Pratchett, Terry - MD 28 - Asombroso Maurice y Sus Educados

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loa ratones amaestrados

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EL ASOMBROSO MAURICE

Terry PratchettAsombroso Maurice y sus educados roedores

El asombroso Mauricey sus educados roedores

Terry Pratchett

[1]NDICE

4Captulo 1

13Captulo 2

19Captulo 3

28Captulo 4

36Captulo 5

44Captulo 6

53Captulo 7

62Captulo 8

76Captulo 9

89Captulo 10

103Captulo 11

119Captulo 12

132Nota del autor

133Notas al final

Captulo 1

Un da, cuando era travieso, el Sr. Conejn mir por encima del seto del campo del Granjero Fred y estaba lleno de verdes lechugas. El Sr. Conejn, sin embargo, no estaba lleno de lechugas. Esto no pareca justo.

- De El Sr. Conejn Tiene Una Aventura [2]Ratas!

Perseguan a los perros y mordan a los gatos, ellas...[3]Pero haba ms que eso. Como deca el asombroso Maurice, era slo una historia sobre personas y ratas. Y la parte difcil era decidir quines eran las personas, y quines eran las ratas.

Pero Malicia Grim dijo que era una historia sobre historias.

Empez parte de ella empez en el coche de correo que vena cruzando las montaas desde las distantes ciudades de la llanura.

sta era la parte del viaje que no le gustaba al conductor. La ruta serpenteaba por bosques y alrededor de montaas por caminos destrozados. Haba sombras profundas entre los rboles. A veces crea que unas cosas seguan al coche, mantenindose fuera de la vista. Se le erizaban los pelos.

Y sobre este viaje, lo realmente espeluznante era que poda escuchar voces. Estaba seguro de eso. Venan desde atrs de l, del techo del coche, y no haba nada ah excepto los grandes sacos de correo de hule y el equipaje del pasajero. Ciertamente, no haba nada lo bastante grande para que una persona se escondiera adentro. Pero ocasionalmente estaba seguro de or voces agudas susurrando.

Haba solamente un pasajero en este momento. Era un joven rubio, sentado completamente a solas dentro del coche que se meca, leyendo un libro. Lea despacio, y en voz alta, moviendo su dedo sobre las palabras.

Ubberwald dijo en voz alta.

Es berwald dijo una voz pequea y aguda pero muy clara. Los puntos le dan una especie de sonido ooo largo. Pero lo ests haciendo bien.

Ooooooberwald?

Hay cosas tales como demasiada pronunciacin, chico dijo otra voz, que pareca medio adormilada. Pero sabes lo mejor de Uberwald? Est muy, muy lejos de Sto Lat. Est muy lejos de Pseudopolis. Est muy lejos de cualquier lugar donde el Comandante de la Guardia dice que nos har hervir si alguna vez nos ve otra vez. Y no es muy moderno. Carreteras malas. Muchas montaas en el camino. Las personas no se mueven mucho aqu. As que las noticias no viajan muy rpido, lo ves? Y no tienen policas. Chico, podemos hacer una fortuna aqu!

Maurice? dijo el muchacho, cuidadosamente.

S, chico?

No piensas que lo que estamos haciendo es, ya sabes... deshonesto, verdad?

Hubo una pausa all antes de que la voz respondiera.

Qu quieres decir, deshonesto?

Bien... tomamos su dinero, Maurice. El coche se meci y rebot sobre un bache.

Muy bien dijo el invisible Maurice, pero lo que tienes que preguntarte es: de quin tomamos el dinero, en realidad?

Bien... generalmente del alcalde, o del consejo de la ciudad, o de alguien as.

Correcto. Y eso quiere decir que es... qu? Te he dicho esta parte antes.

Er...

Es dinero del go-bier-no, chico dijo Maurice pacientemente. Dilo? Dinero del go-bier-no.

Dinero del go-bier-no dijo el muchacho obedientemente.

Correcto! Y qu hacen los gobiernos con el dinero?

Er, ellos...

Pagan a los soldados dijo Maurice. Tienen guerras. A decir verdad, probablemente hemos evitado muchas guerras tomando el dinero y ponindolo donde no puede hacer dao. Nos construiran estatuas, si lo pensaran.

Algunas de esas ciudades parecan muy pobres, Maurice dijo el muchacho poco convencido.

Hey, exactamente la clase de lugares que no necesitan guerras, entonces.

Porotos Peligrosos dice que es... El muchacho se concentr, y sus labios se movieron antes de decir la palabra, como si le estuviera probando la pronunciacin, ... no--ti-co.

Eso es correcto, Maurice dijo la voz aguda. Porotos Peligrosos dice que no debemos vivir del engao.

Escucha, Melocotones, los humanos estn todos en el engao dijo la voz de Maurice. Estn tan ansiosos por engaarse unos a otros todo el tiempo que eligen gobiernos para que lo hagan por ellos. Nosotros les damos valor por dinero. Ellos tienen una horrible plaga de ratas, pagan a un flautista de ratas, las ratas siguen al chico fuera de la ciudad, upa-y-salto, final de la plaga, todos estn felices de que ya nadie est pishando en la harina, el gobierno logra ser re-electo por una poblacin agradecida, celebracin general por todas partes. Dinero bien gastado, en mi opinin.

Pero slo hay una plaga porque les hacemos pensar que la hay dijo la voz de Melocotones.

Bien, mi querida, otra cosa en la que todos esos pequeos gobiernos gastan su dinero es en cazadores de ratas, lo ves? No s por qu me preocupo por todos ustedes, realmente.

S, pero nosotros...

Se dieron cuenta de que el coche haba parado. Fuera, en la lluvia, se escuchaba el tintineo de arneses. Entonces el coche se meci un poco, y se escuch el sonido de pies que corran.

Una voz desde la oscuridad dijo:

Hay algn mago ah adentro?

Los ocupantes se miraron unos a otros, perplejos.

No? dijo el muchacho, esa clase de no que significa por qu est preguntando.

Y qu me dice de alguna bruja? dijo la voz.

No, ninguna bruja dijo el muchacho.

Correcto. Hay trolls pesadamente armados empleados por la compaa del coche-correo ah adentro?

Lo dudo dijo Maurice.

Hubo un momento de silencio, lleno del sonido de la lluvia.

De acuerdo, y qu me dice de lobizones? dijo la voz al final.

Cmo se ven? pregunt el muchacho.

Ah, bien, se ven perfectamente normales justo hasta el momento cuando les crece todo, bueno, pelo, dientes, garras gigantes, y le saltan a travs de la ventana dijo la voz. Sonaba como si estuviera leyendo de una lista.

Todos nosotros tenemos pelo y dientes dijo el muchacho.

As que ustedes son lobizones, entonces?

No.

Bien, bien. Hubo otra pausa llena de lluvia. De acuerdo, vampiros dijo la voz. Es una noche lluviosa, ustedes no querran volar con un clima como ste. Algn vampiro ah adentro?

No! dijo el muchacho. Somos todos perfectamente inofensivos!

Oh caramba farfull Maurice y gate bajo el asiento.

Es un alivio dijo la voz. No se puede tener demasiado cuidado en estos das. Hay muchas personas raras por all. Una ballesta fue empujada a travs de la ventana, y la voz dijo: Su dinero y su vida. Son dos-por-uno, lo ve?

El dinero est en la caja sobre el techo dijo la voz de Maurice, desde el nivel del piso.

El salteador de caminos mir el oscuro interior del coche.

Quin dijo eso? pregunt.

Er, yo dijo el muchacho.

No te vi mover los labios, chico!

El dinero est sobre el techo. En la caja. Pero si yo fuera usted no lo hara...

Ja, sospecho que no lo haras dijo el salteador de caminos. Su cara enmascarada desapareci de la ventana.

El muchacho recogi la flauta que estaba sobre el asiento junto a l. Era del tipo todava conocido como flautn, aunque nadie poda recordar cundo alguna vez haba costado solamente un penique.

Toca Robo con Violencia, chico dijo Maurice, tranquilamente.

No podramos slo darle dinero? dijo la voz de Melocotones. Era una pequea voz.

El dinero es para que las personas nos lo den dijo Maurice, con seriedad.

Encima de ellos, escucharon el ruido de la caja sobre el techo del coche mientras el salteador de caminos la arrastraba.

El muchacho recogi la flauta obedientemente y toc algunas notas. Ahora se escucharon varios sonidos. Hubo un crujido, un ruido sordo, una especie de forcejeo y luego un grito muy breve.

Cuando volvi el silencio, Maurice trep de nuevo en el asiento y sac su cabeza fuera del coche, a la noche oscura y lluviosa.

Buen hombre dijo. Sea sensato. Cuanto ms forcejee, ms duro le mordern. Probablemente la piel no est lastimada an? Bien. Crrase un poco as yo puedo verlo. Pero con cuidado, eh? No queremos que nadie entre en pnico, verdad?

El salteador de caminos reapareci a la luz de las lmparas del coche. Estaba caminando muy despacio y con cuidado, las piernas separadas. Y gema suavemente.

Ah, all est usted dijo Maurice, alegremente. Se le subieron directo por las perneras, verdad? Tpico truco de rata. Slo mueva la cabeza, porque no queremos provocarlas. No le puedo decir dnde podran terminar.

El salteador de caminos asinti muy despacio. Entonces sus ojos se estrecharon.

Eres un gato? farfull. Entonces sus ojos se cruzaron y jade.

Le dije que hablara? dijo Maurice. Creo que no le dije que hablara, verdad? El cochero escap o usted lo mat? La cara del hombre se qued sin expresin. Ah, aprende rpido, me gusta eso en un salteador de caminos dijo Maurice. Puede responder a esa pregunta.

Escap dijo el salteador de caminos roncamente.

Maurice volvi a meter la cabeza dentro del coche.

Qu piensan? dijo. Coche, cuatro caballos, probablemente algunos objetos de valor en los sacos del correo... puede ser, oh, mil dlares o ms. El chico podra conducirlo. Vale la pena un intento?

Eso es robar, Maurice dijo Melocotones. Ella estaba sentada sobre el asiento al lado del muchacho. Era una rata.

No tanto como robar dijo Maurice. Ms bien... encontrar. El cochero escap, de modo que es como... salvamento. Hey, eso est bien, podamos devolverlo por la recompensa. Eso est mucho mejor. Legal, tambin. Lo haremos?

Las personas haran demasiadas preguntas dijo Melocotones.

Si slo lo dejamos, alguien yawlp lo robar protest Maurice. Algn ladrn se lo llevar! Mucho mejor si lo tomamos, eh? Nosotros no somos ladrones.

Lo dejaremos, Maurice dijo Melocotones.

En ese caso, robemos el caballo del salteador de caminos dijo Maurice, como si la noche no estuviera apropiadamente terminada a menos que robaron algo. Robar a un ladrn no es robar, porque se cancela.

No podemos quedarnos aqu toda la noche dijo el muchacho a Melocotones. l tiene un punto.

Eso es correcto! dijo el salteador de caminos urgentemente. Ustedes no pueden quedarse aqu toda la noche!

Eso es correcto dijo un coro de voces desde sus pantalones, no podemos quedarnos aqu toda la noche!

Maurice suspir, y sac la cabeza afuera de la ventana otra vez.

Est bien dijo. Esto es lo que vamos a hacer. Usted se va a parar muy quieto mirando derecho hacia adelante, y no intentar ningn truco porque si usted lo hace slo tengo que decir la palabra...

No diga la palabra! dijo el salteador de caminos aun ms urgentemente.

Correcto dijo Maurice, y nosotros tomaremos su caballo como castigo y usted puede tomar el coche porque eso sera robar y slo se permite robar a los ladrones. De acuerdo?

Lo que usted diga! dijo el salteador de caminos, entonces lo pens y aadi apresuradamente: Pero por favor no diga nada! Continu mirando derecho hacia adelante. Vio que el muchacho y el gato salan del coche. Escuch varios sonidos detrs de l mientras tomaban su caballo. Y pens en su espada. Muy bien, iba a quedarse con todo un vagn del correo por este trato, pero haba una cosa llamada orgullo profesional.

Muy bien dijo la voz del gato despus de un rato. Todos vamos a partir ahora, y usted tiene que prometer no moverse hasta que nos hayamos ido. Promete?

Usted tiene mi palabra como ladrn dijo el salteador de caminos, bajando una mano despacio hasta su espada.

Correcto. Ciertamente confiamos en usted dijo la voz del gato.

El hombre sinti que sus pantalones se aligeraban mientras las ratas salan y se alejaban corriendo, y escuch el tintineo de arneses. Esper un momento, entonces dio media vuelta, desenvain la espada y se lanz hacia adelante.

Levemente hacia adelante, en todo caso. No habra golpeado el suelo tan duro si alguien no le hubiera atado los cordones, juntos.

Decan que era asombroso. El Asombroso Maurice, decan. Nunca haba querido ser asombroso. Slo sucedi.

Aquel da se dio cuenta de que algo estaba raro, justo despus del almuerzo, cuando mir un reflejo en un charco y pens se soy yo. Nunca antes haba sido consciente de s mismo. Por supuesto, era difcil recordar cmo haba pensado antes de volverse asombroso. Le pareca que su mente slo era una especie de sopa.

Y entonces estaban las ratas, que vivan bajo la pila de basura en una esquina de su territorio. Se dio cuenta de que haba algo educado en las ratas cuando salt sobre una que le dijo, Podemos hablar sobre esto?, y parte de su nuevo cerebro asombroso le dijo que no poda comer a alguien que poda hablar. Por lo menos, no hasta que hubiera escuchado qu tena que decir.

La rata haba sido Melocotones. Ella no era como las otras ratas. Ni tampoco lo eran Porotos Peligrosos, Centro de Rosquilla, Canela Oscuro, Jamn de Puerco, Gran Ahorro, Toxie y todo el resto de ellas. Pero, entonces, Maurice ya no era como los otros gatos.

Los otros gatos eran, de repente, estpidos. En cambio, Maurice empez andar con las ratas. Eran personas con quienes hablar. Se senta tan bien que recordaba no comer a nadie que ellos conocieran.

Las ratas pasaron mucho tiempo preocupndose por saber por qu ellas eran repentinamente tan inteligentes. Maurice consideraba que era una prdida de tiempo. Las cosas sucedan. Pero las ratas continuaban pensando si era algo que haban comido en la pila de basura, e incluso Maurice poda ver que eso no explicara cmo haba cambiado l, porque nunca haba comido basura. Y ciertamente no comera basura de esa pila, viendo de dnde vena...

Francamente, consideraba que las ratas eran tontas. Inteligentes, de acuerdo, pero tontas. Maurice haba vivido en las calles durante cuatro aos y apenas le quedaba alguna oreja y tena cicatrices por todo el hocico, y era listo. Se pavoneaba tanto cuando caminaba que si no lo haca lentamente se caa. Cuando mulla su cola las personas tenan que caminar alrededor. Crea que tenas que ser listo para vivir cuatro aos en esas calles, especialmente con todas las manadas de perros y peleteros independientes. Un mal movimiento y eras almuerzo y un par de guantes. S, tenas que ser listo.

Tambin tenas que ser rico. Necesit darles algunas explicaciones a las ratas; Maurice haba vagado por la ciudad y aprendi cmo funcionaban las cosas y el dinero, deca, era la clave de todo.

Y entonces un da haba visto al chico de aspecto estpido tocando la flauta con la gorra enfrente de l, por peniques, y haba tenido una idea. Una idea asombrosa. Slo apareci, bang, de repente. Ratas, flauta, chico de aspecto estpido...

Y haba dicho:

Hey, chico de aspecto estpido! Te gustara hacer tu fortu-nah, chico, yo estoy aqu abajo...

El amanecer estaba rayando cuando el caballo del salteador de caminos sali de los bosques, sobre un paso, y fue detenido convenientemente.

El valle del ro se extenda hacia abajo, con un pueblo acurrucado contra los riscos.

Maurice salt afuera de la alforja, y se estir. El muchacho de aspecto estpido ayud a las ratas a salir de la otra bolsa. Haban pasado el viaje apiadas sobre el dinero, aunque eran demasiado educadas para decir que era porque nadie quera dormir en la misma bolsa que un gato.

Cul es el nombre del pueblo, chico? dijo Maurice, sentndose sobre una roca y mirando hacia all. Detrs de ellos, las ratas contaban el dinero otra vez, colocndolo en pilas junto a la bolsa de cuero. Lo hacan todos los das. Aunque no tena ningn bolsillo, en Maurice haba algo que haca que todos quisieran controlar el cambio tan a menudo como fuera posible.

Se llama Bad Blintz dijo el muchacho, consultando la gua.

Ejem... deberamos ir all, si es malo? dijo Melocotones, levantando la mirada de la cuenta.

Ja, no se llama Bad porque sea malo dijo Maurice. Es la palabra extranjera para bao, lo ves?

As que realmente se llama Bao Blintz? dijo Centro de Rosquilla.

Nah, nah, lo llaman Bath porque... El Asombroso Maurice vacil, pero slo por un momento, porque tienen un bao, lo ves? Un lugar muy poco desarrollado, ste. No muchos baos por aqu. Pero tienen uno, y estn muy orgullosos de l, as que quieren que todos lo sepan. Probablemente tengas que comprar boletos para incluso echarle una mirada.

Es eso verdad, Maurice? dijo Porotos Peligrosos. Hizo la pregunta muy cortsmente, pero estaba claro que lo que realmente estaba diciendo era No creo que sea verdad, Maurice.

Ah, s... Porotos Peligrosos. Porotos Peligrosos era difcil de tratar. Realmente, no debera serlo. Antiguamente, pens Maurice, ni siquiera habra comido una rata tan pequea y plida, y generalmente de aspecto enfermo. Mir a la pequea rata albina, con su piel blanca nieve y ojos rosados. Porotos Peligrosos no le devolvi la mirada, porque era miope. Por supuesto, ser casi ciego no era demasiada desventaja para una especie que pasaba la mayor parte de su tiempo en la oscuridad y que tena un sentido del olfato que era, hasta donde Maurice poda comprender, casi tan bueno como la visin, el odo y la palabra, todos juntos. Por ejemplo, la rata siempre se volva para mirar hacia Maurice y lo miraba directamente cuando hablaba. Era misterioso. Maurice haba conocido a un gato ciego que tropezaba mucho con las puertas, pero Porotos Peligrosos nunca lo haca.

Porotos Peligrosos no era la rata lder. se era el trabajo de Jamn de Puerco. Jamn de Puerco era grande, feroz y un poco costroso, y no le gustaba mucho tener un cerebro novedoso e indudablemente no le gustaba hablar con un gato. Era ya muy viejo cuando las ratas Cambiaron, como lo llamaban, y dijo que era demasiado viejo para cambiar. Dej el asunto de conversar-con-Maurice a Porotos Peligrosos, que haba nacido justo despus del Cambio. Y esa pequea rata era inteligente. Increblemente inteligente. Demasiado inteligente. Maurice necesitaba de todos sus trucos cuando estaba tratando con Porotos Peligrosos.

Asombroso, las cosas que s dijo Maurice, parpadeando despacio. De todos modos, es un pueblo atractivo. Me parece rico. Ahora, lo que haremos es...

Ejem...

Maurice odiaba ese sonido. Si haba un sonido peor que el de Porotos Peligrosos haciendo una de sus pequeas preguntas raras, era Melocotones aclarndose la garganta. Quera decir que iba a decir algo, muy tranquilamente, que iba a molestarlo.

S? dijo con aspereza.

Realmente necesitamos seguir haciendo esto? dijo.

Bien, por supuesto, no dijo Maurice. No tengo que estar aqu en absoluto. Soy un gato, correcto? Un gato con mis talentos? Ja! Podra haber conseguido un trabajo muy cmodo con un mago. O un ventrlocuo, tal vez. No hay fin para las cosas que podra estar haciendo, correcto, porque a las personas les gustan los gatos. Pero, debido a que soy increblemente, ya sabes, estpido y bondadoso, decid ayudar a un grupo de roedores que no son exactamente, y seamos francos aqu, favoritos nmero uno de los humanos. Ahora, algunos de ustedes y aqu lanz un ojo amarillo hacia Porotos Peligrosos, tienen alguna idea de ir a alguna isla en algn lugar y empezar una especie de civilizacin-rata propia, que yo pienso que es muy, ya saben, admirable, pero para eso necesitan... qu les dije que necesitan?

Dinero, Maurice dijo Porotos Peligrosos, pero...

Dinero. Eso es correcto, porque, qu pueden conseguir con dinero? Mir a las ratas. Empieza con una B apunt.

Botes, Maurice, pero...

Y entonces estn todas las herramientas que necesitarn, y comida, por supuesto...

Hay cocos dijo el muchacho de aspecto estpido, que estaba lustrando su flauta.

Oh, alguien habl? dijo Maurice. Qu sabes sobre eso, chico?

Consigues cocos dijo el muchacho. En las islas desiertas. Un hombre que los venda me lo dijo.

Cmo? dijo Maurice. No estaba demasiado seguro sobre los cocos.

No lo s. Slo los consigues.

Oh, supongo que slo crecen sobre los rboles, verdad? dijo Maurice sarcsticamente. Shisss, no s qu haran todos ustedes sin... alguien. Mir al grupo. Empieza con una M.

T, Maurice dijo Porotos Peligrosos. Pero, mira, lo que nosotros pensamos es, realmente...

S? dijo Maurice,

Ejem dijo Melocotones. Maurice gimi. Lo que Porotos Peligrosos quiere decir dijo la rata hembra, es que todo este robar cereales y queso, y abrir agujeros en paredes con los dientes es, bien... Clav la mirada en los ojos amarillos de Maurice. No es moralmente correcto.

Pero es lo que las ratas hacen! dijo Maurice.

Pero sentimos que no deberamos hacerlo dijo Porotos Peligrosos. Deberamos estar haciendo nuestro propio camino en el mundo!

Oh cielos oh cielos oh cielos dijo Maurice, sacudiendo la cabeza. Viva para la isla, eh? El Reino de las Ratas! No es que me est riendo de su sueo aadi apresuradamente. Todos necesitan sus pequeos sueos. Maurice lo dijo realmente, tambin. Si sabas lo que las personas real, realmente queran, casi las controlabas.

A veces se preguntaba qu quera el muchacho de aspecto estpido. Nada, segn lo que Maurice poda entender, a excepcin de que se le permitiera tocar su flauta y ser dejado a solas. Pero... bien, era como ese asunto con los cocos. Muy a menudo el muchacho vendra con algo que sugera que haba estado escuchando todo el tiempo. Personas as son difciles de manejar.

Pero los gatos son buenos en manejar personas. Un maullido aqu, un ronroneo all, una pequea presin suave con una garra... y Maurice nunca haba tenido que pensar en eso antes. Los gatos no tenan que pensar. Slo tenan que saber qu queran. Los humanos tenan que pensar. Para eso estaban.

Maurice pens en los viejos buenos das, antes de que su cerebro empezara a zumbar como fuegos artificiales. Aparecera en la puerta de la cocina de la Universidad con aspecto dulce, y entonces los cocineros trataran de averiguar qu quera. Era asombroso! Decan cosas como Quieres un tazn de leche, entonces? Quieres un bollo? Quieres estas bonitas sobras, entonces? Y todo lo que Maurice tena que hacer era esperar pacientemente hasta que llegaban a un sonido que reconoca, como patas de pavo o cordero picado.

Pero estaba seguro de nunca haber comido nada mgico. No haba nada semejante a menudillos de pollo encantados, verdad?

Eran las ratas las que haban comido cosas mgicas. El basurero que llamaban hogar y tambin almuerzo estaba en la parte posterior de la Universidad, y era una universidad para magos, despus de todo. El viejo Maurice no haba prestado mucha atencin a las personas que no sostenan tazones, pero saba bien que los grandes hombres con sombreros puntiagudos hacan que cosas extraas ocurrieran.

Y ahora tambin saba qu pasaba con las cosas que usaban. La tiraban por encima de la pared cuando haban terminado. Todos los viejos y gastados libros de hechizos, los cabos de velas chorreadas, y los restos de cosas verdes y burbujeantes de los calderos terminaban en el gran basurero, junto con las latas, cajas viejas y desperdicios de la cocina. Oh, los magos haban puesto carteles que decan Peligroso y Txico, pero en esos das las ratas no eran capaces de leer y les gustaban los cabos de velas chorreadas.

Maurice nunca haba comido nada del basurero. Un buen lema para su vida era, segn crea: No comas nada que brille.

Pero se haba vuelto inteligente, tambin, ms o menos al mismo tiempo que las ratas. Era un misterio.

Desde entonces haba hecho lo que los gatos siempre hicieron. Manejar a las personas. Ahora algunas de las ratas contaban como personas tambin, por supuesto. Pero las personas eran personas, incluso si tenan cuatro patas y se llamaban con nombres como Porotos Peligrosos, que es esa clase de nombre que uno se da a s mismo si uno aprende a leer antes de comprender qu significan realmente todas las palabras, y lee los avisos y las etiquetas de las viejas latas oxidadas y se da a s mismo el nombre porque le gusta el sonido.

El problema con pensar era que, en cuanto empezabas, continuabas hacindolo. Y hasta donde Maurice entenda, las ratas estaban pensando demasiado. Porotos Peligrosos era bastante malo, pero estaba tan ocupado pensando ideas estpidas sobre cmo las ratas podan realmente construir su propio pas en algn lugar que Maurice poda manejarlo. La peor era Melocotones. El truco habitual de Maurice de hablar rpido hasta que las personas se confundan no funcionaba con ella en absoluto.

Ejem empez otra vez, pensamos que sta debe ser la ltima vez.

Maurice se qued mirndola fijo. Las otras ratas retrocedieron levemente, pero Melocotones slo le devolvi la mirada.

sta debe ser la ltima vez que hagamos el tonto truco de la plaga de ratas dijo Melocotones. Y es definitivo.

Y qu piensa sobre esto Jamn de Puerco? dijo Maurice. Se volvi hacia la rata lder, que los haba estado mirando. Era siempre una buena idea apelar a Jamn de Puerco cuando Melocotones estaba dando problemas, porque no le gustaba mucho.

Qu quieres decir, pensar? dijo Jamn de Puerco.

Yo... seor, creo que debemos dejar de hacer este truco dijo Melocotones, bajando la cabeza nerviosa.

Oh, t piensas tambin, verdad? dijo Jamn de Puerco. Todos estn pensando en estos das. Pienso que hay demasiado de este estar pensando, eso es lo que yo creo. Nunca pensbamos en pensar cuando era un muchacho. Nunca tendramos nada hecho si pensramos primero.

Tambin lanz una mirada furiosa a Maurice. A Jamn de Puerco no le gustaba Maurice. No le gustaba la mayora de las cosas que haban ocurrido desde el Cambio. A decir verdad, Maurice se preguntaba cunto tiempo iba a durar Jamn de Puerco como lder. No le gustaba pensar. Perteneca a los das cuando un lder-rata slo tena que ser grande y tener mal genio. El mundo se estaba moviendo demasiado rpido para l ahora, y eso lo enfadaba.

Ahora no estaba tanto conduciendo como siendo empujado.

Yo... Porotos Peligrosos, seor, cree que debemos pensar en instalarnos, seor dijo Melocotones.

Maurice frunci el ceo. Jamn de Puerco no escuchara a Melocotones, y ella lo saba, pero Porotos Peligrosos era la cosa ms cercana a un genio que las ratas tenan e incluso las ratas grandes le escuchaban.

Pensaba que bamos a subirnos a un bote y buscar una isla en algn lugar dijo Jamn de Puerco. Lugares muy ratosos, los botes aadi, con aprobacin. Entonces continu, con una mirada ligeramente nerviosa y enfadada a Porotos Peligrosos: Y las personas me dicen que necesitamos este dinero porque ahora que podemos tener todos estos pensamientos tenemos que ser et... etic...

ticos, seor dijo Porotos Peligrosos.

Lo que me suena poco ratoso. No es que mi opinin cuente para algo, parece dijo Jamn de Puerco.

Tenemos dinero suficiente, seor dijo Melocotones. Ya tenemos un montn de dinero. Tenemos un montn de dinero, verdad, Maurice? No era una pregunta; era una especie de acusacin.

Bien, cuando dices un montn... empez Maurice.

Y a decir verdad tenemos ms dinero que el que pensbamos dijo Melocotones, todava en el mismo tono de voz. Era muy educada, pero continuaba hablando y haca todas las preguntas equivocadas. Para Maurice, una pregunta equivocada era una que l no quera que nadie preguntara. Se escuch la pequea tos de Melocotones otra vez. La razn por la que digo que tenemos ms dinero, Maurice, es que dijiste que sas llamadas monedas de oro eran brillantes como la luna y que monedas de plata eran brillantes como el sol, y que te quedaras con todas las monedas de plata. A decir verdad, Maurice, eso est equivocado. Las monedas de plata son las que brillan como la luna.

Maurice pens una palabra descorts en idioma gato; tena muchas de ellas. Qu sentido tena la educacin, pens, si las personas salan despus y la usaban?

As es que pensamos, seor dijo Porotos Peligrosos a Jamn de Puerco, que despus de esta ltima vez debemos dividir el dinero e irnos por caminos separados. Adems, se pone peligroso seguir repitiendo el mismo truco. Debemos detenernos antes de que sea demasiado tarde. Hay un ro aqu. Deberamos poder llegar al mar.

Una isla sin seres humanos ni krllrrt gatos sera un buen lugar dijo Jamn de Puerco.

Maurice no dej que su sonrisa se esfumara, aunque saba qu quera decir krllrrt.

Y no querramos alejar a Maurice de su maravilloso empleo con el mago dijo Melocotones.

Los ojos de Maurice se estrecharon. Por un momento, l lleg cerca de violar su regla de hierro de no comerse a nadie que pudiera hablar.

Y qu dices t, chico? dijo, mirando al muchacho de aspecto estpido.

No me importa dijo el muchacho.

No te importa qu? dijo Maurice.

No me importa nada, realmente dijo el muchacho. Mientras nadie me impida tocar.

Pero tienes que pensar en el futuro! dijo Maurice.

Lo hago dijo el muchacho. Quiero continuar tocando mi msica en el futuro. No cuesta nada tocar. Pero tal vez las ratas tienen razn. Hemos tenido un par de escapadas por los pelos, Maurice.

Maurice lanz al muchacho una mirada aguda para ver si estaba bromeando, pero nunca antes haba hecho esa clase de cosas. Se rindi. Bien, no exactamente rendirse. Maurice no haba llegado donde estaba por haberse dado por vencido ante los problemas. Slo los pona a un lado. Despus de todo, siempre apareca algo.

De acuerdo, bien dijo. Lo haremos una vez ms y dividiremos el dinero en tres partes. Bien. Ningn problema. Pero si va a ser la ltima vez, hagmosla para que la recuerden, eh? Sonri.

A las ratas, siendo ratas, no les entusiasmaba ver a un gato sonriente, pero comprendieron que una difcil decisin haba sido tomada. Lanzaron diminutos suspiros de alivio.

Ests contento con eso, chico? dijo Maurice.

Puedo continuar tocando mi flauta despus? pregunt el muchacho.

Absolutamente.

De acuerdo dijo el muchacho.

El dinero, brillante como el sol y brillante como la luna, fue puesto solemnemente en su bolsa. Las ratas arrastraron la bolsa bajo los arbustos y la enterraron. Nadie poda enterrar dinero como las ratas, y no convena llevar demasiado a los pueblos.

Entonces estaba el caballo. Era un caballo valioso, y Maurice lamentaba realmente mucho dejarlo suelto. Pero, como Melocotones seal, era el caballo de un salteador de caminos, con una silla de montar muy ornamentada y brida. Tratar de venderlo aqu poda ser peligroso. Las personas hablaran. Podra atraer la atencin del gobierno. No era momento de tener a la Guardia sobre sus colas.

Maurice camin hasta el borde de la roca y mir al pueblo, abajo, que estaba despertndose bajo el amanecer.

Hagmosla bien grande, entonces, eh? dijo, cuando las ratas regresaron. Quiero ver los mximos chillidos y caras raras en las personas y pishar las cosas, de acuerdo?

Pensamos que pishar las cosas no es realmente... empez Porotos Peligrosos.

Ejem... dijo Melocotones.

Oh, supongo, si es la ltima vez... termin Porotos Peligrosos.

He pishado todo desde que sal del nido dijo Jamn de Puerco. Ahora me dicen que no es correcto. Si eso es lo que significa pensar, me alegro de no hacerlo.

Dejmoslos asombrados dijo Maurice. Ratas? Piensan que han visto ratas en ese pueblo? Despus de que nos hayan visto, estarn inventando historias!

Captulo 2

El Sr. Conejn tena muchos amigos en Fondo Peludo. Pero el Sr. Conejn era ms amigable con la comida que con cualquier otra cosa.

- De El Sr. Conejn Tiene Una Aventura

ste era el plan.

Y era un buen plan. Incluso las ratas, incluso Melocotones, tenan que admitir que haba resultado.

Todos saban sobre plagas de ratas. Haba historias famosas sobre flautistas de ratas, que se ganaban el pan yendo de pueblo en pueblo para librarlos de las plagas de ratas. Por supuesto no slo haba plagas de ratas algunas veces haba plagas de ejecutantes de acorden, ladrillos atados con cordel, o peces pero todos conocan las de ratas.

Y eso, realmente, era todo. No necesitabas muchas ratas para una plaga, no si conocan su negocio. Una rata, apareciendo aqu y all, chillando fuerte, tomando un bao en la nata fresca y pishando la harina, poda ser toda una plaga ella sola.

Despus de unos pocos das de esto, era asombroso ver cmo se alegraban las personas cuando el muchacho de aspecto estpido llegaba con su mgica flauta de ratas. Y se asombraban cuando las ratas salan a raudales de cada agujero para seguirlo afuera del pueblo. Estaban tan asombradas que no se preocupaban mucho por el hecho de que slo haba unos cientos de ratas.

Se habran sentido realmente asombradas si alguna vez hubieran descubierto que las ratas y el flautista se reunan con un gato en algn lugar en los arbustos fuera del pueblo, y contaban el dinero solemnemente.

Bad Blintz estaba despertando cuando Maurice entr con el muchacho. Nadie los molest, aunque Maurice despert mucho inters. Esto no lo preocupaba. Saba que era interesante. Los gatos caminaban como si poseyeran el sitio de todos modos, y el mundo estaba lleno de muchachos de aspecto estpido y las personas no se precipitaban para ver otro ms.

Pareca que hoy era da del mercado, pero no haba muchos puestos y vendan principalmente, bien, cachivaches. Cacerolas viejas, ollas, zapatos usados... la clase de cosas que las personas tienen que vender cuando estn cortos del dinero.

Maurice haba visto muchos mercados, en sus viajes por otros pueblos, y saba cmo deban verse.

Debera haber mujeres gordas vendiendo pollos dijo. Y personas vendiendo dulces para los nios, y cintas. Acrbatas y payasos. Incluso malabaristas de comadreja, si tienes suerte.

No hay nada como eso. No hay apenas nada para comprar, por lo que se ve dijo el muchacho. Pens que habas dicho que ste era un pueblo rico, Maurice.

Bien, pareca rico dijo Maurice. Todos esos campos grandes en el valle, todos esos botes sobre el ro... pensaras que las calles estaban pavimentadas con oro!

El muchacho levant la mirada.

Qu gracioso dijo.

Qu?

Las personas parecen pobres dijo. Son los edificios los que parecen ricos.

Y as era. Maurice no era un experto en arquitectura pero los edificios de madera haban sido cuidadosamente tallados y pintados. Not otra cosa tambin. No tena nada de cuidadoso el cartel que haba sido clavado sobre la pared ms cercana.

Deca:

SE BUSCAN RATAS MUERTAS!

50 PENIQUES POR COLA!

SE BUSCAN: CAZADORES DE RATAS

OFICINA DE RDENES: EL RATHAUS

El muchacho lo estaba mirando fijamente.

Deben querer librarse realmente de sus ratas aqu dijo Maurice, alegremente.

Nunca nadie ha ofrecido una recompensa de medio dlar por cola! dijo el muchacho.

Te dije que ste sera el grande dijo Maurice. Estaremos sentados sobre una pila de oro antes de que termine la semana!

Qu es una casa de ratas? dijo el muchacho, desconfiado. No puede ser una casa para las ratas, verdad? Y por qu todos estn mirndote?

Soy un gato apuesto dijo Maurice. An as, era un poco sorprendente. Las personas se empujaban y lo sealaban. Pensaras que nunca antes han visto a un gato farfull, mirando el gran edificio al otro lado de la calle. Era grande y cuadrado, rodeado por personas, y el cartel deca: RATHAUS. Rathaus es slo la palabra local para... como casa del consejo, el ayuntamiento dijo. No tiene nada que ver con las ratas, aunque puede sonar divertido.

Realmente conoces muchas palabras, Maurice dijo el muchacho, con admiracin.

Me asombro a m mismo, a veces dijo Maurice.

Haba una cola de personas enfrente de una inmensa puerta abierta. Otras personas, que presumiblemente ya haban hecho lo que sea para lo que haban hecho la cola, salan por otra entrada, solas o en parejas. Todas llevaban panes.

Formaremos fila tambin? dijo el muchacho.

No lo creo dijo Maurice, cuidadosamente.

Por qu no?

Ves esos hombres en la puerta? Parecen vigilantes. Tienen grandes cachiporras. Y todos les muestran un trozo de papel cuando pasan. No me gusta el aspecto de eso dijo Maurice. Eso me parece gobierno.

No hemos hecho nada malo dijo el muchacho. No aqu, de todos modos.

Nunca lo sabes, con los gobiernos. Qudate quieto aqu, chico. Echar un vistazo.

Las personas miraron a Maurice cuando entr con paso majestuoso en el edificio, pero pareca que en un pueblo acosado por las ratas un gato era muy popular. Un hombre trat de recogerlo, pero perdi inters cuando Maurice se volvi y le clav las uas en el dorso de la mano.

La cola serpenteaba en un gran saln y pasaba enfrente de una larga mesa de caballete. All, cada persona mostraba su trozo de papel a dos mujeres enfrente de una gran bandeja de pan, y reciban uno. Entonces seguan hasta un hombre con una tinaja de salchichas, y reciban considerablemente menos salchicha.

Observando todo esto, y diciendo algo ocasionalmente a los servidores de comida, estaba el Alcalde. Maurice lo reconoci en un instante porque tena una cadena de oro alrededor del cuello. Haba tropezado con muchos alcaldes desde que trabajaba con las ratas. ste era diferente del resto. Era ms pequeo, mucho ms preocupado, y tena una calva que trataba de cubrir con tres hebras de pelo. Tambin era mucho ms delgado que los otros alcaldes a quienes Maurice haba visto. No se vea como si hubiera sido comprado por toneladas.

As que... la comida est escasa, pens Maurice. Tienen que racionarla. Parece como si necesitaran de un flautista cualquier da desde ahora. Es una suerte para nosotros haber llegado justo a tiempo...

Se march otra vez, pero esta vez un poco ms rpido, porque se dio cuenta de que alguien estaba tocando una flauta. Era, como tema, el muchacho. Haba puesto su gorra en el suelo enfrente de l, e incluso haba acumulado algunas monedas. La cola se haba curvado para que las personas pudieran escucharlo, y uno o dos nios pequeos estaban bailando en ese momento.

Maurice era solamente experto en cantos de gato, que era pararse a dos pulgadas enfrente de los otros gatos y gritarles hasta que se rendan. La msica humana siempre le sonaba flaca y aguada. Pero las personas seguan el ritmo con los pies cuando escuchaban tocar al muchacho. Sonrean durante un rato.

Maurice esper hasta que el muchacho termin la meloda. Mientras la cola aplauda, se acerc sigilosamente al muchacho por detrs, lo roz al pasar y sise:

Bien hecho, cerebro-de-pez! Se supone que seamos discretos! Vamos, vmonos. Oh, agarra ese dinero, tambin.

Se dirigi a travs de la plaza hasta que se detuvo tan repentinamente que el muchacho casi camina sobre l.

Whoops, aqu viene algo ms de gobierno dijo. Y sabemos qu son stos, verdad...?

El muchacho lo saba. Eran cazadores de ratas, dos de ellos. Incluso aqu, llevaban los largos abrigos polvorientos y los maltratados sombreros altos y negros de su profesin. Cada uno llevaba un palo sobre el hombro, del que colgaba una variedad de trampas.

Del otro hombro colgaba una bolsa grande, de la clase que realmente uno no querra mirar adentro. Y cada hombre tena un terrier en un cordel. Eran perros flacos y ladradores; le grueron a Maurice mientras eran arrastrados al pasar.

La cola solt una aclamacin cuando los hombres se acercaron, y aplaudieron cuando ambos metieron la mano en las bolsas y levantaron un par de puados de algo que se vea, segn Maurice, como cordel negro.

Doscientas hoy! grit uno de los cazadores de ratas.

Uno de los terrier arremeti contra Maurice, tirando de su cordel desesperadamente. El gato no se movi. Probablemente slo el muchacho de aspecto estpido lo escuch decir, en voz baja:

Sintate, saco de pulgas! Perro malo!

La cara del terrier se retorci en la expresin horriblemente preocupada de un perro que trata de tener dos ideas al mismo tiempo. Saba que los gatos no deban hablar, y este gato acababa de hacerlo. Era un problema terrible. Se sent torpemente y gimi.

Maurice se lav. Era un insulto mortal.

El cazador de ratas, fastidiado por el comportamiento tan cobarde de su perro, tir de l.

Y dej caer algunos de los cordeles negros.

Colas de rata! dijo el muchacho. Realmente deben tener problemas aqu!

Uno ms grande del que piensas dijo Maurice, mirando el racimo de colas. Recoge sas cuando nadie est mirando, quieres?

El muchacho esper hasta que las personas no estuvieran mirando hacia ellos, y extendi la mano hacia abajo. Justo cuando sus dedos tocaban el enredo de colas una gran bota negra y brillante lo pis pesadamente.

Veamos, usted no quiere tocarlas, joven seor dijo una voz encima de l. Puede pescar la plaga, ya sabe, de las ratas. Hace que sus piernas estallen. Era uno de los cazadores de ratas. Sonri al muchacho, pero no era una sonrisa de buen humor. Ola a cerveza.

Eso es correcto, joven seor, y luego su cerebro baja por la nariz dijo el otro cazador de ratas, acercndose por detrs del muchacho. No se atrevera a usar su pauelo, joven seor, si pesca la plaga.

Mi socio ha puesto su dedo directo sobre el asunto, como es habitual, joven seor dijo el primer cazador de ratas, respirando ms cerveza en la cara del muchacho.

Que es ms de lo que usted sera capaz de hacer, joven seor dijo el cazador de ratas 2, porque cuando pesca la plaga, sus dedos se ponen todos...

Sus piernas no han estallado dijo el muchacho. Maurice gimi. Nunca era buena idea ser descorts con un olor a cerveza. Pero los cazadores de ratas estaban en la etapa donde, contra toda probabilidad, pensaban que eran graciosos.

Ah, bien dicho, joven seor, pero es porque la leccin uno en la escuela del Gremio de Cazadores de Ratas es no dejar que sus piernas estallen dijo el Cazador de Ratas 1.

Lo cual es bueno porque la segunda leccin est en el piso superior dijo el Cazador de Ratas 2. Oh, yo soy un caso, verdad, joven seor?

El otro cazador de ratas recogi el manojo de cordeles negros, y su sonrisa desapareci mientras miraba al muchacho.

No te he visto antes, chico dijo. Y mi consejo es que mantengas limpia tu nariz y no digas nada de nada a nadie. Ni una palabra. Comprendes?

El muchacho abri la boca, y luego la cerr apresuradamente. El cazador de ratas sonri atrozmente otra vez.

Ah. Comprendes rpido, joven seor dijo. Quizs te veremos por all, eh?

Apuesto a que te gustara ser un cazador de ratas cuando crezcas, eh, joven seor dijo el Cazador de Ratas 2, palmeando con fuerza la espalda del muchacho.

El muchacho asinti. Pareca lo mejor para hacer. El Cazador de Ratas 1 se inclin hacia abajo hasta que su roja nariz con cicatrices de viruela estuvo a una pulgada de la cara del muchacho.

Si t creces, joven seor dijo.

Los cazadores de ratas se alejaron, arrastrando sus perros con ellos. Uno de los terrier segua mirando a Maurice hacia atrs.

Unos cazadores de ratas muy inslitos tienen por aqu dijo el gato.

No he visto antes cazadores de ratas como ellos dijo el muchacho. Parecan peligrosos. Como si lo disfrutaran.

No he visto cazadores de ratas que han estado muy ocupados pero que todava tienen bonitas botas limpias dijo Maurice.

S, las tenan, verdad? dijo el muchacho.

Pero incluso eso no es tan raro como las ratas de por aqu dijo Maurice, con la misma voz tranquila, como si estuviera sumando dinero.

Qu tienen de raro esas ratas? dijo el muchacho.

Algunas de ellas tienen colas muy extraas dijo Maurice.

El muchacho mir la plaza a su alrededor. La cola para el pan era todava muy larga, y lo puso nervioso. Pero tambin el vapor. Unas pequeas rfagas suban desde las rejas y tapas de alcantarilla por todo el lugar, como si todo el pueblo hubiera sido construido sobre una tetera. Tambin, tena la marcada sensacin de que alguien lo estaba observando.

Pienso que debemos buscar a las ratas y seguir adelante dijo.

No, esto huele como un pueblo con oportunidades dijo Maurice. Algo est pasando, y cuando algo est pasando, eso quiere decir que alguien se est enriqueciendo, y cuando alguien se est enriqueciendo, no veo por qu no debera ser y... nosotros.

S, pero no queremos que esas personas maten a Porotos Peligrosos ni al resto de ellos!

No se dejaran atrapar dijo Maurice. Esos hombres no ganaran ningn premio por pensar. Incluso Jamn de Puerco podra darles mil vueltas alrededor. Y a Porotos Peligrosos le sale cerebro por las orejas.

Espero que no!

Nah, nah dijo Maurice, que generalmente le deca a las personas lo que queran escuchar, quiero decir que nuestras ratas pueden pensar sumamente humano, de acuerdo? Recuerdas all en Scrote cuando Sardinas se meti en esa tetera y le sopl una frambuesa a la anciana cuando levant la tapa? Ja, ni siquiera las ratas corrientes pueden pensar humano. Los humanos piensan eso porque son ms grandes, son mejores... Espera, me callar, alguien nos est observando...

Un hombre que llevaba una canasta se haba detenido al salir del Rathaus y estaba mirando a Maurice con mucho inters. Entonces levant la vista al muchacho y dijo:

Buen ratero, verdad? Apostara a que lo es, un gato as de grande. Es tuyo, muchacho?

Dile que s susurr Maurice.

Algo as, s dijo el muchacho. Levant a Maurice.

Te dar cinco dlares por l dijo el hombre.

Pdele diez sise Maurice.

No est en venta dijo el muchacho.

Idiota! ronrone Maurice.

Siete dlares, entonces dijo el hombre. Mira, te dir lo que har... cuatro rebanadas enteras de pan, qu me dices?

Eso es absurdo. Una rebanada de pan no debe costar ms de veinte peniques dijo el muchacho.

El hombre le lanz una mirada extraa.

Nuevo aqu, verdad? Tienes mucho dinero, verdad?

Suficiente dijo el muchacho.

Eso crees? No servir, de todos modos. Mira, cuatro rebanadas de pan y un bollo, no puedo ser ms justo. Puedo conseguir un terrier por diez panes y estn locos por las ratas... No? Bien, cuando ests hambriento lo dars por media rebanada de pan y raspada y pensars que has hecho bien, creme.

Parti a grandes zancadas. Maurice escap de los brazos del muchacho y aterriz con suavidad sobre los adoquines.

Honestamente, si slo fuera buen ventrlocuo podramos hacer una fortuna mascull.

Ventrlocuo? dijo el muchacho, mirando al hombre que se alejaba.

Es cuando t abres y cierras tu boca y yo hablo dijo Maurice. Por qu no me vendiste? Podra haber regresado en diez minutos! Escuch de un hombre que hizo una fortuna vendiendo palomas mensajeras, y solamente tena una!

No piensas que algo est mal en un pueblo donde la gente pagara ms de un dlar por una rebanada de pan? dijo el muchacho. Y pagan medio dlar slo por una cola de rata?

Mientras les quede suficiente dinero para pagar al flautista dijo Maurice. Es un poco de suerte que ya haya una plaga de ratas aqu, eh? Rpido, palmea mi cabeza, hay una nia observndonos.

El muchacho levant la mirada. Haba una nia que los observaba. Las personas pasaban calle arriba y abajo, y algunas caminaban entre el muchacho y la nia, pero ella permaneca de pie inmvil y slo lo miraba. Y a Maurice. Tena la misma mirada de clavarte en la pared que asociaba con Melocotones. Pareca esa clase de persona que haca preguntas. Y su pelo era demasiado rojo y su nariz era demasiado larga. Y llevaba un largo vestido negro con borde de encaje negro. Nada bueno resulta de ese tipo de cosas.

Cruz la calle y enfrent al muchacho.

Eres nuevo, verdad? Viniste aqu buscando trabajo, verdad? Probablemente te echaron de tu ltimo trabajo, supongo. Probablemente porque te quedaste dormido, y las cosas se arruinaron. Probablemente fue as. O escapaste porque tu amo te golpe con un gran palo, aunque aadi, mientras tena otra idea, probablemente te lo merecas por ser perezoso. Y entonces probablemente robaste el gato, sabiendo cuntas personas pagaran por un gato aqu. Y debes estar loco de hambre porque estabas hablndole al gato y todos saben que los gatos no pueden hablar.

No puede decir una sola palabra dijo Maurice.

Y probablemente eres un muchacho misterioso que... La nia par y lanz a Maurice una mirada perpleja. l arque el lomo y dijo prppt, que quiere decir en idioma gato bollos!. Dijo algo ese gato? exigi.

Pens que todos saban que los gatos no pueden hablar dijo el muchacho.

Ah, pero tal vez eras aprendiz de un mago dijo la nia. S, eso suena mejor. Servir por ahora. Eras aprendiz de un mago, pero te quedaste dormido y dejaste hervir de ms el caldero de cosa verde burbujeante y l amenaz con convertirte en un, un, un...

Jerbo dijo Maurice, servicial.

... un jerbo, y robaste su gato mgico porque lo odiabas tanto y... qu es un jerbo? Acaso ese gato acaba de decir jerbo?

No me mires! dijo el muchacho. Yo slo estoy parado aqu!

Muy bien, y luego trajiste al gato aqu porque sabas que hay una terrible hambruna y es por eso que ibas a venderlo y ese hombre te habra dado diez dlares, ya sabes, si hubieras insistido.

Diez dlares son demasiado dinero incluso por un buen ratero dijo el muchacho.

Ratero? No estaba interesado en atrapar ratas! dijo nia pelirroja. Todos estn hambrientos aqu! Sacas al menos dos comidas de ese gato!

Qu? Ustedes comen gatos aqu? dijo Maurice con la cola mullida como un cepillo.

La nia se inclin hacia Maurice con una terrible sonrisa, exactamente igual a la que Melocotones pone cuando le ha ganado una discusin, y toc su nariz con un dedo.

Te atrap! dijo. Caste en un truco muy simple! Pienso que es mejor que ustedes dos vengan conmigo, verdad? O gritar. Y las personas me escuchan cuando yo estoy gritando!

Captulo 3

Nunca entres en el Bosque Oscuro, amigo mo dijo Ratoso Rupert. Hay cosas malas ah.

- De El Sr. Conejn Tiene Una Aventura

Muy abajo de las garras de Maurice, las ratas se deslizaban a travs del subsuelo de Bad Blintz. Los pueblos antiguos son as. Las personas construyen tanto abajo como arriba. Unos stanos se pegan a otros stanos, y algunos quedan olvidados... excepto por criaturas que quieren quedar fuera de la vista.

En la oscuridad hmeda y espesa una voz dijo:

Muy bien, quin tiene los fsforos?

Yo, Porotos Peligrosos. Cuatroporciones.

Bien hecho, joven rata. Y quin tiene la vela?

Yo, seor. Soy Mordisco.

Bien. Ponla aqu y Melocotones la encender.

Se escucharon muchos movimientos en la oscuridad. No todas las ratas se haban acostumbrado a la idea de hacer fuego, y algunas se apartaban del camino.

Se escuch el ruido de una raspada, y luego el fsforo se encendi. Sujetando el fsforo con ambas garras delanteras, Melocotones encendi el cabo de vela. La llama se hinch por un momento y luego qued un brillo constante.

Puedes verla, realmente? pregunt Jamn de Puerco.

S, seor dijo Porotos Peligrosos. No soy totalmente ciego. Puedo distinguir la diferencia entre luz y oscuridad.

Sabes dijo Jamn de Puerco, mirando la llama con desconfianza, incluso as, no me gusta en absoluto. La oscuridad era bastante buena para nuestros padres. Terminar en problemas. Adems, ponerle fuego a una vela es un desperdicio de comida perfectamente buena.

Tenemos que poder controlar el fuego, seor dijo Porotos Peligrosos tranquilamente. Con la llama hacemos una declaracin a la oscuridad. Decimos: somos distintos. Decimos: no somos exactamente ratas. Decimos: somos El Clan.

Jrunf dijo Jamn de Puerco, que era su respuesta habitual cuando no comprenda lo que acababa de decirse. ltimamente haba estado jrunfiando mucho.

He odo que las ratas ms jvenes estn diciendo que las sombras las asustan dijo Melocotones.

Por qu? dijo Jamn de Puerco. No tienen miedo de la oscuridad completa, verdad? La oscuridad es ratosa! Estar en la oscuridad es lo que define a una rata!

Es raro dijo Melocotones, pero no sabamos que las sombras estaban ah hasta que tuvimos la luz.

Una de las ratas ms jvenes levant una garra asustada.

Hum... e incluso cuando la luz se ha ido, sabemos que las sombras todava estn por aqu dijo.

Porotos Peligrosos se volvi hacia la rata joven.

T eres...? pregunt.

Deliciosa dijo la rata ms joven.

Bien, Deliciosa dijo Porotos Peligrosos, con voz amable, tener miedo de las sombras es todo parte de nosotros al volvernos ms inteligentes, creo. Tu mente est entendiendo que hay un t, y que tambin hay todo lo dems afuera de ti. As que ahora no tienes miedo de cosas que puedes ver, escuchar y oler, pero tampoco de las cosas que puedes... bueno... ver dentro de tu cabeza. Aprender a enfrentar las sombras de afuera nos ayuda a que luchemos contra las sombras de adentro. Y puedes controlar toda la oscuridad. Es un gran paso adelante. Bien hecho.

Deliciosa pareca ligeramente orgullosa, pero sumamente nerviosa.

No veo el punto, yo mismo dijo Jamn de Puerco. Solamos estar muy bien en el basurero. Nunca tuve temor de nada.

ramos presa de cada gato extraviado y perro hambriento, seor dijo Porotos Peligrosos.

Oh, bien, si vamos a hablar de gatos gru Jamn de Puerco.

Creo que podemos confiar en Maurice, seor dijo Porotos Peligrosos. Quizs no cuando se trata de dinero, lo admito. Pero es muy bueno al no comer a las personas que hablan, usted lo sabe. l controla, todas las veces.

Puedes confiar en que un gato sea un gato dijo Jamn de Puerco. Hable o no!

S, seor. Pero somos diferentes, y tambin l. Creo que en el fondo es un gato decente.

Ejem. Eso tendr que verse dijo Melocotones. Pero ahora que estamos aqu, organicmonos.

Jamn de Puerco gru.

Quin eres para decir organicmonos? dijo cortante. Eres el lder, joven hembra que se niega a rllk conmigo? No! Yo soy el lder. Es mi trabajo decir organicmonos!

S, seor dijo Melocotones, agachndose mucho. Cmo le gustara que nos organicemos, seor?

Jamn de Puerco la mir. Mir a las ratas que esperaban con sus paquetes y atados, y entonces a su alrededor en el stano antiguo, y luego a Melocotones, todava inclinada.

Slo... organcense farfull. No me molesten con detalles! Soy el lder. Y sali con paso airado hacia las sombras.

Cuando se fue, Melocotones y Porotos Peligrosos miraron a su alrededor en el stano, que estaba lleno de sombras temblorosas creadas por la luz de la vela. Un hilo de agua bajaba corriendo por una pared costrosa. Aqu y all se haban cado unas piedras, dejando agujeros acogedores. La tierra cubra el piso, y no se vea ninguna pisada humana.

Una base ideal dijo Porotos Peligrosos. Huele a secreto y seguro. Un lugar perfecto para ratas.

Correcto dijo una voz. Y sabes qu me est preocupando sobre eso?

La rata llamada Canela Oscuro camin hasta la luz de la vela, y se quit uno de sus cinturones de herramientas. Muchas de las ratas que observaban de repente prestaron atencin. Las personas escuchaban a Jamn de Puerco porque era el lder, pero escuchaban a Canela Oscuro porque a menudo les deca las cosas que real, realmente necesitaban saber si queran seguir viviendo. Era grande, y flaco, y duro, y pasaba la mayor parte de su tiempo desarmando trampas para ver cmo trabajaban.

Qu te est preocupando, Canela Oscuro? pregunt Porotos Peligrosos.

No hay ninguna rata aqu. Excepto nosotros. Tneles de rata, s. Pero no hemos visto ninguna rata. Ninguna rata en absoluto. Un pueblo as debera estar lleno.

Oh, probablemente sienten temor de nosotros dijo Melocotones.

Canela Oscuro tamborile el costado de su marcado hocico.

Tal vez dijo. Pero las cosas no huelen bien. Pensar es un gran invento, pero recibimos narices y conviene escucharlas. Sean muy cuidadosos. Se volvi hacia las ratas reunidas y levant la voz. De acuerdo, gente! Conocen las instrucciones! grit. Enfrente de m, en sus pelotones, ahora!

No les llev mucho tiempo a las ratas formar tres grupos. Haban tenido mucha prctica.

Muy bien dijo Canela Oscuro, mientras las ltimas se colocaban en posicin. Correcto! ste es territorio tramposo, tropas, as que vamos a tener cuidado...

Canela Oscuro era diferente entre las ratas porque vesta cosas.

Cuando las ratas descubrieron los libros y toda la idea de libros era todava difcil para la mayora de las ms viejas encontraron, en la librera que invadan cada noche, el Libro.

Este libro era asombroso.

Incluso antes de que Melocotones y Centro de Rosquilla aprendieran cmo leer las palabras humanas, quedaron asombrados por las figuras.

All haba animales que llevaban ropa. Haba un conejo que caminaba sobre sus piernas traseras y llevaba un traje azul. Haba una rata con un sombrero, y llevaba una espada y un gran chaleco rojo, con un reloj en una cadena. Incluso la serpiente tena cuello y corbata. Y todos hablaban y ninguno se coma a ninguno de los otros y todos ellos y sta era la parte increble hablaban con los humanos, que los trataban, bien, como humanos ms pequeos. No haba trampas, ni venenos. Indudablemente (de acuerdo con Melocotones, que poco a poco y meticulosamente se abra camino a travs del libro, y a veces lea partes en voz alta), Oleosa la Serpiente era un poco bribona, pero no ocurra nada realmente malo. Incluso cuando el conejo se perdi en el Bosque Oscuro slo tuvo un poco de susto.

S, El Sr. Conejn Tiene Una Aventura era la causa de muchas discusiones entre los Cambiados. Para qu era? Era, como Porotos Peligrosos crea, una visin de algn futuro brillante? Haba sido hecho por los humanos? La tienda era para los humanos, cierto, pero seguramente ni siquiera los humanos haran un libro sobre Ratoso Rupert la rata, que llevaba un sombrero, y al mismo tiempo envenenar ratas bajo las tablas del piso. Lo habran hecho? Qu tan locos tendran que estar para pensar as?

Algunas de las ratas ms jvenes haban sugerido que quizs la ropa era ms importante que lo que todos pensaban. Haban tratado de usar chalecos, pero haba sido muy difcil recortarlos del dibujo, no podan prender los botones y, francamente, las cosas quedaban atrapadas en cada astilla y era muy difcil correr. Loa sombreros simplemente se caan.

Canela Oscuro pensaba que los humanos eran locos, y tambin malos. Pero las imgenes en el libro le haban dado una idea. Lo que usaba no era tanto un chaleco como una red de anchos cinturones, fciles de poner y sacar. En ellos haba cosido bolsillos y sa haba sido una buena idea, como tener garras adicionales para llevar todas las cosas que necesitaba, como varillas de metal y trozos de alambre. Algunos del resto del equipo tambin haban adoptado la idea. Nunca sabas qu ibas a necesitar despus, en el Escuadrn de Eliminacin de Trampas. Era una vida ratosa y ardua.

Las varillas y los alambres resonaban mientras Canela Oscuro caminaba arriba y abajo enfrente de sus escuadrones. Se detuvo delante de un gran grupo de ratas ms jvenes.

Muy bien, pelotn Nmero Tres, estn en servicio de pisheo dijo. Vayan y tomen un buen trago.

Oooh, siempre estamos en pisheo se quej una rata.

Canela Oscuro se abalanz sobre ella y la mir, nariz a nariz, hasta que retrocedi.

Es porque eres bueno hacindolo, mi muchacho! Tu madre te cri para ser un pishador, de modo que te vas y haces lo que te sale naturalmente! Nada saca tanto de sus casillas a los humanos como ver que las ratas han estado ah antes, si captas lo que quiero decir! Y si tienes la oportunidad, puedes roer un poco tambin. Y corre de un lado para el otro bajo las tablas del piso y chilla! Y recuerda, nadie va a entrar hasta que reciban el aviso de todo-limpio del escuadrn de trampas. Al agua, ahora, toma el doble! Ap! Ap! Ap! Uno dos, uno dos, uno dos!

El pelotn sali, a toda velocidad.

Canela Oscuro se volvi hacia el pelotn Nmero Dos. Eran algunas de las ratas ms viejas, marcadas, mordidas y andrajosas, algunas de ellas con cabos de colas o sin colas en absoluto, algunas de ellas sin una garra, o una oreja, o un ojo. A decir verdad aunque eran unas veinte, tenan entre todas slo las partes suficientes para hacer unas diecisiete ratas completas.

Pero porque eran viejas eran astutas, porque una rata que no es hbil, furtiva y recelosa no llega a rata vieja. Eran todas mayores cuando lleg la inteligencia. Estaban ms hechas a las antiguas maneras. Jamn de Puerco siempre deca que le gustaban as. Todava tenan mucho de ratosidad bsica, esa clase de astucia salvaje que te sacara de las trampas en las que la sobreexcitada inteligencia te metera. Pensaban con sus narices. Y no tenas que decirles dnde pishar.

Muy bien, gente, ya conocen las instrucciones dijo Canela Oscuro. Quiero ver muchas cosas descaradas. Robar la comida de los tazones de los gatos, pasteles debajo de las narices de los cocineros...

... dientes postizos de las bocas de ancianos... dijo una rata pequea, que pareca estar bailando en el sitio mientras estaba parada. Sus pies se movan constantemente, tipiti-tap sobre el piso del stano. Tambin llevaba un sombrero, una maltratada cosa de paja. Era la nica rata que poda hacer que un sombrero se quedara en su lugar, calzando sus orejas a travs de l. Deca que para adelantar, tenas que tener un sombrero.

sa fue una chiripa, Sardinas. Apuesto a que no puedes hacerlo otra vez dijo Canela Oscuro, sonriendo. Y no sigas dicindole a los nios cmo fuiste a nadar en la baera de alguien. S, s que lo hiciste, pero no quiero perder a nadie que no pueda salir de una baera resbaladiza. De todos modos... si no escucho a las damas gritar y salir corriendo de sus cocinas dentro de diez minutos sabr que ustedes no son las ratas pienso que son. Bien? Qu estn esperando todas? Adelante! Y... Sardinas?

S, jefe?

Tranquilo con el baile tap esta vez, de acuerdo?

Yo slo tengo estos pies que bailan, jefe!

Y tienes que seguir usando ese estpido sombrero? continu Canela Oscuro, sonriendo otra vez.

S, jefe! Sardinas era una de las ratas ms viejas, pero la mayor parte del tiempo no lo sabras. Bailaba y bromeaba, y nunca se meta en peleas. Haba vivido en un teatro y una vez se comi toda una caja de maquillaje. Pareca habrsele metido en la sangre.

Y nada de ir por delante del escuadrn de trampas! dijo Canela Oscuro.

Sardinas sonri.

Eh, jefe, no puedo tener ninguna diversin? Se alej bailando detrs del resto, hacia los agujeros en las paredes.

Canela Oscuro se movi hasta el pelotn Nmero Uno. Era el ms pequeo. Tenas que ser cierto tipo de rata para durar un largo tiempo en el Escuadrn de Eliminacin de Trampas. Tenas que ser lento, y paciente, y meticuloso. Tenas que tener buena memoria. Tenas que ser cauteloso. Podas unirte al escuadrn si eras rpido, descuidado y apresurado. Slo que no durabas mucho.

Los mir, arriba y abajo, y sonri. Estaba orgulloso de estas ratas.

Est bien, gente, ya lo saben todo ahora dijo. No necesitan un largo discurso de m. Slo recuerden que ste es un pueblo nuevo as que no sabemos qu vamos a encontrar. Es posible que haya muchas clases de trampas nuevas, pero aprendemos rpido, verdad? Venenos, tambin. Podran estar usando cosas con las que nunca hemos tropezado antes, as que tengan cuidado. Nunca se apuren, nunca corran. No queremos ser como el primer ratn, eh?

No, Canela Oscuro corearon las ratas diligentemente.

Dije, como qu ratn no queremos ser? exigi Canela Oscuro.

No queremos ser como el primer ratn! gritaron las ratas.

Correcto! Como qu ratn queremos ser?

El segundo ratn, Canela Oscuro! dijeron las ratas, que haban cenado esta leccin muchas veces.

Correcto! Y por qu queremos ser como el segundo ratn?

Porque el segundo ratn toma el queso, Canela Oscuro!

Bien! dijo Canela Oscuro. Ensalmuera llevar el escuadrn dos... Mejorante? Ests ascendido, t llevas el escuadrn tres, y espero que seas tan bueno como la vieja Granja hasta la vez en que olvid cmo desconectar el pestillo de una Trampa Fragmentadora de Ratas y Venenosa Nmero 5. El exceso de confianza es nuestro enemigo! As que si ves algo sospechoso, cualquier pequea bandeja que no reconoces, cualquier cosa con cables, resortes y cosas, lo sealas y me envas un corredor, s?

Una rata joven estaba levantando su garra.

S? Cul es tu nombre... seorita?

Er... Nutritiva, seor dijo la rata. Er... puedo hacer una pregunta, seor?

Eres nueva en este pelotn, Nutritiva? dijo Canela Oscuro.

S, seor! Transferida de los Pishadores Ligeros, seor!

Ah, pensaron que seras buena en eliminar trampas, verdad?

Nutritiva pareca inquieta, pero no haba marcha atrs ahora.

Er... no realmente, seor. Dijeron que no poda ser peor que lo que soy pishando, seor.

Se escuch una risa general desde las filas.

Cmo puede una rata no ser buena en eso? dijo Canela Oscuro.

Es tan... tan... tan vergonzoso, seor dijo Nutritiva.

Canela Oscuro suspir para sus adentros. Todo esto nuevo de pensar estaba produciendo algunas cosas extraas. Personalmente aprobaba la idea del Lugar Correcto, pero algunas de las ideas que los chicos tenan eran... raras.

Muy bien dijo. Cul era tu pregunta, Nutritiva?

Er... usted dijo que el segundo ratn toma el queso, seor?

Eso es correcto! se es el lema del escuadrn, Nutritiva. Recurdalo! Es tu amigo!

S, seor. Lo har, seor. Pero... el primer ratn no toma nada, seor?

Canela Oscuro se qued mirando a la joven rata. Le impresionaba levemente que ella sostuviera su mirada, en lugar de encogerse.

Puedo ver que sers un agregado valioso al escuadrn, Nutritiva dijo. Levant la voz. Escuadrn! Qu toma el primer ratn?

El rugido de las voces hizo que del techo cayera polvo.

La Trampa!

Y no lo olvides dijo Canela Oscuro. Scalos, Ofertaespecial. Estar contigo en un minuto.

Una rata ms joven se adelant, y enfrent a los escuadrones.

Vmonos, ratas! Jap, jap, jap...

Los escuadrones de trampas se alejaron trotando. Canela Oscuro camin hasta Porotos Peligrosos.

Eso ha dado comienzo dijo. Si no podemos lograr que los humanos busquen a un buen cazador de ratas para maana, no conocemos nuestro negocio.

Tenemos que quedarnos ms tiempo, aun dijo Melocotones. Algunas de las damas van a tener sus bebs.

Dije que todava no sabemos si aqu es seguro dijo Canela Oscuro.

Quieres ser t el que se lo diga a Gran Ahorro? dijo Melocotones, dulcemente. Gran Ahorro era la vieja hembra lder, ampliamente considerada por todos por tener la mordida de un hacha de pico y msculos como roca. Tambin tena mal genio con los machos. Incluso Jamn de Puerco se mantena fuera de su camino cuando estaba de mal humor.

La naturaleza tiene que seguir su curso, obviamente dijo Canela Oscuro, rpidamente. Pero no hemos explorado. Debe haber otras ratas aqu.

Oh, todos los keekees se mantienen lejos de nuestro camino dijo Melocotones.

Eso era verdad, tuvo que admitir Canela Oscuro. Las ratas corrientes s se mantenan lejos del camino de los Cambiados. Oh, a veces haba algunos problemas, pero los Cambiados eran grandes y sanos y podan pensar la manera de ganar una pelea. Porotos Peligrosos estaba triste por esto pero, como deca Jamn de Puerco, eran ellos o nosotros, y cuando lo entendas, era un mundo de rata-come-rata...

Voy a reunirme con mi escuadrn dijo Canela Oscuro, todava turbado ante la idea de enfrentarse con Gran Ahorro. Se acerc. Qu sucede con Jamn de Puerco?

Est... pensando en las cosas dijo Melocotones.

Pensando dijo Canela Oscuro, sin comprender. Oh. Correcto. Bien, tengo trampas que atender. Te huelo ms tarde!

Qu pasa con Jamn de Puerco? dijo Porotos Peligrosos, cuando l y Melocotones quedaron solos otra vez.

Se est poniendo viejo dijo Melocotones. Tiene que descansar mucho. Y creo que est preocupado porque Canela Oscuro o uno de los otros vayan a desafiarlo.

Lo harn, eso crees?

Canela Oscuro est concentrado en romper trampas y probar venenos. Hay cosas ms interesantes que hacer ahora que morderse unos a otros.

O hacer rllk, segn escucho dijo Porotos Peligrosos.

Melocotones baj la mirada, recatadamente. Si las ratas pudieran ruborizarse, lo habra hecho. Era asombroso cmo los ojos rosados que apenas podan verte, podan mirar directo a travs de ti al mismo tiempo.

Las damas son mucho ms exigentes dijo. Quieren encontrar padres que puedan pensar.

Bien dijo Porotos Peligrosos. Debemos tener cuidado. No necesitamos reproducirnos como ratas. No tenemos que depender de la cantidad. Somos los Cambiados.

Melocotones lo mir con preocupacin. Cuando Porotos Peligrosos estaba pensando, pareca estar mirando dentro de un mundo que solamente l poda ver.

Qu es esta vez? pregunt.

He estado pensando que no deberamos matar a otras ratas. Ninguna rata debe matar a otra rata.

Ni siquiera keekees? pregunt.

Son ratas tambin.

Melocotones se encogi de hombros.

Bien, hemos tratado de hablarles y no result. De todos modos, la mayor parte se mantiene lejos estos das.

Porotos Peligrosos todava estaba mirando el mundo invisible.

An as dijo tranquilamente, me gustara que t lo escribieras.

Melocotones suspir, pero de todos modos se dirigi a uno de los paquetes que las ratas haban acarreado y sac su bolsa. No era nada ms que un rollo de tela con un asa hecha de unos restos de cordel, pero era suficientemente grande para contener unos pocos fsforos, algunos trozos de lpiz, una diminuta astilla de una hoja de cuchillo roto para afilar la mina, y un sucio trozo de papel. Todas cosas importantes.

Era tambin la portadora oficial de El Sr. Conejn. Portadora no era muy correcto; remolcadora era casi ms exacto. Pero a Porotos Peligrosos siempre le gustaba saber dnde estaba y pareca pensar mejor cuando lo tena cerca, y le daba algn consuelo, y eso era bastante bueno para Melocotones.

Alis el papel sobre un antiguo ladrillo, levant un trozo de mina y pas la mirada por la lista.

El primer Pensamiento haba sido: En el Clan est la Fuerza.

ste haba sido uno bastante difcil de traducir, pero haba hecho un esfuerzo. La mayora de las ratas no podan leer humano. Era demasiado difcil hacer que las lneas y los garabatos se convirtieran en algo sensato. As que Melocotones haba trabajado muy duro para crear un idioma que las ratas pudieran leer.

Haba tratado de dibujar una rata grande formada por ratas pequeas:

La escritura haba conducido a problemas con Jamn de Puerco. Las nuevas ideas necesitaban de un salto a la carrera para meterse en la cabeza de la vieja rata. Porotos Peligrosos haba explicado con su extraa voz tranquila que escribir las cosas significara que la sabidura de una rata continuara existiendo incluso cuando la rata se hubiera muerto. Dijo que todas las ratas podan aprender la sabidura de Jamn de Puerco. Jamn de Puerco haba dicho: Probablemente no! Le haba llevado aos aprender algunos de los trucos que saba! Por qu deba entregarlo todo? Eso querra decir que cualquier rata joven sabra tanto como l!

Porotos Peligrosos haba dicho: Cooperamos, o morimos.

Eso se haba convertido en el siguiente Pensamiento. Co-operar haba sido difcil, pero incluso los keekees a veces llevaran a un compaero ciego o herido, y eso era indudablemente cooperacin. La lnea gruesa, donde haba presionado con fuerza, tena que significar no. El signo trampa poda significar morir o malo o evitar.[4]El ltimo Pensamiento sobre el papel era: No Pishar donde Comes. se era muy simple.

Agarr el trozo de mina con ambas garras y dibuj cuidadosamente: Ninguna Rata Matar a Otra Rata.

Se alej. S... no malo... trampa era un buen signo para muerte, y haba aadido una rata muerta para hacerlo ms serio.

Pero suponiendo que tengas que hacerlo? dijo, todava mirando los dibujos.

Entonces tienes que hacerlo dijo Porotos Peligrosos. Pero no deberas.

Melocotones sacudi la cabeza con tristeza. Ella respaldaba a Porotos Peligrosos porque haba... bien, algo en l. No era grande ni rpido y estaba casi ciego y era muy dbil, y a veces se olvidaba de comer porque tena ideas que nadie al menos, nadie que fuera una rata haba pensado antes. La mayora de ellas haban molestado enormemente a Jamn de Puerco, como la vez cuando Porotos Peligrosos haba dicho:

Qu es una rata? y Jamn de Puerco haba respondido:

Dientes. Garras. Cola. Correr. Esconderse. Comer. Eso es una rata.

Porotos Peligrosos haba dicho:

Pero ahora tambin podemos decir qu es una rata? dijo. Y eso significa que somos ms que eso.

Somos ratas argument Jamn de Puerco. Corremos de un lado para el otro y chillamos y robamos y hacemos ms ratas. Para eso estamos hechos!

Por quin? haba replicado Porotos Peligrosos, y eso haba conducido a otra discusin sobre la teora de la Gran Rata Profundo Bajo el Suelo.

Pero incluso Jamn de Puerco segua a Porotos Peligrosos, y tambin las ratas como Canela Oscuro y Centro de Rosquilla, y escuchaban cuando hablaba.

Melocotones escuchaba cuando ellos hablaban.

Nos dieron narices haba dicho Canela Oscuro a los escuadrones. Quin les haba dado narices? Las ideas de Porotos Peligrosos se abran camino en la cabeza de otras personas sin que se dieran cuenta.

A l se le ocurrieron las nuevas maneras de pensar. A l se le ocurrieron nuevas palabras. A l se le ocurrieron las maneras de comprender las cosas que les estaban sucediendo. Las ratas grandes, ratas con cicatrices, escuchaban a la pequea rata porque el Cambio las haba conducido a territorio oscuro y l pareca ser el nico con una idea de hacia dnde estaban yendo.

Lo dej sentado al lado de la vela y fue a buscar a Jamn de Puerco. Estaba sentado junto a una pared. Como la mayora de las ratas viejas siempre se mantena pegado a las paredes, y lejos de espacios abiertos y con demasiada luz.

Pareca estar temblando.

Te sientes bien? dijo.

El temblor par.

Muy bien, muy bien, no hay nada malo conmigo! respondi bruscamente Jamn de Puerco. Slo algunas punzadas, nada permanente!

Slo que not que no salas con ninguno de los escuadrones dijo Melocotones.

No pasa nada malo conmigo! grit la vieja rata.

Todava tenemos algunas papas en el equipaje...

No quiero nada de comida! No pasa nada malo conmigo!

... lo que significaba que pasaba. sta era la razn por la que no quera compartir todo lo que saba. Lo que saba era todo lo que le quedaba. Melocotones saba qu le hacan las ratas tradicionalmente a los jefes que eran demasiado viejos. Ella haba observado la cara de Jamn de Puerco cuando Canela Oscuro Canela Oscuro ms joven y ms fuerte le hablaba a sus escuadrones, y saba que Jamn de Puerco estaba pensando en eso, tambin. Oh, estaba bien cuando las personas lo miraban, pero ltimamente haba estado descansando ms, y merodeando en los rincones.

Las ratas viejas eran expulsadas, a merodear solas por all, y se ponan malas y raras en la cabeza. Pronto habra otro jefe.

Melocotones deseaba poder hacerle comprender uno de los Pensamientos de Porotos Peligrosos, pero a la vieja rata no le gustaba mucho hablar con las hembras. Haba crecido con la idea de que las hembras no eran para hablar.

El Pensamiento era:

Quera decir: Somos los Cambiados. No Somos Como Otras Ratas.

Captulo 4

Lo importante sobre las aventuras, pens el Sr. Conejn, era que no deban ser demasiado largas para hacerte perder las horas de comer.

- De El Sr. Conejn Tiene Una Aventura

El muchacho, la nia y Maurice estaban en una gran cocina. El muchacho poda decir que lo era por la enorme cocina de hierro negro en el pecho de la chimenea, por las cacerolas que colgaban sobre las paredes y la larga mesa marcada. Lo que pareca no tener era lo que una cocina tradicionalmente tena, comida.

La nia fue hasta una caja de metal en la esquina y rebusc alrededor de su cuello por un cordel, el cual, como result, sujetaba una gran llave.

No puedes confiar en cualquiera dijo. Y las ratas roban cien veces lo que comen, esos demonios.

No lo creo dijo el muchacho. Diez veces, como mucho.

Conoces todo sobre ratas as de repente? dijo la nia, abriendo la caja de metal.

No as de repente, lo aprend cuando... Auch! Eso realmente doli!

Lamento eso dijo Maurice. Accidentalmente te rasgu, verdad? Trat de hacer una cara que dijera No seas un completo imbcil, de acuerdo?, que es muy difcil de hacer con la cabeza de un gato.

La nia le lanz una mirada recelosa, y luego regres a la caja de metal.

Hay un poco de leche que no se ha puesto fuerte an y un par de cabezas de pescado dijo, mirando adentro.

Eso suena bien para m dijo Maurice.

Y qu me dices de tu humano?

l? Comer cualquier sobra vieja.

Hay pan y salchicha dijo la nia, tomando una lata de la alacena de metal. Todos desconfiamos mucho de las salchichas. Hay un diminuto trozo de queso, tambin, pero es bastante ancestral.

No creo que debamos comer tu comida si es tan escasa dijo el muchacho. Tenemos dinero.

Oh, mi padre dice que se reflejara muy mal en el pueblo si no furamos hospitalarios. Es el Alcalde, ya sabes.

Es el gobierno? dijo el muchacho.

La nia lo mir.

Supongo que s dijo. Graciosa manera de decirlo. El concejo del pueblo hace las leyes, en realidad. l slo dirige el sitio y discute con todos. Y dice que no deberamos tener ms raciones que las otras personas, para demostrar solidaridad en estas pocas difciles. Fue bastante malo que los turistas dejaran de visitar nuestros baos termales, pero las ratas lo han empeorado. Tom un par de platillos del gran aparador de la cocina. Mi padre dice que si somos sensatos habr suficiente para salir adelante continu. Lo cual creo que es muy loable. Estoy de acuerdo completamente. Pero creo que ya que has demostrado solidaridad, se debera permitir que tomes slo un poquito ms. De hecho, creo que tomamos un poco menos que todos los dems. Puedes imaginar? Por cierto... de modo que realmente eres un gato mgico, entonces. termin, mientras verta leche en un platillo. Rezum ms que chorre, pero Maurice era un gato de la calle y bebera leche tan podrida que tratara de alejarse gateando.

Oh, s, eso es correcto, mgico dijo, con un anillo amarillo-blanco alrededor de la boca. Por dos cabezas de pescado sera cualquier cosa para cualquiera.

Probablemente pertenecas a una bruja, supongo, con un nombre como Griselda o uno de esos nombres dijo la nia, poniendo las cabezas de pescado sobre otro platillo.

S, correcto, Griselda, correcto dijo Maurice, sin levantar la cabeza.

Que viva en una cabaa de pan de jengibre en el bosque, probablemente.

S, correcto dijo Maurice. Y entonces, porque no sera Maurice si no pudiera ser un poco ingenioso, aadi: Slo que era una cabaa de pan de salvado, porque estaba adelgazando. Bruja muy sana, Griselda.

La nia pareci perpleja por un momento.

No es as como debera seguir dijo.

Lo lamento, dije una mentira, era pan de jengibre realmente dijo Maurice rpidamente. Alguien que te daba comida siempre tena razn.

Y tena grandes verrugas, estoy segura.

Seorita dijo Maurice, tratando de parecer sincero, algunas de esas verrugas tenan tanta personalidad que solan tener amigos propios. Er... cul es tu nombre, seorita?

Prometes no rerte?

Muy bien. Despus de todo, poda haber ms cabezas de pescado.

Es... Malicia.

Oh.

Te ests riendo? dijo, con voz amenazante.

No dijo Maurice, perplejo. Por qu debera?

No crees que sea un nombre gracioso?

Maurice pens en los nombres que conoca Jamn de Puerco, Porotos Peligrosos, Canela Oscuro, Sardinas...

Suena como un nombre corriente para m dijo.

Malicia le lanz otra mirada recelosa, pero volvi su atencin al muchacho, que estaba sentado con la habitual sonrisa feliz y distante que pona cuando no tena otra cosa que hacer.

Y t tienes un nombre? dijo. No eres el tercer hijo, el menor, de un rey, verdad? Si tu nombre empieza con Prncipe es una pista positiva.

Creo que es Keith dijo el muchacho.

Nunca dijiste que tuvieras un nombre! dijo Maurice.

Nadie jams lo pregunt antes dijo el muchacho.

Keith no es un nombre inicialmente ventajoso dijo Malicia. No insina misterio. Slo insina Keith. Ests seguro de que es tu nombre real?

Es slo el que me dieron.

Ah, eso es ms parecido. Una leve pista de misterio dijo Malicia, y de repente pareci interesada. Lo suficiente para aumentar el suspenso. Fuiste robado al nacer, supongo. Eres probablemente el legtimo rey de algn pas, pero ellos encontraron a alguien que se pareca a ti e hicieron un cambio. En tal caso, tendrs una espada mgica, pero no parecer mgica, mira, hasta que sea el momento de manifestar tu destino. Probablemente fuiste encontrado en un umbral.

Lo fui, s dijo Keith.

Ves? Siempre tengo razn!

Maurice estaba siempre a la expectativa sobre lo que las personas queran. Y senta que lo que Malicia quera era una mordaza. Pero nunca antes haba escuchado al muchacho de aspecto estpido hablar de s mismo.

Qu estabas haciendo en un umbral? dijo.

No lo s. Gorjear, supongo dijo Keith.

Nunca lo dijiste dijo Maurice, acusador.

Es importante? dijo Keith.

Haba una espada mgica o una corona en tu canasta, probablemente. Y tienes un tatuaje misterioso o una marca de nacimiento de extraa forma, tambin dijo Malicia.

No lo creo. Nunca nadie jams lo mencion dijo Keith. Estaba slo yo y una manta. Y una nota.

Una nota? Pero eso es importante!

Deca 19 pintas y un Yogur de Fresas dijo Keith.

Ah. No ayuda, entonces dijo Malicia. Por qu diecinueve pintas de leche?

Era el Gremio de Msicos dijo Keith. Un lugar muy grande. No s nada sobre el yogur de fresa.

Hurfano abandonado est bien dijo Malicia. Despus de todo, un prncipe slo puede crecer para ser un rey pero un hurfano misterioso podra ser cualquiera. Fuiste golpeado, te hicieron pasar hambre, y fuiste encerrado en un stano?

No lo creo dijo Keith, lanzndole una mirada divertida. Todos en el Gremio eran muy amables. Eran mayormente buenas personas. Me ensearon mucho.

Tenemos Gremios aqu dijo Malicia. Ensean a los muchachos a ser carpinteros y picapedreros y cosas as.

El Gremio me ense msica dijo Keith. Soy msico. Soy bueno, tambin. Me he ganado la vida desde que tena seis aos.

Aj! Hurfano misterioso, extrao talento, infancia desgraciada... todo est tomando forma dijo Malicia. Probablemente el yogur de fresa no sea importante. Habra sido tu vida diferente si hubiera tenido sabor a pltano? Quin puede decirlo? Qu clase de msica tocas?

Clase? No hay ninguna clase. Slo hay msica dijo Keith. Siempre hay msica, si escuchas.

Malicia mir a Maurice.

Es siempre as? pregunt.

Nunca le escuch hablar tanto dijo el gato.

Espero que ests ansioso por saber de m dijo Malicia. Espero que seas bastante educado para preguntar.

Cielos, s dijo Maurice.

Bien, probablemente no te sorprender saber que tengo dos horribles hermanastras dijo Malicia. Y tengo que hacer todas las tareas!

Cielos, realmente dijo Maurice, preguntndose si haba alguna cabeza de pescado ms y, si haba ms cabezas de pescado, si valan todo eso.

Bien, la mayora de las tareas dijo Malicia, como si revelara un hecho desafortunado. Algunas de ellas, definitivamente. Tengo que limpiar mi propia habitacin, ya sabes! Y est sumamente desordenada!

Cielos, realmente.

Y es casi el dormitorio ms pequeo. Prcticamente no hay ninguna alacena y me estoy quedando sin espacio de estantera!

Cielos, realmente.

Y las personas son increblemente crueles conmigo. Notars que estamos aqu en una cocina. Y soy la hija del Alcalde. Se esperara que la hija de un Alcalde lavara los platos por lo menos una vez a la semana? Creo que no!

Cielos, realmente.

Y quieres mirar esta ropa rota y desaliada que tengo que usar?

Maurice mir. No era bueno con la ropa. La piel era suficiente para l. Hasta donde poda decir, el vestido de Malicia era tan bonito como cualquier otro. Pareca estar todo bien. No tena ningn agujero, excepto por donde salan los brazos y la cabeza.

Aqu, mira aqu dijo Malicia, sealando un lugar en el dobladillo que, para Maurice, no se vea diferente del resto del vestido. Tuve que volver a coser esa parte yo misma, sabes?

Cielos, real... Maurice par. Desde aqu poda ver los estantes vacos. Ms importante aun, poda ver a Sardinas bajando con un cordel desde una grieta en el antiguo techo. Tena una mochila en la espalda.

Y encima de esto soy la que tiene que hacer la cola para el pan y las salchichas todos los das... continu Malicia, pero Maurice le estaba escuchando an menos que antes.

Tena que ser Sardinas, pens. Idiota! Siempre va delante del escuadrn de trampas! De todas las cocinas de todo el pueblo en que poda aparecer, haba aparecido en sta.[5] En cualquier momento ella va a dar media vuelta y gritar.

Sardinas probablemente lo considerara un aplauso, tambin. Viva la vida como una representacin. Otras ratas slo andaban de un lado para el otro chillando y desordenando cosas, y eso era bueno para convencer a los humanos de que haba una plaga. Pero, oh, no, Sardinas siempre tena que ir ms lejos. Sardinas y su acto de cancin yowoorll y baile!

... y las ratas toman todo estaba diciendo Malicia. Lo que no toman, lo arruinan. Ha sido terrible! El concejo ha estado comprando comida en otros pueblos, pero a nadie le sobra mucho. Tenemos que comprar maz y cosas de los comerciantes que navegan ro arriba. Es por eso que el pan es tan caro.

Caro, eh? dijo Maurice.

Hemos probado trampas, perros, gatos y veneno y todava las ratas siguen viniendo dijo la nia. Han aprendido a ser muy furtivas, tambin. Ya casi nunca terminan en nuestras trampas. Huh! Una sola vez recib 50 peniques por una cola. Qu tiene de bueno que los cazadores de ratas nos ofrezcan 50 peniques por cola si las ratas son tan astutas? Los cazadores de ratas tienen que usar trucos de toda clase para atraparlas, dicen. Detrs de ella, Sardinas mir cuidadosamente alrededor de la habitacin y luego hizo seas a las ratas en el techo para tirar de la soga.

No crees que ste sera un buen momento de irnos! dijo Maurice.

Por qu ests haciendo esas caras? dijo Malicia, y se qued mirndolo fijo.

Oh... bien, conoces esa clase de gato que sonre todo el tiempo? Escuchaste sobre eso? Bien, yo soy de la clase que hace, ya sabes, caras raras dijo Maurice desesperadamente. Y a veces salgo corriendo y digo cosas salgan de aqu salgan de aqu, lo ves, lo hice otra vez. Es una enfermedad. Probablemente necesite el asesoramiento oh no no hagas eso ste no es el momento de hacer eso whoops, all voy otra vez...

Sardinas haba sacado su sombrero de paja de la mochila. Sujetaba un pequeo bastn.

Era una buena rutina, incluso Maurice tena que admitirlo. Algunos pueblos haban puesto anuncios solicitando un flautista de ratas la primera vez que lo haba hecho. Las personas podan tolerar ratas en la nata, y ratas en el techo, y ratas en la tetera, pero hacan una lnea delante del baile tap. Si veas ratas que bailaban tap, estabas en grandes problemas. Maurice calculaba que si tan slo las ratas tambin pudieran tocar un acorden podran hacer dos pueblos por da.

Haba mirado durante demasiado tiempo. Malicia gir y su boca se abri por la conmocin y el horror mientras Sardinas comenzaba su rutina. El gato la vio extender la mano hacia una cacerola que estaba sobre la mesa. La lanz, con mucha exactitud.

Pero Sardinas era un bueno evitando ollas. Las ratas estaban acostumbradas a que les lanzaran cosas. Ya estaba corriendo cuando la cacerola llegaba a mitad camino a travs de la habitacin, y luego salt a la silla y luego salt al piso y luego se escabull detrs del aparador y luego se escuch un agudo, final, y metlico... chasquido.

Ja! dijo Malicia; Maurice y Keith se quedaron mirando fijo el aparador. Eso es una rata menos, de todo caso. Realmente las odio...

Era Sardinas dijo Keith.

No, definitivamente era una rata dijo Malicia. Las sardinas casi nunca invaden una cocina. Supongo que ests pensando en la plaga de langostas all en...

Slo se llamaba Sardinas porque vio el nombre en una vieja lata oxidada y pens que sonaba con estilo dijo Maurice. Se pregunt si se atrevera a mirar detrs del aparador.

Era una buena rata dijo Keith. Sola robar libros para m cuando me estaban enseando a leer.

Excsame, ests loco? dijo Malicia. Era una rata. La nica rata buena es una rata muerta!

Hola? dijo una voz pequea. Vena desde atrs del aparador.

No puede estar viva! Es una trampa inmensa! dijo Malicia. Tiene dientes!

Hay alguien all? Es que el bastn se est doblando... dijo la voz.

El aparador era grande, la madera era tan vieja que el tiempo la haba puesto negra y tan slida y pesada como piedra.

Eso no es una rata hablando, verdad? dijo Malicia. Por favor dime que las ratas no pueden hablar!

De hecho se est doblando un poco ahora dijo la voz, que llegaba ligeramente amortiguada.

Maurice espi en el espacio detrs del aparador.

Puedo verlo dijo. Calz el bastn en las mandbulas mientras se cerraban! Te veo, Sardinas, cmo te va yendo?

Muy bien, jefe dijo Sardinas, en la penumbra. Si no fuera por esta trampa dira que todo estaba perfecto. Mencion que el bastn se est doblando?

S, lo dijiste.

Se ha doblado algo ms desde entonces, jefe.

Keith agarr un extremo del