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1 SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA: REVISIÓN BIBLIOGRAFICA 2006 - 2016 PAULA ANDREAFEIJOO CASTILLO VIVIANA AMPARO CALERO GALLO UNIVERSIDAD DEL VALLE INSTITUTO DE PSICOLOGÍA PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA Palmira Valle del cauca 2016

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1

SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA: REVISIÓN BIBLIOGRAFICA 2006 - 2016

PAULA ANDREAFEIJOO CASTILLO

VIVIANA AMPARO CALERO GALLO

UNIVERSIDAD DEL VALLE

INSTITUTO DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA

Palmira Valle del cauca

2016

2

SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA: REVISIÓN BIBLIOGRAFICA 2006 - 2016

PAULA ANDREAFEIJOO CASTILLO

VIVIANA AMPARO CALERO GALLO

Trabajo de grado presentado para optar por el título de Psicólogas

Director:

DANNY EDWARD VARÓN

Magíster en Psicología clínica

UNIVERSIDAD DEL VALLE

INSTITUTO DE PSICOLOGÍA

PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA

Palmira Valle del cauca

2016

3

SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA: REVISIÓN BIBLIOGRAFICA 2006 - 2016

________________________

Danny Edward Varón

Director

________________________

Alexander Ocampo

Jurado

________________________

Dr. Gabriel Arteaga Díaz

Jurado

4

DEDICATORIA

La presente monografía está dedicada a Dios, a todas las personas que nos han apoyado en el

proceso principalmente a nuestras familias que con sacrificios aportaron en el desarrollo de

nuestra carrera y a nuestro director Danny Edward Varón y demás docentes por guiarnos de la

mejor manera para cumplir con los objetivos propuestos para el desarrollo de este proyecto.

5

CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 8

2. JUSTIFICACIÓN .................................................................................................................. 10

3. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN .................................................. 12

3.1 Objetivo General ................................................................................................................ 12

3.2 Objetivos Específicos.......................................................................................................... 12

3.3 Metodología ........................................................................................................................ 12

4. CAPITULO I: FUNDAMENTOS CONCEPTUALES ......................................................... 15

4.1 ANTECEDENTES .............................................................................................................. 15

4.2 ETIOLOGÍA ....................................................................................................................... 16

4.3 DEFINICIÓN DEL SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA .................................... 18

4.4 MODELOS EXPLICATIVOS ............................................................................................ 19

5. CAPITULO II: CLASIFICACIÓN DEL SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA ...... 22

5.1 SENSACIÓN FANTASMA ................................................................................................ 22

5.2 DOLOR FANTASMA ........................................................................................................ 24

5.2.1 Tratamientos ................................................................................................................. 26

5.3 DOLOR DEL MUÑÓN ...................................................................................................... 29

6. CAPITULO III: APROXIMACIONES NEUROPSICOLÓGICAS DEL MIEMBRO

FANTASMA ................................................................................................................................. 31

6.1 PERIFERICO ...................................................................................................................... 31

6.2 CENTRAL .......................................................................................................................... 33

6.3 MEMORIA NOCIOCEPTIVA ........................................................................................... 34

6

6.4 CONCEPTO DE NEUROMATRIZ ................................................................................... 35

6.5 TEORÍA REORGANIZACIÓN CEREBRAL ................................................................... 38

6.6 CONCEPTO DE NEUROPLASTICIDAD ................................................................... 41

7. CAPITULO IV: TRATAMIENTOS ...................................................................................... 42

7.1 IMAGINERÍA MOTORA .................................................................................................. 42

7.2 CAJA ESPEJO .................................................................................................................... 43

8. CAPITULO V: FACTORES PSICOSOCIALES .................................................................. 46

8.1 RELACIÓN DE FACTORES SOCIOCULTURALES Y PSICOSOCIALES ....................... 46

8.1.1 Psicología ......................................................................................................................... 46

8.1.2 La crisis existencial en el amputado ................................................................................ 47

8.1.3 Mecanismos de defensa involucrados en el paciente amputado ...................................... 48

8.1.4 Las etapas de duelo en el paciente amputado .................................................................. 50

8.1.5 Consecuencias psicológicas ............................................................................................. 51

8.2 MIEMBRO FANTASMA E IMAGEN CORPORAL ........................................................ 54

9. CONCLUSIONES ................................................................................................................. 57

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................................... 60

7

LISTADO DE FIGURAS

Pág.

Figura 1. Homúnculo de Penfield…………………………………………………..………… 34

Figura 2. Neuromatriz de Melzak…………………………………………………..………… 35

Figura 3.Interrelación de Neuroplasticidad y Neuromodulación……………………..……… 40

Figura 4. Técnica del espejo………………………………………………….……..………… 44

Figura 5. Representación de imagen corporal en el cerebro……………………………….… 54

8

1. INTRODUCCIÓN

Con el presente trabajo monográfico buscamos recopilar y sistematizar la producción

científica de índole neuropsicológica referente al miembro fantasma de los últimos diez (10)

años, que se puede definir como “una alteración en la sensación de las percepciones,

generalmente dolorosas en un miembro amputado” (Montoya, 2009); con el fin de indagar sobre

un constructo que ha sido muy poco estudiado en Colombia y que a pesar de las rigurosas

investigaciones aún no se logra precisar un tratamiento eficaz.

En el desarrollo de esta monografía se utilizó principalmente la revisión bibliográfica de

textos y artículos científicos relacionados con el tema del Síndrome del miembro fantasma,

donde exponen diversos planteamientos, que permiten tener un mejor panorama sobre los más

recientes avances teóricos y metodológicos.

Al realizar la revisión se encontró que algunas teorías en la actualidad reconocen que los

pacientes que padecen este síndrome están condicionados por un ambiente biopsicosocial, donde

el entorno influye en su proceso de recuperación, también se identificaron diversas

aproximaciones teóricas al Síndrome del Miembro Fantasma como por ejemplo la teoría

biopsicosocial nombrada, la reorganización cerebral, concepto de neuromatriz y la teoría del

sistema nervioso central y periférico.

Dentro de la monografía se clasificó el síndrome del miembro fantasma en sensaciones no

dolorosas y dolor fantasma. De acuerdo a las investigaciones realizadas por Tonon Da luz, et

9

al (2012), la mayoría de los pacientes con algún tipo de amputación, aunque no hayan sentido

dolor, sí han experimentado sensaciones fantasmas en algún momento, como hormigueos,

picazón, placer, sensación de algún artículo de ropa o joyería y sensaciones de movimiento;

Por otro lado el dolor fantasma en las personas amputadas presenta sensaciones como agujas,

calambres, trituración, picazón, ardor y dolor en el muñón.

Las causas exactas de este síndrome aún son confusas, existen varios modelos explicativos

para la presencia del miembro fantasma y pueden dividirse en alteraciones de los nervios

periféricos y centrales, así como explicaciones de orden psicológico, que permiten analizar este

síndrome más allá de lo orgánico. (Malavera Angarita, Carrillo Villa, Gomezese Ribero, García,

& Silva Sieger, 2014).

10

2. JUSTIFICACIÓN

El término de “fantasmas sensoriales” aplicado a los miembros amputados fue descrito

por primera vez por Ambroise Paré en 1551, un pionero de la cirugía y las prótesis, pero el

término “miembro fantasma” fue introducido 300 años después por un neurólogo

norteamericano llamado Silar Weir Mitchell (Alonso, 2010). A pesar del tiempo que ha

transcurrido desde que se definió, no ha sido lo suficientemente estudiado como para tener

certeza sobre su etiología, diagnóstico y tratamiento.

En este sentido consideramos que es necesario realizar una mayor cantidad de estudios

con respecto al tema, debido a la importancia de analizar y comprender gran parte de sus

implicaciones para garantizar de algún modo a los pacientes un tratamiento efectivo mejorando

así su calidad de vida.

El síndrome del miembro fantasma es una afección que se presenta con mucha frecuencia

después de sufrir una amputación de una extremidad y es necesario para los pacientes contar con

un manejo integral de rehabilitación. Aunque cada vez se cuenta con mayor información en

cuanto a su fisiopatología y existen diversas modalidades para su tratamiento, falta definir su

efectividad en el proceso del paciente.

El interés de realizar este estudio es ahondar en el tema del síndrome del miembro

fantasma, ya que en Colombia se presentan continuamente casos de personas que son víctimas de

las minas anti personas y producto de esto sufren esta afección. De acuerdo a la discusión

realizada por Foell, Bekrater Bodman, Andoh, & Colloca (2014), existen varios factores

11

principales causantes de una amputación, entre ellos encontramos la diabetes, el pie diabético y

finalmente las guerras. Según la International Campaig to Ban Landmines, se estima que

anualmente se presentan 20.000 nuevos casos por minas antipersonas, este problema se ha

esparcido alrededor de 58 países en cuatro continentes como Afganistán, Camboya y Colombia,

siendo las naciones más afectadas.

De esta manera por medio de la monografía nos preguntamos cuál es la producción

científica del tema, desde el año 2006 al 2016.

12

3. OBJETIVOS Y METODOLOGÍA DE INVESTIGACIÓN

3.1 Objetivo General

Realizar una revisión bibliográfica del Síndrome del Miembro Fantasma, durante el periodo

comprendido entre el año 2006 al 2016.

3.2 Objetivos Específicos

Reseñar artículos científicos sobre el síndrome del miembro fantasma comprendidos en el

periodo de 2006 al 2016.

Reconocer las principales aproximaciones neuropsicológicas y biopsicosociales.

Identificar distintos tipos de tratamientos para los pacientes con síndrome del miembro

fantasma.

3.3 Metodología

Unidad de análisis: Documentos tanto en formato electrónico como impresos, tales como:

revistas, libros, tesis y artículos de revisión.

Muestra: la muestra se conformó en un primer momento por 90 artículos de

investigación empírica y teórica, de los cuales se seleccionaron para llevar a cabo el presente

estudio 40 artículos, teniendo como criterio de selección que fueran estudios del periodo

comprendido entre el 2006 al 2016, que trataran sobre el síndrome del miembro fantasma, su

definición, etiología, fisiología, y los diferentes casos y tratamientos que se pueden presentar. Se

13

realizó una búsqueda electrónica en las siguientes bases de datos: Cochrane, revista biomédica

MED WAVE, revista médica IMBIOMED, Uva biblioteca universitaria, revista colombiana de

anestesiología ELSEVIER, base de datos Univalle, revista electrónica Psique, PUB MED,

SCIELO, entre otras; se seleccionaron artículos publicados a partir del año 2006 hasta la

actualidad.

Criterios de búsqueda

a. Artículos de revisión que incluyeran la palabra Síndrome del Miembro Fantasma

b. Artículos teóricos y experimentales sobre la psicología y neuropsicología del miembro

fantasma

c. Artículos publicados en español e inglés

d. Artículos publicados desde el año 2006 al 2016

Después de las revisiones bibliográficas y de haber filtrado y reseñado los artículos

más relevantes para la investigación, se plantearon los aspectos y el posible alcance de los

mismos, teniendo en cuenta los objetivos de la investigación para finalmente realizar un análisis

de la información obtenida.

Análisis de datos: a partir de la muestra final se establecieron las siguientes categorías de

análisis:

Definición del Concepto

Antecedentes

Etiología

14

Clasificación del SMFD

Casos

Tratamientos Neuropsicológicos

15

4. CAPITULO I: FUNDAMENTOS CONCEPTUALES

4.1 ANTECEDENTES

Según López y Pellicer (2006), en su artículo de nuevas aproximaciones al problema del

miembro fantasma, en 1866, Silas Weir Mitchell, eminente neurólogo norteamericano, publicó

un primer informe sobre los miembros fantasmas. Este informe se hizo público y generó una

serie de respuestas de individuos amputados en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos, que

finalmente avalaron su hallazgo. Mitchell describió varios tipos de miembros fantasma: unos, a

los que llamó espectros sensoriales, con la característica de ser extraordinariamente irreales;

otros, en cambio, extremadamente reales, exactos, como réplicas o imitaciones fotográficas del

miembro amputado; otros más dolorosos, aunque según él la mayoría de los miembros fantasma

son completamente indoloros; algunos otros los describió como muy alejados de la forma

original del miembro. De igual manera este mismo neurólogo fue el primero en nombrar este

fenómeno como “miembro invisible” y luego “miembro fantasma” y en proponer una etiología

en la cual podían influir factores del sistema nervioso central o periférico.

De acuerdo a Vaquerizo (2000), “ René Descartes (1596-1650) y Albrecht von Haller (1708-

1777) ya hicieron referencia a esta patología, aunque fue Ambroise Paré (1510-1590), un militar

cirujano francés, quien describió, por primera vez, el dolor en el miembro fantasma”. p. 61

Vaquerizo (2000), “en 1830, Charles Bell (1774-1842) publicó una monografía titulada The

Nervous System of the Hu -man Body. Al final del capítulo 85 relata el caso de un hombre joven

al cual le habían amputado un brazo y que todavía tenía percepción, dolor en la extremidad y

16

sentía los cambios de posición.” p.61

Para López y Pellicer (2006), los primeros estudios acerca del origen del síndrome se sitúan

en un debate, es decir se plantean la pregunta si el fantasma se genera en el muñón del miembro

amputado o es un constructo del sistema nervioso central; por lo que varios autores platearon sus

respectivas hipótesis referentes al debate, la primeras hipótesis propone que la evocación del

miembro fantasma se genera a partir de descargas ectópicas en el sitio de la lesión neural o

neuroma. Las recientes corrientes de pensamiento sitúan a la génesis del miembro fantasma

como el resultado de un alto grado de encefalización, inclusive como parte de un proceso

cognoscitivo afectivo con base en una representación corporal localizada en la corteza y en

diversos núcleos cerebrales. Una de las teorías propuesta es la de la neuromatriz, la cual

establece que hay una red neuronal distribuida en varias áreas del cerebro, que procesaría

información paralela a la entrada somatosensorial.

4.2 ETIOLOGÍA

Las causas exactas del síndrome del miembro fantasma se desconocen, pero se presume

que las sensaciones que los pacientes manifiestan pueden ser debido al intento del cerebro por

reorganizar la información sensorial después de una amputación. (Sherman & Parker, 1984).

El dolor del miembro fantasma difiere en su aparición dependiendo de las causas de la

amputación, en latino América existen tres principales causas de amputación traumática, la

primera se da por diabetes mellitus y las enfermedades vasculares crónicas, las cuales

representan la mayor incidencia en amputaciones, la segunda ocurre por el pie diabético que se

17

presenta en su mayoría en la población trabajadora en una edad productiva y la tercera causa se

presenta producto de las guerras como por ejemplo, las que se presentan por minas anti personas

(Foell, J., Andoh, J., Bodmann, R.B., Diers, M., Fuchs, X., Colloca, L., & Flor, H. 2014).

Simmel M. citado en el artículo percepción, vivencia e identidad corporal expone que:

“En los adultos la proporción de sensaciones de miembro fantasma tras una amputación

alcanza el cien por cien de los casos. En los niños la incidencia es mucho menor, del orden

del 20% en los menores de dos años y del 75% en los mayores de ocho años, lo que suele

atribuirse a que en ellos no ha dado tiempo a que se consolide la imagen corporal” (López, J.,

López, M., & Ortiz, M. 2011).

Además se puede decir que los pacientes que con anterioridad han padecido un dolor sin

aún ser amputados tienen más probabilidades de experimentar el miembro fantasma

doloroso, como menciona Katz, J., en el articulo percepción, vivencia e identidad corporales

donde expone que “La sensación fantasma es más intensa en caso de un miembro doloroso,

lo que ha sido atribuido a la persistencia de una “memoria del dolor” y hay casos descritos de

una evolución de 25 años tras la amputación” p. 21, es decir que se da una memoria

Nocioceptiva, como clave en el dolor fantasma, este concepto nombrado anteriormente “se

apoya tanto en mecanismos periféricos como centrales, considerando que sería la

estimulación Nocioceptiva previa a la amputación la responsable de originar cambios en

regiones somatosensoriales que producirían esta memoria de dolor” (Bermúmez, S.,

Carballal, A. (2013) p. 53

18

Por otro lado los modelo psicológicos subrayan el papel de factores cognitivo (atención)

y emocionales (estrés, depresión, ansiedad, etc.) y los modelos neurofisiológicos discrepan

entre mecanismos periféricos y centrales para explicar el síndrome. Por lo que Sabela B.

(2013) nos dice:

“más allá del debate entre periférico vs central que compete al origen de los fantasmas,

actualmente todo parece indicar que estas dos aproximaciones lejos de ser excluyentes entre

sí, podrían complementarse a la hora de explicar el origen y plantear una intervención en este

tipo de pacientes con el objetivo de aliviarles”. p. 53

4.3 DEFINICIÓN DEL SÍNDROME DEL MIEMBRO FANTASMA

El Síndrome del miembro fantasma es la sensación anómala de la percepción de un

miembro que ha sido amputado y que puede surgir en cualquier parte del cuerpo, este fenómeno

puede presentarse sin dolor, donde el paciente presenta la sensación de que el miembro amputado

aún se encuentra unido a su cuerpo y funciona normalmente; o con dolor donde la persona

manifiesta sensaciones de calambres, agujas, ardor, entre otros (Rivera, 2010).

En la Actualidad se encuentra que el principal exponente en la investigación del

síndrome del miembro fantasma es el neurólogo Vilanayur S. Ramachandran, de la Universidad

de San Diego en California; habla de fantasmas en el cerebro, además aportó un novedoso

tratamiento para el dolor del miembro fantasma llamado la caja del espejo; que consiste en una

19

retroalimentación visual artificial por medio de una caja con un espejo ubicado de manera que el

paciente pueda visualizar su miembro no amputado en reflejo y dé la ilusión de ser el miembro

faltante (Allen, 2016).

De acuerdo con la revista News Medical (2011) a principios de 1990, Tim Pons, en

los Institutos Nacionales de Salud (NIH), manifestó que el cerebro puede reorganizarse si la

información sensorial se corta. Posterior a esto Ramachandran se dio cuenta de que las

sensaciones del miembro fantasma podrían deberse a "las conexiones cruzadas” en la corteza

somatosensorial, que se encuentra en la circunvolución postcentral, y que recibe información de

las extremidades y el cuerpo (Cheriyedath, 2016).

4.4 MODELOS EXPLICATIVOS

Los diversos modelos explicativos encontrados se basan en los Factores

relacionados con la generación del Síndrome de miembro fantasma como se mencionarán a

continuación descritos por Malavera MA, et al (2014):

4.2.1 Factores Periféricos: En donde se señala que el origen del dolor procede del

extremo cortado que inerva a la extremidad o a la presencia de neuromas y produce

descargas espontáneas en pequeñas fibras mielinizadas. La estimulación del tronco

simpático incrementa las descargas espontáneas.

a) Impulsos ectópicos desde el neuroma del muñón y el ganglio de la raíz dorsal

b) Alteraciones estructurales en el ganglio de la raíz dorsal y el cuerno dorsal

20

c) Formación de conexiones no funcionales

d) Actividad simpática

e) Regulación alta y baja de neurotransmisores

4.2.2 Factores centrales: Aquí se considera la teoría del control de “la compuerta” donde

se supone que después de la destrucción de axones sensoriales por la amputación, las

neuronas de rango dinámico amplio se liberan del control inhibidor ocasionando

descargas espontáneas a cualquier nivel del Sistema Nervioso Central.

a) Reorganización cortical

b) Desenmascaramiento de conexiones nerviosas

c) Neuroplasticidad

d) Incongruencia sensorial y motora

e) Alteraciones en la actividad glíal y neuronal

4.2.3 Factores psicológicos: el amputado es susceptible de alteraciones psicológicas

como rechazar la idea de pérdida de un miembro.

a) Reorganización de áreas afectivas del dolor: ínsula, giro cingulado anterior y

corteza frontal.

Existen diversos tratamientos para el miembro fantasma dentro de los cuales podemos

encontrar los fármacos (antidepresivos), estimulación de la medula espinal donde estos nervios

21

son provocados por una corriente eléctrica, esto interfiere con los impulsos que viajan hacia el

cerebro y disminuye el dolor que se siente en el miembro fantasma; estimulación magnética

trascraneal, que es un procedimiento experimental que involucra un fuerte impulso magnético a

través del cuero cabelludo hacia dentro del cerebro.

Otros tratamientos para este síndrome son la terapia de vibración, la acupuntura, la

hipnosis y el biofeedback, aunque a menudo son de poco ayuda para los pacientes.

Según el psicólogo Luis Villalobos de la Universidad de Costa Rica (2014), en la

actualidad se vienen realizando tratamientos con biorretroalimentación EMG (Electromiografía),

encontrando de esta forma un patrón definido para la reducción del dolor fantasma.

22

5. CAPITULO II: CLASIFICACIÓN DEL SÍNDROME DEL MIEMBRO

FANTASMA

Desde la Neuropsicología el Síndrome del miembro fantasma se encuentra ante dos

términos relacionados pero que designan fenómenos diferentes la sensación del miembro

fantasma, el dolor fantasma y dolor del muñón. Bermúdez & Carballal (2013) lo exponen así:

“La sensación fantasma, hace referencia a las sensaciones percibidas sobre el miembro

amputado, sin existir en estas sensaciones percepción de dolor. Dentro de estas sensaciones se

pueden encontrar sensaciones de cambios de longitud y de posición del miembro; por otro lado,

el concepto de dolor fantasma hace referencia a las sensaciones de dolor percibidas en el

miembro amputado, entre las distintas sensaciones asociadas al dolor se suelen encontrar las de

quemazón, picor u opresión. Finalmente se debe distinguir los conceptos de miembro y dolor

fantasma de otro relacionado y con el que con frecuencia se produce confusión como es el dolor

del muñón el cual se produce por afectaciones estructurales o problemas de desaferentización en

el muñón”. p.52

De acuerdo con lo anterior se procede a describir cada una de las clasificaciones

encontradas para el Síndrome del miembro fantasma.

5.1 SENSACIÓN FANTASMA

Según Martínez & Cols (2015), el miembro fantasma es la percepción persistente de una

parte del cuerpo después de que ha sido removida por amputación o trauma. Las sensaciones

23

fantasmas pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero se presentan con mayor frecuencia

en las extremidades.

Los pacientes con esta condición experimentan sensaciones sobre el miembro del

cuerpo que han perdido, es decir, una ilusión desadaptativa del cerebro; sensaciones como si

aún el miembro amputado existiera o se encontrara unido a su cuerpo. Esto se presenta

porque el cerebro continúa recibiendo mensajes de los nervios que originalmente llevaban los

impulsos desde el miembro perdido (Vidaña L, Martínez M, 2013).

La mayoría de las personas que han sufrido algún tipo de amputación, aunque no hayan

sentido dolor; si han experimentado sensaciones fantasmas en su momento, como picazón,

placer, sensación de algún artículo de ropa o joyería y sensaciones de movimiento, además de la

propiedad más sobresaliente del miembro fantasma el hormigueo (Vaquerizo 2000).

Bermudez et al (2013) dice que “la sensación del miembro fantasma (phantom limb) hace

referencia a las sensaciones percibidas sobre un miembro amputado, sin existir en estas

sensaciones percepción de dolor. Podemos encontrar sensaciones de cambio de longitud, de

posición del miembro. Entre estas sensaciones se describe el curioso fenómeno del

“telescopaje”, que consiste en que la persona sienta que la parte distal del miembro fantasma se

aproxima al muñón de forma gradual. Otras experiencias que llaman la atención, son aquella que

se refieren a percepciones de objetos que la persona portaba previamente a la realización de la

amputación, (“ es como si llevara un reloj en mi muñeca, un anillo sobre mi dedo”) a este

respecto, encontramos en el foro de la Asociación Nacional de Amputados de España, el caso de

24

una mujer que tras siete años de haber sufrido una amputación de un brazo, refería continuar

percibiendo estas sensaciones y haberse “acostumbrado a ellas”. Sentía que se movía el brazo,

las uñas e incluso que el reloj se apretaba en la muñeca”. p.52

Melzak citado por Bermudez et al, (2013) propone el concepto de neuromatriz, definido

como una red de neuronas que incluyen al tálamo, corteza somatosensorial y sistema límbico,

una red que se conforma de acuerdo a las experiencias vividas y es la encargada de aportarnos

información de que nuestro cuerpo está intacto. Melzak expone que es esta misma red la que

participaría de la sensación del miembro fantasma. p.53

La experiencia del miembro fantasma involucra la sensación subjetiva del paciente. Los

procesos involucrados en la sensación del miembro fantasma son: actividad tanto sensitiva como

motora, el movimiento voluntario, el movimiento imaginario, la propiocepción, la imagen

corporal, la experiencia consciente y la sensación táctil incluyendo la temperatura, presión, tacto

fino y dolor (Treviño, MG., Salazar, S., Escamilla, C., Daniel, S., Martinez, H. & Rivera G.,

2012).

5.2 DOLOR FANTASMA

El dolor de miembro fantasma (DMF) hace referencia a la percepción de dolor en un

miembro que ha sido amputado y se clasifica como un dolor de origen neuropático. El cirujano

francés, Ambroise Paré, en el año 1552 fue el primero en observar que los pacientes se quejaban

de dolor después de padecer la falta de una extremidad, postulo que el sistema central y el

sistema periférico, participan en la generación de dicha sensación. Silas Weir Mitchell en 1872

25

acuñó el término «dolor de miembro fantasma». La incidencia varía desde el 2 y el 80%,

independientemente de la etiología. Tales diferencias en la incidencia reportada por diversos

estudios son debidas a la falta de una definición unificada para el DMF que en muchos casos los

pacientes no reportan el dolor por temor a ser estigmatizados como enfermos mentales. La

incidencia del dolor fantasma parece ser independiente del género, del nivel de la amputación y

de la edad en adultos. A pesar de lo anterior, el dolor fantasma continúa siendo menos frecuente

en niños y jóvenes y prácticamente no existe en sujetos nacidos sin una extremidad (Malavera,

M., Carrillo, S., Gomezese, O., García, R. & Silva, F., 2014).

De acuerdo a la Revista Colombiana de anestesiología Malavera, M., et al (2014) este

síndrome se puede presentar en un corto plazo con presencia de calambres dolorosos o puede

persistir con la percepción intensa de la extremidad pérdida. Se caracteriza por ser más intenso

en las porciones distales, tipo punzante, palpitante, ardor o con calambres. El inicio puede ser

inmediato o muchos años después de la amputación. Estudios prospectivos han reportado que en

el 50% de los sujetos puede ocurrir en las primeras 24h luego de una amputación y en el 60-70%

hasta un año después. Aunque es más común después de la amputación de una extremidad, puede

ocurrir posterior a la remoción quirúrgica de cualquier parte del cuerpo, como los ojos, los senos

y la cara, entre otros.

Se considera que la causa del dolor fantasma es un proceso de interpretación del cerebro y

de la médula ósea; a demás son considerados dolores neuropáticos y, como tales, son difíciles de

tratar. El dolor en los pacientes amputados suele aparecer de forma inmediata después de la

intervención quirúrgica o unas semanas, meses e incluso años después; se puede presentar como

26

ataques de dolor repetido y no continuo. Según algunos pacientes el tipo de dolor que

experimentan no es comparable a ninguna percepción del dolor conocida. Normalmente consiste

en un dolor intenso, de carácter cortante, punzante, ardiente o espástico (Uwe Kern, MD, Bernd

Altkemper y Matthias Kohl, Center of Pain Management and Palliative Care (GB), Wiesbaden;

Medi Ltd. (B.A.), Bayreuth; y Statistics & Mathematics Service (StaMatS) (M.K.), Bayreuth

2006).

5.2.1 Tratamientos

Existen varios tratamientos que buscan ayudar a los pacientes con DMF, pero una minoría

experimenta alivio por tiempo prolongado. El tratamiento puede ser farmacológico o no

farmacológico; En el artículo Fisiopatología y tratamiento del dolor de miembro fantasma

(2013), son definidos de la siguiente manera:

Tratamiento no farmacológico

Este tipo de tratamientos aplica la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (ENET),

la terapia electroconvulsiva (TEC), la terapia del espejo, la acupuntura, la estimulación cerebral

profunda y de la médula espinal, entre otras.

Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea

La técnica consiste en un generador portátil de corrientes eléctricas que atraviesan

la superficie intacta de la piel y activan fibras nerviosas. Su acción depende del tipo de

fibras estimuladas, ya que si estimula fibrasAβ de diámetro grande produce analgesia

segmentaria (convencional), y si estimula fibrasAδ de diámetro pequeño produce

27

analgesia extra segmentaria. Se ha logrado evidenciar que no existe ningún estudio

clínico aleatorizado que examine la efectividad de esta terapia en el dolor fantasma.

Terapia electroconvulsiva

Es un tratamiento diseñado para aliviar la depresión aguda, el trastorno bipolar y

otras enfermedades mentales, consiste en enviar impulsos eléctricos al cerebro. Causando

una convulsión breve en el cerebro que dura entre 30 segundos y 2 minutos. A los

pacientes que se les aplica esta terapia se les suministra anestesia y otros fármacos.

Terapia del espejo

El tratamiento del dolor de miembro fantasma mediante la Técnica del Espejo

propuesto por Ramachandran consiste en colocar un espejo en paralelo al miembro

contrario al amputado. Al reflejarse en él, lo izquierdo se vuelve derecho y viceversa. Los

miembros quedan entonces reflejados en una postura especular, simétrica e invertida. Es

decir la persona ve reflejada en el espejo la imagen especular de sí misma, en donde su

pierna derecha es la izquierda y viceversa. Según Ramachandran citado en el articulo

“Tratamiento neuropsicológico del miembro fantasma”, para que sea realmente efectiva,

esta técnica requiere ejercicios de repetición diaria de cinco a diez minutos de duración

como mínimo, por espacio de no menos de tres semanas. De esta manera, lo que

estaríamos produciendo es un fenómeno de sobreaprendizaje mediante el cual la

información, antigua y dolorosa, sería borrada gradualmente de la memoria del cerebro

28

por la nueva información visual, que indica que el miembro está sano. En términos

actuales hablaríamos de una realidad virtual que ofrece una señal de retroalimentación

visual externa, que extingue la huella de memoria anterior. Esto pone de manifiesto el

sorprendente grado de plasticidad del cerebro adulto, y la poderosa interacción de la vía

visual sobre la vía sensitivo-motora (Esquerdo J., Maruenda Fernández. R., Robles

Sánchez JI. 2013).

Estimulación magnética transcraneal repetitiva

Existe evidencia de que una única sesión de estimulación magnética transcraneal

repetitiva (EMTr) puede mejorar transitoriamente el dolor en pacientes con dolor

neuropático crónico. La mayoría de los estudios hasta la fecha han aplicado estimulación

sobre el hemisferio ipsilateral al dolor.

Es una forma no invasiva de estimulación de la corteza cerebral, permite la

estimulación incruenta del tejido nervioso (corteza cerebral, medula espinal, vías motoras

centrales y nervios periféricos), sin dolor, y permite interferir de forma controlada la

actividad normal del cerebro humano.

Acupuntura

Bradbrook citado en el artículo de revisión de la revista colombiana de

anestesiología (2013) reportó 3 casos de pacientes con DMF agudo y crónico que

29

recibieron acupuntura sobre la extremidad contralateral con el fin de estimular entradas

(inputs) aferentes normales al sistema nervioso y producir analgesia. Los cambios en la

intensidad del dolor fueron medidos con la EAV, mostrando disminución del dolor en 2 de

los 3 casos después de finalizado el tratamiento. Sin embargo, hasta el momento solo

existen reportes de casos que describen el efecto de la acupuntura y no hay estudios con

un diseño metodológico que permita generar conclusiones.

Tratamientos farmacológicos

Dentro de estos tratamientos podemos encontrar; los antidepresivos, anticonvulsivos,

placebos, vasodilatadores, tranquilizantes mayores y menores, barbitúricos, clonidia, esteroides,

beta bloqueadores y otros. Los fármacos deben complementarse con otros tratamientos como; la

acupuntura, masajes, radioterapia, ultrasonido, TENS, imanoterapia, laser-terapia, técnicas

psicológicas y otras.

5.3 DOLOR DEL MUÑÓN

Según Olarra & Longarela (2007), “El Dolor de Muñón (DM) o Dolor de la Extremidad

Residual: Dolor que aparece en la parte todavía existente de la extremidad amputada. Similar al

DMF, puede deberse a la fijación inadecuada de la prótesis (causa más frecuente), traumatismos

sobre el muñón, aparición de neuromas e insuficiencias vasculares”. p. 429.

Es decir; después de una amputación se pueden presentar una diversidad de síntomas y

uno de ellos puede ser el dolor del muñón, consiste en un engrosamiento de las terminaciones

30

nerviosas que se forma en la cicatriz de la amputación de una extremidad y es doloroso a la

presión. Esta dolencia se presenta porque los neuromas envían intensas señales de dolor incluso

con ligeros rozamientos y en ocasiones es confundida por los pacientes con el dolor del miembro

fantasma. Si al realizar una cirugía de amputación el paciente presenta dolor y se suministran

medidas locales para aliviar el dolor y este persiste se debe pensar en una corrección quirúrgica

del muñón. Al presentarse esta afección los pacientes manifiestan no soportar la prótesis ya que

esta puede generar mucho dolor.

31

6. CAPITULO III: APROXIMACIONES NEUROPSICOLÓGICAS DEL MIEMBRO

FANTASMA

Desde la aparición de la teoría del miembro fantasma se han desarrollado diversas conjeturas

que intentan llegar a la comprensión de este fenómeno, se desconocen los mecanismos

específicos que producen esta afección; sin embargo existen diversas teorías para explicarlo,

como el sistema nervioso, el cual se divide en periférico y central, así como explicaciones de

orden psicológico que permiten analizar este fenómeno mas allá del componente orgánico.

6.1 PERIFERICO

El sistema nervioso periférico (SNP) está formado por dos tipos de nervios, voluntarios e

involuntarios. El SNP voluntario se compone de nervios que inervan musculatura estriada,

formando parte de estos los pares craneales (PC) y los nervios raquídeos (NR). El SNP

involuntario o autónomo a su vez puede ser ortosimpático o parasimpático. El sistema

parasimpático está destinado a inervar musculatura lisa de vísceras, tienen su origen en los

núcleos del tronco del encéfalo. El sistema ortosimpático inerva la musculatura lisa de los vasos

sanguíneos (García Clemente E., 2015).

Según los autores del artículo “dolor de miembro fantasma: fisiopatología y tratamiento”

se puede decir que el dolor fantasma se presenta con mayor frecuencia en los pacientes que

presentan dolor prolongado. Durante la amputación los nervios periféricos son lesionados, esto

se da por la interrupción de los impulsos aferentes a la medula espinal seguida de un proceso de

pérdida de las aferencias, es decir; se trata de la eliminación o interrupción de los impulsos

nerviosos sensitivos al destruirse o lesionarse las fibras nerviosas (Villaseñor et al, 2014)

32

De acuerdo con Gomezese OF et al (2013) posterior a la sección de un nervio se presenta

degeneración retrógrada y acortamiento de las neuronas aferentes y, como consecuencia de la

lesión, edema y regeneración de los axones, fenómeno conocido en inglés como sprouting,

produciendo la formación de neuromas, es decir, llevando a la formación de terminaciones

ampliadas y desorganizadas de fibras tipo A y C, cuya descarga es ectópica y se aumenta durante

el estímulo mecánico y químico. Las fibras tipo C se caracterizan por mostrar una descarga

ectópica con un patrón irregular y lento, relacionándose con una regulación al alza o expresión

de nuevos canales de sodio y disminución de canales de potasio, así como una alteración de las

moléculas de transducción de señales mecano-sensibles. Un ejemplo de lo anterior es la anestesia

local del muñón, la cual no elimina el dolor en todos los casos, mientras que la inyección de

galamina —una sustancia que aumenta la conductibilidad de sodio— genera dolor fantasma. La

conexión no funcional entre axones también puede contribuir a la actividad espontánea anormal.

Sin embargo, el DMF está presente en algunos pacientes inmediatamente después de la

amputación y antes de la formación de un neuroma, lo cual significa que este último mecanismo

no explica completamente la fisiopatología del DMF.

A demás Gomezese et al (2013) nombra en su artículo que un sitio adicional de descarga

ectópica es el ganglio de la raíz dorsal (GRD), el cual se une a la actividad ectópica proveniente

del neuroma del muñón y la amplifica o produce una excitación cruzada, llevando a la

despolarización de neuronas vecinas. Se ha observado que durante la aplicación de agentes

bloqueadores beta-adrenérgicos o durante el bloqueo quirúrgico de la actividad simpática se

produce reducción del dolor, mientras que la inyección de epinefrina lo aumenta. Varios factores

33

externos, como la temperatura, la oxigenación y la inflamación local sobre los neuromas y el

GRD, también tienen un papel crucial en la fisiopatología de esta entidad.

6.2 CENTRAL

Según Paulsen & Waschke (2012) citados por García (2015) El sistema nerviosos central

(SNC) está conformado por dos estructuras, el encéfalo y la médula espinal; las cuales se

encuentran rodeadas de tres capas membranosas denominadas meninges, entre las que se localiza

el líquido cefalorraquídeo. El SNC controla todas las funciones del organismo, entre las que se

encuentra registrar la existencia y percepción de cada una de las partes de nuestro cuerpo. Estas

sensaciones se dan a través de sistemas sensoriales múltiples y complejos que transmiten y

procesan la información en el SN y que constituyen, finalmente, la representación de uno mismo.

Cuando por algún accidente o proceso patológico se separa alguna de las porciones corporales de

un sujeto, que funcionalmente se concibe como indivisible, se producen trastornos de

identificación neural con el concepto de uno mismo.

Dentro de los factores centrales se considera la teoría del control de “la compuerta” de

Melzak y Wall (1965) que nombran Gomezese et al (2013):

“Donde se supone que después de la destrucción de los axones sensoriales por la

amputación, las neuronas de rango dinámico amplio se liberan del control inhibido ocasionando

descargas espontaneas a cualquier nivel del sistema nerviosos central”. p.42

34

Es decir, que los estímulos que no son dolorosos cierran las “puertas” al estimulo doloroso,

evitando que la sensación dolorosa viaje hasta el sistema nervioso central por lo que la

estimulación positiva es capaz de eliminar el dolor.

6.3 MEMORIA NOCIOCEPTIVA

El concepto de memoria Nocioceptiva como clave en el dolor fantasma según Bermúdez

(2013):

“se apoya en mecanismos tanto centrales, como periféricos, considerando que sería la

estimulación Nocioceptiva previa a la amputación la responsable de originar cambios en

regiones somatosensoriales que producirían esta memoria de dolor. No precisa de procesos

periféricos para ser estimulada” p. 53

Esquerdo (2013) expone que la función de la memoria Nocioceptiva se da cuando la

información sensitiva de cada región anatómica es trasmitida a un área concreta de la corteza

somatosensorial. La activación repetida de cada área acaba generando una memoria

somatosensorial, según el esquema propuesto por Penfield. p. 197

Figura 1: Homúnculo de Penfield.

35

Este esquema que se muestra en la figura anterior, es descrito por Penfield el cual se

denomina homúnculo es básicamente un mapa de la corteza cerebral donde se muestra que cada

órgano y sentido del cuerpo posee su lugar en el cerebro, de modo que si el cerebro recibe un

estimulo en cierta parte de su corteza, se activará la parte del cuerpo a la cual pertenezca esta

parte del cerebro, en el esquema se muestran las partes del cuerpo que tienen un gran tamaño del

que se tiene regularmente en el cuerpo humano. Esto se debe a que en la corteza cerebral el

espacio correspondiente a cada órgano está definido por la sensibilidad del tejido y no por su

tamaño (Villa 2014).

Un ejemplo que podría dar cuenta de la memoria de dolor Nocioceptiva y su relación con

el homúnculo, seria que al observar un paciente con dolor crónico resulta que la creciente de

dolor está relacionado con el aumento de la zona que representa la corteza somatosensorial

primaria.

6.4 CONCEPTO DE NEUROMATRIZ

Figura 2: Neuromatriz de Melzak

36

Melzack citado por Vaquerizo (2000), propone un origen central (supraespinal) para la

explicación del dolor que consiste en una neuromatriz o una red talámica innata general como se

observa en la figura 2, que es, subsecuentemente, modificada por las experiencias de la vida. La

neuromatriz comunica un modelo o neuroseñal (neurosignature) en todas las entradas sensoriales

o experiencias del cuerpo creando un único motivo neural.

Melzack (2000) relata que el cerebro contiene una neuromatriz o red de neuronas que,

sumando respuestas de estimulación sensorial, genera continuamente modelos característicos de

impulsos, indicando que el cuerpo está intacto e inequívocamente es de uno mismo. A estos

modelos les llamó “neurosignature”. Cuenta que estas sensaciones, de dolor fantasma, son reales

porque están producidas por el propio cerebro que opera cuando el cuerpo está intacto”.

En este sentido, puesto que el miembro fantasma se siente con tanto realismo, es

razonable concluir que el cuerpo que sentimos normalmente está atendido por los mismos

procesos neurales en el cerebro. Dichos procesos cerebrales suelen activarse y modularse por

impulsos que reciben del cuerpo, pero también pueden actuar en ausencia de los mismos.

Melzack citado por Vaquerizo (2000), “El cerebro crea la naturaleza de las experiencias.

Estas experiencias o entradas del cuerpo establecen una matriz neural, que es única, en cada

individuo. Melzack construye un único concepto, creado por las experiencias del cuerpo y la

neuromatriz innata, que existe como una integración neural en el tálamo produciendo una

imagen en tres dimensiones del cuerpo. La estructura anatómica del cuerpo en la neuromatriz de

Melzack incluye asas neuronales entre el tálamo, la corteza y el sistema límbico”.

37

De acuerdo con lo anterior el cuerpo se percibe como una unidad y se identifica como

“propio”, diferente del de otras personas y del mundo que nos rodea. La experiencia de una

unidad de sentimientos tan diversos, entre ellos la conciencia corporal como punto de orientación

en el entorno que nos rodea, se debe a procesos neurales centrales y no puede derivarse del

sistema nervioso periférico ni de la médula espinal.

Melzack citado por Vaquerizo (2000), apoya en cuatro premisas la credibilidad a su

teoría de la neuromatriz:

a) parte del hecho de que el miembro fantasma se siente como real, y por esto piensa

que, esta sensación, se basa en procesos neuronales cerebrales idénticos a los que ayudan

a sentir el cuerpo normalmente. Estos procesos cerebrales son en condiciones normales

activados y modulados por entradas (i n p u t) desde el cuerpo, pero también pueden

actuar en ausencia de entradas.

b) de esta forma todas las sensaciones que nosotros sentimos normalmente pueden

ser percibidas en ausencia de entradas desde el cuerpo. Por esto concluye, que el origen

de los modelos que subyacen estas cualidades de experiencias se encuentran en las redes

neurales del cerebro.

c) el cuerpo es percibido como una unidad y es identificado como “uno mismo”. La

experiencia de una unidad de diversos sentimientos es producida por procesos neuronales

centrales y no pueden ser derivados desde el sistema nervioso periférico o de la médula

espinal.

38

d) los procesamientos cerebrales que subyacen, están incorporados por la especificidad

genética, aunque estos sustratos incorporados pueden, por supuesto, ser modificados por

la experiencia.

6.5 TEORÍA REORGANIZACIÓN CEREBRAL

De la Puerta (2014), enuncia la existencia de un mapa corporal mental que subyace y

trasforma la experiencia con nuestro cuerpo, donde el sistema nervioso posee la capacidad de

reorganización cortical por estimulación sensitiva, sensorial, endocrina y motora. El sistema

nervioso cuenta con una plasticidad funcional y estructural que se evidencia en el momento en

que sufre una lesión drástica y en los cambios a lo largo de la vida; al aprender una habilidad o

recuperarse de una lesión tiene lugar cambios plásticos a nivel central, es decir, que posee una

neuroplasticidad o capacidad de una reorganización según la necesidad. Esta neuroplasticidad

con la que cuenta el cerebro, ha sido estudiada en los animales, ya que no se cuenta con un fácil

acceso al cerebro humano, lo que conlleva a una difícil búsqueda de información, pues los

modelos animales no proporcionan información acerca de las funciones mentales superiores

como el lenguaje o la música.

A demás la neuroplasticidad se presenta en una variedad de niveles (estructuras

moleculares, cambios en la expresión genética y comportamiento). Años de investigación

demuestran que se producen cambios importantes en las áreas más bajas del procesamiento

neocortical y que estos cambios pueden alterar profundamente el patrón de activación neuronal

en respuesta a la experiencia. El mejor método conocido para facilitar la plasticidad neuronal es

39

la rehabilitación, y es por esto que se deben desarrollar terapias que dirijan su objetivo principal

a modificar la alteración de los mapas corticales que se representan en los pacientes amputados.

En la actualidad estas terapias son una posibilidad y de fácil acceso para los pacientes,

gracias a los avances científicos con los que se confirma el uso de nuevas herramientas como la

estimulación magnética de alta y baja intensidad o las corrientes directas, la imaginería motora

graduada a través de las neuronas espejo en pacientes con MF, entre otros avances científicos con

los que se permite demostrar que el sistema nervioso adulto puede experimentar reorganización

de la corteza somatosensorial, que hasta el momento había sido considerado algo imposible

fisiológicamente (De la puerta, 2014).

Por otro lado Bayona et al (2011) habla de tres conceptos distintos pero con un mismo fin,

la neuroplasticidad, neuromodulación y neurorrehabilitación. Según su artículo la

neuroplasticidad consiste en un sistema nervioso cerrado y dinámico, que asimila, reorganiza y

modifica los mecanismos biológicos, bioquímicos y fisiológicos que posee y esta

neuroplasticidad implica cambios en el tejido neural que incluye regeneración axonal,

colateralización, neurogénesis, sinaptogénesis y reorganización funcional, entre otros

mecanismos. Al nombrar la neuromodulación se refiere a la capacidad de las neuronas de alterar

las propiedades eléctricas en respuesta a los cambios bioquímicos, resultado de la estimulación

hormonal o sináptica y está se caracterizado por la aplicación de electroterapia, aunque de

manera reciente se han incluido otros elementos, como la estimulación magnética a altas y bajas

intensidades, la estimulación somatosensorial y sensoperceptual, la neuronavegacion

electromagnética e, inclusive, la acupuntura. Existen también avances en la neuromodulación

40

medular, principalmente en dolor crónico. Esta última genera cambios a largo plazo en la

actividad metabólica neuronal y su respuesta a diversos estímulos eléctricos, magnéticos o

químicos, empleados en la neurorrehabilitación clínica. Dicha neurorrehabilitación es una

intervención necesaria en los pacientes que han padecido una alteración neural, cuyo fundamento

es la recuperación funcional del paciente. Por lo anterior es importante que los especialistas se

centren no solo en el diagnóstico y en un buen tratamiento médico o quirúrgico, sino en orientar

al paciente en la neurorrehabilitación y así lograr una adecuada calidad de vida, tanto para el

paciente como para su familia. En la siguiente figura se representa lo dicho anteriormente:

Figura 3: Representación esquemática de la interrelación existente entre la neuroplasticidad y la

neuromodulación, que son el fundamento para la ejecución de una adecuada

neurorrehabilitación.

41

6.6 CONCEPTO DE NEUROPLASTICIDAD

El concepto de neuroplasticidad ha venido tomando fuerza asociado a la salud, el

aprendizaje y conducta en el individuo sano. Esta capacidad del sistema nervioso involucra

asimilación, reorganización y modificación de nuestros mecanismos biológicos, bioquímicos y

fisiológicos. Gracias a los avances científicos de los últimos años, se puede decir que el concepto

de plasticidad neuronal se tiene como premisa base para decir que el cerebro cuenta con la

capacidad de presentar cambios externos y dinámicos, ya que las investigaciones sobre miembro

fantasma ponen al descubierto la existencia de un mapa corporal mental que subyace y modifica

la experiencia con nuestro cuerpo, cuyo sistema nervioso posee la capacidad de reorganización

cortical por estimulación sensitiva, sensorial, endocrina y motora. La relación entre miembro

fantasma y neuroplasticidad es compleja, difícil de investigar a pesar de los avances científicos

obtenidos y, a la vez, es dinámica, ya que esta capacidad responde a las necesidades de salud en

el ser humano en las diferentes etapas de su vida (De la puerta Huertas R, 2014).

42

7. CAPITULO IV: TRATAMIENTOS

7.1 IMAGINERÍA MOTORA

Morales & Mejía (2012) Exponen que La Imaginería Motora Graduada (IMG), es un

tratamiento relativamente nuevo para la neurociencia, el cual pretende generar una reeducación

de la función cortical, como estrategia para disminuir el dolor crónico. Este es un programa

integral diseñado para activar de forma secuencial las redes corticales motoras y mejorar la

organización cortical en 3 etapas: a) restauración de la lateralidad, b) imaginería motora, y c) la

terapia espejo.

Recientes investigaciones sobre los cambios corticales en pacientes con dolor crónico han

llevado a una reevaluación de las patologías que se presentan con dolor crónico y sus

tratamientos. Este es el caso del síndrome de miembro fantasma con dolor (SMFD), el cual se

centraba en los estímulos nociceptivos periféricos, y ahora se replantean como una disfunción a

nivel central.

Con esta técnica se intenta normalizar la secuencia de procesamientos centrales para

remediar el dolor crónico amparado en la neurociencia y en dos regalos de esta, como son las

neuronas espejos y la neuromatriz.

En el artículo de Imaginería motora graduada de Morales & Mejía (2012) se aplicó la

técnica de IMG a 51 pacientes con SMFD, teniendo cada una de las 3 fases del tratamiento una

duración de 2 semanas. Este estudio concluyó que el tratamiento con IMG reduce el dolor y la

43

discapacidad en estos pacientes, pero los mecanismos de los efectos no están claros.

Se concluyó que existe evidencia de que la Imaginería Motora Graduada reduce el

Síndrome de Miembro Fantasma con Dolor. La cual es una técnica prometedora para pacientes

con dolor crónico, aun que es necesario investigar más al respecto para establecer si existe una

función real de cada una de las fases de la IMG en el tratamiento del SMFD (Morales & Mejía,

2012)

7.2 CAJA ESPEJO

Ramachandran citado por García (s.f.), piensa que la base de este fenómeno se encuentra en la

parálisis aprendida, pues el miembro fantasma también carece de movilidad y el cerebro se

queda fijado en la idea de un brazo sin movimiento. Para ello, el neurólogo inventó la caja

espejo.

Triviño et. al (2012) expresa que en la mayoría de los artículos se encuentra que el

tratamiento más frecuente para tratar a los pacientes con DMF, es la caja espejo, es una caja

sencilla de cartón que se divide a la mitad por un espejo, el paciente ingresa su miembro intacto

y el otro amputado con el objetivo de engañar al cerebro que observa el miembro que realiza

movimientos simétricos y de esta manera provee retroalimentación visual necesaria para forzar al

miembro fantasma a obedecer los comandos motores del paciente.

En otras palabras se encuentra que Esquerdo et al (2013) exponen que existen varias

técnicas psicológicas que han sido descritas como útiles en el tratamiento de pacientes

44

amputados con DMF que no presentaban alteraciones psiquiátricas relevantes. Entre estas téc-

nicas tenemos el biofeedback y la hipnosis. Cuando predominan los factores periféricos el

biofeedback parece ser una alternativa eficaz. El tratamiento neuropsicológico seguido con la

paciente, es el tratamiento del dolor de miembro fantasma mediante la Técnica del Espejo

propuesto por Ramachandran (Figura 4). Este procedimiento consiste en colocar un espejo en

paralelo al miembro contrario al amputado. Al reflejarse en él, lo izquierdo se vuelve derecho y

viceversa. Los miembros quedan entonces reflejados en una postura especular, simétrica e

invertida. Es decir la persona ve reflejada en el espejo la imagen especular de sí misma, en donde

su pierna derecha es la izquierda y viceversa. Según Ramachandran citado en el artículo de

Esquerdo (2013), para que sea realmente efectiva, esta técnica requiere ejercicios de repetición

diaria de cinco a diez minutos de duración como mínimo, por espacio de no menos de tres

semanas. En términos actuales hablaríamos de una realidad virtual que ofrece una señal de

retroalimentación visual externa, que extingue la huella de memoria anterior. Esto pone de

manifiesto el sorprendente grado de plasticidad del cerebro adulto, y la poderosa interacción de

la vía visual sobre la vía sensitivo-motora. Lo anterior se representa con la siguiente imagen:

Figura 4: Posicionamiento para el tratamiento del dolor de miembro fantasma mediante la

Técnica del Espejo.

45

En el artículo de Esquerdo et al (2013) nombra que tras la evaluación de un paciente al que se

le aplica el tratamiento de la caja espejo con 30 sesiones como la descrita anteriormente, de 20-

30 minutos en el gimnasio. Se realizan 4 sesiones más de seguimiento, hasta que la paciente es

dada de alta por el Servicio de Rehabilitación; por medio de este caso el autor logra concluir con

respecto a la caja espejo que esta técnica no es efectiva en todos los pacientes, por lo que aún

quedan muchos ajustes por explicar. En el anterior caso se evidencia como el dolor del MF se

logra reducir tras 4 meses y 30 sesiones de tratamiento.

46

8. CAPITULO V: FACTORES PSICOSOCIALES

El miembro fantasma debe ser entendido desde una perspectiva bio-psico-social , debido

a que este síndrome tiene implicaciones en estos tres ámbitos, en el estudio realizado por Tonan

da Luz SC, Souza JB, Andrade MC, Honorio GJS, Ávila AVO, Berral FJ (2011), propusieron

determinar el miembro fantasma a través de abordaje biopsicosocial, utilizando como muestra 52

personas amputadas incluyendo pacientes con cualquier dolor y etiología, de ambos sexos, con o

sin dolor fantasma; se encontró que los principales factores que desencadenaban o aliviaban el

dolor fueron el estrés emocional, físico y el cambio de temperatura, con esto se logra entender

que este síndrome va mas allá del componente físico, debido a que el dolor persiste también por

la activación de la corteza cerebral, afectando así componentes emocionales y del

comportamiento, estos son los elementos que permiten la manifestación de este estimulo

doloroso, limitando y afectando la calidad de vida de los pacientes que sufren (SMF).

8.1 RELACIÓN DE FACTORES SOCIOCULTURALES Y PSICOSOCIALES

8.1.1 Psicología

Actualmente el ser humano le atribuye gran importancia al aspecto físico de su cuerpo, los

estándares estéticos, sociales y psicológicos establecen la necesidad de que el cuerpo de las

personas manifieste que se encuentra en las mejores condiciones para el agrado de la sociedad.

La perdida de una parte del cuerpo implica la alteración funcional dentro de su contexto.

47

Para Barrera (2013), las amputaciones pueden ocurrir en tres formas básicas,

amputaciones en el nacimiento o congénitas, amputaciones accidentales o traumáticas, que

ocurren regularmente en accidentes de tránsito y accidentes laborales y amputaciones por

enfermedad. Cada una de ellas trae consecuencias psicológicas diferentes. Las amputaciones de

nacimiento implican alteraciones para la adaptación en el desarrollo psicológico cognitivo y

social, se podría decir que las consecuencias psicológicas en primera estancia estarían orientadas

hacia el núcleo familiar de la persona afectada. A lo largo de su vida las repercusiones

psicológicas empiezan a presentarse en consecuencia de su aprendizaje corporal y del apoyo que

obtiene (negativo o positivo) de quien lo rodea. Las personas que nacen con una limitación

congénita suelen adaptarse más fácil a su entorno que las personas que sufren de una

amputación súbita. Por otro lado se tiene que las amputaciones por enfermedad se presentan en

gran parte en adultos mayores donde se encuentran con más frecuencia enfermedades crónicas o

degenerativas, como; la diabetes y el cáncer donde la amputación es un hecho claro ante los ojos

del paciente por lo cual lo prepara para la situación que debe enfrentar y la intervención se

hace necesaria para evitar complicaciones en la salud del paciente.

En el caso de las amputaciones traumáticas, las cuales suelen suceder en accidentes, en un

atentado violento, en guerras. En estos casos las consecuencias psicológicas tienen mayores

complicaciones dependiendo de las características de cada persona, de su edad, su sexo, su

estado de desarrollo, su actividad laboral o profesional.

8.1.2 La crisis existencial en el amputado

48

Cuando se sufre una amputación, la apariencia física cambia a los ojos de uno mismo y

para los demás. Como los valores asociados con la apariencia son importantes cuando algún

miembro de nuestra sociedad no cumple con estos modelos, sufre una pérdida de aceptación y

por ello se crean problemas interpersonales.

Muchos estudios han indicado de acuerdo a Vaquerizo (2000) que entre el 20 al 40% de

los amputados presentan síntomas depresivos. No obstante, el dolor crónico cambia la

personalidad de la gente y la conciencia de otros problemas corporales. Entre los factores

psicológicos que agravan el dolor se encuentra el estrés y la ansiedad, es decir; que en los

pacientes se pueden presentar pensamientos negativos (caridad, vergüenza, castigo, culpabilidad

y humillación) donde se siente inútil ante la sociedad, en este sentido encontramos pensamientos

suicidas como lo menciona Zamorano (2012) quien dice que estas personas experimentan

además de la crisis existencial alteraciones somáticas que conllevan al amputado a querer

terminar con su vida.

8.1.3 Mecanismos de defensa involucrados en el paciente amputado

El comportamiento que adquiere el paciente después de una amputación depende de sus

vivencias por lo tanto en muchos casos, entran en juego los mecanismos de defensa inconsciente

como la proyección, desplazamiento, racionalización, regresión somatizada y negación. En este

sentido encontramos que estos mecanismos se definen de la siguiente manera Barrera (2013):

La proyección en el conflicto emocional que vive el paciente se debe a los sentimientos

de hostilidad o a otras actitudes, deseos o intereses, que emergen del afectado, por lo que

49

se prefiere atribuir las propias actitudes o los propios sentimientos o pensamientos hacia

otras personas. El tipo de proyección que tenga el paciente va a depender de la estructura

psíquica y de cómo lo interiorice y lo perciba.

El desplazamiento se muestra a través de fobias. Encierra un conflicto emocional muy

doloroso como son miedos y amenazas referidas a un objeto, como por ejemplo, un

paciente que es tratado de mala manera por un médico de un hospital y luego asegura al

salir de allí, todo el personal médico siempre trata mal a los enfermos, generalizando la

conducta.

La racionalización se manifiesta en explicaciones y justificaciones egoístas de la

conducta, debido a impulsos socialmente inaceptables o a una baja autoestima, por lo que,

quien utiliza esta forma de defensa, da explicaciones falsas, pero socialmente aceptables,

para justificar lo que en si es inaceptable.

La regresión somatizada: es un mecanismo que trata de calmar la ansiedad. Es cuando

el YO intenta volver a situaciones o épocas anteriores, en las cuales la gratificación le era

segura o al menos no tan amenazante; se observa muy frecuentemente en casi todos los

indispuestos por una enfermedad seria.

La negación: se trata de una negación colérica y obstinada de alguna situación o suceso,

que es evidente para otros. Esto, debido a una realidad dolorosa. Así rechazan el

50

conocimiento o la consciencia de algo que si es real. En pocas palabras, se niega como un

verdadero hecho que es doloroso para el YO.

Estos mecanismos de defensa nombrados anteriormente son principalmente inconscientes

en el individuo amputado y los emplean como defensa de las emociones o pensamientos que le

producen ansiedad, depresión o una herida a su autoestima.

8.1.4 Las etapas de duelo en el paciente amputado

El modelo de la psiquiatra suizo-estadounidense Küber-Ross (1969), en su libro la muerte y los

moribundos pp. 59 – 177 consideró que el proceso de duelo se da de la siguiente manera:

1. Negación. Donde el paciente amputado no aceptará lo sucedido con pensamientos

como “esto no me está pasando a mí”, “estoy bien no pasa nada, “sigo siendo el

mismo”, con frecuencia no querer hablar del tema.

2. Ira. Donde el paciente amputado tratará de buscar culpables sentirá rabia, podrá auto-

culparse, aparecerán los “hubiera”, “si hubiera hecho esto o aquello”, el coraje dirigido

casi siempre al personal médico a quién se le acusa de carniceros, etc., la oposición

(intento de evitar o posponer la cirugía alegando pretextos).

3. Negociación. El paciente amputado Intentará negociar (con Dios, con el médico, con la

pareja etc.) para obtener a cambio la restitución de lo perdido, aunque a veces eso sea

imposible como en el caso de la amputación de una parte del cuerpo.

51

4. Depresión. El paciente amputado Buscará estar solo evitará el contacto con los demás

con frecuencia puede presentarse alteraciones del sueño, sentimientos negativos sobre la

realidad y el futuro, desesperación e incluso ideas de muerte, sentimiento de desamparo.

Es una de las etapas más difíciles y complicadas, sin embargo su existencia indica que la

aceptación de la pérdida va siendo más probable, porque en cierta manera está

manifestando la rendición, en una lucha contra lo innegable.

5. Aceptación. El Paciente amputado afrontará cognitivamente la situación, y que puede

no alcanzarse hasta que el paciente este bien dentro del proceso de rehabilitación.

8.1.5 Consecuencias psicológicas

Generalizar las consecuencias psicológicas en los pacientes afectados es algo

contraproducente debido a que cada individuo que ha sido amputado posee unas características

únicas que influyen en su rehabilitación; estas características como ya se menciono

anteriormente están determinadas por la edad, sexo, características de la amputación, atributos

psicológicos y físicos propios de edades y situaciones concretas.

Estas consecuencias psicológicas son explicadas por Gayoso (2010), diciendo que los

aspectos principales que sufre el paciente son de índole personal el cual es un factor influyente

en la adaptación emocional después de la amputación. Es posible que no exista un proceso

psicológico genuino derivado del hecho de la amputación, pero no se puede evitar la presencia de

trastornos del estado de ánimo, una mayor presencia, en definitiva, de cuadros depresivos. Otro

52

cuadro sintomático de mayor hostilidad es la dependencia, inhibición, ansiedad o compulsividad,

que carecen de base estadística que los fundamente en datos.

Como se mencionó inicialmente y como lo explica este autor las consecuencias

psicológicas de los pacientes están ligadas en gran medida al paciente en su individualidad y

construcción psíquica estructuradas a través de las experiencias aprendidas a lo largo de su vida.

Otro aspecto importante a resaltar es la “dependencia” como exponen Oliveira & Roseira

(2007).

“es un aspecto que es motivo de preocupación en la persona amputada. Ser dependiente

es asustador, motivo de infelicidad, de inseguridad, de miedo. El no poder realizar sus

actividades cotidianas o de realizarlas con ayuda, lleva al paciente a tener sentimientos de

inferioridad, baja autoestima y preocupación”.

Esta dependencia es un factor que involucra varios aspectos de la vida de una persona

amputada debido a que se refiere al hecho de no solo la necesidad de ayuda en su hogar sino en

otros contextos como el trabajo y jornadas lúdicas o de dispersión.

Los pensamientos de desarrollo depresivo, que en menor medida pueden ser pasajeros y

frecuentes en las personas amputadas, generan una respuesta de afrontación en el sujeto. Es

decir que cada que se le atribuye más importancia a los denominados pensamientos

“recurrente”, siendo estos un modelo basado en la repetición de pensamientos depresivos,

53

dándole vueltas continuamente a los mismos aspectos negativos o dolorosos de la experiencia, en

una retroalimentación circular. Se acompaña de pregunta inútiles tipo ¿Por qué? o ¿Por qué a mí?

Es una forma de pensar que va a aumentar las atribuciones negativas, ya dolorosas de la

amputación. Aumenta el pesimismo y las interpretaciones negativas sesgadas. Facilita el acceso a

recuerdos negativos y disminuya la efectividad a la hora de solucionar problemas. Tan

importante como todo lo anterior es que a este estilo recurrente disminuye el efecto beneficioso

que supone el apoyo social como amortiguador del estrés (Barrera 2013).

Dentro del proceso de duelo existen pacientes que desarrollan un auténtico trastorno del

estado de ánimo o depresión clínica, los factores que pueden aumentar el riesgo de este

desarrollo depresivo pueden ser una pobre integración social previa a la amputación, las

relaciones sociales influyen en la medida que el individuo se sienta rechazado, fuera del grupo de

iguales, pudiendo aumentar la amputación el rango de exclusión si ya existe, previamente,

condicionamientos de introversión y aislamiento social. Carecer de confidentes, no comprender

ni previa ni inmediatamente, ni a posteriori, la necesidad de la amputación y atribuir sus causas a

terceros (fases primarias del duelo no realizadas) también favorecen un desarrollo emocional

patológico. Otro factor importante sería: la escasa actividad deportiva con anterioridad a la

amputación, la situación de re-amputación y aspectos técnicos como las amputaciones realizadas

en hospitales no especializados y el largo tiempo transcurrido entre la amputación y la

adaptación a la prótesis (Barrera, 2013).

54

8.2 MIEMBRO FANTASMA E IMAGEN CORPORAL

Es importante hablar de la relación que existe entre el síndrome del miembro fantasma y

la imagen o esquema corporal. Según Garófano & Arteaga (1997), el esquema corporal es

definido como “la intuición global o conocimiento inmediato de nuestro cuerpo, ya sea en reposo

o movimiento en función de la interacción de sus partes y de la relación con el espacio y objetos

que nos rodean” (p. 24).

Esté concepto es hace referencia a la organización perceptual construida sobre una base

fisiológica que constituye el cuerpo humano como se evidencia en la siguiente figura. De hecho,

Herrera & Guayadol (2007) plantean que de acuerdo a estudios recientes se ha demostrado que la

representación del propio cuerpo es una función psicológica innegable con su fundamento

neurobiológico correspondiente.

Figura 5: Representación de la imagen corporal en el cerebro

55

Según Lopera (1995), el cuerpo está representado en el sistema nervioso central, es decir

que cada una de las partes del cuerpo se encuentra representada a nivel cerebral (un ejemplo de

esto es el esquema del homúnculo). Dichas representaciones surgen del mismo cuerpo, por

medio de las vías somatosensoriales y propioceptivas. El esquema corporal se viene

desarrollando desde el momento de la concepción, surge a partir de la integración de los

receptores corporales.

A demás, según Lopera (1995), otros aspectos significativos como la distinción que tiene

la representación de los patrones de movimiento y la sensibilidad para la construcción del

esquema corporal, siguen algunos principios como: la representación contra - lateral, es decir,

que cada uno de los hemisferios cerebrales está encargado de recibir la información sensitiva y

controlar el lado opuesto del cuerpo; en cuanto a la representación jerárquica, se encarga de darle

cierta prioridad a cada parte corporal, por lo tanto la representación del rostro o de la mano, tiene

más cabida cerebral que la representación de las vísceras, es por esta razón que después de una

intervención donde es extraída una vísera del cuerpo (intestino, estómago, entre otras) no se

manifiesta ningún tipo de sensaciones fantasmas, ya que las representaciones en el sistema

nervioso central son muy débiles y por último la representación somato tópica asimétrica que

tiene en cuenta a la funcionalidad de cada una de las secciones del propio cuerpo.

Según Lopera (1995), existen trastornos del esquema corporal presentes tanto en el

hemisferio derecho como izquierdo, pero los trastornos del hemisferio derecho tienden a

representarse de forma unilateralmente, mientras que las lesiones del hemisferio izquierdo

tienden a generar trastornos bilaterales como por ejemplo desorientación del lado derecho-

56

izquierdo del cuerpo o agnosia digital. Sin embargo cuando existen lesiones somáticas, con

pérdida de algún miembro del cuerpo sin ningún compromiso cerebral (amputación), se generan

a su vez trastornos del esquema corporal, como puede ser el trastorno del miembro fantasma.

Después de una amputación, la corteza cerebral responsable de la sensación y

movimientos de la extremidad perdida sufre una reorganización, como se ha mencionado

anteriormente (Ramachandran 1998). Esta reorganización trae consigo extrañas sensaciones

referidas, como por ejemplo que las experiencias táctiles sobre el rostro también evoquen

percepciones táctiles en el miembro perdido debido a su cercanía en la corteza cerebral

somatosensorial.

57

9. CONCLUSIONES

Como una de las conclusiones extraídas luego de culminar el presente trabajo y a partir de

la revisión bibliográfica que comprende el periodo 2006 al 2016, la aparición de esta alteración

cuenta con una diversidad de aportes teóricos donde el mayor porcentaje se enfoca hacia los

aspectos fisiológicos, por lo cual se puede decir que existe una explicación sobre sus causas y

consecuencias, pero paradójicamente se observa que hacia la parte neuropsicológica aparece en

menores cantidades, lo que conlleva a no contar con una claridad especifica del problema ya que

no se encuentra una teoría que explique el síndrome del miembro fantasma en su totalidad, a

pesar de ser un problema de relevancia social porque afecta la calidad de vida de las personas

que la padecen.

En este trabajo fue importante resaltar la prioridad que tiene esta afección en su totalidad sin

centrarse en los mecanismos fisiológicos sino incluir los aspectos biopsicosociales del individuo.

A través del aporte que nos hacen Tonon da Luz et al, (2012) en el artículo “Valoración del

síndrome del dolor fantasma en amputados: abordaje biopsicosocial”, donde habla de la

importancia de abordar este síndrome desde las diferentes disciplinas y comprender las

interrelaciones de los componentes individuales de cada paciente.

Se logra analizar que desde la fisiopatología existen muchos modelos explicativos para el

síndrome del miembro fantasma , en las investigaciones se evidencia claramente como los

amputados con presencia del síndrome se les suministra una gran cantidad de fármacos con el fin

de disminuir dichas sensaciones, pero es evidente que los tratamientos no son determinantes para

el control del dolor fantasma, sino que esta afección va mas allá de lo meramente fisiológico, es

58

decir, que se involucran también componentes emocionales y del comportamiento.

En el ámbito social las implicaciones que conlleva a este síndrome se presentan debido a que

el dolor impide de manera determinante que el paciente realice diversas actividades que hacen

parte de su vida cotidiana, además de sus relaciones interpersonales, familiares y sus proyectos

futuros que involucran diferentes estancias físicas, biológicas y psicológicas.

En cuanto a las aproximaciones teóricas algunos enfoques plantean que tanto el sistema

nervioso central como el periférico tienen implicaciones en el síndrome del miembro fantasma,

puesto que existe un complemento entre ellos, donde el SNC se encarga de transportar todos los

impulsos nerviosos (eferente) y el Sistema nervioso periférico de las percepciones (aferentes),

que se presentan en este síndrome, como lo nombra Bermúdez (2013) diciendo que mas allá de

un debate entre el sistema nervioso central y periférico todo parece indicar que se complementan

entre sí, esto es debido a que las diversas teorías de solución a este síndrome que están enfocadas

exclusivamente a las teorías periféricas o centrales no han sido totalmente eficaces.

Se puede concluir que se logran identificar diferentes tratamientos donde es evidente que su

principal enfoque está determinado por el dolor, ya que, este es incapacitante para los pacientes

que padecen el síndrome, encontrando principalmente tratamientos farmacológicos y no

farmacológicos como acupuntura, estimulación magnética, estimulación transcraneal,

estimulación nerviosa eléctrica, terapia electroconvulsiva, terapia espejo, imaginería motora,

antidepresivos, anticonvulsivos, entre otros. Dentro de los tratamientos que involucran los

aspectos neuropsicológicos se encontró que dentro de las investigaciones uno de los más

59

significativos para el síndrome del miembro fantasma es la terapia con la caja espejo propuesta

por Ramachandram.

Finalmente se puede decir que este síndrome es una respuesta fisiológica pero que las

alteraciones psicológicas que sufre el paciente como respuesta a los ajustes de la nueva condición

física influyen en el aumento o reducción de la percepción mental o apoyo terapéutico. Es

importante tener en cuenta que el objetivo es encontrar estrategias para afrontarlo, reducir

estados emocionales como la depresión, la modificación de pensamientos negativos por positivos

y procurar reincorporar al paciente de nuevo con su familia, comunidad y cotidianidad de vida

(trabajo, recreación, entre otros). Se debe tener en cuenta también el tipo de síntomas que padece

el paciente ya que de esto dependerá el tratamiento que se debe aplicar. Además una terapia

temprana puede marcar la diferencia en disminuir de forma significativa o hasta eliminar las

causas que envuelvan la aparición de sensibilización a nivel central y periférico.

60

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