6
PRACTICAS DE ARTES MARCIALES (CONTENIDO PRIMER EVALUADO TEÓRICO) nota: En la transcripción se perdieron los subrayados para las clasificaciones debido a las diferencias de formato, hago uso de los parentesis para denotar ausencia de una categoría. Pierre Parlebas Parlebas (1981) aporta una clasificación de las prácticas motrices (juegos deportivos) elaborada a partir de concebir cualquier situación motriz como un sistema en el cual el participante se relaciona globalmente con el entorno físico y con otros posibles protagonistas. Aparecen dos componentes importantes de cualquier situación motriz, los protagonistas que el autor considera atendiendo al criterio de presencia o ausencia de compañeros (C ) y/o adversarios (A), y el espacio de acción, incorporado bajo el criterio de presencia o ausencia de incertidumbre debido al entorno físico (I). La combinación de estos 3 criterios (CAI) nos posibilita caracterizar cualquier situación motriz. Así, la combinación binaria de los tres factores indicados distribuye las prácticas en 8 categorías diferentes, en las que se fundamenta la estructura motriz de cualquier juego o deporte. Estas categorías se pueden distinguir a su vez en varios subconjuntos: - Atendiendo el criterio de Interacción con los demás (CA) En este apartado diferenciamos dos grandes grupos de situaciones motrices según se presente o no la interacción motriz con las otras personas. - Situaciones Psicomotrices correspondientes a aquellas situaciones en las cuales el participante interviene en solitario, sin interactuar con compañeros o adversarios. Por ejemplo salto de longitud, carrera de 100 metros, lanzamiento de disco, surf, juego de peonza, la rayuela, ...

Practicas de Artes Marciales

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Deportes de adversario

Citation preview

Page 1: Practicas de Artes Marciales

PRACTICAS DE ARTES MARCIALES (CONTENIDO PRIMER EVALUADO TEÓRICO)

nota: En la transcripción se perdieron los subrayados para las clasificaciones debido a las diferencias de formato, hago uso de los parentesis para denotar ausencia de una categoría.

Pierre Parlebas

Parlebas (1981) aporta una clasificación de las prácticas motrices (juegos deportivos) elaborada a partir de concebir cualquier situación motriz como un sistema en el cual el participante se relaciona globalmente con el entorno físico y con otros posibles protagonistas.

Aparecen dos componentes importantes de cualquier situación motriz, los protagonistas que el autor considera atendiendo al criterio de presencia o ausencia de compañeros (C ) y/o adversarios (A), y el espacio de acción, incorporado bajo el criterio de presencia o ausencia de incertidumbre debido al entorno físico (I).

La combinación de estos 3 criterios (CAI) nos posibilita caracterizar cualquier situación motriz. Así, la combinación binaria de los tres factores indicados distribuye las prácticas en 8 categorías diferentes, en las que se fundamenta la estructura motriz de cualquier juego o deporte. Estas categorías se pueden distinguir a su vez en varios subconjuntos:

- Atendiendo el criterio de Interacción con los demás (CA)

En este apartado diferenciamos dos grandes grupos de situaciones motrices según se presente o no la interacción motriz con las otras personas.

- Situaciones Psicomotrices correspondientes a aquellas situaciones en las cuales el participante interviene en solitario, sin interactuar con compañeros o adversarios. Por ejemplo salto de longitud, carrera de 100 metros, lanzamiento de disco, surf, juego de peonza, la rayuela, ...

- Situaciones Sociomotrices correspondientes a aquellas situaciones en las cuales el participante interactúa con los demás. Estas prácticas pueden ser de tres tipos:

- Situaciones de cooperación o comunicación motriz, en las que la interacción se produce con al menos un compañero tratando de cooperar para conseguir conjuntamente el objetivo que les une. Por ejemplo patinaje artístico por parejas, danza clásica, remo, piragüismo en línea, escalada en cordada, ...

- Situaciones de oposición o contracomunicación motriz, en las que la interacción se realiza ante al menos un adversario que se opone a las acciones motrices de los demás. Esta oposición puede ser corporal (p.e. judo, karate, pulseo de manos) o puede ser instrumental, es decir la oposición se realiza mediante algún objeto extracorporal (p.e. badminton, tenis, esgrima, indiaca ).

- Situaciones de cooperación-oposición, en las que los protagonistas intervienen con la colaboración de compañeros y la oposición de adversarios. Estamos ante las prácticas correspondientes a los deportes de duelo colectivo del tipo fútbol, baloncesto, voleibol o

Page 2: Practicas de Artes Marciales

balonmano. También es el caso de los juegos tradicionales que se presentan como un duelo colectivo por ejemplo el marro, el balontiro y de otros juegos que pueden ser incluso contradictorios o ambivalentes en sus relaciones p.e. pelota sentada o tres campos... Dichos juegos denominados paradójicos posibilitan que cualquier persona intervenga como compañero y a la vez como adversario, presentando dicha ambivalencia relacional.

- Según el criterio de Incertidumbre con el entorno físico (I)

Distinguimos dos grandes grupos de prácticas según se presente o no el criterio de incertidumbre con el entorno físico.

- Situaciones en un medio estable. En esta categoría las prácticas se realizan en un medio regular, previsible, sin incertidumbre, por tanto domesticado, en el cual el protagonista no debe preocuparse por la toma de decisiones en torno a la lectura de este entorno físico. Entre los distintos ejemplos detallamos el caso de los deportes más clásicos (gimnasia rítmica, gimnasia artística, atletismo, fútbol, baloncesto, voleibol...) y de los juegos que se realizan en un espacio estable como el pañuelo, la cadena, el balóntiro...

- Situaciones en un medio inestable. En este caso el entorno es fuente de incertidumbre, lo cual comporta la necesidad de leer constantemente el espacio de acción, buscando indicios, recibiendo información, procesándola y tomando decisiones para adaptarse de modo óptimo a ese entorno que se presenta constantemente de forma irregular y fluctuante. Estamos ante un medio salvaje, incierto como es el caso de las prácticas realizadas en la naturaleza (escalada, parapente, piragüismo en aguas vivas, windsurf, carreras de orientación en un bosque, ...).

Dependiendo de cómo se presente la combinación de estos criterios podemos encontrarnos ante 8 categorías distintas de situaciones motrices, las cuales son portadoras de una lógica interna singular en cada caso, o lo que es lo mismo, exigen que los protagonistas se adapten a condiciones y estructuras muy distintas.

Dicha distinción de familias de situaciones motrices homogéneas aparece como un tema primordial para saber diferenciar las prácticas atendiendo a criterios de la lógica interna de las propias actividades. Esta manera de clasificar los juegos y los deportes nos permite encontrar las principales exigencias que solicitan nuestras prácticas, además de posibilitar elegir entre los distintos ejemplos de prácticas de cada categoría siguiendo un criterio científico y riguroso.

Recordemos una vez más que desde un punto de vista estructural dos situaciones motrices que pertenezcan a una misma categoría de la clasificación serán igual de válidas e importantes independientemente de si se trata de deportes, juegos o prácticas inventadas.

Esta circunstancia nos parece básica para fundamentar cualquier proyecto de aplicación práctica de nuestras actividades. Así por ejemplo se puede estar en disposición de garantizar unas condiciones óptimas entre el proyecto pedagógico y la elección de las situaciones motrices que se ajustan a los objetivos planteados. Debemos saber que unas situaciones motrices se apoyan en la toma de decisiones, en la lectura (descodificación) de los demás, en la anticipación a

Page 3: Practicas de Artes Marciales

anticipaciones (metacomunicación). En cambio otras se basan en la repetición, en el automatismo, en la búsqueda de la máxima eficacia a partir del entrenamiento intenso y constante. De la misma manera podemos identificar prácticas que se apoyan en la lectura (descodificación) de la información que procede del entorno, el cual se presenta constantemente bajo condiciones distintas que exigen una continua adaptación a la toma de decisiones, a la aventura o riesgo, a la improvisación...

La lógica interna de cada una de estas familias de prácticas traslada a sus protagonistas a adaptaciones o exigencias bien distintas, las cuales van a originar consecuencias desiguales en el plano motor, cognitivo, afectivo y social.

Estamos ante el ABC de lo que debiera conocer cualquier profesional cualificado de la educación física y el deportes. No obstante, desafortunadamente son pocas las personas que conocen con claridad y rigurosidad estos fundamentos, del mismo modo que es excepcional observar que los criterios de selección de las prácticas motrices se apoyen en algún marco conceptual serio y en algún principio metódico.

La clasificación que presenta Parlebas, como se indicaba anteriormente, origina la distinción de 8 categorías de situaciones motrices. Estas categorías se deducen de combinar de forma binaria los criterios de:

C: comunicación motriz.

A: contracomunicación motriz o presencia de adversario.

I: incertidumbre procedente del entorno físico.

Para facilitar la denominación abreviada de cada categoría, se va a representar la ausencia de uno de estos tres criterios situando una línea bajo el criterio que corresponda.

A continuación detallamos brevemente las principales características de cada una de estas ocho categorías:

NOTA: AUSENCIA DE UNA CATEGORIA SI ESTA ENTRE PARENTESIS

(C)(A)(I). Esta clase corresponde a las prácticas psicomotrices, caracterizadas por la ausencia de compañero y adversario (comunicación y contra comunicación), así como ausencia de incertidumbre procedente del medio físico (Ejemplo: carreras de velocidad, saltos y lanzamientos de atletismo, natación en calles, gimnasia rítmica en modalidad individual...).

(C)(A) I. En este grupo se encuentran las prácticas psicomotrices, en las que los protagonistas intervienen de forma aislada, sin compañero ni adversario (ausencia de comunicación y contra comunicación motrices). En cambio sí se presenta incertidumbre en relación al medio, puesto que el entorno es fluctuante y puede presentar imprevistos. Estamos ante las actividades en solitario realizadas en plena naturaleza (Ej.: piragüismo en aguas vivas, esquí alpino, parapente, ala delta... ). (C)A(I): Nos referimos a las prácticas sociomotrices, sin interacción motriz con

Page 4: Practicas de Artes Marciales

compañeros, con presencia de adversarios (contracomunicación motriz) realizadas en un medio estable, no portador de incertidumbre. La oposición se puede realizar a través del contacto corporal: p. ej. Judo, karate... o mediante un objeto extracorporal p.ej. tenis, badminton, ping-pong...

(C)A I. En esta clase, la oposición de los adversarios se realiza en un medio incierto, fluctuante y sin cooperación por parte de los compañeros. Ej.: enduro; carrera de ciclista en carretera, regata de vela individual, esquí de fondo, carrera de maratón...

C(A)(I). Corresponde a las prácticas sociomotrices, en las que se presentan interacciones motrices de cooperación, en un entorno estable. Ej.: patinaje por parejas, remo, ejercicios acrobáticos de circo, natación sincronizada, gimnasia rítmica en equipo...

C(A) I. En esta categoría las prácticas sociomotrices son de cooperación motriz y se realizan en un medio con incertidumbre. Ej.: espeleología en cordada, natación submarina en grupo, vuelo en globo, alpinismo,...

C A (I). Se corresponde con prácticas sociomotrices, con interacción motriz de cooperación y oposición, pero realizadas en un medio sin incertidumbre. Ej.: fútbol, balonmano, fútbol de salón, baloncesto, voleibol, rugby... .

C A I. Son prácticas sociomotres, en las que se presenta interacción motriz de cooperación y interacción motriz de oposición e incertidumbre. Ej.: Juegos en plena naturaleza; regatas con tripulación; carreras de ciclistas en equipo, cross...

Estas ocho categorías se pueden presentar en modo de un árbol exponencial, el cual nos permite diferenciar seis categorías correspondientes a situaciones de carácter sociomotriz, y dos clases de situaciones psicomotrices.