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1 ¿Por qué estudiar literatura apócrifa antigua? “De cierto, así dice el Señor concerniente a los libros apócrifos: Contienen muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido correctamente; ... Por tanto, quien los lea, que entienda, porque el Espíritu manifiesta la verdad; y el que sea iluminado por el Espíritu logrará beneficio de ellos”. Doctrina y Convenios 91:1, 4–5 El conocimiento En la actualidad, la mayoría de los Santos de los Últimos Días no están familiarizados con la colección de libros comúnmente llamados Apócrifos (del griego: “oculto”). Se trata de obras de literatura judía, algunas de carácter religioso, escritas principalmente en griego entre el siglo III a. C. y el siglo I d. C. (véase en el Apéndice una lista de los libros que componen los Apócrifos). Se incluyeron como parte de la Septuaginta (la traducción griega de la Biblia hebrea/Antiguo Testamento) y, como resultado, algunos cristianos primitivos los incluyeron como parte del canon bíblico. Hasta el día de hoy, forman lo que se llama libros deuterocanónicos en el cristianismo católico y ortodoxo 1 . Debido a que estas obras se escribieron principalmente durante el período intertestamentario, es decir, el tiempo entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, su estudio puede ayudar a cerrar la brecha cultural, religiosa e histórica entre el final del Antiguo Testamento y el comienzo del Nuevo 2 . Por lo tanto, como explicó Jared Ludlow: “[L]os Apócrifos pueden ser una valiosa herramienta para ayudarnos a comprender el trasfondo polític o, cultural y religios o de Jesucristo y sus contemporáneos” 3 . Más allá de la colección “oficial” de los Apócrifos, existen varios escritos judeocristianos adicionales de aproximadame nte el mismo período de tiempo que a veces se les denomina literatura apócrifa. Esto incluye las obras seudoepígrafas: textos escritos en primera KnoWhy #613 Agosto 12, 2021

¿Por qué estudiar literatura apócrifa antigua?

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Page 1: ¿Por qué estudiar literatura apócrifa antigua?

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¿Por qué estudiar literatura apócrifa antigua?

“De cierto, así dice el Señor concerniente a los libros apócrifos: Contienen muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido correctamente; ... Por tanto, quien los lea, que entienda, porque el Espíritu manifiesta la verdad; y el que sea iluminado por el Espíritu

logrará beneficio de ellos”.

Doctrina y Convenios 91:1, 4–5

El conocimiento En la actualidad, la mayoría de los Santos de los Últimos

Días no están familiarizados con la colección de libros comúnmente llamados Apócrifos (del griego: “oculto”).

Se trata de obras de literatura judía, algunas de carácter

religioso, escritas principalmente en griego entre el siglo III a. C. y el siglo I d. C. (véase en el Apéndice una lista

de los libros que componen los Apócrifos). Se incluyeron como parte de la Septuaginta (la traducción

griega de la Biblia hebrea/Antiguo Testamento) y, como

resultado, algunos cristianos primitivos los incluyeron como parte del canon bíblico. Hasta el día de hoy,

forman lo que se llama libros deuterocanónicos en el

cristianismo católico y ortodoxo1.

Debido a que estas obras se escribieron principalmente durante el período intertestamentario, es decir, el tiempo

entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, su estudio

puede ayudar a cerrar la brecha cultural, religiosa e histórica entre el final del Antiguo Testamento y el

comienzo del Nuevo2. Por lo tanto, como explicó Jared Ludlow: “[L]os Apócrifos pueden ser una valiosa

herramienta para ayudarnos a comprender el trasfondo

político, cultural y religioso de Jesucristo y sus contemporáneos”3.

Más allá de la colección “oficial” de los Apócrifos, existen varios escritos judeocristianos adicionales de

aproximadamente el mismo período de tiempo que a veces se les denomina literatura apócrifa. Esto incluye

las obras seudoepígrafas: textos escritos en primera

KnoWhy #613

Agosto 12, 2021

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persona como si los hubiera escrito una figura bíblica

famosa, como Moisés, Enoc, Salomón o uno de los patriarcas4. Muchos textos de los Rollos del mar Muerto

también podrían calificarse como Apócrifos5. También

están los Apócrifos del Nuevo Testamento, que consisten en evangelios no canónicos, seudoepígrafos

cristianos primitivos y otros escritos que fueron importantes para los cristianos antiguos pero que

finalmente fueron excluidos del canon6.

Hugh Nibley fue uno de los primeros Santos de los

Últimos Días en estudiar formalmente este vasto acervo

de literatura antigua, descubriendo muchas similit udes con las Escrituras y enseñanzas de la Restauración7.

Desde entonces, otros Santos de los Últimos Días han tomado como base el legado de Nibley. Por ejemplo,

Nibley realizó un estudio detallado de 3 Nefi en

comparación con los primeros escritos cristianos conocidos como la literatura de los 40 días y encontró

numerosos y sorprendentes paralelismos8. Otros se han

basado en este trabajo y han descubierto que 3 Nefi encaja ampliamente en el género del Evangelio de los

primeros escritos cristianos9.

Muchas enseñanzas de la Restauración se encuentran en

libros apócrifos. Por ejemplo, algunos pasajes de la Sabiduría de Salomón, uno de los libros Apócrifos

oficiales, enseñan sobre la “existencia preterrenal del

alma”10. Ben Sirá, otro libro en los Apócrifos, “tiene varios dichos de sabiduría relacionados con la familia y

la importancia de criar a los hijos en rectitud”, lo cual se

refleja en el “enfoque en la familia”11 de los Santos de los Últimos Días. El acervo más amplio de literatura

apócrifa incluye extensas tradiciones relacionadas con Enoc, muchas de las cuales tienen similitudes con

detalles que se encuentran en Moisés 6–712.

El porqué Claramente, hay mucho en común entre estos textos

antiguos y las doctrinas y Escrituras de la Restauración.

Como bien señaló Robert J. Matthews: “[H]ay muchas lecturas interesantes y útiles en la literatura apócrifa ...

[y] la presencia en la revelación de los últimos días de

ideas y nombres que no se encuentran en la Biblia pero sí en los escritos apócrifos debería despertar nuestro

interés en estos escritos antiguos”13. Sin embargo, Matthews también señaló que “gran parte de la literatura

apócrifa es obviamente falsa”14. De hecho, no todo en

los apócrifos y en la literatura apócrifa más ampliamente definida, coincide con las Escrituras y enseñanzas de la

Restauración.

Como el Señor le reveló a José Smith: “[C]oncerniente

a los libros apócrifos: Contienen muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido

correctamente; hay muchas cosas en ellos que no son

verdaderas, que son interpolaciones de los hombres”. (Doctrina y Convenios 91:1–2). Además, el Señor le

aseguró a José que aquel que lea los Apócrifos con la guía del Espíritu “logrará beneficio de ellos” (DyC

91:4–5).

Esta misma guía y consejo seguramente se aplican a otra

literatura apócrifa antigua, la mayoría de la cual fue

descubierta después de la vida de José Smith. Evidentemente, el estudio de dicho material no debe

tener prioridad sobre el estudio de las Escrituras, tal como el Señor le ordenó a José que no incluyera los

Apócrifos en su traducción de la Biblia, pero el estudio

profundo y espiritualmente respetuoso de estas antiguas obras literarias e históricas puede proporcionar un

contexto histórico y cultural a las Escrituras y, por lo

tanto, fortalecer la fe y mejorar la comprensión de las Escrituras sagradas. Más aún, aquellos que leen estos

textos apócrifos con el Espíritu como guía, pueden

extraer por cuenta propia: sabiduría, discernimiento y verdades eternas.

Jared Ludlow concluyó: “[Doctrina y Convenios 91]

deja los Apócrifos como una invitación abierta a

explorar por nuestra cuenta, mediante la guía del Espíritu, para ver qué verdad encontramos en ellos.

Algunas doctrinas y principios son los mismos a través

del tiempo, y podemos aprender de las perspectivas [de los autores apócrifos] sobre ellos”15.

Otras lecturas

Jared W.Ludlow, Exploring the Apocrypha from a Latter-day Saint Perspective (Springville, UT:

Cedar Fort, 2018).

S. Kent Brown y Richard Neitzel Holzapfel, Between the

Testaments: From Malachi to Matthew (Salt Lake City, UT: Deseret Book, 2002).

C. Wilfred Griggs, “Apocrypha and Pseudepigrapha”, en Encyclopedia of Mormonism, 4 vols., Ed. Daniel

H. Ludlow (New York, NY: Macmillan Publishing,

1993), 1:55–56.

C. Wilfred Griggs, ed., Apocryphal Writings and the Latter-day Saints (Provo, UT: Religious Studies

Center, Brigham Young University, 1986).

Page 3: ¿Por qué estudiar literatura apócrifa antigua?

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© Central del Libro de Mormón, 2021

YouTube ¡Visita el video de este Knowhy! en:

https://youtu.be/OqIwV-VFO-g _________________________________________

Notas de pie de página

1. Véase Amy-Jill Levine, “Apocrypha”, en Eerdmans

Dictionary of the Bible, ed. David Noel Freedman

(Grand Rapids, MI: William B. Eerdmans, 2000), 73–

75. Para obtener una introducción útil para los Santos

de los Últimos Días, véase Jared W. Ludlow, Exploring

the Apocrypha from a Latter-day Saint

Perspective (Springville, UT: Cedar Fort, 2018).

2. Sobre el período intertestamentario, véase S. Kent

Brown y Richard Neitzel Holzapfel, Between the

Testaments: From Malachi to Matthew (Salt Lake City,

UT: Deseret Book, 2002).

3. Ludlow, Exploring the Apocrypha, 5.

4. La edición estándar de la mayor parte de esta literatura

se encuentra en James H. Charlesworth, ed., The Old

Testament Pseudepigrapha, 2 vols. (Peabody, MA:

Hendrickson, 1983).

5. Para los Rollos del mar Muerto no bíblicos, véanse las

ediciones de fácil lectura de Michael Wise, Martin

Abegg Jr. y Edward Cook, trad., The Dead Sea Scrolls:

A New Translation (New York, NY: HarperOne, 2005);

Geza Vermes, trad., The Complete Dead Sea Scrolls in

English, rev. ed. (New York, NY: Penguin, 2004).

6. Véase Ann Graham Brock, “Apocrypha, Early

Christian”, en Eerdmans Dictionary, 75–77.

7. El gran compromiso de Nibley con la literatura apócrifa

puede verse en The Collected Works of HughNibley, 19

vols. (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo, UT:

FARMS, 1986–2010).

8. Véase Hugh Nibley, Mormonism and Early

Christianity (Salt Lake City, UT: Deseret Book; Provo,

UT: FARMS, 1987), 10–44; Hugh Nibley, “Two Shorts

in the Dark, Part II: Christ Among the Ruins”, en Book

of Mormon Authorship: New Light on Ancient Origins,

ed. Noel B. Reynolds (Provo, UT: Religious Studies

Center, Brigham Young University, 1982), 7–31.

9. Para un resumen, véase Central del Libro de Mormón,

“¿Por qué 3 Nefi es a veces llamado el 'Quinto

Evangelio'? (3 Nefi 27:21)”, KnoWhy 222 (octubre 9,

2017). Véase también Richard Lloyd Anderson,

“Imitation Gospels and Christ’s Book of Mormon

Ministry”, en Apocryphal Writings and the Latter-day

Saints, ed. C. Wilfred Griggs (Religious Studies Center,

Brigham Young University, 1986), 53–107.

10. Ludlow, Exploring the Apocrypha, 193.

11. Ludlow, Exploring the Apocrypha, 220.

12. Véase Hugh Nibley, Enoch the Prophet (Salt Lake

City, UT: Deseret Book; Provo, UT: FARMS, 1986);

Jeffrey Bradshaw, Jacob A. Rennaker y David J.

Larsen, “Revisiting the Forgotten Voices of Weeping in

Moses 7: A Comparison with Ancient

Texts”, Interpreter: A Journal of Latter-day Saint Faith

and Scholarship 2 (2012): 41–71; Jeffrey M. Bradshaw

y David J. Larsen, “Ancient Affinities within the LDS

Book of Enoch Part One”, Interpreter 4 (2013): 1–27;

Jeffrey M. Bradshaw y David J. Larsen, “Ancient

Affinities within the LDS Book of Enoch Part

Two”, Interpreter 4 (2013): 29–74; Jeffrey M.

Bradshaw y Ryan Dahle, “Could Joseph Smith Have

Drawn on Ancient Manuscripts When He Translated

the Story of Enoch? Recent Updates on a Persistent

Question”, Interpreter 33 (2019): 305–374.

13. Robert J. Matthews, “Whose Apocrypha? Viewing

Ancient Apocrypha from the Vantage of Events in the

Present Dispensation”, en Apocryphal Writings, 17.

14. Matthews, “Whose Apocrypha?” 17.

15. Ludlow, Exploring the Apocrypha, 223–224.

Apéndice: Lista de libros Apócrifos Baruc y Epís tola de Jeremías Apócrifo

Orac ión de Manasés

1 Esdras (3 Ezra)

2 Esdras (4 Ezra)

Judit

Tobit (Tobías)

1 Mac abeos

2 Mac abeos

Ben Sirá (Ec les iástico)

Sabiduría de Salomón

Añadiduras a És ter y Daniel

Algunas igles ias c ristianas también inc luyen:

Salmo 151

3 Mac abeos

4 Mac abeos