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Por favor, no toques el ratn 7. La capacidad deORCATEQUESIS DE LA ORACIN

Dios ha creado al hombre como oyente de la Palabra, por eso nos ha otorgado, con la fe, la capacidad de or.

Dios ha creado al hombre como oyente de la Palabra, por eso nos ha otorgado, con la fe, la capacidad de or. Creer y or la palabra de Dios son una misma y sola cosa.

La fe, es capacidad de or la Verdad de Dios, que se nos descubre y ofrece. Quien cree, dice s a esta verdad, la ama y espera en ella.

Aunque el hombre cierre los ojos en medio de este mundo.

La Palabra, o sea, el amor de Dios que se aproxima al hombre, se le hace palpable, est siempre ah, sin alejarse nunca.Aunque el hombre cierre los ojos en medio de este mundo.

La Palabra que Dios nos dirige es la palabra de su amor.

Una voz susurrada desde la eternidadque corre a travs de cuanto es y subsiste en el mundo.

Y sin privar a lo mundano de su sentido, ni devaluarlo, le confiere una dimensin abismal que hace saltar toda cerradura, relativiza lo aparentemente definitivo, endulza lo doloroso y remedia lo trgico.

El orante que medita la Palabra, se hace consciente que su ser y el mundo en el que se encuentra, se deslizan sobre el insondable amor del Padre. El orante, experimenta el amor y beneplcito del Padre que lo hace hijo y coheredero en su Hijo. Quien conoce este misterio fundamental de nuestra existencia, siente la necesidad de orar.

Podemos or la Palabra de Dios porque nos hallamos en ella, porque la Palabra hecha hombre nos asume en s y se nos da como forma de existencia.

Slo l puede hacer que la Palabra de Dios penetre en los hombres y la historia; y, lgicamente, slo podemos percibirla, meditarla y acogerla, en el Espritu porque todo encuentro eficaz con la Palabra presupone la necesidad de un amn abierto y acogedor del hombre.En el origen de la revelacin de la Palabra siempre est presente el Espritu Santo.

Textos: Hoja parroquial San Len Magnohttp://www.granosdemaiz.com/