PODER Easton Dahl

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  • PODER

    David Easton

    (Fragmento de Ciencia poltica, tomado de: Enciclopedia Internacional de las Ciencias

    Sociales)

    Durante el siglo XIX, la formalizacin conceptual de la ciencia poltica como estudio del

    Estado haba alcanzado su zenit en la Staatslehre (teora del Estado), escuela de

    pensamiento poltico de los pases de habla alemana. Su caracterstica principal era que

    reduca el estudio de la poltica al Estado, concebido como un cuerpo de normas

    constitucionales formales. De este modo, la ciencia poltica se convirti en un rido

    formalismo jurdico que se apartaba por completo de la realidad social y, a veces, incluso

    pareca perder el contacto con la propia realidad jurdica.

    Quienes se oponan a esta escuela conceban al Estado no como un cuerpo de normas

    jurdicas, sino como una serie de grupos sociales en competencia constante por el poder con

    sus propios medios. Por ejemplo, Marx, Treitschke (1897-1898) y los primeros socilogos

    polticos, como Gumplowicz (1885), Ratzenhofer (1893) y Oppenheimer (1907),

    consideraron la fuerza y el poder, especialmente en la lucha y el conflicto entre los grupos o

    clases, como una dimensin propia de las relaciones polticas. En Estados Unidos se tard

    algn tiempo en aceptar esta orientacin, aunque solo fuera debido a que iba unida a

    corrientes filosfico-sociales europeas que se consideraban inaceptables. Hacia 1930, sin

    embargo Catlin (1930) y Merriam (1934) propusieron interpretar la poltica como una serie

    de relaciones de poder, y a ellos se unieron en seguida muchos otros (Lasswell 1936;

    Masswell y Kaplan 1950; Key 1942).

    Como perspectiva para el anlisis de los fenmenos polticos, el poder ha mostrado su

    eficacia para romper los muros del mtodo institucional y abrir un nuevo camino que

    conduce a una formalizacin conceptual funcional de la ciencia poltica. Se ha gastado

    gran cantidad de tiempo y de energa en describir y definir las relaciones de poder entre

    individuos, grupos y naciones y, en el seno de los sistemas polticos nacionales, entre

    comunidades locales y organizaciones. Ello ha exigido la atencin de todas las disciplinas.

    Ahora bien: en cuanto objeto de una ciencia, el poder presenta un enorme inconveniente. A

    pesar de todos los esfuerzos, la idea de poder sigue estando oculta por una espesa de nube

    de ambigedad. Se ha insinuado que quiz ya no sea el momento para plantearse

    seriamente la cuestin de si las ciencias sociales no deben abandonar enteramente la idea

    como concepto valioso desde el punto de vista de los fines que persiguen directamente el

    anlisis y la investigacin (March 1966).

    Pero quiz deseemos adoptar una actitud ms optimista. Cabe pensar que la imposibilidad

    de lograr una clara compresin del contenido del poder es resultado de una investigacin

    insuficiente o de unos instrumentos de anlisis inadecuados, pero susceptibles de

    perfeccionamiento, antes que del carcter excesivamente global del propio trmino. En tal

    caso, tropezaramos an con otras barreras conceptuales infranqueables para el empleo del

    poder como concepto orientador. Incluso con un significado determinado y preciso, el

    poder seguira siendo, sin embargo, excesivamente restringido y amplio a la vez para

    describir, aunque sea superficialmente, los lmites de la investigacin poltica.

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    Es excesivamente limitado, debido a que la interaccin poltica, entendida esta en el sentido

    en que normalmente se usa, encierra algo ms que el control de una persona o de un grupo

    por otro, o los esfuerzos para influirse recprocamente. Es evidente que el poder aparece en

    todas y en cada una de las interacciones polticas. Sin embargo, la relacin poltica puede

    abarcar tambin otras dimensiones, y es probable que descuidemos estas ante el peligro de

    no lograr una adecuada compresin de la situacin.

    La descripcin de la poltica como estudio del poder constituye a la vez una definicin

    excesivamente amplia. Los conflictos que origina el control se producen en todos los

    sectores de la vida, no solo en el poltico. Un padre tiene poder sobre su hijo; un sacerdote,

    sobre sus feligreses; un amigo, sobre otro; una compaa, sobre sus empleados. Si lo

    deseramos podramos considerar polticas todas estas relaciones de poder. En tal caso,

    bastara nuestro deseo para convertir el estudio de la poltica en la bsqueda de una teora

    general del poder aplicable a todas las relaciones sociales.

    Pero si nos decidiramos a hacer esto, todava nos quedara una cuestin sin resolver.

    Normalmente muchas de estas relaciones de poder parecen quedar al margen de la ms

    amplia concepcin del cuadro de referencia de la ciencia poltica. El control de un padre

    sobre su hijo rara vez se considera poltico, excepto en el sentido analgico. Ahora bien, si

    se concede y acepta que existen ciertas situaciones de poder que no son polticas,

    habramos de idear criterios para distinguir el poder poltico de los restante tipos de poder,

    paterno, econmico, religioso, etc. De este modo, nos hallaramos otra vez en el punto de

    partida, es decir, a la bsqueda de un criterio viable para identificar lo poltico.

    A lo sumo, una teora general del poder social sera til para proyectar luz sobre las

    propiedades de las relaciones de poder en un marco poltico. Pero, aparte de esto, no nos

    servira para lograr una formalizacin conceptual de las relaciones polticas en su conjunto.

    PODER

    Robert A. Dahl

    (Tomado de: Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales)

    Al aproximarse al estudio de la poltica a travs del anlisis del poder se da por supuesto, al

    menos mnimamente, que las relaciones de poder figuran entre los aspectos significativos

    de un sistema poltico. Esta suposicin, y en consecuencia el correspondiente anlisis de

    poder, puede ser aplicada a cualquier tipo de sistema poltico (internacional, nacional o

    local), a las asociaciones y grupos de diversos tipos (tales como la familia, el hospital o las

    sociedades mercantiles), as como a los cambios histricos.

    En uno de los extremos, un anlisis del poder puede postular simplemente que las

    relaciones de poder constituyen una caracterstica de la poltica junto a cierto nmero de

    otras, aunque lo suficientemente importante como para ser destacada y descrita. En el otro

    extremo, el analista puede sostener que el poder distingue a la poltica de cualquier otra

    actividad humana. Para los analistas de esta corriente, la ciencia poltica, como una

    disciplina emprica; es el estudio de la configuracin y reparto del poder (Lasswell y

    Kaplan 1950, pgina XIV).

    Juan PabloHighlight

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    En cualquier caso, el analista da por cierto que las diferencias entre los sistemas polticos, o

    los cambios profundos dentro de una misma sociedad, pueden ser interpretados como

    diferencias en la forma en que el poder se distribuye entre los diferentes individuos, grupos

    u otras unidades. El poder puede estar relativamente concentrado o difundido, y la parte del

    poder que tienen los individuos, estratos, clases, grupos profesionales, grupos tnicos,

    raciales o religiosos, etc., puede ser relativamente grande o pequea. El anlisis del poder

    tiene, pues, que ocuparse a menudo de la identificacin de las lites y del liderazgo, del

    descubrimiento de los caminos por los que el poder llega a los diferentes estratos,

    relaciones entre los lderes, y entre estos y los no lderes, y as sucesivamente.

    Aunque la aproximacin a la poltica mediante el estudio de las relaciones de poder de por

    sentado que todo el mundo busca el poder como el valor ms alto, los analistas del poder

    rechazan generalmente esta presuncin por considerarla insostenible psicolgicamente; el

    anlisis del poder no implica lgicamente ninguna presuncin psicolgica particular.

    Algunas veces, la crtica atribuye a los analistas del poder la presuncin de que la bsqueda

    de poder es moralmente buena o, en cualquier caso, de que no debera ser condenada. Pero

    un anlisis del poder debe ser neutral axiolgicamente; el analista debe ocuparse del poder,

    no para glorificarlo, sino para modificar el puesto que ocupa en las relaciones humanas e

    incrementar las oportunidades de dignidad, respeto, libertad u otros valores (Jouvenel 1945;

    Lasswell y Kaplan 1950; Oppenheim 1961, captulos 8 y 9).

    Verdaderamente, sera difcil exponer en qu medida los tericos de la poltica de los 25

    siglos pasados se han preocupado de las relaciones de poder y autoridad ms all de su

    significacin moral y prctica para cualquier persona interesada en la vida poltica, como

    observador o como activista. Se considera corrientemente que cierta comprensin del poder

    es indispensable para la aprehensin moral o tica de los sistemas polticos. Desde fecha

    muy temprana, ciertamente desde Scrates, y probablemente antes, los hombres se han

    inclinado a pronunciarse sobre la deseabilidad relativa de los diferentes tiposde sistemas

    polticos en funcin, entre otras caractersticas, de las relaciones de poder y autoridad en

    dichos sistemas. Adems, la accin inteligente para producir un resultado de cualquier tipo

    en un sistema poltico, tal como un cambio en el derecho o en la poltica, una revolucin, o

    la normalizacin de un conflicto internacional, exige saber cmo producir o causar estos

    resultados. En la accin poltica, como en otras esferas de la vida, tratamos de producir los

    resultados que queremos actuando apropiadamente sobre las causas. Como veremos, las

    relaciones de poder pueden ser consideradas como relaciones causales de un tipo particular.

    Parece, en consecuencia, muy improbable la desaparicin del anlisis del poder como

    aproximacin al estudio de la poltica. Sin embargo, el hecho de que esta perspectiva sea

    importante y relevante no la exime de algunas graves dificultades. Estas se han puesto

    particularmente de manifiesto a medida que tal enfoque ha sido utilizado ms seria y

    sistemticamente.

    Orgenes

    El intento de estudiar y explicar la poltica mediante el anlisis de las relaciones de poder

    es, en un sentido amplio, antiguo. Para Aristteles, las diferencias en la localizacin del

    poder, la autoridad o el gobierno entre los ciudadanos de una sociedad poltica serva como

    criterio de diferenciacin entre las constituciones contemporneas, y pas a formar parte de

    su distincin entre constituciones puras e impuras [vase ARISTTELES]. Con pocas

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    excepciones (la ms notable es Thomas Hobbes), los tericos de la poltica no han dirigido

    sus investigaciones a ciertos aspectos del poder que, sin embargo, han parecido importantes

    a los cientficos sociales del siglo XX [vase HOBBES]. La mayor parte de los tericos

    polticos, p. ej., dio por sentado, como hizo Aristteles, que los trminos clave como poder,

    influencia, autoridad y gobierno (permtasenos llamarlos trminos de poder) no

    necesitaban de gran elaboracin, probablemente porque el significado de estas palabras

    estaba claro para los hombres de sentido comn. Incluso Maquiavelo, que supone un hito

    decisivo en la transicin desde la teora clsica-normativa a la moderna-emprica, no

    consider los trminos polticos en general como particularmente tcnicos. Adems, haba

    en l una preferencia acusada de lo concreto respecto de lo abstracto. En su tratamiento de

    las relaciones de poder, Maquiavelo describa frecuentemente un acontecimiento especfico

    como ejemplo de un principio general; pero, a menudo, el principio general solo estaba

    implcito o aludido en un sentido muy amplio; y utiliz adems una variedad de trminos

    indefinidos tales como imperio, forza, potente y autorit. [Vase MAQUIAVELO.]

    Desde Aristteles a Hobbes, los tericos polticos se preocuparon principalmente de las

    relaciones de poder dentro de una comunidad dada. Pero las relaciones externas, ms que

    las internas, conducen la atencin hacia los problemas del poder relativo. La ascensin del

    moderno Estado nacional oblig, pues, a los tericos de la poltica a reconocer la

    preeminencia del poder en la poltica y, particularmente, por supuesto, en la poltica

    internacional (Meinecke 1924).

    De esta forma, los realistas polticos encontraron til definir, distinguir e interpretar al

    Estado en trminos de su poder. Max Weber reflej esa tradicin de realismo y abri, a

    su vez, el camino para nuevos desarrollos en el anlisis del poder [vase WEBER, MAX],

    'Poder' (Macht) es la probabilidad de que un actor dentro de una relacin social est en

    posicin de realizar su propia voluntad, a pesar de las resistencias, independientemente de

    las bases en que resida tal probabilidad (Weber [1922] 1957, pg. 152). Esta definicin

    permita a Weber concluir que el concepto de poder es altamente integrador desde el punto

    de vista de la sociologa. Todas... las combinaciones concebibles de circunstancias pueden

    situarle [al actor] en una posicin que le permita imponer su voluntad en una situacin

    dada (pg. 153). De esto se deriva que el Estado no se distingue de otras asociaciones

    simplemente porque utilice un tipo especial y particularmente importante de poder-fuerza.

    En su famosa y muy influyente definicin, Weber caracteriz al Estado como sigue: Una

    asociacin poltica coactiva con una organizacin permanente (politischer Anstaltsbetrieb)

    ser llamada 'Estado' si, y en tanto que, su aparato administrativo logra mantener con xito

    su pretensin al monopolio del uso legtimo de la fuerza fsica para el cumplimiento de su

    orden (pg. 154).

    En su bien conocida tipologa y en sus anlisis de los sistemas polticos, sin embargo,

    Weber se preocup menos del poder en general que de un tipo especial que le pareca

    desusadamente importante: el poder legtimo o autoridad.

    Tericos posteriores, todos los cuales fueron influidos directa o indirectamente por Weber,

    ampliaron sus objetivos con objeto de incluir una gama ms amplia de relaciones de poder.

    En Estados Unidos aparecieron intentos de desarrollar teoras sistemticas y totalizadoras

    de la poltica, centrndose en las relaciones de poder, en los libros de Catlin (1927; 1930),

    un importante ensayo de Goldhamer y Shils (1939) y numerosos trabajos de la escuela de

    Chicago, principalmente Merriam (1934), Lasswell (1936) y, en la poltica internacional,

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    Morgenthau (1948). En el decenio posterior a la segunda guerra mundial, las ideas de la

    escuela de Chicago se difundieron rpidamente en la ciencia poltica norteamericana.

    [Vase MERRIAM.]

    Elementos en el anlisis del poder

    Los trminos que designan al poder abarcan evidentemente una categora muy amplia de

    relaciones humanas. Una dosis considerable de esfuerzo y de ingenuidad ha ido a parar a

    los esquemas propuestos para clasificar estas relaciones en diversos tipos etiquetados como

    poder, influencia, autoridad, persuasin, disuasin, induccin, coaccin, compulsin, fuerza

    y otros por el estilo. Vamos a incluir a todos bajo la denominacin colectiva de trminos de

    poder. La gran variedad y heterogeneidad de estas relaciones podra hacer imposible, o en

    todo caso no muy fructfero, desarrollar teoras generales sobre el poder destinadas a

    abarcarlos a todos.

    En el nivel ms general, los trminos de poder de la ciencia social moderna se refieren a

    subconjuntos de relaciones entre unidades sociales tales que los comportamientos de una o

    ms unidades (las unidades que responden, R) dependen en algunas circunstancias del

    comportamiento de otras unidades (las unidades que controlan, C). (En la discusin que

    sigue, R simbolizar siempre a la unidad que responde, o unidad dependiente, y C a la

    unidad que controla. Vamos a utilizar en todo el estudio estos smbolos, incluso en las citas

    directas en que los autores han empleado letras diferentes.) A partir de esta amplia

    definicin, en consecuencia, los trminos de poder en las ciencias sociales excluyen las

    relaciones con objetos inanimados o no humanos; el control de un perro por su amo o el

    poder de un cientfico sobre la naturaleza que le proporciona un reactor nuclear, caen por

    definicin en un dominio diferente de anlisis. Por otra parte, la definicin podra incluir el

    poder de una nacin para condicionar las acciones de otra amenazando con emplear un

    reactor nuclear como una bomba, u ofrecindole su transferencia por medio de donacin o

    venta.

    Si los trminos de poder incluyen todas las relaciones del tipo de las que acabamos de

    definir, se extienden, desde luego; muy ampliamente sobre el conjunto total de las

    relaciones humanas. En la prctica, los analistas del poder suelen concentrar su atencin en

    subconjuntos ms pequeos. Uno de tales subconjuntos consiste, p. ej., en relaciones en que

    se espera... la utilizacin de sanciones severas, si es que estas sanciones no han sido ya

    aplicadas, para mantener una poltica contra la oposicin, un subconjunto al que Lasswell

    y Kaplan llaman poder (1950, pgs. 74-75). No existe, sin embargo, acuerdo sobre las

    caractersticas comunes de los diversos subconjuntos que abarcan los trminos de poder, ni

    sobre las diferentes denominaciones empleadas con el mismo significado por diferentes

    analistas.

    A pesar del desacuerdo sobre la forma de definir y limitar el concepto general, la variedad

    de subconjuntos ms pequeos a los que distintos autores consideran interesantes o

    importantes, y la ausencia total de una clasificacin, esquema o nomenclatura

    normalizados, existe, sin embargo, cierta unidad subyacente a las diversas aproximaciones

    al anlisis del poder. Al definir y explicar pautas de poder, autores diferentes emplean

    elementos ms bien similares (Cartwright 1965). Lo que sigue es un intento de esclarecer

    estos elementos comunes, ignorando muchas diferencias en la terminologa, el tratamiento

    o la valoracin.

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    Algunas caractersticas descriptivas. A efectos de exposicin, es conveniente pensar en el

    anlisis del poder en funcin de la distincin usual entre variables dependientes e

    independientes. El intento de comprender un sistema poltico puede, pues, concebirse como

    un esfuerzo para describir ciertas caractersticas del sistema: las variables dependientes; y

    para explicar por qu el sistema adopta estas caractersticas, mostrando los efectos de las

    mismas sobre otros determinados factores: las variables independientes. Entre las

    caractersticas de un sistema poltico que el analista trata de explicar se encuentran la

    magnitud del poder de los C con respecto a los R, cmo est distribuido este poder en el

    sistema, y el mbito y el dominio del control que los diferentes actores o individuos tienen

    y ejercen o al que estn sometidos.

    Magnitud. Los sistemas polticos se caracterizan con frecuencia, explcita o implcitamente,

    por las diferencias en las cantidades de poder (sobre las acciones del gobierno o del

    Estado) ejercido por diferentes individuos, grupos o estratos. La magnitud del poder de C

    con respecto a R es mensurable, en algn sentido, por lo menos mediante una escala

    ordinal; frecuentemente, sin embargo, una lectura literal implicara que el poder es

    susceptible de medida por medio de una escala de intervalos. El comparar y medir

    diferentes magnitudes de poder plantea uno de los ms importantes, y no dilucidados,

    problemas; volveremos sobre l poco ms tarde. Mientras tanto, aceptaremos la presuncin

    de casi todos los tericos polticos, desde hace varios milenios, de que es posible hablar

    significativamente de diferentes cantidades de poder. De esta forma, una de las preguntas

    tpicas en el anlisis del sistema poltico sera la siguiente: Est el control sobre el poder

    altamente concentrado o es relativamente difuso?

    Distribucin. Una forma antigua y convencional de distinguir entre los sistemas polticos

    radica en la forma en que el control sobre el gobierno o el Estado est distribuido entre los

    individuos y los grupos de los sistemas. Aristteles, p. ej., escriba: El trmino

    'democracia' se aplica propiamente a una constitucin en que los pobres y los nacidos libres

    controlan el gobierno, siendo al mismo tiempo una mayora; de modo semejante, el trmino

    'oligarqua' se aplica propiamente a una constitucin en la que los ricos y los mejores

    controlan el gobierno, siendo al mismo tiempo minora. (Poltica, ed. Barker, pg. 164.) El

    control sobre el gobierno puede concebirse en forma anloga a la renta, la riqueza o la

    propiedad; y, de la misma forma que la propiedad y la riqueza pueden distribuirse segn

    diferentes pautas, tambin la distribucin del poder sobre el gobierno puede variar de una

    sociedad y de un periodo histrico a otros. As, pues, una de las tareas del anlisis es la de

    clasificar y describir las distribuciones ms comunes y las pautas ms frecuentes. Seran

    tpicas preguntas como estas: Cules son las caractersticas de los C y de los R? Cmo

    pueden ser comparados numricamente? Proceden de clases, estratos, regiones u otros

    grupos diferentes? Qu cambios histricos se han producido en las caractersticas de C y

    R?

    mbito. Qu ocurre cuando los C no actan como C, o cuando se comportan como R, o los

    R como C? No se puede descartar la posibilidad de que individuos y grupos que son

    relativamente poderosos con respecto a cierto tipo de actividad sean relativamente dbiles

    con respecto a otras actividades. El poder no necesita ser general; puede estar

    especializado. De hecho, en ausencia de un nico gobernante mundial, alguna

    especializacin es inevitable; en todo caso es un lugar tan comn que los analistas del poder

    han insistido frecuentemente en que cualquier declaracin sobre el poder de un individuo,

    Juan PabloHighlight

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    grupo, Estado o cualquier otro actor carece de sentido si no especifica el poder del actor C

    con respecto a alguna clase de actividades de R. Tal clase de actividades es denominada con

    frecuencia amplitud (Cartwright 1965) o mbito del poder de y los C (Lasswell y Kaplan

    1950, pg. 73). No existen procedimientos generalmente aceptados para definir y clasificar

    los diferentes mbitos. No obstante, la siguiente sera una pregunta pertinente sobre el

    sistema poltico: est el poder generalizado sobre muchos mbitos o est especializado? Si

    est especializado, cules son las caractersticas de los C, de las lites, en los diferentes

    mbitos? Este poder especializado radica en individuos en el sentido de que Ca y Cb

    ejercen poder sobre diferentes mbitos o est tambin especializado segn las clases,

    estratos, capacidades, profesiones u otras categoras?

    Dominio. El poder de los C estar limitado a ciertos individuos; los R sobre el que C posee,

    o ejercita, un control constituyen lo que a veces se llama el dominio o extensin del

    poder de C (Lasswell y Kaplan 1950, pg. 73; Harsanyi 1962a, pg. 67). Pueden ser

    preguntas pertinentes: Cules son los R sobre los que tiene control C? Cules son sus

    caractersticas? Cuntos son? Cmo se diferencian numricamente, o por sus

    caractersticas, de los R que no estn bajo control de C?

    Dada la inexistencia de cualquier unidad normalizada de medida para las cantidades,

    distribuciones, mbitos, dominios y otros aspectos del poder, y la variedad de

    procedimientos para describir estas caractersticas, no sorprende en absoluto la abundancia

    de esquemas para clasificar los sistemas polticos segn alguna caracterstica del poder. La

    mayor parte de estos esquemas utilizan, implcita o explcitamente, la idea de una

    distribucin de poder sobre el comportamiento del gobierno. La ms antigua, ms famosa y

    ms duradera de estas es la distincin realizada por los griegos entre el gobierno de uno

    solo, unos pocos o la mayora (vase Aristteles, Poltica, ed. Barker, pgs. 110 y sgs.).

    Frecuentemente reaparecen algunas variantes de este esquema en los modernos anlisis del

    poder (Lasswell y Kaplan 1950, pg. 218). A menudo, como sucede en el propio

    Aristteles, la distribucin del poder se combina con una o ms dimensiones (Dahl 1963,

    pg. 38). Son corrientes los rgidos esquemas dicotmicos. Uno que est basado en el

    grado de autonoma e interdependencia de los diversos ostentadores del poder distingue

    dos tipos polares denominados autocracia y constitucionalismo, (Loewenstein I957, pg.

    29). Los estudios sobre la comunidad norteamericana han llamado la atencin, en los aos

    recientes, sobre las diferencias entre los sistemas pluralistas y las estructuras de poder

    unificadas o altamente centralizadas. En un estudio que compara cuatro comunidades, los

    autores desarrollan una tipologa ms compleja de las estructuras de poder, combinando

    una dimensin de distribucin de poder poltico entre los ciudadanos con el grado de

    convergencia o de divergencia con la ideologa de los lderes. Los cuatro tipos de estructura

    de poder que se producen al dicotomizar las dos dimensiones anteriores se distinguen a su

    vez de los regmenes (Agger et al. 1964, pgs. 73 y sgs.).

    Algunas caractersticas explicativas. Dado que existen diferentes tipos de sistemas

    polticos, cules son las diferencias entre ellos que es preciso explicar? Si, p. ej., el control

    del gobierno se distribuye algunas veces entre muchos, frecuentemente entre pocos y,

    excepcionalmente, se concentra en un lder dominante, cmo podemos dar cuenta de las

    diferencias? Por supuesto, estamos ante problemas antiguos, constantes y sumamente

    complejos, y existe muy poca uniformidad en las respuestas. Sin embargo, pueden

    distinguirse algunos factores a los que el anlisis moderno otorga especial importancia.

    Juan PabloHighlight

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    Recursos. Las diferencias en las pautas o en las estructuras de poder pueden atribuirse,

    principal o parcialmente, a la forma de distribuir entre los estratos, clases y grupos en

    diferentes comunidades, pases, sociedades y periodos histricos, los recursos o valores

    bsicos. Este es un antiguo, distinguido, generalizado y persuasivo modo de explicacin,

    ya utilizado por Aristteles en la Grecia del siglo IV a. de J., por James Harrington en la

    Inglaterra del siglo XVII, por los padres de la constitucin norteamericana a finales del

    siglo XVIII, por Marx y Engels en el XIX y por un gran nmero de cientficos sociales en

    nuestro siglo. Una de las hiptesis ms importantes en la mayor parte de estas teoras es que

    cuanto mayores son los recursos propios) mayor es el poder. Aunque las explicaciones de

    este tipo no siempre van ms all de la tautologa (definiendo el poder en trminos de

    recursos), la circularidad lgica no es ciertamente inherente a este tipo de explicacin. No

    existe, sin embargo, un procedimiento aceptado para la clasificacin de los recursos o

    bases. Harold Lasswell ha construido un esquema integrador compuesto de ocho valores de

    base que, aunque no sean necesariamente exhaustivos, son, ciertamente, comprehensivos.

    Estos valores son: poder (que puede servir como base para ms poder), respeto, rectitud,

    popularidad, bienestar, riqueza, capacidad e ilustracin (Lasswell y Kaplan 1950, pg. 87).

    Otros autores emplean categoras ms usuales para la clasificacin de los recursos: al tratar

    de explicar, p. ej., las pautas de influencia en una comunidad, el autor describe las pautas de

    la posicin social; la distribucin del dinero, el crdito y la riqueza; el acceso a la legalidad,

    la popularidad y el control sobre los empleos y sobre las fuentes de informacin (Dahl

    1961, pgs. 229 y sgs.).

    Capacidad. Dos individuos que tengan acceso a los mismos recursos, pueden, sin embargo,

    no ejercer el mismo grado de poder (sobre las decisiones gubernamentales, se entiende). Es

    una observacin comn que los individuos que tienen igual riqueza o posicin social

    pueden diferir enormemente en cuanto a su poder. Naturalmente, hay tambin que tener en

    cuenta las diferencias en el acceso a otros recursos tales como la mayor legalidad, el

    conocimiento burocrtico o la popularidad de que disfruta cualquier individuo que ocupe su

    puesto por eleccin, sea primer ministro de Gran Bretaa o presidente de Estados Unidos.

    No obstante, uno de los factores, al que Maquiavelo otorga ya particular prominencia, es la

    capacidad. Formalmente, la capacidad puede ser considerada como cualquier otro recurso.

    Y, sin embargo, est generalmente admitido que tiene una importancia crucial en la

    explicacin de las diferencias en el poder de diferentes lderes, como, p. ej., en la

    comparacin de Neustadt entre los presidentes Roosevelt, Truman y Einsenhower (1960,

    pgs. 152 y sgs.). Pero, a pesar de los mltiples anlisis, desde Maquiavelo hasta nuestros

    das, la capacidad poltica ha seguido siendo uno de los aspectos ms elusivos en los

    anlisis del poder.

    Motivaciones. Dos individuos que tengan acceso a los mismos recursos pueden ejercer

    diferentes grados de poder (con respecto a algn mbito determinado) a causa de las

    diferentes motivaciones: uno puede utilizar sus recursos para incrementar su poder; otro

    puede no hacerlo. Adems, puesto que el poder es una relacin entre los C y los R, son

    importantes no solo las motivaciones de los C, sino tambin las de los R. Una persona

    puede sentir adoracin por la autoridad mientras que otra puede desafiarla. Cierto nmero

    de autores han explorado diversos aspectos de las motivaciones insertas en las relaciones de

    poder (Lasswell 1930; Rogow y Lasswell 1963; Cartwright 1959).

  • 9

    Costes. Las motivaciones pueden relacionarse con los recursos por medio del lenguaje

    econmico del coste, un factor introducido en el anlisis del poder por un economista

    matemtico (Harsanyi 1962a, 1962b). Con objeto de controlar a R, C puede tener que

    utilizar algunos de sus recursos. De esta forma, es probable que la demanda de recursos de

    los C est en relacin con el mbito hasta el que estn dispuestos a ir para controlar a R. Y

    las variaciones en los recursos de los C habrn de producir probablemente variaciones en su

    poder. Los costes de oportunidad para controlar a R (es decir, lo que C debe renunciar en

    otras oportunidades como consecuencia del empleo de algunos de sus recursos en el control

    de R) son menores (siendo iguales los dems factores) si es rico en recursos que si es pobre.

    En trminos concretos, para un rico el sacrificio de los dlares como contribucin a una

    campaa es desdeable, y para un pobre el mismo sacrificio es muy pesado. La

    disponibilidad de los C para utilizar sus recursos para controlar a R depender tambin del

    valor para C de la respuesta de los R, valor que a su vez depende en parte de las

    motivaciones de los R. La motivacin puede ser examinada, tambin, desde el punto de

    vista de las motivaciones de los C. Los costes de oportunidad de los R consisten en todo

    aquello que no es capaz de hacer si permite el dominio de C. En el caso de los R, como en

    el de los C, su demanda de recursos y sus motivaciones ayudan a determinar sus costes de

    oportunidad. As, pues, una relacin de poder puede ser interpretada como una suerte de

    transaccin entre C y R.

    Problemas de la investigacin

    Como cualquier otro de los enfoques para la comprensin de un fenmeno social complejo,

    el anlisis del poder ha de hacer frente a una serie de problemas. En un nivel muy general,

    los intentos de analizar el poder comparten con muchas, quiz con la mayor parte, de otras

    estrategias de investigacin en ciencias sociales el dilema familiar del rigor frente a la

    relevancia, y el dilema ha conducido a resultados que nos son familiares. Los intentos de

    lograr altos niveles de rigor emprico o de verificacin lgica han producido algunos

    experimentos curiosos y una gran cantidad de esfuerzos para esclarecer conceptos y

    relaciones lgicos, pero no explicaciones completas, y suficientemente verificadas, de los

    complejos sistemas polticos del mundo real. Inversamente, los intentos de llegar a una

    mejor comprensin de los fenmenos ms concretos de las instituciones y de la vida

    poltica sacrifican a menudo una buena parte del rigor y de la verificacin lgica a la

    finalidad de proporcionar orientaciones ms tiles y fiables para el mundo real.

    Hay, sin embargo, cierto nmero de problemas ms especficos en el anlisis del poder que

    solo han sido identificados en su mayor parte en los ltimos decenios. Las aportaciones ms

    importantes son muy recientes y pretenden: (1) esclarecer los conceptos centrales,

    ampliando, en parte, la analoga entre las relaciones de poder y las relaciones causales; (2)

    identificar los subconjuntos particulares que ofrezcan mayor inters para el anlisis social;

    (3) elaborar mtodos de medicin; (4) emprender investigaciones empricas de fenmenos

    polticos concretos.

    Poder y causalidad. La relacin causal es el ms cercano equivalente a la relacin de

    poder. La asercin C tiene poder sobre R puede ser sustituida por la asercin el

    comportamiento de los C es una causa del comportamiento de los R. Si es posible definir

    la relacin causal, ser posible definir la influencia, el poder o la autoridad, y viceversa

    (Simon [1947-1956] 1957, pgina 5).

  • 10

    Dado que el lenguaje de la causalidad ya no es caracterstico del lenguaje terico formal de

    las ciencias naturales, podra argumentarse que los cientficos sociales tienen tambin que

    abandonar este lenguaje y que, puesto que el poder es simplemente uno de los trminos de

    una relacin causal que incluye a seres humanos, los trminos de poder deberan seguir su

    ejemplo. Pero parece ms bien improbable que los cientficos sociales vayan a rechazar de

    hecho el lenguaje causal. Porque el lenguaje causal, como el lenguaje del poder, se emplea

    para interpretar situaciones en las que existe la posibilidad de que un acontecimiento vaya a

    intervenir para cambiar el orden de otros acontecimientos. En la investigacin mdica es

    natural y comprensible preguntar: el tabaco causa enfermedades de corazn y cncer de

    pulmn? En las situaciones sociales, la nocin de causa resulta igualmente, o casi ms,

    apropiada. Lo que hace que el anlisis causal sea importante es nuestro deseo de actuar

    sobre las causas en el mundo real para producir determinados efectos (reduciendo el

    nmero de muertes que tienen su origen en el cncer de pulmn, haciendo aprobar una ley

    de derechos civiles por el Congreso o impidiendo el estallido de la guerra).

    Interpretar los trminos poder, influencia, autoridad, etc., como ejemplos de relaciones

    causales quiere decir, sin embargo, que el intento de descubrir las verdaderas relaciones de

    poder, pasando por encima de las espurias, debe atravesar por las mismas dificultades que

    encuentran los esfuerzos para distinguir las relaciones causales verdaderas de las espurias.

    Algunos analistas se han enfrentado con el problema; otros han reconocido su existencia,

    pero solo para dejarle a un lado; la mayor parte le han ignorado por completo, quiz

    basados en el argumento de que si los cientficos sociales trataran de resolver los problemas

    no resueltos de la filosofa no llegaran nunca a ocuparse de los problemas de las ciencias

    sociales. Pero si el poder es anlogo a la causa (o si las relaciones de poder son lgicamente

    una trama de relaciones causales), los recientes anlisis sobre la causalidad han de ser

    importantes para el anlisis del poder.

    En primer lugar, las propiedades utilizadas para distinguir la causalidad sirven tambin para

    definir las relaciones de poder: covariacin, secuencia temporal y asimetra, p. ej. La

    propiedad de estos criterios ha sido de hecho debatida, no siempre para llegar a

    conclusiones, por varios estudiosos del poder (Simon [1947-1956] 1957, pgs. 5, 11, 12,

    66; Dahl 1957, pg. 204; Cartwright 1959, pg. 197; Oppenheim 1961, pgina 104).

    De esta forma, el problema de si A puede ser considerado como causa de B, si A es una

    condicin necesaria para B, o al menos suficiente, o ambas necesarias y suficientes, ha

    invadido la definicin de los trminos de poder. Algunos autores han formulado

    explcitamente, o han dejado entrever, que las relaciones de poder quieren decir que alguna

    accin de C es necesaria como condicin para la respuesta de los R (Simon L 953, pg.

    504; March 1955, pg. 435; Dahl 1957, pg. 203). Oppenheim ha sostenido, sin embargo,

    que tales definiciones permiten formulaciones que atentan claramente contra el sentido

    comn, y afirma que sera ms apropiado requerir solamente que la accin de los C fuera

    suficiente para producir la respuesta de los R (1961, pg. 41). Riker ha sugerido a su vez

    que sea revisada la nocin habitual de poder para reflejar la condicin necesaria y

    suficiente de la causalidad (1964, pg. 348). Sin embargo, Blalock, en su Causal

    Inferences in Non-experimental Research, hademostradoque definir la causalidad en

    funcin de condiciones necesarias y suficientes lleva a grandes dificultades prcticas en la

    investigacin. En las situaciones de la vida real encontramos muy raramente casos en los

    que B est presente si, y solo si, A est tambin presente (1964, pg. 30); adems, la

  • 11

    especificacin de las condiciones necesarias y suficientes requiere que el investigador

    piense siempre en funcin de atributos y dicotomas, mientras que existen con mayor

    certeza cierto nmero de variables que se conciben mejor como formando parte de una

    distribucin continua, incluso si podemos encontrar difcil su medicin operacional en

    trminos de una unidad especfica de algn tipo (pg. 32). La utilizacin de la

    terminologa de 'necesario y suficiente'... puede funcionar bien para el lgico, pero no

    [para] el cientfico social (pg. 34). La crtica de Blalock, as como su esfuerzo para

    explorar los problemas de la inferencia causal en la investigacin no experimental, son muy

    importantes para el anlisis del poder.

    Al margen de estas cuestiones, algo rarificadas, filosficas y definitorias, que muchos

    cientficos sociales estn dispuestos a dejar a los metafsicos o a los filsofos de la ciencia,

    la analoga entre el poder y la causa postula que el problema de distinguir entre causa y

    correlacin, o entre causa y causacin espuria, se le plantea tambin al anlisis del poder. Y

    en realidad sucede as. La dificultad de distinguir entre las falsas y las verdaderas relaciones

    de poder es, en verdad, enorme.

    El mtodo ms riguroso para distinguir entre la falsa y la verdadera causacin es,

    naturalmente, la experimentacin, que sera tambin el mtodo ms riguroso para distinguir

    a las verdaderas de las falsas relaciones de poder, con tal de que estuvieran presentes las

    condiciones propiamente experimentales. Desgraciadamente, sin embargo, como en

    muchas otras zonas de las ciencias sociales, tambin en el anlisis del poder los mtodos

    experimentales han sido hasta ahora de valor muy limitado, y por las mismas razones. En

    las situaciones no experimentales, las condiciones ptimas para la identificacin de las

    relaciones causales parecen ser la existencia de medidas de intervalo satisfactorias, la

    abundancia de buenos datos para estas medidas y un anlisis exhaustivo de procedimientos

    alternativos de calcular las observaciones (Blalock 1964). Desgraciadamente, en el anlisis

    del poder los mtodos de medicin existentes son ms bien inadecuados, los datos son a

    menudo inevitablemente toscos y limitados, hasta el punto de que una serie de simples

    explicaciones alternativas puede servirnos igualmente bien, y, en cualquier caso, la

    complejidad de las relaciones exige modelos extraordinariamente complejos.

    La escasez de modelos relevantes puede desaparecer con el tiempo. De hecho, el campo

    anlogo de la causalidad sugiere que el desarrollo de un gran flujo de modelos alternativos,

    cuidadosamente elaborados, para compararlos con las observaciones es probablemente un

    requisito previo para posteriores despliegues en el anlisis del poder. De nuevo, la analoga

    entre el poder y la causalidad aclara esta situacin. Al tratar de determinar la causa de un

    fenmeno es, por supuesto, imposible saber si todos los factores relevantes del mundo real

    estn verdaderamente controlados durante una investigacin. En consecuencia, nunca es

    posible demostrar la causalidad.

    Es posible formular inferencias causales sobre la adecuacin de los modelos causales, al menos

    en el sentido de que nos es posible proceder a la eliminacin de modelos inadecuados a partir de

    los cuales se producen predicciones que no son compatibles con los datos... Estos modelos

    causales incluyen: (1) un conjunto finito de variables explcitamente definidas; (2) ciertas

    hiptesis sobre la forma en que estas variables se interrelacionan causalmente; (3) la

    presuposicin de que el efecto de las variables exteriores, cuando estas intervengan, no tendrn

    influencias que perturben el patrn causal entre las variables que estn siendo explcitamente

    consideradas (ibd., pg. (2).

  • 12

    Si las relaciones de poder constituyen una trama de relaciones causales, estos requisitos

    seran tambin aplicables en el anlisis del poder.

    Por qu, al analizar el poder, los analistas solo han intentado en muy raras ocasiones

    describir en un lenguaje riguroso los modelos causales alternativos de su investigacin?

    Parecen existir diversas razones. En primer lugar, los estudiosos del poder no siempre han

    sido plenamente conscientes de que la distincin entre el falso poder y el verdadero, desde

    el punto de vista de las relaciones, requiere estrategias intelectuales con un alto nivel de

    elaboracin. En segundo lugar, la tosquedad de las informaciones de que se dispone

    normalmente al estudiar el poder puede ser desalentadora para los esfuerzos encaminados a

    la construccin de modelos tericos refinados. En tercer lugar, hasta hace poco, la

    aproximacin al anlisis del poder era algo eminentemente especulativo: haba muchos

    buenos trabajos impresionistas, pocos estudios empricos sistemticos de las relaciones de

    poder. Entre los estudios empricos de que se dispone en la actualidad, la mayor parte son

    investigaciones de las relaciones de poder, emprendidas en los aos cincuenta, en

    comunidades norteamericanas. Estos estudios de la comunidad han provocado una buena

    cantidad de polmicas sobre cules son, en efecto, los modelos de causacin alternativos.

    Hasta ahora, sin embargo, los investigadores no han solido describir con claridad el

    conjunto de modelos alternativos que pueden ser propuestos para explicar sus datos, ni han

    especificado precisamente los criterios que siguen para rechazar todas las alternativas

    excepto la que aceptan como su explicacin preferida.

    Cierto nmero de teoras sobre las relaciones de poder en varios sistemas polticos se

    encuentran, por supuesto, esparcidas en los escritos de buen nmero de analistas (Pareto

    1916, vol. 4; Mosca 1896, passim; Lasswell y Kaplan 1950, caps. 9, 10; Mills 1956; Dahl

    1961 ; Rossi 1960; Polsby 1963; Parsons 1963a; 1963b). Pero una presentacin directa de

    una teora emprica de las relaciones de poder en los sistemas polticos es muy poco usual.

    Una notable excepcin es la que ofrece March, con su formulacin de seis modelos de

    opcin social que incluyen, en algunos sentidos, relaciones de poder.

    La analoga entre causa y poder atrae la atencin sobre otro punto: cualquier intento de

    elaborar una teora emprica del poder tendr que enfrentarse con el hecho de que una

    cadena causal tiene muchos eslabones; que los eslabones elegidos dependen de lo que uno

    desee explicar; y que lo que se desea explicar depende, en parte, de la teora con la que se

    empieza. En el anlisis causal, es normalmente

    ...posible insertar un gran nmero de variables adicionales entre dos factores que se supone que

    estn directamente relacionados. Debemos pararnos aqu y considerar al sistema terico como

    cerrado. Prcticamente, tenemos que situar el momento de la parada en el punto en que las

    variables adicionales resultan difciles o de costosa medicin, o cuando no han sido asociadas

    en absoluto con ninguna operacin... Una relacin que se presenta como directa en un sistema

    terico puede ser indirecta en otros, o incluso puede ser tomada como espuria. (Blalock 1964,

    pg. 18.)

    Algunos de los vnculos que un analista de poder puede tomar como efectos que han de

    ser explicados mediante la investigacin de las causas son el resultado de decisiones

    especficas; los valores, actitudes y expectativas corrientes de quienes adoptan la decisin;

    sus actitudes primarias o ms fundamentales y valores; las actitudes y valores de otros

    participantes (o no participantes) cuya participacin sea de alguna forma significativa; los

    procesos de seleccin, autoseleccin, reclutamiento o ingreso mediante los cuales quienes

    adoptan las decisiones llegan a sus puestos en el sistema poltico; las reglas del proceso de

  • 13

    adopcin de decisiones, las estructuras, las constituciones. Sin ninguna duda, una

    explicacin completa de las relaciones de poder en un sistema poltico tendra que

    intentar la inclusin de todos estos efectos y de otros. Pero se trata de una tarea

    enormemente ambiciosa. Mientras tanto, es importante especificar cules son los efectos

    incluidos en el enfoque de una teora explicatoria y cules son los excluidos. Un buen grado

    de confusin (y no escasas polmicas) se produce cuando diferentes analistas enfocan

    diferentes eslabones de la cadena del poder y de la causacin sin explicar claramente cules

    son los efectos que tratan de explicar; y los crticos que sostienen que un investigador ha

    enfocado mal los eslabones o no ha proporcionado una explicacin completa producen

    tambin un amplio criticismo de dudosa pertinencia.

    Clasificacin de los tipos de poder. Aunque el anlisis del poder no haya producido

    muchos modelos causales rigurosos, s ha difundido una profusin de esquemas para

    clasificar tipos de relaciones de poder (Parsons 1963a; 1963b; Oppenheim 1961; French y

    Raven 1959; Cartwright 1965).

    Entre las caractersticas destacadas con ms frecuencia figuran: (1) legitimidad: la medida

    en que R se siente normativamente obligado a coincidir con C; (2) la naturaleza de las

    sanciones; es decir, si C utiliza castigos o recompensas, sanciones negativas o positivas; (3)

    la magnitud de las sanciones; desde la ms severa coaccin hasta la ausencia en absoluto de

    sanciones; (4) los medios o canales empleados; es decir, si C controla a R solo por medio de

    la informacin que cambia las intenciones de los R o cambiando realmente la situacin de

    los R, o su entorno, o las penas y recompensas. Estas y otras caractersticas pueden

    combinarse para obtener diferentes tipos de relaciones de poder.

    Como hemos indicado ya, no existe ningn sistema de clasificacin dominante, y los

    nombres para las diversas categoras carecen en tal forma de homogeneidad que lo que se

    denomina poder en un esquema puede ser llamado coaccin o influencia en otro. Aislados

    de las teoras empricas, estos esquemas son de dudoso valor. En abstracto, es imposible

    decir por qu un sistema debera prevalecer sobre otro.

    Existen, sin embargo, ciertas constelaciones de relaciones de poder (tipos de poder, como

    se las llama a menudo) que llaman la atencin sobre interesantes problemas de anlisis e

    investigacin. Una de estas es la diferencia entre tener y ejercer el poder o la influencia

    (Lasswell y Kaplan 1950, pg. 71; Oppenheim 1961, caps. 2, 3). Esta distincin est

    tambin implcita en la forma en que las reacciones anticipadas funcionan como una base

    para la influencia y el poder (Friedrich 1963, cap. 11).

    Para ilustrar el problema con un ejemplo, supongamos que, incluso en ausencia de

    cualquier comunicacin previa del presidente al senador R, o de cualquier accin previa de

    cualquier tipo por parte del presidente, el senador R vota ahora regularmente de una forma

    que piensa que puede asegurarle el favor del presidente despus. El senador calcula que, si

    pierde las prximas elecciones, puede, como consecuencia de la favorable actitud del

    presidente, recibir un nombramiento presidencial para un tribunal federal. As, mientras que

    el comportamiento ante el voto del senador R est orientando hacia recompensas futuras,

    esperadas o deseadas, el voto en s no es el resultado de ninguna accin especfica del

    presidente.

    Si se sostiene que C no puede ser causa de R si C sigue a R en el tiempo, entonces ningn

    acto del presidente necesita ser una causa del voto favorable del senador R. Obviamente,

  • 14

    esto no quiere decir que las acciones del senador R sean no causadas. El factor

    determinante de su voto son sus expectativas. Si nos preguntamos qu es lo que caus

    estas expectativas, existen diferentes respuestas posibles. Puede haber llegado a la

    conclusin, p. ej., de que, en la sociedad norteamericana, si se favorece a C, existen

    mayores posibilidades de que C se muestre indulgente despus. O puede haber adquirido en

    la arena poltica la conviccin de que la norma general se aplica especficamente a las

    relaciones entre los senadores y los presidentes. En consecuencia, el vnculo causal

    retrocede hasta el aprendizaje previo del senador, pero no necesariamente a algn acto

    especfico pasado del presidente en cuestin o de cualquier otro.

    Este tipo de fenmeno es un lugar comn, importante, y de una relevancia obvia para el

    anlisis del poder. Sin embargo, algunos estudios, argumentan los crticos, se concentran en

    el ejercicio del poder y no consiguen tener en cuenta a los individuos o grupos de la

    comunidad que aunque no ejercen poder no dejan por ello de tener poder, en el sentido de

    que mucha gente trata asiduamente de anticipar sus reacciones (Bachrach y Baratz 1962).

    Este fracaso puede ser resultado de ciertos aspectos paradjicos de la posesin del poder

    que pueden convertirle en un fenmeno sumamente difcil de estudiar.

    Porque en el caso lmite de las reacciones anticipadas, sucede paradjicamente que no es el

    presidente el que controla al senador, sino el senador el que controla al presidente, es decir,

    es el senador el que, por su leal comportamiento, induce al presidente a nombrarle para un

    tribunal federal. No es, pues, C el que controla o intenta controlar a R, sino que es R el que

    intenta controlar a C, y, en la medida en que anticipe sus reacciones correctamente, le

    controla. No es, pues, el rey el que controla al cortesano, sino el cortesano quien controla al

    rey.

    Si pasamos ahora a examinar ms de cerca esta paradoja, descubriremos rpidamente que

    surge porque hemos intentado describir las relaciones entre el rey y el cortesano, el

    presidente y el senador, C y R, distinguiendo solo un aspecto, el ejercicio del poder. Es

    cierto que el cortesano ejerce poder sobre el monarca, anticipando con xito sus reacciones

    y obteniendo por ello un ducado. Pero no era esto lo que tratbamos de explicar. Porque es

    el monarca quien tiene, ostenta o posee la capacidad para conferir ese ducado, e incluso

    aunque no ejercite este poder gana el asentimiento voluntario del cortesano.

    Qu es, pues, lo que distingue el tener el poder del ejercer el poder? La distincin podra

    asentarse en la presencia o ausencia de una intencin manifiesta. Podramos entonces

    definir el ejercicio del poder de forma tal que requiriera que C manifestase una intencin de

    actuar de determinada forma en el futuro, accin que sera accidental sobre el

    comportamiento de R. Por el contrario, podra decirse que C tiene poder cuando no

    manifiesta una intencin, R le imputa, sin embargo, determinada intencionalidad y

    configura su comportamiento para que est de acuerdo con la intencin imputada. Si se

    aceptara esta distincin, al estudiar el ejercicio del poder habra que examinar no solo las

    percepciones de R, y sus respuestas, sino tambin las intenciones y acciones de C. En

    cambio, al estudiar las relaciones en que se supone que C tiene poder, incluso aunque no lo

    ejerza, solo se necesitaran estudiar, en principio, las percepciones de R, las intenciones que

    R imputa a C y la influencia de estas en el comportamiento de R. As, pues, si llevamos

    hasta el lmite este gnero de anlisis, podra conducir al descubrimiento de tantas

    estructuras de poder diferentes como individuos que, dentro de un sistema poltico, imputan

    intenciones a otros individuos, grupos o estratos en el sistema.

  • 15

    La distincin entre tener y ejercer poder puede tambin proyectarse en la inmediatez de la

    relacin entre C y R y en la especificidad de las acciones. En la relacin ms directa la

    respuesta de R se producira como consecuencia de una seal directa de C. En este caso, C

    est ejerciendo poder. Pero algunas relaciones son acusadamente indirectas; p. ej., C puede

    modificar el entorno de R, ms o menos duraderamente, de forma que R siga respondiendo

    como C haba proyectado, incluso aunque C no haga ningn esfuerzo por controlar a R. En

    estos casos, puede decirse que, aunque C no ejerza ningn control sobre R, tiene control

    sobre R. Existe una amplia variedad de estos controles desviados o indirectos (Dahl y

    Lindblom 1953, pgs. 110 y sgs.).

    La medicin del poder. La teora clsica abandon al campo del sentido comn y de la

    intuicin las nociones de ms o menos poder, incluso en mayor medida que los

    propios trminos de poder. Los esfuerzos para desarrollar mediciones sistemticas del

    poder datan, casi en su totalidad, de los aos cincuenta. Entre esas, algunas se expresan

    parcialmente en frmulas matemticas, mientras que otras se explicitan en un lenguaje no

    matemtico en su totalidad. Puesto que las caractersticas esenciales pueden exponerse sin

    matemticas, describiremos estas medidas en el lenguaje ordinario. (El lector deber

    consultar las fuentes citadas para formulaciones precisas. Algunas de las ms conocidas son

    presentadas y discutidas por Riker 1964.)

    En principio, los diversos criterios para la medicin del poder pueden ser clasificados en

    tres tipos; de teora de los juegos, newtonianos y econmicos.

    Criterios de teora de los juegos. Shapley, un matemtico, y Shubik, un econmetra,

    formularon conjuntamente un mtodo para evaluar la distribucin del poder en un sistema

    de comits (1954). Est concebido para medir el incremento del poder de un votante

    cuando el resultado o la decisin se determinan exclusivamente en la votacin. En tales

    casos, hay unas reglas que prescriben cul es la proporcin de votos necesaria para la

    victoria (p. ej., la mayora simple de todos los miembros del comit). De esta forma, cada

    miembro tiene cierta posibilidad terica de formular el voto decisivo, aquel que sera

    necesario para completar los de una coalicin triunfadora, o, en otras palabras, de ocupar

    una posicin crucial en cuanto al resultado. Al sumar su voto en tales circunstancias, puede

    considerarse que el votante realiza una contribucin particularmente decisiva para el

    resultado final. En consecuencia, la obtencin de su voto puede tener considerable valor

    para otros miembros de la coalicin que resultaran derrotados sin l. Shapley y Shubik

    propusieron medir el poder de un votante por la probabilidad que tiene de llegar a ser el

    votante crucial de una coalicin triunfadora. Puesto que su medicin se limita por completo

    a situaciones electorales y excluye cualquier otra accin que no sea el voto, su utilidad se

    limita a los casos en que no estn presentes la mayor parte de otros elementos habituales de

    la vida poltica (las diversas formas de persuasin, induccin y coaccin). [Vase

    COALICIONES.]

    Criterios newtonianos. Basndose en la analoga con la medicin de fuerzas en la mecnica

    clsica, cierto nmero de analistas proponen la medicin del poder sobre la base de la

    cantidad de cambios que se producen en R y son atribuibles a C. Cuanto mayor sea el

    cambio en R, mayor ser el poder de C. Se dice que Ca ejerce ms poder que Cb si Ca

    induce mayores cambios en Ra que Cb en Ra (o en cualquier otro R). Este tipo de medidas

    ha sido el propuesto ms frecuentemente (Simon 1947-1956; March 1957; Dahl 1957;

    1963, cap. 5; Cartwright 1959; Oppenheim 1961, captulo 8).

  • 16

    El cambio en R no es, sin embargo, una dimensin singular, puesto que pueden ser

    significativos muchos cambios diferentes en R. Entre las dimensiones importantes del

    cambio en R producidas por C, que han sido apuntadas al estudiar la medicin de la

    cantidad de poder de C, figuran: (1) la probabilidad de que R acte de acuerdo con la

    induccin de C; (2) el nmero de personas en R; (3) el nmero de tems, temas o valores en

    R; (4) la cantidad de cambio en la posicin, en las actitudes o en el estado psicolgico de R;

    (5) la velocidad con la que cambia R; (6) la reduccin en el nmero de soluciones o

    comportamientos que R puede utilizar; (7) el nivel de las penas o castigos que amenazan a

    R.

    Criterios econmicos. Mientras que la medicin basada en la teora de los juegos se centra

    en la posicin crucial de C, y la newtoniana en los cambios en R, una tercera propuesta

    parte, para la medicin del poder de C, de los costes para C y para R. Harsanyi ha

    sostenido que una medicin completa del poder tendra que incluir: (1) los costes de

    oportunidad para C en el intento de influir sobre R, a los que Harsanyi llama los costes del

    poder de C; (2) los costes de oportunidad de R, cuando rechaza plegarse a C, que Harsanyi

    denomina la fuerza del poder de C sobre R (1862a, pgs. 68 y sgs.). La medicin que

    propone Harsanyi no est inherentemente limitada a los tipos de coste ms familiares para

    los economistas, sino que podra ampliarse e incluir, al menos en principio, costes

    psicolgicos de toda ndole.

    Elaboracin de definiciones operacionales. Los estudios empricos discutidos por

    Cartwright (1965), March (1965) y otros, y particularmente los estudios sobre la

    comunidad, han llamado la atencin sobre un problema descuidado: la elaboracin de

    definiciones operacionales aceptables.

    Los conceptos y medidas discutidos en este artculo no se han traducido al lenguaje

    operacional. Y todava no est claro en qu medida pueden ser sometidos a este

    tratamiento. No obstante, el analista que trata de observar, comparar y analizar el poder en

    el mundo real, con objeto de verificar una determinada hiptesis o una teora ms amplia,

    descubre pronto la necesidad urgente de trminos definidos operacionalmente. La

    investigacin hasta ahora ha atrado la atencin sobre tres clases de problemas. Primero, la

    distancia entre el concepto y la definicin operacional es generalmente tan grande, que, en

    ocasiones, no es posible ver las relaciones que pueden existir entre las operaciones y las

    definiciones abstractas. De esta forma, no es extrao que los crticos concluyan que los

    estudios se refieren, sin lugar a dudas, a algo perteneciente al mundo real, pero pueden

    preguntarse si se refieren a los fenmenos que traemos a colacin cuando hablamos de

    poder. Segundo, las diferentes medidas operacionales no parecen estar correlacionadas

    entre s (March 1956), y tratan de aspectos diferentes de las relaciones de poder. Tercero,

    casi todas las mediciones propuestas han dado lugar a controversias sobre su validez.

    Ninguno de estos resultados debe producirnos sorpresa o inducciones al desnimo, ya que,

    si bien el intento de comprender los sistemas polticos por medio del anlisis de las

    relaciones de poder es antiguo, el estudio sistemtico-emprico de las relaciones de poder es

    sumamente reciente.

    [A. G. C.]

  • 17

    [Vase tambin CIENCIA POLTICA; COMUNIDAD, artculo sobre EL ESTUDIO DEL

    PODER EN LA COMUNIDAD; TEORA POLTICA. Se hallan directamente

    relacionados con el terna los epgrafes AUTORIDAD; EQUILIBRIO DE PODER;

    GOBIERNO; PODER MILITAR, POTENCIAL DE; PODER, TEORA DEL TRANSITO

    EN EL. Puede consultarse tambin CAUSALIDAD; COACCIN; CONTROL SOCIAL;

    DECISIONES, PROCESO DE ADOPCIN DE; MONOPOLIO; OLIGOPOLIO;

    PROCESO POLTICO; RELACIONES INTERNACIONALES.]

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