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Saúl de Jesús Pernía Hermenéutica Avanzada 12 de Mayo de 2014 LECTURA SOCIOLÓGICA Y MATERIALISTA Resumen de lectura: Las lecturas sociológicas y materialistas comparten con los métodos modernos de interpretación, su interés por el aspecto referencial de la Biblia; entendiendo como “aspecto referencial” todo aquello que conecta al texto con el mundo exterior, es decir, el mundo real e histórico. Pero adicionalmente tienen un interés sociológico y el deseo de contribuir a la liberación; así que se catalogan como métodos emancipatorios o liberadores, que son aquellos que se usan en la lucha por la liberación de los pueblos oprimidos. A continuación estudiaremos el método materialista, el método sociológico y una lectura negra sudafricana. La lectura materialista: tiene su origen en la obra de Fernando Belo, un sacerdote portugués, llamada “Lectura Materialista del evangelio de Marcos”. En la lectura materialista se combinan los resultados y métodos de dos disciplinas: 1) El materialismo histórico, y 2) El estructuralismo. La idea es liberar la lectura de la Biblia de manos de la burguesía, y tomar en cuenta en la interpretación, factores como poder político, dinero y religión. Hay en la lectura materialista una actitud de sospecha respecto al texto, por lo cual hay que liberarlo, de hecho, en cuanto al canon, la opinión es que fue obra de las clases dominantes representadas en los sacerdotes (Antiguo Testamento) y los teólogos (Nuevo Testamento) quienes además se encargaron de tapar el carácter revolucionario que los escritos tenían originalmente (Bloch). El Método Materialista: Se asume que el texto contiene códigos, los cuales son líneas de significado que juntas constituyen la trama de la obra; por lo tanto es importante decodificar el texto. Se usa una Triple decodificación: 1) Análisis funcional: se encarga de los aspectos gramaticales; se divide el texto en secuencias pequeñas, según distintas correlaciones, para su análisis detallado.

Pernía Saúl. Fichas de lectura II

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Sal de Jess PernaHermenutica Avanzada12 de Mayo de 2014

LECTURA SOCIOLGICA Y MATERIALISTA

Resumen de lectura: Las lecturas sociolgicas y materialistas comparten con los mtodos modernos de interpretacin, su inters por el aspecto referencial de la Biblia; entendiendo como aspecto referencial todo aquello que conecta al texto con el mundo exterior, es decir, el mundo real e histrico. Pero adicionalmente tienen un inters sociolgico y el deseo de contribuir a la liberacin; as que se catalogan como mtodos emancipatorios o liberadores, que son aquellos que se usan en la lucha por la liberacin de los pueblos oprimidos. A continuacin estudiaremos el mtodo materialista, el mtodo sociolgico y una lectura negra sudafricana.La lectura materialista: tiene su origen en la obra de Fernando Belo, un sacerdote portugus, llamada Lectura Materialista del evangelio de Marcos. En la lectura materialista se combinan los resultados y mtodos de dos disciplinas: 1) El materialismo histrico, y 2) El estructuralismo. La idea es liberar la lectura de la Biblia de manos de la burguesa, y tomar en cuenta en la interpretacin, factores como poder poltico, dinero y religin. Hay en la lectura materialista una actitud de sospecha respecto al texto, por lo cual hay que liberarlo, de hecho, en cuanto al canon, la opinin es que fue obra de las clases dominantes representadas en los sacerdotes (Antiguo Testamento) y los telogos (Nuevo Testamento) quienes adems se encargaron de tapar el carcter revolucionario que los escritos tenan originalmente (Bloch).El Mtodo Materialista: Se asume que el texto contiene cdigos, los cuales son lneas de significado que juntas constituyen la trama de la obra; por lo tanto es importante decodificar el texto. Se usa una Triple decodificacin:1) Anlisis funcional: se encarga de los aspectos gramaticales; se divide el texto en secuencias pequeas, segn distintas correlaciones, para su anlisis detallado. 2) Anlisis accional: tiene que ver con los personajes del texto; sus anlisis, actitudes, posicin. Se usa fundamentalmente en textos narrativos.3) Anlisis cultural: se estudian los trasfondos econmicos, polticos e ideolgicos del texto, y las normas que regan a la sociedad que se esconde detrs del mismo.Lectura sociolgica: Mientras el anlisis histrico-crtico se concentra en asuntos como la cultura, literatura y religin, la lectura sociolgica pretende ir ms all; pregunta por la produccin econmica, el orden poltico, la defensa militar del pas, la posicin de la ciudad, la jurisprudencia, la organizacin religiosa, etc. Israel es considerada como un sistema social, en el cual haban a su vez varios subsistemas. Es importante saber como se producan en Israel los bienes, los productos, los servicios y las ideas; pues de estas relaciones se determina la conducta de los actores sociales. Se estudia, adems de la Biblia, la literatura producida por los sistemas sociales vecinos. Con todas estas piezas, se procura reconstruir el sistema social israelita como una totalidad. Igual que el mtodo materialista, se acerca con sospechas al texto, y tiene una visin para nada idealizada del origen de Israel, el cual se explica en el marco de una revolucin campesina, en la cual el Yahvismo y la igualdad social estn mutuamente relacionados. Esta hiptesis fue recibida con agrado por las teologas liberadoras latinoamericanas. Sin embargo, no ha estado exenta de crticas la lectura sociolgica; acusada muchas veces de llegar a conclusiones basadas en analogas con las sociedades actuales, aplicando mtodos que algunos consideran reprochables o en el mejor de los casos, limitados. Aunque Gottwald, propone la lectura sociolgica como uno de varios acercamientos; sus practicantes, casi siempre se han quedado solo en esta visin, dejando muy poco espacio a otras consideraciones. Bsicamente, la crtica es que las conclusiones que se han alcanzado usando el modelo estructural-funcional, como por ejemplo el origen de Israel en una revuelta campesina, no son del todo confiables.Lectura Negra Sudafricana: Un tipo de lectura sociolgica es la del telogo sudafricano Mosala. Segn su hermenutica, el lector debe buscar en la Biblia, acciones liberadoras, pero no cualquiera, sino de un tipo especfico, pues aunque algunos textos hablen de liberacin, lo hacen de manera enajenante. Por lo tanto se acerca al texto con suspicacia, considerando que la Biblia est llena de antiprogramas, los cuales pretenden apuntar a la liberacin pero mantienen el sometimiento. El juicio apropiado no est en la Biblia sino en lo que la visin propia ensea en cuanto a la liberacin verdadera. En la hermenutica de Mosala, el texto bblico no solo lleva a la solucin, sino que es parte del problema.

Tesis del autor: De Wit, presenta los mtodos histricos de interpretacin, dedicando este captulo al anlisis de las lecturas y mtodos materialistas y sociolgicos de la Biblia. De ambos, resalta su acercamiento menos pietista y ms con sospecha hacia el texto, adems del hecho de que son, como el lo llama; hermenuticas militantes. Por otra parte, reconoce el aporte que han hecho a las ciencias bblicas tradicionales, que tienden a aproximarse a las Escrituras de un modo, si se quiere, ms ingenuo. Muestra tambin, como estos mtodos no han estado exentos de crtica por quienes consideran que en ocasiones, no hay datos suficientes para hacerse un cuadro completo de las sociedades de los tiempos bblicos, sobre todo en el caso del Antiguo Testamento, y que adems afirman que los nuevos mtodos histricos, tienden a llegar a conclusiones condicionadas por la carga ideolgica del intrprete, procurando crear analogas con las sociedades de hoy y sus problemticas, las cuales no son necesariamente compatibles.

Reaccin: Creo que los mtodos histricos, por el hecho de acercarse al texto con sospecha, brindan la ventaja de ser crticos y por lo tanto, llegan a desarrollar hiptesis que desde una lectura piadosa no se formularan jams. Al no tener compromisos con doctrinas como la inspiracin divina o la inerrancia bblica, entre otras, cuentan con mayor libertad interpretativa y en algn sentido pueden ser ms objetivos y desprejuiciados. Sin embargo, as como no tienen compromisos con las doctrinas de la iglesia establecida, y esto les da cierta libertad; no es menos cierto que a veces su compromiso es con agendas polticas y con determinadas ideologas. As que la libertad que gana por una parte, por otra la pierde como consecuencia de su hermenutica militante. En mi opinin, estos mtodos hacen que, quienes como yo venimos de trasfondos conservadores, nos tomemos al menos el tiempo de considerar estos acercamientos, teniendo en cuenta variables como el poder poltico o las relaciones econmicas, en aras de gozar de una mejor comprensin de las sociedades de las diferentes pocas bblicas. Yo me cuidara, eso si, de no tomar como definitivas algunas de sus conclusiones, y su empeo en dar una explicacin desde el punto de vista del materialismo histrico, a todo lo que sucede en la Biblia.

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LA RELACIN HOMBRE-MUJER EN PERSPECTIVA CRISTIANA

Resumen de lectura: Aunque muchos defienden poseer una interpretacin apegada a la Biblia en lo que respecta a la relacin hombre-mujer, se puede notar que no hay un consenso general, y la respuesta a esto est en el hecho de que la interpretacin de esta relacin esta condicionada por una serie de factores como, por ejemplo: formacin cultural, enseanza doctrinal recibida, etc. Sin duda, aunque todos tenemos el deseo de ser fieles a la revelacin bblica; la idea es hallar una correcta interpretacin a la luz de toda la Escritura, y no de dos o tres pasajes aislados. Para ello se hacen las siguientes consideraciones:1) Hombre-mujer en la Iglesia: Hay que considerar a la Iglesia como la comunidad del Espritu Santo, o la nueva humanidad guiada por la conjuncin de dos realidades: 1) El seguimiento de Jess; de su enseanza, sus discpulos, hombres y mujeres, aprendieron una nueva manera de relacionarse entre si, diferente a la de la sociedad juda. Jess dio a las mujeres un trato de importancia y consideracin, les enseaba verdades espirituales, y les dejaba participar colaborando con su ministerio. Esto, aunado a su ejemplo de humildad, le mostr a sus seguidores el valor de cada ser humano. 2) El Espritu Santo; se derram sobre todos, hombres y mujeres, y hay que considerar que nunca se hizo divisin de sus dones segn genero, por lo tanto, ambos sexos estn capacitados para el servicio.2) Hombre-mujer en el plan de Dios: Esta nueva relacin no es en realidad nueva, sino que se trata del plan original de Dios desde la creacin. En Gnesis 1, el Hombre (en sentido genrico) fue creado en dos sexos, iguales pero no idnticos; ambos recibieron por igual el mandato de la procreacin y el llamado mandato cultural, sin que exista evidencia de un nfasis en alguno de ellos de acuerdo al gnero. En Gnesis 2, se reafirma el primer captulo en este sentido; vemos la importancia del compaerismo en el matrimonio, las dos personas como dos versiones de la misma humanidad, y como en el matrimonio se experimenta un nivel de comunin en el cual los dos se funden en un solo ser (2:24). Este cuadro, es el que debe ser restaurado en la vida de la Iglesia y familia cristianas.3) Hombre-mujer bajo el rgimen del pecado: La razn por la cual esta igualdad no ha sido posible, la encontramos en Gnesis 3, y las consecuencias del pecado. En el momento en que los seres humanos pecaron, se quebr la relacin con Dios, como tambin la confianza y la mutualidad entre el hombre y la mujer. Dios les dice cuales sern las consecuencias de la desobediencia, y entre otras, est que el hombre se enseoreara de la mujer. El resto de la historia humana muestra los resultados del rechazo a la autoridad de Dios sobre la pareja humana, y la ruptura de la relacin de igualdad. Dado que aun la cultura bblica est marcada por el pecado, muchos hombres han aceptado una interpretacin de la Biblia que los lleva a ejercer el autoritarismo en el hogar; y muchas mujeres, han preferido una posicin cmoda en la enseanza de que su marido es el responsable ante Dios.4) Conclusiones: En la Iglesia de Cristo, la cual es una nueva comunidad restaurada, se deben superar los efectos del pecado, y procurar la restauracin de la relacin hombre-mujer, segn el plan original de Dios; en igualdad, testificando del poder del Espritu Santo.5) Agenda de Trabajo: La idea es aplicar una agenda de trabajo para llevar a cabo una interpretacin lo ms correcta posible en cuanto a la relacin hombre-mujer. Estos seran algunos consejos: a) estudiar la enseanza bblica al respecto en grupo de hombres y mujeres; b) reconocer la autoridad de la Biblia, pero a la vez nuestra falibilidad en su interpretacin; c) no aferrarse a una sola traduccin de la Biblia, sino aprovechar la riqueza de las distintas versiones a nuestro alcance; d) reconocer que las presunciones culturales han influido en la traduccin bblica; e) buscar respuestas a la cuestin de la relacin hombre-mujer en el contexto de toda la Biblia, y no basarnos en slo dos o tres versculos aislados; f) tomar en cuenta los aspectos gramaticales de los textos bblicos; g) estudiar a profundidad el vocabulario de la Biblia; h) estudiar el contexto histrico; i) considerar la teologa del sacerdocio en todos los creyentes; j) cada uno, hombre y mujer, reconocer su responsabilidad en la familia; k) practicar la igualdad en la vida de la comunidad cristiana.

Tesis del autor: Catalina de Padilla, propone la interpretacin de la relacin hombre-mujer a la luz de la Biblia, considerando que muchas de las tendencias y opiniones respecto a este tema a lo largo de la historia humana, pero ms especficamente de la Iglesia cristiana, han sido condicionadas por factores culturales, cuya raz est en la distorsin que de esta relacin, caus el pecado y sus consecuencias. Para ella es importante, por lo tanto, tomar en cuenta que, ya desde la Iglesia primitiva hubo un cambio de paradigma en relacin con la sociedad juda de la poca; basado en las enseanzas de Jess, y en la manifestacin del espritu Santo sin distincin de gneros. Sin embargo, esto no fue sino la reafirmacin del plan inicial de Dios para su creacin, que era la igualdad de ambos sexos, la cual se vio distorsionada por causa del pecado. La pretensin de la autora, es que ese plan original sea restaurado en la comunidad cristiana, no dejndose llevar por la influencia cultural machista, e implementando una agenda de trabajo con pautas claras para tal fin.

Reaccin: Estoy de acuerdo con gran parte de lo expuesto por la autora, pues es cierto que por mucho tiempo la mujer ha estado sometida al ostracismo en el contexto de la Iglesia, y en ocasiones, al maltrato en la familia. Creo que es bueno, en ese sentido, hacer una revisin de lo que nuestras doctrinas contienen respecto a la relacin hombre-mujer, y cotejarlas con la enseanza de la Biblia. En mi caso particular, vengo de la denominacin Iglesias de Cristo, o Movimiento de Restauracin. En nuestras iglesias las mujeres no llegan a ocupar la posicin de pastoras, ni predican desde el plpito, sin embargo forman parte del liderazgo, la planificacin y la enseanza de la Biblia en otros mbitos. Se hace esto, no en un nimo discriminatorio, sino con base en la enseanza que se encuentra en Efesios 5 respecto al matrimonio, considerando, no que la mujer sea inferior al hombre en algo, sino que hay un orden establecido en la relacin familiar, segn el cual el hombre es designado como lder, y por lo tanto, se le asigna el mismo papel en la Iglesia (un hombre como lder principal, aunque existan lideresas). Con respecto a Efesios 5, Catalina de Padilla resalta que la palabra cabeza, no tiene en el griego la connotacin de jefe que tiene en idiomas como el hebreo y el ingles; pero sin nimos de cuestionar la experiencia y conocimiento hermenutico de la autora, me atrevo a hacer dos consideraciones: a) Estoy seguro de que cualquiera que lea el texto por primera vez, tendra como primera impresin que cuando dice que Cristo es cabeza de la Iglesia y el esposo cabeza de su esposa, est haciendo una analoga que apunta al liderazgo masculino en la relacin conyugal. Creo que este viene a ser el sentido natural y obvio del texto; b) respecto a la connotacin de la palabra en el griego, creo que hay que tomar en cuenta que Pablo (o el autor de Efesios, carta cuya autora ha sido discutida) aunque escribi en griego, bien pudo haberlo hecho condicionado por un pensamiento hebreo.Bajo estas dos consideraciones, siento que es difcil rebatir la interpretacin ms natural que se desprende; eso si, hay que reflexionar en todo el contexto de Efesios 5, en el cual queda muy claro, que el hombre no debe ser un lder autoritario o desptico, sino uno como nuestro Seor Jesucristo: dispuesto al sacrificio, amoroso y servicial. No niego en lo absoluto la igualdad del hombre y la mujer delante de Dios y delante de la sociedad, y abogo siempre por la erradicacin de todo vestigio de machismo en la Iglesia; pero creo tambin que la igualdad no tiene porque excluir el orden expuesto en Efesios; quizs al querer contrariar esto, nos estamos dejando llevar por el modo de pensar de una sociedad que nos ensea que ser lder es ser ms importante, mientras que Jess nos dijo: El que quiera ser lder entre ustedes deber ser sirviente (Mt 20:26, NTV). En ltima instancia lo que habr que decidir es si la afirmacin paulina, se tomar como una declaracin influenciada por la cultura de la poca, y por lo tanto, aplicable nicamente en aquel contexto, o como palabra autoritativa de Dios para todo lugar y en todo tiempo. Por otra parte, es innegable que hubo mujeres ejerciendo liderazgo en la Iglesia primitiva, aunque era mas comn que fuesen hombres los lderes. Tambin aqu hay que preguntarse si el liderazgo mayoritariamente masculino, se deba a un fenmeno cultural, o si se trataba del cumplimiento de ese orden establecido, y las mujeres como pastoras eran (y si hoy deben ser) excepciones a la regla debido a situaciones particulares.Todas estas cuestiones, sumamente interesantes, deben estudiarse a fondo. Me parece que la agenda de trabajo propuesta por la autora es muy pertinente para llevar a cabo la tarea.

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ACERCAMIENTO BBLICO A LA RELACIN HOMBRE-MUJER ACTUAL

Resumen de lectura: Ha sido una enseanza comn en el contexto de la Iglesia en Latinoamrica, que hay un orden de Dios para la familia, segn el cual el hombre es el jefe del hogar y por extensin se establece esta misma jerarqua en la congregacin cristiana. A travs de esta reflexin, trataremos de ver que tan compatible es esta doctrina con la enseanza general de la Biblia. Se tratarn los siguientes cuatro puntos: 1) La realidad actual sobre la relacin hombre-mujer; 2) Criterios de respuesta a esa realidad desde la Biblia; 3) La influencia de la cultura patriarcal en la Biblia; 4) La actitud y la prctica de los cristianos y cristianas frente a la realidad actual: crtica de la relacin varn-mujer.1) La realidad actual sobre la relacin hombre-mujer: En Costa Rica, as como en gran parte de Latinoamrica, los niveles de violencia contra la mujer son realmente alarmantes; es comn ver desde maltrato fsico y psicolgico hasta, en algunos casos, asesinatos; pero a pesar de la gravedad de esta situacin, los hechos de violencia, que deberan horrorizarnos, no lo hacen, y por lo general son considerados como situaciones aisladas sin darles la importancia que tienen como consecuencia del pecado estructural a la cual, en particular los cristianos, deberamos hacer frente. Aparte, la realidad nos habla no solo de violencia domstica, sino de desventajas de la mujer respecto al hombre en muchos mbitos del quehacer social. Es por esto, que arrancamos esta reflexin haciendo hincapi en el tema de la violencia, para demostrar que existe la necesidad de replantear nuevas relaciones entre varn-mujer; pues probablemente la realidad que observamos, obedece a la concepcin que existe en la sociedad, de que el hombre es el jefe de la familia o de que la mujer es un ser inferior. En una sociedad patriarcal como en la que vivimos, hacer estas afirmaciones significa darle va libre al dominio sobre la mujer y por lo tanto, legitimar dicha situacin de pecado.2) Criterios de respuesta a esa realidad desde la Biblia: A la hora de interpretar la Biblia, debe tomarse en cuenta que en ella encontraremos posiciones distintas en referencia a acontecimientos de la vida y de la historia. Esto es natural si consideramos que cada libro fue escrito en situaciones y contextos diferentes. Si la leemos como un manual, va a ser complicado llegar a conclusiones categricas, puesto que en ocasiones legitima la violencia, la venganza, etc. y otras veces las condena; de modo que es necesario apegarse a ciertos criterios hermenuticos para definir que dice la Biblia en cuanto a las relaciones hombre-mujer. Para tal fin, el punto de partida fundamental, debe ser la forma en que Jess de Nazaret se relacion con las mujeres. Es evidente que les dio un trato digno, que para el momento era contracultural; en muchas historias, reivindica a mujeres annimas, pobres y marginadas, y nunca llega a decir Jess que, el hombre sea el jefe del hogar. La relacin sana hombre-mujer, debe ser como la que Jess tuvo con las mujeres de su entorno; si as lo practicramos, la violencia domstica no existira.3) La influencia de la cultura patriarcal en la Biblia: Aunque Jess vivi en una cultura patriarcal, su actitud respecto a las mujeres fue contra-corriente. Sin embargo, la Iglesia de hoy a la hora de definir la correcta relacin hombre-mujer, se fija ms en el mensaje de algunas partes de las cartas tardas (cuya actitud en este tema, es diferente a la de Jess), que en su ejemplo de vida. La produccin de estos escritos en sociedades patriarcales, evidencia que pudieron haber sido influidos por los patrones de la sociedad greco-romana.4) La actitud de los cristianos frente a la realidad actual: crtica de la relacin varn-mujer: En la Biblia encontramos textos fundantes, como por ejemplo: El varn y la mujer son hechos a imagen y semejanza de Dios, Delante de Jesucristo no hay varn ni mujer, ni griego ni judo, ni esclavo ni amo. Estos, no se pueden colocar al mismo nivel de otros textos circunstanciales, lamentablemente hay quienes toman estos ltimos y los sacan de su contexto y los convierten en dogma, reforzando as el patriarcalismo de nuestra sociedad. Es necesario construir una nueva relacin hombre-mujer, eliminando el esquema de inferioridad-superioridad, pues este le adjudica a uno el permiso silencioso de someter al otro.

Tesis del autor: Partiendo desde el problema especfico de la violencia contra la mujer, Elsa Tamez asegura que una de las causas de este mal, es que la sociedad ha asimilado la idea de que en la relacin hombre-mujer, el hombre debe ser el jefe del hogar, dando pie a travs de esta asuncin, a una licencia tcita que desencadena toda clase de abusos. La autora se propone verificar aplicando ciertos criterios hermenuticos, lo que la Biblia ensea en este sentido. Parte de sus conclusiones es que, hay que prestar mucha atencin a los relatos bblicos que nos muestran la manera en que Jess se relacion con las mujeres; de los cuales se desprende un trato de igualdad, respeto y reivindicacin, sin nombrar al hombre como jefe, ni insinuando que la mujer sea inferior en algo. Adems, recomienda no colocar al mismo nivel ciertos textos circunstanciales, que tienen la impronta de las sociedades patriarcales en las cuales fueron escritos, con los llamados textos fundantes, que trazan principios claros de igualdad en la relacin varn-mujer. La idea es restablecer la constitucin humana original, es decir: hombre y mujer como imagen y semejanza de Dios.

Reaccin: Luego de leer estas reflexiones, me parece interesante y concuerdo con la autora en cuanto a la necesidad de acercarse al texto bblico con criterios interpretativos que tomen en cuenta realidades como la composicin de los textos en sociedades patriarcales, y la influencia que esto pudo haber tenido en que hallemos en la Biblia, ciertas aseveraciones circunstanciales respecto a la relacin hombre-mujer. Me parece, sin embargo, que este no es un terreno sencillo de transitar; por ejemplo, podemos encontrar que las afirmaciones machistas de Pablo, en su mayora estn en cartas cuya autora es muy discutida (a excepcin de las que hace en 1 de Corintios, que posiblemente se deban a unos asuntos muy especficos y excepcionales, o a extrapolaciones posteriores). Si nos atrevemos a afirmar, que la sentencia en 1 de Timoteo: Porque no permito a la mujer ensear no debe tomarse en cuenta porque: 1) Es una afirmacin machista, consecuencia de la influencia de la cultura patriarcal en que vivi el autor, y 2) Porque se trata de una carta pseudoepigrfica; entonces nos veramos en la tarea de poner en duda no slo esa sentencia, sino la carta entera, como no inspirada por Dios, a menos que recurramos al principio de la neo-ortodoxia, y aceptemos que la Biblia no es la Palabra de Dios, sino que contiene palabras de Dios.Otra inquietud que me surge es que, si decimos: Prestemos atencin a lo que dijo e hizo Jess, ms all de lo que exponen las cartas y otros escritos, habra que decir tambin que Jess nunca predic el evangelio como tal, a menos no como lo explic Pablo en Romanos y otras cartas; y que lo ms parecido a una exposicin teolgica sistemtica que hizo Jess, fue el Sermn del Monte, el cual, interpretado sin la luz de los pasajes paulinos, nos podra llevar a creer en una salvacin a travs de las obras. En este sentido, la enseanza de Jess y la posterior enseanza de Pablo, se complementan.Obviamente nuestra interpretacin va a depender de nuestros presupuestos teolgicos con respecto a la Biblia. En mi caso, habiendo sido educado en una teologa conservadora, se me hace difcil ponerme en el papel de juez de la Escritura. Estoy convencido de la necesidad del estudio acucioso de la Biblia, acompaado de la piedad, reconociendo nuestra necesidad de la gua especial del Espritu Santo para ser conducidos a la verdad en cuanto a este o cualquier otro tema.No quiero decir con todo esto que est en desacuerdo con la autora, sino que estos asuntos deben ser revisados y aclarados para lograr conclusiones que no slo sean plausibles para uno o varios grupos, sino tambin lo ms coherentes que sea posible.

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CINCO TESIS SOBRE LAS LEGITIMACIONES DEL PODER

Resumen de lectura: Desde Husserl, pasando por Heidegger, Bultman y ms adelante Ricouer, entre otros, se ha ido desarrollando el concepto de crculo a la hora de realizar la tarea hermenutica. Fue precisamente Ricouer, quien hizo un importante avance al aadir a la metodologa estructuralista el aspecto referencial, es decir: la interpretacin de las frases en el contexto de la obra, y de la obra en el contexto del mundo. As vemos que, un texto puede modificar un mundo posterior a l, pero las lecturas resignifican el texto. En este ensayo ser desarrollado, en cinco tesis, el tema del poder; mostrando como el crculo hermenutico permite distinguir elementos, diferenciar actitudes y aclarar las opciones metodolgicas a la hora de producir la interpretacin.Tesis 1: El poder es una realidad humana y divina y no es malo ni bueno en s mismo; el problema radica en su uso: La Biblia sostiene una visin teocrtica del poder; ya desde Gnesis 1, Dios aparece poniendo orden en medio del caos, entre otras cosas, estableciendo relaciones de dominio. En la Biblia hallamos ejemplos para considerar la problemtica del poder; desde la torre de Babel y el diluvio, acontecimientos en los cuales Dios muestra su autoridad sobre todo, pasando por el gobierno de Israel basado en la Tor, el cual fracas; luego la monarqua y el exilio. Ya en el Nuevo Testamento, un texto clave es Romanos 13, que ha sido interpretado por la tradicin como un espaldarazo a toda autoridad, y nuestra obligacin de someternos a ellas sin resistencia alguna. Howard Yoder, sin embargo, interpreta que el texto afirma que, toda autoridad proviene de Dios pero en un sentido formal, es decir, el contenido con el que cada gobernante llena ese espacio de poder, no es la responsabilidad directa de Dios. Por esta razn, aunque el cristiano acepta la sujecin a las autoridades, retiene su independencia moral y su juicio. Por otra parte, la autoridad, cuando acta de manera justa, est para castigar al malo y por lo tanto, no hay razn para temerle, y cuando su obrar sea contrario (perseguir al bueno) aun en ese caso la rebelin violenta es incompatible con los principios cristianos.Tesis 2: La secularizacin es un proceso positivo que est contenido en la encarnacin de Dios: Dios se hace mundo en Jesucristo, convirtindose en el punto de contacto entre lo humano y lo divino; y al llevar a cabo la encarnacin, se hizo dbil, lo cual es un hecho positivo. Del mismo modo la secularizacin, el debilitamiento de la esfera religiosa, es un hecho plausible. Cuando la Iglesia lleg al poder de la mano de Constantino, la experiencia fue nefasta; legitim el poder descendente (el pueblo no tiene ms poder que el que Dios le ha concedido a travs de sus representantes) convirtiendo a la Iglesia-Estado en el ente que dominaba y regulaba cada aspecto de la vida de los individuos, llevando a cabo no pocos desmanes.Tesis 3: La democracia, formal y material, es una administracin del poder que representa una realizacin ms plena de los valores del reino de Dios, con relacin a otras modalidades como la monarqua o la dictadura: Hay quienes dicen que no existe justicia sino solo aquella que viene de Dios, y otros que afirman que la democracia no es un concepto bblico. Ambas aseveraciones simplistas deben ser desechadas, dado que en Romanos 14:7, encontramos un buen punto de referencia en este asunto con la caracterizacin del Reino de Dios como justicia, paz y gozo. Dios se revela como un Dios hablante (incluso se encarn en Jesucristo, mostrando su compromiso con los dbiles) y no como un dictador, por lo tanto un gobierno que se aleje del abuso del poder y favorezca el dilogo, estar mas cerca del modelo divino.En cuanto a la legitimacin terica de los procesos democrticos, la misma comenz con Aristteles; luego en la modernidad, a la luz de lo que haban sido los absolutismos monrquicos, Hobbes fue el primero en cuestionar el zoon politikon de Aristteles aduciendo que por el contrario, los hombres viven en una guerra de todos contra todos, buscando su propio beneficio. Para sobrevivir, ser necesaria la consolidacin de un pacto. Ms adelante Locke y Rousseau, dieron una forma ms acabada a esta teora, reconociendo que aunque los individuos suscriben el pacto, tiene el derecho a revelarse cuando la autoridad no haya cumplido con el mismo (Hobbes no consideraba esto como una opcin). Hoy en da, en Latinoamrica, hemos pasado de la exigencia de una democracia simplemente formal, a una democracia material donde se procure la mayor igualdad en la vida de los ciudadanos.Tesis 4: El protestantismo debe entenderse en el marco del proceso de secularizacin y del resurgimiento de ideas democrticas en Occidente, por lo que representa una adecuada propuesta de relacin entre el mbito civil y el mbito religioso, en comparacin con el rgimen medieval: A pesar la revolucin que signific la Reforma Protestante, Lutero y Calvino continuaron con una visin parecida a la de la Iglesia catlica en cuanto a la Iglesia y el Estado como una misma cosa. Fueron los movimientos de reforma radical quienes abogaron por una separacin clara entre ambos. Karl Barth, en el siglo XX, intenta profundizar teolgicamente en esta relacin entre Iglesia y Estado en su obra: Comunidad cristiana y comunidad civil. Barth pretende determinar qu correspondencia se puede anhelar en la pacfica relacin de la autoridad con la Iglesia. Establece que el papel del Estado es la conformacin de un marco regulativo para la vida en sociedad, acorde al plan divino, pues su poder proviene de Dios. La Iglesia, por su parte, est llamada a predicar la justificacin, viviendo dentro de las normas establecidas, orando y denunciando cualquier actitud o accin injusta del Estado, no como un ataque sino como una contribucin para su buen desempeo. Barth, adems nos llama la atencin acerca de lo significativo del hecho: precisamente en el propio mbito de la iglesia cristiana se han dado los estados democrticos, con lo cual vincula la democracia al plan divino, y deja claro que existe una relacin entre Protestantismo y secularizacin.Tesis 5: La cultura latinoamericana se ha caracterizado por formas caudillistas y no-democrticas. En este contexto, el Protestantismo signific una innovacin positiva en la formacin de una cultura democrtica, rasgo que en el Nuevo Paradigma Apostlico presenta un carcter paradjico: Segn Jean Pierre Bastian, en su investigacin de la historia del Protestantismo en Amrica Latina, las congregaciones protestantes, eran verdaderos laboratorios sociales, donde se teja un contra modelo de sociedad, con participacin democrtica, dignificacin del individuo, y otros beneficios que no eran comunes en los sectores sociales; ejerciendo un rol positivo en la produccin de una cultura democrtica en la regin. Cabe preguntarse, cuanto ha cambiado el protestantismo de aquellos tiempos al da de hoy. Al parecer el fenmeno del caudillismo, tan comn en la escena poltica latinoamericana, se ha extrapolado a la Iglesia en la figura del apstol, en lo que Pablo Deiros cataloga como el Nuevo Paradigma Apostlico. Este movimiento, se enfoca en el crecimiento numrico de las congregaciones que deben pasar a ser mega iglesias, las cuales no pueden ser gestionadas con democrticamente, sino a travs de un liderazgo centralizado, carismtico y apostlico. Sin embargo, hay en el NPA rasgos de mayor liberalizacin como por ejemplo; aspectos del sacerdocio universal del creyente a travs de la participacin activa de los jvenes, acceso al plpito de personas iletradas, etc. resultando paradjico. Pero lo cierto, es que las iglesias del NPA, suelen regirse con liderazgos caudillistas y autoritarios, legitimados muchas veces, de manera irracional y sobrenatural. Carecen de formas de control del abuso de poder, representando un retroceso en estos tiempos en que las instituciones se mueven hacia formas mas democrticas. En esto, hay un distanciamiento de la tradicin protestante, quizs porque las iglesias del NPA ya no son protestantes.

Tesis del autor: El autor intenta demostrar, aplicando el crculo hermenutico, como en la Biblia encontramos desde el inicio el establecimiento de relaciones de dominio, evidenciando que la problemtica del poder es de importancia y merece ser estudiada pues se relaciona con problemticas de la vida y misin de la Iglesia en Amrica Latina. La idea entonces es, responder a la pregunta de cuales seran las relaciones de poder que Dios prefiere. Para ello, formula cinco tesis; primero, el poder no es malo ni bueno sino que depende de su uso; Dios avala el establecimiento de autoridades pero no precisamente todo accionar que lleven a cabo; segundo, seala el beneficio de la secularizacin haciendo una analoga con el proceso de encarnacin de Dios; tercero, demuestra que la democracia como sistema es ms compatible con los valores del reino que la dictadura o la monarqua; cuarto, presenta al protestantismo como una opcin adecuada en la relacin de lo civil y lo religioso, dado su carcter secularizador; y quinto, advierte como en las iglesias del NPA, se estn adoptando formas de autoridad influenciadas por la tradicin caudillista latinoamericana en lugar de la cultura democrtica que el protestantismo ayud a forjar.

Reaccin: Me ha parecido sumamente interesante el anlisis en general, pero sobre todo el acercamiento al texto de Romanos 13, tan socorrido pero mal interpretado con frecuencia. Es muy comn su uso para defender liderazgos impresentables, tanto en poltica como en la Iglesia; sin tomar en cuenta lo que est implcito en el pasaje, y es que la sujecin va acompaada de una evaluacin de la vocacin de justicia de aquel o aquellos que ejercen la autoridad. Como afirma Yoder, aunque la autoridad es puesta por Dios en un sentido formal, el modo en que es llenado ese espacio de poder, no necesariamente viene de Dios. Por lo tanto es nuestra obligacin cristiana orar por los gobernantes, pero tambin denunciar la injusticia, con lo cual no atacamos a la autoridad, sino que contribuimos con ella. En todo esto, sobre todo en pases como el mo (Venezuela) con un clima poltico polarizado, es fundamental que el compromiso de los cristianos sea menos con una opcin poltica y ms con la justicia, procurando la ecuanimidad y una visin clara de los valores del reino. Considero adems, que es necesario ser crticos en lo que se refiere a las legitimaciones del poder, y diligentes en el estudio profundo de la enseanza bblica al respecto para no ser simplistas e ingenuos.

Sal de Jess PernaHermenutica Avanzada12 de Mayo de 2014

HERMENUTICA DE LA APROPIACIN (H.G. GADAMER Y P. RICOUER)

Resumen de lectura: La hermenutica trata de definir las condiciones bajo las cuales es posible llegar a entender textos antiguos, haciendo un esfuerzo por reconstruir el significado histrico del texto para luego actualizarlo. La idea es entablar un dilogo con el texto, ante lo cual surge una preocupacin: - Como hacer para que en ese dilogo escuchemos algo ms que el eco de nuestra propia voz -. Hoy en da, en la hermenutica moderna el proceso de comprensin se ha concebido de una manera radicalmente nueva. Se habla de asuntos como; relectura, lectura como produccin de sentido, reserva de sentido y el adelante del texto. Estos trminos provienen de la obra de filsofos europeos como Gadamer y Ricouer, cuya influencia ha sido importante en las hermenuticas del genitivo.H.G. Gadamer: este filosofo considera que no hay que tomar de forma negativa los conceptos prejuicio, circulo hermenutico y distancia histrica. Cuando el lector se encuentra con un texto antiguo, se aproxima con una precomprensin basada en su propia experiencia; esto no debe ser visto como un obstculo, sino como un factor imprescindible del proceso interpretativo y generador de significado. Para Gadamer, el significado de un texto no depende nicamente del contexto histrico del autor y su auditorio, sino tambin de la situacin del lector actual, pues comprender no es simple re-produccin, siempre es produccin. La distancia histrica es vista como una ventaja, pues implica que cada vez surgen nuevas fuentes de comprensin que pueden revelar nuevos significados no vistos antes; adems, segn Gadamer, entre pasado y presente no hay un abismo, ms bien ambos se relacionan a travs de su efecto histrico.Todo comprender est determinado histricamente y es de carcter situacional, as que cada persona tiene un horizonte o perspectiva, tanto el intrprete como el autor del texto, la cual no es esttica. Comprender no es tanto incorporar un horizonte en el otro, sino el momento en que el horizonte del texto se funde con el horizonte del intrprete.Para Gadamer, se debe entablar una conversacin con el texto, no buscando dominarlo y hacerlo responder a mi pregunta, sino descubriendo la pregunta que el texto responde, la situacin que problematiza. Para esto no hay mtodo; la nica manera es por medio del vaciamiento o acto del no-saber. En la combinacin creativa del no-saber y una precomprensin adecuada, se constituye una situacin inicial ideal para el proceso de comprensin.P.Ricouer: Ricouer se pregunta si solo puede haber hacia el texto un acercamiento existencial o uno metodolgico; No existe manera de reconciliar verdad y mtodo en la interpretacin?. Comienza entonces por definir lo que es lenguaje; cree que es necesario el estudio del signo por parte de la semitica, pero la frase o conjunto de signos merece un estudio diferente a travs de la semntica. En todo caso el mensaje est en la frase la cual tiene movimiento; sentido, que es lo que la frase dice; referencia, una conexin con el mundo exterior, que es aquello sobre lo que habla. Sin embargo una vez que la frase ha sido escrita, gana su autonoma semntica; ahora es la frase la que habla; el autor ya no puede dar explicaciones, lo cual Ricouer considera como una ganancia pues el texto queda librado de la intencin del autor y pasa al dominio de todo aquel que sepa leer. Al desaparecer las referencias situacionales, puede mostrarse como el texto se relaciona, ya no frente a una situacin, sino frente a la vida o al mundo. Ricouer deca: Donde se pierde una situacin, se gana un mundo. Ricouer sugiere que su diseo hermenutico hay espacio tanto para una actitud metdica como para una actitud existencial. Su proceso de comprensin pasa por tres fases claramente definidas:1. Lectura ingenua: esta no es una expresin peyorativa; simplemente define un primer acercamiento sin mayores herramientas cientficas, conjeturando, adivinando a travs de la intuicin y la experiencia. Este tipo de lectura es comn en Amrica Latina, en su uso por las clases populares, y tambin en iglesias pentecostales, quienes usan la Biblia como fuente de citas aptas y oportunas, extradas de cuentos aleccionadores, fabulas morales y pronunciamientos descriptivos (Lehmann). La Biblia en efecto, es usada para todo.2. Exgesis: Obviamente la fase anterior, aunque dinamizadora del proceso de comprensin, debe ser complementada y validada por otra. Esta fase es la exgesis; la cual trata de reconstruir controlablemente el significado histrico del texto. La idea es que se cree entre la primera y segunda fase una relacin de tensin e incluso confrontacin, sin que la exegsis termine por dominar, sino que simplemente le imponga lmites de legitimidad a las lecturas ingenuas.3. El saber comprehensivo: es la actualizacin del texto en el mundo histrico del intrprete y su comunidad. El texto es recontextualizado e ilumina ahora un momento histrico no visto por el autor.

Tesis del autor: De Wit muestra en este captulo las contribuciones a la hermenutica hechas por Gadamer y Ricouer, y como sus mtodos han influenciado las hermenuticas del genitivo que en el caso de Latinoamrica estn representadas en la Teologa de la Liberacin. El autor habla de Gadamer, pero se explaya mucho ms en la metodologa de Ricouer, considerndola ms completa en vista de sus dos visiones, una existencial que es muy enriquecedora y dinmica, y otra ms metdica que impone los lmites necesarios a la primera para legitimarla. De Wit cita a varios autores que hablan de la manera ametdica con que es abordada la Biblia en ciertas comunidades latinoamericanas, pero no en un afn de criticar sino de mostrar la riqueza interpretativa que surge a travs de lo que Ricouer llama la lectura ingenua, pero termina por defender la necesidad de que esto se complemente con el estudio serio del texto y sus referencias histricas originales.

Reaccin: Me ha parecido muy enriquecedor conocer algunos conceptos de la hermenutica moderna, tales como: lectura como produccin de sentido, reserva de sentido y el adelante del texto; sobre todo porque se trata de un reconocimiento a la realidad de que todos los intrpretes estamos sujetos a nuestras referencias histricas particulares, las cuales definirn el proceso de comprensin en cada una de sus fases. Esto de algn modo lo saba, pero lo que me resulta novedoso y que no haba sometido a consideracin en la hermenutica que estudi previamente (M.S. Terry, Gordon Fee, etc.) es que todo esto no tiene que ser calificado como algo negativo, sino como un factor inevitable y a la vez necesario para que el texto adquiera relevancia en un momento y situacin especficos. Adicionalmente concuerdo con que la exgesis debe cumplir la tarea de validar la lectura ingenua y no dominarla. Lamentablemente en ciertos crculos cristianos se cae en un excesivo formalismo interpretativo, convirtiendo la Palabra de Dios, viva y eficaz, en una letra muerta.

Sal de Jess PernaHermenutica Avanzada12 de Mayo de 2014

HERMENUTICA, VERDAD Y PRAXIS

Resumen de lectura: La nueva teologa latinoamericana es tan novedosa que a algunos pudiera parecerle que se aleja de la sana doctrina bblica. Los telogos de esta tendencia estn consientes de los problemas que pueden derivar de sus nuevos enfoques y estn dispuestos a buscar las mejores soluciones pero no por ello aceptando la teologa de los pases ricos como la norma. La ideologizacin del evangelio es la acusacin ms frecuente hecha en contra de la teologa de la liberacin, una acusacin que no es del todo falsa, pues la teologa latinoamericana no ha desarrollado las necesarias defensas para evitar este peligro. Para hacerlo, primero hay que poner el problema en trminos correctos, el cual no es tanto de carcter cognitivo sino histrico: praxis y obediencia. Segn la relacin clsica entre verdad y praxis, la verdad es preexistente a su efectividad histrica e independiente de ella. En la teologa latinoamericana esta concepcin es la que ha cambiado; no hay una verdad fuera de los hechos histricos en los cuales los seres humanos actan como agentes. Ahondando en el concepto bblico de verdad, segn los eruditos en el Antiguo Testamento, la Palabra de Dios no consiste en una comunicacin conceptual sino en un evento creativo; su verdad no proviene de la correspondencia con una idea sino de su eficacia para llevar a cabo sus propsitos, por lo tanto la fe de Israel no se presenta como una gnosis sino como un camino, imagen usada por Jess mas adelante para hacer referencia a su propia persona. Ya en el Nuevo Testamento, la fe es un caminar, el verbo conocer tiene un sentido activo y participatorio, slo el que hace la palabra conocer la doctrina. Las epstolas juaneas, por ejemplo, vinculan el conocimiento de Dios con el amor a los hermanos, con lo cual no se pretende minimizar la revelacin histrica en Jesucristo, sino mostrar que esta revelacin no es un conocimiento terico sino una existencia concreta.Al parecer la concepcin clsica no puede reclamar una base bblica para su concepto de verdad, y desde el punto de vista fenomenolgico, la sociologa del conocimiento dice que siempre pensamos y teorizamos a partir de un concepto especfico de accin y de relaciones. Como consecuencia, se desprenden aspectos a considerar para la cuestin hermenutica. Primero, toda interpretacin de textos debe ser examinada respecto a la praxis de la cual se origina, y segundo, otro aspecto importante es el de la verificabilidad del cristianismo en su funcin histrica; el significado del cristianismo no puede abstraerse de su impacto histrico. Estos criterios (crtica al concepto clsico de verdad y verificabilidad histrica) hacen necesario plantearnos nuevas formas de hermenutica. Hay que analizar no solo ideas sino una praxis histrica que se pretenda cristiana. Deben tomarse en cuenta el contexto socio-poltico, marcos ideolgicos de referencia en la interpretacin de una determinada praxis religiosa, que no necesariamente significa que la misma apoye irrestrictamente esa ideologa, pero si que va a influenciarla, lo cual por cierto no descalifica tal praxis. La teologa de la liberacin asume la praxis poltica inspirada en la visin marxista como un instrumento para la comprensin de realidades sociales, lo cual conlleva algn riesgo, pero la manera de conjurarlo es sometiendo a la ideologa y la praxis que de ella se genera a un examen constante tanto en su relacin con el evangelio como en su anlisis de la realidad en lugar de convertirla en dogma incuestionable, de lo contrario va a producir conflicto con la visin cristiana. Por eso hay cristianos que aunque asumen la causa de los pobres, miran con desdn ciertos elementos analticos marxistas, y prefieren promover principios ticos que, carentes de una mediacin histrica conducen frecuentemente a la frustracin. No se puede aceptar una ineficacia poltica ni el abandono de una identidad cristiana. Hay un tercer camino que parte de reconocer la necesidad de una forma concreta de anlisis de la realidad, como indispensable para articular una obediencia cristiana. Para algunos el marxismo cumple esta funcin, analizando la forma en que la realidad socio-econmica-poltica ha operado a lo largo de la historia, y como esta est relacionada con el proceso de producir los bienes materiales. Es una hiptesis que ha sido probada en distintos contextos, que necesita ser refinada pero nos parece que ha resultado ser un instrumento til para la proyeccin de una praxis histrica destinada a realizar las posibilidades humanas en la historia. La pretensin no es teologizar un mtodo de estudio sociolgico sino movernos en el rea de la racionalidad humana donde lo importante es saber si este anlisis corresponde a los hechos de la historia humana; si lo hace, deviene en una mediacin histrica indispensable para la obediencia cristiana; esta obediencia, entendida como praxis histrica, no puede separarse de esa mediacin ni confundirse con ella. De cualquier modo, la teologa no puede pretender la posesin de verdades puras, pues las lecturas de los eventos germinales de la fe cristiana siempre se har desde unos preconceptos ideolgicos; por lo tanto, no puede juzgar la correccin de la praxis de un cristiano o un grupo de cristianos. A fin de cuentas, el camino de la obediencia se haya en la palabra proftica de discernimiento recibida en fe, esta profeca solo puede justificarse parcialmente a travs de la teologa o la historia, pero su justificacin final es escatolgica.

Tesis del autor: Miguez Bonino habla de la necesidad de desarrollar una teologa que responda a las particularidades de la Amrica Latina, en lugar de prestar demasiada atencin, y de hecho recomienda mirar con sospecha, a las teologas desarrolladas en los pases ricos. Demuestra que el concepto clsico de verdad, carece de asidero bblico y fenomenolgico pues, no hay verdad separada de los eventos histricos en los cuales los seres humanos actan como agentes. Presenta la Teologa de la Liberacin como una alternativa razonable y necesaria para llevar a cabo la obediencia cristiana en nuestro contexto. Reconoce que algunos telogos de la liberacin han cometido excesos que han llevado a una perdida de la identidad cristiana en la ideologa marxista, para lo cual es necesario tomar los correctivos pertinentes, pero esto no descalifica al marxismo como un instrumento til para la realizacin de las posibilidades humanas y lo convierte en una mediacin eficaz en el contexto de opresin y de dominacin imperialista que han padecido las sociedades latinoamericanas. No pretende presentarlo como una verdad absoluta, ni dogmatizarlo, por el contrario invita a que su praxis sea revisada constantemente tanto en su relacin con el evangelio como en su anlisis de la realidad histrica, pues la idea es que la teologa cristiana se sirva de esta mediacin sin confundirse con ella.

Reaccin: Ha sido una lectura realmente enriquecedora pero confieso que a la vez difcil de digerir. La crtica al concepto clsico de verdad desde la Biblia y desde la sociologa del conocimiento me ha parecido contundente y me ha llevado a concordar en que, en efecto, no puede haber verdad teolgica separada de la praxis de la cual se origina. Por una parte esta perspectiva favorece una conciencia crtica menos prejuiciada hacia otros grupos cristianos pertenecientes a contextos diferentes al propio. Y por otra parte llama a la accin; a reconocer ciertos instrumentos racionales como mediaciones vlidas para el cumplimiento de la obediencia cristiana. El autor afirma que si un cristiano o grupo cristiano prefiere promover principios ticos adoleciendo de una mediacin histrica, el resultado ser incapacidad y frustracin. Adems es enftico en que la obediencia no puede separarse de su correspondiente mediacin ni confundirse con ella, lo cual me queda claro; pero mi duda viene de no entender realmente bien cmo el cristiano se apropia de esa mediacin y la hace eficaz; cmo la lleva a la prctica sin correr el riesgo de que ocurra dicha confusin; cmo participa en los asuntos pblicos sin hipotecar sus principios pero siendo a la vez efectivo en su tarea de luchar por una sociedad ms justa. El Seor, ciertamente nos ha dado libertad al respecto, ruego tambin que nos d la sabidura necesaria.