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Taller literario “El Nudo” Préstenos su santo / René Avilés Fábila —Ahí vienen los de Santa Inés a pedirnos nuestro santo para su fiesta. —Igual que todos los años, igual que todos los años. —Como carecen de santo patrono, no pueden hacer la fiesta de su pueblo más que con el nuestro. —Y poco les importa que sea hombre. —Bueno, tú, muchacho, vete a avisarle al señor párroco que ya vienen a recoger a San Damián. —Yo creo, francamente, que el señor cura tiene razón, ¿por qué siempre hemos de pedirles prestado a los de San Damián su santo? Es tiempo que nosotros tengamos el propio: ya es hora de comprar la imagen de Santa Inés. Y para que vaya en serio, aquí pongo los primeros quince pesos. (Nadie hubo, en toda Santa Inés, que no diera su cooperación. Rápidamente reunieron la cantidad necesaria y el sacerdote designó a un grupo para que fuera por la escultura. Así se hizo. Y en medio del regocijo del pueblo, su ilustrísima, el arzobispo, bendijo la hermosa representación de Santa Inés). —¿Supieron? Aquellos desgraciados ya no van a solicitar nuestro santo. ¡Ahora tienen el suyo! —Yo sí lo supe. Me lo contó Francisco Castelán hace rato. —Será un problema. Con seguridad San Damián está molesto. —Cómo no va a molestarse, fue un desprecio: ya no lo pedirán para su fiesta... —Dice mi comadre Josefina que los de Santa Inés recibirán un castigo. —Merecido lo tienen. — Ellos lo provocaron. Mira que hacerle eso a nuestro santo. —Dicen que San Damián está enojado con nosotros. —Eso dicen los rumores. —Cuando el río suena, agua lleva. —¿Estará molesto también con Santa Inés? —No: los santos nunca se enojan con los santos. El pleito es contra el pueblo. —A decir verdad, yo lo dudo. Tenemos casi dos meses con la santa y no ha habido ninguna demostración. —Ni castigos para nadie. —Está bien; pero tampoco se le ven intenciones de cumplirnos y eso que la tenemos rodeada de flores y veladoras. —Ya tenemos listos los milagros de plata. —Oigan, creo que aquí hay algo raro, muy raro. —Vamos a hablar con el señor cura; él nos sacará de dudas. —Sí, es lo mejor. Vamos todos. 1

Prestenos Su Santo

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Taller literario El Nudo

Taller literario El Nudo

Prstenos su santo / Ren Avils FbilaAh vienen los de Santa Ins a pedirnos nuestro santo para su fiesta.

Igual que todos los aos, igual que todos los aos.

Como carecen de santo patrono, no pueden hacer la fiesta de su pueblo ms que con el nuestro.

Y poco les importa que sea hombre.

Bueno, t, muchacho, vete a avisarle al seor prroco que ya vienen a recoger a San Damin.

Yo creo, francamente, que el seor cura tiene razn, por qu siempre hemos de pedirles prestado a los de San Damin su santo? Es tiempo que nosotros tengamos el propio: ya es hora de comprar la imagen de Santa Ins. Y para que vaya en serio, aqu pongo los primeros quince pesos.

(Nadie hubo, en toda Santa Ins, que no diera su cooperacin. Rpidamente reunieron la cantidad necesaria y el sacerdote design a un grupo para que fuera por la escultura. As se hizo. Y en medio del regocijo del pueblo, su ilustrsima, el arzobispo, bendijo la hermosa representacin de Santa Ins).

Supieron? Aquellos desgraciados ya no van a solicitar nuestro santo. Ahora tienen el suyo!

Yo s lo supe. Me lo cont Francisco Casteln hace rato.

Ser un problema. Con seguridad San Damin est molesto.

Cmo no va a molestarse, fue un desprecio: ya no lo pedirn para su fiesta...

Dice mi comadre Josefina que los de Santa Ins recibirn un castigo.

Merecido lo tienen.

Ellos lo provocaron. Mira que hacerle eso a nuestro santo.

Dicen que San Damin est enojado con nosotros.

Eso dicen los rumores.

Cuando el ro suena, agua lleva.

Estar molesto tambin con Santa Ins?

No: los santos nunca se enojan con los santos. El pleito es contra el pueblo.

A decir verdad, yo lo dudo. Tenemos casi dos meses con la santa y no ha habido ninguna demostracin.

Ni castigos para nadie.

Est bien; pero tampoco se le ven intenciones de cumplirnos y eso que la tenemos rodeada de flores y veladoras.

Ya tenemos listos los milagros de plata.

Oigan, creo que aqu hay algo raro, muy raro.

Vamos a hablar con el seor cura; l nos sacar de dudas.

S, es lo mejor. Vamos todos.

No hijos, no. San Damin no puede enojarse ni con Santa Ins ni con ustedes. Los santos carecen de pasiones. Si las tuvieran no seran santos. Ellos son pura bondad y dulzura; en este sentido reflejan a Dios nuestro seor; personalmente creo que San Damin ve con buenos ojos que ya tengamos santa. De esta forma l descansa. Imagnense, cada ao lo subamos hasta ac, para luego bajarlo. Aunque nunca manifest desagrado, debi ser incmodo y molesto. Adems, no es costumbre de santos andar de un lado para otro. Ya vern como no existe tal enojo.

No que no. Vieron lo que pas en Santa Ins? San Damin los castig; la helada cay de lleno y ni un elote bueno les dej.

Justa reaccin del cielo...

Para que sepan con quin se meten. Mira que hacerle eso a nuestro santito.

S, fue una descortesa muy grande.

Ni una mata qued buena.

Se los dije. Fue culpa de Santa Ins.

Y el seor cura que dijo que los santos no tomaban venganza.

Toda la cosecha arruinada..., por culpa de Santa Ins. . .

Me mat algunos animales...

Mis gallinas no ponen del susto; qu helada tan dura, mucho granizo; el fro todava se siente...

A ver si Lupita llega bien al parto.

Las milpas se fregaron. Hubiramos seguido con San Damin.

...quemadas por el fro.

As como lo oyen: la nica manera de desagraviar a San Damin es esa, ni modo, no hay otra.

Pero, no podramos venir nosotros solos no ms?

No. Tiene que venir Santa Ins a pedir disculpas a nuestro santo; ni remedio.Siendo as, qu se hace. El mismo seor cura dice que bajemos a Santa Ins para quitarle lo molesto a San Damin.

Hay que hacerlo, pero pronto; no sea que nos mande otra helada ... o algo peor.

No sean brutos, dicen don Lino Santacruz y la profesora Fabila, que estuvieron aqu hoy en la maana, que la helada fue cosa de la naturaleza.

Y cmo a San Damin casi no lo toc?

Es sencillo. Santa Ins est descubierta por todos lados y San Damin protegido por el cerro...

No lo digas. Eres un hereje. Fue castigo del santo.

Entonces? Bajamos maana temprano con la santa?

(Del pueblo de Santa Ins bajan sus habitantes en lenta procesin. Ninguno falta. Llevan en andas a su santa. Cirios encendidos en las manos. Los cnticos apenas brotan de las gargantas y el viento los dispersa y los estrella contra los montes cercanos. El sacerdote marcha a la cabeza).

El mayordomo les dir qu hacer.

Primero, antes que otra cosa, deben poner a Santa Ins junto a San Damin para que le pida disculpas, para que lo desagravie. Luego hay que dejarlos solos: los hombres no debemos escuchar lo que se dicen los santos; no es bueno ni grato a Dios. Si San Damin perdona, celebraremos misa. Y al medioda podremos tomar pulque y cerveza. Las mujeres harn de comer.

Oye, estn tardando mucho.

Tienes razn. Vamos para el segundo da y los santos siguen encerrados...

Menos mal que son santos, si no...

Cllate, blasfemo.

Dicen el seor prroco y el seor mayordomo, que San Damin ya est desagraviado. Y que luego de la misa, frente a la iglesia, comeremos y beberemos como Dios manda. En el atrio estarn los dos santos. Hoy ser festivividad por su reconciliacin.

Cmo? Se acab el pulque? Vayan a los tinacales por ms. Pero rapidito.

Ah pongo las tortillas, junto al pollo.

Destapen ms cervezas fras.

Salud.

Aqu estn el chicharrn y la salsa verde.

Un poco ms de arroz, por favor.

Oyeme, tu santa no sirve para nada. Ni siquiera pudo salvarles los sembrados.

Salud. Por San Damin.

Pues tu santito es un hablador. Le trajimos a Santa Ins y luego luego se abland.

Qu, a poco creen que San Damin es el ms milagroso de todos los santos del cielo. Estn locos.

Dejen de discutir y srvanse aguardiente.

Santa Ins no puede hacer milagros.

Si no es fcil hacerlos.

No, pero San Damin ha hecho muchos.

Hartos, seores!

Y les mand una buena granizada.

Bueno, ya estuvo bien. Ahora les vamos a demostrar como San Damin no sirve; a ver si se quita este botellazo...

Contra Santa Ins!

No los dejen, defindanla!

Denle duro a San Damin!

Dizque muy milagroso.

No, al cura no!

Tambin!

Ms fuerte!, ms fuerte...!

Ms! Ms!

Vmonos para el pueblo antes que se haga noche.

Les ganamos, verdad?

San Damin qued bastante roto.

Tengo las manos adoloridas...

Tambin al padre le abrieron la boca, viene sobndose.

Al otro le desgarramos la sotana.

Ver si las viejas y los nios estn bien.

Yo voy a buscar a Jordn, creo que todava trae cervezas.

Menos mal que pudimos recoger la cabeza de Santa Ins.

Aqu me traje los pedazos de su tnica... No pude encontrar los brazos... Ni modo, en la lucha los usaron como garrotes y los perd de vista.

Yo traigo una pierna... Pero, la verdad, no s de quin de los dos sea...PAGE 1