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Por: Juan Godenzzí Alegre, Luís Gómez Acuña, Teodoro Hampe Martínez, Thomas Krüggeler, Carmen Beatriz Loza, lván Mí/Iones Maríñez, Víctor Peralta Ruíz, Susana Aldana Rivera, Bohumír Roed/ ALBO, Xavier. Bolivia Plurilingüe. Guía para planificadores y educadores, 2 volúmenes y una carpeta de mapas. La Paz, UNlCEF - Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), 1995 . Vol. l. 249 p. Vol. II. 246 p. Desde su nacimiento a la vida republicana, los países andinos viven la contradicción de lo que son y lo que quieren aparentar. Por encima de la gran diversidad étnica, cultural y social, se construye un discurso de la homogeneidad na- cional que, con frecuencia, se acompaña de actos de exclusión y marginación de las poblaciones indígenas andinas y amazónicas. Lo que, en el fondo, está en juego es el tipo de sociedad que se quiere construir y el modo de entender la de- mocracia. Dentro de este marco, la educación juega un rol importante. Las nuevas actitudes y mentalida- des se configuran en las interacciones pedagógi- cas y en la construcción de los conocimientos y entendimientos. La situación educativa es un reflejo de la sociedad nacional y de la noción de Nº 1 , julio 1996 desarrollo que se maneja. De ahí que resulte par- ticularmente útil poner sobre la mesa de debates asuntos como el del multilingüismo , la pluriculturalidad y la educación nacional, en es- pecial la de las poblaciones indígenas. En ese sentido, hay que saludar la aparición de este estudio de Xavier Albó sobre la situación sociolingüística boliviana, instrumento valioso para la planificación lingüística en la actual co- yuntura de la Reforma Educativa, la cual propugna con énfasis una educación cuyos rasgos constitutivos, entre otros, son la interculturalidad y el bilingüismo. El objetivo fundamental que se propone Albó es la descripción de las lenguas en sus espacios geográficos y sociales. Da cuenta del número de los hablantes de cada lengua y de su evolución, a lo largo del período intercensal (1976-1992), según las edades de los hablantes, y se detiene en algunos estudios de caso. Un trabajo de esta naturaleza requiere un manejo certero de la información disponible y de los conceptos operativos referidos a las lenguas; por ello se hacen precisiones tanto sobre la metodología del tratamiento de los datos censales como sobre las nociones sociolingüísticas em- 255

Por: Juan Godenzzí Alegre, Luís Gómez Acuña, … · capítulo noveno, el cual se ... tribución nacional y regional de las lenguas, ... instrumento de consulta para los estudiosos

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Por:

Juan Godenzzí Alegre, Luís Gómez Acuña, Teodoro Hampe Martínez, Thomas Krüggeler, Carmen Beatriz Loza, lván

Mí/Iones Maríñez, Víctor Peralta Ruíz, Susana Aldana Rivera, Bohumír Roed/

ALBO, Xavier. Bolivia Plurilingüe. Guía para planificadores y educadores, 2 volúmenes y una carpeta de mapas. La Paz, UNlCEF - Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA), 1995. Vol. l. 249 p. Vol. II. 246 p.

Desde su nacimiento a la vida republicana, los países andinos viven la contradicción de lo que son y lo que quieren aparentar. Por encima de la gran diversidad étnica, cultural y social, se construye un discurso de la homogeneidad na­cional que, con frecuencia, se acompaña de actos de exclusión y marginación de las poblaciones indígenas andinas y amazónicas. Lo que, en el fondo, está en juego es el tipo de sociedad que se quiere construir y el modo de entender la de­mocracia.

Dentro de este marco, la educación juega un rol importante. Las nuevas actitudes y mentalida­des se configuran en las interacciones pedagógi­cas y en la construcción de los conocimientos y entendimientos. La situación educativa es un reflejo de la sociedad nacional y de la noción de

Nº 1 , julio 1996

desarrollo que se maneja. De ahí que resulte par­ticularmente útil poner sobre la mesa de debates asuntos como el del multilingüismo , la pluriculturalidad y la educación nacional, en es­pecial la de las poblaciones indígenas.

En ese sentido, hay que saludar la aparición de este estudio de Xavier Albó sobre la situación sociolingüística boliviana, instrumento valioso para la planificación lingüística en la actual co­yuntura de la Reforma Educativa, la cual propugna con énfasis una educación cuyos rasgos constitutivos, entre otros, son la interculturalidad y el bilingüismo. El objetivo fundamental que se propone Albó es la descripción de las lenguas en sus espacios geográficos y sociales. Da cuenta del número de los hablantes de cada lengua y de su evolución, a lo largo del período intercensal (1976-1992), según las edades de los hablantes, y se detiene en algunos estudios de caso.

Un trabajo de esta naturaleza requiere un manejo certero de la información disponible y de los conceptos operativos referidos a las lenguas; por ello se hacen precisiones tanto sobre la metodología del tratamiento de los datos censales como sobre las nociones sociolingüísticas em-

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Reseñas

pleadas. El mismo concepto de lengua es de di­fícil delimitación, ¿dónde empieza o termina una lengua para dar paso a otra? ¿qué decir de sus variaciones y contactos con otras lenguas? Albó muestra habilidad para sortear estos esco llos. Luego de ofrecerse una lista identificatoria de las comunidades, se presenta un panorama global de las áreas geográficas cuya situación sociolin­güística exhibe rasgos diversificados: e l sector monolingüe castellano, que constituye el 40% de la población boliviana; 25 grupos que involucran de alguna manera al quechua o el aimara; 15 grupos que tienen que ver con idiomas minori­tarios. sean vernáculos (guaraní-chiriguano, chiquitano, ese-ejja, chimane-mosetén, etc.) o extranjeros (portugués, japonés, el bajo alemán de los menonitas, etc.).

Algunos grupos lingüísticos merecen una mayor descripción y análisis; se trata de aquellos que se encuentran en estos contextos: rural tra­dicional quechua y aimara (norte de La Paz, partes tradic ion a les de Chuquisaca, Potosí y Cochabamba); rural bilingüe quechua (yungas, sur de Potosí); colonización quechua (Chapare, norte de Santa Cruz); transición quechua-aimara en el norte de Potosí, ciudades andinas secundarias quechuas (Quillacollo, Vinta, Sacaba, Punata, Llallagua, Tupiza, Villazón); y ciudades andinas mayores (La Paz, El Alto, Oruro, Sucre y Potosí). Para cada grupo lingüístico se presenta su deli­mitación geográfica, sus rasgos socioculturales y lingüísticos generales y, finalmente, su compor­tamiento por edad y sexo.

Un punto crucial del estudio es el relativo a las lenguas y la educación. A ello se aboca el capítulo noveno, el cual se organiza en tomo a tres temas: la orientación y los niveles de éxito de la educación actual en relación a las lenguas; las destrezas lingüísticas de los profesores rura­les; la educación intercultural bilingüe (EIB). Se subraya que la EIB no debe plantearse del mis­mo modo en todos los ámbitos: las situaciones distintas exigen enfoques diversificados. El pro­blema será hasta qué grado de detalle hay que llegar. Una planificación lingüística que atendiera de modo diferenciado las cuarenta situaciones sociolingüísticas identificadas por Albó resultaría algo complicada para una administración que no siempre sabe hacer distingos; y de otra parte habría que preguntarse hasta qué punto son tan distintas unas situaciones de otras. ¿Cómo pro­ceder para establecer políticas lingüísticas claras y si mples sin hacerles perder su adecuación y eficacia?

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Entre las recomendaciones que aparecen en el último capítulo, destac.:an éstas: Fomentar la capacitación de mujeres como futuras profesoras en sus propias comunidades, particularmente en el área aimara y en algunos pueblos originarios del Oriente; Asegurar la estabilidad de un mi smo profesor en una mi sma escuela y comunidad para un ciclo educativo de al menos cuatro años; Otorgar alta prioridad, en los medios urbanos, al tema y objetivo de la interculturalidad: Aplicar en su totalidad el sistema y metodología de la EIB en los grupos rurales tradicionales de habla quechua o aimara, haciendo un esfuerzo especial en las técnicas complementarias de aprendi zaje del castellano como segunda lengua.

Los dos volúmenes cuentan, como material de apoyo, con numerosos cuadros y gráficos. Otros materiales puden ser consultados, si se quiere información mucho más detallada, en el Anexo Estadístico, no publicado pero asequible en texto y diskette en la Biblioteca Nacional del CIPCA y en el Departamento de Educación de UNICEF (La Paz). La carpeta contiene mapas de la dis­tribución nacional y regional de las lenguas, así como mapas de ciudades que muestran la distri­bución de las lenguas por barrios.

Subrayo, para terminar, la importancia de esta obra que, sin lugar a dudas, resultará útil como instrumento de consulta para los estudiosos de la geografía lingüística y la sociolingüística andinas, así como para los planificadores y educadores. En un momento en que se quiere una educación pertinente y de calidad, aportes como el de Albó resultan de capital significación.

Juan Godenv.i Alegre

WALKER, Charles (comp), Entre la retórica y la insurgencia: las ideas y los movimientos so­ciales en los Andes, siglo XVIII. Cusco: Centro de Estudios Regionales Andinos Bartolomé de Las Casas, l 996, 364 p.

El título del libro que reseñamos a continua­ción, tan sugerente y llamativo, en realidad es­conde algo mucho más simple: es una compilación de artículos cuyas versiones preliminares fueron presentadas al coloquio "El Siglo XVIII en los Andes", llevado a cabo en París en 1993. Como sabemos, dicha reunión fue una de las tantas or­ganizadas por el Grupo de Trabajo de Historia y

Revista Andina, Año 14

Antropología Andinas tCLACSO), grupo orga­nizado por el Centro Las Casas (Cusco).

Ahora bien, los artículos nos proponen una serie de temas que tienen en común el deseo de estudiar los movimientos sociales en los Andes en el siglo XVIII. Como toda compilación, el valor de ellos es muy dispar. Con todo, los une el deseo doble de, por un lado, proseguir en el estudio de las famosas rebeliones dieciochescas; por el otro, se retoman viejos intereses trabajados por la historiografía institucionalista (mal llama­da " tradicional") allá por los años 40 y 50.

Esto último revela algo muy normal en época de crisis: nos referimos al abandono de formas de pensamiento, "ideologías" o modas por conside­rarlas "desfasadas" , ''anacrónicas" o "materialis­tas". Ahora, llegados a este punto se suele adop­tar dos posiciones, las cuales pueden entremez­clarse en un mismo autor: o se sigue avanzando en la investigación, tratando de resolver lo que quedó pl anteado como hipótesis en los estudios cuyo análisis estuvo marcado por dichas ideologías (en este caso, el marxismo); o se retoman temas que quedaron relegados por dichos enfoques.

Esta última opción puede generar ciertos problemas. Es decir, ¿se trata de retomar a viejas posiciones, para negar dichas ideologías con el sambenito de ser "reduccionistas" o "materialis­tas"? ¿O se trata de señalar sus límites para poder superarlas, es decir, de tomar lo útil que ellas dejaron y de proseguir con el avance de los co­nocimientos?

Todos los artículos del libro están directa o indirectamente imbuidos en esta atmósfera inte­lectual. Por ello, no sólo nos dicen mucho sobre los temas que intentan explicar sino también so­bre el modo de pensar de las personas que los han escrito (véase Introducción).

Los artículos en cuestión son nueve. En el primero, Juan Carlos Estenssoro nos explica cómo sí existió una plebe ilustrada en Lima durante la segunda mitad del siglo XVIII, cosa negada por historiadores como Macera y Flores Galindo. En el siguiente, Víctor Peralta retoma un viejo tema tratado por el entonces joven historiador Pablo Macera, allá por los años 50: un somero análisis de textos de crítica colonial en el siglo XVIII (Montero, Garro, etc.). Charles Walker, en el si­guiente, analiza rápidamente los diversos discur­sos que sobre el indio se elaboraran en el Perú a finales del siglo XVrn , tema también tratado por Macera años atrás.

Frente a este mundo de las ideas, los siguien­tes artículos nos devuelven al mundo de lo ma-

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terial. Rossana Barragán nos explica en su artícu­lo los intereses concretos que estaban detrás de los grupos que lideraron diversas protestas en La Paz entre 1770 y 1809. Luego, Jorge Hidalgo analiza y nos informa sobre el desarrollo de la rebelión de Tomás Catari y Tupac Amaru en los corregimientos de Arica, Tarapacá y Atacama. Precisamente sobre el primero de los nombrados trata el siguiente artículo de Sergio Serúlnikov: es un análisis sobre "los fundamentos políticos de la insurgencia indígena" aimara de Catari . Luego Emilio Garzón, con gran sencillez, nos explica la posición de la Iglesia frente a la rebe­lión de Tupac Amaru.

Nuria Sala i Vila se remite a narrarnos diver­sos aspectos de la rebelión de Huarochirí en 1783. Finalmente, Scarlett O'Phelan hace un brevísimo recuento de los temas investigados y por inves­tigar vinculados a la relación entre las reformas borbónicas y las rebeliones del siglo XVIII en los Andes.

Discutir cada texto uno por uno sería muy largo y no debemos quitarle al lector el gusto por leer este libro. Habría sí que resaltar algunos temas que han llamado nuestra atención:

1. Uno de ellos es cómo caracterizar el accio­nar y el pensar de las llamadas clases po­pulares. Por lo pronto, observamos que poco a poco hay más conciencia de algo que debió ser siempre obvio: dichas clases no son un todo homogéneo. Su accionar y pensar varía en tiempo y lugar. Dos ejemplos de este accionar nos los dan los interesantes artículos de Estenssoro y Serúlnikov. El primero trata de explicar el pensamiento de la plebe limeña en el siglo XVIII; el segundo nos explica, a partir de la rebelión aimara de Chayanta (1777-1780), cómo los indígenas pueden utilizar el aparato legal en su provecho.

Estenssoro intenta demostrar que la ilustra­ción no fue ajena a las clases populares, y Serúlnikov nos dice que "las prácticas insurreccio­nales producidas por el movimiento campesino no estuvieron informadas por motivos ideológi­cos surgidos fuera de los límites del discurso colonial, sino por un trabajo de apropiación y resignificación de los principios que autorizaban la dominación europea sobre los ayllus andinos" (p. 209). Creo que esto se pudo decir en palabras más simples. Lo cierto es que, en el primer caso, se nos presenta de manera brillante el accionar,

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Reseñas

por un lado, de la plebe (más concretamente de los danzantes conocidos como Diablos) durante las celebraciones del Domingo de Cuasimodo; por el otro se ve el intento de unos negros de imponer una academia de baile francés (Minuet). Y los argumentos para defender o no dichas prácticas apelan, conforme vamos entrando más en el siglo XVIll, al "bien público·' y a la " razón" más que a defender los fueros de las ·'castas" . Con todo, no queda claro si la ilustración fue un mero copiar las nuevas modas de las clases altas, o simple y llanamente el discurso de una minoría al interior de la plebe (que es la impresión que nos llevamos sobre todo en el caso de la academia de baile), o si en verdad fue reproducir y producir nuevas ideas. Se necesitan más datos y eviden­cias para demostrar todo ello.

En el segundo caso, se ve cómo Tomás Catari y sus seguidores pueden uti lizar los mecanismos judiciales en su provecho, es decir, contra sus enemigos: el corregidor y ciertos caciques. ¿La razón? el cobro excesivo de tributos y la corrup­ción. La argumentación es limpia y nos lleva a ver cómo la violencia puede justificarse desde la misma dinámica judicial, es decir, cómo la vio­lencia se justifica ante la incapacidad de hacerse cumplir las leyes (en este caso, nos referimos al edicto que fallaba en favor de los indios y en contra del corregidor).

Pero de allí a decir que ello revela que este movimiento no se mueve por ideas utópicas o milenaristas es algo difícil de decir. No hay que olvidar que todo esto debe ser estudiado como un proceso: uno puede levantarse en nombre del rey. Pero si las expectativas de uno no son satis­fechas, ello puede generar una desilusión. Enton­ces surge el desencanto, la ira y ¿quién sabe?, poco a poco, una crítica ya no a las personas sino a las instituciones. Obviamente, esto los indios lo procesaron de acuerdo a su propia "mentalidad" que -tal vez- estaba impregnada de ideas milenaristas. Cierto, el artículo remite a una tesis mayor sobre los movimientos sociales en el norte de Potosí a finales del siglo XVlll. Es de suponer que en ella estas cuestiones estén analizadas de manera más exhaustiva.

2. Las clases altas también comienzan a verse no como un todo monolítico sino como muchos grupos en pugna. A pesar de todo, había algo que las unía: su temor hacia las "masas' ' indígenas. Por ello, es necesario ver cómo dichos grupos, a su manera, también participan en protestas "en nombre del rey".

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En este sentido, Rossana Barragán nos lle­va de la mano para ver cómo dichas protes­tas no son sino la expresión de algo más simple: la defensa de sus intereses (sobre todo de sus redes de poder y cliente laje). Si bien, como ella lo advierte, se puede caer en cierto esquematismo (la lucha se reduciría a españoles vs. criollos), con todo el punto de partida es sugerente: es necesario ver la ac­tividad comercial como el inicio de toda una serie de relaciones entre diversas familias . que a la hora de los momentos críticos aflora como un sentimiento y espíritu de grupo. Algo parecido nos dice Garzón: la Iglesia combatió a Tupac Amaru porque veía que, en la aplicación real de su proyecto, perde­ría su status. Cierto, es necesario estudiar los grupos en pugna al interior de la Iglesia y su actitud en 1780, pero las evidencias llevan a pensar que cerró filas frente al cacique.

3. Hay algo que parece se está olvidando: es necesario contextuali zar mucho más todos estos acontecimientos, entenderlos en su tiempo y lugar. O'Phelan, en su breve re­sumen lo dice pero es algo que debería ser desarrollado mucho más. La pregunta es: ¿qué sucedía en el siglo XVIII para que se dieran todos estos movimientos·? ¿Cuál fue e l impacto concreto de las reformas borbónicas en cada región del imperio es­pañol? ¿Cómo se puede ver esto a través del tiempo? Esto último nos remite a algo que ya hemos aludido arriba: es necesario hacer más análisis de procesos. Cierto, es útil estudiar a una población o a un grupo de intelectuales en un tiempo y lugar pero más importante, desde el punto de vista de un historiador, es ver cómo esa población -por ejemplo- ha llegado a ser de esta o tal manera en determinado tiempo y lugar, y cómo luego evoluciona desde ese mismo punto. Y al leer todos estos artículos, nos queda a veces la impresión de que nos es­tamos olvidando de hacer lo más simple: una cronología. Ello, sobre todo, es muy importante cuando se estudia la mente de la gente. Recordemos cuán difícil es ras­trear esto en la documentación ; por ende, se necesita de fuertes asideros para evitar decir cualquier cosa.

Esto último, feli zmente, no es la tónica del libro. Sus opiniones reve lan el estado actual de

Revista Andina, Año 14

nuestros conocimientos en la materia pero tam­bién el ambiente mental de un grupo de historia­dores andinistas, muy influenciados por la "his­toria cultural" europea. Es de esperar que este libro despierte y suscite discusiones sobre un tema que, en el caso del Perú , no ha sido una mera retórica sino una realidad dolorosa en los últimos 15 años. Curiosamente no hay alusiones a ello en dicho libro, tal vez por el ambiente académico en que fueron expuestos sus artículos. Lo importan­te es que si dicho libro suscita el interés del lec­tor por reflexionar sobre éste y otros temas rela­cionados, la retórica y accionar de los protago­nistas de todas las historias narradas nos habrán dado pautas para entender mucho mejor nuestro presente y pensar nuestro futuro.

Luis Gómez Acuíia

BATAILLON, Marce!. La Colonia (ensayos peruanistas), compilación de Alberto Tauro. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Mar­cos, ]995, XV , 202 p.

No viene al caso referir aquí los méritos y la extensa bibliografía de aquel a quien Fernand Braudel -y después Georges Duby también- lla­maba "el príncipe de los hispanistas". Todos co­nocen la valía de sus estudios sobre la repercusión de Erasmo en España, la novela picaresca, los clá­sicos del Siglo de Oro y otros temas afines, que marcan una época en la historia de la espiritualidad y de la literatura hispánicas. Sin abandonar jamás esta dedicación primordial empero, durante los treinta últimos años de su vida Marce! Bataillon (1895-1977) se ocupó crecientemente de proble­mas de mentalidades, fuentes históricas y forma­ción social en la América española, incluyendo desde luego el virreinato del Perú.

Fino, riguroso, perspicaz en el manejo de los documentos y de las narraciones literarias, la obra de Bataillon trasunta un diálogo sin fin entre texto y contexto, entre hecho y enjuiciamiento. De aquí se comprende la permanente vigencia de sus con­tribuciones , señaladoras de hitos en la labor in­vestigadora del coloniaje peruano (y de la tempra­na Edad Moderna en general). No hay que olvidar que el profesor del College de France, si bien for­mado principalmente en las lenguas y las letras del ámbito ibérico, asistió en París a la renovación de la tarea historiográfica propulsada desde 1929 por

Nº 1, Julio 1996

la escuela de los Annales. Junto con Marc Bloch, Lucien Febvre y otro colegas participó en la co­rriente innovadora de los estudios del pasado, buscando rescatar la trascendencia de la psicolo­gía colectiva y de las ideas, actitudes y comporta­mientos más íntimos del ser humano. Premunido del correspondiente instrumentario teórico y metodológico, y de su inmejorable conocimiento sobre el siglo XVI español , Bataillon se aplicó a desentrañar las interioridades de la colonización hispánica del Nuevo Mundo.

La dimensión americanista aparece nítida­mente en la trayectoria de Bataillon desde 1948, año en el que dedicó las vacaciones de verano a realizar su primera visita a las tierras de nuestro continente. Fue en dicha oportunidad cuando reci­bió en Lima la investidura de catedrático honorario de la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos, en virtud de una resolución despachada por el rector Luis Alberto Sánchez. Por ello, rindiendo justiciero homenaje al maestro francés, con ocasión de celebrarse el centenario de su nacimiento, San Marcos ha puesto en circulación el presente volu­men (en verdad ya largamente esperado).

Los doce estudios que conforman este libro aparecieron originalmente entre 1949 y 1964, en diversas revistas académicas, actas de congresos y volúmenes de homenaje publicados tanto en América como en Europa. La contribución más antigua, un ensayo acerca de la supervivencia de las fiestas de "moros y cristianos" en México y el Perú, expone directamente las impresiones recogidas por Bataillon en su primera visita a estas tierras. Las otras aportaciones se refieren a la mancomunidad de sentimientos religiosos entre los conquistadores del Perú; el manuscrito de las Doce dudas peruanas redactado por Las Casas; el famoso testimonio antilascasiano del Anónimo de Yucay; la "herejía subversiva" del dominico Francisco de la Cruz; la leyenda historiográfica de los "caballeros pardos" de Tierra Firme; el movimiento de los pizarristas rebeldes contra Carlos V y sus implicancias para la monarquía hispánica; el cronista perulero Rodrigo Lozano; y el fantasioso Gutiérrez de Santa Clara, narrador de las guerras civiles del Perú. Además, se reproducen los prólogos que Bataillon escribió para sendas ediciones del Lazarillo de ciegos ca­minantes de Carrió de la Vandera y la Historia de la Inquisición de Lima de José Toribio Medina.

Esta docena de ensayos peruanistas, que se ocupó de compilar el profesor Alberto Tauro (fa­llecido en 1994), representa básicamente el con­junto de textos que se encontraban a la mano en lengua castellana, ya traducidos y editados previa-

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Reseñas

mente. Pero la bibliografía del "príncipe de los hispanistas" incluye muchos otros aportes a la historia social , moral e intelectual de nuestro pe­ríodo virreinal , que permanecen en su lengua ori­ginal francesa y, a veces, en publicaciones de difí­cil acceso. A tales aspectos consagró Marce! Bataillon buena parte de sus cursos -o, mejor di­cho, seminarios especializados- en el College de France, prestigiosa institución a la que había en­trado en 1945 para desempeñar la cátedra de Len­guas y literaturas de la Península ibérica y Améri­ca Latina.

Algunas de las contribuciones reunidas en el nuevo libro reflejan precisamente las materias que Bataillon trató en sus horas de enseñanza en dicha cátedra. Tal es el caso de "Historiografía de la guerra civil peruana: Rodrigo Lozano y Gutiérrez de Santa Clara" (perteneciente al ciclo académico de 1959/60), "Gutiérrez de Santa Clara, seudocronista" ( 1960/61 ) y "Los colonos del Perú contra Carlos V: análisis del movimiento pizarrista" (1961/62).

En las líneas de introducción a la obra que co­mentamos , el profesor Roger Iziga Núñez, decano de la Facultad de Ciencias Sociales sanmarquina, hace hincapié en que la súbita muerte de Tauro le impidió redactar el estudio preliminar que debía acompañar su propia compilación de los textos. Se trataba en realidad de un viejo proyecto, ventilado inicialmente con ocasión de la venida de Bataillon a Lima para el XXXIX Congreso Internacional de Americanistas, que se realizó en 1970. Era, pues, de muy larga data la vinculación que poseía con San Marcos el sabio, erudito, polígrafo, humanis­ta y maestro de americanismo, cuya actividad acierta a describir Iziga Núñez así: "Como inves­tigador estuvo siempre a la caza del libro raro, del documento virginal; leyó muchos libros olvida­dos ... " (p. XIII).

A través del presente conjunto de ensayos se (re)descubre en Marce! Bataillon sus virtudes de investigador crítico y metódico; de pensador re­flexivo, dotado de clara inteligencia; de científico social, con mirada penetrante y develadora de la realidad. En la concepción del académico francés , la sociedad colonial de Hispanoamérica -que él enfocó desde una amplia perspectiva literaria, ideológica, social, económica y geopolítica- era verdaderamente un "mundo en formación". Den­tro de este contexto, es nuestra percepción, por cierto, que Bataillon significa el precursor de los estudios de historia de las mentalidades para el Nuevo Mundo.

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La aportación del ilustre hi spanista sirvió para roturar el camino hacia muchos aspectos novedosos de la realidad indiana, de la cultura libresca y de la vida espiritual en el siglo XVI, y varios de sus discípulos (notables investi gadores del campo peruanista y america nista) han continuado creativamente su obra.

Teodoro Hampe Martínez

PORTOCARRERO, Gonzalo, (cd.). Los nuevos limeños. Sueños, fervores y caminos en el mundo popular. Lima: SUR Casa de Estudios del Socia­lismo, 1993, 399 p.

El libro es un intento notable de un grupo de estudiantes y exalumnos de la Universidad Católi­ca de Lima "de trazar un mapa de mentalidades populares en el Perú de hoy" . Trabajando juntos en TEMPO (Taller de Estudios de las Mentalidades Populares) y dirigidos por Gonzalo Portocarrero, el grupo recopiló diecinueve artículos de los si­guientes tópicos: trabajo, política, religión, arte y cultura. juventud y comunicación y cambio. Cada uno de los artículos está basado en entrevistas rea­lizadas por los mismos autores. Frecuentes discu­siones de grupo de las entrevistas y de los avances del trabajo acompañaban el proyecto. TAFOS (Taller de Fotografía Social del Cusco) ha enri­quecido la publicación proporcionando una serie de fotografías persuasivas de la vida diaria de los sectores populares de Lima y Cuzco, las cuales fueron tomadas por miembros de esos sectores.

Aunque no todos los trabajos muestran el mis­mo grado de calidad, la colección manifiesta un alto nivel de conceptualización, creatividad y análisis. La amplitud del marco de temas complejos hace de la publicación un excelente libro de lectura sobre la cultura urbana popular en el Perú, que permite extraer algunas generalizaciones para otros centros urbanos de América Latina. Entre otros temas, el libro trata acerca de la raíz andina de la ética del trabajo; juventud, tradición y trabajo; y cambio cultural y prácticas educativas.

En su introducción Gonzalo Portocarrero presenta una interesante discusión de la definición que TEMPO realiza de la cultura popular y de las características de las mentalidades populares. Sor­prende que el editor manifieste que "lo popular' ' ha sido "denigrado" por mucho tiempo y que el libro debe ser una contribución a "una valoración más

Revista Andina, Año 14

justa y equilibrada" del sector popular como una fu erza social, económica y política. No hay duda que todavía falta mucho por hacer; pero afortuna­damente la historiografía del Perú contemporáneo ha prestado más atención al sector urbano popular de lo que Portocarrero admite.

La reseña de una colección de artículos pre­senta necesariamente un problema de selección. ¿Cuál de los trabajos se debe di scutir más deta­lladamente? ¿Qué criterios utiliza el autor de la reseña en el proceso de seleccionar un artículo e ignorar otro? Aquí me refiero solamente a dos artículos del volumen . Estos trabajos me parecen particularmente interesantes por sus temas y las conclusiones a las que llegan los autores. Pero ello no significa que los dos artículos mencionados sean los más relevantes. La selección de artículos podría ser otra, de acuerdo al interés de cada lector.

El artículo "Tsunami Fujimori: una propuesta de interpretación" de Isidro Valentín ll ama la atención por la presentación y discusión tan transparente del tema. Analizando las entrevistas realizadas a varias personas, Valentín compara los dos candidatos más exitosos de las elecciones presidenciales del año 1990, Mario Vargas Llosa (FREDEMO) y Alberto Fujimori (CAMBIO 90). El artículo muestra la ambigüedad con que el sec­tor popular de Lima veía a Vargas Llosa. La gente aceptaba la reputación internacional que disfruta­ba el candidato y sentía cierto orgullo por él como representante del Perú en el mundo. Pero, particu­larmente en el breve tiempo entre la primera y la segunda vuelta de las elecciones ( entre febrero y abril de 1990), este reconocimiento y orgullo per­dieron campo frente a los atributos menos favora­bles que el sector popular asociaba con Vargas Llosa. El representante de la clase alta de Lima, el que representa "lo blanco," el que hablaba del sa­crificio sin haber sufrido lo malo de ser pobre, se veía comparado con Fujimori, hijo de pobres inmigrantes, con los valores japoneses de laborio­sidad, disciplina y determinación. La forma como Valentín presenta esta transformación de la opinión pública va a impresionar a todos los que se inte­resen por el "fenómeno de Fujimori" de 1990.

"¿Por qué lloran las vírgenes?" de Rita Márquez es un artículo sobre un fenómeno reli­gioso de Lima en 1991. En el mes de febrero de ese año la imagen de una Virgen supuestamente lloró en varias oportunidades. Márquez desarrolla en su artículo dos argumentos muy interesantes. En primer lugar muestra las diferencias de interpreta­ción del fenómeno entre la población devota y la Iglesia oficial. Mientras que los creyentes veían en

Nº 1, julio 1996

las lágrimas de la Virgen la prueba de que la Santa Madre sentía pena por el sufrimiento de los pobres, la Iglesia interpretaba el fenómeno como una ad­vertencia para el hombre pecaminoso. Según la Iglesia, la Virgen demanda que el hombre vuelva a renovar su fe y su confianza en Dios. Estas inter­pretaciones contradictorias llevan a Márquez a un segundo punto central de su argumentación. La autora muestra convincentemente cómo la pobla­ción devota utiliza a la Virgen para abrirse un es­pacio de religiosidad afuera de la Iglesia Católica. Aunque la Iglesia toma una posición cuidadosa y bastante crítica frente al fenómeno, la gente piadosa -en su mayoría mujeres- se queda poco impresio­nada por la falta de respaldo oficial.

Este interesante artículo de Rita Márquez nos muestra un punto débil de este libro. Le falta una conclusión que ofrezca al lector una interpretación de la cultura popular de Lima en un contexto más amplio. Los fenómenos de la religiosidad popular se encuentran también en otros lugares y bajo otras circunstancias. Sería interesante comparar la reli­giosidad del sector popular de Lima con la de otras ciudades latinoamericanas. Además, casi todos los artículos del libro tratan de la relación entre "lo criollo" y "lo andino" y de lo que los autores llaman el mundo tradicional y el mundo moderno como elementos centrales de la cultura popular de Lima. Pero después de leer el libro, el lector no encuen­tra respuestas a preguntas como ¿es Lima diferente a otros centros urbanos de América Latina por la presencia de tradiciones andinas en su cultura popular y por la diversidad de la composición étnica de su población?

No obstante, TEMPO presenta con este libro una contribución importante a un campo de estu­dio complejo y exigente. Nadie que estudie la cul­tura popular en América Latina puede ignorar esta obra.

Thomas Krüggeler

HERZOG, Tamar. La justicia penal en Quito (1650-1750). La administración como fenómeno social. Madrid: Centro de Estudios Constituciona­les, 1995, (Historia de la sociedad política/ Coll. Dir. Bartholome Clavero).

Tamar Herzog desde el inicio de la obra nos introduce a las relaciones entre las instituciones y el público en una sociedad colonial de los Andes. La

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Reseñas

autora (en adelante T.H .) expone ocho litigios presentados a la Audiencia de Quito, entre 1660 y 1746, para plantear los temas que ilustran su re­flexión inicial acerca del funcionamiento de la justicia penal en la jurisdicción de la ciudad de Quito 1

• La exposición sintética de esos casos le sirven para denunciar la necesidad de prestar atención al sistema que los ha producido y a las deformaciones que éste puede imprimirle.

El carácter colonial de la sociedad de Quito, y de las Indias en general , conducen a la autora a in­terrogarse acerca de las formas que la administra­ción penal habría tenido, dadas las condiciones particulares de la formación social imperante (alejamiento del poder del monarca y carácter consensual de su administración).

Con el objetivo de conocer la dinámica inter­na de la administración de la justicia penal, T. H. se propone un plan a partir de tres temas clásicos que responden a las interrogaciones siguientes: ¿Cuáles eran las relaciones entre los individuos y los grupos sociales?¿ Cómo se desarrollan los lazos que esos grupos entretejían con las instituciones? ¿De qué manera se expresaban y arreglaban las tensiones internas? La autora considera apropiado el marco teórico de la sociología de las organiza­ciones y se apoya en la noción de sistema abierto (Azumi J. Hage) como una clave para estructurar una respuesta a las preguntas precedentes.

T.H. evidencia una utilización masiva de las fuentes jurídicas en la historiografía contemporá­nea. Sin embargo, ella considera necesario afinar la metodología del análisis. Desde su punto de vista, todo el problema reside en la percepción de las fuentes jurídicas. A ese respecto su posición es contraria a la perspectiva "positivista" cuya ca­racterística es considerar la documentación jurídica únicamente como una fuente de información. Lo que significa abstraerse del sistema que produjo esa documentación y en consecuencia ignorar las de­formaciones generadas por el propio sistema po­seedor de una lógica y de reglas de funcionamiento. T.H. opta por la línea trazada por la llamada "his­toria social del derecho" (Hespanha, Clavero y otros). De ahí, que su lectura considera los docu­mentos como el resultado de un largo y complejo proceso de producción del sistema. Esto significa,

Originalmente la versión francesa de Tamar Herzog, L1.1 justice pena/e d 'Quito ( 1650-1750)? La administra/ion comme phenomene socialffhése Nouveau Régime ,sous la direction qe Nathan Wachtel , Paris: Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales, 1994, 2 vols. 495 p.

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la necesaria comprensión de la correspondencia entre la práctica en los tribunales, las reglas lega­les y la realidad social. Ahí es donde constata que fue postergado el tema de la relación entre el sis­tema y los miembros.

Los documentos manuscritos de archivos (Es­paña y Quito) y una abundante bibliografía inter­nacional (historia de derecho. derecho , hi storia social y sociología) son el material que le permi­ten construir su obra. Esa diversidad bibliográfica conduce a T.H. a optar por una lectura que se apoya en los instrumentos analíticos y conceptuales del derecho como instrumento para comprender el orden social de la ciudad de Quito. A pesar de que la historia de esta ciudad multiétnica es un "mi s­terio" , sus instituciones como la Caja Real y el Obispado imprimieron a Quito una dinámica par­ticular entre 1650 y 1750. Este periodo fue elegi­do para situarse en una coyuntura económica y política "calmada" y de "relativa estabilidad".

La obra nos introduce al mundo jurídico de la Audiencia de Quito y las diferentes instancias de los tribunales. De manera precisa se perfilan sus competencias y los lazos de comunicación entre las diversas instancias. La autora dedica particular atención al tribunal de la Santa Hermandad ( 1650-1706) encargado de arrestar y castigar a los grandes delincuentes que cometían crímenes de enverga­dura mayor. Una vez definido el esquema de la administración, se interesa en reconstruir el proceso de nominación de los magistrados y del corregidor; asimismo describe la venta de los oficios y las so­luciones propuestas, señalando los periodos de crisis en el siglo XVII (oficios vacíos para los relatores, los alguaciles y otros).

El grado de profesionalismo de los miembros de la Audiencia proporciona elementos de interés sobre el nivel de formación de los miembros de la Administración. De un lado, los jueces con un ni­vel superior y los subalternos con un nivel menos sólido debido a una inestabilidad en el puesto. Esta extrema movilidad afectaba también a los agentes ocasionales o temporales que formaban parte del público y actuaban como fuerza pública. Final­mente, la situación de los magistrados es abordada a partir de la reconstrucción de los lazos de pa­rentesco y las relaciones sociales, a ese respecto se ha verificado una influencia de esos factores en el ejercicio de la profesión.

La ceremonia jurídica y la justicia ceremonial son evocadas a partir del famoso caso de los mari­neros españoles Jorge Juan y Antonio de Ulloa que acompañaban a la misión científica francesa en su visita al Pení (entre 1736 y 1744). Así después de

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una presentación detallada de las implicaciones del caso, se verificó que el juez gozaba de una posición especial y de relaciones distantes con la jerarquía local de Quito, asegurada por los ritos y las cere­monias. Estas últimas -en particular la entrada pública de Quito- constituían ocasiones preciosas para que los individuos pudieran afirmar el cargo que detentaban y su jerarquía. Si la representación ceremonial jugó un papel importante, no fue menor el rol de la publicidad de la imagen positiva en la aplicación de la justicia en Quito. El presidente de la Audiencia Alcedo (entre 1729 y 1736) fue uno de los más reputados personajes en transmitir tal tipo de novedades a la metrópoli y a la sociedad de Quito. Este personaje no se conformó con la edi­ción de edictos y anuncios, sino que también los hizo leer en alta voz acompañados de tambores y clarines; asimismo acentuó el aspecto espectacu­lar de la repatri ac ión de los "indesirables" para darle mayor repercusión pública. O sea, que estas imágenes fortalecían el conocimiento "sorpren­dente" del público acerca del funcionamiento de la administración de la justicia. La imagen de esta última "fue a la par de cierta percepción del cri­men": a partir de 171 O se acumulan las causas contra una misma persona o familia y se clasifica a los delincuentes en virtud de las relaciones de amistad y de familia y no de comportamiento.

En lo que concierne al proceso penal en Quito éste se fundaba en la ley y la práctica castellana reproducida y adaptada a la realidad local. Su ca­racterística principal es la "flexibilidad que per­mitía una perfecta adecuación". La misma, pro­venía de los intereses públicos y privados y de las exigencias de la coexistencia social. Por otro lado, uno de los elementos claves considerados en el desarrollo del proceso-según la tesis de T.H.-era la reputación que podía influenciar fuertemente el curso del proceso y llegaba incluso a entremez­clarse con la propia causa. De una importancia equiparable era el rumor que podía ser considera­do por los juristas. según las condiciones del caso. Estos factores son interpretados por la autora como "testimonio de la manipulación del proceso penal por los individuos o los grupos que se convierten en legalistas, o al contrario ignoran el derecho".

La administración de la justicia examinada desde el punto de vista de su práctica perfila per­manencias, transformaciones e innovaciones que pueden ser situadas en el tiempo. Desde principios del siglo XVlll lajusticia es más informal y cere­monial. Una fuerte fortificación de los signos ce­remoniales y una utilización extendida de los mis­mos es empleada por el Presidente de la Audien-

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cia entre 1736 y 1744. Además, se produce la des­aparición de la justicia informal de la Santa Her­mandad y del ejercicio del poder del corregidor. Mientras que disminuye la venta de los oficios en­tre 1710 y 1750.

La obra muestra un sistema de justicia abierto por una diversidad de rasgos: primeramente porque permite la participación de "agentes exteriores" para reforzar el sistema, con el consentimiento de los magistrados. Estos funcionarios mantienen estrechas relaciones de amistad y parentesco con los habitantes, elemento que dinamiza la alimen­tación de información acerca de los procesos. De otra parte, el mundo duro del sistema era el per­sonal subalterno porque en la práctica éste dirigía el desarrollo del proceso penal y decidía realmen­te su resultado, siguiendo normas jurídicas, guber­namentales o extra-jurídicas (consensuales). Fi­nalmente, el sistema de justicia abierto de Quito no respondía al esquema clásico que oponía: un demandante influyente contra un acusado humilde. En esta ciudad todas las capas sociales (bajas y medias) participaban alterando ese orden.

Con esta importante obra, Tamar Herzog au­gura la historia social del derecho en la sociedad colonial andina. Su sólida formación como jurista y su remarcable sentido crítico le han permitido desmitificar las concepciones vigentes acerca de la administración y del Estado y la construcción del imperio español en Indias . Afirmándonos con fuerza que la justicia penal fue un asunto del "pú­blico" y no una "empresa pública".

Con relación al marco teórico de la obra. Cla­ramente se perfila que el análisis responde al paradigma de la práctica que ha dominado el marco conceptual de los estudios del decenio 1980-19902•

La construcción narrativa de la obra lo refleja cla­ramente. Así, ella opta por exponer casos relativos a !ajusticia penal y verificar las soluciones legales aportadas, mostrándonos las intervenciones extra­jurídicas y el peso de los acuerdos sociales. Una tensión permanente recorre el texto entre la opo­sición de la práctica y la norma. De ahí la perti­nencia de la articulación entre sistema y el público.

¿Cuál es el rol que la autora atribuye al públi­co en el desarrollo de los procesos jurídicos pre­sentados ante la Audiencia? T.H. resuelve convin­centemente la actitud del público a partir de una

2 Una evaluación crítica de las grandes tendencias en Angelo Torre, "Percosi della pratica. 1966-1995", Quademi storici 90/a. XXX, nº 3. dicembre 1995, pp. 799-829.

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Reseñas

oposición dual. De una parte entre participación activa que se verifica a partir de la presencia de los individuos en calidad de testigos, etc.; de otra, por la participación pasiva que se refiere a los espec­tadores de los procesos o de las ceremonias jurídi­cas. Al menos, así lo evoca al tratar el caso de Jor­ge Juan y Antonio de Ulloa. Así, conviene pre­guntar de manera general ¿Hasta qué punto esta oposición dual es efectiva para dar cuenta de la presencia del público y de sus actitudes? ¿En qué medida los documentos jurídicos altamente for­malizados recogen las actitudes del público?

Para ilustrar mejor los límites de esta pareja de oposición pasivo/activo conviene ejemplificarla con el propio caso de Ulloa. La población de la ciudad de Quito no quedó pasiva a la travesía de Ulloa por las calles de la ciudad hasta la pl aza mayor. No sólo porque significaba una apropiación simbólica del espacio de quiteños, sino también un desafío a la autoridad jurídica de la Audiencia. La prueba es que la "voz del público" tuvo una in­fluencia en el curso del litigio, pues algunos testi­gos habían "sabido" y "oído decir" que la querella resultaba de una provocación deliberada de Ulloa.

Con relación al espacio geográfico de la obra. Llama la atención que la autora analice Quito con la certitud de que su historia es un "misterio". Esta afirmación señalada únicamente en la introducción tiene consecuencias importantes para la compren­sión de los actores sociales en presencia. Primera­mente, porque a lo largo del texto hacen su apari­ción los "nobles", la "plebe", las "clases bajas", las "clases medias", el "pueblo", los "extranjeros", los "chilenos" y otros grupos, pero el lector no tiene elementos para comprender en definitiva ¿cuál era la composición de los habitantes de Quito entre 1650 y 1750? Sólo habiendo proporcionado esas informaciones, habríamos entendido mejor la pre­sencia de esos actores sociales y no de otros. Este tipo de precisión no es banal, pues para el histo­riador es necesario, como también la definición de esas "clases bajas" y "clases medias" cuyos com­ponentes ignoramos, por el mismo hecho de la designación de "clases".

Si el "misterio" de la historia de la ciudad os­curece algunos aspectos de la obra, la ceremonia jurídica nos proporciona elementos acerca de la cadencia de la vida de los habitantes de Quito. En efecto, T.H. nos hizo acceder a las actividades festivas, a los desfiles , a las corridas y al aparato ceremonial entretejido cuidadosamente por los miembros de la Audiencia porque servía para una reafirmación de poder.

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La estimulante reflexión de Tamar Herzog acerca de la justicia penal nos ha ilustrado las con­tradicciones en la administración, el dinamismo del sistema y el público de Quito. Al mismo tiempo ha planteado el desafío de la elaboración de una his­toria social de la ciudad de Quito desde otros án­gulos y por qué no apoyado en otros paradigmas .

Carmen Beatriz Loza

W ALKER, Charles (Compilador). Entre la retó­rica y la insurgencia. Las ideas y los movimien­tos sociales en los Andes, Siglo XVIII Cuzco: Centro Bartolomé de Las Casas, 1996, 364 p.

Este libro contiene algunas de las ponencias presentadas en un coloquio efectuado en París en 1993, "El Siglo XVIII en los Andes", organizado por el Grupo de Trabajo de Historia y Antropología Andinas (CLACSO). El interés de los estudios in­cluidos en el volumen gira en tomo al pensamien­to de la Ilustración y su impacto en las sociedades virreynales de un territorio que comprende los ac­tuales países de Bolivia, Chile y Perú. En ese sen­tido, estas investigaciones se ubican historiográ­ficamente dentro de una tendencia reciente que busca vincular distintas ramas de la disciplina his­tórica, en este caso, la de historia de las ideas con la de los movimientos sociales.

Los estudios de esta compilación pueden ser divididos entre los que centran su atención con­cretamente en el tema de las rebeliones andinas, como es el caso del trabajo de Jorge Hidalgo sobre aquellas rebeliones ocurridas en Arica, Tarapacá y Atacama entre 1770 y 1781 , y el de las investiga­ciones de Sergio Serúlnikov, de Emilio Garzón Heredia, y de Nuria Sala i Vila; el primero trata la insurrección aimara de Chayanta (1777-1780), el segundo las vinculaciones entre el clero y la elite cusqueña durante la rebelión de 1780, y la última la rebelión de Huarochirí ocurrida en 1783. Esta parte referida a sublevaciones andinas es cerrada con unas reflexiones sobre el tema de las Reformas Borbónicas y su relación con las rebeliones del si­glo XVIII, a cargo de Scarlett O' Phelan Godoy.

Un segundo grupo de trabajos se ubica dentro de la historia intelectual o cultural, tal es el caso de los estudios de Juan Carlos Estenssoro Fuchs, de Víctor Peralta Ruiz y de Charles Walker; el primero estudia la cultura popular urbana limeña, el segun­do el escolasticismo y el criticismo en el virreinato

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peruano, y el último los discursos sobre el indio a fines de la colonia.

En forma separada puede ser considerado el minucioso trabajo de Rossana Barragán sobre conflictos intra-elites e identidades en la ciudad de La Paz entre los años 1770 y 1809, que une la his­toria económica con la historia social , al abordar el interesante y complejo tema de la identidad partiendo del análisis de los lazos comerciales y personales de la elite paceña.

Adicionalmente, todo este volumen es abierto con una introducción que ubica historiográfica­mente las investigaciones en él contenidas, se trata de un detallado estudio a cargo de Charles Walker.

Son varios los aportes de esta obra. En primer lugar, reúne campos de interés no muy trabajados en nuestro medio -historia intelectual, historia cultural-, y procura vincularlos con un tema de larga tradición, en cuyo análisis solía primar el enfoque de la historia económica, como es el caso de la historia de las rebeliones andinas. El percibir viejos temas desde recientes perspectivas parece ofrecer nuevas posibilidades de investigación. Un ejemplo de esto es el estudio de Nuria Sala i Vila sobre un conato de rebelión en la sierra cercana a la ciudad de Lima, para cuya comprensión la autora no sólo se remite a los factores económicos, sino también a los ideológicos. Así, el horizonte mítico andino y las filosofías de la época están presentes en este trabajo que incluye, entre sus conclusiones, la sugerente aseveración: "mientras en las elites intelectuales limeñas estaba calando la filosofía ilustrada, en un sector considerable de la población indígena imperaba aún como proyecto alternativo al orden colonial soluciones que bebían en las fuentes filosóficas del dieciséis y diecisiete hispano y en el horizonte mítico andino" (p. 300).

En segundo lugar, otros trabajos contenidos en esta obra, como el de Walker o, especialmente, el de Estenssoro, evidencian que hay una enorme cantidad de temas por tratar sobre historia cultural e intelectual durante el virreinato. El trabajo del primero analiza el discurso frente al indio en las últimas décadas coloniales (1780-1820); el tema quizás no sea del todo original , pero sí lo es el hecho de que Walker centre su atención no en el conocido discurso negativo de la elites sobre el indio, ocasionado por la rebelión de Tupac Amaru 11, sino en las "voces discordantes" que por en­tonces aisladamente, dieron "explicaciones socia­les " de la "miseria del indio". El trabajo de Estenssoro, por su parte, a través del estudio del baile en la Lima colonial, busca cuestionar la ima­gen de una cultura del siglo XVIII ilustrada, reser-

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vada a un grupo reducido y socialmente determi­nado, llegando a señalar que hubo sectores popu­lares "ilustrados" que participaron en los debates alrededor de la cultura pública. Es cierto que ambos trabajos, antes que abundar en respuestas dejan, más bien, múltiples interrogantes planteadas. Así, el mismo Estenssoro comenta lo difícil que es para un historiador estudiar y conocer cómo un discur­so -de cualquier tipo que sea- es leído al interior de una sociedad, ·'comprendido en un momento determinado, más allá de sus intenciones comunicativas, a las que con bastante más fre­cuencia sí tenemos formas de acceso" (p. 63). Walker, por su parte, reconoce que no se sabe so­bre la forma en que fue recibido el mensaje oficial sobre el indio, post-rebelión de Tupac Amaru 11, por parte de los sectores que no formaban parte de la elite. Estas preguntas, en realidad, incentivan futuras investigaciones.

En tercer lugar, los trabajos sobre levanta­mientos andinos constituyen rigurosos estudios que recogen planteamientos anteriores sobre un tema que ha interesado y, por lo visto, sigue interesando -se supone, por distintos motivos-, a los historia­dores de los Andes, a lo largo de ya varias déca­das. En ese sentido, era especialmente necesario el estado de la cuestión escrito por O 'Phelan, e in­cluido en la obra.

En cuarto lugar, es útil recordar que la metodología y temática de las investigaciones contenidas en este volumen dan nuevas luces para estudios referidos a otras regiones o a un marco temporal más amplio. En ese sentido, la mayoría de los trabajos presentes en este libro se refieren únicamente a la segunda mitad del siglo XVIII.

Como puede apreciarse, son varios los aportes a la investigación histórica que esta compilación ofrece. Pero no pueden olvidarse los puntos débiles, aunque muchas veces, antes que "puntos débiles", se trata de "puntos polémicos". Tal es el caso de lo escrito por Garzón, en su sugerente estudio sobre la actuación del clero cusqueño en tiempos de la gran rebelión de 1780. El presenta a este sector como un grupo que unánimemente luchó contra el levanta­miento de Tupac Amaru: "el clero combatió por todos y con todos los medios a su alcance en la re­presión de la sublevación indígena desde la creen­cia que ésta afectaba seriamente sus intereses eco­nómicos y su posición social dentro de la región" (p. 264 ); está demás señalarse que tal afirmación es controvertida, pues di versos estudios sobre el tema evidencian más bien una postura ambivalente del clero (por ejemplo, O'Phelan 1988: 237,238). Igualmente polémico es Walker en su trabajo sobre

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Reseñas

discursos alternativos sobre el indio, cuando señala que "la defensa más coherente de los indios de la época" ( 1809) fue el escrito del Fiscal del Crimen de la Real Audiencia de Lima y protector de indios, Miguel de Eyzaquirre, que "prefiguraba el indigenismo del siglo XIX ", al "culpar a los que explotaban al indio y confiar en la posible ' recupe­ración ' de la población nativa" (p. 102).

Finalmente , debe decirse que el objetivo integrador que parece indicar el título del libro, Las ideas v los movimientos sociales ... , es decir, la histori~ de las ideas -que habría de incluir la his­toria intelectual y cultural- y la historia de los movimientos sociales -las rebeliones- queda en buena medida plasmado en la mayoría de los tra­bajos incluidos en la obra; integración que, por cierto, no era fácil de conseguir, si se tiene en cuenta que ese clamado diálogo entre las distintas ramas de la historia implica dificultades tales como problemas de exposición, de fuentes o de métodos.

lvá11 Mil/011es Maríííez

CONAGHAN, Catherine y MALLOY, James M. Unsettling Statecraft. Democracy and Neoliberalism in the Central Andes. Pittsburgh, University of Pittsburgh Press, 1994.

Este es el primer estudio comparativo sobre la transición política experimentada por Perú, Ecua­dor y Bolivia durante los años ochenta. Conaghan y Malloy se concentran en indagar las razones por las cuales tres gobernantes civiles, Fernando Belaunde Terry en Perú ( 1980-1985), León Febres Cordero en Ecuador (1984-1988) y Víctor Paz Estenssoro en Bolivia (1985-1989) coincidieron en asociar la toma de decisiones políticas con la apli­cación de una severa política económica neoliberal.

En primer lugar, los autores encuentran una poderosa razón histórica en la actual coincidencia entre la gobemabilidad y el neoliberalismo en los Andes centrales. Desde fines de los años veinte, el agotamiento del orden oligárquico dominante en estos tres países, que dio paso a la irrupción de actores urbanos como las clases medias y traba joras con demandas de participación política y recono­cimiento social, no desembocó en la formación de un deseable sistema político de tipo representati­vo. En ese contexto, los regímenes civiles y mili­tares que se sucedieron hasta fines de los años se­senta se mostraron incapaces de dar solución a la

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crónica crisis de representación, hecho que pasaba sobre todo por enfrentar la desigual estructura socioeconómica. Los autoritarismos militares es­tablecidos en los años setenta, vale decir los go­biernos de Juan Velasco Alvarado en Pe rú. Guillermo Rodríguez Lara en Ecuador y Hugo Banzer en Bolivia, fueron otros tantos experimen­tos fallidos en el intento de resolver el problema central de involucrar a clases sociales en perma­nente conflicto y grupos de interés dentro de la es­fera pública usando métodos corporativos.

La segunda razón del tránsito hacia el neolibera­li smo es más coyuntural, al ligarl a Conaghan y Malloy al fracaso de la experiencia burocráti ca y autoritaria de los militares. En Perú, Ecuador y Bo­livia, el hecho de que bajo estas dictaduras el impulso modernizador convirtiera al Estado en el principal agente motivador social e inversor económico de la época alentó curiosamente en uno de sus beneficia­rios di rectos-los empresarios e in verso res privados­un clima de desconfianza e inseguridad que se tra­dujo finalmente en la adopción de un discurso anti­estatal. De ahí que a fines de los setenta, esta comu­nidad empresarial se sumara a los sectores políticos que demandaron el retomo de la democracia, pero distinguiéndose por agregar que este cambio políti­co debía suponer la aplicación del liberalismo eco­nómico. De acuerdo con este pensamiento, los em­presarios no esperaban que la democracia sirviera como un medio para canalizar los conflictos deriva­dos de la desigualdad socio-económica y la crisis de representación, sino que aspiraban a que la misma apuntara, exclusiva mente, a contener el creci mien­to del Estado al que consideraban una amenaza para los intereses del sector privado. De hecho, ellos re­chazaron cualquier intento de concertación con las organizaciones representativas de los sectores po­pulares en la nueva conducción político-económica, en los tres casos estudiados.

La tercera razón que explica para Malloy y Conaghan la rápida vinculación entre civilidad y neoliberalismo en los años ochenta se atribuye di­rectamente a la nula predisposición de la clase polí­tica civil a aceptar las reglas del juego democrático.

Las prácticas autoritarias que supone la mantención del sistema presidencialista en las nuevas constituciones andinas fue, según los au­tores, el nuevo marco que posibilitó el manteni­miento de los viejos vicios clientelistas, populistas y patrimonialistas en el sistema multipartidario restituido. Bajo este marco de exclusión social, las coaliciones anti-estatistas pudieron gradualmente acceder al control de la política económica una vez que los partidos conservadores triunfaron en las

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urnas. Al ser el tema de la crisis económica en Perú, Bolivia y Ecuador un asunto central en la opinión pública, los partidos conservadores convirtieron las elecciones en un permanente plebiscito en torno al tema pero sin especificar el tipo de programa económico que se aplicaría. De ahí que cuando las coaliciones anti-estatistas, reconvertidas ya en los tecn ócratas del régimen. aplican los ajustes neoliberales en Ecuador y Bolivia tienen que ha­cerlo usando la violencia, mientras que en el Perú el gobierno se apoya simplemente en una intole­rancia permanente a las demandas de la oposición.

La explicación económica e histórica que el libro da a los problemas del ejercicio de la política contemporánea en los tres países andinos es rele­vante porque completa un vacío interpretativo dentro de la amplia y abundante literatura sobre la transición del militarismo al civilismo, un término más preciso que el de tránsito del autoritarismo a la democracia. Habría sido interesante que los au­tores se concentraran también en el rol de la clase empresarial dentro de los programas económicos de corte populista que en el caso de Ecuador, bajo el gobierno de Roldós y luego Hurtado, y en Bolivia, con Hernán Siles Zuazo, precedieron a la aplicación del neoliberalismo. Seguramente sus afirmaciones se habrían enriquecido y complejizado todavía más. A pesar de coincidir con la definición tocqueviliana de ambos autores en que la democracia es un sis­tema que permite el fortalecimiento de la sociedad civil, mientras que el neoliberalismo apunta a lo contrario, desconcierta en cierto sentido que ambos autores culminen su escrito señalando que corres­ponde a estos mismos capitalistas, tecnócratas y políticos sacar a los países andinos de su inestabi­lidad social y económica (p. 231 ). En todo caso, estos vacíos y dudas son menores frente al aporte comparativo y descriptivo que el libro aporta a cualquier lector interesado en los problemas de la democracia en América Latina.

Víctor Peralta Ruiz

PEREZ FERN ANDEZ, lsacio. El anónimo de Yu­cay frente a Bartolomé de Las Casas: estudio y edición crítica del Parecer de Yucay, anónimo (valle de Yucay, 16 de marzo de 1571). Cuzco, Centro Barto lomé de Las Casas, 1995, 226 p.

El siglo XVI fue una etapa importante de la historia mundial: los europeos tomaron contacto con tierras nunca antes visitadas y sociedades

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nunca antes conocidas, el "Nuevo Mundo". En un veloz proceso de expansión, se llevaron a cabo di­ferentes empresas de conquista y colonización es­pañola; una historia que fue registrada paso a paso en un ingente número de documentos de diverso tipo que numerosos investigadores han tratado (y tratan) de reconstruir. Sin embargo, unos docu­mentos amplían más que otros el panorama de lo que pensaron y creyeron los conquistadores al asentarse en estas nuevas tierras, así como algunos investigadores tienen más éxito que otros al anali­zarlos y aportar al conocimiento de esa lejana y misteriosa historia.

Por eso es importante la publicación del Anó­nimo o Parecer de Yucay, sobre todo porque está introducido por un reconocido estudioso del tema lascasiano como lsacio Pérez Femández, con va­rios libros en su haber. Su estudio crítico y las anotaciones al documento están hechas en un len­guaje muy sencillo y directo y no por eso dejan de ser exhaustivos y precisos. Un aporte que además, resulta interesante porque -como nos recuerda Pérez Femández- el lector suele acercarse de buena fe al documento y aunque por pura práctica, realice un análisis heurístico o hermenéutico, éste no ne­cesariamente arroja la real complejidad de un do­cumento. Este es el caso del Anónimo de Yucay.

Escrito en 1571, el Anónimo nos ubica en pleno siglo XVI , en los ardientes debates que sacudieron a los reinos españoles y a Europa misma. Se dis­cutía fogosamente sobre la humanidad de la gente americana recién contactada; candente tema era el de los derechos de la Corona española al sojuzgamiento de las nuevas tierras y, en algún momento, hasta se rechazó el derecho del Papa de censurar y ceder las nuevas tierras a España. Todos estos debates giran en tomo a una figura central, Fr. Bartolomé de Las Casas quien como el caba­llero de la triste figura, Don Quijote, lucha contra los imbatibles molinos de viento -léase las conve­niencias de la Corona española.

Simpática atribución del personaje con la que Pérez inicia su estudio crítico que, independiente­mente de que pueda ser probado o no (como ase­gura el autor que podría), permite comprender cómo el ideal de la nueva cristiandad quedó rápi­damente desplazado por consideraciones por completo terrenales. El descubrimiento de Améri­ca y la conquista de los imperios azteca e inca le permitieron a España sobresalir en el panorama europeo de la época. La ventaja de la posición de la Corona española y el interés de otros países eu­ropeos por acceder a América buscaron ser legiti­mados; los unos, señalando la misión divina y el

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Reseñas

derecho re al a las nuevas tierras; los otros, remarcando la brutalidad de la conquista y la des­trucción de avanzadas culturas. Finalmente, muc hos de los argumentos de la leyenda negra fueron malinterpretaciones de los que esgrimiera Fr. Bartolomé de Las Casas.

Tres manuscritos del Anónimo de Yucay le sirven de base a Pérez Fernández en su estudio, uno del siglo XVII y dos transc1ipciones del XIX. Con su confrontación ha buscado restablecer el texto del documento original pues , como bien lo demuestra, hay muchas añadiduras y sobreañadiduras y tam­bién es posible que hayan omisiones no casuales. La hipótesi s que demuestra el autor es que entre el Parecer "original" y los manuscritos que han lle­gado a nuestros días hay diferencias sustanciales que, de un lado, los rodean de un aura de falsedad y del otro, los enriquecen puesto que reflejan la radicalización del pensamiento antilascasiano pe­ruano; de allí que según Pérez Fernández, se haya perdido el nombre del autor pues no sería una sino varias manos las responsables de la escritura del Anónimo. No deja de ser interesante el que, en esta publicación, se recupere visualmente el que sería el texto original al separar los párrafos con las probables variaciones de escritura.

En su estudio introductorio, en la primera parte, Pérez Fernández presenta el contexto his­tórico (dramático) en donde da cuenta de las peculiares coyunturas que rodearon la vida de Las Casas y que llevó a que se urdiera una espe­cie de complot a su muerte para borrar de la historia la presencia de su obra. El mismo Fran­cisco de Toledo, virrey del Perú en la década de 1570, pidió se escribiera un "cuadernillo" en que se denunciara la dañina influencia de la obra de Las Casas. Este dominico afirmaba que los incas eran los señores legítimos y naturales de estas tierras. Para Pérez Fernández, este "cuadernillo" es el documento que se publica.

Como para centrar el momento y el impacto del Parecer, en la segunda parte, el contexto lite­rario, el autor lo compara con la "Carta" de Toribio de Benavente, más conocido como Motolinía, que vendría a ser el documento americano más seme­jante. Escrita algo antes, 1555, el franciscano habría recogido -según Pérez Fernández- ingenua e in­conscientemente el sentir de los encomenderos mexicanos en contra de la posición de Las Casas. A pesar de que esta carta no gozó del favor real sino que por el contrario, le significó la cárcel a su au­tor, en ambos documentos encuentra mucha in­formación tomada de Las Casas, que es utilizada de modo similar en su contra.

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Poco se puede decir de la perspicacia del ma­nejo de fuentes que tiene el autor y de lo sugerente que resulta su hipótesis cuya demostración abun­da con las numerosas y bien logradas notas críticas de l tex to. Sin embargo, hubiera sido interesante relevar la llaneza -y hasta simplicidad- del con­texto histórico con la información de las notas; la riqueza del estudio se ve menguada por esa dis­persión . Muchas preguntas se quedan en el aire como si realmente hubo una conspiración contra Las Casas y su obra, a su muerte , o en el fondo, se trataba simplemente de políticas de Estado: asentar el gobierno virreinal , afirmar la posición española en una Europa que buscaba acceder a las Nuevas tierras y por fin y sobre todo, el interés de los reyes españoles por control ar a la Iglesia y supeditarla a la Corona.

Por otro lado, ¿qué era lo que en realidad se castigaba en Motolinía, su ataque contra Las Casas o la defensa que inconscientemente hacía de los encomenderos mexicanos en un momento en que las rebeliones de los encomenderos peruanos remecían el imperio? Aunque Pérez sólo lo men­ciona al paso. quizás es una diferencia muy intere­sante entre ambos documentos: el mexicano es un intento de los españoles establecidos en América por fundamentar y legitimar su presenci a; el pe­ruano, escrito posteriormente, es una voluntad del Estado (virrey o rey) por legitimar el dominio so­bre sus vasallos (españoles e indígenas) en Amé­rica.

No queda así bien establecido los esfuerzos de Toledo por someter y colocar bajo la Corona a españoles y a autoridades indígenas por igual. Con esa misión, que no sabemos si fue dada o asumida por el virrey, no era posible aceptar un pensa­miento, de notoria influencia, que pusiera en duda los derechos y los intereses de un Estado colonial en conformación. Es interesante percibir que por mucho que fuera ordenado desde arriba, por el vi­rrey Toledo, el Anónimo de Yucay fue la respuesta peruana a las opiniones lascasianas. Una respuesta que probablemente se ajustó más a los marcos del Estado virreinal que a la opinión de los estratos de poder local (como fuera en el caso mexicano).

A partir de esta edición, El Anónimo de Yucay resulta no ser tan anónimo. Pérez Fernández pue­de identificar a una de las varias manos que escri­bieron el texto (y quizás más adelante nos sorprenda con el resto) pero sobre todo, ha puesto al descu­bierto parte del mar de fondo de lo que estaba su­cediendo en el virreinato del Perú en esa época. Se puede afirmar que gracias a esta edición y al trabajo de Pérez Fernández, el Anónimo de Yucay es más

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que nunca un verdadero Parecer; el parecer del gobierno del virreinato del Perú con respecto a la prédica lascasiana. La cuidadosa crítica de fuen­tes nos permite contar con una verdadera herra­mienta, llena de detalles y explicaciones, con la cual ajustar la comprensión de esa temprana etapa del virreinato del Perú.

Susana Aldana Rivera

BAUMANN, Max Peter (Compilador). Kosmos der Anden. Weltbild und Symbolik indianischer tradition in Südamerika. lnternationales lnstitut für Traditionelle Musik. München 1994, 588 pág. , ilust.

La miscelánea de autores alemanes, en lama­yor parte de los casos, representa el estado actual de las investigaciones de la Etnología e Historiografía alemanas sobre la región andina. Se trata de una interpretación comprometida de los procesos sociales en Bolivia, Perú y Ecuador. La mayoría de las 19 contribuciones tiene relación al presente destacándose la importancia de los fenó­menos de larga duración cuya estabilidad estruc­tural y continuidad deben asegurar una compren­sión más profunda de la situación actual. Por eso, el tema central es la tradición y la transformación de la sociedad andina reflejada en los mitos, sím­bolos, lengua, música y danza, en ritos y cosmología que determinan la mentalidad, el pensamiento y la actitud. Los autores evalúan po­sitivamente las sobrevivientes instituciones tradi­cionales, políticas y económicas, adoptando una actitud escéptica frente al proceso de integración y a la pérdida potencial de la identidad étnica de los quechua y aimara.

El libro se divide en seis conjuntos temáticos. En el primero, Tradilionelle Symbole und pragma­tisches Denken im Weltbild andiner Bevolkerung (Símbolos tradicionales y el pensamiento pragmá­tico en la cosmovisión de la población andina), su autora lngrid Bettin parte de la constante geográfi­ca que determinó las formas fundamentales del comportamiento social basado en la dualidad, la reciprocidad y el carácter cíclico del tiempo. Si bien en el pensamiento actual de los indios el tiempo cíclico cedió paso al lineal, la imagen de la dualidad del tiempo y del mundo sigue conservándose.

El segundo tema Andine Religiositdt in ko/onialer Ceschichte und nachkolonialer Cegenwart (La religiosidad andina en la historia

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colonial y en presente postcolonial) contiene tres ensayos: Anna María Mariscotti de Gorlitz en su Cotter und Heiligenkult in den Zenlral-Andean (Los dioses y el culto a los santos en los Andes Centrales) demuestra en los casos de Pachamama y de Santiago que la religiosidad de los quechua y de los aimara ha conservado su estructura original, siguiendo ajena a la racionalidad occidental. A la misma conclusión llega Bruno Schlegerberger en B rauchtum un.d reli giose Praxis quechuas­prachigen Cemeinde in den südlichen Hochlanden. Pe rus (Las costumbres y prácticas religiosas de una comunidad de habla quechua en las tierras altas del Perú meridional). lna Rosing en Opferschuld - Ein zentraler Begrijf der andinen Religion. Kallawayas, Anden, Bolivien (Sacrificio como deuda: Una concepción fundamental de la religión andina. Kallawayas, los Andes, Bolivia) amplía las interpretaciones actuales de la religión andina ba­sadas en la reciprocidad y la "lógica binaria" por una otra dimensión, la de la deuda sacrificatoria y de la pérdida del alma.

El centro de interés del tercer tema Svmbolische une/ themalische Bezüge altandiner ·ueberlief­erungen aus dem frühkolonialzeitlichen Peru (Relaciones simbólicas y temáticas de la antigua tradición oral de la región andina en el Perú de la temprana época colonial) lo constituye el manus­crito de "Huarochin~' como documento etnográfico y fuente del arte narrativo del Perú antiguo. Con­tribuyeron en esta sección: Roswith Hartmann , Vom Leben une/ Tod. Mündliche Ueberlieferungen aus demfrühkolonialzeitlichen Peru (De la vida y de la muerte. Tradición oral del Perú de la época colonial temprana), Sabine Debenbach - Salazar Sáenz, Menschen, Uebematürliche Wesen und Tiere in den Ueberlieferungen von Huarochirí. Peru, 17. Jahrhundert (Hombres, seres, sobrena­turales y animales en la tradición oral de Huarochirí. Perú, siglo XVII) y Edita Y. Yokral , Die Frau, die Krole und soziale S1rukturen im Andenraum. Die Tamtañamca-Mythe als Traumerzdhlung (Mujer, tortuga y las estructuras sociales en la región andina. Los tamtañamca mi­tos como relatos sueños).

El tema cuatro está caracterizado en el título: Geschichte und Weltbild in mündlich überlieferten und literarischen Texten des Andenraums (La historia y la cosmovisión en los textos tradiciona­les orales y literarios de la región andina). La con­tribución de Martín Lienhard, Das "geschicht­liche " Denken in einigen Quechuagesdnge une/ Erzdhlungen (El pensamiento "histórico" en al­gunos cantos y narraciones quechuas) es una re-

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Reseñas

flexión en torno a "pacha", la concepción bás ica que en el quechua evoca e l tiempo y sus cambios -· 'pachacuti". La historia aparece como una ince­sante sucesión cíclica de mundos dominados o por "hana" (arriba) , o por "urin" (abajo). Fueron los cronistas españoles quienes introdujeron una con­cepción lineal del tiempo en la historia de los incas. La concepción hi stórica del tiempo es caracterís­tica para los relatos míticos, mientras que los cantos y danzas se orientan hacia el futuro , a movilizar a la gente. Peter Masson en Zeit und Person in einigen Erziihlungen mündlicher Tradilion des mi11lere11 Andenraums (El tiempo y el personaje en algunos relatos de la tradición oral de la región central andina) reflexiona acerca del aspecto social del tiempo cíclico, de la alternación del caos y del orden, tal como reflejan en los relatos y mitos so­bre las papas, la codorniz y el zorro. Mariano Del­gado en José María Arguedas oder "die halbierte Modern e ". Die Welt der Quechua zwischen Romatik und Realismus (José María Arguedas o "la moderna partida en dos". El mundo de los quechua entre el Romanticismo y el Realismo) advierte del abismo entre la parte etnográfica y la narrativa de la obra de Arguedas que desembocó en su diver­gencia entre el romanticismo indigenista, por un lado, y el modernismo occidental, por el otro, que le condujo a un final utópico, revolucionario so­cial : a Incarrí.

La quinta parte Musik, Tanz, Gesang, Riten und Krankenheilung in den mittleren Anden (La música, la danza, el canto, los ritos y la curación de enfermedades en los Andes Centrales) la ini­cia Max Peter Baumann con Das ira-arca-Prinzip im svmbolischen Dualismus andinen Denkens (El ira-área principio en el dualismo simbólico del pesnamiento andino) que trata sobre el dualismo simbólico estructura fundamental del pensamien­to andino, que se manifiesta también en la música (ira-arca) conservándose en su forma tradicional. Ellen Hickmann en Altamerikanische Klangmittel im Dienst religidser Vorstellungen? (¿Instrumen­tos musicales antiguos de América al servicio de las imágenes religiosas?) opina que los diferentes instrumentos musicales de la América precolom­bina no servían exclusivamente a un solo objetivo ritual como era el caso del Oriente o de las cultu­ras europeas de la Antigüedad, sino que contaban con un uso más amplio. Claudius Giese en Gesang zwischen den Welten (El canto entre los mundos) estudia el significado del canto y de la danza en la medicina ritual tradicional en el Perú septen­trional. Por la misma problemática y la mi sma región se interesa Walter Andritzky en Musik.

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Gesang und Tanz in der traditionellen a11di11 e11 Medizin (La mú sica, el can to y la danza en la medicina tradicional andina) ocupándose del ritual "mesa". Barbara Mainzer-Heyers en Gesundheit und Krankheit im Verstiindnis ein.er biiuerlichen Do,fgemeinschaji i111 Hochland Perus (Salud y enfermedad en la concepción de una comunidad campesina de la tierra alta peruana) presenta los resultados de su investigación en la provinci a de Caylloma donde el término "salud" designa un estado armónico entre el yo y el medio ambiente.

El sexto tema Kulturelle ldentitdt, politische Perspektiven und sozialer Wandel im Andenraum (La identidad cultural, las perspectivas políticas y el cambio social en la región andina) abarca cua­tro contribuciones: Carola Lentz e n Die Konstrucktion kultureller Andersartigkeit als indianische Antwort auf Herrschaft und ethnische Diskriminierung - eine Fallstudie aus Ecuador (La construcción de la diferencia cultural como una respuesta india a la dominación y discrimina­ción étnica - el caso de Ecuador) centra la aten­ción en la estrategia adoptada por los indígenas en distintas etapas de la historia de sus comuni­dades para defender su modo de vivir contra lo mestizos y blancos. Observa las transformacio­nes en Ecuador después de la reforma agraria de 1964 cuando el sentimiento de una identidad lo­cal se transformó en el de pertenencia a la gran comunidad de los "indios" . Albert Meyers en Klasse, Ethnizitdt und das sogenannte lndianerproblem in der andinen Gesellschaft (Clase etnicidad y el llamado problema indio en la sociedad andina) trata de formular nuevamente los términos "clase" y "etnia". Considera como un criterio diferenciado la conciencia de la iden­tidad, dependiente de un modelo de reproducción común en el que se basa toda la cultura andina. Juliana Stobele-Gregor en Politische Kultur der Aymara und Quechua in Bolivien - Fonnen des eigenstdndigen Umgangs mit der Moderne (La cultura política de los aymara y quechua en Bo­livia: Formas del tratamiento particular de la mo­dernidad) estudia en el ejemplo de Jenaro Flores, candidato aymara al cargo de presidente, la di ­ferente concepción de la conciencia política eu­ropea-occidental (individual y profesional) y la de la población campesina indígena ligada por la visión religiosa del mundo con la comunidad. De aquella mezcla de valores tradicionales con for­mas occidentales nació una manera particular de tratar la modernidad. El autor de la última con­tribución Die Weiterentwicklung der andinen Kultur in der modernen Urbanisierung (El si-

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guiente desarrollo de la cultu ra andina en la ur­bani zación moderna) , Jürgen Golte advierte de lo específico de la organización agraria de los incas, de su continu ación en la hi stori a coloni al y postcolonial y de su influencia en el proceso de urbani zación e industri alización actual en el Perú y Boli via. La urbani zación no es un proceso in­div idual, sino colecti vo organi zado según un modelo social prehi spáni co y, por eso, mucho más ordenado que en otros países, por ejemplo en el Brasil , donde resulta caótico y menos exitoso. Con un traslado veloz masivo a las ciu-

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dades, la cultura andina sigue desarrollándose y la cultu ra urbana recién naciente no puede ocul ­tar su origen andino.

El libro concluye con un glosario útil de Peter Masson que explica los ténninos y nombres más importantes que aparecen en la mi scelánea.

Esta reseña no logra captar e interpretar en toda la amplitud la riqueza y variedad de las ideas que el libro contiene. Los autores han esbozado en sus textos unos interesantes contornos de la histori a de un penoso camino de convivencia de dos mundos diferentes .

Bohumír Roedl

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