El segundo fin de semana de Octubre, el guitarrista Pedro Navarro (35) daba por finalizada su gira “Sueño Flamenco” con tres conciertos en el teatro Alcázar de Nules, su pueblo natal, al que tuve el placer de asistir y documentar lo que fue una experiencia única. Además, unas semanas más tarde Pedro también me concedió la siguiente entrevista en la cual nos habla de su formación académica y su carrera actual desde una perspectiva personal.

Pedro Navarro y breve reportaje de su espectáculo

Teatro Alcázar, 12 de Octubre del 2018.

Mientras nos acomodamos para empezar la entrevista Pedro pone el álbum completo “Vicente amigo poeta” en Youtube y así con esta música de fondo empezamos. Nos iremos unos años atrás para recordar algo que a los músicos suele crear nostalgia y que algunos siguen conservando, como es el primer instrumento ¿qué sensaciones recuerdas de tu primera guitarra y cuánto te duró?

Mi primera guitarra me duró tres o cuatro años hasta que mis padres pudieron comprarme otra y en ese momento recuerdo sentir ese privilegio de pertenecer al mundo de mis artistas favoritos.

En relación a tu formación académica, sabemos que finalizaste tus estudios superiores de música en el conservatorio “Joaquín Rodrigo” de Valencia a la vez que el grado en historia del arte en la Universidad de misma ciudad, ¿cómo ha influenciado una cosa a la otra?

A pesar de conseguir muy buenos resultados tanto en el conservatorio como en la universidad, influenció en el tiempo porque la guitarra es como una mujer celosa, requiere mucho de ti y se enfada contigo si no le haces caso. Además del tiempo para tocar exige tiempo para el descanso, que está muy devaluado en nuestros días, y tiempo para pensar cómo la vas a tocar. Pienso que hay que ser guitarrista y no simplemente tocar la guitarra para entender que aunque se puedan hacer varias cosas a la vez, mi mente estaba siempre ocupada pensando en la guitarra.

¿Ha habido algún profesor que te marcó? Sí, me marcó

la exigencia de las clases con Alberto Ponce, ya que

gracias a su dureza me ayudó a diferenciarme de los demás. También cabe destacar la generosidad de

Antonio Galindo.

¿De los distintos premios que te han otorgado en todo este tiempo cuál ha sido más especial y por qué? El mejor premio que puedes tener es que te peguen un “olé” en un concierto, los premios son un buen trampolín para posibles proyectos, para la reputación y para conseguir caché pero desde luego no llenan el espíritu o la satisfacción personal.

¿Qué relación tienes ahora con el repertorio clásico? ahora mismo poca relación. ¿Cambiarías algo de los estudios de música en el conservatorio? sí, intentaría cambiar de alguna forma el sistema de evaluación de los alumnos para asegurar de que se está enseñando música a través de los poros de la piel, con pasión y no planteando unos objetivos que al final sólo forman a “gente que va al conservatorio” y no a “músicos.”

¿Cómo defines tu estilo en particular y cómo llegaste a él? Lo definiría como flamenco desde la óptica de Pedro Navarro, a veces, considero que el flamenco tiene que ser más melódico y añadirle armónicos que le den más vida. También me han catalogado como “modern flamenco” en el festival de música latina en Chicago.

¿Cómo llegas a crear tu carrera artística entre una técnica clásica e influencias flamencas y del jazz? Tenía muy buena mano izquierda gracias a la técnica clásica pero tuve que dotarme de recursos para la mano derecha, ya que el flamenco y el jazz lo requiere. Aprendí de forma autodidacta jazz y flamenco; mi mente y mis manos tenían un conocimiento clásico pero en cambio mis oídos y mi alma estaban escuchando flamenco.

¿Cuál ha sido el lugar más bonito en el que has tocado? bueno, el festival internacional de Vendome en Francia, y el Domodossola en Italia, donde toqué en un castillo medieval.

¿Te has interesado alguna vez por otro estilo musical que pudiese atraer a un número mucho mayor de público? No mucho la verdad, la música latina me apasiona bastante pero no he sido ni rockero ni de mucho pop.

¿Cuál ha sido el mayor número de gente para la que has tocado? Entre 6.000 y 7.000 personas.

¿Con qué artista te gustaría colaborar y por qué? Bueno hay muchos pero seria un placer tocar con Antonio Serrano, Rubén Blades o Niña Pastori porque creo que son artistas únicos.

Menos la tercera parte del concierto, que supongo fue un descanso para tu mano, tocaste toda música original tuya ¿te ha sucedido que alguno de los temas sea idéntico en el momento de la grabación al momento en el que lo compusiste?

No, es muy difícil que esto pueda suceder ya que los temas van surgiendo poco a poco de pequeñas ideas que tienen que madurar con el tiempo. Un tema puede tardar incluso dos años desde el momento en que nació la idea inicial hasta el momento de la grabación, ya que la propia visión de uno mismo sobre el tema cambia con el paso del tiempo. “Un tema es un viaje y un medio para seguir aprendiendo, nunca se puede pensar en un tema como un fin”.

¿Quién es la primera persona que escucha tus primeras ideas de composición? Suele ser mi hermano, que es muy crítico y de quien me fío ciegamente.

¿Has recibido alguna vez una crítica negativa? De ser así, ¿cómo la has afrontado? Sí, las críticas constructivas las recibo de forma natural, pero siendo consciente de mi esfuerzo y de mi dedicación. Por otro lado, no dejo que vayan más allá las críticas que vienen sólo desde sentimientos negativos.

¿Has compuesto algo que no haya salido nunca a la luz? Por supuesto, hay una parte residual que está guardada en el ordenador. He dejado temas casi enteros sin grabar por un compás.

Después de todas estas preguntas tan serias, me siento tentada a preguntarte ¿qué música comercial te gusta? No descartaría escuchar algo de Alejandro Sanz, Niña Pastori o Miguel Poveda. ¿Has pensado alguna vez si no te hubieses dedicado a la guitarra qué te gustaría haber hecho? Si, pues yo creo que con algo que no fuese mecánico, algo que no tuviese que hacer todos los días lo mismo, un trabajo que requiera algún tipo de creatividad.

¿Sientes que has sacrificado mucho (tiempo, relaciones personales, otras oportunidades de trabajo, etc.) para haber llegado a este punto? Sí, yo no puedo hacer una vida normal, no puedo llegar el fin de semana y estar con mi familia, perono veo mi vida sin la guitarra… yo “me casé” con la guitarra para tratarla bien a ella y ella a mi.

El concierto seguía una temática que particularmente me gusta mucho, los viajes, con audios introduciendo las partes del concierto como si el público fuésemos pasajeros de un vuelo ¿de quién fue esta idea? Mía, cuando ya trasciendes un determinado público que no es sólo el flamenco, sobre todo porque la música que yo hago es música fusión (árabe, cubana, jazz), tiene bastante sentido.

¿Cómo llevas la distancia, llegas a acostumbrarte a las constantes despedidas y bienvenidas, o al contrario, cada vez se hace más duro? Yo creo que somos animales de costumbres y por eso cuando estamos lejos echamos de menos nuestra cama, la comida... sin embargo a veces cuando llevas mucho tiempo parado te llega el aliciente de salir a la selva.

Pedro, desde el público disfrutamos mucho la actuación pero creo que tu disfrutaste aún más, ¿Qué diferencias hay entre tocar en el lugar en el que te has criado y otros sitios? ¿Más nervios o más tranquilidad?

Más nervios, más emociones, más cariño, más cabezas con nombre y apellido...

¿Qué consejo le darías a tu yo del pasado? Haber encontrado mi propio lenguaje antes.

¿Qué le dirías a un alumno desmotivado? le recomendaría ver “La Sombra de las Cuerdas” un documental de “El niño Miguel” que podría hacerle cambiar la perspectiva. Además de escuchar a los guitarristas de verdad.

¿Alguna vez has sufrido tendiditis? No, aunque era un poco salvaje al principio, tocaba cuando quería, de hecho soy más metódico ahora que cuando era estudiante.

Durante la tercera parte sonó Libertango, que por cierto es una de mis piezas favoritas de Astor Piazzolla, donde las bailaoras volvieron a demostrar su talento.

¿Practicas alguna técnica de relajación o ritual antes de subir al escenario? Me gusta simplemente estar tranquilo en el camerino, repasando las uñas o calentando, es importante salir con los dedos calientes. Hay que salir pensando en la música y muy concentrado.

A parte de disfrutar de un espectáculo musical muy emocionante, también pudimos presenciar un espectáculo visual por parte de las bailarinas y bailarines flamencos que nos mantuvo embelesados. ¿Cómo les conociste y desde cuando trabajáis juntos? Ya hace tiempo, bailando en diferentes tablaos, uno les empieza a invitar a tocar juntos y después va entablando una relación de amistad que más tarde se convierte también en profesional.

No es que te haga falta nadie más para crear algo maravilloso sobre el escenario pero desde luego el espectáculo es más completo así, con músicos y bailarines profesionales con mucha pasión e ilusión por su trabajo. ¿Cómo dirías que se acoge el flamenco fuera de España? ¿Alguna anécdota que puedas compartir?

Afortunadamente, el flamenco lo reciben muy bien, como un arte misterioso y muy respetado. Como anécdota, podría contarte cuando una vez toqué en Turquía y antes de salir a tocar me dijeron: “seguro que lo vas a hacer muy bien porque los musicos españoles suelen ser muy buenos, el año pasado vino a tocar un tal Paco de Lucía.”

¿Cuál ha sido el mayor reto que se te ha presentado con la guitarra?

La constancia, el tener que luchar con algún tipo de vida que implica aeropuertos, aviones e incluso llevarme la guitarra de vacaciones tres días. Este instrumento es como una droga para mí.

Para ir terminando, te diré que todo el grupo trasmitíais un energía increíble al público, ¿podrías definir qué relación tienes con tu equipo en unas pocas palabras? Una relación de adrenalina, es importante que tu equipo comparta tu visión de la música, que en este caso es poder vivir de ello.

¿Cómo te definirías como director artístico? un buen director tiene que ser tan suficientemente claro y profesional que si las cosas van bien tiene que parecer que no. Por otro lado, no hace falta alzar la voz para tener autoridad.

Dicho esto, ¿qué tienes en mente para el futuro? quiero acabar de grabar todos los temas que me quedan, que no son pocos, y descansar un poco; después de los últimos tres conciertos me dolía todo el cuerpo.

Cuando creíamos que el concierto había acabado, pusiste la guinda al pastel con el clásico “Entre dos

Aguas” el cual no tuvo nada que envidiarle a Paco de

Lucía. Gracias por concedernos la oportunidad de conocerte y de disfrutar de un gran espectáculo. Ha

sido un verdadero placer y te deseamos mucha suerte!