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LA PASTORAL JUVENIL EN EL DOCUMENTO DE APARECIDA. RELACIONES Y REFLEXIONES La Pastoral Juvenil en el Documento de Aparecida. Relaciones y reflexiones P. Raúl Díaz Quiroz 1. Los jóvenes en el Documento de Aparecida Los jóvenes y la acción pastoral centrada en ellos son una realidad que recorre todo el documento: - La avidez del mercado que descontrola a los jóvenes (50), - que tienen una educación de baja calidad y por ello no tienen oportunidad de trabajar (65), - desencantados por la política y la democracia (77), - involucrados en grupos violentos (78), - llamados a un compromiso en el cuidado de la creación (85), - se ha tomado conciencia de la importancia de la pastoral juvenil (99e), - una pastoral con un lenguaje poco significativo para los jóvenes (100d), - los ideales de los jóvenes alientan a la Iglesia latinoamericana (127), - el presbítero debe hacer un anuncio esperanzador y comprensible del evangelio para los jóvenes (194), - la catequesis debe ofrecer la posibilidad de formar a los jóvenes para ser testigos de la fe en las comunidades (303), - la parroquia debe ser un espacio para la formación en la fe y el crecimiento comunitario en medio de la crisis familiar que afecta a los jóvenes (304), - la pastoral vocacional debe ayudar a los jóvenes a encontrar el sentido de la vida y el proyecto de Dios para ellos (314), - son llamados para que acepten el llamado al sacerdocio o la vida consagrada (315), 1

Pastoral Juvenil y Aparecida

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El documento de Aparecida tiene una propuesta de pastoral integral, este artículo rescata lo referido a la pastoral juvenil

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La propuesta pastoral enfocada a los jvenes en el Documento de Aparecida

PAGE 9La Pastoral Juvenil en el Documento de Aparecida. Relaciones y reflexiones

La Pastoral Juvenil en el Documento de Aparecida. Relaciones y reflexionesP. Ral Daz Quiroz

1. Los jvenes en el Documento de Aparecida

Los jvenes y la accin pastoral centrada en ellos son una realidad que recorre todo el documento:

- La avidez del mercado que descontrola a los jvenes (50),

- que tienen una educacin de baja calidad y por ello no tienen oportunidad de trabajar (65),

- desencantados por la poltica y la democracia (77),

- involucrados en grupos violentos (78),

- llamados a un compromiso en el cuidado de la creacin (85),

- se ha tomado conciencia de la importancia de la pastoral juvenil (99e),

- una pastoral con un lenguaje poco significativo para los jvenes (100d),

- los ideales de los jvenes alientan a la Iglesia latinoamericana (127),

- el presbtero debe hacer un anuncio esperanzador y comprensible del evangelio para los jvenes (194),

- la catequesis debe ofrecer la posibilidad de formar a los jvenes para ser testigos de la fe en las comunidades (303),

- la parroquia debe ser un espacio para la formacin en la fe y el crecimiento comunitario en medio de la crisis familiar que afecta a los jvenes (304),

- la pastoral vocacional debe ayudar a los jvenes a encontrar el sentido de la vida y el proyecto de Dios para ellos (314),

- son llamados para que acepten el llamado al sacerdocio o la vida consagrada (315),

- los jvenes candidatos al sacerdocio son vctimas de la influencia negativa de la postmodernidad que les dificulta un proceso de formacin como discpulos y misioneros (318),

- los jvenes que quieren ser sacerdotes y provienen de familias pobres o indgenas deben llevar una formacin inculturada (325),

- los jvenes en la educacin catlica, la realidad y la propuesta (328-346),

- se invita a crear oportunidades econmicas para sectores desprotegidos, entre ellos los jvenes (406),

- se rechaza el asesinato de jvenes de la calle (410),

- los adictos dependientes, situacin y propuesta (422-426),

- los jvenes y los adolescentes, situacin y propuesta (442-446),

- la pastoral juvenil llamada a preparar a los jvenes varones para colaborar ms en la vida matrimonial, la paternidad y la ecuacin en la fe (463c),

- los anhelos de vida, paz, fraternidad y felicidad no encuentran respuesta en un ambiente en el que se vive la violencia sobre los jvenes (468),

- el Estado tiene el deber de ofrecer una educacin digna a los jvenes (481) y de no impedir el aprecio por los valores morales y el acercamiento a Dios (482),

- los obispos se comprometen a crear una cultura que proteja a los jvenes de la conculcacin de valores por los medios de comunicacin (486).

2. La propuesta pastoral centrada en los jvenes

La accin pastoral centrada en los jvenes en el documento recibe el nombre de Pastoral de Juventud (446) o Pastoral Juvenil (99e, 463c).Es en la tercera parte del Documento denominada: La vida de Jesucristo para nuestros pueblos, en el captulo 9, Familia, personas y vida, en donde se concentra la propuesta pastoral para los jvenes y adolescentes (9.3), pero hay otros aspectos que tambin tocan directamente la accin pastoral con los jvenes.

- El captulo 6: El itinerario formativo de los discpulos misioneros. Dentro del cual aparecen los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades (6.4.4) y la educacin catlica (6.4.6)

- El apartado 8.6 Rostros sufrientes que nos duelen. Dentro de este apartado aparecen las personas que viven la calle (8.6.1), los migrantes (8.6.2), los adictos dependientes (8.6.4) y los detenidos en la crcel (8.6.5).

En realidad en muchas partes del documento hay destellos que pueden orientar la accin pastoral con, por y desde los jvenes.

Partamos del ncleo dedicado especficamente a los jvenes y de all vallamos hacia otros aspectos.

2.1 La pastoral de adolescentes

Es cierto que en muchos de nuestros grupos juveniles hay adolescentes, aunque en realidad debera haber una accin pastoral pensada en ellos estrictamente:

442. Merece especial atencin la etapa de la adolescencia. Los adolescentes no son nios ni son jvenes. Los adolescentes no son nios ni son jvenes. Estn en la edad de la bsqueda de su propia identidad, de independencia frente a los padres, de descubrimiento del grupo. En esta edad, fcilmente pueden ser vctimas de falsos lderes constituyendo pandillas. Es necesario impulsar la pastoral de adolescentes, con sus propias caractersticas, que garantice su perseverancia y el crecimiento en la fe. El adolescente busca una experiencia de amistad con Jess.Estas lneas resultan orientadoras en varios puntos:- Las propuestas, las metodologas y las dinmicas del proceso de formacin no deben ser estandarizadas, pues la psicologa y las exigencias pedaggicas de un adolescente y un joven son distintas, por lo que se impone comprender y reorientar lo que hace de manera que se pueda ayudar de verdad en el crecimiento del adolescente y del joven.

- La construccin de la propia identidad en todos los niveles (fsico, psquico, religioso), dimensiones (humana, espiritual, intelectual y de compromiso) y relaciones (personal, comunitaria, csmica y con la trascendencia) ser el eje sobre el cual se articule todo proyecto de crecimiento integral, humano y cristiano.- En esa etapa el conflicto con las figuras de autoridad es algo propio, por lo que los asesores debern ser comprensivos y tolerantes en algunas manifestaciones hostiles.

- Una ventaja de esta etapa de la vida es la necesidad de pertenecer a un grupo. Si el joven no es atrado al grupo cristiano ser atrado por cualquier otro grupo, por lo que urge que los grupos se conviertan en espacios libres y amables para encontrarse a gusto en ellos.

- Una accin pastoral enfocada a la adolescencia debe tener en cuenta que se persigue la perseverancia y el crecimiento en la fe. No se puede hablar de pastoral de adolescentes si slo se dan iniciativas espordicas y desarticuladas, porque es muy difcil que con ellas se logre un crecimiento real e integral.- el sentido de amistad con Cristo ser el motor de todas las iniciativas y propuestas para esta etapa. Los conocimientos, las habilidades, los valores, la mstica desarrollados en el grupo de adolescentes debern inspirarse y pretender tener una relacin sana, de cercana, de t a t con Jesucristo.

2.2 El mundo juvenil2.2.1 Aspectos positivos443. Lo jvenes y adolescentes constituyen la mayora de la poblacin de Amrica Latina y de El Caribe. Representan un enorme potencial para el presente y futuro de la Iglesia y de nuestros pueblos, como discpulos y misioneros del Seor Jess. Los jvenes son sensibles a descubrir su vocacin y a ser amigos y discpulos de Cristo. Estn llamados a ser centinelas del maana, comprometindose en la renovacin del mundo a la luz del Plan de Dios. No temen el sacrificio ni la entrega de la propia vida, pero s una vida sin sentido. Por su generosidad estn llamados a servir a sus hermanos, especialmente a los ms necesitados con todo su tiempo y su vida. Tienen capacidad para oponerse a las falsas ilusiones de felicidad y a los parasos engaosos de la droga, el placer, el alcohol y a todas las formas de violencia. En su bsqueda de sentido de la vida, son capaces y sensibles para descubrir el llamado particular que el Seor Jess les hace. Como discpulos y misioneros, las nuevas generaciones estn llamadas a transmitir a sus hermanos jvenes sin distincin alguna, la corriente de vida que viene de Cristo, y a compartirla en comunidad construyendo la Iglesia y la sociedad.- La accin pastoral centrada en los jvenes se encuentra justificada por varios motivos:1) Estadstica: La cantidad de jvenes existentes ya es un motivo para optar por ellos. Descuidar su atencin pastoral es ignorar a la mayora y conformarse por minoras.

2) Prospectiva: Los jvenes de hoy son los que guiarn al mundo del maana, no slo en los mbitos macro, sino desde los mbitos micro del grupo de amigos, de trabajo, familia, comunidades. Si el joven del hoy se encuentra con Cristo vivo y crece en la aceptacin y vivencia de sus valores tendr herramientas para humanizar y vivir cristianamente en cualquier opcin, situacin u ocupacin en la que se encuentre. Entre l@s jvenes que se evangelizan hoy estn el futuro presbtero, la religiosa, el padre o madre de familia responsable, el laico comprometido.- La Iglesia latinoamericana ve a los jvenes con confianza, pudiera parecer ingenuidad, pero aunque el joven de hoy tiene muchas carencias no est imposibilitado para asumir valores cristianos que lo conviertan en un gestor de un presente y de un futuro mejor para todos.

2.2.2 Aspectos negativosLos nmeros 444-445 condensan de manera sinttica muchos aspectos que son descritos en otros nmeros del documento y muestran someramente el impacto que tienen sobre los jvenes.444. Por otro lado, constatamos con preocupacin que innumerables jvenes de nuestro continente atraviesan por situaciones que les afectan significativamente: las secuelas de la pobreza, que limitan el crecimiento armnico de sus vidas y generan exclusin; la socializacin, cuya transmisin de valores ya no se produce en las instituciones tradicionales, sino en nuevos ambientes no exentos de una fuerte carga de alienacin; su permeabilidad a las formas nuevas de expresiones culturales, producto de la globalizacin, lo cual afecta su propia identidad personal y social. Son presa fcil de las nuevas propuestas religiosas y pseudo religiosas. La crisis, por la que atraviesa la familia hoy en da, les produce profundas carencias afectivas y conflictos emocionales.- La pobreza de muchos es producto de la concentracin en manos de pocos de los recursos fsicos, monetarios, de informacin y de recursos humanos. No slo existe la pobreza econmica sino tambin la de conocimiento y del uso y acceso a nuevas tecnologas (cfr. No. 62).

- Una de las instituciones tradicionales de reproduccin cultural es la familia, pero est perdiendo su capacidad de ser un espacio de dilogo, de solidaridad entre generaciones y de transmisin de la fe; son los medios de comunicacin los que han tomado su lugar (cfr. No. 39).- Cuando el documento habla sobre los aspirantes al sacerdocio nos da un cuadro bastante preocupante de la situacin de los jvenes, provocado por la influencia negativa de la cultura postmoderna: fragmentacin de la personalidad, la incapacidad de asumir compromisos definitivos, la ausencia de madurez humana, el debilitamiento de la identidad espiritual, entre otros (cfr. No. 318).- Se habla de alienacin, un concepto que es muy amplio. Un ejemplo de esta situacin es que el joven de hoy vive inmerso en una cultura que hace autorreferencia al individuo, la consecuencia de ello es la indiferencia por el otro, que lo lleva a sentir que el otro no es necesario y por lo tanto tampoco es responsable de l. Los jvenes sienten que la vida es menos dramtica si no se tienen apegos personales, familiares y comunitarios, as est prcticamente impedido para sentirse solidario con otros. Incluso en el momento de la necesidad de sentirse querido puede comprar el afecto pues las relaciones humanas se viven como si fueran objetos de consumo, sin compromisos ni ataduras (cfr. No. 46).Los nums. 50-51 tambin nos describe el ambiente cultural en el que vive el joven de hoy

50. La avidez del mercado descontrola el deseo de nios, jvenes y adultos. La publicidad conduce ilusoriamente a mundos lejanos y maravillosos, donde todo deseo puede ser satisfecho por los productos que tiene un carcter eficaz, efmero y hasta mesinico. Se legitima que los deseos se vuelvan felicidad. Como slo se necesita lo inmediato, la felicidad se pretende alcanzar con el bienestar econmico y satisfaccin hedonista.

51. Las nuevas generaciones son las ms afectadas por esta cultura del consumo en sus aspiraciones personales y profundas. Crecen en la lgica del individualismo pragmtico y narcisista, que suscita en ellas mundos imaginarios especiales de libertad e igualdad. Afirman el presente porque el pasado perdi relevancia ante tantas exclusiones sociales, polticas y econmicas. Para ellos el futuro es incierto. Asimismo, participan de la lgica de la vida como espectculo, considerando el cuerpo como punto de referencia de su realidad presente. Tienen una nueva adiccin por las sensaciones y crecen en su mayora sin referencia a los valores e instancias religiosas.La descripcin del nmero 444 pudiera llevarnos a la conclusin de que es imposible realizar una accin pastoral en medio de los jvenes de hoy, pero debemos sentirnos retados por ella para ser ingeniosos misioneros, pues nos abre muchas posibilidades de realizar un profetismo autntico y actual y de plantarse como una opcin vlida para defender al humano, incluso de s mismo.a) La lucha contra la pobreza que margina al joven es un acicate para buscar modos de solidaridad y ayuda que desde el grupo juvenil permitan a los jvenes promover proyectos que les permitan una mejor educacin y capacitacin para inserirse en el mundo laboral. Esos mismo proyectos pueden ser incluso plataformas de acercamiento al joven y de vivencia de los valores evanglicos.b) Si la familia no transmite valores y el joven hace caso del grupo de amigos el grupo juvenil puede ser ese transmisor de valores.

c) Si la cultura postmoderna y sus secuelas son promovidas por los medios de comunicacin el grupo juvenil se puede convertir en la voz que desenmascare las verdaderas motivaciones de quienes promueven estos valores y muestre las consecuencias negativas de las opciones o valoraciones que se realicen hoy.d) Si la personalidad del joven de hoy est desintegrada, el Jesucristo se puede convertir en el gran integrador y el grupo juvenil en el espacio para lograrlo.

e) Si la vida familiar deja carencias afectivas y conflictos emocionales, el grupo juvenil, son su tarea de educar al joven como ser social puede ayudar a sanar heridas y a crecer afectivamente.

445. Estn muy afectados por una educacin de baja calidad, que los deja por debajo de los niveles necesarios de competitividad, sumado a los enfoques antropolgicos reduccionistas, que limitan sus horizontes de vida y dificultan la toma de decisiones duraderas. Se ve ausencia de jvenes en lo poltico debido a la desconfianza que genera la corrupcin, el desprestigio de los polticos y la bsqueda de intereses personales frente al bien comn. Se constata con preocupacin suicidios de jvenes. Otros no tienen posibilidades de estudiar o trabajar, y muchos dejan sus pases por no encontrar en ellos un futuro, dando as al fenmeno de la movilidad humana y la migracin un rostro juvenil. Preocupa tambin el uso indiscriminado y abusivo que muchos jvenes hacen de la comunicacin virtual.- La educacin de baja calidad es mencionada en el nmero 65 del documento y la pone como causa para que los jvenes no progresen en sus estudios, no puedan entrar en el mercado laboral y no puedan constituir una familia.- Este nmero reclama la atencin sobre un sector juvenil especfico: los estudiantes y universitarios. El documento tiene en cuenta este sector de manera explcita en los nmeros 328-346 dedicados a la Educacin Catlica. Quienes trabajan en pastoral universitaria en Universidades u otras instituciones de educacin de inspiracin catlica, encontrarn en esos nmeros muchos elementos, pero tambin ayudarn a cuestionar la accin pastoral de la pastoral universitaria en general:Se constata que la educacin en general se centra en la adquisicin de conocimientos y habilidades, esto implica la exclusin de la educacin en los valores y el crecimiento integral del alumno. Es concebida en funcin de la produccin, la competitividad y el mercado, esto es una visin reduccionista pues quedan fuera de este espectro muchos elementos que han formado parte de nuestra bagaje cultural, de nuestra capacidad reflexiva y de nuestra propia identidad: la historia, los esttico, lo artstico, la filosofa, la teologa, etc. (cfr. No. 328)La escuela no educa o lo hace de una manera equivocada en lo que se refiere a la vida, la familia y la sexualidad. No ayuda a superar la violencia. No hace propuestas de una vida sobria y de actitudes, virtudes y costumbres para establecer un hogar o ser constructores de la paz y del futuro de la sociedad (cfr. No. 328)

Ante esta situacin quienes estn involucrados en la educacin catlica deben luchar por una educacin integral, la asimilacin crtica de la cultura, la dimensin tica y religiosa de la cultura, los valores permanentes y absolutos en contra de los valores perentorios propuestos por la sociedad actual; lograr que el alumno sea una persona que humanice el mundo, cree cultura, transforme la sociedad y construya la historia (cfr. No. 329-330). Los puntos de referencia para lograr todo ello ser Cristo y su propuesta, por un lado, y las situaciones concretas por el otro (cfr. No. 332-333.335).La propuesta de los institutos catlicos como de aquellos que trabajan con universitarios de instituciones estatales y civiles se ve enriquecida con el nmero 336. Lo que se pretende es conducir al encuentro con Jesucristo vivo, Hijo del Padre, hermano y amigo, Maestro y Pastor misericordioso, esperanza, camino, verdad y vida. Otras las finalidades de la accin pastoral en este sector es la construccin de la personalidad de los alumnos teniendo como referencia a Cristo; buscar la vivencia, anuncio y celebracin libre e intensa de la fe, y el compromiso con la transformacin de la sociedad (cfr. No. 336).A lo anterior debemos aadir que si el Estado tiene el deber de ofrecer una educacin digna a los jvenes (481) y de no impedir el aprecio por los valores morales y el acercamiento a Dios (482) el grupo juvenil que involucre a estudiantes debe darse a la tarea de generar conciencia de ello y hacer presin con los medios adecuados para conseguirlo.

La participacin de los jvenes en poltica es otro sector que preocupa, en realidad es una consecuencia lgica de la exaltacin del individualismo que les impide tener aprecio por el bien comn. A ello hay que aadir la ya conocida mala gestin del asunto pblico.77. [] En amplios sectores de la poblacin y particularmente entre los jvenes crece el desencanto por la poltica y particularmente por la democracia, pues las promesas de una vida mejor y ms justa no se cumplieron o se cumplieron slo a medias. En este sentido, se olvida que la democracia y la participacin poltica son fruto de la formacin que se hace realidad solamente cuando los ciudadanos son conscientes de sus derechos fundamentales y de sus deberes correspondientes.

- Vivimos en un mundo que propicia la depresin, la degradacin del sentido de dignidad de las personas y la miopa ante el sentido de la vida. Muchos jvenes son frgiles ante los conflictos y las frustraciones (cfr. No. 461), estos elementos y otros muchos llevan a los jvenes al suicidio. El grupo juvenil deber estar atento a no ser continuador de estas situaciones descritas sino un ambiente en el que el joven se vea apreciado, estimulado, fortalecido, integrado. Un reto nada fcil.

- En los ambientes en los que surge la migracin el grupo juvenil debe trabajar para que en el poco tiempo que el joven pasa en ellos adquiera una slida formacin que le permita vivir de acuerdo a su fe en otros ambientes o por lo menos propiciar una apertura a la dimensin religiosa. En los ambientes en los que se debe acoger a jvenes migrantes el grupo juvenil deber ser muy comprensivo y facilitar el aporte enriquecedor de la fe y de las tradiciones religiosas que el joven lleva consigo y de ayudarle a ser misionero en el nuevo ambiente en el que se inserta (cfr. No. 413.415).2.3 Propuesta pastoralEs el nmero 446 el que aglutina diferentes aspectos de la propuesta pastoral que van ms all de lo que ordinaria e ingenuamente consideramos una pastoral juvenil:446. Ante estos desafos y retos sugerimos algunas lneas de accin:

a) Renovar en estrecha unin con la familia, de manera eficaz y realista la opcin preferencial por los jvenes, en continuidad con las Conferencias Generales anteriores, dando nuevo impulso a la pastoral de la Juventud en las comunidades eclesiales (dicesis, parroquias, movimientos, etc.).

b) Alentar los Movimientos eclesiales que tienen una pedagoga orientada a la evangelizacin de los jvenes, e invitarlos a poner ms generosamente al servicio de las Iglesias locales sus riquezas carismticas, educativas y misioneras.

c) Proponer a los jvenes el encuentro con Jesucristo vivo y su seguimiento en la Iglesia, a la luz del plan de Dios, que les garantiza la realizacin plena de su dignidad de ser humano, , les impulsa a formar su personalidad y les propone una opcin vocacional especfica: el sacerdocio, la vida consagrada o el matrimonio. Durante el proceso de acompaamiento vocacional se ir introduciendo gradualmente a los jvenes en la oracin personal y la lectio divina, la frecuencia de los sacramentos de la Eucarista y la Reconciliacin, la direccin espiritual y el apostolado.

d) Privilegiar en la Pastoral de Juventud proceso de educacin y maduracin en la fe, como respuesta de sentido y orientacin de la vida, y garanta de compromiso misionero. De manera especial se buscar implementar una catequesis tractiva para los jvenes que los introduzca en el conocimiento del misterio de Cristo, y se buscar mostrarles la belleza de la Eucarista dominical, que los lleve a descubrir en ella a Cristo vivo y el misterio fascinante de la Iglesia.

e) La pastoral de Juventud ayudar a los jvenes a formarse, de manera gradual, para la accin social y poltica y el cambio de estructuras, conforme a la Doctrina Social de la Iglesia, haciendo propia la opcin preferencial y evanglica por los pobres y necesitados.

f) Urgir la capacitacin de los jvenes para que tengan oportunidades en el mundo del trabajo, y evitar que caigan en la droga y la violencia.

g) En las metodologas pastorales, procurar una mayor sintona entre el mundo adulto y el mundo juvenil.

h) Asegurar la participacin de jvenes en peregrinaciones, en las Jornadas nacionales y mundiales de Juventud, con la debida preparacin espiritual y misionera, y con la compaa de sus pastores.Pero hay otros lugares en los que se mencionan otros aspectos:- hay que luchar por un compromiso en el cuidado de la creacin (cfr. No. 85),

- En la evangelizacin, la catequesis y en la pastoral juvenil buscar un lenguaje significativo para los jvenes (cfr. No. 100d),

- los presbteros deben conocer la cultura actual hacer un anuncio interpelante, comprensible, esperanzador y relevante del evangelio para los jvenes (cfr. No. 194),

- la catequesis debe ofrecer la posibilidad de formar a los jvenes para ser testigos de la fe en las comunidades (cfr. No. 303),

- la parroquia debe ser un espacio para la formacin en la fe y el crecimiento comunitario en medio de la crisis familiar que afecta a los jvenes (cfr. No. 304),

- la pastoral vocacional debe ayudar a los jvenes a encontrar el sentido de la vida y el proyecto de Dios para ellos (cfr. No. 314),

- se invita a crear oportunidades econmicas para sectores desprotegidos, entre ellos los jvenes (cfr. No. 406),

- trabajar con los adictos dependientes puesto que son vctima de la sed de lucro y necesitan apoyo para reconciliarse consigo, con los dems y con Dios (cfr. No. 422-426).- desde la pastoral educativa y la pastoral juvenil preparar a los jvenes varones para colaborar ms en la vida matrimonial, la paternidad y la ecuacin en la fe (cfr. No. 463c).El apartado 6.2 El proceso de formacin de los discpulos misioneros. Es algo muy interesante. La propuesta para la pastoral juvenil no es nueva, pues algo parecido ya se impulsaba desde hace aos en este mbito, pero resulta significativo que ahora se proponga para todos los catlicos del continente. Ese proceso abarca cinco aspectos: el encuentro con Jesucristo, la conversin, el discipulado, la comunin y la misin (no. 278). Los criterios para ese itinerario formativo es: que sea una formacin integral, kerygmtica y permanente (no. 279); que est atento la dimensin humana y comunitaria, espiritual, intelectual, pastoral y misionera (no. 280); que respete los procesos personales y los ritmos comunitarios (no. 281); que contemple el acompaamiento (no. 283-284); que se realice en la espiritualidad de la accin misionera (no. 284-285).3. ConclusinEl documento puede ser ledo en clave inspiradora para enriquecer los horizontes que la pastoral juvenil puede incluir en su propuesta. Doctrinalmente puede ser que no tenga muchas novedades, pero es un recordatorio ms de que nuestra accin pastoral debe apostarle por la formacin integral, progresiva, inculturada, realista de la juventud.

Aprender, creer, celebrar y vivir el mensaje de Cristo son aspectos que en la propuesta evangelizadora debern estar presentes y el documento nos invita a llevarlos a la prctica.