Pip Kin

Embed Size (px)

Citation preview

  • 8/8/2019 Pip Kin

    1/15

    Claves histricas para leer a Maquiavelo

    Diana Pipkin *

    El que no prueba, Amor

    tu gran potencia, en vano espera

    ser de veras leal

    al que sea del cielo el ms alto valor;

    ni sabe, en suma, cmo se vive y muere,

    cmo acontece el dao y el bien escapa,

    cmo a menos que a otro

    amarse a s, cmo el denso

    temor y la esperanza el alma oprimen y congelan;

    ni sabe cmo por igual los hombres y los dioses

    temen el arma de que el Amor se ha armado.

    Cancin para despus del primer acto deLa Mandrgora,obra de teatro escrita por Nicols Maquiavelo.

    C omo otros personajes de la Historia, la vida y la obra de Maquiavelo es-tn inscriptos en su tiempo. Esto significa que a la estructura de pensa-miento de Maquiavelo le corresponde una estructura histrica que le sir-ve de sustento y le otorga sentido. Por lo tanto, deberemos adentrarnos en el teji-do de la historia y en el de su teora para enlazarlos significativamente. Slo aspuede comprenderse realmente el pensamiento de Maquiavelo.

    Cul es la poca de Maquiavelo?

    Todo aquel que tenga alguna idea sobre la existencia de Maquiavelo, respon-der que es un exponente del Renacimiento italiano. Efectivamente, los aos en quevivi, 1469-1527, y el lugar en que naci y permaneci la mayor parte de su vida,Florencia, coinciden con el perodo que los historiadores llaman Renacimiento ycon el lugar donde este movimiento cultural alcanz su mayor esplendor.

    Pero, qu es el Renacimiento? Cundo comenz y cundo termin? Qu

    relacin tiene el Renacimiento con la cultura de la Edad Media y con la de la mo-dernidad?

    53

    * Profesora de Historia Contempornea en la Carrera de Ciencia Poltica, Facultad de Ciencias Sociales, Universidadde Buenos Aires.

    Pipkin, Diana. Claves histricas para leer a Maquiavelo. En publicacion: Fortuna y Virtud en al Repblica Democrtica. Ensayos sobre Maquiavelo. Toms Vrnagy CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Ciudad Autnoma de Buenos Aires, Argentina. 2000. ISBN: 950-9231-54-1Disponible en la web: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/maquiavelo/pipkin.pdf Fuente: Biblioteca Virtual de Ciencias Sociales de Amrica Latina y el Caribe de la red CLACSO - http://www.clacso.org.ar/biblioteca

  • 8/8/2019 Pip Kin

    2/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    Hasta hace unas dcadas, el Renacimiento significaba ... la aparicin del in-dividualismo, el despertar del impulso hacia la belleza, el triunfo de la mundani-dad y de lajoie de vivre, la conquista de la realidad terrenal por la accin de lamente, la restauracin del deleite pagano de vivir, el desarrollo consciente de lapersonalidad en su relacin natural con el mundo... (Huizinga, 1969: p. 215).

    Los contemporneos del Renacimiento coincidan con esta imagen. Los ita-lianos que vivieron hacia el 1500 vean a su tiempo y a su patria como un granestmulo para una nueva vida despus de una poca de degradacin y decadencia.Maquiavelo, en su obraDel arte de la guerra (1520), exhorta a la juventud a nodesesperar ... porque esta Provincia parece absolutamente consagrada, de la po-sibilidad de resucitar nuevamente las cosas muertas, como puede verse por la per-feccin que estn adquiriendo la poesa, la pintura y la literatura....

    El carcter histrico del trmino Renacimiento tuvo su origen en la obra deGeorgio Vasari (1511-1574), el bigrafo de los pintores. Para Vasari, el arte habaalcanzado su culminacin en la antigedad griega y romana. Luego de un prolon-gado perodo de decadencia iniciado en tiempos del emperador Constantino, seprodujo un renacimiento cultural a fines del siglo XIII, manifestado en las pintu-ras de Cimabue y Giotto.

    Sin embargo, actualmente el Renacimiento ya no es considerado tan slo co-mo un perodo en el que irrumpen las races de la cultura greco-latina. El avancede las artes, el saber y la literatura que observamos en la poca de mayor esplen-dor del Renacimiento -que comprende fundamentalmente los siglos XV y XVI-,no es ms que la manifestacin de cambios muy profundos que venan producin-dose desde el siglo XI, en todos los rdenes de la vida social. As lo entiende el

    ensayista e historiador cultural Emile Gebhart:El Renacimiento italiano no fue solamente una renovacin de la literaturay de las artes, consecuencia del retorno de los espritus cultivados a la lite-ratura clsica y de la mejor educacin de los artistas que redescubrieron elsentido de la belleza en la escuela griega. En el Renacimiento se expresatodo el complejo de la civilizacin italiana, y fue la expresin adecuada delgenio y de la vida moral de Italia. (.. .) En realidad, el Renacimiento italia-no empieza antes de Petrarca, pues la renovacin de las artes se advierte yaen la obras de los escultores pisanos y de Giotto, as como en la arquitec-tura de lo siglos XII y XIII. Los orgenes del Renacimiento son, por lo tan-to, bastante remotos y preceden con mucho a la cultura erudita difundidapor la literatura del siglo XV (en Huizinga, 1969: p. 231).

    Comprender el Renacimiento desde esta perspectiva nos lleva a analizar elpensamiento de Maquiavelo como el producto de un proceso de ms larga dura-cin que los aos en que transcurri su vida. Un proceso que se inici en el sigloXI y que se extendi hasta el siglo XVIII.

    54

  • 8/8/2019 Pip Kin

    3/15

    En este largo proceso conviven rasgos de la sociedad feudal en crisis y ele-mentos de una nueva sociedad que se va constituyendo, la burguesa. Maquiavelovive en una sociedad en transicin que, por el entrecruzamiento y fusin de ele-mentos distintos, puede caracterizarse como feudo-burguesa.

    Conviene sealar que las transformaciones iniciadas en el siglo XI fueron ad-quiriendo, con el paso del tiempo, distinto ritmo y profundidad. En ciertas ocasionesdiversas circunstancias las aceleraron; en otras, las retrasaron, pero es indudable queentre el siglo XI y la poca de Maquiavelo, se desarrollaron nuevas experiencias queoperaron sobre el sistema de normas, valores y creencias de la sociedad feudal. Es-tas experiencias, racionalizadas, alcanzan su primera etapa de sistematizacin en lasteoras que formularon los hombres del Renacimiento, entre ellos, Maquiavelo.

    Analizar con profundidad este perodo de tan larga duracin excede los obje-

    tivos de este trabajo. Afin de brindar al lector algunas claves histricas para com-prender la obra de Maquiavelo, analizaremos slo dos aspectos del mismo:

    1. Algunas de las transformaciones econmicas, sociales y polticas que seprodujeron desde el siglo XI hasta la poca de Maquiavelo.

    2. Los cambios en la mentalidad que acompaaron estas transformaciones.

    Las transformaciones econmicas, sociales y polticas que se

    produjeron hasta la poca de Maquiavelo

    Durante este perodo se pueden identificar tres etapas:

    1. La primera comienza en el siglo XI y contina hasta el siglo XIII. Se ca-

    racteriz por la expansin econmica y territorial de la sociedad feudal y elsurgimiento y desarrollo de las ciudades y el comercio.

    2. En la segunda, desde los primeros aos del siglo XIVy hasta mediados delsiglo XV, la expansin se detuvo. Una profunda crisis afect todos los rde-nes del mundo feudal. La sociedad urbana se consolid y se diversific y co-menz a predominar la economa mercantil

    3. En la tercera etapa, desde mediados del siglo XV hasta fines del siglo XVI,la crisis comenz a ceder y se inici un nuevo perodo de expansin del co-mercio. La economa mercantil se consolid y las monarquas lograron cen-tralizar el poder subordinando a la nobleza y al patriciado urbano.

    Primera etapa: de ciudades y burgueses (siglos XI al XIII)Hacia el siglo XI la situacin del mundo feudal comenz a cambiar. Resulta

    muy difcil identificar una nica causa que explique las transformaciones que co-menzaron a manifestarse a partir de ese momento. Es posible que stas se hayan

    55

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    4/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    producido como resultado de un conjunto de factores que se combinaron y poten-ciaron entre s. Entre ellos, se pueden mencionar una mejora en las condicionesclimticas e importantes progresos tcnicos que posibilitaron un notorio incre-mento de la produccin agrcola. Hicieron posible adems el uso de tierras que,como los pantanos y los bosques, no haban podido hasta el momento ser utiliza-das para la agricultura. Al mismo tiempo, muchos de los nuevos adelantos tcni-cos permitieron reemplazar o alivianar el trabajo humano. Hubo entonces manode obra que pudo ser aplicada a la realizacin de nuevas actividades.

    En las transformaciones que vivi la sociedad feudal desde mediados del si-glo XI tambin debi influir la relativa paz que rein en Europa a partir de la de-cadencia de los musulmanes y la derrota definitiva de los normandos, eslavos yotros pueblos que asolaron Europa Occidental desde el siglo VIII. La suspensinde las guerras y el aumento de la produccin contribuyeron a disminuir la elevada

    mortandad caracterstica de los siglos anteriores. Mejor alimentada, la poblacinse encontr en superiores condiciones para afrontar las enfermedades y procrear.

    En los seoros -unidad econmica, social y poltica del mundo feudal- co-menz a contarse con un excedente de produccin agrcola y mano de obra queempez a dirigirse hacia las ciudades. Las viejas ciudades romanas semiabando-nadas comenzaron a repoblarse. En las proximidades de los monasterios, de loscastillos, en el cruce de las rutas comerciales o a la vera de los caminos de pere-grinacin fueron apareciendo nuevos asentamientos de comerciantes y artesanos,que formaron el ncleo desde el que se desarrollaron nuevas ciudades. Haba re-comenzado la vida urbana.

    Sus habitantes, que empezaron a ser llamados burgueses, provenan de laeconoma rural. Muchos siervos se lanzaron a una aventura que los llevaba aabandonar las tierras y las actividades que haban desarrollado sus familias porvarias generaciones. Para ello necesitaron una mentalidad aventurera, dispuestaal cambio y con objetivos tales como el mejoramiento de sus condiciones de vi-da y la obtencin de riquezas. El mbito urbano pareca darles la oportunidad pa-ra lograrlos. La ciudad les ofreca, adems, la posibilidad de huir de la servidum-bre a la que estaban sometidos en las tierras del seor. En la ciudad se respirabanaires de mayor libertad: si un campesino siervo lograba permanecer en ella un aoy un da, el seor perda todos los derechos sobre su persona.

    Mientras el campo produca una cantidad cada vez mayor de alimentos y ma-terias primas, los habitantes de las ciudades comenzaron a especializarse en laproduccin artesanal y el comercio. Al reanudarse el trfico martimo como pro-ducto de las Cruzadas se incrementaron los intercambios comerciales y, con ellos,

    una economa basada en el uso de la moneda. Junto a las monedas de oro, comen-zaron a aparecer nuevas formas de pago, como los pagars y letras de cambio. Sedaban as los primeros pasos en la transicin desde una economa natural haciauna economa mercantil.

    56

  • 8/8/2019 Pip Kin

    5/15

    Las ciudades que adquirieron mayor importancia durante este perodo fueronlas que se encontraban cerca de las costas del Mar del Norte (Colonia, Brujas, Ham-burgo), las grandes capitales (Pars y Londres) y, sobre todo, las del norte de Italia(Venecia, Miln, Gnova y Florencia). Estas ltimas se convirtieron en el centro delcomercio de larga distancia. Reciban desde Europa del Norte la lana que necesita-ban sus industrias de lujo y, desde el Cercano y Lejano Oriente, artculos que dis-tribuan en toda Europa. Exportaban adems, paos finos de seda y lana, cristale-ra, vino y harina. Florencia se especializaba en las industrias de la lana y la seda.

    En un comienzo, las ciudades lograron desarrollarse gracias a la proteccinde algn seor; formaban parte de su seoro. A medida que los burgueses fueronenriquecindose y reclamando mayores libertades econmicas y derechos polti-cos, comenzaron a enfrentarse con los seores. Con la ayuda de la monarqua,fueron venciendo su resistencia y, finalmente, consiguieron que las ciudades seconvirtieran en comunas autnomas.

    Los reyes comenzaron a ver a las ciudades como fuente de nuevos recursosy tambin como aliados confiables en su lucha por la concentracin del podercontra la nobleza seorial. A partir del siglo XII, la monarqua comenz a obte-ner algunos triunfos sobre los seores.

    Ninguna de estas transformaciones pareca atentar contra el orden feudal.Cuando los burgueses entraron en conflicto con los seores, fue porque buscabaneliminar las trabas que obstaculizaban el desarrollo de sus actividades. No cues-tionaban la legitimidad de su poder o de su autoridad. Tampoco criticaban los va-lores y creencias vigentes ni reflexionaban sobre la nueva realidad urbana. Se li-mitaban a operar espontneamente en ella. Pero poco a poco, los nuevos hbitos

    de vida urbana, la socializacin en la taberna o en el mercado, fueron creandoideas comunes, nuevas corrientes de opinin y normas que comenzaron a gozardel consenso colectivo. Fue naciendo as, una nueva identidad.

    Segunda etapa: la crisis de la estructura feudal (siglo XIV has-

    ta mediados del XV)

    El desarrollo de la burguesa y de la economa mercantil comenz a resque-brajar a la sociedad feudal. Surgieron as conflictos y tensiones.

    A comienzos del siglo XIV, la expansin econmica y demogrfica que ha-ba conocido la poblacin europea en los siglos anteriores lleg a su fin. No po-demos analizar aqu las causas de esta crisis. Slo mencionaremos que la bonan-

    za de los aos anteriores fue reemplazada por un ciclo recurrente de pestes, ham-bre y caresta. Numerosos conflictos de variado carcter estallaron en todo el es-pacio en que se haba desarrollado la sociedad feudal. Las guerras internaciona-les como la de los Cien Aos entre Inglaterra y Francia y numerosas guerras lo-

    57

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    6/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    cales profundizaron el clima general de inseguridad que predomin en Europadesde la segunda mitad del siglo XIV hasta mediados del siglo XV.

    En el mbito rural, la crisis debilit el poder y las riquezas de la nobleza tra-dicional debido a la cada demogrfica provocada por la peste o la huida de la po-blacin rural hacia las ciudades, a las rebeliones campesinas y a las largas gue-rras feudales -como la Guerra de las Dos Rosas en Inglaterra1-. Pero la posicinde privilegio de la nobleza fue socavada, fundamentalmente, por el aumento depoder de las monarquas y por el desarrollo de la burguesa que basaba su rique-za en el dinero, con la consiguiente disminucin del valor econmico y social delos bienes inmuebles que constituan el patrimonio fundamental de la nobleza.

    La crisis tambin tuvo sus consecuencias en el mbito urbano. Los conflictospolticos y las pestes, que se manifestaron con mayor virulencia en las ciudades

    que en el mbito rural, produjeron profundos daos al sistema de produccin, dis-tribucin y consumo. El nmero de habitantes disminuy en toda la Europa feu-dal. La poblacin de la pennsula itlica pas, entre 1340 y 1450, de 10 millonesa 7 millones y medio de habitantes. Las ciudades dejaron de ser un mbito tran-quilo y seguro para realizar transacciones comerciales. Pero no todos sufrieron lacrisis del mismo modo. Unos pocos pudieron ponerse al resguardo de la peste yaprovecharon la escasez generalizada para realizar negocios ventajosos y reuniruna importante fortuna. El clima generalizado de inseguridad y contraccin eco-nmica favoreci un proceso de concentracin tanto econmica como poltica.

    En sus inicios, las sociedades que se fueron conformando en el mbito urbanoconstituan un conjunto heterogneo, vago y movedizo. La movilidad era atribuida ala imprevisible rueda de la fortuna, imagen frecuente en la literatura de la poca.

    Gracias a la expansin econmica y al privilegio obtenido por algunos mer-caderes se fue formando un grupo diferenciado por su fortuna, el de los ms ri-cos. Eran los grandes comerciantes y banqueros y los maestros de los gremiosms importantes, que constituyeron el patriciado urbano. La diferenciacin de es-te grupo termin de definirse cuando conquistaron el poder de las comunas. Fa-milias poderosas como los Mdici en Florencia y los Visconti y los Sforza en Mi-ln, detentaban el poder en las ciudades.

    Otros grupos intentaron disputar el poder al patriciado. Haban surgido a par-tir del aumento de las actividades econmicas en el perodo anterior. Nuevas pro-fesiones, nuevas categoras y tambin nuevos pobres abrieron, cada vez ms, elabanico de la sociedad urbana. Algunos de estos nuevos grupos que lograron reu-nir fortunas equivalentes a las del patriciado comenzaron a reclamar participacin

    en el poder poltico de la ciudad.Tambin hubo descontento en los sectores medios y bajos, pequeos comer-

    ciantes, oficiales, aprendices y trabajadores en general que sufran los perjuiciosde la crisis econmica y del monopolio del poder de los patricios.

    58

  • 8/8/2019 Pip Kin

    7/15

    La contraccin econmica, como consecuencia de la crisis, hizo surgir la ne-cesidad de regular las actividades del mercado y de la produccin, a travs, porejemplo, de la fijacin de los salarios y de las condiciones de trabajo. Para ello,era imprescindible controlar el poder poltico. Desde fines del siglo XIII, pero es-pecialmente durante el siglo XIV, se desencadenaron violentos conflictos -losmovimientos antipatricios- entre el patriciado urbano y los sectores enriquecidospero sin poder poltico apoyados por los sectores medios y bajos. Por lo general,se aprovecharon coyunturas favorables como las frecuentes luchas que se desen-cadenaban entre linajes patricios. En Florencia, las revueltas del popolo grassoy del popolo minuto en 1295 y la rebelin de los ciompi en 1378 se inscribenen este proceso.

    Estos conflictos polticos y sociales culminaron con el triunfo del patriciado

    quien, no obstante, no logr conformar gobiernos estables. A partir de entonces,el patriciado intent poner lmites a la movilidad social y se constituy en la li-te de las sociedades urbanas a las que impuso progresivamente su sistema de nor-mas y valores y su concepcin de la vida. De esta manera, se fue constituyendouna sociedad dual: el patriciado y el comn. En ella, las desigualdades estabanbasadas, fundamentalmente, en la riqueza y el poder poltico y no en el nacimien-to como en la sociedad feudal.

    El patriciado urbano, en algunas ciudades como en las italianas, se mezcl conla nobleza y adopt un estilo de vida que los diferenciaba tajantemente del resto.Construyeron lujosas viviendas, se rodearon de valiosos objetos y conformaron li-najes poderosos. Su poder y su trascendencia qued reflejado en obras como la es-tatua ecuestre de Gattamelata de Donatello y otras de Verrocchio y Ucello.

    El inestable poder poltico del patriciado, sumado a la creciente rivalidad en-tre ciudades, resinti el desarrollo de las actividades econmicas. Los grupos pa-tricios buscaron consolidar su situacin. Para ello, apelaron a algn poder exte-rior a la ciudad que lograra imponer el orden. Esto signific sacrificar la autono-ma poltica en aras de la paz social, aunque conservando el poder econmico. Aquin se apel? En muchos lugares, a los reyes y, en las ciudades italianas a lospoderes unipersonales con fuerza militar.

    La crisis y los conflictos sociales y polticos profundizaron las transformacio-nes producidas en la etapa anterior. La sociedad urbana ya no era un enclave ais-lado. Se haba desarrollado paralelamente a la desarticulacin de las estructurasproductivas y sociales que caracterizaba al mundo feudal y a los avances de la

    economa de mercado. Se comenz, entonces, a reflexionar sobre la trascenden-cia de los cambios y sobre sus implicancias, y a reajustar los mecanismos de lanueva economa.

    59

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    8/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    Tercera etapa: de burgueses y monarquas (siglos XV y XVI)

    La vida de Maquiavelo se inscribe en esta etapa

    A partir de la segunda mitad del siglo XV, la retraccin comenz a dejar pa-so a una nueva etapa de expansin. La experiencia de la crisis permiti conocermejor el funcionamiento del mercado, del crdito y las consecuencias de las ac-ciones del poder poltico. Las burguesas se encontraban en mejores condicionespara accionar sobre la economa mercantil. No obstante, a pesar de la consolida-cin de su poder econmico, social y poltico tuvo que someterse a las nuevascondiciones que le impusieron las monarquas centralizadas.

    La expansin, lenta al principio, fue adquiriendo una aceleracin creciente.Distintos factores, como el aumento de la poblacin, pueden explicar el cambio.Pero lo que ms incidi fue la mayor estabilidad poltica que deriv de la dismi-

    nucin de las tensiones sociales y el surgimiento de los nuevos reinos unificadosy centralizados. El proceso de concentracin poltica y econmica que se inicien la etapa anterior se profundiz. Las monarquas territoriales acrecentaron supoder a medida que se debilitaba el de la nobleza. Francia, Inglaterra, Portugal yEspaa lograron la unificacin territorial y la constitucin de las monarquas na-cionales e iniciaron el camino hacia la formacin de los Estados absolutos. En es-te proceso, jug un importante papel el capital aportado por las grandes casas co-merciales y bancarias del patriciado urbano.

    Poco a poco, la economa urbana qued atrapada en la red de poder de lasmonarquas. La delimitacin de mbitos de dominacin territoriales nacionales ylos tratados y acuerdos entre los reyes, facilitaron y ampliaron las actividadeseconmicas de las burguesas a una escala regional, nacional e internacional. En

    este ltimo mbito, ya en los siglos anteriores, se haban formado ligas comercia-les entre ciudades como la Hansa germnica, que agrupaba a todos los puertosimportantes del Mar Bltico, del Mar del Norte y del ocano Atlntico. Pero eltrfico ms intenso y mejor organizado se desarrollaba en el Mediterrneo. G-nova y Venecia eran las ciudades ms poderosas de esta zona. La asociacin en-tre monarqua y burguesa posibilit la expansin interocenica cuando el comer-cio del Mediterrneo se vio interrumpido por la expansin de los turcos. Caste-llanos y portugueses iniciaron sus viajes hacia el occidente y formaron, desde elsiglo XVI, los grandes imperios coloniales.

    El esplendor que muchas ciudades alcanzaron entre la segunda mitad del si-glo XVy las primeras dcadas del siglo XVI, entre ellas las del Renacimiento ita-liano, se debi a que el patriciado urbano dej de lado viejas concepciones para

    incorporar las ventajas de su nueva situacin poltica y econmica.Muchas burguesas dejaron de ser especficamente urbanas y pasaron a ser

    burguesas de los reinos. Incluso, muchos burgueses se incorporaron como fun-cionarios de la corona. El patriciado de aquellas ciudades que mantuvieron su au-

    60

  • 8/8/2019 Pip Kin

    9/15

    tonoma, como Florencia, qued sometido a las polticas impulsadas por los gran-des Estados como Francia o Espaa.

    Sintticamente podramos enunciar los cambios operados desde el siglo XIde la siguiente manera:

    1. La economa feudal, basada fundamentalmente en la produccin para lasubsistencia, sucumbi ante el predominio de la economa de mercado.

    2. La sociedad estamental tpica de la poca feudal dio paso a una sociedaddiversificada, caracterizada por el surgimiento de nuevas clases y grupos so-ciales entre los cuales las burguesas urbanas lograron ocupar un lugar pre-ponderante en la sociedad.

    3. El sistema poltico feudal, fragmentado, fue centralizndose. Una nueva

    distribucin de poderes y estilos polticos caracterizaron a las monarquas na-cionales.

    Los cambios en la mentalidad

    Antes de abordar este tema, deberemos explicitar qu entendemos por men-talidades. Qu es la mentalidad?

    Siguiendo a Jos Luis Romero (1987), podemos definir a la mentalidad co-mo un conjunto de ideas operativas, de ideas que mandan, que resuelven, que ins-piran reacciones. Son tambin ideas valorativas y normativas, condicionantes delos juicios de valor sobre las conductas y las opiniones sobre lo que es bueno ylo que es malo. Son tan cambiantes como los tiempos. Se apoyan en actitudes di-

    fusas pero arraigadas y generan normas que dirigen la accin del grupo.Los orgenes de estas ideas suelen ser borrosos. Casi todas las ideas corrien-

    tes, por ejemplo, los llamados prejuicios, son viejas ideas incorporadas desde ha-ce mucho al grupo social, de manera racional, que luego han ido perdiendo pre-cisin y vigor, desprendindose del sistema explicativo que les dio origen y trans-formndose en ideas vulgares.

    En sntesis, la mentalidad es como el motor de las actitudes. La manera como,a veces inconsciente o subconscientemente, un grupo social, una colectividad, seplanta ante la muerte, el matrimonio, la riqueza, la pobreza, el amor, el trabajo.

    Es un sistema de ideas no racionales que quizs alguna vez lo fue pero quetiene una enorme fuerza porque se transforma en tradicional.

    Fruto de las nuevas realidades y nuevas experiencias, las mentalidades se vanmodificando. Las ideas, las creencias que conforman esa mentalidad se abando-nan o se resignifican y a la vez surgen otras nuevas configurando, a veces, unanueva mentalidad.

    61

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    10/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    De qu manera los cambios econmicos, polticos y sociales que hemosanalizado incidieron sobre las mentalidades?

    Las mentalidades no permanecieron ajenas a los cambios econmicos, pol-ticos y sociales que se produjeron entre los siglos XI y XVI. Los hombres y mu-jeres que vivieron durante este perodo se enfrentaron a nuevas experiencias quefueron modificando, muy lentamente, las creencias, valores, opiniones propias dela mentalidad cristiano feudal. A travs de un largo proceso de elaboracin racio-nal de esas experiencias surgieron nuevas normas morales, principios de vida, delegitimidad y de accin as como nuevas concepciones sobre la realidad, el hom-bre o la sociedad. Estas nuevas creencias y valores conformaron la mentalidadburguesa racional y profana. Comenzaron a ser sistematizadas a partir del sigloXV aunque, con el paso del tiempo, confrontadas a nuevas experiencias, fueronsufriendo un proceso de reelaboracin.

    Intentaremos explicar este proceso, por cierto complejo, a travs de dosejemplos: la concepcin del hombre y la naturaleza.

    Ambas concepciones, que tradicionalmente han sido relacionadas con el Re-nacimiento y, en especial, con el Humanismo, en realidad son cronolgicamenteanteriores. Adems, no pertenecen a una poca sino a un sector social que fue ela-borando formas de pensamiento distintas de las que predominaban en la sociedadcristiano feudal.

    La nueva concepcin del hombre

    En la concepcin organicista de la mentalidad cristiano feudal, el individuo

    no exista independiente del estamento. ste estaba compuesto por un conjuntode individuos que deban su razn de ser a la funcin social asignada.

    A partir del siglo XI, como fruto de diversas experiencias, comenz a valori-zarse al individuo separado del conjunto social. El campesino que tomaba la de-cisin personal de abandonar el seoro y lanzarse hacia lo nuevo y lo descono-cido, hacia la aventura, aprendi que poda vivir desprendido del vnculo de de-pendencia y de la proteccin de su comunidad original. Su aventura, que era ladel ascenso social a travs del comercio o la manufactura, lo llev a tomar deci-siones, a unirse a otros individuos y a constituir un grupo. Este grupo y, ms tar-de, la sociedad, ya no tuvo una sancin divina sino que fue formado sobre la ba-se del acuerdo, del consentimiento. Era el comienzo del contrato social.

    Estas transformaciones en las que los individuos comenzaron a distinguirse

    del conjunto social, se vieron reflejadas en las artes plsticas. Las representacio-nes de Cristo y de la Virgen adquirieron caractersticas diferenciadas an en lasobras de un mismo autor. En la Virgen con el Nio y en la Piedad, ambas de Mi-guel Angel, pueden verse estas diferencias. La figura humana pas a transformar-

    62

  • 8/8/2019 Pip Kin

    11/15

    se en una persona de carne y hueso. Adems, a medida que se avanzaba en el co-nocimiento del cuerpo humano, aparecieron plasmadas las caractersticas particu-lares de las personas a las que se pretenda representar. Empezaron a utilizarsemodelos y apareci el retrato, como el de Dante Alighieri que hace el Giotto o laGioconda de Da Vinci. Como una manifestacin del cambio en marcha, los artis-tas comenzaron a firmar sus obras, no slo en la bsqueda de la trascendenciaprofana sino para individualizar su obra.

    En este proceso, el hombre descubri su capacidad de pensamiento y, simul-tneamente, descubri su capacidad de sentimientos. Si bien se mantuvo la dua-lidad en la imagen del hombre poseedor de un alma noble y de un cuerpo vil, co-menz a valorarse todo lo que haca excitar la vista, el odo, el gusto, as comolas diversiones que ofreca la vida urbana y la riqueza conseguida. El hombreaceptaba todo ello y lo disfrutaba dejando de lado, sin todava cuestionarla, lacondena establecida por la moral cristiana.

    En los siglos XIII y XIV se multiplicaron las grandes fortunas. En Italia ellascrecan rpida y considerablemente. Asociadas a la riqueza y al goce, surgi el lu-jo personal. En la Edad Media, casi todo el lujo se exteriorizaba, era pblico y,an en los casos en que fuera privado, se manifestaba ms fuera de la casa quedentro de ella. En la poca del Renacimiento, si bien se mantuvo en el mbito p-blico -en los torneos, espectculos fastuosos, cortejos, convites pblicos-, el lujocomenz a convertirse en privado instalndose en el hogar. La ambicin, el anhe-lo de ostentacin junto con el orgullo y el afn de podero se acentuaron y cobra-ron nuevas formas. Giacomo de Sant Andrea arrojaba al ro objetos de oro y pla-ta y lleg a prender fuego a un edificio para aumentar la diversin de las fiestas.

    El lujo en la comida, el arte culinario naci en Italia en los siglos XV y XVIjunto con las otras artes. Ya no se buscaba slo devorar. El goce no slo exigacantidad sino tambin calidad.

    En este descubrimiento de su capacidad de sentir, el hombre resignific elamor. En la sociedad feudal, amar era una actividad humana al servicio de Dios. Elobjeto amoroso era supraterrestre (como el culto a la Virgen). Todo amor no consa-grado a Dios o no vinculado al matrimonio llevaba el estigma del pecado. No sig-nificaba la ausencia del erotismo pero, tanto en el campesino como en el noble, es-te tipo de sensibilidad se hallaba reprimida en su valoracin aunque no de hecho.

    La secularizacin que se inici en todos los rdenes de la vida a partir del si-glo XI tambin alcanz al amor. Las canciones de los trovadores que se difundie-ron en esta poca y lograron su mayor florecimiento entre mediados del siglo XII

    y mediados del siglo siguiente, le cantaban al amor terrenal. En las obras de lospoetas lricos y, luego, en las de los artistas plsticos, sobre todo en Italia, apare-ci el amor carnal y el espiritual, pero ambos eran profanos. La sensualidad na-tural no surgi hasta el trecento. En elDecamern de Boccaccio la sana sensua-

    63

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    12/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    lidad se impuso definitivamente al idealismo. Pero la mujer, objeto del amor, con-tinu cubierta de vestidos en la imaginacin del hombre. A partir del cuatrocen -to y, en especial, del cinquecento comenz a retratarse a la mujer desnuda comosmbolo del amor sensual.

    Como sostena Firenzuola, ... Amor no es otra cosa que goce. Yo amo a lasmujeres del mismo modo que amo el vino, el juego, la ciencia. O dicho en otrostrminos: el vino, el juego, la ciencia y las mujeres me proporcionan deleite. Y eldeleite es el sentido ltimo de la vida. No se goza para algn otro fin sino que elgoce es el fin ltimo... (Citado por Sombart, 1965: p. 59).

    La nueva concepcin de la naturaleza

    En la mentalidad cristiano feudal se conceba a la naturaleza como una mez-cla de realidad e irrealidad, poblada de elementos sobrenaturales misteriosos queeran producto de la creacin divina. Los hombres no la observaban ni intentabanconocerla, vivan inmersos en ella. Slo la verdad revelada por Dios e interpreta-da por los hombres de la Iglesia poda develar sus misterios.

    Cuando a partir del siglo XI el hombre comenz a dejar el mbito estrechodel seoro, conoci nuevos paisajes, nuevas naturalezas. Ya sea cuando se asen-t en el mbito urbano, cuando coloniz nuevas tierras o cuando particip de lasCruzadas, el hombre se separ de la naturaleza. Sus nuevas actividades -el comer-cio, la manufactura-, le permitieron mantener una distancia fsica y tambin psi-colgica que no exista cuando su trabajo dependa tan directamente de los fen-menos naturales. Separado de la naturaleza, el hombre comenz a contemplarla.

    La distancia y las nuevas experiencias como los viajes a tierras lejanas fueron ge-nerando novedosas actitudes. Los hombres no slo pudieron contemplarla sinoque, adems, sintieron una emocin esttica desconocida. Descubiertas su sensi-bilidad y su capacidad de goce, la naturaleza sorprendi a los hombres y los de-leit, como lo reflej Marco Polo enEl libro de las maravillas del mundo.

    La contemplacin y la observacin les permiti descubrir la variedad de rea-lidades naturales. Dej de ser la naturaleza uniforme, nica que conoca el campe-sino feudal. Ahora se perciban su diversidad y sus cambios, y los hombres comen-zaron a estudiarla por curiosidad y porque deseaban operar sobre ella como lo ha-ce el navegante cuando necesitaba tomar decisiones al iniciar una travesa marti-ma o utilizar los elementos naturales para orientarse. El hombre primero observla naturaleza; ms tarde, someti los datos de la observacin a comprobaciones es-

    pontneas y luego metdicas y, finalmente, comenzara la experimentacin. Se ini-ciaba el camino que lo conducira hacia la revolucin cientfica del siglo XVII.

    El conocimiento de la naturaleza modific la concepcin del hombre sobre larealidad. Sin embargo, ello no implic que automticamente se despojara de los

    64

  • 8/8/2019 Pip Kin

    13/15

    elementos de irrealidad. Durante varios siglos, en la imagen de la realidad naturalsubsistieron entremezclados elementos simblicos y msticos. Pero, poco a poco,la naturaleza dej de ser concebida como una creacin pasiva e inmutable. Loshombres del Renacimiento creyeron en el realismo, en la naturaleza como una rea-lidad sensible, un mundo de hechos, de fenmenos que podan ser conocidos porel hombre. Frente a la religin, adoptaron una actitud subjetiva: tolerante a veces,otras burlona, mezcla de antigua supersticin y de moderno escepticismo.

    Afirmar que el hombre, su razn y su experiencia son fuente de conocimien-to constituye una revolucin frente al principio de la verdad revelada: una revo-lucin mental. (...) No ha dejado de ser creyente, pera ha dejado de respetar todaslas cosas que en la estructura tradicional se suponan respaldadas por Dios (Ro-mero, 1987: p. 54).

    A modo de conclusin

    El individualismo y el realismo, nuevas concepciones acerca del hombre y lanaturaleza, respectivamente, asociadas con las nuevas experiencias de la econo-ma mercantil y los cambios en los sistemas polticos, tanto las que se fueron de-sarrollando en las ciudades como las acciones de las monarquas en el proceso decentralizacin, modificaron concepciones tradicionales sobre la poltica y el ejer-cicio del poder. Maquiavelo logra llevar al terreno de las ideas sistemticas las ex-periencias que se fueron desarrollando en este campo. Resulta importante subra-yar que, durante el Renacimiento, permanecen muchas de las formas medievalesde pensamiento simblico y sacramental pero junto a una actitud personal haciala doctrina y la autoridad.

    El Renacimiento fue un cambio de marea. La imagen que refleja la transi-cin de la Edad Media a los tiempos modernos es (cmo podra ser de otromodo?) no la de una revolucin de una gran rueda, sino la de una prolonga-da sucesin de olas que ruedan sobre una playa, cada una de las cuales serompe en lugar y en momento diferentes. Por doquier las fronteras, entre loviejo y lo nuevo, son diferentes; cada forma cultural, cada concepto se trans-forma a su propio tiempo, y nunca la transformacin abarca a todo el com-plejo de la civilizacin (Huizinga, 1960: p. 249).

    El pensamiento de los hombres del Renacimiento es de transicin, de combi-nacin de elementos culturales diversos originados en las nuevas experiencias.Para comprenderlo, no deberemos buscar la unidad sino la complejidad, la hete-

    rogeneidad y las contradicciones que caracterizaron a esta poca. Slo as podrcomprenderse la obra de Maquiavelo.

    65

    Diana Pipkin

  • 8/8/2019 Pip Kin

    14/15

    Fortuna y virtud en la repblica democrtica

    Bibliografa

    Astarita, Carlos 1992 Desarrollo desigual en los orgenes del capitalismo(Buenos Aires: Tesis 11, Facultad de Filosofa y Letras-Universidad de Bue-nos Aires).

    Delumeau, Jean 1977La civilizacin del Renacimiento (Barcelona: Juventud).

    Garin, Eugenio 1990El hombre del Renacimiento (Madrid: Alianza).

    Gebhart, Emile 1879Les origines de la Renaissance en Italie (citado en Hui-zinga, 1996)

    Hale,John 1996La civilizacin del Renacimiento en Europa (Madrid: Crtica).

    Huizinga, Johan 1960 El problema del Renacimiento, enHombres e Ideas.

    Ensayo de Historia de la cultura (Buenos Aires: Fabril).Huizinga, Johan 1979El otoo de la Edad Media. Estudios sobre la formade vida y del espritu durante los siglos XIV y XV en Francia y en los Pases

    Bajos (Madrid: Alianza).

    Kriedte, Peter 1991 Feudalismo tardo y capital mercantil (Barcelona: Crtica).

    Maquiavelo, Nicols 1988Del arte de la guerra (Madrid: Tecnos).

    Romano, Ruggiero 1966 El mercader italiano entre Edad Media y Renais-sance, enRevista Estudios de Historia Social (Buenos Aires: Facultad deFilosofa y Letras-Universidad de Buenos Aires) Ao 2, N 2.

    Romano, Ruggiero y Alberto Tenenti 1989Los fundamentos del mundo mo -

    derno (Mxico: Siglo XXI).Romero, Jos Luis 1979La revolucin burguesa en el mundo feudal (Mxi-co: Siglo XXI) Vol. 1 y 2.

    Romero, Jos Luis 1980 1 EdicinCrisis y orden en el mundo feudoburgus(Mxico: Siglo XXI).

    Romero, Jos Luis 1985La Edad Media (Buenos Aires: Fondo de CulturaEconmica).

    Romero, Jos Luis 1986 3 edicin corregida y aumentadaMaquiavelo his -toriador(Buenos Aires: Siglo XXI).

    Romero, Jos Luis 1987Estudio de la mentalidad burguesa (Buenos Aires:Alianza).

    Sombart, Werner 1965 Lujo y capitalismo, enRevista de Occidente (Madrid).

    Sombart, Werner 1979El burgus. Introduccin a la historia espiritual delhombre econmico moderno, (Madrid: Alianza).

    66

  • 8/8/2019 Pip Kin

    15/15

    Notas

    1 Entre 1455 y 1485, al finalizar la Guerra de los Cien Aos, se desencade-n un conflicto entre las dos principales familias nobles de Inglaterra, la Ca-sa de Lancaster (rosa roja) y la de York (rosa blanca). Este conflicto se cono-ce con el nombre de La Guerra de las Dos Rosas. Ambas familias resulta-ron muy debilitadas, favoreciendo el proceso de centralizacin de la autori-dad monrquica.

    67

    Diana Pipkin