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Plan general de la doctrina de la fe. I. LA IMPORTANCIA DE LA DOCTRINA DE LA FE. II. LA DEFINICIÓN DE LA FE a. LA FE EN GENERAL. i. Basada en el conocimiento de la Palabra de Dios. ii. La palabra de Dios reconocida como la verdad. iii. Las demandas de la Palabra de Dios aceptadas b. LA FE, PARTICULARMENTE. i. Su persona y su Misión. 1. Su persona – que él es Dios. 2. Su misión – salvar a los perdidos. ii. En conexión con la oración. iii. En conexión con la Palabra de Dios. III. LA RELACIÓN ENTRE LA FE Y LAS OBRAS. IV. EL ORIGEN DE LA FE. a. LA OBRA COMBINADA DE LA DEIDAD. i. Dios el padre, da la fe ii. Dios el Hijo, perfecciona la fe. iii. Dios el Espíritu Santo ,administra la fe b. LA FE TAMBIÉN TIENE UN LADO HUMANO. V. LOS RESULTADOS DE LA FE. a. SALVACIÓN POR MEDIO DE LA FE. b. DESCANSO, PAZ, SEGURIDAD Y GOZO. c. OBRAS PODEROSAS SIN LÍMITE.

Plan general de la doctrina de la fe. LA IMPORTANCIA DE LA

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Plan general de la doctrina de la fe.

I. LA IMPORTANCIA DE LA DOCTRINA DE LA FE.

II. LA DEFINICIÓN DE LA FE

a. LA FE EN GENERAL.

i. Basada en el conocimiento de la Palabra de Dios.

ii. La palabra de Dios reconocida como la verdad.

iii. Las demandas de la Palabra de Dios aceptadas

b. LA FE, PARTICULARMENTE.

i. Su persona y su Misión.

1. Su persona – que él es Dios.

2. Su misión – salvar a los perdidos.

ii. En conexión con la oración.

iii. En conexión con la Palabra de Dios.

III. LA RELACIÓN ENTRE LA FE Y LAS OBRAS.

IV. EL ORIGEN DE LA FE.

a. LA OBRA COMBINADA DE LA DEIDAD.

i. Dios el padre, da la fe

ii. Dios el Hijo, perfecciona la fe.

iii. Dios el Espíritu Santo ,administra la fe

b. LA FE TAMBIÉN TIENE UN LADO HUMANO.

V. LOS RESULTADOS DE LA FE.

a. SALVACIÓN POR MEDIO DE LA FE.

b. DESCANSO, PAZ, SEGURIDAD Y GOZO.

c. OBRAS PODEROSAS SIN LÍMITE.

LA FE.

1) ¿CUÁN IMPORTANTE ES LA DOCTRINA DE LA FE?

a) Todos queremos complacer a Dios; todas las religiones tienen este propósito, pero

la Palabra de Dios dice: “Pero sin fe es imposible agradar a Dios” Hebreos 11:6.

Fe es el único requisito para recibir la gracia y el favor de Dios.

b) Cristo reconoció la fe como la mayor de todas las otras virtudes. La mujer

cananea en San Mateo 15:21-28, buscó al señor diligentemente, pero no fue por

esa perseverancia que fue recompensada, sino por su fe. “Oh mujer grande es tu

fe; sea hecho contigo como quieres” Mateo 15:28.

c) El centurión vino al señor con toda humildad pero su siervo fue sanado

únicamente por su fe. “De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe”

Mateo 8:10. “Ve y como creíste te sea hecho” Mateo 8:13.. El hombre ciego en

San Marcos 10:46-52 rogaba con toda sinceridad, pero no recibió la vista por la

intensidad de sus ruegos, sino por su fe. “Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado.

Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.” Mateo 10:52.

d) En 2 Pedro 1:5-7 “que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para

alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.

6En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es

necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, 7

para que sometida a prueba

vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con

fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.”

la fe se considera como el fundamento sobre el cual se edifican las otras siete

virtudes de nuestro templo espiritual: virtudes la cuales “Porque si estas cosas están

en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al

conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.” 2Pedro 1:8 “Pero sin fe es imposible

agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y

que es galardonador de los que le buscan.” Hebreos 11:6

e) El Apóstol Pablo al enumerar las tres virtudes en 1Corintios 13:13, dice que la

mayor de ellas es el amor, pero él hace de la fe la base de las otras dos. Hebreos

11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se

ve.” La única esperanza que tenemos es en el Señor Jesucristo. Dudar de su

existencia no dejaría base alguna para esa esperanza. Fe es la segura evidencia “de

las cosas que no se ve”, porque, ¿Cómo podemos amar a aquel a quien no hemos

visto, sin confiar plenamente en su existencia? Cómo dicen las Escrituras “a quien

amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis

con gozo inefable y glorioso; 9

obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de

vuestras almas.” 1 Pedro 1:8-9

f) Así que, ambas cosas, o sea nuestra esperanza del futuro, y nuestro presente amor

para aquel que tiene el futuro, y nuestro presente amor por aquel que tiene el futuro

en sus manos, tiene su base en nuestra fe en él. Nuestra fe es en Jesucristo; así que,

temer por causa de las circunstancias que nos rodean, es dudar de Cristo, y de Su

poder para llevar a cabo las cosas acerca de la cuales dudamos.

2) ¿QUÉ ES LA FE?

Es muy difícil dar una definición clara y final de la fe, pues la palabra fe se usa de

distintas maneras, alguna veces se usa en un sentido general y otras veces en sentido

especial.

a) ¿QUÉ QUIERE DECIR FE, EN GENERAL?. Fe en el sentido general, envuelve

un conocimiento de la Palabra de Dios, la aceptación de sus dichos y demandar

como la verdad, y una apropiación personal de sus beneficios y promesas. Estos tres

elementos de la fe discutiremos separadamente.

i) ¿QUÉ RELACIÓN TIENE EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE

DIOS CON LA FE. La fe se basa en el conocimiento de la Palabra de Dios

“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” Rom. 10:17. De

manera que para ser rico en la fe, se requiere ser rico en el conocimiento de la

Palabra de Dios. Creer en la Palabra de Dios, en su valor esencial, es creer en

aquel que hablo esas palabras. “En ti confiarán los que conocen tu nombre,…”

Salmo 9:10ª. “¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y

cómo creerán en aquel de quien no han oído?...” Rom. 10:14.

La fe se basa en la mayor evidencia – La Palabra de Dios, que “permanece para

siempre….” Isaías 40:8. Esto simplemente quiere decir aceptar como verdad

todo lo que Dios dice en su Santa Palabra, especialmente con respecto a nuestras

iniquidades, y nuestra salvación por medio de Cristo. No tenemos que tener un

conocimiento perfecto de Cristo y de su obra redentora; sin embargo, no es un

caso de solamente notar estas cosas sin experimentar una convicción profunda

de que son la verdad. Por fe caen las escamas de nuestros ojos, y nos son

reveladas verdades espirituales, hasta entonces escondidas, las cuales responden

nuestros corazones. Nada entonces, puede ser más cierto que este conocimiento

fundado en Dios mismo “quien no puede mentir” Tito 1:2. La fe tiene que ver

con las cosas eternas y espirituales, en las cuales la certidumbre es

absolutamente necesaria, pues si no tenemos tal certidumbre nuestra fe es en

vano.

La fe no es un salto en la obscuridad sino una bien iluminada carretera. “La

exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.” Salmo

119:130. “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.” Salmo

119:105. Nuestro conocimiento de la Palabra de Dios debe estar no solamente

en nuestra cabeza sino también en nuestro corazón. “En mi corazón he

guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.” Salmo 119:11. “que si confesares

con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó

de los muertos, serás salvo. 10

Porque con el corazón se cree para justicia, pero

con la boca se confiesa para salvación.” Romanos 10:9-10

ii) ACEPTANDO LOS DICHOS Y DEMANDAS DE LA PALABRA DE DIOS

COM O LA VERDAD.

(1) El conocimiento de la Palabra de Dios esencial, pero también debemos

reconocer como verdad las cosas que sabemos. Marcos 12.32 “Entonces el

escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay

otro fuera de él;” Sabiendo que Jesús es Todopoderoso y que es el Salvador

del mundo, debemos rendir nuestros corazones a todas sus demandas y

dichos. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les

dio potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12. Todos los que le

recibieron a Cristo, creyendo lo que él decía de sí mismo, creyendo en El,

fueron hechos hijos de Dios. Cuando una persona recibe a Cristo como su

Señor y Salvador por la fe, tiene una profunda convicción de que Él es real,

y que todo lo la Palabra de Dios dice de Él es verdad. Esa tal persona

también tendrá un interés muy sincero en Cristo, pues siente que él satisface

una necesidad muy importante en su vida.

iii) RECIBIENDO LO QUE USTED PERSONALMENTE CONOCE Y SABE

COMO VERDAD.

(1) Conocer la verdad concerniente a Cristo, reconocer sus demandas como

verdad, no nos aprovecha para nada sino le recibimos en nuestro corazón.

“Mas a todos lo que le recibieron a los que creen en su nombre les dio

potestad de ser hechos hijos de Dios” Juan 1:12. Es posible reconocer a

Cristo como Divino y sin embargo rechazarle como Salvador. Podemos

reconocer las demandas bíblicas de Jesús sin rendirle nuestro corazón y

afecto como nuestro Salvador.

La fe demanda completo rendimiento de nuestra voluntad a los que

reconocemos en nuestra mente, y aceptamos con el corazón como verdad.

La fe siempre envuelve acción. Es el alma que salta hacia Cristo para

recibirle porque cree en El.

(2) Cuando rehusamos recibir los que sabemos ha de satisfacer nuestra

necesidad, permanecerá fuera de nuestro alcance como inútil. El acto de

recibir o no a Cristo como Salvador es asunto de vida o muerte. “El que

cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá

la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.” Juan 3:36. “El que tiene al

Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. 1Juan

5:12

(3) Conocer la Palabra de Dios y aceptarla como verdad no vale nada si no

recibimos en nuestro corazón al objeto de nuestra fe – Jesucristo. “Porque

también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero

no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la

oyeron.” He. 4:2

(4) Estos elementos de la fe están todos juntos en el corazón, el centro de

nuestra vida espiritual, de donde “mana la vida” Prov. 4:23. Esto es fe en el

sentido General – conocer la Palabra de Dios como la base, aceptar esa

Palabra en nuestro corazón como la verdad, y entregar nuestra voluntad a su

demandas.

b) ¿QUÉ SIGNIFICA LA FE EN EL SENTIDO PARTICULAR?

i) CUANDO LA FE SE USAN EN RELACIÓN CON EL NOMBRE DE DIOS.

(1) No puede haber contacto con el Dios invisible sin una fe absoluta en Su

existencia. También tenemos que creer que É es real, que verdaderamente

existe y que le podemos ver solamente con los ojos de la fe. Debemos creer

que el oye nuestras oraciones “Tú oyes la oración; A ti vendrá toda carne”

Salmo 65:2, y “que es galardonador de los que le buscan” Heb. 11:6. “Pero

ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida

entre vosotros, sino solamente de la nave. 23

Porque esta noche ha estado

conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, 24

diciendo: Pablo,

no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha

concedido todos los que navegan contigo.” Hechos 27:22-25. “Y no se

debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo

de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 20

Tampoco dudó, por

incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando

gloria a Dios, 21

plenamente convencido de que era también poderoso para

hacer todo lo que había prometido;” Romanos 4:19-21. “Luego vino a él

palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el

que te heredará. 5

Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta

las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia. 6

Y

creyó a Jehová, y le fue contado por justicia.” Gen. 15:4-6. Debemos creer

que el honrará con oración. “Por tanto os digo que todo lo que pidieres,

creed que lo recibiréis y os vendrá” Marcos 11:24. La fe cree todo lo que

Dios dice es la verdad absoluta, aun cuando las presente circunstancias

parezcan contrarias a su realización.

ii) CUANDO LA FE SE USA EN CONEXIÓN CON LA PERSONA Y OBRA

DE CRISTO.

(1) DEBE HABER UN CONOCIMENTO DE LO QUE CRISTO RECLAMA

SER, Y DE LO QUE SU MISIÓN ES EN ESTE MUNDO.

(a) CONCERNIENTE A SU PERSONA- QUE EL ES DIOS. “Oyó Jesús

que le habían expulsado; y hallándole, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de

Dios? 36

Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él? 37

Le

dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. 38

Y él dijo:

Creo, Señor; y le adoró” Juan 9:35-38. “el cual, siendo en forma de

Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, 7

sino que

se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los

hombres; 8

y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo,

haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. 9

Por lo cual Dios

también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo

nombre, 10

para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que

están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”. Fil. 2:6-11“Yo y

el Padre uno somos. Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para

apedrearle. 32

Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado

de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? 33

Le respondieron los

judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la

blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.” Juan 10:30-33

(b)CONCERNIENTE A SU OBRA –SALVAR A LOS PERDIDOS.

“como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y

para dar su vida en rescate por muchos” Mateo 20:28. “Y mientras

comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos,

y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27

Y tomando la copa, y

habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos; 28

porque

esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para

remisión de los pecados.” Mat. 26:26-28. “Y comenzando desde

Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las

Escrituras lo que de él decían. 28

Llegaron a la aldea adonde iban, y él

hizo como que iba más lejos. 29

Mas ellos le obligaron a quedarse,

diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha

declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30

Y aconteció que estando

sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31

Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se

desapareció de su vista. 32

Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro

corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos

abría las Escrituras? 33

Y levantándose en la misma hora, volvieron a

Jerusalén, y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos, 34

que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a

Simón. 35

Entonces ellos contaban las cosas que les habían acontecido en

el camino, y cómo le habían reconocido al partir el pan. 36

Mientras ellos

aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo:

Paz a vosotros. 37

Entonces, espantados y atemorizados, pensaban que

veían espíritu. 38

Pero él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a

vuestro corazón estos pensamientos? 39

Mirad mis manos y mis pies, que

yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni

huesos, como veis que yo tengo. 40

Y diciendo esto, les mostró las manos

y los pies. 41

Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban

maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? 42

Entonces le dieron

parte de un pez asado, y un panal de miel. 43

Y él lo tomó, y comió

delante de ellos. 44

Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando

aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está

escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Lucas

24:27-44.

(2) TENEMOS QUE ACEPTAR TODO LO QUE DIJO ACERCA DE SÍ

MISMO COMO LA VERDAD. “Ahora entendemos que sabes todas las

cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido

de Dios.” Juan 16:30. “Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y

Dios mío!” Juan 20:28. “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el

Cristo, el Hijo del Dios viviente” Mateo 16:16. “Le respondió Simón Pedro:

Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. 69

Y nosotros

hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”

Juan 6:68-69.

(a) DEBEMOS ACEPTAR A CRISTO PERSONALMENTE CREYENDO

QUE ÉL ES TODO LO QUE RECLAMA SER. “Mas a todos los que le

recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos

hijos de Dios;” Juan 1:12. “Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me

buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis; a donde yo voy, vosotros no

podéis venir……Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados;

porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.” Juan

8:21,24. “De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando

los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.”

Juan 5:24. Debemos entregarnos a Cristo como a una persona viva. El

tener fe en una doctrina nos hace tener fe en la persona que ha dado vida

a esa doctrina. Así Martha fue guiada a substituir su fe en la doctrina de

la resurrección por la fe en la persona de Cristo quien, por su propia

resurrección, dio vida y poder a la doctrina de la resurrección. Juan

11.25

iii) CUANDO LA FE SE USA EN CONEXIÓN CON LA ORACIÓN. “Y esta es

la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su

voluntad, él nos oye. 15

Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que

pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” 1Juan

5:15-15. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual

da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero pida con fe, no

dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es

arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 7No piense, pues, quien tal

haga, que recibirá cosa alguna del Señor.” Santiago 1:5-7. “Por tanto, os digo

que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.” Marcos

11:24. No debe vacilarse entre creer y no creer. Dudar es simplemente limitar

el poder de Dios para hacer lo que pedimos. “Tampoco dudó, por incredulidad,

de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,”

Romanos 4:20. “Levántate, pues, y desciende y no dudes de ir con ellos, porque

yo los he enviado.” Hechos 10:20. La fe verdadera da gracias a Dios por lo que

pide, aun antes de recibirlo; si lo que pide está de acuerdo a la voluntad de Dios.

“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os

vendrá.” Marcos 11:24. Debemos entender las promesas sobre la cuáles

basamos nuestras oraciones. Creyendo que las promesas de Dios merecen

nuestra confianza, debemos reclamarlas. De esa manera hacemos real lo que al

momento no se puede ver, y por lo que sabemos, ni aun existe. Sin embargo, por

medio de la fe lo vemos, y lo reclamamos como una realidad maravillosa.

Hablando de los grandes hombres de la fe en Hebreos 11 Dios dice: “Conforme

a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de

lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y

peregrinos sobre la tierra” Hebreos 11:13.

iv) CUANDO LA FE SE USA EN RELACIÓN CON LA PALABRA DE DIOS Y

SUS PROMESAS. Debemos saber si una determinada promesa es para

nosotros, o no; luego tenemos que creer que Dios está listo para cumplir lo que

promete. También tenemos que aceptar esa promesa como la verdad, y no

descontarla o empequeñecerla. Dios no miente, no puede mentir. “en la

esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes

del principio de los siglos,” Tito 1:2. Tenemos que embarcarnos en el barco de

sus promesas. Esta es el diferencia creencia y fe. La fe soporta la creencia y le

da vida, realidad y actividad. “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la

convicción de lo que no se ve.” Hebreos 11:1. Fe es actuar sobre lo que uno

cree. La fe reconoce cada promesa como válida y segura. “Por la fe también la

misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera

del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”

Hebreos 11:11. Ninguna prueba la hace vacilar. “Las mujeres recibieron sus

muertos mediante resurrección; mas otros fueron atormentados, no aceptando el

rescate, a fin de obtener mejor resurrección.” Hebreos 11:35. Es tan absoluta

que, aun sobrevive la aparente pérdida de su propia recompensa.

3) ¿QUÉ RELACIÓN TIENE LA FE CON LAS OBRAS? La fe sola no vale nada. La fe

por sí sola no salva, sino la fe en Cristo. Muchos dicen: “No importa lo que usted crea,

con tal que sea sincero.” Ud. Puede ser muy sincero en lo que cree, pero si cree una

mentira, ¿de qué le aprovecha? Los que adoraban al dios baal, en el Antiguo

Testamento eran muy sinceros en su fe, pero sus dioses de madera y de piedra, que ellos

habían hecho con sus propias manos, no tenían el poder de responderle, como lo hizo el

Dios de Elías. Fe en otro salvador no salva, sino solamente la fe en Cristo. Tener fe en

otro evangelio, aparte del nuevo Testamento, tampoco salvará. “Mas si aún nosotros, o

un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado,

sea anatema. 9

Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica

diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.” Gálatas 1:8-9. San Pablo no

contradice al Apóstol Santiago sobre el asunto de la fe y las obras. “14

Hermanos míos,

¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?

15Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento

de cada día, 16

y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les

dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? 17

Así también la fe,

si no tiene obras, es muerta en sí misma. 18

Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo

obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. 19

Tú crees

que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. 20

¿Mas quieres

saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? 21

¿No fue justificado por las obras

Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? 22

¿No ves que la

fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 23

Y se

cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y

fue llamado amigo de Dios. 24

Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las

obras, y no solamente por la fe. 25

Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue

justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? 26

Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está

muerta.” Santiago 2:14-26. “¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre

según la carne? 2Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse,

pero no para con Dios.” Romanos 4:1-2. San Pablo considera el asunto desde el punto

de vista de Dios, y dice que somos hechos justos delante de Dios por medio de la fe, sin

ninguna obra de nuestra parte. Todo depende completamente en los méritos de Cristo y

su Obra redentora consumada en la Cruz del Calvario. El apóstol Santiago considera la

fe desde el punto de vista del hombre, y dice: “Vosotros veis, pues, que el hombre es

justificado por las obras, y no solamente por la fe.” Santiago 2:24. San Pablo hace la

fe la base de nuestra justificación; Santiago dice que debemos demostrar nuestra fe de

una manera práctica, por medio de las obras. Delante de Dios somos justificados por la

fe en la obra consumada de Cristo, más delante de los hombres, quienes no puede ver

nuestros corazones, somos justificados cuando demostramos nuestra fe por medio de las

obras, el producto natural de la fe que salva son el testimonio de una vida cambiada.

Dios puede ver nuestro corazón, más el hombre solamente puede ver lo de afuera – lo

que procede del corazón, o sea el fruto de la fe: las buenas obras.

4) ¿DE DONDE VIENE LA FE?

a) LA FE ES LA OBRA DE DIOS EL PADRE, DIOS EL HIJO Y DIOS EL

ESPÍRITU SANTO, JUNTAMENTE.

i) DIOS EL PADRE. “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que

está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener,

sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió

a cada uno.” Romanos 12:3 Dios el padre da la fe, al principio. “Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,” Filipenses 1:29, y provee el desarrollo, como se

puede ver en 1Corintios 12. Así pues, la fe es una dádiva de la gracia gratuita de

Dios.

ii) DIOS EL HIJO PERFECCIONA LA FE. “puestos los ojos en Jesús, el autor y

consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz,

menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Hebreos

12:2. “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio

voces, diciendo: ¡Señor, sálvame! 31

Al momento Jesús, extendiendo la mano,

asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?” Mateo 14:30-31.

En este pasaje que el Apóstol Pedro pudo caminar sobre las agua por la fe, entre

tanto que su mirada estaba fija en Jesucristo. Su fe estaba en Cristo y en su

poder para hacerle caminar sobre las aguas, más cuando quito la mirada de

Cristo y la fijó en las olas tempestuosas que le rodeaban, empezó a dudar y a

temer, y entonces empezó a hundirse. Así es con nosotros, al momento en que

quitamos la vista de Cristo y la fijamos en el mundo alrededor con todas las

dificultades e imposibilidades, es entonces que la fe da lugar al temor; temor de

las circunstancias que nos rodean. “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos

la fe.” Lucas 17:5.

iii) DIOS EL ESPÍRITU SANTO ADMINISTRA LA FE. Dios el espíritu Santo es

el ejecutivo de la Deidad. Él administra el don de la fe. “Mas el fruto del

Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23

mansedumbre,

templanza; contra tales cosas no hay ley”. Gálatas 5:22-23 “a otro, fe por el

mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.”. 1Corintios

12:9. El don de la fe entonces es una dádiva de Dios el Padre, la cual es

mantenida y sostenida por Dios el Hijo, y administrada por Dios el Espíritu

Santo.

b) TAMBIEN HAY UN ELEMENTO HUMANO EN LA FE. Aunque la fe es el

producto de la Deidad, somos responsables por no tenerla. Porque Dios de la quiere

das a todas sus criaturas, y lo hará, si estas no resisten al Espíritu Santo. Así es que,

somos responsables, no solo por no tenerla, sino por resistir al Espíritu Santo, quien

dese engendrar la fe en nuestros corazones si le permitimos que lo haga. “Así que

la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17. “Pero muchos

de los que habían oído la palabra, creyeron; y el número de los varones era como

cinco mil.” Hechos 4:4. Por lo que hallamos en estos dos versículos, aprendemos

que la Palabra de Dios, se refiere al evangelio; mas en otros casos se refiere a la

Palabra, o sea a las Santas Escrituras, como el Instrumento que produce la fe. “Esto

solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por

el oír con fe? 3

¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a

acabar por la carne? 4

¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente

fue en vano. 5

Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre

vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?” Gálatas 2:2-5. San

Pablo habla de milagros hechos por el “oír de la fe” y en Romanos 4:19-20 nos dice:

“Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto

(siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 20

Tampoco dudó,

por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a

Dios,” La fe de Abraham fue manifestada cuando reclamó las promesas de Dios.

Si pues la fe viene por el oír de la Palabra de Dios, hablada, y por leer la Palabra

escrita, es claro que somos responsables por la falta de fe, si por supuesto, tenemos

la oportunidad de oír o de leer la Palabra de Dios, y no lo hacemos. San Lucas

menciona la oración muchas veces, como un instrumento en el desarrollo de la fe.

San Lucas menciona la oración muchas veces, como un instrumento en el desarrollo

de la fe. “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma

a tus hermanos.” Lucas 22:32. “Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe”

Lucas 17:5. Otras partes de la Escritura que mencionan la oración como una de las

cosas más importantes en el desarrollo de la fe, son “E inmediatamente el padre del

muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.” Marcos 9:24. Y “Viniendo

entonces los discípulos a Jesús, aparte, dijeron: ¿Por qué nosotros no pudimos

echarlo fuera? 20

Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si

tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se

pasará; y nada os será imposible. 21

Pero este género no sale sino con oración y

ayuno.” Esto versículos son dignos de poner suprema atención.. Nuestra fe se

aumenta si usamos la poca fe que ya tenemos. “Dijeron los apóstoles al Señor:

Auméntanos la fe. 6

Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de

mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os

obedecería.” Lucas 17:5-6 y “Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al

que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” Mateo 25:29. El ejercicio de la fe la

hace fuerte.

5) ¿Qué SON LOS RESULTADOS DE LA FE?

a) POR LA FE SOMOS SALVOS. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;

y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9

no por obras, para que nadie se gloríe.”

Efesios 2:8-9. El poder de la fe no está en la fe misma, sino en Jesucristo, en quien

ésta descansa. La salvación, pasada, presente y futura depende de la fe en el Señor

Jesucristo. No podemos empezar poniendo nuestra fe en Jesucristo y después

cambiar y ponerla en las obras, porque eso sería quitar nuestra fe en Jesucristo y

ponerla en nosotros mismos. No solamente somos salvos por la fe, sino también

vivimos al presente por la fe, como se dice en la Escritura: “Porque en el evangelio

la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe

vivirá.” Romanos 1:17. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su

nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” Juan 1:12. “Justificados,

pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;”

Romanos 5:1. Nuestra adopción es por la fe. “pues todos sois hijos de Dios por la fe

en Cristo Jesús;” Gál. 3:26. Somos santificado por la fe. “para que abras sus ojos,

para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios;

para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los

santificados.” Hechos 26:18. Somos guardados por el poder de Dios por medio de

la fe. “que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la

salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.” 1Pedro

1:5. Sin duda alguna, nuestra salvación desde el principio hasta el fin, dependen

completamente de nuestra fe en el Señor Jesucristo.

b) LA FE DA DESCANSO, PAZ, CERTIDUMBRE Y GOZO. La fe lleva consigo

misma una cierta realización de seguridad y protección, de gratitud y de gozo. Al

principio puede ser que no se sienta es seguridad y certidumbre, pues la percepción

al principio será algo vaga, más a medida que crezca la fe, así también crecerá la

realización de seguridad y protección. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo

pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.” Isaías 26:3. “Por nada

estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda

oración y ruego, con acción de gracias. 7Y la paz de Dios, que sobrepasa todo

entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo

Jesús.” Filipenses 4:6-7. “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios

por medio de nuestro Señor Jesucristo;” Romanos 5:1. “Pero los que hemos creído

entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán

en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del

mundo.” Hebreos 4:3. “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también

en mí.” 14:1. “a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no

lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;” 1 Pedro 1:8. El Dr. A.T.

Pierson dice: Hechos, fe y sentimientos es el orden de Dios. Satanás quiere cambiar

este orden, desea poner el sentimiento antes de la fe, para confundir al hijo de Dios.

Debemos andar de andar de acuerdo con el orden divino: los hechos de dios van

primero, luego sigue la fe con sus ojos puestos en los hechos de Dios, y por último

el sentimiento, siguiendo la fe. Todo irá bien, si se observa este orden, pero tan

pronto como la fe aparta los ojos de los hechos divinos y lo pone en los

sentimientos, todo vacila. Muchos quiere sentir algo antes de creer, pero eso es

contrario al orden de Dios, y la persona que pone la confianza en su sentimientos, o

en la manera como se sienta, muy pronto naufraga en las rocas de la duda y el

temor. Es la voluntad de dios que Ud. De una calma perfecta en la certidumbre de

su salvación, porque todo depende de Cristo y no de Ud. Mismo. La fe

inconmovible en Cristo, que se basa en su Palabra es la llave que abre la puerta de la

certidumbre de la salvación, paz en el corazón, reposo de los temores y gozo

permanente.

c) NO HAY LÍNITE A LO QUE SE PUEDE HACER POR MEDIO DE LA FE. “¿Y

qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Barac, de

Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas; 33

que por fe

conquistaron reinos, hicieron justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de

leones, 34

apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de

debilidad, se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”

Hebreos 11:32-34. “1Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si

tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte

dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.” Mateo 21:21. “De cierto, de cierto

os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún

mayores hará, porque yo voy al Padre.” Juan 14:12. Note las cosas maravillosas

hechas por los hombres de fe en Hebreos 11. Lea los versículos 32-40. Jesús

atribuye un poder sin límites a la fe. El discípulo, por medio de la fe, podrá llevar a

cabo obras mucho más grandes que su Maestro. Aquí está una enorme fuente de

poder para el creyente. La pregunta más importante que el cristiano tiene que

contestar no es: ¿Qué puedo hacer? Sino ¿Cuánto puedo creer? Porque “Jesús le

dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” Marcos 9:23