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PERFIL DE TRES MONARCAS Es una dramatización narrada de los acontecimientos suscitados en el periodo de gobierno de los tres primeros reyes de la nación de Israel. En la trama de la narración, siempre se enfatiza en el protagonismo de dos personajes, uno es viejo, y el otro es joven de edad. En la primera escena se encuentra a Saúl como el rey “viejo”, y a David como el joven que habría de reemplazarlo; por otra parte la escena dos “por decir así”, en vuelve a un David como rey, pero un “rey viejo”, y al joven Absalón quién se ha auto proclamado rey de Israel. De cada uno de los reyes encontramos algunas características que nos ayudan a identificar su perfil, el primero de ellos es el Rey Saúl, el ungido de Jehová a quién David respetaría mucho. El Rey Saúl fue un monarca que gobernó casi siempre con desconfianza y temor de ser quitado como rey, el sabia que alguien mejor, es decir, David le sucedería en su lugar, esto provocó y desencadenó ira y locura, locura misma con la que buscaba quitarle la vida a David. Este proceso de desconfianza y locura, solo era la escuela del quebrantamiento de David, ya que Saúl era un viejo amargado, solo le estaba modelando el tipo de rey que no debería de ser. David podía reclamar su derecho, y asesinar Saúl él podía hacerlo, era el rey, Samuel ya lo había ungido como rey, sin embargo, David tenía un corazón puro y manso, contrario a la ambición de Absalón y a la locura del viejo Saúl. Absalón era un joven impetuoso, ambicioso en busca del poder y de la fama, se hizo rodear de gente haragana, y vagabunda para que lo proclamaran como rey. Es muy interesante reconocer que en este caso es Absalón quien procura ser rey, es él quien busca las posiciones, y sin importar que el gobierno de su propio padre sea dividido.

perfil de tres monarcas

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PERFIL DE TRES MONARCAS

Es una dramatización narrada de los acontecimientos suscitados en el periodo de gobierno de los tres primeros reyes de la nación de Israel. En la trama de la narración, siempre se enfatiza en el protagonismo de dos personajes, uno es viejo, y el otro es joven de edad. En la primera escena se encuentra a Saúl como el rey “viejo”, y a David como el joven que habría de reemplazarlo; por otra parte la escena dos “por decir así”, en vuelve a un David como rey, pero un “rey viejo”, y al joven Absalón quién se ha auto proclamado rey de Israel.

De cada uno de los reyes encontramos algunas características que nos ayudan a identificar su perfil, el primero de ellos es el Rey Saúl, el ungido de Jehová a quién David respetaría mucho. El Rey Saúl fue un monarca que gobernó casi siempre con desconfianza y temor de ser quitado como rey, el sabia que alguien mejor, es decir, David le sucedería en su lugar, esto provocó y desencadenó ira y locura, locura misma con la que buscaba quitarle la vida a David. Este proceso de desconfianza y locura, solo era la escuela del quebrantamiento de David, ya que Saúl era un viejo amargado, solo le estaba modelando el tipo de rey que no debería de ser.

David podía reclamar su derecho, y asesinar Saúl él podía hacerlo, era el rey, Samuel ya lo había ungido como rey, sin embargo, David tenía un corazón puro y manso, contrario a la ambición de Absalón y a la locura del viejo Saúl.

Absalón era un joven impetuoso, ambicioso en busca del poder y de la fama, se hizo rodear de gente haragana, y vagabunda para que lo proclamaran como rey. Es muy interesante reconocer que en este caso es Absalón quien procura ser rey, es él quien busca las posiciones, y sin importar que el gobierno de su propio padre sea dividido. Entonces encontramos a David en medio de Dos personas, una vieja “Saúl”, y la otra joven “Absalón”. David tuvo que luchar por no convertirse en un Absalón joven cuando Saúl era viejo, pero ahora está luchando por no convertirse en un Saúl viejo, cuando David era un joven. En medio de estas dos propuestas de reinado David se desenvuelve como rey. Fue quién debió ser, la confianza en Dios acerca de su llamado le permitió sobrevivir en medio del quebranto, David Sabía que más temprano que tarde ese rey loco que tiraba lanzas y saetas para quitarle la vida seria destronado, mientras tanto el estaba ejercitando la paciencia y la dependencia de Dios. Este ejercicio de la paciencia y del quebranto le permitió no convertirse en un Saúl en el momento en que su hijo (de David) Absalón intenta arrebatarle el reino.