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Periódico Parroquial de Santa Beatriz de Silva de la Arquidiócesis de Monterrey, México
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Monterrey, N. L ., México Febrero de 2013 No. 89
M uy queridos hermanos y hermanas en el Señor:
El último día de este mes de febrero
se ha despedido el Papa Benedicto
XVI de su ministerio petrino y en “sede vacante” el Colegio de Cardenales, en nombre de
toda la Iglesia, pedirá al Espíritu Santo su luz para elegir al
nuevo obispo de Roma, sucesor del apóstol san Pedro, el nuevo Papa.
Damos gracias a Dios nuestro Señor por el ministerio
universal que realizó para bien del mundo y particularmente
Benedicto XVI, que ahora se dedicará a vivir en oración y reflexión, en bien y por amor a la Iglesia. Roguemos siempre por él en señal de esa gratitud permanente que bien se
merece.
Igualmente recemos al Espíritu Santo y pidámosle que
ilumine al Colegio Cardenalicio en su tarea de elegir al nuevo
obispo de Roma, sucesor del apóstol san Pedro, Vicario de Cristo en la Tierra.
La Iglesia, siempre guiada y asistida por el Espíritu Santo,
seguirá su marcha hasta que Cristo vuelva, hasta la
consumación de los siglos, de acuerdo a la voluntad de Cristo, su divino fundador. Oremos, hermanos y hermanas,
unámonos en una plegaria humilde y llena de fe por el nuevo Sumo Pontífice.
Sigamos con entusiasmo la vivencia cuaresmal, que nos
adentra en el itinerario pascual para celebrar con Cristo la más grande la las fiestas de nuestra fe, la Resurrección del Señor Jesús, garante de su triunfo sobre el pecado, el
espíritu del mal, la muerte y conseguir para el hombre la redención, la salvación, la liberación y el derecho de entrar a la Casa del Padre.
Aprovechemos este
tiempo para vivir los ejercicios espirituales, la oración, la
penitencia, las
privaciones voluntarias, y sobre
todo para realizar las
buenas obras, las obras de misericordia,
que son siempre una muestra del amor
cristiano que se pone en acción para nuestra purificación.
Cuaresma es conversión, es decir un cambio de vida, un cambio en nuestra vida, que nos lleve a la plenitud de la fe, de la esperanza y del amor y renueve nuestra diaria acción
al llenar el corazón de Cristo, el Redentor.
La cuaresma nos lleva a la Pascua. Vivámosla intensamente. Que la próxima Semana Santa no sólo sea tiempo de descanso o de vacaciones, sino que también la vivamos unidos Cristo que nos llama a estar con él siempre.
En comunión de oraciones con María, Madre del Redentor,
sigamos nuestro itinerario a la Pascua de Resurrección.
Pbro. Juan Carlos Castillo Ramírez.
Párroco
Por su reportero Capsulito
1) Saludos, muchos saludos para cada uno de mis lectores y
gracias a Dios porque nos da vida, salud y tantas otras cosas que
nos permiten realizarnos día con día.
2) Empezamos este mes con la Hora Santa del primer viernes a
cargo de la Asociación del Santísimo Sacramento para dar paso a la celebración de la festividad de la Presentación del señor en el templo, es decir, el Día de la Candelaria.
3) El día cinco se efectuó el Rosario y Misa del Santo Padre Pío,
con muy buena asistencia. El grupo ya anda preparando los festejos de su aniversario. ¡A ver si invitan!
4) Los día seis, siete y ocho tuvimos unas pláticas sobre el
Concilio Vaticano II y el Catecismo de la Iglesia, que nos presentaron los Padres Héctor Leal Cárdenas, Humberto Torres
Hernández y José Francisco Gallardo Viera. Estas pláticas son parte de la celebración parroquial del “Año de la fe”, que, como bien saben sus mercedes, incluye un curso sobre el Vaticano II los martes a las 9:30 am y los martes a las 8:00 pm e igualmente un
curso sobre el Catecismo los miércoles a las 9:30 a.m.
5) El ocho fue la Tardeada Bohemia, con muy bonito ambiente
con puros “jóvenes de corazón”, que organiza como siempre la
Unión de Enfermos Misioneros.
6) Los coordinadores de los grupos parroquiales de apostolado
asistieron el sábado nueve a un Taller sobre liderazgo, que ellos solicitaron para vivir mejor su papel de coordinadores, en este servicio que realizan para bien de la comunidad.
7) Del 10 al 16 rezamos y rezamos por las vocaciones
sacerdotales. Fue una semana en que todas las Misas se tuvieron con esta importante intención, porque todos sabemos que tenemos una escasez de vocaciones sacerdotales. Parece que no hay muchachos que le quieran dar su vida a Cristo en el
sacerdocio. Yo creo que sí hay, pero como que tienen miedo de perder la felicidad, olvidándose de que en cada vocación se es feliz. ¡Anímense, muchachos!
8) En medio de esta semana vocacional vivimos el inicio
de la Cuaresma, con el Miércoles de Ceniza, voz de Dios
para su pueblo llamándolo a la santidad. Así dijo el P. Juan Carlos
en una de las Misas que celebró ese día, porque nos señaló que la Cuaresma es para todos, los pecadores y los que nos consideramos buenos y muy buenos, porque al final de cuentas la meta es la santidad. ¿Qué les parece?
9) El viernes 15 se iniciaron los “Via-crucis” cuaresmal que
serán cada viernes a las 3.30 p.m.
10) Con mucho gusto celebramos el DIA DEL SEMINARIO.
Momento de oración al Señor para que nos de vocaciones
sacerdotales, de pedir por los actuales seminaristas y sus formadores. Muy bueno el resultado de 80 mil pesos en la colecta que se hizo en las Misas de ese Día.
11) Nos unimos en oración por la Asamblea Eclesial Diocesana
que se efectuó del 18 al 20, presidida por el señor Arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López. Por parte de la Parroquia participó el P. Juan Carlos Castillo Ramírez y la señora
Rebeca González de Ayala. El tema de la Asamblea fue la Comunión que ha de vivirse en las comunidades parroquiales para que cada Parroquia sea Casa y Escuela de Comunión.
12) El grupo juvenil Lolek tuvo su Misa y Charla mensual sobre
las enseñanzas del Papa Juan Pablo II el día 20.
13) Más de 100 integrantes de los grupos parroquiales
tomaron parte en el retiro de cuaresma, en camino a la pascua, que se realizó el 23 de este mes reflexionando sobre el mensaje del Papa Benedicto XVI y sobre la comunión y la parábola del hijo
pródigo.
14) La última semana del mes se tuvieron los ejercicios
espirituales para damas, solteras y casadas, por la mañana a cargo del P. Mariano Rincón Alonzo y por la tarde a cargo del P. Juan Pablo Martínez Martínez. Igualmente se tuvo la semana de iniciación cristiana que organizó con buen resultado el grupo
parroquial de la Renovación en el Espíritu Santo, que dirigió el P. Mario Tamez y un equipo diocesano de este Movimiento.
15) El 28 cerramos las actividades del mes con la junta de los
Padres y Diáconos del Decanato aquí en Santa Beatriz y despedimos con la oración y gratitud al Papa Benedicto XVI en su último día de pontificado.
¡Hasta la próxima! Si Dios quiere.
Les dice “Capsulito”, su reportero favorito.
2
3
LOS ENFERMOS,
RIQUEZA DE LA IGLESIA. Por José Luis Martín Descalzo.
Si yo les preguntase a ustedes cómo podemos
reconocer que un país está verdaderamente
desarrollado, tal vez muchos me contestarían
que examinando si la renta media nacional
pasa de un determinado número de dólares. O
comprobando si la mayoría de las casas tienen
agua corriente y luz eléctrica. O viendo el
número de televisores y automóviles. Pero todo
esto no serían más que signos externos de
riqueza. ¿No habrá otro desarrollo interno, otro
desarrollo del corazón, mil veces más
importante que el del bolsillo?
Nosotros pensamos que la manera auténtica de
medir cómo funciona en lo humano
verdaderamente un país es estudiando cómo
son atendidos en él los más débiles de sus
ciudadanos: los pobres, los enfermos, los
ancianos, los minusválidos.
Tal vez en economía puedan funcionar otros
baremos. En humanidad y, sobre todo, en
cristianismo, es eso lo que cuenta. Y por eso
ningún campo más hermoso, más importante,
para los cristianos y muy en concreto para los
seglares, que el mundo de la enfermedad.
Vivimos en un mundo montado sobre las ideas
de la fuerza, del poder, de la salud. En él, la
competencia es tanta, es tanta la lucha, que
siempre triunfan los poderosos, los fuertes, los
sanos. Mientras los débiles, los enfermos, son
marginados como hombres, si no de segunda
división, sí por lo menos como hombres
“aparcados”, hombres que bastante tienen con
sobrevivir, como si se les excluyera del gran
banquete de la vida.
Hacia ellos nos volvemos algunas veces los
sanos con un gesto de compasión y lo hacemos
como si con ello ya les prestásemos un gran
favor que tuvieran eternamente que
agradecernos.
Y así es como, con frecuencia, muchos enfermos
llegan a convencerse de que son un estorbo y se
consideran inútiles porque no son productivos,
como si “producir” bienes materiales fuese lo
único importante que un ser humano puede
aportar a la humanidad.
¿Hace falta decir que todos éstos son
planteamientos no solo falsos, sino
rigurosamente inhumanos y mucho más aún
anticristianos?
La verdad es que todos los seres humanos
somos enfermos. Unos lo son en la actualidad,
otros en potencia. Pero la gran mayoría, antes o
después, conocerán la cama, el debilitamiento,
la ancianidad, la limitación.
¿Es que cuando esto pasa bajamos a la segunda
división de la humanidad? ¿Es que tenemos
menos corazón y menos alma cuando se nos
funden los riñones, el estómago o la vista? ¿Es
que el enfermo deja de ser miembro de pleno
derecho en la familia humana?
Habría que empezar a revalorar al enfermo y no
sólo por compasión, sino por su verdadera valía,
por lo que realmente aporta a la humanidad
durante su misma enfermedad.
Porque desde un punto de vista simplemente
humano:
-Los enfermos nos muestran lo más radical de
nuestra condición humana de seres limitados y
atados, por nuestra propia naturaleza, al dolor
y a la enfermedad. Nos descubren, a quienes
hoy estamos sanos, lo que mañana seremos.
-Los enfermos nos explican, con su dolor, que la
salud, siendo muy importante, no es el único ni
el definitivo valor de nuestras vidas. Y que
ellos, heridos en sus cuerpos, siguen teniendo
vivas y despiertas sus almas y continúan siendo
hombres en plenitud.
-En muchos casos los enfermos son ejemplos
vivos de coraje y de esperanza y nos descubren
que el hombre es capaz de superar las
adversidades y, con frecuencia, los enfermos nos
superan a los sanos en ternura y amor.
Pero todos estos valores se multiplican si los
contemplamos desde el punto de vista cristiano:
_Porque los enfermos nos recuerdan la
presencia viva del Señor y nos revelan la
eficacia del dolor dentro de la redención.
_Ellos son los maestros que nos explican que
esta vida, siendo muy importante, no es la
definitiva, sino el paso a lo eterno. Nos
descubren que el sufrir con Cristo tiene pleno
sentido, porque El, sufriendo y muriendo en la
cruz, ha dado una respuesta al dolor de los
hombres.
Por todo ello, ni como hombres ni como
cristianos, podemos valorar la aportación
de los enfermos a la comunidad. Y deberíamos
ser precisamente los cristianos los que más
luchásemos por un mundo en el que los débiles,
los necesitados, fuesen los más realmente
queridos de nuestra familia, sin que los sanos
se encierren con egoísmo en su salud y olviden o
marginen a los que sufren.
Cristo fue un ejemplo vivo de esta dedicación.
El invirtió la mayor parte de su tiempo en estar
con los enfermos, en curarlos, en quererles.
Nosotros, lo sé, no podemos hacer el milagro de
la curación de los enfermos, pero sí el milagro
del cariño que, con frecuencia es más
importante que el de la misma curación.
Y aquí sí que, amigos míos, tenemos todos un
infinito campo de acción apostólica. ¿Tenéis en
casa a algún enfermo, algún anciano, algún
minusválido? Empezad a amar, a evangelizar
por ahí. Porque, no hay que olvidarlo, tal vez el
día del juicio final no os pregunten cuántas
actividades inventasteis en vuestras
parroquias, pero lo que Jesús os va a preguntar
con toda certeza es, si, cuando El estuvo
enfermo, le visitasteis a través de los enfermos
que tenéis en vuestra misma casa.
4
ASAMBLEA ECLESIAL
DIOCESANA
Los días 18, 19 y 20 de febrero se llevó a cabo en
las instalaciones de la Casa de la Iglesia la
“Asamblea Eclesial Diocesana”.
La misma fue presidida por Monseñor Rogelio
Cabrera López, Arzobispo de Monterrey.
Participaron en ella el señor Obispo Auxiliar,
Monseñor Jorge A. Cavazos Arizpe; el señor
Obispo Auxiliar Emérito, Monseñor José
Lizáres Estrada; Sacerdotes, Diáconos,
Consagrados y Consagradas, Seminaristas, y
laicos y laicas de la Arquidiócesis, siendo una
cantidad de 600 asambleístas los participantes.
En un ambiente de oración, reflexión y
fraternidad se efectuaron estos trabajos que
tuvieron como objetivo “profundizar en la
vivencia comunitaria, segunda línea de acción
de nuestro Plan de Pastoral Orgánica
2011-2015, para manifestar nuestra vocación
de discípulos misioneros”.
En la Asamblea se revisaron los siguientes
temas: La vivencia comunitaria en la Biblia y la
Teología, a cargo de los Padres Carlos Alberto
Santos García y Alberto Anguiano García; La
dimensión humana de la vivencia comunitaria,
por el Padre Armando de León Rodríguez y las
psicólogas Cecilia Sotomayor Reyes y Adriana
Gorena Barrera. Además la dimensión pastoral
de la vivencia comunitaria, a cargo del
P. Benjamín Bravo y las Propuestas de la
Pastoral Social para la vivencia comunitaria,
por el Padre Rogelio Narváez Martínez.
Un equipo de sacerdotes formado por los Padre
Roberto Figueroa Méndez, José Javier Lozano
Serrano y José Dolores Sánchez Morales, dio su
testimonio de vivencia comunitaria. Igualmente
los directivos ingeniero Alejandro Rodríguez de
los Tigres y CP Roberto Urdiales del Monterrey,
dieron su experiencia de formar un equipo.
El equipo de Zona IX de animación misionera,
integrado por el P. José Luis Fernández
Guajardo, la Hna. Verónica Medina y la señora
María Guadalupe Bustos Arizpe, dieron su
positivo testimonio comunitario.
Al final de la Asamblea se leyeron algunas
conclusiones que buscan favorecer que cada
Parroquia sea Casa y Escuela de Comunión.
El señor Arzobispo pidió a todos que como una
acción concreta resultante de la Asamblea y
muy importante para la vida de la
Arquidiócesis se trabajara por formar y vivir
una cultura vocacional y en cada Parroquia se
forme un equipo vocacional.
Así la Asamblea fue una experiencia
comunitaria de fe en el Año de la fe, estudiando
como lograr que todos los convertidos
experimenten una espiritualidad de comunión,
basada en una fuerte experiencia del amor de
Dios y de la fraternidad, y contribuyan en el
desarrollo social cristiano de su parroquia
(segunda línea de acción del Plan de Pastoral
Orgánica 11-15). Por nuestra Parroquia de
Santa Beatriz de Silva asistieron el P. Juan
Carlos Castillo Ramírez, como Párroco; y la
señora Rebeca González de Ayala,
Coordinadora del Area de Liturgia.
Sigamos pidiendo a Dios, nuestro señor, que
sean muchos los frutos que de esta Asamblea y
que así en cada parroquia e instancia pastoral
se viva cada vez más y mejor la comunión
cristiana, para ser, como Iglesia, un signo de
salvación.
5
CON MARIA, HACIA LA
PASCUA DE
RESURRECCION.
Mientras recorremos el camino de la Cuaresma, invitemos a la Virgen María a acompañarnos, o, más bien, a guiar nuestros pasos hacia la Pascua de Resurrección de Jesús. Porque sabiendo que la Cuaresma es un gran puente que nos lleva a la Pascua, nuestro fin es prepararnos con la ayuda de la santísima Virgen María, a vivir esta conmemoración de los misterios más grandes de nuestra fe, de los misterios que nos dieron nueva vida y que se sintetizan en decir: la Pasión, Muerte y Resurrec-ción del Señor. Con la Virgen María de compañera de nuestro camino, el ayuno, la penitencia, la oración, los ejercicios espirituales que podamos hacer en esta Cuaresma, serán carga ligera, porque ella que conoció tan profundamente el dolor en el prendimiento, en el juicio y condena de Jesús, así como en su crucifixión y muerte, nos ayudará a darle un sentido a nuestro esfuerzo cristiano. La cristiana tradición nos señala en el Via Crucis, que Jesús encontró a su santísima madre en el camino al Calvario. Cuanto sufrimiento en ambos. El hijo al contemplar sufriendo a su amantísima madre y la madre santísima viendo a su hijo en tal sufrimiento y estado, tan lejano al de Belén, al de Nazareth, ahora acabados. En el Calvario al pie de la cruz, acompañada del apóstol joven, san Juan evangelista, la Virgen padece el dolor de ver a su hijo divino crucificado en medio de dos ladrones, sufriendo lo indecible al estar salvando así al género humano. Desde la cruz, cuando parecía que ya nada tenía que darnos, Jesús además de pedir perdón por todos “porque no saben lo que hacen”, nos bendice con su santísima Madre, nos da a la
Virgen María como madre espiritual.
Le dice a la Virgen: Mujer, ahí tienes a tu hijo y a san Juan: hijo, ahí tiene a tu madre, y desde aquel día el discípulo la recibió en su casa. María nos recibe, nosotros recibimos a María. Nosotros le decimos con las palabras de la jaculatoria: “Madre llena de dolores, Madre la más afligida, a ti te entrego mi vida para que tú la mejores”. “Madre llena de dolores, madre la más afligida, haced que cuando expiremos nuestras almas entreguemos por tus manos al Señor”. Después encontraremos a la Santa Madre de Dios y Madre nuestra recibiendo el cuerpo sin vida de Jesús, llena de dolor contempla el cuerpo inerte de Jesús. Sufre, llora, y lo entrega a la sepultura, para pasar a esperar la Resurrección. Se quedó en la más grande soledad, su dolor le acompañaba. Nos enseñó a sufrir envueltos en la esperanza cristiana, porque si bien Jesús moría, no quedaría ahí, sino que resucitaría para proclamar su triunfo sobre la muerte, el pecado, el espíritu del mal y liberarnos a nosotros de su poder y permitirnos ser nuevamente hijos de Dios por su sangre redentora. Con María, Virgen de los Dolores, pero también Virgen de la Esperanza, vivamos en su compañía esta Cuaresma en camino a la Pascua de Resurrección.
6
El nombre del
Señor es Santo
Este es el segundo mandamiento: No tomarás en falso
el nombre del Señor tu Dios “. Ex 20 7 y Dt. 5, 11
Dios le confía su nombre a Moisés como signo de su
amistad o de su amor y por eso no debemos usar mal
su nombre.
Su nombre debe de estar en nuestra mente o memoria
en un silencio de adoración.
Debe de usarse solo para bendecirlo, alabarlo y
glorificarlo.
Todo fiel cristiano debe dar testimonio del nombre del
Señor confesando su fe sin ceder al temor.
Los padres en sus familias están obligados a respetar el
nombre de Dios y no usarlo para chistes y mucho
menos para amenazar de castigo o para ponerlo de
testigo de una mentira.
Las formas en que se peca abusando del nombre de
Dios son:
A) Prometer a los demás casos que nos e van a
cumplir; dejando a Dios como mentiroso.
B) La blasfemia o faltar el respeto hasta con
reproches o palabras de odio que lo maldicen.
C) Uso mágico del nombre de Dios.
D) En los juramentos falsos.
Aquí hay que tener cuidado cuando se nos invita por
ejemplo a una presentación matrimonial y pesar de que
se indica contestar bajo juramento; nos atrevemos a
decir mentiras o a no decir la verdad, callando u
ocultando algo que es importante para la futura vida
matrimonial de los contrayentes.
E) El perjurio es decir que aun bajo juramento
hace una promesa que no tiene la intención
de cumplir o que después de haber prometido
bajo juramento no lo sostiene.
Este mandamiento es tan importante que Jesús lo
enseño en el Sermón de la montaña; del versículos del
33 al 37 : “ No perjuraras sino que cumplirás al Señor
tus juramentos” y se recomienda que solamente
debemos decir Si o No para no jurar ni por el cielo ni
por la Tierra.
San Pablo en II de Corintios 1, 23 y en Gálatas 1, 20
nos aclara que se puede jurar cuando hay una causa
grave y justa por ejemplo en un tribunal.
“El Juramento, es decir, la invocación del Nombre de
Dios, como testigo de la verdad, solo puede prestarse
con verdad, con sensatez y con justicia” (Código de
Derecho Canónico 11 99, 1)
Enseñemos a los niños a no jurar y respetar el nombre
santo de Dios y cuando sea grande dirá la verdad y será
sincero.
Educar en la responsabilidad y en el cumplimiento de
las promesas es parte importante de la transmisión de
valores de padres a hijos y esto se hace mediante el
ejemplo; por lo tanto no prometamos cosas que no
vamos a cumplir y menos pronunciando el nombre de
Dios.
Habla a tus hijos del amor de Dios y aprenderán a amar
sobre todo a ti como padre y también a sus hermanos y
respetará a los demás.
P. Humberto Torres Hernández
7
MENSAJE DEL PADRE VICARIO
¿Celebra usted el día de la amistad?
Llega nuevamente el 14 de febrero y ya
comienzan a ofrecerse dulces, globos y muchos
regalos en forma de corazones para los enamora-
dos y para los amigos y se dice que es el día del
amor y la amistad.
El amor viene de Dios y no exige necesariamente
la reciprocidad, pues Dios ama hasta el pecador.
Por eso Jesús insistía en el amor a los que nos
ofenden y nos pide que nos amemos como El nos
ha amado.
El amor se vuelve no nada más un mandamiento
sino una necesidad del hombre, pues no se puede
vivir sin amor.
El amor cuando reconocemos que viene de Dios se
convierte en Caridad y es no un sentimiento sino
un valor que eleva la dignidad del hombre hasta la
perfección o santidad de vida.
La amistad, en cambio, si exige reciprocidad y no
se pueden tener amigos virtuales o imaginarios
como hoy se buscan por internet y diversas formas
de comunicación.
En la amistad verdadera se vive la comunicación
de bienes, por eso la persona egoísta, que no
quiere compartir y quiere todo para si mismo, será
siempre una persona no deseada como amiga.
En cambio, un buen cristiano, tiene en el amigo un
gran campo de apostolado cuando realice las otras
de misericordia como darle un consejo, darle de
comer o visitarlo cuando está en enfermo.
Nuestras abuelas decían: en la cárcel y en los
hospitales se conocen a los amigos.
Jesús decía nadie tiene mayor amor que el que da
la vida por sus amigos y El se entrego y se entrega
todo en el altar como alimento de nuestra vi-
da por eso es el amigo fiel.
Cuando Cristo llama a sus apóstoles, no los llama
como siervos sino como amigos y esta primera
comunidad se distinguía por su convivencia y por
que todo lo ponían en común, de tal manera que
se decía de ellos: “ Miren cuanto se aman”.
Si nosotros queremos seguirlo y encontrar la vida
eterna, tenemos que vender lo que tenemos y
repartirlo a los pobres.
Cuando hagamos esto, podemos estar seguros de
que no solo el 14 de febrero sino todos los días
encontraremos amigos y sembraremos el amor sin
esperar nada a cambio y entonces nuestras flores,
dulces y demás regalos si expresaran la
sinceridad de la amistad.
Recordemos por último la letra de ese canto que
dice: Si una buena amistad tienes tu, alaba a Dios
pues la amistad es un bien. Ser amigo es hacer al
amigo todo el bien. Que bueno es saber amar. El
amor viene de Dios y a Dios debe volver que
bueno es saber amar.
¡Felicidades amigos!
¡Quien ha encontrado un amigo ha
encontrado un tesoro!
8