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Jullo Concepclon 5 uárez - Por las montañas de Lena

Por lasmontañas deLena - Xulio C. Suárez · 2018. 8. 13. · Julio Concepción Suárez, doctor en Filología por laUniversidad de Oviedo, catedrático del lES de Pola deLena (Asturias),viene

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Jullo Concepclon 5uárez -

Por las montañasde Lena

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Julio Concepción Suárez, doctoren Filología por la Universidad deOviedo, catedrático del lES de Polade Lena (Asturias), viene desarrollandosu actividad investigadora y docentedesde una perspectiva muy concreta:el descubritniento del entorno através del léxico) el origen de las palabras)las terminologías interdisdplinares, losreferentes naturales) los senderos y caminos)la pequeña historia rural) las costumbres delos pueblos) la toponimia, siempre a partirde la observación y experiencia (propiay ajena) del entorno cultural que fueposible en estas montañas asturianas.

on este objetivo, Julio Concepciónuárez ha publicado entre otros trabajos

Interdisciplina y lenguaje. La cuestióntcrminológica en las aulas (1982); Lapatabra y la imagen (1982); El lenguajede los textos: uso interdisciplinar de lasf('Y/l/inolog{as cientificas (1992); Estructurasiutáctica de la definición cientifica (1993,en colab ración con Juan NoriegaArbesú) ...

EIl rcla 'i Sn con el entorno asturiano,publicó los siguientes estudios:'/b/Hl/1illlirr lenense (1992); El lenguaje(¡1/}()/I{/IIicode or(<!erlanimal (zootoponimia)(1')') 1); Mofil acién toponlmica (1992);/'0/ lo~ 11/1('/110.1' r!e Lena (1995). "El1111 i¡ ('lO d ' l.cun", en Asturias a travésdi' 1//1 ((1//11'/111 (C ;.H.A. I ()(JH). Y trabajos11111 1.llllt' ,"hll' t'lll'll~lI:\jl' y ~'I

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Julio Concepción Suárez

Por las montañasde Lena

Una 'lectura' del paisaje a ritmode silencio y de mochila

KRKPola de Lena, 1998.

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"Figúrate una fuenteen un valle verde, balbuceandosiempre lo mismo, siemprediferente, frasesfugitivas, corrientes ..."

Blas de Otero

(e)Texto y fotografias: Julio Concepción Suárez, 1998CDde esta edición: KRK ediciones

Realización editorial: KRK ediciones

ISBN: 84-89613-72-9D.L.: AS-3.613/l998

Digitalización de mapas: Gloria Barros y Dani

Grafinsa. Oviedo

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A Lucía Cotera:radiante luz primaveral(¡ ...apenas había cumplido veinte años ... !):que seguirá rompiendocada mañana el alba de estos montes,coronada para siemprede azul celestepor Santa Marina.

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9H POR LAS MONTAÑAS DE LENA Julio Concepción Suárez

INDICE 13. El Monte'l Mofusu (1): del Alto la Cobertoria a Tablao(otra "lectura" del invierno en el hayedo) 139

14. El Castiichu Naveo en invierno: un recinto castreñoentre peornos y feleehos 147

15. Entre El Payares y El Güerna: de Santa Marina a Fresneo,por la cumbre del cordal de Yanos 153

1'11111111'111/Ill'l-:l'untud 11

O. ¡NI)lCI~ OE RUTAS0.1. "Leer" cl suelo: otra forma de caminar sobre el paisaje 150.2. cguir construyendo un entorno que otros trabajaron y

conservan 230.3. Y para sentir mejor el monte, caminar con algunos

cuidados 29

II) RUTAS DE PRIMAVERA16. La primavera en Valgrande (II): del canto del cuquiechu

a los primeros brotes bajo las brañas 16517. La Cueva Gancios y el cobre prerromano de Texeo:

del Sosechar a Rioseco, entre los colorinos del mineral .... 17018. La Cueva Bosbigre: el paso del tiempo traducido

en estalactitas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 18119. La Pena Chago: pisando los últimos trabes del invierno .... 18720. La Pena Chago al revés: por el camino más fácil

(la pista a Brañavalera) 19621. La Vía de La Carisa (2° tramo): de Carabanzo a

Carraceo (o a Casorvía) por la ealzá romana 20322. El Picu Tres Conceyos: entre alleranos, leoneses y

lenenses, unidos en los altos de las brañas 21123. El Castro Chagüezos: entre Pendilla y Parana, por

una senda más corta 22124. La Calzá'l Fierro: hacia las vetas minerales del Aramo 228

RUTA CEROPor las montañas de Lena: un concejo, siempre de caminoentre las rutas de La Meseta y los puertos del mar(vía pecuaria, vía romana, camino de la balata ode La Plata, camín francés ) 33

1) RUTAS DE INVIERNOl. Para los días más cortos del invierno: de La Pola a Tablao,

junto a las aguas del río Nareo 412. El invierno en Va1grande: La Bisbitera del Acebal y otras

cascadas del río Los Mestos 493. El Picu Ranero y el Dolmen de Padrún: de La Pola a

Espines con vuelta por San Feliz 564. El vaehe Horria: de Fierros a La Romía por el antiguo

monasterio 635. El Camínfraneés del Payares: entre Yanos de Somerón y

Campomanes, pasando por Munistiriu 716. El Camínfraneés del Güerna (1): del Alto 'I Palo a

Reconcos por el antiguo monasterio de Acebos 807. El eamínfraneés del Güerna (II): de Reconcos a

Sotiecho por Vicharín, Santa Cristina de Xomezana 878. El Camínfraneés del Güerna (III): de La Cortina a

Bendueños, por Alceo los Caballeros 1009. Un día blanco en la ladera: desde Tiós hasta Pandoto,

rompiendo el silencio de la nieve 11210. y hasta donde la nieve también nos deje romper: desde

La Frecha eamin de Bendueños 11811. Por el cordal divisorio entre mierenses, riosanos y

lenenses: de Villayana a La Pola, por los altos de Muñón ... 12512. El Picu Corros: de Comeyana a Malveo por los restos

del castiichu 132

III) RUTAS DE VERANO25. El verano en Valgrande (III): entre las brañas a lasfayas

(El Brañichín, Cuitu Nigru, Coleo ) 23726. Entre el sosiego de los ganados y el silencio de los

mayaos: de L'Ablanea a La Vachota 24327. Y con otra ruta inversa: de La Vachota a L' Ablanea

por camperas de Cuayos 25028. El Camín del Carril: de L' Ablanea a Carraluz, por el

cordal divisorio del Güerna y del Payares 25429. Entre los mayaos lenenses y las majadas leonesas:

del Alto'l Palo al Brañichín 26330. El Ceyón: del Alto Payares a Pendilla, de picu en pieu

sobre las brañas 27331. Entre las rocas y las sombras de La Caviyera: de

Los Pontones a La Vachota por los desfilaeros de Foz ..... 28032. La Magrera y Pena Tolóbriga: por las sendas prerromanas

hasta elfierro (el magro) de aquellas peñas 29033. Un paseo a La Tesa, por la senda dellique (la planta de

los catarros) 294

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Julio Concepción Suárez 11POR LAS MONTAÑAS DE LENA10

34. Un par de días en la braña: dormise cn Güeria oyendocantar las ranas (prim ira y s sgunda jornada) 300

35. Ubiña la randc: mirando al mar desde las cimas lenenses .. 3126. El Pi 'u "1'1' 'o: r ena 'abollo, entre los vaqueros 321

. 7. I~ntr' P 'nll Tolóhri '11 y Tras la Cruz: delfierro de1,11 MII¡ r '1'11,11 Ins/{¡yo,\'más verdes de La Caviyera 328

Ht 1.11 VIII ti • 111 'urisa ( 1" tramo): de Pendilla a Carraceo(o 11C'usorviu), pOI' la caLzá romana 332

PALABRAS DE GRATITUD

Las páginas que siguen son elresultado de unos años de rutasorganizadas entre unos cuantosaficionados y aficionadas a lamontaña en Lena, con el apoyo deCruz Roja. Durante muchos finesde semana, recorrimos a placer(con lluvia, solo nieve incluidos)los montes del concejo, limítrofesalgunos con Aller, Mieres, Riosa,Quirós y tierras vecinas leonesas.El objetivo sólo era uno: reco-

rrer sin prisas (sin récord de tiem-pos ni otras marcas) los altos delconcejo: "leer" desde los montesde Lena los parajes propios y losvecinos, cada uno con sus formasde diseñar los suelos y los nom-bres según el tipo, el uso o losproductos de terreno. Seguimospensando que es más lo que nosune, que aquello que nos separa.Durante muchas jornadas com-

partimos andaduras más o menoslargas, bocatas, cacagiieses, mo-yaúras.fatigas, subidas y bajadas,silencios y filangueros, y hastaapuros cuando se perdían las sen-das, y alguno/a estaba a punto deperder con ellas la paciencia, y darla vuelta a casa.Lo pasamos bien (tras la tem-

pestad siempre viene la calma), enun grupo abierto a todo el que qui-so compartir las andaduras: a ve-ces, sin conocernos de nada. El in-terés de las rutas fue, así, de valordoblado.Los más asiduos y asiduas fue-

ron Nedi (entusiasta y responsable

IV) IWT¡\S DE OTOÑO,19, I~Iotoño en Valgrande (IV): de paseo entre los texos y

los tonos de las fayas ... :........................... 34540. Ubiña la Pequeña: un mirador a medias entre

leoneses y leneses 35441. La Pena la Portiecha: de La Cruz a Xomezana,

por las pasás, ya sin huellas, de los chobos 35942. Las Minas de Cobre en La Taya la Cocina: de

Tuíza Riba a Riospaso tras las huellas prerromanas 37143. La vuelta de los vaqueros: el regreso del Meicín por

el cordal divisorio entre quirosanos y lenenses , .. 37644. La braña de Bovias: un paseo relajado entre Tuíza y

Xomezana, por los pastizal es de los bueyes(variante de la ruta anterior) 387

45. AIrear de La Mesa: entre los acebales de Las Navariegasy el verdor otoñal de Los Meruxales 392

46. Losfayeros de Mazariezas: de Payares a La Paradiechapor El camín de los Gües 395

47. Los tonos del Monte'l Blime: Del Alto'l Palo aLos Pontones, por losfayeros y acebales bajo La Tesa ..... 405

48. Sólo por la falda de las Ubiñas: del Alto'l Palo aTuíza Riba, tras las corras del Meicín 414

49. Los colores del bosque: de Tuíza Riba a Xomezanapor Valseco 419

50. Y terminamos las andaduras de nuevo en el silenciootoñal del río Nareo: entre Vache-Zurea y Tablao 426

Conclusiones 431

Referencias bibliográficas 433

de las rutas por parte de Cruz Ro-ja), Rocío, Marta, Mapi, Felipe,Paz. José Luis Lobo, Dani, Gloria,Fernando, J. Ramón, Arabela, Al-berto, María, Manolo Prada, MaríaJesús, Fernando Redondo, DavidGarcía, Pily Castro, Miguel y RafaPolonio ... Y Raúl, experto conoce-dor de todo bicho volante sobrecualquier arbusto o peña .. , OFrancisco Corrales, experto en pla-tas, y cuanto más pequeñas, mejor.O Julia Argüelles, botánica

siempre dispuesta a identificar elpenúltimo galimatías terrninológi-co de una carquexa ofloritu cual-quiera,O Gloria Barros y Dani, que se

rompieron también la vista en el"ordenara" por señalar con másprecisión si el senderu fay curva ose empina de loma en loma.

y por lo mucho queaprendimos de los vecinos yvecinas de los pueblos

Al pasar por los pueblos, ya deregreso, fueron muchas las aten-ciones recibidas de todos aquellosvecinos y vecinas que nos expli-caron los pormenores (y en oca-siones los lamentos) de sus entor-nos conocidos al detalle. Muchose lo agradecemos: de no haber si-do por ellos, los detalles de las ru-tas no habrían sido posibles en es-tas páginas.Que sigan ellos y ellas animan-

do los chugares: muy mal resue-

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1111,( 1'1111111'111",11111111111)1'11Ud 's1111111111111""11\,1 d '11,'10de 1I1111S111/1'1'111, dlllld(' 11 Y"Ihlls 111111I '1'1IIIIIIIdlllllll 111\11\111IIII~IIIlos hu '-111 di 111 III'dl('1 1" SIII pUSOSya1\111'111(1111('1 "11. donde a lasIIIII( (. 1(' p11lÍl111lúltim» otoño1111111I1I1"lIm's,sin una mano que11111('1'11'( ,1111Vl:Z. sin que nadie1111'111'di .).MlIVIHluprcndirnos de los que

si '11'n resistiendo y conservando111.ultura rural asturiana de mon-tunu: tan poco estimada, y tan po-co rentable y animosa para ellos,por cierto, en estos tiempos (tanpoco rentable para los vecinos delos pueblos, claro).Sirva el ejemplo de aquellos y

aquellas que más nos aguantaron,y que siguen resistiendo inviernotras invierno en sus poblados: Ito,Luciano, Miguel (Carraluz); Julio,Josefa, Deme, Antonio (Piñera);Manolo, Guillermo, Palmira, Raúl(Espineo); Evarista, Emilio (pa-dre) y Emilio (hijo) en Sotiecho;Ciona, Luis, Conchita (Ben-dueños) ...Muchas informaciones nos die-

ron, también, Argimiro (incansa-ble entusiasta de la cultura ruralasturiana), Ramón, Vidal (Xome-zana Riba); Isaz, José y César(Xomezana Baxo); Antón y Ma-ruja, Manuel Castañón, Matilde(Traslacruz), Teresa, Maruja,Francisco, Jesús, Luisa (Recon-cos), Juaquín, Jose, Nedi, M"Cruz, Ulpiano (La Cruz); Rigo,Manolín, Milio, Ramón (Riospa-so); Pepín, Isaz, Tono (Teyeo);Pablo, Velio (Vache-Zurea) ... Im-posible citarlos todos.

POR LAS MONTAÑAS DE LENA

La Iisla se haría muy larga.La Iisla dc informantes se haría

tun larga como lugareños amablesy amantes de su cultura quedanpor los pueblos: Amador (Recon-cos de Muñón), Antón Álvarez yCarmen Delgado (Retrullés), Le-oncio y Raúl Faes (Palacio), Ma-nolín El Roxu (Alceo), Isidro(Fierros), Julio, Eduardo (SanAndrés), Tista, M" Jesús, Ramón,Geni, Modesto, Gloria, Fonso, Te-resa, José Antonio (Santa Mari-na); Pepe Faes (Floracebos); Jus-to, Ángela, Miguel, Jesús Gutié-rrez (Payares); Ricardo Fernán-dez, Esperanza y Fe Álvarez (enEl Alto Payares); Amalio Torres(La Romía) ...Mención especial merecen mu-

chos amigos en los pueblos, bienconocedores de los entresijos deestos montes, que me tienen pre-parado un buen manojo de cos-tumbres y de nombres cada vezque vuelvo a sus poblados:Ramón y Solita (Parana), César yToya (Alceo), Juaquín (La Cruz),Gabino, Antonio, Maruja (Pala-ciós), José Manuel (Fierros),Dorín (Zurea), Pepe y Goyo (ElNocíu) ...

Con otros compañeros del ca-mino también aprendimos en lasrutas, cada uno con sus interesan-tes "rollos" sobre la naturaleza yel devenir del entorno de tiempoen tiempo: Xerardo (tevergán),José Manuel (naviegu), Pepe (ma-drileñu), Alberto (Tiós), Manolo yBelén (La Vega'l Rey), Juanco,Loly (carbayones) ...Todos aprendimos algo de to-

dos, lo suficiente para seguir pi-

Julio Concepción Suárez

sando poblados y despoblados conperspectivas renovadas desde di-versos campos: en ellos están casitodas las artesanías (sobre todo,las de seguir subsistiendo comopueden o les dejan), y casi todaslas ciencias, por mucho que a al-gunos pasen desapercibidas, y en

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ocasiones, hasta alguien se atrevaa negarlas.Finalmente, a Olaya, Lucía y

Marisa, para que sigan mejorandoen paciencia (o en aventuras porlas sendas), también cada fin desemana.

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Los mozos y mozas de La Vega'l Ciegu (Foto de Tino Álvarez)

y los mozos solos (Foto de Tino Álvarez)

Julio Concepción Suárez

0.1. "LEER EL PAISAJE":OTRA FORMA DECAMINAR SOBRE ELENTORNO

Existen muchas formas de reco-rrer un paraje, desde la simple ymás natural andadura a pie, hastalas rutas más sofisticadas sobreruedas. Hasta en parapente, se hade contemplar el suelo de otra ma-nera. Unas más que otras puedenresultar más o menos atractivas,eco lógicas, sostenibles, discuti-bles, placenteras, según los objeti-vos propuestos sobre el entorno:según el grado de comunicacióncon el paisaje.Las páginas que siguen son el re-

sultado de las experiencias llevadasa cabo por un grupo de aficionadosque fuimos coincidiendo en laamistad de los caminos: alumnos,exalumnos y exalumnas, compañe-ros, amigos, vecinos ..., fuimos re-corriendo estos parajes de la mon-taña central asturiana en los límitesde Lena, Aller, Mieres, Quirós, ytierras leonesas (castellanas, en eldecir de estos pueblos).El objetivo, sólo uno: caminar

sin tiempos, contemplar, interpre-tar, sentir ("leer") mejor cada para-je de estos montes a medias entrelenenses, alleranos, quirosanos,riosanos, mierenses, leoneses ....Conocer sin prisas pueblos, sende-ros, hayedos, brañeros, brañas ...,y proyectar la mirada y el silen-

cio mucho más allá de estas mon-tañas (al saliente y al poniente, alsur y a la marina), hacia el restoasturiano, o hacia una buena parte

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de la Meseta Castellana: empiri-cotaos en cualquier alto, parecemás lo que nos une que aquelloque nos separa.

Con la perspectiva que danlos altos

Porque, todo hace pensar, con laperspectiva que infunde el oxíge-no de las cumbres cimeras, que lasrocas, las plantas, los animales, laspalabras del suelo (los topóni-mas), la vida en los poblados, noconocen más fronteras que las im-puestas por las intrigas palaciegas(o callejeras) del asfalto, del bufe-te y de los valles.y así empezamos a cruzar pue-

blos (poblados y despoblados),caminos a media ladera, pistas demontaña, senderos por los corda-les, sendas en las pendientes, o ve-ricuetos entre los riscos de laspeñas (que de todo nos ocurrió al-guna vez, por tanto escudriñarhasta unasfoces, ya sólo a discre-ción de rapiegas y robezos).Disfrutamos por el silencio bu-

llicioso de losfayeos, por las cam-peras esponjosas de los puertos,por los mayaos de las brañas (conel silencio de la nieve, o entre elbullicio de los ganados). Crestea-mas por las cimas calizas de lasUbiñas, El Fariñentu, Pena Toló-briga, La Tesa, La Mesa, Chago ....Disfrutamos cruzando las cale-

yas de los pueblos. Nos decíaalgún vecino que si tuviéramosque vivir allí, y aguantar las xelástodo el invierno, veríamos las ea-leyas con otros güeyos. (Y razóntendría, por supuesto).

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Hayedo sobe Tablao: Braña Martín

Para llegar a tiempo a cadapaisaje: rutas en cadatemporada

Pero el caso es que somos mu-chos (y cada primavera más) losque, de cuando en cuando, necesi-tamos de los caminos, de los sen-deros, o de las simples sendas en-tre los vericuetos de las peñas. Só-lo queremos hacer nuestro camino:el que necesitamos cada semana ypodemos patear, cada uno y cadauna a su ritmo y a su medida.Con ese objetivo, pues, de en-

tender cada fin de semana un po-co mejor cada mosaico de nom-bres y parajes, acordamos selec-cionar las rutas por temporada:rutas de invierno, rutas de pri-mavera, rutas de verano, rutas deotoño. Cada una tiene su "lectu-ra", pero a su tiempo.

POR LAS MONTAÑAS DE LENA

In .luso, UIlmismo paisaje (casoti '1 haycdo de Valgrande), lo reco-ITi111os las cuatro estaciones delano, en sus distintos valles. El re-sultado, cuatro "lecturas" del mis-mo bosque: las bisbiteras (las cas-cadas) del invierno con los deshie-los; los primeros cantos del cuquie-chu, con los brotes más temprano sen primavera; los caminos y las es-tancias de las brañas, en el verano;los tonos de lasfayas, en el otoño.Se diría que hay cuatro bosques deValgrande en un mismo hayedo.

y, para saborear mejor elotoño, comenzamos lasrutas en el invierno

No por capricho, comenzamoslas andaduras en el invierno. Que-remos ver crecer cada paisaje, altiempo que van creciendo las ho-ras de los días por el año: desde lavida casi inerte que sólo late bajolas cortezas y el musgo de los ro-bledos, vamos pasando bajo losprimeros brotes de las salgueras,de los teyones, de los espinos ... enprimavera.Tuvimos ocasión de ver confun-

dirse, por un buen rato (cuando losdías de xunio son más largos), elatardecer con el crepúsculo y lanoche, sentados al mor del fuiu, oentre los puyos de las cabanas, enaquel par de jornadas inolvidablesen las horas veraniegas de la braña.y en el camino inverso, quisi-

mos sentir, por fin, las menguasde las tardes en los tonos de loshayedos, encaramados nosotrosen el picu de una caliar, por vercómo se van combinando los co-

Julio Concepción Suárez

lores ocres de lasfayas o del ro-ble, con los verdes más apagadosdel abedul y la chamera, ilumina-dos todos ellos por una luna inten-sa en las paredes plateadas de lasrocas de unafoz.Fuimos sintiendo el paso de las

estaciones, de las horas, en los úl-timos nevero s al norte; en los re-toños más tempranos de las ven-ceyas (Athyriumfilix-femina L) enlas carbas; en el polvo de los sen-deros; en el sabor de las mostayasy los bruseles; en los suaves chas-quidos delfayucu al caer sobre lahojarasca; en las ventiscas de cara(la carisa, en estos pueblos), yacon la nieve pe los cantos.Fuimos sintiendo, entre el in-

vierno y la seronda (el otoño),esos latidos del año que marcanlas leyes de la montaña, escritaspor el año arriba en la humedad delos caminos, en los tonos de laspraderas o en el murmullo blancode las carbas y los boscajes.

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Caminando también por ellenguaje del suelo

Los nombres del terreno nosvan llevando sobre la identidadasturiana de cada uno de estos pai-sajes en tomo a Lena, o en torno acualquier otro paraje de montaña:el límite de las rayas (rayas arri-ba, rayas abaxo, la raya), sólo espara los ganados en los puertos.Los parajes no conocen fronteras.y de dos formas vamos inter-

pretando cada lugar al tiempo quecaminamos: por lo que dice elnombre asturiano que le dan loslugareños; y por los productos quevamos encontrando: plantas, mi-nerales, naturaleza del terreno,orientación al solo a la sombra ...Muchas "lecturas" pueden coinci-dir, por tanto, en la misma anda-dura.De un lado, calculamos cuál

sería el entorno vegetal en el ori-gen de lugares definidos como

Amanecer en Güeria

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,1111111 1111 dl'l bosque de Val-1 ",,/1/1'. 11 MilI/fe Mazariezas (porI 11 1111, 11IIslltlllt: en fcrrno), El Mo-111111, 1\'1lllime ... , si por no haberdrxfrutudo los privilegios de Mu-nlellos, siguen enfermando susfa-vas, hasta volverse amarillentos,carcomidos, descortezados, secos,como se están volviendo las cas-tañares, las chameras, o se hanmuerto del todo los negrillos (Ul-mus montana Wit)?

Las voces que acordaron loslugareños sin pretenderlo:los topónimos

Con los topónimos vamos "le-yendo", en fin, cada paraje en laandadura, más allá del arbolado:los tipos de suelos pedregosos; losfósiles milenarios; las zonas máspropicias a los cultivos, o a lospastos; las plantas medicinales;los lugares de mineral, los tipos demadera, los oficios de la piedra,del hierro o de la teja; los coloresdel terreno; las pequeñas indus-trias artesanas de los pueblos, sinduda un día, y en su momento,grandes a su modo y para ellos.Sobre cada producto, bajo las

plantas, entre los distintos territo-

1'1111 I

1111 111 111 11111 1'111 cndu especie1111111111111 11 11" '11.'11 'i" preferida111 11'1111111'. Ihll Ti\¡ la voz corres-1"1111111 111(', cl topónirno que los lu-1'"1 'I\tl/l u .ordaron también táci-Itl , xin prctcnderlo.

Muchas ciencias juntas allado del camino, o sobre uncanturrial cualquiera

En otros casos, dejamos de "le-er" topónimos, para observar di-rectamente lo que tantas veces en-contramos dibujado en las páginasde un libro, en la diapositiva, en latransparencia, en la tele, o en elvídeo: minerales, tipos de hojas,tipos de plantas, tipos de setas,frutos monteses, insectos, maripo-sas, animales silvestres, aves ...O lo que es lo mismo: cuarcitas,

azuritas, calcitas, malaquitas ... ;hojas lanceoladas, lobuladas, ase-rradas ... ; plantas betuláceas,fagáceas, caprifoliáceas, liliáce-as, rosáceas, taxáceas, tiliáceas,ulmáceas ... ; plantas criófilas,hidrofilas, termófilas ... ; en otrostérminos, Betula alba, Fagus syl-vatica , Sambucus nigra, Taxusbacata ; insectos dipteros, co-leopteros, himenopteros, lepidóp-teros ...En fin, traducido al senderu y

pa entendemos: la piedra ea liar,piedra grenu, dolomía, peder-nal ; abidules, fayas, alcafres-nos r umeros ... ; venceyas, lique,blime, mostayas, gayubas, vega-ambre, yesca, xistra ...; o saltapra-os, grichos, melandros, tron-chos...; utres, urogallos, palom-biechas ...

Julio Concepción Suárez 19

Amanecer sobre Zurea

Que de casi todo podemos ir en-contrando en cualquier ruta, puespara casi todo hay un tiempo y unespacio aliado de cualquier sen-da. En muchos casos, nos confor-mamos (¡qué remediu!) con loque va quedando.

Caminos, senderos,pedreras ensambladas, sinmás protección que laszarzas

Con los nombres del terreno va-mos descubriendo la función co-municativa que tuvieron los sen-deros, las sendas, los caminos consus cruces de sentido, de valle envalle y de loma en loma. Queda enestos y otros montes asturianos elentramado de vías de comunica-ción por las montañas, imprescin-dibles en su tiempo y a su modo.Caminamos sobre los nombres

de los caminos (algunos bajo el

asfalto o el cemento, en muchostramos): vía romana, caminfrancés, camin de peregrinos,camin real, camin de la presta-ción, camin del estraperlo, caminde los vaqueros, camin del puer-to, camin sacramental, camin ca-rril, camin carral, camin de ca-rros, camin de los carreteros,camin de los gües, camin de laparexa, camin (le la maera,camin de los panaeros ...Quedan, en fin (quedaban hasta

hace poco, en muchos casos), cal-zadas, empedrados, senderos, ca-minos, sendas ..., como otro códi-go de signos para la comunicaciónpor la montaña, no sólo en el con-junto asturiano, sino al otro ladode las cumbres, hacia tierras cas-tellanas.y para saber cómo los luga-

reños cuidaban el sistema de loscaminos, basta comprobar la arte-sanía de las pedreras ensambladas

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que nos llegaron hasta hoy, aun-que sea entre las zarzas (su pro-tección menos mala, para lostiempos que corren).

Sobre un mismo suelo,siempre dispuesto afunciones renovadas

En fin, muchos otros signos ver-bales (topónimos), y muchos otrosdatos del paraje, vamos "leyendo"en cada ruta, con la ayuda impres-cindible de los lugareños al pasopor los pueblos: pasos estratégicosde los animales, lugares que fue-ron vivienda (hoy despoblados),cabañas en los altos de los puer-tos; lugares de atención a peregri-nos; formas de posesión, o de im-poner las normas en las villas,señorios, colonias ... Que todo lova llevando cada nombre del pa-raje.

Sobre este mismo lenguaje delsuelo, se ha de seguir dibujando elentorno asturiano de estos y otrospueblos. Pensamos, por ejemplo,en los bosques: los fayeos, loscastañeros, los rebochales, losabiulares, los acebales ... ), que sefueron reduciendo de siglo en si-glo, hasta estas manchas verdes, ode tonos más acres, según la esta-ción del año.

También algunos bosquesnacieron con estrella; otros ...

Pero esos mismos bosques, pormuchos siglos materia prima im-prescindible en tantos oficios yproductos artesanos, siguen hoycon la misma urgencia: sonidos,

POR LAS MONTAÑAS DE LENA

aromas, colores, tersuras, turgen-cias, el oxígeno imprescindiblepara caminar de nuevo sobre unasemana más por el año arriba.No obstante, el privilegio de la

protección permanece reducido alalcance de unos cuantos robleda-les y hayedos, ciertamente anima-dos y mimados (Muniechos, Re-des ... ). Otros sobreviven comopueden (o como les dejan): sediría que la mayor parte de losbosques también nacieron "estre-llados".

Imprescindibles las sendaspor las montañas, tambiénen estos tiempos

Bosques, cumbres, ríos, campe-ras, riscos entre las peñas ..., utili-zados desde tiempos prerromanos,los seguimos de una y de otra for-ma proyectando en cada tiempo(el acierto o desacierto es otra co-sa): maderas, caza, jardines botá-nicos, estudios, acuarios, parqueszoológicos .., simples paseos anti-estrés.y es que nos siguen resultando

imprescindibles los mismos bos-ques, las sendas los senderos, lostonos, las aguas, los colores, lossabores y sinsabores de la vida enlas montañas: antes, porque físi-camente personas y familiastenían que depender de ellos; aho-ra, porque también el ánimo losnecesita contra la depre, las prisas,las zancadillas del valle, y las raí-ces del estrés. Porque las necesitael alma, al terminar la semana.En fin, siempre (antes, ahora y

en adelante), hemos de seguir ra-

Julio Concepción Suárez 21

Con las últimas nublinas del alba sobre Tuíza

cionando el monte para seguircompartiendo unos mismos sueloscon paisajes renovados: los quepisaron los nativos, los que labra-

ron los abuelos, los que trotan to-doterrenos, y los que han de per-mitir que sigamos viviendosueños.

Los mozos y mozas del grupo Fariñentu: un pelin más altos que e1mismu picu Peña Ubiña(Foto de L. Castañón.)

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El día de laferia: el tratu ye el tratu

La primera comunión: de marinero, en La Vegal Ciegu, aún lejos del mar

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O.2.SEGUIRCONSTRUYENDO UNENTORNO QUE OTROSTRABAJARON YRESPETAN

por muchos años (y permitir queotros lo disfruten también), vien-do lo que vemos, parecen impres-cindibles algunas reflexiones, nopor consabidas, más practicadas:como están divulgadas en cual-quier folleto, sólo queremos re-cordarlas.Para disfrutar del monte, para

poder seguir haciendo lo mismo

OCASIONES CUIDADOSAgua 1& Aunque no lo parezca, puede escasear, incluso, en la

montaña: y, sobre todo, en zonas calizas (las fuentes,también hay que rastrearlas).

1& Tomemos lo necesario, rellenemos las cantimploras, ydejemos correr lo demás, limpio como corría.

1& No alteraremos la corriente del manantial con residuosde ningún tipo (detergentes, aceites, jabones ... ).

1& Y un cuidado: no todos los manantiales (abrevaderos,sobre todo) son potables. En ocasiones, se trata de sim-ples barcales (bebeeros) a los que llega el agua pormangueras tomadas en cualquier regueru en el quesestean, incluso, los ganados

Basura 1& En la misma bolsa del bocata, o de los frutos secos ... ,recogemos los restos contaminantes, que vuelven a lamochila hasta el regreso al primer pueblo (latas, chi-cles, botellas, plásticos ... ).

1& Y cerraremos bien las bolsas de modo que no las sa-quen los perros, los cuervos ...

Botellas 1& Todo tipo de vidrio es un peligro en el campo: se rom-pe, puede cortarse otra persona o un animal. ..

1& Y, sobre todo, el vidrio puede calentar con el sol y pro-ducir fuego.

Cabanas, 1& Como no son nuestras, hemos de respetarlas: tienen sucuadras... dueño, al que pueden resultar imprescindibles una

buena parte del año.1& Con demasiada frecuencia oímos entre los ganaderos

una queja: deterioros, robos, destrozos de existenciaso alimentos, quema de las cameras ....

1& Una cuadra dejada con la puerta abierta puede cer-rrase de golpe con animales dentro, y ser causa demuchos daños (hasta de muertes).

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111 I uliu 111'1111 1111"1"11' 11 11111 (cobijarse en unaI 11 11.1 111 I11 IIIH 111' ) l'l '1IlOS agradecidos con

1 .11111111 tlllllIlllllI IIIN l'Wlns C0l110 estaban.1111 1.. 1'" 111 11,,1 ,,:IIIIIIIJ. de modo que está fuera de

IlIjlllI IlIdll II¡lo ti ' plásticos, botellas, latas, aceites,111 1,'lgl'lll ·S...

Nu SOIl el escenario, ni la pista adecuada para compe-t icioncs, motores, ruidos, tiro al plato ... (éstos ya tie-ncn sus lugares reservados en su sitio).

('(1 .hes u,,' En la mayoría de las ocasiones, para ir al monte, hayque acercarse en coches: para eso están (a falta de otralínea pública, no hay más remedio).

1& Pero tampoco al monte hay que ir en un coche porpersona.

1& En muchos casos, incluso podemos dividir el trasiegoa la mitad: podemos intercambiar las llaves a mediocamino (la misma ruta, pero a la inversa). Andamosel doble espacio, sin repetir la vuelta.

Coleccio- 1& Tampoco hay que llevarse la montaña ni el bosque anistas casa: mejor dejarlos donde están.

1& Si bay que recoger muestras (trabajos, estudios, aficio-nes ), seleccionar lo justo: una hoja, un mineral desga-jado ("depredar" no es lo mismo que "predar").

1& Para lo demás están las libretinas de notas, las diapo-sitivas, las fotos ...

1& Otra cosa es depredar: arrancar, afanar, sin más, plan-tas, estalactitas, piedras, fósiles, mariposas, insectos,hojas, flores, ramas ....

1& Los restos arqueológicos, edificios, monumentos ... , porsupuesto, no son coleccionables ("depredación" a tope).

Colecciones 1& El monte, como se dijo, no es para llevar a casa, ni pa-minerales ra impresionar a las visitas en las vitrinas ni en el "hall".

1& Si hay que tomar muestras, tomaremos, en principio,los trozos desgajados, los trozos rotos en el camino oen la cantera.

1& ¿Para qué romper a martillazo s los cristales ensambla-dos de una brillante cuarcita, sólo por llevar más grue-so el trozo?

1& ¿Por qué romper a martillazo s una impecable estalac-tita más que milenaria?

Colillas 1& Dicen los expertos que tarda 10 años en deshacerse unacolilla: ¿tanto aprecio le tenemos, para querer que du-ren el filtro y la colilla contaminando el campo ennuestro recuerdo, y por tanto tiempo?

Julio Concepción Suárez 2S

Cultivos 1& Respetaremos los sembrados: podemos perjudicar seria-> mente el trabajo y el alimento de una familia que invirtióen esa tierra muchas gotas de sudor y de esperanzas.

1& Siempre hay senderos alrededor de los sembrados.Fincas 1& Cada finca señalada (con xebes, portilla, setos,pareo-

nes ... ) tiene también su dueño: la repetaremos comonos gustaría que nos la respetaran, si fuera nuestra.

1& Si por fuerza mayor hubiera que entrar en una finca (aveces, se cerraron los caminos colaterales, necesitamosagua, cobijo ocasional en la cabana), la cruzaremospor un sendero, o por las veras.

1& Y, en todo caso, dejaremos las cosas exactamente co-mo las encontramos: un mal uso de las fincas puedetraer para los dueños (o para los ganados) consecuen-cias irreparables.

Fitos 1& Son esos pequeños 'mojones' compuestos de variaspiedras menores, cuidadosamente levantadas en formade pequeños conos por montañero s de verdad.

1& Losfitos resultan imprescindibles para guiarse con nie-bla en las caras más pendientes de las montañas: ni senos ocurrirá destruir alguno. Puede salvar una vida di-recta al precipicio.

Flechitas 1& El amor también se puede mostrar (y demostrar) en elmonte, al monte y a los árboles: pero no precisamentehaciéndolos sufrir con "flecbitas y corazoncitos" talla-dos a punta de saña en sus cortezas.

1& En el monte, para "flechas y flechitas", basten (a vecestambién sobran por inadecuadas y confusas) las quemarcan los senderos.

Fósiles 1& Muchos tipos de fósiles podemos encontrar hoy en los cor-tes del terreno que van dejando al descubierto las garras delas palas: pequeños crustáceos, moluscos, minúsculos es-queletos petrificados, hojas diseñadas en la piedra ...

1& ¿Pero para qué intentar desgarrarlos, si van a salir encachos, espiazaos, esmigayaos ...? Llevando a la vitrinalos despojos del botín, ¿qué ganamos en el cambio?

Fllego 1& Es el primer agresor (aparte del humano) sobre el en-torno de estas montañas: y cuanto más pendientes másdestructor.

1& En circunstancias normales, nunca existe razón algunapara prender una hoguera a campo abierto: no digamosya en medio del monte o del matorral.

1& El fuego con viento, calor, yerba, xamasca seca ... ,puede arrasar toda una ladera por muchos años; puede

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destruir cuadras, xebes, árboles centenarios, gana- n:<f Pero lo que pasa la raya del equilibrio es "depredar":dos ... , de consecuencias trágicas para ellos mismos, y dañar, separarse de esa necesidad natural de subsisten-para sus propietarios. cia eco lógica, sin más.

Ganados n:<f Son animales: lo que ya sería bastante, para respetados. n:<f Del entorno tomemos sólo lo imprescindible: no nosn:<f De otro lado, pueden jugar malas pasadas: perros guar- convirtamos en un "depredador" más entre tantos

dianes, vacas un poco bravas, toros ... : los daños pue- otros.den resultar imprevisibles (para el gracioso, o el tore- n:<f ¿Será verdad eso de que el hombre es el mayor "de-ro de turno, claro). predador" de la naturaleza"? ¿Exageramos, o no?

n:<f Mejor, respetar sus territorios y sus leyes en la manada. Productos n:<f Otra manera positiva de colaborar con el entorno es va-Herbarios n:<f También tienen su lugar, seleccionados con cuidado: de la zona lorar sus productos: alimenticios, artesanales, caseros ...

son otra forma de entender y sentir el paisaje, al cono- n:<f Al adquiridos directamente a sus productores (dondecer mejor cada árbol. los hay, claro), colaboramos con esa larga historia de

n:<f ¿Pero qué ganamos, también, desgarrando, o afanan- creatividad y de trabajo en los pueblos rurales.do a puñaos, raíces, bulbos, flores ..., que tal vez tarden n:<f Estimulamos a los vecinos y vecinas para que siganmucho en reproducirse, o incluso están al borde de la produciendo otros: y nosotros los seguimos disfrutan-extinción, o extinguidas como lo está el saña en estos do.altos? Pueblos n:<f Los pueblos rurales (y los despoblados, por supuesto)

n:<f Y además: son muchas las yerbas, hojas, granas, flo- también tienen sus derechos: y el primero es el de se-res ..., que siguen usando los curiosos que bien las co- guir viviendo como viven (o como malviven, si es elnocen, y las aprecian por sus muchas propiedades y caso).funciones. n:<f Incluso tienen derecho los despoblados a seguir des-

Perros n:<f Los perros sueltos en el monte suelen tener unos ries- moronándose en silencio, como también tienen dere-sueltos gos, comenzando por ellos mismos: algunos ganados cho a morirse las personas sin sufrimiento, sin que na-

los persiguen por varias razones (tienen celo de sus die las moleste (si es que nadie puede evitarlo). Es lacrías, los confunden con animales salvajes ...). ley más elemental de la vida, según parece.

DE Los perros sueltos de los ganaderos, si están sin en- n:<f Por esto, ¿qué razón hay para romper el silencio de losseñar lo suficiente, pueden atacar a las personas que pueblos, irrumpiendo, ocupando, invadiendo sus espa-van simplemente de camino. cios con ruidos de motores "a toda pastilla" en pleno

n:<f Los perros que van de paso con sus dueños también día o a plena noche.pueden ser atacados por (o atacar a) otros perros que n:<f Y rompen los derechos de los pueblos los coches al-sienten invadido su territorio; y enzarzarse ambos en travesaos nas caleyas, los alborotos, los desperfectos,pelea que va a dejar a uno/a malparado/a. las bolsas de plástico, las botellas disimuladas por las

n:<f Finalmente, algunos perros de compañía se vuelven esquinas ...agresivos en el campo al considerar que alguien se n:<f Yun simple matiz de palabras (por si acaso): "despo-acerca a sus dueños: pueden causar serios problemas. blados" no es igual que "abandonados" (cuestión de

Plantas n:<f Explícitamente protegidas o no, hemos de respetar to- simple diccionario).das las plantas a nuestro paso: cada una tiene (o tuvo) n:<f No existen pueblos rurales "abandonados": siempresu importancia. Y si son venenosas, por razón doble. hay alguien que los lleva dentro, aunque esté a muchas

u:w Está fuera de lugar todo tipo de corta caprichosa, rup- millas de camino.tura de cañas, grabados de iniciales en los troncos im- Ruidos u:w Son otra forma de contaminar los montes y los pue-pecables ... blos: la contaminación acústica -que se dice hoy (la

"Predar": u:w Es evidente que todo ser vivo es un "predador": el que voz es lo de menos).no toma lo necesario, lo imprescindible para seguir vi- n:<f Cada día son más frecuentes motores "a toda pastilla""depredar" viendo con una cierta calidad de vida. por las caleyas de los pueblos, o por los mayaos entre

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28 l'OR LAS MONTAÑAS DE LENA

las cabanas, comprobando quién levanta más polvare-da, o quién espanta más ganados: son de "admirar" sus"proezas" (gracias a la paciencia de los vecinos, los ca-minantes y los vaqueros, claro).

Señales del 1&

camino

1&

Vestigios 1&

históricos

Como se dijo, pueden ser imprescindibles (cuando estánbien puestas, por supuesto) para evitar muchos rodeos,rabietas, y a veces, lágrimas, desgracias: las respetare-mos como están.y los fitos, los jitos, ni tocados: sólo agradecerlos a lospacientes montañeros y montañeras de verdá.Son relativamente abundantes los que sobreviven comopueden por los montes y en zonas rurales: túmulos, fó-siles, dólmenes, castros, empedrados, ermitas derrui-das ... (lo que nos van dejando las garras de las má-quinas, y las normas subsidiarias).

1& Su mejor protección hoy (por desgracia, claro) es el ol-vido entre las zarzas: allí ya no los molesta nadie.

1& Por esto, lo mejor es dejarlos como están: más que pie-dras, utensilios, restos del subsuelo ..., llevemos fotos,vídeos, diseños, notas en las libretas. Los demás tam-bién tienen derechos.

En fin, las sendas, los senderos,las fuentes, las brañas de los altos,los poblados y los despoblados,también tienen sus propias leyes:si queremos seguir disfrutando deellos, los hemos de usar con equi-lihrio ('1 desarrollo sostenible,qlll l' dil'~'uhnrn),

\1 1'"11 1IIIII'IIIIIIIil': .I'ónHl H '

11111111111111111111111 lo 1'11'1'10 \'011111

111111111111 di 111111 Ill1pl\' ¡IIIII d'111111 I~IIII 11111I 1111 '11 \'I¡lIf'lI d'

Peña Ubiña, o sobre una fuentecualquiera, hasta que llegue almar?¿O cuántas vidas vegetales y

animales, cuántos años de ilusio-nes, puede arrasar una simple co-lilla lanzada alegremente a su des-tino desde la ventanilla del cochef11 paso por cualquier ladera en111 .no V '1';II1n, y a veces, hasta enpl '110 invierno, en esos años tanH ' 'os'!

Julio Concepción Suárez 29

O.3,Y PARA SENTIR MEJOREL MONTE, CAMINARCON ALGUNOSCUIDADOS

los senderos, en las sendas de losmontes, o en las cumbres de laspeñas: son de dominio común, lossaben bien los montañeros, peropueden pasar desapercibidos a losque no van tanto a la montaña. Noestá de más recordar algunos, amodo de ejemplo y por si acaso.

Otra serie cuidados, ya de otrotipo, conviene tener en cuenta en

ATENTOS SIEMPRE A LA ANDADURADE LA SENDA, DEL CAMINO, DE LA PRADERA

Botiquín 1& De acuerdo con los caminantes, la naturaleza del gru-po, las exigencias personales, cada uno sabe lo que hayque llevar: mercromina, betadine, una venda, una cin-ta, una rodillera ...

1& Existen hasta aparatitos (ventosas) para succionar elveneno en caso de picadura (mosquitos, avispas, víbo-ras ...): si no hay que usarlos nunca, mejor; pero no pe-san en la mochila.

Calzado 1& Siempre seguro y cómodo: que cale lo menos posible,que no resbale en las pedreras y las peñas, que no opri-ma el pie después de horas ...

1& A ser posible, bota un poco alta: sujeta mejor los tobi-llos, puede evitar la picadura de cualquier bicho o dealgún arbusto (espinos, tueros quemados, rocas cor-tantes ...).

Cuidados 1& Tampoco en la montaña todo es placentero y sosegado lopersonales que reluce: ni mucho menos (no hemos de confundir

las cosas). Si no se llevan utensilios especiales, no con-viene arriesgarse en peñas, pasos dificiles ...

1& Por ejemplo, hay accidentes que, muchas veces, bienpudieran evitarse: sendas que se pierden entre la niebla(cada vezmás estrechas) hacia el abismo, pasos en pre-cipicio, nevero s en pendiente o prolongados ...

1& En otros casos la atención es de otro tipo: serpientes,víboras, abejas, avispas, perros sueltos ... Hay que ca-minar un poco atentos al suelo y al entorno: la verdades que tampoco el monte es nuestro.

Descensos 1& Hay que proceder con cuidado, cuando vamos variosen grupo: no coincidir en vertical, no soltar piedras arodar...

1& y para cansarse menos y bajar más rápido, descende-mos zigzagueando con las botas en travesera; y alter-namos la dirección del cuerpo, de modo que no sea

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30 POR LAS MONTAÑAS DE LENA

Fotos, dia-positivas,vídeosgrabadora ~

Niebla,nublina,sendas ysenderos

Ropa

Tiemposde las rutas

NOTA

siempre la misma rodilla ni el tobillo quien soporte to-do el tiempo el peso en el descenso.

~ Son el mejor documento para conservar las cosas por mu-cho tiempo: archivos, colecciones, biblioteca, elordena-dor ...y además, en muchas ocasiones, son la única forma dealmacenar los datos que interesan: las propias hojas re-cogidas, los insectos, los fósiles incluso, terminan poresfumerse o perderse entre las telarañas de la cochera.y es una pena. ¿Para qué arrancarlos de su entorno?

~ En caso de niebla ciega, sobre todo en camperas lisas acierta altura, no conviene distanciarse de los senderos mástrillados; las sendas desdibujadas, sólo para los díasmás claros.

~ Los vaqueros nos enseñaron también la norma ele-mental: en días de nublina ciega, hay que pegase a lossenderos, siempre entre los miriaeros, los mayaos, lascabanas, los bebeeros; la orientación del mofo en laspiedras y las fayas ...

~ Y, por sistema, guiarse de los ganados: los senderos delas vacas, de los caballos ... , si son anchos, nunca nosllevan a un precipicio (bien cuidado tienen ellos);siempre terminan en cuadras, cabañas, terreno llano.

~ En el monte, siempre una prenda de abrigo: hasta enpleno verano, y con un gran día de sol, se puede pasarmucho frío a cierta altura y horas de la tarde.

~ En días de nieve o lluvia, agradeceremos algunas pren-das de repuesto: camisetas, calcetines ...

~ Nunca nos obsesionemos con el tiempo. Cada ruta ha dellevar lo que exijan las circunstancias: número de par-ticipantes, clima, estados de ánimo ...

~ Sobran las prisas, las piquillas, las plusmarcas, los re-cordman ...

~ Lo importante, en fin, es "leer" y sentir el paisaje através de los caminos, las camperas, los riscos de laspeñas o las sendas.

~ Las rutas se hacen en bastante menos tiempo del queseñalamos nosotros: todo depende de lo que cada unoy cada una quiera ver bajo un mismo paraje, o sobre unmismo suelo igual, ciertamente, para todos.

~ Disfrutemos también con el fluir del tiempo.Y sin olvidar la brújula y el mapa, por si la niebla ...

Y para ver crecer la primavera, y saborearmejor el otoño, comenzamos las rutas en elinvierno.

Sobre las aguas del río Valgrande