107

Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Una vez Lexa en la tierraa y completamente sola se aventurara a hacer lo que pueda por ayudar y econtrar a la Garde mientras escapa de los Mogadorianos.

Citation preview

Page 1: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]
Page 2: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

LOS EVENTOS NARRADOS EN ESTE LIBRO SON REALES.

NOMBRES Y LUGARES HAN SIDO CAMBIADOS PARA

PROTEGER A LOS DE LORIEN QUE PERMANECEN

ESCONDIDOS.

EXISTEN OTRAS CIVILIZACIONES.

ALGUNAS DE ELLAS BUSCAN DESTRUIRNOS.

Page 3: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Archivo Perdido #12:

El Guardián Pittacus Lore

Page 4: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]
Page 5: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

TRADUCCIÓN POR:

ELLOS CAMINAN ENTRE NOSOTROS

https://www.facebook.com/ecenmexico

Page 6: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

En Lorien viví en la casa de mi abuelo a las afueras de la

ciudad, en el dormitorio de la Academia de Defensa, en el

sótano del apartamento frente al Eilon Park― incluso en un

Kabarak en los territorios lejanos, unos pocos años después

de que mi hermano muriera, cuando era feliz de estar

perdida y desconectada de la Ciudad Capital y todo lo que

era. Ninguno de esos lugares existe ahora que los

Mogadorianos han destruido mi planeta. Ahora, solo tengo

a la Tierra, un mundo en donde no soy sólo una extraña,

sino una de las últimas personas de mi raza.

He estado en este planeta por casi dos años, pero no

estoy segura de que alguna vez me sienta como en casa. Casi

lo logré cuando renté una cabaña en las afueras de Nueva

York por un breve periodo de tiempo hace un par de meses

atrás. Gracias a los Mogs, esta también dejó de existir.

Parece, que eventualmente todos mis hogares son

destruidos. La muerte parece perseguirme a donde sea que

voy, llevándose a las personas que más me importan. Por

esta razón tengo como prioridad mantenerme sola, lejos de

la gente.

Así es como terminé comprando un terreno excluido

en el que nunca había puesto un pie, localizado en Alabama.

Page 7: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Está anocheciendo cuando veo la propiedad por

primera vez con mis propios ojos, frente a mi veo una

enorme puerta de acero forjado que se abre a un largo

camino rodeado por árboles.

El nombre Rancho Yellowhammer está deletreado en

letras oxidadas en la cima de la puerta. La entrada se ve

imponente, pero no es más que un adorno. Como medida de

seguridad, da risa. Ni si quiera existe un candado. La cerca

de cada lado está igual de mal, la cual consiste en unas

pocas tiras de alambre de púas: una barrera que mantendrá

alejado solo a los animales perdidos. Me pregunto si los

antiguos dueños en realidad se sentían seguros con estas

patéticas cuerdas de metal. Posiblemente, supongo. Pero,

probablemente ellos nunca imaginaron que sus enemigos

vendrían desde el cielo en vez de por tierra.

Yo sé más.

De todas formas, la entrada y la cerca no son

completamente inservibles. Las dos me servirán para

instalar cámaras que vigilarán el perímetro. Quizás algunas

armas operadas por control remoto, sólo en caso de que los

Mogadorianos logren encontrarme aquí.

Con un pequeño empujón, las puertas de acero forjado

se mueven, haciendo chillar a las viejas bisagras. Regreso a

mi todoterreno y conduzco por el camino. La casa está

localizada en un pequeño camino pasando la entrada, y se

encuentra más o menos escondida entre los árboles y

montañas. Afuera sólo se pueden observar anchas vigas de

madera. Ignoro el pequeño garaje de autos a un lado y

manejo por la hierba hasta la entrada de la casa. El

amarillento césped se alza hasta mis tobillos, cubiertos por

negras botas, cuando lo piso. Rodeo lo casa,

familiarizándome con el área, manteniendo mis ojos

Page 8: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

abiertos en caso de que aparezca algo fuera de lo ordinario y

trato de hallar problemas con la seguridad. No hay nada

raro hasta lo que puedo observar, sólo encuentro más

alambre de púas, campos vacíos y un pequeño cobertizo en

la parte trasera. Estoy sola aquí. No hay nadie que me

moleste mientras trabajo. No tengo ningún compromiso

que no sea mi trabajo.

Aunque este lugar también explote en llamas, no habrá

ningún herido, sólo yo.

Subo por una escalera rota y me dirijo a la entrada en

donde hay un gran sobre colgado con una fina cinta

adhesiva. Lo despego y saco varios papeles que indican que

ahora soy la dueña de Yellowhammer. En realidad, ninguno

de estos documentos tiene mi nombre ―no le he dicho a

nadie mi nombre real, Lexa, desde que descubrí que los

Mogadorianos han estado en la Tierra cazando Lorics. No es

que yo signifique algo para un Mog, realmente. No soy

Pittacus o ninguno de los Ancianos. Pero soy cuidadosa.

El Rancho Yellowhammer, es ahora propiedad de una

corporación falsa que yo he creado, subsidiaria de otra

organización también de mi propiedad, todo el papeleo

hecho de manera que sea imposible de rastrear.

Últimamente he comenzado a reunir identidades, he

sido docenas de personas en estas semanas, algunas veces

en la vida real y otras en el mundo virtual. Era solo Julie

cuando compré el gran todoterreno negro en Pensilvania.

Pedí prestado a un tal Phil su dirección IP cuando intenté

hackear los datos de la CIA. Creo que fue Lindsey la que

compró todas las armas de fuego en Kentucky y Patti la que

compró todo el equipo computarizado en Tennessee. Tomo

nombres de meseras, portadas de revistas y conversaciones

que escucho mientras viajo, cambio mis alias a diario, a

Page 9: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

veces cada hora. Organizar datos en información siempre ha

sido mi fuerte, así que cambio entre estas identidades sin

vacilar. Guardando a Julie, Lindsey y Patti lejos en mí

cabeza cuando termino con ellas, en caso de que deba volver

a usarlas.

A la gente a la que compro de las tiendas de empeño y

artículos electrónicos nunca sospechan que no soy quien

digo ser. Y si lo hacen, no dicen nada. Es asombroso como

se hace la mínima cantidad de preguntas cuando estás

dispuesto a pagar algo con un valor mayor al precio. Y,

gracias al casi primitivo internet y sus sistemas de seguridad

usados por los bancos en este planeta, es fácil que el dinero

venga y vaya si eres bueno con los unos y ceros y sabes

moverlos como yo sé. En las pasadas semanas, he obtenido

minúsculas cantidades de dinero de bancos alrededor del

mundo. Dinero es una de las pocas cosas de las cuales tengo

mucho. Dinero, preguntas e ira.

Sacudo el sobre, y un juego de llaves cae sobre mi

palma abierta.

El rancho fue difícil de conseguir. Sabía que quería

algo lo más lejos posible de las áreas habitadas, o incluso de

los pueblos más cercanos. Los sitios como este eran fáciles

de ubicar, pero me tomó un tiempo encontrarlo. Alguien

que quisiera deshacerse de su propiedad en un apuro, y sin

habernos conocido en persona. Todo lo que necesité fue

mover algo de dinero, crear nuevas firmas y de repente ya

era la dueña de una parte de este planeta.

Echo otro vistazo alrededor de la entrada, y no puedo

evitar pensar cuanto Zophie hubiera amado este lugar. Ella

pasó muchas noches en una vieja cabaña en Nueva York,

afuera en la brisa con una taza de té, viendo al vacío.

Probablemente pensando en su hermano, Janus. En esos

Page 10: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

días en los cuales aún había esperanza de que se encontrara

vivo.

Un ligero dolor atraviesa mi pecho. Esta sensación ya

me es familiar, el dolor que viene cuando pienso en Zophie

o Janus o mi hermano, Zane, se encuentra fijo en mi

memoria. No importa cuánto trate de olvidarlo y mantener

las memorias enterradas, siempre logran llegar a mí. Me

recuerdo a mí misma que no es tristeza lo que debería estar

sintiendo, sino ira. Eso, al menos, lo puedo usar. Fue mi

combustible en Lorien, cuando no quería nada que no fuese

derribar a los Ancianos y desarraigar nuestra sociedad.

Ahora, la ira contra los Mogadorianos es lo que me

mantiene activa la mitad del tiempo. Un enorme deseo por

venganza en el nombre de todos a los cuales he perdido.

Pero para hacer sufrir a los Mogs, necesito ponerme a

trabajar; sacudo mi cabeza un par de veces y abro la puerta.

Adentro, la casa está cubierta de polvo, todos los

muebles cubiertos por mantas blancas. El cráneo de un gran

animal con cuernos cuelga encima de la chimenea. ¿Por qué

la gente de la Tierra escoge decorar su casa con animales

muertos? No tengo idea.

Matar por deporte era un delito inconcebible en

Lorien, pero basándome en unas cuantas historias que he

escuchado en tiendas de artículos de caza, supongo que no

es muy raro aquí en la Tierra.

Solo puedo imaginar cuál hubiese sido la reacción de

Crayton si él hubiese estado aquí conmigo, conociendo su

apego por la Chimæras. Siento una punzada en mi pecho

cuando me pregunto en dónde se encontrará. ¿Estarán él y

Ella a salvo? ¿Cuánto habrá crecido desde la última vez que

la vi?

Page 11: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Otra vez, empujo estos pensamientos lejos de mi

mente y sigo.

Saco las mantas blancas de la mesa y las pongo sobre el

cráneo, escondiéndolo. Luego exploro las otras

habitaciones. El refrigerador en la cocina tiene una

congeladora enorme, lo que significa que mis viajes al

supermercado no serán tan frecuentes. El clóset del pasillo

puede servir como un pequeño arsenal, donde se pueden

apilar algunas de las armas que he conseguido últimamente.

Dejo los muebles de las demás habitaciones cubiertos y

busco la oficina, localizada al final de un pasillo que pasa

por toda la casa. Aquí será donde pase la mayor cantidad de

mi tiempo ―el santuario de en mi nueva base de

operaciones.

Comienzo a descargar las cosas del todoterreno.

Hasta hace poco he viajado con pocas cosas,

mayormente porque los Mogs destruyeron casi todo lo que

tenía en este planeta mientras buscaba una pista para

encontrar a la Garde.

Por unas cuantas semanas he viajado sin rumbo,

atravesando los Estados Unidos, una extranjera en un

mundo que no es mío. Pensé en buscar al resto de mi gente:

la Garde y los Cêpans de la otra nave.

Según Janus, se han dispersado. Eso fue lo que dijo

poco después de que los Mogadorianos lo ejecutaran en

cámara y me enviaran el vídeo. La evidencia que he

descubierto en línea parece contener pruebas de esto. He

encontrado pistas de ellos aquí y allá: fotos de un hombre

viejo y un pequeño niño con un cofre Loric tratando de

conseguir un pasaje a otro continente, reportes de hombres

tatuados persiguiendo a un niño en Canadá. No estoy

Page 12: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

segura por qué se han dividido, pero en mayor parte están

cubriendo sus huellas muy bien, manteniéndose fuera del

mapa. Supongo que sus Cêpans son competentes, en el

mayor de los casos. Siendo imposible hallarlos, lo que es

bueno para ellos, pero no para mí al tratar de localizarlos.

Hay algo muy grande detrás de esto, pero no puedo

saber qué es exactamente. ¿Por qué los Mogs están detrás

de estos niños? ¿Por qué gastar tantos recursos tratando de

destruir a los últimos Lorics?

Estas son las preguntas que he estado tratando de

contestar, mientras hago lo más que puedo tratando de

mantener a la Garde fuera del radar. Si veo algo en el

internet que puede relacionarse con ellos, trato de borrar

todo o destruir el código de acceso. Pero mantenerme en

movimiento también se ha hecho difícil a mí para poder

seguir con esto. Por eso estoy aquí ahora. Es una base de

operaciones para una guerra venidera. Porque si los Mogs

están aquí en la Tierra, es probable que solo sea cuestión de

tiempo para que hagan lo mismo que hicieron con mi hogar.

La mayoría de las cajas están llenas de computadoras y

equipos que he comprado en mi viaje por este país. Cuando

todo esta apilado en la oficina, comienzo a armar equipos,

desarmar máquinas y reconectándolas para que sean más

eficientes, construyendo un sistema que incorporará a la

computadora que creé en Egipto y tecnología Loric. La

computadora personalizada está bien, pero la máquina que

estoy construyendo me brindará más poder de

procesamiento y más espacio. El trabajo es tedioso, pero me

mantengo concentrada. La noche cae y el sol sale. Pauso por

unos cuantos minutos para ir por agua y estirar mis piernas.

Cuando mi cabeza empieza a doler por la concentración por

tanto tiempo, tomo un descanso y camino un poco afuera,

Page 13: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

tomando nota de todos los lugares en los cuales puedo

añadir cámaras y seguridad una vez que la computadora

esté funcionando. Algo un poco más complicado que un

alambre de púas.

Este lugar tomará bastante trabajo, pero por el tiempo

que pase será un fuerte de conocimiento y poder. Planeo

recolectar hasta la más mínima información sobre los Mogs.

Esos bastardos que destruyeron mi planeta, que

mataron a mi amigo, pagarán. Descubriré qué es lo que

traman y ayudaré a los Lorics a destruirlos.

De alguna manera.

Abro hasta la mitad las oxidadas puertas de un gran

establo en la parte trasera. Chillan como si no hubiesen sido

movidas en un largo tiempo. La luz se filtra por una sección

de techo faltante, iluminando unos montones de paja y unas

cuantas herramientas colgadas en una pared.

El lugar no es mucho ―es más, luce como si una buena

movida pudiese tirarlo al suelo― pero servirá.

Con un poco de suerte, pronto tendré una nave aquí.

La que trajo a los Garde escogidos y a sus Cêpans a este

planeta ―tal vez el último transporte Loric del universo.

Porque por cualquier cosa por la que estén aquí los

Garde, van a necesitar toda la ayuda que puedan conseguir.

Ellos están siendo cazados. Estamos siendo cazados. Y

cuando dominen sus Legados y decidan que es tiempo de

pelear contra los Mogadorianos, ellos necesitarán la nave.

Diablos, los llevaré hasta los Mogs yo misma.

Page 14: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Una vez que mi supercomputadora de escritorio– o al

menos lo que pasaría por una en este planeta– está

instalada en la oficina, me pongo a trabajar.

Comienzo con la información que tengo de parte de

Zophie y Janus. No es mucho, pero para eso estoy aquí para

arreglarlo.

Ya que he demostrado que encontrar a la Garde es casi

imposible, he decidido tomar un camino diferente. Un

tiempo atrás, cuando todavía estábamos a la deriva por el

espacio en la nave, Zophie mencionó que Pittacus Lore

había establecido un contacto para la Garde aquí en la

Tierra. Si pudiese encontrar a esa persona, quizá pueda

darle sentido a lo que está pasando. Incluso él o ella pueden

saber dónde se encuentra la nave de Janus.

Y hay la posibilidad de que tal vez Pittacus haya

sobrevivido a la caída de Lorien. ¿Quién sabe dónde estaban

los Ancianos cuando nuestro planeta fue destruido? Incluso

podría estar aquí, en la Tierra. Y su contacto podría saberlo.

Concentro mi información en una simple pregunta:

¿Cómo pudo Pittacus Lore lograr que un humano ayudase a

los Lorics?

Me paso innumerables horas pensando en esto,

tratando de entrar en la cabeza de un Anciano. ¿Habrá

Page 15: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

buscado a un gran pensador? ¿O un líder militar? O habrá

escogido a alguien extremadamente rico con los recursos

necesarios para proteger hasta el último de nuestra especie.

Estas preguntas sólo conducen a más preguntas, sin

embargo: ¿Qué idiomas terrestres hablaba Pittacus?

¿Cuántos contactos podría él haber tenido en este planeta?

En mi tiempo en la Academia de Defensa de Lorien, trabajé

en la mejora de tecnologías de la Tierra, pero nunca me

pregunté cómo las tecnologías se les fueron entregadas a

estos seres. Por primera vez en mi vida, me arrepiento de

haber salido de la ADL después de la muerte de mi

hermano. Si no lo hubiera hecho, tal vez tendría más

información ahora con la cual trabajar.

Apenas duermo y rara vez dejo la oficina. Con cortinas

oscuras en las ventanas, apenas me doy cuenta si esta

oscuro o no afuera. Finalmente me doy cuenta de que estoy

buscando en el camino equivocado. Quizás Pittacus no

encontró un contacto en la Tierra. Tal vez alguien en la

Tierra lo encontró a él.

Esto es algo que puedo usar, algo más cortó. Empiezo a

hurgar en las iniciativas de la Tierra sobre contacto con

otros planetas. Son relativamente pocas, y estoy

sorprendida, no por primera vez, sino por lo extraño que es

pensar que tu pequeño mundo con suciedad y hierba y agua

es el único capaz de sustentar vida. En el curso de los días

sigo pistas que no van a ninguna parte. Entro a algunas

cuentas de correo electrónico y realizo un seguimiento al

historial de navegación de una docena de astrofísicos, los

cosmólogos, astronautas―incluso algunos teóricos de

conspiraciones descabelladas. No descubro nada acerca de

Lorien o Pittacus Lore.

Page 16: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Por último, me tropiezo con un candidato prometedor.

Encuentro información acerca de un hombre llamado

Malcolm Goode, quien fue franco en su creencia de

extraterrestres, tanto que aparentemente le costó su trabajo

en un centro educativo que no suena como la ADL. Más

importante, publicó varios artículos detallando sus intentos

para transmitir mensajes a otros planetas.

Sus investigaciones y métodos, aunque primitivos, son

seguros.

Una vez que tengo un nombre y un poco de historia, no

me toma mucho tiempo encontrar a Malcolm Goode. Parece

que vive en un pequeño pueblo en el Estado de Ohio.

Indago más y encuentro un email vinculado a su nombre.

Desde allí es poco el trabajo para hackear su cuenta, donde

examino cuidadosamente su correo diario de lo que parece

ser una vida tranquila.

A excepción de un correo electrónico que descubro y

que me lleva a una foro en línea privado. Ha estado inactivo

por años, y los correos parecen inofensivos. Aun así, sigo

indagando, hasta que encuentro un mensaje eliminado en la

bandeja de mensajes:

¿Hola? ¿Malcolm? ¿Aún hay alguien aquí? ¿Ha habido

más contacto con Pittacus?–Ethan

Considero tratar de contactarme con Malcolm por

internet o por teléfono, pero creo que si Pittacus en persona

habló con él, probablemente ha jurado guardar el secreto.

No quiero arriesgar a que desaparezca por mí, por lo que me

cambio y guardo un arma en mi todoterreno y comienzo a

manejar desde Alabama hasta Ohio para llegar el día de

Page 17: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

mañana. Odio dejar Yellowhammer desprotegido, pero esta

búsqueda tiene más prioridad.

Malcolm vive en las afueras de un pueblo llamado

Paradise. Cuando llego, me estaciono en la calle y veo su

casa por un tiempo, tratando de obtener una idea acerca de

quién es este hombre. A través de mis binoculares lo veo

pasando por las ventanas, junto a una mujer y un niño, de

unos seis o siete años, si tuviera que adivinar. Su esposa y su

hijo, asumo, recuerdo que lo mencionó en algunos de sus

emails. Lo veo regar algunas flores en el patio delantero, y

luego lavar y secar los platos en la cocina. Su existencia

parece perfectamente ordinaria, tan normal que en lo que a

mí respecta tengo el hombre equivocado.

Cuando su mujer se va y el niño corre hacia el patio

para jugar, hago mi movimiento. Me pongo detrás de una

camioneta en la entrada de Malcolm. Unos segundos más

tarde estoy de pie en el porche de su casa, golpeando la

puerta. Mantengo una de pistolas de Raylan metida en el

bolsillo de mi abrigo largo y negro. La llevo conmigo a

donde quiera que vaya, por si acaso.

Malcolm Goode abre la puerta con una sonrisa. Su pelo

es un poco ondulado y despeinado, oscuro. Sus ojos son

brillantes, cejas levantadas.

—¿Puedo ayudarle? —Pregunta, empujando sus

gruesas gafas en la nariz. Está un poco flacucho, y soy

mucho más alta que él. Bueno, si esto va mal y él termina

descontento porque me presenté en su puerta, voy a tener

esa ventaja sobre él.

Voy directo al grano.

—Estoy aquí por Pittacus Lore.

Page 18: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Hace una pausa antes de responder.

—Creo que está en la casa equivocada.

—Los dos sabemos que eso no es cierto, —le digo, pero

no en inglés. Utilizo el lenguaje de Lorien. Se siente tan

extraño en mi lengua al principio. No he dicho ni una

palabra de mi pueblo en meses. Malcolm se sorprende

cuando hablo. Sus ojos se quedan en blanco por un instante,

y luego parpadea mucho, me mira con una mezcla de

confusión y asombro. Esto es exactamente el tipo de

reacción que estoy buscando.

—¿Qué idioma es ese? —Malcolm pregunta en voz baja,

poco convencido—. Nunca la he oído antes.

Vuelvo de nuevo a inglés.

—Sé quién eres, Malcolm Goode.

Él empieza a cerrar la puerta, pero mi pie está

obstruyendo el camino antes que consiga cerrarla.

—Escucha, —digo con firmeza—. No tengo ninguna

intención de lastimarte. Sólo estoy en busca de información.

—No sé de lo que estás hablando, —dice, tratando de

poner mi pie fuera de la puerta.

Pongo mi mano en la puerta, flexionando los dedos y

haciéndola abrirse un poco. Malcolm debe sentir la

resistencia, sus fosas nasales se dilatan.

—Sólo quiero respuestas, —le digo.

—No sé nada, —alza la voz ahora, al borde del pánico—

. Si no te vas ahora llamare a la policía.

—¿Y qué les dirás? —Le pregunto—. ¿Que vine

preguntando acerca de un Anciano Loric? No quieres que

Page 19: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

algo así se escriba en un reporte. Los Mogs vendrían

directamente a ti.

El rostro de Malcolm se pone blanco. Él deja de

empujar con fuerza la puerta.

—Ya están aquí, —continúo—. Los Mogadorianos. Él te

dijo acerca de ellos, ¿no? Pittacus debe haber sabido lo que

iba a sucederle a Lorien, si habló de eso contigo de

antemano. Los Mogs están en este planeta. Han venido a la

Tierra. Sólo quiero respuestas.

Malcolm me mira. Él busca mi cara. Puedo verlo

haciendo cálculos en su cabeza, tratando de averiguar qué

hacer a continuación.

—¿Cómo sé que no eres un Mogadoriano? —Pregunta.

—Malcolm, si alguna vez hubieras visto uno de esos

bastardos, te darías cuenta de que es la pregunta más

insultante que jamás me han hecho.

Él asiente un poco.

—Por lo que he oído... puedo imaginarlo.

—Yo sé de los que vinieron de Lorien. Los nueve Garde

y sus mentores. Soy una amiga. Si no lo fuera, habría

aparecido con un ejército.

Después de unos momentos quita el resto de su peso

de la puerta, abriéndola lo suficientemente para que pueda

pasar. Mientras que él asoma la cabeza por la puerta

delantera y mira a su alrededor, investigo la primeras

habitaciones en su casa, mirando el entorno, preparándome

para cualquier cosa. El hecho de que este hombre fue

elegido por uno de los Ancianos no significa que sea de fiar.

No por mí, al menos, no cuando apenas tengo fe en los

propios Ancianos. Meto mi mano en el bolsillo de mi

Page 20: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

chaqueta, lista para sacar mi arma a la primera señal de que

Malcolm no quiera cooperar.

Pero lo hace. Él me hace pasar a su despacho. Oscuros

estantes de madera se alinean en las paredes. Están llenos

de libros, archivos y documentos de todo tipo apilados uno

encima del otro sin orden alguno. Por un momento me

acuerdo de mi pequeño apartamento en el sótano de Lorien,

lleno con todo tipo de material informático y varios

proyectos electrónicos.

Malcolm se asoma por la ventana y ve en el patio

trasero, donde su hijo corre alrededor con alguna gran nave

o avión. Cuando él parece estar satisfecho de que el niño

está a salvo, cierra las persianas y se vuelve hacia mí.

—¿Cómo pudiste…? —Comienza.

—Un antiguo mensaje de un foro, —le digo.

—Pero...lo abandonamos mucho antes de que la nave

aterrizara. Y sólo he hablado en código. Cualquier cosa

visible fue eliminada.

—Nada se borra realmente de internet, Malcolm. Un

día tu gente se dará cuenta de eso. Si te sirve de consuelo,

me tomó bastante tiempo encontrarlo.

Niega con la cabeza.

—Pero fuimos muy cuidadosos. Nunca mencionamos

detalles reales. Todo estaba reservado para las reuniones

cara a cara.

—Alguien no siguió las reglas, —le digo.

Él considera esto por un momento, y luego su rostro

cambia a un ceño fruncido.

Page 21: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Pensé que me había librado de... —suspira—. Nada se

elimina realmente. —Frunce los labios un poco—. Ethan.

Siempre me imaginé que acabaría siendo un problema. Es

por eso que lo excluimos antes de que la nave aterrizara.

—¿Cómo te reclutó Pittacus? —Pregunto—. ¿Mediante

los mensajes enviados al espacio?

Me mira con curiosidad antes de asentir.

—He hecho mi investigación sobre ti, —explico—.

¿Sigues en contacto? ¿Podría hacerle llegar un mensaje a él?

Las cejas de Malcolm se levantan en asombro, y luego

su mirada cae al suelo.

—Lo siento, —dice—. Pero Pittacus está muerto.

Estas palabras aterrizan en mis oídos, pero las siento

en mi cerebro, mi estómago se tuerce tan fuerte que casi me

desmayo. Esto siempre había sido un posible, sino un

probable, escenario. Sin embargo, al oír esto tomo un poco

de aire para mis pulmones. Siempre he querido a los

Ancianos fuera del poder, pero nunca muertos. En realidad

no. Somos cada vez menos.

—¿Estás seguro? —Pregunto.

—Muy seguro, —dice. Mira a la ventana con vista al

patio trasero y luego de nuevo a mí.

—¿Qué pasa con un hombre llamado Loridas? —

Pregunto.

—Otro de los ‗Ancianos‘, ¿sí? Por lo Pittacus me dijo...

creo que todos ellos se han ido también, —asiento

lentamente—. ¿Había alguien más en la nave que no sean

los nueve niños y sus tutores?

Page 22: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—No. Bueno, hubo un piloto también, pero él tomó la

nave para ocultarla. No estoy…

—Janus, —le digo—. Su nombre era Janus. Está

muerto también.

Me aparto de él, tomando unos pasos hacia una pared

de estanterías mientras asimilo toda esta información.

—¿Quién eres? —Pregunta—. Hablas su lengua. ¿Eres

de Lorien también?

Estoy a punto de responder cuando lo veo, escondido

bajo unas pocas páginas de papel suelto en la estantería.

Una Tablet blanca.

La reconozco; es Loric. Un dispositivo de rastreo

utilizado para vigilar naves, inventario y, a veces incluso

personas, dependiendo de la forma en que esté programado.

Si está aquí...

Doy unos pocos pasos y la Tablet ya está en mis manos,

los papeles encima de ella caen al suelo.

—¿Él te dio esto? —Pregunto.

—Pittacus lo hizo, sí, —Malcolm dice—. Aunque

lamento decirte que no me dio ninguna instrucción aparte

de mantenerla a salvo. Estaba herido y... ¿sabes lo que es?

Saco mi laptop de la mochila y encuentro un cable

conector de una de las viejas bases de datos Lorics. Lo

deslizo dentro del puerto en la parte inferior de la Tablet

blanca, y lo conecto a mi computadora. En cuestión de

segundos tengo un mapa de la Tierra en el dispositivo.

—¿Cómo lo hiciste…? —Se calla.

—Soy buena con las computadoras, —murmuro—. Y he

utilizado esto una vez o dos veces en Lorien.

Page 23: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Hay luces azules parpadeando en todo el planeta.

Luces azules que representan personas. Diez en total.

¿Pueden ser éstos los nueve Garde y uno más? ¿Quizás Ella?

Teniendo en cuenta los poderes de sus padres, no me

sorprendería si haya desarrollado Legados desde el

principio.

¿O hay algo más que no estoy considerando?

Y hay dos triángulos también. Un triángulo está en

Egipto, mi nave estrellada. El segundo se encuentra en el

suroeste de los Estados Unidos. La otra nave. Mi pulso se

acelera hasta que puedo sentir la sangre en mis sienes.

—¿Conoces esta área? —Pregunto.

Malcolm se inclina sobre mi hombro.

—Vamos a ver. Eso parece ser... ¡Oh! —Resopla un

poco—. Sí. Creo que ahí es donde se supone que la Base de

Dulce se encuentra. Una operación secreta del gobierno. La

mayoría de las personas están más familiarizadas con el

Área 51, pero esto no es una trampa turística como Roswell.

—Dulce, —me digo a mí misma. Eso tiene sentido. Si el

Gobierno estadounidense tropezó con la nave de Janus,

probablemente querrían mantenerla oculta. Al menos eso

significa que no está en manos Mogs.

—¿Qué hay en Dulce? —Malcolm pregunta.

—Esto es perfecto, —le digo, ignorándolo—. Voy a

recuperar la nave. Con esta Tablet puedo reunir a la Garde

también.

—No puedes, —Malcolm dice, moviendo la cabeza

rápidamente—. Tienen que permanecer separados.

Page 24: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—No tendrán oportunidad contra los Mogs si están

solos, —le digo.

Algo pasa en el rostro de Malcolm, sacude la cabeza un

poco.

—No sabes acerca del hechizo de protección que

pusieron en ellos, ¿verdad? —Pregunta.

Entrecierro mis ojos.

—Creo que tú y yo tendremos una muy larga charla,

Malcolm Goode.

Page 25: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Sabía que los Ancianos planeaban algo cuando enviaron a la

Garde al planeta.

Incluso he llegado a pensar que de alguna manera

arriesgaron las vidas de jóvenes Lorics en nombre de un

bien mayor ―la clase de cosas que yo esperaría de los

gobernantes de Lorien. Nunca imaginé que les darían a

estos nueve niños un orden en el cual morirían y lo

llamarían protección. En términos de supervivencia, tal vez

tiene algún sentido, pero lo único que puedo hacer es

pensar en el pobre y desafortunado niño que fue elegido

para ser Número Uno. ¿Qué clase de carga es esa para llevar

contigo siempre?

Estos nueve Garde ―de alguna manera están para ser

los salvadores de nuestro pueblo. Eso ayuda a explicar por

qué los Mogadorianos han venido a la Tierra: Si los Garde

que escaparon algún día traerán de vuelta el poder de

Lorien, no sería una locura pensar que podrían de alguna

manera llegar a derrotar a esos que destruyeron nuestro

planeta para empezar. Por supuesto que los Mogs quieren

eliminarlos.

Ahora es obvio por qué se separaron. La razón por la

cual se alejaron tanto unos de otros, estos pequeños

puntitos en mi pantalla que se encuentran alrededor de este

planeta. He sido cautelosa para reunirlos, pero ahora veo

Page 26: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

con seguridad que eso sería peligroso para todos. Los Mogs

podrían coordinar un solo ataque, y de esa manera los

matarían a todos de una sola vez. Es mejor que

permanezcan separados, al menos por ahora, o al menos

hasta que sean mayores y más fuertes, con Legados para

luchar. Espero que sus Cêpans sean expertos ―espero les

hayan dado a los Mentores más fuertes y capaces de nuestro

planeta.

Debo dejarlos ser, y por mucho que deteste hacerlo,

debo confiar en la sabiduría de los Ancianos y en las

capacidades de los Cêpans.

Incluso buscar a la Garde por mi cuenta significaría

correr el riesgo de llevar a los Mogs directo hacia ellos, sin

importar cuán cuidadosa sea. Eso me deja con una meta

clara.

Iré a la Base de Dulce a por esa nave.

—Llevaré esto conmigo, —digo bajando la mirada hacia

la Tablet blanca.

—¿Qué? —Pregunta Malcolm—. No. ¿Por qué? No

puedes.

—No tienes opción, —le respondo, la Tablet es Loric,

me pertenece.

—Pittacus me dijo que la protegiera. Él dijo que podría

llegar a ser útil.

—Exactamente. Va a ser útil cuando la use.

—No. —Malcolm cierra sus dedos sobre su puño y se

planta frente a mí—. Es mi responsabilidad. He sacrificado

todo por ayudar a tu gente. Mi vida, mi familia. Pittacus me

ordenó que mantuviera a salvo la Tablet para la Garde, y eso

es lo que haré. Uno de los Cêpan, creo que su nombre Loric

Page 27: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

es Brandon, dijo que vendría por ella si llegara a haber

problemas, o cuando su chico llegara a la edad de empezar a

desarrollar sus poderes o como sea que ustedes los llamen

Mi mano se mueve hacia el arma que tengo. No quiero

ser ruda con Malcolm, tiene razón al decir que ha

sacrificado demasiado, solo para ayudar a mi pueblo

después de todo, pero no dejaré este artefacto tecnológico

en las manos de alguien que no sabe ni siquiera cómo usarlo

correctamente.

Se oyen pasos provenientes el pasillo, volteo y veo al

hijo de Malcolm allí parado. Un robot de plástico está en el

suelo frente a él, también usa una camiseta con una imagen

de Saturno en ella, el sexto planeta de este sistema solar,

reconozco sus anillos; los he visto de cerca, en mi viaje a

este mundo. El chico es blanco y delgado y tiene cabello

rubio arenoso y aunque en nada se parece físicamente a

Zane, hay algo en su expresión, llena de curiosidad, que

inmediatamente me hace pensar en mi hermano. Me duele

un lugar dentro de mí que pensaba ya había empezado a

sanar.

—Sam, —dice Malcolm, relajando su postura—. Ve

afuera, ¿sí?

Sam mantiene la mirada en mí, Malcolm pasea su

mirada entre el niño y yo unas cuantas veces antes de ir a

donde está el y sacándolo fuera de mi vista.

Pienso en el hecho de que su familia en un pequeño

pueblo de Ohio probablemente ha salvado a lo que queda de

mi gente, y también sobre cómo había pensado en sacar mi

cañón y obligar a Malcolm a darme la Tablet. ¿Qué diría

Zophie? ¿Qué diría Zane?

Page 28: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

No soy un matón Mogadoriano. No amenazaré a un

hombre y a su hijo, si los Cêpans esperan que la Tablet

blanca esté en Paradise, no puedo simplemente llevármela a

Alabama.

—Tu hijo puede quedarse, —digo, mientras dejo el

aparato de rastreo sobre el escritorio de Malcolm y empaco

mis cosas—. Debo ponerme en marcha.

Malcolm se ve confundido, pero asiente.

—Dile a quien quiera que venga por la Tablet que la

nave en Egipto está destruida, —exclamo mientras me dirijo

hacia la puerta principal pasando al lado de Malcolm y su

hijo.

—Espera, —me dice—. ¿Quién eres? ¿Cómo llegaste

aquí? Ni siquiera me has dicho tu nombre ¿Adónde vas?

—Nuevo México, —Me detengo en el porche, y volteo

hacia él—. Malcolm, toma esta visita como una advertencia.

Te he encontrado, me tomó solo un tiempo, pero lo hice, y

eso significa que los Mogs…—Le doy una mirada a Sam, que

se esconde tras la pierna de su padre—. Que otros podrían

ser capaces de hacerlo también, otros que no son tan

amigables como yo.

Malcolm me mira fijamente, asintiendo levemente.

—Mantén a tu familia segura, —le digo, mientras que

salgo al jardín de los Goode—. Y la Tablet también, al menos

esconde la maldita cosa, lo último que necesitamos es que

eso caiga en manos enemigas.

Malcolm está todavía en el porche cuando salgo de la

calzada de su casa. Sam se queda bajo el marco de la puerta,

y mientras avanzo por la carretera agita su mano

despidiéndose de mí.

Page 29: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

El camino de Paradise a Dulce es largo. Grandes campos

verdes eventualmente le abren paso a planicies que parecen

extenderse más allá del horizonte. Hago una parada para

descansar en un motel en Kansas por un par de horas,

apenas durmiendo, por primera vez desde que llegué a la

Tierra sé exactamente dónde está la nave de Janus. Eso, y

porque me preocupa el cómo voy a ir por ella.

Investigo cualquier cosa que pueda encontrar de esta

―base secreta‖ en internet. La mayoría de ello parece ser

teorías conspirativas y rumores ―aunque, teniendo en

cuenta que Malcolm era visto como uno de esos charlatanes

por sus colegas, tal vez no debería juzgar tan

precipitadamente. Parece ser que la mayoría cree que esta

base es alguna clase de Centro de Investigación, por lo que

tengo la esperanza de que no estará demasiado vigilado. Tal

vez seré capaz de infiltrarme en sus comunicaciones una vez

me encuentre cerca y así hacerme una idea de cómo es la

seguridad en su interior ―algo que no me atrevo a hacer

dentro de la insegura red del hotel.

Quizás. Tal vez. Tengo muchas dudas, y tengo que

recordarme a mí misma que es algo que no puedo apurar,

no puedo simplemente atravesar una valla o saltar sobre

una entrada y asaltar la base, precipitarme a esta situación.

Solo un idiota ―o alguien muy ingenuo― lo haría.

Me hago una idea del área en la que supuestamente

está la base por fotografías y mapas online, y luego trato de

dormir. La mañana siguiente me levanto antes del

amanecer y conduzco entre las montañas de Colorado, que

eventualmente abren paso al árido terreno de Nuevo

México.

Page 30: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Una vez que veo una valla metálica, cubierta con

alambre de púas y signos de advertencia sobre pasar o

tomar fotografías me doy cuenta que estoy en el lugar

correcto.

El perímetro de la base es apenas visible desde el

trecho en el que estoy. Ya es media tarde y no estoy

conduciendo de manera discreta por todo el desierto en mi

gran todoterreno negra, y no quiero probar mi suerte

acercándome más a la cerca. En cambio, me dirijo al pueblo

cercano llamado Dulce, y pago una semana por adelantado

en un motel barato. Escondo la mayoría de mis cosas en una

pequeña habitación en mal estado en caso de que me las

arregle para conseguir la nave y deba dejar mi auto atrás.

Me quedo con algunas armas, alisto algunas provisiones

extra de una tienda de artículos deportivos. Lentes de visión

nocturna, y algunos alicates, solo por si acaso.

Regreso en la noche a la base, aparco a unos

ochocientos metros de la valla y vigilo el perímetro con mis

nuevos lentes. No veo ninguna cámara o alarma. No es

hasta que me acerco más que logro ver la punta de los

edificios y algunos patios de la base. Me mantengo de pie a

algunos metros de la cerca y observo.

Y veo cosas que no puedo siquiera empezar a

comprender.

La base es propiedad de las agencias de Gobierno de

Los Estados Unidos ―eso es obvio, por la información que

encontré en internet y las señales por toda la cerca que me

advierten que me estoy acercando a un ―campamento

militar.‖ También logro ver muchos vehículos con placas y

marcas gubernamentales. Hay también un puñado de

personal armado, vestido de camuflaje rondando.

Page 31: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Pero eso no es lo que hace que me quede boquiabierta

y me provoque un temblor en las manos.

Hay una nave aparcada al lado de una gran torre de

vigilancia. No es una nave Loric, pero las reconocería de

inmediato a todas. Cientos de esas llenaron el cielo durante

la invasión de Lorien, derramando fuego y muerte por todo

mi planeta, soltando batallones de soldados que masacraron

a mi gente.

Es una nave Mogadoriana.

—Mierda, —susurro—. ¿Qué están haciendo los Mogs

aquí?

Mi mente piensa en las opciones, ya sea que los Mogs

se han apoderado de esta base y de alguna manera están

forzando a los humanos a trabajar para ellos o…

Logro tragar una mezcla de ira e incredulidad.

O los Mogs y el gobierno Estadounidense están de

alguna manera trabajando juntos.

Esto se acaba de tornar mucho más complicado.

Lentamente bajo mis lentes de visión nocturna,

tratando de ordenar mis pensamientos con lo que he visto,

solo hasta entonces es que oigo los pasos detrás de mí.

Page 32: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¡Manos arriba! —Un hombre grita. Luces se encienden.

Escucho algunos ruidos metálicos detrás de mí.

Un vistazo sobre mi hombro me dice que no son Mogs.

Cuatro hombres en uniforme policial marrón forman un

medio círculo detrás de mí, inmovilizándome contra la

alambrada. Sus armas están apuntando a mi espalda, pero

estas tiemblan un poco. Ellos lucen casi aterrorizados.

Tomo un momento antes de moverme, revisando mis

opciones. He obtenido una escopeta en el asiento trasero y

el cañón de Raylan en el bolsillo de mi abrigo. Podría tratar

de huir…

Pero estos son humanos. Ellos probablemente solo

están haciendo su trabajo. ¿Cuáles son las probabilidades de

huir de aquí sin matar accidentalmente a alguno de ellos?

Una parte de mí dice que no me debería importar –que

yo escape sería por el bien de los restantes Lorics. Pero eso

suena tan horrible como algo que los Ancianos dirían. Y no

soy una Anciana.

Recuerdo por segunda vez en las últimas veinticuatro

horas por qué me gusta trabajar detrás de escena.

—¡Dije, manos arriba donde pueda verlas! —La misma

voz grita.

Page 33: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Volteo lentamente, subiendo mis manos. Los oficiales

miran asustados primero, pero no estoy segura de por cual

parte de mi apariencia están sorprendidos. Tal vez el hecho

de que no soy un hombre. Lo he venido a saber al igual que

en Lorien, la gente de la Tierra no acostumbra a que una

mujer sea tan alta. Después del instante de sorpresa, sin

embargo, hay una ola de alivio que apresuro sobre ellos. El

del sombrero grande –él que supongo está a cargo– se

acerca, poniendo su linterna en mi cara. Él mira hacia mí

reciente cabeza afeitada, luego mira a mis ojos por un

momento.

—¿Qué está haciendo aquí afuera? —Él pregunta.

—Excursión, —respondo.

Él deja salir un gruñido, pero puedo ver su postura

suavizarse. Los otros bajan sus armas un poco más.

—Esto es propiedad del gobierno, —dice—. Está

prohibido el paso no se lo tome a la ligera.

—Estoy a este lado del alambrado, —digo.

El ríe burlonamente.

—Lo que la pone bajo mi jurisdicción. Ahora, conozco a

la mayoría de los del condado de Rio Arriba, y

definitivamente nuca la he visto antes, lo cual significa que

necesitamos familiarizarnos. ¿Por qué no me empieza

diciendo porque estaba husmeando en la noche con esas

gafas de caza?

Él señala a uno de sus hombres. El oficial se mueve

detrás de mí y me golpea antes de que pueda protestar. Él

saca el cañón fuera de mi bolsillo.

—Que… —él susurra, envolviendo sus dedos en la

empuñadura.

Page 34: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Él obviamente nunca antes había sostenido un cañón y

no se da cuenta de lo sensible que es el gatillo, porque el

arma se dispara con un sonido electrónico y hace un hoyo

en mi neumático delantero del lado del conductor. El

todoterreno se inclina mientras el neumático se desinfla.

—Mierda, —murmuro.

De repente, todos me están apuntando de nuevo, y el

hombre del sombrero grande atrapa mis manos en mi

espalda. Pienso en resistirme, pero no hay manera que

pueda superarlos ahora. Uno de los hombres empieza a

hacerme preguntas sobre algún comisario de quien nunca

he oído, pero el líder lo calla.

—Nadie habla con ella hasta que hasta que estemos en

la estación. Esta es mi interrogación.

—¿Quiere que mantengamos patrullando el perímetro?

—Uno de los oficiales pregunta.

—Luces apagadas, —el hombre en el sombrero asiente

con la cabeza—. Manténganse silenciosos. No quiero a nadie

viéndolos en cualquier lado del alambrado. —Él se voltea

hacia mí—. Tiene derecho a permanecer en silencio…

Mi mente corre a toda prisa mientras intento recordar

todo lo que he aprendido acerca del sistema de justicia

estadounidense. Cualquier delicado conocimiento puede ser

útil.

—¿Qué crimen he cometido para cargar con esto? —

Pregunto en tanto el me empuja hacia un carro que apenas

puedo ver en la oscuridad—. No he hecho nada malo.

—Posesión ilegal de un arma de fuego, —dice el

hombre—. Y sospechosa de homicidio a un oficial de policía.

Page 35: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Ato cabos de lo que puedo desde el fondo del carro

policiaco basándome en la conversación entre el hombre del

sombrero –el sheriff del condado– y uno de sus suplentes.

Aparentemente dos oficiales fueron a investigar reportes de

luces bizarras cerca a la base, lo cual no es extraño en esta

zona. Pero algo salió mal. Solo un oficial volvió, su cuerpo

lleno de huecos cauterizados por algún arma desconocida.

Antes de caer en coma, él dijo algo sobre un hombre con

tatuajes en su cabeza y ojos negros.

No es de extrañarse la reacción tan fuerte con el

disparo del cañón.

Pánico se empieza a colocar en mi pecho una vez que el

shock de ser arrestada se desvanece. No tengo

identificación. Ni siquiera soy humana. Y estoy esposada en

la parte trasera de un coche de policía con una capa gruesa

de rejilla de metal separándome del asiento delantero.

Tengo que escapar de esto de alguna manera.

Tan rápido como atravesamos Dulce, sirenas suenan

fuerte y luces brillan, intento resolver dónde estamos en

relación con el motel donde está mi computador y las

verdaderas armas escondidas. El pueblo es pequeño,

entonces no me toma mucho obtener mi localización –sin

embargo eso también significa que no hay muchos lugares

para esconderme si logro escapar de la custodia de la

policía. Una vez diviso el aviso del motel en la distancia,

memorizo las vueltas que hacemos.

Ellos me llevan a una pequeña estación en el centro del

pueblo. Supongo que Dulce no necesita mucha presencia

policial. El comisario me empuja fuera del asiento trasero y

me escolta a través de las puertas del frente dentro de un

pequeño lobby, donde una mujer con audífonos está

Page 36: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

sentada detrás de un escritorio desordenado. La pared

trasera es sobre todo cristal helado.

La mujer actualiza a los hombres sobre la condición de

los oficiales heridos –la cual no parece buena– y luego soy

llevada por una puerta giratoria.

El resto de la estación es más grande, un amplio cuarto

flanqueado con escritorios de madera. Mis ojos escrutan

alrededor. Hay un gabinete de armas en la esquina trasera

del salón, pero tiene candado. Las persianas están abajo

sobre las ventanas, y me maldigo silenciosamente por no

revisar si había bares allí mientras aún estábamos afuera.

—¿Quiere que Tony la custodie? —El sustituto

pregunta. Señalando a la parte trasera de la estación, donde

puedo ver a un hombre durmiendo dentro de una pequeña

celda—. Él probablemente será trasladado mañana.

—Sólo espósala en una silla por ahora, —el sheriff

responde—. Quiero abrirle proceso en el libro.

Mi esposa izquierda es liberada de mi muñeca y

sujetada a la agarradera en el frente de un pequeño

archivador metálico que tiene una taza de café vacía en la

cima. El comisario apunta hacia un taburete al lado, y a

regañadientes me siento, halando las esposas como puedo,

probando la resistencia del archivador. Pero es firme. No

hay manera de arrastrarlo fuera de aquí. Acepto las

circunstancias. El suplente voltea en la cafetera antes que

hacía uno de los escritorios. Él arroja mi cañón confiscado

—ahora sellado en una bolsa para evidencia— encima de

una pila de papeles.

—Por el libro, —él murmura, tomando asiento—.

Seguro.

Page 37: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

El policía escribe en el computador, el sheriff viendo

sobre su hombro. Por su conversación entiendo que ellos

están describiendo algún tipo de reporte sobre mi arresto.

Los computadores de mesa que ellos tienen aquí lucen

antiguos, y por un segundo pienso sobre cuán fácil sería

hackearlos y robar cada información que quiera. Pero eso es

el menor de mis intereses justo ahora. Eventualmente, el

sheriff camina.

—¿Nombre? —Pregunta

Lo miro fijamente. Ninguno de nosotros parpadea. No

sé cuánto continúa esto… ¿minutos? Finalmente el habla de

nuevo.

—Señorita, puedo hacer esto toda la noche, pero

eventualmente usted podría estar cansada o tener hambre.

¿Yo? Yo acabaré enviando al policía a traerme una

hamburguesa de queso. Ahora, no irá a ningún lugar en

ningún momento, así que será mejor si coopera para que

podamos hacer que esté más cómoda.

Nuestro empate continua. Él se sirve una taza de café

fresco, nunca despegando sus ojos de mí, incluso cuando él

toma un trago. La única cosa que nos interrumpe es cuando

la mujer del escritorio llega a través de la puerta giratoria.

—Em, Sheriff, —ella dice, claramente preocupada

sobre algo—. Hay dos hombres que insisten en…

Antes de que ella pueda terminar, la puerta giratoria se

abre de nuevo y dos hombres con trajes negros entran. El

primero es mayor, con delgado cabello blanco y una nariz

ancha. El segundo hombre tiene la piel oscura, como yo, con

un fino bigote que recorre su labio superior.

Page 38: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Agente Especial Purdy con el Buró Federal de

Investigación [FBI], —el primer hombre dice, sosteniendo

alguna identificación que no puedo ver—. Tengo unas

preguntas para su detenida.

—Ahora espere solo un condenado minuto, —el sheriff

dice, empezándose a dirigir hacia el hombre—. ¿Cómo

diablos sabe al menos que habíamos arrestado a alguien? —

Purdy sonríe.

—Estamos siempre vigilando, Sheriff.

Por supuesto ellos lo están… si el gobierno está

trabajando con los Mogs afuera, entonces ellos están

gustosamente monitoreando todo tipo de comunicación.

Estaba a lo mejor siendo escaneada o filmada todo el tiempo

que estuve afuera del alambrado, incluso si no hubiera visto

ninguna cámara.

Demasiado para ser cuidadosa. Otra vez me recuerdo

que debería volver a Yellowhammer, seguramente detrás de

la pantalla de un computador.

El suplente y el Sheriff tienen una acalorada y

silenciosa discusión al frente del salón. Purdy camina hacia

mí. Él empuja hacia atrás su chaqueta y mostrándome una

pistola antes de cruzar sus brazos sobre su pecho.

—Ahora, ¿Por qué no juega a la pelota y empieza

diciéndome su nombre? —Pregunta.

—Señor, —el otro hombre—. ¿Agente especial? —Dice.

Purdy voltea y encuentra a su compañero sosteniendo

la bolsa con mi cañón. Él asiente, y el hombre se lo guarda

en su bolsillo. Luego Purdy deja salir un silbido y pone su

atención en mí. Cuando se inclina para acercarse, puedo

oler el café añejo en su aliento, y algo más. Algo rancio.

Page 39: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Es poderosa la pequeña arma que tenía con usted, —

él dice—. ¿Dónde la consiguió?

No digo nada. A él no parece importarle.

—Gracias por traerla, chicos, —Purdy dice, señalando

al Sheriff—. Pero estoy oficialmente encargándome de esta

investigación. —Él me sonríe—. Usted y yo vamos a tener

una larga conversación en la base después.

—¿De qué está hablando? —El Sheriff pregunta—. Esa

mujer es nuestra sospechosa, y si usted piensa…

—Usted puede discutir conmigo todo lo que quiera,

pero creo que esta mujer posiblemente tiene información

sobre actos terroristas planeados contra este país. Y si usted

piensa que esto significa que el gobierno está dejándola en

las manos de la policía de este pueblucho, es delirante.

Puedo prácticamente oír el regocijo escurrirse en las

palabras de Purdy mientras él empuja la condición de los

otros. El Sheriff hace una cara de desprecio, pero no dice

nada. Todavía su mano en su cadera, cerca de su arma. El

otro agente resopla y camina hacia los oficiales.

Silenciosamente entro en pánico. No puedo volver a

esa base. No como una prisionera. No si los Mogs están

involucrados. Ellos descubrirán de alguna manera que soy

Loric y me usarán, me destruirán, como le hicieron a Janus.

Sé mucho más. Sobre Ella y Crayton. Sobre la Tablet

blanca. Ellos no pueden entrar en mi cabeza. Y no sé si soy

lo suficientemente fuerte para resistir cualquier tortura que

usaron para hacer a Janus derramar todos sus secretos.

Tengo que escapar. He intentado no herir a ninguna de

las personas de este planeta —ellos solo están atrapados en

medio de todo esto. Pero no creo que Purdy cuente. Si él

Page 40: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

está trabajando en la base, él está trabajando con los Mogs.

No me importa lastimarlo; de hecho, pienso que me sería un

gran placer hacerlo.

Él se inclina de nuevo.

—Espero que disfrute su último par de minutos de aire

fresco. Porque si no empieza a cooperar, procuraré que

usted nunca vuelva a poner un pie en la superficie otra vez.

Tengo una sola oportunidad.

—Esto es por Zophie, —murmuro.

Y luego intento un desesperado escape.

Page 41: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Mi bota se conecta con el estómago de Purdy. Mientras se

tambalea hacia atrás, me deslizo de la silla, me agacho tanto

como puedo y salto hacia delante, tirando fuerte contra las

esposas. El cajón cuadrado del archivador tira fuerte y cae

detrás de mí. Las esposas se hunden en mi carne como el

archivador las atrapa, pero continúo en un fluido

movimiento, empujando al metal con mis dos manos. Es mi

gran suerte en la vida que el archivador esté lleno de

suministros de café y no archivos realmente; soy capaz de

moverlo. Se balancea sobre mi cabeza en un arco en

expansión, amenazando con desgarrar mi mano de mi

cuerpo.

Hay un fuerte golpe metálico cuando el borde del cajón

se estrella contra la cara de Purdy. De repente hay sangre en

todos lados.

—¡Mi nariz! —Purdy gatea a ciegas al escritorio detrás

de él—. ¡Ella rompió mi maldita nariz!

Él medio colapsa en una silla con ruedas. El otro

agente tiene mi cañón, así que me abalanzo por el arma de

Purdy y luego me deslizo sobre la baldosa del suelo, el ahora

—cajón vacío se arrastra detrás de mí. Es lo suficiente para

hacer que el Sheriff y su suplente se pongan a cubierto.

Page 42: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Purdy saca un walkie-talkie fuera del bolsillo de su

chaqueta y grita en él. De repente hay un grito proveniente

del vestíbulo, y puedo ver un par de figuras oscuras en el

otro lado del cristal helado antes de que entren disparando

a través de la puerta giratoria: dos Mogadorianos.

Mierda.

No vacilo en disparar unas balas sobre el escritorio a

los Mogs, solo lo suficiente para mantenerlos a raya. La

reacción violenta del arma es más fuerte de lo que esperaba

y no logro en realidad golpear a ninguno de mis objetivos.

Fuego de cañón llena el aire y hacen trizas los

monitores, papeles y cuadros sobre el escritorio. Escucho un

aullido detrás de mí. Tony, el tipo en la celda de retención,

está en el suelo, manos sobre su cabeza.

—¡Tony! —Grito. Él reacciona genuinamente al oír su

nombre, pero mira arriba centra sus ojos en mí. Apunto a

mis esposas—. ¿La llave?

El sacude su cabeza, con los labios temblando. Nos

tengo tiempo para esto, no voy a salir de aquí arrastrando

un archivador de sesenta centímetros detrás de mí, y desde

lo que puedo intuir, Tony es algo ordinario en esta estación.

Si él no me ayuda a salir, mis opciones son perder mi mano

o tratar de dispararle a las esposas.

Disparo dos tiros más sobre mi hombro y luego volteo

a ver a Tony, apuntando el arma hacia él.

—La llave, —digo firme y directamente.

Su dedo tiembla mientras él apunta al escritorio a unos

metros lejos de mí.

—S…segundo cajón, —dice.

Page 43: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Hay una pauta en los disparos del cañón. Me asomo

por la esquina del escritorio para ver que el Sheriff y el

suplente tienen ambos la mirada fija en los Mogs. A su vez,

los sanguinarios bastardos miran de un lado a otro entre los

hombres de la ley y Purdy como si preguntaran qué

deberían hacer.

—Maldita sea, —Purdy grita. Está agachado en un lado

del gabinete, un pañuelo ensangrentado yace sobre su nariz.

El otro agente está agachado al lado, cubriéndolo—. Se

suponía que no verían nada de esto. ¿Cuántos desastres voy

a tener que limpiar esta noche?

Uso la confusión y salgo disparada al siguiente

escritorio. Disparos de cañón acribillan el cajón del

archivador llenándolo agujeros. Abro el escritorio y escarbo

en un grupo de pequeños paquetes de papas y barras de

dulces hasta que encuentro una pequeña llave.

Tal vez la suerte está de mi lado.

Arrojo las esposas al suelo y doy una fugaz mirada a mi

muñeca, que está herida y profundamente roja. Estoy a

punto de cerrar el cajón del escritorio cuando veo otras

llaves —las llaves de un carro con una etiqueta en ellas que

dice 013.

Me las embolso, solo en el caso —si puedo llegar al

estacionamiento, el número trece posiblemente será mi

modo de salir de aquí. Voy a tener que escapar de este

pequeño pueblo de alguna manera, y si este lugar está

atestado de Mogs, definitivamente no podría ser capaz de

irme a pie.

En el otro lado de la estación, los policías han notado

que los Mogs de ojos negros y tatuados están disparando

cañones que justamente se parecen a los que mataron a sus

Page 44: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

colegas, y lanzan todo tipo de preguntas a los bastardos. La

policía apunta sus armas a ellos. Uso eso para mí beneficio:

disparo una bala que da directo al pecho de uno de los

Mogs. Este deja salir un gemido, y luego es solo una pila de

cenizas en el suelo.

Los oficiales gritan confundidos. Purdy ordena al otro

agente que acabe conmigo, y disparo una bala en su

dirección. La cafetera mayormente llena encima del

archivador se rompe, desparramando vidrios y líquido

hirviente sobre la cabeza del otro agente. Él lanza gritos de

dolor en tanto que aviento el archivador que había estado

atado a mí unos segundos antes. Rompe una ventana a un

costado de la oficina, sin protección por fuera.

—Maldición, —Purdy grita—. Encárguese de ellos.

Atraparé a la mujer.

El Mog restante llega a los policías en unos pocos

saltos y balancea un grueso puño hacia ellos. El sheriff cae

en una celda. Corro a la ventana, disparando detrás de mí

en la dirección de Purdy hasta que el arma hace clic. No le

atino. Aun así lo hago cubrirse, lo cual me compra unos

segundos extra. Salto afuera a través de la ventana rota.

Vidrios cortan mi cuerpo, rozándome en varios puntos, pero

no es nada serio. Al menos, no comparado con lo que

pasaría si me llevaran los Mogs.

Afuera, el aire esta frío, y corro rápido hacia el pequeño

estacionamiento en la parte trasera de la estación donde veo

un puñado de carros de policía. Jalo las llaves etiquetadas

con un 013 fuera de mi bolsillo, lista para realizar mi escape.

Pero no hay un carro 013.

Maldición.

Page 45: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Estoy a punto de hacer a una huida desesperada

cuando diviso dos motocicletas de policía estacionadas

contra un lado de la construcción. Grandes, gigantescas

bicicletas. Una de ellas tiene el #13 pintado a un costado.

Ese es mi camino fuera de aquí.

Me toma algunos segundos darme cuenta dónde van

las llaves. Luego simplemente presiono cualquier cosa que

se pueda mover hasta que finalmente golpeo un interruptor

sobre el manubrio derecho que enciende esta maldita cosa.

El motor se revoluciona cuando giro uno de los controles

―no es diferente a algunos vehículos que haya visto en

Lorien— y la maldita maquina entera casi sale disparada

por en medio de mis piernas, chocando la pared junto a

esta.

—Guau, —murmuro, tratando de recuperar mi balance

de nuevo.

Un disparo suena detrás de mí, y el protector de

plástico transparente en el frente de la moto se rompe

―Purdy yace fuera de la estación ahora con una nueva arma

apuntando en mi dirección. Inmediatamente lamento haber

dejado mi cañón atrás. Luce como que está teniendo

problemas para concentrarse. Un archivador en la nariz

puede hacer eso, supongo. Aun así, no estoy tomando

ninguna oportunidad. Giro el manubrio otra vez y conduzco

hacia adelante, muy rápido primero. La moto se tambalea, y

se siente como que voy a caer. Pero sigo avanzando,

lentamente acelerando hasta que puedo decir que el

impulso me sostiene en el lugar. Ni siquiera trato de

descifrar cómo encender la luz delantera mientras tomo mi

camino de vuelta a la habitación del motel, recordando la

ruta que habíamos tomado para llegar a la estación en

primer lugar.

Page 46: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Los pocos minutos que me toma cruzar el pueblo se

sienten como horas, y estoy segura que en cada vuelta voy a

ser interceptada por una línea de Mogs. Pero las calles están

silenciosas, dándome una oportunidad de preguntarme

cuan infiltrados están los Mogs en los Estados Unidos ―o

todos los países, en realidad. ¿Qué tanto le han lavado el

cerebro a este planeta?

¿Incluso es rescatable la Tierra?

Mis pensamientos vuelven a lo oficiales de policía. No

hay manera de que Purdy los deje vivir. Aprieto mis dientes

hasta que mi mandíbula duele. Si hubiese venido aquí, ellos

seguirían vivos.

O tal vez no. Ellos estaban investigando la base,

después de todo. Ellos debieron haber presentido que algo

estaba mal allí. Posiblemente sólo era una cuestión de

tiempo antes de que los Mogs y el FBI hicieran algún tipo de

movimiento. Yo simplemente apresure las cosas. Pronto

probablemente Dulce será nada más que un pueblo

fantasma.

Debo parecer salvaje en el momento que llego al motel,

porque cuando camino dentro de la recepción para decirle a

la recepcionista que perdí mis llaves, ella da un salto. Pero

me entrega un repuesto. Entonces solo pasan un par de

minutos antes empacar mi portátil y haber guardado mis

pertenencias en un bolso de reserva y estar afuera en la

carretera otra vez, dejando Dulce y a esos bastardos Mogs

atrás. No puedo quedarme ―ellos estarán buscándome

ahora, y no hay un lugar para esconderse en este diminuto

pueblo desierto. Tengo llegar tan lejos como pueda, antes de

que los refuerzos que Purdy seguramente llamó arriben.

Page 47: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Conduzco a través de la oscuridad, el viento de la

noche azotando contra mi cara, y mientras avanzo por las

calles, no puedo contener una risa que, contra todo

pronóstico, de alguna manera me las he arreglado para

escapar. Mi abrigo aletea detrás de mí con el viento, y sin

aviso, mis pensamientos llegan a mi hermano, Zane. Me

pregunto si esto es lo que él sentía cuando estaba volando.

Solo unos kilómetros después que el shock empieza a

irse y me doy cuenta que la nave de Janus ―no, ya no es

más suya― que mi nave está siendo retenida por lo

posiblemente es un verdadero ejército de Mogadorianos y

agentes del gobierno.

¿Cómo se supone que la recuperaré?

Page 48: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

No es difícil regresar a mi base una vez que salgo de Dulce.

Abandono la motocicleta policiaca en la primera

ciudad a la que llego, pensando que me veo un poco fuera de

lugar en ella para no levantar sospechas. Subo a un autobús,

el primero que se dirija al este. El desierto desaparece

lentamente en praderas verdes.

En Texas consigo un nuevo vehículo. Opto por una

motocicleta propia esta vez. Tomaré otra todoterreno más

tarde, pero por ahora quiero sentir el viento en mi cuerpo,

escucharlo apresurarse por el casco negro que compraré,

ahogando todo pensamiento acerca de qué supone que

tengo que hacer ahora que la Grade no puede ser reunida

esta vez y que mi nave está siendo vigilada por fuerzas a las

que probablemente nunca podré derrotar sola. No en una

pelea, al menos. No puedo evitar pensar en el hecho que la

presencia Mog en la Tierra es mucho, mucho más profunda

y expansiva de lo que jamás había imaginado.

O ¿lo es? Tal vez Dulce es una anomalía. Puede ser el

único lugar donde los Mogs y el gobierno están trabajando

de la mano. Esos podrían ser los únicos Mogs en este

planeta, por todo lo que sé. La información limitada que

poseía de Janus y la nave significaba que debería haber

estado en la parte Noreste del país. Sin embargo los Mogs o

el FBI –quienquiera que la haya encontrado– la llevó a

Page 49: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

través del país. ¿Por qué llevarla hasta Nuevo México, a

menos que aquel fuera el único lugar donde pudieran

esconderla?

Más preguntas. Cada vez que una es respondida,

surgen cinco más.

Tiene que haber algo que yo pueda hacer. No puedo

sencillamente sentarme en este planeta por los próximos

años esperando a que el último Garde desarrolle sus

Legados, esperando que ellos resurjan como máquinas de

guerra imparables.

Estoy cerca de la frontera Texas-Arkansas cuando me

doy cuenta que mis metas no han cambiado tanto. Claro, la

nave es un retroceso, pero mis otras preocupaciones –

descifrar qué diablos están haciendo los Mogs en este

planeta– aún son relevantes. Sólo que ahora el enfoque ha

cambiado. En lugar de estar preocupada por lo que están

haciendo aquí, debería estar tratando de averiguar cómo

están operando. Tal vez Dulce es solo el comienzo de su

campaña en este plantea. Si es así, quizá aún haya tiempo

para detenerlos. Si los Mogadorianos apenas están

infiltrando el gobierno, quizá aún hay tiempo para salvar a

la humanidad.

Lo único que tengo que hacer es descubrir a qué

profundidad está la corrupción y entonces exponerla. De

alguna manera es lo mismo que intentaba hacer en Lorien.

Solo que ahora no es mi gente a la que intento poner en

acción, pero enteramente a otro planeta. Uno que no tiene

ni una idea acerca de que hay más seres vivos inteligentes a

través del universo, pero que ya se han infiltrado en la

Tierra.

Page 50: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Pero, ¿cómo convenzo a un mundo lleno de personas

que podrían no estar exactamente abiertas a la idea de que

no están solos en esta galaxia?

Cuando regreso a Yellowhammer, con su inútil puerta

y colinas, voy directamente a la oficina. Escribo una carta a

la raza humana sobre quiénes son los Mogadorianos y que

el gobierno de la Tierra podría estar infiltrado por estos

monstruos sanguinarios. Doy una explicación detallada de

lo que vi en Dulce. Cuando termino, dejo mis dedos sobre el

teclado. Puedo crear los rumores. Puedo manipular los

códigos de manera que este artículo este en la página frontal

de cada sitio popular en el internet. Nadie sería capaz de

ignorarlo. Podría unirlo a la evidencia que he reunido hasta

ahora sobre los Mogs y Lorics en la Tierra para que los

humanos me ayuden a proteger a mi gente.

Pero dudo. Pienso de nuevo en lo que estoy haciendo.

Incluso si no mencionara nada de los Lorics, subir esta

información es un acto hostil en contra de los Mogs.

Exponerlos seguramente tendrá consecuencias.

¿Qué pasaría si en el intento de advertir a la Tierra

sobre lo que está sucediendo, empujo a los Mogs a actuar

por su cuenta? A invadir, o conquistar. O la Garde a salir de

su escondite, mucho antes de que estén listos.

¿Y si inadvertidamente comienzo una guerra

interplanetaria?

Observo mi pantalla por lo que se siente como mucho

tiempo. Eventualmente guardo el documento pero no lo

hago público. Me doy cuenta que estoy pensando en una

escala mucho muy grande. Antes de intentar poner a toda la

raza humana de mi lado, puedo empezar con unos cuantos.

Buscar a aquellos que ya piensan que puede haber vida en

Page 51: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Marte o Júpiter o escondida en el Cinturón de Orión. Sé que

están ahí. He leído sus mensajes en foros y cuartos de chat.

He inspeccionado sus publicaciones en blogs, tratando de

averiguar si se están volviendo locos o si tal vez si los

encuentros cercanos que han vivido eran con los Lorics o los

Mogs. Malcolm es prueba de que existen, de que son

apasionados y que pueden ayudar –aunque habiéndolo

visto con su hijo, no creo que quisiera empujarlo a poner en

más peligro a su familia.

Puedo reunir una pequeña tropa de informantes y

espías. Personas a las que puedo mandar a realizar

investigaciones mientras yo me mantengo fuera del radar.

Complicadamente estaré eligiendo a los mejores candidatos,

pero haciendo valer mi tiempo. Encontraré aquellos sin

familia. Personas sin compromisos o uniones sentimentales.

Personas como yo. Lenta pero seguramente, puedo

introducirlos a lo que estoy haciendo realmente –al

verdadero enemigo.

Son mi comienzo. Justo como Pittacus comenzó con

Malcolm. Hay creyentes a través de todo este planeta. Solo

necesito encontrarlos.

Mientras fortifico la seguridad del rancho y sus

alrededores, creo una página. Parece lo suficientemente

normal –como una docena más de páginas dedicadas a

probar la existencia de los aliens, sólo que esta está creada

con mi código, programado para reunir la información de

quien sea que la visite. Con ese tipo de información puedo

ganar a quien sea. Y quién sabe: si los Mogs entran, tal vez

pueda rastrearlos a ellos también.

La llamo Aliens Anónimos.

Page 52: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Cuando llega el momento de crear mi propia identidad

en el sitio, pauso, mirando el cursor parpadeando en la

pantalla encendida. No necesito solamente un nombre de

usuario, pero sí una nueva identidad. Alguien a quien pueda

establecer como una figura digna de confianza, para de esta

manera juntar aliados. Una persona que pueda ser por

mucho tiempo.

Pienso en la Garde y en lo que voy a hacer.

Después de unos segundos escribo una sola palabra:

GUARD.

Page 53: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Lentamente el Rancho Yellowhammer comienza a cambiar.

Comienzo con la instalación de cámaras a través de la

propiedad, junto con algunas trampas y armas automáticas

ocultas. Una vez que el perímetro se siente seguro, me

concentro en el interior de la casa. Sello las ventanas de la

oficina, fortificando las paredes, volviéndola una habitación

segura. Reemplazo la puerta normal con una puerta de

impacto que se abrirá solo cuando mi huella digital este

escaneada y la escondo detrás de una sábana que quito de

una de las camas extra y he colgado sobre el muro. Si

alguien revisara la casa, probablemente no tendrían ni idea

de que hay una habitación detrás, a menos que realmente

comenzaran a tomar medidas. Si alguna vez fuera atacada,

la habitación me protegería. Al menos por un tiempo, lo

suficiente para que recargara mis armas y realizara unas

pocas operaciones de último minuto en las computadoras.

El único punto débil cuando termino las remodelaciones es

el piso. Ahí es donde coloco la pequeña bomba, activada con

control remoto que construí con materiales que compré en

las partes más oscuras del internet.

La bomba es para emergencias, en caso de que el resto

de mi seguridad falle, aunque es extraño pensar en ella de

esa manera. No es protección para mi realmente, es para la

Garde. Si algo fuera a suceder –si pareciera que estoy a

Page 54: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

punto de perder el rancho- solo unos cuantos clics en un

programa y podría asegurar que todo mi trabajo e

información estallara en flamas. Preferiría verlo destruido

que en manos de un Mog.

Incluso aunque sé mejor que tratar de reunir a los

otros Lorics, hago mi mejor esfuerzo para servir como su

guardián. Continuo borrando historias que suenen incluso

remotamente conectadas a ellos, guardando copias para mí

misma para que de alguna manera yo pueda mantener un

sentido de donde podrían estar algunos de los Garde.

Por la mayoría, no encuentro mucho. Espero que eso

signifique que la Garde se ha acomodado seguramente,

escondidos. Estableciendo identidades nuevas. Volviéndose

más fuertes.

Aunque soy diligente, no puedo evitar pensar que me

estoy perdiendo cosas. Soy solo una persona y este planeta

es mucho más grande que Lorien. Aun así, hago mi mejor

esfuerzo. Los usuarios de Aliens Anónimos son útiles

algunas veces, mi equipo de informantes va creciendo. Me

han apuntado algunos eventos o piezas en las que pareciera

que los Mogs se han involucrado. Aunque es difícil revisar

cada uno de ellos. Muchos de los usuarios que visitan la

página son lunáticos o trolls, un término que he aprendido y

continuamente presenciado en acción desde que Aliens

Anónimos comenzó.

Pero hay algunos que son creyentes, quienes me dan

información útil y siguen mis sugerencias cuando digo que

deberían investigar su teoría y reportarme los resultados.

Me mantengo a distancia de ellos, poniendo a uso su data

sin navegar demasiado en las particularidades de su vida.

Ellos trabajan conmigo, pero estoy sola. Algunos de ellos

Page 55: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

pierden el interés. Uno o dos desaparecen completamente.

Me digo a mí misma que ellos también se han aburrido.

Igualmente, rastreo los movimientos de mi enemigo,

tratando de pensar como un Mogadoriano. Aprendo acerca

del avistamiento de extrañas astronaves en West Virginia,

las descripciones parecidas a algunas de las naves

Mogadorianas que he visto, y en pandillas tatuadas vistas en

varias del mundo. Ha sido más difícil conseguir información

acerca de su participación con el gobierno de los Estados

Unidos de lo que esperaba. El FBI y otras agencias tienen

firewalls como nada que haya visto antes –demasiado

avanzadas para este planeta. Asumo que, junto con lo que

sea que los Mogs hayan prometido a los Estados Unidos,

también les están ofreciendo tecnología. Me recuerda al

sistema de Lorien, pero incluso más avanzado.

Impenetrable. Me contengo de presionar demasiado, por

miedo a que su tecnología me rastree de maneras que nunca

he imaginado. Lo que necesito es una entrada, como cuando

la red falló en Lorien y pude insertar mi propio hardware en

el sistema.

Aunque, no sé cómo voy a lograr eso, porque lo último

que quiero es entrar a una base Mog nuevamente.

La nave nunca está muy lejos de mis pensamientos.

Dibujo planos escribo en ellos todo lo que recuerdo acerca

de los sistemas de computadora y a construcción de naves

durante mi tiempo en la ADL. Trato de estimar en qué

condiciones podría estar después de ese largo viaje de

Lorien a la Tierra. Dudo que sus cristales de poder pudieran

soportar otro vuelo intergaláctico, y así trato de averiguar

cómo podría adaptar el centro de poder de la nave para

funcionar con el sistema de combustibles disponibles en

este planeta. Mi investigación me lleva más hacia la

Page 56: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

ingeniería de lo que mi entrenamiento en ADL actualmente

me llevó, y es en su mayoría hipotético. Aun así, comienzo a

construir unos adaptadores preliminares y fuentes de poder

secundarias.

Me mantengo lo más informada posible respecto a

Dulce. Parece que mis miedos se han vuelto realidad. El

sheriff y los oficiales que dejé atrás se encontraron muertos,

y la culpa es asignada a carteles de drogas que pasaban por

el área. Pronto, después de eso, el pueblo se disipa y

desaparece. Un inversor privado compra la mayoría del

terreno. Rastreo los fondos a unas cuentas falsas. Es obvio

que o los Mogs o el FBI son responsables. Logro hackear un

satélite que me da imágenes de la base durante el día –

después un programa se utiliza para desencriptar las

imágenes- pero no es ni detallado ni muy útil. Aun así,

mantengo en uno de mis monitores la transmisión a todo

momento. Si mueven mi nave, quiero saberlo. Obtengo

algunos transportadores Mog moviéndose en video. Guardo

estos videos y los añado a mi bomba de información

creciente: un paquete digital de información que he reunido

sobre los Mogs, acerca de su historia en Lorien e incluso mi

propia carta acerca de lo que le ocurrió a mi planeta y mi

experiencia en Dulce. La Tierra aún no está lista para esta

información. La Garde no está lista para que esto sea

revelado. Pero algún día próximo lo estarán.

El tiempo pasa. Colecto información. Me gusta pensar

que estoy ayudando, pero no estoy segura.

Dos años pasan y decido dejar el Rancho

Yellowhammer. Me siento muy cómoda en la construcción

de madera, muy familiarizada con las colinas. De repente el

lugar comienza a sentirse claustrofóbico. O lo abandono

completamente –aún podría ser útil- pero reúno la gran

Page 57: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

parte de mi equipo y toda mi información y me voy a una

locación aislada en los bosques de Oregón. Es ahí donde

finalmente consigo un vistazo a los archivos personales del

Agente Purdy gracias a su incompetente asistente, a quien le

gusta trabajar en cafeterías públicas con poca protección de

internet. Logro meterme en el correo electrónico de Purdy y

leer algunos mensajes detallando una operación con el

nombre código ProMog. Es mencionado indiferentemente,

pero comprendo que tiene algo que ver con la infiltración

Mog en el gobierno. Tomo algunas capturas de pantalla y

guardo algunos archivos, pero después de unos minutos en

su correo, mi computadora se vuelve loca. Se estrella, de

una manera que nunca he visto antes. Temo que me han

descubierto.

Dejo Oregón minutos después, nunca mirando atrás.

Me mudo constantemente después de eso, creando

casas seguras alrededor del país. Entre más profundo

investigo, menos segura me siento quedándome en un solo

lugar por mucho tiempo. Pero cambiar de locación tiene sus

desventajas. Estoy en medio de una mudanza cuando un

post en un blog se desliza por las ranuras:

Nueve, ahora ocho. ¿Está el resto de ustedes

ahí?

Para el momento en el que lo veo y elimino es

demasiado tarde. Rastreo la dirección IP de la persona que

lo publicó a una dirección física en Londres. Después de

aquello solo me toma minutos descubrir que una niña de

doce años fue descubierta asesinada en ese mismo lugar

poco después de la publicación.

Una de la Garde, sin duda. Si las cuentas son correctas

significa que ella era Número Dos. Si ella está muerta

Page 58: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

significa que también Uno lo está, y más probablemente sus

Cêpans.

Nuestros números siguen bajando.

Y nuestros aliados desapareciendo. Mantengo el rastro

de Malcolm Goode, pero no mucho después de haberme

reunido con él, desaparece, dejando su camioneta y sus

lentes en el estacionamiento de una tienda en Paradise.

Regreso al tablero de mensajes que utilicé para encontrarlo

la primera vez e intento rastrear a los otros con los que se

correspondía. Sus comunicaciones de años me llevaban a

fines sin salida o, más seguido, personas desaparecidas.

Las autoridades no parecen tener ni una idea de donde

podría estar Malcolm –ellos proponen que él pudo haberse

ido por su cuenta– pero no tengo duda alguna de que los

Mogs o el FBI lo rastrearon. Cuando leo esta noticia, algo

dentro de mí se retuerce, y lo único que puedo ver es la cara

del pequeño niño, parado fuera de la oficina de Malcolm,

mirándome. Al menos el resto de los Goodes parecen estar a

salvo. Me estremezco al pensar que los Mogs podrían estar

usándolos para extraer información de Malcolm. Considero

regresar a Paradise y llevarlos a una de mis casas seguras.

Pero, ¿Irían? Y si no, ¿Los llevaría contra su voluntad?

¿Debería arriesgarme en absoluto para volver a Ohio?

No. No es mi posición o rol en todo esto. Yo coordino

detrás de escena. Le advertí a Malcolm que lo encontrarían.

Hice lo que pude. Él debió haberse ido.

Cuando no estoy mudándome o investigando, junto

armas, municiones, suplementos médicos, dinero en

efectivo –cualquier y todos los recursos que podrían ser

útiles. Pongo trampas en todas las casas, a las que ya no

Page 59: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

considero mías pero como lugares que la Garde podría usar

un día.

Cuando estén listos. Cuando sean fuertes.

Un día próximo harán un movimiento, y yo estaré

observando, esperando finalmente exponer a los

Mogadorianos en la Tierra y ayudar a los últimos de mi

gente a destruirlos.

Page 60: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Por el momento los Mogs hacen su gran juego en Paradise,

años han pasado y me he asentado en una nueva base: una

vieja planta de huerta y procesamiento de pecanas en

Georgia.

Es tan obvio para mí cuando leí los informes –tanto

públicos como aquellos que encuentro en los archivos del

Departamento de Policía de Paradise– que este es un

incidente Mog. Algo grande. Los Mogs simplemente no

atacarían una escuela secundaria sin una razón.

Especialmente no una que se encuentra en el pequeño

pueblo donde Malcolm Goode vivía.

Vuelvo a pensar en lo que Malcolm me había hablado,

de uno de los Cêpans diciendo que volvería a Paradise

cuando su Garde fuera mayor de edad. Cuando encuentro

un video en YouTube sobre un chico de nombre John

Smith, básicamente, volando fuera de una casa en llamas,

mis suposiciones se confirman. Al menos uno de la Garde se

enfrentó a los Mogs en Ohio.

Escribo una gran historia en Aliens Anónimos

proponiendo que el incidente en la Secundaria de Paradise

está relacionado de alguna manera con la actividad

extraterrestre. No menciono Mogs o Lorics por su nombre.

El truco para ejecutar este blog es jugando tonto y nunca

Page 61: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

mostrando lo que sé en realidad. Estoy lanzando el cebo,

tratando de encontrar alguien que tenga más información.

El sitio web ha crecido hasta tener una base de usuarios

dedicada en estos años, y por lo general no necesita

demasiado tiempo para que alguien muerda el anzuelo.

No entiendo la historia hasta que un usuario de

nombre JOLLYROGER182 me contacta a través del sitio.

Me dice lo que pasó en la escuela y de los ―Extraterrestres

malvados” que él y algunos de sus amigos enfrentaron.

En muy poco tiempo, deduzco que su verdadero

nombre es Mark James basado en la información que él da

(amor al futbol americano, nombre de su ex novia), con la

que cruzo con la información que encuentro en los Archivos

del Departamento de Policía de Paradise sobre el incendio

en la residencia James. Él piensa que está siendo cauteloso,

pero su actividad en internet es un libro abierto para mí

hasta que le enseño como bloquear su dirección IP y enviar

mensajes encriptados.

No es hasta que descubro que él conoció a Número

Cuatro y Número Seis, que me intereso más. No solo estoy

conectada, finalmente, con alguien que ha tenido contacto

directo con algunos de mi gente, sino que las historias de

Mark suenan como si la Garde finalmente se uniera. No

puedo evitar sentir una gran oleada de adrenalina sabiendo

que después de todos estos años, el trabajo y la planificación

que han estado haciendo por fin podría ser útil, que

podemos exponer a los Mogs y al FBI pronto.

Al principio, Mark es solo otro informante. Me quedo

muda y finjo entusiasmo cuando por primera vez veo las

palabras Mogs y Lorics, como si nunca las hubiese

escuchado antes.

Page 62: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Él parece lo suficientemente inofensivo, y asumo que

su interés morirá eventualmente hasta que él menciona que

su ex novia Sarah Hart, está saliendo con el Numero Cuatro.

Cuando leí esto, casi no pude creer lo que veía. Aquí está mi

posible enlace directo a la Garde. Trato de conseguir

cualquier información lo que pueda sobre el paradero de

Cuatro, pero parece que ni Mark ni Sarah saben adónde él y

Seis fueron cuando salieron de Paradise. Se siente como si

algo grande estuviese a punto de pasar. La Garde y los Mogs

están saliendo a la luz. La guerra esta finalmente sobre

nosotros.

Hay algo más también. El FBI inicia un seguimiento a

Mark y Sarah. Un agente le da a Mark un número de

contacto, el cual luego me lo pasa.

Llamo al número, usando un teléfono satelital y una

voz cambiada solo para asegurar mi anonimato.

Tengo a alguien que reconozco en el otro lado de la

línea.

Agente Especial Purdy.

Mi sangre comienza a hervir. Me gustaría poder llegar

a través del teléfono y golpearle la nariz otra vez. En

cambio, cuelgo y destruyo el teléfono. Purdy parecía tener

mucha autoridad en Dulce, y yo no quiero correr el riesgo de

que me rastreen usando métodos que no conozco. No puedo

ser demasiado cuidadosa.

Y entonces, todo se intensifica rápidamente. Sarah

desaparece. Mark se asusta. Su preocupación y pasión están

desenfrenadas. Trata de encontrarla de cualquiera manera,

su desesperación para descubrir la verdad acerca de lo que

ha estado pasando se enfrenta con la mía. Me encuentro

hablando con él con mucha más frecuencia que con mis

Page 63: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

otros contactos. Tal vez sea porque se ha convertido en

personal para él también. Admiro su pasión.

Durante sus investigaciones, descubre, imprimiendo

copias de un boletín ahora extinto llamado Ellos Caminan

Entre Nosotros, una publicación que había estado

alimentando de información y fondos por años, trabajando

para exponer a los Mogs poco a poco. Él sugiere que

cambiemos el nombre del Sitio a Ellos Caminan Entre

Nosotros para atraer a los lectores del boletín. Estoy de

acuerdo. Es una buena idea.

Desafortunadamente, Mark no siempre es el chico más

inteligente. Su exceso de celos es problemático. Él saca un

truco en el que se cuela en el Departamento de Policía en

busca de pistas y ve un Mog por sí mismo –la asociación

Mog y FBI en acción. Mark probablemente debería haber

terminado bajo custodia o muerto, pero con algún tipo de

suerte se las arregló para escapar.

Con la laptop de Purdy.

Mark me escribe un mensaje después de robarla.

Mark: Ellos tienen a Sarah en Dulce. En la Base

Secreta de ECEN!

Mark: Yo voy tras ella. Tengo que. Me voy de

Paradise. Vamos a destrozarlos de par en par.

Casi me río. Por supuesto que es donde está.

Empiezo a escribirle de nuevo, advirtiéndole que Dulce

no es viable. Eso es muy peligroso. Pero como estoy

mirando a mi alimentador Vía Satélite desde la base, noto

algo extraño. Hay un problema técnico muy sutil en la

esquina inferior de la pantalla. Sigo mirando y me doy

Page 64: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

cuenta de que he estado buscando en un bucle de los

mismos 20 segundos de imágenes una y otra vez, de la señal

del satélite.

Mierda. Maldigo a mí misma. No me percate que me

hayan hackeado, pero no sé cuánto tiempo he tenido la

señal falsa corriendo en mi monitor. ¿Porque? ¿Es esto una

simple precaución? ¿O hay algo más que eso?

Me toma unos minutos para encontrar un camino

alrededor del repitente video, y finalmente el estado actual

de Dulce está a la vista. Hay humo saliendo de la base, y

parece que varios edificios se han derrumbado.

Algo ha sucedido muy, muy recientemente en Dulce. Y

necesito saber qué.

Se forma una idea en mi cabeza. Mark James va a

Dulce. No es como que seré capaz de sacarle esa idea de la

cabeza. No cuando Sarah está involucrada. Puedo ayudarlo

a lo largo del camino. Dándole suministros. Guiarlo. A

cambio de que me diga cómo es que la Base pasó a lo que es

ahora. Qué pasó ahí. Además, si lo toman bajo custodia

necesitara alguien afuera que trate de salvarlo.

Y por lo que respondo:

Yo: Ten cuidado. El lugar esta probablemente lleno de

Mogs y agentes del FBI. No hagas nada estúpido.

Solo toma unos segundos para que me responda.

Mark: No soñaría con eso.

A Mark le toma varias horas para conseguir

desbloquear la Laptop de Purdy, y me maldigo por no

insistir que me envíe la maldita laptop directamente a mí.

Es probablemente el mismo firewall que frio uno de mis

equipos en Oregón.

Page 65: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Probablemente fuimos sacados de la máquina para

bien, o al menos hasta que pueda imaginar mi camino

alrededor de la seguridad Mog– así mi atención se centra en

asegurar que Mark llegue a la Base de Dulce con vida para

que me diga qué demonios sucedió allí. Para asegurarme

que esto suceda, armo un pequeño paquete de auxilio y nos

conocemos en persona en una gasolinera abandonada en

Colorado, frontera con Nuevo México.

Me las arreglo para llegar a solo unos minutos antes de

que él lo haga, después de manejar mi motocicleta toda la

noche, yendo mucho, mucho más rápido de lo que es legal y

seguro. Es imposible convencerlo de esperar unos pocos

días, insistiendo en ir directamente a Dulce. No es que lo

culpe, es que no ha pasado mucho tiempo desde que yo

estaba en su posición.

Le doy una caja llena de suministros –incluso una de

las granadas PEM de Raylan que he estado llevando

conmigo de base en base todos estos años. Lo hice firmar

una hoja falsa de confirmación. Yo desempeñaba el papel de

mensajero.

Él no piensa dos veces acerca del hecho que no puedo

ser GUARD una vez que me ve. Estaba lista para jugar el

papel, pero supongo que después de referirse a mí como

amigo un centenar de veces en las últimas semanas, él

nunca dio ningún pensamiento de que su socio podría ser

femenina. Yo no lo corrijo. Si por alguna razón él termina

detenido en Dulce y no pueda sacarlo, va a ser mejor para

mí si él no me puede identificar.

Él se ve diferente en persona que en las fotos que he

rastreado de él en línea. Los acontecimientos de Paradise y

la desaparición de Sarah pensar en su rostro. Me encuentro

extrañamente preocupada por él.

Page 66: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Deberías salir de la carretera y dormir un poco, —

digo—. Te ves como una mierda.

No me quedo para conversar. En lugar de eso,

compruebo en un hotel en la frontera de Colorado y espero

a que Mark me informe. Una parte de mi siente que debí

alertarlo más, pero me digo a mí misma otra vez que él

estará bien. Esto no es como Zophie, cuando la dejé sola,

pensando que Janus pudiese estar vivo. Mark es muy

consciente de los peligros que está enfrentando.

El sol está saliendo cuando por fin me llega un mensaje

de él. Casi había perdido la esperanza de que él siguiera

siendo un hombre libre.

Mark: Dulce es un destrozo. El FBI lo abandonó.

Sarah se fue. Creo que John y los otros la sacaron.

Yo: ¿Entraste y saliste y nadie te vio? Estoy

impresionado.

Mark: Nah. Me encontré con la Agente Walker de

Paradise. Ella me dejó ir. Creo que le ha dado la

espalda a los Mogs.

Si la Base de Dulce ha sido abandonada, ahora es el

momento de recuperar mi nave. Suponiendo que no la

movieron mientras el bucle de video estaba en mi monitor.

Los pensamientos me llenan de calidez, la sangre bombea a

través de mis venas. Además, si los agentes del FBI en la

base se han puesto en contra de los Mogs, significa que al

menos algunos de los seres humanos están empezando a ver

qué trabajando junto a esos monstruos es una sentencia de

muerte para la raza humana. No se limitan a seguirlos

ciegamente.

Page 67: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Tal vez haya esperanza para esta especie, después de

todo, pienso.

Y al hacerlo, me doy cuenta, quizás por primera vez, el

respeto que tengo por Mark. Alguien que ha luchado por sus

amigos y su planeta todo este tiempo. Tratando de salvar a

su pueblo del horrible juego final que los Mogs están

tratando de promulgar. Y aquí yo que he estado

reteniéndole información. Usándolo para mis propios fines.

Como un peón. Cuando se llega a esto, no soy mejor que

uno de los Ancianos. Tal vez pueda compensar eso. Me

pregunto qué es lo que vamos a hacer ahora que Sarah no

está donde él pensó que estaba.

Yo: ¿Adónde vas ahora?

Mark: No tengo una maldita idea. No puedo ir a casa.

Los malos del FBI me siguen buscando.

Quizás es la descarga de adrenalina que bombea a

través de mí o un pequeño hincón de culpa por no ser

completamente honesta con él, sea cual sea la razón, sé que

debo ayudar a Mark, y puedo guiarlo desde lejos.

Le mando un mensaje de vuelta, dándole instrucciones

para conducir hacia Alabama. Conozco el lugar en el que se

puede ocultar por un tiempo y continuar su obra: El Rancho

Yellowhammer. Solo ha pasado un tiempo desde que he

estado en la propiedad, por lo que le digo que se tome su

tiempo para llegar, para hacer un espacio para él tan pronto

como sea posible. Lo último que necesito es que Mark

James entre antes a los terrenos de Yellowhammer solo

para ser volado por una trampa defensiva que me olvide de

desactivar.

Page 68: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Tomo rumbo hacia la Base de Dulce, voy por mi nave.

Paso al lado de media docena de todoterrenos negras a

toda velocidad en medio del desierto alejándose, a unos

ocho kilómetros del perímetro de la Base de Dulce. A esto lo

llamo yo sincronización fortuita del tiempo ―Sí estos son

los agentes del FBI que Mark mencionó, entonces realmente

han abandonado el lugar.

De igual manera, aún tengo mis reservas sobre esta

misión.

Hace una mañana radiante, solo por una razón no

puedo confiar más en el refugio que me ofrece la noche, y el

recuerdo de lo que sucedió la última vez que traté de

infiltrarme en esta base está fresco en mi mente. Pero no

volveré a tener una oportunidad como esta. ¿Quién sabe

cuánto tiempo pasará antes que los Mogs o el resto del FBI

se den cuenta que nadie en esta base está respondiendo?

Además, esta vez estoy preparada.

Me detengo en una parte de la cerca que ha sido

destruida alrededor de la base, y saco de mi maleta algunas

herramientas ―binoculares con visión térmica que me

permiten leer señales de calor a través de hasta quince

centímetros de acero. No veo nada en ellos, o al menos nada

que pueda identificarse como un humano o Mog. Hay

Page 69: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

algunos incendios y luces por las que puedo pasar, pero

nada que surgiera que están vigilando la base.

De todas maneras me muevo con precaución y aparco

mi motocicleta cerca de un hoyo que se ha hecho en el techo

de la primera planta subterránea de la base que ha

empezado a colapsar sobre sí misma. Echo un vistazo al

rededor y veo algunos Humvees quemados y una torre de

vigilancia derrumbada. Mark cree que la Garde liberó a

Sarah, y si eso es verdad entonces seguramente se han

estado fortaleciendo.

Me meto de un salto a la base y saco una tableta

electrónica diseñada por mí, en parte computadora y en

parte rastreador ―un dispositivo que puede afinarse en la

frecuencia de una nave Loric dentro de un rango a

determinada distancia. No estaba segura si funcionaría

hasta este momento, pero un Ping me indica que sí, la nave

de Janus sigue aquí abajo, en algún lugar, esperando por

mí.

Dejo salir un suspiro de alivio.

Los agentes deben de haber dejado el lugar bastante

deprisa, ya que cada oficina que paso está hecha un

desastre, con archivos esparcidos por todos lados. También

varias terminales de computadoras de gran tamaño se ven

dañadas, como si al abandonar el sitio, el FBI no quisiera

que nadie más tuviera la información que guardaban. Ese es

un asunto que puedo entender. Tendré que volver de nuevo

y ver si puedo rescatar algo de información una vez haya

encontrado lo que realmente vine a buscar.

Me abro camino hacia abajo por varios pisos, después

de un rato llego a un pasillo oscuro, con las luces

completamente dañadas. Es el único lugar que he visto en

Page 70: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

toda la base donde todas las puertas están completamente

cerradas, me abro paso por el corredor lentamente, en la

punta de mis pies, realmente esforzándome por no hacer

ningún tipo ruido, paso junto a una puerta con una pequeña

abertura por la que echo un vistazo cuidadosamente.

Un hombre me devuelve la mirada desde dentro.

Suelta un grito de repente y golpea con su puño la

puerta, lleva puesta una camisa blanca manchada de sangre,

de repente se oye un estruendo desde todas las puertas en el

pasillo. En ese momento me doy cuenta que debí haber

llegado a algún tipo de calabozo o área de detención. El

sonido que producen los golpes es ensordecedor, haciendo

eco sobre cada superficie del corredor y dando por pérdida

toda esperanza de poder explorar lo que queda de la base de

una manera silenciosa.

Así que me lanzo a correr.

Paso junto a algunos laboratorios y cubículos de

oficina antes de finalmente abalanzarme y abrir una puerta

que me llevará en todo su esplendor y su gloria pasada,

hacia la nave.

La embarcación es grande, del tamaño de una casa,

pero con la capacidad de deslizarse y girar sin esfuerzo a

través del aire. El metal del casco externo aún reluce,

incluso después de todos estos años, hecho con un material

nativo de Lorien. Sus curvas están perfectamente formadas,

sigue elegante y aerodinámica.

Me quedo sin aliento.

Hay todo tipo de cables conectados a la tapa del casco

que cubre los cristales que proveen de energía a la nave.

Encuentro una terminal de computadora en el lado opuesto

Page 71: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

de la habitación y presiono un botón, trayendo toda la

estación a la vida―ahora que estoy aquí es fácil averiguar

sus contraseñas. Trato de buscar algún tipo de diario o

sistema de reportes, descargando todo lo que puedo a mi

propia tableta durante el proceso. Hasta dónde puedo ver,

los investigadores han tratado de averiguar cómo duplicar

los cristales de energía para usarlos en sus propias

máquinas de guerra. Sus archivos muestran que se las han

arreglado para cargar los cristales ya usados al menos un

poco, pero eso es todo, y la carga que implementaron solo

sirve por periodos muy cortos de tiempo, dudo que pueda

salir de la atmósfera terrestre en la nave.

Eso está bien por ahora, en este instante solo quiero

salir de aquí.

Con algo más de búsqueda encuentro los controles que

al parecer operan alguna clase de muelle. Los enciendo y a

unos veinte metros sobre mi cabeza el techo comienza a

abrirse en dos. Arena, tierra y escombros caen dentro. Por

unos pocos centímetros esquivo una montaña de ladrillos y

lo que parece ser la rueda de una Humvee que viene

cayendo.

Por un instante me detengo, y sacudiendo mi cabeza

pienso en lo terrible que sería morir justo en el momento en

el que encuentro la nave que he buscado por tanto tiempo.

Las puertas del hangar sobre mí se abren

completamente, doy unos cuantos pasos hacia mi premio y

espero. Todavía puedo oír un sonido zumbando, pensé que

era el mecanismo de la compuerta, pero cada vez se hace

más fuerte.

Es entonces cuando veo la punta de una nave

Mogadoriana justo sobre el borde del hangar. En tan solo

Page 72: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

unos segundos veo como media docena de burlonas y

pálidas caras me observan y apuntan con sus armas hacia

mí.

Logro agacharme justo detrás de la estación de

computadora en el momento que el aire se llena de disparos

de sus cañones. A mí alrededor caen chispas que me

queman la piel mientras la terminal es destruida. Maldigo

en voz baja ―ojalá los controles en cortocircuito no

sobrecarguen los cables conectados a la nave.

Soy un blanco fácil en mi posición actual, la manera

más rápida de mantenerme con vida sería intentar cruzar la

sala y volver adentro de la base, al menos allí tengo muchos

más lugares donde ponerme en cubierto. Pero debo asumir

que los Mogs ya deben haber empezado a filtrarse por los

pasillos y escaleras del complejo, y sin alguna idea cercana

de cuántos alienígenas bastardos han aterrizado a nivel del

suelo, esta base podría convertirse pronto en una trampa

mortal. Un lugar donde puedo ser acorralada fácilmente.

Además, ahora que he encontrado esta nave, no pienso

dejarla fuera de mi vista.

Así que alcanzo mi mochila y saco uno de los muchos

juguetes que he adquirido y aprendido a usar desde la

última vez que me enfrenté cara a cara con un

Mogadoriano: una poderosa y compacta ametralladora

semiautomática. Las armas terrestres pueden ser

ineficientes y rudimentarias, pero practicando en los

graneros y en los bosques alrededor de mis muchas casas de

seguridad he sido testigo de que tan devastadoras pueden

ser.

Si logro entrar a la nave y encenderla, podría ser capaz

de salir de aquí con vida, si no… Bueno, esa no es una

Page 73: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

opción realmente. Pienso en Janus y Zophie, y recuerdo

cómo, cuando llegue por primera vez a este planeta pensé y

me convencí de que nosotros tres estaríamos montando esta

nave de nuevo juntos. Ahora lo mejor que puedo hacer es

reclamarla por ellos. Por Lorien.

Me pego contra el suelo lo que más puedo, hecho una

ojeada sobre la punta de la terminal de computadora que

está echando chispas y disparo. Algunos Mogadorianos que

descendían en zigzag por una escalera metálica desde la

superficie son alcanzados y desgarrados, convirtiéndose en

nubes de polvo que se filtran en el hangar. Los otros

rápidamente se ponen a cubierto, y utilizo el elemento

sorpresa del momento para darme un descanso, lanzando

mi mochila por encima de mí, y básicamente lanzándome a

mí misma debajo de la nave en el centro de la sala, usándola

como protección. Los disparos de los cañones de los

Mogadorianos queman el suelo de cemento a mí alrededor,

fallando por los pelos de darme, pero de alguna manera me

libro de ellos.

Logro acceder a un interruptor de bloqueo manual

para la escotilla de embarque, una rampa de metal sale

desde la parte de atrás de la nave. Uno de los Mogs que está

en la parte de arriba salta, se desliza sobre la nave y cae al

suelo.

Oigo un crujido cuando aterriza, y cuando se levanta,

uno de sus brazos cuelga sin fuerzas a su costado. Eso no lo

detiene de seguir adelante tambaleándose hacia mí,

disparando. Varios de sus compañeros siguen a su líder y yo

apenas soy capaz de apañármelas para subir por la rampa,

disparando a ciegas hacia atrás todo el tiempo. Corro,

tratando de evitar sus cañones, pero algunos disparos

alcanzan mi mochila, la he reforzado con Kevlar,

Page 74: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

principalmente para proteger mi laptop y mis aparatos

adentro, pero detiene los disparos de atravesar mi cuerpo,

de igual manera la fuerza del impacto me envía de bruces

hacia la rampa, ruedo y les disparo, salgo corriendo a toda

velocidad hacia un panel con pantalla táctil en la pared justo

dentro de la nave, hago polvo a uno de los Mogs que me

siguen mientras que me las arreglo para tocar la pantalla y

lograr que la rampa empiece a cerrarse en solo un par de

segundos ―los pocos años de entrenamiento que tuve en la

Academia de Defensa de Lorien vuelven a mí en un

momento de peligro.

Otro Mog que está ya en la rampa tropieza hacia

adelante mientras que esta se recoge. Se ve lanzado hacia

adentro de la nave. El interior de la cabina puede

programarse con todo tipo de divisiones holográficas y

―paredes‖ pero en este momento es solo un gran y vacío

cuarto. No hay lugar en el que él pueda esconderse y es un

montón de cenizas antes de que logre siquiera levantarse

del suelo. Me dirijo corriendo hacia el frente de la cabina,

mis manos vuelan sobre botones y pantallas, frente a mí un

Mog logra treparse a la nariz de la nave y lanza golpes con la

culata de su cañón contra el ventanal polarizado de la

cabina. Le llevara un rato del demonio intentar romper el

vidrio reforzado ―trato de no prestarle atención.

—Vamos, vamos, vamos, —me repito a mí misma al

mismo tiempo que los controles empiezan a parpadear,

encendiéndose. Luego cobran vida, como si fueran

impulsados por mi propia voluntad. Los cristales aún tienen

algo de energía en ellos.

Puedo sentir los motores encendiéndose, el

tranquilizador zumbido y la sutil vibración que satura la

nave completamente. Programo los protocolos de auto-

Page 75: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

despegue, lo que debería al menos elevarme al cielo, donde

podré programar una ruta o tomar el control por mí misma.

El Mog en el vidrio frontal lucha por equilibrarse mientras

que la nave comienza a sacudirse y elevarse del suelo, chilla

al tiempo que se tropieza hacia atrás, cayendo en el suelo de

concreto.

Está funcionando, pienso, saldré de aquí.

Mis ojos se abren mientras que llego al nivel del suelo.

Justo frente a mi está la pequeña nave Mogadoriana que

divisé desde abajo, pero también veo una gran nave que

debe ser usada para la movilización de tropas alrededor del

planeta ―demasiadas tropas. Los Mogs están reunidos

rodeando de la nave, todos ellos con la mirada fija en mi

nave plateada. Se quedan congelados por solo un instante

antes de abrir fuego, lo que parece ser un cañón en la nave

más grande voltea hacia mí. ¿Quién sabe qué tipo de

artillería puede tener una embarcación como esa?

Mis manos revolotean sobre los menús en el monitor

frente a mí hasta que encuentro lo que parece ser un

registro de las armas de la nave, la mayoría de

embarcaciones en Lorien estaban desarmadas, pero creo

que los Ancianos equiparon esta con cada armamento que

fuera capaz de llevar. Armas de las que nunca he oído

hablar. Me pregunto, de nuevo. ¿Qué tan lejos llevaron su

planeación y hacia cuanto tiempo sabrían que los Mogs

vendrían por nosotros? De todos modos no tengo tiempo

para detenerme y reflexionar, porque aún tengo armas a mi

disposición, así que toco un ícono de lo que parece ser algún

tipo de proyectil-granada y fijo el blanco en la nave

enemiga.

Page 76: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Una pequeña esfera de energía sale dispara justo desde

la parte de abajo de la cabina, se queda pegada a un lado de

la imponente embarcación Mogadoriana, nada sucede.

Mierda.

Puedo ver el cañón Mog encendiéndose y reuniendo

energía a su alrededor. Toco de nuevo la pantalla donde está

la lista de armas.

—No me digas que eres una réplica, hija de…

La esfera hace explosión en una ola de energía que

empuja hacia atrás mi propia nave. El piloto automático nos

estabiliza, y luego tomo el control y piso el acelerador,

volando alto hacia el cielo, lejos, lejos de Nuevo México,

gritando a todo pulmón mientras paso como un rayo por el

aire. Reviso mi radar, pero no hay nadie siguiéndome, doy

un par de rondas para examinar el daño causado a cientos

de metros por debajo del cielo despejado. La nave Mog no

existe ya.

No queda nada que pueda seguirme ―solo humeantes

pedazos de retorcido metal.

La adrenalina corre dentro de mí, llenando mi cabeza

con una calidez confusa.

—Lo hicimos, —digo sin darme cuenta de que las

palabras están saliendo de mi boca—. Tenemos la nave.

La verdad no estoy segura a quien le estoy hablando,

quién está dentro de ese tenemos, no sé si me dirijo a

Zophie o a los otros Garde que están propagados en el

planeta, o incluso a Mark, mi compañero involuntario en

esta operación en Dulce.

Durante el camino de vuelta me detengo en el Rancho

Yellowhammer, dejando la nave en el patio trasero al lado

Page 77: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

del viejo establo. El lugar parece igual desde la última vez

que lo vi, tal vez con algo más de plantas. Encuentro una de

las llaves escondidas en un panel corredizo a un lado de la

casa y entro, dejando a un lado la cobertura que sigue en los

muebles. Re-programo la puerta que lleva a la oficina

secreta para que se abra con la huella digital de Mark, que

tengo en mis archivos gracias al sistema biométrico de ID

en la laptop que le envié.

Una vez dentro de la oficina hago un inventario de las

armas que están organizadas en estanterías colgadas en una

pared, y luego inicio el sistema de seguridad, asegurándome

que todas mis cámaras se encuentran aún en

funcionamiento. Algunas trampas con cables controladas

desde la base todavía están activadas alrededor del rancho,

pero las desactivo para que Mark no tenga que encontrarse

con trampas automáticas justo apenas llegue. Además

podré enseñarle como activarlas nuevamente después, una

vez se encuentre instalado.

Mantengo la bomba que está debajo de la oficina

preparada, lista para detonar en caso de que la casa de

seguridad caiga en manos enemigas, solo por si acaso.

Este será un buen hogar para Mark, al menos de

momento, hasta que logre decidir qué hacer con él, o hasta

que se las arregle para ponerse en contacto con Sarah y el

resto de la Garde.

Me pregunto si debería esperar aquí a que llegue, para

revelar mi identidad personalmente, después de todo, tengo

la nave y la situación tiene un buen curso.

Pero reconozco esta sensación. El pensamiento de que

finalmente las cosas están saliendo a mi manera y que todo

encaja en su lugar. Cada vez que me he permitido relajarme

Page 78: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

por esta esperanza, las cosas han tomado un rumbo terrible,

gente ha muerto, mi mundo ha sido destruido y me he visto

obligada a reconstruirlo.

Solo necesito algo más de tiempo. Para reparar la nave

y pensar mi siguiente movimiento. Y él debe recuperarse

también, no estoy lista para liderar a mi protegido hacia la

batalla, no aún.

En la mañana tomaré la motocicleta que está guardada

en el viejo granero e iré al pueblo por algo de provisiones

frescas para Mark: comida, agua y munición extra. Un

pequeño gesto de agradecimiento por ser mi primer par de

ojos en la Base de Dulce. Por ahora, sin embargo, garabateo

una nota con un delgado rotulador negro en la parte de

atrás de una carpeta, y la dejo al lado de un rifle para que él

pueda encontrarla más tarde.

Espero que estés listo para la guerra.

-G

Page 79: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

La nave apenas logra volver a mi base en Georgia. Vuelo por

debajo del radar y trato de estar cubierta por las nubes lo

más posible a lo largo del camino. En este punto, la

aceleración es apenas más rápida que la de un coche o una

motocicleta ―la batería está casi muerta. Los cristales se

están desvaneciendo.

Me las arreglo para conseguir estacionar la nave en la

gran planta de procesamiento de pecanas en la parte

trasera. Supongo que es técnicamente ahora un hangar.

La mayor parte de mi energía y recursos son

inmediatamente centrados en encontrar la manera de

obtener y mantener la nave en marcha y funcionando para

bien. Empiezo a instalar varios adaptadores y conductos de

combustible que he creado en los últimos años, con la

esperanza de que todo mi trabajo no haya sido en vano.

Examino la investigación que he hurtado de los ordenadores

de Dulce para ver lo que los científicos han estado haciendo

para tratar de repotenciar la nave. Logro conectar las

carcasas de cristal a una salida eléctrica al igual que lo

habían hecho en Dulce. Por lo menos, eso debería

comprarme algunos días de valor y poder.

La única razón por la que la nave no tiene mi completa

atención se debe a que uno de mis sensores recoge alguna

Page 80: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

actividad extraña en el viejo teléfono celular desechable de

Mark James. He estado monitoreando sus comunicaciones

desde que me involucré con él en la página web, sólo para

mantener control sobre él. Es algo que he hecho con todos

los que he trabajado desde el blog, aunque Mark es sin duda

la persona más cercana que he conseguido. Parece como si

alguien le hubiera enviado mensajes de GUARD diciendo

que se reúna con ellos. Comunicaciones que sin duda no

vinieron de mí.

En algún lugar, Mark dio un resbalón. El enemigo lo ha

encontrado.

Trato de advertir a Mark, pero es demasiado tarde.

Afortunadamente, se las arregla para escapar de un equipo

de agentes del FBI todavía leal a los Mogs, pero a costa de

su equipo, su camioneta y, por lo que puedo decir, un poco

de su estabilidad mental.

Le dispararon en el brazo mientras huía de la

emboscada, aunque jura que es sólo una herida superficial.

Está estresado, perdido y con sentimiento de desesperanza.

Cuando hablo con él en el chat comunitario que

construí para Ellos Caminan Entre Nosotros, suena

deprimido. De repente estoy preocupada de que él pueda

darse por vencido, incluso después de todo lo que ha

pasado. Y no puedo tener eso. No ahora que me he

acostumbrado tanto a estar en contacto con él. Me doy

cuenta de que él es la única persona con la que hablo con un

fundamento regular. Es lo más cercano que he tenido a un

amigo desde Zophie murió. Así que hago mi mejor esfuerzo

para tratar de remediar estas cosas con un nuevo vehículo y

las instrucciones del Rancho Yellowhammer. Todo eso

parece animarlo un poco a levantarse.

Page 81: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

En Yellowhammer, Mark conecta la portátil robada de

Purdy a algún equipo de cómputo que dejé atrás,

permitiéndome copiar el contenido entero del disco duro a

un almacén en la nube. Aíslo los archivos de Purdy y

empiezo el ataque hacia sus servidores de seguridad

desconectándolos de la red Mogadoriana y del FBI. No

tengo miedo de ser capturada mientras entro por cada

rincón escondido de este disco duro. Lo que descubro es un

puñado de información acerca de ProMog y sus

especificaciones con el trato que los Mogadorianos tienen

con el gobierno de los Estados Unidos. Mientras trabajo,

Mark finalmente se las arregla para entrar en contacto con

Sarah. Como Mark pensó, ella estaba viajando con la Garde.

Ella es una invaluable fuente de información y la conexión

con mi gente aquí en la Tierra que estaba buscando.

Las cosas parecen ir suavemente.

Por lo cual no debería preocuparme si las cosas

comienzan a salir mal.

He instalado una nueva línea de energía en la nave que

utilizará el primitivo combustible de este planeta, cuando

recibo un mensaje de Mark diciendo que metió la pata y

piensa que los Mogs lo han encontrado en Yellowhammer.

Él pregunta si debe abandonarlo completamente o regresar

por sus notas y archivos. Le digo que es su decisión.

Vuelve al rancho con Sarah para empacar. Me quedo

esperando una palabra de él. Enfoco las cámaras en

Yellowhammer justo para verlos a él y a Sarah empacar

rápidamente.

Después todo se vuelve negro y no puedo recuperar

una conexión. Tengo todos los monitores llenos de estática.

Mi corazón cae hasta mi estómago.

Page 82: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Cada segundo que pasa me vuelve más impaciente,

más preocupada sobre que debí haberle dicho que dejara

todo y abandonara Alabama. Mientras espero, pongo un

programa en unos de mis monitores: los controles de la

bomba plantada en Yellowhammer. ¿Hasta qué punto debo

asumir lo peor y detonar la prueba de fallos, impidiendo que

los Mogadorianos obtengan alguna de las notas de Mark?

¿Qué tal si detono la bomba demasiado pronto y termino

matando a Mark y a Sarah en el proceso? En este momento,

sola en mi refugio, todo lo que quiero en el universo es ver

el nombre de Mark aparecer en mi celular, él ha sido mis

ojos y mis oídos en estos meses. Hemos estado en constante

contacto.

No puedo perderlo.

No puedo creer que JOLLYROGER182, usuario de

Aliens Anónimos, quien se refirió a los Mogs como de

―aspecto raro, estúpidos de otro planeta‖ en su primer

mensaje para GUARD, se ha convertido en una valiosa pieza

no sólo para la causa Loric, sino para mí personalmente.

El reloj avanza. Miro el botón que destruirá

Yellowhammer. Me pregunto si tengo el suficiente valor

para presionar el botón después de todo este tiempo. ¿Debo

arriesgarme a sacrificar las vidas de Mark y Sarah para

evitar que la información caiga en manos de los Mogs?

Alivio surge en mi cabeza cuando mi móvil suena. Es

un mensaje de Mark, diciendo que fueron atacados pero que

todo está bien.

Lo llamo desde uno de mis desechables que tiene un

modulador de voz en él. Mi voz suena electrónica,

distorsionada en su lado de la línea.

Page 83: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¿Qué tan lejos están tú y Sarah de la casa? —Le

pregunto en cuanto contesta.

—No lo sé ¿Tal vez un kilómetro y medio? Todavía

puedo verla en…

Presiono el botón. Hay estática en línea mientras el

micrófono de Mark capta el sonido del Rancho

Yellowhammer explotando.

—Eso debería ocuparse de los Mogs restantes en la

propiedad, eliminando nuestras huellas —digo.

Mark no suena muy asustado por el hecho de haber

estado viviendo sobre una bomba todo este tiempo, pero

estoy muy concentrada como para en poner mucha atención

a su preocupación. Mientras tanto, entro en el GPS de su

camioneta y agrego las coordenadas del refugio en Georgia.

Es momento de seguir adelante y luchar contra los

Mogs. Para unirme a mis compañeros Lorics.

El primer paso es finalmente presentarme yo misma

ante Mark y Sarah.

Cuando Mark y Sarah aparecen se ven desorientados, es

como una mezcla al verme a mí, a la nave y todas las armas

automatizadas que les apuntan al entrar en el rango de mi

sistema de seguridad. Los incrédulos silencios no duran, ya

que hacen un montón de preguntas. Evalúo la situación y

priorizo; Mark está febril y la herida de bala en su brazo está

totalmente infectada. La primera cosa que hago es darle

antibióticos que separo de otros materiales médicos. Estará

bien con eso. Por lo menos.

—Hijo de p... —Sostiene la ‗p‘ cuando mojo la herida

con alcohol.

Page 84: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¿Está bien?—pregunta Sarah. Ella se mantiene a

unos pocos centímetros lejos de mí, y puedo ver la

preocupación en sus ojos, no sólo por la condición de Mark,

sino por el hecho de que alguien que ella no conoce se está

haciendo cargo.

—Él va a estar bien, —le digo—. Los antibióticos harán

la mayor parte del trabajo. Volverá a la normalidad en unos

pocos días.

—Pero tengo un gran partido de mañana, entrenador—

Mark dice rotundamente.

—Estoy confundida, —dice Sarah. Voltea a ver a

Mark—. ¿No sabías que era una mujer? ¿O Loric?

—Sólo pensé que como GUARD era tan bueno con los

ordenadores...—Mark comienza.

Ella entrecierra sus ojos un poco.

—¿Qué? —Mark pregunta—. Bueno, sí, yo supuse ella

era un chico. Mi error. 'GUARD' es técnicamente un género

neutral.

—Eres de Lorien. —Sarah dice más que preguntarlo.

Asiento.

—Y siendo más grande... Debiste estar ahí cuando el

planeta fue atacado.

Asiento de nuevo, esta vez más lento. El rostro de

Sarah parece suavizarse.

—Estaba en otra nave diferente que la de los Garde

elegidos —digo—. Estábamos sólo unos cuantos de nosotros.

—Ella...—murmura, y el nombre detiene mi corazón.

Page 85: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¿Qué sabes de ella? —Pregunto, dando dos largos

pasos hasta estar sobre Sarah—. ¿La conociste? ¿Está con

Número Cuatro?

Ella niega con la cabeza.

—Los Mogs se la llevaron—dice, lentamente.

Trago saliva.

—¿Y Crayton? ¿Se lo llevaron también?

—Crayton, —Sarah suspira. Se tarda unos pocos

segundos para decir el nombre—. No. Lo siento... Fue

asesinado hace un tiempo. En España, justo antes de que

Ella se uniera a los demás.

El impacto de todo esto queda registrado en mi cara,

porque repentinamente Sarah no me mira como si tuviera

miedo de que vaya a dispararle con un cañón. En su lugar,

ella pone una mano en mi espalda y una silla debajo de mí

antes de incluso darme cuenta de que me estoy sentando.

—Por supuesto—dice ella—. Debería de haberme dado

cuenta de que no sabías. Estuviste en la otra nave con ellos.

Oh, Dios, lo siento.

Mis manos tiemblan. Me pregunto cómo murió

Crayton― protegiendo a Ella, sin duda. ¿Dónde podría estar

ella ahora? ¿Qué podrían estar haciendo con ella? Mis

manos tiemblan mientras trato de pensar qué hacer a

continuación.

La Chimæra que llaman Bernie Kosar se frota contra

mis piernas en la forma de un perro, mirándome con una

larga lengua de fuera. Su cola golpea contra el piso.

—Creo que le gustas—dice Sarah.

Me agacho, mirándole a los ojos oscuros.

Page 86: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Conocí a muchos como tú una vez—digo, pensando

en esos días que parecen muy lejanos ahora, cuando Zophie

y Crayton y la pequeña bebé Ella y yo estábamos encerrados

en nuestra nave con una docena de Chimæras—. Espero ver

más como tú de nuevo algún día.

Él deja escapar un pequeño gemido y lame una lágrima

salada de un costado de mi cara.

—Uh, si te sirve de consuelo—Mark dice—. ¿Suena

como si Ella se hubiera convertido en una chica ruda? Ya

que aparentemente estuvo en Dulce y causó algunos daños.

Ella estuvo en Dulce. ¿Cuándo? ¿Qué tan cerca estuve

yo de ella?

Me limpio la mejilla con la manga y miro a Mark. Está

moviendo sus pies, su frente arrugada con preocupación.

Creo que está tratando de hacerme sentir mejor.

—Sí, así que, de cualquier manera, —continúa,

asintiendo a la parte posterior del hangar—. ¿Tal vez

podrías mostrarnos el interior de esta cosa? No he estado en

una nave espacial antes.

Sonrío un poco.

—Mantén los ojos abiertos, Jolly Roger, y tal vez la

pilotarás algún día.

Page 87: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Mierda, —dice Mark a medida que avanzamos por la

rampa metálica a la nave—. Quiero decir… mierda.

—Espera que vayamos a la máxima velocidad, —digo—.

Si puede llegar a hacerla funcionar con los combustibles de

La Tierra.

—Cruza los dedos, —murmura Sarah. Sus ojos se

engrandecen mientras mira a su alrededor.

—La superstición no conseguirá que esta belleza esté

en marcha. Solo estaba dando los últimos toques en la

nueva línea de combustibles cuando ustedes dos llegaron.

Vamos a ver si fue exitoso.

—¿Quieres decir que vamos a despegar ahora mismo?

—Pregunta Mark

—No. Solo voy a poner en marcha los motores, con un

poco de suerte.

Él parece un poco nervioso.

Toco los paneles de instrumentos cuando llegamos a la

cabina del piloto. Lentamente parpadean sucesivamente. La

nave zumba a la vida en nuestro alrededor.

—Parece ser una buena señal, —dice Sarah.

—Aquí viene la verdadera prueba, —digo.

Page 88: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Toco algunos controles más. La nave comienza

lentamente a levantarse del suelo. A mi lado Mark toma de

la parte posterior una de las sillas montadas frente a los

controles y susurra una docena de maldiciones.

Estamos a pocos metros del suelo flotando en el

interior del hangar cuando la nave entera comienza a

temblar, entonces de repente cae unos cuantos centímetros,

lo que causa que mis dos compañeros humanos den gritos

de alarma. Pero la nave se recupera. Se nivela a sí misma

hasta que todos los sistemas se ven normales.

—Por Lorien, —Murmuro—. Creo que va a funcionar.

La nave funciona con la línea de combustible que he

instalado, además tenemos unos días de respaldo de los

cristales cargados.

—¿Eso… es bueno? —Pregunta Sarah.

—Es muy bueno, —digo.

Bajo la nave y la apago. Mark se ve un poco inestable

en sus pies. Hay un brillo de sudor en su frente.

—Creo que probablemente debería sentarme, —dice él.

Sarah toca su frente.

—La fiebre está disminuyendo.

Los llevo hacia abajo en lo que solía ser la oficina del

capataz cuando el hangar seguía siendo una planta de

procesamiento. Ahora llena de equipos de computación y

monitores.

Empezamos con la información comercial.

Aprendemos unos de otros.

Le doy a Mark y a Sarah un resumen abreviado de mi

historia, dejando de lado las partes de mí usando a Mark y

Page 89: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

el seguimiento de todas sus comunicaciones… sin embargo,

por la expresión en sus rostros, supongo que se han dado

cuenta de eso. Sarah me pone al día sobre lo último de la

Garde, quiénes son y qué Legados han manifestado. Ella me

dice todo lo que sabe sobre los Mogs. Es más fácil conseguir

información ya que no tengo que usara Mark como el

intermediario entre nosotros o evitar hablar de mi

identidad. Me entero que no sólo se ha encontrado con

Malcolm Goode, sino que su hijo, Sam, se ha unido a la

lucha. No puedo evitar sonreír ante esto, saber que Malcolm

se ha unido con ese niñito de fuera de su oficina. No puedo

decir que están a salvo en medio de todo esto, pero por lo

menos están juntos.

Hago un montón de preguntas acerca de la niña Ella en

que se ha convertido y descubro que es fuerte, la joven

sensible de la Garde. Justo el tipo de persona que me

imagino que Crayton hubiera querido que fuera. Sarah ha

pasado una cantidad significativa de tiempo con ella, y

puedo decir que está preocupada por Ella mientras habla.

Que se preocupa por ella.

—Todo sucedió tan rápido en Chicago, —dice Sarah,

con sus ojos perdidos mirando a media distancia—. Ella

estaba teniendo algún tipo de visión y entonces de repente

los Mogs estaban allí. Nos superaban en poder.

—Escoria Mogadoriana, —murmuro.

—Conseguiremos traerla de vuelta, —Mark sonríe un

poco—. Y vamos a destruir un puñado de esos monstruos

pálidos en el camino. Cenizas a las cenizas. Polvo a…

—¿Enserio Mark? —Pregunta Sarah.

Page 90: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¿Qué? —Sus cejas se unen por un segundo. Luego se

relaja un poco—. Tienes razón. Debí aguardar hasta después

que hayamos matado a Lo-Que-Sea-Él-Ra o algo.

Sarah no dice nada, simplemente sonríe un poco y

rueda sus ojos.

Ella se voltea a uno de los monitores a su lado, uno que

esta sintonizado en un canal de noticias de veinticuatro

horas. Sus ojos se amplían, y varios pequeños sonidos

provienen de su boca, pero las palabras no se forman.

—Oh, vamos, —dice Mark en voz baja, preocupado—.

No es tan malo. ¿Sarah?

—Oh, Dios, —se las arregla para decir.

Varios de mis equipos comienzan a sonar, me dice que

algo importante ha sucedido. Esa noticia de última hora.

—Sarah ¿Qué es esto? —Mark está a su lado en unos

pocos pasos rápidos, y entonces él también es incapaz de

formar palabras.

Es sólo cuando me uno a ellos que me doy cuenta de lo

que está mal.

Un buque de guerra Mogadoriana se cierne sobre la

ciudad de New York.

—Está sucediendo, —murmuro—. La invasión ha

comenzado.

No se trata solo de Nueva York; las naves están en

todas partes, sobre ciudades de todo el mundo. Vemos las

noticias en silencio conmocionados hasta que suena el

teléfono satelital de Sarah, y todos nos movemos a la vez. A

medida que Sarah habla con Número Cuatro, entro en

acción, abriendo mi laptop.

Page 91: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Reporteros están empezando a hablar de algún tipo de

conferencia de las Naciones Unidas… algo que ha sido

aludido en documentos de ProMog que había descubierto

en el computador de Purdy pero en realidad nunca entendí.

Esta invasión es tan diferente a la de Lorien: No hay fuego o

misiles, al menos, no todavía.

—Creo que pretenden ser diplomáticos con esto, —

digo.

—Eso explicaría por qué se han involucrado tan

amablemente con el gobierno —concuerda Mark. Él saca

una laptop de su mochil –la que le di antes de que intentara

entrar en Dulce– y comienza a escribir.

—Dame todo lo que tengas de esos condenados de

EEUU y los Mog que no me has enviado. Si los Mogs van a

hacerse públicos, nosotros lo seremos. Es hora de decirle a

este planeta todo lo que sabemos. Quiero esta información

en la primera página de cada sitio web, todos…

—Camino delante de ti, —dice con una sonrisa. —Te

estoy enviando un archivo Zip que incluye lo peor de lo peor

de ProMog y una colección de las publicaciones más

relevantes que hice para Ellos Caminan Entre Nosotros.

Algunos ni siquiera los he comprobado o subido.

Los archivos aparecen en mi pantalla, son el

complemento perfecto a la información bomba que he

estado armando de mi misma en los últimos años.

—Esto es genial, Mark, —asiento con la cabeza hacia él.

Se encoje de hombros.

—No voy a dejar que esos bastardos traten de tirar a la

raza humana.

Page 92: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—Parece que los demás están en la misma frecuencia,

—dice Sarah, colgando su llamada—. Sam acaba de

enviarnos un vídeo. Un corto de John usando sus poderes

para sanar a alguien y algunos clips de Mogs disparando.

¿Pensaba que podríamos hacer un video o algo explicando

lo que está pasando?

—Eso está bien, —dice Mark—. Podríamos relacionar

toda la información de ProMog a ello. GUARD… quiero

decir Lexa… Podrías, no lo sé… ¿colocar un video a la página

principal de YouTube o algo así?

—Fácilmente, —digo—. Ustedes dos concéntrense en

conseguir que esté listo. Voy a asegurarme de unos ajustes

de última hora de esta nave y asegurarme que esté lista para

viajar. Y completamente equipada; he acumulado un

arsenal de armas aquí.

Mark golpea con su puño el escritorio donde está su

laptop.

—Maldita sea, —dice—. Iba a usar ese video de John

todo Superman y saltando fuera de mi casa en llamas, pero

no lo encuentro.

—Por supuesto que no, —digo, tocando mi

computador—. Desaparecí el video de internet tan pronto

llamó mi atención. También me las arreglé para bloquear el

teléfono celular de donde venía. Aquí, solo te enviaré una

copia que guardé de mis archivos, junto con algunas otras

imágenes y filmaciones que he recogido durante años.

A medida que empiezo a alejarme, oigo susurros de

Sarah a Mark.

—Ella es buena.

—No sabes ni la mitad, —él dice en respuesta.

Page 93: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Empiezo una inspección final de la nueva línea de

combustible de la nave, tratando de meter días de trabajo en

unas pocas horas. Hago una pausa solo cuando Sarah

comienza a gritar, y veo en la televisión como la lucha

estalla en Las Naciones Unidas. Número Cuatro está ahí,

luce poderoso y constante mientras se enfrenta a Setrákus

Ra, el líder de los Mogadorianos. Sarah se pone pálida

mientras mira pero no dice nada. Cuando la alimentación

de la TV se corta, solo asiente con la cabeza.

—Estoy lista para grabar la voz.

Vuelven a trabajar. Yo también. Pasan las horas, y

cuando por fin me tomo un descanso para agua y una barra

energética encuentro a Mark y Sarah todavía acurrucados

sobre la laptop de Mark.

—¡Oye! —Dice Mark—. ¡Ven a ver esto!

Él y Sarah se apartan colocando un video en pantalla

completa y pulsando el botón reproducir.

—Este es nuestro planeta, pero no estamos solos en la

galaxia. —La voz de Sarah llega atreves de los altavoces, fría

y medida, en el vídeo se aleja una imagen de La Tierra. Las

imágenes cambian al video de YouTube de Número Cuatro y

luego a él cerniendo sus manos brillantes sobre alguien que

apenas conozco como el secretario de Defensa. John parece

ser que lo está curando. Sarah continúa.

—Hay extraterrestres entre nosotros, extraterrestres

buenos, refugiados del planeta Lorien. Este es John Smith,

uno de los Lorics de la Garde… un chico bendecido con

increíbles poderes, el lucha por la Tierra ahora. Por su

hogar.

Page 94: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

El video cambia a los clips de Mogadorianos con

cañones arreando a los humanos alrededor en lo parecen

ser las calles de New York.

—Las naves por encima de nuestras ciudades ya no

son amables. Son los Mogadorianos… los extraterrestres

malos que destruyeron el planeta natal de John Smith.

Han venido aquí para esclavizarnos y tomar la Tierra por

su propia cuenta. Incluso han encontrado aliados en

nuestro propio gobierno.

Varios documentos y fragmentos de textos que

aparecen en pantalla… Yo los reconozco como archivos de

ProMog. El clip de repente cambia a un gráfico que muestra

la ubicación de los buques de guerra Mog. Se parece a una

captura de pantalla que Mark tomó de una de las estaciones

de noticias.

Sarah concluye:

—No estamos solos. Ellos caminan entre nosotros.

Debemos unir fuerzas con los Lorics y luchar contra los

Mogadorianos.

El vídeo termina.

—Así que, si hacen clic en cualquier parte del video, los

llevara a la página web y para todos los archivos que hemos

puesto juntos, —dice Mark—. Y habrá un enlace en la

descripción, obviamente. ¿Crees que está bien?

—Es lo mejor que podemos hacer en corto plazo, —dice

Sarah. Ella muerde su labio mientras mira fijamente la

pantalla.

—Es genial, —digo—. Súbanlo a Ellos Caminan Entre

Nosotros, en caso de que tiren el video.

Page 95: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Cuando se ha subido, manipulo unas pocas líneas de

códigos y algoritmos para que el vídeo se encuentre en la

parte superior de cada búsqueda en internet y en toda la

página principal de YouTube. El número de vistas se

dispara en el transcurso de unos pocos minutos, más rápido

que ni los contadores pueden mantener el ritmo. Incluso

con todo lo que está pasando en el planeta, el video se

extiende. Mark dice que ―será viral‖. El mundo de repente

se llena de preguntas, que, por primera vez, somos capaces

de ofrecer algunas respuestas.

En poco tiempo se está mostrando en las estaciones de

noticias en todo el mundo.

Pude haber tenido dudas acerca de muchas cosas de

este planeta, pero en la forma en que se extiende la

información aquí ha demostrado ser más impresionante de

lo que jamás podría haber imaginado.

Mark continua con su computador mientras Sarah

trata inútilmente de conseguir contactar con Número

Cuatro con su teléfono satelital. Ella nunca cambia su vista

de las noticias.

La noche cae. Vuelvo a mi trabajo en la nave. Podría

tomarme un tiempo para llevar a cabo unas pruebas antes

de irrumpir en la batalla. Pero no tengo ese lujo ahora… no

con los buques de guerra estacionados sobre las ciudades de

todo el mundo. Aun así, me tomo mi tiempo para triplicar la

comprobación de mi trabajo y ejecutar todas las pruebas de

diagnóstico que se me ocurren.

Lo último que necesitamos es un fallo de los sistemas

en medio de una pelea con los Mogs.

Es de día afuera cuando por fin me siento satisfecha

con mi trabajo y vuelvo hacia el hangar. Mark está

Page 96: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

desplomado sobre el escritorio, con la boca abierta mientras

duerme, ronca suavemente.

Sarah me da una sonrisa débil.

—Se desmayó al actualizar el recuento de vistas. Me

imagine que querría descansa, —Sarah se queda mirando el

teléfono en sus manos, y es obvio que todavía no ha podido

ponerse en contacto con Número Cuatro.

—Por lo visto Número… John es un Garde bastante

impresionante. Estoy segura que todavía está luchando.

Sarah asiente un poco con la cabeza.

—Sí. Por supuesto lo es.

Se calla, y se siente como si la energía hubiera sido

drenada de la habitación. Después de estar sola durante

tanto tiempo, quizás no soy la mejor en una pequeña charla.

Y así tomo un par de botellas de agua de una pequeña

nevera y golpeo un lado de la cabeza de Mark.

El salta, surgiendo a la vida.

—¿Qué? ¿Dónde? —Sus ojos se mueven alrededor y su

respiración se acelera hasta que recuerda dónde está—. Oh,

correcto. ¿De qué me perdí?

El teléfono de Sarah empieza a sonar antes que

cualquier de nosotros pueda contestar.

—Es él, —medio grita ella mientras salta en sus pies—.

Él sabrá lo que está pasando en New York.

—Justo a tiempo, —dice Mark a través de un bostezo—.

Nuestro salvador extraterrestre.

Sarah responde al tercer timbre. Su cara se ilumina a

pesar de que todo va mal en el planeta.

Page 97: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

—¿John? —Pregunta ella, sin aliento, y los pocos

segundos antes que la voz en el otro extremo de la línea

responda son una eternidad.

—Bien, —Mark rueda una silla hacia mí. Extiende los

brazos sobre su cabeza y los agrieta a su cuello—. ¿Y ahora

qué?

—He esperado años a que esta pelea llegara, —Señalo

la nave—. Yo digo que nos unamos al resto de la Garde y le

mostremos a los Mogadorianos lo que esta vieja chica puede

hacer. No sirve de nada escondernos más en las sombras.

—Demonios, sí. Vamos a patear algunos traseros Mogs.

—Es hora que llevemos la lucha a ellos, —miro a Mark.

No puedo evitar sonreír un poco—. Quiero ver si Ella me

recuerda cuando la liberemos.

Fin.

Page 98: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

AGRADECIMIENTOS

Hola. Por cuarta vez.

Bien, realmente no sé ni siquiera qué decir en esta ocasión porque muchos chicos se han pasado de guays con nosotros

debido a las circunstancias que se presentaron en esta traducción. No saben lo agradecido que estoy con ellos.

Antes que seguir con una ñoñada de mi parte y ponerme cursi, sentimental o enojón, quisiera mencionar y reconocer el esfuerzo que tanto, Samuel Llano, Jesse Alexander y Majo

Flores, quienes sin ser parte del equipo de traducción de ECEN, nos ayudaron con la mitad del trabajo. Sin ustedes

chicos, no lo habríamos logrado. Gracias.

Y bien. Ya se viene The Fate of Ten y como lo hicimos desde hace casi un año cuando tradujimos La Venganza de Siete,

esta vez lo haremos de nuevo. No sé hasta cuántas personas llegará nuestra traducción, pero para todos aquellos que

hayan llegado hasta este pedazo del archivo, quiero hacerles la invitación a ayudarnos en el proceso de

traducción del sexto y penúltimo libro de la saga (necesitamos de todo), que por si no lo sabían estamos a un

año todavía de que todo esto termine. Quienes estén interesados en apoyar a ECEN, fans traduciendo para fans,

están cordialmente invitados a mandarnos un mensaje a nuestra página en Facebook o a nuestro Twitter

(@ECENLorics)

Gracias al equipo de traducción, esta ocasión conformado por: Cynthi Altamirano, Mayra Marín, el tío Isaac Crespo y

La Chica Que No Debe Ser Nombrada. Lo logramos una vez más.

Se me olvidaba, Karlette. Envidio esos dotes de manipulación que tienes tú.

Nos vemos en la siguiente, Lorics.

—Samuel Maldonado. [Samuu.]

Postdata: Que no me olvidé de ti, José Páez.

Postdata 2: Si creen que el archivo termina aquí, se equivocan, sigan leyendo. Sólo no se traumen. ¿Vale?

Page 99: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]
Page 100: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Prólogo (Traducido por: Carolina Guillen)

La puerta delantera tiembla. Lo hace siempre, cada vez que la

puerta de seguridad metálica desciende para cerrarse, incluso

desde que se mudaron al apartamento en Harlem tres años

atrás. Entre la entrada principal y las paredes finas como el

papel, siempre están al corriente de las idas y vueltas del edificio

entero. Silencian el televisor para escuchar; una chica de 15

años y un hombre de 57, hija y padrastro, que raramente se ven

a los ojos, pero quienes han puesto sus muchas diferencias a un

lado para observar la invasión alienígena. El hombre ha pasado

gran parte de la tarde mascullando oraciones en español,

mientras la adolescente ha visto las noticias con asombro

sumida en silencio. Le parece una película, tanto así que el

miedo no se ha colado realmente por ella. La joven se pregunta

si el atractivo chico de cabello rubio, que intentó luchar contra

el monstruo, está muerto. El hombre se pregunta si la madre de

la chica, una mesera en un pequeño restaurante fuera de la

ciudad, sobrevivió al ataque inicial.

El hombre silencia el televisor para así poder escuchar lo

que ocurre afuera. Uno de sus vecinos sube a tropezones por las

escaleras, pasa de su piso gritando todo el camino: —¡Están en

el bloque! ¡Están en el bloque!

El hombre chasquea los dientes con incredulidad.

—Este amigo está perdido. Esos monstruos pálidos no se

molestarán en pasar por Harlem. Estamos a salvo aquí.—Le

asegura a la chica.

Page 101: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Enciende el volumen otra vez. La joven no está segura de

que él esté en lo correcto. Ella se desliza hacia la puerta y

observa por la mirilla. Afuera, el pasillo está oscuro y vacío.

Como el centro de la ciudad detrás de ella, la reportera de

la televisión parece hecha polvo. Tiene tierra y cenizas por todo

el rostro, y rastros de lo mismo en su cabello rubio. Hay una

mancha de sangre seca en su boca, donde debería llevar lápiz de

labios. La reportera luce como si apenas pudiera conservar la

compostura.

—Reiteramos. El ataque inicial parece haber disminuido,

—dice, con voz temblorosa. El hombre la escucha con atención—

. L-los... Los Mogadorianos, han tomado las calles en masa y

parecen estar, ah, tomando prisioneros, además hemos

presenciado otros actos furtivos de violencia a l-la... la menor

provocación.

La reportera ahoga un sollozo. Detrás de ella haycientos de

extraterrestres pálidos uniformados marchando por las calles.

Algunos de ellos giran la cabeza y apuntan sus vacíos ojos

negros hacia la cámara.

—Jesucristo. —Dice el hombre.

—De nuevo, reiteramos, estamos-eh... estamos siendo

autorizados a trasmitir. L-los... los invasores al parecer nos

quieren aquí...

Escaleras abajo la puerta tiembla de nuevo. Hay un

chirrido de metal desgarrándose y un gran estruendo. Alguien

no tenía una llave. Alguien necesitaba derribar la puerta del

todo.

—Son ellos. —Dice la chica.

—Cierra la boca—responde el hombre. Silencia el televisor

de nuevo—. Es decir, mantente en silencio.

Escuchan fuertes pisadas subiendo por las escaleras. La

joven retrocede lejos de la mirilla cuando escucha otra puerta

Page 102: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

siendo derribada. Los vecinos del piso inferior empiezan a

gritar.

—Escóndete—le dice el hombre—. Hazlo.

Los puños del hombre se aprietan sobre el bate de béisbol,

sacado del armario de la sala, cuando la nave alienígena nodriza

apareció en el cielo. Se desliza más cerca de la puerta

temblando, colocándose a lado de ella, de espaldas a la pared.

Puede escuchar el ruido del pasillo. Un fuerte estruendo, la

puerta de su vecino ha sido arrancada de sus goznes, palabras

ásperas en un brutal inglés, gritos, y finalmente el sonido como

de un relámpago comprimido siendo disparado. Han visto las

armas de los alienígenas en la televisión, observando con

asombro los chisporreantes rayos azules que disparan.

Los pasos se acortan, deteniéndose afuera su temblante

puerta. Los ojos del hombre están abiertos, sus manos

aferrándose al bate. Él se da cuenta de que la chica no se ha

movido. Está congelada.

—Despierta estúpida.—Chasquea—. Largo.

Señala con la cabeza la ventana de la sala. Está abierta, la

salida de emergencia esperando afuera.

La joven odia cuando la llama estúpida. Sin embargo, por

primera vez en lo que puede recordar, hace lo que su padrastro

le dice. Ella escala por la ventana de la misma manera que se ha

escapado de ese apartamento muchas veces antes. La chica sabe

que no debería ir sola. Su padrastro debería huir, también. Da

media vuelta en las escaleras de incendios para llamarlo y está

buscándolo en el apartamento cuando la puerta es derribada.

Los aliens son mucho más feos en persona que en

televisión. Su peculiaridad congela a la joven en su camino.

Observa con fijeza la piel pálida del primero en pasar por la

puerta, sus ojos negros sin pestañear y sus extraños tatuajes.

Hay cuatro extraterrestres en total, cada uno de ellos armados.

Es el primero quien se percata de la chica en las escaleras de

Page 103: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

incendios. Detiene sus pasos, levanta el arma al nivel de ella.

—Ríndete o muere —dice el extraterrestre.

Un segundo después, el padrastro de la niña golpea el

extraterrestre en la cara con su bate. Es un poderoso golpe, el

anciano se ganaba la vida como mecánico así que tiene

antebrazos gruesos conseguidos con 12 horas de trabajo al día.

Hace un agujero en la cabeza del alíen y este se desmorona en

cenizas.

Antes de que su padrastro pueda regresar el bate sobre su

hombro, el alienígena más cercano le dispara en el pecho.

El hombre es lanzado hacia atrás en el apartamento, sus

músculos se tensan, su camisa arde en llamas. Se estrella contra

la mesa de café, rueda sobre los vidrios rotos deteniéndose en la

ventana entrecerrando los ojos hacia la chica.

—¡Corre!—Su padrastro de alguna forma encuentra la

fuerza para gritar—. ¡Corre, maldita sea!

La adolescente se lanza hacia abajo por la salida de

incendios. Cuando llega a las escaleras, escucha disparos en su

apartamento. Trata de no pensar en lo que eso significa. Un

rostro pálido asoma la cabeza por la ventana y la toma como el

objetivo de su arma.

Deja atrás las escaleras, dejándose caer en el callejón más

abajo, justo cuando el aire a sus alrededor se pone vibrante. El

bello de sus antebrazos se levanta y la joven puede decir que hay

electricidad corriendo por el metal de las escaleras. Pero está

ilesa. El alíen la ha perdido.

La adolescente salta sobre algunas bolsas de basura y corre

a la entrada del callejón, mira escondida desde la esquina la

calle donde creció. Hay un grifo contra incendios lanzando agua

en el aire, que le recuerda las fiestas de verano del edificio. Ve

un camión de correos volcado, con el capote echando humo,

como si fuera a explotar en cualquier momento. Más abajo de la

Page 104: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

cuadra, estacionada en medio de la calle, la joven ve la nave de

los extraterrestres, una de las muchas que ella y su padrastro

vieron descender desde la nave descomunal que aún se cierne

sobre Manhattan. Reprodujeron ese video una y otra vez en las

noticias. Casi tanto como repitieron el video del chico rubio.

John Smith. Ese es su nombre. La mujer que narraba el

vídeo lo mencionó.

—¿Dónde está él ahora?—Se pregunta la chica.

Probablemente no salvando a las personas de Harlem, de eso

está segura.

La joven sabe que debe salvarse a sí misma.

Está a punto de correr cuando reconoce otro grupo de

aliens saliendo de un apartamento cruzando la calle. Tienen a

una docena de humanos con ellos, algunos rostros le son

familiares del vecindario, un par de niños que ella recuerda de

unos grados menores al suyo. Con un arma apuntándolos, los

obligan a arrodillarse en el piso. Un enorme alíen camina entre

la línea de personas, golpeando un objeto pequeño contra su

mano, como un gorila afuera de un club. Están haciendo un

conteo. La joven no está segura de querer ver lo que viene

después.

Hay un ruido de metal a sus espaldas. Se da la vuelta para

ver a uno de los extraterrestres descendiendo por las escaleras

de incendios de su apartamento.

Corre. Ella es rápida y conoce las calles. El subterráneo

está sólo a unas cuantas cuadras de ahí. Una vez, en un reto, la

adolescente bajó hasta la plataforma y se aventuró por los

túneles. La oscuridad y las ratas no la asustaron ni de cerca

como esos aliens. Ahí es a donde ella va. Puede ocultarse dentro,

quizás incluso llegar hasta el centro, intentar encontrar a su

madre. La joven no sabe cómo va a darle la noticia sobre su

padrastro. Ni siquiera ella puede creérselo. Aún espera

despertar.

Page 105: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

La adolescente dobla por una esquina y tres alienígenas se

interponen en su camino. Su instinto la hace tratar de

retroceder, pero su tobillo se tuerce y las piernas se doblan

debajo de ella. Cae, golpeando la acera con fuerza. Uno de los

extraterrestres hace un ruido, uno áspero, la joven se da cuenta

que se está riendo de ella.

—Ríndete o muere, —dice, y ella sabe que en realidad no

tiene elección. Los aliens ya tienen sus armas apuntándole.

Rendirse o morir. Ellos van a matarla, no importa lo que ella

escoja. Está segura de eso. Levanta las manos para defenderse.

Es un reflejo. Sabe que no hará nada contra sus armas.

Excepto que sí lo hace.

Las armas de los aliens dan un tiro hacia atrás, fuera de

sus manos. Vuelan veinte metros en la cuadra.

Miran a la chica, sorprendidos y confusos. Ella tampoco

tiene idea de lo que acaba de suceder.

Pero ella puede sentir algo diferente en su interior. Algo

nuevo. Es como si fuera un titiritero, con cuerdas que conectan

cada objeto en la cuadra. Todo lo que necesita hacer es tirar y

empujar. La adolescente no está segura de cómo lo sabe. Sólo se

siente natural.

Uno de los aliens se precipita, y la joven agita su mano de

derecha a izquierda. Él sale volando por las calles, agitando las

extremidades y cae de golpe sobre el parabrisas de un coche

aparcado. El resto intercambia una mirada y empiezan a

retroceder.

—¿Quién está riendo ahora?—Les pregunta, levantándose.

—Garde. —Uno de ellos murmura en respuesta.

La joven no sabe lo que eso significa. La manera en que

ellos lo dicen, hace que la palabra suene como una maldición.

Eso la hace sonreír. Le gusta que esas cosas que destruyeron su

vecindario le teman ahora.

Page 106: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]

Puede luchar contra ellos.

Ella va a matarlos.

La chica alza una mano en el aire y el resultado es uno de

los aliens flotando por el suelo. La chica agita su mano hacia

abajo con suficiente rapidez, aplastando al alíen contra la parte

superior de su compañero. Lo repite hasta que todos se

convierten en polvo.

Cuando ha terminado, desciende la mirada a sus manos.

Ella no sabe de dónde proviene este poder. No sabe lo que

significa.

Pero va a usarlo.

Page 107: Pittacus Lore - Lost Files #12 El Guardián [Español]