Por favor cortéjame (I)_gb88

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  • 8/3/2019 Por favor cortjame (I)_gb88

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    Antiguo? Pasado de moda? Poco funcio-nal? Invento de Disney? En serio? Helen Fisher

    (2004, 2007) ha investigado intensivamentesobre las relaciones sentimentales en los sereshumanos y nos muestra cmo, no solamente entodos los lugares del planeta (incluyendo aque-llos donde se celebran matrimonios de conve-niencia), sino tambin en todas las pocas de lahistoria, ha existido el amor romntico y todoaquello que consideramos que forma parte de l:enamoramiento, cortejo, convivencia (y ruptura).Aado que, el da que me presenten a un tericode el amor es un invento de los grandes almace-nes que no esconda una profunda herida emo-cional, puede que empiece a tomarme en seriosus argumentos. Hasta entonces, seguir apo-yndome en lo que nos dicen las evidenciascientficas y las evidencias cientficas nos dicen

    que los seres humanos, como los primates quesomos, nos enamoramos y cortejamos al igualque lo hacen los dems animales: el pavo realexhibiendo sus plumas, las ballenas canturrean-do y los leones frotndose los hocicos. En estesentido es muy interesante saber que las parejasde leones gais tambin se frotan los hocicos y seacarician mutuamente antes de copular. Losavestruces gais tienen una danza de cortejo dife-rente de la que usan los avestruces heterosexua-les y los elefantes gais se entrelazan sus trompasantes de montarse. Y si los animales gais se corte- jan, porqu no bamos a hacerlo los humanosgais? En los seres humanos el cortejo es muchsi-mo ms elaborado que la exhibicin de caracte-

    rsticas fsicas (que es a lo mximo que lleganalgunos, t ya me entiendes). Incluye conocerse,despertar el inters, agradar

    El problema est en que lo que nos hacesuponer el sentido comn (que tambin corteja-mos) no suele darse en la prctica y muchos gaisse quejan de que no sabemos cortejar, de que nonos tomamos inters por despertar la curiosidaddel otro, que no nos molestamos en conquistar.Es cierto eso?

    Personalmente estoy convencido de que escierto en gran medida y que estas quejas sonms que razonables. Me atrevo a decir que losgais somos poco dados al cortejo (ese tipo decortejo que va ms all de ensear carne) y, dehecho, incluso tengo una hiptesis de porqu es

    as: no hemos entrenado. Vale que dicho de estamanera suena un poco a broma pero, si me lopermites, te lo explico. Los heterosexuales entre-nan durante la adolescencia. Cuando un chicohetero llega a la edad de plantearse una relacinen serio (supongamos que hacia los 25 aos), ya

    lleva -como poco- desde los 12 aos saliendocon chicas, tirndoles los tejos, tonteando, que-

    dando, intentando captar su atencin, demos-trndole su inters... cortejando. Nosotros nohemos entrenado en absoluto, al contrario: en laadolescencia nos pasbamos el tiempo luchan-do contra nuestro conflicto por ser homosexua-les, intentando que no se nos notase y teniendoun miedo atroz a que aquel compaero de clasese enterara de que estbamos enamorados de l.Por otro lado, histricamente, nuestras relacioneshan sido siempre veloces y furtivas: ir al urinariopblico, echar un polvo rapidito y volver prontoa casa con la mujer y los hijos. sas han sido lastres constantes histricas de nuestras relaciones:no demostrar nuestros sentimientos, focalizarnosen el sexo e ir con mucha rapidez. Con estosantecedentes quin puede aprender a cortejar?

    Por si fuese poco, y quiz a consecuencia de loanterior, nuestros espacios de socializacin (elambiente) estn muy focalizados en el sexo: crui-sing, saunas, cuartos oscuros y sex-clubs, lo quehace que muchos de nosotros intentemos evitar-los cuando nos planteamos que nos gustaraconocer a alguien especial. Por cierto, mi hip-tesis puede contrastarse empricamente: si tengorazn, a medida que ser homosexual se normali-ce y nuestros adolescentes puedan relacionarsecon la misma naturalidad que los heteros, enton-ces ser ms fcil ver a dos chicos cortejndose yeste paso ser parte de nuestro proceso de ena-moramiento tal como lo es en los heterosexua-les. A ver qu nos dicen las generaciones futuras.

    I. Lo que importa no es dnde lo conoces,

    sino qu hacis despus.

    Nos metemos con el ambiente y con lomucho que focaliza en el sexo y, sin embargo, loslocales siempre estn llenos (algo bueno ten-drn). Algunos dicen que es porque no hay msalternativas y otros que porque -en el fondo- nosencanta el sexo. Como todos los extremos, cadapostura tiene parte de razn (y parte de mentira).Es cierto que los hombres somos muy sexuales ytambin es cierto que echamos de menos otrasformas de relacionarnos. Quiz una de las cosasque tengamos que aprender es que los chats, losbares y las saunas slo ofrecen lo que ofrecen,aprender que los clubes de solteros gais organi-

    zan actividades pero no son una agencia matri-monial y que si no eres habilidoso en el cortejo,por ms que salgas de excursin con otros cin-cuenta gais, volvers a casa tal como saliste. Loque importa al fin y al cabo no es el contexto enel que conozcas a un hombre, sino la clase de

    relacin que establezcas con l. Si no te lo curras,no hay nada que hacer (quin te enga y te

    dijo que las cosas importantes de la vida crecensolas en los rboles?).Comencemos por aclarar que cortejo es ese

    proceso a travs del cual dos hombres se vancaptando mutuamente la atencin hasta elpunto de desarrollar un genuino inters porconocerse mejor con la intencin de llegar a unaposible relacin sentimental. La funcin del cor-tejo -fundamentalmente- es despertar el intersdel otro. Evaluar si sois compatibles (o no) vieneluego durante el noviazgo!

    Habitualmente la cosa es ms o menos as:conozco a un hombre en un bar, nos miramos unrato hasta que uno se acerca e intercambiamossaludos. Si hay qumica iniciamos una conversa-cin que puede seguir toda la noche o cortarse

    para volver con los amigos. En ese caso, nos damoslos telfonos ahora. Otra de las cosas que puedenocurrir es que salgamos del bar en direccin a algu-na de nuestras casas. Tenemos sexo. Si la cosa haido bien y nos atraemos lo suficiente intercambia-mos los nmeros de mvil (ya no para follar, sinopara repetir). Acaba de comenzar el cortejo.

    A partir de aqu iniciamos un proceso a tra-vs del cual pretendemos mostrar a ese hombreque nos interesa y, a la vez, queremos que l sesienta interesado por nosotros. Hacerlo bien esun arte. A menudo se confunde cortejar coninvadir. Cortejar no significa llamarle cincuentaveces al da, ni entrometerte en su vida, ni bus-carlo en todas las redes sociales y en todas las

    webs de perfiles. Cortejar no significa inundar subandeja de entrada de correo. Cortejar es ir cali-brando la intensidad de nuestras aproximacionessegn el impacto que hemos logrado en su inte-rs por nosotros.

    II. Cmo es el cortejo gay?

    Me siento un poco lerdo porque acabo de for-mular una pregunta que no s contestar (;P) y queuso como excusa para decir aquello de cada unolo entiende a su manera conforme a las experien-cias que ha tenido a lo largo de su vida... no hay doscortejos iguales.... Pero como t ests leyendo esteartculo para que yo te explique algo y no para queme haga el listo, tratar de dar un par de clavesgenerales que puedan ofrecerte pistas para tu pro-

    pio estilo. Partimos de la idea de que, durante elcortejo, lo que hacemos es ir manteniendo el buenhumor del otro mientras fomentamos su interspor nosotros y as poder ir compartiendo nuestrosmundos individuales hasta ir creando un mundocompartido hecho de la interseccin de nuestras

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    vidas. O sea: que se trata de que sin renunciar anuestra vida, sin que el renuncie a la suya, quera-

    mos estar juntos y pasarlo bien para que vaya sur-

    giendo una relacin en la que ambos nos sintamos

    implicados y comprometidos.Hay un asunto que muchos gais no llevamos

    bien y que tiene que ver con la gestin de las

    emociones. Ya hemos hablado de ello en otrosartculos y vuelvo a remitirte a un texto funda-mental como es La rabia de terciopelo (The

    Velvet Rage, Downs, 2005) para profundizar en

    ello. Es importante saber que tantos aos deocultar nuestros sentimientos dejan su huella y

    producen un efecto por exceso o por defecto (s,

    a veces nos pasamos con la exhibicin de nues-

    tras emociones y las publicitamos cundo, cmoy dnde no toca, pero ya hablaremos de eso otro

    da). Cuando nos quedamos con el clich de que

    no se te note que te gusta fulanito marcado a

    fuego durante la adolescencia, al finalterminas por sufrir un nudo en el est-

    mago slo ante la idea de mostrar tus

    sentimientos. Racionalizamos ese pavorcon afirmaciones como aqu todo el

    mundo va a lo que va o eso son mari-

    conadas (o cursiladas) o si le

    demuestro mis sentimientos, l tendrpoder sobre m. Si has elegido al hom-

    bre adecuado, mostrarle tus sentimien-

    tos slo puede traerte consecuencias

    agradables as que anmate a afrontartus miedos pasados y liberarte de esos

    clichs que siguen impidindote vivir

    tu sexoafectividad con naturalidad.Cortejar, como salir del armario, es otro

    paso ms en la vivencia sana de la

    homosexualidad.

    Alguien podra argumentar que

    no es que carezcamos de cortejo, sinoque el cortejo de los gais es as: inme-

    diato y sexual. Y yo le dara la razn si

    no fuese evidente que es un compor-tamiento restringido causado por la

    persecucin de una sociedad homfo-

    ba que nos obligaba a la furtividad. Elcortejo gay no es as, nos vimos obliga-

    dos a que fuese as. No era el cortejo

    que desebamos, era el nico que

    podamos tener.Las tres caractersticas histricas de

    nuestro cortejo eran no demostrar

    nuestros sentimientos, focalizarnos en

    el sexo e ir con mucha rapidez. Justo las

    opuestas a un cortejo eficaz. Veamosqu sera ms funcional.

    1. Sexo, no?

    Si piensas que cortejar significa hacerte el

    estrecho (como sinnimo de interesante) mejor

    deja de ver culebrones. Los gais no damos al sexoesa trascendencia que le dan las parejas hetero-

    sexuales. Los gais, aunque parezca paradjico, a

    lo que damos verdadera trascendencia es a

    entregar el corazn. Lograrlo s que necesita deun verdadero cortejo y haber demostrado que

    somos ese hombre a cuyo lado l sera feliz.

    El cortejo empieza detrs del primer (o cuar-to) polvo. Cuando quedamos para ir a tomar un

    caf y hablar de otras cosas. Empieza cuando nos

    hacemos rer, cuando encontramos coinciden-

    cias en nuestras aficiones, cuando l nos habla desu vida y nos parece un luchador admirable o un

    hombre tierno y entraable. An a riesgo de

    generalizar en exceso, dir que en los heterose-

    xuales el cortejo acaba cuando se meten en la

    cama. En los gais el cortejo comienza en el preci-so momento en que salimos de ella.

    El buen sexo es muy importante y, desde

    luego, no slo porque resulta placentero sino tam-

    bin por que supone una expresin clara de lacomplicidad entre dos hombres. Tambin pone de

    manifiesto que existe atraccin entre vosotros y

    facilita la elaboracin del vuestro vnculo emocio-nal. Tras el orgasmo aumentan los niveles de oxito-cina en sangre. La oxitocina es conocida en neu-

    ropsicologa como la hormona del amor porque

    su efecto sobre nuestro cerebro hace que se forti-fiquen los lazos con la persona que est cerca de

    nosotros cuando se libera esa hormona, nos hace

    sentir ms confianza, ser ms generosos y ms

    empticos. Como ves, ese efecto sobre nuestrocerebro hace que tras un buen orgasmo juntos, l

    nos parezca mucho ms prximo y que nos sinta-

    mos ms unidos. Aadir que los abrazos y las cari-

    cias tambin liberan oxitocina as como el compar-tir momentos especiales. El sexo es fantstico

    aunque como t ya sabes- no lo es todo.

    2. Tmate tu tiempoPersonalmente me sorprende mucho cmo

    una enormidad de gais se van a vivir juntos ape-

    nas pasados dos meses de conocerse. Te dicen

    cosas como es que estamos seguros de lo quesentimos y, adems, los dos creemos en la pare-

    ja. Nooooooo! La estn cagando espectacular-

    mente. Si una receta dice que cocines el pollodurante una hora a 120 y t lo pones a 240

    conseguirs quemar el asado en la mitad de

    tiempo! La pareja no se forma con una decisin,

    la pareja se construye por medio de un procesoque dura su tiempo y que tiene unos pasos que

    no te puedes saltar porque stos tienen que ver

    con cmo tu sistema emocional crea los lazos

    afectivos. Decid que no sois capaces de vivir

    solos, o que estis asustados ante el miedo deque se os pase esta oportunidad. Pero no os

    engais porque luego, cuando salga mal (que

    saldr), le echaris la culpa a todo menos a vues-

    tra incapacidad y seguiris tropezando una veztras otra contra el mismo obstculo . Mejor toma-

    ros vuestro tiempo para interesaros el uno por el

    otro y disfrutar del descubrimiento mutuo.Nadie emocionalmente equilibrado dice te

    quiero a las dos semanas de estar saliendo con

    otro hombre. A veces cuesta escapar de alguien

    tan vehemente en las expresiones de sus afectospero, siendo honestos, no es que estis viviendo

    un cuento de hadas es que confunde ena-

    morado con ilusionado, querer con dese-

    ar y las confusiones no suelen llevar muylejos. Por mucho que te encante sentirte tan

    deseado y necesitado, s honesto sobre tus

    emociones presentes y no las confundas con las

    que te gustara estar viviendo ya. Sislo es inters e inquietud (esas cos-

    quillitas) no lo llames enamoramien-

    to al menos no hasta que se con-vierta en un enamoramiento real.

    Creer en los cuentos de hadas es

    tomrselos en serio: si crees en el

    amor, no lo confundas con un suced-neo. Amor no es dependencia, amor

    no es espejismo, amor no es irraciona-

    lidad, amor no es ir antes de tiempo.

    El vnculo, el enamoramiento, segenera con los encuentros, con el

    inters que se despierta en el uno por

    el otro, con los buenos ratos compar-tidos en lugar de emocionarte con

    la adrenalina, deja a tu cuerpo produ-

    cir oxitocina a su ritmo... ya vers qu

    subidn.

    Por ltimo recuerda que uno seenamora de un proyecto de vida, es

    decir: uno siente amor cuando se

    encuentra con alguien a cuyo lado unopuede ser quien siempre ha sido. Te

    enamoras de alguien compatible. Los

    extremos opuestos se atraen porquese producen curiosidad, pero no sue-

    len ir ms lejos de una aventura. A

    medio plazo, o hay compatibilidades, o

    es imposible una convivencia satisfac-toria. Durante el cortejo mostramos al

    otro la vida que podemos compartir: el

    tipo de ocio que nos gusta, los detalles

    que somos capaces de tener, nuestros

    intereses, prioridades. No lo hacemosen profundidad (eso ocurre durante el

    noviazgo, hace falta tiempo) pero en el cortejodejamos entrever qu clase de vida le ofrece-

    mos (y durante el noviazgo demostramos que

    no era de boquilla).

    Cuando estaba rumiando este artculo vi

    Superman returns. Hay una escena en la que l

    lleva a Lois a volar. Hablan de sus vidas, ella se ha

    casado y su marido es piloto: Me lleva a volar aveces y l le contesta S, pero seguro que nunca

    como conmigo. Entonces la cmara se dirige

    hacia abajo, el mundo queda bajo sus pies y ellase da cuenta de que l le est ofreciendo todo

    aquello. Me pareci una metfora fantstica del

    cortejo, un perfecto ven conmigo, mira la vida

    que te ofrezco. Si Superman fuese gay, tambincortejara volando estoy seguro!

    (Continua en el prximo nmero)