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PERFIL BASICO DEL DIRIGENTE QUE NECESITAMOS Necesitamos como dirigente, un adulto con ideas juveniles: 1. Cuya relación consigo mismo, con el mundo, con la sociedad y con Dios, constituyan un testimonio del proyecto educativo del Movimiento, con particular énfasis en su rectitud personal, su madurez emocional, su integración social y su capacidad de actuar asertivamente y formar equipo con otras personas. 2. Que tenga disposición para asumir y enfrentar las tareas de su proceso de desarrollo personal, ya sea en responsabilidades educativas en contacto con los jóvenes o en funciones de apoyo a quienes actúan con ellos. 3. Que manifieste una aptitud intelectual suficiente para comprender los alcances fundamentales de las tareas que desarrolla. 4. Que posea la competencia y calificación que requiere la función que realiza o que esté en proceso de obtenerla. 5. Que esté comprometido, con formación y capacitación (el reto de convertirse en Dirigente I.M.) a perfeccionar y actualizar continuamente sus conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para el cargo que ha asumido. 6. Que demuestre adhesión a las normas de la Asociación, aceptándolas e incorporándolas a su conducta habitual. 7. Que tenga la madurez, la salud física y psicológica para no intimar con los jóvenes a quien dirige, y disponga del tiempo suficiente para desarrollar con efectividad la responsabilidad que ha asumido. 8. Que tenga la disposición permanente para interesar y captar nuevos adultos para el Movimiento Scout. 9. Y contribuir a formar a una persona que ocupe las funciones al momento en que el actual dirigente deba dejarlas por cualquier causa.

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PERFIL BASICO DEL DIRIGENTE QUE

NECESITAMOS

Necesitamos como dirigente, un adulto con ideas juveniles:

1. Cuya relación consigo mismo, con el mundo, con la sociedad y con

Dios, constituyan un testimonio del proyecto educativo del Movimiento,

con particular énfasis en su rectitud personal, su madurez emocional, su

integración social y su capacidad de actuar asertivamente y formar equipo

con otras personas.

2. Que tenga disposición para asumir y enfrentar las tareas de su proceso de

desarrollo personal, ya sea en responsabilidades educativas en contacto con

los jóvenes o en funciones de apoyo a quienes actúan con ellos.

3. Que manifieste una aptitud intelectual suficiente para comprender los

alcances fundamentales de las tareas que desarrolla.

4. Que posea la competencia y calificación que requiere la función que

realiza o que esté en proceso de obtenerla.

5. Que esté comprometido, con formación y capacitación (el reto de

convertirse en Dirigente I.M.) a perfeccionar y actualizar continuamente

sus conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para el cargo que ha

asumido.

6. Que demuestre adhesión a las normas de la Asociación, aceptándolas e

incorporándolas a su conducta habitual.

7. Que tenga la madurez, la salud física y psicológica para no intimar con

los jóvenes a quien dirige, y disponga del tiempo suficiente para desarrollar

con efectividad la responsabilidad que ha asumido.

8. Que tenga la disposición permanente para interesar y captar nuevos

adultos para el Movimiento Scout.

9. Y contribuir a formar a una persona que ocupe las funciones al momento

en que el actual dirigente deba dejarlas por cualquier causa.