PLURALISMO SEMIOTICO

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  • 7/25/2019 PLURALISMO SEMIOTICO

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    El "pluralismo semitico" y el nuevo gobierno de lossignos.Homenaje a Flix Guattari

    Traduccin de Marcelo Expsito, revisada por Joaqun Barriendos

    Maurizio Lazzarato

    Para Flix Guattari el capital es mucho ms que una simple categora econmica relacionada con

    la circulacin de bienes y la acumulacin. El capital, para Guatarri, es ms bien una categora

    semitica que concierne a todos los nieles de la produccin y a todos los nieles de estrati!icacin

    de los poderes. "eg#n una de!inicin guattariana que se remonta a los a$os setenta el capital es

    un %operador semitico%.

    &as componentes semiticas del capital !uncionan siempre sobre un doble registro. El primer

    registro consiste en la %representacin% y en la %signi!icacin%, las cuales se organi'an mediante

    semiticas signi!icantes (la lengua) con istas a la produccin del %su*eto%, del %indiiduo%, del %yo%.

    El segundo es el registro maqunico organi'ado por semiticas asigni!icantes (tales como la

    moneda, las mquinas analgicas o digitales de produccin de imgenes, sonidos e in!ormaciones+

    las ecuaciones, las !unciones, los diagramas de la ciencia+ la m#sica+ etc.) que %pueden poner en

    *uego signos que tienen un e!ecto simblico o signi!icante, pero cuyo !uncionamiento propiamente

    dicho no es simblico ni signi!icante%. Este segundo registro no se dirige a la constitucin del

    su*eto, sino a la captura y la actiacin de elementos presub*etios y preindiiduales (a!ectos,

    emociones, percepciones) para hacerlos !uncionar como pie'as de la mquina semitica del

    capital.

    Las funciones de sujecin social y de alienacin subjetiva de las semiticas significantes

    El sistema capitalista produce y distribuye, a tras de la representacin y la signi!icacin, roles y

    !unciones+ nos equipa con una sub*etiidad y nos asigna una indiiduacin (identidad, sexo,

    pro!esin, nacionalidad, etc.), de manera que todo el mundo est apresado en una trampa

    semitica signi!icante y representatia. Esta operacin de %su*ecin social% assujettissement social-

    preestablece identidades y roles (%sub*etiidad racionalista capitalista%), subordina la multiplicidad y

    la heterogeneidad de las semiticas presigni!icantes o simblicas al lengua*e y tiene !unciones de

    representacin y de signi!icacin.

    &as semiticas simblicas corporales(todo medio de expresin preerbal, corporal, icnico la

    dan'a, la mmica, una somati'acin, una crisis neriosa, una crisis de llanto, las intensidades, los

    moimientos, los ritmos, etc.) no dependen ni del lenguaje significante ni de la consciencia. /o

    ponen en *uego ni a un locutor ni a un auditorio per!ectamente discernibles tal y como lo postulan

    los modelos de anlisis comunicacionales y ling0sticos+ la palabra no ocupa en ellas un primer

    plano. Estas semiticas estn animadas por los a!ectos y dan lugar a relaciones que son

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    del cuerpo, en lugar de estar centradas en la lengua, son actiadas como tales por la produccin

    industrial, maqunica y no humana de imgenes, sonidos, palabras, intensidades, moimientos,

    ritmos, etctera.

    6ientras que las semiticas signi!icantes tienen una !uncin de alienacin sub*etia y de %su*ecin

    social%, las semiticas asigni!icantes tienen una !uncin de %seridumbre maqunica%. &assemiticas asigni!icantes operan una sincroni'acin y una modulacin de componentes

    preindiiduales y preerbales de la sub*etiidad haciendo que los a!ectos, las percepciones, las

    emociones, etctera !uncionen como pie'as, componentes o elementos de una mquina

    (seridumbre maqunica). 7odos nosotros podemos !uncionar como componentes input!outputde

    mquinas semiticas+ como simples rels de la teleisin o de 8nternet que de*an pasar o impiden

    el paso de la in!ormacin, de la comunicacin, de los a!ectos. 2 di!erencia de las semiticas

    signi!icantes, las semiticas asigni!icantes no conocen personas, ni roles, ni su*etos. 1ado que la

    su*ecin implica a personas globales 9representaciones sub*etias molares !cilmente

    manipulables9 %la su*ecin maqunica agencia elementos in!rapersonales e in!rasociales, en ra'n

    de una economa molecular del deseo%. &a potencia de estas semiticas reside en el hecho de queatraiesan sistemas de representacin o de signi!icacin en los cuales %se reconocen y se alienan

    los su*etos indiiduados%.

    &a seridumbre maqunica no es, por tanto, lo mismo que la su*ecin social. "i esta #ltima se dirige

    a la dimensin molar e indiiduada de la sub*etiidad, la primera actia su dimensin molecular,

    preindiidual y transindiidual.

    El sistema, en el primer caso, habla y hace hablar+ indexa y capta la multiplicidad de semiticas

    presigni!icantes y simblicas en el lengua*e y en cadenas ling0sticas priilegiando sus !unciones

    representatias. E el segundo caso, en cambio, no produce discurso ni habla, sino que !unciona y

    pone en moimiento conectndose directamente con %el sistema nerioso, el cerebro, la memoria,

    etctera%, es decir, actiando relaciones a!ectias, transitias y transindiiduales di!cilmente

    atribuibles a un su*eto, a un indiiduo o a un yo. Estos dos registros semiticos traba*an *untos en la

    produccin y en el control de la sub*etiidad, tanto en su dimensin molarcomo en la molecular.

    :omo eremos a continuacin, los mismos dispositios semiticos pueden ser a la e' dispositios

    de seridumbre maqunica y de su*ecin social (la teleisin, por e*emplo, puede constituirnos en

    su*eto, en usuario, o bien utili'arnos como simples rels que de*an pasar una in!ormacin, una

    comunicacin o signos que desencadenan una accin;reaccin). 7enemos el priilegio de ser

    sometidos a los e!ectos de una y de otra a la e'.

    &a alori'acin de las semiticas simblicas o presigni!icantes y la a!irmacin de su creatiidad y

    de su poder actuar independientemente del lengua*e, acompa$a y !aorece la a!irmacin poltica

    de las minoras en los a$os sesenta y setenta. Estas materias y modalidades de expresin son en

    e!ecto las de las minoras las mu*eres, los ni$os, las locas, los en!ermos, las minoras sexuales,

    ling0sticas y sociales. En realidad, se trata de semiticas y de modalidades de expresin de %todo

    el mundo%, ya que se trata de semiticas y modalidades de expresin del cuerpo. El pluralismo

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    semitico es una pie'a clae de la crtica de la sub*etiidad %mayoritaria% de las sociedades

    capitalistas que reali'an 1eleu'e y Guattari.

    En estas condiciones, el problema poltico que se plantea Guattari es el de distinguir radicalmente

    entre una %poltica de la signi!icacin% y una %poltica de la expresin%, siendo esta #ltima una

    poltica de la %experimentacin%. 7area ingrata, puesto que la historia del moimiento obrero ynotoriamente de su componente marxista ha practicado procesos de sub*etiacin en plena

    sintona con las polticas de signi!icacin y de representacin de las sociedades disciplinarias (la

    relacin con lo real debe pasar por la conciencia y la representacin).

    Las semiticas asignificantes

    4ay que insistir en el papel que *uegan y el sentido pro!undo que tienen las semiticas

    asigni!icantes (la moneda, los dispositios de produccin maqunicos de imgenes, de sonidos, de

    palabras+ los signos, las ecuaciones y las !rmulas utili'adas por la ciencia+ la m#sica, etc.) puestoque la mayor parte de las teoras ling0sticas y polticas las ignoran, al tiempo que constituyen el

    piote de las nueas !ormas de gobierno capitalista. Es a partir de ellas que puede e!ectuarse una

    nuea distribucin entre lo discursio y lo no discursio.

    &as teoras ling0sticas y la !iloso!a analtica ignoran su existencia y su !uncionamiento ya que dan

    por supuesto que la produccin y la circulacin de signos y palabras es un asunto esencialmente

    humano, de %intercambio% semitico entre los hombres. "e !undan sobre una concepcin

    logocntrica de la enunciacin, mientras que una parte creciente de las enunciaciones y de la

    circulacin de signos se produce y traba*a mediante dispositios maqunicos (teleisin, cine, radio,

    8nternet, etc.). En ellas, la enunciacin es todaa territoriali'ada y logocntrica, mientras que el

    capitalismo se caracteri'a por una enunciacin desterritoriali'ada y maquinocntrica. &os medios

    de comunicacin y las telecomunicaciones replican las antiguas relaciones %orales y escriturales%,

    con!igurando nueos agenciamientos de enunciacin (indiiduales y colectios).

    &as teoras que hacen de la palabra y del lengua*e las ms importantes o exclusias !ormas de

    expresin poltica (2rendt, 3anci

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    e*erca en la %polis% griega, que es lo que, siguiendo a 4annah 2rendt, hacen tales teoras. En el

    espacio p#blico contemporneo la produccin de la palabra se organi'a %industrialmente% antes

    que %teatralmente%. El proceso de sub*etiacin o de indiiduacin ya no se puede reducir a la

    su*ecin social, de*ando completamente en suspenso la seridumbre maqunica. Parad*icamente,

    todas esas teoras polticas y ling0sticas contemporneas que hacen directa o indirectamente

    re!erencia a la polis yAo al teatro nos colocan en una situacin precapitalista.

    El vdeo como un flujo cualquiera

    "eg#n 1eleu'e y Guattari, el uso capitalista del lengua*e se reali'a y se concreta solamente

    cuando aparecen los medios tcnicos de expresin que permiten el desci!ramiento generali'ado de

    los !lu*os que caracteri'an al capitalismo. El !lu*o elctrico se puede considerar como la reali'acin

    de uno de esos !lu*os. El !lu*o elctrico no produce ni smbolos ni signi!icacin, sino puntos;signos

    sin signi!icacin que producen los !lu*os de imgenes, de sonidos y de palabras, la cuales pueden

    por otra parte asumir una signi!icacin. El !lu*o elctrico como tal es indi!erente a sus productos. Elideoartista ?ill =iola nos describe cmo !unciona este !lu*o asigni!icante %la imagen deo es un

    motio de ondas estacionarias de energa elctrica, un sistema ibratorio compuesto por

    !recuencias espec!icas como las que se espera encontrar en cualquier ob*eto sonoro%.

    B:mo pasamos de las !recuencias y de las amplitudes de onda elctricas (signos que no tienen

    signi!icacin) a las imgenes, los sonidos y las palabras que ehiculan signi!icacionesC Por

    modulacin. El sentido de este concepto (el cual utili'a 1eleu'e para explicar el dispositio de

    poder de la sociedad de control y que se opone al %moldeado% de la sociedad disciplinaria) hay que

    buscarlo aqu, en la mquina deo. &a teleisin es un dispositio que modula la onda portadora

    (de mensa*e) actuando a la e' sobre su amplitud y su !recuencia. &a cmara no captura las

    imgenes, sino las ondas que las constituyen, componindolas y descomponindolas por

    modulacin. &a produccin y la transmisin de una imagen es en realidad la modulacin de

    ibraciones, de ondas elctricas, de la %mota isual% seg#n una bella imagen de ?ergson.

    7enemos, por tanto, una lnea (una onda) a"stractay no figurativa, un !lu*o analgico de ondas

    elctricas que ibran como un ob*eto sonoro y un dispositio de modulacin (teleisin, radio,

    ordenador) que se aplica directamente sobre los !lu*os analgicos produciendo !iguras, palabras,

    sonidos. &a modulacin es modulacin de moimientos, de !lu*os, de intensidades, de ibraciones,

    de ritmos de un mundo preio al hombre (un mundo preio a la imagen tal y como la percibimos, un

    mundo preio al sonido tal y como lo escuchamos, un mundo preio a la palabra tal y como la

    articulamos). Dn mundo de %experiencia pura% preio a la cristali'acin del ob*eto o del su*eto. Dn

    mundo no %humano% en tanto que sobrepasa nuestras capacidades de percibir estos moimientos,

    estas intensidades, estos ritmos. 7odo es moimiento en el deo, todo es tiempo. Pero

    moimientos y temporalidades no %humanas%. %&a diisin en lneas y tramas son #nicamente

    diisiones en el tiempo aperturas y cierres de entanas temporales que delimitan periodos de

    actiidad al interior del !lu*o electrnico. &a imagen deo es, pues, un campo energtico io y

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    dinmico, una ibracin que adopta una apariencia slida solamente porque sobrepasa nuestra

    capacidad de discernir interalos de tiempo tan !inos% (?ill =iola).

    6odulando estas intensidades, estos ritmos y estos moimientos, las mquinas asemiticas

    elaboran las condiciones de emergencia de la imagen, de la palabra, del sonido+ es decir, elaboran

    las condiciones de emergencia de la accin, de la percepcin, de la enunciacin. Es de ah dedonde sacan su potencia ya que traba*an sobre el con*unto de las componentes de los procesos de

    sub*etiacin (ling0sticas y simblicas), pero partiendo de este %aco%, anterior de hecho a toda

    signi!icacin y representacin. ?arren el con*unto de las modalidades de expresin, molares y

    moleculares.

    La moneda

    &o que nos interesa en este marco es la relacin entre lnea abstracta no !iguratia y produccin de

    !igura, ya que, en el capitalismo, la moneda !unciona exactamente de la misma manera. &amoneda como inersin, la moneda en tanto que capital, es un !lu*o indi!erente a toda sustancia, a

    toda materia, a todo su*eto. Flu*o absolutamente abstracto y no !iguratio que puede dar lugar a

    cualquier !igura (a cualquier produccin). En los !lu*os monetarios es el sistema bancario el que

    opera la modulacin de este !lu*o abstracto y no !iguratio. El dispositio bancario, al modular la

    !recuencia y la amplitud de la inersin, puede dar lugar a cualquier !iguraAproduccin. Es el

    sistema bancario el que opera la conersin de la lnea abstracta de la moneda como capital en

    moneda de pago.

    &a moneda que circula en los bancos y que est inscrita en el balance de las empresas no es, en

    absoluto, la misma moneda que tenemos en nuestra cartera o que tocamos en !orma de salarios o

    alquileres. Estas dos monedas, la moneda de cambio y la moneda de crdito, pertenecen a dos

    regmenes de poder di!erentes. &o que llamamos %poder adquisitio% es en realidad una

    impotencia. "e trata de signos monetarios impotentes porque se limitan a una serie de

    trans!erencias posibles dentro del !lu*o de consumo que los !lu*os de crdito y la lnea abstracta de

    la moneda como capital han determinado. %Esta!a csmica%.

    &a moneda de crdito (lnea abstracta no !iguratia), por el contrario, tiene el poder de rearticular

    las cadenas econmicas, de determinar un despla'amiento de las !iguras, de actuar sobre la

    constitucin de posibles. El crdito de inersin es capa' de escribir directamente lo real porque,

    como sabemos, no conoce ni su*etos ni ob*etos indiiduados, atraiesa las signi!icaciones y las

    representaciones.

    Las t#cnicas del espritu

    &os contenidos de la sub*etiidad de la sociedad de control dependen de una multitud de sistemas

    maqunicos. Para describir esta %entrada en mquinas% de la sub*etiidad, en el sentido en el que

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    se dice %entrar en la religin%, bastara con rememorar los gestos y las acciones que nosotros,

    hombres del occidente desarrollado, cumplimos todos los das en nuestra cotidianeidad

    6e leanto por la ma$ana y lo primero que hago es encender la lu' actiando as un dispositio

    tecnolgico que permite un desci!ramiento generali'ado del !lu*o propio del capitalismo. Dn !lu*o

    cualquiera indi!erente a todo producto y a toda actuali'acin pero que, compuesto de puntos;signos sin signi!icacin, a a penetrar y hacer !uncionar todos los otros dispositios tecnolgicos

    que actiar a lo largo del da.

    6ientras me tomo el desayuno escucho la radio. &as dimensiones espaciales y temporales

    habituales de mi mundo sonoro son suspendidas. &os esquemas sensomotores habituales sobre

    los que se !unda la percepcin sonora son neutrali'ados. &a o', la palabra y el sonido son

    desterritoriali'ados ya que han perdido toda relacin con un cuerpo, un lugar, una situacin, un

    territorio. &a di!usin radio!nica ya no o!rece %la orientacin, los lmites y la estructura del espacio%

    de la enunciacin, sino solamente %relaciones entre intensidades sonoras% ("erge :ardinal). &o que

    la radio aprehende %no son tanto !ragmentos sonoros entendidos como cualidades sensiblesre!eridas a un ob*eto, sino ms bien una serie ilimitada de modos, de !uer'as pasias y actias de

    a!eccin%. %&o sonoro comporta !uer'as elementales (intensidades, tono, interalos, ritmo y tempo)

    que tienen un impacto ms directo sobre las gentes que el sentido de las palabras es ah donde

    reside (seg#n 2rnheim, citado por :ardinal) el !undamento del arte radio!nico%. Pero es ah

    tambin donde reside el !undamento del gobierno de las sociedades de control.

    2ntes de salir tele!oneo para aisar que llegar media hora tarde. B1nde tiene lugar la

    comunicacinC BEn mi casaC BEn la de mi interlocutorC BEn el dispositio de comunicacinC B:ul

    es el contexto de esta enunciacinC

    En la calle busco un ca*ero automtico para sacar dinero+ un dispositio electrnico, in!ormtico y

    telemtico que no emite sino puntos;signos sin signi!icacin el cual satis!ace mi peticin poniendo a

    mi disposicin signos monetarios que guardo en el bolsillo. Flu*o de poder adquisitio que, como

    sabemos, no tiene en realidad ning#n poder que intercambiarse con otros signos mercantili'ados,

    ostensiblemente pegados en los pasillos del metro que debo tomar. &a taquilla automtica del

    metro es un sistema de regulacin y de control sin signi!icacin la cual puede, sin embargo,

    producir signi!icaciones en la medida en que me exige sin cesar el cobro de mis signos sin poder,

    modulando continuadamente la necesidad de traba*ar.

    2ntes de entrar en el metro compro un peridico. &a lectura del diario me en!renta a una

    especi!icidad capitalista de escritura y a otra mquina de signos y de in!ormacin. 1e*emos lapalabra a Gabriel 7arde quien, a !inales del siglo 8, haba ya subrayado la di!erencia de este

    modo de enunciacin %mudo% en relacin a la polis griega %&os oradores polticos griegos

    componan un discurso destinado a ser pronunciado en un tiempo muy corto, en un espacio que no

    exceda *ams el alcance de la o' humana% !rente a un n#mero restringido de hombres

    %momentneamente sustrados a cualquier otra in!luencia ambiental%, y que compartan con el

    orador %un mismo estado de nimo%.

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    &a !uncin del peridico parece ser completamente otra. %El peridico se dirige a un p#blico mucho

    ms extenso, ms disperso, compuesto por indiiduos que, mientras leen los artculos, estn

    sometidos a distracciones de todo gnero, escuchan el rumor de las conersaciones alrededor

    suyo, en su crculo o en el ca!, a eces con ideas contrarias a las del articulista%. &os lectores,

    como los radioyentes, no en *ams al escritor ni sus gestos, ni sus posturas, ni los rasgos de su

    rostro, y, a di!erencia de la radio, no escuchan ni su o' ni su entonacin. 2 di!erencia del orador,quien con un solo discurso condiciona el nimo de sus auditores, hacen !alta muchos artculos para

    obtener el mismo resultado ya que %el artculo no es ms que un anillo de una cadena de artculos,

    que por lo general emanan de m#ltiples escritores que componen el equipo de redaccin del

    peridico%.

    Es a partir de la reolucin !rancesa que este grande y comple*o %discurso mudo% est en

    condiciones de conducir nuestras democracias. &a gran di!icultad de un peridico estriba en !ormar

    su p#blico y conserarlo. Dn p#blico ni se constituye ni se consera con un cuerpo de ideas

    coherentes o con la exposicin de argumentos armoniosos, como sucede con la retrica del orador.

    %El tema del diario se compone de innumerables temas, incoherentes, que le son proistos cadama$ana por los acontecimientos del da o de la igilia. Es como si, en el curso de una arenga de

    1emstenes contra Filipo, a cada instante se le acercasen mensa*eros para aportarle noticias

    !rescas, y como si el recitado o la interpretacin de estas in!ormaciones constituyese su discurso%.

    2l regresar a casa miro, *unto con otros ocho millones de !ranceses, un telediario. :onstituimos una

    inmensa red neuronal, una red de cuerpos y de almas, de a!ectos, de emociones y de pasiones

    simultneamente sincroni'ados. :onstituimos un inmenso sistema nerioso expuesto a las

    palabras de orden del poder. Buin habla en el aparato y quin se dirige a quinC El busto

    parlante de turno no es ms que la terminal de un agenciamiento %industrial% de produccin de

    enunciacin en el cual la redaccin, los periodistas, los traba*adores free$lancee intermitentes noson ms que una parte (y no necesariamente la ms importante) de la cadena de produccin. &a

    o' del presentador es una %poli!ona% nada simptica. En su o' resuenan las oces de los

    poderes !cticos, de los anunciantes publicitarios, de otros medios escritos y electrnicos y las de

    los P1G-cuyo proyecto %cultural% consiste en poner los cerebros a disposicin del marHeting de

    las empresas.

    &os ocho millones de telespectadores se encuentran de esta manera, cada uno en sus respectia

    casa, en el centro de un agenciamiento y en el cruce de una serie de !lu*os. &as modalidades de

    moili'acin de la atencin, la manera de organi'ar los programas y de presentar los temas

    reproducen, de di!erentes maneras, la experiencia de leer el peridico o de escuchar la radio. Pero

    aparecen elementos nueos ligados a la especi!icidad tecnolgica del dispositio. Frente a mi

    aparato de teleisin, de esta manera, soy el entrecru'amiento de %(5) una !ascinacin perceptia

    proocada por el barrido luminoso del aparato que con!ina al hipnotismo, () una relacin de

    captura del contenido narratio de la emisin la cual est asociada a una igilancia lateral con la

    ista puesta en los acontecimientos circundantes (el agua que hiere en la cocina, el grito de un

    ni$o, el tel!ono...), (I) un mundo de !antasmas que habitan mi enso$acin... 6i sentimiento de

    identidad personal se e as tironeado desde di!erentes direcciones% (Guattari).

    http://eipcp.net/transversal/0107/lazzarato/es/print#_ftn2http://eipcp.net/transversal/0107/lazzarato/es/print#_ftn2
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    2ntes de ir al cine respondo a los emails que he recibido durante el da y entro en un dispositio de

    escritura y de comunicacin completamente di!erente en el cual, por utili'ar palabras de ?a*tin, la

    %comprensin y la capacidad de respuesta actias% que la teleisin ha neutrali'ado se pueden

    desbordar. Entro en otro espacio p#blico.

    &lego al cine *usto para la #ltima sesin en donde tengo otra experiencia de suspensin %ordinaria%del mundo. Esta e' la suspensin concierne a la percepcin y a sus coordenadas habituales de

    espacio y tiempo. 6i sistema sensomotor queda en suspenso, porque las imgenes y los

    moimientos no dependen ni de ob*etos ni de mi cerebro, sino que son el producto automtico de

    un dispositio maqunico. El monta*e perturba los la'os entre situacin, imgenes y moimientos,

    hacindome entrar en otro bloque espaciotemporal. En las semiologas presigni!icantes o

    simblicas las materias y las !ormas de expresin son paralelas y no articuladas de !orma lineal,

    como sucede en la lengua. En un !ilm hay di!erentes lneas de expresin la lnea sonora, la lnea

    isual, la lnea de la lu', la del color, etctera. %/o se puede hablar de ninguna sintaxis ni de

    ninguna llae que homogenice la relacin entre estas di!erentes lneas% (Guattari).

    &a cuestin poltica que se debe plantear !rente a los procesos de su*ecin y seridumbre que

    hemos eocado es la siguiente Bcmo sustraerse a estas relaciones de dominacin y cmo

    desarrollar a partir de estas mismas tecnologas prcticas de libertad, procesos de sub*etiacin

    indiiduales y colectiosC

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    ?ill =iola, %&e son dNune ligne de balayageU, en 'im(res, nO 55.

    5-

    &a''arato discute la relacin entre %su*ecin social% y %seridumbre maqunica%,!undamentalmente en su relacin con la teleisin, en otro texto titulado %&a mquina%

    (httpAAtrans!orm.eipcp.netAtransersalA55QSAla''aratoAes). "obre la de!inicin original de estos

    conceptos se puede er Flix Guattari, lan so"re el planeta* 'apitalismo mundial integrado +

    revoluciones moleculares, 7ra!icantes de "ue$os, 6adrid, QQR (accesible en

    VhttpAAtra!icantes.netW) /d7-.

    -%Prsident;directeur gnral%, los presidentes de los conse*os de administracin de las empresas

    /d7-.

    ttp-!!eipcp*net!transversal!./.0!lazzarato!es

    El %pluralismo semitico% y el nueo gobierno de los signos.

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