Piratas de ayer y de hoy

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2011. Piratas de ayer y de hoy

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- - -NADA PRESSNo decimos la verdad pero tenemos la raznAgencia de noticias inoficiosas fundada por Gonzalo Arango. Sale corriendo una vez por mes. Originales sin recibir no sern devueltos. Brutos abstenerse de leer- - -

Piratas de ayer y de hoyAnbal Tobn*Director y actor de teatro. Tambin periodista, titiritero, escritor y narrador oral. Ha sido director del Teatro Estudio de la Universidad del Atlntico (1970-72) y del GrupoTeatro de Bellas Artes (76-78). Estudios de teatro en la Universidad de Vincennes, Pars, Francia (73-74). Miembro del Grupo Experimental El Sindicato de Barranquilla con quien fue ganador en 1978 del Premio Nacional de Artes Visuales. Vivi ms de 20 aos en diversos pases de Europa y frica con diversas actividades artsticas. Recibi dos veces Bolsa Trabajo Artstico del Consejo de Artistas de Estocolmo, Suecia. (1984 y 88). Ha publicado tres libros: Pandemonium (Francia, 1974), Testimonios de Naufragios (Suecia, 1990) y Ocios del Oficio (Venezuela 2005).

Hablar de piratas es casi lo mismo que contar historias de la mar, y de filibusteros, bucaneros, corsarios o perros del mar, como tambin los han llamado, aunque existan diferencias entre ellos. Pero tambin es hablar de la consuetudinaria piratera terrestre, que va desde el asalto a buses y camiones hasta la venta de libros y CDs, sin olvidar a la piratera corrupta de polticos y funcionarios, de impecable cuello blanco almidonado.Tampoco hay que olvidar la moderna piratera nutica que asola desde esa So.malia hora del secuestro martimo, y mucho menos dejar de lado a la costa de Libia, lvida e indefensa, en donde curiosamente, hay petrleo, asolada por las armadas invencibles de unos piratas con tecnologa de la OTAN, TAN TAN. Como dicen Si usted cultiva zanahorias no lo invade USA, o En Estados Unidos no hay golpes de estado, porque no hay embajada norteamericana. Cosas del imperio, con las patas metidas en varios frentes de guerra.Piratera hubo en China y Conchinchina, hay en Mogadiscio, en Malasia y en Internet, y habr piratera espacial. Que no quepa la menor duda, ni el menor parche en el ojo. De qu viviran entonces quienes los persiguen? Desde el antivirus contra el pirata hacker hasta el modesto y kafkiano agente de aduanas, pasando por, las ahora espas, seoras de los tintos oficiales. Ese es un negocio como el de la guerra, la prostitucin y la droga, que siempre hay alguien que paga, y no los platos rotos que los remiendan otros. Como dijo la sor poetisa Unos pagan por pecar y otros pecan por pagar.Nuestros piratas caribeos vienen desde los filibusteros de La Hispaniola, descubierta por Coln, que se mudaron para la Isla de Tortuga. All adoptaron la tcnica de conservacin de alimentos llamada bucn (secado y ahumado de pescado y otras carnes, propio de los Tainos), por lo que seran conocidos como bucaneros. Esos mismos que despus crearan La Hermandad de la Costa, como un Reino de bucaneros, filibusteros, corsarios, mendigos marinos y perros del mar.Esa curiosa Hermandad, que en estos tiempos de hoy evoca a negocios Nules en viabilidad, rein en Tortuga desde 1620 hasta 1700. Promulg las primeras Leyes de Piratera, en abierta rebelda contra las potencias de esos aos (las mismas de hoy!), en defensa de la vida laboral de los piratas (sus tiempos de jubilacin) y por daos recibidos en el ejercicio de la profesin.La Libertad era su principal ley y tuvo uno de los estatutos ms revolucionarias de esa poca: Suprima la propiedad individual. Tambin suprimieron, en Tortuga y en los barcos, los prejuicios raciales y religiosos. Se legisl sobre la reparticin de los botines obtenidos en combate, y todas sus elecciones se hacan por votacin pblica, cuestin que al resto del mundo le tardara en llegar.En nuestra hermandad de La Costa Caribe colombiana, parece que se invirtieron los cables. Ac priman los intereses individuales y las tasas familiares. En ese tiovivo de especulaciones financieras con dineros del Estado, de incumplimiento de obras vitales para el pas y de evasin fsica y fiscal, estoy seguro que con ellos no estara ningn mendigo marino de Tortuga. As de bajo, pero tambin impecablemente, ha cado la piratera costea y cachaca. Realmente ningn pirata tiene patria. Ni chica ni grande.Los piratas de hoy son de apariencia limpia. Su sable de abordaje es un portafolio y su cuchillada va al erario, o al bolsillo del ciudadano comn. Claro, porque llegar al tesoro pblico es mucho ms fcil y fashion que abordar un barco en alta mar. Hoy engrasan su maquinaria de dividendos positivos, untando, con prstino guante, a servidores pblicos. No hay la sangre del combate. Slo unas grabaciones telefnicas o unos correo en el ter inmarcesible. Viva la Patria Boba por ensima vez!Los antiguos piratas, por lo menos los de Tortuga, eran sangrientos pero eran francos en sus propsitos. No caba la duda de un perfume. Ellos asaltaban mayoritariamente al comercio martimo, que haca ganancias como los bancos de hoy: billonarias en moneda fuerte. Los piratas de antes arriesgaban sus vidas junto a la de sus hombres, mientras que los de hoy ms bien abandonan el barco, a sus testaferros y al pas. Como cualquier Hurtado, Pilar, del DAS.Hubo y habr piratas de marcas registradas, como la de sir Henry Morgan, que tena su propia bandera y un escudo de corsario. Como sir Francis Drake que cre su cdigo de marinera y enfrent tormentas y arcabuzazos. Todos saban quienes eran ellos y a qu se dedicaban. Ahora no, hoy es la interpuesta persona, esa que ondea un certificado notariado o una patente, con los que apuala por la espalda. Persona que testaferrea sin dignidad a los empresarios, a los paramilitares, a los faracos, a las agencias antidrogas (!) o al estado en general.Los tiempos han cambiado, ya lo s! me conozco la cancin de Bob Dylan, que tambin puedo comprar pirateada en cualquiera esquina del mundo. Pero merecemos que los cambios sean para mejor. Tampoco asuntos como el DAS TAS TAS, ni el Agro Ingreso Seguro para ricos, ni trasnacionales salvajes, ni Hombe que jartera. Pero as es el cuento y el pestapierde ea. Prefiero cambiar el tem de este tema, sin apartarme del rumbo de los piratasCreo que cerrar esta arca del tesoro pirata, con unos Apuntes para la Piratera Literaria en Locombia:Corran por las calles los aguaceros de 2004 en Bogot, ciudad expectante por la salida del libro Memorias de mis putas tristes, de Gabito (como le dicen en familia), que haba sido anunciada con Pombos y platillos. Precedida adems por una cadena de custodia de los originales de la novela, que inclua vehculo blindado, para evitar que la piratearan antes de la inauguracin editorial.Todo en vano. Tres das antes de su lanzamiento ya se compraba el libro en cualquier esquina, semforo, andn, caf, bar o tienda de Bogot. Entonces nuestro venerable y consagrado Nbel, declar que, en previsin de la piratera, haba cambiado el final del libro. Cuento que no impidi que la gente lo comprara barato y pirata, y que macondianamente se inventara otro final, para ver si acertaba con el de Gabo. O eso dicen las buenas lenguas de la Academia.Y fue como en un cuento que se pudiera llamar En este pueblo no va a pasar nada y s hay ladrones: la edicin original y la pirata slo se diferenciaban en el precio. El final era igual. Aun no se ha descubierto de quin, o de dnde, provino la filtracin, pero estoy seguro que no era de un seor con una pata de palo, un loro en el hombro y un garfio en la mano. Esos eran los piratas de antes, o los del turco Abraham al Humor segn Davisnchez Juliado.Los piraticas de hoy van a spa, corrigen sonrisa y abdominales, usan a interpuestas personas, corrompen, compran, venden y consignan. Estos de ahora, ya no tienen ni consignas (a menos que el todovale se considere una). Me quedo con los piratas de antes, que de todos modos me favorece el tiempo y el espacio de sus ataques. O con Jack Sparrow que es la tragicomedia del fili(em)bustero. Debo confesar que esta nota me la pirati, as como se dice, a m mismo.Irresponsablemente: Anbal Tobn, al nivel del Bar de Salgar. 2011

El texto aparece tergi.versado en: www.tortugasencelo.blogspot.com