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Pensar adelgaza Tediósfera Para Norma Arteaga No se equivocaba Pascal: se escriben textos largos por falta de tiempo para reducirlos. En esta entrevista, el máximo promotor de la Lipocultura, Marcus Cunningham, nos acerca a su ya célebre sistema de adelgazamiento. Una cosa ha preocupado al doctor Marcus Cunningham, de la Universidad de Michigan, desde sus inicios: el grosor de los libros. En una cultura, como la norteamericana, donde las narraciones menores de 300 páginas son novelas truncas, Cunningham ha encabezado una nueva ofensiva contra el peso material y a favor del peso específico de la literatura que él ha destacado en autores de América Latina como Augusto Monterroso o César Aira. Después de haber criticado el método Pilatos (obras que

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Pensar adelgaza TedisferaPara Norma Arteaga No se equivocaba Pascal: se escriben textos largos por faltadetiempoparareducirlos. Enestaentrevista, el mximopromotor de la Lipocultura, Marcus Cunningam, nos acerca asu !a c"lebre sistema de adelga#amiento. Unacosahapreocupadoal doctor MarcusCunningham, de laUniversidad de Michigan,desde sus inicios: elgrosordeloslibros. Enuna cultura, como lanorteamericana, dondelasnarracionesmenoresde 300 pginas sonnovelas truncas,Cunningham haencabe!ado una nuevao"ensiva contra el pesomaterial # a "avor del peso espec$"ico de la literatura %ue&l ha destacado en autores de Am&rica 'atina comoAugusto Monterroso o C&sar Aira. (espu&s de habercriticado el m&todo Pilatos )obras %ue "ueron desarrolladasseg*nlosdictadosdelamasa+#laescrituramacro&tica)narraciones dependientes de la repercusi,n social+, eldoctorCunninghamlan!,la'ipoculturacomounsistema%uecomprendeoperaciones para disminuir la palabrer$avacua # sin posibilidades de trascender. -entado sobre unsill,n ligeramente oloroso ).'e perteneci, a /u0o1s0i2,asegura+, el pol&mico especialista nos habla de sus t&cnicasliterarias desde su casa de descanso en 3regon.4(e d,nde surge la 'ipocultura5 En6780, mi abueloestuvoenunserviciodiplomticoen/ogot, pese a sus di"icultades para hablar espa9ol. Ciertanoche coincidi, en una cena con :os& :uan ;ablada,compatriotatu#o, %uienentusiasmadolecont,sobreunpoema %ue acababa de escribir en una servilleta. El poetacomen!, su recitaci,n diciendo: .'i"ord,"ue mi padre %uien me encarg, %ue diera coherencia a lasanotaciones del abuelo. Pero como el t&rmino.'ipoescultura2 #a estaba registrado, los abogados merecomendaronoptarporel conceptomssigni"icativode.'ipocultura2.Comen!, usted, si no me e%uivoco, con un Centro deModelado Cultural. -$, al principio reun$ a un grupo de chicos en un ca"& parahablar de escritores, libros # problemas de la actualidad.'e$amos los te>tos %ue llevaba cada uno de ellos # #o usabaun sistema %ue en ese entonces denomin& de .hilos rusos2:med$amos sus creaciones con lecturas de Ch&=ov o(osto#evs0i a ver si los chicos pod$an superarlos.4No era un poco duro eso5.-i no duele es %ue no est "uncionando2. Creo %ue la "rasees de Masoch.No, es deCind# Cra1"ord. -e9or Cunningham, 4en%u&consiste e>actamente la 'ipocultura5 Podemos compararla con el traba=o del escultor %ue de uncubodegranitova cincelandola "igura a trav&s delasustracci,n: %uitando lo innecesario. Eso es la 'ipocultura:%uitar para dar "orma. ? #a se sabe %ue la esencia del artees "ormal.Me pareci, haber visto sus diagramas de correcci,n sobrealgunos manuscritos.Parecenestrategiasde un coachdebaloncesto. -& a lo %ue te re"ieres. A veces ha# %ue hacerse9alamientos mu# espec$"icos con "lechas, tachones #c$rculos@ ha# =,venes %ue no entienden tus sugerenciashasta %ue escribes .Esto es una mierda2 al margen. Aecuerdo %ue /ushnell recomend, recientemente noescribirmsdeB0pginasdiarias. 4Creeusted%uesetrate de un r&gimen e>cesivo %ue termine por mermar lasalud de la literatura5 El problema con las limitaciones es %ue nos vuelvecontadores # no de historias precisamente. 4?si a lacuartilla CD surge el -ha0espeare %ue todos llevamosdentro5, 4%u& hacer en estos casos5, 4de=arnos llevar porel placer o por la aparente autocr$tica5 ?o creo %ue/ushnell terminarpor crear une=&rcitodeanor&>icoscreativos, %ue re"le>ionarn dos horas antes de teclear susiguiente "rase.(a la impresi,n de %ue su m&todo reductor es mu# cercanoal de /ushnell. No, por%uenoes lo mismo lo %ueescribes %uelo%uepublicas. El problema no est en la escritura sino en lo %uetermina en los estantes. 'o %ue la 'ipocultura propone esun traba=oa posterioridela creaci,n literaria. No teproh$be redactar, sino %ue traba=a con el te>to antes de%ue llegue a los lectores.4Eu&venta=astienesobreotrossistemas, digamos, pore=emplo, la (ieta de la 'una5Eso de sentarse a contemplar nuestro blanco sat&lite hasta%uenoslleguelainspiraci,nhaproducidomscursiler$a%ue literatura. Es una estupide!, no lo intenten. Mi sistemaest semi,ticamente probado. Nueve de cada die! te>tosredactados con'ipoculturahanllegadoaser temas detesis. Ning*n otro m&todo me=ora a tal grado el desempe9ote>tual de las personas. En t&rminos generales, 4no est viviendo la literaturacontempornea una obsesi,n por el grosor %ui!s alentadapor el mercado5 En parte. 'os norteamericanos amanlas novelas por%ueellos mismos le imponen el ritmo a su lectura. Un cuento tee>ige no separarte de &l hasta el punto "inal@ la novela, no.Unpoemanecesita%ues,loe>istasparasulectura@ lanovela %ue tengas unos minutos libres en la "ila del banco.Por eso los norteamericanos veneran el grosor@ por laamplitud%uepermitensushistorias@ suslecturassonlam*sicade"ondodeotrasactividades: via=ar, asolearse,prepararse para la siesta. No te vo# a mentir, en laactualidad me preocupa %ue gente como -tephen Finglidereel mercado. (ios, am$ mecausanmsterrorlascientosdepginas%ueescribe%uesushistorias. El s,loespesor de Gt me de=, sin dormir una semana.Pienso un poco en Aobert Musil # en sus cientos de pginasinnegablemente desiguales, # en lo caracter$stico %uesigni"ica eso de su literatura. 4No est ustedcontribu#endo"inalmentealaculturalight: el materialdigerido para el p*blico lector5-i me %uieres comparar con lo %ue hace la AeaderHs (igest,podr$a golpearteconel Manual Merc0%ueguardoparaestos casos. Me niego a pensar en esos t&rminos. Mira elcasode;. -. Eliot, 4%u&ser$adeIasted'andsi E!raPound, un precursor de la 'ipocultura, no le hubierasugerido suprimir decenas de versos innecesarios5 'oseditores talentosos han hecho esto todo el tiempo, lo *nico%ue hago es populari!ar el m&todo.4Est usted hablando del autor de Cantos, un libro de D8Cpginas5-$, ha# gente %ue traba=a me=or con los cuerpos a=enos %uecon los propios. Mi mu=er puede darle me=ores ra!ones alrespecto.4Es cr$tica literaria5No, es dietista. Jolviendo al tema, 4%u& pasa con (osto#evs0i # ;olstoi oms evidentemente con :o#ce5, 4no ser %ue los escritoresactuales tienen modelos a esa escala5 -$, todos%uierenescribirellibro#nosepreocupanporhacer literatura. 'os =,venes se deslumbran con Kuerra #Pa!#olvidan%ueel me=or ;olstoi seencuentra en'amuerte de Gvn Glich, un relato %ue no consume ni una hora.;engo la impresi,n de %ue los muchachos de ho# no se handadocuenta %ueha#mentes %uepuedensoportar esasdosis # %ue no es cuesti,n de reproducir la e>periencia s,lopara .ver %u& sucede2.4-u sistema no provoca a la larga %ue los autores desechentodas sus pginas despu&s de haberlas escrito5 Una cosa te puedo asegurar: toda esa bulimia literaria %uepadecennuestros=,venesnosedebeam&todoscomola'ipocultura. 'a escritura de obra debe estar ba=o estrictasupervisi,n est&tica.Eso es indispensable.Por ello, todosnuestros clientes "irman una clusula %ue nos libra deresponsabilidades ante valiosos manuscritos destruidosdurante ata%ues de depresi,n o delirium tremens.Pasando a los casos particulares, 4cul ha sido el e=emploms e>itoso de su sistema5No deber$a decirlo pero un d$a lleg, el editor Kordon 'ish ami laboratorio de Alabama, con unas cuartillasmecanogra"iadas por un tal Aa#mond Carver. Me di=o:.4Eu& puedo hacer con el chico5 -us cuentos son buenos,pero late demasiada emoci,n en ellos2. 'e di=e %uesuprimiera las e>plicaciones # de=ara s,lo lo necesario. .Esoes algo mu# peligroso, Marcus2, me di=o. .'a gente %uieremotivos2. Estuvimos en una discusi,n acalorada, peropudimoseliminarcasi lamitaddelaspalabrasoriginales,gracias a la 'ipocultura, %ue en esos momentos estaba enun periodo de prueba. Cuando acabamos, 'ish estabaeu",rico. .4-abes una cosa52, me di=o, .Esto no puede%uedar en el olvido, a9adir& la palabra Ldi=oH en variosmomentos de la historia,como una "orma de recordar tumuletilla2. .?onotengomuletillas2, di=e, perosupropioentusiasmo le impidi, escucharme. As$ sali, el estiloCarver. 'o lamento por sus imitadores.? en el e>tremo contrario, 4recuerda alg*n escritor cu#agra"oman$a no ha#a podido curar5NormanMailerhasidomi *nico"racasoentodosestosa9os. Una madrugada del verano de 6776, vino a mi casa consu Mantasma de Narlot: un mamotreto de mil 300 pginassobre la maldita CGA. Cara=o, Norman, le digo, %u&demonios te pasa. ?&l: Marcus, a#*dame, ha vuelto asuceder. 'o sent& en el sill,n %ue alguna ve! "ue deMit!gerald # le di=e: Ael=ate # hblame un poco sobre tuin"ancia. Noacababa#odeacomodarmeenmi tumbonacuandoMailermecont,%uesiendoapenasunchicodenueve a9os redact, 8B0 pginas de un historia %ue titul,Gnvasion "rom Mars. Entonces mientras hablaba, todo "ueclaro para m$: estaba "rente a un caso perdido.