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Posgrado en Historiografía Cuaderno de Posgrado (Doctorado) MEMORIA COLECTIVA Y PROCESOS DE SIGNIFICACIÓN EN EL TIEMPO Margarita Olvera Serrano 2016 [1ª edición 2008, Saúl Jerónimo Romero y Silvia Pappe] [2ª edición 2010, correcciones SP] NOTA: En el trimestre 16 P, esta UEA será impartida por: Dra. Margarita Olvera Serrano, [email protected]

Posgrado en Historiografía - posgradocsh.azc.uam.mxposgradocsh.azc.uam.mx/cuadernos/d_memoria/D_Memoria_Colectiva-… · La memoria colectiva se comprende como un complejo proceso

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  • PosgradoenHistoriografía

    CuadernodePosgrado

    (Doctorado)

    MEMORIACOLECTIVAYPROCESOSDESIGNIFICACIÓNENELTIEMPO

    MargaritaOlveraSerrano

    2016

    [1ªedición2008,SaúlJerónimoRomeroySilviaPappe]

    [2ªedición2010,correccionesSP]

    NOTA:Eneltrimestre16P,estaUEAseráimpartidapor:

    Dra.MargaritaOlveraSerrano,[email protected]

  • Objetivos

    a) Analizar la interacción entre memoria individual y colectiva, el olvido y el trauma

    histórico.

    b) Conocerlosprocesosdecreacióndelamemoriacolectiva.

    c) Identificarlasdistintasgrafíasgeneradorasdememoriacolectivaeneltiempo.

    d) Analizarlarelaciónentrepoder,sociedadymemoriacolectiva.

    e) Relacionarlosprocesosidentitariosconlamemoriacolectiva

  • Introducción

    ElCuadernodeposgradode laUEA“Memoriacolectivayprocesosdesignificación en

    el tiempo” se divide en dos grandes apartados: la primera parte versa sobre algunos

    ejes de una discusión teórica que nutre elquehacer historiográfico y que puede ser

    reconducida de modo que abra la posibilidad de que los alumnos de doctorado

    investiguenporsucuentaloscamposaledañosqueson de su interés; la segunda parte

    se ocupa de una amplia gama de relaciones de la memoria con otros ámbitos, e

    indaga esencialmente en torno de los usos, las formas de significación, los efectos, la

    estabilización a través de imágenes, discursos y prácticas, diferenciando diversos

    niveles, enfoquesy horizontes e incluyendo la reflexión en tornoa lamemoriaysu

    análisis.

    La memoria colectiva se comprende como un complejo proceso de significación del

    pasado,delpresenteydel futurode las sociedadesyculturas.En la construcciónde la

    memoria participan diversos actoresindividualesycolectivosorientadosporvaloresy

    normasdiferenciados;talconstrucciónimplicaprocesosdesignificaciónligadosalímites,

    pertenencias e identidades en continua transformación. En este sentido, memoria e

    identidadsonámbitos realesysimbólicosqueseredefineneneltiempoyquedanlugar

    a estrategias para “materializar” y estabilizar la memoria en distintas coordenadas

    espacio/temporalesyque,enconsecuencia,estánatravesadaspordiversasmodalidades

    de la experiencia de la temporalidad en la que es necesario reflexionar

    historiográficamente, puesto que no es lomismo, por ejemplo, el estatus que tiene la

    memoriaensociedadesycomunidadesorientadasporlatradiciónyporunaexperiencia

    deltiempoquedaprimacíaalpasado,queellugarqueadquierecuandonosubicamosen

    las coordenadas de sociedades cuya experiencia temporal pone el acento en el futuro

    comofueelcasodelperiododelamodernidadtemprana,obien,comoenlasmodernas

    sociedadescontemporáneas, dondetiendeapredominar unpresenteextendidoenel

    quelosvínculoshacia“atrás”yhacia“adelante”,sehanerosionado.

    Los principales objetivos que se pretenden alcanzar a lo largo de este curso

    comprenden la reflexión entorno a la interrelaciónentre lamemoria individual y la

    memoria colectiva, el recuerdo, el olvido y el trauma histórico, así como loque Paul

    Ricoeur llama“memoria justa”.Asumimosque lareflexióndesegundogradosobre

    losprocesosquegeneranmemoria, a su vez, requierede la identificaciónde las

  • distintasformasyestrategiasdesumaterialización,asícomolasposibilidadesde

    su uso, entre otras cuestiones. Una dimensión fundamental aquí radica en la

    comprensiónde la formacomo los significadosasociadosa lamemoria, implican

    relacionesdepoder, relacionessocialesy relacionesdecortecultural. Todoello

    une lamemoria con las percepciones, las expresiones identitarias, los proyectos

    de individuos y grupos, así como las consecuencias no intencionales de dichos

    proyectosalolargodeltiempo.

    Otro objetivo fundamental aquí, es que los estudiantes obtengan insumos teóricos y

    conceptuales para establecer con solvencia relaciones y distinciones historiográficas

    entrememoria,pasadoehistoria,enelentendidodequesondimensionesque,sibien

    tieneninterrelacionesmutuas,nosonidentificablesentresí.Engeneralsebuscaeneste

    curso que los estudiantes elaboren puntos de partida selectivos y, en consecuencia,

    obligadamente argumentados, dirigidos a establecer conexiones significativas en el

    amplioy complejo “campo”de lamemoria; conexionesqueabonen, tantoa supropio

    proceso de formación teórica al respecto, como a los registros de sus objetos de

    investigación que pudieran beneficiarse de la reflexión sobre lo que llamamos

    genéricamentememoriacolectiva.

  • Primeraparte

    Lasrelacionesentrememoriaydiscursohistórico.Unproblematransdisciplinar

    La dificultad de siquiera enunciar las discusiones contemporáneos en torno a la

    memoria y sus usos, o bien pretender abordarla en profundidad, se evidencia

    rápidamente a partir de dos ejemplos. Si a inicios de la década de 1990 todavía

    parecía pertinente e incluso necesario presentar un panorama de las

    “Investigaciones sobre la memoria: posiciones, problemas, perspectivas” (Siegfried

    J. Schmidt)1, quince años después, un artículo de Ana Carolina Ibarra, “Entre la

    historiayla memoria. Memoria colectiva, identidad y experiencia. Discusiones

    recientes”2, muestra que a la autora no le queda sino limitar sus aspiraciones.

    Ibarra se ocupaaquíesencialmentededostemaso líneasdediscusiónentornoala

    memoriaysu relación con la historia. A través de la lectura yanálisis de la obra

    de Jean-PierreRioux, presenta la cuestiónde lamemoria colectiva en elmarco de

    la tradición francesa. Un lugar similar en la tradición anglosajona lo ocupa

    Dominick LaCapra, con una importante discusión en torno a la historia de la

    experiencia, cuya influencia es ampliamente reconocida. La selección de los dos

    autores y sus respectivos campos de investigación ubica con mucha claridad el

    interés de la autora: prácticamente opone el discurso histórico a la memoria,

    reconociendo en ésta última la posibilidad de que aquellosquenosuelenformar

    parte de la historia, expresen mediante una voz propia sus experiencias. “En las

    últimas décadas –afirma–, la crítica historiográfica dio un vuelco a favor de la

    memoria y de las manifestaciones más auténticas del imaginario. Desde entonces,

    lamemoriahistóricavivade lascomunidades, losmitosdeorigen, la experiencia,la

    identidad y otros temas afines se convirtieron en objeto de nuevas

    investigaciones…”3 Desde luego, hay aquí una serie de problemas historiográficos

    tangenciales, por ejemplo, la validez del uso de adjetivos como “auténtico” o el

    significado historiográfico del concepto “imaginario” específicamente en este

    terreno,enlosquenoesposibleprofundizaraquí.

    1SiegfriedJ.Schmidt,“Investigacionessobrelamemoria:posiciones,problemas,perspectivas”,2000.2 Ana Carolina Ibarra, “Entre la historia y la memoria. Memoria colectiva, identidad y experiencia.Discusionesrecientes”,2007.3Ibid.,p.21[cursivasmías].

  • Hasta qué grado, esta visión (necesariamente parcial) obedece al recurrente

    reclamo social por el reconocimiento de otras voces, de visiones que no queden

    sujetas a un determinado tipo de historia concebida y escrita “desde arriba”, lo

    vemoseneltextodelpropioLaCapra:

    La identidad personal, y en particular la identidad colectiva, se han

    transformadoenun apremiante conflictopara los grupos nodominantes y

    han estimulado las investigaciones basadas en testimonios, diarios

    personales, autobiografías y otras fuentes deexperiencia.Tambiénha sido

    relacionada con las denominadas ‘políticas de identidad’, en las que la

    posición subordinada de un grupo o su constelación de posiciones

    subordinadas es una preocupación crucial, si no esencial, de la actividad

    políticay,enlíneasgenerales,delaactividadsocial.4

    En los años setenta del siglo XX, se había roto desde un lugar alejado de las

    cienciassociales, conunade laspocashipótesisqueparecíadarleciertaestabilidad

    a la memoria: la idea de un lugar concreto, determinado que la memoria

    ocupaba en el cerebrohumano,aunquenosepudieradefinirconprecisióncuál.Así,

    lamemoria, de por sí una de las capacidades más inciertas, más inestables, más

    subjetivas, tuvo que ceder el lugar que supuestamente ocupaba en cada

    individuo, a lo que los biólogos presentaban como resultado de sus

    investigaciones: “memoria” es un conjunto de procesos que se forman y

    transforman bajo determinadas condiciones que afectan ciertas estructuras

    nerviosas. La idea de que la memoria es una especie de archivo que contiene

    información obtenida a través de la experiencia, una idea anclada en numerosas

    metáforas,yanosesostieneentérminoscientíficos,aunquesiguenteniendo vitales,

    losactoresesténconvencidosdelafidelidaddesumemoria,esdecir,dequeaquello

    querecuerdanesdirectamenteunacontecimiento,unhechotalycomosucedió.En

    estesentido,esnecesarioenfatizarquelamemoriaindividual,comoelaboraciónde

    primergradodelosactoresensusmundosvitales,estáalserviciodelospropósitos

    prácticos del presente. Este señalamiento es relevante puesto que el conocimiento

    delestatusinterpretativodelamemorianocorrespondeaunsaberdeprimergrado

    4DominickLaCapra,Historiaentránsito,2006,pp.21-22.

  • (delactor),sinoalsaberdesegundogrado(delosobservadores)quelaplantea,no

    comoundatoautoevidente,sinocomounproblema.

    El cuestionamiento de la memoria como archivo, localizado en alguna parte del

    cerebro,noesnuevo.MauriceHalbwachshabíaplanteadoyaenlosañostreintaque

    la memoria no era un almacén de datos, sino algo construido o, mejor dicho, algo

    cuya existenciadependíadelascondicionessocialesy culturales.5YnoesqueAleida

    Assmann no estuvierafamiliarizada con ello; loque provoca su reacción no es

    la declaración de que la memoria no es comparable a un archivo, ni el

    planteamiento (sociológico enuncaso,biológico enelotro)dequese tratadeuna

    construcción que depende de determinadas condiciones externas (nuevamente:

    sociales yculturalesenun caso, nerviosasenelotro). Lo que, segúnella, significa

    uncambioradicaleslamanera enqueseretomanesaspropuestaseinvestigaciones:

    enotraspalabras,surecepción.

    Humanistas con orientación constructivista –explica Aleida Assmann en la

    introducción a un ensayo publicado en 1998– oponen al modelo estático

    de la memoria concebida como archivo, el modelo dinámico de una

    permanentetransformación, segúnelque la memoriaajustacontinuamente

    elpasadoalpresente,demaneraelásticayfuncional.6

    Y si bien toda interpretación del pasado se hace desde el presente, y la memoria

    efectivamente se va transformando a través del tiempo, Assmann se enfrenta a

    los peligrosdeunaradicalizacióndeestasituación:anticipalaposibilidaddequela

    memoria termine dependiendo enteramente del presente, mejor dicho, de una

    supuesta voluntad que se impone desde el presente. Eso opacaría e incluso

    eliminaría la existenciamaterialeidealdeunpasadodeterminado.

    Lo que le preocupa a Aleida Assmann no es la vieja discusión sobre la realidad

    negada del pasado en algunos autores que reducen toda la realidad histórica al

    carácter textual o discursivo de su conocimiento. Lo que le preocupa a Aleida

    Assmann, repito, es una cuestión de ética: la eventual eliminación de aquella

    5MauriceHalbwachs,Lamémoirecollective,escritoenlosañostreinta,sepublicóhasta1950.6AleidaAssmann,“StabilisatorenderErinnerung–Affekt,Symbol,Trauma”,1998.

  • materialidad de la memoria que sostiene “conceptos como culpa o

    responsabilidad”, supeditando así el significado (histórico u otro) del pasado, es

    decir,su impactoenelpresente,alaarbitrariedadyal poder.

    En menos de dos páginas, Aleida Assmann resume lo desde hace unas tres

    décadas marca una parte importante de los debates en torno a la memoria: el

    conocimiento biológico y sus efectos en las ciencias sociales y las humanidades;

    la relaciónqueestablece lamemoriaentrepasadoypresente,yelotorgamientode

    mayor o menor fuerza a uno u otro ámbito temporal, de lo que depende la

    proyección hacia el futuro; la relación entre memoria e historia a través de los

    procesos de significación; la presencia tanto de memorias individuales como de

    memorias colectivas y socialmente construidas;lasinterferenciasdelpodery dela

    imposición con los recuerdos; la cuestión de la responsabilidad del ser humano

    frentealasconsecuenciasdesus actos yel sentido éticoquemarcalarelevanciade

    determinadas experiencias del pasado para el presente y el futuro; la

    racionalización dememorias no estructuradas o fragmentadas que se caracterizan

    poruna carga altamente emotiva; e l reconocimientodelaposibilidaddeconstruir

    “falsas memorias” desde el presente; y consiguientemente, el peligro o la

    posibilidaddeolvidar,dereprimireinclusosuprimir la memoria. Todo ello señala,

    de diferentes maneras, la extrema inestabilidad de los recuerdos; inestabilidad

    que debe ser asumida y procesada teórica y procedimentalmente por los

    observadoressipretenderproducirunsaberracionalyválidosobreestosprocesos.

    Desde luego, esta tarea tiene una complejidad difícil de subestimar, dadas las

    implicacioneséticas,moralesynormativasquesueleimplicar.Porotraparte,aello

    puedesumarseunexcesode“presión”paraelobservadorsi,además, lasmemorias

    involucradas, forman parte de reclamos y proyectos políticos que, como tales, se

    ubicanenelmundoprácticovital,noeldelaobservación,quesiempredebeguardar

    una distanciamínima frente a ello a fin acotar posibles procesos de identificación,

    empatía o dilución de la línea imaginaria que separa nuestras adscripciones y

    posicionespolíticasoideológicas,delosrequerimientosdelaproduccióndesaberes

    válidos. En otras palabras, el observador debe estar dispuesto a aceptar, como

    consecuenciadelosresultadosdelainvestigaciónhistoriográfica,conocimientosque

    puedenser “incómodos”paradeterminadosgrupos, e incluso,paraélmismocomo

    miembrodelmundoordinario.

  • Ante la enorme cantidad de problemas a los que apenas aludimos aquí, las

    distintas disciplinas responden de muy diversas maneras a la amplia gama de

    posibilidades que se abre entre memorias individuales y colectivas. Afirmar que

    tradicionalmente son la psicología, algunas ramas de la lingüística y la

    comunicación las que atienden problemas relacionados con la memoria individual

    (recuerdos,olvidos,traumas,afectos,sueñosentremuchosotros),yquelasociología,

    la historia / historiografía, la antropología, la etnografía se ocupan más de la

    memoria colectiva, no es sino una simplificación. Existen continuos intercambios

    entre campos de conocimiento diferenciados; en función de ellos se rearticulan

    preguntas, se retoman descubrimientos, adoptan (y adaptan) nuevas teorías,

    “migran” conceptos y categorías, etcétera. Y lo más importante: esas disciplinas

    comparten parcialmente experiencias, un lenguaje especializado (conceptos, pero

    tambiénmetáforas, como por ejemplo el concepto de “archivo”) y, una yotra vez,

    formasdematerializar,describir, transmitiryanalizarlamemoria.Estoquieredecir

    quecomocampotemáticoocomoobjetodeinvestigaciónespecializadoyacotado,la

    memoriaesunproblematransdisciplinar.

    Bajo las consideraciones anteriores, una posibilidad de organizar y estructurar los

    problemas a los que se enfrenta la investigación historiográfica (y de los que la

    enumeración anterior no puede ser sino una muestra) es una agrupación que

    pone en el centro aquellos aspectos que se condicionanmutuamente, en vista del

    sentido social y cultural de la memoria, y de los procesos de su significación y

    resignificaciónenlosespaciostemporales.Seríanestosloselementosqueatraviesan

    deprincipio a fin loscriteriosdeselecciónde loscontenidospropuestosparaeste

    curso;no sobra señalarqueesta selección/exclusión, toma comoeje la centralidad

    historiográficaquetienenlaexperienciadeltiempoydelespacio,ydelosprocesos

    de resignificación y recolocación de lamemoria en los procesos de elaboración de

    determinadas franjas del pasado como historia. Esos aspectos giran en torno a

    cuatrograndesejes:

    a) las identidades, es decir, las diferenciaciones en diversos niveles ymomentos, entreyo/nosotros,ustedesyellos;7

    7Recuérdeseladiscusiónentornoalsujeto,porejemploenPaulRicoeur,Símismocomootro,1996.

  • b) la memoria, las rememoraciones, los recuerdos,losdesconocimientos y

    los olvidos que sustentan estaidentidad;

    c) la continuidad y reproducción en el tiempo, la comunicación y la

    transmisión de lamemoriay, ensucaso,susrespectivoscambios,olvidos,

    omisiones, adecuaciones, y reconstrucciones; las conmemoraciones como

    rituales colectivos organizados por los calendarios sociales (entendidos

    como lugaresdememoria),queapuntana laproduccióndeunaofertade

    continuidadycoherenciainterna,independientementedeloscambios.

    d) Lasmemoriasfracturadas,looculto, lostraumas, lasrelaciones implícitas

    y explícitas de olvidos institucionalizadosde la memoria reprimida, pero

    tambiéndelpedir yotorgar perdón; lasimbología implícitaen loshechos

    y los actos sociales, políticos, colectivos, individuales y sus efectos de

    sentido,entreotrascuestiones.

    Necesariamente,lasexperienciashistórico-socialesinvolucradasenestos cuatroejes–

    las formas de conexión, las estructuras conectivas específicas y particulares, son

    distintivas de diversas culturas, épocas, grupos sociales, identidades, tradiciones, e

    inclusodeindividuos.

    La relación entre identidad, memoria y continuidad cultural (rituales, tradiciones,

    conocimiento histórico entre muchos otros) se constituye en un mundo social y

    simbólico en cuyo interior se comparten experiencias, expectativas, proyecciones y

    espacioparaactuar.Esaredderelacionesuneelpasadoconelpresente, abreespacios

    deexpectativa condeterminadasorientaciones. Todosestoselementosse integranen

    laimagenqueunasociedadtienedesímismayapartirdelacualactúa.La imagenque

    tienedesímisma,cambianteeneltiempo,diferentealasimágenesdeotras sociedades

    (otras épocas; otras circunstancias), se basa en valores y normas que se comparten;

    así, una sociedad narra sus experiencias, se comprende, se explica y se interpreta a

    sí misma. Es también al interior de estas redes de relaciones sociales y simbólicas

    que el conjunto identidad-memoria-continuidad cultural se materializa: en prácticas,

    en relatos, en tradiciones, en normas y leyes, indicaciones, reglas, rituales; en

    representaciones.

  • Otro de los estudiosos de la memoria, el egiptólogo Jan Assmann, distingue cuatro

    tipos de memoria8 que quisiera retomar aquí, no como tipos, sino como

    características. La memoria es mimética, es decir, la imitación repetida ymemorizada

    comounaformadeaprenderaactuar;estáligadaalosobjetosconlosqueunoserodea

    cotidianamente, ya que les agrega una dimensión temporal y de pertenencia; es

    necesariamentecomunicativa,debido aquenopuedequedar restringida aunomismo

    como individuo, sino que se establece en relación con otros: recordar es algo

    individual, pero elmarco referencialquepermite los recuerdoses colectivo, social,

    cultural; ypor último, la memoria es un fenómeno cultural que implica, lo hemos

    mencionadoyaen variasocasiones,la“materialización”delamemoria.

    ActividadesybibliografíadelaprimeraparteLabibliografía sugeridaparaesteprimerejede trabajo comprendetextosyautoresde

    distintasdisciplinas,aunquelehemosdadopreferenciaalámbitodelareflexiónteórica

    entornoallugardelamemoriaeneldiscursohistóricoy,demaneramásamplia,enlas

    cienciassociales.Laslecturasgiranentornoaalgunosdelosprincipalesconceptosque

    hansidopuntodepartidaobligadosenladiscusión contemporánea sobre lamemoria,

    enparticular, “memoria colectiva”, concepto acuñado en los años treinta del siglo XX

    porMauriceHalbwachs; y “lugares de lamemoria”, concepto tomado por PierreNora

    enlosañosochentadelaobradeFrancesA.Yates.9Elolvido,juntocontérminos como

    omisión,pérdida de lamemoria, traumay otros, juega un papel igualmente central;

    con excepción de “trauma”, los términos alrededor de la noción de olvido no solían

    tener una presencia notable como “contraconcepto” de la memoria, cuestión que

    experimentóuncambiofundamentalapartir de los planteamientosdeLamemoria, la

    historia, el olvidodePaulRicoeur.

    Posiblementeseaestemismoautorquien,primeroenunaconferencia(1994)yluegoen

    la obra mencionada, La memoria, la historia, el olvido (2000), haya advertido con

    mayor énfasis la enorme complejidad de las proximidades y las interdependencias

    vínculos entre memoria, historia y olvido. Tres maneras de relacionarse con el

    8 Jan Assmann, Das kulturelle Gedächtnis. Schrift, Erinnerung und politische Identität in frühenHochkulturen,1999.pp.20-21.9FrancesA.Yates,Elartedelamemoria,1974(1966).

  • pasado que, no obstantesus diferencias,debenverseenconjuntoyenestrechaunión

    conelproblemadelaconcienciahistórica.10

    Conel fin de presentar algunas dimensiones de estos conceptos(yeltipodeespacios

    de experiencia al que están referidos) así como de sus transformaciones y su

    potencial para la reflexión historiográfica, proponemos a manera de ejemplo la

    lectura de dos tipos de textos: fragmentos de autobiografías y ensayos relacionados

    con su problemática; y estudios historiográficos que problematizan e historizan la

    construcción de historias nacionales en relación con la memoria colectiva. En el

    entendido de la relevancia de lo afirmado sobre la obra de Ricoeur,ledamosunlugar

    destacadoenelconjuntodelabibliografíasugerida.

    Actividad1:Aesta primera parte delCuaderno de Posgrado corresponde la primera actividad que

    consisteenlassiguientesdospartes,yparalaquesesugiereunensayode10cuartillas:

    1. A partir de los textos agrupados como teóricos, y considerando los conceptos

    “memoria colectiva”, “lugares dememoria” y “olvido” (pérdida, trauma, omisiónetc.),

    así como la continua transformación del significado y del potencial identitario

    constitutivodeesosconceptosatravésdeltiempo,elalumnorealizaráunareflexiónen

    tornolarelaciónentrememoriaehistoria:¿quéideadehistoriamanejanlosautoresen

    la construcción de una determinada noción de memoria? ¿En qué medida, el libro de

    Ricoeur, La memoria, la historia, el olvido, aporta insumos teóricos para repensar

    historiográficamentenuestropresente,nuestra ideasobre lahistoriaylamemoria?

    2.En la segunda parte del ejercicio,la noción de identidad se “ suma” a la relación

    memoria-historia, en fragmentos autobiográficos, y en estudios en torno a la relación

    memoriacolectiva–historianacional.Elalumnoescogerádosejemplos,delrestode la

    lista de textos, y continuará su reflexión a partir de la pregunta: ¿cuáles son los

    condicionantessocialesyculturalesque intervienenenlaconstrucciónidentitariadeun

    individuoodeunanación?

    Entrega:6asemana

    10Cf. Paul Ricoeur, Lamemoria, la historia, el olvido, 2000. Véase también Silvia Pappe, “MemoriaversusHistoria”,2007.

  • Lecturasparalaprimeraactividad

    Ibarra, Ana Carolina, “Entre la historia y la memoria. Memoria colectiva, identidad yexperiencia. Discusiones recientes”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda WaldmanM. (coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.21-40.

    Schmidt, Siegfried J., “Investigaciones sobre la memoria: posiciones, problemas,perspectivas”, en Silvia Pappe (coord.), Debates recientes en la teoría de lahistoriografíaalemana,México,UAM-A/UIA,2000.

    1.TeoríaAnkersmit, Frank R., Historical representation, Stanford, Calif., Stanford University Press,

    2000.(Chapters5,6).

    Halbwachs, Maurice, On Collective Memory (Heritage of Sociology), Chicago, TheUniversity of Chicago Press, 1992 (1941 y 1952). (Preface; chapters 1-4;Conclusions).

    Nota:Hayfragmentostraducidosalespañolquecirculanpor Internet. La versión

    originalenfrancésdellibrocompletoqueseagregaal cddeeste Cuadernos,se

    encuentraenlasiguientepáginadeinternet:

    http://classiques.uqac.ca/classiques/Halbwachs_maurice/memoire_collective/memoire_collective.pdf

    Nora, Pierre, “Between Memory and History. Les Lieux de mémoire», 1989 [1984]. (HayediciónenlarevistaRepresentations26,Spring1989.

    Ricoeur, Paul, La memoria, la historia, el olvido, Madrid, Editorial Trotta, 2003 (c 2000).[HayedicióndelFCE]

    2.FragmentosautobiográficosBerman, Marshall, Aventuras marxistas, Madrid, Siglo XXI Editores de España, 2002

    (Introducciónycap.11).

    Braunstein, Nestor, Memoria y Espanto o El recuerdo de infancia, México, Siglo XXIEditores, 2008 (“1. Introito. Los papeles ínfimos”, y “13. Autobiografías yautorretratos”)

    Said,EdwardW.,OutofPlace.AMemoir.NewYork,Vintage,2000.(ChapterI)

    Zweig, Stefan, “La tragedia de la falta de memoria”, en El legado de Europa,Barcelona,EditorialElAcantilado,2003.

    Amanera de ejemplo, se recomienda la lectura de algún tomodeEnbuscadel tiempo

    perdido, de Proust (hay muchísimas obras más que problematizan memoria y olvido,

    memoriaeidentidad,entérminosliterarios).

    3.EstudiossobrememoriacolectivaehistorianacionalMallon, Florencia E., Campesino y Nación. La construcción de México y Perú poscoloniales.

    México,El ColegiodeSan Luis/CIESAS/El Colegiode Michoacán, 2003. (Cap. 9,“¿De quién son los huesos, a final de cuentas, y a quién le incumbedecidir?”, pp.509-554)

    Pappe, Silvia, “Memoria versus historia:Desencuentros en los espacios depoder”, en MayaAguiluzIbargüenyGildaWaldmanM.(coords.),Memorias(in)cógnitas. Contiendasenlahistoria,México,UNAM,2007.pp.85-97.

  • Zerubavel, Eviatar, “Calendarios e historia. Un estudio comparativo sobre la organizaciónsocial de la memoria nacional”, en Maya Aguiluz Ibargüen y Gilda Waldman M.(coords.),Memorias (in)cógnitas. Contiendas en la historia, México,UNAM,2007.pp.471-500.

    __________________"Tiempoprivadoy tiempopúblico".ActaSociológicaNúm.49,FCPyS/UNAM,mayo-agosto,2009,pp.15-47.

    Para larelaciónentrememoria individual,memoriacolectivaehistorianacional,ante la

    problemáticade laomisión,elolvido, lostraumashistóricos, véasecasoscomoelde la

    autobiografíadeGüntherGrass, y la recepciónqueobtuvo no sólo enAlemania sino a

    nivelinternacional.

    Reacciones similares se han suscitado a partir de testimonios y memorias escritos en

    primerapersona,auncuandoentérminosestrictos,reúnenlasmemorias, losrecuerdos

    devariosindividuosodegrupos,oprestansuvozalasvíctimas,losmuertos.

    Segundaparte

    Memoriaeidentidad.Materializaciones,espacioytiempo

    La segundapartedeesteCuaderno dePosgrado tienecomoobjetivo reflexionar sobre

    unadupladeconceptos,memoriaeidentidad,cuyainterdependenciaestal,queunono

    puedeexistirsinelotro.Laidentidadesresultadodelamemoriaylamemorianotiene

    sentidosinoseconcretizaenlaidentidad.

    ¿Quéesycómoreconocemosuna identidad?Al tratardecavilarsobre la identidadde

    alguienodealgunosparecequeéstasestuvieranconstituidasyquesóloes cuestión de

    encontrarlas; pero si la identidad se constituye a partir de lamemoria entonces es

    una identidad cuyo punto de definición es el cambio, pues la memoria también es

    algoquecambia yse reconfiguraeneltiempo.Así, ambosaspectosson históricosyse

    modifican constantemente, a pesar de que algunos elementos que constituyen esa

    memoria,parezcanmilenarios.

    Por otraparte, quiense identifica conuna identidaddebeestar conscientedeque se

    deslindadeotrasoquerelegaotrasaunsegundoplano,puesenunapersonaogrupo

    conviven no una sino múltiples memorias e identidades y debe recordarse que la

    elección de una, siempre exige establecer un orden, una jerarquía. Las memorias

  • conviven en órdenes diacrónicos y sincrónicos; por ejemplo, todos en algúnmomento

    sonniños,jóvenes,ancianosoadultos,losrecuerdosdeesostiemposconstituyenpartes

    deunamemoriaqueda consistencia aladulto,que se identifica conesasetapasde su

    vida, a la par con las ideas, losproyectos, las actividadesde unpartido político, o con

    una distinción de género o étnica, donde las características son a veces igual de

    importantes que las diferencias; o con las tradiciones y la trayectoria profesional – o

    bien,todasellasjuntas.

    La memoria requiere de referentes de significación que sirven para “ desatar” los

    recuerdosydarpiealamemoria;algunossonconstruidosentérminosfísicos,como los

    monumentos,yotros,sinseredificadosconesepropósito,tienenunaenormecargaque

    constituyendetonantesde lamemoria.Unejemplo eselhogar, lacasa, ciertosobjetos

    que resultan familiares. Esos detonantes hablan, por supuesto, de la experiencia que

    inscribe a quien recuerda en determinados espacios, círculos sociales y referentes

    culturales. Así, el memorioso recuerda espacios, olores, colores, músicas, ritmos,

    personajes reales o imaginarios, entre otros. La combinación de todos esos recuerdos

    son parte de una memoria, son estos elementos los que moldean la identidad, le

    otorgan tiempo, lugar y circunstancia. La naturaleza misma de su composición no

    permite definirla de manera unívoca, ya que siempre son dos o más los

    componentes que conviven en un mismo individuo, en una misma memoria, una

    mismaidentidad.

    Es elmemorioso quien, mediante un acto consciente, se hace cargo de ello y asume

    una identidad específica, que puede ser volcada hacia un aspecto de su vida o una

    identidadcompleja, todoen funcióndesupresenteysuexpectativade futuro,pues la

    memoriaproyectahaciael futuro una identidadquesemueveenel tiempo,pero que

    tambiéndeseaperdurarconunsentidoespecífico.

    Elasuntoestodavíamásproblemáticoparaelcasodelasidentidadescolectivas, puesel

    proceso mismo de constitución es realmente complejo: cómo se logra consenso, qué

    aspectosdebenserrecordadoscomopartedelamemoriacolectiva,ycuálesdeellos son

    los elementos reconocibles como parte de la identidad de un grupo de personas son

    preguntas que surgenuna y otra vez. Quizá en comunidades pequeñas en las que los

    elementos de raza, lengua, tradición y expectativas son aparentemente reconocibles,

    pareciera posible reconocer una identidad y memoria unívoca (la antropología y la

  • etnografía dan cuenta de ello en el caso de grupos aislados, por ejemplo, delmundo

    moderno). Pero dado que la mayoría de los sereshumanos no vivenen comunidades

    aisladas, ni muy pequeñas, la problemática a la que nos enfrentamos a vecesparece

    irresoluble: loselementosqueconstituyenlamemoriadeuncolectivo,no son la suma

    de los recuerdos de los individuos, sino que hay un largo proceso de decantación

    en el que el sedimento es la memoria colectiva; no es extraño que incluso pueden

    surgir diferencias entre recuerdos individuales y lamemoria colectiva; los procesosde

    socializaciónsuelenadaptarloindividualalocolectivo.Enesteordendeproblemas,no

    estádemasseñalarque,sibienel individuoeselquerememora(deahíqueKoselleck

    sostenga “mi memoria depende de mi experiencia y nada más”. Desde luego para

    desentrañarelsignificadodeestaafirmación,debemosubicarloenlascoordenadasdela

    noción espacio de experiencia), es el grupo el que aporta los “recursos” para ello. El

    individuonopuedeexistir como tal sin éste; paralelamente, son los individuos losque

    sonsusostén.

    El pasado es un elemento central en la identificación de esos elementos comunes,

    pero qué parte del pasado se retoma como parte de la memoria es algo que casi

    siempre está en disputa. El siglo XIX mexicano vivió verdaderas guerras de tinta y de

    sangreyfuegoparadefinirelrumboyelpasadoqueseelegiríacomoconstitutivode la

    identidad mexicana. En el siglo XX, en la época posrevolucionaria un grupo logró

    controlar y determinar los elementos que constituían lomexicano, la identidad del

    mexicanoeraelmestizaje,paradigmaqueserepitiódemúltiples formas,perosinduda

    los librosde texto y losmediosmasivosde comunicación jugaronunpapel importante

    en el proceso de reducir al mexicanidad a unos cuantos elementos: el mariachi, el

    tequila, la bandera tricolor, etcétera; sin embargo, después de los años sesenta

    nuevoselementos se fueronreconociendo con identidadesdistintasde la oficial, las

    regiones, los indígenas, los obreros, las mujeres, los niños, los ancianos, etc., ello

    implicó el reconocimiento de historias distintas de las reconocidas como oficiales,

    otros intelectuales se fueron distanciando de las versiones únicas y de la

    historia política tradicional y sus trabajos ubicaron otros espacios en los que se

    movían estos nuevos personajes de la historia y había que construir con ellos

    otros pasados, que habían pasado inadvertidos, pero que implicaban otros

    recuerdos, otras memorias, otras identidades. Sin embargo, en esas memorias

  • independientes también convivían las versiones oficiales, gubernamentales,

    partidistas.

    Procesos y transformaciones como los descritos anteriormente se realizan mediante

    prácticas políticas, que hacen visibles estas identidades mediante actos políticosyde

    fuerza, queobligaron yseguiránobligando alEstado alreconocimiento de estas otras

    memorias e identidades, e incluso a la búsqueda de reformas legales para la

    formalización de este reconocimiento. Mas no es el único mecanismo de

    institucionalización; hayotros, como las disciplinas y profesiones de los investigadores

    sociales, quienes mediante sus prácticas especializadas y usando procedimientos

    propiosdelaciencia,identificanalosdistintosactoresyloshacenvisibles.

    Estos procesos no son los únicos que intervienen en la constitución y

    reconstitución, la transformación e incluso la fragmentación y pérdida de memorias e

    identidades. El extremo se coloca en experiencias traumáticas como el holocausto,

    donde laexterminaciónmasivano sólo atentacontravidas individuales ycomunidades

    enteras,sinotambiénenlaposiblememoriarelacionadaconlosmuertos.Perotambién

    hayque considerar losprocesosdedescolonización, o elcaso deYugoslavia, enelque

    convivíanenunmismo Estadomultiétnicomemoriase identidadestotalmentedispares

    que a causa de la fuerza del poder político compartían un territorio, y se habían

    consolidadoaparentementeenunamismaidentidad(política,ideológica,yalparecerde

    proyección hacia el futuro). La precariedad de la unión de elementos tan dispares se

    pusoenevidenciaconlamuertedeTitoylacaídadelbloquesoviético,queprovocóun

    derrumbe de la clase política de ese país, lo que desató movimientos separatistas y

    reapropiaciones territorialesmuydiversos que dieronpor resultado la constitución de

    siete países: Eslovenia, Croacia, Bosnia, Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kosovo.

    Cada uno reclama memorias y tradiciones distintas, y sobre todo el derecho de

    independencia;porlotanto,permanecerpolíticoyculturalmenteunidos implicabapara

    cada uno un tipo de colonialismo identitario, la imposición de identidades ajenas,

    contrarias a la “verdadera” identidad étnica, religiosa, cultural, política, regional,

    lingüística, que ya no estaban dispuestos seguir soportando. Simbólico para los

    nacionalismosrecuperadosmedianteprocesospolíticosyguerrassangrientas,puedeser

    el deporte: para el mundial de fútbol de 2006 se formótodavía una selección que

    representabaalpaís Serbia-Montenegro;durante la justaseanunció elreconocimiento

  • delaindependenciadeMontenegro,porloqueesafuelaúltimaocasiónquedeportistas

    deambosterritoriosrepresentabanunaidentidadqueahorasesubdividióendos.

    El elemento de la conciencia es básico en el reconocimiento de la identidad y de los

    hechos,situaciones,tradiciones,característicasquesepercibencomopropios,yque se

    refuerzan como parte de una memoria que sustenta esa identidad. Por supuesto que

    en laeleccióntambiénestápresenteelolvido, esdecir, lacapacidadde lamemoriade

    borrar lo que no es pertinente, convenienteo relevante. Por tanto seomite, se niega,

    se oculta, se elimina consciente o inconscientemente, y se selecciona: ello da pie a

    los silencios, a los tabúes, que sonotra forma de decir o de reconocerse. Lamemoria

    es, necesariamente,selectiva.

    Otradimensióndeestaproblemáticaes larelacionadaconlosusosdela memoria yde

    la identidad: para qué se quiere y se necesita ser reconocido como otro, diferente a

    los demás; por qué la alteridad,junto con la identidad,resulta de vital importancia

    en las sociedades; por qué es importante tener una identidad no sólo individual sino

    pertenecer aunacolectiva; yqué expectativasdespierta laconstrucción deunyoyun

    otro.Siagudizáramosestaspreguntasasumáximaexpresión,podríamos afirmarquees

    elreconocimientodelosotros,delosquesondiferentes, loquepermite tenerunlugar

    propio.

    Entodaslassociedades, lamemoriahaconstituido identidadesquesereconocen como

    herederas de una tradición, de unos recuerdos, de un pasado común, y que tienen

    expectativas propias. Esa memoria se materializa en espacios narrativos que son

    elaborados por aquellos que, conscientes del papel que quieren jugar en la historia,

    asumen la voz de una memoria y de una identidad, y que buscan o imponen su

    reconocimiento. Con frecuencia, son los grupos letrados, escritores, intelectuales,

    científicos sociales que identifican elementos distintivos de grupos, colectivos,

    sociedades, y que desde su perspectiva construyen narraciones que los dotan de

    identidadyquepermiten,asuvez,queestassociedadesseidentifiquenconlosrelatos.

    Esa función la tienen las historias nacionales y locales, ciertas obras literarias,

    lugares simbólicos que representan determinadas versiones de la experiencia

    colectiva tanto míticacomohistórica.

    En momentos en que un grupo se impone sobre otro, se borran elementos de una

    memoria colectiva, a veces de ambas,y se construye otra, a veces nueva, a veces

  • ajustada;digamosquees lavieja ideadeque lahistoria laescribenlosvencedores,aun

    cuando incorporan elementos de la identidad y la memoria de los vencidos. La vieja

    historia se reinterpreta y se adapta y se amolda de tal suerte que se constituye en

    una versión en la que caben uno o varios pasados, y que en su interrelación

    construyen (“inventan”, diría Edmundo O’Gorman) poco a poco una nueva identidad,

    comopuede constatarse en los discursos posteriores a la conquista de América. Un

    proceso a la inversa se observa sobre todo en aquellas sociedades a cuyo interior

    conviven grupos de distintas identidades parciales, sumadas bajo una más general,

    que en momentos de crisis y violencia se fragmentan: los judíos que se sentían ante

    todociudadanos alemanes, son un ejemplo claro; y los procesos de descolonización

    (en África, por ejemplo) muestran una y otra vez hasta qué grado las sociedades

    sufren procesos de desestructuración, donde la pertenencia a una u otra identidad

    localmuchasveces significalasupervivenciadeunacomunidad.

    Por último, no queremos dejar demencionar un fenómeno relacionado con aquellos

    que utilizan y aprovechan una supuesta identificación con la identidad y memoria de

    algún grupo, con el fin de beneficiarse: desde un patrimonio cultural que tarde o

    tempranoproporcionaciertos dividendos,hasta la obtención deprivilegios reservados

    a losmiembrosdeungrupo,yqueconsiguengraciasaquehanadoptado las normasy

    losmecanismosinternosdeestegrupo.

    Actividad2:

    Las relaciones que se pueden establecer entre los diferentes elementos que

    constituyen la memoria son múltiples y plantean problemas de muy diversa índole

    teórica,segúnse tratedeahondarenellos.

    A continuación se presenta un listado de diversas relaciones de la memoria con algún

    otro elemento de identidad. De este listado, que de ninguna manera pretende ser

    exhaustivo,elijaunoodoscuestionesyrelaciónelasconsutemadetesis.

    Presenteunensayo (extensiónmínima15cuartillas)enelque identifique yanalice los

    elementosqueconstituyenlamemoria,eltipodeidentidadqueserelacionaconella,los

    elementosqueladefinen,lasformasmediantelascualesseasegurasucontinuidadenel

    tiempo, losmecanismosutilizadosen su transmisiónyreproducción, yotraspreguntas

  • que considere relevantes para su investigación. Especifique de qué manera los

    elementos que eligió contribuyen a resolver alguna problemática relacionada con su

    proyectode investigación. Debenseleccionarseytrabajarse,comomínimo,5materiales

    delabibliografíapropuestaparafundamentareltrabajo.

    Entrega:11ªsemana

    • Memoriaytiempo

    • Memoriacortaylarga

    • Memoriaytrauma

    • Memoriaeidentidadpolítica

    • Memoriaeidentidadlocal,nacional,supranacional

    • Memoriaeidentidadreligiosa

    • Memoriayespacio

    • Memoriaysímbolos

    • Memoriaindividualeidentidad

    • Memoriacolectivaeidentidad,oMemoriaeidentidaddegrupo

    • Memoriaeidentidaddegénero

    • Memoriaeidentidadinstitucional

    • Memoriaeidentidadgeneracional

    • Memoriaeidentidadespacial

    • Memoriaeidentidadsimbólica

    • Memoriayconmemoracionespúblicasyprivadas

    • Olvidoeidentidad

    • Olvidotraumático,selectivo,inconsciente

    • Olvidoypoder

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