Plantilla - Copia (14)

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  • 8/16/2019 Plantilla - Copia (14)

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    Dios Está Formando Un Pueblo 

    Daniel López IPUC San Gil Diciembre 201

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    Verdaderos

    DiscípulosJesús Y La Oración 6

    Mateo 6:12

     Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,(

    por todos los siglos. Amén. 

    El perdón divino no resuelve la totalidad de nuestro problema moral. Además de necesitar que Dios nos perdone los pecados ya cometidos, debemos solicila protección de Dios de cara a los posibles motivos de pecado a los que estamos expuestos en el presente y en el futuro. De ahí que Cristo proceda de la quinta petica la sexta.

    La primera parte de la petición es causa de perplejidad para muchas personas. Si el tentador es el diablo, ¿por qué nos enseña Cristo a dirigirnos al Padcomo si éste, y no el diablo, fuera el responsable de dirigir nuestros pasos hacia la tentación? ¿Acaso nos tienta Dios? Ésta es una cuestión compleja que necesitamoconsiderar con serenidad.

    De inmediato, recordemos las palabras contundentes de (Stg 1:13) “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado dparte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie;” Santiago sale al paso de aquelque desean justificar sus caídas morales atribuyéndolas a la acción soberana de Dios. Todos compartimos la tendencia de Adán, la de buscar alguna cabeza de turpara nuestros propios deslices: No   —dice Santiago—, nunca debemos atribuirle a Dios la culpa de nuestros desaciertos —ni siquiera podemos justificarnos aDios acusando al tentador—, sino que tenemos que afrontar aquello que hay en nosotros que se deja seducir por las tentaciones y reconocer nuestra propia cul

    (Stg 1:14) “sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.”. Ptanto, no debemos confundir las cosas. Existe un Dios soberano que ejerce su voluntad y existe también un tentador; pero la culpa de nuestras caídas debemos buscaen nosotros mismos. Sólo podemos hacer de Dios el autor de las dádivas buenas y perfectas   , sobre todo la de la nueva vida en Cristo. 

    Así las cosas, ¿cómo es que Jesús, en el Padrenuestro, de alguna manera habla como si Dios fuera el responsable de nuestrastentaciones? Los comentaristas suelen optar por una de tres explicaciones que, puesto que no son en absoluto incompatibles entre sí,podemos aceptar como complementarias.

    Por un lado, la palabra tentación  , la cual hoy en día conlleva matices siniestros de seducción e impulso hacia el pecado, tambiénpuede ser traducida como  prueba  , palabra que indica igualmente una situación desagradable y difícil, pero que carece de esasconnotaciones siniestras. Y, a todas luces, queda claro que las  pruebas   forman una parte esencial del programa de Dios para el creyente.Es necesario que nuestra profesión de fe sea puesta a prueba para ver si es fe verdadera o una mera emoción pasajera o decisión temporal

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    Dios Está Formando Un Pueblo 

    Daniel López IPUC San Gil Diciembre 201

    2(1 P 1:6 7) “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengá

    que ser afligidos en diversas pruebas, 7para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosque el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y hon

    cuando sea manifestado Jesucristo,”. En el Antiguo Testamento, Dios es percibido como aquel que conduce a su pueblo introduciéndolo muchveces en lugares de prueba. Así:

    a)  Dios probó a Abraham (Gn 22:1) “ Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y

    dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.” al pedirle que sacrificara a su hijo Isaac. b)  Moisés explicó a Israel que Dios lo había conducido al desierto para humillarte, pro án ote , a fín de saber lo que había en tu corazón   (Dt 8:2) “ 

    te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarentaños en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazó

    si habías de guardar o no sus mandamientos.”.

    Sin embargo, si Dios es quien ha determinado que es necesario que seamos sometidos a pruebas, ¿cómo atrevernos a pedirle una exención: No nos metas prueba  ? Seguramente, si éste es el matiz correcto del versículo, tendríamos que suponer que Jesús está diciendo que oremos más o menos de la siguiente maner

    Señor sé que es necesario que en esta vida yo tenga que afrontar diversas pruebas pero soy débil y temo caer por lo cual te pido que no me metas en situaciones q

    no sea capaz de resistir ni en ninguna prueba que no sirva para el fin positivo de fomentar mi santificación.  

    En segundo lugar, en las Escrituras Dios suele asumir la responsabilidad —pero no la culpa— de lo que hace el diablo. Es así porque el maligno no pueactuar en contra nuestra a no ser que Dios se lo permita (como sucedió con Job). Por lo tanto, hacemos bien en ver, más allá de la mano de Satanás, la voluntad permisde Dios. Dios no tienta a nadie, pero concede permiso al diablo para que éste lo haga. Por eso, aunque Satanás fue el instrumento inmediato de los padecimientos de Joél mismo describe sus iniciativas en términos de una acción directa de Dios: Extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene   (1:11). Más aún, cuando Satanás se presepor segunda vez en la corte celestial, Dios mismo asume la responsabilidad de las aflicciones de Job: Tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa   (2:3).este sentido, Dios es el responsable de nuestras pruebas y tentaciones, por lo cual hacemos bien en dirigirle a él nuestra petición de ser eximidos de ellas. 

    En tercer lugar, parece ser que el verbo traducido como meternos  , aunque sugiere en sí una acción directa de Dios, en aquel entonces podía indicar tambuna acción  permitida   por él, en cuyo caso tendría que traducirse como  permitir que nos encontremos  . En realidad, esta lectura es muy parecida a la anterior. Aveíamos que Dios permite que estemos sujetos a las acciones del tentador  ; ahora vemos que permite que afrontemos situaciones de tentación  . En ambos casos, la peticsolicita que Dios reduzca al mínimo el permiso que concede: Si es tu voluntad, no permitas que entremos, débiles como somos por naturaleza e inclinados al pecado, situaciones que en el curso natural de los acontecimientos nos expongan a tentación y caída  .

    Así le expresamos implícitamente a Dios dos cosas:a)  Por un lado, reconocemos ante él nuestra debilidad. Es decir, en la medida en que no acostumbramos a utilizar esta petición, en esa misma med

    demostramos nuestra insensibilidad ante los peligros que nos rodean y ante nuestra propia propensión a caer.b)  Por otro lado, reconocemos nuestra dependencia de Dios, no sólo para nuestro sustento físico, sino también para

    nuestra protección moral. Sólo él sabe el grado de tentación que somos capaces de resistir; sólo él sabe qué pruebasservirán para nuestro fortalecimiento en la fe y qué pruebas nos hundirían; sólo él puede fortalecernos para quealcancemos triunfos morales y victorias espirituales. Que sea él, pues, quien decida nuestras circunstancias y lasdirija para nuestra santificación.

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    Dios Está Formando Un Pueblo 

    Daniel López IPUC San Gil Diciembre 201

    3Y, en todo caso, ya sea que tengamos que afrontar la prueba, ya sea que ésta sea quitada de en medio, le pedimos a Dios que nos libre del maligno  . 

    Para quien tenga ojos para ver o para quien haya tenido que afrontar la horrorosa oscuridad de la lucha directa con las huestes del mal, no hay nada en emundo que le infunda más terror, pánico y espanto que la sola idea de caer en las garras de Satanás. Si rezamos esta petición de una manera fría y mecánica, damevidencia de no saber de qué va el asunto. Todo el mundo yace bajo el poder del maligno   (1 Juan 5:19); los «hijos de desobediencia» andan según la corriente de esiglo, conforme al príncipe de la potestad del aire   (Efesios 2:2); y, en consecuencia, van de cabeza al fuego eterno, donde compartirán la terrible suerte preparada pa

    el diablo y sus ángeles (Mateo 25:41). Al ver lo que está en juego, al comprender que, por la fe en Cristo, Dios nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladóreino de su Hijo amado   (Colosenses 1:13), pero viendo también su propia flaqueza y propensión a caer y comprendiendo que su adversario, el diablo, anda al acecho coleón rugiente, buscando a quien devorar   (1 Pedro 5:8), el discípulo anhela desesperadamente ser libre de toda clase de atadura, asechanza o trampa diabólica.

    Es consolador pensar que el mismo apóstol que nos advierte acerca del acecho del diablo, sucumbió en algún momento, cayó bajo las tentaciones del maligy, en el patio de la casa de Caifás, negó tres veces a su Señor (26:69– 75). Pero aun así, Dios le l ibró finalmente del maligno: su fe no le faltó y pudo ser restauragracias a la fiel intercesión de Cristo (Lucas 22:32).

    ¡Ser librados del maligno! El quebrantamiento de todas las cadenas con las cuales Satanás nos ha tenido atados   (Lucas 13:16) es un largo proceso en el cu

    sin duda, tendremos que llorar amargamente   muchas veces, como Pedro. Por eso mismo, aun habiendo sido trasladados al reino de Cristo y no perteneciendo másdominio satánico, seguimos necesitando orar con frecuencia esta petición del Padrenuestro. Mientras estemos en este mundo, seguiremos necesitando la obra libertadode Dios; pero, además, la propia oración en este sentido es uno de los medios del cual Dios se sirve para librarnos. Por eso, Cristo no sólo nos enseñó a pedir protección divina de cara a la tentación, sino también a velar y orar para que no entremos en tentación   (26:41).

    Todo esto enlaza con otro matiz señalado por diferentes comentaristas: el de que —según el testimonio de las Escrituras— los «últimos tiempos»caracterizarán por la fuerte tentación del pueblo de Dios por parte del diablo. Así, Pablo advierte a Timoteo de que en los últimos días vendrán tiempos difíciles   en que los creyentes serán zarandeados y perseguidos por las actividades de falsos maestros (2 Timoteo 3:1– 13; cf. 1 Juan 2:18), mientras el Espíritu de Dios prometlos fieles de Filadelfia: Te guardaré de la hora de la prueba [o tentación], esa hora que está por venir sobre todo el mundo para probar a los que habitan sobre la tierr

    (Apocalipsis 3:10). Por eso mismo, Cristo hablará más adelante acerca de la tribulación venidera de su pueblo empleando el sí mil de los dolores de parto:

    Desde esta perspectiva, aunque conscientes de nuestra debilidad y de los poderosos recursos del enemigo, es con confianza como hacemos nuestras palabras de esta oración. Nos espera un largo caminar por el desierto de esta vida, un lugar peligroso sembrado de tentaciones morales, violencia política, oposicisocial y confusión doctrinal; pero nos encomendamos a Dios y a su poder liberador, confiados en que él es poderoso para llevarnos consigo hasta el fin y traernvictoriosos a su reino eterno. En esto compartimos la misma esperanza del apóstol Pablo: El Señor me librará de toda obra mala y me traerá a salvo a su reino celest(2 Timoteo 4:18). El diablo es más fuerte que nosotros, ¿quién lo duda? Pero más poderoso que él es aquel que socorre a los que son tentados (Hebreos 2:18):Dios puede hacer que toda gracia abunde para vosotros, a fín de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra (2 Corinti

    9:8)  .A aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, al único

    Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad (Judas 24  – 25)  .No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados más

    allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que podáis resist ir (1 Corintios 10:13)  .