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CIUDADES SOSTENIBLES: Alianzas público - privadas para la
transformación de Medellín
JORGE MELGUIZO
www.jorgemelguizo.com
Estas notas se presentan en SAN SALVADOR, en el II Foro de Responsabilidad Social
Empresarial, convocado por FUNDEMAS. Esta conferencia recoge elementos de la
Conferencia que presenté en la VI Conferencia Centroamericana de Responsabilidad
Social Empresarial, Ciudad de Panamá, Agosto 12 de 2010, por invitación de
CONVERTIRSE y SUMARSE.
Empiezo por la conclusión, es decir, por el final:
Solo se puede pensar en que una ciudad sea sostenible si a esa ciudad la
definen tres palabras: inclusión, equidad y oportunidades.
Nuestras ciudades latinoamericanas, construidas sobre modelos de
exclusión y pobreza, no son sostenibles.
Hay que incrementar y fortalecer las clases medias, hay que generar
acceso de toda la población a lo público: lo público tiene que factor de
igualdad oportunidades, desde lo público se construye esa equidad y esa
inclusión.
Y lo público no es asunto exclusivo del sector público sino todo lo
contrario: lo público tiene que ser un reto colectivo (el mayor reto
colectivo): toda la comunidad, toda, empezando por quienes tienen mas
posibilidad (empresarios y gobernantes) deben hacer de la construcción y
mejoramiento de lo público su norte principal.
Una sociedad que pase de los favores y privilegios a una sociedad de
derechos será una mucho mejor sociedad.
Una sociedad donde lo público sea prioridad también para el sector
privado será una mejor sociedad.
Una sociedad que tenga como meta que no haya pobreza será una mejor
sociedad.
Y, entonces sí, podremos hablar de una sociedad sostenible. De unos
países sostenibles. De unas ciudades sostenibles.
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Lo que ha pasado en Medellín y cómo ha pasado:
Hace solo 7 años Medellín era símbolo de lo peor: narcotráfico, violencias,
inseguridad, corrupción. Hoy, Medellín es símbolo de cambio, de modernización, de
internacionalización, de transformación. Medellín se ha convertido en modelo para
otras ciudades colombianas (es la ciudad con mejor calidad de vida, según el Estudio
Nacional de Competitividad), y se ha convertido en referencia de buen gobierno para
otras ciudades del mundo.
En los muchos análisis de qué ha pasado y de cómo ha pasado en Medellín, se hace
un enorme reconocimiento al trabajo desde la Alcaldía de la ciudad y al
fortalecimiento de la ciudadanía, pero se hace necesario cada vez más hacer un
reconocimiento (y conocimiento) de la muy importante vinculación del sector
privado a los grandes proyectos que han logrado las transformaciones urbanas,
sociales, educativas y culturales.
El sector empresarial siempre ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de
Medellín, desde la creación hace ya más de 100 años de la aún existente Sociedad de
Mejoras Públicas (un modelo que debería ser más y mejor analizado, porque fue una
especie de para-Estado y porque con frecuencia superó en planeación y en obras al
propio gobierno municipal y regional), pero desde 2004 empresas y empresarios se
han sumado a un norte común con la Alcaldía: invertir en lo estructural, en educación
y en cultura, como herramientas claves para la superación de la inequidad y de la
exclusión.
Un dato da cuenta de la prioridad de Medellín en los últimos 7 años: para la
educación pública se ha dedicado mínimo el 30% y hasta el 40% del presupuesto
municipal anual de la ciudad. La educación se ha convertido en la herramienta
principal de la transformación presente y de la futura transformación: mejorar las
condiciones educativas de la población más pobre, hacer que las personas más pobres
tengan acceso a la mejor educación, lograr que la educación pública sea igual o mejor
incluso que la privada es el reto de Medellín desde 2004. Y en ese reto se ha
contado, en la Alcaldía, con el acompañamiento decidido de las empresas privadas,
como se explica más adelante. La educación la asumimos hoy, en Medellín, como el
principal factor de inclusión y de equidad. Es decir, en términos de esta conferencia,
en nuestra herramienta principal para lograr algún día la sostenibilidad de la ciudad.
Todo ello ha logrado también, por supuesto, avances muy grandes en la seguridad de
Medellín, a pesar de que se mantienen los embates del narcotráfico en su intento por
mantener controles sobre territorios y negocios.
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Medellín
Medellín es la segunda ciudad colombiana. Ha sido ciudad industrial, aunque ahora
va derivando hacia una ciudad de servicios. Tiene 2.300.000 habitantes, y con otros 9
municipios conforma un Área Metropolitana de 3.500.000 habitantes.
En el año 1991 fue la ciudad más violenta del mundo, con una tasa de 381 muertes
violentas por cada 100.000 habitantes, que en cifras durísimas se traducían en casi 20
muertos diarios, todos los días del año. La mayoría muertos a bala, la mayoría
jóvenes.
En enero de 2004 cambió la historia política de Medellín y se inició una nueva etapa
en su historia: en ese mes comenzó a gobernar la ciudad un grupo de ciudadanos y
ciudadanas que ganaron las elecciones a nombre de un movimiento cívico,
Compromiso Ciudadano, con el aval político del Partido Alianza Social Indígena.
La Alcaldía de Sergio Fajardo (2004 – 2007), un profesor de matemáticas sin ninguna
experiencia en política antes de ser elegido Alcalde con la mayor votación hasta
entonces registrada en la ciudad, logró una enorme transformación urbana, social,
educativa y cultural.
Compromiso Ciudadano lo integraron inicialmente 50 personas, provenientes de la
academia (de universidades públicas y privadas), de las ONG, de organizaciones
comunitarias y del mundo empresarial. Hoy, 10 años después, esos 4 sectores siguen
siendo los que “alimentan” a Compromiso Ciudadano, movimiento que se fusionó en
noviembre pasado con el Partido Verde, partido que en las recientes elecciones
presidenciales se convirtió en la segunda fuerza electoral del país con la votación más
alta en la historia colombiana de cualquier movimiento político independiente.
Hoy Medellín no es ni la ciudad más violenta del mundo, ni la ciudad más violenta de
Latinoamérica, y ni siquiera es ya la ciudad más violenta de Colombia. En el 2.007,
tuvimos la tasa de muerte violenta más baja de los últimos 30 años: 26 homicidios
por cada 100.000 habitantes. Medellín pasó, entre el 2004 y el 2007, del miedo a la
esperanza.
En 2008 y 2009 subimos esa tasa, como consecuencia de la detención y extradición
de 14 jefes paramilitares que controlaban también parte del negocio de la droga, y esa
detención originó unas guerras internas entre las bandas criminales que intentan
hacerse con el poder territorial en algunas zonas urbanas de las principales ciudades
colombianas. En 2010 se bajaron las cifras de muerte violenta en un 6% con relación
a 2009. Una de las causas de esta reciente ola de violencia, aún no bien estudiada, es
el incremento del mercado interno de drogas ilegales como resultado de una
combinación de aumento en la producción de esas mismas drogas y de logros
importantes en los operativos de control del narcotráfico hacia el exterior: hoy se
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queda más droga ilegal en el país, y su oferta en las calles de las principales ciudades
explicaría en buena parte el incremento de las acciones delictivas de los últimos dos
años en varias capitales de departamentos pues ahora el microtráfico interno es
también un excelente negocio para quienes tienen en el mundo del narcotráfico su
centro de acción (por cierto, un tema que da para otro momento: en el negocio de las
drogas lo más rentable no son las drogas mismas sino los 3 negocios conexos al
mundo de las drogas ilegales: las armas, los insumos químicos y el lavado de dinero,
y esos 3 negocios pertenecen a empresas de los países del primer mundo).
El actual Alcalde, Alonso Salazar (2008 – 2011), periodista, investigador de asuntos
sociales –en especial los relacionados con las violencias y el narcotráfico en
Colombia-, co-fundador con Fajardo del Movimiento Compromiso Ciudadano y
quien fuera su Secretario de Gobierno entre 2004 y 2006, continúa con lo iniciado en
los 4 años antes pero esta vez con el reto enorme de que después de su gobierno
Medellín sea conocida en el mundo, también, por los enormes avances en la
superación de la pobreza. Hace 3 meses, Medellín fue premiada en Shangai, por
Naciones Unidas, por dos de sus programas principales en superación de las
pobrezas: Buen Comienzo y Medellín Solidario, por cierto apoyados ambos por las
grandes empresas de la ciudad.
El manejo transparente de los recursos (en una ciudad que venía de ser calificada en
2003 por la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio como una de las de
mayor corrupción), la intervención integral de territorios y de problemas (todas las
herramientas del desarrollo puestas al servicio de las zonas más pobres de la ciudad,
con una apuesta por el urbanismo social), y la decisión política y presupuestal de
hacer que la educación y la cultura sean las herramientas claves en el desarrollo de la
ciudad y de la sociedad, marcan el rumbo político e institucional de Medellín desde el
2004, y han llevado a que, por ejemplo, Medellín sea hoy la ciudad con más
optimismo en Colombia y que haya sido calificada en 2009 y 2010 por el
Departamento Nacional de Planeación como la ciudad colombiana con Mejor Calidad
de Vida.
Desde el 2004, las intervenciones físicas que hace la Alcaldía están dirigidas al
mejoramiento del Índice de Desarrollo Humano, en especial por supuesto en las
zonas más pobres. Cada ladrillo debe traer resultados de inclusión y de equidad, cada
ladrillo debe tener un impacto social: nuestra ciudad había priorizado la estética sobre
la ética, y hemos dado la vuelta: hoy hacemos evidente que el urbanismo social con
alta calidad (y alta estética) es una herramienta para la generación de una mayor
igualdad social y para la dignificación de las zonas más pobres. La mayor parte de las
obras se hacen en los barrios en los que el Estado no había llegado, o había llegado de
manera muy precaria.
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“Hace algún tiempo hubiera dicho Berlín o Praga o Washington.
Hoy creo que recomendaría visitar Medellín, Colombia.
Parecería extraño pero es una ciudad tremendamente agradable,
hoy por hoy muy segura, y con un ambiente muy particular.
Sus habitantes son extraordinariamente amables
y, por alguna razón que no acabo de comprender, yo me siento muy bien ahí.”
Omar López Vergara, Director Editorial National Geographic en español.
El papel de empresas y empresarios
Durante las alcaldías de Sergio Fajardo (2004 - 2007) y Alonso Salazar (2008 -
2011), el gobierno municipal ha logrado la articulación con empresas y empresarios,
y las alianzas público - privadas se han convertido en una de esas claves de la
transformación de la ciudad, claves que están siendo analizadas por otras ciudades
del país y del mundo, y que se han convertido en referencia para entidades
multilaterales a hora de generar análisis sobre las posibilidades de que lo que algunos
han llamado “el modelo Medellín” se pueda hacer extensivo a otros lugares.
Dos sectores han concentrado, en especial, estos apoyos privados: la educación y la
cultura. Veamos algunos ejemplos y datos:
EDUCACIÓN:
En Medellín, el 79% de la población escolar primaria y secundaria está en la
educación pública: esto se había convertido en un gran problema, por la mala calidad
de la educación pública en relación con la privada. La educación no era un factor de
inclusión y equidad. La Alcaldía ha logrado, desde 2004, que la educación (y en
especial la educación pública, incluyendo la de primera infancia y la técnica,
tecnológica y universitaria) se convierta en prioridad para la ciudad, no solo para la
administración municipal.
Gestión Escolar
- Todas las 227 Instituciones Educativas oficiales se han beneficiado del
apoyo del sector empresarial, social y universitario.
- 420 empresarios y empleados de 130 empresas privadas participan
permanentemente del programa “Empresarios por la Educación”, que
realiza proyectos de mejoramiento de la gestión escolar y de desarrollo
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de competencias. Estas personas participan hoy de las Juntas
Directivas de las Instituciones Educativas oficiales y aportan sus
conocimientos en gestión de calidad para el mejoramiento de los
procesos administrativos y pedagógicos de la educación pública.
Una relación apretada de estos proyectos específicos:
- Programa Líderes Siglo XXI: Voluntariado empresarial para el mejoramiento
de la gestión escolar. Lo coordina la Fundación Empresarial
PROANTIQOUIA, ejemplo ella mismo de RSE (www.proantioquia.org).
- Voluntariado empresarial Escuelas de Calidad: empresarios, empresas y
colegios privados acompañan a instituciones educativas públicas en los
procesos de calidad pedagógica y administrativa.
- Talleres empresariales para la formación de competencias laborales, dirigidos
a la comunidad educativa de instituciones públicas.
- Foros de Calidad Educativa.
- Consorcio por la Infancia.
El acompañamiento de los voluntarios y de PROANTIOQUIA desde 2005 se
calcula, anualmente, en unos 500 mil dólares.
Colegios de Calidad.
Implementados por la Alcaldía de Medellín y las Empresas Públicas de
Medellín, empresa 100% de propiedad pública del municipio de Medellín,
responsable de todos los servicios públicos de la ciudad y de buena parte de
Antioquia (agua, alcantarillado, energía, gas, Internet y telefonía fija y
celular), estos colegios son ya referentes urbanos, centros de congregación
comunitaria y de mejoramiento de la calidad de vida en las comunidades
beneficiadas.
Como parte de su modelo de implementación, se definió un grupo de socios
que los apoyarán en sus cuatro diferentes gestiones escolares: Académica,
Directiva, Administrativa y Comunitaria. Esta es una nueva propuesta para
seguir garantizando la articulación entre diferentes sectores de la economía
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en torno a la educación, una educación de calidad, transformadora de
sociedad.
Veamos unos ejemplos de la forma como se integran en estos nuevos
colegios públicos los socios académicos, los gestores sociales para la calidad
y los colegios privados que apoyan voluntariamente:
INSTITUCIÓN
EDUCATIVA
SOCIOS
ACADÉMICOS
GESTORES SOCIALES
PARA LA CALIDAD
DE LOS 10 NUEVOS
COLEGIOS
COLEGIOS PRIVADOS
JOAQUÍN VALLEJO
ARBELÁEZ
Universidad
Pontificia
Bolivariana
Grupo Mundial Hermanas de La
Presentación
DÉBORA ARANGO Universidad
de Medellín Grupo Argos Jesús María
BENEDIKTA ZUR
NIEDEN EAFIT
Grupo Nacional de
Chocolates
Colegio
Montessori
FRANCISCO MIRANDA Universidad
Luis Amigó FENALCO Antioquia
Palermo de San
José
HÉCTOR ABAD GÓMEZ Universidad
de Antioquia
COMFAMA, Caja de
Compensación
Familiar de
Antioquia
Hospital General
de Medellín
Corporación
Héctor Abad.
San José de las
Vegas
SANTO DOMINGO I.T.M. Organización
Ardila Lule Mary Mount
ÁNGELA RESTREPO I.T.M. Bancolombia La Enseñanza
PRESBÍTERO
ANTONIO JOSÉ
BERNAL LONDOÑO
S.J.
Universidad
Pontificia
Bolivariana
Compañía
Colombiana de
Inversiones
San Ignacio
HORACIO MUÑOZ
SUESCÚN
Universidad
de San
Buenaventura
COMFENALCO (Caja
de Compensación
Familiar)
La Enseñanza
LA INDEPENDENCIA Universidad
de Antioquia
Suramericana
Ediarte S.A.
San José de la
Salle
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En estos convenios todas las instituciones aportan bajo el modelo de
corresponsabilidad. Por año, los aportes conjuntos pueden sumar unos 325 mil
dólares.
Algunos otros apoyos privados a la educación pública de Medellín
o La Fundación Fraternidad Medellín (creada hace 53 años por grandes
empresarios, a título personal) donó en 2007 el inmueble del colegio San
José de la Salle al Municipio de Medellín, para la formación técnica y
tecnológica de jóvenes de los 3 estratos más pobres. El monto de la
donación fue de 32.000 millones de pesos (casi 18 millones de dólares a
cambio de hoy).
o Fundación ÉXITO apoyó con recursos económicos las mejoras en
infraestructura de 6 plantas físicas.
o La Fundación Terpel (empresa de estaciones de gasolina, perteneciente a
la estatal ECOPETROL), ha cofinanciado anualmente, desde 2005, un
gran proyecto de educación ciudadana para 30.000 escolares.
o La Fundación Corona co-financió el 50% de la formación de los
directivos docentes del proyecto Colegios de Calidad.
o El premio “Medellín, la más Educada” (creado en 2005) ha tenido el
apoyo de 13 empresas del Grupo Empresarial Antioqueño (el
conglomerado empresarial más fuerte del país).
o Suramericana de Inversiones aportó 2 ejecutivos para asesorar la
Secretaría de Educación en el proceso de modernización.
CULTURA:
La Cultura en Medellín se ha convertido en un factor de inclusión y de equidad: lo
mejor de la cultura está hoy al acceso de la mayoría de la población, y uno de los
sellos de nuestro enfoque de convivencia es, precisamente, todo lo que gira entorno a
la cultura, desde las infraestructuras para la cultura hasta la nueva dimensión de los
grandes eventos de ciudad.
El sector empresarial se ha vinculado permanentemente a esta tarea, no solo desde su
propia gestión de apoyo directo a la cultura (un buen número de las grandes empresas
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privadas tienen líneas muy importantes de gestión cultural) sino con su vinculación a
los proyectos impulsados desde el 2004 por la Alcaldía.
Centro Cultural de Moravia
Uno de los hitos de esos apoyos es el Centro de Desarrollo Cultural de
Moravia, construido en el barrio que hasta 1984 fue el basurero municipal y
desde entonces, hasta 2004, se convirtió en uno de los barrios más peligrosos
de Medellín.
Este Centro fue iniciativa de la propia comunidad (una red cultural barrial,
integrada por personas de todas las edades, que llegaron a esta propuesta como
parte de un proyecto de memoria cultural), y pasó a sumarse a las estrategias de
intervención integral en este sector, con acciones de vivienda de interés social,
recuperación de quebradas, construcción de espacio público, de centro de
salud, de colegio de calidad, de jardines infantiles, y con un gran proyecto
social como eje de todas esas acciones.
El Centro de Desarrollo Cultural de Moravia (la mejor casa de la cultura de
toda la ciudad y hoy por hoy posiblemente una de las 2 o 3 mejores del país),
tuvo un costo de 3.5 millones de dólares, de los cuales el 70% fue financiado
por una fundación familiar de empresarios tradicionales de Medellín que nos
pidieron total anonimato para ellos.
Y, para el funcionamiento anual (unos 500 mil dólares), una Caja de
Compensación Familiar, COMFENALCO, aporta el 30% desde 2008.
Parques Bibliotecas
Los Parques Biblioteca son otro de los grandes ejemplos de vinculación de
sector privado a los proyectos públicos desde 2004: además de que para su
construcción y dotación se consiguieron importantes apoyos de empresas, cada
año, desde 2007, COMFAMA y COMFENALCO (las dos Cajas de
Compensación Familiar de mayor presencia en nuestra región), aportan para su
operación unos 2.5 millones de dólares, 500 mil dólares por cada Parque
Biblioteca (COMFAMA opera 4 de los 5 parques bibliotecas y el otro lo opera
COMFENALCO), que se invierten en la gestión administrativa y técnica, y en
la programación cultural.
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Vale decir que a los 5 Parques Bibliotecas que hoy funcionan en Medellín
(ubicados en barrios con bajo índice de desarrollo humano), van cada semana
más de 85 mil usuarios, lo que equivaldría a llenar cada 3 días y medio nuestro
estadio de fútbol.
PARA CERRAR: TRANSPARENCIA
Una gestión pública orientada a la transparencia en el manejo de los recursos
públicos (“los dineros públicos son sagrados” es uno de nuestros principios éticos y
políticos en Medellín), exige un gran compromiso de los funcionarios y directivos
municipales pero, también, exige un gran compromiso de la comunidad en general y
de las empresas privadas en particular: la corrupción se da cuando un privado
(persona o empresa) paga a un público (funcionarios, directivos) para obtener un
privilegio que beneficia a ese privado y que deriva una utilidad importante, ilegal,
para alguien en lo público. Los resultados: enriquecimiento de privados a costa de
los dineros públicos, encarecimiento de lo público y pérdida de confianza de la
comunidad en lo público.
Desde 2005 hacemos una Feria de la Transparencia, en la que rendimos cuentas de
toda la contratación, grande y pequeña, inscribimos nuevos proveedores (pasamos de
3 mil a 30 mil en 4 años) y educamos a funcionarios y contratistas en el cuidado de
los recursos públicos.
Desde la Alcaldía de Sergio Fajardo manejamos una frase en nuestro movimiento
político: la corrupción es el principal impuesto que pagan los pobres. El Zar
Anticorrupción colombiano afirma que la corrupción en el país hace que se queden
cada año en bolsillos privados unos 4 billones de pesos (más de 2 mil millones de
dólares): para dimensionar su impacto, piénsese que la corrupción se roba al año en
Colombia una cifra superior al presupuesto que maneja anualmente una ciudad del
tamaño de Medellín.
Con cifras como esas, no ajenas a otros contextos pues no es un problema
exclusivamente colombiano, no debe extrañar entonces que cierre estas notas con la
siguiente afirmación: la principal política de responsabilidad social empresarial con la
que debemos comprometernos en nuestro continente es la de la lucha contra la
corrupción: que nadie pague corrupción, que nadie corrompa, que nadie ofrezca un
peso a un funcionario público, que nadie se deje corromper, que nadie esté dispuesto
a someterse a los actos ilegales de funcionarios públicos de cualquier nivel.
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Un informe de este mes, febrero de 2011, da una cifra inconcebible (y aterradora): en
una encuesta a empresarios colombianos de diferente nivel (empresas pequeñas,
medianas y grandes), el 91% reconoció que el pago de sobornos hacía parte de una
práctica habitual para ganar un negocio.
En Latinoamérica, empresarios corruptos y funcionarios y políticos corruptos, hacen
que todos los días sea más difícil avanzar en la transformación de nuestras
sociedades. Cambiar esto no tendría por qué ser difícil. Ya nosotros en Medellín
hemos demostrado que, a pesar de todo, es posible.
Puede verse más información en:
www.medellin.gov.co
Nota adicional: Miércoles 10 de agosto de 2010. Leo en El Espectador (diario
colombiano) la columna de Cristina de la Torre, Etica oficial en ruinas. Habla,
precisamente, de la corrupción. La reproduzco aquí abajo porque esa es otra tarea
que debería comprometernos a toda la sociedad: la de hacer que de este tema se hable
más, que sea un tema importante en las universidades, en los foros académicos, en los
foros empresariales, que sea un tema permanente en las campañas políticas y que sea
un imperativo ético de gobiernos y sector privado la lucha permanente contra la
corrupción. Como dice la columnista: “sin derrotar la corrupción no podrá edificarse
un nuevo país”.
ÈTICA OFICIAL EN RUINAS
Epílogo de la era Uribe, dos escenas contrapuestas permanecerán
incrustadas en la retina de los colombianos.
Una, el aplauso de tres mil personalidades al mandatario saliente, gestor de
triunfos resonantes contra las Farc, en la Plaza de Bolívar, durante
ceremonia de posesión de Juan Manuel Santos. Otra, desde las escalinatas
rojas de Palacio, flanqueado por dos muchachos aturdidos bajo el peso del
amor paterno, Uribe se permitía un último ultraje —brutal— contra un
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magistrado de la Corte. Yesid Ramírez, vocero del órgano supremo de la
Justicia, había ordenado compulsar copias para investigar al hijo del
Presidente por presunto tráfico de influencias en la designación de una
notaría, cuando las notarías se feriaban para hacer reelegir a su papá. El
hecho —si se dio—, odioso como ninguno por favorecer a la familia
presidencial, puro abuso de poder, empañaría la gloria militar del ex
presidente, y evocaría los modos y alcances de la corrupción en este
gobierno. Que son enormes, y crecieron aún más cuando Uribe modificó la
ley de contratación pública para favorecer a los particulares.
La pobreza en Colombia no deriva sólo de políticas que miman a los ricos y
abandonan a los pobres a su suerte. El robo de los recursos públicos pesa, y
mucho. Entre 1985 y 2005, mientras los ingresos municipales crecían en La
Guajira nueve veces y media, las Necesidades Básicas Insatisfechas crecían
también tres veces y media. Es decir, se hinchaban las arcas de las alcaldías
y, a la par, se degradaba la vida de la gente. En tierra de regalías. De 1994 a
la fecha, el país generó $50 billones por ese concepto. Setenta y siete
entidades territoriales acapararon el 95% de ellas, pero hoy ocupan los
mayores rangos de pobreza, ineficiencia y corrupción.
Descentralización fiscal sin controles suficientes, entrega de las tareas del
Estado a negociantes de toda laya y colonización de la administración
pública por el narcotráfico convierten a Colombia en un Estado de
Corrupción. El concejal De Roux sostiene que la contratación pública acusa
en Colombia un estado general de descomposición. Desmantelado el
Estado, en 15 años, los recursos disponibles para contratistas particulares se
multiplicaron por seis. Surgió una verdadera mafia de contratistas, con
oficinas de intermediación y estructuración de licitaciones, que financian
campañas, ponen funcionarios públicos, controlan bancadas y sobornan a
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los representantes de la ley. En convocatorias y concursos arrasan, no los
que saben el oficio, sino los que saben ganar licitaciones. Y, claro, nada
funcionaría sin participación de funcionarios oficiales.
De ello hablan hechos recientes. La licitación de la Transversal de las
Américas se adjudicó a la brava, a dos días de finalizar el Gobierno, burlando
el concepto de todos los organismos de control y denuncias de sobrecostos
de medio billón. Del mismo tenor fue la adjudicación de la Ruta del Sol el 22
de julio pasado. “No se sabe —diría el editorialista de este diario— si el
Ejecutivo intervino más de la cuenta o si los comités evaluadores están
comprados (o si) el dinero se filtró a los organismos de control… nada queda
claro”. Por errores en el contrato, la doble calzada Bogotá-Girardot ha
reajustado su monto 15 veces, siempre en contra del Estado. De Bogotá, ni
hablar, donde un cartel de la contratación compromete al hermano del
Alcalde.
Santos ofreció gobernar en una urna de cristal, con un estatuto integral
anticorrupción. Ya en la campaña puso el dedo en la llaga: impedir la
prescripción de los delitos contra el erario público. Si hace unos años siete
millones de colombianos se lanzaron a las calles contra las Farc, en la
primera vuelta de las pasadas elecciones se pronunciaron contra el todo-
vale. Sin derrotar la corrupción no podrá edificarse un nuevo país.
Cristina de la Torre