga, y � ene una cita mensual con un psiquiatra.

“Se me va casi la mitad de mi

sueldo en terapias, consultas y medicamentos”, lamenta, pero ha comenzado a sen� r un alivio real y más integral. La psicóloga

le ha enseñado a lidiar con frus-le ha enseñado a lidiar con frus-le ha enseñado a lidiar con frus-traciones y a cambiar patrones traciones y a cambiar patrones traciones y a cambiar patrones de pensamiento, mientras que de pensamiento, mientras que con el psiquiatra ha entendido

que sus emociones es-tán enfermas, así que la

culpa por sen� rse triste durante culpa por sen� rse triste durante tanto � empo, poco a poco remi-te. Y si bien acepta que no está feliz todo el � empo, ha aprendi-do que las difi cultades de la vida

“nunca se van a acabar y lo impor-tante es saber enfrentarlas”.

EL ÁNIMOEN UN PASTILLERO

No todas las personas � enen la disposición pa-ra dedicar tiempo y di-

nero a sentarse frente a un pro-fesional que escarbe en su más � erna infancia y encuentre ahí las razones de su preocupación, tristeza, ansiedad, soledad o ra-bia. De ahí que los especialistas mexicanos carezcan de datos fi -dedignos que les permitan veri-fi car si el consumo de an� depre-sivos efec� vamente va en franco aumento, sin embargo, apuestanaumento, sin embargo, apuestanporque es así. Y aunque señalan que el apogeo del uso de pas� -llas para remediar el ánimo fue en los noventa, en Estados Uni-dos, aquí y ahora también se

‘cuecen habas’ o mejor dicho, se ingieren ansiolí� cos. “No puedo dar una cifra ofi cial sobre la in-gesta de ansiolí� cos en México, pero no es extremadamente al-

ta, por cues� ón cultural: to-mar an� depresivos es vis-to socialmente como un

síntoma de locura y no co-mo remedio a una enfermedad”, afi rma el Doctor Anguiano.

No obstante, existen datos que otorgan luz sobre el incre-mento en la ingesta de an� de-presivos en México, como los o-frecidos por la Junta Internacio-nal de Fiscalización de Estupefa-cientes (ofi cina de la ONU encar-gada de vigilar el cumplimien-to de los acuerdos internaciona-les en materia de estupefacien-

“Se me va casi la mitad de mi real y más integral. La psicóloga con el psiquiatra ha entendido tanto � empo, poco a poco remi-te. Y si bien acepta que no está feliz todo el � empo, ha aprendi-do que las difi cultades de la vida

“nunca se van a acabar y lo impor-tante es saber enfrentarlas”.

EL ÁNIMOEN UN PASTILLERO

nero a sentarse frente a un pro-fesional que escarbe en su más � erna infancia y encuentre ahí las razones de su preocupación, tristeza, ansiedad, soledad o ra-bia. De ahí que los especialistas mexicanos carezcan de datos fi -dedignos que les permitan veri-fi car si el consumo de an� depre-sivos efec� vamente va en franco aumento, sin embargo, apuestanaumento, sin embargo, apuestanporque es así. Y aunque señalan porque es así. Y aunque señalan que el apogeo del uso de pas� -que el apogeo del uso de pas� -llas para remediar el ánimo fue llas para remediar el ánimo fue en los noventa, en Estados Uni-en los noventa, en Estados Uni-dos, aquí y ahora también se dos, aquí y ahora también se

‘cuecen habas’ o mejor dicho, se ‘cuecen habas’ o mejor dicho, se ingieren ansiolí� cos. “No puedo ingieren ansiolí� cos. “No puedo dar una cifra ofi cial sobre la in-dar una cifra ofi cial sobre la in-gesta de ansiolí� cos en México, gesta de ansiolí� cos en México, pero no es extremadamente al-pero no es extremadamente al-

mo remedio a una enfermedad”, mo remedio a una enfermedad”, afi rma el Doctor Anguiano.afi rma el Doctor Anguiano.

que otorgan luz sobre el incre-que otorgan luz sobre el incre-mento en la ingesta de an� de-mento en la ingesta de an� de-presivos en México, como los o-presivos en México, como los o-frecidos por la Junta Internacio-frecidos por la Junta Internacio-nal de Fiscalización de Estupefa-nal de Fiscalización de Estupefa-cientes (ofi cina de la ONU encar-cientes (ofi cina de la ONU encar-gada de vigilar el cumplimien-gada de vigilar el cumplimien-to de los acuerdos internaciona-to de los acuerdos internaciona-les en materia de estupefacien-les en materia de estupefacien-

síntoma de locura y no co-mo remedio a una enfermedad”, mo remedio a una enfermedad”, mo remedio a una enfermedad”,

ta, por cues� ón cultural: to-

No todas las personas � enen la disposición pa-ra dedicar tiempo y di-

nero a sentarse frente a un pro-nero a sentarse frente a un pro-N

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tes), que en 2007 afi rmó que el tes), que en 2007 afi rmó que el consumo de tratamientos an� -consumo de tratamientos an� -depresivos en México se había depresivos en México se había acrecentado un 50 por ciento acrecentado un 50 por ciento en hombres y un 23 por cientoen hombres y un 23 por cientoen mujeres, cifras dignas de con-en mujeres, cifras dignas de con-sideración. Los lugares con au-sideración. Los lugares con au-mentos más significativos: la mentos más significativos: la Ciudad de México y Tijuana.

El hit paradeComo en todo producto comer-Como en todo producto comer-cial, las empresas luchan por cial, las empresas luchan por tener el primer lugar en el mer-tener el primer lugar en el mer-cado. “Con el lanzamiento de cado. “Con el lanzamiento de Prozac (fl uoxe� na), Eli Lilly, que Prozac (fl uoxe� na), Eli Lilly, que antes era una farmacéu� ca pe-antes era una farmacéu� ca pe-

queña y fi guraba poco en el queña y fi guraba poco en el mercado, se hizo millona-mercado, se hizo millona-ria”, apunta el Psiquiatra ria”, apunta el Psiquiatra

Mario Alberto Olivares. Han bastado seis años para Han bastado seis años para

que Prozac se convierta en el fár-fár-maco estrella de Lilly, reza un un ar� culo � tulado El fenómeno no Prozac, publicado en 1994 en en el diario español El Mundo. En En 2008, los ingresos de dicha em-em-presa llegaron a los 20 mil millo-millo-nes de dólares y la revista Fortu-Fortu-ne la ubica como la décima com-la ubica como la décima com-pañía más grande del ámbito en pañía más grande del ámbito en el mundo. Además, Eli Lilly ma-el mundo. Además, Eli Lilly ma-nufactura y distribuye gran can-nufactura y distribuye gran can-� dad de productos psiquiátricos � dad de productos psiquiátricos o auxiliares para enfermedades o auxiliares para enfermedades como depresión, desorden de como depresión, desorden de ansiedad generalizada, droga-ansiedad generalizada, droga-dicción, insomnio, trastorno bi-dicción, insomnio, trastorno bi-polar o esquizofrenia.

Para mayor suerte de la em-Para mayor suerte de la em-presa, sus medicamentos se en-presa, sus medicamentos se en-cuentran entre los más exitosos cuentran entre los más exitosos del mercado. En cualquier clasi-del mercado. En cualquier clasi-fi cación al es� lo hit parade mu- mu-sical, aparecerían los nombres de drogas como Cialis, Cymbalta, Gemzar o Metadona.

An� depresivos los hay de varios � pos, pero en cualquiera de los casos actúan con los neu-rotransmisores, que son sustan-cias que inhiben o es� mulan la ac� vidad neuronal y por lo tan-

to ‘mueven’ nuestras emocio-nes. Los neurotransmisores más vinculados con la presencia de la depresión (y en consecuencia con su tratamiento) son la se-rotonina, la noradrenalina y la dopamina.

Así, según el an� depresivo que se prescriba, lo que se bus-

ca es aumentar la producción de determinado neurotransmi-sor, o normalizar sus niveles (si hay algo que bloquee su elabo-ración estándar), o bien regular las sustancias que los inac� van (por ejemplo las enzimas monoa-minooxidasas), para que perma-nezcan en función más � empo.

La afamada Clínica Mayo con sede en Rochester, Minnesota y el si� o de Internet especiali-zado en mercadotecnia farma-céu� ca www.internetdrugnews.com, clasifi can los an� depresi-vos en tres grandes diferentes familias, de acuerdo a su acción concreta.

Han bastado seis años para

Cabe mencionar que ademásde los tres anteriores, la Clínica Mayo incluye dos grupos más: los tetracíclicos, y los inhibido-res de la reabsorción y bloquea-dores de la recepción.

Interrogados sobre la temi-da posibilidad de que los an� -depresivos puedan causar adic-ción, los médicos consultados por Siglo nuevonuevo coincidieron en señalar que, más que una a-dicción, este � po de fármacos debe re� rarse a los usuarios de manera gradual con la intención de evitar toda clase de efectos secundarios; sin embargo, los pacientes suelen desatender es-ta recomendación.

¿Alivio inmediato?‘Farmacología cosmética’. Hace 17 años, en su libro Escuchando al Prozac, el psiquiatra estadou-nidense Peter Kramer acuñó esetérmino para referirse a los me-dicamentos que si bien desde su concepción � enen un propósito

noble, la sociedad los ha conver-� do en una especie de maquilla-je para cubrir pequeñas (o muygrandes) imperfecciones en la

personalidad, apariencia o vida. Kramer se refi rió exclusiva-

mente al Prozac y a cómo su con-sumo cambió la vida de 10 mi-

llones de personas en todo el llones de personas en todo el mundo en los noventa, pero lo mundo en los noventa, pero lo cierto es que los especialistas cierto es que los especialistas reconocen la existencia de pa-reconocen la existencia de pa-

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Inhibidores selec� vosde la recaptación de serotonina

Inhibidores de la monoaminooxidasala monoaminooxidasa

Tricíclicos

¿Cómo funcionan?Bloquean la reabsorción de serotonina, lo que hace que se produzca más en el cerebro.

Efectos secundariosNáusea, baja en el deseo sexual, sequedad bucal, dolores de cabeza, diarrea, agitación, sudoración, aumento de peso, insomnio, etcétera.

¿Cómo funcionan?Con ellos, la enzima monoamino-oxidasa evita que se metabolicen la noradrenalina, la serotonina y la dopamina en el cerebro, por lo que los niveles permanecen altos y mejora el humor.

Los más exitososNardil (fenelzina), Parnate (tranilci-promina), Marplan (isocarboxasid), Emsam (selegilina, cuya presenta-ción es un parche).

Efectos secundariosSomnolencia, diarrea y malestar estomacal, fatiga, sequedad bucal, mareos, aumento de peso, sudora-ción excesiva, baja presión arterial, entre otros.

¿Cómo funcionan?Inhiben la reabsorción de serotoni-na y noradrenalina por las células cerebrales, y en menor medida de la dopamina. Por mucho tiempo se mantuvieron entre los más receta-dos, antes de la llegada de nuevas fórmulas.

Efectos secundariosSon menos selectivos en las células que afectan, tienen más efectos secundarios, como: visión borrosa, constipación, retención urinaria, mareos, disfunciones sexuales, aumento del ritmo cardiaco, sensi-bilidad a la luz del sol, debilidad.

Los más exitososAnapsique (amitriptilina), Asendin (amoxapina), Nopamin (desiprami-na), Sinequan (doxepina), Tofranil (imipramina), Pamelor (nortriptilina), Vivactil (protriptilina), Surmontil (trimipramina).

Los más exitososCelexa (citalopram), Lexapro (escitalopram), Prozac y Pro-zac semanal (fl uoxetina), Paxil o Pexeva (paroxetina) y Zoloft (sertralina).

Efectos secundarios

estomacal, fatiga, sequedad bucal, Somnolencia, diarrea y malestar Efectos secundariosSomnolencia, diarrea y malestar

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cientes que, por impacientes, convierten su receta en lo que nombran lifestyle drugs: drogas para un es� lo de vida. Viendo

los fármacos de esa manera, quienes desean mejorar de manera fácil su salud (ata-cando los síntomas y no la

raíz del problema) y llenar una carencia que se presenta en su día a día, encuentran algo pare-cido a un bienestar inmediato. En los países desarrollados, el acceso a estas sustancias ame-naza la sustentabilidad finan-ciera de los sistemas de salud, afi rma un estudio publicado re-cientemente por el Departamen-to de Farmacología de la Univer-sidad de Liverpool. Entre los e-jemplos se mencionan píldoras para comba� r la obesidad, la para comba� r la obesidad, la

disfunción eréc� l y, por supues-to, a los an� depresivos.

Hay gente que encuentra un gran alivio en estos úl� mos, al sentir una respuesta rápida a su malestar y al sufrimiento que se experimenta en los ca-sos severos de depresión; pe-ro un sin� n de individuos opta por con� nuar usándolos ya ter-minado el tratamiento. También hay quienes una vez superada la depresión, al primer obstácu-lo que parece infranqueable, re-gresan a tomar fármacos, ante el temor de un nuevo episodio de la enfermedad.

El primer acercamiento alos antidepresivos suele ser mediante la indicación de un especialista y con una receta en mano; pero según la Psicóloga mano; pero según la Psicóloga

Lourdes Otero, hay pacientes Lourdes Otero, hay pacientes con depresión moderada que con depresión moderada que no necesariamente los requie-no necesariamente los requie-ren. Este abuso de las recetasmédicas, afi rma Otero, es res-médicas, afi rma Otero, es res-ponsabilidad tanto de los psicó-ponsabilidad tanto de los psicó-logos como de los psiquiatras. logos como de los psiquiatras.

“Un psicólogo que no sepa lle-var bien su clínica canalizará a muchos pacientes hacia un psi-quiatra”, asevera. En su opinión, la tristeza y la depresión de mo-derada a media, pueden ser su-peradas con terapia en gran par-te de los casos. “El psiquiatra de-be estudiar el caso y valorar a fondo si el paciente necesita e-fec� vamente algún agente quí-mico”, comenta. Sin embargo esto no siempre es así. Y si bien podría pensarse que quien ga-na en dicho caso es el especia-na en dicho caso es el especia-

lista, en realidad las verdaderas benefi ciadas son las compañías farmacéu� cas, que se abultan el bolsillo con la venta sosteni-da de sus productos.

URGENCIAURGENCIAPOR ESTAR BIEN

Como ya se mencionó, esresponsabilidad de un terapeuta hacer una e-

valuación minuciosa para sope-sar si una persona padece una depresión, y en consecuencia sa-ber si requiere fármacos para a-tenderla, y determinar asimis-mo si es endógena (causada por desajustes en la química cere-bral) o exógena (como reacción a un evento traumá� co). a un evento traumá� co).

raíz del problema) y llenar una

Como ya se mencionó, esresponsabilidad de un terapeuta hacer u

valuación minuciosa para C

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Si el caso puede atenderse sin químicos, existen múl� ples alterna� vas para tratar ‘bajones’ de ánimo, nerviosismo constan-te o temor. Desbancado el psi-coanálisis de Freud como rey de las terapias psicológicas, hace muchos años que ir al psicólogo es mucho más que acostarse en un diván y soltar todas las ideas que uno tenga en la cabeza, por más absurdas que sean.

Surgida en un principio co-mo contracorriente de Freud, lapsicología humanista dejó de centrarse en las patologías de la persona, para enfocarse en que cada ser humano es único e irre-pe� ble. De ahí que ahora se ha-ble de opciones más complejas y por tanto más completas. Hoy en día someterse a psicoterapia es reconfortante para muchos, pero hay quienes le dan la espal-

da en su urgencia por sen� rse bien.

La revista Medscape asegu-ra en un ar� culo publicado en2000, � tulado Endogenous Ver-sus Exogenous: S� ll Not the Is-sue apunta que para medicar aun paciente con depresión, el o-rigen de la enfermedad es com-pletamente irrelevante. Lo ver-daderamente trascendental al ofrecer como opción de trata-miento un an� depresivo es la gravedad del padecimiento y el � empo que se ha vivido con él.

Los médicos reconocen la e-xistencia de pacientes que en algún punto pudieron haber en-contrado en la psicoterapia una mejor alterna� va para su mal, pero � enen un argumento para defender que una vez llegado al consultorio, se quede con e-llos. “Llegan cuando ya se sien-

ten muy mal y no tienen otra opción”, afi rma el Doc-tor Anguiano. Sin embargo uno de sus colegas discrepa: “Todo mundo corre primero al psicólo-go y después al psiquiatra y de-bería ser al revés. El psiquiatra debe determinar si el paciente sufre una depresión o está pa-sando por un episodio de triste-za”, afi rma el Doctor Olivares.

Opiniones aparte, la realidad nos muestra que en algunos es-tratos sociales es común acudir con regularidad a un psicólogo, pues someterse a psicoterapia está de moda y señala cierto es-tatus socioeconómico. Por otro lado también es habitual que muchas personas, en su afán de obtener una solución inmedia-ta a cualquier moles� a emocio-nal, vean a la Psiquiatría como quien ve un local de comida rá-

pida y buscan en prime-ra instancia la ayuda far-

macológica, ‘brincándose’ la te-macológica, ‘brincándose’ la te-rapia psicológica que quizá sería rapia psicológica que quizá sería más indicada para su situación, más indicada para su situación, por lo que en esta clase de casos por lo que en esta clase de casos queda en la é� ca del especialis-queda en la é� ca del especialis-ta admi� r a un paciente o bien, ta admi� r a un paciente o bien, canalizarlo al psicólogo.canalizarlo al psicólogo.

“SU VENTA“SU VENTA((NO) REQUIERE RECETA MRECETA MÉ

REQUIERE É

REQUIERE DICA”

Siete por ciento de la po-blación mexicana pade-ce depresión o ansiedad,

según cifras de la farmacéusegún cifras de la farmacéuti-ca mexicana Psicofarma, y en ca mexicana Psicofarma, y en el Hospital Psiquiátrico Fray Ber-el Hospital Psiquiátrico Fray Ber-nardino Álvarez, su jefe de con-nardino Álvarez, su jefe de con-sulta externa, Alvar Colonia, afi r-sulta externa, Alvar Colonia, afi r-ma que en un año las consultas ma que en un año las consultas

tor Anguiano. Sin embargo uno macológica, ‘brincándose’ la te-macológica, ‘brincándose’ la te-

Siete por ciento de la po-blación mexicana pade-ce depresión o ansie

según cifras de la farmacéusegún cifras de la farmacéuS

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han aumentado en un 20 por ciento.

Con más de siete millones Con más de siete millones de mexicanos deprimidos, no es de mexicanos deprimidos, no es de extrañar que en México sede extrañar que en México sevendan más de 80 an� depresi-vendan más de 80 an� depresi-

vos, según la Anafarmex. vos, según la Anafarmex. Su presidente, Antonio Su presidente, Antonio Pascual Feria, asegura Pascual Feria, asegura que cada año los esta-que cada año los esta-

blecimientos � enen por blecimientos � enen por lo menos tres verifi caciones lo menos tres verifi caciones

por parte de las autoridades fe-por parte de las autoridades fe-derales de salud, para corrobo-derales de salud, para corrobo-rar si cumplen con la leyenda rar si cumplen con la leyenda que aparece en casi todo medi-que aparece en casi todo medi-camento: Su venta requiere re-Su venta requiere re-ceta médica.

La Ley General de Salud, vi-La Ley General de Salud, vi-gente desde 1984, clasifi ca en gente desde 1984, clasifi ca en seis familias los fármacos que seis familias los fármacos que se expenden y sólo dos de ellos se expenden y sólo dos de ellos son de ‘libre venta’, no obstan-son de ‘libre venta’, no obstan-

te, Pascual Feria reconoce un te, Pascual Feria reconoce un margen en donde no se si-margen en donde no se si-gue la “prác� ca de pedir u-gue la “prác� ca de pedir u-na receta para sur� r el me-na receta para sur� r el me-

dicamento”. Sin embargo, en dicamento”. Sin embargo, en la expedición de an� depresivos, la expedición de an� depresivos, las farmacias “son más riguro-son más riguro-sas”, dice.

Siglo nuevonuevo acompañóa Mariana, la paciente de neurosis depresiva, a adqui-rir una caja con 28 comprimi-dos de Lexapro. El primer inten-dos de Lexapro. El primer inten-to: la farmacia de un gran super-to: la farmacia de un gran super-mercado. A pesar de que conta-mercado. A pesar de que conta-ba con la receta, no fue necesa-ba con la receta, no fue necesa-rio ponerla frente al mostrador. rio ponerla frente al mostrador. La transacción se hizo sin más La transacción se hizo sin más preguntas.

Sin embargo, al tratar de con-Sin embargo, al tratar de con-seguir un antidepresivo distin-seguir un antidepresivo distin-to en compañía de otra pacien-to en compañía de otra pacien-te, el resultado fue otro. Elia, Li-te, el resultado fue otro. Elia, Li-cenciada en Pedagogía en año cenciada en Pedagogía en año sabá� co, está en tratamiento sabá� co, está en tratamiento por depresión desde hace 12 por depresión desde hace 12 meses. Recientemente acaba meses. Recientemente acaba de cambiar de médico y de fár-de cambiar de médico y de fár-maco. Parte de su prescripción maco. Parte de su prescripción son tres gotas de clonazepam son tres gotas de clonazepam (comercializado por la suiza Ro-(comercializado por la suiza Ro-

che como Rivotril) para inducir-le un sueño profundo. De tres intentos en dis� ntas farmacias, intentos en dis� ntas farmacias,

todos fallaron. Los locales de-todos fallaron. Los locales de-mandaron la receta e incluso en uno el dependiente especifi có uno el dependiente especifi có

que al mostrarla, el cliente de-be escribir en el anverso nom-bre, dirección y teléfono. bre, dirección y teléfono.

blecimientos � enen por lo menos tres verifi caciones

dicamento”. Sin embargo, en

rir una caja con 28 comprimi-

Siglo nuevo

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Pero conseguir el producto no es imposible. En Internet, varias páginas de anuncios cla-sifi cados ofrecen compra-venta de éste y otros an� depresivos. Como medio de contacto sola-mente incluyen un correo elec-trónico, pero -dicen- ofrecen pura calidad.

Adquirir un antidepresivo con o sin receta médica en nues-tro país, puede ser sencillo si se brincan algunas trancas. Para otras naciones, Internet ofrecela misma alterna� va. Basta que eche un ojo a la carpeta del co-rreo basura (spam) en su direc-ción electrónica y podrá ver mon-ción electrónica y podrá ver mon-tones de correos que ofrecen Cialis, Cymbalta y más medica-mentos, con precios por abajo del mercado y, naturalmente, del mercado y, naturalmente,

sin necesidad de acreditar una sin necesidad de acreditar una prescripción.

¿EN DÓNDE ESTÁLA FELICIDAD?

Para algunos pacientes ara algunos pacientes requiere más valor dejar requiere más valor dejar de tomar an� depresivos de tomar an� depresivos

(cuando el psiquiatra les indica (cuando el psiquiatra les indica que es el momento de hacerlo), que es el momento de hacerlo), que animarse inicialmente a re-que animarse inicialmente a re-conocer que requieren un trata-conocer que requieren un trata-miento médico.

La inseguridad, el temor a La inseguridad, el temor a que la enfermedad vuelva, la que la enfermedad vuelva, la percepción de que se � ene una percepción de que se � ene una vida tan compleja que es impo-sible lidiar con ella sin una ‘ayu-dita’; son muchos los pretextos que las personas exponen para que las personas exponen para

quedarse en un tratamiento si se apegan a esa idea. Pongamos el ejemplo de un matrimonio en donde la mujer va al psiquiatra. Biológicamente, esa persona puede experimentar una mejo-ría; sin embargo, si � ene como trasfondo un ambiente desa-gradable, el estrés hará lo suyo.

“Saldrá de la depresión, pero volverá a caer en ella una y otra vez, y querrá seguir tomando el tratamiento”, comenta An-guiano. Esta es una de las razo-nes por las que hay pacientes que comienzan a medicarse y ja-más abandonan el refugio que ven en su caja de tabletas, pues creen que la felicidad vive ahí.

Pero si la felicidad no viene entonces en un blíster de 14 ó 28 tabletas que deben ser rece-28 tabletas que deben ser rece-

tadas por un psiquiatra, ¿en dónde reside entonces, y por qué estamos obsesionados con vivir en un mundo tan perfecto como el de los comerciales?

La rapidez con la que vivi-mos y la infl uencia de los medios de comunica-ción nos bombardean la necesidad de estar contentos “aquí, ahora, porque nosotros queremos y porque es lo correcto”.

“Se vuelve un obje� vo de vida que todo sea bonito y que siem-pre seamos felices”, comenta el Psiquiatra Alvar Colonia. Pelícu-las, comerciales y programas de televisión nos venden esa idea. Junto a ello, el deseo de una sa-� sfacción rápida y fácil. “Nos he-mos hecho cada vez más intole-mos hecho cada vez más intole-

medios de comunica-

contentos “aquí, ahora, porque

mos y la infl uencia de los

Para algunos pacientes requiere más valor dejar de tomar an� depresivos

(cuando el psiquiatra les indica P

rantes a la frustración y evita-mos los esfuerzos. Queremos un matrimonio feliz pero sin trabajar en la pareja; queremos dinero fácil y aumenta la delin-cuencia”, subraya.

Lo irónico es que quizá en e-so que tanto desdeñamos está la clave para la felicidad, pues el trabajo diario por una vida más sana (en lo � sico, lo nutricional, lo mental y lo espiritual), puede ser el factor de calma para nues-tra vida.

Dicen por ahí que la felicidad es un camino, no un des� no. In-

cluso los psicólogos recomien-dan construir la vida paso

por paso y día a día, poner manos a la obra para que nuestro alrededor (pare-ja, trabajo, hijos, etcéte-ra) y sobre nosotros mis-

mos, seamos más fl exibles, pues lo rígido � ende a romperse.

Lo sabemos. No existe la olla repleta de oro al fi nal del arcoí-ris, ni una varita mágica que so-lucione una relación de pareja enferma, una autoes� ma baja, ni la frustración que causa no te-ner empleo. Pero lo bueno no se construye de la noche a la maña-na y tampoco de esa forma se cura la depresión o la ansiedad.

Acudir con un psiquiatra y/o un psicólogo es una inversión. ¿A qué plazo? Sólo ellos con su conocimiento, y la vida con sus avatares, lo dirán. §

Fuentes: Psiquiatra Mario Alberto Oli-

vares, integrante de la Clínica Sepúl-

veda y Asociados; Psiquiatra Gerardo

Anguiano, médico del Hospital Ángeles

del Pedregal; Mariana, paciente con

neurosis depresiva; Psicóloga Lourdes

Otero, ex jefa de Psicología del Ins� tu-

to Nacional de Psiquiatría; Psiquiatra

Alvar Colonia, jefe de consulta externa

del Hospital Fray Bernardino Álvarez;

Elia, paciente con depresión; Antonio

Pascual Feria, Presidente de la Asocia-

ción Nacional de Farmacias de México.

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rantes a la frustración y evita-mos los esfuerzos. Queremos un matrimonio feliz pero sin trabajar en la pareja; queremos dinero fácil y aumenta la delin-

Lo irónico es que quizá en e-so que tanto desdeñamos está la clave para la felicidad, pues el trabajo diario por una vida más sana (en lo � sico, lo nutricional, lo mental y lo espiritual), puede ser el factor de calma para nues-

Dicen por ahí que la felicidad es un camino, no un des� no. In-

cluso los psicólogos recomien-dan construir la vida paso

por paso y día a día, poner manos a la obra para que nuestro alrededor (pare-ja, trabajo, hijos, etcéte-ra) y sobre nosotros mis-

mos, seamos más fl exibles, pues

Lo sabemos. No existe la olla repleta de oro al fi nal del arcoí-ris, ni una varita mágica que so-lucione una relación de pareja enferma, una autoes� ma baja, ni la frustración que causa no te-ner empleo. Pero lo bueno no se construye de la noche a la maña-na y tampoco de esa forma se cura la depresión o la ansiedad.

Acudir con un psiquiatra y/o un psicólogo es una inversión. ¿A qué plazo? Sólo ellos con su conocimiento, y la vida con sus

Fuentes: Psiquiatra Mario Alberto Oli-

vares, integrante de la Clínica Sepúl-

veda y Asociados; Psiquiatra Gerardo

Anguiano, médico del Hospital Ángeles

Siglo nuevo

dan construir la vida paso

mos, seamos más fl exibles, pues

UN MUNDO DEPRIMIDOUN MUNDO DEPRIMIDO

PAÍS POBLACIÓN CON DEPRESIÓN PAÍSMéxicoItaliaNigeria

POBLACIÓN CON DEPRESIÓNEstados UnidosFranciaColombia España

9.6 por ciento8.5 por ciento6.8 por ciento4.9 por ciento

4.7 por ciento3.8 por ciento0.8 por ciento

Fuente: Revista Forbes.