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fi cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn 161 PRACTICAS CULTURALES Métodos de cosecha c. Mesquita Amedida que Ias plantas de soja se aproximan a Ia rnadurez normal, Ias hojas se vuelven arnari- Uas y caen, Ias vainas se secan y Ias semillas pierden humedad rápidamente. Las semillas deben ser cosechadas y almacenadasen cuanto el contenido de humedad disminuye 10 suficiente para que se puedan manipular sin ser deteriora- das. Los procedimientos de cosecha dependen deI nivel de mecanización de Ia explotación, que dependea su vez deI tarnafio de Ia misma. En 105 grandes campos de soja Ias plantas en pie on co echadas con combinadas, empero Ia cosecha con estas máquinas no es siempre práctica. Las grandes cosechadoras no funcionan eficien- temente en campos pequenos, irregulares o so- bre terrenos en pendiente. Por 10 demás, en Ias zonas donde Ia producción agrícola depende principalmente de Ia mano de obra, no se suele disponer de cosechadoras, La soja puede y qui- zás debaser un cultivo importanteen muchasde estas zonas. La soja se ha cosechado en el Extremo Oriente durante siglos antes de que se inventaran Ias cosechadoras, e incluso hoy se cultiva de igual maneta. Los pequeno agricultoressuelen cortar y arrancar Ias plantas a mano, y transportarias a un lugar donde se concentran Ias labores de trilla. Sin embargo, Ia elevada población de plan- tas recomendada para un rendimiento óptimo (250000 a 400000 plantas por ha), Ia íijación relativamente firme de Ia planta ai suelo en Ia madurez, Ia dehiscencia de Ias vainas, el tallo grueso y su naturaleza fibrosa hacen de Ia cose- cha manual una actividad dificultosa. Estas ca- racterísticas pueden a umentar Ias pérdidas con- siderablemente si no se procede con cuidado durante Ia co echa. Además, Ias partículas del sueloque permanecen adheridas a Ia raízcuando Ias plantas son arrancadas causan desgaste a Ias desgranadoras y aumentan el contenido de ma- terias extra nas en el grano cosechado. Las combinadas generalmentecortanlas plan- tas a una altura de 10 em sobre Ia superficie del suelo. Enel Valledel Cauca, en Colornbia, donde se cultivan cultivares de ciclo corto, Ia cortadora de barra de Ia combinada puede pasar a través o por encima de muchas vainas en Ia cosecha directa. Para obviar este inconveniente, Ias plan- tas son arrancadas y puestas en hileras de reco- lección durante Ia mafiana, y cosechadas por Ia ta rde con hi leradoras que se fijan a Ia com binada. Las plantas no son arrancadas por Ia tarde por- que esto pod ría aumentar Ias pérdidas por des- granado. En cada hilera de recolección hay 8 a 12 surcos (según el ancho de Ia hilera);cuatro perso- nas trabajando desde Ias 6 hasta Ias 11 de Ia mafiana pueden hilerar una hectárea de soja. Una cosechadora colecta 8 ha en una tarde. Así, son necesarios 32 opera rios para arrancar Ias plantas queserán cosechadas por cada máquina. La rentabilidad de este procedimiento depende de los jornales que se pagan a los trabajadores y de Ia cantidad depérdidas por barra de corte que puedan resultar de Ia cosecha de Ias plantas erectas. Para los cultivares de ciclo corto, Ias pérdidas por barra de corte pueden alcanzar un tercio de Ia producción total de muchos campos. Admitiendo que Ias pérdidas por encamado sean insignificantes, Ias perdidas causadas por vainas bajas pueden ser reducidas aumentando Ia población de plantas y asegurando una ade- cuada fertilidad del suelo (EMBRAPA, 1978). Los cultivares tarnbién difieren en Ia altura de Ia primera vai na. Los cu Itivares altos y de madura- ción tardía generalmente producen menos vai- nas próximas al suelo qu 105 cultivares bajos y de maduración ternprana.

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fi cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn 161

PRACTICAS CULTURALESMétodos de cosecha

c. Mesquita

Amedida que Ias plantas de soja se aproximan aIa rnadurez normal, Ias hojas se vuelven arnari-Uas y caen, Ias vainas se secan y Ias semillaspierden humedad rápidamente. Las semillasdeben ser cosechadas y almacenadasen cuanto elcontenido de humedad disminuye 10 suficientepara que se puedan manipular sin ser deteriora-das.

Los procedimientos de cosecha dependen deInivel de mecanización de Ia explotación, quedependea su vez deI tarnafio de Ia misma. En 105

grandes campos de soja Ias plantas en pie onco echadas con combinadas, empero Ia cosechacon estas máquinas no es siempre práctica. Lasgrandes cosechadoras no funcionan eficien-temente en campos pequenos, irregulares o so-bre terrenos en pendiente. Por 10 demás, en Iaszonas donde Ia producción agrícola dependeprincipalmente de Ia mano de obra, no se sueledisponer de cosechadoras, La soja puede y qui-zás debaser un cultivo importanteen muchasdeestas zonas.

La soja se ha cosechado en el Extremo Orientedurante siglos antes de que se inventaran Iascosechadoras, e incluso hoy se cultiva de igualmaneta. Los pequeno agricultoressuelen cortary arrancar Ias plantas a mano, y transportarias aun lugar donde se concentran Ias labores detrilla. Sin embargo, Ia elevada población de plan-tas recomendada para un rendimiento óptimo(250000 a 400000 plantas por ha), Ia íijaciónrelativamente firme de Ia planta ai suelo en Iamadurez, Ia dehiscencia de Ias vainas, el tallogrueso y su naturaleza fibrosa hacen de Ia cose-cha manual una actividad dificultosa. Estas ca-racterísticas pueden a umentar Ias pérdidas con-siderablemente si no se procede con cuidadodurante Ia co echa. Además, Ias partículas delsueloque permanecen adheridas a Ia raízcuando

Ias plantas son arrancadas causan desgaste a Iasdesgranadoras y aumentan el contenido de ma-terias extra nas en el grano cosechado.

Las combinadas generalmentecortanlas plan-tas a una altura de 10 em sobre Ia superficie delsuelo. Enel Valledel Cauca, en Colornbia, dondese cultivan cultivares de ciclo corto, Ia cortadorade barra de Ia combinada puede pasar a través opor encima de muchas vainas en Ia cosechadirecta. Para obviar este inconveniente, Ias plan-tas son arrancadas y puestas en hileras de reco-lección durante Ia mafiana, y cosechadas por Iata rde con hi leradoras que se fijan a Ia com binada.Las plantas no son arrancadas por Ia tarde por-que esto pod ría aumentar Ias pérdidas por des-granado. En cada hilera de recolección hay 8 a 12surcos (según el ancho de Ia hilera);cuatro perso-nas trabajando desde Ias 6 hasta Ias 11 de Iamafiana pueden hilerar una hectárea de soja.Una cosechadora colecta 8 ha en una tarde. Así,son necesarios 32 opera rios para arrancar Iasplantas queserán cosechadas por cada máquina.La rentabilidad de este procedimiento dependede los jornales que se pagan a los trabajadores yde Ia cantidad depérdidas por barra de corte quepuedan resultar de Ia cosecha de Ias plantaserectas. Para los cultivares de ciclo corto, Iaspérdidas por barra de corte pueden alcanzar untercio de Ia producción total de muchos campos.

Admitiendo que Ias pérdidas por encamadosean insignificantes, Ias perdidas causadas porvainas bajas pueden ser reducidas aumentandoIa población de plantas y asegurando una ade-cuada fertilidad del suelo (EMBRAPA, 1978).Los cultivares tarnbién difieren en Ia altura de Iaprimera vai na. Los cu Itivares altos y de madura-ción tardía generalmente producen menos vai-nas próximas al suelo qu 105 cultivares bajos yde maduración ternprana.

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162 Métodos de cosecha

Se practica Ia cosecha semimecánica cuandono se dispone de maquinaria grande ocuando Iaescala de producción no permite el uso decosechadoras autopropulsadas. Las máquinasespecialmente disefiadas para cortar y reunir Iasplantas se u tilizan en los campos de soja peque-nos. Las hileradoras autopropulsadas cortan ehileran Ias plantas dejándolas prontas para ]arecolección y trilla. Las segadoras mecánicasautopropulsadas cortan y reúnen Ia soja en pa-quetes que se dejan sobre el suelo para el trans-porte y trilla. En Ias zonas de clima seco, estasoperaciones serealizan por Ia mafiana pararedu-cir Ias pérdidas por desgranado. La trilla seefectúa tan pronto Ias vainas están suficiente-mente secas para abrirse con facilidad.

Las modalidades de Ia trilla varían de unaregióna otra. En muchaszonas, los agricultoresenpequena escala cosechan y trillan manualmente.La trilla se suele realizar colocando Ias plantassecas sobre una superficie y golpeándolas con unbastón hasta que todas Ias vainas se abran. Unmétodo más perfeccionado consisteen un peque-no trillador estacionário en el cual un cilindro detrilla accionado manualmente golpea Ias vainaspara extraer el grano (Deere and Com pany, 1973).La trilla también se realiza por pisoteo de Iasplantas.

Los tractores se utilizan de un modo similar.Cuando Ia trilla concluye, los tallos y Ias vainasse retiran, y Ias semillas se reúnen y se limpian.Las plantas tarnbién se suelen colocar en un pisofijo elevado, desde el cual Ias semillas caen atravé de paletas, a medida que se eparan de Iasvai nas por golpeado. Este procedimiento proba-blemente reduce el dano mecánico.

Cuando el propósito dei cultivo de Ia soja es Iaobtención desernilla, sedebevelarpor la calidadde ésta, cualquiera sea el método de cosecha. Lasoja se puede trillar manualmente con un míni-mo de dano mecánico utilizando una caja demadera sinfondo. Los tallos se sostienen cerca deIa raíz, y Ias plantas, colocadas ai revés, se gol-pean contra Ias paredes internas de Ia caja, Estaúltima se dispone sobre una bandeja o un tamizpara Ia operación de limpieza.

La trilla mecanizada es cada vez más común,

y existen trilladoras estacionarias de diversostipos y tamafios, Las máquinas se deben ajustarcuidadosamente para minimizar los danos me-cãnicos. En general, Ia trilla manual dana menosIa soja y determina una mayor germinación, peroel ahorro de tiempo justifica el que se recurra a Iatrilla mecánica.

COSECHA MECANIZADA

Si bien Ias cosechadoras combinadas han sidoutilizadas para cosechar soja por más de 65 anos,no fueron disefiadas originalmente para estecu ltivo. La primera cosechadora de soja fue cons-truida en lllinois en 1924, y representó un consi-derable incremento de Ia eficiencia de cosecha;ello explica que estas máquinas fuesen adepta-das rápidamente (Quick y Buchele, 1978). Sinembargo, Ia cosecha siguesiendo unaoperacióndelicada dei proceso de producción, particular-mente en el caso de Ia soja. Los problemas rela-cionados con el gran tamafio de lascosechadoras,tales como Ia compactación dei suelo, los costosde funcionarniento, el consumo de energía y elcarácterdehiscentede Ia soja, hacende Ia cosechauno de los aspectos más importantes dei cultivo.Lossuelos que habíansidocompactadosen 1981por pesadas cosechadoras en Minnesota,Estados Unidos, eran aÚI1Ia causa de Ia reduc-ción delrendimientodel cultivo en 1988, aunqueIa soja parecía ser el cultivo menos afectado porIa compactación dei subsuelo a largo plazo(Marking, 1989). Duey (1987a y b) menciona queel precio de Ia cosecha de Ia soja con combinadasen Nebraska, Estados Unidos, era en promediode46,38dólaresEE.UU. por ha, cifra que era másdei doble dei precio de Ia aradura con un aradode rejas, Ia se gunda opera ción m ás cara. La cose-cha con combinadas ocupaba el segundo lugarentre Ias operaciones que consumen m ás energiaentre aquellas necesarias para producir soja(Shelton et al., 1979; Deere and Cornpany, 1981;Mesquita, 1982).

Pérdidas durante Ia cosecha concombinadas

Las pérdidas d u ran te Ia cosecha representan unode los mayores problemas del cultivo de Ia soja,

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cultivo de Ia soja en los trópicos: mejoramiento y producciôn 163

incluso en los Estados Unidos, donde los méto-dos de producción son los más avanzados. Unestudio sobre los últimos 65 anos indica que Iaspérdidas de campo eran deI 11,6 por ciento enIllinois en 1927; del 8,34 por ciento en Indiana;deI 8,99 por ciento en Illinois, y hasta deI 12,36por cientoen Virginiaen 1939 (Sjogren, 1939). Decinco campos estudiados en Virginia, Ias pérdi-das en dos de ellos fueron del 6,01 y 5,98 porciento. Estas valores son aceptables aun en Iaactualidad, e indican que Ias reducciones en Iaspérdidas alcanzadas a 10 largo de 105 anos se handebido más aI cuidado de Ias operaciones que a105 perfeccionamientos de Ias cosechadoras. Dehecho, Marking (1986) advirtióque losagriculto-res podrían incurrir en pérdidas del8 a 10 porciento en los Estados Unidos, a menos que proce-diesen conmayorescuidadosenla producción ycosecha del cultivo. La población de plantas y elespacio entre Ia líneas deben ser seleccionadosatentamente para minirnizar el encarnado y evi-tar Ias ramificaciones, y producir pocas vainasbajas, EI campo debe también ser mantenidolibrede malezas. Durante Ia cosecha, Ia combina-da debe estar correctamente ajustada y se ha deaccionar en Ia forma apropiada.

Las pérdidas durante Ia cosecha pueden serc1asificadas en pérdidas anteriores a Ia cosecha,pérdidas durante Ia trilla, pérdidas durante Iaseparación, y pérdidas que ocurren en el colec-tor. Las pérdidas anteriores a Ia cosecha puedenser minimizadas si el contenido de humedad deIa soja es apropiado; éstas son nulas cuando Iacosecha escompletadaantesdeque Ia humedadde Ia semilla sea inferior alIO por ciento (Lampet aI., 1961). Estos autores encontraron que el80por ciento de todas Ias pérdidas se debían a Iarecolección o tenían lugarenel colector. De és tas,55 por ciento se debían al desgranado, 28 porciento ai encamado y a pérdidas de tallos, y 17por ciento eran pérdidas en el rastrojo. El desgra-nado esel resultado de Ia dehiscencia de Ia vainay de Ia acción de lasfuerzas mecánicas durante Iacosecha. Si Ia cosecha mecánica se rea liza con eldebido cuidado, Ias pérdidas de trilla y separa-ción pueden ser mínimas. Se han efectuado me-joras en Ias operaciones de trilla y separado, y

actualmente los disposi tivos para estas operacio-nes son más fáciles de ajustar. Los componentesde Ia plataforma que causan pérdidas son eltambor, el sinfín y Ia barra de corte. Quick (1973),en un análisis de laboratorio deI colector de Iacosechadora, y Dunn et ai. (1973), en estudios decampo, concluy ron que Ia barra de corte ocasio-naba el80 por ciento de Ias pérdidas de cabecera,el sinfín el 13 por ciente, y el tambor el 7 porciento. De Ias pérdidas totales causadas por eltambor, aproximadamente el 90 por ciento sedebían aI desgranado (Dunn et al., 1973). Estaserancausadas por el impacto y el movimientodeIa bandeja y el tambor y los tallos de Ias plantas,Ia aceleración de los tallos y de Ias vainas por eltambor, y el movimientoy lafricciónde 105 tallosadyacentesdurantela compresión por el tambor.

ave et ai. (1972) constataron que Ias pérdi-das causadas por el colector eran un25 por cientomás a Itas cuando el sinfín giraba a 145 r. p.m. quecuando 10 hacía a 197 r.p.m. El aumento de Iaspérdidasse debía princi paLmente ai desgranadodurante el corte deI material vegetal. Sin embar-go, según Quick (1973), Ias pérdidas en el colec-torpermaneáan constantes entre 90 y240 r.p.m.,a una velocidad de Ia cosechadora de 4 km porhora.

Las pérdidas por desgranado causadas por Iabarra de corte resultan deI despojado y corte deIas vainas, Ia agitación de 105 tallos y vai nas, y Iafricción de los tallos adyacentes durante Ia com-presión por Ia barra de corte (Lamp el al., 1961).Quick y Buchele (1974) utilizaronla fotografíadealta velocidad para cornprobar que el 80 porciento de Ias pérdidas de recolecciónse debían aIa acción de Ia barra de corte. EI movimientolateral de los tallos durante el corte y el movi-mientodevaivénde Ia barra ai arrojar Ias plantasfuera de Ia plataforma se apreciaban claramente.Este fenómeno aumentaba con Ia velocidad dedesplazamiento de Ia cosechadora, cuando Iavelocidad convencional de Ia segadora era de 500ciclos por minuto (c.p.m.). La velocidad de Iasegadora parece no tener un efecto significativoenlas pérdidas por desgranado si el con tenido dehumedad dela soja es del 13 porciento; perosi esdel l l por ciente, Ias pérdidas aumentan propor-

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cionalmente a Ia velocidad de segado, y sonmucho mayores a 900 c.p.m. que a 500 c.p.m.(Nave y Hoag, 1975). Lampet al. (1962) tambiénencontraron una relación entre el contenido dehu medad deI grana y Ias pérdidas por desgrana-do, y Quick (1972) constató que Ias misma au-mentaban casi en forma exponencial cuando elcontenido de humedad disminuía. Claramente,Ias pérdidas por desgranado son el principalfactor de Ias pérdidas durante Ia cosecha, y pue-den representar una parte sustancial de Ias pér-didas de beneficias potenciales de Ia producciónde soja.

Reducción de Ias pérdidaspor desgranado

En 105 programas de mejoramiento de Ia soja Iaresistencia al desgranado se considera como uncarácterimportantepara Ia selección, que permi-te reducir el número de progenies, incluso antesde que se evalúe el rendimiento (Brim, 1973).Varias investigadores (St. Martin, 1977; Quick,1974) han identificado caracteres que puedenmejorar Ia eficiencia de selección. Se han disefia-do equipas para reducir Ias pérdidas de cosecha,principalmente Ias que se deben aI desgranado.Las piezas de recolección se han modi ficado parareducir el impacto sobre Ias vainas de soja o paradisminuir Ia altura de corte.

La innovación más estudiada ha sido el trans-porte de Ia semilla por medio de aire cuando Iasvainas se rompen al ser cortada Ia planta. EIprimerequipo que incorporóeste sistema fue untransportador de aire construido en 1969 (Naveet al.,1972). Comparado con el colector estándar,esta máquina no redujo significativamente Iaspérdidas tota les por desgranado porque se pro-ducían otras entre Ia barra de cortey el conductode descarga deairedebido alaformadeéste.Sinembargo, existía una diferencia notable en Iacapacidad de alimentación entre el colector deItransportador de aire y el colector e tándar. EImovimiento deI material hacia el sinfín era mu-chomás suave cuandose utilizaba el colector deltransportador de aire, que reducía Ias pérdidaspor desgranado causadas por Ia acción violentadeI tambor y el sinfín. Como había más espacio

para introducir el material suavemente bajo elsintín, Ias pérdidascausadas por este dispositivotambién se reducían.

Tate y ave (1973) utilizaron un sistema depropulsión de aire enla barra de corte fluctuantedeI colector. Las pérdidas totales se redujeron enun 43 por ciento en comparación con Ias que seproducían en el colector estándar. Hubo meno-res pérdidas de tallos y en el rastrojo, y unapequena reducción en Ias pérdidas por desgra-nado. Tunnel et at. (1973) disefiaron un ensayode laboratoriopara evaluarelsistemade propul-sión de aire. Se utilizaron picos con orifícios de0,4 cm para inyectar aire en Ias barras de corte. EIflujo de aire para un colector de 1,5 m de anchorequería aproximadamente 13 hp. Se consiguióreducir Ias pérdidas en 35 a 44 por ciento concolectores de barras de corte estándar o f1uctuan-te, respectivamente.

Waitetnl. (1974) e tudiaron laspérdidasdelasoja que ocurren en Ias barras de corte emplean-do corri entes de ai re de baja presión. Cuando 10picos grandescstabanlocalizadosen el frente deIa barra de cortey dirigidos hacia Ia parte poste-rior de Ia plataforma, Ias pérdidas se producíandentro dei colector. Se obtuvo una reducciónapreciable en Ias pérdidas cuando el contenidode humedad de Ia soja era inferior aI 12 porciento. Con uncontenidode humedad del 11porciento, Ias pérdidas se redujeron en un 52 porciento. La potencia necesaria fue menor de 1hppor pico a una velocidad dei aire de 8,63 m/senIa barra de corte. Fayz y Hanna (1979) tambiénutilizaron corrientes de aire para reducir Iaspérdidas de cosecha debidas aI desgranado.

Schertz (1970) redisefí.ó el colector, reernpla-zando el tambor y Ia segadora por rodillos verti-cales y cortadores rotativos para sostener y re-unir Ias plantas de soja con un agitado mínimo,y consecuentemente disminuir Ias pérdidas pordesgranado. Los rodillos de este colector se ce-rraban hacia Ias f1ancos de Ia IÚ1eade plantassosteniéndolas sin agitar ni tirar de Ias vainas.Entonces, Ias cortadoras rotativas seccionabanIas plantas cerca dei suelo. Las plantas cortadascaíandentrodeun transportador y eran lIevadasal sinfín. De esta manera, Ias pérdidas se redu-

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cían entre un tercio y dos tercios, dependiendodeI cultivar de soja que se cosechaba. Los colec-tores basados en este principio existen en elcomercio y se conocen como colectores de líneadel cultivo.

Williams y Richey (1973) disefiaron un unidadrecolectora similar para Ia soja, que arrancabaIas tallos en lugar de cortarlos. Se utilizó elcolector de una cosechadora combinada de maízconvencional como soporte para el sistema derodillos opuestos que apresaban y envolvían Iasplantas. Un transportador de cintas ondulanteaccionado por cadenas fue colocado sobre 105

rodillos para mover Ia planta hacia el sinfín. Losrodillos arrancabanlas plantas cerca del nível deIsuelo. La unidad dearranqueredujolas pérdidasa 28,3 por ciento respecto a Ias que se registrabancon Ia plataforma convencional en Ias mismascondiciones.

Los accesorios nuevos o mejorados para Iaspiezas deI colector contribuyen a reducir Iaspérdidas, sin que se deban hacer mayores carn-bios. Se encuentran en el mercado conoslevantadores para plantas de soja y barras decorte fluctuantes (Anónimo, 1977). Estos acceso-rios tienen por finalidad contrarrestar un tipoespecífico de pérdidas.

Se han comercializado diversos tipos de colec-tores especiales. Uno de ellos es Ia barra de corteflexible. Las menores pérdidas de rastrojo que seconsiguen son prácticamente neutralizadas, sinembargo, por un aumento de Ias pérdidas porquebraduras (Mesquita y Hanna, 1979;Mesquitaet ai., 1980). Las propiedades de este dispositivose incorporaron en el colector flexible, que es elaccesorio de que se dispone corrien temente pa raIa mayoría de Ias cosechadoras. El colector dealtura controlada automáticamentees el disposi-tivo de mayor importancia.

Los diseíiadores de maquinaria agrícola nece-sitan de mayor información sobre Ias propieda-des de los cultivos que conclicionan Ia eficienciade cosecha, con el fin de construir modelos quesepuedan adaptar fácilmente a Ias condicionescambiantes del cultivo. Entre Ias propiedadesque más influyen en el disefio se cuenta Ia capa-cidad de desgranado, o grado de dificultad con

que Ia semilla se separa de Ia vaina (Stephens yRabe, 1977). El contenido de hurnedad de Iasemilla es un factor importante, puesto que Iaenergía requerida para causar Ia quiebra de losgranosdesojadisminuyecuandoelcontenidodehurnedad de Ia sernilla decrece (Hoag, 1972). Laspropiedades físicas de Ia sernilla, vaina y plantade Ia soja que contribuyen aI desgranado no sontota Imen teen tendidas. Hoag (1972) constatóquesolo se necesita una pequena energía para abrirIas vainas a velocidades de impacto similares aIas deI tambor y de Ia barra de corte de Iascosechadoras.

Weeks et al. (1975) comprobaron que Ia fuer-za de fijación de Ias semillas es reducida en Iasvainas húmedas, aumenta rápidamente con elsecado, y posteriormente disminuye cuando Iassernillas se secan completamente. Mesquita yHanna (1975)estudiaronlas pérdidas enel colec-tor, en el Brasil, y lIegaron a resultados quecoincidían con los de Weeks et al. (1975): Iaspérdidas eran mayores cuando el contenido dehumedad de Ia semilla era superior al 15 porciento; disminuían cuando Ia humedad era del13 por ciento aproximadamente, y aumentabanrápidamente cuando Ia humedad era menor deI10 por ciento. Si Ia cosecha se realizaba cuandolos contenidos de humedad determinaban pérdi-das elevadas en el colector, tam bién eran mayo-res los danos mecánicos causados a Ia semilla, yIas poblaciones de hongos y bacterias que seencontraban en Ia sernilla eran más numerosasdespuésde seis meses dealmacenamiento (Costaetal., 1979). EI poder germinativoyvigorseguíanun patrón inverso (Mesquita et al., 1980).

Eficiencia de Ia cosecha con combinadasLa primera máquina trilladora fue patentada enEscocia en 1788,y estaba dotada de un mecanismosimilar al que se encuentra en Ias cosechadorasmodernas (Quick y Buchele, 1978). Constaba deun rodillo rotativo o cilindro con filos cortantespara gol pear Ias plantas que se introducendiame-tralmenteen Iaabertura entre el rodillo y sobreunasuperficiecóncava próxi ma. Debido a Iavelocidaddel cilindroy aI mecanismo de alimentación delosrodillos, Ias plantas eran gol peadas unas 19 veces

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166 Métodos de cosecha

cada 30 cm de avance a través deI cilindro. Estatril1adora empleaba Ia mayor parte de su energíapara desmenuzar Ia paja.

Las trilladoras patentadas en Inglaterra entre1802 y 1805 tenían cilindros quetrabajaban prin-cipalmente por fricción. Las plantas se introdu-cían tangencialmente dentro deI cilindro. EI ci-lindro y el contratambor cóncavo eran abiertos,permitiendo Ia separación de algunos granos amedida que Ias plantas avanzaban. EI contra-tambor cóncavo envolvía los tres cuartos de Iacircunferencia deI cilindro. La velocidad de esteúltimo era de 20 ml s, y Ia trilla tenía lugar en unespacio de 1,2 m. Aunque había menos pajadesmenuzada, 10 que indicaba que Ia energía seempleaba mejor que en Ia máquina escocesa, Iaalta velocidad deI cilindro aún causaba un con-sumo de energía elevado.

Cuando se trilla soja Ia calidad deI grano o deIa semilla es un aspecto muy importante. Unamanera de mejorar Ia calidad de Ia semilla esreducir el daüo mecánico causado por el meca-nismo de trillado de Ia cosechadora. Los perfec-cionamientos realizados para reducir el danocausado porIa trilla y aumentareI volumende Iamisma se observan en Ia tril1adora rotativa. Estamáquina tiene uno o más rotores longitudinalesque reemplazan los cilindros laterales y los car-gadores de paja de Ias cosechadoras convenci 0-

nales. EI rotor en espiral conduce Ias plantashacia atrás, pasando por el contratam bor cónca-vo varias veces. Elmaterial está sujeto a menosim pacto con el rotor que con el cilindro conven-cional, yelprocedimientoesmássuave.Skromme(1977) comprobó que Ia capacidad de trilla eramayor, y que los dafios a Ias semillas eran meno-res con el sistema de rotores paralelos que con elcilindro de trilla transversal convencional.

La tendencia a reducir el consumo de energía,el tarnafio de Ia cosechadora y los costos opera-cionales y mejorar Ia calidad deI producto impli-ca que Ia cantidad de material que pasa a travésde Ia cosechadora ha de ser menor y que se ha decontener Ia innecesaria trilladura de los tallosdeIas plantas. La cosechadoras que incorporanestas características ya se han comercializadoenEuropa (Vincent y Mowitz, 1987).

ESTIMACION DE LAS PERDIDAS DURANTELA COSECHA

La determinación de Ias pérdidas durante Iacosecha es un asunto aI cual se suele dar escasaim portancia, y ello contribuye a agudizar el pro-blema.Senecesita por lotanto unmétodorápido,sim pie y confiable. orrnalmente, para estimarIas pérdidas s siguen tres pasos principales:recolectar Ias semillas dei suelo, en una superfi-cie conocida; contar el número de semillas; yevaluar Ias pérdidas basándose en la hipótesisdeque un número dado de semillas por unidad desuperficie puede ser equivalente a una cantidadespecífica de pérdidas. En los Estados Unidos, seestimaque4 semillas por30 em? quivalen a unapérdida de 35 litros por 0,40 ha (Bashford, 1978;Byg, 1974), considerando que 100 semillas pesan15,6 g. Estos cálculos son lentos y poco exactos.Se han construido sensores electrónicos que semontan en lascosechadoras para contareI núme-ro de semillas perdidas por hectárea (Andrade,1991). Este procedimiento no es muy fiable, por-que solo se cuentan Ias sernillas que pierde Iamáquina. Un método volumétrico que ahorratiempo ha sido desarrollado por Mesquita yGaudêncio (1982). La estimación de Ias pérdidasdepende de Ia correlación entre peso y volumende Ia semilla. Solo son necesarios dos pasos: Iassemillas son recolectadas en una superficie de-terminada después de Ia cosecha; luego, se esti-man Ias pérdidas por una simple lectura deIvalor de una tabla impresa sobre un vaso deplástico transparente en el cual se colocan Iassemillas recolectadas. Con este método se estimacorrectamente el peso de Ia sernilla perdida conuna probabilidad d 0,94, mientras que con elmétodo convencional descrito anteriormente seestima correctamente el peso con una probabili-dad de solo 0,27 (Mesqu ita y Silveira, 1992).

PREVENCION DE LAS PERDIDAS

Pueden ocurrir pérdidas cuantiosassino sepro-cede con cuidado durante Ia producción y Iacosecha. La reducción de Ias pérdidas se debeprincipalmente a Ia correcta ejecución dela ope-ración de cosecha. Por 10 tanto es importanteconsiderar que más deI 80 por ciento de Ias

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EIcultivo de ia soja en Ias trópicos: mejoramiento y produccián 167

pérdidas ocurren en el colector de Ia cosechado-ra. En Ia mayoría de los casos, estas pérdidaspueden ser mantenidas a niveles bajos si se ob-servan Ias in trucciones siguientes:

• reemplazar Ias cuchillas quebradas, alinear105 protectores y ajustar Ias aberturas de Iasbarras de corte;

• mantener Ias barras de corte 10 m ás cerca deisuelo posible;

• hacer funcionar Ia máquina a Ia velocidadapropiada, generalmente entre 4 y 5 k.mporhora. La velocidad puedeser estimada cami-nando ai lado de Ia cosechadora en movi-miento y contando el número de pasos gran-des (aproximadamente 90 em) durante 20segundos, y multiplicando el número depasos por 0,16;

• ajustar Ia velocidad dei tambor para que seaaproximadamente 25 por ciento más rápidaque Ia velocidad de Ia cosechadora;

• ubicar el eje deI tambor a 15 a 30 em frente aIa barra de corte;

• elevarei tambordemanera que toque suave-mente las plantas en su mitad superior antesque sean seccionadas por Ias barras de corte.

Las pérdidas debidas a Ia trilla, separación ylimpieza se cifran en un 15 por ciento. Si bienestas pérdidas pueden ser más altas que Iaspérdidas debidas a Ia recolección, tomando Iasprecauciones siguientes es posible reducirlas aniveles insignificantes:

• ajustarei espacio entreel cilindroy el contra-tambor côncavo, dejando una anchura sufi-ciente para un trillado completo (este espa-cio también minimizará el dano mecânico aIa sernilla):

• ajustar Ia velocidad dei cilindro (Ia rotacióndebe ser 10 más lenta posible para evitar eldano m cánico a Ia sernilla, pero 10 suficien-temente elevada para Ia trilla de Ias vaina );

• mantener el tamiz dei contra tambor cóncavolimpio;

• mantener Ias conductores de paja limpios;• ajustar Ia abertura de Ias zarandas;• ajustar Ia velocidad dei ventilador.Casi todas Ias cosechadoras funcionan más

eficientemente cuando Ia humedad de Ia semilla

es dei 13 por ciento (Mesquita et al., 1980); si elnivelde humedad es algo más bajo o más alto, espreci o ajustar Ias máquinas cuidadosamente. Aniveles más altos de humedad, Ias semillas másblandasson amasadas y pueden pasar a través deIa máquina más vainas in trillar. A niveles másbajos de humedad, Ias semillas se quiebran másfácilrnente. Además de Ias semillas quebradas ohendidas, existen otros danos que reducen Iagerminación. EI rompimiento de Ias semillaspuede sercontenido reduciendo Ia velocidad deicilindro, aumentando el espacio entre Ias cilin-dros y el contra tambor côncavo, o abriendo Iaszarandas más ampliamente. Una cosechadoraajustada apropiadamente puede cosechar semi-lias de soja que contengan menos dei 12 porciento de humedad sin causar graves danos me-cánicos.

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